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Año VII. No. 89, Edición Especial Agosto de 2008. Médicos de México es una publicación mensual editada por Alianza 3 Grupo Editorial, S.A. de C.V., Av. Río San Joaquín 285-4 Col. Granada, México D.F., C.P. 11490, Tels. y Fax: 52 50 27 00, 52 50 27 01 y 58 87 31 16 Reserva al uso exclusivo del título No. 04-2007-050909573500-102, otorgado por el Instituto Nacional del Derecho de Autor, de la Secretaría de Educación Pública. Certificado de Licitud de Título No. 12112, Certificado de Licitud de Contenido No. 8764, otorgados por la Comisión Calificadora de Publicaciones y Revistas Ilustradas de la Secretaría de Gobernación. Registro Postal PP09-0998, otorgado por Sepomex. Impresión a cargo de Equilibrio S.A. de C.V. Dr. Andrade #321, Col, Doctores, Del. Cuauhtémoc, México, D.F. El contenido de los artículos es responsabilidad exclusiva de los autores. El material publicitario se acepta con criterio ético, pero los editores se deslindan de cualquier responsabilidad respecto a la veracidad y legitimidad de los mensajes contenidos en los anuncios. Todos los derechos reservados. Queda prohibida la reproducción parcial o total del material publicado sin consentimiento escrito de los editores. PRINTED IN MEXICO

Coordinación de proyecto (Investigación, entrevistas y redacción): María Luisa Santillán Silva

6 Sociedad Mexicana de Dermatología Historia 14 Pedro Lavalle Aguilar Presidente de 1956 a 1958 y de 1960 a 1962 19 Amado Saúl Cano Presidente de 1964 a 1966 24 Obdulia Rodríguez Rodríguez Presidenta 1966-1968 29 Manuel Malacara de la Garza Presidente de 1968-1970 34 Josefa Novales Santa Coloma Presidenta 1972-1974, 1986-1988 y 1992-1994 38 Ramón Ruiz-Maldonado Presidente de 1976-1978 43 Yolanda Ortiz Presidenta 1988-1990 48 Ma del Carmen Padilla Desgarennes Presidenta 2006-2008

EDITORIAL La Sociedad Mexicana de Dermatología fue fundada el 2 de septiembre de 1936 por el doctor Fernando Latapí. A 72 años de su creación constituye la agrupación de dermatólogos más antigua e importante del país, que en el momento actual cuenta con 442 socios, entre los que se encuentran maestros de prestigio mundial, a los que se les rindió un homenaje el 11 de enero del año en curso y se les entregó el máximo reconocimiento que la SMD otorga: el de Socio Honorario. La Sociedad Mexicana de Dermatología, no solamente ha dedicado sus esfuerzos a la investigación y difusión de temas dermatológicos; desde su fundación se ha caracterizado por cumplir con los preceptos para los que fue creada, dando importancia a fomentar en sus miembros el espíritu de servicio.

Uno de los eventos más importantes que realiza la Sociedad es el Congreso Mexicano de Dermatología, que después de la celebración del segundo, en 1963, se volverá a llevar a cabo en la ciudad de Guadalajara, Jalisco del 19 al 23 de agosto, este año será el vigésimo tercer evento en donde los dermatólogos mexicanos nos reunamos para compartir los conocimientos más actuales de la especialidad, así como poder convivir con los colegas y amigos. Para mí ha sido un honor y una enorme satisfacción fungir como presidenta de la Sociedad, por la cual siento un afecto entrañable. Una alegría muy especial ha sido la compra, durante mi bienio, de un inmueble como nueva sede de la Sociedad, gracias al esfuerzo de todos los socios. De manera muy especial aprovecho la oportunidad que la Revista Médicos de México y la industria farmacéutica me proporcionaron para dar foro a los decanos de la Sociedad, para que nos relaten su historia de primera mano y nos transmitan la emoción de conocer detalles que solamente quienes vivieron la evolución de nuestra Sociedad pueden ofrecernos.

Dra. María del Carmen Padilla Desgarennes Presidenta de la Sociedad Mexicana de Dermatologia A.C. Bienio 2006-2008

Sociedad Mexicana de Dermatología Historia

El 2 de septiembre de 1936 quedó constituida la Sociedad Mexicana de Dermatología (SMD) con el objeto de: • Estudiar las enfermedades de la piel • Las ramas científicas relacionadas • Los problemas sociales que originan • Divulgar estos conocimientos entre el cuerpo médico nacional Durante más de 70 años ha logrado llevar a la práctica y cumplir con sus propósitos iniciales. Cabe señalar que pertenece a la Liga Internacional de Sociedades Dermatológicas y durante el bienio de 1980 a 1982 quedó protocolizada como Asociación Civil.

como especialidad apareciendo los primeros dermatólogos preparados casi todos en Europa: Ángel Rodríguez, Eugenio Latapí, Ricardo Cicero, Jesús González- Urueña y Salvador González-Herrejón”. Asimismo agregaba: “El escaso número de dermatólogos durante el primer tercio de este siglo, no permitía la creación de una sociedad, pero ya en 1936, dos jóvenes dermatólogos preparados en México, en el Servicio de Dermatología del Hospital General con González-Herrejón, pensaron que era oportuno y necesario formar una sociedad de Dermatología.

Dr. Salvador González Herrejon

Dr. Ricardo Cicero

El doctor Amado Saúl Cano, en el libro Sociedad Mexicana de Dermatología, editado en 1965, señalaba: “Aunque en el siglo pasado surgieron los precursores en México en las personas de Rafael Lucio, Ladislao de la Pascua y José Terrés, es hasta este siglo cuando la Dermatología destaca

“Estos fueron el doctor Fernando Latapí y el doctor Roberto Núñez Andrade y para ello convocaron a los dermatólogos existentes y a algunos médicos de actividades afines y el 2 de septiembre de ese año, se fundó la Sociedad Mexicana de Dermatología. Firmaron el acta constitutiva 21 personas: Manuel Cañas, Antonio Dubón, Ernesto Escalona, Salvador González Herrejón, Jesús González Urueña,

Dr. Fernando Latapi

Eugenio Latapí, Fernando Latapí, Roberto Núñez Andrade, Vicente Ramírez, Antonio Fritz, Samuel Furlong, Policarpo Garza, Rodolfo Gómez-Farías, Luis de J. Lozano, Pedro Daniel Martínez, Pablo Mendoza, Enriqueta Montes de Oca, Raúl Salamanca, Jaime Velarde, Clemente Villaseñor y Enrique Villela.

La biblioteca se inauguró el 13 de Marzo de 1946. De 1936 a 1945, las mesas directivas cambiaban cada año. En 1940 se nombró secretario perpetuo al maestro Latapí. En 1952 algunos miembros de la sociedad (Antonio González Ochoa, Mario Salazar Mallén y Oswaldo Arias) se separaron para formar la Academia Mexicana de Dermatología. A partir de 1946 cada dos años cambian las mesas directivas.

El máximo órgano de difusión

En 1956 mientras se celebraba en la ciudad de México el III Congreso Ibero Latino Americano de Dermatología, surge la Revista Mexicana de Dermatología, como una iniativa de los doctores Fernando Latapí y Obdulia Rodríguez.

En el primer número el doctor Salvador González Herrejón escribió: “Dermatología viene a llenar un hueco que existia en el medio médico de nuestra patria; llegamos con retardo, pero al fin estamos en nuestro puesto ¡Que Dermatología tenga una existencia no sólo larga, sino indefinida en el tiempo!”.

En sus inicios fue publicada como órgano oficial de la Asociación Mexicana de Acción Contra la Lepra, A.C., situación que duró hasta 1986. Ha sido coordinada por los doctores Obdulia Rodríguez; Amado Saúl, apoyado por la doctora Yolanda Ortiz; Roberto Arenas y Fermín Jurado.

En 1987, surge una segunda etapa de esta revista, ahora bajo el amparo de la Sociedad Mexicana de Dermatología y de la Academia Mexicana de Dermatología. Y para el 2002 cambió el diseño de portada y el artículo de revisión.

Cada una de las mesas directivas de la SMD ha aportado su grano de arena para que a más de siete décadas de su fundación sea rectora y una de las mejores del país

Aportaciones que trascienden

Para el año de 1965, el doctor Amado Saúl explicaba que en ese momento se había puesto especial interés en la atención de los problemas que más afectaban a los mexicanos, tales como Lepra, Pinto y Micosis, en los cuales se habían realizado contribuciones originales que traspasaron las fronteras, situación que se demostraba en el hecho de que tres miembros de la Sociedad habían fueron invitados a escribir sobre Micetoma, Cromomicosis y Mal de Pinto, en la actualización que Marchionini y Götz emprendieron del Handbuch der Haut und Geschlechtskrankheiten de J. Jadassohn. La dermatología mexicana también se había posicionado en el mundo en temas como la lepra, donde las ideas mexicanas habían sido tomadas como normas en otros países.

Una sociedad activa Entre los principales objetivos de la SMD se encuentran: prevención, tratamiento, enseñanza e

investigación. Además de Promover, difundir y/o representar; estimular la enseñanza y la difusión (eventos CMD, cursos, seminarios); promover el ejercicio de una dermatología profesional académica y ética; publicaciones (RMD); y certificar o evaluar productos dermatológicos y cosméticos Los tipos de socios que integran la SMD son médicos cirujanos, dermatólogos y de especialidades afines y se dividen en: Fundadores, Numerarios (1º de junio del 2002), Correspondientes, Asociados, Honorarios y Eméritos.

