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A n g el A b a d
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P rologo La pareja contemporánea se ve asediada por múltiples vicisitudes de índole variopinta. El primer paso de una pareja consolidada es comprenderse mutuamente y asumirse como el ente bipolar que encarna cada uno de sus componentes. La pareja humana es un micro-universo que convive rodeada por toda una biodiversidad de tantos otros micro-cosmos. ¿Cómo lograr no impactar contra alguno de ellos y evitar colapsar dentro de esta tupida maraña de emociones? La pareja humana cuenta con el arsenal explosivo -expansivo- del amor. Y el amor de pareja es un arma de grueso calibre. El amor es, nunca menos, un campo minado de emotividades polivalentes. Por ello es que insisto en que el caudal amoroso debe ser "canalizado" por cauces idóneos: el diálogo interactivo que nos rescata oportunamente de la incomunicación generada por el hastío cotidiano, por la rutina, por la hiperactividad laboral, por los cibermedios. La pareja coetánea es la pareja de este tercer milenio bendito y prodigioso. Se trata de un par de individuos interconectados a otros tantos "pares" que figuran entre sus "contactos" del correo electrónico y del Messenger. Es una pareja sobreviviente en un océano incesante de "mensajes de texto, de voz, de videos". Son oleadas y hasta "tsunamis" de datos que corren bidireccionalmente ocasionando estragos. Nadie, nunca antes, se había visto sometido a tal cantidad de información desbordante. Nuestra pareja contemporánea ya se acostumbró a sortear, salpicándose, esta hemorragia de asedios virtuales. ¿Cómo, dónde y cuándo va a lograr un oasis de intimidad esta pareja del siglo XXI? ¿Cuáles, entonces, son las claves para subsistir a tanto ruido imperante, circun-
6 dante, indiscriminado? La pareja actual se ve obligada a aprender a comunicarse por gestos privados, por señas cómplices, por guiños, mimos, caricias, miradas, palabras encriptadas. Es el nuevo lenguaje del amor que se abre paso entre la turbamulta consuetudinaria del trabajo, estudio, vecinos, amigos, parientes y responsabilidades. El ritmo de vida moderno nos ha venido sobrecargando con un horario humanamente insostenible. Tenemos que aprender a hacer una pausa y reflexionar; hacer una pausa para poder recobrar el aliento e intentar reconocernos -a nosotros mismos- en el espejo…
Sinceramente, Dr. Ángel Abad.
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1- D e in dividuos y parejas: O te acercas o te alejas Este libro va de individuos y de parejas. Este libro gira en torno a parejas de individuos: una y otro, ella y él, lector y lectora, parte y contraparte, flujo y reflujo. La pareja constituye, simultáneamente, la marea y la cresta de la ola. Como he señalado en libros anteriores, la pareja es una suerte de nano-sociedad con comunidad de intereses y pasiones. La diferencia esencial entre parejas es que algunas son disfuncionales y las demás semejan ser emocionalmente efectivas. Ya nos iremos adentrando oportunamente en el tema, intentando esclarecerlo y deconstruirlo. Como ya ustedes saben que yo soy un cinéfilo consumado que acostumbro a usar referencias fílmicas, quiero recomendarles un "dúo" de películas que abordan y profundizan inteligentemente el tema incombustible de la pareja humana. La primera, en tono de comedia, es "Annie Hall" escrita, dirigida y protagonizada por ese neurótico entrañable que es el neoyorkino Woody Allen-. Esta película fue titulada en español como "Dos extraños amantes". El segundo filme en cuestión pertenece al intenso cineasta y dramaturgo sueco Ingmar Bergman. En los países hispanoparlantes se tituló "Escenas de la vida conyugal" o "Secretos de un matrimonio", aun cuando su título original es "Scener ur ett äktenskap", en absoluta clave de drama, cuando las parejas encienden la temible maquinilla de la destrucción sobre sus cabezas. Es una densa película protagonizada por ese par de soberbios maestros histriónicos que son, han sido y serán Liv Ullman (ex-pareja de Bergman) y Erland Josephson, actor fetiche del director.
