Gerardo Solís Díaz
VALORES PARA LA VIDA
“MIREMIENTOS” DE UN CAMINADOR
Valores para la Vida. “Miremientos” de un Caminador
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Valores para la Vida. “Miremientos” de un Caminador
Índice general
Pag. PRÓLOGO 9 CONVERSANDO 10 Reflexión 12 FRENTE AL CAMINO 13 LA ESPERANZA Entusiasmo - Constancia - Decisión Los dos pies En la caja de manzana Reflexión
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TRANSPARENCIA Veracidad - Honorabilidad - Honestidad Ilusión Blanqueando Reflexión
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AUTOCONOCIMIENTO Ponerse en lugar del otro - Autoestima - Autocontrol La búsqueda La moneda falsa Reflexión
20 20 21 22
LA VIRTUD Perfección - Unidad de los detalles - Honestidad La mercancía Reflexión
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LA ÉTICA Y LA CIUDADANIA Decencia - Honorabilidad - Compromiso Los propósitos Las elecciones Reflexión
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LO ESENCIAL Discernimiento - Sencillez - Equilibrio En el banquete El dulce El concurso Reflexión
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LA RECTITUD Verdad - Severidad - Firmeza La sombra La misión Reflexión
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LA COOPERACIÓN Ayuda Mutua - Solidaridad - Unión En el túnel obscuro Los árboles altos La miga de pan Reflexión
38 38 39 40 40
LA ESPERANZA Confianza - Fe Alegría - Interior La sed La trampa La selva Reflexión
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LA PAZ Respeto - Tolerancia - Armonía Interior
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Soñaban mi vida La batalla Reflexión
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NECESIDAD DE CAMBIO Y SUPERACIÓN Determinación - Renovación - Sentido del Propósito Las dos maletas El nuevo deporte El baile Perfiles Reflexión
50 50 51 52 52 52
LA VERACIDAD Autenticidad - Honestidad - Transparencia La marea Decisiones Los porteros Reflexión
54 54 55 55 56
CONSERVACIONISMO Cuidado de la Naturaleza - Reciclaje - Consumo Responsable La montaña Sequía Reflexión
58 58 58 59 60
LA TOLERANCIA Aceptación del otro - Respeto - Justicia Barriendo la casa La línea Dos quintales de hielo Reflexión
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PRUDENCIA Paciencia - Discreción - comprensión
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La competencia El viento y las rosas Aconsejando Reflexión
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LA AMISTAD Amor - Solidaridad - Entrega La máquina oxidada Habitación iluminada Los compadres Reflexión
69 69 70 71 72
LA TRADICIÓN Heredad - Transcendencia - Idealismo El cuartito Partiendo para el reencuentro Al final del camino Reflexión
74 74 75 76 76
GUÍA PARA EL DOCENTE Pintura creativa Dramatización Resolución de preguntas El taller Debate Foro Mesa redonda Tutorías Elaboración de textos La relatoría –ensayo–
78 78 80 80 81 81 82 83 83 84
Valores para la Vida. “Miremientos” de un Caminador
PRÓLOGO El ilustre magistrado Gerardo Solís Díaz usando su sabiduría popular ofrece en esta obra “Miremientos” de un caminador…reflexiones de una vida en cuentos cortos”, un trabajo para impulsar la sabiduría en búsqueda de una sociedad con principios cristianos de amor, bondad, solidaridad y construcción responsable de una cultura ciudadana. Uno a uno, sus relatos invitan a la reflexión sobre principios que todo buen cristiano debe practicar. Su simplicidad para la comprensión y sus moralejas lo hacen fácil para que los niños y adolescentes puedan leerlo, para que los padres puedan compartirlo en familia, también para que los maestros lo involucren en su práctica educativa dentro del aula, porque las reflexiones que acompañan los relatos tienen un componente además de ético y religioso, de mención sobre autores y obras clásicas de la filosofía. Este aporte erige la obra como un excelente recurso para la educación en los distintos niveles de enseñanza, más aún, el componente final realiza un aporte puntual con algunas estrategias didácticas y pedagógicas. “Miremientos” de un caminador…es una obra propicia para incorporar dentro de las lecturas recurrentes y alternativa en la educación de cualquier tiempo en la vida del ser humano, y será un gran aporte para el camino de la vida que se avecina, recordando que dentro de cada persona yace un potencial definitivo para iluminar al mundo de una mejor manera. La obra en sus manos se ofrece como dádiva para ser leída, reflexionada… también vivida. P. GUSTAVO NOVA NOVA San Pablo Ediciones de Venezuela Director
