Dios te da la llave de la prosperidad

P. Gustavo Nova Nova

Dios

te da la llave de la prosperidad

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Prólogo “Concéntrate en tus bendiciones, no en tu escasez” Charles Dickens

La prosperidad y la solidaridad son entrañables compañeras de vida. No existe la una sin la otra. La prosperidad es una proclividad humana y la solidaridad es una tendencia del individuo que convive en sociedad. En la historia de la humanidad, la prosperidad surge como aspiración personal que, oportunamente combinada con la solidaridad (cooperación, trabajo en equipo) ha generado bienestar, desarrollo y progreso.

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El ser humano prospera porque desea “algo diferente, algo más, algo mejor” y se pone en marcha, en pos de “ello”: nuevos paisajes con mayores posibilidades de supervivencia (más cantidad y calidad de alimentos; un clima más benigno; mejores fuentes de agua y refugio ante la intemperie, etcétera). Esto se traduce en inventos, descubrimientos y hallazgos que nos han obligado, imperativamente, a aguzar nuestro ingenio y descubrir el fuego para calentarnos y cocinar, inventar la rueda para desplazarnos con ingente facilidad, diseñar y fabricar barcos y aviones y vacunas y la imprenta y teléfonos y computadoras y…

En sí misma, resulta hermosísima la definición que el diccionario hace de la palabra “prosperidad”: “curso favorable de las cosas”. También: “éxito en lo que se emprende, sucede u ocurre”. Es decir, la prosperidad es “algo” auspicioso y deseable, entrañable. Es, como ya hemos dicho, 4

Prólogo

una legítima e incuestionable aspiración y deseo del ser humano para vivir con absoluta dignidad y, ¿por qué no?, bienestar.

En cuanto al consabido “bienestar”, el diccionario dice, textualmente: “Vida holgada o abastecida de cuanto conduce a pasarlo bien y con tranquilidad”. Es decir, que el bienestar apela a la obvia satisfacción de nuestras necesidades materiales, por una parte, y a la serenidad y la templanza, por la otra. Cuerpo y alma, entonces, sin conflictos para poder vivir armónicamente.

En este orden de ideas, se habla, incluso, de la “economía del bienestar” y del “estado de bienestar”, signados, ambos, por la mayor cuota de equidad social posible, en abierta sintonía con la bondad, la compasión, la generosidad (en definitiva, la caridad cristiana).

La prosperidad es un logro humano que exige la responsabilidad de ser solida5

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rios. ¿Revisamos, brevemente, el concepto de “solidaridad”? Apelamos, una vez más y como siempre, al diccionario que despeja dudas: “Solidaridad: adhesión a la causa o necesidades de otros”. Es decir, “adherirnos” al prójimo, en procura de solventar sus necesidades, con generosidad sustentable. ¿Qué quiero dar a entender? ¡Que no vamos a despojarnos de nuestras pertenencias ni vamos a derrochar, sino que vamos a compartir, responsablemente, una cuota de nuestro bienestar!

Se trata, evidentemente, de una conducta de reciprocidad justa y necesaria que conlleva una respuesta de gratitud por nuestra prosperidad que hemos obtenido, sí, mediante el esfuerzo mayúsculo que conlleva una cuantiosa inversión de tiempo en estudio, capacitación (saber hacer) y trabajo (quehacer), con persistencia y tesón.

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Prólogo

La prosperidad es, nunca menos, una actitud, así que “cambia tu manera de pensar, para que así cambie tu manera de vivir y llegues a conocer la Voluntad de Dios; es decir, lo que es bueno, lo que es grato, lo que es perfecto” (Romanos 12,2). Bienestar y prosperidad son bendiciones divinas en la vida del ser humano, a la espera de que cada uno de nosotros nos decidamos a emprender la travesía en pos de ellas, con entusiasmo y sin impaciencia. ¿Sabes como “imantar” la abundancia, el éxito y la prosperidad? “Piensen en todo lo verdadero, en todo lo que es digno de respeto, en todo lo recto, en todo lo puro, en todo lo agradable, en todo lo que tiene buena fama. Piensen en todo lo que es bueno y merece alabanza” (Filipenses 4,8).

