Dominical 22 de abril

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www.el soldemexico.com.mx 2 DE AB DOMINGO 2

RIL DE 2018

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ALEJANDRO OYERVIDES

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ASUNTOS PENDIENTES ANTES DE MORIR, ANDRÉS TAPIA PÁG 2 RELÁMPAGOS EN FUGA, ARTURO MENDOZA MOCIÑO PÁG 7 HOJAS DE PAPEL VOLANDO, JOEL HERNÁNDEZ SANTIAGO PÁG 8

ADENTRO EL ORO DE BRANDENBURGO, COMO LLAMAN LOS ALEMANES A SUS ESPÁRRAGOS, INICIÓ SU TEMPORADA EN EL PAÍS EUROPEO Pág. 2

LOS ONCÓLOGOS ADVIERTEN QUE INGERIR CIERTOS ALIMENTOS, PLANTAS O HIERBAS, PUEDE INTERFERIR EN UN TRATAMIENTO CONTRA EL CÁNCER Pág. 6


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OPINIÓN ANDRÉS TAPIA

Una obra de arte (el asesinato de Andrés)

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e dijeron que sería casi al final de la primavera, cuando faltasen unas tres o cuatro semanas para las elecciones, con la intención de que la inercia de los acontecimientos provocase que fuese imposible detener y posponerlas. Fresca la sangre en las portadas de los periódicos, provocaría un maremágnum en el inconsciente colectivo del país, y si bien se convertiría en un Cristo, por ello mismo su reino ya no podría ser de este mundo. Le dijeron que sería en el norte, que ahí no lo querían, o al menos no tanto, que ahí el ecosistema social le resultaba particularmente adverso y, al mismo tiempo, la ominosa presencia de los cárteles del narcotráfico y sus pugnas por el control del mercado, les granjearían la coartada perfecta, máxime que era de sobra conocido que el candidato se rehusaba a aceptar los cuerpos de seguridad de la República. Una emboscada, posiblemente, o el fuego cruzado de dos bandas criminales, o quizá algo más sofisticado, como un desperfecto en el auto, una llanta pinchada en una zona agreste y lejana, de modo que pudiera parecer un accidente. Pero, fuese como fuese, le dijeron que tendría que ser un sitio alejado del entorno urbano, un paraje solitario, una carretera olvidada, porque, por obvio que fuese, después de Kennedy y Colosio nadie creería nunca más en la teoría del asesino solitario. Le dijeron que, de aceptar, se olvidara de todo lo que había sido su vida: familia, amigos, historia, recuerdos. Que lo sacarían del país clandestinamente y lo llevarían a un sitio donde su presencia no pudiese despertar la más mínima sospecha. Uno mencionó Australia, otro más Brasil y hubo algún idiota que incluso sugirió Islandia. No tenía mucho que dejar atrás. En realidad no tenía nada. Había hipotecado su vida desde muy joven, cuando alguien le ofreció ingresar a la policía federal con la idea de tener una fachada respetable, si bien en los hechos tendría que aceptar, de antemano, que algunas veces jugaría del lado de los héroes y, algunas más, en el lado de los villanos. Era así, es así, porque así funciona la política. Una mentira dicha entre dos verdades es mucho más convincente. Estaría en el mundo con dos caras, y representaría el papel de cada una con la convicción perfumada de un patriotismo patinado con monedas de plata. Le dijeron que, si así lo quería, podría tener a su disposición armas, hombres, equipos sofisticados, todo lo que quisiera, pero que se decantase por la simplicidad, por la más ingeniosa de las ideas, por la ausencia de rastros, de restos y de testigos. Y esto se lo dijeron a propósito, con un propósito, que no era otro más que atizar su ingenio a partir de los devaneos de su ego con la gloria, el único rasgo de su persona que parecía tener correspondencia con la humanidad. Les pidió tiempo, un par de semanas, y se retiró a descansar a una casa de campo en la ciudad de San Miguel de Allende, en donde, todas las noches, en el

bar-terraza del Hotel Rosewood, mientras consumía marlboros y bebía agua mineral, maquinó la forma de eliminar al candidato puntero en las elecciones presidenciales de 2018. Volvió a verlos y preguntó si podría ser en el estado de Chihuahua, si habría alguna forma de atraerlo a uno de los pueblos que rodean las Barrancas del Cobre, no propiamente a los más turísticos, pero sí alguno cercano. La soledad del sitio, la orografía, las autopistas que bordean las montañas y la profundidad de las cañadas, casi podían garantizar una obra de arte. “Una obra de arte… pero tienen que llevarlo ahí”, sentenció. “Es eso y conseguir que, por algún intrincado motivo, se sienta obligado a ir a esa región, en el tiempo acordado, y que sea algo que esté anotado en su agenda con al menos dos semanas de anticipación. Si lo consiguen, yo les doy a su muerto grande”. Lo dijo con tal seguridad, que el silencio que siguió fue tan profundo que todos los ahí presentes pudieron escuchar, por un instante, el sonido de su presión arterial en aumento y los latidos de sus innobles corazones. Alguien asintió con la cabeza, o fue con la mirada, pero en ese momento se decidió. Cuando preguntaron qué necesitaría para llevar a cabo la encomienda, pidió un vehículo de carga, el motor en excelentes condiciones, pero la carrocería deteriorada por los años, sin logos de ningún tipo, que estuviese registrado y que su uso fuese común y evidente en la región. Consecuentemente, tendría que incluir al propietario, para no dejar ningún cabo suelto, y en este orden de ideas esta persona tendría que ser eliminada. La mañana del domingo 13 de junio de 2018, ocho días antes del solsticio de verano, una caravana de tres vehículos se internó en la zona del Cañón del Cobre, en la región conocida como la Sierra Tarahumara. Un poco más adelante, un camión de mudanzas avanzaba con dolorosa agilidad por la cadena montañosa. Era conducido por su propietario y en el asiento del copiloto le acompañaba un hombre que lo había contratado una semana antes para transportar una cocina industrial de un pueblo a otro. Miró la caravana acercarse por el espejo lateral. Le dijo al conductor: “Ahí atrás viene el candidato de la izquierda, debería dejarlo pasar”. Entusiasmado por la curiosidad, no por la cortesía, el conductor se orilló a la cuneta para abrir espacio en la estrecha autopista. “Viene en la segunda camioneta”, señaló su interlocutor. El primer vehículo adelantó al camión y, justo cuando el segundo hacía lo mismo, el hombre gritó: “¡Andrés, Andrés…!”. Los rescatistas pudieron llegar a los vehículos dos días más tarde: se precipitaron más de 500 metros por el desfiladero, en una zona inaccesible. Hallaron muertos en un vehículo al candidato y tres acompañantes, y en el camión los cuerpos despedazados de dos hombres que transportaban una cocina industrial. Dijeron que fue un asesinato de estado, un magnicidio, por días y semanas, por los siglos de los siglos. Eso le dijeron que dirían. Y también dijeron que aquello sólo fue un accidente. Un terrible accidente. Pero un accidente, si se piensa, por definición, es una obra de arte. Una obra de arte. Asuntospendientesantesdemorir.com @Andres_M_Tapia

