En el camino de Emaús

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TAMMY REYES CÓRDOBA

EN EL CAMINO HACIA EMAÚS Taller de oración y reflexión para sanar las heridas de la vida


DEDICATORIA

Distribuye: • San Pablo, distribución Ferrenquín a la Cruz de Candelaria Edificio Doral Plaza, Local 1 Apartado 14.034, Caracas 1011-A, Venezuela Telfs.: (0212) 573.63.46 - 576.76.62 - 577.10.24 Fax: (0212) 576.93.34 sphatillo@cantv.net

© SAN PABLO, 2006 Ferrenquín a la Cruz de Candelaria Edificio Doral Plaza, Local 1 Apartado 14.034, Caracas 1011-A, Venezuela Telfs.: (0212) 573.63.46 - 576.76.62 - 577.10.24 Fax: (0212) 576.93.34 E-Mail: speditorial@cantv.net Web site: http://www.sanpablo.org.ve Impreso en Venezuela Depósito legal: Lf5622006800485

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A mi esposo Arturo Haro, a mis hijas María Tammy, Paulina, Arelí y Aurora, motivaciones poderosas para regresar a Jerusalén y amarles en la coherencia de un Jesús resucitado. Al Centro de Ayuda para la Mujer Próvida-Neza. Donde jóvenes y no tan jóvenes, dormidas como la hija de Jairo, sus almas esperan escuchar de nuestros labios el Evangelio de Jesús que les diga “Talita Kum” es decir: “Niña levántate”. Mi agradecimiento más profundo a: Pbro. Gabriel Calderón Ruiz, Pbro. Héctor Eduardo Gómez Rodríguez, Pbro. Rogelio Sánchez Pérez, Hno. Antonio Villanueva Hernández (+) (El benedictino) Sra. Carmen L. de Frausto. Por su energía, sus ideas, su apoyo y su cariño. 5


PRESENTACIÓN

No hay nada en lo que podamos gloriarnos que no sea la Cruz de nuestro Señor Jesucristo, los dones, las virtudes, los bienes y las gracias vienen de Dios y no podemos gloriarnos porque no son nuestras, como diría san Pablo, pero nuestras angustias, nuestras penas, nuestros rencores, ésos los hemos fabricado nosotros y es lo único que podemos decir voluntariamente: “Te los entrego”. Son nuestras debilidades las que nos hacen descubrir el inmenso amor de Cristo y es en su gracia que nuestras emociones pueden ser fuentes ricas de dones para amar a Dios, a los demás y a sí mismo. Me resulta muy difícil presentar este trabajo, sin caer en la tentación de compartir mi propia experiencia. La razón es que nadie puede dar lo que no tiene y nadie puede hablar sobre lo que no ha vivido; esta guía es el proceso de sanación de las heridas; ha sido mi propio camino, mi propio método en la búsqueda de una reconciliación a todos los niveles.

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Provengo de una familia desintegrada. A la edad de nueve años mis padres se separaron de manera definitiva, quedamos al cuidado de mamá, éramos seis hijos y yo la mayor; desde el primer momento nos abrazamos a nuestra religión y sentimos que con la ayuda de Dios todo había salido bien, pero se nos olvidó poner algo de nuestra parte, hicimos lo mismo que hacen los niños cuando caen delante de sus amigos y se raspan las rodillas, se levantan, se sacuden el polvo y siguen jugando, pero horas después, ya en casa, se miran sus raspones y comienzan a llorar. Pasaron más de quince años para que volviéramos a casa y nos miráramos las rodillas completamente destrozadas; durante ese tiempo parecíamos una familia ejemplar, nadie se había quejado, todos cumplíamos un apostolado dentro de nuestra iglesia y teníamos la admiración de mucha gente, de pronto como si se hubiese mantenido una presión muy grande dentro de una olla exprés y ésta explotara. El concepto de familia estable se vino abajo, comenzaron las crisis dentro de cada uno de nosotros, algunos comenzaron a desertar de sus apostolados, otros comenzamos a replantearnos nuestro concepto de fe, los recuerdos dolorosos, los reproches , los rencores que parecían dormidos comenzaron a despertarse, tal parecía que todo se había desmoronado y fue en ese 8

momento que tuvimos que cuestionarnos qué era lo que había fallado. Durante quince años trabajamos como el primogénito de la parábola del hijo pródigo, no por amor sino por obligación, estábamos en casa de nuestro Padre Dios viviendo como siervos. Él nos había rescatado de aquella situación tan difícil y le debíamos la vida. Nuestro compromiso era corresponderle, sin sentirnos unidos a él por un sentimiento más fraterno, más íntimo; de repente ese trabajo nos cansó, nos molestó, lo sentíamos como un gran peso que nos había impedido disfrutar, gozar; cómo era posible que siendo hijos del Padre, nos sintiéramos tan vacíos y desdichados y le reclamáramos no haber disfrutado ni de un cabrito (Cfr Lc 15, 11-13). El problema radicaba en la imagen que poseíamos de nosotros mismos y de Dios, no nos sentíamos los hijos amados de Dios, sino sus sirvientes, cuya función es trabajar y trabajar sin exigir nada, pero tampoco dar más de lo que se considera obligatorio; veíamos a Dios no como el Padre lleno de amor que aunque derrochemos nuestra herencia nos ama de igual manera, sino como el Patrón que se pasa vigilándonos todo el día con la intención de perjudicarnos y “mandarnos al infierno”. Fue en esta crisis cuando en particular recapacité que esta imagen distorsionada de mi persona y la 9


