SUPPORT TRAMALLOL
Introducción. Entrevista a Lanónima. Historias para contar. Anónime. Ser un perrito en Tramallol. Angie de la Lama. Captura de pan artesano. Collage Skisomic Dos. Helen Aquaviva. Tramallol collage. Alberto Alberludo. Entrevista al colectivo Cactus. Un lugar donde habitar. Marta Bordons Martinez. Entrevista a Salmorejo Rebelde. Recortable Tramallol. Bernar USK. ÍNDICE
En enero de 2020 el Topo Tabernario, Salmorejo Rebelde, Coordinadora antifascista, Cactus y la Feria Anarquista del Libro lanzaron un comunicado apoyando la causa de Tramallol. En este comunicado que podeis leer arriba hablan de Tramallol como espacio de resistencia. Y es por eso, y por haber sido un espacio que nos acogió, aunque no directamente, sí a través de Lanónima, por lo que lanzamos la convocatoria de este fanzine que estais leyendo. En el que varias personas y colectivos pusieron un trozito de sí. Y un fanzine cuyos beneficios serán donados de manera simbólica a Tramallol.
ENTREVISTA
LANONIMA
Nuestras mejores ediciones presenciales han sido con Lanónima, y queriamos saber cómo es para elles todo este trajín, por eso les hicimos estas preguntas..
Ya que ustedes habéis sido un espacio físico también un punto de apoyo para mucha gente, ¿nos podríais contar por qué veis necesario que existan espacios físicos para los encuentros en estos tiempos tan digitales?
Cabe decir que el espíritu inicial que tuvo Lanónima era precisamente de espacio de militancia abierto a otros colectivos con una línea política bastante clara. Queríamos disponer de un espacio que no fuera okupado, ya que tras tantos años de represión en Sevilla del movimiento okupa, nuestra idea era disponer de un espacio legal en donde los movimientos y la militancia más política tuviera una cabida y de esta manera trabajar de manera abierta hacia la ciudad de Sevilla. La idea inicial era trabajar hacia afuera, no tanto la de como colectivo hacer algo.
No obstante, durante los años que estuvimos en el otro espacio donde Lanónima desarrolló su actividad sí que tuvimos unos momentos de reflexión interna en torno a querer definir unas líneas políticas con qué contenidos dotar al espacio. Seleccionar las actividades o proponerlas nosotras, traer a determinadas personas para generar coloquios, charlas... Pero como por H o por B Lanónima se dio a conocer bastante, muchos colectivos pedían el espacio para realizar sus actividades, y lo que nos pasó es que nos veíamos desbordadas con la organización logística de los eventos. Todas las asambleas eran directamente ¿cuántos colectivos habían pedido el espacio?, vamos a ordenar fechas, quién se encargaba… No obstante siempre quedaba en la recámara una necesidad de auto formarnos, generar reflexión interna y externa compartida, que nos permitiera definir una agenda política.
Con este evento en la cabeza, cuando vino el confinamiento, justo nos pilló en un periodo de reflexión interna sobre la continuidad o no del colectivo. Fue entonces cuando decidimos lanzarnos a tomar esta agenda política que veníamos conversando tiempo atrás y ponerla en práctica a través de lo que estamos haciendo hoy en día que es el seminario permanente.
¿Nos habláis de algunos de los encuentros a los que más cariño tengáis?
(Contesta Pablo) Como militante no fundador, ya que me incorporé un año después de que se fundara lanonima, uno de los eventos que más me gustó con diferencia fue el evento de África con voz propia, un colectivo de migrantes africanes afincados en Sevilla, que desarrollaron unas jornadas de actividades para recaudar dinero y enseres para enviar fuera. Fue muy bonito porque era un colectivo con el que no estamos acostumbrades a militar. La militancia en Sevilla y en muchos otros sitios es bastante endogámica, siempre se repite los mismos cortes culturales. Entonces, toparse así de lleno con un colectivo radicalmente distinto, con otras prácticas, a mí me pareció muy bonito. Lo recuerdo con mucho cariño.
