Situación nacional En la Argentina de la polarización una alternativa independiente de los de abajo por Manuel Martínez
Entrevista Pablo Llonto: “La dictadura tenía apoyo de todos los medios. Y lo tuvo de Clarín, muy fuerte”
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Educación sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar y… Aborto legal para no morir por María Paula García
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Una opinión agua-fiesta El prostíbulo mundial por Espacio feminista irreverente
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Bariloche para armar por Victoria Freire
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En el país de los Derechos Humanos, los Humanos… desaparecen por Victoria Clerici
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Punto de vista Colombia De Macondo nada queda Resixstir es la manera por Federico Bernal
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Bolivia Tensiones en el recorrido político-social por Juan Wahren
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Panorámica La crisis económica global conmociona a Europa por Ezequiel Haro - Victoria Freire
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Debate Problemas de la militancia (o la militancia en problemas) Parte I por Fernando Aiziczon
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La lucha de los precarios en el Ministerio de Trabajo “Empieza por casa”
por José Luis
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Segundo Foro Nacional de Educación para el cambio social por Ulises Bosia
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Oswaldo Guayasamín por Adriana Pacagnini
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Homenaje Alejandro Cánepa por Manuel Martínez
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ste primer número de la revista La Minga contiene el esfuerzo y las expectativas de todo nuevo proyecto. Es una apuesta que hemos emprendido desde Socialismo Libertario y que ofrecemos –desde una perspectiva crítica y en nuestra búsqueda transformadora– Desde el sur del continente, por la revolución y el socialismo
Año I – Nº 1 Julio-Agosto 2010
como herramienta de debate, elaboración y análisis sobre la realidad, la política, la historia, la teoría, la cultura, etc. Entendemos esta apuesta como un ensayo abierto que contempla opiniones y puntos de vista diversos, así como coincidencias que vivimos, en muchos casos, en
Comité de redacción Victoria Freire Adriana Pacagnini (directoras) Ulises Bosia Félix Grossman Manuel Martínez Diseño y armado Mario a. de Mendoza Juan Collado Corrección Sol Martínez Adriana Pacagnini revistalaminga@gmail.com www.socialismolibertario.com Casa en Buenos Aires Ferrari 243 1414-Ciudad de Buenos Aires Te. (011) 4856-9879 socialismolibertario@hotmail.com
una experiencia de construcción común. Esta revista no es la voz centralizada de un partido, sino la elaboración colectiva de una organización que construye y articula con otros y otras, y que reconoce distintos aportes en el recorrido de los movimientos sociales, de las experiencias revolucionarias, de las corrientes teóricas y las contribuciones al socialismo. Nuestra organización integra la Coordinadora de Organizaciones y Movimientos Populares de Argentina (COMPA), como espacio de confluencia político y militante; al mismo tiempo nos reconocemos como parte de una enorme y variada tradición de izquierda que nos precede, así como de las luchas y experiencias de todos los explotados y oprimidos. Esperamos contar, como en este primer número de La Minga, con diversas participaciones y aportes. Nos proponemos contribuir, desde el pensamiento y el debate, a una lectura rebelde de la realidad,
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crítica de la historia y la cultura, por la transformación social, ofreciendo un ensayo de compromiso y búsqueda revolucionaria.
Casa en Rosario Tres de Febrero 2641 “4” (0341) 424-8110 2000-Rosario slenrosario@yahoo.com.ar Biblioteca Rosa Luxemburg bibliorosaluxemburgo@yahoo.com.ar
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Situación nacional
En la Argentina de la polarización una alternativa independiente de los de abajo Manuel Martínez
asi desapercibido pasó el 28 de junio, fecha que –un año atrás cuando se realizaron las elecciones parlamentarias– parecía marcar el agotamiento del “modelo” de los Kirchner iniciado en 2003. El conflicto entre el gobierno y “el campo”, que estalló en 2008 a partir de la propuesta de retenciones móviles a las exportaciones de granos con la famosa Resolución 125, y que fuera derrotada en el Senado con el celebérrimo “voto no positivo” del vicepresidente Julio Cobos, se expresó en esas elecciones causando un nuevo golpe al kirchnerismo. Como es sabido, el oficialismo perdió el control de las cámaras legislativas y la oposición cantó rápidamente victoria, anunciando el “inicio de un cambio”, asumiendo así que sus servicios prestados a las patronales de los agronegocios, con el apoyo de los monopolios mediáticos, finalmente le redituaba beneficios electorales. El 28 de junio de 2009, en efecto, parecía que había llegado la hora de los De Narváez y Solá, de las Carrió y Michetti, en fin, de un arco opositor variopinto que, en realidad sólo unido de ocasión y con Duhalde todavía en las sombras, se montaba en ese eufemismo llamado “el humor de la gente”, por supuesto contrario al gobierno. Sin duda, este último había perdido el apoyo de amplios sectores de la clase media, y también de sectores populares que poco tiempo antes habían permitido el triunfo en primera vuelta de Cristina Fernández. Las patronales de los agronegocios, reunidas en la Mesa de Enlace, apoyadas por Clarín, La Nación, TN, Canal 13 y otras especies mediáticas afines, dieron impulso a una nueva polarización político-social, acorralando al gobierno que, sin embargo, con su
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“modelo” vigente desde 2003, las había beneficiado extraordinariamente y en ese marco pretendía aplicar las retenciones móviles. Éste es el núcleo que nunca se ha puesto en discusión: las ganancias de las grandes empresas del agro, así como de los “pequeños y medianos chacareros”, están basadas en el saqueo de los recursos naturales y la avanzada del monocultivo transgénico de soja, que ha crecido aceleradamente a partir de la extensión de sus fronteras con el desplazamiento de pueblos y el desmonte. Digamos de paso, a propósito de esta nueva polarización político-social, que no se trataba ni se trata sólo de un fenómeno argentino. Ese mismo 28 de junio de 2009 se produjo el golpe de Estado en Honduras, un golpe cívico-militar que combinó métodos represivos tradicionales con mecanismos institucionales de “sucesión presidencial”. Zelaya, que seguramente de “progresista” tiene muy poco, aunque era considerado “intolerable” por la derecha, fue echado del poder por una banda de políticos reaccionarios, incluso de su mismo partido, con el apoyo efectivo de las fuerzas armadas y el “apoyo logístico” del Comando Sur de Estados Unidos. Lo sucedido en Honduras no deja de tener una connotación importante, porque el golpe queda planteado como un antecedente o una suerte de advertencia en el escenario latinoamericano. Volviendo a la particularidad argentina, todo aquel rimbombante triunfo de un año atrás se tradujo en muy poco tiempo en lo que realmente era: un triunfo realmente escuálido, como está visto hasta ahora, con muchas dificultades para articular una o algunas alternativas
políticas burguesas de recambio. El gobierno, por cierto debilitado en aquel momento, antes de recomponerse y de retomar la iniciativa política tuvo a su favor, efectivamente, la fragmentación de la oposición. Esperó que el canto de victoria de sus contrincantes se diluyera en sus propias luchas intestinas, más aún cuando en ese arco proliferaban y proliferan los caciques y las pitonisas que cada vez más muestran su raigambre de derecha. Un año después, por cierto, el problema no está resuelto ni para un lado ni para el otro, pero el kirchnerismo ha logrado retomar la iniciativa política a su manera, valiéndose no ya de la “transversalidad” antes tan proclamada, cuyo último fiasco fue la integración de Julio Cobos como vicepresidente en la fórmula de Cristina Fernández. Ha retomado su iniciativa aprovechando la incapacidad manifiesta de la oposición para mostrarse como alteridad superadora del kirchnerismo, pero también adoptando algunas medidas que han tenido un cierto impacto social.
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Nuevos aires y contradicciones del proyecto K La recuperación del gobierno durante el último año no tiene como base ningún giro a la izquierda, ni mucho menos algún impulso político a una nueva movilización social. Es importante señalar ante todo esto que, tanto el cascabeleo del mosaico opositor, siempre inflado por los medios, como las nuevas y contradictorias iniciativas adoptadas por Cristina Fernández, tienen como trasfondo un reflujo real de los sectores populares que protagonizaron la rebelión de 2001-2002. Sin embargo,
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debemos señalar al respecto por lo menos dos cuestiones: la primera, que las huellas de aquella rebelión inédita no se han borrado, tal como se manifiesta en la continuidad de diversos movimientos sociales que no adscriben, o sólo lo hacen de manera efímera o tangencial, a los aparatos políticos tradicionales. El kirchnerismo lo sabe muy bien, lo experimenta cotidianamente y de alguna manera lo refracta en su política general. La segunda, si bien el reflujo no significa continuidad del ascenso de las luchas sociales, tampoco significa retroceso ni derrota, sino un momento en el que se siguen expresando luchas parciales o moleculares con objetivos “más concretos”, acompañadas por diversas reflexiones colectivas, elaboraciones y debates que permiten, en ese contexto, una acumulación de fuerzas, nuevas construcciones y articulaciones. Es en este marco que el gobierno ha retomado la iniciativa política. Las medidas que adoptó en los últimos meses, por ejemplo la Asignación Universal por Hijo, o el Plan Argentina Trabaja, más allá de que en este caso sea visible un manejo interesado por parte de intendentes y punteros, le han permitido recuperar cierto respaldo de sectores empobrecidos o marginados. Sin embargo estas medidas no están orientadas más que a paliar una situación estructural de marginalidad que no se ha modificado. El crecimiento del empleo en los primeros años de gestión no se tradujo en una mejora de las condiciones laborales. El trabajo “en negro” y precario siguen constituyendo una amplia porción dentro del mercado de trabajo, que casi no sufrió alteraciones, en proporción, respecto de los años 90. Desde este punto de vista, que el Esta-
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do emplee mano de obra precaria no es sorprendente sino ilustrativo de las condiciones de trabajo generales, y de cuan lejana es la pretensión de empleo con plenos derechos laborales. A su vez, la salida de la convertibilidad a través de la devaluación significó un derrumbe de los salarios que no han podido recuperarse hasta hoy. La intervención en el INDEC y la elaboración de índices de precios inverosímiles tampoco han demostrado ser una solución de fondo, sino todo lo contrario, frente a la inflación en aumento que aleja aun más los sueldos de la canasta básica. Por otra parte, la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual (Ley de Medios) ha sido seguramente la medida más trascendente, ya que golpea directamente a los monopolios mediáticos beneficiados por la dictadura, los cuales preservaron su poder y siguen manipulando la información luego de más de dos décadas de democracia. Además, la continuidad de los juicios contra los represores que actuaron impunemente durante la dictadura, más allá de la “lentitud” del Poder Judicial o de las contradicciones entre éste y el gobierno, es una demostración, reconocida incluso a nivel internacional, de que el actual régimen sostiene su particular política de derechos humanos en los marcos de la institucionalidad democrático-burguesa. A esto debemos agregar la reciente iniciativa de aprobar el matrimonio de personas de un mismo sexo. Pero toda esta política, que se presenta como ampliación de la democracia, y por eso mismo como “progresista”, provocando la reacción de la derecha y de sus medios, no tiene su correlato en una defensa sostenida de los derechos humanos en la
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actualidad. No existe ninguna decisión de acabar con la impunidad de las fuerzas represivas, que por supuesto sigue vigente. Los casos de gatillo fácil, la trata de mujeres, los secuestros y múltiples delitos en los que están directamente involucrados los aparatos policiales no han tenido hasta ahora ninguna respuesta orgánica del gobierno. Es importante señalar esto, ya que “el gobierno de los derechos humanos”, que además se jacta de no reprimir la protesta social, deja correr sin ningún problema abusos, atropellos y violaciones a los derechos elementales de las personas, en especial a los jóvenes y pobres. En este contexto de recuperación del kirchnerismo, el gobierno propuso el pago de parte de la deuda externa con las reservas existentes en el Banco Central. Esta propuesta, que en sí misma no tiene nada de “progresista” ni mucho menos de “izquierda”, provocó una polarización política surrealista, incluido el “caso Redrado” y demás. La derecha y los partidos de oposición –que siempre fueron serviles de los organismos de crédito internacionales, y tributarios de los grupos concentrados del poder económico– se colocaron contra el pago, en los términos de la propuesta oficial. La trampa consistió en considerar la posición del gobierno como “progresiva”, sin cuestionar la deuda misma ni su origen fraudulento, frente a una oposición que proponía nuevos endeudamientos para cubrirla y un retorno a los tristemente célebres planes de ajuste. Otra cuestión, no menos importante, es la discusión que se ha abierto respecto del 82% móvil para los jubilados. Esta reivindicación histórica, más allá de que ahora sea utilizada instrumental-
mente por la oposición que en los años 90 no dudó en recortar las jubilaciones, tiene plena vigencia y no resiste las explicaciones con las que el gobierno se opone. Sin duda, en el marco de su recomposición, lo que menos quiere el kirchnerismo es adoptar medidas de este tipo, ya que le significarían obtener recursos especiales, un reajuste presupuestario y, sobre todo, una discusión sobre la inflación realmente existente, distorsionada por los índices oficiales. Más bien expresa cuáles son los límites y los verdaderos alcances de las políticas institucionales y del proyecto de reestatización de las AFJP. Finalmente debemos señalar que, en el escenario de
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recuperación política del gobierno con todas sus contradicciones, los festejos por el Bicentenario jugaron a su favor. Fue el gobierno quien los organizó, tratando de darles un carácter popular y logrando que participen millones de personas, especialmente en Buenos Aires. En este sentido podemos decir, más allá de la polémica sobre el significado de la celebración, que el gobierno logró que los “sentimientos de identidad nacional” se expresaran masivamente. Con millones de personas en las calles, no hubo manifestaciones contrarias al kirchnerismo, tampoco de adhesión a la oposición, sino más bien expresiones de un “sentimiento común”, que a su vez permitió sin mayores traumas la participación de lo más diverso: desde Madres y Abuelas de Plaza de Mayo hasta las fuerzas armadas, transitando por múltiples manifestaciones culturales; y un relato histórico que comprendía desde el recuerdo de la noche negra de la dictadura hasta los acontecimientos de 2001, pasando por la guerra de Malvinas, etc.