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CONVERSANDO
Un día cualquiera, como todos los demás, caminaba divagando con mi sombra, cuando al pasar por un puente sobre un cristalino lago, miré que el reflejo de mi ser se nos coló en la conversación y por no ser descortés me detuve para conversar con él. —¿De qué hablan? —Nos preguntó—. —Le buscamos nombre a un libro —le dije—. —Al libro de nuestro andar —dijo mi sombra—. 10
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— ¿Un libro de qué? —De cuentos —le dije—. —Y cortos —dijo mi sombra—. —¿Y cómo le han de llamar? —inquirió—. —No sé, “miremientos” —le respondí—. —«De un caminador» —agregó mi sombra—. —¡“Miremientos”!, por Dios que no saben hablar, esa palabra no existe —nos dijo en tono burlón—. —¡Que no existe! No es suficiente prueba de su existencia que la acabo de utilizar y tú amigo mío acaso existes, sino eres más que un momentáneo reflejo de mi vida —le contesté—. —¡Bueno, bueno! ¿Y qué pretendes significar con “miremientos”? —¡Nada más que los pensamientos que me sorprenden al mirar! Y añadió mi sombra: —Para satisfacerte, te diré que viene del verbo “miramientar” que significa pensamientos y sentimientos recogidos por la mirada al caminar. —Ustedes, sí que son ignorantes —dijo el reflejo de mi sombra que ahora intervenía en la conversación—. —Ignorantes porque ignoramos lo que conocen o porque ignoran lo que conocemos —les contestamos al unísono—. —¿Y ya lo escribieron? ¿Dónde está? —preguntaron impacientes—. —Aún no, para ello debemos empezar a mirar y a pensar— les dije—. —Y a sentir y andar —añadió mi sombra—. Nos despedimos de mi reflejo y su sombra y seguirnos caminando. En memoria de aquella conversación hemos titulado nuestro libro: “MIREMIENTOS DE UN CAMINADOR…REFLEXIONES DE UNA VIDA EN CUENTOS CORTOS”. Valores para la Vida. “Miremientos” de un Caminador
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Reflexión Las personas que se dan el espacio para hablar consigo mismas pueden llegar a conocerse. En el diálogo interior trazan grandes proyectos, saben de sus necesidades, descubren cuál es la intencionalidad de sus acciones, se prometen mejorar, reconocen sus errores, se perdonan y perdonan a los demás. En el silencio interior descubren la voz de Dios que les puede hablar. Estos espacios son indispensables para el crecimiento personal en un mundo donde el silencio interior para este diálogo se ve ocupado por el ruido externo. Tenemos miedo de encontrarnos y saber de nosotros mismos, y si el miedo triunfa, perdemos la oportunidad para poder crecer, para poder conocernos en la interioridad de nuestra reflexión. Puede que los demás no comprendan la actitud del silencio, más aún, no pueden comprender el nuevo significado que la vida de una persona en determinado momento comienza a realizar. Porque lo común y socialmente aceptado son aquellas convenciones de comportamiento que no conducen más allá del significado ya asignado para las palabras y las acciones. Se hace por tanto indispensable que las personas piensen en darle nuevo significado a la vida, como “miremientos” que, siendo una palabra desconocida hasta el momento de su construcción, como concepto a partir de su creación comienza a designar los pensamientos que sorprenden al mirar, los nuevos y mejores horizontes que la vida depara para aquellos que se detengan a darle su nuevo significado. ¿Cuánto tiempo dedicas a la reflexión sobre tus actuaciones? ¿Cuántos proyectos de crecimiento personal has trazado y concretado felizmente? ¿Cuánto tiempo dedicas para encontrarte con Dios en la tranquilidad del silencio? ¿Cuál es el significado de tu vida?