Actividades principales Existen distintas actividades organizadas por la Sociedad Mexicana de Dermatología. Cabe destacar que desde su fundación se lleva a cabo la Sesión Ordinaria Mensual, la cual en un principio se realizaba en la Antigua Escuela de Medicina de Santo Domingo. Además se realizan de cuatro a cinco sesiones semanales dedicadas al análisis de casos clíni-

Dermatólogos mexicanos un ejemplo a nivel mundial

Dr. Pedro Lavalle

Congresos Mexicanos de Dermatología • • • 10

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Dr. Maximilam Obermayen

1961, I Congreso, Cd. de México, Dr. Fernando Latapí. 1963, II Congreso, Guadalajara, Jal. Dr. José Barba Rubio 1965, III Congreso, Monterrey N.L. Dr. Juventino González B. 1967, IV Congreso, Tampico, Tams. Dr. Antonio Kuri Ahúed 1969, V Congreso, Cd. de México, Dr. Pedro Lavalle 1971, VI Congreso, Puebla, Pue. Dr. José Garibay 1973, VII Congreso, Morelia Mich. Dr. Jorge Vega Núñez 1975, VIII Congreso, Chihuahua Chih. Dr. Oscar Germes Leal 1979, IX Congreso, Veracruz, Ver. Dr. Víctor M. Díaz Mirón 1981, X Congreso, Zacatecas, Zac. Dr. Enrique Arguelles Robles

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Dr. José Barba Rubio

1983, XI Congreso, Oaxtepec, Mor. Dr. Assad Atala 1985, XII Congreso, Oaxaca, Oax. Dra. Rosa Martha Chávez 1987, XIII Congreso, Acapulco, Gro. Dr. Roberto Estrada Catañon 1989, XIV Congreso, Villahermosa, Tab. Dr. Felipe de la Cruz 1992, XV Congreso, Mérida, Yuc. Dr. Jorge Cervera Camps 1994, XVI Congreso, Mazatlán, Sin. Dr. Guillermo Moraila 1996, XVII Congreso, Monterrey N.L. Dr. Francisco Javier Olivares 1998, XVIII Congreso, Cd. de México, Dr. Jorge Peniche 2000, XIX Congreso, Tampico Tams. Dra. Marina Morales 2002, XX Congreso, Veracruz, Ver. Dra. Gisela Navarrete Franco 2004, XXI Congreso, Cd. Juárez, Chih. Dr. Rodolfo Fierro Spence 2006, XXII, Morelia, Mich. Dr. Luis Gerardo Vega González

Difundir los conocimientos en Dermatología una máxima de la SMD

Dr. Juventino González, durante el Congreso de Monterrey

cos, primero eran en hospitales y consultorios públicos, posteriormente se presentaban en el Hospital General de México, y a partir de 1972 en el Centro Dermatológico Pascua. Otro tipo de actividades son las reuniones y jornadas con médicos nacionales y extranjeros, como la Reunión Cubano-Mexicana en 1946 y la Pacific Dermatological Association, en 1955. Además que la Sociedad Texana de Dermatología llevó a cabo en México una reunión en el año 1971.

Dr. Antonio Kuri, Congreso Tampico

De 2001 a 2003, se tuvieron eventos de la Sociedad Mexicana de Dermatología con Harvard Medical School. Además de las distintas jornadas que se han realizado en Tepic, Culiacán Matamoros, Irapuato, Acapulco, Toluca, Cuernavaca, Cuahutla, Celaya 11

Congresos Internacionales • • •

1956, III Congreso Iberolatinoamericano de Dermatología 1978, Organización del XI Congreso Internacional de la Lepra 1991, XII Congreso Iberolatinoamericano de Dermatología, Guadalajara, Jal.

La unión de los dermatólogos en la SMD

Un paso importante fué extender los conocimientos en Dermatología a los médicos generales

Mesas directivas

1936-1937 Presidente: Salvador González Herrejón + 1937-1938 Presidente: Vicente Ramírez + 1938-1939 Presidente: Fernando Latapí + 1939-1940 Presidente: Manuel Cañas + 1940-1941 Presidente: Jorge Millán + 1941-1942 Presidente: Enrique Villela + 1942-1943 Presidente: Ernesto Escalona 1943-1944 Presidente: Julio Bejarano + 1944-1945 Presidente: Ernesto Escalona 1945-1946 Presidente: Mario Salazar Mallen + 1946-1948 Presidente: Roberto Núñez Andrade + 1948-1950 Presidente: Oswaldo Arias 1950-1952 Presidente: Silvestre Rico + 1952-1954 Presidente: Francisco Hernández Zurita 1954-1956 Presidente: Ernesto Escalona 1956-1958 Presidente: Pedro Lavalle 1958-1960 Presidenta: Concepción Estrada 1960-1962 Presidente: Pedro Lavalle 1962-1964 Presidente: Dominique Verut 1964-1966 Presidente: Amado Saúl 1966-1968 Presidenta: Obdulia Rodríguez

Dra. Obdulia Rodriguez

1968-1970 Presidente: Manuel Malacara 1970-1972 Presidente: Jorge Peniche 1972-1974 Presidenta: Josefa Novales Santa Coloma 1974-1976 Presidente: Eduardo Castro Bernal 1976-1978 Presidente: Ramón Ruiz-Maldonado 1978-1980 Presidenta: Guadalupe Ibarra 1980-1982 Presidente: Octavio Flores Alonso 1982-1984 Presidente: Roberto Arenas 1984-1986 Presidenta: Ma. Teresa Zambrano Díaz 1986-1988 Presidenta: Josefa Novales Santa Coloma 1988-1990 Presidenta: Yolanda Ortiz Becerra 1990-1992 Presidenta: Norma Violante 1992-1994 Presidenta: Josefa Novales Santa Coloma 1994-1996 Presidente: Rafael Andrade 1996-1998 Presidente: Fermín Jurado 1998-2000 Presidente: Jorge Peniche 2000-2002 Presidenta: Gisela Navarrete Franco 2002-2004 Presidente: Vicente Torres Lozada 2004-2006 Presidenta: Patricia Mercadillo Pérez 2006-2008 Presidenta: Ma. del Carmen Padilla Desgarennes

Dr. Aldo Buccaredadboy, Italia

Pedro Lavalle Aguilar Presidente de 1956 a 1958 y de 1960 a 1962

Uno de los máximos representantes de la Sociedad Mexicana de Dermatología (SMD) es el doctor Pedro Lavalle Aguilar, decano de la Micología nacional y formador de múltiples generaciones de médicos. Sus contribuciones a la Dermatología mundial lo han colocado como un ícono de esta agrupación médica la cual presidió en dos ocasiones: de 1956 a 1958 y de 1960 a 1962. Ingresó a la Sociedad Mexicana de Dermatología el 6 de octubre de 1949, sólo 13 años después de que fuera fundada por los doctores Fernando Latapí y Roberto Núñez Andrade, quienes con una visión a futuro crearon esta agrupación médica para congregar a los dermatólogos en nuestro país y lograr una mayor difusión de los problemas de la piel entre estos especialistas.

“Entre el momento que terminé la carrera y la fecha en que entré a la Sociedad Mexicana de Dermatología no me desligué, al contrario, fue cuando me formé como dermatólogo en los servicios de la especialidad que había entonces y con los maestros más importantes, como el doctor Fernando Latapí. Tuve entrenamiento con el doctor Jorge Millán Gutiérrez”.

“En el último año de mi carrera de Medicina en la UNAM cursé Dermatología, que era una materia de paso, en el Servicio de Dermatología del Hospital General”.

Uno de los eventos más importantes de la SMD son los congresos nacionales que se realizan cada dos años desde 1961. El primero fue organizado por el doctor Fernando Latapí en la ciudad de México. Dos años después, en 1963, el doctor Jorge Barba Rubio organizó el segundo en Guadalajara.

Fue entonces que el doctor Lavalle Aguilar decidió ser dermatólogo; acudió con el doctor Fernando Latapí, secretario perpetuo de la Sociedad Mexicana de Dermatología y se inscribió en el curso, en 1944, que en ese entonces se realizaba cada año.

Proyección académica de la SMD

En 1965, Monterrey fue la sede del tercer congreso a cargo del doctor Juventino González. En 1967 tocó a la ciudad de Tampico recibir a los

El doctor Fernando Latapí un ejemplo de esfuerzo y dedicación para el doctor Pedro Lavalle

dermatólogos de varias partes del mundo, y el doctor Antonio Kuri fue el responsable del evento. Para 1969 se realizó el quinto congreso que presidió el doctor Pedro Lavalle y el cual se realizó en la ciudad de México; recuerda que fue un evento lleno de compañerismo, aprendizaje y al cual asistieron personalidades de diferentes partes del mundo. “Mi afán era mantener los congresos cada dos años, la proyección de la Sociedad al país e internacionalmente, sobre todo con Francia, así como mantener las relaciones entre los dermatólogos. El congreso que organicé tuvo mucho éxito”.

Contribuciones destacadas

Han sido distintas las aportaciones que ha realizado a la dermatología mundial este médico mexicano, quien después de una trayectoria de logros comenta que a lo largo de su carrera como micólogo le ha interesado mucho el estudio de las micosis, no tanto las superficiales, sino las profundas, es decir, las que afectan además de la piel otros órganos. Explica que en México existe una enfermedad conocida como micetomas, de la cual se conocen dos tipos, los causados por hongos llamados eumicetomas o verdaderos hongos; y los originados por actinomicetos. En nuestro país, estos últimos son los más frecuentes.

El doctor Lavalle un socio activo en cada uno de los eventos de la SMD

Después de la India y de Sudán el tercer foco más importante de micetomas es México, no en todo el país, sino en determinadas regiones como los estados de Sinaloa, Michoacán, Guanajuato y Jalisco en el centro y occidente, así como en el norte de Veracruz, Oaxaca y Guerrero. “Es muy basto estudiar los micetomas, porque los agentes son varios, pero el más importante en México es la nocardia brasiliensis, que produce 86 por ciento de los micetomas; además que otro 10 por ciento de éstos son producidos por actinomadura madurae. Yo encontré por primera vez actinomadura madurae como causa de micetomas en nuestro país, la cual es más difícil de tratar y hemos estado estudiando la manera de tratarlos”. Asimismo una más de sus aportaciones ha sido el estudio de la distribución en México de las diferentes micosis. Los tratamientos también fueron un motivo muy especial de estudio del especialista: “No es fácil tratar las diferentes micosis, algunas ofrecen resistencia, algunos medicamentos no son efectivos, hay que estar buscando cuál medicamento, qué dosis, para evitar las reacciones adversas que se producen”.

El V Congreso estuvo lleno de aprendizaje y compañerismo

Una más de sus contribuciones ha sido la identificación por primera vez en el continente americano del Mycobacterium ulcerans, en el año de 1953, mycobacteria que no ataca los órganos internos, pero produce úlceras en la piel.

Trabajo conjunto entre generaciones El objeto de la SMD, de acuerdo con el doctor Pedro Lavalle es conocer las enfermedades de la piel: “La piel es el límite, la frontera, entre el ser y el no ser, es decir, entre el medio y la persona. De la piel para dentro es la persona, de la piel para fuera es lo externo”. Durante el II Simposio Internacional de Micología, en Taxco, Guerrero, 1987.

Esta micobacteriosis se conoció por primera vez en Australia, donde Mac Callum y colaboradores publicaron, en 1948, seis casos. Dos años después, en el Congo un autor belga describió el primer caso africano de esta enfermedad. Y el octavo caso en todo el mundo fue el descrito por el doctor Pedro Lavalle Aguilar, de un campesino de Apan, Hidalgo, y lo comunicó en el Congreso Internacional de la Lepra en Madrid, España, en 1953.

Señala que en la actualidad la SMD regularmente realiza dos sesiones, una teórica en la que se discuten diferentes temas de la piel y se presentan trabajos al respecto el primer jueves de cada mes; además de una sesión práctica en la que se estudia a uno o dos paciente, se llevan a cabo el tercer jueves de mes y se celebran en el Centro Dermatológico Pascua.