imagen que había hecho de Dios conforme mis pobres criterios, tenía su raíz en aquella herida a la cual nunca le prestamos atención, simplemente nos limitamos a limpiar suficientemente y seguir corriendo, pero quedó ahí sin cicatrizar bien, infectándose cada vez más, en ella estaba la razón de nuestra baja autoestima, nuestra desconfianza en el amor de Dios: “si el padre al que veo no me amó, el que no veo menos”. La crisis puede ser sinónimo de peligro, pero también de oportunidad, las crisis pueden llevar a replantearnos nuestros sentimientos y descubrir nuestras heridas. Fue necesario regresar a casa, sentarme a verme las rodillas, sentir el dolor que la herida me causaba y pedirle a Jesús como aquel leproso: “Señor, si quieres puedes sanarme” y él me contestó: “Sí quiero” (Cfr Mt 8, 1-4). Ahora sigo trabajando en la casa de mi Padre, pero he cambiado el concepto del “yo debo” por el de “yo quiero”; Jesús es mi elección y correspondo a su amor sabiendo que él me amó primero y si él desea que yo sea mejor no es para agradarle sino para que yo sea más feliz. Ojalá que este trabajo sirva para descubrir, analizar y sanar aquellos recuerdos que nos impiden disfrutar de la vida y de la herencia de nuestro Padre Dios. 10

SANACIÓN DE RECUERDOS DOLOROSOS Y HERIDAS DE AMOR OBJETIVO: Reconocer que poseemos heridas de amor y recuerdos dolorosos que sólo Jesús puede sanar. MENSAJE: Emaús es aquel paraíso artificial donde enterramos lo que nos hace daño. – Jesús sale a nuestro encuentro. – Podemos volver atrás junto a Jesús en nuestros recuerdos. – Su misterio Pascual es una propuesta de salud. A TRAVÉS DE SU LLAMA DE AMOR En el camino a Emaús, Jesús resucitado se une a la ruta de dos discípulos que invadidos por la desesperanza intentan huir, para hacer nuevamente arder sus corazones (Lc 24, 13-35). 11


DESARROLLO 1. Emaús es aquel paraíso artificial donde enterramos lo que nos hace daño A los jóvenes de esta historia, les resultaba difícil aceptar los acontecimientos que estaban fuera de su lógica, ante la muerte de Jesús los invadió una gran desesperanza, se sintieron traicionados, decepcionados, abandonados, profundamente heridos por su mejor amigo. En la mayoría de ocasiones no existe en los demás la intención de lastimarnos, Jesús jamás les haría daño, por el contrario, sin embargo las heridas del pasado nos han hecho muy susceptibles y ante una realidad que no responde a nuestras expectativas nos sentimos agredidos, y así muy de mañana sin que nadie nos vea, sin que nadie pueda detenernos decidimos huir a Emaús. Emaús es por lo tanto como dice Juan Pablo II el camino del desencanto, de la desilusión, del vacío, es la angustiosa sensación en el hombre de sentirse fracasado, abandonado, defraudado por Dios, por los demás y por sí mismos. El camino de Emaús se convierte en la evasión, el olvido, el hedonismo, la discoteca, la droga. Ahí le12

vantamos paraísos artificiales para enterrar todo aquello que nos hace daño. 2. Jesús sale a nuestro encuentro Pero Jesús resucitado se hace el encontradizo en nuestro camino para derramar en nuestro ser el bálsamo de amor a fin de sanar nuestras heridas y devolvernos nuevamente la salud. Él siendo de condición divina se hizo hombre para recorrer nuestra vida en todas sus etapas y sanar nuestras necesidades de amor con su ternura. 3. Podemos volver atrás junto a Jesús en nuestros recuerdos Él puede volver con nosotros como lo hizo con los discípulos de Emaús, quienes a través de la Historia Sagrada que al mismo tiempo era su propia historia fueron recorriendo cada uno de esos momentos de confusión, duda, temor, devolviéndoles la confianza en sí mismos para volver a su realidad “Jerusalén” y enfrentarla con valor y al mismo tiempo alentar a los suyos en duelo, en la presencia de un Jesús resucitado. La sanación de los recuerdos y heridas de amor es un regresar tomados de la mano de Jesús por me13


dio de la oración a nuestros momentos de dolor, recordando lugares, personas, palabras, acciones, etc., a fin de que sane con su cariño esas distorsiones a las que hemos quedado sujetos, porque él va respondiendo a cada una de las formas en las que hemos sido heridos y nos devuelve la capacidad de amar y perdonar ya sea a sí mismo o a aquéllos que nos han lastimado, cambia nuestros corazones de piedra en corazones de carne. Este proceso de sanación en los jóvenes de Emaús no se dio de manera mágica o repentina, sino que duró todo un día, ellos fueron pasando de una etapa a otra en ese proceso de reconciliación, el joven agresivo que encontró Jesús en la mañana ya no era el mismo al caer la tarde, ahora se solidarizaba con los problemas de otro y le invitaba a entrar a su casa porque oscurecía. El presente taller lo hemos estructurado conforme a ese proceso, porque hemos reconocido en este camino la ruta de cada uno de nosotros; hemos tratado de identificar cada uno de los cambios que se van realizando en su sanación con las etapas de la reconciliación que son: Negación, Enojo, Depresión; Regateo y Aceptación. Aunque aquí las tratamos como si estuviéramos en cada etapa una sola vez, la verdad es que al ir recorriendo con los discípulos cada una de ellas, es posible que vayan surgiendo nuevos 14

recuerdos dolorosos que debemos sanar y para hacerlo tendremos que recorrer las cinco etapas nuevamente. 4. Su misterio Pascual es una propuesta de salud a nuestra vida No existe un método de oración específico para este proceso de sanación, puede variar según nos inspire el Espíritu Santo, pero todas las formas que adoptemos deberán tener como finalidad ponernos en contacto con Jesús, amar y perdonar. El taller ha escogido una forma de oración muy cercana a todos, muy sencilla y a la vez muy enriquecedora y es el rezo del Santo Rosario y el Viacrucis, porque ambos actos de piedad nos muestran el camino recorrido por Jesús en esta vida como la más bella propuesta para confrontar y fortalecer nuestro propio camino. Cada misterio del Santo Rosario y del Viacrucis se sugiere iluminarlo con una llama de amor tomada de las Sagradas Escrituras y una breve oración que ayude a introducirnos en el misterio Pascual de Cristo que a su vez pueden ser enriquecidas con las expresiones que salgan de nuestra alma, a fin de presentar a Jesús nuestro propio misterio; el Rosario se realizará todos los días meditando en casa sus misterios y el Viacrucis se rezará 15