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FRENTE AL CAMINO Frente a mí está el camino que voy a recorrer. No alcanzo a verlo todo. Sé que es un largo camino lleno de sorpresas y misterio. Me siento inseguro, temeroso, pequeño e intranquilo. No sé si sabré qué dirección tomar. Tampoco sé si podré recorrerlo todo. Ignoro cuánto andaré. Quisiera que lo importante no fuese la distancia sino por dónde y cómo haya de andar. Tiemblo por dentro, pues no sé si podré sobrepasar los obstáculos con que me tropezaré. Estoy solo, adelante veo mucha gente caminando, unos solos y otros en grupo. No sé si caminaré acompañado o solo, como quiera, aquí estoy frente a mi camino, he de andar y lo haré brindando lo mejor de mí. Valores para la Vida. “Miremientos” de un Caminador
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LA ESPERANZA Entusiasmo - Constancia - Decisión
Los dos pies Sentado en un mirador frente a la montaña más grande del mundo, conversaba con un amigo mientras veíamos a cientos de miles de hombres en vano intentando escalarla. Jamás hombre alguno había logrado llegar a la cumbre. —¿Algún día lo harás?, —le pregunté—. —Sí, creo que lo intentaré, por eso vengo diariamente a vera los demás tratar, así puedo aprender de quien más alto ha llegado. Repentinamente un anciano que estaba en la mesa contigua se volteó hacia nosotros, nos interrumpió y dijo como si hubiese estado conversando con nosotros largo rato. —Jovencitos, en primer 14
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lugar las cosas en esta vida no se intentan, se hacen o no se hacen. Los fracasados, —prosiguió diciendo mientras regresaba la vista a la montaña— siempre dirán “yo lo intenté”. El triunfador, —y nos volvió a mirar—, dirá “yo lo logré”. Hizo una pausa, tomó un sorbo de agua y continuó diciendo con la mayor calma. —En segundo lugar, el día que ustedes se decidan a hacerlo, si quieren lograrlo no olviden dar el primer paso apoyándose con toda su fuerza en el pie derecho, y luego en el momento oportuno apóyense en el izquierdo con la misma fuerza. Regresó la vista a la montaña y tomó otro sorbo de agua con la misma tranquilidad. Mi compañero mirando la montaña me dijo:—“Mañana en la mañana la subiré”. Al día siguiente en la tarde, el pueblo entero había erguido en honor a mi amigo una estatua que tenía dos inscripciones. La primera decía: “Al único hombre que subió la montaña en dos pasos, con el primero llegó a la mitad y con el otro a la cumbre”. La otra inscripción era para el resto de la humanidad y rezaba así: “Todo Hombre tiene dos pies igualmente fuertes; con el uno te apoyarás cuando seas el más importante, el más grande, cuando el mundo gire alrededor tuyo, y con el otro pie te apoyarás con idéntica fuerza cuando seas el más insignificante, el más pequeño, cuando gires alrededor de los demás”. Sonreí mientras recordaba las palabras del anciano: —“Te apoyarás en uno con toda tu fuerza y en el momento oportuno te apoyarás con la misma fuerza en el otro”, y seguí caminando.
En la caja de manzanas En una tienda había varias cajas de manzanas. En una de esas cajas, las manzanas estaban podridas excepto una buena y madura. Al ver que ése no era su lugar, trató de salir de la caja, pero cuando hacía fuerza para empujarse hacia arriba aplastaba a las manzanas podridas, descuartizándolas. Como no quería lastimarlas y sabienValores para la Vida. “Miremientos” de un Caminador
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do que no podría salir sin hacerlo, decidió esperar hasta cuando el buen dependiente a bien tuviera tomarla de entre las dañadas para colocarla en el sitio que le corresponde. Este cuento lo he dejado exprofeso, sin final, para que tú que lo lees decidas la suerte de esa manzana madura.
