Año XLVII - Domingo XIV del Tiempo Ordinario /C - 7 de Julio de 2013
¡VIVE Y CONSTRUYE LA PAZ!
Remesa V - Nº 34
H
ay momentos que nos estalla la cabeza de malestar, de preocupaciones, de incertidumbres. Las noticias de cada amanecer nos clavan en la mente hechos y más hechos de violencia, de asesinatos, de extorsiones, de guerras…, de muerte. Como si la Paz soñada por Dios hubiera sido fusilada sobre la madre tierra. Cuando leas el canto de Isaías descubrirás, en serio, al Dios de la paz. Todas sus acciones pretenden ofrecer caminos y espacios de paz. La salvación de Dios es torrente de bendiciones sobre el pueblo; es abundancia de bienes necesarios para la felicidad y el bienestar de la vida humana. Vivir la paz, no es sólo experiencia interna de tranquilidad personal; es, sobre todo, un derramamiento de bienestar sobre los pueblos y sus gentes. Si percibes la intención de Jesús en el evangelio, advertirás que envía a sus “En aquel tiempo, Jesús designó a otros setenta y dos discípulos y los obreros para que trabajen la llegada del mandó por delante, de dos en dos, a reino de Dios. “Cuando entren en una todos los pueblos y lugares a donde casa, digan primero: Paz a esta casa”. Y pensaba ir” (Lc 10,1). es que vivir la paz es entrar en el Reino, mientras que rechazarla es quedar en el espacio de una tierra desierta. Lo fundamental no es sacudirse el polvo de las sandalias frente a quien no recibe la paz; lo fundamental es ser agente de paz para todos; ser incansable sembrador del Reino de Dios. ¿Cómo vives la paz del Señor? ¿Qué cosas destruyen la paz de tu vida? ¿Cómo puedes ser mensajero de la paz en tu comunidad? La paz es resultado de la vida nueva en el Espíritu. Es la expresión constante del Resucitado, vivida personalmente como experiencia pascual. Todo cristiano, como persona nacida del agua y del Espíritu, está invitado a ser testigo de la paz de Cristo. Por eso, vive y construye la Paz. P. Antonio Gracia, pasionista Las obras del Señor son admirables (Sal 65)
Nuestra Misa Monición
del mundo, atiende nuestra súplica; tú que estás sentado a la derecha del Padre, ten piedad de nosotros; porque sólo tú eres Santo, sólo tú Señor, sólo tú Altísimo, Jesucristo, con el Espíritu Santo en la gloria de Dios Padre. Amén.
Domingo XIV del Tiempo Ordinario /C Hermanos. Jesús nos envía a ser sembradores del Reino. Nos advierte que caminemos con los ojos abiertos, porque seremos perseguidos como ovejas entre lobos. La semilla que nos encomienda sembrar es la semilla de la Paz, a tiempo y a destiempo, en todo espacio y lugar, hasta que hagamos brotar, como un río, la paz. Bello mensaje de Isaías y del Evangelio, en este Domingo Décimo Cuarto del Tiempo Ordinario. Escuchemos.
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Antífona de entrada
Recordaremos, Señor, los dones de tu amor, en medio de tu templo. Que todos los hombres de la tierra te conozcan y alaben, porque es infinita tu justicia (Sal 47,10-11).
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Acto Penitencial
S Tú que eres la plenitud de la verdad y de la gracia: Señor, ten piedad. R Señor, ten piedad. S Tú que te has hecho pobre para enriquecernos: Cristo, ten piedad. R Cristo, ten piedad. S Tú que has venido para hacer de nosotros tu pueblo santo: Señor, ten piedad. R Señor, ten piedad.
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Gloria
Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a los hombres que ama el Señor. Por tu inmensa gloria te alabamos, te bendecimos, te adoramos, te glorificamos, te damos gracias, Señor Dios, Rey celestial, Dios Padre todopoderoso. Señor, Hijo único, Jesucristo. Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre; tú que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros; tú que quitas el pecado
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Oración colecta
Dios nuestro, que por medio de la muerte de tu Hijo has redimido al mundo de la esclavitud del pecado, concédenos participar ahora de una santa alegría y, después en el cielo, de la felicidad eterna. Por nuestro Señor Jesucristo.
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1ª Lectura (Is 66,10-14) Lectura del libro del profeta Isaías
Alégrense con Jerusalén, gocen con ella todos los que la aman, alégrense de su alegría todos los que por ella llevaron luto, para que se alimenten de sus pechos, se llenen de sus consuelos y se deleiten con la abundancia de su gloria. Porque dice el Señor: “Yo haré correr la paz sobre ella como un río y la gloria de las naciones como un torrente desbordado. Como niños serán llevados en el regazo y acariciados sobre sus rodillas; como un hijo a quien su madre consuela, así los consolaré yo. En Jerusalén serán ustedes consolados. Al ver esto se alegrará su corazón y sus huesos florecerán como un prado. Y los siervos del Señor conocerán su poder”. Palabra de Dios. A Te alabamos, Señor.
