“PAN DIARIO DE LA PALABRA” Misal mensual - Para vivir la liturgia diaria - Año XVIII - Nº 221 Octubre 2011 - Ciclo “A” Bs.F. 13.00 El Misal mensual es editado por San Pablo Ediciones de Venezuela Director: Ángel Vagnoni, ssp. spediciones@cantv.net publicaciones@sanpablo.org.ve Sub-Director: Martino Maccapani, ssp. spediciones@cantv.net publicaciones@sanpablo.org.ve Coordinación: July Zambrano Comentarios: Antonio Danoz, Redentorista Portada: Adrián Rodríguez Ilustraciones de los domingos: Hna. Teresa Castaño Corrección: July Zambrano y Clemencia de Crény Diagramación: Dora González Distribución: Telf: (0212) 963.68.81 - 963.65.19 Fax: 963.68.52 distribuidora@sanpablo.org.ve suscripciones@sanpablo.org.ve familiacristiana@sanpablo.org.ve Administración: Apartado de Correos 14.034 de Candelaria Telfs.: (0212) 576.76.62 577.10.24 - Fax: 576.93.34 cobranzas@sanpablo.org.ve Rif: J-00063835-7 Web site: http//www.sanpablo.org.ve Depósito Legal: pp 92-0517
CON LA APROBACIÓN ECLESIÁSTICA Nihil Obstat S.E. Manuel Felipe Díaz Sánchez, Arzobispo de Calabozo. Presidente de la Comisión de Liturgia de la C.E.V. Calabozo, 29 de Abril de 2011 Imprimatur S.E. Card. Jorge Urosa Savino, Arzobispo de Caracas Caracas, 9 de Mayo de 2011
PUNTOS DE VENTA DEL “PAN DIARIO DE LA PALABRA” Pedidos al Mayor: San Pablo Distribución: Telfs.: (0212) 963.68.81 - 963.65.19 - Fax: 963.68.52 E-mail: distribuidora@sanpablo.org.ve suscripciones@sanpablo.org.ve
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Calendario Litúrgico - Octubre 2011 - Ciclo “A” 1 de Octubre - Sábado, Santa Teresa del Niño Jesús, Virgen, M - Ba 4,5-12.27-29; Sal 68; Lc 10,17-24. 2 de Octubre - Domingo XXVII del Tiempo Ordinario /A - Is 5,1-7; Sal 79; Fil 4,69; Mt 21,33-43 - L.H.: 3ª Sem. del Salterio - Jornada Mundial del inmigrante. 3 de Octubre - Lunes, Feria o Memoria de S. Francisco de Borja, Presbítero - Jon 1,1–2,1.11; Sal (Jon 2); Lc 10,25-37. 4 de Octubre - Martes, San Francisco de Asís, Diácono, M - Gál 6,14-18; Sal 129; Lc 10,38-42. 5 de Octubre - Miércoles, Feria, XXVII Sem. del Tpo. Ord. - Jon 4,1-11; Sal 85; Lc 11,1-4. 6 de Octubre - Jueves, Feria o Memoria de San Bruno, Presbítero - Mal 3,13-20; Sal 1; Lc 11,5-13. 7 de Octubre - Viernes, Nuestra Señora del Rosario, M - Joel 1,13-15; 2,1-2; Sal 9; Lc 11,15-26. 8 de Octubre - Sábado, Feria o Memoria de Santa María en sábado - Joel 4,12-21; Sal 96; Lc 11,27-28. 