Taxus
Panorámica del Tejedal y la costa Colunguesa desde el Picu Pienzu
Joaquín Herrero Fernández
Índice 1. 2. 3. 4. 5.
Descripción de la especie Usos y tradiciones Cultivo Manual para la multiplicación Bibliografía
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1. Descripción de la especie
Los tejos son árboles coníferos de la familia Taxaceae, género Taxus propios de las zonas montañosas, con ambientes frescos y húmedos, y que prefieren los terrenos calizos. Pueden alcanzar una altura de hasta 20 metros. Su copa es piramidal con abundantes ramas que salen del tronco de manera horizontal. El tronco es grueso y con una corteza delgada de tiras pequeñas de color pardo rojizo o grisáceo, alcanzando diámetros de 1,5 metros. Tiene hojas perennes de 10 a 30 mm. dispuestas en dos hileras opuestas, de color verde oscuro por la cara superior y amarillento o glabro por el envés. Fructifica en forma de arilo carnoso que rodea la simiente, de intenso color rojo y sabor agradable. Maduran en otoño y cada seis o siete años el árbol tiene una producción abundante de frutos. El arilo o baya es la única parte libre de taxina, pudiendo ser ingerido con la precaución de retirar la semilla. Su madera es muy dura, de grano fino y apretado, lo que la hace muy apta para ebanistería y talla, aunque la escasez de piezas de suficiente grosor, debido a su crecimiento muy lento, limita su uso.
El tejo de Bermiego (Asturias), considerado por algunos autores cómo el tejo más viejo de Europa.
http://www.youtube.com/watch?v=wGsu24Q2wlQ
Especies de Taxus:
Taxus baccata
Taxus cuspidata
Taxus mairei
Taxus brevifolia
Taxus floridana
Taxus sumatrana
Taxus canadensis
Taxus globosa
Taxus wallichiana
2. Usos y tradiciones El tejo es un árbol bastante usado en jardinería y ornamentación, donde existen numerosas variedades, ya que es bastante fácil de recortar. Su madera es de buena calidad, densa y elástica. Se usaba de antiguo para la fabricación de arcos y ballestas, y también para la fabricación de herramientas y utensilios de cocina. En Asturias se fabricaban incluso gaitas con esta madera. Es duradera, imputrescible, y algunos sarcófagos de faraones egipcios fueron hechos con ella. Nunca debe utilizarse como planta medicinal, ya que es mortal para el ser humano, en caso contrario se hace necesario un lavado gástrico e intestinal, además se precisa mantener el corazón excitado. Los tejos, al igual que algunos otros árboles, han sido considerado árboles sagrados por antiguas culturas. La palabra latina Taxus posiblemente deriva de las griegas toxon (arco) o toxicon (veneno), ya que todo el árbol, excepto el arilo, es venenoso. Con su veneno se emponzoñaban las flechas que se usaban contra las legiones romanas del emperador Augusto. El tejo era un árbol que los celtas consideraban sagrados y bajo el cual se reunían para celebrar sus reuniones u orar a sus dioses. Se edificaron iglesias cerca de estos árboles para cristianizar a las gentes.
Decoración vegetal con Taxus
3. Cultivo A la hora de la siembra del Taxus o tejo, debemos de saber que germina en la naturaleza muy lentamente, normalmente en la segunda primavera, después de la diseminación. Por ello, los tratamientos pregerminativos son aconsejados. Se recomiendan diferentes técnicas como la estratificación, el escarificado con sulfúrico o agua caliente, la inmersión en agua fría, la pre-refrigeración e incluso la congelación.
Plántulas de Taxus baccata Su germinación es epigea, con plántula de 2 a 3 centímetros, con hojas primordiales aciculares en verticilos de ocho, de color verde amarillento. Si deseamos recoger las semillas directamente del Tejo, su floración se centra entre los meses de enero y febrero en el Mediterráneo, fructificando de octubre a diciembre, aunque presentan una notable vecería (años alternos con desigual volumen de producción de frutos). La recolección de los arilos para su reproducción viverística se hace de forma manual al final del otoño y la extracción de su semilla se realiza mediante despulpado en agua o mediante otro material abrasivo, secado hasta un contenido de humedad del 7 ó 10%, seguido de un cribado y aventado. Se recomienda su almacenamiento en frío y ambiente seco hasta realizar los tratamientos pregerminativos pertinentes. Si compramos la semilla, los valores aceptables se encuentran entre un 95 – 98% de pureza y con un poder germinativo del orden del 98%. Como orientación, en un gramo hay unas 17 semillas. El cultivo del tejo en vivero, se ha realizado tradicionalmente mediante propagación vegetativa, aunque en los últimos años se ha generalizado el empleo de la semilla, a pesar de las dificultades de germinación que presenta. La semilla del tejo se siembra generalmente en otoño, teniendo lugar la germinación durante la primera o segunda primavera. El cultivo puede realizarse en envase forestal de 300 a 400 centímetros cúbicos para obtener un tamaño final entre 15 y 40 centímetros de altura de planta.
4. Manual para la multiplicación Proponemos estos sistemas para la multiplicación de los tejos, especialmente pensados para reproducir éstos árboles de forma casera y efectiva. Se aconseja la utilización de semillas o esquejes de los tejos más cercanos para conservar la identidad genética de las poblaciones locales. Deberíamos evitar especialmente las repoblaciones con tejos provenientes de jardinería o de origen desconocido y sería ideal asimismo utilizar nuestros plantones lo más cerca posible de donde crecieron sus padres.