ESPÁRRAGOS EL ORO DE BRANDENBURGO OLGA BOROBIO / NOTIMEX

Alemania celebra el inicio de su temporada de espárragos, una delikatessen, con diferentes platillos que se degustarán por dos meses, y en la que se puede disfrutar de sus mejores variedades. A partir de ahora y hasta el 24 de junio próximo, que es cuando se cosecha esta hortaliza en el país europeo, los alemanes tendrán la posibilidad de disfrutar de este producto de la tierra cuyo momento cumbre es cuando llegan a la mesa, calientes, y recién sacados de la olla. Los espárragos empiezan a brotar en cuanto se inicia la época de sol y de temperaturas cálidas en Alemania, cuya llegada se retrasó este año y muc h o s a g r i c u l t o re s s e preguntaban si tendrían que retrasar el inicio oficial de la temporada de espárragos. Berlín, que es estado y ciudad, se siente muy orgulloso de sus espárragos, que son los de la variedad Beelitz. Son blancos, gruesos, con jugosas puntas suaves. Ese tipo de espárrago se cultiva en Beelitz, la zona del campo berlinés en la que mejor se cultiva desde 1861. Los Beelitz provienen de cuatro mil 900 hectáreas de tierra de la zona de BerlínBrandenburgo y tienen marca protegida por la Unión Europea. Sólo un auténtico espárrago Beelitz puede llevar ese nombre. Para cultivarlos plenamente se necesita un suelo arenoso que permita sacarlos enteros de la tierra. Los más apreciados son los que tienen un aspecto perfecto. Los espárragos que se trozan al sacarlos de la tierra son

vendidos por unos pocos euros a manera de oferta. Los mejores se venden hasta en 15 euros el kilo (340 pesos aprox.). No en vano le llaman "el oro de Brandenburgo“. Esta es la única época del año en que se puede comer esa hortaliza completamente fresca y recién sacada de la tierra. Los espárragos Beelitz son blancos porque crecen dentro del suelo, mientras que los verdes crecen en la superficie y reciben directamente la luz del sol, lo que les permite sintetizar clorofila, de ahí su color. Los espárragos más gustados en Alemania son los blancos y tienen la fama de ser los clásicos. Los que prefieren los verdes con cabeza de espiga consideran que tienen más sabor. Los buenos espárragos tienen una superficie satinada y si se les oprime un poco del tallo les sale agua: ese es el consejo que dan para comprar espárragos realmente frescos. Cuando uno los come son ligeramente crujientes, como las lechugas frescas. Los que no lo son tienen una consistencia más correosa. Hay diversas recetas para cocerlos y cada quien tiene sus propios secretos para cocinarlos, pero en general se recomienda que en una olla grande se ponga agua y sal, con un poco de azúcar y un poco de juego de limón. Se le agrega mantequilla, lo que refina el aroma. Se dejan cocer a fuego lento 15 minutos. Los espárragos verdes necesitan menos tiempo, son menos gruesos e incluso, en vez de cocerlos, se pueden asar ligeramente en un sartén con un poco de mantequilla.


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Paz Amenazada Una COLOMBIA

El asesinato de tres periodistas ecuatorianos y el secuestro de una pareja, son dos de los acontecimientos más recientes que involucran a las FARC y que hacen dudar que la tranquilidad regrese al país

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ALEJANDRO JIMÉNEZ / ENVIADO

EDELLÍN, Colombia.- El proceso de paz colombiano está amenazado por el terrorismo de las narco guerrillas, el dinero ilícito de cárteles mexicanos y la oposición política interna a la reconciliación plena. En menos de un mes, todos estos factores se han detonado por obra de un frente disidente de las FARC, que asesinó a tres periodistas ecuatorianos y mantiene secuestrada a una pareja para presuntamente canjearla al gobierno de Ecuador por integrantes de su banda que se encuentran detenidos. El pasado 26 de marzo, tres periodistas del diario El Comercio, de Quito, realizaban un trabajo sobre las consecuencias de los ataques registrados en la zona fronteriza con

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Colombia y las condiciones de vida de sus pobladores. Javier Ortega, de 36 años, el fotógrafo Paúl Rivas, de 45 años, y el conductor Efráin Segarra, de 60 años, fueron interceptados por disidentes de las FARC en la parroquia de Mataje, cantón San Lorenzo, en la provincia de Esmeraldas, Ecuador. Fueron secuestrados y posteriormente ejecutados por el llamado Frente Oliver Siniestra, liderado por Walter Artízala, alias Gaucho, que fue uno de los grupos guerrilleros de las FARC que no reconocieron los Acuerdos de paz de noviembre de 2016 con el gobierno, por lo que se negaron a devolver sus armas y a desmovilizarse.