Ampliación del proyecto K Otro aspecto a tener en cuenta es la ampliación del proyecto político kirchnerista que está en curso, teniendo en la mira las elecciones de 2011. Esta ampliación confirma que el kirchnerismo es una lectura del peronismo y no “el peronismo”, como está visto, con una orientación de apertura más allá del aparato tradicional del PJ, pero, desde luego, sin salirse de él. Esta política no es exactamente la famosa “transversalidad” antes proclamada y que fracasó. Es, más bien, un giro que apunta a la creación de un movimiento político en el que confluyan
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diversos sectores políticos y sociales, ya sea peronistas, pro-peronistas o de centroizquierda. Los Kirchner y su entorno necesitan y prefiguran un abanico más amplio que el propio PJ para sostener al gobierno y la “continuidad del modelo” más allá de 2011. Independientemente de que tal continuidad esté garantizada o no, lo cierto es que la idea se viene trabajando con diversas articulaciones y logrando diferentes repercusiones. Un componente que empezó a desarrollarse en medio del conflicto con “el campo” fue el grupo de intelectuales reunidos en Carta Abierta, quienes brindaron su contribución con sus elaboraciones y con su presencia en ámbitos académicos. El surgimiento de este grupo no es un problema menor, ya que significa un reposicionamiento de sectores de la intelectualidad “progresista”, de centroizquierda y hasta de izquierda respecto del gobierno y su política. Casi en paralelo y en el mismo sentido, se vienen conformando o reconvirtiendo agrupaciones estudiantiles kirchneristas que no necesariamente cuentan con una amplia militancia activa, pero sí con el beneficio de que sus propuestas –vía Carta Abierta– tienen un no despreciable apoyo o simpatía en las aulas. Otro componente que se inscribe en la disputa ideológica y que está lejos de ser orgánicamente partidario, aunque contribuye al sostenimiento del oficialismo, es el programa 6- 7- 8 emitido por la televisión pública. Este programa, que analiza críticamente a los medios opositores, mostrando sus contradicciones y hasta poniéndolos en ridículo, ha logrado, de manera inédita, movilizar a miles de personas no sólo en Buenos Aires sino en otras ciudades del
o imient al mov e t o s t e n a , u _en c efiere ectiva r e s p al sindic iene en pers T con t CG o a t l c e e y pro mo ón d , o co ficaci la CTA junto, la uni e d r n to un sec n trabajo co en los u a o í m r i a n c í i … m if la CTA l sign lo cua a ruptura de n u hechos
país, conformando grupos de seguidores. Lo hizo especialmente apoyando a la Ley de Medios, pero además mostrando en sus manifestaciones que existe “otra clase media”, no sólo la que simpatiza con la oposición o la derecha. Y como ya pudo verse el 24 de marzo pasado, el kirchnerismo ha convocado también a la mayoría de los organismos de derechos humanos, logrando que sus principales referentes se hayan colocado en el arco oficialista. Por otra parte, en cuanto al movimiento sindical se refiere, este proyecto tiene en perspectiva la unificación de la CGT con un sector de la CTA, o como mínimo un trabajo conjunto, lo cual significaría en los hechos una ruptura de la CTA, quedando los sectores más críticos del gobierno en la periferia. Los “dos Hugos”, Moyano y Yasky, el primero al fren-
te de la CGT, que además es el número dos del PJ, y el segundo, al frente de la CTA, comparten esta posibilidad. Además, la contribución de la CTA sería también la de un sector importante del movimiento popular, esto a partir de la presencia del movimiento Túpac Amaru, liderado por Milagro Sala, al cual se lo ha identificado con los pueblos originarios, así como de otras organizaciones barriales y rurales. Todos estos componentes intervienen a distinto nivel, cada uno con diferentes grados de participación y visibilidad, confluyendo en la defensa del modelo. Sin duda, que este proyecto de ampliación exista y que incluso esté en marcha, no tiene asegurada una construcción articulada exenta de confrontaciones y/o disputas. En este sentido, no podemos perder de vista la continuidad de la
crisis de la política que, no sólo se expresa en los aparatos políticos tradicionales sino que, una y otra vez, se manifiesta en el armado de nuevos proyectos, más aún cuando de candidaturas y lugares en las listas se trata. Digamos, de paso y finalmente, que en el caso del “otro peronismo”, el disidente o federal, a pocos días de que sus caudillos proclamaran su unificación empezaron a mostrar la hilacha al no ponerse de acuerdo en el mecanismo para elegir a sus candidatos ni en si finalmente quedarán por fuera del PJ. Si bien en este caso lo fuerte sería: “todos contra los K”, lo débil, al mismo tiempo, está en que ese “todos” contiene renuncias de algunos respecto de otros. Y este fenómeno, que coloca a las figuras por delante de los programas y/o los planes de gobierno, no es exclusivo de la oposición. Está también
La COMPA: alternativa en construcción Diversas organizaciones que empezamos a existir realmente luego de la rebelión social de diciembre de 2001, más allá de nuestro recorrido anterior y con la tradición militante que acumulamos, constituimos a fines del año pasado la Coordinadora de Organizaciones y Movimientos Populares de Argentina (COMPA). Lo hicimos con la convicción de que es necesaria la construcción de una alternativa político-social desde abajo, respondiendo a la búsqueda de múltiples sectores populares. Reivindicando la independencia de nuestros movimientos, frentes y organizaciones hemos dado un primer paso para desarrollar un trabajo mancomunado, desafiándonos en el aprendizaje de escuchar distintas posiciones y debatirlas, de acordar propuestas de lucha y de llevarlas a la práctica. La COMPA no es un nuevo partido político más, está muy lejos de serlo, es una coordinadora de organizaciones y movimientos que se propone una construcción multisectorial en los barrios, en las fábricas y centros laborales, en las universidades y cole-
gios, con los movimientos territoriales, diferentes asambleas, intelectuales, etc. Busca desarrollar la articulación de todos los sectores en lucha y también el debate político, el desarrollo de foros, la autoformación abierta y, desde luego, la posibilidad de acordar en propuestas frente a los acontecimientos de nuestro país y de nuestro continente. Es, efectivamente, una alternativa en construcción, un intento, un verdadero ensayo de coordinación que se propone una síntesis de diversas experiencias. Está conformada por el Frente Popular Darío Santillán, Juventud Rebelde, CEIP-Bachilleratos Populares, Organización Popular Fogoneros, Convocatoria por la Liberación Nacional y Social, Asamblea de Beccar, Casa de la Cultura Los Compadres del Horizonte, Socialismo Libertario y otras organizaciones de diferentes provincias. La experiencia realizada en estos meses, interviniendo en diversas iniciativas comunes, nos ratifica en el compromiso de seguir impulsando y desarrollando esta alternativa.
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mar la os, s afir e o r e imient m os mov bleas, Lo pri l e d a , asam s ndenci indepe tes, frentes s los podere n o e d s i o e r t t r n o e c mina to d respec ciones predo ica. etc., t i í s l o o p p as ión y de l arizac l o p a en l presente en el nuevo armado que impulsa el kirchnerismo, por cierto con una diferencia notable: en este caso, por lo menos por ahora, es imposible pensar en otra cabeza del movimiento: o es Néstor o es Cristina.
Sobre las perspectivas del movimiento social Puede sonar ambicioso hablar de las perspectivas de un movimiento social que, en nuestro caso, contiene una diversidad de componentes que movilizan o que tienen presencia en los de abajo: agrupaciones de base, movimientos territoriales, sectores combativos del movimiento obrero, nuevos sindicatos, grupos piqueteros, asambleas sectoriales, corrientes estudiantiles, frentes y organizaciones de la izquierda independiente, etc. Sin embargo, también como necesidad política, debemos ensayar algunos análisis y orientaciones sin pretender desde este lugar que ya exista “una salida” a la actual situación. Es importante señalar esto, no tanto como prevención sino efectivamente porque es necesario seguir ensayando alternativas, pero además porque los partidos de la izquierda tradicional tienen, de una u otra manera, su propia “salida” de antemano, que apunta nuevamente a una o varias opciones electorales para 2011. El movimiento social, tal como lo definimos, más allá de las luchas parciales que sigue protagonizando y también de sus posiciones independientes respecto de los poderes, sufre la presión política del kirchnerismo que, en algunos
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casos, ha logrado cooptaciones importantes, aunque sean transitorias y, en otros, los ha dividido o apunta a dividirlos. Esta presión, recubierta de una ideología “progresista”, se ejerce desde el poder político y tiene bajo la manga diversas concesiones materiales o formales. Va en contra de la independencia de los movimientos reales que luchan por sus reivindicaciones y por un efectivo cambio social. Pero además, en tanto presión política ejercida por el mayor aparato político, es decir el gobierno y las instituciones estatales que controla, va en contra del desarrollo de la cultura solidaria y democrática que caracteriza o que se prefigura en estos movimientos. Frente a esta presión, que por otra parte existió desde los inicios del kirchnerismo, es necesaria una actitud firme, que a su vez requiere avanzar en definiciones claras, sabiendo arrancar conquistas, por mínimas que sean, sin caer en el chantaje del gobierno, preservando la mayor conquista lograda hasta ahora, por así decirlo, que es la independencia de los movimientos. En cuanto a esto existen felizmente diversas experiencias concretas o ensayos, que no siempre han logrado resultados positivos y que de alguna manera marcan una perspectiva. Por otra parte, por fuera del kirchnerismo, o todavía por fuera de él, según sea el caso, corrientes como Proyecto Sur (Pino Solanas) o Nuevo Encuentro (Martín Sabbatella), identificadas como de centroizquierda, también ejercen una presión política, desde luego desde otro lugar, sobre los movimientos surgidos desde
abajo. En estos casos, al margen de las diferencias que existan entre ellos, se trata de ganar a los movimientos para un “espacio crítico” del gobierno, apoyando algunas de sus medidas y rechazando otras. Ambas opciones, sin embargo, con toda la tentación que ejercen, tanto en sectores que hicieron su experiencia con el kirchnerismo como en sectores de izquierda que dejaron de ver a ésta como una alternativa “seria”, no van más allá de un planteo “progresista” que está muy lejos de contener las reivindicaciones y aspiraciones populares, mucho menos el protagonismo directo de los movimientos. Por cierto, no se trata de enfrentar estas presiones con discursos dogmáticos. Ofrecer ante ellas un “programa acabado”, que en realidad es sólo un discurso, aunque muchas veces es impuesto por los partidos de izquierda en algunas luchas, constituye un grueso error que no tiene mayores perspectivas porque desconoce los cambios objetivos y subjetivos operados en el multiforme movimiento social que se ha conformado en los últimos años. ¿Qué ensayo proponemos entonces? Lo primero, sin duda, es afirmar la independencia de los movimientos, corrientes, frentes, asambleas, etc., respecto de todos los poderes y de las posiciones predominantes en la polarización política. Esta afirmación requiere desarrollar la articulación de diversas expresiones del movimiento social, una articulación que se haga efectiva en las luchas y que también pueda construir una alternativa política propia. En este sentido, lejos
de todo dogmatismo, reivindicamos la experiencia de la Coordinadora de Organizaciones y Movimientos Populares (ver recuadro), que constituye efectivamente un avance importante de una nueva acumulación de fuerzas. Independencia de los movimientos, articulación entre ellos para las luchas y en la coordinación política para construir una alternativa constituyen tres aspectos centrales para pensar y proyectar las perspectivas, siendo el último de ellos la mayor apuesta y desafío. Desde este lugar, incluso con diferentes posiciones, propiciando el debate político, puede plantearse una posición crítica, no necesariamente abstencionista, frente a las elecciones de 2011, sabiendo abrir canales de diálogo con diferentes sectores obreros y populares. Que esto sea posible no desvirtúa ninguno de los tres aspectos centrales señalados; al contrario, puede permitir un mayor desarrollo de una opción aglutinadora que permita una expresión propia de amplios sectores. Ensayar análisis y orientaciones abre siempre un debate, que a su vez contribuye a la reflexión con nuevas argumentaciones a favor o en contra. La propuesta, entonces, contiene también la apertura de este debate.
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Entrevista
“La dictadura tenía apoyo de todos los medios. Y lo tuvo de Clarín, muy fuerte” Entrevistamos a Pablo Llonto sobre los juicios a los genocidas, Clarín, Ernestina, el Mundial, la Ley de medios, el periodismo y algo más… Pablo Llonto es abogado querellante en causas contra los represores que actuaron durante la dictadura. Fue periodista de las secciones deportes y política de Clarín hasta 1991, pero también un extraordinario luchador del gremio de prensa. Siendo delegado de la Comisión Interna, en 1991 la patronal de Clarín le impidió su ingreso al diario. Es autor de los libros La Noble Ernestina y La vergüenza de todos (El dedo en la llaga del Mundial 78).
–Sabemos que jugás un rol importante en los juicios a los represores, ¿cuál es exactamente tu papel? –Soy querellante de alrededor de cien familias en distintas causas, la mayoría concentrada en la mega causa Campo de Mayo que abarca el norte del Gran Buenos Aires, donde mayoritariamente hay militantes del PRT desaparecidos. Hay también unos pocos sobrevivientes que llevan sus propios juicios. Tengo algunos casos en la ESMA, en centros clandestinos de Capital y un par de causas contra la prensa. Una contra Editorial Atlántida y otra para que se investigue el rol que cumplieron los medios durante la dictadura a partir de un episodio que ocurrió durante el año 77. Hubo una operación de inteligencia, aparentemente del Batallón 601 del Ejército; en los medios salió una misma nota con fotos de un lugar para la “recuperación” de subversivos arrepentidos. Esto muestra que los medios de comunicación y servicios de inteligencia tenían actuación conjunta. La causa de Atlántida es a partir de un hecho bastante conocido: una madre, Thelma Jara de Cabezas, secuestrada clandestina en la ESMA, fue sacada del centro de detención por periodistas y por un grupo de tareas de la ESMA y llevada a un bar en Núñez. Allí le hacen una nota que sale en la revista Para Ti, donde manifiesta estar arrepentida de las acciones de su hijo, bajo el título “Habla la madre de un guerrillero”, por supuesto sin decir que estaba detenida en la ESMA. El reportaje salió sin firma, pero sabemos quién lo hizo, quién editó la nota y quién hizo el contacto de Atlántida: se llama Agustín Bottinelli, actualmente jefe de política del diario La Prensa. Si bien hoy su figura no
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tiene trascendencia, en ese momento dirigía la revista Para Ti. El dueño de editorial Atlántida de ese entonces, Aníbal Vigil, se murió. –¿Y cómo caracterizás el momento presente respecto de los juicios? –Los juicios en Argentina tienen dos etapas, una primera parte de investigación y una segunda que es el juicio oral, que son los que más se ven en la tele. Los juicios orales, en este momento, son once en el país. Nunca hubo tantos al mismo tiempo. La mayoría están en Capital y Gran Buenos Aires, pero hay también en Chaco, Santa Fe, Tucumán, Salta y comenzó uno en Córdoba. Además están todos los juicios de investigación, unas 120 causas divididas en múltiples casos, así que juicios son mil por lo menos, todo un récord. Nunca hubo tanta gente testimoniando, tanta gente denunciando. –¿Puede decirse que esto es el resultado de una política explícita de los gobiernos Kirchner? –No sé qué hubiera pasado con estas causas si no hubiera habido kirchnerismo. Es una discusión para la historia. Es obvio que el kirchnerismo va a decir que ellos lo impulsaron y los organismos de derechos humanos van a decir que ellos con Kirchner o sin Kirchner hubieran dado igual la pelea para que se anulen las leyes. Pero sí, ocurrió durante el gobierno de Kirchner. Arrancó en 2003, con la anulación de las leyes de Obediencia Debida y Punto Final. Es correcto decir que hay un mérito del gobierno, pero también hay un mérito de los organismos que hubieran dado esa pelea con cualquier parlamento o gobierno. Hay otro
cidad compli neral. a n u e _Hubo casi g e o pued prensa n a i l s a e c d a e n u i q t s en odista La Arg n r peri tuació i s a t mostra es . n s o o c s añ ran rompie tres primero s o l en
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mérito a reconocerle al gobierno, quizás más importante: poner al Estado a disposición de la lucha por la justicia, la verdad y la memoria. Hoy le pedís al Ministerio de Defensa el legajo de un militar y dan la orden y te lo traen. Antes ese legajo no llegaba nunca. Y era la misma institución del Estado. Ahora le dan bola a la directiva que da la ministro Nilda Garré. Hay casos de milicos que se rebelaron a entregar toda la información y fueron sancionados. Algún día habrá que analizar qué les pasa a los políticos del sistema con el tema de las Madres, las Abuelas y los derechos humanos. Si les sirve para su prestigio internacional o lo sienten de verdad. Yo creo que hay una mezcla. Además hay una cuestión generacional; desde 2003 en adelante le llegó la hora a otra generación de políticos que en los 70 no tenían ningún tipo de rol dirigente. Esa cuestión cambió la perspectiva de algunos. Afuera, notás que hay un enorme respeto y reconocimiento en el tema de los derechos humanos. Uruguayos, chilenos, españoles, los fallos argentinos están puestos de ejemplo. En algunas sentencias incluso se habla de que los delitos ocurrieron en el marco de un genocidio. Eso trae algo de alivio. No se usa la figura del genocidio para condenar porque no está en el Código Penal
y aunque se la incorporara ahora no podría usarse porque no estaba en el momento en que se cometieron los delitos. Jamás se va a poder decir que en la Argentina se condenó por genocidio. Es una pelea pendiente. –¿Vos ves que hay una mayor comprensión por parte de la sociedad? –No sé, la mirada es difícil. Confío en que si hubiera un plebiscito, que es el arma por ejemplo de Duhalde para frenar esta situación, ganaría la continuidad de los juicios. Pero no creo que el triunfo sea muy amplio. Se nota que hay un sector importante de la sociedad al que ni le importan los juicios, y un discurso derechoso que se hizo carne de la mano de la inseguridad, eso repercute en los juicios. El Poder Judicial, mayoritariamente conservador, tendría que estar ya terminando con los juicios. Eso responde a una estrategia: los llevo lento y los milicos se van muriendo año a año (quince o veinte genocidas mueren por año). Por eso aparece el concepto de impunidad biológica. Se mueren sin condena y para ellos, para sus familias o para sus legajos nunca fueron condenados. Ese Poder Judicial responde a ese sector de la sociedad al que le conviene que esto se termine, al que le molestan los juicios.