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Primera parte

Claves para la prosperidad “Ten cautela en no dejarte abatir por la adversidad ni envanecer por la prosperidad” (Santa Clara)

La clave de la honradez La honestidad es un imán que atrae bienestar y prosperidad. Todo lo bueno “atrae”, convoca, cosas mejores en torno a sí. Es lo que se conoce como “poder de convocatoria”. Se trata, obviamente, de una “fuerza de atracción” de valores equi9

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valentes y compatibles. En este sentido, la honradez es uno de los primeros escalones hacia la bonanza.

No emprendas negocios con intenciones ocultas ni objetivos turbios. Tienes que ser, siempre, claro en tus metas y emprendimientos, sin “agendas escondidas” ni minimización de los riesgos. Plantéate todas las posibilidades y plantéaselas, también, a tus socios y colaboradores. Que nadie vaya “a ciegas” en los planes que tú propones e involucras a los demás.

Jamás subestimes ni el tiempo ni el dinero ni el trabajo de tu prójimo. Evita la codicia y los trucos para enriquecerte rápidamente. Te voy a confesar un secreto: no existen “atajos” en el camino a la prosperidad. Los “caminos verdes” son trampas para insensatos que, luego, se pagan tremendamente caras, haciéndote perder un tiempo irrecuperable, frustrándote a 10

Primera parte: Claves para la prosperidad

ti y decepcionando hondamente a todos aquellos que confiaron en tus palabras que, ahora, están devaluadas. En este proceso, has perdido, también, credibilidad, mancillando y marchitando tu prestigio. ¡Cuida tu buen nombre sobre todas las cosas, porque es tu mejor capital de trabajo! No es en vano, entonces, que “sobre el hombre justo llueven bendiciones” (Proverbios 10,6).

La clave de la innovación “Las musas siempre me encuentran trabajando”, pronunció lúcidamente el pintor cubista español Pablo Picasso. El ingenio humano es una fuente sorprendente de portentos. Tan es así que seguimos maravillándonos, hoy en día, de los avances y logros que emprenden y protagonizan, con su esfuerzo, científicos y artistas en todas las disciplinas del saber y del quehacer, llevándonos, siempre, más 11

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allá, investigando, innovando, optimizando, progresando…

Viejos problemas requieren renovadas soluciones y enfoques. Debemos intentar, siempre, opciones creativas, novedosas, que desafíen nuestro intelecto. La inercia y la conformidad es lo peor que le puede pasar al individuo que busca prosperar.

Aunque también te digo que tampoco se trata de despreciar ni desechar todo aquello que “funciona”. Hay que evaluar serenamente las modalidades y procesos para elegir aquello que mejor se adapte a nuestros proyectos y a nuestras posibilidades reales dentro de un marco temporal. En este sentido, la innovación exige templanza y pertinencia.

La clave de los buenos ejemplos La clave de los buenos ejemplos consiste en saber darlos y en saber seguirlos. Se 12

Primera parte: Claves para la prosperidad

aprende viendo y se aprende haciendo. Se aprende a triunfar fijándonos en el ejemplo de la gente exitosa, de los emprendedores, de los seres ingeniosos y creativos, de los profesionales innovadores y responsables que se comprometen con el desarrollo sustentable de su entorno.

También se aprende de los malos ejemplos, de todas aquellas conductas y actitudes que debemos evitar a toda costa.

Aprendemos a no replicar errores, equivocaciones, desaciertos. “La vida es una maestra”, afirma la letra de una canción popular y ello es una verdad enorme. La vida cotidiana nos va enseñando cosas incesantemente, pero tenemos que estar dispuestos, cada uno de nosotros, a aprender y enmendar.

He aquí una clave del bienestar y la prosperidad: enmendar y, entonces, volver a emprender, ahora con el rumbo correcto.

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El buen criterio y el sentido común siempre será una brújula adecuada al seleccionar cuáles ejemplos seguir para aprender a ser exitosos.

La clave de la sinceridad La sinceridad comienza por casa, al igual que la caridad. Y, de la misma manera que la caridad, la sinceridad debe trascender las fronteras familiares y abarcar ámbitos vecinales, comunitarios, educativos, profesionales, deportivos y sociales.

La sinceridad para trazarnos metas es otra clave para la prosperidad y el bienestar integral.

