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La enseñanza en español se inició en China hace relativamente poco; sin embargo, en la actualidad son más de 30 mil estudiantes matriculados anualmente, tan solo el Instituto Cervantes de Pekín atiende 5 mil alumnos cada año

LA Ñ, DE MODA EN CHINA

DOMINGO 11 DE FEBRERO DE 2018

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ADENTRO

EU DEBATE EL TEMA DE LA PENA DE MUERTE PORQUE DESDE 2010 ESCASEAN LOS MEDICAMENTOS QUE SE APLICAN A LOS CONDENADOS Pág 6

HOJAS DE PAPEL VOLANDO. JOEL HERNÁNDEZ SANTIAGO Pág. 5

RELÁMPAGOS DE FUGA. ARTURO MENDOZA MOUCIÑO Pág. 8


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LA

DE MODA EN CHINA La lengua de Cervantes está logrando importantes avances en el gigante asiático, donde pronto podría rebasar al francés o el alemán como segunda lengua extranjera más enseñada, solo superada por el todopoderoso inglés

RAFAEL CAÑAS /EFE

ctualmente, más de cien departamentos universitarios de China, Hong Kong y Taiwán enseñan español, y en cada curso se suman dos o tres más. Esos programas tienen ya más de 30 mil estudiantes matriculados cada año, a los que hay que sumar muchos miles de alumnos en escuelas primarias y secundarias o academias privadas, y de los que no hay cifras fiables. Por ejemplo, solamente el Instituto Cervantes de Pekín tiene cinco mil alumnos cada año.

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Imagen de los primeros graduados de español en una universidad china en 1956. Chen Chulan es la primera por la izquierda en la fila de abajo; el profesor Meng Fu, es el segundo por la derecha en la fila de arriba. Foto cedida por Chen Chulan

UNA FECHA INOLVIDABLE Todo esto es muy reciente. La enseñanza en español comenzó en China hace relativamente poco y en la precariedad más absoluta. Testigo excepcional de este proceso es Chen Chula, una catedrática jubilada de español de 85 años que formaba parte del primer grupo de alumnos que estudiaron esta lengua en la universidad china, en 1952. Tras el establecimiento de la República Popular China por Mao Zedong (1949), en el país no se hablaba español. Pero Pekín decidió organizar en el otoño de ese año una conferencia de paz de países de la cuenca del Pacífico, a la que llegarían delegados de América Latina. El gobierno descubrió con horror que no había nadie que supiera español para servirles de intérpretes. El primer ministro, Zhou Enlai, ordenó a la Escuela de Lenguas Extranjeras que pusiera en marcha clases de urgencia. Chen, que en 1952 estaba a punto de graduarse de sus estudios universitarios de francés, recibió junto a otros compañeros la orden de integrarse al nuevo programa de español. Las autoridades pensaron que los alumnos de francés podrían aprender más rápido los elementos básicos de este idioma. Esta mujer recuerda con una amplia sonrisa que el día que les dijeron que tenían que estudiar español fue una "fecha inolvidable para nosotros", ya que les cambió la vida para siempre. El principal problema era la falta absoluta de medios,

ya que no había libros ni profesores. "No teníamos nada", rememora Chen. La cuestión básica es que "entonces en China nadie hablaba español", ya que los pocos que lo hacían se habían ido a Taiwán con Chang Kai Shek tras el final en 1949 de la guerra civil que llevó al poder a los comunistas encabezados por Mao. La única persona que encontraron que supiera algo era Meng Fu, que había aprendido un poco como diplomático en Chile antes de la Segunda Guerra Mundial. A Meng se le ordenó dejar su trabajo en la organización de la reforma agraria e incorporarse a la escuela. De los primeros 15 alumnos, ocho eran estudiantes avanzados de francés.