–Sobre el tema del caso Clarín y de Ernestina de Noble, que es un caso emblemático por el lado de la identidad de los chicos secuestrados y que por otro podría certificar la íntima relación de los medios con la dictadura… –Sí, igual la apropiación de los hijos de Ernestina, por la fecha, fue en las primeras semanas del golpe, y por cómo habría ocurrido, no es aparentemente la figura clásica del apropiador que se los toma para él, es un apropiador que se los pasa a una apropiadora. Yo no lo relacionaría directamente con el tema del apoyo de la prensa a la dictadura. Acá la prensa apoyó a la dictadura y también la hubiese apoyado sin los pibes de Ernestina. Clarín hubiese apoyado a muerte el golpe, como lo hizo, porque estaba manejado por un partido político, el desarrollismo, que apoyó el golpe desde lo político durante varios años. Lo cuestionó desde lo económico un tiempo después, pero desde lo político lo apoyaba. La apropiación de los pibes sí fue un símbolo de la impunidad del poder económico y periodístico. Ernestina habrá pensado: “no tengo por qué rendirle cuentas a nadie, quiero dos pibes, consíganmelos rápido”. Pero lo hubieran hecho con cualquier otro gobierno, como han hecho cosas asquerosas con otros gobiernos como lo de Canal 13 o lo de Papel Prensa, producto de la impunidad del poder económico que piensa que nadie lo va a cuestionar. Yo no adhiero a la cuestión de que la dictadura le dio dos pibes y con eso garantizó el silencio. No. La Dictadura tenía apoyo de todos los medios. Y lo tuvo de Clarín, muy fuerte. Hubo una complicidad casi general. La Argentina casi no puede mostrar periodistas que rompieran con esta situación en los tres primeros años. Sólo la publicación de habeas corpus por parte de algunos diarios, la agencia ANCLA de los Montoneros que era clandestina y estaba Rodolfo Walsh; algún periodista que llegó a escribir alguna nota en la agencia AP estadounidense, el periódico Nueva Presencia y, por supuesto, la prensa clandestina de izquierda. Después no encontrás más nada. No podés decir: el gran periodista opositor era
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fulano de tal. Ahí viene la discusión de si era por miedo, yo no creo que fuera por miedo, puede haber algunos casos, pero la mayoría de los periodistas famosos de aquella época estaban totalmente de acuerdo con el golpe y con la dictadura.
–¿Y qué opinás de las declaraciones de Mirtha Legrand? –El caso se conocía. Su hermano había declarado en un juicio oral y público. Lo que pasó es que no había nadie en la sala, ni a la prensa le importó. La cantidad de cuestiones históricas, políticas, humanas que aparecen en los juicios son para que todos los diarios publiquen todos los días dos páginas. La prensa, en general, no cubre los juicios. Cuando fueron a declarar la sobrina y el hermano de Mirtha Legrand no salió en ningún lado. En el ambiente de los derechos humanos el hecho era conocido. Lo que no se sabía era que ella había realizado una gestión tan directa con Harguindeguy como contó. ¿Por qué hizo estas declaraciones en medio de un almuerzo donde se estaba hablando sobre la película “Cómplices del silencio”, que precisamente habla sobre la dictadura, el Mundial 78, el silencio? La verdad no sé. La primera reflexión es que la golpeó el tema y, antes de que saliera la cuestión, abrió el paraguas y blanqueó lo que pasó en su familia. Pedí al juez Rafecas que la cite para que cuente tres cuestiones que pueden servir para la investigación de las causas. Ella dijo que la sobrina habría estado en un centro clandestino de Palermo, porque escuchaba trenes, que podría ser el Regimiento de Patricios. Ése es un hecho que merece investigarse porque hay que ver si ahí llevaban detenidos clandestinamente. Además dijo que había hecho una gestión con un marino que le dijo “no te metas que esto es peligroso” Que diga el nombre para citarlo y averiguar a quién consultó el marino y quién tenía la información de dónde estaban los secuestrados, seguramente habrá sido Harguindeguy. Que cuente el diálogo con él, porque lo que dijo Mirtha va en el mismo sentido de lo que declararon varios familiares, que éste se jactaba de tener las listas. Entonces, es evidente que el Ministerio del Interior manejó las listas y que hay una responsabilidad
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–Claro, uno se pregunta ¿qué hubiera pasado si los grandes medios hubieran jugado un rol opositor explícito? –Con uno solo hubiera sido distinto. Por ejemplo, cómo se naturalizó el golpe siguiendo una maldición argentina y latinoamericana. Hoy está claro que ya no es así, se aprendió la lección.
cuatro a de los o n u llegó , larín, Aranda d C a d e e d i Soc istas de la n accion idente tes, y tiene s e r p n ” e ser . i s r ampo en Cor tres c Rural “dos o s en esa e u q más metido ronal. Están at ncia p milita que habrá que ver si se convierte en una causa para que, además de Harguindeguy, que respondan el segundo y el tercero de aquella época. No sé si Rafecas la va a citar, vamos a ver. –Volviendo a lo de Ernestina, está fuera del país desde el 3 de mayo… –Se está poniendo en la posición de víctima. Su estrategia es ponerse en ese lugar de perseguida Si los chicos son hijos de desaparecidos la van a tener que citar, y seguramente no se va a presentar, recién entonces estaría prófuga y ordenarían la captura. Si es que están armando esa estrategia, ella pediría asilo o algo así. Ahora no está procesada. Desde 2002 se fue del país como 200 veces, pero hasta ahora no ocurrió nada ilegal. Sí jode tenerla afuera, porque si la citan lo más probable es que no venga. –Si esto se descubre, ¿cuáles podrían ser las consecuencias? –Para que se caiga el imperio Clarín tienen que ocurrir cien hechos más como éste. No es algo nuevo aunque ahora tiene más fuerza y está planteado como un elemento más del conflicto entre el gobierno y Clarín. Pero no mermó para nada la potencia del grupo, está perdiendo ejemplares de venta pero en realidad todos están perdiendo ejemplares. TN sigue más o menos con los mismos números de audiencia, Radio Mitre sigue ahí, Canal 13 también. Ahora bien, el gobierno le tira por todos lados: Fútbol para todos, ley de medios, Papel Prensa, los pibes, todo lo que puede. En algún momento tiene que haber un impacto político empresarial
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ahí adentro. Hay versiones de que Aranda, uno de los accionistas mayoritarios, estaría diciendo “no podemos estar peleando todos los días”. Puede ocurrir que como visión empresarial se digan “necesitamos tomar aire para vivir”. Los compañeros que laburan ahí adentro te cuentan que están obligados a traer mierda para el gobierno todo el tiempo. Es muy desgastante. Ya se han ido un montón de periodistas. Hay que ver qué impacto le va a generar por dentro, en algún momento pagará un costo. Por supuesto que si me preguntás, mi deseo es que se derrumbe. –Clarín en el último medio siglo ha sido el diario de la clase media argentina, que ha alimentado una cultura de la mediocridad. ¿Cuál es el aporte a la cultura de este país de este diario? Aparece como democrático pero es reaccionario, fue desarrollista en su momento, estuvo con la Dictadura, estuvo con el kirchnerismo… –Sí, hasta dijo que en los dos primeros años de gobierno kirchnerista se estaba llevando adelante el modelo desarrollista con el privilegio a la industria nacional. Ese romance que tuvieron habrá que explicarlo, no sé bien cómo. El punto de quiebre fue la resolución 125. El gobierno, en el tema del campo, tal vez no vio que Clarín era muy parecido a La Nación. Son grandes intereses que vienen desde que hace una década, decide pelearle a La Nación el terreno haciendo Feriagro, apostando al suplemento rural, metiéndose a fondo con la militancia del campo. Aranda, uno de sus cuatro accionistas, llegó a ser presidente de la Sociedad Rural en Corrientes, y tienen más que “dos o tres campos.” Están metidos en esa militancia patronal. No sé si el gobierno no lo midió. No se lo bancó, dijo: “se van a la mierda: les dimos Canal 13 de nuevo, la renovación de las licencias, les estábamos por dar Cablevisión-Multicanal y nos salen con esto”. O bien, la interpretación del kirh-
nerismo: “Estábamos empezando a tomar las medidas de fondo para empezar a repartir mejor la riqueza y ahí tocamos a sectores de la burguesía entre los cuales estaba Clarín”. El gobierno empezó a tomar medidas populistas, de centroizquierda, era lógica la reacción del empresariado periodístico que ve todo eso como “chavismo”, etc.
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–Y hablando de las medidas del gobierno, ¿cómo ves el tema de la posible aplicación de la Ley de medios? –Mi posición personal, que ha sido la posición política nuestra de la militancia trotskista y de los anarquistas durante un tiempo, es: ninguna ley. Lo ideal es que no haya una ley que regule. Es libertad para todos. Esto ya lo planteábamos en los 80. Que en tal caso si va a haber regulación tendrá que ser casi una regulación administrativa. ¿Por qué estábamos en contra de las licitaciones? Porque implican poderío económico. Si vos en el tema libertad de expresión tenés que abrir una licitación, jamás una organización popular va a ganarla. Ésa es la posición principista. Ahora bien, había que tumbar la ley de la dictadura. En ese marco apoyo una ley. De hecho ya en el 84 apoyamos proyectos de ley para terminar con la ley de la dictadura. Incluso formé parte de la comisión que redactó, en la vieja Asociación de Periodistas, un proyecto de ley cuando militábamos sindicalmente en el MAS. Esos proyectos de ley jamás prosperaron porque el gremio no los apoyó y nos quedamos con las ganas. Este gobierno saca una ley de medios que no es buena pero es mejor que la de la Dictadura, sin dudas. Habrá que ver si cuando entre en vigencia permite lo que soñamos algunos: una democratización de la radio, de la tele, de los canales de cable. Si eso ocurre, es una pequeña conquista democrática. Después habrá que dar una pelea, sobre todo en la conciencia de la gente, para crear otro tipo de medios. Yo quisiera que la gente tuviera todos los canales que pueda y no los canales que te eligen Multicanal o Cablevisión, o sea, el Grupo Clarín. Si algún canal alternativo le ofreciera a Cablevisión su canal, ni pagando se lo agarraría. El poder de decisión está concentrado en ese monopolio. Que entre en vigencia la ley, que se ponga en marcha, es la primera prueba, y después hay que mejorarla. Fútbol para todos, ¿fue mejor que tener el fútbol codificado y pago? Sí. ¿Es bueno? No, es una basura que relate Araujo, que hagan negocios algunos tipos del gobierno. Acá es lo mismo, habrá que pelear para que la Ley de Medios le dé voz a los que nunca la tuvieron y no que siga el monopolio de los privados.
_Para mí, Pa pel Pr sigue ensa siendo herram la ienta de de la prensa control esc en la Argent rita ina. –¿Y respecto de Papel Prensa qué opinás? –El objetivo del gobierno es demostrar en una causa judicial que las acciones de Papel Prensa fueron producto de la comisión de delitos de terrorismo de Estado. Así cuestionaría la legitimidad de aquella entrega de acciones. Lo veo complicadísimo. Sobre todo porque no veo a la familia Graiver dando pelea para recuperar sus acciones. Y no veo una estrategia atrás de esto. Hay que seguir denunciando lo que pasó y si hubo delito que condenen. Pero el gobierno no es claro. No veo una estrategia de recuperación de la fábrica para el Estado. Chávez sería más claro y diría: “esta empresa fue afanada, vino producto de torturas, hay que nacionalizarla”. Acá no queda claro. Lo que va a quedar es otra vez manchada la imagen de Clarín, vinculándolo a la Dictadura. No veo un objetivo claro. Si la quieren para el Estado o utilizar para hacer un reparto más democrático de la cuota del papel. Desde el punto de vista capitalista no entiendo qué quieren hacer. Para mí, Papel Prensa sigue siendo la herramienta de control de la prensa escrita en la Argentina. Clarín lo utilizó no tanto con el mecanismo de “te vendo papel”, sino con el de “te doy crédito”, así tiene atados a los diarios chicos. Hay un documento de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), ahora utilizada por Clarín contra el gobierno. En la época de la Dictadura la SIP hizo un
informe donde cuestionan la poca valentía de los diarios argentinos para denunciar las violaciones a los derechos humanos y el origen de Papel Prensa, planteando que se estaba conformando una sociedad monopólica manejada por tres diarios que iban a tener el monopolio del papel, en connivencia con el Estado. Muchos te dicen, bueno, eso es legítimo desde el punto de vista capitalista. Yo digo: no, aun dentro de la discusión capitalista, está el Estado, entonces estamos metidos todos. ¿Por qué el Estado le dio tarifas preferenciales de electricidad? ¿Por qué permitió que se extorsione a los diarios chicos mediante créditos? ¿Cuándo rendían cuentas? ¿Cómo? Ésa era guita de todos que manejaba Clarín. –Y sobre el mundial ¿Cómo lo ves hasta ahora que está por terminar la primera fase? –Antes que hinchar por Argentina quiero que ganen cuatro personas de este equipo, fundamentalmente Maradona; el preparador físico que es una de las mejores personas que tiene el fútbol, Fernando Signorini, quien estimula a los jugadores a que lean a Galeano, a que vean películas, a que participen políticamente. Fue uno de los que impulsó que los jugadores se comprometan con la bandera de abuelas. Un tipo como éste en medio de la mierda que es este fútbol, se merece que sus dirigidos lleguen al campeonato. Después, dos jugadores: Verón y Tévez, por razones muy parecidas a las de Signorini, creo que son futbolistas que empiezan a tener una visión crítica del negocio del fútbol, aun siendo partícipes de él. Para lo que es la media de los futbolistas, criados en el individualismo y en el consumo, los cuatro me caen bien. Pero sin dudas, Maradona. Quiero que gane un tipo que cuestiona a la FIFA, al Vaticano, que tiene al Che y a Fidel tatuados, con todas sus contradicciones. Porque si tuviera coherencia política sería un líder mundial. Pienso que los periodistas deportivos somos unos hijos de puta. El 90% criticaron a esta selección, casi sin motivos. Cuando Maradona dice “la tenés adentro” reacciona contra un periodismo que no tenía ni línea para criticar. Esta selección que está jugando el mundial no es Brasil del 70, no es una maravilla. Está jugando medianamente bien y está ganando. Hay oportunismo en el periodismo deportivo. Se va atrás del exitismo y del resultado. Por eso no hay coherencia ideológica desde lo futbolístico. Aunque con excepciones, hay un periodismo deportivo muy oportunista que pega todo tipo de bandazos, con Messi, con Palermo, con Maradona.
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Educación sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar y…
María Paula García
l 16 de marzo de este año, luego de tres años de haberlo hecho por primera vez, la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito, volvió a presentar en el Congreso Nacional, el proyecto de Interrupción Voluntaria del Embarazo, firmado por 46 diputadas y diputados de diversos bloques. Dicho proyecto consagra el derecho de toda mujer a interrumpir un embarazo en todos los hospitales y centros de salud del país en las primeras doce semanas, y más allá de ese plazo en casos de violación, malformaciones fetales graves y si estuviera en riesgo la salud o la vida de la mujer.1 La presentación del proyecto de ley volvió a poner en el tapete el tema del aborto y la necesidad de su legalización. Por eso queremos dedicar este artículo a la reflexión acerca de la real envergadura del aborto clandestino y, fundamentalmente, a las razones por las cuales redoblar la lucha por el aborto legal, seguro y gratuito.
El aborto clandestino: un infierno cotidiano Según los propios datos del Ministerio de Salud, en Argentina se realizan 500 mil interrupciones de embarazo clandestinas por año, ya sean quirúrgicas o farmacológicas. Mientras que alrededor de 70 mil mujeres, sobre todo de los sectores más vulnerables y pobres, necesi-
tan atención médica por infecciones o hemorragias debido a la utilización de métodos inseguros y cientos de ellas mueren por año, la ilegalidad y los obstáculos médicos y judiciales para la realización de los casos de aborto no punible continúan estimulando un mercado clandestino que maneja cada vez más dinero. Durante el 2009 el Estado nacional invirtió 35 millones de pesos para sostener el Programa Nacional de Educación Sexual y Procreación Responsable (inaccesible para muchas mujeres del país), sin embargo, las mujeres desembolsaron en esos 500 mil abortos clandestinos casi un 3000% de dinero más que el contemplado por dicho presupuesto2. Las mujeres invierten en el mercado negro casi 30 veces más que el Estado. ¿A dónde va parar este dinero anualmente? A las clínicas clandestinas, a la policía a la que deben pagar para funcionar y, en el último tiempo, también a los laboratorios farmacéuticos. Desde hace décadas, el negocio de los abortos quirúrgicos está vinculado a la penalización. Según el artículo 88 del Código Penal “Será reprimida con prisión de uno a cuatro años, la mujer que causare su propio aborto o consintiere en que otro se lo causare”. Testimonios revelan que la mayoría de las denuncias contra mujeres que abortan de manera ilegal son hechas por médicos de hospitales públicos que violan el secreto profesional. Este temor a ser denuncia-
das a la policía y la vulnerabilidad por la situación de clandestinidad ha permitido todo tipo de abusos y maltratos por parte de clínicas ilegales y médicos. Se conocen casos en los cuales los mismos médicos que hacían objeción de conciencia para los abortos no punibles en hospitales públicos, practicaban intervenciones clandestinas en clínicas privadas. La posibilidad de abortar con recursos farmacológicos, específicamente con misoprostol (VER RECUADRO), se convirtió en un nuevo modo de lucrar con el cuerpo de las mujeres: el de la especulación farmacéutica. En el 2003 la droga era de venta libre, bastó que se difundiera su uso abortivo para que deje de serlo en todo el país y se pase a necesitar receta archivada. Con esto, no sólo se ha aumentado su precio sino que, paralelamente, se desarrolló la venta ilegal del medicamento, porque muchos médicos se niegan a hacer la receta o porque las mujeres sienten miedo de pedirla. Actualmente muchas pagan hasta cuatro veces más en el mercado clandestino. Incluso en internet existen miles de ofertas para comprar pastillas, aunque muchas veces las entregan vencidas o adulteradas.