Se trata de trazarnos objetivos realizables a corto, mediano y largo plazo. Además, la gente eficiente y exitosa, aparte de no mentirse a sí misma, esboza alternativas viables para sus proyectos; es decir, maneja otras opciones que pueden funcionar. Esta 14

Primera parte: Claves para la prosperidad

“sinceridad” de la que hablo incluye no “sobre-prometer” ni exagerar méritos en torno a nuestros talentos y labores. Debemos estar plenamente conscientes de que el cumplimiento cabal de nuestra palabra empeñada genera frutos de credibilidad y confianza en la gente con la vamos a relacionarnos e interactuar.

La clave de las metas realizables Este punto está directamente relacionado con el tema anterior. La base de todo éxito individual depende de nuestro enfoque sereno y objetivo a la hora de trazar nuestros objetivos. Y no se trata de no soñar, sino de ser lógicos y mesurados en nuestras expectativas. Siempre hay tiempo para crecer y desarrollarnos, pero nuestra “expansión” tiene que estar justificada por argumentos sólidos.

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En la escalera del éxito laboral se asciende peldaño por peldaño y no dando saltos ni tropezones. Este “ascenso”, este avance requiere, también, no perder tiempo en lamentaciones ni quejas. Para avanzar en la vida hay que capacitarse y esforzarse, además de ir acumulando experiencia (ese “saber hacer” del que hemos venido hablando). En este sentido, la experiencia nos enseña a detectar errores y desecharlos. Te invito a que hagas de cada pequeña “meta” en tu vida un escalón que te lleva a alcanzar el siguiente y así sucesivamente.

Las metas realizables son el mejor camino para el entrenamiento de la gente exitosa.

Recuerda que cada objetivo conlleva su propio tiempo oportuno.

La clave de la motivación Una persona motivada es un trabajador eficaz con un alto nivel de satisfacción individual y profesional. Tienes que aprender 16

Primera parte: Claves para la prosperidad

a motivarte a ti mismo, en aras de sentirte bien en tus actividades, cualesquiera que éstas sean. Esto es un eslabón más en la “cadena del bienestar y la prosperidad”. La motivación es una portentosa fuerza espiritual que te posibilitará lograr las metas de tu vida. ¿Cómo motivarte? Poniendo en perspectiva cada uno de tus logros obtenidos y aquellos que ahora te planteas.

Vivir motivado te “moviliza” a superarte a ti mismo, a estudiar, a investigar, a entrenarte, a optimizar e innovar. Vivir motivado es un privilegio existencial que lleva al ser humano a perseverar y perseguir sus objetivos hasta la consecución del triunfo y más allá, pues está claro que cada meta coronada es una meta que debe preservarse para seguir avanzando hacia nuestro objetivo siguiente. Abordar una y otra vez este proceso requiere grandes dosis de motivación que nos proveemos nosotros mismos.

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Índice Prólogo........................................................................................3 Primera parte: Claves para la prosperidad La clave de la honradez............................................................9 La clave de la innovación.......................................................11 La clave de los buenos ejemplos...........................................12 La clave de la sinceridad........................................................14 La clave de las metas realizables..........................................15 La clave de la motivación.......................................................16 La clave de ser oportuno........................................................18 La clave del trabajo bien hecho.............................................19 La clave del pensamiento y la palabra en positivo..........................................................20 La clave de honrar tus compromisos...................................21 La clave del esfuerzo productivo..........................................22 La clave de la tenacidad.........................................................24 La clave de la conciliación.....................................................25 La clave del entrenamiento....................................................26 La clave del profesionalismo.................................................27 La clave de la enmienda.........................................................28 La clave de la abundancia......................................................30 La clave de la cautela..............................................................31 La clave de la pertinencia.......................................................32 La clave de la equidad............................................................33 La clave de la vocación...........................................................35 La clave de creer en ti.............................................................36 La clave de la gratitud............................................................37

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Segunda parte: El potencial de la abundancia Asesórate y sigue el ejemplo de quienes saben..................41 No te apresures con los presupuestos..................................42 Con “D” de Dios: “decisiones”.............................................43 Abundancia de esfuerzo y compromiso..............................44 Palabra empeñada por escrito...............................................46 Escoge bien a tus colaboradores...........................................47 Intentar es comenzar a ganar................................................48 El lujo de los detalles..............................................................50 Saber hacer...............................................................................51 Visualiza tus anhelos..............................................................52 Aprende a delegar y compartir.............................................53 Ni derroches ni escatimes......................................................55 Afabilidad a toda prueba.......................................................56 Personalidades diversas y valores comunes.......................57 Leva anclas y suelta el lastre.................................................59

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