NI LIBROS NI MANUALES Así funcionaban entonces las cosas en China, si las autoridades consideraban que algo era importante, se ordenaba a las personas trabajar en ello, porque era su deber patriótico. Otro problema grave que tenían los primeros estudiantes de español es que no había libros ni manuales. Solo se encontró un viejo diccionario español-cantonés, editado en Filipinas por misioneros españoles. Chen Chulan, nacida en Cantón, podía trabajar con él, al contrario que la mayoría de sus compañeros. El profesor Meng y Chen Yongyi, un profesor autodidacta que posteriormente llegó a ser intérprete de Mao,

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elaboraron un folleto escrito a mano en el que incluyeron palabras y expresiones de uso corriente, como "hola, buenos días, señorita, comida, ¿cómo está usted?" El primer paso fue el estudio de la fonética. Meng les explicó la pronunciación y las reglas de acentuación en justo tres horas. Las clases de conversación duraron apenas dos semanas. La conferencia tuvo lugar en otoño de 1952, con 110 delegados latinoamericanos, y aunque los traductores salieron del paso su español era muy básico. Chen recuerda una anécdota muy divertida, en la que un compañero suyo, traductor del chileno Pablo Neruda, llevó a éste al zoológico de Pekín y, una vez allí, le dijo que iban a ver "un cerdo grandísimo". "Tonto, es un elefante", respondió el poeta al verlo. Acabada la conferencia, el primer ministro Zhou ordenó crear programas de español en la universidad y en febrero de 1953 comenzaron las clases, con Chen Chulan a la vez como estudiante avanzada del primer grupo y ayudante de Meng. Para entonces ya tenían dos manuales de español traídos del Ministerio de Comercio Exterior de la URSS, pero que hubo que traducir del ruso. "Teníamos un profesor, dos manuales y dos libros", recuerda Chen. Chen cuenta entre sonrisas que el "pobre señor Meng" dimitió tres veces, deprimido porque los alumnos planteaban dudas para las que no tenía respuesta, como la lógica de los verbos irregulares. Sin embargo, el rector de la ya nombrada como Universidad de Lenguas Extranjeras siempre acabó con-

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OPINIÓN

NOMBRE COLUMNA JOEL HERNÁNDEZ SANTIAGO

El libro preferido

D El Nobel de literatura peruano Mario Vargas Llosa, felicita a estudiantes chinos que participaron en un concurso literario durante la celebración del Día del español, en el Instituto Cervantes de PekÌn. EFE/Diego Azubel

La televisión estatal china, el grupo CCTV, organizó en noviembre pasado su tercer concurso de español

Tras el establecimiento de la República Popular China por Mao Zedong (1949), en el gigante asiático no se hablaba español

venciéndole de que su deber patriótico era continuar. La esposa del pintor chileno José Venturelli, que participó en la conferencia de paz y se quedó en Pekín, fue "la salvadora", pues dio clases y asesoramiento sin cobrar. Después llegaron profesores españoles, exiliados que dejaron el país tras la Guerra Civil y que llegaron a Pekín procedentes de Rusia.

TELEVISIÓN EN ESPAÑOL Chen destaca con fuerza cómo, pese a la falta de medios, todos (profesores y alumnos) trabajaban con entusiasmo y sacrificio, estudiando por las noches y los fines de

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semana, ya que "el país nos necesitaba". De esa primera clase de estudiantes de español salieron profesores, embajadores e intérpretes de los líderes chinos. Tras graduarse en 1956 Chen siempre enseñó español y llegó a ser catedrática universitaria. También participó en la elaboración del primer diccionario chino-español, de 1958. Casada con un ingeniero electrónico, su marido le ayudó con dispositivos tecnológicos para incorporar a sus clases cintas de casete, después de video, y luego con disquetes con los primeros programas de enseñanza informática, ya en los años 70 y 80. Jubilada en 1996, Chen estuvo tres años contratada en Venezuela, entre 2000 y 2003, dentro de un programa para enseñar español a trabajadores de empresas petroleras chinas instaladas en ese país. Se trataba del inicio de la tendencia que el Cervantes de Pekín ha constatado en los últimos años. Antes, la mayoría de los estudiantes del centro eran universitarios que querían aprender el idioma para poder acudir a una universidad española o latinoamericana. Ahora, una buena parte de sus alumnos trabajan en grandes empresas, a menudo corporaciones estatales chinas, y que necesitan aprender español (a menudo técnico) porque su compañía opera en países hispanohablantes. También destaca el aumento que han tenido en los últimos años en la demanda de cursos para niños y adolescentes, y en los colegios (tanto internacionales como chinos) "que piden profesores de español como segunda lengua extranjera" para los jóvenes. El español incluso llegó ya a la televisión estatal china, el grupo CCTV, que en noviembre pasado organizó su tercer concurso de español, al que se inscribieron varios cientos de aspirantes y, por primera vez, se incluyeron niños de enseñanza primaria, no como concursantes, sino a nivel de demostración. CCTV tiene un canal en español que, además de llegar a España y Latinoamérica, se puede ver en China. Esto y la proliferación de métodos y páginas de enseñanza a través de internet o de aplicaciones de teléfono móvil hace que aprender español sea más fácil que nunca en China. Cuestionada sobre cómo ve todo este cambio después de los comienzos heroicos de 1952, Chen Chulan solo tiene una palabra sobre este contraste: "enorme".

