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ENTREVISTA
M O V I M I E N T O I N F I N I T O
Fue el artífice de la inolvidable discoteca Studio 54 de Nueva York donde Bianca Jagger entró montada a caballo y uno podía tropezar con Andy Warhol o Salvador Dalí en la pista de baile. Ian Schrager inventó los hoteles boutique de la mano de Andrée Putman y Philippe Starck. Tras su desembarco en Barcelona en 2018, ahora llega a Madrid con un nuevo Edition, un hotel de lujo, pero sin precio desorbitado.
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POR ANATXU ZABALBEASCOA RETRATO: WESTON WELLS
Emprendedor infatigable, pero también hedonista y amante del arte, el diseño y en general de todo lo que respire belleza, Ian Schrager dirige desde hace más de treinta años los hoteles Edition, que solo abren en ciudades que él considera especiales. De su elección de Barcelona y Madrid argumenta que “España es un país que se está sacudiendo de encima prejuicios” .
E
l padre de Ian Schrager tenía una fábrica de abrigos. Murió cuando este emprendedor formado como abogado contaba 19 años. Tres años más tarde moría su madre. Entonces, cuenta, empezó su lucha. Su amistad con Steve Rubell, un tipo al que había conocido en la universidad de Siracusa, lo llevó a defenderlo en un juicio. Luego, a trabajar con él. Fundaron la discoteca Studio 54 que marcó un antes y un después en la noche neoyorquina. También en sus vidas. Ambos pasaron por la cárcel por evasión de impuestos. Rubell moriría joven. Schrager abandonaría la noche, tras el proyecto Palladium, y se convertiría en el rey de los hoteles. Del mundo de artistas subversivos como Warhol, Basquiat o Keith Haring pasó al de los arquitectos y diseñadores más rompedores –Andrée Putman o Philippe Starck– para inventar el hotel boutique. Ahora llega a España de la mano de arquitectos como John Pawson para reivindicar un lujo accesible. Contesta esta entrevista, cercano y amable, por Zoom, sentado en el despacho de su casa de Nueva York. ¿Ha estado en Madrid? Claro. No podría hacer un hotel sin conocerlaciudad.Estuvehacemenosdeunaño,laúltimavez. La primera hace más de medio siglo, en 1968. Era estudiante. No tenía dinero para pagar un hotel. Y veíamos cada día una ciudaddistinta.
Ha vuelto para construir el que quiere ser el mejor hotel de la ciudad. ¿Cómo aspira a conseguirlo? Siempretrabajocon lasemociones.Loquevanasentirloshuéspedesserádistinto, unlujocercano,cálido,cómodo,estimulante.Sipreparasun escenarioconesosingredientes,calidadyamabilidad,lagente reacciona cada uno de manera siempre nueva. No se trata de renovar con lo que nunca has visto. Creo más en renovar diseñandoloquenuncahansentido.
¿Siempre se puede hacer sentir cosas sorprendentes? Claro.Esaeslaclave.CuandoiPhonesacósuteléfonointeligente nonecesitábamosotromóvil.Peroteníaalgoqueeramásque buendiseñoyeficacia.Conectóconlosclientes.Esaeslaclave deléxito.Ynoesnuncalamismaclave.
Asegura que el Hotel Edition en Madrid es a la vez cercano, “amigo” , y especial. ¿Cómo se puede ser cercano y diferente a la vez? Lacomodidadeslabasedelaamistadyesoescercanía.Esesencialparaeléxitodecualquiernegocio.
El lujo ha exprimido más la distancia y la exclusividad. No puedes engañar a la gente. Si no están cómodos no volverán. Eso no quiere decir que no estimules a la gente con arte, diseño o con un servicio impecable. Lo que no puedes es pasarte. Ellímiteentre el exceso y el defecto esmuy fino.
Usted ya no tiene que demostrar que puede ser a la vez cercano y provocativo. Siempre pienso que tengo que demostrar todo constantemente, como si acabara de empezar. Pero demostrarlo es lo que me gusta. Me gusta llegar hasta el bordedelprecipicioynocaerme.
Describeelhotelcomomásinstintivoqueintelectual.¿Qué quiere decir? Esunhoteldesentimientosyemociones.Node teorías.Fácildeusar,fácilcircularenél,fácilvolver.Ellujode Editionnoestábasadoenlosrecursosescasos–comoeloro–. Estábasadoenbuen diseñoy amabilidad.
