El Trabajador Extra

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Octubre 2009

SUPLEMENTO EXTRA

El golpe de estado cívico militar en Honduras entró en su recta final con el regreso de Manuel Zelaya Rosales. Entre la movilización de masas, la represión, el estado de sitio y las negociaciones en las alturas, se ponen a prueba las políticas para derrotar a los golpistas, restaurar el orden constitucional y avanzar hacia una Asamblea Nacional Constituyente. La Corriente Internacional Socialismo o Barbarie conjuntamente con el PST de Honduras propusieron las siguientes políticas.


¡Huelga general para quebrar a los golpistas! ¡El Frente Nacional de Resistencia debe asumir el poder como gobierno provisional! Escribe Roberto Sáenz, desde Honduras, para Socialismo o Barbarie, 21/09/09 El Progreso, Honduras, 21/09/09, 12:30 hs.- En el momento que escribimos este artículo –desde el terreno mismo de los acontecimientos– la situación se está polarizando minuto a minuto. Mel Zelaya, al parecer, está en algún lugar de Tegucigalpa, al tiempo que los gorilas están en cadena nacional desmintiendo el hecho. La realidad es que luego de las movilizaciones antigolpistas del festejo de la día de la independencia nacional (15 de septiembre) se evidenció que con el correr de las semanas los golpistas fueron quedando en minoría mientras que el Frente Nacional de Resistencia Popular fue transformándose en una referencia de masas, levantando las banderas democráticas de la lucha. Esa evidencia del golpismo en minoría, sumada a la extensión nacional del Frente de Resistencia, es lo que, al parecer, terminó decidiendo a Zelaya, luego de semanas y semanas de cavilaciones, hacerse presente en el país. De momento, la situación no está del todo clara. No se sabe si Zelaya llegó con el apoyo de algún sector de las Fuerzas Armadas y de los capitalistas o no. Tampoco se sabe, a ciencia cierta, dónde se encuentra.1 Pero el hecho cierto es que el movimiento de masas hondureño está saliendo en estos mismos momentos a las calles. Frente a esto, Micheletti y los golpistas han salido a decir que todo se trataría de un operativo de “terrorismo mediático” y se han lanzado a cerrar o amenazar a los canales de radio y televisión antigolpistas. Por eso, en el mismo momento que escribimos esto –las 12:30 del lunes 21–, en varias ciudades del país la población se está movilizando para defender los medios de comunicación antigorilas. A priori, entonces, lo que se puede anticipar, es una circunstancia de dura polarización. Y no será lo mismo si las FFAA están divididas o no. Esto no es menor, porque no se puede descartar que, de un momento a otro, se 1

Posteriormente se confirmó que está en la embajada de Brasil en Tegucigalpa.

produzcan fuertes enfrentamientos en las principales ciudades del país. Ya habíamos señalado en otras oportunidades, desde Honduras mismo, que la situación de “golpe de noche, rebelión popular de día” no podía sostenerse. Lo evidente era que el golpe lucía demasiado débil para ser tal. Y ha ido perdiendo legitimidad de manera creciente. Ha ido perdiendo la mayoría de la opinión pública y, a la vez, no ha logrado ser todo lo duro y represivo que es necesario a un golpe militar. Esta circunstancia hay que atribuirla no a Mel Zelaya ni a las incontables e importantes gestiones en las alturas diplomáticas, sino al hecho que la heroica resistencia de los explotados y oprimidos ha marcado un jalón histórico en la lucha de los pueblos latinoamericanos, al resistir abiertamente por más de 80 días un golpe militar. En estas circunstancias, en estos mismos momentos, se está produciendo una prueba de fuego: es probable que los golpistas intenten jugar la carta represiva. Por otro lado, de parte del movimiento popular, se trata de poner en marcha una verdadera huelga general que paralice el país y derrote a los golpistas. Pero ahora, más que nunca, ya no se trata meramente de la restitución de Mel. ¡No señor! Se puede y se debe ir mucho más allá. Mel ya está hablando de “pacificación” y “unidad nacional”: pero no puede haber ninguna unidad nacional con los golpistas. Se los debe juzgar y castigar, incluso con la pena de muerte. Por otra parte, en estos momentos el poder está en las calles: la puesta en marcha de la huelga general, de la movilización de masas, la ocupación de los lugares de trabajo y estudio pueden dejar el poder en manos de los explotados y oprimidos. Incluso más, el Frente Nacional de Resistencia Popular, que se ha extendido nacionalmente, es el que debería hacerse cargo del poder, para garantizar las tareas democráticas y sociales que la lucha ha puesto en la palestra. En primer lugar, lo que está en todas las voces: una Asamblea Nacional Constituyente que barra con todas las instituciones de los golpistas y rediscuta la reorganización de arriba abajo del país. Pero además, de polarizarse el enfrentamiento, se va a plantear perentoriamente la necesidad de organizar la autodefensa popular. Ya mismo la población se está movilizando para defender las radios y los canales de comunicación antigolpistas. Ese es el camino que hay que seguir: poner en pie finalmente una gran rebelión popular que barra a los gorilas, quiebre a las FFAA golpistas y que coloque en el poder a las instituciones de la resistencia popular, que se han extendido a lo largo y ancho de la nación. La tarea de la huelga general y la autodefensa es aho-


ra mismo la más perentoria, porque es casi inevitable que si las FFAA y la cipaya burguesía michelettista quieren resistir, inevitablemente va a haber enfrentamientos que podrían ser de magnitud. Sin embargo, las perspectivas de la lucha son enormes. Es posible quebrar a los golpistas y abrir una nueva página en la lucha de clases de Latinoamérica: una página que no sea meramente de tareas democráticas o reformas – como las que han encarnado un Chávez o un Evo Morales– sino que abra la vía de la transformación social, la vía de cuestionar ahora al capitalismo mismo como tal! • Viva la lucha antigolpista en Honduras. • Huelga general para echar y quebrar a los gorilas. • Organizar la autodefensa. • Asamblea Constituyente que barra con todas las instituciones de los golpistas. • Que sea el Frente Nacional de Resistencia Popular y sus organizaciones en todo el país, las que asuman el poder como gobierno provisional para garantizar todas estas tareas.