8 Se exhiben, pues, dos visiones distintas -aunque no distantes- de la pareja. El lector y la lectora deben decidir con cuál de ellas se identifican, sintiéndose cómodos en su presenciar; a cuál le temen; a cuál aspiran y a cuál no, pudiendo definir y re-elaborar su propio modelo de pareja: esa es la idea que nos mueve en este libro. ¿Recuerdan aquella añeja canción del grupo ibérico "Mocedades", quienes con un virtuosismo vocal y un acoplamiento espléndido entonaban la siguiente estrofa: "eres como el mar, te acercas y te alejas y nunca me dejas; eres como el mar, ayer azul, mañana gris"? ¿No es acaso una soberbia y resonante definición de pareja?
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2- L a q uim ica del am or: Coctel m olotov de u n barm an lam ado cupido Comenzando por la duración de este escurridizo sentimiento romántico, Helen Fisher, antropóloga estadounidense experta en la química del amor, sostiene que las parejas humanas tienen una fecha de caducidad de apenas cuatro años. Transcurrido ese tiempo, el amor queda reducido a los vestigios de un recuerdo memorable. Cuarenta y ocho meses son el tiempo que necesita una cría humana para ser suficientemente independiente y que alguien que no sea ni papá ni mamá pueda ocuparse de ella. En consecuencia, a partir de ahí ya no es estrictamente necesario que los padres sigan juntos. Y la sabia madre naturaleza -que lo tiene todo calculado- ha determinado que, transcurrido ese lapso de tiempo, los niveles de dopamina desciendan drásticamente tanto en hombres como en mujeres, de manera que la fascinación ciega del principio se va enfriando y apaciguando.
9 Pecando de simplista, se puede decir que la dopamina es la responsable de esa especie de vértigo que provoca estar junto a la persona amada (o pensando en ella, recordándola, extrañándola, deseándola). Cuando este neurotransmisor entra en acción proporciona mucha energía emocional, generando estados de euforia asociados a lo que psicológicamente denominamos "mecanismos de recompensa". De hecho, muchos estudios indican que para el cerebro- el amor es equivalente al chocolate (que, entre sus componentes, posee anandamida, también presente en el cannabis sativa). En todo caso, lo que se activa son los "centros neurológicos de recompensa" y la descarga química que se produce lleva fundamentalmente dopamina. Sin embargo, en la fase de atracción erótica interviene también la adrenalina -responsable de los sudores y palpitaciones- y otro neurotransmisor muy interesante por sus implicaciones: la serotonina. Se sabe que la serotonina está relacionada con un buen número de patologías psiquiátricas, entre ellas el trastorno obsesivo compulsivo. De allí que se compare el amor con un estado de locura. Pero además es el objetivo principal de los antidepresivos de la familia del Prozac; por esta razón, Fisher considera estos fármacos como auténticos filtros anti-amor y antideseo. Si se cambia el enfoque bioquímico por el psicológico, las cosas se aprecian de manera diferente, aunque en el fondo tienen muchos puntos en común. El psiquiatra austriaco Carl Jung describió ese estado de embriaguez absoluta como el efecto que produce la proyección del ánima sobre la persona amada. ¿Qué rayos significa esto? Pues sencillamente que todo hombre tiene un lado femenino dentro de sí y toda mujer tiene una parte masculina. El asunto es que todo el mundo aspira a completarse, de ahí lo de la media naranja, la contraparte, la bíblica "costilla de Adán", la pareja de Julieta. De modo