REPRODUCCIÓN POR SEMILLA La recolección se hace desde septiembre a noviembre, a ser posible de varios árboles para obtener una mayor variabilidad. Procuraremos separar la semilla de su envoltura carnosa roja lo antes posible. Para grandes cantidades es muy útil el uso de una batidora con montador de nata (no con cuchillas que estropean la simiente). A continuación se utilizan varios sistemas para favorecer la germinación temprana pues de otro modo el tejo no suele germinar hasta el segundo y sobre todo tercer año de la siembra. Lo más simple es probablemente poner a calentar agua y echar las semillas en el momento en que está a punto de empezar a hervir. Se apaga el fuego y se dejan dentro del agua hasta que se enfría. Enseguida se ponen a mojo en agua abundante (mejor destilada y ocupando por lo menos tres veces el volumen de las semillas). Se tienen así tres o cuatro días, cambiando el agua diariamente. Se prepara entonces una mezcla de dos partes de arena de textura media-fina y una de turba (también nos puede valer algo de humus de bosque bien descompuesto y suelto con arena de río) y se colocan las semillas preferiblemente sin que se toquen, por capas que se van cubriendo con esta mezcla, en un recipiente cerrado que quepa en el frigorífico. Se dejan allí durante unos cuatro meses, cuidando de que se mantengan siempre húmedas pero sin exceso porque pudrirían. En febrero podemos sembrarlas a unos 2 o 3 cm. de profundidad, en recipientes o en vivero y es posible que algunas germinen ya este mismo año y sobre todo a partir del próximo.
REPRODUCCIÓN POR ESQUEJES La reproducción por esquejes tiene la ventaja de reproducir exactamente el árbol del que tomamos el vástago. Esto es muy interesante a la hora de multiplicar los tejos singulares que nos merecen una especial estima. Además, de esta forma obtendremos siempre árboles del mismo sexo que la planta madre. Por el contrario, la reproducción por semilla aporta a nuestras plantas una mayor riqueza genética y una mayor resistencia a la sequía por el adecuado desarrollo de las raíces. De este modo, podemos utilizar las plantas procedentes de semilla para plantarlas en el monte y las de estaquilla para parques, iglesias, jardines, etc.
Forma de recoger los esquejes: Los esquejes se escogen de árboles sanos. Es preferible que no se mezclen las estaquillas de los diferentes árboles para seguir un control de las posteriores réplicas y conocer así su procedencia. Cualquier época es buena, pero en zonas de veranos calurosos conviene estaquillar a finales de otoño / principios de invierno. Si se recogen en otra época, evitar los periodos de plena floración o fructificación. Se toman los extremos semileñosos de aproximadamente un palmo de longitud haciéndoles un corte limpio con una tijera., a ser posible escogiendo ramas laterales, de las partes bajas del árbol y con entrenudos cortos. No debemos dejar huella ni alterar el porte del árbol a esquejar.
Preparación: Se eliminarán las ramillas secundarias así como las hojas de la mitad inferior con una tijera. Esta parte pelada se raspa ligeramente con una cuchilla hacia la punta y se practica una pequeña lesión en la base del esqueje. Sumergir la cuchilla utilizada en alcohol cada vez que cambiemos de árbol a propagar. Se obtienen mejores resultados si se aplican hormonas de enraizamiento apropiadas. En el caso del tejo es bastante efectivo el ácido indolbutírico en forma comercial en concentraciones de 1 a 4 gramos por litro, pero si tenemos dificultad para conseguirlas, no debemos desanimarnos, arraigarán también aunque quizás en una menor proporción. Una vez se han preparado las estaquillas, se plantan con un poco de inclinación (45º), en un sustrato compuesto al 50 % por una parte de turba y otra de arena fina. Podemos colocarlos en macetas de un mínimo de 15 cm. de profundidad o en plena tierra, en un lugar fresco, sombreado y protegido de las fuertes heladas. La humedad constante en el ambiente y un buen drenaje del sustrato, son el secreto para el éxito de este y otros esquejes, que en pequeños o grandes invernaderos aumentarán sus posibilidades de supervivencia y la rapidez de enraizamiento. Regar con moderación para mantener siempre húmedo el sustrato sin llegar a saturarlo.
TRASPLANTE Una vez que germinan o arraigan, las plantitas pueden transplantarse ya desde el segundo hasta el decimosegundo año. Se recogen con sumo cuidado para dañar lo menos posible las raíces ya que este árbol se resiente mucho. Es preferible que se haga cuando el cepellón salga de una pieza, evitando en lo posible transplantarlo a raíz desnuda. Se ponen en su lugar definitivo que habremos cavado en profundidad y enriquecido con estiércol. No debe ponerse el estiércol puro y fresco dentro del agujero pues quemaría las raíces, se deja en la superficie o se mezcla con la tierra si está ya fermentado, los sucesivos aportes se harán siempre en superficie, sin cavar la tierra junto a la raíz. Es muy importante hacerse a la idea de que nuestro árbol podrá vivir cientos y cientos de años y alcanzar muchos metros de desarrollo de copa y raíz, siempre que sea posible debemos ponerlo al menos a una docena de metros de cualquier edificio, camino o carretera. Es importante también protegerlo en los primeros años del ganado, por medio de estacas y mallas de alambre u otros medios.
5. Bibliografía
www.wikipedia.com www.asturnatura.com www.floresyplantas.net www.botanical-online.com www.naturfotoasturias.blogspot.com