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Repensar el negocio es el mejor plan (Pemex)

En el Plan de negocios de Pemex se esperaban pronunciamientos en cuanto a la mitigación del impacto al medio ambiente. En cambio, se incentiva la producción de combustibles fósiles

Amediados de diciembre, Pemex publicó su Plan de Negocios con ventana de tiempo desde 2023 hasta 2027. Se esperaban metas claras en cuanto a la mitigación de los impactos al medio ambiente y no solo un enfoque donde se incentiva el aumento en la producción de combustibles fósiles bajo el argumento de la autosuficiencia energética.

Existen marcados contrastes entre lo que se dice en Palacio Nacional y lo que respalda el informe, aún en proyectos emblema de la 4T, como la Refinería Olmeca. De acuerdo con Pemex, la planta trabajará al 50% de su capacidad en 2023 y alcanzará su máxima generación a partir de 2024; mientras que el Ejecutivo señala que para septiembre de su quinto año de gobierno ya estará operando al 100%.

La propia Comisión Nacional de Hidrocarburos ha construido escenarios optimistas donde no se alcanza la promesa de 2 millones de barriles de crudo al día, a pesar de haber reducido ésta en un 25% durante la pandemia. Aunado a esto, la producción privada se ha visto frenada desde octubre pasado, por lo que su meta de 280 mil barrilles diarios se vislumbra inviable.

En cuanto a productos derivados, se hace bastante énfasis en el aumento en la producción de amoniaco debido al crecimiento planeado en la industria de fertilizantes. Cabe recalcar que desde septiembre de 2018 Petróleos Mexicanos paró la obtención de amoniaco y en 2022 se generaron poco más de 800 toneladas diarias. A pesar de que el Gobierno Federal confía en que para el cierre de 2024 México será autosuficiente en cuanto a la producción de fertilizantes, no se prevén nuevos proyectos debido a la inestabilidad del mercado por lo que únicamente se rehabilitarán distintas plantas ya existentes.

Si bien se enfatiza la reducción de emisiones, la electrificación, la eficiencia energética y el uso responsable del agua en todas las líneas de negocio de la petrolera, el único compromiso palpable es incrementar la disponibilidad de todos sus productos. El documento encamina sus estrategias a la disminución de emisiones apostando por la cogeneración y la coquización, así como la actualización de refinerías. No se planifica en torno a la explotación y producción sostenibles, ni se reconocen alternativas como el hidrógeno o el amoniaco verdes. Lo destacable es que el Plan de Negocios aborda brevemente la captura del carbono en yacimientos vacíos, su posterior uso y la posibilidad de comenzar a recurrir al financiamiento sostenible.

Pemex ha adquirido una deuda con Sedena mayor a los mil millones de pesos, como pusieron sobre la mesa las filtraciones de grupo Guacamaya.

Lo anterior, sumado a las deudas que ya presentaba la empresa estatal, la han obligado a entablar conversaciones con el gobierno federal, para obtener soporte en el pago de las amortizaciones de deuda para el 2023. El Plan de Negocios afirma que la balanza comercial de Pemex se encuentra todavía en pérdidas, aunque con resultados bastante más favorables de lo pensado en 2021. Sin embargo, el panorama no pinta bien debido al incremento en los costos de financiamiento que, como anunció Bloomberg, no son buenas noticias para las empresas que deben pagar deuda este año o que pretenden mejorar sus niveles de apalancamiento, más aún con la exposición a presiones inflacionarias y la posible recesión de Esta-

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