10 que cuando encontramos a alguien que parece "encajar" dentro de nuestro rompecabezas mental, inmediatamente proyectamos -y reconocemos como parte inherente de nosotros- la imagen sublimada de lo femenino o de lo masculino que nos complementa a cada sexo. Lo que está claro es que en ese momento no percibimos realmente a la persona que tenemos enfrente, con sus virtudes y defectos, sus miedos y determinaciones. Lo que "vemos" es la proyección de nuestras propias expectativas (deseos, sueños, en cuanto al perfil de nuestra pareja idealizada). Aunque después de un tiempo que varía en cada quien, comienza a ser evidente que la persona que duerme al nuestro lado no es "aquella" que imaginamos inicialmente en estado de vigilia. Y la realidad reaparece y entra en juego la oxitocina, esa dichosa y pertinente hormona del amor. Cuando la dopamina y su parafernalia de enamoramiento desbordante se retiran del terreno de juego, interviene la que se conoce como la hormona del amor, encargada de crear un vínculo sólido y estable entre ambos miembros de la pareja. Existen experimentos con perros salvajes que hablan por sí solos. Estos animales son extraordinariamente fieles y permanecen con la misma pareja toda la vida, pero si se les bloquean los receptores de oxitocina buscan a un ejemplar del otro sexo para el apareamiento, y después, a otro y a otro y a otro. En realidad, esta hormona se segrega no sólo cuando se establecen relaciones de pareja, sino en otros tipos de contactos afectivos. Es particularmente importante entre madres y bebés. En el momento del parto, el contacto de la piel de la parturienta con la piel del neonato estimula la producción de la hormona y, consecuentemente, la creación del lazo materno-filial. En las parejas, el contacto físico estimula la secreción de oxitocina. Pero no todos los investigadores del amor dan la misma importancia al coctel bioquímico. El doctor John
11 Gottman -matemático, físico y psicólogo especializado en investigaciones focalizadas sobre la conducta de la pareja humana- afirma que no hay que refugiarse exclusivamente en la bioquímica para justificar los comportamientos amorosos. "Eso de echarle la culpa de nuestra conducta a las hormonas es una excusa irresponsable", declara el doctor Gottman, quien ha desarrollado, tras décadas de experiencia profesional, un método de observación que le permite diagnosticar la funcionalidad de la pareja, "presenciando" una interacción de ese hombre y esa mujer durante un tiempo aproximado de una hora. Analizando la expresión facial, el lenguaje corporal y las expresiones verbales (sopesando la cantidad de frases asertivas sobre las dubitativas o las tajantemente negativas), este psicólogo estadounidense acierta su valoración de la efectividad emocional de la pareja objeto de estudio en una elevadísima proporción del 90%, John Gottman además ha descubierto que todas las parejas tienen un patrón característico de comportamiento, una especie de sello o impronta que se reitera siempre. El método consiste en plantearle a la pareja que le cuenten cómo se conocieron. En ese relato sale a la luz el tipo de interacción que existe y la forma en la que uno percibe al otro. Este "científico del amor" ha identificado lo que denomina los cuatro jinetes del Apocalipsis (aspectos devastadores en una relación): la crítica, estar a la defensiva, la incomunicación y -el más destructor de todos- el desprecio. Un dato más que demuestra los efectos perniciosos de este último: se ha observado que el hecho de que alguien a quien se ama exprese desprecio produce un impacto negativo sobre el sistema inmune de su pareja. Para Gottman, una de las claves más resaltantes para tener éxito en la interacción amorosa consiste en mantener un interés profundo y legítimo por el otro. Nada más. Nada menos.