“La piel es el límite, la frontera, entre el ser y el no ser, es decir, entre el medio y la persona. De la piel para dentro es la persona, de la piel para fuera es lo externo” “He asistido a esas sesiones como costumbre. Lo interesante de ellas es el intercambio, los jóvenes preguntan y los viejos también preguntamos”. Por último, el doctor Lavalle Aguilar explica: “La función principal de la sociedad, ha sido el estudio de las enfermedades de la piel y la enseñanza de la Dermatología a los médicos, es decir, la formación de gente preparada, médicos generales, no especialistas, por lo tanto la dermatología es una especialidad no de salón, es de todos, porque la piel es el órgano más extenso del organismo”.

Amado SaĂşl Cano Presidente de 1964 a 1966

Considerado por muchos colegas como todo un maestro, el doctor Amado Saúl Cano ingresó a la Sociedad Mexicana de Dermatología (SMD) el 9 de mayo de 1957. Es uno de los decanos de esta especialidad en nuestro país siempre dispuesto a apoyar a las nuevas generaciones y con un espíritu de servicio que ha trascendido en el Hospital General de México, donde ha trabajado durante toda su vida. El doctor Cano ha sido siempre un ícono para los dermatólogos de distintas partes del mundo. Alumno de connotados médicos como el doctor Fernando Latapí, ha seguido con creces una de sus principales enseñanzas: la transmisión del conocimiento en Dermatología.

“La sociedad se ha caracterizado, en primer lugar, por la continuidad: cada vez hay más miembros. El maestro Latapí le impuso un trabajo especial a la sociedad, es decir, nació no para que se centrara la especialidad en unos cuantos, sino para que se pudieran transmitir los conocimientos de la Dermatología a los médicos generales, tanto de la ciudad de México, como de provincia”, señala en entrevista el doctor Saúl Cano. Originalmente la SMD estaba integrada por médicos que vivían en la capital del país, pero al paso del tiempo y conforme creció la agrupación y la Dermatología se conformó como una especialidad, se incorporaron especialistas de Guadalajara y Monterrey. En la actualidad cuenta con integrantes de todo la República Mexicana. Este reconocido médico ocupó la presidencia de la SMD de 1964 a 1966 y no duda en señalar que los objetivos primarios de ésta han sido cumplidos en cada una de las mesas directivas que la han dirigido, tales como la organización de cursos, jornadas, sesiones académicas y clínicas, así como los congresos nacionales que se efectúan cada dos años.

El doctor Saúl Cano considera que la SMD ha cumplido con su cometido en 72 años de existencia

Cuando la SMD cumplió 25 años, en 1961, se realizó en la capital del país el Primer Congreso Mexicano de Dermatología, en el que el maestro Latapí fue presidente, el doctor Pedro Lavalle, el vicepresidente y el doctor Amado Saúl Cano, el secretario. “Esta sociedad abarca prácticamente todas las instituciones porque en todos los sitios en donde hay Dermatología está presente. Yo empecé en el Hospital General de México, en donde fui jefe del Servicio de Dermatología por 17 años, y en el Centro Pascua”. Durante su presidencia, se realizó el Tercer Congreso Nacional de Dermatología en la ciudad de Monterrey, en 1965, y junto con el doctor Juventino González, quien fue presidente del congreso, y el maestro Latapí tuvieron un acto exitoso que contó con la participación de cerca de 600 asistentes. A este magno evento acudieron profesores extranjeros, como de la entonces Checoslovaquia, España y Argentina.

Difusión académica

Apoyado siempre por el maestro Latapí ingresó a la SMD

Durante el Tercer Congreso Iberolatinoamericano que se realizó en México en 1956, nació el máximo órgano de difusión de la Dermatología nacional, la Revista Mexicana de Dermatología, que en ese mo-

mento fue patrocinada por la Asociación Mexicana contra la Lepra. Esta publicación estuvo a cargo del doctor Amado Saúl Cano por 33 años, cabe destacar que nuestro entrevistado hace mención que ese trabajo no lo realizó solo, sino en compañía de otros reconocidos dermatólogos, como los doctores Yolanda Ortiz, Fermín Jurado y Roberto Arenas, entre otros.

El nacimiento de la Dermatología La Dermatología nació en el Hospital General de México en 1905, cuando fue inaugurado por Porfirio Díaz. Ahí se estableció un pabellón para enfermos de la piel y de lepra. El primer jefe de Servicio fue el doctor Jesús González Urueña, quien se mantuvo en el cargo 20 años. Posteriormente, el doctor Salvador González Herrejón, quien estudió el mal del pinto, fue jefe de esa área. El tercer responsable del Servicio de Dermatología fue el doctor Fernando Latapí: “se abrió prácticamente a la enseñanza y empezó a llegar gente del Distrito Federal y del interior como Barba Rubio, de Guadalajara; Juventino González, de Monterrey; Díaz Mirón, de Veracruz, de Hermosillo y Mérida. “Todos empezaron a concentrarse en el Hospital General. Ahí se trabaja en las mañanas y por las tardes íbamos al Centro Pascua porque el maestro Latapí era al mismo tiempo jefe del Servicio de Dermatología y director de ese centro que originalmente era para pacientes con lepra”. Los primeros dermatólogos del país egresaron del Hospital General y del Centro Dermatológico Pascua. En la actualidad se cuenta con esta especialidad en otras instituciones hospitalarias como el Seguro Social, el Centro Médico La Raza, el Centro Médico Nacional Siglo XXI, el Hospital Juárez de México, el Hospital General Manuel Gea González, el Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán, y el Centro Médico 20 de Noviembre del ISSSTE, entre otros.

Principales áreas de estudio Uno de sus principales intereses fue el estudio de la lepra. El doctor Cano comenta que trabajó durante cinco años como supervisor de los médicos que laboraban en unidades móviles en las zonas

con altos índices de casos en el país, como Guanajuato, Querétaro, Michoacán y Jalisco. “Salía a supervisarlos cada mes. Me interesó mucho esa enfermedad por todos los problemas que daban los pacientes, el miedo que la gente le tiene, prejuicios indebidos, pues uno aprendía que no era como dicen los libros y las películas, sino que es una enfermedad como otras que puede controlarse y tratarse”, afirma el especialista. Sin embargo, señala que no ha dejado de estudiar e investigar sobre otros padecimientos dermatológicos como las reacciones cutáneas y algunas enfermedades de transmisión sexual, entre otras.

Enseñanzas que trascienden El doctor Cano ha sido maestro de múltiples generaciones de dermatólogos mexicanos, impartió clases de Dermatología en la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México, el Instituto Politécnico Nacional y la Universidad La Salle. Considera que es vital mantenerse en actualización continua, por lo que también es integrante del Consejo Mexicano de Dermatología. Asimismo es autor de uno de los libros más consultados por los estudiantes de la especialidad, Lec ciones de Dermatología, que escribió en 1974 y actualmente está por tirarse la décimo quinta edición. “Tuve la suerte que cuando salió la primera edición, el libro que había en ese entonces era el del doctor Escalona, maestro mío, y ya no estaba saliendo, Lecciones de Dermatología prácticamente ocupó su lugar, pero se extendió a toda la República.

XI Congreso Internacional de Lepra,México 1978 Se efectuó en la ciudad de México del 31 de octubre al 16 de noviembre de ese año. El presidente fue el doctor Fernando Latapí, el vicepresidente el doctor Amado Saúl y la secretaria la doctora Obdulia Rodríguez. Por parte del International Leprosy Association (ILA), el presidente fue Jacinto C. Convit y el secretario Stanley Browne. Los temas principales fueron Epidemiología y Control, Lepra Experimental, Clínica, Microbiología, Inmunología, Aspecto Social, Terapéutica y Rehabilitación.

Además recibió el doctorado honoris causa en la Universidad Morelos; el Colegio Iberolatinoamericano de Dermatología le otorgó el nombramiento de profesor emérito y también ha sido reconocido por la Organización Internacional de la Lepra. De la misma manera, la Sociedad Mexicana de Dermatología lo nombró miembro honorario y le otorgó un reconocimiento como “maestro por excelencia, médico humano y académico brillante, en agradecimiento por su incansable labor en pro de la Dermatología y de nuestra Sociedad”. “La sociedad ha cumplido con su cometido, cada uno de los presidentes ha dado su carisma, su manera de actuar, etcétera; hay presidentes muy activos, ha ido creciendo cada vez más”, agrega con orgullo. Por último el doctor Cano señala: “el maestro Latapí decía una frase: ‘que la Dermatología era la Cenicienta de la medicina porque nadie le hacía caso, y que necesitaba que llegaran los príncipes a rescatarla’. Ahora si viviera vería qué cantidad de gente la ha rescatado”.

“La sociedad ha cumplido con su cometido, cada uno de los presidentes ha dado su carisma, ha ido creciendo cada vez más” Gracias a él me conocen en todas las escuelas, en algunas de Centroamérica y Sudamérica, pero sobre todo aquí en el país”.

Frutos de su labor Reconocido en todo el mundo, el doctor Amado Saúl Cano confiesa que esto es motivo de orgullo para él. Por nombrar sólo algunos de los múltiples reconocimientos y homenajes que se la han realizado, la Sociedad Médica del Hospital General de México le otorgó el premio Minerva de Plata, por un trabajo que realizó en colaboración con el doctor Jorge Peniche.

Momentos claves en la Dermatología • “Con relación a la lepra, el cambio de las ideas que había antes, de encerrar a los enfermos en leproserías y perseguirlos, no dejarlos vivir con su familia, el maestro Latapí hizo que cambiaran todas estas ideas. La lepra es una enfermedad infecciosa de muy baja transmisibilidad, curable, no hay que meter a los enfermos en ningún lado, es un punto clave que salió del Centro Pascua. • “Anteriormente don Salvador González Herrejón había insistido en que el mal del pinto, que era una enfermedad muy frecuente de manchas blancas que se veía en Michoacán, Guerrero, Chiapas, decían –en ese tiempo– que era producida por hongos en países como Francia, Estados Unidos, y este maestro insistía que no, que era un microbio, un treponema como el de la sífilis, insistió e insistió y por fin en Cuba lo encontraron; es decir, sí era una enfermedad por treponema y no por hongo. • “También se estudiaron mucho las tiñas y la manera de tratarlas, porque la tiña de la cabeza no tenía tratamiento antes, había que quitar el pelo y gracias a González Herrejón y su antecesor, que era su tío González Urueña, investigaron para poder tratar la tiña de la cabeza”.