9 de Octubre - Domingo XXVIII del Tiempo Ordinario /A - Is 25,6-10 Sal 22; Fil 4,12-17.19-20; Mt 22,1-14 - L.H.: 4ª Sem. del Salterio. 10 de Octubre - Lunes, Feria o Memoria de Sto. Tomás de Villanueva, Obispo Rom 1,1-7; Sal 97; Lc 11,29-32. 11 de Octubre - Martes, Feria, XXVIII Sem, del Tpo. Ord. - Rom 1,16-25; Sal 18; Lc 11,37-41. 12 de Octubre - Miércoles, Feria o Memoria de Nuestra. Señora del Pilar - Rom 2,1-11; Sal 61; Lc 11,42-46 - Día de la evangelización en América Latina. 13 de Octubre – Jueves, Feria, XXVIII Sem. del Tpo. Ord. - Rom 3,21-30; Sal 129; Lc 11,47-54. 14 de Octubre - Viernes, Feria o Memoria de San Calixto, Papa y Mártir - Rom 4,18; Sal 31; Lc 12,1-7. 15 de Octubre - Sábado, Santa Teresa de Jesús, Virgen y Doctora de la Iglesia, M - Rom 4,13.16-18; Sal 104; Lc 12,8-12. 16 de Octubre - Domingo XXIX del Tiempo Ordinario /A - Is 45,1.4-6; Sal 95; 1Tes
1,1-5; Mt 22,15-21 - L.H.: 1ª Sem. del Salterio. 17 de Octubre - Lunes, San Ignacio de Antioquía, Obispo y Mártir, M - Fil 3,174,1; Sal (Lc 1); Lc 12,13-21. 18 de Octubre - Martes, San Lucas, Evangelista, F - 2Tim 4,9-17; Sal 144; Lc 10,19. 19 de Octubre - Miércoles, Feria o Memoria de San Pablo de la Cruz, Presbítero - Rm 6,12-18; Sal 123; Lc 12,39-48. 20 de Octubre - Jueves, Feria, XXIX Sem. del Tpo. Ord. - Rom 6,19-23; Sal 1; Lc 12,49-53. 21 de Octubre - Viernes, Feria, XXIX Sem. del Tpo. Ord. - Rm 7,18-25; Sal 118; Lc 12,54-59. 22 de Octubre - Sábado, Feria o Memoria de Santa María en sábado - Rom 8,1-11; Sal 23; Lc 13,1-9. 23 de Octubre - Domingo XXX del Tiempo Ordinario /A - Éx 22,20-26; Sal 17; 1Tes 1,5-10; Mt 22,34-40 - L.H.: 2ª Sem. del Salterio. 24 de Octubre - Lunes, Feria o Memoria de San Antonio María Claret, Obispo Rom 8,12-17; Sal 67; Lc 13,10-17. 25 de Octubre - Martes, Feria, XXX Sem. del Tpo. Ord. - Rom 8,18-25; Sal 125; Lc 13,18-21. 26 de Octubre - Miércoles, Feria, XXX Sem.del Tpo. Ord. - Rom 8,26-30; Sal 12; Lc 13,22-30. 27 de octubre - Jueves, Feria, XXX Sem. del Tpo. Ord. - Rm 8,31-35.37-39; Sal 108; Lc 13,31-35. 28 de Octubre - Viernes, Santos Simón y Judas, Apóstoles, F - Ef 2,19-22; Sal 18; Lc 6,12-19. 29 de Octubre - Sábado, Feria o Memoria de Santa María en sábado - Rom 11,12.11-12.25-29; Sal 93; Lc 14,1.7-11. 30 de Octubre –Domingo XXXI del Tiempo Ordinario /A - Mlq 1,14–2,2.8-10; Sal 130; 1Tes 2,7-9.13; Mt 23,1-12 - L.H.: 3ª Sem. del Salterio. 31 de Octubre - Lunes, Feria, XXXI Sem. del Tpo. Ord. - Rom 11,30-36; Sal 68; Lc 14,12-14.
