matrimonio, humor

Linda Duque

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Indice ¿El matrimonio es hiel tras la luna de miel?..........

La felicidad no es cuento..................................... ¿Te enamoraste, exactamente, de quién?.............

Amor, desechable amor...................................... ¿Preparados, listos, ya?......................................

Amor con humor se paga....................................

Felicidad empieza con fe.....................................

La valentía del amor conyugal.............................

Acepta a tu esposo............................................

Admira a tu cónyuge..........................................

Compatibilízate con tu "socio" matrimonial...........

Ay, la gratitud: esa grata costumbre en desuso...........................

Conociendo a nuestra pareja a fondo...................

El tema sexual como vitrina pública.....................

El regalo conyugal del sexo.................................

Y entonces llega la cigüeña.................................

Tiene gracia el matrimonio..................................

El amor matrimonial..........................................

La plenitud del amor..........................................

5 13 16 16 19 21 23 33 36 40 47

60 64 69 75 82 90 97 102 El sacramento de la reconciliación....................... 111 El par de la comunicación................................... 114 Matrimonio con especializaciones y doctorados..................................................... 123 ¿Y a la suegra dónde la dejamos?....................... 125 Plegaria de gratitud conyugal.............................. 126

Humor y Amor en el

¿El matrimonio es hiel tras la luna de miel?

En la vida, desde que nacemos, comenzamos a prepararnos para todo, menos para lo que debería ser considerado uno de los elementos y etapas más trascendentes y multivinculantes de nuestra existencia; es decir, el matrimonio y, por ende, la vida conyugal, además de la consecuente conformación y consolidación de una nueva familia dentro del árbol genealógico del que ya formamos parte cada miembro de la pareja, respectivamente. Ahora estas "ramificaciones" genealógicas comenzarán a entrecruzarse y prolongarse de manera exponencial.

El matrimonio no es solamente la unión entre un par de personas, sino que implica la interacción sostenida de muchísimos sujetos que van adicionándose a esta relación. Comencemos sumando, por ejemplo, a las respectivas familias de ambos cónyuges y la compleja y delicada red de interrelaciones que

6 Humor y Amor en el se empieza a entretejer asociando a todo este cúmulo de seres vivos.

El matrimonio es, entonces, un ecosistema en sí mismo que vincula y entrelaza, en principio, a un par de familias que, hasta el momento, no tenían nada o casi nada que ver entre sí.

A los familiares políticos ahora se suman también las amistades de unos y otros, además de los amigos comunes y los colegas, compañeros profesionales y/o académicos.

Este conjunto de personas van a conocerse todos juntos, generalmente, en la fiesta de bodas. Va a ser este el primer encontronazo y nos brindará algunas pistas (antropológicas, sociológicas y psicológicas) de cómo funcionará este matrimonio en sus futuras interrelaciones sociales y familiares.

Porque una de las verdades incontestables del matrimonio es que cuando yo me caso contigo, me estoy casando simultáneamente con todos tus amigos, con todos tus compañeros de trabajo, con todo tu pasado y con toda tu familia existente y con las nuevos miembros que están por venir.

Me consta que esto podría sonar como una carga demasiado pesada, pero les aseguro que no lo es. Una de las claves del matrimonio sonriente y eficaz consiste en que la nueva pareja se cree para sí un "espacio" propio donde

Humor y Amor en el Matrimonio 7 poder interactuar con plena confianza e intimidad, fuera de la vista y oídos de todas las demás personas en el mundo.

Y no me estoy refiriendo a un espacio físico, sino a un espacio afectivo, un espacio psicológico, un espacio de fe, amor, comprensión y amistad. Se trata de un espacio portátil, itinerante, que el nuevo matrimonio debe llevar consigo a todas partes: reuniones de condominio, fiestas, celebraciones familiares, etcétera, donde poder aislarse así sea por unos escasos minutos y poder ventilar cualquier posible diferencia de opinión y llegar a un acuerdo fundamental que garantice a corto, mediano y largo plazo la armonía de su relación, tanto en privado, como ante el escrutinio curioso de ese mundo circundante que son los demás.

Este espacio propio del matrimonio nos garantiza un territorio de permanente amnistía, de tregua, de pacificación, de desmilitarización, dentro del campo minado que son las interacciones humanas, desde el principio de los tiempos y por los siglos de los siglos.