12 El polémico teólogo europeo Teilhard de Chardin proclamaba que "(con)movidos por la fuerza del amor, fragmentos del mundo se buscan entre sí para que pueda haber un mundo". ¿Cómo elegimos, cómo seleccionamos el "fragmento del mundo" con "quien" ensamblarnos funcionalmente? Las evidencias científicas apuntan que las mujeres seleccionan al compañero por el olor de su sistema inmune. La evolución las ha equipado con los mecanismos que permiten detectar el macho más adecuado a ellas: ni demasiado distinto para que no se produzcan rechazos en la fecundación, ni demasiado parecido porque significaría un empobrecimiento de la genética. Otros estudios -como los del Instituto de Etología Urbana en Viena- sugieren que las mujeres buscan hombres muy masculinos para la fecundación, pero prefieren los varones con más características femeninas como compañeros de vida. La razón es que los primeros tienen, en general, una buena genética y son fértiles, pero la fidelidad no es lo suyo. Por el contrario, los segundos presentan una tendencia resaltante a ser buenos padres y esposos, aunque no sean los más dotados ni los más hábiles de la especie (en estrictos términos de supervivencia, pero no de eficiencia emocional). Los criterios de (s)elección masculinos también están teñidos por la búsqueda de mujeres sanas y fértiles. De ahí que algunas investigaciones hayan indicado que las mujeres con cuerpos ondulantes, es decir, con una cintura marcada en relación a las caderas, estén extremadamente demandadas. La relación cadera-cintura se considera un signo de salud reproductiva. De cualquier modo, siempre es útil rememorar las palabras de Jung: "el encuentro de dos personalidades es como el contacto de dos sustancias químicas: se produce alguna reacción y entonces ambas se transforman". En la Universidad escocesa de Saint Andrews han llegado a la conclusión de que -en la sociedad occidental-
13 la atracción hacia el otro es una variante más del narcisismo. Los investigadores han observado que "las personas que más nos gustan son las que más se parecen a nosotros", lo que no resulta para nada sorprendente, dad su lógica contundente. En un estudio, el equipo científico manipuló las fotos de los propios participantes para "transformarlas" (por efecto de photoshop y otro software de intervención gráfica) en una persona del sexo opuesto. Así, cuando tuvieron que elegir, la mayoría de los participantes mostraron su preferencia por la foto travestida de sí mismos.
3 - B rev e test de eficien cia em ocion al Responda sinceramente a los siguientes enunciados, obedeciendo el orden establecido. En cada caso, seleccione una sola respuesta. 1- ¿Cuáles emociones mías logro reconocer?: A- miedo B- cólera C- tristeza D- alegría E- todas mis emociones 2- Alcanzo a identificar el desencadenante de mis emociones: A- siempre B- casi siempre C- a veces D- casi nunca E- nunca 3ABC-
Trato de conciliar mis diferencias personales: siempre casi siempre a veces
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IN DIC E PRóLOGO.........................................................
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1- DE INDIVIDUOS Y PAREJAS: O TE ACERCAS O TE ALEJAS............................. 2- LA QUÍMICA DEL AMOR: COCTEL MOLOTOV DE UN BARMAN LLAMADO CUPIDO........................................... 3- BREVE TEST DE EFICIENCIA EMOCIONAL............................ 4- SURREALISMO ROMÁNTICO: ¿ROMANTISURREALISMO?............................... 5- SEXO Y ROMANCE: EL RIESGO DEL UNO SIN EL OTRO................... 6- EL COEFICIENTE ERóTICO DE LA PAREJA.................................................. 7- PAREJAS BAJO LA LUPA DE SHERLOCK HOLMES.................................... 8- EL AMOR Y EL SISTEMA INMUNOLóGICO..........................
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9- SENTIMIENTO MASCULINO Y EMOCIóN FEMENINA.................................... 10- MORADOS DE AMOR: DOS ENAMORADOS......................................... 11- HOMBRES Y MUJERES MÁS ALLÁ DEL JUEGO DE ROL.........................
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12- ¿FLEXIBILIDAD FUNDAMENTALMENTE FEMENINA?..................
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13- ES EL AMOR QUE TOMA CUERPO...............
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14- DINÁMICAS DE PAREJA............................ 15- PAREJAS SOBREVIVIENTES DEL TERCER MILENIO.....................................
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16- ¿DóNDE FUE A PARAR NUESTRA LUNA DE MIEL?............................... 17- LOS "DESPAREJADOS" SON MÁS VULNERABLES A LAS ENFERMEDADES Y A LA DESAZóN................................................ 18- LAS CUATRO LETRAS "P" DE LA PAREJA FUNCIONAL.............................. 19- PALABRAS OPORTUNÍSIMAS DE PÍO XII Y JUAN PABLO II..........................
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