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Salmo responsorial (65)
L Las obras del Señor son admirables. R Las obras del Señor son admirables. L Que aclame al Señor toda la tierra; celebremos su gloria y su poder, cantemos un himno de alabanza, digamos al Señor: “Tu obra es admirable” /R L Que se postre ante ti la tierra entera y celebre con cánticos tu nombre. Admiremos las obras del Señor, los prodigios que ha hecho por los hombres /R
L El transformó el mar Rojo en tierra firme y los hizo cruzar el Jordán a pie enjuto. Llenémonos por eso de gozo y gratitud: El Señor es eterno y poderoso/R L Cuantos temen a Dios vengan y escuchen, y les diré lo que ha hecho por mí. Bendito sea Dios que no rechazó mi súplica, ni me retiró su gracia /R
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2ª Lectura (Gál 6,14-18) Lectura de la
carta del apóstol san Pablo a los gálatas
Hermanos: No permita Dios que yo me gloríe en algo que no sea la cruz de nuestro Señor Jesucristo, por el cual el mundo está crucificado para mí y yo para el mundo. Porque en Cristo Jesús de nada vale el estar circuncidado o no, sino el ser una nueva creatura. Para todos los que vivan conforme a esta norma y también para el verdadero Israel, la paz y la misericordia de Dios. De ahora en adelante, que nadie me ponga más obstáculos, porque llevo en mi cuerpo la marca de los sufrimientos que he pasado por Cristo. Hermanos, que la gracia de nuestro Señor Jesucristo esté con ustedes. Amén. Palabra de Dios. A Te alabamos, Señor.
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Aclamación a/d Evangelio
R Aleluya, aleluya. Que en sus corazones reine la paz de Cristo; que la palabra de Cristo habite en ustedes con toda su riqueza. R Aleluya (Col 3,15.16).
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Lectura del santo Evangelio según san Lucas A. Gloria a ti, Señor
(Lc 10,1-12.17-20)
En aquel tiempo, Jesús designó a otros setenta y dos discípulos y los mandó por delante, de dos en dos, a todos los pueblos y lugares a donde pensaba ir, y les dijo: “La cosecha es mucha y los trabajadores pocos. Rueguen por tanto, al dueño de la mies
que envíe trabajadores a sus campos. Pónganse en camino; yo los envío como corderos en medio de lobos. No lleven ni dinero, ni morral, ni sandalias y no se detengan a saludar a nadie por el camino. Cuando entren en una casa digan: ‘Que la paz reine en esta casa’. Y si allí hay gente amante de la paz, el deseo de paz de ustedes, se cumplirá; si no, no se cumplirá. Quédense en esa casa. Coman y beban de lo que tengan, porque el trabajador tiene derecho a su salario. No anden de casa en casa. En cualquier ciudad donde entren y los reciban, coman lo que les den. Curen a los enfermos que haya y díganles: ‘Ya se acerca a ustedes el Reino de Dios’. Pero si entran en una ciudad y no los reciben, salgan por las calles y digan: ‘Hasta el polvo de esta ciudad que se nos ha pegado a los pies nos lo sacudimos, en señal de protesta contra ustedes. De todos modos, sepan que el Reino de Dios está cerca’. Yo les digo que en el día del juicio, Sodoma será tratada con menos rigor que esa ciudad”. Los setenta y dos discípulos regresaron llenos de alegría y le dijeron a Jesús: “Señor, hasta los demonios se nos someten en tu nombre”. Él les contestó: “Vi a Satanás caer del cielo como el rayo. A ustedes les he dado poder para aplastar serpientes y escorpiones y para vencer toda la fuerza del enemigo y nada les podrá hacer daño. Pero no se alegren de que los demonios se les someten. Alégrense más bien de que sus nombres están escritos en el cielo”. Palabra del Señor. A Gloria a ti, Señor Jesús.
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Profesión de fe
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Oración de los fieles
S Son muchos los que todavía no han recibido la Buena Noticia. Oremos para que Dios multiplique el número de evangelizadores. A Te lo pedimos, Señor.
