Año XLVI - Domingo V de Pascua /C - 28 de Abril de 2013
Remesa III - Nº 24
E
SER SIGNO CREÍBLE DEL REINO
n la Pascua del Señor se celebra el Amor: el amor de Dios a los hombres en Cristo muerto y resusitado; el amor de los hombres a Dios significado en el Verbo encarnado y el amor de Cristo a los hombres sacramentado en el pan partido, repartido y comido alrededor de la mesa del Señor. En la cena pascual de despedida Jesús siente una inquietud muy fuerte; revela un sueño, un ideal, un camino de testimonio imprescindible. El fuego del amor de su corazón lo resalta con palabras de fuego: “Ámense unos a otros como yo los he amado”; sean uno como el Padre y yo somos uno; así “el mundo conocerá que son mis discípulos”. El cielo nuevo y la tierra nueva del Apocalipsis, no son cambios de galaxias estelares. No. El cielo nuevo y la tierra nueva es el Reino de Dios revelado en una sociedad de amor. El signo de verdadera pertenencia al Reino, sin eliminar para nada el sentido de la fe bautismal, es el “En esto reconocerán que son amor incondicional al prójimo. Sin amor mis discípulos: en que se aman unos a otros” (Jn 13,35). no hay comunión fraterna, no hay pueblo pascual, no hay Reino del Señor. En la Pascua de despedida, todas las palabras de Jesús confluyen hacia la utopía del Reino. Su amor glorificado debe revelarse en un pueblo de justicia y de paz, de misericordia y de solidaridad, de gracia y de verdad. La gloria del Señor resucitado es un planeta nuevo, donde no haya muerte, ni luto, ni llanto, ni dolor; donde las razas no sean barreras de división, sino comunidades de amor. ¿Amas de verdad? ¿Con qué detalles lo demuestras en tu casa? ¿En tu condominio? El amor verdadero implica compromiso con la causa del Señor. Ser signo creíble del Reino te exige amar al estilo de Jesús. ¡Pruébalo y verás qué grande es el Señor! P. Antonio Gracia, pasionista Bendeciré al Señor eternamente. Aleluya (Sal 144)
Nuestra Misa Monición
Domingo V de Pascua /C Hermanos. Somos porción del cielo nuevo y de la tierra nueva anunciada por Juan en su Apocalipsis. Iluminados por la palabra de Jesús estamos invitados a ser testigos de ese cielo y de esa tierra unidos el mandamiento del Amor. Por esa señal nos conocerán como seguidores de Cristo e involucrados en su causa. Que esta Eucaristía del Quinto Domingo de Pascua, nos anime a ser testigos del reino del amor al estilo de Jesús.
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Antífona de entrada
Canten al Señor un cántico nuevo, porque ha hecho maravillas y todos los pueblos han presenciado su victoria. Aleluya (Sal 97,1-2).
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Acto Penitencial
S Tú que has destruido el pecado y la muerte con tu resurrección: Señor, ten piedad. R Señor, ten piedad. S Tú que has renovado la creación entera con tu resurrección: Cristo, ten piedad. R Cristo, ten piedad. S Tú que das la alegría a los vivos y la vida a los muertos con tu resurrección: Señor, ten piedad. R Señor, ten piedad.
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Gloria
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Oración colecta
Señor, tú que te has dignado redimirnos y has querido hacernos hijos tuyos, míranos siempre con amor de Padre y haz que cuantos creemos en Cristo obtengamos la verdadera libertad y la herencia eterna. Por nuestro Señor Jesucristo.
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1ª Lectura (He 14,21-27) Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles
En aquellos días, volvieron Pablo y Bernabé a Listra, Iconio y Antioquía, y ahí animaban a los discípulos y los exhortaban a perseverar en la fe, diciéndoles que hay que pasar por muchas tribulaciones para entrar en el Reino de Dios. En cada comunidad designaban presbíteros, y con oraciones y ayunos los encomendaban al Señor, en quien habían creído. Atravesaron luego Pisidia y llegaron a Panfilia; predicaron en Perge y llegaron a Atalía. De ahí se embarcaron para Antioquía, de donde habían salido, con la gracia de Dios, para la misión que acababan de cumplir. Al llegar, reunieron a la comunidad y les contaron lo que había hecho Dios por medio de ellos y cómo les había abierto a los paganos las puertas de la fe. Palabra de Dios. A Te alabamos, Señor.