durante la sesión comunitaria expresando nuestro deseo de convertirnos con la fuerza y misericordia de Jesús en peregrinos de la esperanza. A lo largo de cada misterio del Santo Rosario y del Viacrucis se tratará de que nuestra oración contenga los siguientes elementos: invocar al Espíritu Santo para obtener la sanación, pedir perdón por dejarnos conducir por las tinieblas, perdonar a los que nos han ofendido, bendecir a Dios por ese momento de encuentro y dar gracias por su amor eterno. CONCLUSIONES La salud emocional de todos los hombres se encuentra en relación directa a la cantidad de amor que han poseído a lo largo de su vida, cuando ese amor ha escaseado en algún momento, nuestra salud espiritual se resquebraja y se forma lo que llamamos una herida de amor. Pero en la medida en que le permitamos a Jesús por medio de nuestra oración vendar nuestras heridas, aliviar nuestras angustias y sanar nuestras llagas descompuestas, podremos recobrar nuestra confianza en nosotros mismos, regresar a nuestro equilibrio y ayudar a los que nos rodean en la presencia de un Jesús resucitado que nos ama profundamente con amor eterno. 16

Así mientras avanza el día, analicemos nuestro camino, el por qué de nuestra huida, que es lo que nos lastima, pero con la firme confianza de que Jesús marcha a nuestro lado desde el inicio para hacernos peregrinos de la Esperanza. ORACIÓN BÍBLICA Ya no hay paz para mi alma me olvidé de la felicidad. Por eso dije: “Se agotó mi fuerza y la esperanza que venía del Señor”. Recordar mi vida errante es veneno y amargura. Mi alma no hace más que recordar y se abate en mi interior; pero abrigo un pensamiento que me llena de esperanza; la misericordia del Señor jamás se agota, su compasión nunca se acaba; cada mañana se renuevan: ¡Cómo es de grande tu fidelidad! El Señor es todo lo que tengo dice mi alma. Por eso yo confío en él. El Señor es bondadoso 17


con los que en él esperan, con aquéllos que lo buscan. Es bueno que esperemos en silencio la salvación que viene del Señor. (Lam 3,17-26) PROFUNDIZA – ¿Qué has hecho con tus heridas de amor? – ¿Crees que Jesús puede hacer algo por ti y de qué manera?

ACTIVIDADES EN CASA

SANTO ROSARIO LUNES-SÁBADOS Misterios Gozosos

MARTES-VIERNES Misterio Dolorosos

MIÉRCOLES-DOMINGO Misterios Gloriosos

JUEVES Misterios Luminosos

1. La Anunciación

1. Oración en el Huer to

“Tu luz surgirá como la aurora y tus heridas sanarán rápidamente” (Is 58,8). Espíritu Santo, ven, sé mi luz y mi salud.

“Sáname tú porque el temor ha car comido mis huesos” (Sal 6,3). Éste es mi grito, ven a mí, Espíritu Santo.

1. Resur rección del Señor

1. El Bautismo del Señor

2 . Vi s i t a a S a n t a Isabel

2. La flagelación de Jesús

2 . L a Ascensión de Jesús

“Él rejuvenecerá tus huesos y serás como huer to regado” (Is 58,11). Perdóname Señor por envejecer en mi esperanza.

“Alivia las angustias de mi alma y líbrame de mis penas” (Sal. 2 4 , 1 7 ) . Per dóname Señor por ser el causante de todas ellas.

“Levantemos la mirada hacia Jesús, el que motiva nuestra fe” (Heb 12, 2). Perdóname Señor por no mirar más allá de mis posibilidades.

3. El nacimiento de Jesús

3. Coronación de espinas

3. Venida del Espíritu Santo

“Me has enviado para sanar los corazones heridos” (Is 61, 1). Señor de la salud, ayúdame a perdonar a los que me han lastimado.

“Mis llagas están descompuestas por mis locuras” (Sal 37,6). Ayúdame Señor a perdonar a quienes contribuyeron a que perdiera la razón.

“Quien lo desee reciba gratuitamente el agua de la vida” (Ap 22,17). Dame tu agua Señor para perdonar.

4. Presentación de Jesús

4. La Cruz a cuesta

4 . L a Asunción de María

“ Yo vengo en tu ayuda dice Yahvé” (Is 41, 14). Hoy te recibo en mi templo, bendito seas.

5. Hallazgo de Jesús “Me dejaré encontrar por los que me buscan” (Prov 8, 17). Gracias Señor por estar en mi camino.

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“Aprendan de mí que soy manso y humilde d e c o r a z ó n” ( M t 11,29). Bendito seas Señor que nos muestras el camino.

“Hará nuestro cuerpo semejante a su cuerpo” (Flp 3, 21). Espíritu Santo ven a mí y sáname. 2. Bodas de Caná

3. El anuncio del Reino de Dios

4. La Transfiguración

“Una voz poderosa les gritó desde el cielo : Suban” (Ap 11, 12). Bendito Seas Señor que te acuerdas de tus criaturas.

5. L a crucifixión de Jesús

5. La coronación de María

“Él vendará nuestras heridas” (Os 6, 1-2). Gracias Señor por tu infinita misericordia.

“Mi alma suspira y sufre por estar en tus atrios” (Sal 83, 3). Gracias Señor por hacerme tuyo.

5. La institución de la Eucaristía

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SANTO VIACRUCIS 1. Oración en el Huer to

2. Jesús es traicionado

3. Jesús es condenado

“Visítame con tu salvación” (Sal 105, 4). Ven Espíritu del amor, nuestra alma te anhela.

