`ngel Abad
Distribuye San Pablo distribución El Hatillo (Edo. Miranda) Telfs.: (0212) 963.68.81 - 963.65.19 Fax: (0212) 963.68.52 E-mail: sphatillo@cantv.net Portada, diagramación e ilustraciones: Douglas Alberto Muñoz
© SAN PABLO, 2008 Ferrenquín a la Cruz de Candelaria. Edif. Doral Plaza, Local 1 Apartado 14.034. Caracas 1011-A Telfs.: (0212) 573.63.46 - 576.76.62 - 577.10.24 Fax: (0212) 576.93.34 E-mail: speditorial@cantv.net Web site: http//www.sanpablo.org.ve Hecho en Venezuela Depósito Legal:lf56220088001788
Queda prohibida la reproducción total o parcial de esta obra, sin la autorización expresa de la editorial San Pablo de Venezuela.
Pág. 3
1- DE QUÉ VA ESTE LIBRO Vamos a ver: este libro trata del amor en los tiempos de internet. En las siguientes páginas -y con el mayor dinamismo que nos hemos propuesto mediante el uso de párrafos breves y capítulos de extensión dosificada- nos explayamos sobre ciber-parejas y cibernautas que interactúan desde la confortable intimidad de sus propias casas u oficinas o agazapados en los ciber-cafés. No faltarán aquí quienes -armados con sus propias laptops portátiles e inalámbricas- chateen interconectados en tiempo real con todo el planeta. Ya no hacen falta cables para vivir conectados. El amor se divide ahora en antes y después de internet. La red es una maraña de interacciones humanas propiciada por gente que se ríe a carcajadas de la soledad. Merced a internet, hoy todos somos protagonistas de la comunicación. ¿Quién demonios no dispone de una o varias direcciones de correo electrónico, de uno o varios alias (o nicknames), de uno o varios blogs donde publica exactamente lo que le viene en gana, gritándole al resto del mundo justamente lo que desea expresar?
Amor en tiempos de
Pág. 4
Y resulta evidente que no me estoy refiriendo tan solo a palabras suscritas como mensajes de texto. Hoy la comunicación implica imágenes fijas (fotografías, iconos, avatares) y en movimiento (videos y animaciones; videos con animaciones), música, filmes, todo plenamente individualizado, personalizado, y listo para compartir con los demás, gracias al sencillo gesto de pulsar un botón (send, enter, enviar), gracias, pues, a un comodísimo y ergonómico clic o "golpe de ratón" (mouse). Los apocalípticos habituales gritan acusando a la tecnología de ser el gran demonio contemporáneo. "La tecnología corrompe, la computadora despersonaliza, internet es uno de los jinetes del apocalipsis". Yo, como psicólogo y padre de familia, estoy convencido de que es todo lo contrario. La ciber-tecnología es una herramienta, un instrumento más al servicio del ser humano y, como tal, puede utilizarse para bien o para mal (al igual que la pólvora o los medicamentos). Internet puede ayudarnos eficazmente a no perder el contacto, a mantenernos "en linea" (on line) e inter-comunicados, sin importar en cuál coordenada geográfica nos encontremos. En este libro voy a mezclar las variables de "internet" y la "pareja", haciéndolas coincidir y conjugarse en tiempo presente continuo y, ¿por qué no?, futuro reciente (¿pluscuamperfecto?). Es lógico que usaré un marco referencial de buena parte de la experiencia humana acumulada durante todos los siglos anteriores de civilización, ya que nada es desdeñable y nada nunca lo será. ¿Recuerdan aquella lúcida frase? "Nada humano me es ajeno". Pues así es y así será.