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OBJETIVOS DE ALTO VALOR

Paz Amenazada Una COLOMBIA

El asesinato de tres periodistas ecuatorianos y el secuestro de una pareja, son dos de los acontecimientos más recientes que involucran a las FARC y que hacen dudar que la tranquilidad regrese al país

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ALEJANDRO JIMÉNEZ / ENVIADO

EDELLÍN, Colombia.- El proceso de paz colombiano está amenazado por el terrorismo de las narco guerrillas, el dinero ilícito de cárteles mexicanos y la oposición política interna a la reconciliación plena. En menos de un mes, todos estos factores se han detonado por obra de un frente disidente de las FARC, que asesinó a tres periodistas ecuatorianos y mantiene secuestrada a una pareja para presuntamente canjearla al gobierno de Ecuador por integrantes de su banda que se encuentran detenidos. El pasado 26 de marzo, tres periodistas del diario El Comercio, de Quito, realizaban un trabajo sobre las consecuencias de los ataques registrados en la zona fronteriza con

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Colombia y las condiciones de vida de sus pobladores. Javier Ortega, de 36 años, el fotógrafo Paúl Rivas, de 45 años, y el conductor Efráin Segarra, de 60 años, fueron interceptados por disidentes de las FARC en la parroquia de Mataje, cantón San Lorenzo, en la provincia de Esmeraldas, Ecuador. Fueron secuestrados y posteriormente ejecutados por el llamado Frente Oliver Siniestra, liderado por Walter Artízala, alias Gaucho, que fue uno de los grupos guerrilleros de las FARC que no reconocieron los Acuerdos de paz de noviembre de 2016 con el gobierno, por lo que se negaron a devolver sus armas y a desmovilizarse.

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Conforme a lo dicho por el presidente Juan Manuel Santos a periodistas reunidos en Medellín, la semana pasada, con motivo de la reunión de medio año de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), la zona fronteriza de Colombia y Ecuador, en Tumaco, quedó a expensas de narcotraficantes y guerrilleros por obra de un acuerdo entre los gobiernos previos de ambos países, por el cual esa región dejó de ser fumigada a petición de campesinos ecuatorianos, que eran afectados por la lucha antinarcóticos colombiana. El resultado fue un santuario para el cultivo de enervantes, que fue aprovechado por narcos y milicianos para crear ahí un corredor de trasiego de drogas, con salida al mar incluida. “El general Gaucho se quedó inducido por los narcotraficantes que veían esa movida de las FARC (el proceso de paz) como algo muy peligroso para su negocio, porque eso iba a significar que se iban a quedar sin esos corredores y sin esa producción. (…) Inclusive los cárteles mexicanos, que están muy presentes, ven que una de sus principales fuentes del suministro de la cocaína se les está secando y por eso están pagando y están tratando de generar violencia, que es la forma como ellos responden a la acción de las autoridades”, mencionó el mandatario. Y sembró una certeza: “lo que yo les puedo decir sin lugar a dudas, es que este individuo responsable de esos asesinatos va a caer. Ya lo elevamos a una lista que tenemos de objetivos de alto valor. Ningún criminal que ha llegado a esa lista está libre: o está en la cárcel o está dado de baja. Gaucho va a caer; tarde o temprano, pero va a caer”. En los hechos, ni la amplia experiencia del gobierno colombiano en el manejo de secuestros pudo evitar la ejecución de los periodistas. “Me da pena decirlo, pero si de algo sabemos los colombianos es de secuestros. Llegamos a tener 3 mil 500 por año, 10 diarios. Nos hicimos expertos en negociaciones y creamos unidades especiales de inteligencia. (…) Hemos logrado vencer ese flagelo. Hoy tenemos la cifra más baja desde que se llevan los registros de secuestros en el país. En este año han sucedido ocho secuestros, una disminución del casi el 70% frente al año pasado”. No bien se había conocido el asesinato de los comunicadores, cuando el mismo frente secuestró, del lado de Ecuador, el 17 de abril, a la pareja conformada por Katty Vanessa Velasco y Óscar Efrén Villacis, aparentemente ajenos al conflicto, para mantener rehenes con los cuales negociar con el gobierno ecuatoriano.

EL RIESGO DEL DESCONTROL Estos actos coinciden con la publicación, este mes, del estudio Trayectorias y dinámicas territoriales de las disidencias de las FARC, integrado por la Fundación Ideas para la Paz (Fipaz), que mapeó su presencia en los departamentos de Guaviare, Guainía, Nariño, Vichada, Vaupés, Caquetá, Chocó y Antioquia. Los grupos más fuertes son el Frente 1 Armando Ríos y el Frente 7 que operan en los departamentos de Meta y Guaviare, que serían los responsables de las actividades de narcotráfico y minería criminal que realizan las FARC. Al sumar a los otros grupos rebeldes, el número total de guerrilleros activos ascendería a mil 200.

Los países no se hacen de un día para otro. Solamente Dios pudo hacer el mundo en siete días” Juan Manuel Santos Presidente de Colombia En el primer trimestre de 2018, los antiguos integrantes de ese grupo que decidieron no acogerse al acuerdo de paz cometieron por lo menos 46 acciones frente a las ocho del mismo período del año pasado, según el informe. Eso es una señal de que las disidencias, lejos de ser acorraladas por las fuerzas del Estado, se fortalecen con el tiempo y se corre el riesgo de que se salgan de control, concluye la fundación. La otra guerrilla añeja, el Ejército de Liberación Nacional (ELN), dice buscar un diálogo de paz, pero con acciones armadas intermitentes que han impedido que haya avances de pacificación serios. Todas las treguas acordadas se rompen por acciones militares, lo que mete incertidumbre sobre la sinceridad de su disposición. De hecho mantiene una guerra particular contra otra guerrilla, el Ejército Popular de Liberación (EPL), ésta de menor tamaño, en la zona conocida como Catatumbo, en el municipio de San Calixto, al norte del departamento de Santander. Apenas el miércoles pasado chocaron con un saldo de dos civiles heridos.