Los fascistas juegan la carta represiva Hay que organizarse desde las barriadas populares para preparar la huelga general Hace falta una gran jornada continental de lucha 2° informe desde algún lugar de Honduras Roberto Sáenz, 22 de septiembre de 2009, 15:00 horas La mañana en Honduras amaneció hoy con una extensión del toque de queda al menos por todo el día (y en el momento que re-escribimos este informe, lo más probable es que siga por toda la noche transformándose en un Estado de sitio en los hechos). Esta medida se anunció por cadena nacional a altas horas de la noche de ayer lunes 21 y se pudo ver el inmenso repudio popular por el llamado de los oyentes a los canales de TV expresando su odio a los golpistas. Claro: esto no quita que el toque de queda se esté respetando, por el obvio temor a ser detenido por el ejército y la policía. Al mismo tiempo, en la madrugada de hoy en Tegucigalpa, los gorilas organizaron un amplísimo operativo re-

presivo en torno a la embajada de Brasil (donde está refugiado Zelaya) para desalojar a los miles y miles de trabajadores, estudiantes y vecinos que se habían agolpado para pasar la noche en vigilia. Decenas de compañeros fueron heridos, hay muchísimos detenidos y se habla de uno o dos compañeros asesinados. Y a estas horas se está hablando de la posibilidad de que por la noche, en medio de un apagón nacional, el ejército intente allanar la embajada y detener a Zelaya. No hace falta decir el salto represivo que significaría esta medida. El zarpazo represivo de un fascismo en minoría ¿Qué significan estos hechos? Es obvio: se trata de un zarpazo represivo. Es que el gobierno de Micheletti, sintiéndose acorralado y apoyado en las FFAA, salió a jugar la carta de la represión frente al retorno inesperado de Mel Zelaya. Es decir, no parece dispuesto a retroceder aceptando una salida negociada con Mel Zelaya. Esto mismo es lo que se expresa en el cierre de todos los aeropuertos, dispuesto también en horas de la madrugada de hoy 22 de septiembre. Esto tiene el objetivo el impedir la llegada de alguna misión del exterior (sea Miguel Insulza de la OEA, u Oscar Arias presidente de Costa Rica) que los fuerce a una negociación. Por el contrario, se ve que los gorilas pretenden seguir adelante con su plan de mantenerse en el poder cueste lo que cueste, realizando unas fraudulentas elecciones del próximo 28 de noviembre como si nada pasara en el país, y cómo si tampoco de nada valieran las repercusiones internacionales que la nueva coyuntura abierta con el retorno de Zelaya han planteado. Sin embargo, estos hechos ocurren en una circunstancia particular: lo que se evidencia en el país es que los golpistas han quedado claramente en minoría. Esto es visible no solo en las opiniones de la mayoría de la población sino en el hecho de que el cerco mediático de las radios y canales de televisión –tan importante en los primeros meses del golpe- parece estar cediendo, dado que si bien los medios siguen en una posición “centrista”, ahora están informando sobre los acontecimientos. Su mensaje es el siguiente: un llamado al “diálogo nacional” entre las partes. También parece ser un hecho que comienza a haber divisiones. No aún en las FFAA (si no Micheletti hubiera caído), pero sí en fracciones burguesas y entre los políticos. Así, en un programa de TV bien temprano esta mañana, se pudo escuchar tanto a Porfirio Lobo como a Elvin Santos (los dos principales candidatos presidenciales del bipartidismo burgués) planteando que el régimen no podía “encerrarse en sí mismo”, que no podía seguir de espaldas a los “organismos internacionales” y que era hora que se “inicie un diálogo sincero entre ambas partes...”


Los festejos del 15 de septiembre ¿Cuál es el trasfondo de estos hechos? El hecho que marcamos en nuestro informe del día de ayer: que en los festejos del día 15 de septiembre (aniversario de la independencia de Centroamérica) se evidenció que los golpistas habían quedado claramente en minoría en la opinión pública. Y, también, que la resistencia estaba claramente en ascenso, a pesar de que desde hace varias semanas no venía haciendo acciones espectaculares por así decirlo. Cómo señalábamos en dicho informe, la cuestión es que el Frente Nacional de Resistencia Popular, lejos de haberse debilitado, se ha extendido nacionalmente, adquiriendo un imponente carácter de masas, más allá de todas las desigualdades del caso.1 Es en estas condiciones que se produce el redoble de la carta represiva por parte de los gorilas. Es decir, en condiciones de una situación cada vez más minoritaria, cuando comienzan a producirse divisiones en las alturas y con un altísimo aislamiento internacional. En esa situación, a Micheletti y las FFAA no parece quedarles otra carta que mostrar su control represivo del país. Claro que esto es sumamente peligroso... pero no sólo para los de abajo, sino también para los de arriba. De ahí la multiplicación de sectores que están llamando al “dialogo”. Es peligroso, obviamente, para la heroica resistencia, por la realidad de que la represión está pegando en un salto en calidad. Pero es peligroso también para los gorilas y la clase dominante hondureña ante la eventualidad que la respuesta de masas pegue también un salto y vaya mucho más allá de los objetivos puramente antigolpistas de Mel Zelaya, que desde que llegó a la embajada del Brasil sólo ha tenido palabras para el “diálogo” y la “pacificación nacional”, insinuando una salida que incluiría la impunidad y amnistía para los fascistas asesinos entre otros muchos puntos conciliadores. Resistir desde los barrios populares En el contexto que estamos señalando, hay que precisar qué debe hacer a estas horas la resistencia. Las FFAA tienen el control de las calles. Los compañeros han sido violentamente desalojados de la puerta de la embajada del Brasil y se anuncian al menos uno o dos compañeros muertos. Ayer todo era algarabía y hoy todo es desconcierto. Pero no se trata de una ni otra cosa: ni ayer estaban derrotados los golpistas, ni hoy lo está la resistencia de masas que se ha extendido a lo largo y ancho del país en más de 80 días de heroica e histórica lucha. De lo que se trata es de determinar qué hacer a estas 1

Uno de los graves problemas de la misma es que su dirección melista (consolidada en estos meses) subordinó siempre la resistencia a las decisiones de Mel Zelaya y sus negociaciones en las alturas.

