Gast贸n Maldonado
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Agradecimiento Agradecimiento
- A Dios, por permitirme crear este libro, siempre lo sentí como un mandato suyo y como parte de mi misión de vida. - A mis hermanos integrantes de los grupos de Alcohólicos Anónimos, en especial a la memoria de mi padrino y guía en el grupo, Antonio González, hoy día fallecido, pero en vida, con su experiencia y apoyo, me permitió comprender que Dios siempre estará presente, donde lo busquemos y en sus consejos siempre lo sentí así. Bajo la guía de mi padrino Antonio, entendí la esencia del mensaje de Jesús: debía regresar a la libertad y la inocencia del niño sepultado en mi mundo interior, expresar mis auténticos sentimientos para sacar el dolor y el rencor que permanecían reprimidos en mi Alma; aprender a perdonar a quienes me hicieron daño, pedir perdón a quienes dañé para morir al pasado, y nacer a una nueva vida. - A TERE ESCOLANO por creer en mí y apoyarme para hacer realidad el programa radial “Conociéndonos”, en su emisora FESTIVA 99.9 FM, el 31/01/98, día de su nacimiento, por un compromiso que hice con Dios, de pasar el mensaje de todo aquello que él me había permitido aprender y que pudiera ser de utilidad, a quien lo escuchara en cualquier momento de su vida. 5
- A todas las personas que han conformado el grupo de crecimiento personal, que inicié en 1999, donde ponemos en práctica las enseñanzas del maestro GURDJIFF, a través de los cuales podemos hacernos conscientes de lo que sucede en nuestro mundo interno y externo, de lo real y lo falso en nuestras vidas.
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Dedicatoria Dedicatoria
- A mis padres, Pedro Nolásco y María Encarnación por haberme traído a este mundo, donde he vivido de grandes experiencias, enseñanzas y aprendizajes. - A mi familia, lo más valioso de mi vida. Dios me colocó en ella, para aprender y crecer, porque gracias al apoyo moral y amoroso de mi familia, pude salir fortalecido de mi adicción al alcohol, cigarrillos, a la comida y al trabajo, donde me escondí durante muchos años, tratando de buscarle algún sentido a mi aburrida vida. - A mi esposa Julia y a mis nueve hijos: Reinaldo, Mariana, María Eugenia, Gastón, Gertrudis, Verónica, Carmen, Bárbara, Alberto y mis nietos: Juan Pablo, Valeria, José Ángel, Mariano, Beatriz y María Valentina y a los que vienen en camino. - A los miembros y hermanos de los grupos de alcohólicos y narcóticos anónimos, quienes siempre han estado a mí lado, dispuestos a compartir su testimonio de vida y cumplir con la misión de transmitirle apoyo y la solidaridad necesaria a cualquier persona que lo necesite, en aquellos momentos de debilidad y dolor. - A Naomi Pérez Nava, a quien quiero como una hija y admiro como persona, porque veo en ella la personalidad equi7
librada que necesita toda mujer para sentirse realizada. Naomi ha demostrado inteligencia, capacidad de organización, decisión, entrega, firmeza y responsabilidad para lograr sus metas, en toda su vida estudiantil y, por otro lado, el coraje y seguridad para manifestar sus auténticos sentimientos con respeto, cuando se siente maltratada. Pero lo más llamativo es su forma de expresar, con sensibilidad, ternura y apertura emocional, el amor y cariño a sus seres queridos. Naomi es un regalo de Dios. Origen y organización del libro Desde el año 2004, comencé a sentir la voz de mi conciencia que me pedía constantemente resumir y dar a conocer bajo la figura de un libro, aquellas experiencias que viví durante mi formación, las cuales me llevaron a un estilo de vida autodestructivo y como puede sanar la más terrible enfermedad, que puede padecer el ser humano, como lo es EL NO ACEPTARNOS A NOSOTROS MISMOS. De esa enfermedad, nacen los comportamientos inadecuados y estilos vida superficiales y sin sentido. Este libro, está elaborado de una forma sencilla y práctica, para que cualquier papá o mamá que necesite una opinión adicional, en aquellos momentos donde no sabemos cómo actuar, ante algún comportamiento inadecuado de nuestros hijos, encuentre las recomendaciones, sugerencias necesarias y el estilo de relación, que considero efectivo, para hacer de nuestros hijos personas autónomas, seguras, responsables, amorosas y respetuosas. También señalamos aquellas actitudes negativas y perjudiciales que debemos corregir y que muchos padres asumimos, afectando la valoración de nuestros hijos, lo cual nos impide lograr nuestro objetivo, de padres
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formadores. La forma como escribí el contenido de este libro para tratar de llegarles a sus corazones, amigos padres, es la de una conversación amigable, donde puedo estar tratando algunos comportamientos o actitudes de la niñez, y trasladarme directamente a la adultez, para señalar las consecuencias de ese estilo de vida, al igual que en otros momentos, regreso a la vida en la niñez, cuando necesite señalar el origen de alguna conducta inadecuada en la adultez que estemos tratando. También notarán, que repito ciertos aspectos señalados en capítulos anteriores. La intención es facilitar y reafirmar algo en particular, para una mejor comprensión. Les recomiendo leer este libro dos veces. La primera vez, fijen su atención en el mensaje que quiero transmitir y en la segunda oportunidad analicen el mensaje, a la par con sus creencias, conceptos y experiencias.