A B C D E F G H 1 Para
conocer el proyecto de ley, firmar el apoyo y descargar petitorio: http://www.derechoalaborto.com.ar (Página de la Campaña por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito). publicados en el diario Crítica, 27/11/09.
2 Datos
I J K M N Ñ O 16 • La Minga # 1 • Desde el sur del continente, por la revolución y el socialismo
El placer penalizado El aborto clandestino es una realidad cotidiana. Indudablemente. Lo cual demuestra que la discusión centrada en aborto sí o aborto no, es no sólo equivocada, sino tramposa. La verdadera discusión no es estar a favor o en contra del aborto, sino estar a favor o en contra del aborto legal, seguro y gratuito. Porque el aborto existe, y las mujeres abortan,
independientemente de lo que opinemos en forma individual. A través de los años, los sucesivos gobiernos, legisladores, la Iglesia católica y los sectores sociales más reaccionarios han intentado denodadamente silenciar este drama o bien intervenir activamente contra el aborto, favoreciendo de manera exponencial el creci-
miento de interrupciones clandestinas y la muerte de cada vez más mujeres, especialmente pobres. Quienes integramos la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito no estamos simplemente a favor del aborto, de ahí que la his-
El Misoprostol y el aborto farmacológico El misoprostol es una droga indicada para el tratamiento de las úlceras gástricas. En Argentina no se comercializa solo sino junto al antiinflamatorio Diclofenac, y el nombre comercial de la combinación es Oxaprost. Por vía oral, la droga tiene los efectos indicados. Pero administrada por vía vaginal y en la dosis indicada, siempre antes de las 11 semanas de gestación, genera hemorragias durante las siguientes 48 horas que pueden provocar la interrupción del embarazo. Tal es así, que en los países donde el aborto es legal, el misoprostol es utilizado por los mismos médicos para realizar un aborto y su efectividad es altísima. Este modo de realizar un aborto es llamado “aborto farmacológico o medicamentoso” y desde la década del 80 es utilizado en América Latina, comprobándose una disminución de las muertes por abortos con métodos inseguros. En Argentina su uso se ha extendido en el último tiempo y existe desde julio de 2009 la “Línea Aborto, más información, menos riesgos” (011 15 66 64 7070), la cual brinda información médica, legal y psicológica sobre el uso del misoprostol. La información no es una cuestión menor, ya que el uso de la droga se ha extendido de boca en boca a través de circuitos informales y, si bien es hoy el método utilizado sobre todo por las mujeres de más bajos recursos, no se conoce bien cómo utilizar la pastilla, hasta qué momento de la gestación y, sobre todo, cuáles son los riesgos y las consecuencias que puede haber.
Cuando la droga es mal utilizada en un contexto de clandestinidad, su efectividad decrece de manera importante. Por eso el conocimiento sobre el aborto farmacológico es fundamental, sobre todo cuando se está difundiendo como una manera de abortar “autogestiva y barata”. Es verdad que puede realizarlo una mujer en su propia casa. Pero también es verdad que es necesario que las mujeres sepan que tener una hemorragia no significa indefectiblemente pérdida del embarazo. Tal es así, que muchas creen haber abortado cuando, en realidad, no han perdido el embarazo o están ante un aborto incompleto. De esta manera, no coincidimos con las opiniones que afirman que luego de la hemorragia por uso del misoprostol sólo se necesita una simple visita pos aborto: es necesario que las mujeres acudan al hospital para verificar la interrupción del embarazo y para que les realicen la limpieza correspondiente que evite cualquier riesgo de infección, o para que les terminen el aborto incompleto, ya que existen riesgos de malformaciones fetales si el embarazo continúa. El aborto farmacológico realizado de manera casera por las mujeres es una estrategia de reducción de riesgos y daños. Es necesario seguir insistiendo en la necesidad de la información y el asesoramiento pre y pos aborto, mientras continuamos luchando por el aborto legal, seguro y gratuito en los hospitales públicos. (M.P.G.)
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tórica consigna sea “Educación sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar, aborto legal para no morir”. Exigimos la despenalización y estamos a favor de que sean las mujeres, sin tutelas y sin injerencias de ningún tipo, las que tomen las propias decisiones sobre sus vidas y, si desean no continuar un embarazo, puedan hacerlo en condiciones seguras. Es necesario desmitificar el debate y preguntarnos verdaderamente por qué el aborto está penalizado y qué es lo que se penaliza, asumiendo que no existe únicamente una penalización jurídica, sino también una penalización cultural y simbólica. De esta manera, nos damos cuenta de que lo que está en juego para quienes se oponen al aborto legal no es la vida, sino la sexualidad de las mujeres. La concepción más difundida es que si una mujer tiene relaciones sexuales debe asumir el riesgo de procrear; el embarazo es la consecuencia posible y hacerse cargo implica llevarlo hasta el final. Que las mujeres debamos recurrir a abortos clandestinos, a riesgo de perder la vida o de sufrir graves secuelas, es una de las más grandes violencias a la que estamos sometidas. Y la raíz de dicha violencia está en el sistema capitalista patriarcal, que impone el control, la apropiación y la explotación del cuerpo, la vida y la sexualidad de las mujeres. El aborto clandestino se convierte así en una especie de estigma que debemos soportar por haber osado separar el goce del sexo del deber de engendrar. Detrás de la defensa de la “vida embrionaria” se encuentran intereses y poderes patriarcales que no están dispuestos a ceder terreno: una corporación médica que incumple todas sus obligaciones, aterroriza, maltrata y denuncia a las mujeres; una justicia igualmente nefasta, que actúa como polizonte de las mujeres y ni siquiera cumple con lo ya legislado; una Iglesia reaccionaria a la que no le importan nuestras vidas sino nuestros cuerpos, entendidos como incubadoras prisioneras de sus más retrógrados mandatos; un Estado que se hace cómplice de todo ello, ya sea por elección y/u omisión.
Por el aborto legal, más allá del aborto La decisión de interrumpir o no un embarazo es una decisión personal, única en cada mujer; pero es, al mismo tiempo, un hecho que trasciende la experiencia individual. La cuestión del aborto es un problema personal, pero para nosotras lo personal es político. El manto de silencio e hipocresía que recubre la experiencia del aborto clandestino, así como el miedo al maltrato, la
criminalización e incluso la muerte, apunta a que todas las mujeres tengamos temor de decidir por nosotras mismas y, en todo caso nos arriesguemos o peor, nos acostumbremos, a sufrir las consecuencias y a pagar por ellas. Comprender que esta cuestión es un problema político significa asumir que nos involucra a todas. Y también que es necesario contextualizar la dura batalla que nos espera en el escenario político actual. Hay una realidad que ha cambiado en el último tiempo: el discurso religioso sobre el tema del aborto ha ido perdiendo hegemonía y diversos sectores sociales han comenzado a verlo como un problema de salud pública y de derechos humanos. Seguramente no en todo el país de la misma manera, pero basta con pararse en las esquinas y tratar de juntar firmas en apoyo al proyecto de ley para darse cuenta que no es la misma situación de años anteriores. En ello, sin duda, ha influido el accionar de una jerarquía eclesiástica cada vez más desacreditada, que se rasga las vestiduras por los embriones humanos mientras que calla y oculta los casos de pedofilia de niños y adolescentes ya nacidos perpetrados por sacerdotes. Esta realidad puede ser la posibilidad de abrir el diálogo más ampliamente, pero sabiendo que atravesamos un momento político muy complejo y polarizado, en el cual el tema de la legalización del aborto será considerado secundario e incluso “pianta votos” para muchos polí-
18 • La Minga # 1 • Desde el sur del continente, por la revolución y el socialismo
ticos. Por otra parte, la derecha y los sectores más reaccionarios de la sociedad harán de este tema su caballito de batalla para tratar de seguir inoculando su misoginia disfrazada de respeto por la vida. Así como intentarán seguir copando nuestros espacios, como los Encuentros Nacionales de Mujeres, cosa que no debemos permitir pero que tampoco nos puede detener. Es por esto que las mujeres necesitamos convertirnos en hacedoras de nuestras propias vidas, asumirnos como sujetas políticas para decidir sobre nuestros destinos, poner en el centro nuestros deseos, gozando libremente de nuestros cuerpos sin permitir que nos tomen ni como trofeos patriarcales ni como campos de batalla en los que los distintos poderes diriman sus diferencias. Necesitamos tomar la palabra y la organización, como herramientas políticas para denunciar lo que nos pasa cotidianamente, enfrentando todos los dogmas y los fundamentalismos. Estamos a favor de la legalización del aborto. Pero nuestra reivindicación no es solamente una respuesta a las muertes de mujeres por abortos clandestinos. Es sólo el primer paso de algo que va mucho más allá. Queremos educación sexual y acceso gratuito a la anticoncepción; luchamos para que la maternidad sea una libre elección; por la autonomía y el pleno ejercicio del derecho que tenemos todas las mujeres a decidir sobre nuestros cuerpos y nuestras vidas.
Una opinión agua-fiesta
El prostíbulo mundial Espacio feminista irreverente* ué enorme fiesta es el Mundial de fútbol! Y qué festín para el mercado mundial. La pasión y la locura del hincha hipnotizado frente a la pantalla grande de los medios de comunicación y el marketing. La tediosa propaganda ideológica que acompaña a los mundiales es la evidencia de que todos y cada uno está pretendiendo hacer negocio con la maravillosa oportunidad. Espectamos una insoportable promoción y manipulación del consumo. A toda hora, llevate la “promo mundial”. En la pasión por el mundial se reproducen también las peores miserias de las grandes mayorías consumidoras. Después de todo, a algún público ávido de productos está destinada la enorme inversión empresarial. Hay incluso una apuesta importante al desarrollo de cierto tipo de identidad futbolera. Todo esto se monta sobre el histórico ejercicio del juego y la identidad lúdica de nuestro ser social. En nuestro país, destacado participante del campeonato, el fútbol es la cultura construida desde las contradicciones y las tradiciones, en su más amplio sentido del término. En el entretenimiento y el juego se expresan, de este modo, todas las desigualdades que atraviesan a la sociedad. Y se sostiene un gran negocio, claro está. La cultura argentina del fútbol es marcadamente misógina y patriarcal, esto en cuanto a lo masculino, ya que podríamos agregar también las expresiones de violencia racial que se producen continuamente, enterradas en nuestro sentido común y forjadoras de identidad. Ser macho es ser fanático del “fútbol y las mujeres” y, si no te gusta jugar al fútbol, serás un maricón, porque al que no le gusta el fútbol tampoco le gustan las minas.
En la oscuridad del mundial miles de mujeres y niños son esclavizados sexualmente para consumo del caudal turístico. Las mafias proxenetas gobiernan este negocio, el segundo más lucrativo globalmente, que no sólo opera en la dudosa ilegalidad que proporciona la vista gorda estatal (llegando incluso a la participación activa), sino que además trafica millones de mujeres y niños anualmente con absoluta impunidad. Explotadas sexualmente por los proxenetas, pero explotadas también por sus clientes. Violentadas y tomadas como objetos, como mercancía para su usufructo. La otra cara del mundial son las 300 chicas que, diariamente, eran llevadas a Mozambique con rumbo a Sudáfrica, meses antes de que comenzara el torneo. Probablemente no nos hayamos enterado, y no casualmente hay cierta información que ignoramos. ¿Por qué la FIFA junto con otras organizaciones, asociaciones e instituciones diversas buscaron legalizar la prostitución en Sudáfrica? ¿Por qué piensan que legalizar la prostitución es el remedio contra el sida? ¿Por qué no se les ocurre que es al revés, y que una mujer en situación de prostitución está expuesta a todo tipo de riesgos (el 45% de los portadores de HIV son víctimas de la prostitución)? ¿Pretenden legalizar también a las niñas, que son un 25% del total, reconociendo así a sus verdugos como legítimos empresarios? Argumentan que con la legalización hay garantía de protección frente al contagio masivo del virus, o al menos es lo que afirman para tranquilizar a los consumidores. No vaya a ser que se les moje el asado. ¡Qué fiesta de pesadilla! La esclavitud sexual y el fútbol. Tan naturalizado y constitutivo de nuestra idiosincrasia pero también tan escondido y ocultado, promocionado permanentemente en las pantallas de cientos de millones. En nuestros televisores desfilan las “botineras” y en la trastienda del mundial se venden y alquilan mujeres y niñas. Constantemente promovido y continuamente in-visibilizado. Aparentemente, podemos convivir con eso, sin indignarnos de que una menor de edad traficada tenga que ser masticada por el hombre-consumidor-insaciable, y encerrada hasta no poder más. El gran evento mundial es un prostíbulo a cielo abierto.
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La cámara enfoca a Maradona devolviendo una pelota e, inmediatamente, se detiene unos cuantos minutos para observar a alguna mujer en la platea. O bien se presenta al Bambino Veira como el ídolo bien argentino, olvidando que es un violador. Quizá este hecho le da una cuota mayor de picardía. ¿Y el holandés Van Persie también acusado de violación? ¿Y los insoportables entuertos y chimentos de las vedettesnovias de futbolistas? ¿Qué somos las mujeres para la industria del fútbol? Pero hay más. Los actores económicos del mercado ofrecen todo tipo de mercancías. La fiesta del mundial organiza un enorme banquete a sus millones de clientes. La magia del fútbol, entonces, se convierte en la pesadilla de la prostitución.
* Conformado por estudiantes de las Facultades de Ciencias Sociales y Filosofía y Letras de la UBA
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ariloche está partida en dos: de un lado el balcón con vista panorámica al Nahuel Huapi y del otro, detrás del cerro, los barrios que conforman el Alto. La ciudad de la postal suiza y del chocolate en rama tiene en su centro un gran monumento al genocida Julio A. Roca. La otra, más arriba, no tiene asfalto, ni gas, ni cloacas. La primera está llena de comercios y hoteles de madera y piedra. En cambio, en los barrios el Frutillar, Boris Furman y San Ceferino hay casuchas de cartón y chapa. En el centro cívico se reciben a miles turistas de todas partes del mundo y también estudiantes secundarios que compran los paquetes para egresados como si fuese un acto escolar más o la jura a la bandera. Al otro lado no hay hospitales y pibes como Diego, asesinado por la policía el 17 de junio, dejan a los 15 años la escuela para descargar frutas de los camiones. El Bajo tiene fabulosos boliches y discos, donde se consume todo tipo de sustancias, y hoteles para turistas de lujo, pistas de ski y casas de té. En el Alto vive la mano de obra que hace funcionar todo este complejo turístico, como Sergio Cárdenas que, antes de ser asesinado por la Brigada de Operaciones, Rescate y Antitumulto (BORA), trabajaba en el carísimo hotel Llao- Llao. La policía es el común denominador entre ambos polos de la ciudad, oficiando como peaje para los habitantes del Alto que deben o quieren llegar al “centro”; controlando que esta convivencia entre ricos y
pobres funcione armónicamente, es decir, que los vecinos “bien” tengan garantizada su seguridad (de la propiedad privada), que los más pobres estén disciplinados (como mano de obra) y se mantenga el orden (de la explotación y la desigualdad). Las herramientas para sostener este “equilibrio” son la tortura, las amenazas y el asesinato en manos de los representantes armados del monopolio “legítimo” de violencia. Río Negro entera contribuye de este modo a sumar sus propias víctimas al promedio general de un pibe asesinado por día por la policía argentina.
Atando cabos El jefe de la policía regional explicó a la prensa que al cabo Colombil “se le disparó el arma mientras forcejeaba con el chico”. Es la eterna justificación policial del gatillo con vida propia, más conocido como gatillo fácil, que se produce cuando el arma se detona sola. Cuando los vecinos de Diego fueron a tirar su bronca como piedras a la comisaría 28°, la respuesta fue: itakas, gases y balas. Confirmaron que el gatillo es fácil también cuando hay protesta. Hinchados como bestias y llenos de impunidad mataron a Sergio y Nicolás, detuvieron, dispararon hacia las casas del barrio y golpearon hasta quebrar, dejando 21 heridos en el Hospital. Tienen una particular saña con los más jóvenes. El tío de Nicolás Carrasco denunció que “ya es una costumbre la persecución policial a los pibes (…) la gente no los deja acercarse a la ciudad, los echa de mala manera”. La policía rionegrina tiene numerosas denuncias por violencia y homicidios (como el de Atahualpa Martinez Vinaya, de 19 años y mapuche, en 2008) pero también de complicidad con las redes de esclavitud sexual.