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Salmo responsorial (144)
L Bendeciré al Señor eternamente. Aleluya. R Bendeciré al Señor eternamente. Aleluya. L El Señor es compasivo y misericordioso, lento para enojarse y generoso para perdonar. Bueno es el Señor para con todos y su amor se extiende a todas sus creaturas /R L Que te alaben, Señor, todas tus obras y que todos tus fieles te bendigan. Que proclamen la gloria de tu reino y den a conocer tus maravillas /R L Que muestren a los hombres tus proezas, el esplendor y la gloria de tu reino. Tu reino, Señor, es para siempre, y tu imperio, por todas las generaciones /R
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2ª Lectura (Ap 21,1-5) Lectura del
libro del Apocalipsis del apóstol san Juan
Yo, Juan, vi un cielo nuevo y una tierra nueva, porque el primer cielo y la
primera tierra habían desaparecido y el mar ya no existía. También vi que descendía del cielo, desde donde está Dios, la ciudad santa, la nueva Jerusalén, engalanada como una novia, que va a desposarse con su prometido. Oí una gran voz, que venía del cielo, que decía: “Esta es la morada de Dios con los hombres; vivirá con ellos como su Dios y ellos serán su pueblo. Dios les enjugará todas sus lágrimas y ya no habrá muerte ni duelo, ni penas ni llantos, porque ya todo lo antiguo terminó”. Entonces el que estaba sentado en el trono, dijo: “Ahora yo voy a hacer nuevas todas las cosas”. Palabra de Dios. A Te alabamos, Señor.
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Aclamación a/d Evangelio
R Aleluya, aleluya. Les doy un mandamiento nuevo, dice el Señor, que se amen los unos a los otros, como yo los he amado. R Aleluya (Jn 13,34).
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Lectura del santo Evangelio según san Juan A. Gloria a ti, Señor
(Jn 13,31-33.34-35)
Cuando Judas salió del cenáculo, Jesús dijo: “Ahora ha sido glorificado el Hijo del hombre y Dios ha sido glorificado en él. Si Dios ha sido glorificado en él, también Dios lo glorificará en sí mismo y pronto lo glorificará. Hijitos, todavía estaré un poco con ustedes. Les doy un mandamiento nuevo: que se amen los unos a los otros, como yo los he amado; y por este amor reconocerán todos que ustedes son mis discípulos”. Palabra del Señor. A Gloria a ti, Señor Jesús.
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Profesión de fe
Creo en un solo Dios Padre todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra, de todo lo visible y lo invisible. Creo en un solo Señor, Jesucristo, Hijo único de Dios, nacido del Padre antes de todos los siglos: Dios de Dios, Luz de Luz,
Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, de la misma naturaleza del Padre, por quien todo fue hecho; que por nosotros, los hombres, y por nuestra salvación bajó del cielo, y por obra del Espíritu Santo se encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre; y por nuestra causa fue crucificado en tiempos de Poncio Pilato, padeció y fue sepultado, y resucitó al tercer día, según las Escrituras, y subió al cielo, y está sentado a la derecha del Padre; y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos, y su reino no tendrá fin. Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que procede del Padre y del Hijo, que con el Padre y el Hijo recibe una misma adoración y gloria, y que habló por los profetas. Creo en la Iglesia, que es una, santa, católica y apostólica. Confieso que hay un solo bautismo para el perdón de los pecados. Espero la resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro. Amén.
