Benemérita Escuela Normal Manuel Ávila Camacho Licenciatura en Educación Preescolar Tercer Semestre Adecuación curricular Aneli Galván Cabral Ana Sofía Ramírez Casale
Una segunda oportunidad Había una vez dos niños, que se escondía en una escuela, porque no tenían un hogar donde vivir, ya que sus padres fallecieron quedándose huérfanos, sus nombres eran Eduardo y Baltazar, Baltazar tenía 7 años, mientras que Eduardo tenía una corta edad de 5 años, su sueño siempre había sido poder ingresar a una escuela para poder convivir con niños de su edad. Al pasar el tiempo, un dia la maestra Lupita los encontró debajo de las escaleras, quedándose asombrada, rápidamente les preguntó a Baltazar y a Eduardo ¿Qué hacen aquí niños?, los niños temerosamente respondieron: disculpe señora, es que no tenemos a donde ir, la maestra les pregunto sobre sus padres; para lo cual Baltazar y Eduardo respondieron que sus padres habían muerto y no tenían un hogar donde vivir; la maestra los invito a platicar, estando en su oficina la maestra les ofreció un delicioso jugo, mientras Lupita pensaba como los podía ayudar. A la maestra se le ocurrió una brillante idea, que era invitar a Baltazar y a Eduardo a que se incorporaran a sus clases, para esto la maestra tuvo que platicar con la directora de la escuela para que ellos pudieran asistir sin ningún problema. La directora rápidamente accedió a que Baltazar y Eduardo estuvieran en su escuela, ya que para ella era muy importante que todos los niños y niñas pudieran tener acceso a una educación. La maestra aun no había pensado en donde podrían quedarse a vivir los niños, ya que también le preocupaba como era su alimentación y salud, pero esto le llevaría más tiempo, por lo tanto, ese dia la maestra los invito a su casa, para que pudieran asearse y dormir tranquilos; ya que mañana seria su primer dia de escuela. Al llegar, los hizo sentir como en casa, de tan acogidos que se sintieron quedaron profundamente dormidos. A la mañana siguiente la maestra los despertó para tomar un pequeño desayuno antes de ir a la escuela. De camino a la escuela, Baltazar y Eduardo iban muy nerviosos y al mismo tiempo emocionados, ya que por primera vez podrían tener nuevos amigos.
Ingresando al salón, todos los alumnos estaban inquietos por conocer a Eduardo y Baltazar, así que la maestra antes de iniciar con las actividades los presento ante todos para que los conocieran y que al mismo tiempo los niños se sintieran bienvenidos. La maestra para poder trabajar con Eduardo y Baltazar, tenía que hacerles un pequeño diagnóstico para saber cuáles eran sus conocimientos previos, y así posteriormente poder crear actividades acordes a lo que ellos supieran hacer. Desde el primer dia se sintieron muy emocionado y entusiasmados ya que por fin se había podido cumplir su sueño. Al pasar los días, Baltazar y Eduardo fueron enriqueciéndose de experiencias y conocimientos nuevos que les eran útiles para su vida diaria dentro y fuera del salón de clases, gracias a que la maestra siempre tuvo en cuenta la inclusión y diversidad de sus alumnos. La maestra Lupita siempre los guiaba y orientaba hacia la búsqueda de su creatividad y el mejoramiento continuo de sus aprendizajes, diseñando ambientes y escenarios adecuados para que los alumnos obtuvieran aprendizajes significativos. Cuando termino el ciclo escolar, Baltazar y Eduardo estaba muy contentos y agradecidos con la maestra por todo lo que había hecho por ellos, ahora ellos tenían más amigos con quien convivir y jugar, así como también tenían un desarrollo social y personal acorde a su edad.