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Abreviaturas Libros Bíblicos Abd(ías) Ag(eo) Am(os) Ap(ocalipsis) Ba(ruc) C a n t (a r d e l o s cants.) Col(osenses) 1ª Cor(intios) 2ª Cor(intios) 1Cró(nicas) 2Cró(nicas) Dn(Daniel) Deut(eronomio) Ecl(eciastés) Ef(esios) Esd(ras) Est(er) Éx(odo) Ez(equiel) Fil(ipenses) Filem(ón) Gál(atas) Gén(esis) Hab(acuq) He(chos) Heb(reos) Is(aías) Jb(ob) Jue(ces) Jds(Judas) Jdt(Judit) Jer(emías) Jl(Joel) Jn(Juan) 1Jn (1Juan) 2Jn (2 Juan)
3Jn (3 Juan) Jon(ás) Jos(ué) Lam(entaciones) Lu(Lucas) Lev(ítico) 1Mac(abeos) 2Mac(abeos) Mal(aquías) Mc(Marcos) Miq(ueas) Mt(Mateo) Nah(úm) Neh(emías) Núm(eros) Os(eas) 1Pe(dro) 2Pe(dro) Prov(erbios) Rom(anos) Rut (Rut) 1Re(yes) 2Re(yes) Sab(iduría) Sal(mos) Sir(ácides) Sof(onías) Stgo(Santiago) 1Sam(uel) 2Sam(uel) Ti(to) Tob(ías) 1Tes(alonicenses) 2Tes(alonicenses) 1Tim(oteo) 2Tim(oteo) Za(carías)
Indicaciones para el Año Litúrgico El año litúrgico 2010-2011, comenzó con las primeras vísperas del sábado 28 de noviembre de 2010; se sigue: - el Ciclo Dominical y festivo “A”, - el Ciclo Ferial Año impar. Grado de la celebración Cada día es indicado el grado de la celebración con las siglas: S= Solemnidad F= Fiesta M = Memoria ML = Memoria Libre Liturgia de las horas La liturgia de las horas se indica: I Sem. (II, III, IV del Salterio) P = Liturgia de las horas es propia Colores litúrgicos En cuanto a los colores litúrgicos tener presente lo siguiente: - el Verde (expresa: esperanza y constancia) se utiliza durante el tiempo ordinario; - el Blanco (significa: resurrección, pureza y alegría) se utiliza en la fiestas del Señor, de la Virgen, de los santos con excepción de los mártires, durante la cincuentena pascual y el tiempo de Navidad. - el Rojo (indica: amor, sacrificio y martirio) se utiliza en el Domingo de Ramos, Viernes Santo, domingo de Pentecostés y las fiestas de los santos mártires. - el Morado (significa: penitencia y conversión) se utiliza en tiempo de Adviento y Cuaresma, y el día de los Fieles Difuntos.
Intenciones Generales y Misionales del Santo Padre para el mes de Octubre 2011 Generales: Por los enfermos terminales, para que en sus sufrimientos sean sostenidos por la fe en Dios y el amor de sus hermanos. Misionales: Para que la celebración de la Jornada Misionera Mundial acreciente en el Pueblo de Dios la pasión por la evangelización y el apoyo a la actividad misionera con la oración y la ayuda económica a las Iglesias más pobres.