igamos que fue un reto. Un “a ver cómo comenzó todo”. Un ¿será no será? ¿Cuándo y por qué comencé a leer? Ya he relatado que mis primeros pasos en eso de leer y del periodismo comenzaron en donde está enterrado mi ombligo. Y a la lectura del periódico La Prensa, que le llegaba al abuelo cada lunes, un único ejemplar que leía-leía-releía toda la semana, de pé a pá. Y que me leía y me explicaba lo que ahí decía. Mmmm… sí, qué interesante… Y como era la edición dominical la que llegaba el lunes, me tocaban los cómics: El Príncipe Valiente era el mejor, o quizá Petronila. Bueno. El tema es que mi directora dice que le platique cómo fue, “sí se decirles cómo fue, sí se explicar lo que pasó….’

SERES DE OTRO PLANETA De pronto, desde la proa de su barco que navegaba en un mar distante, Arthur Gordon Pym vio que un barco se acercaba. A lo lejos se veía cómo el oleaje lo hacía mecerse de forma extraña, como a la deriva. Pero no. Con su catalejo pudo distinguir que junto al mástil estaba parado un hombre que reía, o mejor dicho, parecía carcajearse de algo… ¿de qué? Con el terror y el escalofrío colectivo descubrieron que aquel hombre estaba atado con cuerdas al palo de su barco y aquello que se suponía una interminable carcajada no era otra cosa que la dentadura del cadáver de ese hombre pues los labios le habían sido cercenados por las aves de rapiña, al igual que los párpados y los ojos. Tan solo una parte de las Aventuras de Arthur Gordon Pym, de Edgar Allan Poe. No pude dormir durante varias noches al imaginar aquella escena terrorífica. Pero, al mismo tiempo, no podía soltar aquel primer libro que leí por propia voluntad siendo niño. Lo recuerdo puntual a pesar de los años. Es que los libros se convierten en uno, toda la vida. Los hombres y las mujeres que escriben libros son seres de otro planeta que nacieron en la tierra pero que pertenecen al infinito sideral. Son quienes nos descubren a cada momento, nos desmenuzan, nos abren en canal, nos hipnotizan, nos dan agua de beber y comida para comer mientras nos

diseccionan para encontrar nuestra alma infinita y fugaz al mismo tiempo. Eso son ellos, los escritores, seres imaginados con toda la imaginación y la vida en uno. Son almas purísimas, sin pecado concebidos y con todos los pecados a cuestas. Así. Después, como por arte de magia, fueron apareciendo más libros, y más libros y más libros y revistas y periódicos y cuentos cuentas cuentos en mi espacio vital que, siendo sinceros, era archi reducido. Estaban Memín Pingüin, El charrito de oro, Los super sabios, La familia Burrón, Supermán, Batman, Aquaman, Marvila, la mujer maravilla, Las aventuras de El Santo, El Valiente. No me gustaba Lagrimas, risas y amor: Rubí…Y claro: Populibros La Prensa. Además, leer es uno mismo puesto en esos instantes luminosos, con fuegos de colores debajo de los párpados, a ojos cerrados. Leer es el instante único e irrepetible que dura tan solo desde que se abre un libro hasta que se ve el punto final, que es cuando se lanza el suspiro único e irrepetible, como si fuera la culminación del amor. Tanto así.

A UNA ISLA DESIERTA Y, bueno, mi directora sigue: cuál es “mi mejor libro de la vida”. Esa es una pregunta que se parece a aquella que ya se ha vuelto un cliché: “Ante un desastre, si tuvieras que irte a una isla y solo te permitieran llevar dos libros: ¿cuáles te llevarías?” Para empezar, creo que no me iría a esa isla salvadora dejando aquí a todos esos libros que han sido mi vida y que me han acompañado con la fidelidad del mejor amigo. No los dejaría porque sería un acto de traición, así que me quedo con ellos. Pase lo que pase. Ahora bien, si me preguntan por mi mejor libro no sabría qué decir. Es cierto. Y sigo con lo de los amigos: hay algunos que no son tan amigos, digamos que conocidos, hay otros que son cuates, hay los puramente aparecidos y hay los mejores amigos, los que guardan silencio mientras lloramos y no se van… y son muchos. Pero sí, a riesgo de que se me pasen tantos, diré algunos que les recomiendo si quieren comenzar a armar su biblioteca básica del lector empedernido: En busca del tiempo perdido de Marcel