Y ahora sobre el espacio en el que estáis, ¿Cómo fue la acogida del paso de un local a Tramallol?Contadnos un poco qué cosas resaltaron que os ha ofrecido ese espacio a la hora de trabajar y seguir con vuestra labor. Algunas miembros de Lanónima son parte también de Tramallol. Eso permitió que ya existiera previamente un diálogo compartido. Es verdad que nosotras desarrollábamos una actividad más política, más orientada a la tarde noche también, mientras que Tramallol era un espacio de trabajo, difusión, con un formato de laboratorio social. Pero las personas que estábamos éramos afines y llegamos a una serie de acuerdos para poder meternos en el espacio respetando nuestra autonomía. Es cierto que nos costó hacernos al espacio, porque era un espacio ya habitado, teníamos que acostumbrarnos y hacer el sitio más “hogar” para nosotras, que es lo que habíamos hecho en la otra sala. Pero en cuanto a las personas, fue genial, claro.
Dónde veis a Lanónima en unos años.
Creo que Lanónima está sobreviviendo y a día de hoy, reinventándose. El hecho de que varias personas se hayan interesado por este giro que ha habido, y que se vean caras nuevas interesadas en participar no solamente en las actividades sino también en la asamblea, la organización, con propuestas y actividades variopintas… cómo veo Lanónima es “rejuvenecida” en el sentido de que hasta hace un tiempo los integrantes hemos conocido una agenda política definida por los colectivos de fuera que nos dotaban de actividades y ahora hemos conocido un agenda política por la gente de dentro, entonces estamos con más energías para poder volver a ser uno de los espacios de referencia de Sevilla.
A pesar de no haber tenido relación directa, el cierre del Akelarre ha afectado a muchos colectivos de Sevilla que a día de hoy están haciendo su militancia y su trabajo de manera más difusa e invisible, y esperamos que con la vuelta a la apertura y sociabilidad Lanónima pueda volver a ser un punto de encuentro formal e informal de colectivos y personas en Sevilla.
Ese es el futuro. Para nada parecerse a un ambigú clásico sino precisamente un lugar a donde acudir para comenzar a militar, intercambiar y generar ideas y discusiones. Un poco de construcción colectiva...
Dos cositas más: cómo os describiríais como colectivo para quienes no os conozcan, y cómo describiríais Tramallol. Retomando un poco también de la primera pregunta: Lanonima es un colectivo autogestionado con un corte
político social orientada hacia las líneas que podríamos situarlas en el ámbito libertario. Siguiendo la estela de las propuestas de los ateneos, acogemos y disponemos de un espacio físico y social para que distintos colectivos y grupos militantes de Sevilla, y no solamente de Sevilla, puedan disponer de un espacio donde generar y desarrollar sus actividades.
Respecto a Tramallol, ambos compartimos este espacio físico que está en pasaje mallol, 22 y que era donde estaba previamente Tramallol. Debido al cierre del local en el que estábamos, decidimos hacer una “mitosis” entre ambos para poder proseguir desarrollando nuestras actividades. La diferencia básica con Tramallol es que Tramallol es un colectivo más amplio dentro del cual Lanónima participa como asamblea. Funcionamos como asamblea autónoma cuyas decisiones también tienen repercusión dentro de la asamblea de Tramallol. Otra diferencia también es que Tramallol desarrolla actividades todo el día y presenta una diversidad de colectivos y personas que participan en él que van desde el espacio de coworking, laboratorio social, el espacio de cocina… hasta la parte más explícitamente política, aunque la otra también es política, que sería la parte de la tarde-noche, en donde Lanonima suele desarrolla su actividad.
Muchas gracias por el tiempo tomado para contestarnos y siempre estamos agradecides de que existais en la ciudad de Sevilla. Nos alegramos de que haya un futuro y unas ganas de seguir. Para estar atentes a las cosas que se realizan en Lanonima podeis bichear su web: lanonima.org
His t o r i sa p a r a con t ar
En Tramallol he vivido unas cuantas cosas, cosas impactantes y recuerdos que nunca olvidaré. He visto cómo gente del pasado volvía a mis brazos para acurrucar perdón entre la admiración, he visto animales besar a niñes, gente compartir los mismo zapatos, y he visto cosas que podría llenar libros.
Como cuando dos personas que no se conocían subieron la escalera hacia la parte de arriba, a pesar de estar claramente prohibido y decirles yo ¡POR AHÍ NO SE SUBE!. Cuando llegaron a la parte de arriba, entre ordenadores, encontraron sus miradas, y allí se dijeron, “amigue mie! es hora de hacer algo con este pelo”. Pero el destino las pilló con sus tijeras en las manos.. cortándose el pelo le une a le otre. Y en plena hazaña les grité ¡NO SE PUEDE SER TAN PUNKY!