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Oración de los fieles
S El signo que identifica a los discípulos de Jesús es el amor. Oremos, para que los diversos servicios de caridad se multipliquen en nuestras comunidades. L Para que los responsables de la Iglesia y todos los fieles promuevan el amor, de forma que todas las personas sean amadas por igual, sin sufrir discriminación: Roguemos al Señor. A Te lo pedimos, Señor. L Para que en las instituciones sociales, políticas y religiosas, el amor a las personas y el respeto a sus derechos se imponga sobre cualquier otro interés económico o político: Oremos al Señor. A Te lo pedimos, Señor. L Para que el amor reine en los hogares, lugares de trabajo y en las relaciones públicas, como signo de identidad de los discípulos de Jesús: Oremos al Señor. A Te lo pedimos, Señor. L Para que el 4to. Congreso Americano Misionero (Cam4 y ComLa 9) esté
El Domingo. Día del Señor. Fundado por el Beato Santiago Alberione en 1921 en Italia y en Venezuela se inició su publicación en 1966. Director: P. A. Vagnoni, ssp. - Coordinación: July Zambrano - Corrección: Manolo Martínez - Diagramación: Dora González - Ilustraciones de: Hna. Teresa Castaño - Edita SAN PABLO - Aptdo. 14.034 de Candelaria, Caracas 1011-A -Telfs.: (0212) 573.63.46 - 576.76.62 - 577.10.24.- Fax: (0212) 576.93.34 - Administración y distribución: Telfs.: (0212) 963.68.81 - 963.65.19 - Fax: (0212) 963.68.52 - Correo Electrónico E-Mail: publicaciones@sanpablo.org.ve - Web site: http: //www.sanpablo.org.ve - Para notificar pagos: (0212) 577.10.24 - E-mail: cobranzas@sanpablo.org.ve - Con licencia eclesiástica. Dep. Leg. pp 76-1793
asistido por el Espíritu Santo y en conformidad con la voluntad de Dios: Oremos al Señor. A Te lo pedimos, Señor. (Intenciones libres) S Concédenos, Señor, el don de tu Espíritu e infunde en nuestros corazones el don del amor, para que todas nuestras obras nazcan del amor y conduzcan al amor. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.
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Oración sobre las ofrendas
Dios nuestro, que por medio de estos dones que vas a convertir en el Cuerpo y la Sangre de tu Hijo, nos haces participar de tu misma vida divina, concédenos que nuestra conducta ponga de manifiesto las verdades que nos has revelado. Por Jesucristo, nuestro Señor.
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Plegaria Eucarística
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Oración del Señor
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Antífona de comunión
Yo soy la vid verdadera y ustedes los sarmientos, dice el Señor; si permanecen en mí y yo en ustedes, darán fruto abundante. Aleluya (Jn 15,1.5).
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Oración d/de la comunión
Señor, tú que nos has concedido participar en esta Eucaristía, míranos con bondad y ayúdanos a vencer nuestra fragilidad humana, para poder vivir como hijos tuyos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Como Pablo Apóstoles por vocación Si deseas ser Paulino Te invitamos a seguir a Cristo más de cerca y anunciarlo al mundo entero. Comunícate con nosotros a través del (0274) 266.79.08 - (0212) 963.23.42 576.76.62 vocaciones@sanpablo.org.ve
El personaje de la semana Santos Marcelino y Pedro Mártires
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an Marcelino fue muy estimado en Roma, san Pedro un fervoroso cristiano que tenía el poder especial de expulsar demonios. Fueron llevados prisioneros y estando en la cárcel se dedicaron a predicar logrando convertir al carcelero y a su familia sin contar a los prisioneros que no eran creyentes. Por este motivo los gobernantes decretan sus muertes. Fueron llevados al bosque y allí fueron decapitados y sepultados en lo más profundo del bosque. El verdugo al verlos morir santamente se convierte al cristianismo y decide decir en donde estaban los santos mártires, así se les dio santa sepultura. Con el tiempo el Emperador Constantino construye una basílica sobre la tumba de los dos mártires y quiso que en ese sitio fuera sepultada su santa madre, Santa Elena.
Ariel Castillo, ssp.
Vocación Docente Una Perspectiva Cristiana
Moisés Chirino Prólogo: Antonio Pérez Esclarín Se consigue en la red de Librerías San Pablo del país.
Liturgia de la Semana - 2ª Sem. del Salterio (Del 29 de Abril al 5 de Mayo de 2013)
29 Lunes, Sta. Catalina de Siena, Virgen, M - He 14,5-18; Sal 113; Jn 14,21-26. 30 Martes, Feria o Memoria de S. Pío V, Papa - He 14,19-28; Sal 144; Jn 14,27-31. 1 Miércoles - Feria o Memoria de San José Obrero - He 15,1-6; Sal 121; Jn 15,1-8. 2 Jueves - San Atanasio, Obispo y Doctor, M - He 15,7-21; Sal 95; Jn 15,9-11. 3 Viernes - Exaltación de la Santa Cruz, F - Núm 21,4-9; o Fil 2,6-11; Sal 77; Jn 3,13-17. 4 Sábado - Ss. Felipe y Santiago, Apóstoles, F - 1Cor 15,1-8; Sal 18; Jn 14,6-14. 5 Domingo VI de Pascua /C - He 15,1-2.2229; Sal 66; Ap 21,10-14.22-23; Jn 14,2329 - L.H.: 2ª Sem. del Salterio.