horas. De parte de los compañeros del PST y de la corriente SoB Internacional, creemos que hay que organizar en estos momentos la resistencia desde las barriadas populares. No se trata de salir a tientas y locas a las calles; hay que organizar los barrios obreros y populares y defender, además, los medios de comunicación antigolpistas, para que los fascistas no logren nuevamente imponer el silencio informativo. Creemos que a partir de “atrincherarse” en estas horas en los barrios, hay que ir construyendo una verdadera huelga general: una vez que se derrote el Estado de sitio hay que parar y tomar los lugares de trabajo y estudio, imponiendo una huelga general y una movilización de masas que termine por barrer a los golpistas. Llamado internacional Por último, desde las tierras “catrachas” hacemos un llamado: de una buena vez hay que poner en marcha una movilización continental de masas. En Honduras hay un golpe de estado que está matando al pueblo y no puede ser que los explotados y oprimidos de Latinoamérica permanezcan pasivos por culpa de sus direcciones. Hay que encontrar la manera de sacar a las calles en todos los países a decenas de miles, a cientos de miles. Porque esa es la manera de hacer valer el apoyo internacional sin confiar en unas “negociaciones” en las alturas que hasta ahora no han servido para otra cosa que para que los golpistas sigan en el poder. • Viva la heroica resistencia del pueblo hondureño. • Construir la huelga general desde los barrios populares. • Alto a la represión, basta de Estado de sitio. • Abajo Micheletti y todas las instituciones golpistas. • Asamblea Nacional Constituyente. • Gobierno provisional del Frente Nacional de Resistencia Popular. • Jornada continental antifascista ya.


Toque de queda en las calles, “diálogo” en las alturas y posibilidad de caída del régimen golpista ¡Repudiamos el abrazo de Mel Zelaya con los gorilas! ¡Ninguna negociación con los asesinos! ¡Las elecciones del 29/11 están muertas! ¡Asamblea Constituyente, ya! 4º Informe desde algún lugar de Honduras Por Roberto Sáenz, 25 de septiembre de 2009, 18:00 horas Los acontecimientos se mueven muy rápido en Honduras. El comienzo de la semana estuvo marcado por la euforia del regreso de Zelaya. Luego, promediando la misma, se descargó una durísima represión con un toque de queda permanente que suspendió incluso la actividad económica del país. Hoy, a estas horas, la pauta la está dando un esbozo de “diálogo de reconciliación nacional” para superar la crisis. La expresión más palmaria de esta negociación ha sido el escandaloso abrazo de Mel Zelaya con los cuatro candidatos golpistas, que fueron a visitarlo en la embajada del Brasil y que está hoy en la tapa de todos los diarios. Esta actitud de Zelaya ha provocado el justo repudio de porciones enteras de la Resistencia. La razón es obvia: no se trata sólo del “detalle” que en las calles rige el toque de queda, que sigue habiendo muertos, heridos y detenidos y que Zelaya se abraza con connotadas figuras golpistas… Se trata de que en estos abrazos lo que se está jugando es la entregada de la heroica lucha popular y sus reivindicaciones más sentidas. Este es explicable: la realidad es que la polarización de la situación y la maduración de la resistencia han planteado un escenario donde eventualmente está en juego la caída revolucionaria del régimen golpista. De ahí que todos esos actores políticos –incluyendo al mismísimo Zelaya– están corriendo para impedir esto; en primer lugar, la susodicha “comunidad internacional”. Hay una situación crítica, porque los gorilas no han puesto en pié instituciones propias… Simplemente, to-

das las instituciones del régimen anterior (que era una suerte de democracia muy restringida, “oligárquica”), se transformaron en las bases fundamentales del régimen golpista. Desde las FFAA hasta el Cardenal; desde los partidos patronales, el Congreso y el poder judicial hasta la mayoría de los medios de comunicación e incluso el encargado nacional de los “derechos humanos”, todos ellos están en el golpe. Entonces, este andamiaje del estado burgués, amenaza, de conjunto, con venirse abajo si la movilización de masas tumba a la dictadura gorila... si no se los rescata a tiempo con la “reconciliación”. Es que, simultáneamente, frente al golpe gorila, emergió otra “institucionalidad”: el movimiento popular de la resistencia y el Frente Nacional de Resistencia Popular (FNRP). Se podría decir, insistimos, que se esboza como una red de otra “institucionalidad”. En verdad, el desarrollo organizativo y político de la resistencia todavía no llega a tal madurez. Pero el hecho es que, por un lado, está el régimen golpista (con todas las instituciones burguesas del país) y, por el otro, la resistencia (que hasta incluye medios de comunicación propios). Esto deja márgenes muy estrechos para la negociación, precisamente por lo que señalamos: porque está en juego la caída de todo el régimen político de Honduras, de todas sus instituciones. Y, como es obvio, esto es sumamente peligroso para los de arriba. Frente a ese peligro, y bajo la presión de los organismos internacionales (que tienen pavor al desborde revolucionario), la negociación ha sido puesta en marcha. Sin embargo, esto no quiere decir que vaya a ser nada fácil ni sencilla. El “simple” abrazo de Zelaya con los cuatro candidatos golpistas despertó un intenso y hondo repudio. La gente tiene el justificado temor de que en sus “abrazos” Zelaya entregue el núcleo duro de las reivindicaciones populares. Y estas reivindicaciones tienen la virtud, efectivamente, de poner en entredicho todo el régimen existente. Es que las demandas más hondamente sentidas son el castigo a todos los golpistas y la puesta en pie de una Asamblea Nacional Constituyente. En ese escenario, insistimos, la negociación no será nada sencilla: sus “actores” tienen márgenes muy estrechos. Una entregada muy escandalosa de las reivindicaciones de la lucha de parte de Mel Zelaya, amenazaría con abrirle un importancia flanco izquierdo. Sería algo que hasta ahora no se ha visto en América Latina con gobiernos y movimientos afines, como Chávez o Evo Morales, que son las versiones más “izquierdistas” del progresismo regional. Este “flanco izquierdo” podría vertebrarse alrededor de la figura de Carlos H. Reyes –dirigente sindical que encabeza las “Candidaturas Independientes”–, cuya figura se ha prestigiado mucho por su destacado papel en la resistencia. También, en ese “flanco izquierdo” está, entre otras