¡A PELARSE A LA CALLE!
También oí entre susurros y murmullos preguntas, ya que había colas monumentales para mear y había una chica se metía en unos baños internos ¡a pesar de solo estar habilitado el baño de fuera! (esta era otra punki diferente a las del pelo). Toda la gente se preguntaba ¿pero dónde mea esta chavala? ¿que lleva aquí horas y no ha hecho cola ni un momento pa mear? ¿será un alien? ¿será real? Y su novio le dijo -¿de qué vas? y ella le contestó -no, de qué vas tú. Miarma.
Por no hablar del día que vi cómo dos individuos se tiraron 50 horas con la escoba tomo y lomo porque cientos de personas usaron la acera de la puertecita de tramallol a base de cenicero... ¡chavales! ¡cuidarse las calles omeeeeee! ¡no le hagai eso!
También he visto cómo un chico dejaba a una chica cogiendo su corazón sin piedad, dando un mordisco a este y tirándolo al suelo (ya podría haberlo reciclao digo yo, no ahí al suelo sin perdón de dios)... y cómo a esta chica le daba un ataque de ansiedad entre ordenadores (estos los de abajo) siendo pillada por to la peña. Intentando ocultarse de un montón de gente drogada, unes madrines muy buenes y responsables que le perdonaron no limpiar, y un nota que no hacía más que contar chistes malos. Pero de ese dolor, he de decirte, que también he visto a esa misma chica recuperarse, y abrazar a su mejor amigue que quiere con locura. Y poder crecer como persona trabajando y currando colectivamente en lo que le apasiona.
Y he visto a una mujer… ¡bañarse en una paella vegana! Sí, sí. La vi sumergirse en ella y declararle amor eterno… Se casaron al momento. ¡Y ni si quiera creía en el mito romántico del amor eterno! Pero lo vi, lo juro que lo vi… Aunque normal, porque es que esas paellas que se hacen… madre mía. ¡Qué ricas!
Hay gente que me acusa de que la mitad de esas historias son mi experiencia allí, como si yo fuera la protagonista… pero no saben ná esa gente. Porque lo que he visto ¡ES LA VIDA MISMA! Y hasta aquí, mi historia de Tramallol. Lo que te creas o no, ya es cosa tuya. Y nada más, nada más...
Anonima
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E N TREVISTA CACT
¿Nos contáis qué es cactus y cómo, o desde dónde, surge...? Cactus surge en noviembre de 2017 a raíz de un encuentro que organiza la Asociación Vecinal del Casco Norte La Revuelta, a la que nos sumamos personas afines y colectivos del barrio. Esto surgió porque nos estábamos dando cuenta de que existía un problema con el aumento de los alojamientos turísticos en Sevilla que no se estaba denunciando públicamente. Se invitaron a colectivos de otros contextos que trataban estos temas y vinieron Ciutat per a qui l’habita (Palma), Sindicat de Llogaters y Heura Negra (Barcelona), Lavapiés Dónde Vas (Madrid), Lagunillas por venir (Málaga), Ajuntamientos Granada, etc. Ante la gran cantidad de personas interesadas en el tema se decidió continuar con autonomía de La Revuelta, ya que esta es una asociación vecinal de una zona de la ciudad, y aunque no sea como las típicas
asociaciones al uso, entendimos que era un problema que abordar de manera general y tenía que ver con el modelo de la ciudad que queríamos.
Así nació Cactus. Participamos tanto personas individuales como colectivos que se integran de la ciudad, como por ejemplo la Asociación Vecinal Triana Norte. Nuestra idea inicial es no tener sede y más bien rular por los distintos barrios y así nos hemos ido reuniendo en distintos espacios de Sevilla. El encuentro del que hablamos en 2017, por ejemplo, fue en la Casa del Pumarejo, aunque también pasamos por otros como el Huerto del Rey Moro. También habitamos Lanónima, o la sede de la AV Triana Norte, pero Tramallol acabó siendo al final nuestro espacio principal para las asambleas, porque Lanónima cerró, el espacio de Triana se quedaba pequeño y la Casa del Pumarejo había que reservar con cierta antelación.