Proust (no Marcelo, el que regresó de París); Ana Karenina, la bella y confundida Ana Karenina, de Tolstoi; Madame Bovary de Flaubert, Luz de agosto de Faulkner, La muerte de Artemio Cruz de Fuentes, Don Segundo Sombra de Ricardo Guiraldes, La Biblia de todos los que la escribieron; Iliada y Odisea de Homero y quienes le ayudaron, Fausto el de Goethe, aunque también el de Thomas Mann; Bola de Sebo de Maupassant, La confusión de los sentimientos de Zweig, Pedro Páramo de Rulfo, Los recuerdos del porvenir de Garro, El libro vacío de Josefina Vicens, Niebla de Unamuno, En el camino de Jack Keourak; Pentimento de Lillian Hellman, A sangre fría de Truman Capote, El viejo y el mar y Paris era una fiesta de Hemingway… Don Quijote de Cervantes y Cien años de soledad de Gabriel García Márquez son mi atadura a los molinos de viento y las sábanas que vuelan en el infinito cielo azul. O bien: Historia verdadera de la conquista de la Nueva España de Bernal; La crisis de México de Cosío Villegas, Las obras de Sor Juana; Las dos Españas de Santos Juliá, Historia de la Guerra Civil en España de Tussell, Historia de las relaciones entre México y Estados Unidos de J.Z. Vázquez, y por supuestísimo Pueblo en Vilo de don Luis González y González…

CÓMPLICES Y PRISIONEROS Inútil. Es inútil. Es falso decir cuáles son los más o los menos queridos. En general cada uno de aquellos libros que me han acompañado es eso, parte de mi vida. De mis otras vidas. De los otros momentos en los que levito, me miro aislado pero me siento en compañía de todos ellos, de mis amigos, Razkolnikov, Bronsky, Pedro Páramo, Ulises, Pancho Villa, Zapata, Lucio Blanco. Qué puedo decir, entonces. Solo que leer no nos hace más libres ni más prisioneros. Simplemente nos hace prisioneros que alcanzan su libertad. Somos cómplices de autores, de personajes, de circunstancias y de tristezas infinitas como la de Pavel, el hijo de Nadiezhda, en La madre o el dolor de decirle adiós a un gran amigo, como en Dersu Uzala de Vladímir Arséniev. Y somos la tarde en Cuaunahuac cuando muere el Cónsul en Bajo el volcán de Lowry. Todo eso somos y somos también la soledad del escritor, somos sus silencios interminables, sus tardes de agonía cuando no termina por dar forma a su idea con palabras que rehúyen, y somos la hoja en blanco que espera como se espera el recurso del método y somos su taza de café o su coñac o su whisky o ese terrible y frenético mezcal. Lo dicen los escritores. Yo los leo. Y los lectores somos esos seres solitarios e infelices y cuyo castigo eterno es el de la lectura, por nuestra arrogancia, por nuestra necedad, por nuestro afán de ser y no ser con todo y dilema. Eso es. Sí. Los lectores de libros somos personajes solitarios que nos enclaustramos con otros personajes para conocerlos de cerca, para intentar entenderlos y para reconocernos en ellos o bien para tomar distancia de lo que es o no es la vida.