El Domingo. Día del Señor. Fundado por el Beato Santiago Alberione en 1921 en Italia y en Venezuela se inició su publicación en 1966. Director: P. A. Vagnoni, ssp. - Coordinación: July Zambrano - Corrección: Manolo Martínez - Diagramación: Dora González - Edita SAN PABLO - Aptdo. 14.034 de Candelaria, Caracas 1011-A -Telfs.: (0212) 573.63.46 - 576.76.62 - 577.10.24.- Fax: (0212) 576.93.34 - Administración y distribución: Telfs.: (0212) 963.68.81 - 963.65.19 - Fax: (0212) 963.68.52 - Correo Electrónico E-Mail: publicaciones@sanpablo.org.ve - Web site: http: //www.sanpablo.org.ve - Para notificar pagos: (0212) 577.10.24 - E-mail: cobranzas@sanpablo.org.ve - Con licencia eclesiástica. Dep. Leg. pp 76-1793
L Tú nos dices: “La cosecha es abundante”. Para que los fieles y las comunidades sintamos la urgencia de anunciar la Buena Noticia a los pueblos que no la conocen: Oremos al Señor. A Te lo pedimos, Señor. L El amor, la paz y la justicia son valores básicos del reino de Dios. Para que los responsables políticos y las instituciones sociales, los promuevan a favor de los ciudadanos del mundo: Oremos al Señor. A Te lo pedimos, Señor. L Para que disfrutemos la alegría de llevar la Buena Noticia a nuestros hogares, al hogar de los vecinos, a los compañeros de trabajo, a los lugares de esparcimiento y de descanso: Oremos al Señor. A Te lo pedimos, Señor. L Para que el Señor despierte nuestra conciencia de discípulos de Jesús, y asumamos con gozo la misión de darla a conocer al mundo: Oremos al Señor. A Te lo pedimos, Señor. (Intenciones libres) S Señor, tú que nos envías por delante abriéndote camino por el anuncio del Evangelio; concédenos fortaleza y constancia para no desfallecer. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.
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Oración sobre las ofrendas
Que el sacrificio que vamos a ofrecerte nos purifique, Señor, y nos ayude a conformar cada día más nuestra vida con los ejemplos de tu Hijo Jesucristo, que vive y reina por los siglos de los siglos.
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Plegaria Eucarística
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Antífona de comunión
Prueben y vean qué bueno es el Señor; dichoso el que se acoge a él (Sal 33,9).
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Oración d/de la comunión
Dios omnipotente y eterno, que nos has alimentado con el sacramento de tu amor, concédenos vivir siempre en tu amistad y agradecer continuamente tu misericordia. Por Jesucristo, nuestro Señor.
El personaje de la semana
María Medarda Guerrero de Piñero
M
edarda Piñero, la caridad hecha mujer, nace en La Grita Edo. Táchira, en el año 1885, y se residencia en la población de Seboruco; se casa con José Piñero, la cual adopta el apellido, dio por descendientes a cinco hijos. Medarda vivió en una casita muy modesta, donde albergó a pobres, ancianos, alcohólicos, enfermos, octogenarios y moribundos; todos los días recorría las calles de Seboruco para pedir de puerta en puerta el alimento para aquellas personas. Esto enriqueció su espíritu y sobre todo cada domingo encendía en el templo de san Pedro un cirio para revivir el gesto de una mujer andina quien hizo y luchó por los pobres de un pueblo como una peregrina pidiendo pan para los pobres, como una samaritana brindando bondades y como un ángel demostrando la esencia original del alma. Fallece en Barquisimeto en enero de 1972 a los 82 años los cuales se caracterizaron por el amor. Sus restos reposan en el cementerio de Torcoroma de su Seboruquito lindo y querido como ella solía llamarlo. Andrés Aguilar, ssp andresaguilar0609@gmail.com
Liturgia de la Semana - 2ª Sem. del Salterio
(Del 8 al 14 de Julio 2013) 8 Lunes, Feria, XIV Sem.del Tpo. Ord. Gén 28,10-22; Sal 90; Mt 9,18-26. 9 Martes, Feria o Memoria de San Agustín Zhao Rong, Presbítero y Compañeros Mártires - Gén 32,22-32; Sal 16; Mt 9,3238. 10 Miércoles - Feria, XIV Sem.del Tpo. Ord. - Gén 41,55-57; 42,5-7.17-24; Sal 32; Mt 10,1-7. 11 Jueves - San Benito, abad, M - Gén 44,1821.23-29;45,1-5; Sal 104; Mt 10,7-15. 12 Viernes - Feria, XIV Sem. del Tpo. Ord. - Gén 46,1-7.28-30; Sal 36; Mt 10,16-23. 13 Sábado - Feria o Memoria de Santa Teresa de los Andes, Virgen - Gén 49,29-32; 50,15-26; Sal 104; Mt 10,24-33. 14 Domingo XV del Tiempo Ordinario /C - Dt 30,10-14; Sal 68; Col 1,15-20; Lc 10,2537. - L.H.: 3ª Semana del Salterio.