Reflexión “Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida” (Jn 14,6)
A medida que se desarrolla un proyecto y se tiene en cuenta la tranquilidad que provoca el haberlo terminado, más se está seguro de haber tomado una buena opción. Las nuevas direcciones que se halle pertinente preferir, si la bondad y justicia son puestas como criterio para sortear obstáculos, en esta medida y a pesar del temor, sabremos andar solos o en compañía de otros, sabremos si continuamos por una ruta o nos obligamos a desviar, porque esa bondad y justicia en Dios hayan su razón de ser, luego, el desasosiego no nos intranquilizará porque Dios está a nuestro lado caminando con nosotros, haciéndose camino y apoyo en nuestros tropiezos. En su comienzo, todo proyecto encarna la duda y con ella las preocupaciones de su desarrollo. Pero una vez visualizado el fin, a pesar de lo misterioso y de las sorpresas que pueda tener, solo la bondad de las acciones de un camino por tierra firme asegura el éxito en su culminación. ¿Qué queremos con nuestros proyectos?¿Cuál es su justificación y bondad? ¿Cómo el proyecto aporta para nuestra felicidad y la de los demás?, entre otras, estas preguntas necesitan plantearse cuando se tiene delante un camino por recorrer.
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TRANSPARENCIA Veracidad - Honorabilidad - Honestidad
Ilusión Si en la inmensidad del mar hubiese alguna parte donde el agua por lo cristalina pudiese mostrarnos la belleza misteriosa que en su profundidad encierra, sentiría celos de tu mirada. Por lo sublime, majestuoso e imponente de tus ojos; por la tonalidad hermosa de su color que en la naturaleza misma no ha encontrado comparación, ni artista alguno ha podido imitar; por la claridad y perfección con que permiten admirar el maravilloso tesoro que posees dentro de ti; porque lo profundo de tu ser resplandece tan bello brillando a través de tus ojos, reflejando la más hermosa pureza que jamás ser alguno hubiese soñado para su alma. Y no podía ser de otra manera, por haber sido Dios quien pusiera su empeño en tan preciosa obra. Valores para la Vida. “Miremientos” de un Caminador
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Blanqueando No sé por qué razón el capataz de la granja les dio vestidos blancos a sus peones, quienes en su diario bregar iban acumulando suciedad en sus ropas. Por aseo personal al final de cada jornada de labores limpiaban sus atuendos. Mas algunos cuantos no se contentaban con asear el vestido sino que procuraban blanquearlo para quitarle manchas que acumulaban causando la impresión de suciedad. Había otros a quienes les era indiferente usar el vestido sucio o manchado. Un peón se enaltecía pues había logrado blanquear su ropa tanto que casi no había diferencia con la apariencia que tenía el día que por vez primera la usó. Los demás peones le alababan y él se crecía en orgullo. Su ropa lucía la más blanca que ellos podían imaginar. Esa noche el capataz tenía una recepción y uno de ellos llevaría la representación de todos. Por supuesto no hubo discusión; el del vestido inmaculado iría por ellos. Contento y orgulloso se presentó a la fiesta y para su sorpresa en medio de un salón perfecto e inimaginablemente blanco, miró que sus ropas no estaban blancas como él y todos sus compañeros creían. Con humildad y sencillez regresó a donde los demás peones, quienes no podían entender por qué ya no se jactaba de blancura, pues para ellos él llevaba el vestido del color más blanco que podían imaginar.
Reflexión “Si no puedes ser lo que eres, sé con sinceridad lo que puedas” Henrik Johan Ibsen
La pureza de quienes se preocupan por su crecimiento interior 18
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no puede ser un simple ejercicio de auto contemplación, tampoco el mostrarse sin antes conocerse en la interioridad, representa una sana costumbre. El ejercicio de auto conocimiento, conocimiento de los demás, de la naturaleza y de Dios va más allá de lo conceptualmente concebible. Nuestro interior no se puede definir, tampoco el de los demás, o las dinámicas de la naturaleza, más aún, querer abarcar el conocimiento de Dios es imposible por una vía puramente racional. La transparencia de nuestro interior no se encuentra con un fondo opaco, sino con el reflejo de una luz resplandeciente símil a la de Dios en su excelsitud. Lo que Dios puso en cada uno de nosotros se obliga a transparentar hacia los demás, porque, bondadoso y pulcro, sano y noble, lo mejor de nuestra existencia aflora si nos presentamos tal cual somos. En esa medida, el encuentro de un ser humano a través del diálogo, la convivencia, el trabajo o la simple compañía se hace fructífero y logra empatía. Ya no son dos individualidades, ni el ego oscuro que se muestra a los demás. Con la transparencia y la transparencia de los demás conociéndose el interior, las intenciones que motivan el obrar trabajarán en conjunto estrechando los lazos de hermandad consigo mismo, con los demás, con la naturaleza y desde luego con Dios. Lo que se es se refleja ante los demás. Si no se es transparente, los demás presienten nuestra opacidad. Si se es transparente, el tesoro de nuestro resplandor es inmediatamente captado por quienes de verdad nos aman. Vale la pena reflexionar y saber cuál es el tesoro que Dios ha puesto en nosotros y cuán transparentes son nuestras acciones para reflejarlo en nuestra vida.