CASO SANTRICH, UN GALIMATÍAS En ésas se estaba cuando el 9 de abril la Fiscalía colombiana ejecutó una orden de aprehensión con fines de extradición solicitada por la Interpol contra Jesús Santrich, excombatiente y dirigente de las FARC, totalmente integrado al proceso de paz y electo legislador al Congreso Nacional, quien habría de tomar posesión el próximo 1 de julio de su escaño, electo por el Partido de la Rosa, que no es otra cosa que las FARC convertidas en partido político. Estados Unidos lo responsabiliza de meter 10 toneladas de cocaína a su territorio. El caso es un galimatías para el gobierno colombiano, pues existe la amnistía para delitos cometidos antes del último día de diciembre de 2016, aunque no para los perpetrados con posterioridad. Santrich niega toda vinculación en esos hechos y no se sabe con exactitud la fecha de los delitos de que se le acusan. Santos ha dicho que si fueron después de la amnistía, no le temblará la mano para extraditarlo a EU, pero el caso se está investigando y pone en riesgo todo el proceso de paz, ya que las FARC desmovilizadas rechazan ser narcotraficantes, pero www.el soldemexico.com.mx

la DEA dice contar con pruebas de lo contrario y espera cooperación diplomática de parte del gobierno colombiano. Decida lo que decida, Santos quedará mal con alguna de las partes.

JUSTICIA TRANSICIONAL El ascenso militar y mediático de las disidencias de las FARC y la detención de uno de los más destacados desmovilizados no son los únicos motivos de riesgo para el proceso de paz. También la oposición política interna tiene fuertes elementos de resistencia en la implementación de los acuerdos, sobre todo en el caso de la justicia transicional, que diluye crímenes en aras de la reconciliación nacional. Concepto tomado del Tratado de Roma, pero nunca antes ejecutado en el mundo, el de justicia transicional pone en el centro de la solución de conflicto a las víctimas y su derecho a la verdad. Santos apunta: “de hecho las víctimas lo único que quieren es que les digan la verdad, que se les repare, que se haga justicia, porque las víctimas no quieren impunidad y buscan la no repetición de los crímenes. Eso se puso como el corazón de la negociación.” En Colombia fue la primera vez que dos partes en conflicto acuerdan una justicia y se someten a ella, lo que nunca había pasado en la historia de los conflictos armados del mundo. En los hechos ya tiene las salas. Ya cuenta con magistrados nombrados por cinco organizaciones no gubernamentales. El objetivo es que todos los crímenes de guerra y los crímenes de lesa humanidad pasen por la justicia transicional y los responsables sean juzgados, sancionados y condenados. Se busca que no haya impunidad. “Resulta sin embargo que es una justicia diferente, es una justicia restaurativa más que punitiva. Y eso ha sido difícil para mucha gente entenderlo. ‘¿Cómo así que esos tipos que cometieron semejantes atrocidades van a ir tan poquito, 8 años, si dicen la verdad, a un sitio de restricción de su libertad? ¿y por qué no en una cárcel con barrotes y una pijama a rayas?’ Porque es una justicia restaurativa y no punitiva. “Ha sido difícil venderle a la gente eso, pero es la forma como se puede lograr la paz. Inclusive es la forma como se pueden sanar las heridas: las víctimas, reparadas; los victimarios, sancionados. Esa es la forma de ir cerrando las heridas después de tanto, tanto dolor”, explica el mandatario, también Premio Nobel de la Paz. De hecho, en octubre de 2016, un plebiscito popular votó por el “NO” al acuerdo de paz, justamente por lo controversial de perdonar crímenes de guerra, lo que fue ajustado en el tratado final que se firmó un mes después. Aun así todavía hay una gran porción de colombianos que no ven con buenos ojos el acuerdo de reconciliación y sus alcances. Y dice estar consciente de que en todo proceso de paz suele haber más aprobación mundial que local, pero que eso es inevitable. Platica que estuvo con el profesor Jared Diamond, premio Pulitzer por el libro Guns, Germs and Steel, que estudia los procesos de reconciliación de diferentes conflictos. En Alemania y el papel de Willy Brandt en la unificación alemana, en Japón después de la Segunda Guerra Mundial, en Sudáfrica, en Irlanda del Norte, en Sri Lanka, en todas partes.

“Me dijo: mire, el que lidera el proceso de reconciliación o los que lo lideran, si son populares, es que la reconciliación va mal porque por definición la reconciliación es impopular. (…) Y es lo que se ve en una película maravillosa que se llama The Journey o The Voyage, sobre el proceso de paz de Irlanda del Norte. Estaban Ian Paisley, negociador del lado derecho y McGuinness, negociador del lado izquierdo. Y antes de firmar se dicen: ‘¿usted sabe que el mundo entero nos va aplaudir y nuestros compañeros nos va a odiar?’ Ambos dijeron que sí, se dieron la mano y ahí están los acuerdos, ya consolidados.”