“Era de noche” (Jn 13, 30). Las tinieblas de la desconfianza nos invaden. Espíritu de luz, ilumina nuestra alma.

“Merece la muer te” (Mt 26, 66). Las heridas no sanadas nos condenan a muer te, ayúdanos a detectarlas para sanarlas.

4. Jesús es negado

5. Jesús es juzgado

6. Jesús es azotado

“No entiendo lo que dices” (Mt 27, 70). Perdón Señor por-que hemos negado la verdad que eres tú.

“Tu pueblo te ha entregado a mí” (Jn 18, 35). Danos tu perdón Señor porque lo necesitamos.

“Fue maltratado y no dijo nada” (Is 53, 7). Pedimos perdón a quienes hemos despreciado en nuestros r ecuerdos.

7. Jesús carga la Cruz

8. Jesús ayudado por Cirineo

9. Jesús consuela

“Eran nuestros dolores los q u e p e s a b a n” ( I s 5 3 , 4 ) . Nuestro rencor te lastima. Perdona nuestras faltas.

“Lo obligaron a cargar la cruz de Jesús” (Mt 27, 32). Deseamos participar de tus dolores Señor.

“Es un refugio el día de la angustia” (Neh 1, 7). Bendito seas Señor por tu abrigo en el momento de la tribulación.

10. Jesús es cru-cificado

11. Jesús y el ladrón

12. Jesús, madre, discípulo

“Por sus llagas hemos sido sanados” (Is 53, 5). Bendito seas Jesús porque er e s nuestra salud.

“Acuérdate de mí” (Lc 23, 42). Que nuestros r ecuerdos de dolor sean momentos de oración y alabanzas hacia ti.

“Junto a la cruz estaba María” ( J n 1 9 , 2 5 ) . Pa r t i c í p a n o s María Santísima de tu amor a Jesús.

13. Jesús muere en la Cruz

14. Jesús es sepultado

“En tus manos encomiendo mi espíritu” (Lc 23, 46). Gracias Señor a quienes nos ayudaron en la hora de nuestra agonía.

“Después de la amargura verá la luz” (Is 53, 11). Gracias por el dolor que nos per mite sentir tu amor y misericordia.

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* Estaciones propuestas por Juan Pablo II.

PRIMERA ETAPA

LA NEGACIÓN

“Aquel mismo día iban dos de ellos a un pueblo llamado Emaús, que distaba sesenta estadios de Jerusalén, y conversaban entre sí sobre lo que había pasado. Y sucedió que mientras ellos conversaban y discutían, el mismo Jesús se acercó y siguió con ellos; pero sus ojos estaban retenidos para que no le conocieran” (Lc 24, 13-16).

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RECHAZO DE LA REALIDAD

OBJETIVO: Aprender a manejar la Negación y distinguir entre Sufrimiento y Dolor. MENSAJE: La Negación es una etapa necesaria, pero nunca deberá ser permanente. – El Sufrimiento producto de la Negación. – El Dolor plan sublime de redención que puede conducirnos a la felicidad.

A TRAVÉS DE SU LLAMA DE AMOR Los discípulos se niegan a aceptar los acontecimientos (Lc 24, 19-21).

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DESARROLLO 1. La Negación es una etapa necesaria, pero nunca deberá ser permanente La huida a Emaús es un proceso que hemos recorrido todos los hombres en algún momento de nuestra vida: el huir de lo que nos lastima, pero al mismo tiempo no reconocer que hemos sido heridos. A esto se le denomina etapa de la Negación. Esta reacción hasta cierto punto es saludable y al mismo tiempo necesaria, siempre y cuando no perduremos mucho tiempo en ella, pues la negación nos da el tiempo para poder enfrentar algo a lo que aún no estamos listos. En las Sagradas Escrituras podemos observar casos de negación que sirvieron para prepararse a superar una herida, Pedro por ejemplo en Mc 8, 31-33, al escuchar de boca de Jesús cómo tendría que padecer, lo lleva aparte y comienza a reprenderle y es que en realidad el que no estaba preparado para aceptar ese misterio era él, por lo que trataba de negarlo evitando el tema; fue esta etapa lo que le permitió llegar al final; muchos otros al escuchar hablar a Jesús sobre esto se conmocionaban de tal forma que abandonaban todo el camino recorrido. “Cuando oyeron esto, muchos de los que habían seguido a Jesús dijeron: 24

¡Este lenguaje es muy duro! ¿Quién puede sufrirlo? A partir de ese momento varios de sus discípulos dieron un paso atrás y dejaron de seguirlo”. A nadie hace daño un poco de negación, el problema está en que no sabemos ni siquiera detectarla y vivimos en una negación constante, porque comenzamos a hacer de nuestra vida una ficción. La tristeza de los jóvenes de Emaús, su desaliento, su desesperanza no proviene de una traición por parte de Jesús, él nunca prometió algo que no hubiese cumplido, algo que él no les hubiese ya comunicado, sino de una traición de sus propias expectativas, de sus propios sueños, de sus ilusiones, ellos fabricaron la imagen de un Jesús como ellos deseaban verle, no como realmente era y cuando vieron que la realidad de Jesús no coincidía con lo que ellos imaginaban vino el sufrimiento. Los discípulos ante el temor de padecer negaron la realidad de persecución, crucifixión, etc., que Jesús les describía y crearon su propia historia de conquista, poder, liderazgo, etc., al confrontarse con los hechos se sienten lastimados, pero vuelven a negarlo y huyen otra vez acabando atrapados en un círculo vicioso: herida – negación – confrontación – herida – negación.