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Hay dos oficiales de la Policía Provincial que fueron acusados a partir de escuchas telefónicas donde hablan sobre la captura y tráfico de Otoño Uriarte, que luego apareció muerta en un zanjón en 2006. El secretario de Seguridad, Victor Cufré, también está implicado en la red de prostíbulos de Choele Choel. La complicidad silenciosa que recubre todos los actos delictivos del aparato represivo del Estado alcanza a los funcionarios públicos. La justicia cajonea los informes y denuncias que son presentados ante la desaparición de mujeres y homicidios con participación policial. La jueza Marisa Bosco, que investigaba el caso del prostíbulo Las Vegas “denunció presiones por parte de la policía rionegrina y que altos funcionarios provinciales presentaron demandas por mal desempeño contra ella”1. A su vez, el juez garantista Martín Lozada fue recusado por la defensa del cabo luego de imputarlo por homicidio agravado, lo que motivó que la Cámara de Apelaciones transfiriera el caso al juez Gaimaro Pozzi. La relación entre ambos ya venía peleada: Lozada, a principios de 2010, intervino para que una niña que había sido violada durante años por su padre y su tío, pudiera interrumpir el embarazo según lo establece el artículo 82 del Código Penal. El aborto se realizó en el hospital público. Entonces, el mismo juez Gaimaro Pozzi liberó por falta de mérito al padre y al tío de la niña (Página 12, 29/06/10). Y ahora es quien declaró la “nulidad de la indagatoria y el procesamiento con prisión preventiva” para el cabo asesino de Diego. Gatillo fácil y absolución fácil. Evidentemente por más que el gobernador radical K, Miguel Saiz, dijera después de la tragedia que “no hay que politizar la seguridad” la política está metida en este barro desde siempre y hasta el cuello.
Desarma y sangra En Bariloche se logró romper la frontera que se empeñan todos los días en cons1 Informe
Prostitución y el negocio de la trata en la ruta de
En el país de los Derechos Humanos, los Humanos… desaparecen Victoria Clerici
Victoria Freire truir. En el Alto los familiares, amigos y vecinos hicieron tronar al cielo por sus hijos. La rebeldía del barrio contra la comisaría cuestiona la autoridad, por eso el gobernador se vio obligado a trasladarla. Las protestas y puebladas que se sucedieron a la muerte de Diego Bonnefoi, Sergio Cáceres y Nicolás Carrasco rompieron la estabilidad entre las dos ciudades y pusieron en evidencia un hecho que pasa desapercibido todos los días en nuestro país. Miles de pibes son víctimas de las fuerzas represivas: Rubén Carballo fue asesinado en la represión feroz en el recital de Viejas Locas; Luciano Arruga aún está desaparecido por negarse a robar para la cana; 30 mil personas están encarceladas en comisarías del conurbano bonaerense (un 76% de ellas sin condena firme); cientos de miles son torturados en las comisarías de todo el país; miles de mujeres y niñas traficadas y esclavizadas sexualmente… Las manifestaciones y la Asamblea Multisectorial reclaman el juicio y castigo a los responsables materiales e intelectuales y la renuncia del ministro de Gobierno y del secretario de Seguridad. A su vez un sector significativo de “ciudadanos” también se ha convocado para pedir más policía y mano dura. Hay periodistas y una docente, Mariana Schiffrin, que recibieron amenazas de todo tipo en distintos medios de comunicación; aunque esto no nos sorprende en una sociedad con una derecha tan fuerte y recalcitrante. Recordemos que años atrás en esta misma ciudad hubo una marcha contra la extradición del criminal de guerra nazi Eric Priebke. En una realidad donde la violencia y la prepotencia del aparato represivo están a la orden del día, lo que resultó para todos sorprendente, tanto para las autoridades políticas, como para los comerciantes escandalizados y los policías, es que esta vez los vecinos del Alto de Bariloche no aguantaron más y, llenos de dolor, salieron a hacerse ver y a expresarse; a irrumpir en el Centro Cívico donde los otros vecinos, los de la postal suiza, se preguntaban: ¿cómo nos vamos a proteger “nosotros”? Se habrán pegado un gran susto cuando los vieron bajando…
el petróleo.
En Argentina siguen desapareciendo personas en manos de los aparatos represivos, esta vez de la democracia. Los casos de Jorge Julio López, desaparecido en 2006, y del joven Luciano Arruga, desaparecido en 2009; las casi 400 mujeres que desaparecen por año por las redes de trata para la prostitución, y cientos de casos más que se suman a las muertes por gatillo fácil, último ejemplo de esto son los acontecimientos de Bariloche. El caso de Silvia Suppo es uno más. Silvia fue asesinada el pasado 29 de marzo en el local que atendía en la ciudad de Rafaela. Era una sobreviviente de la dictadura militar. Detenida desaparecida en 1977 junto a un amigo y a su hermano, sufrió todo lo que ha significado la dictadura en los cuerpos de las mujeres detenidas-desaparecidas: tortura y violación, en su caso al interior del centro clandestino de detención “La Casita”, ubicado en las afueras de Santo Tomé. El homicidio ocurrió en horario comercial y a plena luz del día. Recién a media mañana el cuerpo aún con vida de Suppo fue advertido por una ocasional clienta. Fue trasladada de urgencia al Hospital Jaime Ferré, donde falleció. Los atacantes actuaron con total impunidad. Su asesinato revela la indefensión en la que se encuentran los que son testigos en los juicios por delitos de lesa humanidad. El espacio Juicio y Castigo de Rosario reclamó “al Estado el inmediato esclarecimiento de este doloroso hecho, ya que sucede en un contexto de declaraciones de algunos nostálgicos golpistas y de actos preocupantes que se vienen sucediendo en distintas provincias”. Luego de esta declaración y de varias movilizaciones, tanto en la ciudad de Rafaela, como en Rosario, la situación sigue siendo la misma, y aun peor: las últimas declaraciones públicas de Jorge Daniel Pedraza, en su carácter de funcionario público del gobierno de la provincia de Santa Fe, como Director de Investigación y Reconstrucción de la Memoria Histórica reafirman la hipótesis de robo minimizando el protagonismo de Silvia Suppo como querellante. Existen varias evidencias de irresponsabilidad policial en lo que va del asesinato. Por otro lado ninguna otra autoridad del estado santafecino ha salido a plantear otro punto de vista o a buscar comprometerse en una investigación seria de la causa. Si bien hoy hay dos detenidos los organismos de derechos humanos de la Provincia de Santa Fe continúan diciendo “no aceptamos la hipótesis del robo como única alternativa, tenemos suficientes razones para dudar y no vamos a permitir que se detenga a cualquiera y se los acuse; para nosotros éste ha sido un crimen con móviles políticos”. Desde Socialismo Libertario seguiremos luchando, llamando y acompañando las movilizaciones en apoyo a los familiares y amigos y amigas de Silvia, con los organismos de DDHH y con los ex detenidos-desaparecidos que hoy están llevando adelante la inmensa tarea de sentarse frente a quiénes fueran los más grandes asesinos de la historia argentina.
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Colombia
De Macondo nada queda Resixstir es la manera Contribución de Federico Bernal, miembro del Polo Democrático Alternativo-Capítulo Argentino. ucho se dijo en la pasada contienda electoral colombiana acerca del “momento histórico” que vivía este país al elegir al candidato que reemplazaría a Álvaro Uribe Vélez y su política de seguridad democrática. La contienda electoral empezó el día en que la Corte Constitucional declaró inexequible el referendo de ley que buscaba una segunda reelección para el presidente de Colombia. Uribe ha ejercido dos mandatos en los últimos 8 años en los cuales ha llevado al país a una de sus peores crisis institucionales. Las cortes tuvieron que soportar la injerencia del ejecutivo en las decisiones que tomaban, alterando así el llamado equilibrio de poderes dentro de los sistemas democráticos liberales. De este modo de gobernar también fueron objeto los periodistas independientes, llamados por Uribe “periodistas al servicio del terrorismo”, de igual forma y en una lista interminable fueron acusados, políticos de oposición, estudiantes, sindicalistas, movimientos indígenas, corteros de caña, asociaciones de víctimas de crímenes de Estado, maestros en paro y, así, todo el que dijera no estoy de acuerdo. La táctica fue simple pero contundente, el discurso que llevó a Uribe a la presidencia fue prometer a los colombianos derrotar militarmente a la guerrilla en los primeros 18 meses de mandato. No lo cumplió o pero lo siguió siend idad n vida r a l u u pop escató co r nzó s ourt _Alca o cuando etanc r B t s d i i n r mi a Ing
prometiendo. Acompañado de algunas victorias en el terreno militar, llevó su discurso al plano político, así la oposición fue calificada de “guerrilleros de civil”, los estudiantes “guerrilleros atrincherados en las universidades”, los movimientos sociales “infiltrados por las guerrillas”, las ONG “auspiciantes del terrorismo”, con lo cual daba la idea de estar librando batallas en múltiples terrenos como un soldado abnegado por la Patria. Eso elevó sus índices de popularidad. De estos 8 años nos quedan las promesas en tres ejes de la política uribista: seguridad democrática, confianza inversionista y cohesión social. La seguridad democrática consistió en garantizar la presencia del aparato represivo del Estado sobre todo el territorio; no sólo para quitarle terreno militar a la guerrilla sino para, según Uribe, quitarles la base social a las guerrillas. Esta estrategia fue la misma utilizada por el paramilitarismo en contubernio con sectores del ejército que, desde la década del 80 hasta el momento, ha producido más de 5 millones de desplazados internos entre campesinos, indígenas y afrocolombianos refugiados tanto en las principales urbes del país como en los países limítrofes de Ecuador y Venezuela. La confianza inversionista significó cumplir cabalmente las recetas del FMI, del Banco Interamericano de Desarrollo y del Banco Mundial, permitiendo la flexibilización del sistema laboral al no pagar horas extras aumentando las horas de trabajo, el no recono-
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cimiento de los horarios nocturnos o dominicales, el aumento de formas precarizadas de contratación; imponiendo impuestos a quienes ganan más de dos salarios mínimos, restringiendo el aumento del salario mínimo e incrementando las edades de jubilación, entre tantas otras. Medidas que han golpeado en el bolsillo de los sectores más vulnerables en una sociedad con un desempleo superior al 18% y una clase media que ha entrado en recesión. Por otra parte la confianza inversionista ha permitido que el gobierno dé en concesión cientos de proyectos para agro industria y mega minería, políticas que sólo producen vergüenza al ser el Estado quien financia la infraestructura de las obras y las multinacionales las que operan en la extracción y se llevan la ganancia. Estos proyectos no hubieran sido realizables sin haber desplazado de sus tierras a más de 5 millones de colombianos bajo la excusa de ser promotores de la guerrilla. Por último, estaría la llamada cohesión social, política que consistió en decir que la nación avanza hacia un objetivo común: derrotar al “terrorismo”, desmontar las estructuras paramilitares y ganar la lucha contra el narcotráfico. En ninguno de estos frentes los resultados son alentadores. Primero porque al llamar “terrorismo” a una guerra civil desmontó la posibilidad de superar por la vía negociada un conflicto social, político y económico que devino en armado hace más de 50 años. Por otra parte, el des-
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monte de las estructuras paramilitares no fue tal, dado que buena parte de esos escuadrones siguen ejerciendo control militar en amplias zonas del país, principalmente en aquellas donde se realizan los proyectos agroindustriales y de mega minería. Ese control, a su vez, es político dados los acuerdos que han efectuado políticos locales adeptos a Uribe con estas organizaciones en lo que se ha dado a conocer como el fenómeno de la “parapolítica”, que tiene a más de 47 senadores de la república en la cárcel y otro tanto en investigaciones preliminares y a punto de ser juzgados. Por último, la lucha contra el narcotráfico sólo ha ampliado la injerencia de Estados Unidos en la política colombiana, al permitir que el gobierno norteamericano aporte más de 7,5 millones de dólares para una supuesta inversión social en planes como “Familias en acción” que ha sido usada como la base clientelar del proyecto uribista. De igual modo han sido el Pentágono, la DEA (Administración de Control de Drogas) y el Congreso norteamericanos quienes han diseñado la política antinarcóticos para Colombia. Como imposición lógica, el Estado ha permitido la instalación de nueve bases militares estadounidenses en territorio colombiano lo que ha producido roces diplomáticos y vientos de guerra con países vecinos como Venezuela, Ecuador y Nicaragua, además del repudio de la mayoría de países andinos y del Mercosur. Aun con todo esto Colombia no ha disminuido ni la producción ni el tráfico de drogas hacia Estados Unidos, Canadá y Europa. Lo que sí ha permitido esta política es un elevado gasto en las fuerzas militares, un incremento desorbitado del pie de fuerza, un Estado policivo y una sociedad militarizada. Así la cohesión social ha sido en torno al miedo, instrumento que ha sabido capitalizar Uribe para erigirse como protector y salvador de la nación. En este escenario era poco lo que podían decir, prometer o innovar los candidatos a suceder a Uribe. La izquierda democrática sufrió en las urnas ocho años de señalamientos, persecuciones y
estigmatización durante la era Uribe. Lo que permitió que en la contienda electoral se planteara desde un principio como quien podía replicar mejor a Uribe y podía garantizar la continuidad de la política en un país que fue cercado mediáticamente, un país militarizado hasta en el último rincón, un país desangrado y fragmentado que ve como única salida el gobierno del caos. Por una parte estaba Mockus, candidato del Partido Verde, que de lejos parecía un horizonte esperanzador para una nación que ha sufrido los embates de una derecha intransigente, déspota y represora, pero no resultaba más que la fase recomponedora de un modelo autoritario. Para él era imperioso recuperar la institucionalidad del país y la independencia de los poderes públicos, retirar de las fuerzas militares aquellos elementos que cometieron atrocidades durante la era Uribe, como los mal llamados “falsos positivos” (crímenes de civiles a manos de miembros del ejército para ser presentados como miembros de la guerrilla dados en combate a cambio de bonificaciones y ascensos). Como si no entendiera que ésa se convirtió en la política de Estado desde hace mucho tiempo. Mockus ganó ese voto de opinión de los sectores medios profesionales que vieron cómo se fue agotando el discurso de Uribe y con “indignación ciertos excesos”. Ese sector de la población se dio a conocer como la ola verde y su popularidad creciente puso a tambalear al designado por Uribe y favorito en las encuestas, Juan Manuel Santos. Santos fue el Ministro de Defensa de Uribe, político de vieja data en Colombia, que no había sido hasta ahora electo para ningún cargo público, hijo de una de las familias más influyentes, dueña del diario El Tiempo (diario de circulación nacional), otros medios televisivos y radiales entre otros negocios. Alcanzó su popularidad cuando estaba al frente del Ministerio de Defensa y el ejército colombiano rescató con vida a Ingrid Betancourt y a otros políticos y militares de manos de la guerrilla de las FARC en lo que se conoció como “La Operación Jaque”. Se hizo céle-
bre por liderar el bombardeo en el que murió Raúl Reyes, vocero de las FARC en territorio ecuatoriano, violando tratados internacionales, situación que derivó en la ruptura de relaciones entre los dos países y una crisis regional que ha encendido las carreras armamentistas de los países que limitan con Colombia. En este contexto se dieron las elecciones, que no estuvieron exentas de escándalos de compra de votos, fraude en los resultados en primera vuelta y abstención del más del 55% en la segunda. Ése es el país que recibe Santos quien ahora nos promete un gobierno de Unidad Nacional. Preguntamos desde esta “trinchera”, para que se ahorre el trabajo de decirnos guerrilleros, unidad en torno a qué, en torno a quiénes; nos quiere convencer de que los intereses de su clase y de los dueños del capital nacional y
extranjero son los intereses de la Nación. No le creemos. Nos propone la tercera vía, una vía que ni él conoce, en la que ni él cree, mientras le dice a Uribe que cuidará su legado y le da gracias por su triunfo. No le creemos. Nos dice que va a rectificar el rumbo, un rumbo que ayudó a construir y que lleva a Colombia por la más oscura de sus noches. Aunque aún no lo podemos creer. Ése será el nuevo presidente de Colombia, serán con suerte cuatro años de lo mismo, primer lugar en número de sindicalistas asesinados, primera crisis humanitaria del mundo con 5 millones de desplazados, una contrarreforma agraria hecha con sangre de más de 34 mil asesinatos políticos, 23 millones de colombianos bajo la línea de pobreza, más de 200 mil desaparecidos desde la década del 50, cerca de 6 millones de compatriotas, como el que escribe, que viven fuera del país por voluntad, por falta de oportunidad, por el exilio, por la persecución, porque todos ya no cabemos en Macondo. Pero Colombia sigue poniendo muertos porque Macondo se niega a dejar de existir, de resistir, de resixstir.