Amor en tiempos de
Pág. 5
Aún separados por la distancia física o geográfica, los modernos enamorados (llámense Adán y Eva, Romeo y Julieta o Yuleixis Coromoto y Darwin José) están en capacidad tecnológica de "enviarse" sentimientos y emociones instantáneos de ida y vuelta. Es, sí, acción y reacción, flujo y reflujo, parte y contraparte. ¿A quién no le parece todo esto prodigioso? ¿Quién, en su sano juicio y con mentalidad abierta, se niega a participar? Quien se mantenga al margen, pues se está "marginando", se está excluyendo a sí mismo, se está quedando fuera. Yo, humildemente, los invito a participar, a jugar, a disfrutar, a sumarse a esta experiencia hipermediática (cibermediática, multimediática, omnimediática) que no es excluyente de ninguna manera por donde se le considere. Historias de amor al desnudo Desde Adán y Eva se acumulan millardos de historias de amor luminosas y desencuentros peripatéticos que resquebrajan todos los esquemas preconcebidos en torno a la pareja humana. Y créanme cuando les digo que hay tal cantidad de casos (y cosas de casa: ¿recuerdan aquella vieja comedia de televisión estelarizada en Venezuela por Jorge Félix y América Alonso, que remedaba a Desi Arnaz y Lucille Ball en "Yo quiero a Lucy"?), como el número de interrelaciones románticas que desbordan demográficamente nuestro planeta. Y es que este asunto del amor romántico va más allá de Romeo y Julieta, de los amantes de Teruel ("tonta ella, tonto él"), de Abelardo y Eloísa, de Doña
Amor en tiempos de
Pág. 6
Bárbara y mister Danger, de Brad Pitt y Angelina Jollie, de los protagonistas que se repiten en cada telenovela, del mismísimo Cupido siempre presto a dispararnos sus flechas envenenadas de amor y hasta de los cientos de miles de millones de enamorados que en este preciso momento colapsan las intrincadas plataformas tecnológicas que posibilitan el flujo (el caudal, el torrente, la catarata, el diluvio, la hemorragia) de mensajes de texto que inundan los teléfonos celulares y los chateos que, vía Messenger, hacen parpadear las pantallas de los computadores urbi er orbi. Aunque lo cierto de esta historia interminable es que la pareja de amantes se ha terminado transformando en dos feroces contendientes de un cuadrilátero de boxeo, en dos obesos y sudorosos luchadores de sumo, en dos oponentes de un combate que se libra cuerpo a cuerpo, en espera de que alguno de los exparejados "tire la toalla" (expresión del argot pugilístico que significa rendirse) o caiga noqueado merced a las argucias del otro. Trascendiendo por mucho el simple juego de palabras, la pareja ha dejado de ser "pareja" para habitar dentro de una relación discordante, disonante, sin sentido, dándose trompicones y cabezazos en un laberinto que no los conduce a ninguna parte, sino al desencuentro. Es como si él y ella, ella y él, se mantuvieran permanentemente jugando al escondite, pero sin ánimo alguno de encontrar y re-encontrar al otro integrante de la pareja para poder reconocerse en él. Lo que quiero decir es que esa hermosísima y primigenia dicotomía (y. simultáneamente, unicidad) que es la pareja humana, pues se ha roto, se ha desarmado, se ha descompuesto y ahora nadie parece recordar cómo armar, cómo recomponer, cómo rejuntar nue-
Amor en tiempos de
Pág. 7
vamente las piezas de este puzzle o rompecabezas de las relaciones románticas. Matemáticamente hablando, la pareja ha dejado de ser la suma de 1+1 para degenerar en una resta y en una división. Y lo peor de todo es que el triste resultado de esta operación aritmética lo que produce son saldos rojos, números decimales, fracciones, quebrados, ceros a la izquierda. Se ha perdido el equilibrio y la armonía de la relación, ya que el amor ha dejado de ser lo más importante. El bello sonido del amor ha pasado a un segundo plano y lo que los integrantes de la pareja escuchamos ahora es ruido ensordecedor y confuso. Sí señor. Lo que ahora estamos escuchando es el ruido desagradable de las disputas y las desavenencias, el ruido del desamor y de las culpas acumuladas, el ruido de las excusas y las mentiras, el ruido de la despreocupación y la irresponsabilidad, el ruido de las molestias y los reclamos, el ruido de las palabras hirientes, el ruido de las ofensas, las maldiciones y las imprecaciones, el ruido del desánimo y el desaliento, el ruido de la desesperanza, el ruido del conflicto, el tumulto y las peleas. El ruido es lo que impera ahora en la vida de pareja y este ruido resulta sucio y demoledor. Este ruido del desamor nos enceguece, nos debilita, nos estupidiza y nos paraliza para reflexionar y actuar en consecuencia. A este ruido hay que desterrarlo intentando rescatar el tesoro incombustible de nuestro amor. Y es que el amor es el objetivo y es la estrategia. El amor es el arma más poderosa con la que cuenta la pareja, aún en lo que se puede llegar a considerar la temida "fase terminal" de su relación. Confío en que sepan ustedes excusarme que cite a esos filósofos masivos de la cultura pop que
Amor en tiempos de
Pág. 8
fueron los Beatles, pero es que ellos tuvieron razón al afirmar, cantando, que "all you need is love", lo que en buen cristiano significa que "todo lo que tú necesitas es amor". Pues sí: el amor, esa palabreja de apenas 4 letras, tiene una trascendencia vital en nuestras existencias y debemos luchar por él a brazo partido -y a capa y espada- tal y como en las mejores novelas de caballería. ¿Por qué creen ustedes que el amor es el gran protagonista eterno de cuanta canción, libro y película triunfa masivamente en nuestro planeta? El amor es el motor y la gasolina. El amor es el descubrimiento del fuego y la invención de la rueda y la piedra filosofal que transforma el plomo de nuestras simples y mundanas vidas aburridas en el oro y diamantes que es la pasión de los enamorados. ¿Por qué la gente lucha con tanto ahínco y desesperación por recuperar el amor perdido, el amor que flamea pero que jamás llega a extinguirse por completo? ¿Por qué los seres humanos tenemos esa dependencia tan extrema con el amor? ¿Por qué los hombres y mujeres somos "amorhólicos"? ¿Por qué la gente es adicta al amor? ¿Por qué el amor resulta una droga tan poderosa, adictiva, intoxicante e irrenunciable? A mí se me ocurre una única respuesta: y es que el amor forma parte esencial de nosotros. El amor es nuestro principal ingrediente. El ser humano ha sido creado con amor, mediante un acto tumultuoso y poderosísimo de amor divino.