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2. El sufrimiento producto de la Negación Ojalá pronto cayéramos en la cuenta de que este sufrimiento lo hemos creado nosotros y que no es la realidad la que nos hace sufrir, sino el choque constante con ésta: “nosotros esperábamos”, pero generalmente volvemos a construir otra salida que nos permita escapar de esta nueva situación por medio de las codependencias o las adicciones. El sufrimiento es una cruz que nosotros nos fabricamos, producto de nuestra negación a la realidad, ésta permanece ahí estática, inamovible y no es ésta la que debe cambiar para que nuestros planes resulten, sino que son nuestros planes los que deben modificarse conforme a la realidad: Pilatos por ejemplo en Jn 9, 12 no quería condenar a muerte a Jesús y comenzó “a esperar” que los demás cambiaran de opinión, que tomaran conciencia de su injusticia, que se retractaran, en una palabra “esperar” que la realidad se modificara y esto no es posible. Terminó queriendo escapar “lavándose las manos”: La huida nuevamente. Si bien es cierto que Jesús dijo: “aquél que quiera seguirme que tome su cruz y me siga” también lo es que entre el dolor de Jesús y el sufrimiento de Pilatos, entre los discípulos de Emaús o cualquiera de nosotros, existe un abismo: Jesús asumió con equilibrio su 26

realidad y este es el punto donde radica la diferencia entre el sufrimiento y el dolor. 3. El Dolor, plan sublime de redención que puede conducirnos a la felicidad. En la escena de Pilatos no vemos a Jesús como un hombre consumido por el miedo negando sus convicciones ante la presencia del dolor, sino a un hombre que hasta el último momento se dice testigo de la verdad y por lo tanto es coherente con ella y hace del dolor un punto de apoyo para transmitir a los hombres la alegría inmensa de ser hijos de Dios y anunciarnos que nuestro reino no es de este mundo. El dolor es uno de los misterios más profundos e incomprensibles a los que se enfrenta el hombre, el dolor viene a nosotros sin que lo busquemos, por lo que casi siempre queda fuera de nuestras posibilidades evitarlo, pues aunque se rechace permanece a nuestro lado, porque el dolor es parte de la realidad, sin embargo sí podemos dominarlo en nosotros y transformarlo. Es maravilloso ver cómo hombres que se han enfrentado a grandes dolores han sacado de ellos inmensos dones, como por ejemplo las asociaciones de ayuda a niños discapacitados o de lento aprendizaje, etc., donde los hombres han demostrado su capacidad para cambiar ante las agresiones de la realidad. 27


En las Sagradas Escrituras los mismos acontecimientos que al pueblo de Israel le causaban daño, como eran: el no tener una tierra o posesión, el ser esclavos y el no tener una familia; en el Nuevo Testamento Jesús los convierte en bendiciones: ante el deseo de poseer. Él no tiene donde reclinar la cabeza, ante el temor de ser esclavo él se proclama como siervo y ante el sueño de una familia numerosa, él permanece solo. Es esta aceptación de los acontecimientos de la vida lo que le permite pertenecer a todos los hombres, entregar su vida y hacernos parte de su familia, por lo que todos los momentos difíciles pueden convertirse en fuentes de gozo. CONCLUSIONES Frecuentemente culpamos a la realidad de nuestros sufrimientos, pero en realidad son las sombras que nos fabricamos de ella producto de nuestra constante negación. La clave está en aprender a manejar esta negación, saberla identificar y entregársela a Jesús por medio de la oración, poner en sus manos nuestras tinieblas para que él con su luz las ilumine, poner en sus manos nuestras heridas para que él con su amor las sane. Jesús nos trae una propuesta de sanación en su Evangelio, nos dice cómo conocer la verdad, cómo 28

dominar y transformar el dolor haciéndonos felices y cómo librarnos del sufrimiento, tanto físico como emocional. Para esto es necesario estar dispuesto a caminar junto con él para que al descubrirle nos descubramos. ORACIÓN BÍBLICA Esperábamos la luz y sólo hubo tinieblas; la claridad y anduvimos a oscuras. Palpamos las paredes como ciegos y caminamos con miedo, como los que no ven. Tropezamos al medio día como si estuviéramos anocheciendo y estuvimos viviendo en tinieblas como los muertos. Todos nosotros gruñíamos como el oso y gemíamos como la paloma. Esperábamos que nos hicieran justicia, pero nada, o que llegara nuestra salvación, pero permanece lejos de nosotros. Pues hemos pecado mucho delante de ti y nuestras propias faltas nos acusan. 29


En efecto tenemos siempre presentes nuestros pecados y reconocemos nuestros yerros. Haberse rebelado y renegado de Dios, haber hablado de traición y revuelta y haberse puesto a decir cosas que no son ciertas (Is 59, 9-13).

ACTIVIDADES EN CASA SANTO ROSARIO LUNES-SÁBADOS Misterios Gozosos

MIÉRCOLES DOMINGO Misterios Gloriosos

JUEVES Misterios Luminosos

el

1. Resur rección de Jesús

1. El Bautismo del Señor

“Padr e s i q u i e r e s a p a r ta de mí esta prueba” (Lc 22,42). Ven Espíritu del Padre, quiero aceptar mi realidad.

“Algunos sin embargo dudaron” (Mt 28,17). Espíritu que das la vida, ayúdame a creer en mi resurrección.

2 . Vi s i t a a S a n t a Isabel

2. La flagelación de Jesús

2 . L a Ascensión de Jesús

“¿Cómo puedo creer esto?” (Lc 1, 18). Perdóname Señor por negar me a la r e a lidad.

“Quién niega al Hijo, niega al Padre” (Jn 2,23). Perdón Jesús por no descubrir te en el dolor.

“Un poco, más y el que viene llegará: no tardará” (Heb 10,37). Perdóname por no esperar en ti.

3. El nacimiento de Jesús

3. Coronación de espinas

3. Venida del Espíritu Santo

“No había lugar para ellos” (Lc 2,7). El corazón que odia no tiene espacio para ti, ayúdame a perdonar.

“Amen a sus enemigos y recen por sus perseguidores” (Mt 5,44). Der rama en mí el amor, deseo perdonar.