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APENAS AVANZAN Las amenazas al proceso ya mencionadas operan en el momento en el que se ha llegado a la parte material y social de los acuerdos. Juan Manuel Santos reconoce que apenas se ha cumplido el 20% del acuerdo de paz y que la gente quiere más rapidez. “Es que las carreteras no se construyen de un día para otro, los colegios tampoco, los hospitales

tampoco, los países no se hacen de un día para otro. Solamente Dios pudo hacer el mundo en siete días”. En su intervención ante los periodistas de la SIP el presidente colombiano defendió el proceso amenazado y la paz que se quiere sabotear por varios frentes: “Este es un acuerdo que no se limitó a lo que llaman los ingleses el DDR: la desmovilización, el desarme y la reintegración de la guerrilla. No. Eso fue una parte importante que ya se cumplió, y se está cumpliendo en la reintegración. Este acuerdo tiene muchísimo más alcance porque tiene elementos de desarrollo, de presencia del Estado en esas vastísimas zonas del país que estuvieron durante 50 años abandonadas por el Estado, porque el Estado simplemente no podía llegar allá porque no controlaba el territorio. “Y estamos haciendo algo muy importante que tiene que ver con este problema de la droga y es que estamos sustituyendo por primera vez los cultivos ilícitos con cultivos lícitos de forma voluntaria. “El año pasado fue el año más tranquilo que hemos tenido desde que yo recuerde. Tuvimos las elecciones del Congreso más tranquilas en la historia. Las FARC, en lugar de estar saboteando las elecciones, fueron a depositar su voto. Las fotografías de los comandantes de las FARC depositando el voto después de haber entregado sus armas, es lo que resume el resultado de este proceso de paz. Para eso se hacen los procesos de paz. Para que cambien las balas por los votos, para que cambien la violencia por los argumentos”. ajimenez@oem.com.mx

24 de noviembre de 2016 se firmó el Acuerdo Final para la Terminación del Conflicto y la Construcción de una Paz Estable y Duradera www.el soldemexico.com.mx


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SALUD Y ALIMENTACIÓN

PARA VENCER

EL CÁNCER

Que sea natural no quiere decir que sea bueno, los especialistas advierten sobre algunas plantas y productos alimenticios que interfieren en los tratamientos oncológicos

a su dosis tóxica y pequeñas variaciones en las concentraciones en sangre pueden causar severos efectos adversos o ser ineficaces, como es el caso de los anticoagulantes (para tratamiento o prevención de la trombosis), antiepilépticos, digoxina (para trastornos cardiacos), litio (empleado en enfermedades psicológicas y mentales) y la levotiroxina (hormona para tratar el hipotiroidismo)î.

ANA SOTERAS / EFE

El Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos advierte ante algunas creencias de que tomar infusiones de determinadas plantas o suplementos basados en hierbas ayuda a curar el cáncer cuando, en realidad, afirma, no existen estudios científicos que demuestren este poder curativo. “Incluso algunos de estos suplementos pueden afectar la eficacia de los medicamentos contra el cáncer y pueden causar efectos secundarios o interferir con la efectividad de las terapias tradicionales”, subraya. Estas son algunas de las plantas medicinales que, como infusión o como complemento alimenticio, no son recomendables consumir durante los tratamientos contra el cáncer, según la oncóloga Paula Jiménez-Fonseca: - Castaño de Indias. Para problemas circulatorios, entre otros usos, interfiere con antiácidos y antiulcerosos utilizados para contrarrestar algunos efectos secundarios de

ALIMENTOS NO TAN BUENOS

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urante los tratamientos contra el cáncer el paciente debe ser precavido con su alimentación ya que ciertos alimentos y bebidas pueden interferir con los fármacos de quimioterapia o con otros medicamentos utilizados simultáneamente para los efectos secundarios. Ante todo hay que controlar los productos de herbolaria o plantas medicinales con altas concentraciones de ciertas sustancias. Lo aconsejable es consultar al oncólogo. “Hay que ser conscientes de que no todas las plantas son inocuas y que no todas se pueden combinar con los tratamientos contra el cáncer, porque muchas veces hacen que éstos sean menos eficaces o potencialmente más tóxicos”, explica Paula Jiménez-Fonseca, oncóloga en el Hospital Universitario Central de Asturias, en Oviedo (norte de España). Y pone como ejemplo los taxanos, un potente quimioterápico que provoca efectos como la caída del cabello o la irritación de la piel. “Esos taxanos proceden del tejo y el tejo es un árbol, pero que una planta medicinal provenga de la naturaleza no la hace inocua”, indica la especialista. Así lo cuenta también en su libro Comer para vencer el cáncer, escrito al alimón con la química, farmacéutica y experta en nutrición Belén Álvarez, donde insiste en que la mayoría de los alimentos consumidos en dietas variadas y equilibradas (frutas, verduras, cereales, legumbres, pescado, aceite de oliva) no entorpecen las estrategias terapéuticas contra el cáncer. La doctora advierte de que algunos fármacos tienen un margen terapéutico estrecho, lo que significa que “su dosis eficaz está próxima

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Ginseng: un aliado contra el cansancio, interfiere en los tratamientos hormonales contra el cáncer

los tratamientos contra el cáncer. - Hierba de San Juan. Utilizada como antidepresivo y asociada con algunos quimioterápicos como la capecitabina oral, incrementa mucho la toxicidad de estos. - Ginseng. Un aliado contra el cansancio, interfiere en los tratamientos hormonales contra el cáncer. - Aceite de onagra o prímula. Usado como regulador del sistema hormonal interactúa con los antiepilépticos. - Productos de herbolaria estimulantes o sedantes. Pueden interactuar con hipnóticos y ansiolíticos. - Productos de herbolaria para adelgazar. Deben evitarse durante la quimioterapia ante el riesgo de potenciar efectos adversos graves e interferir en el efecto de estos fármacos y de otros utilizados simultáneamente. Por contra, la doctora Jiménez-Fonseca también cita algunas hierbas con propiedades medicinales que, en general, no interfieren con los tratamientos, como el roibos, un tipo de té rojo sin teína; el jengibre; o el cardo mariano.

ANTIOXIDANTES, ALCOHOL O SOYA Además de las plantas medicinales, existen otros grupos de alimentos y bebidas que, si se toman en cantidades elevadas, pueden obstaculizar los tratamientos de los pacientes oncológicos, como recoge el libro Comer para vencer el cáncer. - Antioxidantes. Aunque son seguros mientras se está en tratamiento de radio o quimioterapia, sí deben evitarse en cantidades excesivas fuera de la prescripción médica, ya que podrían reparar el daño inducido en las células cancerosas por dichos tratamientos. - Alimentos ricos en vitamina K. Coles, verduras de hoja verde, suplementos con jengibre y aguacate, pueden interponerse en la acción de los anticoagulantes orales y favorecer el sangrado o la trombosis. - Alcohol. Interactúa con antidepresivos, sedantes, opiáceos como morfina, además de dificultar la eliminación hepática de determinados medicamentos durante la quimioterapia.