Obdulia Rodríguez Rodríguez Presidenta 1966-1968

Dermatóloga de gran prestigio nacional e internacional, lepróloga de formación y un ícono dentro del Centro Dermatológico Dr. Ladislao de la Pascua, la doctora Obdulia Rodríguez Rodríguez es hoy por hoy considerada maestra de muchas generaciones de médicos dermatólogos en México. Nació en Los Naranjos, Veracruz, en 1921, y realizó la carrera de médico cirujano en la Escuela Nacional de Medicina de la UNAM. “Soy dermatóloga por la lepra. A mí realmente la dermatología no me interesaba; es más, puedo decirle que cuando empecé la carrera creo que ni tenía idea de que hubiera especialistas en enfermedades de la piel. Pensaba dedicarme a Pediatría, la mayor parte de las mujeres de mi tiempo pensaban en esta especialidad o en la Ginecología”. Aunque en un principio iba a realizar su servicio social en el recién inaugurado Hospital de Mexicali, relata el acontecimiento que ocasionó que su decisión cambiara: “en ese tiempo era director de la Facultad de Medicina un ilustre médico mexicano, don Salvador González Herrejón, quien consideró que era necesario que quienes iban a hacer su servicio social estudiaran las enfermedades que había ahí y que hicieran un es-

tudio sobre las posibilidades de ayudar a esos pacientes a curarse”. La joven Obdulia se convirtió entonces en residente del pabellón 11 del Hospital General, que era el Servicio de Dermatología y en el cual el doctor González Herrejón trabajaba como jefe de área. Ahí estuvo durante seis meses y fue en ese momento cuando el doctor Fernando Latapí le ofreció hacerse cargo de la biblioteca de la Sociedad Mexicana de Dermatología (SMD). “Me quedé con ese motivo y cuando al doctor Fernando Latapí le tocó dar el curso de lepra a mis compañeros, yo pasaba las transparencias y me interesó tanto esa enfermedad que renuncié a la plaza que ya tenía en el Hospital de Mexicali, hice las gestiones para poder hacer el servicio social en el sanatorio Dr. Pedro López, que ha sido la única leprosería que ha habido en nuestro país y que está ubicada en Zoquiapan, Estado de México”.

En reconocimiento a su incansable labor profesional, a su extraordinario desempeño como maestra de tantas generaciones y a su calidad humana, que ha dejado una huella imperecedera en nuestras vidas. Reconocimiento otorgado a la maestra Obdulia Rodríguez R. por los médicos de base y residentes del Centro Dermatológico Pascua. 31 de octubre de 2007 Tenacidad y esfuerzo, dos características que definen el trabajo de la doctora Obdulia Rodríguez

Una vida dedicada a la Dermatología

Durante la inauguración de la biblioteca

Mientras realizaba el servicio social quedó libre una plaza de médico en esa leprosería y se empezó a trabajar ahí cuando aún era pasante. Terminó la carrera de Medicina en 1946 y para 1949 se tituló con su tesis La lepra y los niños.

Ingreso a la SMD 26

En 1951 la doctora Rodríguez se fue a estudiar a Carby, Louisiana, para conocer cómo se manejaba el tratamiento de la lepra. En 1952, cuando iba a entrar a la SMD, pensó en presentar un trabajo de ingreso sobre lepra; sin embargo, el doctor Latapí le pidió que lo realizara sobre otro tema y finalmente lo hizo acerca de promoblasto micosis. El año en que la especialista ingresó a la SMD fue precisamente cuando hubo una separación de varios integrantes de esta sociedad, quienes formaron la Academia Mexicana de Dermatología (AMD). “Después de 1957 me fui a Europa y estuve allá casi cinco años trabajando en la Universidad de Navarra, en Pamplona. Regresé en 1962 y estuve como asesora del programa contra la lepra que había dirigido el doctor Latapí y el doctor Barba Rubio, de 1960 a 1962”.

Después de trabajar en la leprosería, la doctora Rodríguez empezó a laborar en el Centro Dermatológico Dr. Ladislao de la Pascua, en donde lleva más de seis décadas de incansable labor: “para mí es una de las cosas fundamentales de mi vida, ahí me formé, lo que soy como dermato-leprólogo se lo debo a esa institución”. Señala que este centro en sus inicios era un dispensario antileproso y el 2 de enero de 1951, a instancias del profesor Latapí, “quien hizo ver que la mejor manera de que en los enfermos de lepra no siguieran pesando el prejuicio era que

se descubrieran casos incipientes, que no tuvieran necesidad de rehabilitarse, ni física, ni psíquica, ni socialmente; se empezó a otorgar consulta de Dermatología. Los mismos médicos que en la mañana funcionábamos como leprólogos, volvíamos en la tarde voluntariamente a dar dos horas de consulta de Dermatología”. Fue tanto el prestigio que obtuvo que además se inició la consulta por la mañana sobre distintas enfermedades de la piel. De esta manera, en 1976 se cambiaron a la actual sede ubicada en la calle de Dr. Vértiz. En estas nuevas instalaciones se organizó en 1978 el Congreso Internacional de la Lepra, pues en el Centro Dermatológico Pascua también se ubica la Asociación Mexicana de Acción Contra la Lepra.

“Cuando empecé a trabajar, la lepra ya era curable en Estados Unidos, pero en México no, porque no habían llegado los medicamentos. La lepra empezó a ser curable en 1941. En México no se pudo tener el medicamento hasta 1946”

usaron en seres humanos no dio el resultado que se esperaba. Nosotros hemos pensado que esto ocurrió porque lo usaron muy poco tiempo y en dosis muy bajas. El doctor Faget, quien fue el primero que lo utilizó en lepra, lo empezó a usar y al principio provocó un daño hematológico, es decir, destruía los glóbulos rojos, producía hemólisis, porque lo daban por vía oral, entonces pidió que lo hicieran soluble y lo empezó a dar por vía intravenosa. Al hacer esto se empezaron a curar los enfermos. “Cuando se usó aquí en México ya habían dado pacientes de alta en Carby. Este medicamento lo fabricó Parke Davis y le obsequió 10 tratamientos al entonces Dispensario Antileproso Doctor Ladislao de la Pascua, y lo empezamos a utilizar ahí. Como yo iba tanto al Hospital General como al Pascua me tocó atender a algunos de los primeros pacientes que recibieron el promin”.

Múltiples reconocimientos

En la actualidad la doctora Rodríguez pertenece al Comité de Educación Médica Continua de la SMD, ha participado en todos los cursos que ésta organiza, así como en los congresos.

Primeros trabajos contra la lepra “Cuando empecé a trabajar, la lepra ya era curable en Estados Unidos, pero en nuestro país no, porque no habían llegado los medicamentos. La lepra empezó a ser curable en 1941. En México no se pudo tener el medicamento hasta 1946.” La persona que descubrió cuál era el medicamento que la curaba no era leprólogo, era un especialista en tuberculosis y fue director del Hospital para Enfermos de Lepra de Estados Unidos, en Carby, Louisiana. El microorganismo que produce la lepra y la tuberculosis son parientes, son micobacterias; entonces, como en Estados Unidos en ese momento la tuberculosis era una enfermedad que les preocupaba mucho, tenían grupos de investigación trabajando en la obtención de un medicamento que fuera específico contra el micobacterium tuberculosis y encontraron el que se llamó promin o promanada. “Este medicamento lo empezaron a utilizar y en el laboratorio dio muy buen resultado, es decir, in vitro actuaba contra los bacilos, pero cuando lo

Es profesora de pregrado y de posgrado en Dermatología desde 1955 y 1979, respectivamente. Además, pertenece al Consejo Mexicano de Dermatología, a la Academia Nacional de Medicina, a la International Leprosy Association, a la American Academy of Dermatology, al Colegio Iberolatinoamericano de Dermatología y a la Academia Española de Dermatología y Ve n ereología. Comenta que uno de los reconocimientos que más le satisfacen es la condecoración Eduardo Liceaga, que recibió en 2002. Cabe destacar que fue la primera mujer a la que se le hizo esta distinción. Además, en 1988 fue nombrada Médica del Año por la Asociación Nacional de Médicas Mexicanas; en 1991 recibió el Premio Zazil, de Av o n Cosmetics, y en 2000 recibió el Premio a la Excelencia Médica, que le fue otorgado por el Gobierno de la República. Asimismo, recibió el doctorado Honoris Causa de la Universidad Panamericana.

Manuel Malacara de la Garza Presidente de 1968-1970

El inicio de la Dermatología moderna en México estuvo en los primeros trabajos que se realizaron en el Hospital General de México, cuando el maestro Salvador González Herrejón con sus investigaciones del mal del pinto mostró al mundo la labor que se podía hacer en nuestro país. Posteriormente, el doctor Fernando Latapí, gracias a su gran personalidad y amplios deseos de enseñanza, logró que esta especialidad fuera tomada en cuenta y se considerara un área de interés para los médicos mexicanos. En este ambiente de enseñanza y aprendizaje, en donde todo lo que se empezaba a conocer sobre las enfermedades de la piel era novedoso y el deseo por transmitir estos conocimientos era una necesidad, fue que el doctor Manuel Malacara de la Garza comenzó sus primeros trabajos en Dermatología.

“Cuando empecé, en quinto año de Medicina, mi maestro de pregrado de Dermatología fue el doctor Latapí, ahí me empezó a gustar esta especialidad y cuando terminé la carrera él me invitó a trabajar al Centro Dermatológico Pascua. Todavía no me recibía, me recibí dos años después de terminar la carrera, porque él exigía mucho en las tesis.

“Estaba trabajando en el Centro Pascua, que en ese momento era el dispensario Dr. Ladislao de la Pascua, en donde se atendía exclusivamente enfermos de lepra, y a partir de 1951 el doctor Latapí con mucha visión dijo: ‘vamos a extender esto, a atender más enfermos de piel, no nada más de lepra, porque a través de eso también podemos descubrir casos incipientes de lepra’”. Ahora, muchos años después de este cambio que sufrió el Centro Dermatológico Pascua, el número de pacientes que se atienden en consulta por distintas enfermedades de la piel es numerosa, “de lepra se ven pocos casos, porque hay un tratamiento adecuado y eficaz y se atiende en muchos centros”.

Durante el XX Congreso Mexicano de Dermatología, celebrado en la ciudad de Veracruz, el doctor Malacara de la Garza fue nombrado visitante distinguido de la H. Ciudad de Veracruz, en una sesión de cabildo

Trabajo en la SMD El doctor Manuel Malacara ingresó a la Sociedad Mexicana de Dermatología (SMD) en marzo de 1957, después de presentar un trabajo titulado Mastocitosis: comunicación de cuatro casos. Poco más de diez años después fue nombrado presidente de esta agrupación, de 1968-1970. “Siempre he estado cerca de la sociedad y he tratado de asistir a todos sus eventos. “En ese tiempo me tocó la matanza de Tlatelolco y nos dio mucha pena a los que éramos universitarios. Pero no podíamos expresarnos dentro de la sociedad porque estábamos en una institución del gobierno y había muchas restricciones.

ción con la sociedad nos acaban de dar el título de miembros honorarios. “Mi labor ha sido enlazar, hacer grupos más afines que colaboren para que la sociedad siga creciendo”.