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Vivimos preguntándonos respecto de la vida porque las miles de vidas que leemos nos producen confusión, zozobra y desasosiego, y al final la felicidad. Y lo dicho, cuando concluimos la lectura de un libro respiramos con alivio, a veces con alegría, otras con tristeza. También es cierto que algunas veces no concluimos un libro. Apenas lo tomamos entre las manos y, como con aquellas personas a las que conocemos por primera vez, puede surgir simpatía o irremediable antipatía. ¿No les ha ocurrido que hay libros que son una pesadez, que son antipáticos y que en reciprocidad tampoco ellos nos quieren y no nos dan lo que esperábamos y nos hacen el feo? Hay libros que existen y que tienen a sus lectores preferidos. Hay libros de lectura rápida o de lectura “dinámica”. Son de ese tipo de libros con los que no nos llevamos bien y que tienen la virtud, para nosotros, de alejarse pronto. Hay libros que se leen por obligación y que resultan interesantes pero que en ellos se cumple la maldición de Sor Juana: “El saber cansa cuando es por obligación”. De tal forma, esos libros están hechos para mirarnos de reojo, para mirarnos con cierto desdén o aun con desprecio. El mismo con el que son correspondidos. O los horrorosos libros de autoayuda, de consejos prácticos para ser feliz o ser menos desdichado. La ventaja para nosotros radica en que el castigo para esos libros es el silencio de las cajas de cartón en bodegas si no es que se vuelven materia de reciclaje. Su castigo es la obscuridad, el silencio, la ausencia de esos ojos ávidos de su lectura o su idea o su “mensaje” (esta palabra es horrorosa en lo que se refiere a libros: no debiera haber libros de “mensaje”, pero sí debe haber libros de ideas, de conceptos, de esencias, de silencios cómplices o estruendos felices y colectivos). Y sin embargo queda la redención para todo libro. Queda el recuerdo de que ese alguien que lo escribió –o los escribió-, tenía la intención de decirnos algo. Que no lo consiguió y, por tanto, es responsabilidad del autor, no del libro. El libro es el refugio de las ideas del autor, pero a veces las ideas no son aquellas iluminadas esencias vitales del espíritu, del alma y del conocimiento. Leer si importa. Sentado o de pie. Asido al tubo del vagón del Metro. Apretujado en la combi nuestra de cada día. A la mesa del café interminable. O quizá sentado en el sillón de lectura, con los pies puestos en el banquito aquel mientras leía a Elena Garro, a Nellie Campobello, a Gustavo Sainz, a Parménides García Saldaña, a Amparo Dávila, a Cristina Rivera Garza, a Gerardo de la Torre, a José Agustín, a Ignacio Padilla, a Jorge Volpi… Les leía y dormí, pero en mis sueños seguí leyéndoles. Es así. La vida es sueño, y los sueños, sueños son. Servida señora Directora. jhsantiago@prodigy.net.mx

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PERSONAS TRANSGÉNERO ASESINADAS EN 2017

PENA DE MUERTE

170 en Brasil 56 en México 25 en EU

Escasea la inyección letal en EU ANDREA BARTHÉLÉMY / DPA

Desde 2010 hacen falta los medicamentos que se aplican a los condenados a muerte

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os estados norteamericanos en los que está
vigente la pena de muerte tienen un problema desde hace años: los
medicamentos necesarios para ejecutar las penas escasean. ¿El motivo?
Las farmacéuticas no quieren que se mate con sus productos y, por
tanto, han dejado de suministrarlos. Ante este panorama, a los estados de Nevada y Nebraska se les ocurrió
la idea de utilizar una combinación de opioides como inyección letal.
Pero médicos y otros detractores de la medida argumentaron en contra
y, finalmente, los tribunales aplazaron dos ejecuciones. Y de nuevo
se plantea el tema: ¿existe una manera humana de matar?

MCPHOTOS/BLICKWINKEL/DPA

SIN MEDICAMENTOS En los 31 estados de Estados Unidos en los que tiene vigencia la pena
de muerte la inyección letal es desde hace décadas la forma de
llevarla a cabo. Pero desde 2010, la cada vez mayor escasez de
medicamentos está desatando todo tipo de debates, pues la búsqueda de
alternativas como el sedante Midazolam acaba no pocas veces con una
larga y cruenta lucha contra la muerte. Y ahora, incluso el Midazolam
escasea. Por eso, tanto en Nebraska como en Nevada está
previsto apostar por el fentanilo, un opioide sintético que actúa
como potente narcótico con un efecto 120 veces superior al de la
morfina y que, ingerido en grandes cantidades, resulta letal. Además,
hay una enorme disponibilidad. ”Simplemente lo pedimos a nuestro mayorista farmacéutico, como
cualquier otro medicamento, y nos lo suministran” contó una portavoz
de las autoridades penitenciarias de Nevada a The Washington Post. Sin embargo, la pena máxima mediante
fentanilo también puede ser tortuosa, sostienen algunos críticos. Scott Dozier, de 47 años, iba a convertirse el pasado noviembre en el
primer ejecutado con este método. Primero tenía que tomar Valium,
luego fentanilo y finalmente un bloqueante neuromuscular. Sin
embargo, un tribunal acabó también parándolo.