organizaciones, el PST (Partido Socialista de los Trabajadores), aunque la acumulación orgánica de esas corrientes sea aún muy pequeña. Pero también para los golpistas los márgenes son estrechísimos. Ni siquiera están de acuerdo entre ellos – al menos por ahora– en la restitución de Zelaya. Menos aún admiten una Constituyente, que en estos momentos aparece como una instancia “revolucionaria” que podría barrer con todas las instituciones golpistas. Por el contrario, Micheletti y el régimen golpista, incluyendo sus cuatro candidatos, están jugadísimos a la legitimación de todo lo actuado (y también de las instituciones golpistas) vía las elecciones del 29 de noviembre. Todo es “negociable” salvo eso: estas elecciones son vistas como la tabla de salvación para que el régimen no caiga. Como se ve entonces, las negociaciones siguen marcadas por una intensa contradicción: es que está en juego, efectivamente, la continuidad del régimen. A esta continuidad, los golpistas se aferran con uñas y dientes. Y, para Zelaya, amén de su reinstalación, necesitaría algunas reformas. Es que Zelaya, evidentemente, no se puede conformar con nada menos que su reinstalación en la presidencia. Pero a estas alturas, es difícil que se conforme sólo con una reinstalación por algunas semanas, además del problema político de entregar la reivindicación de la Constituyente, que es la más sentida entre las masas populares. Al mismo tiempo, para reinstalar a Zelaya, Micheletti tendría que “volar”. Además, casi inevitablemente, habría que al menos postergar el calendario electoral. Esto abriría las puertas a todo tipo de incertidumbres. Asimismo –también inevitablemente– aunque sea muy parcial por las eventuales entregadas de Zelaya, sería visto por las masas como un triunfo de su resistencia. En estas condiciones, la política de los socialistas revolucionarios pasa por empujar una caída revolucionaria del régimen gorila: derrotarlo en las calles y con la huelga general. Repudiar toda salida negociada con los fascistas. Llamar al rechazo activo a las elecciones del 29 de noviembre, impulsando una Asamblea Constituyente que liquide todas las instituciones golpistas, discuta una reorganización de arriba abajo del país al tiempo que se construye el FNRP como eventual institución alternativa de poder.

Entre el giro represivo, la negociación y la caída revolucionaria de los gorilas Honduras luego de la llegada de Mel Zelaya Por Roberto Sáenz Desde algún lugar de Honduras para Socialismo o Barbarie, 28/09/09

“El golpe de estado en Honduras hizo pagar la cuota de movilización que el pueblo debía para empujar la historia y así lograr transformaciones sociales; el precio para lograr conciencia social, redes nacionales e internacionales de la resistencia. Contrario a una lógica mecánica, para el pueblo han sido muy útiles los ochenta días consecutivos de resistencia; el tiempo transcurrido sirvió para crear, aumentar sus fuerzas, articularlas y plantearse una transformación más radical”1 Con el retorno de Mel Zelaya se ha abierto la cuarta coyuntura en la heroica resistencia en Honduras. Las jornadas pasadas desde la madrugada del lunes 21 de septiembre han estado plagadas de marchas y contramarchas, de estados de ánimo cambiantes, de idas y venidas repartidas entre tres escenarios posibles: el endurecimiento represivo del régimen golpista, la negociación o la caída revolucionaria de los fascistas. La insoportable convivencia de varios poderes Los acontecimientos se han venido moviendo aceleradamente. Sí el comienzo de la semana estuvo marcado por la euforia del regreso de Zelaya, y promediando la misma se descargó una durísima represión con un toque de queda permanente, luego se estuvo intentando la vía del dialogo. Pero a estas horas lo que se ve es al régimen gorila apostando nuevamente al reforzamiento del torniquete represivo: acaba de dar a conocer el establecimiento liso y llano del estado de sitio, con la prohibición de toda movilización, reunión de personas y abierta censura a los medios antigolpistas. La dictadura del siglo XXI está pretendiendo, ahora sí, transformarse en una autentica dictadura militar. Por eso, no se puede excluir la posibilidad de un baño de sangre como eventual preludio a una caída revolucionaria… 1

Opinión Necia, 15/09/09.


Para entender los cambiantes desarrollos en curso, hace falta tomar en cuenta el contexto más de conjunto dentro del cual se inserta la vorágine de los acontecimientos. Sólo recordemos que hemos defendido insistentemente desde estas páginas que la resistencia no estaba derrotada.También subrayamos el carácter de este de golpe de estado del siglo XXI, golpe que viene conviviendo con una suerte de creciente rebelión popular2: una contradicción que no puede permanecer eternamente: o la dictadura se transforma en una verdadera dictadura o es derrotada –de manera inminente– por la resistencia. Precisamente: muchas veces hace falta que se produzca algún hecho desencadenante como para que se terminen de revelar las verdaderas características de los acontecimientos en curso. Ese hecho fue el retorno sorpresivo3 de Mel Zelaya que abrió una coyuntura completamente nueva dejando colocado, en cierto modo, el problema del poder4. Porfirio “Pepe” Lobo –candidato presidencial del Partido Nacional [conservadores]– graficó bien el tipo de crisis que se está viviendo a estas horas en Honduras al señalar que “no sabe cuál es el presidente de Honduras”… Es una definición que grafica muy bien la suerte de “vacío de poder” que pareció expresarse en algunos momentos; pero que, de ninguna manera significa un camino fácil hacia la caída de los fascistas. Porque no es un hecho menor que las FFAA sigan unificadas detrás de los golpistas, detentando el monopolio de la fuerza, y jugando ahora Micheletti, cada vez más abiertamente, la carta represiva5. Es que a las cosas hay que llamarlas por su nombre: por momentos da la impresión que en Honduras conviven, de alguna forma, cómo tres poderes: 1) el régimen de facto de Micheletti (que es el que tiene el poder real pero cero legitimidad); 2) Zelaya y su gabinete “paralelo” (que no tiene ningún poder digamos real, pero casi toda la legitimidad) y 3) en cierta manera, la resistencia misma, que 2