“Enviaré el Espíritu de la Verdad” (Jn 15,26). Quiero recibirlo para perdonar a los que me han mentido.

4. Presentación de Jesús

4. La Cruz a cuesta

4 . L a Asunción de María

1. La Anunciación “Lo concebido en ella viene del Espíritu S a n t o” ( M t 1 , 2 0 ) . Todo viene de ti. Haz que yo lo comprenda.

PROFUNDIZA – ¿Qué es lo que tú esperas en esta vida? – ¿Estás más rodeado de dolor o de sufrimiento?

“Vino a su casa y los s u y o s n o l o recib i e ro n” ( J n 1 , 1 1 ) . Bendito seas Señor por el amor que me das. 5. Hallazgo de Jesús “Se quedó el niño sin saberlo sus padres” (Lc 2,43). Gracias Señor por haber me encontrado a mí mismo.

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MARTES-VIERNES Misterios Dolorosos 1. Oración Huerto

en

“ Ve n g a n a m í l o s agobiados porque yo los aliviaré” (Mt 11,28). Bendito seas Señor por tu inmenso amor.

2. Bodas de Caná

3. El anuncio del Reino de Dios

4. La Transfiguración

“No entrarán los que cometen maldad y mentira” (Ap 21,27). Bendito seas porque nos concedes cambiar.

5. L a crucifixión de Jesús

5. La coronación de María

“Vino a dar su vida por muchos” (Mt 20,28). Gracias Señor por venir a mí, que tu amor no sea en vano.

“Dios hará felices a los que mar chan rectamente” (Sal 83,12). Gracias Señor por mostrarnos el camino.

5. La Institución de María

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SANTO VIACRUCIS

1. Oración en el huer to

2. Jesús es traicionado

3. Jesús es condenado

“Si es posible que no tenga que pasar por esta hora” (Mc 14, 35). Ven Espíritu consolador, tenemos miedo de la realidad.

“L l e g a ro n c o n a n t o r c h a s y armas” (Jn 18,3). Tú Señor te preparaste para ese momento, ayúdanos a no traicionar nos con negaciones.

“Si no fuera malhechor no lo h u b i é r a m o s t r a í d o” ( J n 18,30). Devélanos Señor lo que debemos ver, no crear fantasías sobre los demás.

4. Jesús es negado

5. Jesús es juzgado

6. Jesús es azotado

“ÉL lo negó: “No lo soy” (Jn 1 8 , 2 5 ) . Perdónanos por chocar contra la r ealidad y lastimarnos como Pedro.

“Pi l a t o l e d i j o : verdad?” (Jn 18, confundamos la juicios que sólo mientos.

“Aquí está el hombre” (Jn 19,5). Pedimos perdón por no reconocer la imagen de Dios en los demás.

7. Jesús carga la Cruz

8. Jesús ayudado por Cirineo

9. Jesús consuela

“Quien no conoció el pecado se hizo pecado” (2Cor 5,21). Perdonamos a los que nos hirieron.

“Y le cargaron la cruz de Jesús” (Lc 23,26). Te pedimos perdón para aquéllos que nos obligaron a cargar con su cruz.

“ N o l l o re n p o r m í ” ( L c 23,28). Señor que sepamos llorar nuestras culpas.

10. Jesús es crucificado

11. Jesús y el ladrón

12. Jesús, madre, discípulo

“No hizo caso de la vergüenza de la cruz” (Heb 12,2). Bendito seas Señor por transmitirnos por medio de la cruz la inmensa alegría de ser hijos de Dios.

“Hoy mismo estarás conmigo” (Lc 23, 43). Bendito seas Señor que no miras nuestros er rores sino el deseo de cambiar.

“Mujer ahí tienes tu hijo” (Jn 19,26). Gracias Señor por acordar te de tu criatura y librarla de la soledad.

13. Jesús en la Cruz

14. Jesús es sepultado

“No teman a los que matan el cuerpo” (Mt 10,28). Te damos gracias por quienes han tratado de mantener vivo nuestro espíritu.

“Por un instante te oculté mi rostro” (Is 54, 8). Gracias por mis tres días en el sepulcro de la negación, porque pude gozar de la luz de tu Resur rección.

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¿qué es la 38). Que no verdad con traen sufri-

* Estaciones propuestas por Juan Pablo II.

Dos jóvenes, rumbo a Emaús OBJETIVO: Descubrir que cuando nuestro interior se encuentra enfermo de amor, comenzamos a manipular a los demás para obligarles a que nos amen. MENSAJE: Que en nuestra huida no marchamos solos. – Podremos controlar y hacer presos a los demás, pero nunca podremos adueñarnos de su amor. – Escogemos voluntariamente ser unos dependientes para no asumir el riesgo de nuestra vida y culpar a los otros de nuestros fracasos. – Cuando hacemos el bien no por amor sino para comprar cariño, de nada nos aprovecha.

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A TRAVÉS DE SU LLAMA DE AMOR Iban dos discípulos rumbo a Emaús (Lc 24, 13-14). DESARROLLO 1. En nuestra huida no marchamos solos Dos jóvenes caminaban rumbo a Emaús, es muy bello el encuentro de dos corazones donde cada uno es un “yo” diferenciado e inédito en que cada uno es sujeto para el otro, que da y recibe todo lo que tiene y todo lo que es para el bien del otro por amor, sin duda éste es el concepto de la verdadera amistad. Pero cuando uno de estos corazones depende de los estados de ánimo del otro, cuando actúa en proporción a los estímulos del otro, cuando da todo lo que tiene y todo lo que es aunque no sea para el bien del otro o de él sino para complacer, porque su felicidad depende del otro, a esto se le denomina codependencia. Alguno de estos jóvenes tuvo la iniciativa de huir y quizá fue Cleofás porque es él el que parece llevar el liderazgo, pues del otro ni siquiera se menciona su nombre, posiblemente a él se le ocurrió la idea de escapar ante el problema que se estaba generando, 34