Muy chula la propuesta de festival de Docus apropiándoos de la imagen del SEFF. Fue junto a Lanonima y Tramallol ¿Cómo surgen estos encuentros y cuál es la recepción tanto de la gente como la de este colectivo y el espacio? Una de las cosas más grandes que organizamos, más bien coordinamos, desde Cactus ha sido la Contracumbre ESTAR, que respondía a la cumbre del lobby turístico mundial WTTC de Abril de 2019, en la que vinieron poderes económicos y representantes políticos internacionales. Organizamos durante meses esta contracumbre haciendo un montón de actividades con muchos colectivos de la ciudad (Ecologistas en Acción, AFUS, Salmorejo Rebelde,
APDHA, Jartura, etc.). Fue un gran aprendizaje, nos organizamos por ejes autónomos que se encargaban de distintas áreas (feminismo, ecologismo, cultura, trabajo, vivienda…), siendo nuestra sede central de operaciones Tramallol. Uno de los motivos por los que se decidió hacer en esta contracumbre concreta y no en otros grandes eventos turísticos que ha habido en Sevilla, fue porque se hizo una modificación presupuestaria de un millón de euros que estaban destinados a viviendas para mujeres víctimas de violencia de género, rehabilitación de barrios, apoyo a la juventud, cooperación internacional, etc. Los usaron para financiar, por un lado, la cumbre WTTC de turismo, y por otro, el SEFF. Son al final proyectos insignia orientados a atraer gran parte del turismo y a fomentar una imagen de ciudad cultural y creativa con pocos elementos críticos y contrahegemónicos.
La contacumbre fueron alrededor de seis meses de trabajo y acabamos muy cansades, pero nos parecía interesante también organizar este mini contrafestival que consistió en proyectar dos documentales. Tuvo buena recepción en la gente, hubo bastante público a pesar de saber que las películas también estaban online, hubo debates muy interesantes después de cada sesión.
Respecto a la acogida de Tramallol, esta surgió de manera natural. Hay gente que participa en Cactus que está en Lanónima, gente que participa que está también trabajando en Tramallol, y como
sabíamos que Lanónima llevaba la barra y acababan de desalojarle, así surgió. Influye mucho las relaciones personales entre nosotres, muches estamos en varios proyectos colectivos a la vez.
En febrero del 2020 lanzasteis también una convocatoria de fanzine. Este contra la turistización. ¿Qué tipo de cosas recogisteis?
Es verdad que con la contacumbre vendimos muchas camisetas y bolsas, teníamos un excedente que al final, como dijimos antes, no era solo de Cactus, sino de todos los colectivos que se la curraron, y queríamos hacer una inversión y devolver al mundo algo con esto que teníamos.
Llegó mucho material super potente, pero justo irrumpió el Covid y se interpuso de manera material a las personas que organizábamos el proyecto, tuvimos que dedicarnos a otras cosas, como por ejemplo Ramuca (Redes de apoyo mutuo). Recibimos desde fotomontajes, collages, ilustraciones, poesía…nos sorprendió la buena acogida. Ahora solo queda terminar la maquetación y sacarlo. Y esperamos que sea lo más pronto posible porque mucha gente trabajó en ello y lo merece.
TUS
Turistización y Tramallol. ¿Pensais que la situación de estar a punto de cerrar el segundo es una consecuencia directa de lo primero? Esto es algo complejo. Por un lado, es evidente el proceso de especulación que lleva sufriendo desde hace décadas el casco norte de la ciudad, la falta de vivienda asequible y la transformación de espacios de sociabilidad. Esto suma dificultad para resistir a espacios como Tramallol, pero también ha ocurrido que muchas personas que habitamos Tramallol u otros centros sociales del centro, al no vivir en esa zona porque nos han echado, es mucho más difícil mantener estos espacios ya que no son parte de la cotidianidad. Otro factor es la gran precariedad que sufrimos las personas jóvenes, que nos deja poco tiempo para participar en proyectos colectivos como este.