Un hombre de equipo El crecimiento de la Dermatología mexicana ha rebasado, por mucho, las fronteras de nuestro país. De la mano de dermatólogos reconocidos y maestros de las nuevas generaciones es como esta especialidad se ha colocado como una de las de mayor avance en la actualidad.

“Durante el bienio que me tocó se hicieron numerosos trabajos. Se continúo con las sesiones, como es costumbre. Ahora la doctora Carmen Padilla, que es notable, le ha dado un gran impulso, incluso ya por primera vez se tiene una sede propia. Durante su presidencia en la SMD se realizó el quinto Congreso Mexicano de Dermatología en la ciudad de México, cuyo presidente fue el doctor Pedro Lavalle y asistieron médicos de España, Brasil, Estados Unidos, entre otros. “Lo que tratamos es de unir a los médicos dermatólogos”.

Antiguas instalaciones del Centro Dermatológico Pascua

“Mi labor ha sido enlazar, hacer grupos más afines que colaboren para que la sociedad siga creciendo” Además, debido a que es un hombre de equipo, trató de impulsar el “que fueran más miembros de la sociedad a las sesiones, porque a veces no hay mucho poder de convocatoria para que vayan, así como reuniones sociales en las cuales conviven no solamente los médicos, sino sus familias”. “Cada presidente le da un giro diferente, algunos a una especialidad, pero claramente la sociedad ha crecido muchísimo, tenemos miembros no solamente de México, sino de Centro y Sudamérica. Y a un grupo de médicos que tuvimos rela-

El doctor Malacara de la Garza reconoce que los maestros e iniciadores de la Dermatología tuvieron una misión importante al impulsarla y que ahora será tarea de los jóvenes continuar con esa labor que inició hace varias décadas. “He sido parte de ese crecimiento y en los últimos años, hace más de 23, se me ocurrió formar la Asociación de Egresados del Centro Dermatológico Pascua, que ha formado más de 600 dermatólogos no sólo de México, sino de Centroamérica, Sudamérica, Francia, España, Italia y Alemania. En ese momento pensé: ‘¿por qué

hacer es que la institución siga creciendo y que sus egresados sigan colaborando para que se haga una mejor dermatología mexicana”.

Especialidad de cambios “La Dermatología ha crecido mucho, de ser una especialidad, cuando yo empecé, que todo era a base de cremas, de pomadas, que nosotros mismos preparamos, que siguen siendo buenas, después la industria farmacéutica se dio cuenta de que la Dermatología tenía un campo insospechado y ahorita hay muchos laboratorios que hacen productos dermatológicos exclusivamente. Mi pasión primero es mi familia, después mi consulta

siendo tantos no nos reunimos?’, a mí las individualidades no me gustan.

“Formar una asociación es la manera de reunir a personas afines a esa especialidad y ésa es mi idea: siempre tratar de formar grupos. En el hospital de los Ferrocarriles, el Hospital Colonia, donde yo fui jefe de Servicio de Dermatología, también me gustaba agrupar a los médicos para reunirnos fuera de las horas de trabajo, para tener un mayor acercamiento, no solamente personal, sino familiar. Es mi idea que las individualidades no funcionan, tienen que ser en grupo siempre para tener mejores logros”. De esta manera, durante el vigésimo primer Congreso Mexicano de Dermatología, efectuado en la ciudad de Oaxaca el 12 de octubre de 1985, se formó la Asociación de Egresados del Centro Dermatológico Pascua, que organiza cada dos años su reunión académica, el próximo año se llevará a cabo la Séptima Jornada de los Egresados. “Hemos tenido jornadas en Jalapa, Tampico, Aguascalientes, en Querétaro, Baja California, Monterrey, y afortunadamente hemos contado con el apoyo de los jóvenes. “Es una asociación independiente, pero todos los miembros egresados del Pascua o han sido presidentes o han estado en las directivas de la Sociedad Mexicana de Dermatología, con la mira de estar cerca del alma mater, que es el Centro Dermatológico Pascua. Lo que tratamos de

“Tenemos más elementos para el tratamiento de los pacientes, drogas para la lepra, para la tuberculosis cutánea, el VIH, la sífilis, muchas cosas que antes no teníamos. Se fueron innovando la terapéutica y actualmente la cirugía dermatológica ha tomado un campo importante. A pesar de todo, señala que aunque la Dermatología ha crecido y enfocado su campo de acción hacia otras especialidades, todavía no se cuenta en México con un proyecto para realizar un instituto dermatológico. Finalmente, el doctor Manuel Malacara de la Garza señala: “me encanta mi consulta privada y gozo tratando de ayudar a los pacientes, a éstos hay que verlos como si uno fuera el paciente y eso les insistimos a los muchachos que empiezan en la Dermatología. Di clases 26 años en la UNAM. Mi pasión primero es mi familia, después mi consulta”.

Filosofía de los egresados

“Queremos hacer una excitativa para que todos los egresados colaboremos con nuestro grano de arena y así lograr lo que para nosotros debe ser la meta: un instituto dermatológico digno, con instalaciones modernas y funcionales que contribuyan tanto a dar una atención de más calidad a los pacientes como a optimizar la preparación de dermatólogos que puedan seguir diciendo con orgullo: ¡Me formé en el Pascua!”. Doctor Manuel Malacara de la Garza

Josefa Novales Santa Coloma Presidenta 1972-1974, 1986-1988 y 1992-1994

Una de las dermatopatólogas con mayor reconocimiento en el ámbito de la Dermatología mexicana es la doctora Josefa Novales Santa Coloma, quien apenas un año después de que el maestro Fernando Latapí formara el Laboratorio de Dermatopatología en el Centro Dermatológico Pascua, asumió la titularidad de esa área, en 1954. La especialista egresó de la Facultad de Medicina de la UNAM en 1951, posteriormente fue becada para una estancia en el Instituto de Cultura Hispánica, en donde realizó un posgrado en Dermatología como alumna del profesor José Gay Prieto, del Hospital San Juan de Dios, en Madrid, España, de 1951 a 1952. Además, recibió una beca por parte de la Academia Americana de Dermatología, en Histopatología Cutánea; dichos estudios los realizó en Chicago, en 1964. Asimismo, en 1978 estudió en el Servicio de Anatomía Patológica del Hospital General del Centro Médico Nacional del IMSS, en el tema Inmunofluorescencia en Dermatología, con el doctor Jesús Aguirre. Dentro de la Sociedad Mexicana de Dermatología (SMD) ha tenido una participación activa y

constante desde su ingreso, lo cual se ve reflejado en que ocupó la dirección de esta agrupación médica durante tres periodos: 1972-74, 1986-88 y finalmente 1992-94. Fue médico adscrita del Servicio de Dermatología del Hospital General de México durante diez años; médico leprólogo del Centro Dermatológico Pascua de 1951 a 1969; laboró en el IMSS de 1956 a 1988, y fue médico consultante voluntario del Centro Dermatológico Pascua de 1970 a 1987. La doctora Novales pertenece al Colegio Iberolatinoamericano de Dermatología, a la Asociación Mexicana de Acción contra la Lepra, AC y es socia fundadora de la Sociedad Mexicana de Dermatopatología. Asimismo, es integrante de la American Academy of Dermato-

Su labor en el Centro Dermatológico Pascua La doctora Novales es parte del Laboratorio de Dermatopatología de este centro desde su regreso de España, en donde también estudió la especialidad con el profesor Rodríguez Puchol. En este laboratorio, la connotada dermatopatóloga ha fundado las bases de una especialidad, apoyada de médicos y estudiantes interesados en el estudio microscópico de la piel, como una parte fundamental y complementaria para integrar un diagnóstico, evaluar la eficacia de un tratamiento, apoyar trabajos de investigación y de enseñanza.

36 logy, de la Academia Española de Dermatología, de la International Society of Dermatology, de la International Leprosy Association y de la Sociedad Argentina de Dermatología.

Tuvieron que pasar muchos años desde su creación para que la Facultad de Medicina de la UNAM, a través de su División de Estudios Superiores de Posgrado, le otorgara el reconocimiento al curso de especialidad en Dermatopatología con duración de dos años, en 1999. Desde entonces han egresado 13 dermatopatólogos.

Ram贸n Ruiz-Maldonado Presidente de 1976-1978

Uno de los máximos representantes de la Dermatología Pediátrica en México y en el mundo es el prestigiado doctor Ramón Ruiz-Maldonado, quien es reconocido por su amplia obra de investigación, el número de sociedades científicas a las que pertenece, sus contribuciones a la especialidad en el orbe y por haber sentado las bases de la misma en nuestro país. Reconocido y admirado por sus alumnos y colegas, ha recibido múltiples premios y reconocimientos por su trayectoria y aportaciones. Fue presidente de la Sociedad Mexicana de Dermatología durante el periodo 1976-1978. El doctor Ruiz-Maldonado nació el 2 de noviembre de 1937 en la ciudad de Puebla. Estudió en la Facultad de Medicina de la UNAM, de la cual se tituló en 1965. Señala que siempre se sintió interesado por esta especialidad y fue alumno del maestro Fernando Latapí en el curso Dermatología y Micología Médica en el Hospital General de México y en el Centro Dermatológico Dr. Ladislao de la Pascua. También estudió en el Hospital Saint Louis, de París, con los profesores R. Degos y J. Civatte. Además cursó Micología Médica en el Instituto Pasteur de París con los profesores Mariat, Segretain y Droust. Realizó su práctica e investiga-

ción dermatológicas en la Clínica Dermatológica Universitaria de Viena, Austria, con el profesor Wiedmann, con quien estuvo durante nueve meses, tiempo en el que terminó siete proyectos de investigación. Cabe destacar que también estudió durante cuatro meses Histopatología cutánea con el profesor Jiri Trapl, en la Clínica de Dermatología del Hospital Carlos de Praga, en donde estuvo becado por el gobierno checo. Después de su estancia en Europa, llegó a México y estuvo encargado del Laboratorio de Patología del Centro Dermatológico Pascua. A finales de la década de 1960 fue invitado a laborar en el Hospital Infantil de México por el entonces director, el doctor Rigoberto Aguilar.

Su ingreso al INP Con la inauguración del Hospital del Niño, IMAN, llegó a trabajar a éste por invitación del doctor Lázaro Benavides, quien en ese momento era el

Hospital Saint Louis de París

director. Primero formó el Departamento de Dermatología y Alergia, y explica que sólo convivieron un tiempo con los alergistas, posteriormente se separaron los servicios y empezó a funcionar cada especialidad por su lado.

centros de enseñanza de esta especialidad, la cual tuvo su mayor expresión académica con la fundación de la Sociedad Mexicana de Dermatología por parte del doctor Fernando Latapí, en 1936.

El doctor Ruiz Maldonado fue jefe del Servicio de Dermatología Pediátrica durante 23 años, de 1970 a 1993. Después ocupó una plaza como investigador nacional en el Instituto Nacional de Pediatría, cargo que ostenta hasta la fecha.