¿pero por qué no partir solo? Sin duda esta toma de decisión le trajo consigo una serie de conflictos de conciencia como: remordimientos, culpabilidades, etc., y esto lo llevó a sentir que no era todo lo bueno que él esperaba y vio la necesidad de verse reafirmado por alguien; si el otro pensaba como él entonces así deberían de ser las cosas, por lo que su estabilidad emocional dependía de la aceptación del otro; por su parte el segundo quizá era consciente de que marcharse no era lo más correcto pero también se encontraba herido y hasta se sintió halagado que se le tomase en cuenta. Dos jóvenes enfermos huyen a Emaús y así la mayoría estamos atados emocional, psicológica, espiritual o físicamente a otro; nos relacionamos en simbiosis como controlador o controlado1 según sea la situación y junto con nosotros, nuestra familia, nuestra pareja, nuestros hijos, nuestros padres parten también a Emaús por su gran necesidad de ser también aceptados.

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Si se desea profundizar más sobre el tema de codependencia, consultar: Barnetche de Castillo, María, Esther, et. al Quiero ser libre PROMEXA Cd. México, 1991.

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2. Podremos controlar y hacer presos a los demás, pero nunca podremos adueñarnos de su amor El controlador puede llevar su dominación a extremos insospechados y utilizar para ello muchos mecanismos: la fuerza física, la agresión verbal, las enfermedades, ya sean reales o imaginarias, la seducción, la sobreprotección, el silencio, los gestos y miradas, la indiferencia, etc., todo ello para crear una atmósfera de tensión a su alrededor para que los demás se sientan obligados a aceptar su voluntad. San Francisco de Asís decía: “Nadie es malo, a lo sumo es frágil, lo correcto sería decir enfermo”, ¿enfermo de qué? de AMOR. Nuestro ser, clama desde sus adentros amor, amor, para eso fue creado, pero nuestros impulsos lo aprisionan y creemos obtener amor a los que nos rodean, y qué grande error, pues el amor sólo se da en la libertad. En el libro del Quijote hay un pasaje muy ilustrado: cuando Sancho Panza es gobernador de la Ínsula hace preso a un jovencito por ladronzuelo y de castigo le ordena dormir en el calabozo a lo que éste contesta: “podrás ordenarme a que permanezca en el calabozo, pero no a dormir, porque si duermo o no, es asunto mío”; es decir podemos controlar y hacer presos a los demás, pero nunca adueñarnos de su amor, de su ser, si nos aman o no es asunto de cada uno. 36

3. Escogemos voluntariamente ser unos dependientes para no asumir el riesgo de nuestra vida y culpar a otros de nuestros fracasos Es más fácil ser seguidor que líder, sin embargo se ha observado que aunque el dependiente escoge serlo, acumula mucho enojo contra la persona de la que depende, este odio acumulado le lleva también a debilitarse física y emocionalmente, creando una atmósfera de inseguridad en el individuo que lo torna solitario, extrovertido o introvertido, dependiendo del carácter de cada persona, pero nunca serán ellos mismos. En los estados avanzados de codependencia aparece una incapacidad para juzgar el estado de las cosas, no hay distinción entre el bien y el mal, solamente existe “lo que complace y lo que no complace” y comienza a darse una gran tolerancia al mal (ya que el controlador también es una persona enferma que casi siempre hace mal) y a ver esta situación como normal soportando cosas poco creíbles como abusos de todo tipo: verbal, físico, sexual, emocional, etc., sin percatarse que se están aprovechando de él. Después como codependientes controladores queremos exigirle a los demás ese cariño que nos deben por nuestra devoción y resulta que lo que recibimos está muy lejos de lo que esperamos trayendo una gran 37


Índice

Dedicatoria Presentación

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SANACIÓN DE RECUERDOS DOLOROSOS Y HERIDAS DE AMOR 1. Emaús es aquel paraíso artificial donde enterramos lo que nos hace daño 2. Jesús sale a nuestro encuentro 3. Podemos volver atrás junto a Jesús 4. Su misterio Pascual es una propuesta de salud a nuestra vida Conclusiones Oración bíblica Actividad en casa

12 13 13 15 16 17 19

PRIMERA ETAPA

LA NEGACIÓN RECHAZO DE LA REALIDAD 1. La negación es una etapa necesaria pero nunca deberá ser permanente 2. El sufrimiento producto de la negación 3. El dolor, plan sublime de redención que puede conducirnos a la felicidad Conclusiones Oración biblíca Actividad en casa

24 26 27 28 29 31

Dos jóvenes rumbo a Emaús 1. En nuestra huida no marchamos solos 2. Podremos controlar y hacer presos a 232

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los demás, pero nunca podremos adueñarnos de su amor 3. Escogemos voluntariamente ser unos dependientes para no asumir el riesgo de nuestra vida y culpar a otros de nuestros fracasos 4. Cuando hacemos el bien no por amor sino para comprar cariño de nada nos aprovecha Conclusiones Oración bíblica Actividad en casa

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Sus ojos estaban retenidos 1. Nos atamos a las cosas cuando queremos evadirnos o el anhelo de amor es tan grande que necesitamos compensar ese vacío 2. Existe una infinidad de formas de esclavitud que van desde las más ridículas hasta las más peligrosas 3. Toda atadura limita nuestra capacidad d amar Conclusiones Oración biblíca Actividades en casa

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JESÚS CAMINA A NUESTRO LADO 1. En la familia el individuo recibe el amor que habrá de determinar su salud y equilibrio emocional 2. En una familia enferma el hombre aprende a vivir con una visión equivocada de su ser 3. Jesús camina al lado de nuestra familia Oración biblíca Actividades en casa

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3. La liberación sin perdón no existe Oración biblíca Actividades en casa