- Soya. No consumir suplementos de soya (pastillas), especialmente con taxanos y con hormonoterapia, empleada en el tratamiento de cánceres de mama hormonodependientes. En forma de brotes o en productos enriquecidos (leche, yogurt) parece no interferir. - Alimentos ricos en cafeína. Pueden ocasionar efectos adversos con anticoagulantes orales y excitantes. - Zumo de naranja. No consumir con antiácidos que contengan aluminio, ni con antibióticos. - Zumo de uva. Consumo moderado con determinados quimioterápicos como paclitaxel o vincristina. - Zumo de toronja. Afecta a la concentración en sangre de ciertos quimioterápicos y su eliminación, por lo que puede aumentar la toxicidad. - Leche y derivados lácteos. Interactúa con la absorción de la quimioterapia oral que debe ingerirse con agua templada o fría, ya que las bebidas calientes pueden neutralizar el efecto de los fármacos. - Regaliz / orozuz. Puede interferir con los fármacos administrados para tratar tumores hormonodependientes. - Grasas. Aumenta el daño renal de determinados antiinflamatorios utilizados contra efectos de los tratamientos oncológicos o del propio cáncer, como el dolor, la fiebre o la inflamación.

ALGUNOS CONSEJOS La American Cancer Society advierte a los pacientes oncológicos que toman sin prescripción médica vitaminas, minerales y otros complementos nutritivos con el fin de ayudar a su sistema inmunológico debilitado por el cáncer y sus tratamientos. Incluso hay quienes, erróneamente, creen que esos suplementos pueden destruir las células cancerosas. “Algunas de estas sustancias pueden ser perjudiciales, especialmente cuando se ingieren en grandes dosis. De hecho, algunas vitaminas y minerales puede que hagan que la quimioterapia y radioterapia sean menos efectivas”, señala en su página web. Para evitar el problema, esta sociedad científica aconseja: - Pedir información sobre los complementos nutritivos a su equipo de atención médica contra el cáncer. - Leer las cantidades y concentraciones de los ingredientes activos en las etiquetas informativas de cada producto. - Si aparecen efectos secundarios, como dificultad para respirar, picazón en la piel (comezón), adormecimiento o cosquilleo en las extremidades, suspender el uso del producto y llamar a su equipo de oncología. En conclusión, es importante consultar al oncólogo el tipo de alimentación más adecuada mientras se sigue un tratamiento, tanto contra el propio cáncer, como para paliar los efectos secundarios, en especial el consumo de plantas medicinales. Beber agua de forma regular ayuda a eliminar la toxicidad de fármacos quimioterápicos.

OPINIÓN

ARTURO MENDOZA MOCIÑO

Levantad el vuelo, hijos del cielo

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oberto Reyes es un hijo de El Cielo y de las alturas le cae el trabajo. Sus manos prodigiosas y su mirada de lince reparan planeadores de kite surfing y desde hace 20 años es uno más de los amos del viento en Isla Blanca porque, en cuanto puede, se calza arnés y tabla y levita por los aires y recorre la Laguna Chacmuchuc y ve, desplegados en mansa indiferencia, mantarrayas y tiburones, tortugas y cocodrilos, en esta pradera hídrica que está encerrada como cría de golondrina dentro de un nido de 20 kilómetros de franja costera al norte de Cancún, en una de las últimas playas salvajes del Caribe mexicano. “Cualquier chango que veas por aquí me llama Dr. Kite”, explica feliz de su fama legendaria este hombre nacido hace sesentayanomeacuerdo en Martínez de la Torre, poblado veracruzano que Reyes llama con orgullo veracruzano El Cielo. Los miquitos a los que se refiere Dr. Kite flotan, vivarachos, retozantes, como cualquier monito feliz, frente a sus ojos gracias a que en sus bolsillos tienen entre 25 mil pesos o hasta tres mil dólares, lo necesario para tener el equipo básico de kite surfing y pender de un papalote con líneas de dirección y una barra de control, un arnés que funciona como cordón umbilical y una tabla de surf que opera como patín del diablo para surcar olas y olas de placer porque aquí la profundidad del agua apenas llega a medio pecho. Vientos de 20 a 25 kilómetros por hora completan el encanto, aunque, reconoce Dr. Kite, los vientos de “nortes”, los de avanzada de huracán, con rangos de los 100 a los 125 kilómetros por hora no desaniman a sus pacientes sino, al contrario, los enloquecen tanto como aquellos que practican este deporte cuando cae la noche, aquí y en Puerto Morelos, con señales luminiscentes que son usadas, nada más, como amuletos ante cualquier percance. Porque los kiters se estrellan con todo: el agua, las piedras, los árboles, porque son arrastrados por la corriente de viento hasta perder el control de sus líneas de dirección y de