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Punto
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Bolivia
Tensiones en el recorrido político-social Contribución de Juan Wahren, miembro de la organización popular Fogoneros. n la última década Bolivia ha sido el foco de atención de diversos análisis académicos y políticos, pero también han posado en ella sus miradas y esperanzas diversas organizaciones políticas y movimientos sociales de América Latina y el mundo. Primero las miradas se posaron en la irrupción de los mundos indígenas y campesinos que, junto con un heterogéneo conjunto de actores urbanos, principalmente trabajadores y estudiantes, protagonizaron la llamada “Guerra del Agua” en Cochabamba durante el año 2000. En esa oportunidad lograron expulsar a la empresa transnacional que pretendía privatizar el agua de la ciudad y de las zonas rurales, asestando el primero de una serie de duros golpes al régimen neoliberal boliviano
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al cual se habían adscripto el conjunto de los partidos políticos tradicionales, incluyendo algunos que en sus comienzos estuvieron ligados a los sectores populares (como el Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR) en la Revolución del 52 y el Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR) en la década del setenta). Fue durante esta rebelión cuando surgieron dos de las reivindicaciones que irían a marcar la agenda política boliviana durante toda la década: “Asamblea Constituyente” y “Nacionalización de los hidrocarburos”. Luego de las jornadas de Cochabamba, los movimientos indígenas y campesinos continuaron protagonizando distintas acciones de protesta en demanda de sus territorios, el reconocimiento de los derechos de los pueblos originarios y la defensa de los recursos naturales. Estas luchas lograron articularse en lo que se llamó la “Guerra del Gas”, que se originó por la oposición popular a la venta de gas boliviano hacia Chile (país con el que existen litigios fronterizos osaron das se p dos a r i m s a l un _Primero upción de los m s rr o i n i a s l e p n m e _ as y ca n e g í d n i _ desde finales del siglo XIX derivados de la llamada “Guerra del Pacífico donde Bolivia perdió parte de su territorio y la salida al Océano Pacífico). Estas rebeliones populares, que tuvieron sus picos de acción durante 2003 y luego en 2005 provocaron la renuncia de dos presidentes ligados al proyecto neoliberal, Gonzalo Sánchez de Lozada y Carlos Mesa respectivamente. La reivindicación principal de la “Guerra del Gas” era la nacionalización de los hidrocarburos, que se articuló con la demanda de Asamblea Constituyente. Así, en las elecciones presidenciales de fines del año 2005 triunfó ampliamente con el 54% de los votos Evo Morales, candidato por el Movimiento Al Socialismo (MAS), representando a una variedad de organizaciones sindicales y movimientos sociales indígenas y campesinos,
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así como articulando a algunos sectores medios urbanos. Durante los primeros años de gobierno, el MAS cumplimentó, en parte, la agenda de los movimientos sociales: realizó el llamado a una Asamblea Constituyente y nacionalizó los hidrocarburos, así como estableció programas sociales de alcance nacional que comenzaron una lenta pero constante redistribución de la riqueza a favor de los sectores populares, así como se comenzaron distintas obras de infraestructura productiva, sanitaria, educativa y de caminos anhelados por el conjunto de la población. Pero sin embargo, afirmamos que las demandas de los movimientos sociales sólo fueron cumplidas en parte. Por un lado, la Constitución aprobada luego de la Asamblea Constituyente (que luego pasó por una negociación con los partidos opositores de derecha en el parlamento, en el marco de tremendas disputas políticas con los sectores dominantes del oriente boliviano) dejó de lado muchas de las demandas de los pueblos indígenas y campesinos, aunque se reconoció el carácter plurinacional de Bolivia. Por otro lado, con la nacionalización de los hidrocarburos lo que se realizó principalmente fue una recuperación de las acciones de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) que habían sido capitalizadas durante la etapa neoliberal, retomando así parte del control de la renta petrolera por parte del Estado, pero la gestión de las explotaciones y exploraciones hidrocarburíferas continúan, salvo algunas excepciones donde actúa directamente YPFB, en manos de empresas extranjeras principalmente Repsol YPF (España), PETROBRAS (Brasil) y PDVESA (Venezuela). En este sentido, planteamos que no ha cambiado la lógica del modelo de desarrollo planteado por el gobierno del MAS para Bolivia que se encuentra inmerso en una lógica mercantilizadora de la Naturaleza-Madre Tierra, resignificándola como Recursos Naturales cuantificables y utilizables para el desarrollo del capitalismo sin tener en cuenta las implicancias sociales, culturales y ambienta-
forman ensiones luchas “Estas t d oceso e r p l e d que _parte tencias _y resis zaron los ni en las _protago sociales s o t n e i m _movi décadas. _últimas
les de esta explotación. Así, las empresas de hidrocarburos que actúan en Bolivia continúan con el despojo de los “Recursos Naturales” aunque ahora, y esto no es un dato menor, parte de esa renta permite la redistribución de la riqueza para los sectores populares a través de los planes sociales o las inversiones en infraestructura y la consecuente creación de fuentes de trabajo genuino para los trabajadores. Así, podemos observar una tensión creciente dentro del llamado “proceso boliviano” entre una lógica “desarrollista”, ligada a un pensamiento moderno y capitalista, pero del que también han sido tributarias muchas de las formas conocidas de socialismo y sus variantes (con la excepción del llamado “ecosocialismo”) y una lógica ligada a las experiencias campesinas e indígenas que resignifican a la naturaleza como la Madre Tierra y plantean otras formas de relacionamiento con la Naturaleza y sus “Recursos Naturales” que implican necesariamente una crítica radical al modelo hegemónico de desarrollo, buscando en alternativas económicas, ambientales y sociales a las formas comunitarias de producción y autogobierno, tanto a escala local como a escala regional, utilizando los “recursos naturales” de manera sustentable y sin afectar los territorios habitados y practicados por los pueblos indígenas y comunidades campesinas. Pondremos el ejemplo del pueblo guaraní del Departamento de Tarija organizado en la Asamblea del Pueblo Guaraní (APG). Esta organización protagonizó, apenas cinco días antes de la Cumbre de los Pueblos por el Cambio Climático y los Derechos de la Madre Tierra” en Cochabamba en abril del corriente año, una movilización donde más de trescientos indígenas guaraníes recorrieron a pie durante dos días casi cien kilómetros entre las ciudades de Yacuiba y Villamontes. Luego, tuvieron una asamblea donde participó el Ministro de Hidrocarburos de Bolivia, Luis Fernando Vincenti. El reclamo de la APG consistía principalmente en la titulación de sus tierras ancestrales y en la defensa de los
territorios y los recursos naturales adyacentes, entre los cuales se encuentra el Parque Nacional Aguaragüe donde propusieron establecer una “Pausa por la Madre Tierra” para frenar las explotaciones hidrocarburíferas en esa región. El ministro fue enfático en su intervención en la asamblea indígena: el Parque Nacional y las comunidades serían afectadas por la actividad hidrocarburífera pues esa región resulta clave para cumplir con los contratos de exportación de gas hacia la Argentina. La respuesta desilusionada de los guaraníes allí presentes podría resumirse en la frase que expresó al ministro uno de ellos: “Usted nos habla de dinero y nosotros le estamos hablando de vida… de nuestra Madre Tierra”. Aquí aparecen ejemplificadas las tensiones dentro del proceso boliviano entre un discurso ligado a la defensa de la Madre Tierra y un discurso desarrollista ligado a lógicas extractivas.
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Finalmente cabe destacar que esta tensión entre “desarrollismo” y formas alternativas existe tanto en el seno del gobierno del MAS como dentro de los propios movimientos sociales que tienen parte de su imaginario social anclado en lo que fue la Revolución del 52 y que fue el proceso que más se acercó a un modelo modernizador y desarrollista en el país andino. Estas tensiones forman parte del proceso de luchas y resistencias que protagonizaron los movimientos sociales en las últimas décadas. Pero esta mirada crítica sobre Bolivia ejemplifica también la posibilidad de construir nuevos rumbos en las relaciones con la naturaleza/Madre Tierra. En otros países latinoamericanos, como la Argentina, estas discusiones ni siquiera aparecen en los ámbitos gubernamentales. En estos casos la opción es clara: el modelo de desarrollo extractivista ligado a la soja transgénica, la minería a gran escala y la explotación hidrocarburífera en manos transnacionales es hegemónico y aparece como la única vía posible y deseable. Por todo esto es que consideramos que la posibilidad de encuentro entre distintas experiencias campesinas, indígenas y de sectores urbanos de todo el mundo, tal como se dio en parte en la “Cumbre de los Pueblos por el Cambio Climático y los Derechos de la Madre Tierra” permiten rescatar viejas prácticas y formas de relacionamiento diferentes con la naturaleza/Madre Tierra, así como construir nuevos saberes y prácticas que establezcan relaciones de reciprocidad con la naturaleza/Madre Tierra a partir de descolonizar tanto el Estado como el Poder y las formas de conocimiento que sostienen la dominación. Es en estas discusiones y tensiones desde donde podemos construir, potencialmente, las experiencias emancipadoras para nuestro continente, para Nuestra América.
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Panorámica
La crisis económica global conmociona a Europa Ezequiel Haro - Victoria Freire a irrupción de la crisis con la caída de las hipotecas subprime en Estados Unidos luego la caída del banco Lehman Brothers y la aseguradora AIG, a fines de 2008, indicaban el marasmo de las finanzas y de la economía en el centro mismo del sistema mundial. El estallido de la crisis capitalista actual fue apenas ralentizado por las riadas de millones inyectadas por los distintos Estados nacionales, las burocracias supranacionales y las entidades financieras de mayor calibre. No han podido restablecer la calma en los mercados más que transitoria y débilmente. A principios de este año la crisis volvió a evidenciar su carácter mundial al alcanzar las economías europeas, impactando con fuerza en el sistema financiero una vez más, expresando los propios obstáculos en los mecanismos de acumulación capitalista. Europa tiene una productividad (resultado del trabajo humano y de los medios tecnológicos de producción disponibles) dos tercios por debajo de Estados Unidos, y su inversión en investigación y desarrollo se ha situado por detrás de la primera potencia y de Japón. La participación europea en el comercio internacional se reduce año tras año. (Clarín, 14-2-10) Esto explica las dificultades y preocupaciones del viejo continente para afrontar esta crisis. A su vez, el enorme endeudamiento de los países de la periferia europea es fruto del alto costo de mantenimiento del euro como moneda común, que reduce la competitividad de la industria local, dirigiendo los capitales hacia la especulación y el sector de servicios. En determinado momento los acreedores exigen el cumplimiento de las promesas de pago. La economía se declara en default y los distintos índices económicos sufren estrepitosos derrumbes. En España, Portugal, Irlanda y Grecia se expresó una importante caída de la actividad económica, acompañada de la pérdida de credibilidad en los mercados y el peligro de cesación de pagos. Grecia es quien se encuentra hasta el momento más comprometida: recibió un rescate por 110.000 millones de euros financiados por algu-
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nos de los bancos más importantes de la zona euro, del FMI y del BCE, a cambio de seguir a pie juntillas las medidas de ajuste que proponen estas instituciones. El objetivo es mantener a toda costa la unidad monetaria y su valor, sin medir las consecuencias posibles en países “menos desarrollados”, es decir con menores grados de productividad y competitividad en el mercado, para los cuales la moneda sólo puede sostenerse con más deuda. Para reordenar la economía la opción que se plantea es el ajuste. De este modo, los gobiernos europeos ya sean socialdemócratas, de centroderecha o derecha, ejecutan las recetas neoliberales más ortodoxas para menguar el déficit: reducción del gasto público y aumento de recaudación con impuestos regresivos al consumo. Todos por igual responden a la crisis resguardando a la clase capitalista y transfiriendo los costos a las mayorías. Alemania, la voz cantante en el coro de la eurozona, lanzó uno de los planes más drásticos para predicar con el ejemplo. El presupuesto para 2011 exhibe recortes de gasto público por valor de 11.000 millones de euros. En total el plan de ajuste, el mayor desde el fin de la Segunda Guerra Mundial, debe permitir ahorrar hasta 2014 un total de 86.000 millones de euros. La canciller Angela Merkel alegó que la situación es tan delicada que se dispone a eliminar entre 10 y 15 mil empleados públicos, y 40 mil en las fuerzas armadas –con reforma del servicio militar obligatorio incluida–. Pese a la elocuencia de las cifras, no pudo ir a fondo con las medidas ya que el aumento del IVA no logró ser implementado debido a las diferencias políticas entre democristianos, a los que representa, y los liberales opositores. (Clarín, 28/06/10) No hay dudas de que los paquetes se traducen para los sectores más vulnerables en mayor miseria, desempleo y precariedad. En Grecia, por ejemplo, la reforma previsional es drástica: limita las jubilaciones anticipadas, aumenta el 1
número de años de aportes y eleva la edad de retiro de las mujeres de 60 a 65 años. La reforma debe implementarse para fines de septiembre, según los términos del préstamo de emergencia. Además de los recortes de gasto público y los aumentos de impuestos, que no sólo corresponden al IVA y a ciertos productos (alcohol, carburantes, tabaco) sino, también, se añade un impuesto a las ganancias del 1% para aquellos que hayan percibido más de 100.000 euros en 2009. Planes semejantes han lanzado Sarkozy en Francia, Berlusconi en Italia y Zapatero en España. La preocupación en Bruselas, Berlín y París es que no se puede dejar a Grecia caer en desgracia y no precisamente por solidaridad, sino porque podría arrastrar otras economías y poner en riesgo la estabilidad de la Eurozona. Uno de los grandes peligros latentes reside en que muchos bancos de Europa Central tienen inversiones por encima de los 100.000 millones de euros en el país heleno. Grecia debe renegociar, durante 2010, poco más de 50.000 millones de euros de su inmensa deuda externa de 300.000 millones. De esta última, los bancos alemanes poseen 45.000 millones y los franceses, por su parte, 75.000 millones. Esto explica por qué los gobiernos alemanes y franceses salen raudamente al rescate. El sistema capitalista ha dado un salto en todo nivel, en los últimos 30 años. Estados Unidos fue el país que lideró en buena medida el desarrollo económico aunque, estrictamente, uno de los aspectos centrales de esta etapa del capitalismo es la mundialización de la economía, acompañada de un crecimiento tecnológico intenso (la “revolución tecnológica”). Como indica Francois Chesnais1, la liberación de los flujos financieros, del comercio y de las inversiones directas; el desarrollo de capital ficticio en su forma más vulnerable, el crédito, sobre todo hipotecario, y el consecuente salto en las inversiones exteriores, cuyo
Francois Chesnais, “Orígenes comunes de la crisis económica y la crisis ecológica” en Herramienta Nº 41. Pág 65.
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destino principal fue China, expresan un aumento en la escala de dominación del capital sobre el trabajo. Marx ha sido el primero en señalar que el objetivo capitalista es siempre la acumulación y valorización del capital, que implica el adoctrinamiento y subordinación de las fuerzas de trabajo. Los sistemas financieros facilitan, agudizan o empujan al capital a valorizarse más y más, pero la fuente de valor siempre será en la relación capital-trabajo que se desenvuelve en la producción capitalista. El sistema financiero de conjunto no puede tener vida propia, es equivocado considerar que son autónomos del resto de las esferas económicas. De pronto, la inmensa estructura que se había montado se derrumba como torre de papel, y ya no hay más margen para créditos, ni hipotecas subprime o inversiones. La deuda es la bomba de tiempo de la especulación financiera. Para marzo de 2009 la deuda total de los norteamericanos rondaba los 54 billones de dólares, (aproximadamente el PBI mundial) de los cuales un 20% constituían deuda externa.2 Es entonces cuando los Estados, que han propiciado el crecimiento del mercado con una filosofía política neoliberal adocenada, deben recurrir a viejas recetas para intervenir inyectando líquidez, efectuando salvatajes o reduciendo gastos. Todas las operaciones que se proponen como respuesta a la crisis significan un beneficio para ciertos sectores de la burguesía y más miseria para los trabajadores y excluidos, sin excepción. Los comportamientos de la economía mundial implican consecuencias también inesperadas, en ese sentido, las medidas tomadas no pueden resolver la crisis. Todavía no se han presentado nuevas fórmulas económicas que permitan salir de esta situación para pasar a un nuevo y transitorio “paradigma”. Ninguna de las cumbres, grupos G-8 o conferencias han dado respuestas claras acerca de qué está sucediendo y qué le sigue. Lo que sí resulta claro es que la cri2
sis capitalista presentada en los sofisticados índices y fórmulas vacías de las cúpulas del poder económico, se expresa en términos materiales concretos para la vida de las grandes mayorías.