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Introducción Introducción
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a historia y manifestación de vida del hombre sobre la tierra, ha estado enmarcada por ciertos aspectos que son característicos del ser biológico y espiritual que definen al ser humano. El primero de ellos es que nosotros no estamos creados por la naturaleza para cumplir una ley, un mandato o perseguir una meta por un tiempo indefinido, sino sabemos cual es la esencia y finalidad del mandato y que vamos a obtener como beneficio final, al lograr esa meta. La desobediencia de Adán y Eva en el paraíso, simboliza esta característica humana. Esto quiere decir que la imposición de normas, el autoritarismo y los mandatos sin ninguna explicación, que no nos permiten comprender el beneficio que obtendremos al cumplir las ordenanzas, jamás será un buen camino para hacer de nuestros hijos una persona autónoma, responsable y respetuosa de los derechos humanos. Otro aspecto de la vida humana digno de señalar, es la magnificación que el hombre ha hecho de sí mismo y de la figura masculina, colocando a la mujer y sus descendientes en un segundo plano, los cuales siempre han sido las víctimas de su maltrato físico y verbal. Esta glorificación que el hombre ha hecho de lo
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masculino, ha generado en sí mismo, un desequilibrio en su mente-alma emocional, que le impide abrirse de corazón para manifestar con ternura, el amor que pueda sentir por sus padres, pareja, hijos o amigos, sintiéndose seguro de su masculinidad. Este estilo de vida antinatural ha endurecido la vida del hombre y lo ha llevado a crear la cultura del machismo, auspiciada por la misma mujer, en su rol materno, donde ella, también respondiendo al papel cultural aprendido, le impide a sus hijos varones que expresen con ternura sus auténticos sentimientos, por miedo a que se produzca en ellos una desviación sexual. Por esa carencia e inseguridad emocional, el hombre se ha dedicado a buscar su seguridad psicológica, persiguiendo el poder económico, social, político y religioso, engrandeciendo su ego, llenando su vida y el medio social de materialismo, consumismo, codicia, envidia, odio, guerra, destrucción y muerte. Y la mujer, por su lado, aprendió desde muy temprana edad, que ella tiene que cubrir sus necesidades de aceptación y realización personal, convirtiéndose en una persona servil, sumisa y comprensiva, ante las necesidades de su esposo e hijos y tragarse el malestar de los posibles deslices de su pareja, porque nuestra cultura le enseña que tiene que aprender a conservar una actitud conforme con la vida que le halla tocado, y debe hacerlo por el bien de la unión familiar. Por otro lado no podemos dejar de mencionar el dolor y fracaso que ha producido en el ser humano la nociva tendencia de utilizar el ideal como la gran guía de la vida, con la cual se identifica, tratando de darle sentido a su existencia y lo hace con sus imágenes fantasiosas de sí mismo, de la vida, de Dios y de un líder político o espiritual. Pero esta es una de las maneras engañosas, por medio de la cual una persona 12
busca escapar de su triste realidad, porque sino convierte el ideal en realidad, a través de un plan de vida, entra a vivir en un eterno autoengaño, donde coloca su bienestar y la felicidad soñada en el futuro, y no percibe que su existencia es una gran contradicción.