SEGUNDA ETAPA

EL ENOJO JESÚS NOS PONE EN CONTACTO CON NUESTROS SENTIMIENTOS 1. Si queremos sanar tenemos que empezar por ser sinceros y decir lo que realmente sentimos 2. Cuando mantenemos nuestros sentimientos ocultos nos convertimos en bombas que explotan a la menor provocación 3. Tenemos miedo a reconocer las actitudes no amorosas de los demás porque no sabemos distinguir entre pecado y pecador 4. “Jesús nos pregunta: ¿Qué pasa?” Oracíon bíblica Actividades en casa

91 93 93

TRABAJANDO CON EL ENOJO Nuestro génesis 66

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1. El poco respeto a la dignidad humana provoca que muchos hombres no se sientan bienvenidos a esta vida 2. Jesús vino a la vida en el momento más inoportuno según el plan humano 3. La vocación a la vida es un don que sólo proviene de Dios 4. Nuestros lazos de unión deben ir más allá de los consanguíneos Oración biblíva Actividades en casa

Escuchar nuestras emociones

El abandono

1. Analizar nuestros temores y miedos nos permitirá identificar situaciones de peligro en las que nos sentimos lastimados 2. Al localizar una herida entramos en una etapa de enojo contra quienes lo permitieron 3. Dentro de la sinceridad de nuestro corazón es lícito sentir enojo contra Dios porque solemos revestirlo de imágenes humanas Oración biblíca Actividades en casa

1. El proceso de maduración de todo hombre atraviesa por dos fases: La soledad y la relación 2. La solidaridad y el egocentrismo surgen cuando el hombre rompe su relación con Dios 111 3. La prueba más grande del amor del padre es que se dona a nosotros en su Hijo 4. Jesús nos enseña a ponerle nombre a nuestra ausencia de amor Oración biblica Actividades en casa

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EL HOMBRE ESPERA SU LIBERACIÓN La aspiración del ser humano a ser libre parte de su derecho natural inscrito en su alma 2. Para ser liberado primero es necesario reconocerse esclavo

La traición y el abuso

1.

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88 89

1. Cuántos como Judas escogen el signo más íntimo de la ternura para dar muerte a la confianza 2. Nadie merece ser traicionado

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3. Valemos la Sangre Preciosa y sin mancha de Cristo 4. Sólo el amor de Jesucristo puede permitirnos ver más allá de nuestro dolor Oración biblíca Actividades en casa

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TERCERA ETAPA

LA DEPRESIÓN UNA RETROSPECCIÓN SOBRE SÍ 1. Tampoco somos el ser perfecto que exigimos de los demás 2. La depresión es saludable en la medida que nos permite declarar que el mal nos incomoda 3. La depresión es un tiempo para caminar con Jesús a través de nuestra oscuridad interior Oración biblíca Actividades en casa

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TRABAJANDO CON LA DEPRESIÓN ¿Quién soy? 1. Para llegar a lo que somos es necesario descubrir primero que no somos 2. Cuando se contradice la imagen de nuestra alma con la imagen de nuestr amente nos sentimos extraviados 3. La revelación de nuestra propia identidad sólo viene de Dios por medio de Jesús Oración biblíca Actividades en casa

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Nuestro pecado 1.- Cada hombre es un proyecto salido de las manos de Dios para realizar y realizarse en el bien 236

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2.- Cada vez que recordamos nuestro pecado se abren ante nosotros dos opciones: sacar de él un don o destruirnos 3.- La manera en que reaccionamos ante la presencia de nuestro pecado depende de nuestro concepto de Dios 4.- Luchar porque el sufrimiento que nuestro pecado causó no sea inútil Oración biblíca Actividades en casa

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El rechazo a nuestra apariencia 1.- El hombre al ir perdiendo conciencia de su ser, va reduciendo el aspecto de belleza a slogans y clichés mentales 2. Hemos fabricado Cristos y Vírgenes a imagen y semejanza de los hombres que ostentan el poder 3. Jesús es el más bello porque es perfecto 4.- En la medida que aspiremos a la perfección alcanzaremos la belleza Oración biblíca Actividades de casa

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Nuestra fidelidad 1.- Todo contacto con lo sobrenatural o lo oculto encierra una voluntad de poder que está en contradicción con el honor y respeto que debemos a Dios 2.- El demonio no puede impedir la edificación del Reino de Dios 3. La clave de nuestra liberación está en la fidelidad a Dios 4. María modelo de fidelidad Oración biblíca Actividades en casa

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CUARTA ETAPA

EL REGATEO EL DIÁLOGO CON JESÚS NOS DESCUBRE EL MISTERIO PASCUAL DE NUESTRA VIDA 1. El regateo es una mezcla de enojo y necesidad de perdón, por lo que su condición primera es exigir un cambio, muy contrario al amor incondicional que Cristo nos tiene 2. El perdón es un don de Dios concedido por amor 3. El sacramento de la confesión es el camino para recibir la gracia de la reconciliación con Dios 4. En la medida en que nos sintamos amados por Dios podremos amar a los demás Oración biblíca Actividades en casa

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DE REGRESO A JERUSALÉN 1. Dios es la luz y en él no hay tinieblas 2. No exigir a los demás lo que nos costó tanto tiempo asimilar 3. Nosotros solos no podemos hacer nada para cambiar a alguien 4. Volver a Jerusalén implica mucho más que traer una noticia Oración biblíca Actividades en casa

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QUINTA ETAPA

LA ACEPTACIÓN 1.- La aceptación es el momento en que somos capaces de mirar con paz y agradecimiento todo lo sucedido en nuestra vida por doloroso que haya sido 2. La sanación plena en los discípulos de Emaús se da en el momento en que comparten el pan con Jesús 3. En la Comunión no sólo recibimos a nuestro Señor Jesucristo sino que también él nos recibe 4. En la comunión encuentra su plenitud la Reconciliación Oración biblíca Actividades en casa 238

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