Hubo algunos pequeños grupos –por ejemplo, en Costa Rica– que se «rieron» de esta definición… 3 Más allá de todas las especulaciones que se han tejido en estos días, da toda la impresión que Zelaya volvió en gran medida por las «suyas», alertado de la condición minoritaria en que habían quedado los golpistas y cansado de esperar que la «comunidad internacional» lo restituyera en su cargo. 4 Distorsionado, porque las FFAA siguen ahí, por ahora unidas y gozando del monopolio absoluto de la fuerza. 5 En una reciente cadena nacional de los golpistas, se emplazó al gobierno del Brasil a que en un plazo de 10 días retire a Zelaya de su embajada so pena de invadirla… Además se le declaró la «guerra» a todos los países que o rompieron relaciones con Honduras o retiraron su embajador…

tiene muchísima legitimidad, cierto poder de movilización, pero carece, hoy por hoy, de atributos de poder real. Sin embargo, esta situación de “vacío de poder” no puede durar eternamente: de ahí que lo que se está viendo a estas horas es a los gorilas jugando, más y más, la carta represiva. Ahora, con el estado de sitio. En síntesis: lo que se está viviendo en Honduras es una crisis que ya desborda al régimen político y se está transformado en una crisis de soberanía estatal: una crisis de estado que coloca por delante escenarios revolucionarios o contrarrevolucionarios. Cuando los fascistas quedan en minoría… y se hacen más peligrosos Lo primero que hay que señalar tiene que ver con elcontexto del arribo de Zelaya a Honduras. Para esto es clave comprender el significado de los festejos del día de la independencia el pasado 15 de septiembre. Es un hecho que –en aquellos festejos– a los golpistas se los vio en franca situación minoritaria: “A 80 días de lucha desde el golpe se ha desarrollado una movilización jamás vista antes. La gente ha salido a la calle en todo el país, y en Tegucigalpa la participación ha sido impresionante, con mucha más gente que la del pasado 5 de julio. Calculamos varios centenares de miles de personas que coparon el Boulevard Morazán y el centro de la ciudad, hasta llegar al Parque Central, en una columna de varios kilómetros. Este pueblo ha despertado, y hoy más que nunca estamos seguros de que nadie va a poder detener el proceso que nos llevará a la Asamblea Constituyente. Este pueblo tiene fe que va a recuperar lo que le pertenece a través de una Constitución hecha para el pueblo y no para los ricos oligarcas del país”6. Esto no fue así al comienzo del proceso golpista. En oportunidad del golpe del 28 de junio, la primera reacción entre los sectores populares fue de “apatía”: parecía tratarse de algo que ocurría en las alturas de los “políticos”. Supuestamente, nada tenía que ver con las problemáticas cotidianas de los de abajo. Incluso, al comienzo, las “marchas blancas” de los golpistas causaron gran impacto. Podía parecer que los gorilas tenían el apoyo de la mayoría social del país. Sin embargo, con el correr de las semanas, esto fue dando una verdadera vuelta de campana. Si por arriba se ha venido manteniendo –hasta ahora mismo– una férrea unidad (un dato no menor a estas horas de nueva vuelta de tuerca represiva), entre los sectores populares y las clases medias esa situación de “apatía” (o incluso de mayoría pro–golpe) se fue transformando en su contrario. Hoy está claro que los gorilas ejercen el poder en una condición minoritaria. Tan minoritaria que incluso el 6

Giorgio Trucchi, Rel–UITA.


cerco mediático que caracterizó las primeras semanas del golpe, está cediendo: de ahí la necesidad de apelar al estrechamiento del torniquete represivo cómo carta salvadora. Porque aquí hay, efectivamente, un problema gravísimo para los golpistas: se trata de una dictadura militar queconvive con una rebelión popular que no ha hecho otra cosa que fortalecerse día a día7. Una dictadura militar que hasta ahora no ha logrado ser todo lo represiva que necesita ser. Y que, además, políticamente, está en minoría, amen de completamente aislada internacionalmente8. En esas circunstancias, es evidente que no puede tener mucho futuro, salvo que desate un verdadero baño de sangre… La resistencia se transforma en un hecho de masas “El elemento más representativo, dinámico y sorprendente en esta crisis ha sido el surgimiento de una oposición beligerante y plural al golpe de estado, aun bajo condiciones extremas de represión. Movilizaciones, tomas de carreteras, puentes, actos culturales y de solidaridad e incluso sacrificios trágicos han permitido, bajo diversas motivaciones y afiliaciones, que amplios sectores de la ciudadanía pasaran en muy poco tiempo de la humillación, ofensa e intimidación inicial que conlleva un golpe de esta magnitud, a una etapa de autoestima, beligerancia y organización para la resistencia”9. En los últimos meses en Honduras hay un hecho de extrema importancia: la manera en que se ha extendido –entre amplísimos sectores de masas– la resistencia al golpe de estado. Está claro que desde el mismísimo 28 de junio que el golpe viene siendo desafiado: no hay más que recordar las tempranas movilizaciones de masas del domingo 5 de julio en aeropuerto en Tegucigalpa. Sin embargo, también es verdad que en aquellos tempranos acontecimientos, los elementos de espontaneidad de masas eran todavía los dominantes; y que los golpistas parecían exhibir todavía un “alto poder de fuego” en materia de sectores sociales que los apoyaban. 7

En los medios se puede observar en estos días más y más sectores que se pronuncian por una posición «independiente» tanto de Zelaya como de Micheletti… ¡cuando las ratas comienzan a abandonar el barco es señal inequívoca de peligro de hundimiento! 8 La incapacidad de ver matices a la hora de la ubicación del imperialismo fue un ángulo de polémica entre las corrientes de izquierda que pretendieron pontificar sobre los acontecimientos hondureños desde miles de kilómetros de distancia… 9 Revista Envió, ídem.