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Capítulo 1
El inicio de la vida
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uando se produce el fenómeno de la concepción de una vida, dentro del vientre de la mujer, se hace realidad el relato bíblico, referente a la creación de la vida, donde una chispa divina proveniente de Dios, se siembra en el barro de la tierra, para formar a un nuevo ser. Hoy sabemos que esa chispa divina, es el ser espiritual proveniente de otra dimensión de vida, cuyo objetivo es traer el mensaje de nuestro Creador para guiar el alma emocional de cada uno de nosotros en la misión de trascender el estilo de vida básica e instintiva, elevar el nivel de conciencia y, de esta manera, proseguir la evolución de las especies. Entonces podemos decir que cada concepción representa una vida única, especial e integrada a las influencias de las fuerzas universales, y a las experiencias emocionales positivas y negativas, que la mujer viva durante el proceso de gestación. Estas influencias maternas influirán, sin lugar a dudas, en la formación psicológica y física del nuevo ser. De esta manera la aceptación, la alegría, que sienta la madre hacia el ser que se forma dentro de su cuerpo o el rechazo que pueda sentir hacia él, dejaran una clara
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huella en su psiquis, que marcará su valoración personal. Existen investigaciones científicas cuyos resultados ratifican el efecto positivo o negativo, que produce en el niño que se está formando, el sentir de su madre durante el proceso de embarazo. Esas experiencias de la vida uterina también ejercen cierta influencia en la creación de la identidad personal y el estilo de vida que adoptará la persona, para lograr sentir certeza en sus acciones y desarrollar el sentido de pertenencia a su familia o a cualquier grupo humano. Esa identidad personal que un niño logre estructurar dentro de su grupo familiar, más la forma de manifestar sus necesidades y la manera de relacionarse, se convertirá en el estilo de vida que posteriormente mostrará en todas sus relaciones personales en la adolescencia y adultez, con ligeras modificaciones. Cuando se produce el alumbramiento, todo niño en sus primeros días de vida, manifiesta una dependencia natural de la persona que le cubre sus necesidades de alimentación, reconocimiento, aceptación y amor. Porque en ese depender, es que el niño espera que le satisfagan la necesidad de sentirse seguro en la nueva vida desconocida para él después de haber abandonado el vientre materno, el primer territorio de confort, donde vivió protegido por el calor corporal y los latidos del corazón de su madre, durante nueve meses. En el comienzo de la vida, la vía por donde todo niño siente la satisfacción de sus necesidades de aceptación, protección y seguridad, es a través de los sentidos, especialmente cuando percibe el amor, a través del contacto físico. Los momentos especiales para esa alimentación emocional y física son: la lactancia, el contacto cálido y tierno, envuelto con abrazos, caricias y la entonación de la voz que transmite cariño, pero, principalmente, cuando el niño percibe 15
de manera muy especial en la mirada de su mamá, el amor que siente por él. Considero importante señalar, en este momento, que el ser humano necesitará consumir, durante toda su existencia, cuatro tipos de alimentos para alcanzar su desarrollo integral. El cuerpo biológico necesitara nutrirse a través del alimento físico, del aire que respira y a través del sueño por medio del cual, repone las energías consumidas durante la actividad diaria. Pero existe un cuarto alimento, el cual es destinado para nuestra alma y se trata de las impresiones psicológicas que la persona se haga de sí misma, de las circunstancias que le toque vivir y de la propia vida. Dependiendo de la calidad de las impresiones que el niño se haga de si mismo, será la calidad de su autoestima. Estas impresiones serán positivas o negativas de acuerdo a la aceptación, reconocimiento y amor que él pueda percibir, o en las miradas de frialdad y en las actitudes de su madre o de la persona que lo cuida. No podemos olvidar que un niño al nacer, no tiene definición alguna como persona, y el valor, más la identidad personal que él pueda crear de sí mismo durante su formación, dependerán de las impresiones que haga de sí mismo y de su vida, a partir de lo que perciba, en esta relación primaria con sus padres. Cuando el niño percibe en la mirada de su madre la aceptación y el amor que él necesita sentir, en su alma se despierta la necesidad de identificarse con ella, porque la identificación es un sentimiento de igualdad y continuidad, donde no existe separación. Esa identificación le hace sentir al niño durante los primeros nueve meses de vida, que él y su madre forman un solo ser. Pero siempre llegara el día donde descubrirá que él y su madre son dos entes separados, en aquellos casos, cuando ella lo tenga en 16