Fueron varias las superespecialidades que se desarrollaron de la Dermatología, tales como la Micología, Leprología, Cirugía, Pediatría, entre otras. Una de las de mayor crecimiento ha sido la Dermatología Pediátrica, la cual se extendió en varios hospitales. Además esto despertó el interés de los médicos, quienes se enfocaron al estudio de las enfermedades de la piel.

Inicios de la Dermatología Pediátrica Esta especialidad no existía en México antes de la década de 1970 y cuando el doctor Ruiz-Maldonado fundó el Servicio de Dermatología Pediatría en el Instituto Nacional de Pediatría empezaron a egresar especialistas en esta área.

Aunque la Dermatología tiene sus inicios en México, con los estudios de los doctores Ladislao de la Pascua, Rafael Lucio y el doctor Salvador González Herrejón, su enseñanza formal se remonta a la que realizaron los doctores Jesús González Urueña y Vicente Ramírez, en 1917. El Hospital General de México y el Centro Dermatológico Pascua han sido los dos máximos

Ante esto, México surge en el mundo como el país cuna de la Dermatología Pediátrica de la mano del doctor Ramón Ruiz-Maldonado. Los dos nosocomios en los que primero existió esta especialidad fueron el Hospital Infantil de México y el Hospital del Niño IMAN.

Actividad académica En 1973 el doctor Ruiz-Maldonado organizó el Primer Simposio Internacional de Dermatología Pediátrica, en el que participaron más de 30 países. Un año después se fundó en México la Sociedad Internacional de Dermatología Pediátrica. Posterior a ésta surgieron en el mundo distintas

Dentro del INP ha realizado su trayectoria profesional logrando importantes avances en dermatología pediátrica

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“Desde el principio me gustó mucho lo que hemos logrado en enseñanza, en la preparación de especialistas dermatólogos pediatras, en América Latina y en otros países” 42

sociedades de la especialidad y para 1975 se celebró en nuestro país el Primer Congreso Internacional de Dermatología Pediátrica.

revistas científicas, así como también haber participado en un centenar de conferencias alrededor del mundo.

Tuvieron que pasar varios años para que finalmente en 1976 la Dermatología Pediátrica fuera reconocida como especialidad por el Consejo Mexicano de Dermatología y en 1977 fueron certificados los primeros dermatólogos pediatras.

Reconocimiento mundial

“Desde el principio me gustó mucho lo que hemos logrado en enseñanza, en la preparación de especialistas dermatólogos pediatras, en América Latina y en otros países, así como trabajar en un instituto como éste, donde hay muchos recursos para los enfermos”, dice el doctor Ruiz-Maldonado.

Asimismo recibió un homenaje por parte del Colegio Iberolatinoamericano al “Maestro de la Dermatología Ibero-Latino-Americana”; además le fue otorgado un premio al mérito por la Sociedad Latinoamericana de Dermatología Pediátrica.

Múltiples han sido los reconocimientos que ha recibido este especialista a lo largo de su trayectoria profesional, entre los que destacan uno por los 35 años de servicio en el Instituto Nacional de Pediatría, en 2005. Además, el Comité InEn 1987, se publica el Journal of Pediatric Der - ternacional de Dermatología lo reconoció por matology, y en 1996 se crean la Sociedad Lati- sus 15 años de servicio en 2002. Un año desnoamericana de Dermatología Pediátrica y el pués, la Società Italiana di Dermatologia Pediatrica le otorgó un reconocimiento. Colegio Mexicano de Dermatología Pediátrica.

Su amplia producción de investigación se ve reflejada en las publicaciones en 93 libros y en 344

Uno de los reconocimientos más importantes en su vida es la Medalla de Oro Alfred Marchionini, que le fue entregada en Buenos Aires, Argentina, en 2007.

Yolanda Ortiz Presidenta 1988-1990

Dermatóloga de amplio reconocimiento en nuestro país, decana de la Sociedad Mexicana de Dermatología (SMD) y ejemplo a seguir de las nuevas generaciones que estudian esta especialidad, es la doctora Yolanda Ortiz, quien a principios de 2008 fue distinguida por esta agrupación médica como presidenta honoraria, distinción que además se otorgó a nueve profesores más. Resulta grato platicar con la doctora Ortiz, quien narra sus inicios en la SMD y en quien es posible notar que lleva la “Dermatología en la piel”, pues toda su vida la ha dedicado a esta especialidad, ha sido participe de los múltiples cambios que ha sufrido con el paso del tiempo y no duda en señalar que México es uno de los países en donde se cuenta con la Dermatología más avanzada del mundo.

“Me inicié en la Dermatología siendo estudiante del tercer año de Medicina, en 1955, en el Hospital General de México (HGM) con el maestro Latapí e ingresé el 1 de noviembre de 1957 a la Secretaría de Salud como su secretaria. Durante 22 años de mi vida le hice muchos trabajos científicos. Ahí empieza mi vida científica y la relación con la sociedad como asistente a las sesiones”. Explica que hasta 1962 asistió diariamente al HGM; sin embargo, por lo que ella considera

“ironías del destino”, no pudo terminar la carrera de Medicina, pero ya conocía a varios de los dermatólogos mexicanos y asistía a las sesiones de la SMD. A partir de dicha fecha empezó a asistir con mayor frecuencia al Centro Dermatológico Pascua. “Trabajé en los dos sitios y después me quedé en el Centro Dermatológico Pascua. La carrera de Medicina la reinicié en 1970 y la terminé en 1976, pero para ese entonces yo ya era colaboradora de mucha gente y alumna del maestro Latapí”. Después de recibirse como médica es enviada a dirigir el Hospital Doctor Pedro López, en donde se atendían los enfermos de la lepra y el cual se ubica en Zoquiapan, Estado de México. Durante cuatro años, la doctora Ortiz trabajó en ese nosocomio y aún asiste a las sesiones de la sociedad y al Centro Dermatológico Pascua, ya para entonces ubicado en sus actuales instalaciones.

Sus inicios en el Hospital Juárez Después de renunciar al Hospital Dr.Pedro López, la doctora Ortiz comenzó una nueva etapa como dermatóloga en el antiguo Hospital Juárez, que en ese momento se ubicaba en San Pablo. “Llegué ahí en agosto de 1981 y empecé a trabajar como jefe de Servicio, el cual inicialmente era sólo médico, yo lo transformé en médicoquirúrgico, porque yo he hecho Dermatología médica-quirúrgica desde 1958”.

Alumna y colaboradora del maestro Latapí, ha seguido su ejemplo durante más de cinco decadas al servicio de la dermatología

Una de las etapas más impactantes que le tocó vivir a la doctora Ortiz fue el terremoto de 1985, el cual derrumbó el hospital. Ella se salvó debido a que uno de sus profesores le había cambiado la hora de clase.

“Se nos cae el hospital, se construye el nuevo Juárez y yo tomé parte en la participación de su reconstrucción junto con el Banco Mundial y Washington, y desde 1989 me ubico en el Hospital Juárez de México, en la Magdalena de las Salinas”.

Participación activa en la SMD Comenta que a pesar de haber laborado en otros lugares, su vida siempre ha estado ligada a la SMD y al Centro Dermatológico Pascua, en donde tuvo excelentes maestros. Formalmente ingresó a la SMD el 7 de julio del 1977, aunque desde varios años antes ya colaboraba activamente, como lo demuestra su participación en la organización del Primer Congreso Mexicano de Dermatología en 1961, junto con el doctor Amado Saúl Cano. A partir de ese magno evento de la SMD, la doctora Ortiz sólo ha faltado a un congreso, el de 1973, después de un problema de salud, incluso explica que varias de las memorias de estos actos las ha realizado con el doctor Saúl.

En el HJM la doctora Ortiz es pionera en la atención de los pacientes dermatológicos

“El Comité de Educación Médica Continua otorga becas, envía gente joven becada al extranjero, los mandamos a congresos. Pertenezco a él porque tiene un fondo que yo conseguí para la sociedad en 1977, cuando organizamos el Congreso Mundial de Dermatología junto con el maestro Antonio González Ochoa como presidente ejecutivo, el maestro Fernando Latapí, presidente honorario y el doctor Luciano Domínguez, secretario del congreso.

A pesar de haber laborado en otros lugares, su vida siempre ha estado ligada a la SMD y al Centro Dermatológico Pascua y no duda en señalar que México es uno de los países en donde se cuenta con la Dermatología más avanzada del mundo. Para 1988 fue elegida presidenta de la SMD, cuya mesa directiva estuvo integrada por los doctores Fermín Jurado y Josefina Carbajosa. Durante su gestión se organizó el décimo cuarto Congreso Mexicano de Dermatología, en la ciudad de Villahermosa, Tabasco, el cual fue presidido por el doctor Felipe de la Cruz. Al concluir con su bienio al frente de la SMD siguió como integrante activa. Desde 1977 forma parte del Comité de Educación Médica Continua, además que en algunos congresos le ha tocado pertenecer al Comité Científico.

“El doctor Amado Saúl, la doctora Josefa Novales, el doctor Andrade y otra gente de la sociedad formamos parte del comité organizador y otra parte lo formaron gente de la Academia Mexicana de Dermatología. Hicimos el congreso, que fue sumamente exitoso, y de los fondos que sobraron se dividieron exactamente la mitad entre la Academia de Dermatología y la Sociedad, y lo que le tocó a ésta quedó exclusivamente para educación médica continua”. Una más de las actividades que desarrolló dentro de la SMD fue la de colaborar dentro de la Revista Mexicana de Dermatología, que en sus

Ser considera decana de la Dermatología mexicana es una satisfacción para la doctora Yolanda Ortiz: “toda mi vida he vivido en la Dermatología y he trabajado por la dermatología, porque trabajo por su calidad para que tenga el prestigio internacional, nacional con el que cuenta”.

Cambios significativos

inicios fue editada por la Asociación Mexicana de Acción contra la Lepra.

Distinciones por una larga trayectoria 46

Tanto en México como en varias partes del mundo, la doctora Ortiz ha sido reconocida por su larga trayectoria. Pertenece a la Academia Española de Dermatología, a la Sociedad Francesa de Dermatología, al Colegio Iberolatinoamericano de Dermatología, a la Sociedad Internacional de Dermatología Pediátrica, a la Sociedad Polaca de Dermatología, a la Academia Americana de Dermatología, a la Sociedad Hondureña de Dermatología, entre muchas otras. Una de sus más recientes distinciones fue su nombramiento como presidenta honoraria de la Reunión Anual de Dermatólogos Latinoamericanos, que se efectuará en mayo de 2009 en la ciudad de México.