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AUTOCONOCIMIENTO Ponerse en lugar del otro - Autoestima - Autocontrol
La búsqueda Me sentía triste y por tal razón salí de mi casa más temprano que de costumbre. Caminé por todos lados. Estuve en fiestas, asambleas políticas, en iglesias, universidades, hasta la naturaleza fui a ver. Estaba buscando algo pero me desesperaba porque no podía encontrar aquello que buscaba. Me consolaba al pensar que 20
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la búsqueda pronto acabaría, porque lo buscado debería encontrarlo en alguno de los pocos lugares que me faltaban por recorrer. Todo me desagradaba. No me sentía a gusto en ningún lugar, mas seguí andando. Malhumorado visité a ricos, pobres,niños, viejos, sabios, torpes y hasta borrachos. Dime con quién y en dónde, y te diré allí estuve. No hubo lugar por donde no hubiese caminado y gente con la que no hubiese estado. Mas todos parecían complacidos con lo que eran o tenían. Decepcionado me senté, y cuando más triste y derrotado me sentía, díjo me mi sombra: —He notado amigo mío, que eres poco observador; he estado en los mismos lugares que tú y no me siento aborrecido como tú. Inseparable compañero, no importa cuanto camines o donde vayas, allí siempre estarás. Lo que buscas no lo encontrarás fuera de ti, tú eres el insatisfecho y el triste, dirige tus pasos en dirección de ti. Recorre tus inquietudes, aspiraciones, temores, pensamientos y sentimientos, y llega a tu corazón donde estoy seguro encontrarás la paz, seguridad, felicidad y todo aquello que busques. Entonces te sentirás a gusto a donde quieras que te lleves—.
La moneda falsa Entré a una cantina a beber algo para refrescarme. El olor del aguardiente apestaba el salón entero. En una mesa, un apostador que jugaba a las barajas puso a circular una moneda falsa en pago por la apuesta que perdía. El adversario que, por su embriaguez parecía no percibir la pestilencia del licor y del tabaco, la tomó encantado y la dio en pago por lo consumido al cantinero, quien a su vez, la dio como cambio a uno que bebía en la barra. Esa noche la moneda circuló por el salón más que ninguna otra, mientras a carcajadas se reía de las demás porque cada hombre que la tomaba se fascinaba con ella al brillar hermosa.
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Al cerrar la cantina, la moneda quedó en manos del cantinero quien, antes de acostarse, como era su costumbre revisó todas las monedas a ver si alguna tenía un valor superior. La primera que tomó fue ésta, que se reía de las demás. Asombrado por su belleza, la miró con detenimiento por un momento y enseguida la arrojó a la basura. Ella, desesperada, lloraba la desdicha de su farsa, luego de haber sido reconocida.
Reflexión “«Noverim te, noverim me» “conocerte y conocerme” San Agustín de Hipona Soliloquium II, 1
En el templo de la antigua ciudad de Delfos aparecía la inscripción «conócete a ti mismo» invitando al hombre a buscar por la vía de la reflexión el conocimiento de su interior. La razón de ser de la persona está en el sentido de sus proyectos y en la autorreflexión puede encontrar el proyecto que Dios le comparte. Las búsquedas exteriores de sentido hacen al hombre dependiente de las circunstancias, de los demás y de alguna manera le atan en su pensar y obrar. Dado el conocimiento de sí mismo, la persona ya no piensa por otro y obra para lo otro, sino, encuentra la libertad que Dios quiere para él. Todo ser humano es grandioso pero necesita reconocerlo, necesita hacerlo consciente. Las circunstancias del mundo actual permiten que los hombres se olviden de sí mismos, se olviden de lo importante de sus relaciones con los demás, también olvidan a Dios.
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