sus brazos y por cualquier razón, se lo pase a otra persona, para que lo cargue un momento. Él estará ahora alejado de su fuente de seguridad, hace que al niño experimente por primera vez, el miedo ante la sensación de desprotección, y ese temor lo impulsará a buscar con ansiedad y desespero, los brazos maternos. Todo esto nos indica, que las impresiones que el niño se haga de sí mismo, durante la relación primaria entre él y su madre, serán el alimento básico de su alma infantil y de su valoración personal. En esta valoración, se sembrarán las bases de su éxito o fracaso en su vida futura, porque aquél niño que aprenda en la relación con sus padres a aceptarse a sí mismo, sembrará en esa aceptación, la fuente de bienestar y seguridad personal, que toda persona necesita. Ahora bien, si durante esa relación primaria, el niño alimenta su alma con impresiones negativas de sí mismo, porque lo que percibe en la voz de su madre y en su mirada, es rabia, fastidio o indiferencia, cuando él llora para que le cubran sus necesidades, el alimento que entrará en su alma, estará contaminado con ese sentir y le enfermará su alma infantil. Cuando el niño vive dentro de esa dolorosa realidad, comenzará a sentirse “no querido” y se le negará el derecho a vivir, porque comenzará a padecer la enfermedad más terrible que puede sufrir el ser humano La “No Aceptación Personal”. Muchos de aquellos niños mal desarrollados a nivel físico y mental, con cuerpos mal desarrollados, enflaquecidos, tristes, tímidos, con debilidades orgánicas o psíquicas, fueron aquellos hijos, que no lograron sentirse aceptados como personas por sus padres, a través de una relación sana y amorosa. Cuando se presentan estos casos, la supervivencia psicológica del niño dependerá de la aceptación y reconocimiento que le den otras personas importantes en su vida, 17
como: hermanos, abuelos, tíos, padrinos y en algunos casos sus maestros. Señores padres, de la calidad del lazo de unión amorosa, que podamos crear con nuestros hijos, donde exista reconocimiento, aceptación y amor, nacerán las impresiones positivas, que se convertirán en el alimento principal de su alma infantil y le permitirán, desarrollar sanamente el sentido de individualidad y pertenencia. Pero cuando la alimentación del alma no se da de manera adecuada y el niño no logra sentirse reconocido y amado, las impresiones que se hará de sí mismo serán negativas, deteniéndose el sano desarrollo integral y, a partir de ahí, le será muy difícil aceptarse como persona. En estas condiciones de vida, el niño reaccionará, asumiendo ciertas actitudes y estilos de comportamientos que le permitan sobrevivir psicológicamente dentro de su grupo familiar y social. Entre las actitudes y comportamientos más comunes que el niño asume y que luego convierte en rasgos de su personalidad, están: “el carácter fuerte”, “el más cariñoso”, “el rebelde”, “el buen estudiante”, “el mártir”, “el sumiso”, “el salvador”, “la víctima”, “la oveja negra”, “el diligente”, “el indiferente”, “el que se las sabe todas”, “el insociable” y otros rasgos más. Pero con este tipo de vida se inicia también la construcción de la gran máscara de la apariencia y del gran escondite humano, donde nos refugiamos todas las personas que aprendimos a no aceptarnos a nosotros mismos. De esta manera y obligado por las circunstancias, el niño logra sobrevivir dentro de su medio familiar y social, identificándose con cualquiera de estos rasgos de su personalidad, que le permitan definir una “forma de ser”, sentirse como alguien “único y diferente” y que le garantice mayor seguridad. Esa la razón por la cual, nosotros preferimos morir, antes que 18