Hoy día la situación está “basculando”: no sólo la resistencia antigolpista es de masas, sino que al frente de la misma está una organización de lucha llamada “Frente Nacional de Resistencia Popular” con pocos antecedentes en el ciclo de rebeliones populares latinoamericano de la última década. Se trata de un organismo de masas con elementos de frente único de organizaciones sindicales, populares, campesinas y políticas que es la que aglutina nacionalmente la resistencia. Una organización que si políticamente está, efectivamente, dirigida por una corriente política burguesa (el melismo10), sin embargo, en tanto que frente único de lucha, tiene fuertes rasgos de organización de masas: se trata en lo esencial de un frente único de organizaciones representativas de los explotados y oprimidos. En este sentido, y en el contexto de las luchas agudizadas de los últimos días a propósito de la llegada de Zelaya, está la novedad (todavía embrionaria) de las tendencias a la resistencia y la organización en los barrios populares (aunque no todavía en los lugares de estudio y, menos que menos, de trabajo). Este elemento no es menor: es que en la experiencia histórica los organismos de lucha y poder que se han ido constituyendo al calor de los enfrentamientos, cuando estos son suficientemente profundos adquieren muchas veces una realidad “territorial”. Es decir: adquieren rasgos de cuestionamiento a las instituciones en los barrios, localidades y municipios que podrían estar prefigurando una instancia de poder nacional. Cualquier observador atento de la realidad hondureña de las últimas semanas se habrá dado cuanta como “peligrosamente” la resistencia popular hondureña ha ido constituyendo instancias que podrían adquirir estos rasgos de organismos de poder. Esta es la novedad que está trayendo la lucha antigolpista y que de polarizarse aun más la crisis política y los enfrentamientos en el país “catracho” –por ejemplo por la vía del enfrentamiento al salto represivo que preparan los gorilas– para nada está descartado que pegue un salto en calidad. Los estrechos márgenes de una improbable negociación Desde la llegada de Zelaya a Honduras, la OEA, la ONU, Lula e Hillary Clinton han comenzado a moverse con unavelocidad inusitada. ¿A qué se debe esto sí hasta ahora fueron todas “condenas” y “fintas” en las alturas? Es simple: la situación hondureña amenaza con desbordarse yendo incluso más allá del llamado “Acuerdo de San José”. 10

Esta corriente combina elementos provenientes del Partido Liberal (como el mismo Mel) con dirigentes provenientes del movimiento popular hondureño.


Los que ocurre es que la aguda crisis política está basculando entre tres escenarios posibles: El escenario número uno es el que está intentando sostener el gobierno gorila: a sangre y fuego, vía la imposición de un casi permanente y asfixiante toque de queda transformando ya en estado de sitio por cuarenta y cinco días, seguir buscando la tabla de salvación legitimadora de las elecciones del 28 de noviembre: “Elvin Santos [candidato liberal anti–Zelaya] aseguró que el proceso electoral de noviembre es el mecanismos para salir de la crisis y mantener el respeto a la ley e institucionalidad de Honduras. ‘Es la última y única esperanza para salir de la crisis. Es una situación desesperante y ya nadie quiere vivir con este temor y este miedo’ señaló… Santos fue enfático y dijo que ‘vamos a defender con todo lo que este a nuestro alcance esas elecciones. Hay que devolverle la paz a Honduras y enfrentar con valentía la crisis”11. A no confundirse: este escenario es el que está todavía presente. Esta opción es la que está defendiendo Micheletti de la mano de las FFAA y con el cerrado apoyo de la flor y nata de la burguesía hondureña:mantenerse en el poder sosteniendo el calendario electoral hacia las elecciones del 29/11 y redoblando aun de manera más peligrosa el torniquete represivo. Insistimos: Micheletti parece no estar solo en este escenario: cuenta con el beneplácito tanto de Porfirio Lobo Sosa (candidato presidencial del Partido Nacional que ya se había calzado la banda presidencial) como de Elvin Santos (candidato del Partido Liberal), amén de candidatos menores que no cuentan para nada. Hay un segundo escenario: que se refloten los “Acuerdos de San José”. ¿Cuál es la dificultad hoy de estos acuerdos? La realidad de extrema polarización de los últimos días parece haber desbordado también este escenario. Si semanas atrás era más plausible entregar reivindicaciones hondamente sentidas como la Constituyente, ahora esta opción sería mucho más costosa para el prestigio de Zelaya; esto amén de que los fascistas no quieren transigir en nada sustancial. En todo caso, en cualquiera de los escenarios señalados, existe una intensa contradicción: al haber ido las cosas tan lejos, los “actores” no pueden dejar de moverse dentro de márgenes muy estrechos. Los golpistas ni siquiera están de acuerdo –lo siguen repitiendo de manera insistente– con la reivindicación de mínima de la contraparte: la restitución de Mel Zelaya. Incluso en las últimas horas han amenazado con hacer un operativo sobre la embajada del Brasil para detener a Zelaya…12 Menos que menos aceptarían una Constituyente, aun si 11

El Heraldo, 03/09/09. Se trata de uno de los principales diarios golpistas de Honduras.

esta fuera “pactada” como de alguna manera lo fue en Bolivia. Por el contrario, Micheletti y el régimen golpista no parecen dispuestos a otra cosa que a lalegitimación de todo lo actuado vía las elecciones del 29 de noviembre. Por su parte, Zelaya, no se puede conformar con nada menos que con su reinstalación. Este punto sigue siendo cómo la contradicción “antagónica” de la negociación. Esto, amén del problema de entregar la reivindicación de la Constituyente que es la más sentida entre las masas populares… Pero para reinstalar a Zelaya… el gorila Micheletti tendría que salir del poder. Además, casi inevitablemente, habría que postergar el calendario electoral, lo que abriría las compuertas a todo tipo de incertidumbres. Lo que está en juego es la caída revolucionaria del régimen Ése es el tercer escenario posible: la caída revolucionaria del régimen. Es que la crisis política sigue marcado por una contradicción “antagónica”: está en juego la continuidad del régimen gorila. Al mismo tiempo, Zelaya, amén de su reinstalación, necesitaría que el régimen tenga algunas reformas. ¿Cual es la razón para que el escenario de la negociación resulte tan complejo? Es muy simple: lo que está en juego es, ni más ni menos, que la eventualidad de la caída revolucionaria del régimen golpista. Hay una situación crítica porque no se trata que los gorilas hayan puesto en pié sus propias instituciones. Simplemente, todas las instituciones del régimen anterior (una suerte de democracia “oligárquica” establecida en el año 1982), se transformaron en las bases fundamentales del régimen golpista: desde las iglesias Católica y Evangélica, pasando por las FFAA, todos los partidos patronales, el Congreso, el poder judicial, la mayoría de los medios de comunicación, hasta llegar al encargado nacional de los “derechos humanos”: todos están en el golpe. ¡Es este andamiaje de conjunto, que amenaza con venirse abajo, si no se lo rescata con un salto represivo (o una salida negociada)! “El sistema político bipartidista manipulado desde los despachos empresariales, no admite fisuras por pequeñas que sean, en un estado de características corporativas, patrimonialistas, clientelares, centralizadas y autoritarias. 12

En una cadena nacional le han dado al gobierno de Brasil diez días para normalizar la situación respecto de la permanencia de Zelaya en la embajada, al tiempo que le han declarado la «guerra» a los países que han roto relaciones con el gobierno hondureño. En el fondo, lo que están haciendo, es tratando de mantener su soberanía dentro del país, la que está siendo cuestionada indiscutiblemente por la permanencia de Zelaya en el territorio del país.