De acuerdo con la especialista, el cambio más importante que ha sufrido la Dermatología es que hace muchos años, en la década de los sesenta del siglo pasado, era una especialidad médica en casi todo el mundo. “En pocos años, para la década de los ochenta, se transformó en una especialidad médico quirúrgica y de los noventa en adelante, cosmética. “Actualmente la Dermatología mexicana tiene un gran prestigio, gente muy joven y capaz se están formados en las tres partes de la Dermatología: médica, quirúrgica y cosmética, entonces es de las dermatologías más avanzadas del mundo”. Los tumores malignos o benignos, son una enfermedad que puede ser atendida gracias a la Dermatología quirúrgica, señala la doctora Ortiz: “hace muchos años el tratamiento quirúrgico lo realizaban los cirujanos plásticos, yo los recibía en el centro Pascua, pero los dermatólogos no hacíamos más que cosas muy pequeñitas, como biopsias, pero de repente se vino un boom y ahora hay en México magníficos cirujanos dermatólogos de reconocimiento internacional”. La también profesora de la UNAM, del Instituto Politécnico Nacional y del Hospital Juárez de México, considera que en la actualidad el área cosmética dentro de la Dermatología ha tomado una gran importancia. Por último, la doctora Ortiz señala: “la sociedad ha cumplido con el cometido por el cual fue creada: estar en relación con los médicos generales, enseñarles la Dermatología y ser multidisciplinaria”.

Fedele, empresa mexicana de vanguardia Fedele empresa mexicana pionera en el mercado dermo-cosmético, con 18 años de experiencia, surge con el fin de traer a México productos de vanguardia, de la más alta calidad y que respondan a las necesidades del mercado dermatológico nacional, poniendo a la disposición de los dermatólogos y pacientes los mejores productos para el cuidado de la piel, respondiendo a las siguientes indicaciones: piel grasa + acné, piel seca atópica, piel sensible, fotoprotección, despigmentantes, antienvejecimiento, cuidado de cabello, estrías, peelings, regeneración celular, cuidado de manos y uñas, suplementos alimenticios, quemaduras por radioterapia y úlceras. Actualmente cuenta con un catálogo de 72 productos seleccionados de seis laboratorios reconocidos internacionalmente: Bioderma, NeoStrata, Cantabria, Bailleul, CellSkinLab y Merck. Con 13 marcas: Photoderm, Atoderm, Sensibio, Sebium, Node, White Objective, Neostrata, Endocare, Radiocare, Cysti-Z, Vergeturine y Richelet. BIODERMA, Laboratoire dermatologique, es el laboratorio francés comprometido en poner la BIOlogía al servicio de la DERMAtología. Cuenta con programas completos de higiene y cuidado para cualquier tipo de piel. Photoderm, ofrece la MAXima protección UVAUVB del mercado y protege el ADN celular, gracias a su patente de BIOprotección celular®. Sébium es el programa completo para pieles grasas y con tendencia acnéica, que regula la calidad del sebo e hidrata la piel. Atoderm, cuidado e higiene para toda la familia, para pieles secas y atópicas, ayuda a la piel/barrera cutánea a reconstruirse. La gama Sensibio tiene la respuesta a las necesidades de las pieles sensibles, intolerantes y enrojecidas. White Objective es el primer programa despigmentante/aclarante para pieles sensibles. Nodé ofrece shampoos libres de detergente para el cuidado del cabello. NeoStrata, laboratorio dermatológico estadounidense creador de los Alfa y Polihidroxiácidos ha desarrollado productos de tecnología patentada para el tratamiento de los problemas de la piel como acné, fotoenvejecimiento, xeroxis, ictiosis, rosácea, dermatitis atópica, hiperpigmentación, etcétera. Esta tecnología normaliza el tiempo de regeneración celular y el proceso de queratinización, incrementa el grosor epidérmico y dérmico papilar, promueve la producción de los glicoaminoglicanos (GAG´s) dando volumen y turgencia a la piel y mejorando el aspecto de las arrugas de adentro hacia afuera, y disminuye la agrupación de melanina mejorando el tono de la piel. De la Industria Farmacéutica Cantabria, la línea Endocare con un innovador y potente ingrediente activo: La tecnología bioreparadora del SCA (Secreción del Cryptomphalus Aspersa), surgió de la investigación de la regeneración y reparación de las pieles afecta-

das por la radiación durante el desastre nuclear de Chernobyl, es la única secreción purificada y biológicamente activa del caracol, patentada y obtenida bajo condiciones estandarizadas de laboratorio y que cumple con las normas de calidad farmacéutica. Estos productos, estimulan la regeneración de las pieles y surgen de la investigación de los daños causados por la radiación solar, el uso de retinoides tópicos y orales, técnicas dermocosméticas, cicatrices y quemaduras. CellSkinLab: Es la única línea de productos con la fórmula original y estable de la vitamina C (lácido ascórbico) tópica para prevenir el fotoenvejecimiento y el daño solar en la piel. Bailleul: uno de los laboratorios de mayor prestigio en Francia y en el mundo, sus productos con formulaciones exclusivas han probado sus resultados a través de los años, tal es el caso de Vergeturine, producto especialmente desarrollado para prevenir y eliminar las estrías debido a su fórmula exclusiva, y Cysti-Z, comprimidos sistémicos para el control de la alopecia difusa, causada principalmente por estrés, herencia y factores exógenos con su formulación a base de L-cistina, minerales y vitaminas. Y ahora Fedele en alianza con Merck lanza al mercado Richelet Anti-Age Es la gama de productos comercializada por Fedele y fabricada en Francia por Merck Médication Familiale, que combina en una forma única y exclusiva, los antioxidantes selenio, vitaminas A, C, E, y otros ingredientes antioxidantes de origen natural para poder ofrecer “la sinergia antioxidante de referencia” para combatir los radicales libres y las enfermedades degenerativas que causan en el organismo.

La gama de productos se compone de Richelet Anti-Age Selenium-ACE: que ofrece la mejor protección antioxidante indicada para personas a partir de los 30 años. Richelet Anti-Age Selenium-ACE Progress 50: la mejor terapia antioxidante a partir de los 50 años. Richelet Anti-Age Bronzage: la única protección efectiva para personas sensibles al sol o que se van a exponer por un periodo prolongado de tiempo, ya sea por vacaciones o por trabajo y que además es coadyuvante en el tratamiento del vitíligo. Richelet Anti-Age Vision: es la combinación exclusiva de Selenio, vitaminas A+C+E y otros elementos específicos para mantener los ojos sanos y protegidos de la oxidación de los radicales libres, disminuyendo el riesgo de cataratas y de la Degeneración Macular Relacionada con la Edad (DMRE). Richelet Anti-Age Peau: evita el envejecimiento de las células cutáneas debido a su fórmula exclusiva a base de luteína, Ácido hialurónico y Coenzima Q10 que mantienen la piel protegida contra los efectos del envejecimiento.

Ma del Carmen Padilla Desgarennes Presidenta 2006-2008

Por la Sociedad Mexicana de Dermatología (SMD) han pasado los personajes más importantes de esta especialidad en nuestro país, basta recordar al doctor Salvador González Herrejón, Fernando Latapí, Jesús González Urueña, Ernesto Escalona, Roberto Núñez Andrade, José Barba Rubio, entre muchos otros que a lo largo de 72 años de existencia de la agrupación se han preocupado por dirigirla y representarla a nivel nacional e internacional. Desde su fundación, el 2 de septiembre de 1936, por el maestro Fernando Latapí, la SMD ha estado presidida por los más connotados dermatólogos mexicanos. El periodo 2006-2008 no fue la excepción. Con la doctora María del Carmen Padilla Desgarennes al frente la SMD, ésta vivió cambios importantes, desde la adquisición de un inmueble en el World Trade Center (WTC), la incorporación de nuevos socios, hasta la culminación el máximo evento que tienen como agrupación médica, que es su congreso nacional. Entusiasta, comprometida y satisfecha con el trabajo efectuado, la doctora Padilla Desgarennes, hace un recuento de los dos años al frente de la SMD, cargo que ocupó el 7 de septiembre de 2006. “Organizar el plan de trabajo es muy sencillo puesto que por estatutos tenemos ciertas actividades que realizar y las cuales consisten en las sesiones

ordinarias que se llevan a cabo el primer jueves de cada mes, que en este caso las hicimos en la Unidad de Congresos del Centro Médico Nacional, desde octubre hasta diciembre de 2007. Después se organizaron en el Crown Plaza Hotel de México y es donde se llevan a cabo actualmente. “Las sesiones clínicas siempre se han realizado en el Centro Dermatológico Pascua, ya desde hace muchos años, y por supuesto en este bienio también y son el tercer jueves de mes”. Señala que de acuerdo con sus estatutos también se tiene que realizar un curso, que se efectuó del 20 al 22 de agosto de 2007 y fue titulado Dermatología para el médico general, familiar y médicos interesados en la dermatología, el cual se organizó en la Unidad de Congresos de Centro Médico Nacional Siglo XXI.

Rodeada de sus maestros y amigos, la doctora Padilla reconoce que los socios que integran la SMD son de un nivel académico muy alto, una ética inquebrantable y muy valiosa

Otra reunión importante, que debe realizarse de acuerdo con sus estatutos, es el Congreso Nacional de Dermatología, que será del 19 al 23 de agosto del presente año, en la ciudad de Guadalajara, Jalisco. Cabe destacar que este evento, de gran tradición entre los dermatólogos mexicanos, será el vigésimo tercero a efectuarse. De manera independiente la doctora Padilla Desgarennes organizó dos cursos más, uno en colaboración con el doctor Edmundo Velázquez González, integrante de la sociedad y jefe del Servicio de Dermatología del Hospital de Pediatría del Centro Médico Nacional Siglo XXI, y que fue titulado Dermatología Pediátrica Hospitalaria, del 13 al 15 junio de 2007. Otro fue la Reunión Académica Miami-México, organizada en Acapulco, Guerrero, del 6 al 8 de septiembre de 2007.

Asimismo, durante su gestión es la primera vez que se reconoció a los maestros de la dermatología mexicana con el nombramiento de socios honorarios, los cuales fueron los doctores Raúl

Elecciones de la SMD

El próximo 4 de septiembre de 2008 será el cambio de mesa directiva, en el que la doctora María del Carmen Padilla Desgarennes le pasará la estafeta al doctor Jesús Ruiz. Ese mismo día se realizarán votaciones para la elección de la persona que ocupará la vicepresidencia por dos años y que a la postre será el siguiente presidente. Por estatutos, para ser candidato a la vicepresidencia, la persona interesada debe enviar una carta dirigida al presidente en turno, en donde le notifica que quisiera postularse para ocupar este cargo. En votación abierta los integrantes de la sociedad deciden quién debe ocupar el cargo de vicepresidente, además que también se eligen tesorero y presidentes de los distintos comités y de vocales que integran la SMD. Asimismo, el presidente electo escogerá a su secretario y puede someterse a elección el cambio de editor de su revista, siempre y cuando así lo decidan.

