Benemérita Escuela Normal Manuel Ávila Camacho Licenciatura en Educación Preescolar Tercer Semestre Adecuación curricular Aneli Galván Cabral Ana Sofía Ramírez Casale
Pedagogía diferenciada Philippe Perrenoud
En Europa la pedagogía de domino se difundió de una forma grotesca, abreviada en Francia PPO: pedagogía por objetivos, en donde fue objeto de violentas críticas. La pedagogía de dominio era una pedagogía diferenciada que seguía la misma línea de los trabajos europeos. Los trabajos sobre pedagogía diferencia relacionaron varios legados: el constructivismo piagetiano, cercano a corrientes de la escuela activa, se poyaba en dispositivos orientados por objetivos y una evaluación formativa. Divergencias teóricas y proteccionismo culturales contribuyeron a retardar el desarrollo de la pedagogía diferenciada. Otro factor fue la duda que se extendió, por los años setenta, entre enseñantes, militantes e investigadores sobre la posibilidad de luchar contra el fracaso escolar incluso en una sociedad desigual. El sistema escolar realizara una función de reproducción de las clases y jerarquías sociales. Los partidos en el poder pretendían realizar una democratización muy moderada, aumentando las tasas de escolarización sin combatir las diferencias entre los alumnos proveniente de diferentes clases sociales. En estudios innovadores sobre la desigualdad en la escuela, propugnaban desde entonces un postulado que sigue siendo pertinente: la única forma ética de percatarse de los eventuales obstáculos genéticos de la educación es enfrentarlos de manera concreta, avanzar lo más lejos posible en la democratización, único modo de saber a qué atenerse. Una parte de los que no consideran el fracaso escolar como una fatalidad biológica tampoco lo toman en cuenta como una fatalidad sociológica. Los gobiernos no hacen nada contra el fracaso escolar, se puede señalar la discontinuidad de las políticas, la desigualdad entre las ambiciones y los medios,
la poca coherencia entre las intenciones democratizadoras y su escasa explicación en los programas, la evaluación o la formación de los enseñantes. La pedagogía diferenciada no concierne para nada a todos los enseñantes y actores sociales del sistema. Sin embargo, el circulo de los que reflexionan e intentan algo al respecto, crece y las políticas educativas van en sentido, con las zonas de educación prioritaria, la creación de ciclos de aprendizaje, la incitación a una evaluación más formativa. Durante este periodo se miden los límites del modelo de diferenciación más evidente que se basa en la esperanza de atribuir a cada cual un tratamiento pedagógico individual. La diferenciación es considerada una micro orientación con la diferencia de que no se trata de repartir a los alumnos entre tramos jerárquicos, que cristalizan y amplían las diferencias, sino entre grupos o dispositivos que podrían trabajar en la garantía de la igualdad de los niveles de adquisición. Diversos sistemas educativos han considerado o decidido la creación de ciclos de aprendizaje de dos o tres años. Desgraciadamente la noción de ciclo es ambigua y puede ocultar tanto un mantenimiento apenas disimulado de los grados como una organización verdaderamente alternativa del plan de estudios y de los progresos individuales. La pedagogía diferenciada engendra un enfoque nuevo, más centrado en el alumno y su itinerario: la individualización de los trayectos de formación. Los retos mejor identificados se relacionan con concepciones muy diversas y a veces contradictorias: El aprendizaje y la enseñanza, o sea la didáctica, en una pedagogía diferenciada. La propia diferenciación, ubicada antes o en el centro de la acción pedagógica. El lugar de la evaluación en la regulación del aprendizaje y el ajuste de la acción pedagógica. La relación intersubjetiva e intercultural, considerada crucial, o por el contrario marginal, en la génesis de las desigualdades. Las didácticas de las disciplinas, al igual que las corrientes de la nueva escuela, han colocado, o vuelto a colocar, al alumno en el centro de recurso, como organizador de situaciones de aprendizaje más que como emisor de conocimientos, hemos señalado que nadie puede aprender en el lugar del niño o del adolescente, pero que nadie aprende todo solo. Algunas de las enfermedades infantiles de la diferenciación están en vías de desaparición:
1. La planificación de la enseñanza en función de las taxonomías de objetivos, ahora se sabe que las listas de objetivos son herramientas de regulación ex post en lugar de formas de organizar situaciones complejas de enseñanza – aprendizaje, que abarcan generalmente varios objetivos. 2. La imposición del modelo de remediación y del apoyo pedagógico, según el cual la diferenciación es en esencia reparadora y solo interviene cuando las dificultades son significativas. 3. La confusión entre pedagogía diferenciada y preceptorado generalizado, la impresión de que diferenciar es hacer un curso particular por alumno. Cualquier diferenciación de la enseñanza exige una evaluación formativa, dicho de otra forma, una evaluación que debería ayudar al alumno a aprender. Es importante no separar la evaluación de la didáctica y apostar a favor de situaciones de aprendizaje que estimulen la autorregulación.
Conclusión: La competencia para Perrenoud es la facultad de movilizar un conjunto de recursos cognoscitivos (conocimientos, capacidades, información, etc.) para enfrentar con pertinencia y eficacia una familia de situaciones. Centrarse en el alumno Que el docente sea el que proporcione los medios Enfrentarlos a una situación Individualización del curriculum