En ese contexto, Zelaya es una figura clave en tanto encarna al presidente–víctima y lo seguirá siendo mientras la acción de los usurpadores persista; pero la tendencia es que las consecuencias de lo ocurrido superen o rebasen su protagonismo”13. Además, como ya hemos señalado, la circunstancia es que, enfremtando al golpe gorila, está emergiendo comootra “institucionalidad”: el movimiento popular de la resistencia que que está configurando la red de esa otra “institucionalidad” alternativa. En puridad, todavía no llega a tal madurez el desarrollo organizativo y político de la resistencia. Pero el hecho mismo que por un lado esté el régimen golpista y todas sus instituciones y por el otro la resistencia, que incluye incluso medios de comunicación “propios” (atención, por entre medio, está el mismo Zelaya y su gabinete “paralelo”), está haciendo emerger la eventualidad de otro poder: el poder de las organizaciones de la resistencia popular. En este escenario, una negociación no será nada sencilla. Una entregada muy escandalosa de parte de Mel de las reivindicaciones de la lucha amenazaría con abrirle un flanco izquierdo de enorme importancia. Flanco izquierdo que podría vertebrarse alrededor de la figura de Carlos H. Reyes (y, en ese contexto, del PST H, entre otras organizaciones, aun sea la acumulación de estas todavía extremadamente pequeña) a partir de su indeclinable retiro de la farsa electoral del 29 de noviembre. ¿Por qué no un gobierno provisorio del FNRP? “Para ‘apoderarse’ de instituciones y bancos, ‘convocar a elecciones’, encomendar la ‘administración provisional de los asuntos’, ‘proclamar el derrocamiento de la monarquía’, para todo eso es absolutamente necesario formar y proclamar, primero, un gobierno revolucionario provisional que unifique y dirija hacia un mismo fin toda la actividad del pueblo revolucionario”14. Como venimos señalando entre medio de la crisis se ha ido abriendo paso la resistencia popular y las “instituciones” de la resistencia, las que, potencialmente, podrían “reemplazar” –en determinadas circunstancias– a las instituciones del podrido régimen gorila. Un hecho no menor ya señalado, es el hecho de que a estas horas el país tiene como “dos presidentes”… Esto podría abrir una brecha en el aparato del estado, conformándose eventualmente cómo dos entidades estatales (de mantenerse por mucho tiempo la actual situación). 13

Revista Envió, Nº 22, Agosto 2009. V.I.Lenin, Obras Completas, Tomo IX, Cartago, Buenos Aires 1971, pp. 148. 14

Sin embargo, algo está claro desde el punto de vista de los socialistas revolucionarios: de lo que se trata, es de empujar en la perspectiva de que sea el Frente Nacional de Resistencia Popular el que provisoriamenteasuma el poder para garantizar la realización de la que es, hoy por hoy, la principal bandera del movimiento de masas en Honduras: la Asamblea Nacional Constituyente Libre y Soberana. La perspectiva anterior se concreta en una serie de tareas inmediatas. En primer lugar, barrer a los golpistas y su represivo estado de sitio, organizando la resistencia desde los barrios populares: se trata de poner en pieformas de autodefensa de masas, de coordinación de los barrios y localidades que ya están en manos de la resistencia, y de llevar esta orientación a los lugares de trabajo y estudio15. Esto, como manera deconstruir una verdadera huelga general por tiempo indeterminado hasta la caída de los gorilas, medida que ha estado ausente en la orientación del Frente por una serie de obvios problemas que vienen del carácter conciliador de la dirección melista. La segunda tarea pasa por terminar de herir de muerte las fraudulentas elecciones que pretende llevar a cabo el régimen gorila. Estas elecciones están muertas y por esto misma razón en estos mismísimos momentos la candidatura independiente de Carlos H. Reyes está informando que ha resuelto, de manera irrevocable, retirarse de este proceso electoral fraudulento y llamar al rechazo activo a las falsas elecciones de los fascistas16. Esto al tiempo que se propone mantener la iniciativa de la “Candidatura Independiente” por la vía de la construcción de un Instrumento Político de los Trabajadores de la ciudad y el campo en torno a su figura. En tercer lugar, está el empujar en el sentido de la convocatoria inmediata de una Asamblea Nacional Constituyente que no deje piedra sobre piedra de las instituciones golpistas y discuta una reorganización de arriba abajo del país en una clave que vaya más allá del capitalismo. Pero todas estas tareas deben tener quien las garantice: como está dicho, eso pasa por ir en el sentido de la puesta en pie del gobierno provisional del Frente Nacional de Resistencia Popular.

Un ensayo general revolucionario “A partir de la bancarrota del sistema capitalista hondureño, el golpe va dirigido contra el pueblo 15 De manera incipiente están comenzando en El Progreso la revolucionaria experiencia de llevar la agitación de la resistencia a las puertas de las maquilas: esa podría ser la vía para construir una verdadera huelga general. 16 Ver a este respecto el Comunicado n° 2 de la candidatura independiente.


hondureño y en particular contra el movimiento popular organizado. Un movimiento popular que retoma el camino de mayo, es decir el de la huelga de 1954, avanzando en su independencia de clase después de décadas de sometimiento al orden burgués y en particular de seguidismo al Partido Liberal y sus caudillos”17. Honduras está viviendo el segundo ensayo revolucionario de su historia contemporánea, ensayo que no excluye también la eventualidad de un duro salto represivo. El primero fue la heroica huelga general de los obreros del banano de la Tela Railroad Company (nombre de la United Fruit Company en Honduras) en 1954. Esa lucha del enorme proletariado rural del país de aquella época, hizo historia y dejó jalones que hoy, la lucha antigolpista está de alguna manera volviendo a retomar. Al mismo tiempo, la lucha antigolpista de hoy, por las dimensiones y radicalidad que está adquiriendo, está tomando la forma de un verdadero ensayo general revolucionario. Decimos esto sin pretender hacer “doctrinarismos” ni exagerar las cosas. Entre otras carencias respecto de las experiencias “clásicas”, está el hecho que las organizaciones socialistas revolucionarias son extremadamente pequeñas en Honduras. Al mismo tiempo, los rasgos generales de la lucha hondureña no han escapa-