Aceves Ortega, Josefa Novales Santa Coloma, Rafael Andrade Malabehehar, Yolanda Ortiz Becerra, Salvador Álvarez Salgado, Obdulia Rodríguez Rodríguez, Pedro Lavalle Aguilar, Ramón Ruiz Maldonado, Manuel Malacara de la Garza y Amado Saúl Cano. Además también se entregaron dos reconocimientos póstumos a los doctores Eduardo Castro Bernal y Jorge Peniche Rosado. Sin embargo, uno de los logros más preciados por la actual presidenta de la SMD es la adquisición de un inmueble para la sociedad: “realmente para mí, la meta más importante que me puse desde que inicié en esto fue la compra del inmueble, porque realmente eso era una obsesión, decía: ‘tengo que comprar esta oficina’, porque pensar que a casi 72 años de haberse fundado esta sociedad tan importante en el país, la más antigua, no tenía una oficina. La sala de juntas lleva el nombre del fundador de la SMD, ‘Dr. Fernando Latapí’”. “Decidí que el esfuerzo del trabajo de todos los que me han precedido en el cargo, lo que hemos obtenido con los cursos, en fin, lo que se ha trabajado, debía destinarse para ese fin, que para mí era muy importante y con el esfuerzo de todos se logró. Me tocó estar en el lugar y en el momento apropiado para hacerlo”.

Dos años de éxitos Sin duda, a casi dos años de haber asumido la presidencia de la SMD a la doctora Padilla le llegan los recuerdos de lo que se ha trabajado.

“Representar a una organización dermatológica tan importante como es la Sociedad Mexicana de Dermatología para mí ha sido una satisfacción muy grande y un logro importante dentro de mi carrera profesional, pero más importante es este acercamiento que se dio con los médicos, tener más relación con mis amigos, colegas, y tuve la fortuna de recibir por parte de todos ellos una respuesta excelente, siempre positiva”. “Dentro de la sociedad lo más maravilloso fue la relación que tuve con muchos de mis colegas y amigos con los que me comunicaba para invitarlos a los cursos, me gustaba directamente llamarles por teléfono y decirles ‘vamos a tener este curso, te esperamos’, esa parte fue de consolidar un poco.

“Para mí fue muy importante cambiar la imagen, difundir las sesiones, tener la página web que es otra cosa importante que se hizo, y a través de ésta mandarle la información, lograr que hubiera más acercamiento, más asistencia, y lo logramos, pues la asistencia mejoró, las relaciones interpersonales también”.

“Quise también cambiar la imagen de la sociedad, desde los trípticos que utilizábamos para los programas, hacer un diseño diferente, ponerles color, tener un poquito más de acercamiento con los socios, algo más cálido, decirle: ‘vamos a tener la sesión, los temas son muy buenos, por qué no vienes’, reforzamos los lazos de amistad y de convivencia entre los socios.

“Aumentó el número de socios, ingresaron casi 50. Es el bienio que más ingresos ha habido, hubo una respuesta fabulosa por parte de los socios como de quienes tenían el interés en el ingreso. En la actualidad tenemos 442. Señala que Dermatología Revista Mexicana, cuya primera publicación data de 1956 auspiciada

inicialmente por la Asociación Mexicana de Acción contra la Lepra y a partir de 1987 por la SMD, ha tenido un crecimiento importante: “El editor actualmente es el doctor Fermín Jurado, ha trabajado a brazo partido, realmente ha llevado la revista de una manera extraordinaria, todos los números a tiempo, la selección de trabajos, ha tenido un desempeño excelente. Son dos las agrupaciones las que intervienen en su publicación, la Academia Mexicana de Dermatología y la SMD. Hay un editor por parte de cada una; por la sociedad, el doctor Fermín Jurado Santacruz, que también es el director del Centro Dermatológico Pascua y por parte de la academia, el doctor Clemente Moreno Collado”.

“Para mí fue algo muy importante ingresar a la sociedad puesto que es la institución en Dermatología más antigua, ya son casi 72 años, y por la importancia que tiene como una organización científica, porque fue para lo que se creó, además de tener dentro de la sociedad ese espíritu de servicio y de la buena formación de los dermatólogos, también desde el punto de vista social difunde la Dermatología y como organización presta ayuda.

Los frutos de un sueño

“Mi ilusión era pertenecer a esta agrupación médica de tanto prestigio, de tanta trayectoria, y presenté un trabajo de ingreso, titulado tiña de la cabeza, una revisión de 27 años de aquí, del Laboratorio de Micología del CDP, lo presenté y afortunadamente me dieron el ingreso por unanimidad y a partir de ese momento traté de participar en las actividades en general de la socie-

La doctora Padilla además es jefa del Laboratorio de Micología Médica del Centro Dermatológico Pascua, donde ingresó como médico adscrito en 1992 y dos años después obtuvo la titularidad del área. Desde sus inicios en la Dermatología tuvo especial interés en ingresar a la SMD:

XXIII Congreso Nacional de Dermatología

El evento más importante de la SMD es el congreso nacional, que se realiza cada dos años desde 1961. En esta ocasión tendrá lugar en la ciudad de Guadalajara, Jalisco, del 19 al 23 de agosto del presente año y contará, además de connotados dermatólogos mexicanos, con invitados de Estados Unidos, Ecuador, Costa Rica, Reino Unido, España, Francia, Argentina, Brasil y El Salvador. Como parte de las actividades del congreso habrá simposios, conferencias magistrales, presentación de trabajos libres, participación de los residentes, cursos precongreso, así como distintas actividades sociales. “Hay un presidente honorario que es justamente uno de los decanos de la dermatología en México, el doctor José Barba Rubio, quien fue alumno del doctor Fernando Latapí, fundador de la SMD y que después se fue a Guadalajara y fundó el Instituto Dermatológico de Jalisco que lleva su nombre”.

“Las personas que forman esa sociedad son de un nivel académico muy alto, como nuestros decanos, gente con una formación muy sólida, con una ética inquebrantable, muy valiosa.

La inauguración de las nuevas oficinas, uno de los principales objetivos de la actual mesa directiva

dad desde las sesiones ordinarias y clínicas, el congreso nacional, etcétera”.

Camino por recorrer Notablemente satisfecha, comenta que después de dejar la presidencia de la SMD para ella lo que sigue es continuar con su trabajo en el Laboratorio de Micología del Centro Pascua, como lo ha hecho hasta ahora. Además formará parte del comité de organización de la Reunión de Dermatólogos Latinoamericanos (RADLA) que se celebrará en el WTC de la ciudad de México del 3 al 6 de mayo de 2009 y para la cual se espera una asistencia de casi 3 mil dermatólogos. Asimismo, comenta que forma parte del comité organizador de la reunión del Colegio Iberoamericano de Dermatología que se realizará en Cancún, Quintana Roo en el 2010. En este evento

por primera ocasión estamos reunidos con el CILAD la Sociedad Mexicana de Dermatología, la Academia Mexicana de Dermatología, la Universidad Autónoma de Nuevo León y la Sociedad Mexicana de Cirugía Dermatológica y prevé una asistencia de 4 mil dermatólogos. “Estoy en otro proyecto, escribiendo un libro que espero presentar para principios del próximo año”. Por último, la doctora Padilla Desgarennes señala: “dejo la SMD en excelentes manos, el doctor Jesús Ruiz que es el próximo presidente que tomará posesión el 4 de septiembre. Espero seguir colaborando quizá en algunos de los grupos de trabajo”.

Organigrama Mesa directiva 2006-2008

Presidenta: María del Carmen Padilla Desgarennes Vicepresidente: Jesús Manuel Ruiz Rosillo Secretaria: Juana María Portugal Rodríguez Tesorero: Claudio Salazar Acosta

Dos vocales en el Distrito Federal Dos vocales en provincia Comité de Honor y Justicia Comité de Ingreso y Evaluación de Trabajos Comité de Educación Médica Continua Comité de Finanzas Editor de Dermatología Revista Mexicana

Un éxito más de los dermatólogos mexicanos Sin lugar a dudas muchos han sido los éxitos obtenidos a lo largo de casi 72 años de existencia de la Sociedad Mexicana de Dermatología (SMD): eventos nacionales e internacionales realizados con éxito, aportaciones a la enseñanza, investigación y asistencia de esta especialidad, tanto en México como en el mundo, así como la incorporación de nuevos socios a dicha agrupación. Para la doctora María del Carmen Padilla Desgarennes, presidenta actual de la SMD, el lograr que durante su bienio existiera un lugar en el que pudieran reunirse los dermatólogos, trabajar aspectos administrativos y que finalmente fuera propio, fue un éxito más; es decir, la apertura de sus propias oficinas en el World Trade Center de la ciudad de México.

Doctores María del Carmen Padilla y Roberto Arenas Guzmán, presidente del Consejo Mexicano de Dermatología

Durante la inauguración del inmueble estuvieron presentes los doctores Amado Saúl Cano, Fermín Jurado, Gisela Navarrete, Roberto Arenas, Juana María Portugal Rodríguez, Claudio Salazar Acosta, Noemí Lozano, así como representantes de la industria farmacéutica e integrantes de la sociedad. El maestro Cano, toda una institución de la Dermatología y de la SMD, expresó su alegría por la inauguración de estas oficinas y develó, junto con la doctora Padilla Desgarennes, la placa que da la bienvenida a los asistentes, y señaló: “Para mí es un momento muy importante de la sociedad, porque desde que yo entré a ella –desde los años cincuenta del siglo pasado– siempre tuvimos el deseo de tener un lugar que fuera propio y que no estuviera siempre en el Centro Dermatológico Pascua, ya que la sociedad es nacional”.

Doctores Juana María Portugal, Ma. del Carmen Padilla, Amado Saúl Cano, Noemí Lozano y Claudio Salazar Acosta

Por su parte, la doctora Padilla agradeció a los asistentes su presencia, además hizo mención que no sólo había sido trabajo de ella, sino de todos los agremiados y de las mesas directivas que la antecedieron: “Esto es parte del esfuerzo de todos los socios y de manera muy especial agradezco el trabajo que la doctora Gisela Navarrete desempeñó durante su bienio, fue una labor ardua que definitivamente dio frutos y que es parte de esto que estamos viendo aquí. Realmente quiero agradecer a todos por lo que han trabajado y por el esfuerzo que se ha hecho porque creo que ahora están acercándose más a la sociedad”.

Durante la inauguración de la nueva sede de la SMD se compartieron momentos gratos entre los asistentes

Finalmente dijo: “tuve esta meta cuando recibí el cargo, la cual fue contar con este inmueble y gracias a ustedes, al trabajo de todos, ahora la Sociedad Mexicana de Dermatología, a casi 72 años de haber sido fundada, tiene un espacio digno, bello, que yo me siento realmente muy contenta de haber estado en este lugar y en este momento para poder hacer la gestión”. Doctores María del Carmen Padilla, Fermín Jurado y Gisela Navarrete