¿Cómo impacta la crisis en el pueblo europeo? Al comenzar este año el presidente de la Comisión Europea Durão Barroso calificó de “intolerables” las cifras de pobreza que ostentaba Europa y que ascendían al 17% de su población, afectando, por lo tanto, a unas 80 millones de personas en los 27 países de la UE (Diario El Mundo España, 21/01/2010). Por otra parte, el elevado desempleo agravado desde el inicio de la crisis golpea con fuerza, especialmente a los jóvenes. Existen 96 millones de jóvenes, y la tasa de desocupación en los menores de 25 años sobrepasa el 10%, casi el doble de lo registrado en toda la UE que es del 5,5%. (Eurostat). Otros datos afirman que entre los países con mayores dificultades se encuentran los Bálticos (Lituania, Letonia y Estonia) y nuevamente España, que registra un índice de 33,6 %, el más elevado del grupo de 27 naciones. Italia es la nación con mayor diferencia entre tasa de desempleo juvenil (24,9 %) y la total (7,4%). Los jóvenes son también los principales perjudicados con la precarización laboral, los llaman “la generación de los 600 euros”, en referencia a sus bajos salarios. Ya a fines del 2008 cuando la crisis comenzaba a azolar el mundo, en Grecia se daba una revuelta sin precedentes, cuyo detonante fue el asesinato de un joven de 16 años a manos de un policía criminal. La juventud griega salió con furia y se llevó puesta una decena de ciudades por todo el país, repudiando a la casta dirigente, a las fuerzas represivas pero también al modelo de vida burgués representado en los barrios más renombrados de Atenas y otras ciudades, los cuales fueron devorados por las lla-
Bernstein Jorge, “En la Ruta de la decadencia. Hacia una crisis prolongada de la civilización burguesa” en Herramienta Nº 41. Pág 17.
mas. Esta irrupción social que tuvo en vilo a las tierras helénicas por semanas derribó al gobierno conservador y corrupto de los democristianos. Año y medio después, las huelgas, movilizaciones populares y los enfrentamientos con las fuerzas represivas vuelven a estar a la orden del día, esta vez luchando contra el gobierno del socialdemócrata Papandreu. El 5 de mayo, en una de las huelgas generales, murieron tres personas en los enfrentamientos callejeros, luego de la quema de un banco. El 29 de junio pasado, la quinta huelga general del 2010 dejó parado el país nuevamente, con miles de manifestantes que tomaron las calles y volvieron a confrontar cuerpo a cuerpo con la policía, repudiando las medidas económicas del gobierno. En Italia, hicieron lo propio los trabajadores de la Confederación General Italiana del Trabajo (CGIL) también en junio pasado, en protesta contra las medidas de ajuste de Berlusconi, paralizando el transporte de varias de las principales ciudades como Bologna, Roma, Milán y Nápoles. En España también hubo movilizaciones masivas contra el tijeretazo social de Zapatero y se sucedieron varias huelgas, siendo las más significativas las del metro de Madrid. Resulta sorprendente que las dos principales centrales obreras: la CC.OO y la UGT hayan convocado recién para septiembre a una huelga general, la primera contra Zapatero y la séptima desde la vuelta de la democracia. Estas reacciones comienzan a manifestar el descontento existente en los pueblos europeos por la desocupación, la pobreza, los ajustes y la represión, expresando un camino posible de unidad para enfrentar la crisis. La lucha de los trabajadores en defensa de sus salarios y derechos debe aunarse con la de los millones que sufren las consecuencias del desempleo y la precariedad, es decir, de las amplias mayorías explotadas y descartadas por la voracidad del sistema capitalista mundial.
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Debate - Parte I
Fernando Aiziczon
ciales has so ñan, c u l s a acompa n tant Existe pos que las es merabl u u r e inn r como g t , n s e e t n en conviv dades milita ito los identi do al infin s. áctica lican las pr multip y s e j lengua
¿Por qué “problemas de la militancia”? Es indiscutible que, en diferentes escalas, modos e intensidades, los cambios sociopolíticos y culturales de estas últimas décadas han impactado en lo que se entiende genéricamente como la militancia actual. Algunos de esos cambios son auspiciosos, como la emergencia de nuevos movimientos como el zapatismo, el Movimiento de los Sin Tierra brasileño, las diversas experiencias de resistencias en América Latina (indígenas, campesinos), el proceso boliviano o, más cerca nuestro, la rebelión de 2001 en Argentina. Las disputas sociales también han abierto caminos impensados de resistencia: las luchas por el reconocimiento de las nuevas identidades sexuales son la mejor muestra de ello. Otros
cambios, sin embargo, dejan entrever la dificultad de considerarlos así, o al menos llaman a poner un signo de pregunta sobre ellos, pues el panorama del activismo es también, en muchos aspectos, desalentador, confuso, iluso. En este sentido, la caída del Muro de Berlín operó como el gran evento simbólico y material del fracaso rotundo del socialismo realmente existente, e impactó de diversos modos por todo el mundo y en todas las izquierdas. Mientras, se ahondó la inocultable decadencia funcional de la izquierda clásica, más precisamente de su forma-partido, de las coordenadas con las que interpreta al mundo y de sus rechazadas prácticas militantes. Junto a ello (o por ello), persiste una enorme dificultad para relanzar la idea de socialismo o comunismo en términos creíbles, más aún de cara a los difícilmente justificables ejemplos que todavía quedan en pie (desde Cuba hasta China). Por otro lado, existen tantas luchas sociales como grupos que las acompañan. Indigenistas, latinoamericanistas, nacionalistas, feministas, altermundistas conviven entre innumerables identidades militantes, multiplicando al infinito los lenguajes y las prácticas, haciendo muchas veces de cada colectivo un micromundo separado del resto. Por su parte, las clases dominantes, sin duda, siguen fuertes y dominantes. Pero quizá lo más sustancial de este panorama sea la ausencia o disolución de la idea de transformación radical
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del mundo, una transformación que no puede desentenderse de otra transformación igualmente radical en las prácticas militantes. Y ocurre justamente hoy. Hoy es un momento en el que vivimos rodeados y convulsionados por nuevas crisis político-económicas que desestabilizan vidas y regiones humanas por todo el planeta. Resulta entonces indispensable valerse de un diagnóstico que coloque al capitalismo como la elaboración humana más barbárica e insostenible que cruza diagonalmente a todos los conflictos y a todas las relaciones sociales. Una militancia amplia y convocante que acompañe esta idea irrenunciable bajo el signo de estos nuevos tiempos transicionales, aún sigue sin emerger. Las siguientes líneas se proponen abordar de una manera sumamente genérica y amplia cierta reubicación del debate bajo las inmensas coordenadas recién descriptas, teniendo en cuenta como hipótesis-guía que es en el terreno de la militancia cotidiana en el que estallan –consciente e inconscientemente– estas cuestiones.
La configuración del mundo que habitamos Creemos que este mundo en que habitamos todos es profundamente injusto. Hay ricos y pobres. O mejor dicho, porque hay ricos hay pobres. En ese sentido, quienes lo habitamos sabemos de frustraciones y tragedias. Tenemos aspiraciones a las cuales podemos llegar pero nos cuesta demasiado, quizá se nos va la vida buscando un trabajo que nos permita, en primer término, alimentarnos bien. No quiere decir esto último que todas nuestras angustias se
definan por la desigualdad material que impera en el mundo, pero en términos de colectividad humana la enorme diferencia en las formas de vida de los que más tienen y los desposeídos absolutos delimita claramente quién vive y quién apenas sobrevive. También hay que entender que entre los ricos y los pobres hay otro enorme universo humano denominado, grosso modo, como clase media. Demás está decir que una crisis económica puede borrar de un plumazo esta situación, y lo que ocurrirá es un reacomodamiento social de consecuencias imprevisibles. Este esquema extremadamente simple nos puede servir no obstante para pensar el mundo y qué hacemos nosotros en él. Existen también países, naciones, continentes (que a su vez, son ricos y/o pobres). Existen múltiples lenguas, usos y costumbres. Existen, hilando más fino, diferencias generacionales; es decir, los más jóvenes casi nunca piensan igual que sus mayores. Podríamos extendernos mucho más, por ejemplo, hablando de las diferencias entre sexos que, hoy sabemos, no se limitan al par binario hombre-mujer sino que el abanico de identidades se abrió hasta lo que se denomina transexuales. Pero a la par de toda esta complejidad hay una dinámica que podemos identificar y comprender: el mundo injusto es tal porque se construyen estructuras que sostienen las cosas tal como están: los estados, las escuelas, los ejércitos, los hospitales, las religiones, las universidades, las leyes, los diarios, las películas, las radios…, es decir, estas estructuras son tanto materiales como simbólicas. Todo contribuye al mantenimiento (inestable) del statu quo, pero decimos que hay una dinámica porque todo se va modificando con el correr del tiempo y con las luchas de las personas por cambiar lo que consideran injusto. Sin embargo, un primer gran problema se nos presenta: ¿acaso todas las personas que habitan este mundo creen –como nosotros– que él es injusto?, si coinciden positivamente, ¿creen que es necesario, posible y deseable cambiarlo?, ¿quiénes creen que deberían actuar para ese cambio?
Protestar para sobrevivir. Las movilizaciones sociales La injusticia, la indignación, el enojo, hacen que la gente salga momentáneamente de la rutina de su vida cotidia-
omo la ismo c l a t ás i p mana m El ca ión hu nible que c a r o b e ela insost s los ica e a todo e t n e barbár m al las diagon todas cruza os y a iales. t c i l f oc con na y finalmente se moviPero nosotros ones s relaci lice dando cauce a su somos un problema también. ¿Por malestar. Históricamenqué?, porque por raras razones que atate fue y es así y no se sabe muy bien por ñen a la complejidad de todas y cada una qué, pero lo cierto es que gracias a las de nuestras pequeñas vidas, no poseegrandes y pequeñas luchas sociales, acá mos aún la capacidad de entendernos y cerca o más allá de nosotros, es que acordar mutuamente. hoy podemos seguir sosteniendo la idea Ese es el quid de la “cuestión militande cambiar las cosas en este mundo. te”. Y lo más catastrófico se expresa en Y la sostenemos porque también la operación de “cierre” que cada uno de existen experiencias históricas de aquenosotros practica y que consiste en sosllos procesos que nos sirven de ejemplos tener la creencia de que existe un sujehistóricos. Dentro del imaginario de to que se ubicaría por encima de los izquierdas la difusión del socialismo y del otros. O si no es un sujeto el problema, marxismo junto al evento sorpresivo de el “cierre” aparece por el lado de la disla Revolución Rusa (1917) cambió gran tinción o los nombres que le ponemos parte de la historia de la emancipación a las cosas (procesos, ideas, objetivos), humana, pues apareció al fin una forma nombres que ocupan el lugar de lo que tangible de cambio social, que en sus inino se negocia. Todo se combina en un cios se propuso arrasar con las clases cerrado, fatal y precario modo de ver dominantes como nunca antes nadie lo las cosas… había hecho. Esto es indiscutible. Pero En efecto: ¿cómo se presenta el militambién pasó el tiempo y se vio a las clatante frente a otros/as eventuales comras lo que el socialismo realmente exispañeros de lucha?, ¿cómo piensa su tente mostró: un régimen absolutamente situación?, ¿qué dice de sí mismo y de opuesto a sus principios originarios. Esto otros que están en la misma actividad constituyó un duro golpe para la teoría pero que no comparten totalmente sus y la práctica emancipatorias, y sus múlplanteos?, ¿cómo justifica esa diferenciatiples dimensiones han sido, poco o ción? Si la gente sale excepcionalmennada, exploradas. Peor aún si nos refete a las calles o se interesa muy raramente rimos a cómo lo procesó la militancia de las problemáticas que afligen al milipasada y actual, esto es, a cómo se positante, ¿cómo compensa este último el hiacionó frente a tamaño fracaso, fracaso que to que aquella situación genera? Sobre impregnó la práctica de izquierdas a lo éstas y otras cuestiones avanzaremos largo del tiempo y que quizá es mejor visen la Parte II. to desde afuera de ella… Sin embargo, las luchas sociales, sostenemos, persisten. Y se renuevan. Y en el medio de esos procesos, estamos nosotros. Vemos cómo estas nuevas y viejas luchas se combinan, se unen, o increíblemente se separan. Otras tantas se conectan o relacionan más allá del espacio-tiempo: recuerdan otras tantas experiencias pasadas, pero al estar en el tiempo actual reclaman ser acompañadas por las formas actuales de sentir y pensar. Eso es complicado, pues se trata de leerlas en varias velocidades, teniendo en cuenta lo que ocurrió y lo que está ocurriendo. Dijimos que existen en la actualidad una multiplicidad de contenidos, de formas, de protagonistas. Una simple sumatoria en una propuesta global de solidaridad e igualdad solucionaría el problema.
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La lucha de los precarios en el Ministerio de Trabajo
“Empieza por casa” José Luis*
En junio se realizaron elecciones de Junta Interna de ATE Trabajo, resultando ganadora la lista Negra y Blanca, color elegido por la agrupación de base “Empieza por Casa” (ExC). Luego de meses de lucha se logró que se convocara a elecciones. A pesar de que la ex Junta Interna, de la agrupación Verde, no presentó su lista, concurrió a votar el 65 % del padrón. De los 140 votantes, 120 nos dieron su apoyo, así también alrededor de 180 trabajadores y trabajadoras sin afiliación manifestaron con su firma acompañar el proceso de renovación gremial.
n el Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social (MTEySS) trabajamos aproximadamente 3500 trabajadores, de los cuales sólo un 30 % pertenecen a la planta permanente. El 70% restante, estamos insertos en una serie de modalidades de contratos basura. Por ejemplo, hay un gran número de monotributistas, contratados “legalmente” por organismos ajenos al ministerio, que deben facturar todos los meses para cobrar su sueldo y que no gozan de ningún derecho.1 Por otro lado, los trabajadores que mantenemos una relación laboral con el ministerio tenemos contratos que se renuevan año a año. En teoría cumplimos tareas eventuales, pero esta modalidad (Art.9) ha crecido al compás de la expansión de las funciones del MTEySS en estos últimos años. Todas estas formas de empleo precarizado vienen sosteniendo el edificio de la administración pública. A pesar de esto, las funciones que desempeñamos los trabajadores precarizados no están contempladas en el organigrama formal del ministerio. En términos generales la precarización laboral es uno de los problemas que más golpea a un sector
importante de trabajadores del ámbito privado y estatal, en su mayoría jóvenes. Son grandes los recursos que utiliza la propaganda oficial para hablar de una política nacional que combate al empleo en negro y que tiene al MTEySS como gran protagonista. ¡Nada más ilusorio! El trabajo precario crece en su propia casa. Esta condición laboral marca el terreno que hay que transitar en un proceso de lucha y organización, porque genera un marco delimitado para plantear reivindicaciones. Justamente, la experiencia gremial de ExC se inició a principios del año 2008 en el marco de una lucha por aumento salarial y el pase a planta permanente de los contratados. En ese entonces, un grupo de compañeros consiguió que la Junta Interna de ATE, conducida por la lista Verde, convocara a asambleas para discutir un plan de lucha. Hubo un número importante de iniciativas surgidas desde abajo que fueron canalizadas por ATE. Aunque fue importante el marco institucional que le dio el gremio, este recorrido se pudo sostener por el inicial protagonismo de un considerable número de compañeros que discutíamos en las oficinas las medidas
A B C D E F G H I J K M N Ñ O P Q R S T U * Miembro de la agrupación Empieza por Casa 1 Hay trabajadores que son contratados por Naciones Unidas. A esta modalidad se la conoce por PNUD. Otros trabajadores que brindan sus servicios al MTEySS, están contratados por el Gobierno de la Ciudad bajo condiciones, aun más precarias. Existen también contratados por la Universidad de La Matanza, entre otras. Pero por si fuera poco, hay trabajadores que legalmente figuran como personal de ANSES.