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potencia de 24 metros de longitud. Es entonces que los ícaros caen y, según el costalazo o la terquedad del espíritu, se volverán a levantar como ave fénix para ascender otra vez sin haber leído jamás Altazor del poeta chileno Vicente Huidobro. Andar kayteando, insiste Dr. Kite, es una seña de identidad como la que portan los montañistas o los surfistas que se juegan el pellejo y el alma en cada nuevo reto. Y todo eso se lo deben al holandés Gijsbertus Adrianus Panhuise, a quien primero se le ocurre desplazarse con un tabla de surf con una especie de paracaídas zaherido por el viento. Al padre del kite surfing lo secundarán los hermanos Dominique y Bruno Legaignoux con un prototipo de cometa de costillas inflables, deslizándose con unos esquíes que rápidamente fueron reemplazados por tablas de surf con fijaciones para sujetar los pies. Voilá! El kite surfing, tal y como se practica ahora, nace cuando asciende aquella cometa de 17mts con Aspect Ratio 6 y con 100% doble cámara. Con ella, los francesitos Legaignoux navegaron con vientos de 11 a 22 kilómetros por hora alcanzando una velocidad de 25 kilómetros por hora en Mahui, en las islas Hawai. Y de las islas del ukelele y Barack Obama las cometas con costillas inflables después se alzaron con los vientos en Cabarete (República Dominicana), Dahab (Egipto), Tarifa (España) y Cumbuco (Brasil). En México, los imanes de kite surfers son La Ventana (Baja California) y Bucerías (Nayarit), y la Bestia de los vientos nacionales se llama Anthar Racca quien, desde los seis años, ha surcado las corrientes de Isla Blanca hasta alcanzar el quinto lugar de la modalidad de freestyle de la Elite League de la Liga Mundial de Kitesurf (WKL). ¿Y dónde está ahora este prodigio de 17 añitos? Volando y entrenando, claro está, en Isla Blanca porque en mayo compite a nivel latinoamericano en Bucerías, Nayarit, en el Festival del Viento, que ya ganó el año pasado y donde se medirá ante 200 hijos de las mareas del cielo. Las mejores clases de kitesurfing son con Roberto Reyes, Dr. Kite: 998.577.3553, bkings19@ hotmail.com yambacaribe@gmail.com


D.

OPINIÓN

08

22 DE ABRIL DE 2018

NOMBRE COLUMNA JOEL HERNÁNDEZ SANTIAGO

Mankell y Wallander: memoria sin olvido

A

sí concluía su vida y su obra el escritor que nos regaló a uno de los personajes más queridos de la literatura negra mundial; al triste, solitario, melancólico, sagaz y abandonado a sí mismo Kurt Wallander. Son doce tomos que uno lee con intensidad y se releen con el mismo interés del primer momento porque el secreto se esconde en cada una de sus páginas, a las que hay que desmenuzar porque Wallander pide ahí nuestra compañía y no es bueno dejar solos a quienes se quiere. El 16 de diciembre de 2013, Henning Mankell manejaba su automóvil en una carretera. Al intentar rebasar a un camión pesado su carro rodó sobre aceite derramado. Derrapó y chocó. El vehículo quedó hecho añicos. Él salió ileso. Unos días después, ya en Antibes, comenzó a sentir un fuerte dolor en el cuello. Pensó que era tortícolis. No obstante su esposa, Eva, la hija del director sueco de cine Ingmar Bergman, lo convenció de ir al médico. En la revisión le fue detectado un tumor en el pulmón izquierdo: era cáncer, con metástasis en la nuca. La noticia la recibió el 8 de enero de 2014. Pronto Mankell tomó conciencia de la gravedad de la enfermedad. Luego diría que aquella noticia lo sumió en una profunda depresión que duró diez días en los que no quería alimentos ni quería hablar, apenas dormía. Se sometió a los tratamientos. Se disciplinó al tiempo que buscó la forma de desahogar esa nueva experiencia, pero, ¿en dónde encontrar la respuesta? En el pasado. Como aquella mañana de 1957, cuando apenas tenía nueve años e hizo el gran descubrimiento, su gran verdad y el secreto que marcaría toda su vida: “Yo soy yo y ningún otro. Yo soy yo. No pueden sustituirme por nadie…” Entonces –diría muchos años después-- la vida comenzó a volverse una cosa sería. “Ignoro cuánto tiempo me quedé así, en medio de aquel frío y en aquella oscuridad, con aquella certeza tan desconcertante. Lo único que recuerdo es que llegué tarde a la escuela (…) Luego me senté en mi pupitre. Miré alrededor. Nadie había descubierto el gran secreto que yo llevaba tan dentro desde aquella mañana de 1957.” Henning Mankell nació en Estocolmo, Suecia en 1948. Su padre fue un abogado que dejó

aquella ciudad para trasladarse como juez en Sveg, una pequeña comunidad de frente al mar Báltico, que es donde sucede la vida de su personaje Wallander con el nombre de Ystad. Su madre fue Ingrid, una mujer que abandonó a su esposo y a sus hijos. Henning tenía apenas un año y la conoció hasta los quince. En sus memorias se reconcilia: “Acaso hoy la puedo comprender un poco, se dio cuenta de que esa no era su vida. Quería ser libre y tuvo el coraje para hacerlo”. Su padre, con tres hijos pequeños, se estableció en Sveg. Se instalaron para vivir en los tribunales en donde habilitaron una casa para el juez y su familia. Ahí Mankell aprendió a leer con su abuela: “No tengo recuerdos de haber pensado en hacer otra cosa que contar historias. No sabía qué era un escritor, pero sabía qué era contar una historia y hacer que la gente la escuchara”. A los 15 años Henning decidió dejar la escuela. Lo habló con su padre y éste le apoyó. Luego, siguiendo el ejemplo de Joseph Conrad, a los 16 años salió de Sveg para enrolarse en un barco como mozo, así llegó a París. Ya de 19 años regresó a Suecia y se instala en Estocolmo para ganarse la vida en trabajitos. En una de esas es auxiliar de tramoyista y es cuando escribe su primera obra, una pieza de teatro llamada Feria Popular, con la que arranca su carrera como escritor al que le interesaba lo mismo el teatro como la narrativa. De ahí en adelante adquirió un gran prestigio como escritor, pero también como un hombre preocupado por los asuntos de la política. Es en 1991 cuando Mankell publica el primer tomo sobre un policía-investigador cuyo nombre obtuvo del directorio telefónico: Wallander. Kurt Wallander es un personaje que tiene mucho de Mankell: preocupado por los cambios que no entiende bien a bien, aunque se asume en ellos; solitario casi siempre. Es un policía al que su padre le reprocha siempre haber decidido ser policía y con el que mantiene una relación de afecto-confrontación. Un padre que es pintor y que lo único que produce durante toda su vida es el mismo paisaje en infinidad de cuadros, con la variante, de tiempo en tiempo, de urogallos –un ave– en algunas de las obras que vende a precio bajo. Es un policía reflexivo. Casi siempre dialogando consigo. Con dificultades para relacionarse con los demás, por lo que es excluido. No consiguió mantener su propio matrimonio, del