FRANZISKA KRAUFMANN / DPA

Fentanilo, un opioide sintético que actúa como potente narcótico con un efecto 120 veces superior al de la morfina y que, ingerido en grandes cantidades, resulta letal. ”Si los dos primeros medicamentos no funcionan como está previsto, o
si se inyectan de manera errónea, como ha sucedido en tantos casos,
la persona está despierta y consciente, intenta respirar pero es
totalmente incapaz de moverse”, explica Mark

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Heath, anestesista de la
Universidad de Columbia. Pero para un observador, esta lucha contra
la muerte pasa prácticamente desapercibida. Temores similares son los que se cernieron sobre la ejecución,
también aplazada, del mexicano José Sandoval en Nebraska. A él iba a
administrársele un cuarto preparado adicional: un compuesto químico
(el cloruro de potasio) que provoca el paro cardíaco, pero que
también genera quemaduras internas. ”No existe ninguna base médica ni científica. Solo se trata de una
serie de intentos: hacer acopio de medicamentos, probarlos en presos
y observar si mueren y cómo lo hacen”, critica el anestesista Joel
Zivot, de la Universidad Emory. Ante semejantes complicaciones, algunos estados están volviendo a
poner sobre la mesa argumentos jurídicos en pro de otros métodos para
llevar a cabo las ejecuciones, como por ejemplo el uso de nitrógeno
como gas letal o la muerte por disparo. También la jurista Deborah Denno (Universidad de Fordham), que lleva
más de dos décadas especializada en la pena de muerte, considera este
último como el método que provoca menos incidentes causantes de
sufrimiento.

En su opinión, el motivo por el que se sigue apostando por
alternativas químicas es porque en realidad, no se piensa en el
condenado. “Se piensa en quienes están presentes. No queremos que una
ejecución parezca lo que realmente es: alguien que mata a otra
persona”.

CARNAVAL DE RÍO

Bailando por la diversidad MARIA CLARA C PESTRE / Reuters

En Brasil, un país con fama de liberal y tolerante, la comunidad lésbica, gay, bisexual y transgénero enfrenta altas tasas de crímenes y asesinatos

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uando desfiló por primera vez en el Carnaval a los 14 años de edad con una escuela de samba de Rio de Janeiro, Wagner Carvalho no se reconoció a sí mismo en el espejo. Pero hoy, 16 años después, tras cuatro cirugías plásticas y un largo proceso de descubrimiento personal, Wagner, que ahora se llama Kamilla, es la primera mujer transgénero en destacar como bailarina de la famosa escuela Acadêmicos do Salgueiro durante los deslumbrantes desfiles del Carnaval que comienzan hoy domingo en el sambódromo.

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DEL VIENTRE DEL MUNDO Brasil tiene una reputación de país liberal y tolerante, pero la comunidad lésbica, gay, bisexual y transgénero enfrenta altas tasas de crímenes y asesinatos. En 2017, más de 170 personas transgénero fueron asesinadas en el país sudamericano, lo que se contrasta con 56 en México y 25 en Estados Unidos, de acuerdo al grupo de apoyo Transgender Europe. “En todas partes hay animadversión contra las personas trans”, dijo Carvalho. “Si vas a una panadería conmigo, la gente va a mirar. Si voy a un club nocturno que no está acostumbrado a personas como yo, todo lo que sea diferente va a generar resistencia”, explicó. Carvalho, que nació en la favela carioca de Providencia, siempre amó el Carnaval: tras debutar con un pequeño grupo del barrio a los 14 años, comenzó a desfilar con Salgueiro en 2008. Su gran salto fue el año pasado, cuando conoció a la presidenta de Salgueiro, Regina Celi, que la invitó a ocupar una posición destacada en el desfile. Diez años después de bailar con esta escuela por primera vez, Carvalho interpretará a una reina en el desfile “Mujeres del Vientre del Mundo” con que Salgueiro celebrará a las mujeres negras. “La historia se trata de mujeres guerreras, aquellas que hicieron lo posible para que las mujeres de hoy tuvieran poder. Creo que la historia es perfecta para mí”, dijo Carvalho. Celi declaró que el rol destacado de Carvalho fue bueno para Salgueiro, que competirá con otras 12 escuelas de samba por el codiciado título de campeona del Carnaval de Rio que millones de brasileños siguen en vivo por la televisión. “Es natural para nosotros tener a esta hermosa mujer transgénero representándonos”, dijo Celi. A pesar del peligro que enfrentan las personas transgénero en Brasil, Kamilla considera que el Carnaval es una oportunidad para promover la tolerancia. “La gente debería usar el carnaval para divertirse en paz, sin segregar a nadie”, señaló.