Así, entonces, con humor, con amor, con paciencia y comprensión, vamos a ir revisando en este libro los particularidades y aristas de la relación matrimonial y de todos los factores internos y externos que atentan contra la armonía y la santa paz de este sagrado vínculo.

Intentaremos desmitificar el matrimonio con una sonrisa de por medio y diremos por qué

8 Humor y Amor en el no creemos que "el matrimonio es la tumba de la pasión" y tantos otros disparates que se pronuncian socialmente.

El matrimonio sí es -usando una metáfora deportiva- un maratón, una carrera de resistencia, un largo rally que atraviesa montañas y desiertos.

El matrimonio no es, de ninguna manera, una relación "light" que viene sin calorías o que resulta ser bajo en grasas y colesterol. El matrimonio es una comida completa que viene con todo y en el que vamos a probar todos los manjares posibles, dulces, salados, agrios y amargos.

El matrimonio requiere estómago y paladar. El matrimonio es un compromiso de dos personas que, como ya hemos mencionado desde las primeras líneas de este libro, implica a todo un cúmulo de gente que se aumenta en progresión geométrica.

El matrimonio requiere madurez y compromiso, amor y comprensión. Es el matrimonio una permanente actividad de humor y amor. El matrimonio es, por encima de todas las cosas, una transacción. ¿Recuerdan la psicología transaccional cuyos postulados afirmaban "si yo estoy bien, tú estás bien" y viceversa?

El matrimonio conlleva ambas caras de una misma moneda y más vale que los dos implicados en la relación matrimonial le pongan

Humor y Amor en el Matrimonio 9 su mejor rostro a la vida que tienen por delante, sobretodo cuando planifican traer hijos a este mundo de Dios.

Los dos integrantes del matrimonio -él y ella; ella y él- tienen la tremenda oportunidad de confeccionar su matrimonio como un traje a la medida de ambos que calce perfectamente y con suma comodidad. Debe ser un traje que les brinde libertad de movimientos para ambas partes, conjuntamente, y cada uno por separado.

Recuerden que el matrimonio es, más que una suma, la multiplicación o la potenciación de una vida por otra, obteniendo como resultado el enriquecimiento emotivo e intelectual de ambas partes de la ecuación. Perdónenme el uso de este lugar común, pero el matrimonio es muchísimo más que la suma de sus partes. ¿Y saben cuál figura geométrica pienso yo que debe ser el matrimonio?, ¡Un círculo! Sí, el matrimonio debe ser redondito como un círculo para que se desarrolle y progrese, avanzando sobre ruedas. El matrimonio, armónicamente concebido tendría que ser una circunferencia perfecta, sin aristas que puedan lastimarnos. Piénsenlo un momento y estoy segura de que me darán la razón al respecto.

Otro elemento fundamental en el matrimonio es la convivencia que desgasta y vuelve rutinaria toda relación humana. Así que en este punto es donde debemos enfatizar nuestros

10 Humor y Amor en el máximos cuidados para equilibrar esta interacción sostenida de 365 días al año.

Sin ser una panacea, el diálogo es una solución auspiciosa en todo momento para sobrellevar las minúsculas dificultades y contrariedades que van surgiendo con el paso de la vida del día tras día.

La cotidianidad sí que es un enemigo a vencer. Al igual que la rutina, la cotidianidad se instala en el medio de la pareja de manera inamovible. Rutina y cotidianidad son una plaga que hay que combatir con humor y amor en dosis exactas.

Aprender a reírnos de nosotros mismos es otro grato remedio que nos desestresa en esta expedición de largo aliento que es el matrimonio.

Pero lo último que quiero es que se asusten. Sean bienvenidos a bordo los nuevos matrimonios y prepárense para disfrutar cada instante de esta nueva vida juntos y en conjunto con amigos, familiares, colegas…y toda la sociedad en general, a escala planetaria.

Vamos a hablar en las próximas páginas del vínculo del matrimonio en este tercer milenio.

Humor y Amor en el Matrimonio

La felicidad no es un cuento "Se casaron y fueron muy felices…"

Por lo general, así concluyen muchas de las historias que escuchábamos cuando niños, pero desafortunadamente en la vida real no siempre sucede exactamente igual.