Amor en tiempos de
Pág. 9
¿Les parece poca cosa? Entonces lo que quiero decirles a quienes están leyéndome es que este libro va de amor. Este libro es sobre el amor y sobre cómo recuperarlo, cómo luchar por él, cómo acrecentarlo y alimentarlo y cuidarlo y quererlo. Y este libro está dedicado especial y específicamente a la pareja humana. A ella y a él. A ella con él. A los dos. A ambos. Juntos y revueltos, con sus diferencias y peculiaridades maravillosas. Con su potencial. Con sus prodigios cotidianos. Con sus peleas y sus reconciliaciones. Con sus besos, sus abrazos y sus arrumacos. Con sus risas y con sus lágrimas. Este libro está dedicado a la pareja con todo. A la pareja que lo quiere todo y que lo puede todo y que lo intenta todo por recuperar su amor. A la pareja que perdona y bendice su vida con amor. Este libro va dedicado a la pareja que, aunque alguna vez se "expareje", pues se proponga emparejarse de nuevo, una y otra vez, hoy y mañana también. Vamos a revisar, en las próximas páginas, por qué generalmente hacemos daño a las personas que más amamos en el universo y a quienes no tenemos la más mínima intención de lastimar ni ofender ni irrespetar. Vamos a revisar por qué cada miembro de la pareja nos cuenta una versión tan distinta de su vida en pareja, de sus culpas y responsabilidades, de sus valores y desaciertos. ¿Se tratará, acaso, de ese animalito asustado y empapado por la lluvia que es el amor herido? Permítanme recordar ahora y aquí a
Amor en tiempos de
Pág. 10
otros románticos incurables (los Bee Gees) que cantaban "cómo curar un corazón herido". También vamos a ver por qué san Pablo nos hablaba -muchos siglos atrás- del amor desinteresado, no egoísta, que no espera nada ni pide nada. Es ese amor en estado puro, como la energía, que nutre y rescata y salva a la pareja humana. Ya que el amor de pareja es un amor maduro y solidario, fuerte y duradero. Un amor con vocación de amar que se nutre y crece amando. Un amor que se ejercita en el amor incesante, cotidiano. Un amor que despierta todos los días y respira y suda y se esfuerza. Es el amor que sacia su sed justamente en la fuente del amor. El amor de pareja es un amor apasionado, pero racional. Un amor sustentable en el espacio y en el tiempo. Un amor que se construye y se trabaja y se fortifica. Para que dure y se prolongue en nuestra vida y crezca con nosotros. Un amor de pareja con instinto de supervivencia, dotado con inteligencia emocional para adaptarse y convivir exitosamente. Un amor con resabios jóvenes, pero que está dispuesto a envejecer con nosotros, junto a nosotros. Un amor que acepta con sabiduría (que no resignación) las canas y las arrugas, la madurez y el cúmulo de experiencias (lo que nosotros los psicólogos denominamos elegantemente "repertorio de conducta"). Es, ahora más que nunca, el amor en tiempos de internet y los prodigios de la ciber-tecnología.