¿Por qué pensó que podrían funcionar en Barcelona y Madrid? España es un país que se está sacudiendo de encima prejuicios.
¿En los hoteles actuales es más importante sorprender o simplificar? Simplificar. Cuando la gente está cómoda es cuando los establecimientos triunfan. La calma se agradece. Lascomplicacionesmarean.Losencilloeslomássofisticado. No ha pensado siempre eso. Siempre hedefendidolosencillo. Perolosencilloeslomásdifícil.
¿Se está volviendo minimalista? Jamás. Para mí lo fundamental es la comodidad.
Defiende la calma, pero no para de inventar y reinventar. Delbaileescenográficoalhotelboutiqueydeestosalhotel
Izquierda, Ian Schrager junto al artista y cineasta Julian Schnabel. Debajo, Liza Minelli, Bianca Jagger y Andy Warhol en Studio 54, y Schrager junto a su socio Steve Rubell, con quien cofundó la discoteca. En las imágenes inferiores, algunos de los creadores con los que Schrager ha colaborado en sus proyectos: Philippe Starck, John Pawson, Arata Isozaki, Li Edelkoort –junto a Donna Karan en la fiesta de inauguración del edificio de viviendas de lujo 50 Gramercy Park en Nueva York en 2005– y Herzog & De Meuron.
Schrager creó en los ochenta otra forma de entender los hoteles junto a grandes creadores y no ha dejado de reinventar el concepto. A la derecha, su ático en Nueva York diseñado por John Pawson. Debajo, de izquierda a derecha, hotel Royalton en Nueva York, con Philippe Starck (1988), hotel The Barcelona Edition (2018) y hotel Paramount en Nueva York, también con Starck (1990).
relajante. ¿Qué es exactamente la calma para usted? Nací así.Salídelvientredemimadredispuestoahacercosas.
¿La temprana muerte de su padre primero y luego la de su madre marcaron su exigencia? Soy un luchador. Un superviviente.Mispadresmedejaronunaurgenciaporesforzarme envivirlavida.Adorolavida.Headoradoesteviaje.Perolaconozco.Soyuntipodepersonaquecuandoinauguraunhotel piensa:novendránadie. ¡A estas alturas! Poresotrabajopensandoentodoloqueles haría querer venir. Creo que cualquier persona creativa no puededejardehacerloquehacey,alavez,dudatodoeltiempo. Mesiguesorprendiendoacertar.Queatantagentedelmundo legusteloqueamímegustamesorprende. ¿Qué hacen sus hijos? Tengo cuatro hijas y un hijo. Una estudianutrición.Otratrabajaconmigoenmarketingyotraen relaciones públicas, en otra empresa. La cuarta hija es escritora.Escribecuentosinfantiles. ¿Y el chico? Tiene once años.
Ningún hijo es bailarín, aunque sus padres lo fueran. Ninguno… ¿Igual el niño? Lo dudo. Tiene mi misma intuición.
Tiene once años, ¿ya lo puede ver? Ve lo que otros no ven. No me importa lo que hagan mis hijos mientras hagan algo y contribuyan a mantener este planeta vivo.
¿Qué es una contribución al mundo? ¿Un negocio? ¿Una vacuna? Todas esas cosas. Algo que mejore la vida y la humanidad. No creo en hacer dinero por hacer dinero. Eso no mejora a nadie. El dinero sirve para hacer cosas.
Hace 40 años inventó el hotel boutique con Andrée Putman. Los hoteles han digerido mal el exceso de diseño. Si quieresquealgofuncione,nopuedescopiarloquefunciona. Tienes que tener una idea, una opinión propia, pasión. Repetir una fórmula la agota porque la deja sin sentido. ¿Qué busca en un hotel? Un descubrimiento cuando abro la puerta y que me acoja cuando estoy dentro. Todos nos damos cuentadeloque esgenuinamenteespecial. Puede ser la música, el aire, la iluminación, la arquitectura, la tranquilidad… Un hotel no es ni un espectáculo ni un museo.
Pero le interesan los museos. Colecciona pintura. Adoro a Picasso, a de Kooning y a Donald Judd. Matisse influyó a variasgeneracionesdepintores.PeroPicassofueinimitable.
Cambiaba demasiado rápido para poder ser copiado. Por eso, si puedo elegir, yo prefiero tratar de ser Picasso. Ese talante. Pero hay muchos otros grandes artistas; la clave está en que transmitan un mundo propio.