V W X Y Z L
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_La preca ri de los pr zación laboral es oblemas q ue más go uno un sector lpea a i m p ortante d trabajado e res del á mbito pri estatal, vado y en su may oría jóve nes.
de ormas _LAs f n e n e i v izado o i c i precar f i el ed ón straci admini
empleo iendo sosten de la a. públic
a tomar para denunciar y visibilizar nuestras condiciones laborales. El punto más elevado de esta lucha fue el recordado “Jueves Negro”, en el que se cortó la Avenida Alem bajo la consigna “¡Basta de precarización laboral en el MTEySS y aumento salarial ya!”. Pero este proceso fue desviado por la Junta Interna cuando surgió el conflicto entre el gobierno nacional y la patronal sojera, pese a que no se llegó a un resultado positivo. Más allá de los resultados, la experiencia dejó entrever las potencialidades de una incipiente organización desde abajo, que era necesario continuar desarrollando aun en un momento de reflujo. Pero por sobre todas las cosas, esa lucha puso sobre la mesa la contradicción evidente entre el discurso propagandístico de las autoridades del MTEySS y las condiciones en las que trabajan cientos de compañeros y compañeras. Y ésa es la denuncia que ExC tomó como parte de su identidad. Para los compañeros que nos fuimos sumando a la construcción de ExC, los dos últimos años han significado un enorme aprendizaje. El desarrollo de las asambleas por piso, las actividades formativas con compañeros del Taller de Estudios Laborales y del cuerpo de delegados del Subte, así como la participa-
la tir a conver e d a o n safí a en u _El de Intern los e d Junta n za zació comien organi recién s e r o ad trabaj ción en las distintas medidas de lucha convocadas por ATE, entre otras cuestiones, son la expresión de esta fase constructiva con sus momentos intensos y también tenues. Hoy entramos en otra fase más compleja. El apoyo obtenido en las elecciones, por parte de los compañeros, nos motiva y a la vez nos plantea la responsabilidad de defender lo dicho y lo escrito con los hechos. El desafío de convertir a la Junta Interna en una organización de los trabajadores recién comienza y esto demanda una atención especial sobre el camino que se toma; porque el riesgo de enredarnos en las tareas superestructurales, que la dinámica sindical casi siempre impone, también se les plantea a los luchadores más abnegados. La creación de una verdadera democracia sindical no surgirá por decreto ni por el voluntarismo de una Junta Interna más radicalizada. Por eso la importancia de hacer crecer la experiencia de estos dos años y de darle un hilo de continuidad para fomentar el protagonismo de los compañeros en cada oficina. Las condiciones dignas de trabajo debemos ganarlas con el esmero y el compromiso porque nada caerá desde el cielo reemplazando nuestra decisión colectiva de luchar. Éste busca ser el espíritu de “Empieza por Casa”.
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Córdoba 4, 5 y 6 de junio Ulises Bosia
or segundo año consecutivo se realizó el Foro Nacional de Educación para el cambio social, esta vez en la ciudad de Córdoba, en las instalaciones de la Ciudad Universitaria y del Colegio Nacional Manuel Belgrano. La convocatoria duplicó la participación respecto del primer foro. Más de tres mil compañeros y compañeras de La Plata, Buenos Aires, Rosario, Mar del Plata, Santa Fe, La Pampa y Villa María, entre muchas otras ciudades del país, se organizaron para viajar y poder compartir experiencias, debates y opiniones en un ambiente que año a año se va configurando como un espacio destacado. En verdad el Encuentro Nacional de Estudiantes de Organizaciones de Base (ENEOB) ha logrado generar algo inédito en el panorama del movimiento estudiantil argentino.
La magnitud del Foro no deja de ser significativa si pensamos por ejemplo en que contemporáneamente con él se desarrolló el congreso de la Federación Universitaria Argentina (FUA), signado por la presencia mayoritaria de corrientes que apoyan la mercantilización de las universidades, como son la Franja Morada o el peronismo. Pero además se trata de un congreso en el que como es ya costumbre, sólo hay lugar para la rosca política y la ausencia de participación estudiantil. Es decir, todo lo contrario de lo que fue el Foro, visto por miles de estudiantes como un espacio al que acercarse para debatir, intercambiar y discutir sobre cómo lograr una educación crítica y transformadora de esta sociedad. Es decir, un espacio nuevo de autoformación abierta y de intercambio.
Los paneles y talleres de este segundo Foro estuvieron pensados alrededor de distintos ejes: género y educación, medios de comunicación, arte y política, bienes comunes contra el saqueo y la contaminación, derechos humanos y criminalización de la pobreza y de la protesta, mercantilización del conocimiento y movimiento estudiantil. Intelectuales como Maristella Svampa, Atilio Borón, Claudia Korol, Omar Acha o Hernán Ouviña aportaron a estas discusiones junto con colectivos culturales, organizaciones barriales y territoriales, agrupaciones sindicales, estudiantiles y antipatriarcales. Además, delegaciones de movimientos sociales y organizaciones de Chile, Bolivia, Uruguay, Brasil, Colombia y Venezuela le dieron el tono a un espacio que busca estar en sintonía con
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los procesos populares que atraviesan nuestro continente. La necesidad de intercambiar las distintas experiencias y de profundizar las discusiones superó el cronograma previsto previamente, por lo que muchos talleres quedaron cortos de tiempo y otros continuaron mucho más de lo programado originalmente. Esta falencia organizativa expresa en verdad una gran potencialidad política para futuros foros. Creemos que la construcción de un nuevo movimiento estudiantil se logra a través de la profundización de los debates y la discusión de las perspectivas políticas. Por eso un síntoma de crecimiento se da cuando con el paso del tiempo del intercambio de experiencias se pasa al debate y la proyección política. La fuerte participación universitaria en el foro, debido a las características de las organizaciones convocantes, es importante, a la vez que crece el protagonismo de los estudiantes secundarios y de los institutos terciarios, abriendo nuevas posibilidades y perspectivas. Por ejemplo, la realización de un taller sobre las problemáticas comunes de los institutos terciarios (reformas de los planes de estudios, problemas edilicios y presupuestarios) que organizaron los y las
estudiantes del Joaquín V. González de la Ciudad de Buenos Aires fue una primera experiencia que abre un nuevo terreno de articulación política. Los compañeros y compañeras universitarios, terciarios y secundarios de Socialismo Libertario que participamos del Foro, tanto desde Buenos Aires, La
Ediciones La Minga, emprendimieno colectivo, edita el libro ¿Qué quiere la Liga Espartaco? en homenaje a la gran marxista revolucionaria, al cumplirse noventa años de su asesinato. Nueve décadas después de aquel 1919, en el que emergió la revolución alemana como la mayor esperanza para una transformación socialista de Europa, el pensamiento de Rosa Luxemburg sigue brotando y anima a ser recreado aquí y allá en la diversidad.
Emprendimiento Colectivo
Matanza y Rosario como también desde Córdoba, vivimos una muy buena experiencia. Apostamos a continuar la construcción del Foro como un espacio de referencia diferente en el movimiento estudiantil argentino para los que buscamos cambiar la educación y transformar de raíz esta sociedad.
“Mi pintura es para herir, para arañar y golpear el corazón de la gente” Descubramos la obra de Oswaldo Guayasamín, pintor ecuatoriano, a través de sus palabras. Descubramos al artista, al hombre, a través de su obra. Adriana Pacagnini
swaldo Guayasamín fue un artista que se identificó con el dolor de su gente y lo retrató con rabia, que plasmó en sus creaciones el sufrimiento de los sumergidos y les puso voz hecha grito, ya que él mismo afirmaba que pintar era como gritar desesperadamente, “mi grito se ha sumado a todos los gritos que expresan humillación, la angustia del tiempo que nos ha tocado vivir”. Hizo parte de su vida la denuncia social despertando el escándalo, provocando la polémica, apelando con su creación a construir una sociedad más justa, una vida digna para los oprimidos, un mundo mejor. Marcó con su obra una tendencia, el Realismo Social; tomó elementos del Cubismo y del Expresionismo Colonial (arte desconocido, según él) con tintes propios. Sus pinturas y su origen provocaron que lo enmarcaran dentro de la llamada escuela indigenista, pero él no se ubicaba allí, lo consideraba absurdo; expresaba trabajar sobre grupos humanos, contemplar su contexto universal, sus posibilidades y carencias, su clamor, su sufrimiento, su matiz…”El indigenismo es una mirada desde afuera, un procedimiento…Yo pretendo representar un escenario interior, una imagen tan individual como fecunda…Me solidarizo con quienes han sido despojados de sus dioses, de sus sueños, de sus ríos, de su trozo de cielo y de su tierra”.
F G H Ñ O
No pretendió quedarse entre muros de museos o pinacotecas, se preocupó porque su forma de denuncia, su protesta hecha arte se plasmara en las paredes de su Ecuador natal y, desde allí, se expandiera al mundo entero como tes-
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timonio vivo de las injusticias, la violencia, las raíces enajenadas de Latinoamérica, el sufrimiento de la humanidad del “siglo oscuro y violento que nos ha tocado vivir” que lo obligó a llenar sus cuadros “de una enorme tristeza”.
“Mi pintura es de dos mundos. De piel para adentro es un grito contra el racismo y la pobreza; de piel para afuera es la síntesis del tiempo que me ha tocado vivir” Guayasamín dividió su obra pictórica y escultórica en períodos. A comienzos de 1940 realizó un largo viaje por Chile, Perú, Argentina, Bolivia y Uruguay que dio como resultado su serie Huacayñán (“El camino las lágrimas” en lengua quechua) compuesta por más de cien telas en las que retrata el desgarro del
indio americano, del negro, del mestizo. A partir de los 60 desarrolló su creación agrupando sus pinturas, murales y esculturas en tres etapas vitales. La primera, llamada La Edad de la Ira, expresa la tragedia del siglo XX representada por las guerras, los genocidios, las torturas, el dolor; con ella sacudió la conciencia del mundo. La segunda, La Edad de la Ternura, representa la entrega entre los seres humanos, el vínculo de las madres y los hijos, eje de su trabajo como forma de redención de las relaciones humanas. En sus últimos tiempos decía estar transitando La Edad de la Esperanza, como síntesis de sus conocimientos técnicos y de su experiencia de vida. Lo sorprendió la muerte sin concluir su proyecto más grande, La Capilla del Hombre, según sus propias palabras mucho más que una obra artística, “una forma de mantener viva la imagen de Latinoamérica a través del tiempo, un espejo donde la humanidad pueda mirarse”.
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Nosotros los indios Hugo Blanco
Este libro es una colección de textos escritos por Hugo Blanco sobre la cuestión indígena. El autor trasmite su larga e invalorable experiencia como militante de la causa campesina peruana durante más de 50 años. Sus relatos, sus análisis y las lecciones que extrae de todo ese recorrido tienen una extraordinaria frescura, no sólo por su lenguaje simple y directo sino porque dan cuenta, en primera persona, de su rol fundamental en la lucha por la tierra y por la cultura de “los indios”, rol que asume con humildad revolucionaria reconociendo su lugar dirigente. El libro, que “no fue pensado como tal”, como dice el propio Hugo, finalmente quedó compuesto de once capítulos no necesariamente cronológicos. Cuenta con comentarios de Eduardo Galeano y Raúl Zibechi, así como con un prólogo escrito por Norma Giarraca. Tal como expresa Galeano, su lectura permite ahondar en “páginas escritas a borbotones, jubilosas y desesperadas” que “cuentan las aventuras y desventuras del hombre que encabezó la lucha campesina en el Perú”, del hombre que “durmió bajo las estrellas y en celdas ocupadas por las ratas”; de “aquel loco lindo que decidió ser indio, aunque no era, y resultó ser el más indio de todos”. Coedición de Ediciones La Minga y Ediciones Herramienta
36 • La Minga # 1 • Desde el sur del continente, por la revolución y el socialismo
Alejandro: siempre estarás con nosotros/as El pasado 8 de junio falleció en Rosario nuestro querido compañero Alejandro Cánepa. Publicamos la carta escrita por Manuel Martínez que fue leída por Victoria Clerici en San Lorenzo el día de su despedida. Una vez escrito el título no sé cómo seguir. Siento un dolor enorme en el corazón y no sé cómo seguir. Alejandro Cánepa, tierno corazón, amigo entrañable en las buenas y en las malas, verdadero hermano de todos los días, se ha convertido en “una estrella más en el cielo para fortalecer la lucha por el mundo entero”, nos lo dice Pablo. Se nos fue hoy, 8 de junio de 2010, después de luchar por su vida tantos y tantos días. Se nos fue y ese “nos” es inmenso, es el nosotros y nosotras con él, el colectivo, la comunidad que construimos juntos, el compromiso militante que lo movía y que nos mueve, su tenacidad, su intransigencia y su ternura, esa ternura del grandote tan risueño y comprensivo con los demás, aquella ternura nunca invisible en los mejores años de su vida. Ale eligió plenamente la lucha por la revolución y el socialismo. Esto puede sonar un tanto duro, posiblemente, pero esa elección marcó su vida y lo calificó como persona extraordinaria, lo hizo más duro y más tierno al mismo tiempo, sabiendo, como él sabía, que la lucha revolucionaria tiene como horizonte la felicidad humana. Por eso mismo no escatimó esfuerzos, fue generoso en todo el sentido de la palabra, todos y todas han podido comprobarlo. Nos conocimos a principios de los años 90, militando en el Movimiento al Socialismo (MAS), sufriendo la crisis que atravesó a esa organización y a nosotros mismos. Luego emprendimos otro camino, un camino nuevo, con rupturas y continuidades a veces incómodas, fundamos Socialismo Libertario (SL) renovando nuestras pasiones, aquellas que se habían acrisolado desde nuestras tempranas rebeldías. Creo que acertamos, aunque también nos equivocamos, hoy lo sabemos mejor; él procesó nuestros aciertos y errores. Ale vivió todo esto sin confundirse, supo encontrar esa suerte de “hilo conductor” que motiva nuestros propósitos. Lo había afirmado desde nuestros primeros días involucrándose en la Mesa de Escrache Popular de Buenos Aires, convirtiéndose en
uno de sus protagonistas fundamentales. Lo reafirmó luego proponiéndose extender la construcción de SL en Rosario, justamente en 2002, cuando la ola de la rebelión popular de diciembre de 2001 alentaba la construcción de una alternativa de liberación desde abajo. Lo reafirmó y lo hizo, convencido, feliz por su decisión de trasladarse a una ciudad en la que era necesario hacer de todo, en la que debía aprender e iniciar al mismo tiempo una fundación. Y lo hizo con todas sus fuerzas, con su razón y sus mejores sentimientos, hurgando qué se podía hacer, buscando a Ricardo, “nuestro primer contacto”, conociendo a Emilce y a Victoria, “nuestras primeras compañeras rosarinas”, después a otros compañeros y compañeras con quienes construyó y a quienes enseñó a construir. Han pasado ocho años de aquella elección, un largo tiempo de su inversión militante junto a nosotros y nosotras, casi todo el tiempo de existencia de SL. Debo decir más: Alejandro fue uno de los fundadores de SL que decidió trasladarse efectivamente a otra ciudad y nos entregó un legado invalorable, nos dio toda la fuerza para seguir con nuestro proyecto, se nos puso como ejemplo de lo que es posible ser/hacer, dos categorías consustanciadas que califican lo mejor de nuestras andanzas. Puedo seguir diciendo mucho más: sus artículos publicados en nuestra prensa, sus aportes a nuestras discusiones políticas, su contribución a la creación de Semillas de Rebelión, en fin, un largo etcétera que nunca terminará porque Ale seguirá viviendo en la cotidianeidad de SL, de nosotros y nosotras, de sus compañeros y compañeras, de sus amigos y amigas, entre tantos y tantas que supieron apreciar su aporte en el trabajo, en la vida cotidiana, en ese todos los días que lo alentaba a luchar por un mundo mejor y por la liberación total. Alejandro Cánepa, hermano mío, creo que te conocí un tanto mucho para sentirte como camarada y amigo. No importan ahora tantas críticas que nos hicimos, tampoco las discusiones a veces ríspidas, vos y yo siempre supimos que todo eso es parte de nuestro “oficio”. Vos y nosotros/as sabemos que este camino es difícil, pero también alentador. Enfrentamos a los poderes, al Estado, a la violencia cotidiana, a la ignominia de la sociedad burguesa, convencidos de que nuestra lucha es por la liberación y la felicidad de las mayorías explotadas y oprimidas. Te fuiste hermano mío, pero no nos dejaste ni te dejaremos jamás. Siento con tu partida un inmenso dolor, te imagino una y otra vez charlando, compartiendo, disfrutando de nuestra amistad en tantos rincones que nos gustaban. Estoy/estamos al lado de Cristina, tu compañera, tu amor, nuestra amiga, con quien entablaste una hermosa relación. No sé, tal vez imaginariamente nos volveremos a juntar los tres para seguir disfrutando la vida, siempre soñando con otro mundo posible. Un revolucionario nunca muere. Alejandro sigue vivo en nuestros corazones, sigue transmitiéndonos la fuerza de luchar, sigue riéndose, sigue con su garra, nos continúa motivando. En el horizonte hay un mundo sin explotación ni opresión. Estás allí.
“¡Carajo! Yo soy un indio, me llamo Guayasamín” Oswaldo Guayasamín nació de madre mestiza y padre indio en Quito, Ecuador, el 6 de julio de 1919. Se graduó de pintor y escultor en la Escuela de Bellas Artes de esa misma ciudad. Para conocer más sobre su vida y su obra http://www.guayasamin.com