Por otro lado, también es una apuesta política no querer perder el centro, y por eso Tramallol es tan importante, aunque no sea un centro social okupado al uso, es un centro que aglutina los pocos movimientos sociales que hay en Sevilla y permanece en el centro norte, que siempre ha sido un bastión de movimientos sociales y personas organizadas. Tampoco podemos olvidar a la Casa del Pumarejo, que también sigue viva y acogiendo actividades sociales de este tipo. Ahora mismo estamos en un momento difícil, ya que actualmente no existen centros sociales okupados en Sevilla desde que se desalojó COAF La Revo. Es verdad que Lanónima tenía la misma voluntad política y estética, y pese a ser
un espacio alquileta tampoco resistió. Si perdemos Tramallol o el Puma, los movimientos autónomos organizados de Sevilla nos quedamos muy desamparados.
Por otro lado, hay una contradicción muy clara, y es que los movimientos autónomos entre los que nos incluimos nosotros mismos, hemos favorecido una imagen alternativa, bohemia y transgresora del casco norte que ha atraído a otros perfiles de la población que tienen más poder adquisitivo y que han terminado echando a los que hemos puesto de moda este sitio. Esto es un proceso que se ha dado en todas las ciudades y barrios gentrificados que estaban siendo habitados por artistas precaries o activistas. No es una cuestión de castigarnos, pero tampoco podemos negar lo evidente, que es que la especulación se apropia de todo para luego arrasar con nosotres.
Por último, si quereis decirnos algo más...
Solo apuntar que tanto Tramallol, como la Casa del Pumarejo, que son espacios vecinales (este último lleva más de 20 años de lucha y reivindicaciones), son lugares que ha costado mucho crear, construir, y defender colectivamente, y que tenemos que ponerle mucha energía y esfuerzo por no perderlo.
Muchas gracias Cactus por vuestro tiempo. Ánimo con todo.
SALMOREJO
ENTREVISTA
REBELDE
¿Cómo os definiríais como colectivo? Para quienes no os conozcan. ¿Cómo entendéis lo que es trabajar en colectivo?
Somos un colectivo que defiende la justicia climática desde un marco de desobediencia civil noviolenta. Comenzamos en 2019 a raíz de las movilizaciones climáticas del 15 de marzo de Fridays For Future y desde entonces hemos llevado a cabo acciones directas tanto a nivel local como regional y estatal, colaborando con otros colectivos a la hora de ocupar o bloquear edificios e infraestructuras y de denunciar las catastróficas consecuencias del sistema capitalista, extractivista y neocolonial actual. Para nosotres trabajar en colectivo es vital, es nuestra manera de co-existir al margen de dinámicas verticales, autoritarias e individualistas. Buscamos y ponemos nuestra energía en construir un espacio de cuidados donde ser más fuertes, más creatives, más divertides, más resistentes.
¿Cuál es vuestro nexo con Tramallol? / ¿Por qué os sumasteis al comunicado de apoyo?
En Tramallol encontramos un hogar, un nido que nos acogió desde casi casi la primera asamblea. Nos parece fundamental cuidar y apoyar los espacios autogestionados que así dan la bienvenida a quien lo necesite, y que tan en peligro están ahora.
¿Qué es lo primero que se os viene a la cabeza cuando leéis la palabra Salmorejo?
Cuando pensamos en la palabra "salmorejo" se nos llena la boca de deliciosa rebeldía entomatada, el mejor plato que se puede pedir y que nos encanta compartir con quien lo quiera. Salmorejo Rebelde, como Tramallol, también abrimos nuestros bracitos a quien quiera sumarse a este movimiento de movimientos que es la justicia climática y social.
¿Os gustaría dejarnos algún ejemplo de las acciones que habéis hecho? Os dejamos fotitos de alguna de nuestras acciones aquí en Sevilla: cuando nos encadenamos al Palacio de San Telmo para exigir la Declaración del Estado de Emergencia Climática, cuando desde Rebelión por el Clima Sevilla adornamos de esta manera tan hermosa el Puente Triana, cuando denunciamos al banco Santander por financiar la explotación de fracking y combustibles fósiles y cuando criticamos a la Consejería de ya no Medioambiente por su máscara de greenwashing. También fotito de la última pancarta de Acción Global por el Clima en conjunto con Fridays For Future: seguiremos luchando, encontrándonos en las calles, imaginando y transformando cada barrio, cada pueblo, cada parque y cada mundo.
María Barral y Angie de la Lama
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sevillano Bernar Usk