Año XLVI - Domingo IV de Pascua /C - 21 de Abril de 2013
CONOCER A CRISTO
Remesa III - Nº 23
E
l resucitado es Jesús. Él se llama a sí mismo: Pastor. Y a cuantos lo siguen, los califica de “su rebaño”. Imagen y palabras familiares, significativas y amorosas. El evangelio resalta la relación íntima de Jesús Pastor con las ovejas de su rebaño y lo reseña con expresiones concretas y precisas. Primera expresión: “Mis ovejas me conocen”. Segunda expresión: “Yo las conozco”. Tercera expresión: “Ellas me siguen”. Cuarta expresión: “Yo les doy vida eterna”. Quinta expresión: “Nadie las arrebatará de mi mano”. Estas revelaciones las escribo hoy en un tú personalizado. Medítalo. La mirada de Jesús te penetra. Sus ojos están clavados en ti con infinito amor. Sólo él te conoce a cabalidad. En su ilusión él te llama por tu nombre y te invita a seguirle. Sabe quién eres. Y en con- “Mis ovejas escuchan mi voz y yo las conozco. Ellas me fianza personalizada te invita a seguirle: siguen” (Jn 10,27). “Ven y sígueme”. Pablo, visualizado por Cristo igual que tú, dijo en un momento especial: “todo lo considero basura con tal de conocer Cristo”. Y es que en el conocimiento se crea la comunión interpersonal y crece la pasión por aquel a quien se ama. Ojalá tu respuesta, fruto del encuentro con él, sea seguirle. Porque si él da la vida por ti, para que tú tengas vida en él, seguirle tiene que ser tu pasión más rotunda y enérgica. ¿Quién te puede separar del amor de Cristo? Nada ni nadie, si lo conoces de verdad. El Señor es tu Pastor, nada te falta. ¿Quién es el Señor para ti? ¿Con qué detalles humanos revelas al Señor? Siéntate en la arena. Desayuna el pan de Cristo. Entre el ayer y el mañana, está el hoy de la Pascua en tu vida. Conocer a Cristo, prendiendo el fuego, es el principio pascual de un verdadero seguimiento de Jesús. Antonio Gracia, pasionista Dom. del Buen Pastor / Jorn. Mundial de Orac. por las Voc. Sacerd. y Relig.