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ORDINARIO DE LA MISA I. Ritos Iniciales
1.1 SALUDO S. En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. A. Amén. S. El Señor, que dirige nuestros corazones para que amemos a Dios, esté con todos ustedes. El pueblo responde con una de las siguientes fórmulas
1. Y con tu espíritu. 2. Bendito seas por siempre Señor. 3. Bendito sea Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo. 1.2 ACTO PENITENCIAL S. Hermanos: Para celebrar dignamente estos sagrados misterios, reconozcamos nuestros pecados. o bien
El Señor Jesús, que nos invita a la mesa de la Palabra y de la Eucaristía, nos llama ahora a la conversión. Reconozcamos, pues, que somos pecadores e invoquemos con esperanza la misericordia de Dios. Breve silencio
S. Yo confieso… A. …ante Dios todopoderoso y ante ustedes, hermanos, que he pecado mucho de pensamiento, palabra, obra y omisión. Por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa. Por eso ruego a santa María, siempre Virgen, a los ángeles, a los santos y a ustedes hermanos, que intercedan por mí ante Dios, nuestro Señor. S. Dios todopoderoso tenga misericordia de nosotros, perdone nuestros pecados y nos lleve a la vida eterna. A. Amén. Invocaciones
S. Tú que eres el camino que conduce al Padre: Señor, ten piedad. R. Señor, ten piedad. S. Tú que eres la verdad que ilumina los pueblos: Cristo, ten piedad. R. Cristo, ten piedad. S. Tú que eres la vida que renueva el mundo: Señor, ten piedad. R. Señor, ten piedad. Luego, si la Liturgia del día lo prescribe, se canta o se dice el Gloria
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1.3 HIMNO Durante el Adviento y Cuaresma no se dice el gloria S. Gloria a Dios en el cielo,… A. … y en la tierra paz a los hombres que ama el Señor. Por tu inmensa gloria te alabamos, te bendecimos, te adoramos, te glorificamos, te damos gracias, Señor Dios, Rey celestial, Dios Padre todopoderoso. Señor, Hijo único, Jesucristo. Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre; tú que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros; tú que quitas el pecado del mundo, atiende nuestra súplica; tú que estás sentado a la derecha del Padre, ten piedad de nosotros; porque sólo tú eres Santo, sólo tú Señor, sólo tú Altísimo, Jesucristo, con el Espíritu Santo en la gloria de Dios Padre. Amén. 1.4 ORACIÓN COLECTA Breve silencio, durante el cual cada uno ofrece sus intenciones personales al Señor. Después el celebrante ofrece la oración de la comunidad a Dios Padre, por la intercesión de Jesucristo y todos contestan.
A. Amén.
II. Liturgia de la Palabra 2.1 PRIMERA LECTURA Se toma de la Historia del Pueblo de Israel, Antiguo Testamento, o de los escritos de los apóstoles Al final de la lectura
L. Palabra de Dios. A. Te alabamos, Señor. Se proclama el salmo y el pueblo intercala la respuesta. Si hay segunda lectura se lee como la primera. Sigue la aclamación antes del Evangelio o Aleluya
2.2 EVANGELIO Evangelio quiere decir: “Buena noticia”. En efecto, narra algún aspecto de la vida o de las enseñanzas de Jesucristo
S. El Señor esté con ustedes. A. Y con tu espíritu. S. Lectura del santo Evangelio según… A. Gloria a ti, Señor. Al final de la lectura
S. Palabra del Señor. A. Gloria a ti, Señor Jesús.
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Ordinario de la Misa / Liturgia de la Palabra
2.3 PROFESIÓN DE FE Es un resumen de la doctrina católica. Se canta o recita los domingos y solemnidades Credo de los Apóstoles
S. Creo en Dios,… A. … Padre todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra. Creo en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor, que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de santa María Virgen, padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado, descendió a los infiernos, al tercer día resucitó de entre los muertos, subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios, Padre todopoderoso. Desde allí ha de venir a juzgar a vivos y muertos. Creo en el Espíritu Santo, la santa Iglesia católica, la comunión de los santos, el perdón de los pecados, la resurrección de la carne y la vida eterna. Amén. Símbolo niceno-constantinopolitano