La buena armonía que exista en las relaciones de una pareja, dará como fruto su felicidad, una de sus más grandes aspiraciones y eviten soñar con las fantasías edulcoradas de las fábulas color de rosa, las revistas del corazón y los romances complicadísimos de las telenovelas que transmiten en horario estelar, donde las Cenicientas modernas -después de llorar miles de litros de lágrimas artificiales- se casan con príncipes empresariales.

Efectivamente, el panorama que ofrece el matrimonio no es muy halagador que digamos, la nueva pareja deberá de enfrentarse con

14 Humor y Amor en el un sin número de contratiempos cotidianos que no se parecen en nada a los dramas de Corín Tellado y ni siquiera Delia Fiallo. Tampoco el matrimonio se trata del drama shakesperiano de Romeo y Julieta.

El amor y el matrimonio contemporáneos van justamente por la calle del medio de estos dos extremos.

Polos opuestos se atraen Pensar que en el matrimonio no va a haber conflictos ni discusiones es un autoengaño, sí que los habrá, ya que tú y él provienen de familias diferentes, con costumbres diversas, con gustos opuestos, etcétera...

Imagínate que tú y él pensaran siempre igual, que actuaran ambos de la misma manera, que desearan constantemente lo mismo… ¡Qué aburrida y monótona sería la vida matrimonial de ustedes!

Las diferencias ayudan a que una pareja se enriquezca y madure, ya que cada una, bien encausada, se puede convertir en una gran oportunidad de conocerse y comprobar la solidez de su amor conyugal.

El problema no es que haya desaveniencias, esto es perfectamente normal, lo verdaderamente importante es la reacción que tengamos frente a las diferencias de opinión, de acción y de carácter.

Humor y Amor en el Matrimonio Asumir positivamente las cosas nos ayudará muchísimo en nuestra vida matrimonial.

Debemos aceptar nuestra realidad cotidiana, dejar de soñar, abrir los ojos y sacar provecho de las lecciones que nos otorgan la crisis, por mayúsculas o minúsculas que estas sean. ¡Ánimo! No te preocupes, recuerda que todo necesita un tiempo para madurar, no esperes que por haber recibido el sacramento matrimonial con la bendición de Dios, ya todo está listo, las dificultades y los sinsabores son parte de la vida humana, pero de ninguna manera están reñidas con la felicidad conyugal. Las parejas que logren una armonía profunda, son felices a pesar de todo.

Pero parece ser que hoy en nadie puede esperar, vivimos aceleradamente, casi a la velocidad de la luz, y todo lo queremos ya.

Hay que darnos tiempo en el matrimonio, para el diálogo, la ternura, para los pequeños detalles, regálense unos momentos para salir una vez al mes a solas; para limar asperezas, no permitan que se les acumulen los resentimientos, conserven y aclaren los malos entendidos, todo estos fortalecerá su relación. Que hagan de esto una costumbre, de poder por medio del diálogo continuo, realizar ese encuentro.

Ten un poco de paciencia y espera que ese amor vaya madurando poco a poco, recuerda que el amor es como un rosal que hay que cuidar y regar a diario para que no se marchite

16 Humor y Amor en el y ten, eso sí, mucho cuidado con las espinas que no nos dejan ver los pétalos de las rosas.

¿Te enamoraste, exactamente, de quién?

Quiero preguntarte muy sinceramente ¿exactamente, de quién fue que tú te enamoraste?, ¿qué te motivó a casarte?: ¿Su porte imponente y belleza física? ¿Su honestidad y belleza espiritual? ¿O ambas cosas?

Muchas parejas solamente toman en cuenta la belleza física, y ésta con el paso del tiempo se deteriora y se acaba. De ahí tantos fracasos en el matrimonio. Es cierto que el primer paso al enamoramiento entre por los ojos.

Cuando digo "enamoramiento" no estoy hablando de amor, sólo de un principio que puede desembocar en el amor. Pero el verdadero amor nace de tu interior, cuando descubres la belleza del alma en tu compañero. Esta belleza interior jamás se deforma con el paso del tiempo, por el contrario se acentúa, por lo tanto, cuando el tiempo haga su efecto y envejezcamos, nos será más fácil amarnos con todas nuestras arrugas y achaques, quizá ni notemos esa metamorfosis, porque lo bello y profundo de los valores humanos, ha dominado sobre la atracción física.