Amor en tiempos de
Amor en tiempos de
Pág. 13
2- CONFIRMADO NEUROLÓGICAMENTE: EL AMOR SÍ ES CIEGO En pleno proceso de revisión de este libro con mi editor de estilo, gracias a la prensa digital me entero de la confirmación de una sospecha atávica: neurológicamente hablando, el amor sí es ciego. Pues así es: recientísimas investigaciones sobre el funcionamiento del cerebro sostienen que las personas que están legítimamente enamoradas pierden la capacidad de criticar a sus parejas; es decir, se vuelven incapaces de objetivar sus defectos, lo que viene a validar científicamente aquel popular refrán que asegura que "el amor es ciego", efectivamente. La neurobióloga Mara Dierssen, investigadora del Centro Español de Regulación Genómica, explica que ante determinados sentimientos, se activan las mismas regiones del cerebro. Lo más curioso del caso es que, simultáneamente a esta estimulación que se produce en las mismas regiones cerebrales, en ambos tipos de amor (el maternal y el romántico) se "desactiva" la zona del cerebro encargada del juicio social y de
Amor en tiempos de
Pág. 14
la evaluación de las personas. Se suprime, entonces, la capacidad de criticar a los seres queridos: "al enamoramos, perdemos la capacidad de criticar a nuestra pareja. Los estudios que desde hace décadas se efectúan para conocer el complejo funcionamiento del cerebro están aportando en este mismo instante datos tan novedosos como sorprendentes en el terreno del amor, que siempre resulta tan extremadamente subjetivo. Estos avances están contribuyendo a responder a preguntas tan esenciales y enigmáticas como qué pasa en nuestro interior cuando nos enamoramos, qué sucede en el cerebro o por qué sentimos -o no- deseo sexual por determinadas personas. El diccionario de la Real Academia Española define el amor como "un sentimiento intenso del ser humano que, partiendo de su propia insuficiencia, necesita y busca el encuentro y unión con otro ser". Para la neurobióloga Dierssen el amor es algo infinitamente más simple: "una adicción química entre dos personas". Afirma esta investigadora que cuando existe enamoramiento de verdad se dan, en mayor o en menor medida, una serie de circunstancias comunes como la atracción física, el apetito sexual o el apego duradero. Estos sentimientos desencadenan en nuestro interior un conjunto de alteraciones químicas que generan sustancias como la dopamina, responsable de la sensación de atracción, o la serotonina, implicada en los pensamientos obsesivos. El análisis de la actividad neurológica humana ha permitido constatar que el cerebro de hombres y mujeres funciona de manera diferente en cuanto al amor y los diferentes niveles de apetencia sexual tienen
Amor en tiempos de
Pág. 15
una explicación científica: "se ha descubierto que existen diferencias entre géneros, de manera que el hombre es más genital, tiene un apetito sexual más constante, mientras que la mujer resulta más dependiente de la afectividad", concluye Dierssen. 3- JORGE Y RITA: UNA CIBER-PAREJA DE CARNE Y HUESO Rita y Jorge se conocieron durante una sesión de chateo en internet. Rita estaba esa tarde en la oficina sin nada de trabajo pendiente y decidió entrar en una sala de chateo para matar el tiempo que le restaba hasta el final de la jornada laboral. En este chat-room estaba conversando cordialmente sobre cine con Mario, Pedro, Jorge e Isabel. Todos provenían de diferentes países: Venezuela, México, Costa Rica y España. En un momento determinado, todos se van despidiendo y quedan únicamente chateando Jorge y Rita, hasta que el reloj del trabajo de ella marca puntualmente la hora de salida. Una semana más tarde, Rita y Jorge vuelven a coincidir en el mismo chat-room sobre cine. Esta vez no están "presentes" Mario, Pedro ni Isabel, sino media docena más de aficionados al séptimo arte. Sin embargo, no es hasta la cuarta "coincidencia" de Jorge y Rita en la sala de chateo cinematográfico cuando ambos deciden "irse" a un salón "privado" de conversación. Allí, animados por la fluidez de su interacción cibernética, pues intercambian las direcciones de sus respectivos correos electrónicos. Ya, al día siguiente, Jorge y Rita están escribiéndose al e-mail de cada quien. Por la manera correcta cómo redacta, ella presupone que Jorge es un hombre
Amor en tiempos de
Pág. 127
ÍNDICE (menú principal) 1-
DE QUÉ VA ESTE LIBRO..................................
2-
CONFIRMADO NEUROLÓGICAMENTE: EL AMOR SÍ ES CIEGO.................................... 13 JORGE Y RITA: UNA CIBER-PAREJA DE CARNE Y HUESO........... 15
3-
3
4-
LAS BASES ESTRUCTURALES DEL AMOR........... 19
5-
EL IMPERATIVO DE AMAR...............................
6-
¿SOY YO QUIEN CONDUCE MIS SENTIMIENTOS?...................................... 47
7-
SI ROMEO Y JULIETA NO SE HUBIESEN ENVENENADO DE AMOR........
. 89-
35
57
QUÉ TE CUENTO DE LA VIDA EN PAREJA: UNO, DOS, ESTRÉS........................................ 61 BLANCA Y RADIANTE VA LA NOVIA..................
79
10- EL NOVIAZGO COMIENZA CON UN "NO"...........
87
11- TRES SÍLABAS QUE DEFINEN A DOS INDIVIDUOS.......................................
92
12- ¿LE HAS DECLARADO TU AMOR A ALGUIEN POR MEDIO DE YOUTUBE?.............. 103 13- LA PAREJA ESTÁ DESNUDA............................. 107 14- VISTIÉNDONOS CON EL TRAJE DEL AMOR......... 113 15- SEXO DIGITAL: ¿CIBER-SODOMA Y TECHNO-GOMORRA?.................................... 118 16- GLOSARIO..................................................... 124
Amor en tiempos de