OPINIÓN

RELÁMPAGOS DE FUGA ARTURO MENDOZA MOCIÑO

Deseo de sombra

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n varios pueblos de la Península de Yucatán llaman al mediodía “la hora de los locos” porque solo aquellos que han perdido la cordura mental se atreven a salir de sus casas y se desplazan, sea caminando, sea a bordo de un vehículo, en la hora de mayor radiación solar según la creencia popular. Como si se tratara de un mandato bíblico, la vida transcurre puertas adentro, entre el frescor de la sombra y el alivio tecnológico de los aires acondicionados —llamados “climas” por estos lares—, los cuales brindan temperaturas de 16 ó 18 grados centígrados frente a los 35 ó 40 grados que en promedio hay en la región entre febrero y agosto. En el lejano Japón, hacia 1933, Junichiro Tanizaki publicó El elogio de la sombra, uno de los libros más bellos de la literatura nipona y una lectura que despertará en quien lo lea fascinación y curiosidad, sorpresa y desasosiego, lejos del Sol o a cielo abierto. Leer a Tanizaki ayuda a conocer el peso de la sombra dentro de la cultura japonesa y cómo, a lo largo de los siglos, esa relación y veneración condicionó su idea de la belleza. De entrada, las casas japonesas tradicionales tienen ventanas cubiertas con hosho o papel de China, cuya superficie aterciopelada similar a la de la primera nieve invernal absorbe los rayos del Sol de manera sutil y suave. Virtud adicional: la textura de ese papel aislante también es agradable al tacto, se pliega y arruga sin ruido. Como exalta el escritor que germinó el Renacimiento literario de Japón, el contacto con el hosho es suave y ligeramente húmedo como el de la hoja de un árbol. Con esos ventanales la luz se vuelve indirecta y difusa para convertirse en el elemento esencial de la belleza de las residencias japonesas. “Y para que esta luz gastada, atenuada, precaria, impregne totalmente las paredes de la vivienda, pintamos a propósito con colores neutros esas paredes enlucidas”, añade Tanizaki en su obra imprescindible. “Aunque se utilizan pinturas brillantes para las cámaras de seguridad, las cocinas o los pasillos, las paredes de las habitaciones casi siempre se enlucen y muy pocas veces son brillantes. Porque si brillaran se desvanecería todo el encanto sutil y discreto de esa escasa luz”. A los hijos del Sol naciente les gusta esa claridad tenue, hecha de luz exterior y de apariencia incierta, www.el soldemexico.com.mx

atrapada en la superficie de las paredes de color crepuscular y que conserva en apneas un último resto de vida. “Para nosotros”, insiste el escritor, “esa claridad sobre una pared, o más bien esa penumbra, vale por todos los adornos del mundo y su visión no nos cansa jamás”. Carlos Rubio, traductor de buena parte de la obra de Junichiro Tanizaki al español, resalta una de las virtudes de su obra literaria con las siguientes palabras: “La escritura de Tanizaki es de una visualidad de maravillosa sencillez, un ejemplo apto de ese carácter eminentemente visual de la cultura japonesa que algún crítico moderno japonés ha contrapuesto al carácter intelectual y analítico de las culturas de Occidente”. Año tras año, en todas las grandes capitales culturales del mundo, hay esforzados críticos literarios, escritores y diletantes literarios que se afanan por forjar las listas de los mejores libros del año que se fue o el que está empezando, los del verano o los que es más conveniente regalar en Navidad. No hay que perderse en esas listas interminables cuando hay clásicos que acompañarán toda la vida a los lectores que, a la orilla del mar, meciéndose en una hamaca, refrescándose en una alberca, tomen entre sus manos El elogio de la sombra y descubran por qué, en ciertas penumbras, la belleza destella de una manera diferente. Mientras en Occidente se pulen metales —plata, bronce, cobre— para que brillen, en aquella épica isla de Oriente se conserva la pátina del tiempo, una sombra dentro de la sombra, como prueba de belleza suprema. Editor y periodista cultural independiente yambacaribe@gmail.com


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