Amor, desechable amor En estos tiempos modernos, donde todo es comodidad y confort, está muy de moda lo de-

Humor y Amor en el Matrimonio sechable, lo que se usa apenas una vez y se bota a la basura.

Todo eso está muy bien, pero desafortunadamente la moda de lo desechable ha llegado hasta el extremo indeseable de incluir también a la familia y a las relaciones afectivas, de tal manera que tenemos matrimonios desechables; que se noquean al primer round y se convierten en divorcios conflictivos que dejan toda una secuela de relaciones desgarradas y quebraderos de cabeza (y peor es aún cuando hay hijos que son ellos quienes pagan todas las facturas de ese matrimonio fracturado por el desamor, la dejadez, la irresponsabilidad, la inmadurez y la indolencia).

El matrimonio está bajo ataque, hay divorcios en aumento, el 50% de los matrimonios terminan en fracaso: divorcio, separación o infidelidad y del otro 50% apenas el 10% se encuentran cabalmente felices en una relación de amor mutuo, cómplice, enriquecedor y satisfactorio.

Demasiadas personas piensan que el divorcio es la manera de encontrar la felicidad cuando el matrimonio no funciona, y esto es una mentira, y la equivocación es más grande si existen hijos, quienes crecen con serios problemas afectivos y con una inestabilidad que atraerá en el futuro nuevos problemas. Aún cuando no haya hijos, el fracaso de su matrimonio los dejará marcados de por vida.

El divorcio no es más que una toalla caliente, una conducta evasiva a un conflicto mu-

18 Humor y Amor en el cho más profundo de baja autoestima e incapacidad de interrelacionarse efectivamente con otras personas. Así entendido, el divorcio no es sino un síntoma de un problema mayor.

En una investigación reciente donde se entrevistó a más de 50.000 matrimonios, el 45% dijo que no volvería a casarse otra vez con la misma persona. En parejas que tienen más de 20 años de casados, el divorcio ha aumentado un 85% en los últimos años.

Vivimos en una sociedad tan desnaturalizada que sus miembros definen a la familia como "un grupo de personas que tienen llaves de la misma vivienda".

En los últimos años el índice de matrimonios se ha incrementado un 7%, pero las demandas entabladas de divorcio se elevaron en 65%.

En esta época de confort instantáneo, donde cada anuncio publicitario nos invita a arrojar por la borda todo lo que signifique sacrificio, este continúo bombardeo de promesas falsas del paraíso terrenal nos conmina insistentemente al egoísmo, a la autocomplacencia y al derroche no sustentable. De esta forma irresponsable, nos rendimos antes de iniciar la batalla, se busca el placer por el placer, el afán de poseer, y todo esto producto del egoísmo, la soberbia y el desamor.

Uno de los peores males que padecemos en esta época de lo desechable es la pérdida de la sensibilidad frente a los errores propios y ajenos,

Humor y Amor en el Matrimonio así como de la extinción de nuestra capacidad de asombro. Ya no nos sorprendemos ni nos llegamos a maravillar ante nada, ni siquiera ante el reiterativo milagro de la vida que brota a nuestro alrededor.

¿Preparados, listos, ya?

Generalmente rememorar con mucho cariño cada momento que se vivió en los preparativos de la boda: Que si la madrina, que si el vestido, que si la fiesta, que si el video, que si las fotos, que si bouquet, que si los centros de mesa, que si los regalos… Es un sinnúmero de detalles que los novios con mucha ilusión cuidan para ese "gran día" que planifica, una y otra vez, con antelación, respondiendo casi a una delicada estrategia militar.

Yo creo que desde ahí se empieza a disfrutar la luna de miel. Recuerdo que no cabía de felicidad en este mundo. ¡Todo el día soñaba despierta con el momento de ser "su esposa"!

Casi no lo podía creer, ¡Él y Yo compartiendo todo el tiempo de nuestras vidas, para amarnos plenamente, sin reservas ni medidas! ¡Esto era mejor que sacarme la lotería!

Soñábamos y planeábamos lo que sería nuestro "nido de amor", una casa llena de sol, con pintorescas flores en la ventana, y habría tanto amor que se desbordaría hacia fuera inundándolo todo. Noches de luna y estrellas, días llenos de sol y aroma a rosas.