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Niños floreciendo en el preescolar Little Wildflowers
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Niños floreciendo en el
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Foto Ricardo Ibarra
Es momento de aprender español en Little Wildflowers, ¡cantando!
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Desde que comenzó la pandemia de COVID-19, han sido cerradas 8,500 unidades de cuidado infantil en todo California, en un suceso histórico. En el Condado de Sonoma, el cierre masivo de los programas de educación temprana solo ha sido agravada por el caos de los desastres del cambio climático: incendios forestales, aire tóxico derivado del humo denso, cortes de energía, evacuaciones de viviendas e inundaciones, todo lo cual incitó a la inestabilidad en el frágil desarrollo del los niños pequeños del condado.
El año pasado, el preescolar Little Wildflowers en Santa Rosa, una estancia infantil Montessori, sin saberlo, se convirtió en un salvavidas para los niños cuyo cuidado había sido interrumpido inesperadamente. Abrieron sus puertas el 16 de marzo de 2020, el día en que seis condados del Área de la Bahía establecieron su orden de refugio en casa, restringiendo a todos los residentes a sus hogares. El Condado de Sonoma les siguió al día siguiente.
“Los niños son tan resistentes y adaptables”, dijo Maria Jasso, codirectora de Little Wildflowers Preschool. “Los padres se acercan a nosotros porque ven la necesidad de que sus hijos socialicen. Algunos de nuestros estudiantes no tienen hermanos y ha sido muy difícil para ellos durante la pandemia no estar con otros niños de su edad. Los niños tienen que socializar, desarrollar habilidades lingüísticas y otras habilidades para interactuar con sus compañeros”, dijo Jasso, de 34 años, originaria de Michoacán, México, y madre de Scarlett, de 7.
En mayo pasado, Little Wildflowers completó un año de operaciones, atendiendo a una población de 24, casi la mitad de su capacidad total de 55 niños. Actualmente, hay una lista de espera de más de 30 familias. "Es lamentable, pero esta es la norma para estos niños hoy", comentó Jasso. "Seguimos la Continúa en la siguiente página...
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Continúa de la página anterior... filosofía Montessori, donde cada niño aprende nuestro programa de manera diferente y donde hablamos de todo en un idioma que es comprensible para ellos".
Jasso y Evelyn Contreras, también de 34 años y con tres hijos, pasaron dos años elaborando estrategias para el desarrollo de Little Wildflowers antes de que se convirtiera en una guardería oficial. Vieron que los niños del Condado de Sonoma necesitaban un lugar donde pudieran aprender cómodamente a adaptarse a su entorno. También querían crear un centro donde se animara a cada niño a cultivar su propia personalidad, y se enseñara español e inglés en igual medida.
“Hablamos en español todo el día”, dijo Jasso. Las familias que hablan inglés en casa quieren que sus hijos crezcan aprendiendo un segundo idioma, y las de hogares latinos quieren reforzar la educación que reciben en casa.
En sus actividades escolares, Jasso y Contreras dan la bienvenida a otras culturas y hablan de ellas con los niños. "Me sorprendió la forma en que mis hijos hablaban sobre Obama y Martin Luther King después de tener un tema completo en el Mes de la Historia Afroamericana, y también hablaban sobre cuestiones de justicia social, COVID, los incendios. La forma en que los niños absorben es asombrosa", dijo Elly Grogan, madre de Hazel y Julian, 4 y 2, respectivamente.
Hazel pasó esa tarde de primavera afuera en el jardín de Little Wildflowers jugando con los polluelos que ella y sus compañeros vieron crecer en una incubadora. Eso es lo que más disfrutaba, dijo, "jugar al aire libre". "Cuando recojo a mis hijos de Little Wildflowers, a menudo están cubiertos de tierra de la cabeza a los pies, con grandes sonrisas en la cara y rebosantes de emoción por encontrar catarinas en el jardín o hacer pasteles de barro", agregó Grogan. "El preescolar se siente como este oasis donde todos los desafíos de COVID y los incendios simplemente desaparecen, y nuestros niños pueden divertirse y ser solo niños".
— Ricardo Ibarra
Foto Ricardo Ibarra Una pequeña juega y aprende en el preescolar Little Wildflowers de Santa Rosa.