cambiar alguna de nuestras creencias, ideales, formas de ser o costumbres. Esta forma inadecuada y antinatural de alimentar el alma humana, es el origen de la vida oculta, llena de mentiras, traumas, complejos y enfermedades que nos impiden aceptarnos y amarnos a nosotros mismos y nos incapacita, a la vez, para abrirnos realmente de corazón y amar de verdad a otra persona y donde atraeremos todo aquello que se corresponda con el tipo de vida y el nivel de consciencia que hemos podido desarrollar. Por esa razón, nada de lo que nos suceda positivo o negativo, lo podemos considerar como algo casual. Entonces debido a la irrealidad en la cual se convierte la vida, donde la necesidad de sentirse importante, querido y reconocido, es algo de vida o muerte, el niño recurre a la idealización fantasiosa de la persona que quiere llegar a ser. Y dentro de este mundo de fantasías, que para él, es su única realidad por alcanzar, crece y se convierte en un adulto. De esta manera es que los seres humanos, hemos vivido una gran mentira a través de nuestros conceptos, creencias e ideales, los cuales convertimos en el alimento de nuestra Alma, donde además de soñar, fingimos, maquillamos nuestros gestos, ocultamos y escondemos nuestras carencias emocionales. Viviendo de esta manera hemos fortalecido los rasgos falsos de nuestra personalidad que nos impiden saber quienes realmente somos en aquellos momentos cuando caemos en alguna crisis emocional, donde nuestra personalidad y el ego no pueden hacerse cargo de la situación, de forma consciente. Lamentablemente, este es el resultado, de una vida que se construye día a día, teniendo como base la mentira. Quiero aclarar que la intención al señalar la existencia de este drama cultural dentro de la educación familiar, no es culpar a madres 19
y padres, porque nosotros seguimos inmersos en las mismas equivocaciones al educar a nuestros hijos, repitiendo de generación en generación, una historia personal llena de miedos, mentiras, dolores y rencores; pero a pesar de esta gran verdad, ya es hora de darle un cambio urgente a la forma de educar a nuestros hijos. Señores padres, reflexionemos sobre esto: cuando un niño se siente abandonado desde el inicio de su vida, hará todo lo que sienta necesario para sobrevivir psicológicamente y tratará de llamar la atención por cualquier vía, que puede ser hacerse simpático, comer en exceso o dejar de comer, ponerse a llorar por cualquier cosa para recibir consuelo, mostrarse rabioso y hacer pataletas en el suelo, asumir actitudes de rebeldías o indefensión o cualquier cosa que considere adecuada para hacerse sentir. Estas reacciones infantiles se originan por la necesidad natural y humana de sentirse aceptado y reconocido. Si revisamos la vida del niño en los primeros seis meses, podemos darnos cuenta de que ese lapso de tiempo transcurre, en medio de muchas horas de sueño y llantos a través de los cuales anuncia su necesidad de atención a través del llanto, gemidos y los movimientos bruscos que son el anuncio de que tiene hambre, algún malestar, o si siente miedo. Pero hay un aspecto digno de reflexionar que se da, cuando el niño después de ser amamantado o alimentado, su madre lo acuesta para dormir y él deja de sentir el olor del cuerpo y los latidos del corazón de su Madre, que lo acompañaron durante los nueve meses dentro del vientre materno. En ese momento el pequeño comienza a llorar, debido a que aún existe, un apego adaptativo natural con su madre, que debe romperse de forma sana y natural. Este llanto es una especie de llamado, donde el niño le 20
pide compañía, protección y auxilio para sentirse seguro, a la persona más importante de su vida y que se puede traducir así: “mamá donde estás, tengo miedo, no me abandones”. En ese momento el niño llora porque le duele sentirse solo y sin protección, al igual que lloraría un adulto, si su pareja lo abandona, porque ese dolor siempre se produce cuando una persona que sea importante para nosotros nos hace sentir con su abandono, que nosotros no le importamos. Y de mantenerse esa situación, llegaremos a sentirla, como la ratificación de que en verdad, no nos aman y no somos importantes. Pero en verdad, el niño también puede llorar porque siente dolor, quizás se siente incomodo o cansado; por lo tanto, el contacto físico con su madre, es vital para que pueda sentirse seguro. Muchos padres dejan llorar innecesariamente a sus hijos por dos razones: 1) Porque ignoran lo que pueden necesitar 2) Porque siempre les dijeron que, si lo sacaban de la cuna para consolarlo, el pequeño aprendería a manipularlos para que lo tuvieran siempre cargado. A estos Padres les decían que si dejaban llorar a su niño, aprendería y se acostumbraría a dormirse solo y de paso se le fortalecerían los pulmones. Señores padres, cuando un niño llora, nos esta diciendo, que no se siente bien y lo que nos pide, es un auxilio amoroso a través del contacto físico. Si nosotros lo ignoramos, sentirá el dolor que produce todo abandono. Finalmente el niño se dormirá cansado, frustrado, con la sensación de no sentirse amado, que se reforzara cada vez lo dejen solo y abandonado en la cuna, lo cual afectara sin ningún tipo de dudas, su valoración personal. Lamentablemente la gran mayoría de los padres no sabemos que con esa actitud de abandono constante donde el niño no se siente atendido, le estamos sembrando en la memoria celular de su cuerpo 21