17

Carlos Amaya, El Trabajador, N°73. Se trata del periódico de nuestros compañeros del PST H. En el mismo sentido: «Nunca en la historia moderna del país los sectores progresistas y de izquierda habían logrado construir tan amplia alianza y mantenerse movilizados en las calles por tanto tiempo a pesar de la represión y las condiciones políticas adversas. Las propuestas de izquierda podrían nutrirse para ampliar su base social y tratar de convertirse en una fuerza política influyente por primera vez en la historia hondureña». Reportaje al analista político Gustavo Irías, El Heraldo, 1° de septiembre del 2009.

do de los límites del conjunto del ciclo latinoamericano marcado por rasgos de rebelión popular pero no de revolución social. Sin embargo, la rebelión popular ha venido acumulando elementos que están yendo bastante más lejos que las experiencias latinoamericanas recientes: la formación de la Coordinadora Nacional de Resistencia Popular devenida en Frente Nacional de Resistencia y que podría acumular elementos en el sentido de constituirse en una suerte de poder alternativo en caso de profundizarse la crisis, y la puesta en pié de una referencia política general de independencia de clase alrededor de Carlos H. Reyes, son elementos que podrían ir para el lado de un desbordamiento de los límites no sólo del régimen político sino del sistema mismo. La política de los socialistas revolucionarios pasa entonces por empujar para el lado de la caída revolucionaria del régimen gorila y su actual giro represivo, por derrotar en las calles y con los métodos de la huelga general por tiempo indeterminado a los gorilas repudiando toda eventual salida negociada, llamando al rechazo activo a las elecciones del 29 de noviembre e impulsando una Asamblea Constituyente que liquide todas las instituciones golpistas. Todo esto garantizado por el Frente Nacional de Resistencia como eventual institución alternativa de poder.


Candidatura Independiente Popular a la Presidencia de la República COMUNICADO 2 Los empresarios golpistas en su estrategia de legitimarse para profundizar el neoliberalismo y abortar la constituyente, califican el golpe de Estado del 28 de junio no como golpe de estado militar, sino como “sucesión constitucional” y lo hacen así, para poder realizar las elecciones del 29 de noviembre como si aquí no ha pasado nada. Con las elecciones pretenden no solo legitimar el golpe de Estado, sino garantizar la continuidad de los golpistas en el poder, sepultar la Constituyente y bajar el perfil de la Resistencia. Si nuestra posición y la de la Comunidad Internacional es que ha habido un golpe de Estado, lo único que procede es reestablecer el Orden Constitucional reinstalando al Presidente Zelaya Rosales en su puesto; o, convocar a una constituyente que siente las bases para la refundación de la República, con representación mayoritaria de todos los Sectores Populares. Para no caer en la estrategia y táctica de los golpistas la Candidatura Independiente Popular en su “COMUNICADO 1” del 14 de agosto 2009 sostuvo en su punto número 4: “que los candidatos no golpistas a todo nivel de elección popular se retiren del proceso electoral si se mantiene la dictadura”, en vista que el proceso electoral del 29 de noviembre es imposible de realizarse por las siguientes razones: Ø Por ser los militares quienes gobiernan. Ellos están en todas las instituciones, incluyendo el Tribunal Supremo Electoral (TSE) desde donde controlan el proceso. Un gobierno de facto y la presencia militar en sus decisiones no garantiza la juridicidad del proceso electoral Ø Por la ilegalidad del Estado, su aislamiento político-financiero internacional y la oscuridad de la plataforma informática del proceso Ø Por la negación a aceptar la premisa fundamental que NO hay legalidad sin restitución presidencial Ø Porque no se puede ofrecer seguridad para el proceso electoral en un ambiente de odio y de intolerancia fomentado por el sistema de comunicación corporativo privado y publico. Los ciudadanos no podemos votar en condiciones de terror impuestas por el ejército, medios de comunicación y empresarios. Ø Porque la transparencia en un ambiente en el que el gobierno de facto ha apostado a reciclar su gobierno espurio con las elecciones, es imposible. Todos los cons-

piradores, apuestan a las elecciones. Por eso los golpistas que falsifican firmas, asesinan, violan los derechos humanos y la Constitución, inflarán sus resultados para hacer creer al mundo que el pueblo votó masivamente, porque cree en sus instituciones. Con el regreso del Presidente Zelaya, a Tegucigalpa, el régimen golpista en un acto de desesperación ha incrementado la represión generalizada contra el pueblo, además del acoso, atentado a los derechos humanos y amenazas permanentes contra el Mandatario y quienes lo acompañan en la Embajada de Brasil. Al mismo tiempo se está impulsando un dialogo, condenado al fracaso desde el momento que Micheletti ha declarado que no es para restituir al Presidente Zelaya sino para legitimar las elecciones. Por lo tanto, la Candidatura Independiente Popular a la Presidencia de la República con Carlos H. Reyes, como presidente, Bertha Cáceres, Maribel Hernández y Carlos Amaya como designados, fija la siguiente posición: 1. Cualquier diálogo previo al proceso electoral de noviembre tiene que tener por premisa la restitución al Orden Constitucional sin condiciones y de inmediato. Un diálogo solamente para legitimar las elecciones sin volver al orden constitucional es una trampa. 2. El mejor espacio para resolver el fondo de esta crisis es en una Asamblea Nacional Constituyente que elabore una nueva Constitución que será un Pacto Social para salir del atraso y la dependencia. 3. Continuamos de manera urgente un proceso de análisis y consulta entre simpatizantes y estructuras organizativas para decidir el retiro de la Candidatura del proceso electoral de no haber restitución del Orden Constitucional porque para nosotros la Constitución NO es “pura babosada”. 4. Llamamos respetuosamente a los demás sectores políticos electorales antigolpistas a tomar en consideración esta posición. Tegucigalpa, M.D.C. 28 de Septiembre de 2009

CARLOS H. REYES BERTHA CÁCERES MARIBEL HERNÁNDEZ CARLOS AMAYA


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