“En lugar de prepararme para lo que me espera al día siguiente, me pongo a pensar en cuál ha sido el instante de mi vida en el que he sentido la mayor alegría. “¿Existe un instante así? ¿O es imposible decidirse por uno? El nacimiento de un hijo, el alivio cuando se pasa un dolor intenso, un ataque del que salgo ileso, la sensación de que el trabajo con un libro ha superado las expectativas… Enseguida me doy cuenta de que es absurdo. Los instantes no pueden compararse ni clasificarse. Una alegría no se parece a las otras “Pero, ante todo, vivo con la esperanza de nuevos instantes de paz. En los que nadie me arrebata la alegría de crear o de contemplar las creaciones de otros “Instantes que vendrán. Que tienen que venir, si es que la vida ha de tener algún valor para mí” Arenas movedizas Henning Mankell

que nació su hija Linda, a la que adora y de la que se detiene en las caídas. Su solución en días de descanso es caminar por el muelle de Ystad, comer algún bocadillo en cualquier lugar del puerto frío y solitario, en una mesa asimismo en solitario, un buen whisky y luego escuchar música clásica mientras lee, porque es un lector voraz. Wallander vive solo en un lugar solitario y a quien todos reconocen lo mismo por su inteligencia como por su sagacidad y disposición al peligro. Siempre sale de los casos con el dolor en el alma porque incorpora a su vida las tragedias humanas; las de ver el dolor ajeno y el saber que poco puede hacer para cambiar la naturaleza del hombre cuando se convierte en enemigo de sí. Son doce tomos de la saga Wallander. Infaltables para quienes buscan penetrar no sólo en la experiencia policiaca, como también en la vida de un hombre como cada uno de nosotros. Ahí está, también, la Suecia infalible a la vez que descarnada, y contradictoria. Enemiga de la migración. Escurridiza en los grandes conflictos del mundo. Con altos niveles de vida, pero al mismo tiempo con grandes contradicciones políticas, sociales y humanas. Mankell era un hombre de izquierda que desliza en su obra sus grandes preocupaciones. Sobre todo en Wallander, con por lo menos 40 millones de lectores. En cada tomo hay una doble vía de recorrido: los misterios criminales y la presencia de Kurt Wallander: dos ámbitos diferentes pero que están siempre juntos. El autor fue un activo participante para alertar al mundo sobre las minas terrestres que son sembradas y que aún permanecen en zonas de conflicto. Fue un gran defensor de la causa Palestina. Escribe Gabriela Esquivada: “En 2010, se le dio por muerto durante unas horas, cuando las tropas israelíes abordaron la embarcación de ayuda que iba de camino a Gaza, donde él se encontraba. Sólo fue detenido”. Y él mismo relataba: “Viví tan cerca y trabajé tanto contra el apartheid en Sudáfrica, y estuve tan feliz de verlo desaparecer. Y de pronto, veo un nuevo apartheid que crece en Israel”. Y aquí otro de sus grandes intereses: Mankell se comenzó a apasionar por África desde los 20 años. Al principio se orientó hacia Guinea-Bissau, luego pasó a Zambia y finalmente se quedó a vivir la mitad del año en

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Mozambique y la otra mitad en Suecia. Luego de la independencia de Mozambique de Portugal, Mankell llegó a Maputo en donde la directora del Teatro Avenida le invitó a dirigirlo. Así que se instaló en un pequeño departamento para seguir la vida ahí. “Al principio llegué cuando la gente andaba sin zapatos, ahora ya usa zapatos”, dijo. Con más de cuarenta obras, el autor sueco se consolidó como uno de los escritores más populares de su país. Novela, cuento, teatro, con esta sola aportación literaria bastaría para ser un autor indispensable, pero está en su camino la serie Wallander, en la que se prueba que la novela negra también puede ser arte, como es este caso. Así que cada vez que uno concluye uno de sus tomos, quiere regresar para estar y seguir con Kurt, para no dejarlo solo, porque a fin de cuentas es un hombre sagaz, inteligente, siempre atento a los detalles mínimos de sus investigaciones que resuelve a pesar de la incompetencia del sistema judicial y policial de Suecia, porque a pesar de todo eso es un hombre vulnerable e imperfecto. Es un policía triste e introspectivo capaz de tomarse una botella de whisky en solitario y que está en La pirámide, en El retorno del profesor de baile, La leona blanca, Huesos en el jardín, El hombre inquieto y más. Concluye Mankell con Arenas movedizas, la más personal porque ya enfermo y condenado a morir pronto, relata la tragedia de su enfermedad y la despedida en 2015. Y como Wallander, quien, al final, víctima de Alzheimer se despide: “La sombra se había acentuado. Y muy despacio, Kurt Wallander fue desapareciendo en una oscuridad que, unos años después, lo sumió en ese universo de vacío que llamamos Alzheimer. Y después nada (…) Los años que le quedan por vivir, diez o quizás algunos más, le pertenecen a él, a él, y a Linda, a él y a Klara. Y a nadie más” “Yo soy yo y ningún otro. Yo soy yo. No pueden sustituirme por nadie…” Como siempre, el arte nos redime, y el arte nos dice que la vida es cosa seria… Ahora vamos a caminar un poco por los parajes solitarios, interminables bosques fríos y húmedos de Ystad, con Kurt Wallander, quien tiene mucho que decirnos, en silencio. jhsantiago@prodigy.net.mx


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