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IMPLICACIONES DEL ENFOQUE HUMANISTA EN LA NUEVA ESCUELA MEXICANA
Actualmente, los docentes nos estamos enfrentando ante un nuevo modelo educativo que busca modificar la currícula y la forma de enseñar dentro y fuera de las aulas. La concepción de la Nueva Escuela Mexicana (NEM) pretende la transformación de la sociedad, por tanto, propone que la educación debe ser entendida para toda la vida, bajo el concepto de aprender a aprender, actualización continua, adaptación a los cambios, y aprendizaje permanente. Dicho modelo tiene como centro la formación integral de niñas, niños, adolescentes y jóvenes, con el objetivo de promover un aprendizaje de excelencia, inclusivo, pluricultural, colaborativo y equitativo a lo largo del trayecto de su formación.
Con estas premisas, la NEM asume la educación desde un nuevo humanismo, que ve a la persona como el eje central del modelo educativo. Pero, ¿cómo concebimos los docentes el enfoque humanista de la educación? Para explicarlo me remitiré a un texto de la antigüedad, que Giovanni Pico Della Mirandola tituló Discurso sobre la dignidad del hombre. En éste formuló tres ideales: el derecho inalienable a la discrepancia, el respeto de las diversidades culturales y religiosas y el derecho al crecimiento y enriquecimiento de la vida a partir de la diferencia. En torno a dichos ideales, la NEM establece como uno de sus principios fundamentales, el Respeto de la dignidad humana, es decir, plantea el respeto irrestricto a la dignidad y los derechos humanos de las personas, con base en la convicción de la igualdad de todos los individuos en derechos, trato y oportunidades.
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Por su parte, la Ley general de educación, en el capítulo VII, artículo 59, establece que la educación con un enfoque humanista, favorecerá en el educando sus habilidades socioemocionales que le permitan adquirir y generar conocimientos, fortalecer la capacidad para aprender a pensar, sentir, actuar y desarrollarse como persona integrante de una comunidad y en armonía con la naturaleza. Además, señala que para resolver situaciones problemáticas de manera autónoma y colectivamente, aplicar los conocimientos aprendidos a situaciones concretas de su realidad y desarrollar sus actitudes y habilidades para su participación en los procesos productivos, democráticos y comunitarios, se realizarán acciones y prácticas basadas en las relaciones culturales, sociales y económicas de las distintas regiones, pueblos y comunidades del país para contribuir a los procesos de transformación. Finalmente dispone que se promuevan métodos de enseñanza aprendizaje, con la finalidad de que el educando exprese sus emociones a través de manifestaciones artísticas y se contribuya al desarrollo cultu- ral y cognoscitivo de las personas. En definitiva, tener en cuenta el enfoque humanista significa que como docentes garanticemos una educación de calidad; que reconozcamos la coexistencia y la igualdad con todas y todos los alumnos y que ambos tengan acceso al conocimiento; significa conocer y valorar la cultura en toda su diversidad de expresiones, como una herramienta para el acercamiento y la forja de una visión compartida. Significa que todas y todos puedan participar en un diálogo universal donde se reconozcan los valores comunes que encierra la diversidad de las culturas, así como la protección de la diversidad biológica. Partir de la idea de que más allá de nuestra diversidad, compartimos una cultura humana común y que es a través de la comunicación y el diálogo, como somos capaces de trascender nuestros límites y podemos ampliar nuestros conocimientos, descubrir otras costumbres y ser conscientes de la humanidad que nos une para hacer frente conjuntamente a nuestros problemas.
Para nosotros los docentes, estas ideas se traducen en vislumbrar nuevos horizontes de avance social, económico, científico, tecnológico y de la cultura en general, que conducen al desarrollo integral del ser humano en la perspectiva de una sociedad justa, libre y de democracia participativa. En el entendido de que todas y todos formamos una comunidad de seres humanos que se vinculan entre sí; mediante el reconocimiento de su existencia, de su coexistencia y la igualdad con todos los demás.