Ha ido cambiando sus diseñadores, de Putman a Pawson pasando por Philippe Starck. ¿Cómo los elige? Los distintos diseños generan una respuesta en mí. La que me hace sentir bien y me ilusiona es la que elijo.
Los hoteles Edition buscan democratizar el lujo. ¿Eso no es un oxímoron? Es la mejor idea que he tenido. Y se retrotrae a Studio 54. ¿Cómo? El tipo de gente que entraba en Studio 54 no tenía nada que ver con su riqueza, su posición, su género o con el lugar de donde viniera. La mezcla es lo que aseguraba que uno pudiera encontrar allí algo inesperado. Podías ver a un
IAN SCHRAGER
Para Schrager, uno de los secretos del éxito de sus hoteles es que no se repiten en su fórmula. “No puedes copiar algo que funciona, debes tener una idea, una opinión propia” . De izquierda a derecha, hotel The West Hollywood Edition, diseñado por John Pawson (2019), hotel Public en Chicago (2010) y hotel Paramount en Nueva York.
tipo con vaqueros apretados bailando sin camisa con una mujer que llevaba un vestido largo y una tiara de diamantes. Conectar era la clave.
Pero tenías que ser especial para conseguir entrar. Cada noche intentábamos montar una fiesta. Es como cuando invitas a gente a cenar: mezclas lo que piensas que puede funcionar. Es muy difícil hacer eso en un lugar público sin enfadar a la gente. La gente creó la energía del lugar.
Hoy sería imposible hacer algo así: Bianca Jagger montada a caballo, Dalí bailando, usted comprando un Warhol por 700 dólares… Por supuesto que se podría hacer de nuevo. Pero tendría que ser otra cosa. Ese espíritu de fiesta, libertad y mezcla se podría conseguir de nuevo. ¿Incluso con el móvil? Claro, tendrían que dejar el móvil en el guardarropa. Sería un lugar de disfrute, no de exposición.
Pero han sido esas fotos de Capote o Mick Jagger bailando las que dieron fama mundial a su discoteca. Una cosa es una foto y otra el continuo escrutinio. Los móviles de los demás no pueden destrozar la libertad de nadie. La libertad es lo que buscaba la gente en Studio 54.
¿Qué aprendió de ver a la gente bailar, de verla borracha? Me gusta ver a la gente feliz, pero no borracha. Ese límite puede ser fino.
¿La diversión no tiene porque ir asociada a la culpa? En absoluto. Creo que estamos en el mundo para pasarlo bien. Ese es el objetivo.
Conoció a sus mujeres en fiestas. Las dos han sido bailarinas. No sé si eso es una coincidencia. Aunque los bailarines son gente profundamente disciplinada que ama la belleza. Me entiendo bien con la gente capaz de esforzarse.
Conoció a su socio Steve Rubell en la universidad. Pero volvimos a vernos cuando me convertí en su abogado.
Y ahí empezó la aventura de su vida. Éramos complementarios. Él era gay y extrovertido. Yo era el tímido y prudente. No hablo de mi trabajo, hablo de mi personalidad.
¿Dónde aprendió más, en la universidad, en Studio 54 o durante el año que pasó en la cárcel por evasión de impuestos? Siempre he aprendido tanto fuera de la clase como en la clase. Creo que ir a la universidad no es solo estudiar. He conocido grandes hombres y grandes mujeres. Pero también aprendí mucho en la cárcel. De otras personas, del mundo y de mí mismo. Me di cuenta de lo que había hecho mal: pensar que me podía ocupar de todo. Cegarme por la pasión. Descuidar la economía de un negocio. Pero también heaprendidomuchodurantelapandemia.Cadavezquealgo nos detiene en la vida es fundamental aprovechar ese tiempo para reconsiderar quiénes somos y hacia dónde vamos.
Nuncahatenidoreparoenhablarsobresuañoenlacárcel. Cometí un error. Tuve la suerte de repararlo y de ponerme a pensar. Siempre digo que soy la prueba de que el sistema judicial funciona. Cuando llegamos al mundo de la noche, losdueñosdelosclubscontrataronatodoslosiluminadores paraquenadietrabajaseparanosotros.Decidimoscontratar alos delos teatros deBroadwayyeso fue esencialennuestro éxito. Uno nunca sabe dónde va a encontrar la clave de su éxito ni de su felicidad.