físico, la sensación de que no se merece el amor, ni nada bueno de la vida y esa sensación se convierte en una verdad, cada vez que se sienta abandonado. Esa es la razón por la cual, más adelante en la adolescencia o la adultez, cuando se encuentre haciendo algo para lograr cualquier objetivo y las cosas tiendan a salirle mal, en lugar de rectificar a tiempo, buscar ayuda o asesoramiento, cuando se aparecen los primeros resultados negativos, el desmerecimiento que ya está grabado en su psiquis, se activa y comienza el proceso de auto saboteo, negándose a seguir; pierde el entusiasmo y al final abandona todo, como siente que lo abandonaron a él. Otra consecuencia negativa provocada por este abandono en la niñez, que se vive en la adolescencia y en la adultez, son los apegos enfermizos, que muchos mantenemos en nuestras relaciones amorosas, donde la dependencia convierte la unión en un verdadero secuestro que impide poder compartir el amor de una manera honesta y con respeto a la individualidad. Por las razones que acabamos de mencionar y las consecuencias futuras del maltrato infantil, toda madre debe aprender a romper el apego adaptativo natural con su hijo, como lo explicaremos a continuación, de forma sana, sin provocar traumas y abandonos en el niño, para evitar que su vida se convierta más adelante, en una tragedia como lo acabamos de ver.
Recomendaciones para romper el apego adaptativo Los padres debemos asimilar como algo muy especial en la crianza de nuestro bebé el estar siempre atentos a lo que él intenta decirnos con su llanto, con los movimientos bruscos, quejidos y reacciones, 22
donde manifieste alguna incomodidad. Les digo esto porque cuando el niño se encuentra viviendo algún dolor, un miedo o cualquier malestar, él no sabe en verdad, que es lo que necesita en ese momento, para salir de esa situación. Lo único que él intenta decirnos con su expresión, es lo que está sintiendo. El simple hecho que los padres observemos al niño con atención y logremos entender su mensaje, nos hará más fácil el hecho de poder ayudarlos a calmar el malestar. Esta decisión amorosa siempre produce un gran beneficio en la relación padre-madre-hijo, porque, de esta manera, el niño comenzará a sentirse seguro y confiado de que sus necesidades estarán siempre satisfechas, cuando él lo requiera. Con este aprendizaje se va construyendo día a día una base sólida de seguridad y confianza, donde el niño, el adolescente y, posteriormente el adulto, se afianzara para enfrentar los momentos de frustración y resolver las situaciones difíciles en su vida futura. Ahora bien, ¿qué sucede y qué se debe hacer cuando un bebé intenta comunicar sus emociones o algún malestar momentáneo llorando o con reacciones llenas de rabia? Antes que nada debemos revisar nuestra actitud. En aquellos casos, cuando el niño manifiesta con rabia, alguna molestia que pueda sentir en un momento dado y la madre es una mujer nerviosa, insegura o se mantiene ansiosa por proteger a su bebé, lo más seguro es que reaccione de forma inmediata y compulsiva ante el llamado de su hijo. Pero esta reacción instintiva e inmediata, debe evitarse totalmente, porque el niño aprende a percibir equivocadamente la respuesta precipitada de su madre, como la continuación de su propio sentir. Y ese error de percepción le impide poder captar que él y su madre son seres diferentes y que ella no es parte de él, ni tampoco de 23
Índice Índice
Agradecimiento...................................................5 Dedicatoria.........................................................7 Introducción..................................................... 11 Capítulo 1 El inicio de la vida.......................................... 14 Capítulo 2 Proceso civilizador y sistema de normas............ 35 Capítulo 3 Disciplina y valores en la niñez........................ 39 Capítulo 4 Alimentación del ser humano........................... 57 Capítulo 5 Cuál es nuestra herencia emocional.................. 72 Capítulo 6 Comportamientos inadecuados del niño.......... 106 Capítulo 7 Factores para crear relaciones positivas.......... 126 Capítulo 8 El niño y la escuela...................................... 145 Capítulo 9 Desarrollo y educación sexual del niño............ 154 Bibliografía..................................................... 181
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