S. Creo en un solo Dios,… A. … Padre todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra, de todo lo visible y lo invisible. Creo en un solo Señor, Jesucristo, Hijo único de Dios, nacido del Padre antes de todos los siglos: Dios de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, de la misma naturaleza del Padre, por quien todo fue hecho; que por nosotros, los hombres, y por nuestra salvación bajó del cielo, y por obra del Espíritu Santo se encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre; y por nuestra causa fue crucificado en tiempos de Poncio Pilato, padeció y fue sepultado, y resucitó al tercer día, según las Escrituras, y subió al cielo, y está sentado a la derecha del Padre; y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos, y su reino no tendrá fin. Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que procede del Padre y del Hijo, que con el Padre y el Hijo recibe una misma adoración y gloria, y que habló por los profetas. Creo en la Iglesia, que es una, santa, católica y apostólica. Confieso que hay un solo bautismo para el perdón de los pecados. Espero la resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro. Amén. 2.4 ORACIÓN DE LOS FIELES El sacerdote invita a los fieles a orar. Una persona lee las intenciones y el pueblo contesta
A. Te lo pedimos, Señor. El sacerdote culmina con una oración y los fieles contestan: Amén
Ordinario de la Misa / Liturgia Eucarística / Prefacios
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III. Liturgia Eucarística 3.1. PREPARACIÓN DE LAS OFRENDAS Se llevan al altar el pan y el vino
S. Bendito seas, Señor, Dios del universo, por este pan, fruto de la tierra y del trabajo del hombre, que recibimos de tu generosidad y ahora te presentamos; él será para nosotros pan de vida. A. Bendito seas por siempre, Señor. S. Bendito seas, Señor, Dios del universo, por este vino, fruto de la vid y del trabajo del hombre, que recibimos de tu generosidad y ahora te presentamos; él será para nosotros bebida de salvación. A. Bendito seas por siempre, Señor. 3.2. OREN HERMANOS S. Oren, hermanos, para que este sacrificio, mío y de ustedes, sea agradable a Dios, Padre todopoderoso. o bien
En el momento de ofrecer el sacrificio de toda la Iglesia, oremos a Dios, Padre todopoderoso. o bien
Oren, hermanos, para que, llevando al altar los gozos y las fatigas de cada día, nos dispongamos a ofrecer el sacrificio agradable a Dios, Padre todopoderoso. A. El Señor reciba de tus manos este sacrificio, para alabanza y gloria de su Nombre, para nuestro bien y el de toda su santa Iglesia. 3.3. ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS El celebrante dice la oración en nombre de la asamblea y el pueblo contesta: Amén
3.4. PREFACIOS Prefacio Dominical V S. El Señor esté con ustedes. A. Y con tu espíritu. S. Levantemos el corazón. A. Lo tenemos levantado hacia el Señor. S. Demos gracias al Señor, nuestro Dios. A. Es justo y necesario. S. En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno. Porque creaste el universo con todo cuanto contiene; determinaste el ciclo
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Ordinario de la Misa / Prefacios
de las estaciones; y formaste al hombre a tu imagen y semejanza: porque lo hiciste dueño de un mundo portentoso, para que en tu nombre dominara la creación entera y, al contemplar la grandeza de tus obras, en todo momento te alabara. Por Cristo nuestro Señor. A quien cantan los cielos y la tierra, los ángeles y los arcángeles, proclamando sin cesar: Santo, Santo, Santo es el Señor, Dios del Universo. Llenos están el cielo y la tierra de tu gloria. Hosanna en el cielo. Bendito el que viene en nombre del Señor. Hosanna en el cielo. Prefacio de la Santísima Virgen María II S. En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias y proclamar que eres admirable en la perfección de todos tus santos, y de un modo singular en la perfección de la Virgen María. Por eso, al celebrarla hoy, queremos exaltar tu generosidad inspirados en su propio cántico, pues en verdad, has hecho maravillas por toda la tierra, y prolongaste tu misericordia de generación en generación, cuando, complacido en la humildad de tu sierva, nos diste por su medio al autor de la vida, Jesucristo, tu Hijo, nuestro Señor. Por él, los ángeles y los arcángeles te adoran eternamente, gozosos en tu presencia. Permítenos unirnos a sus voces cantando tu alabanza: A Santo, Santo, Santo… Prefacio de los Apóstoles I S. En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso, Pastor eterno. Porque no abandonas a tu rebaño, sino que lo cuidas continuamente por medio de los santos Apóstoles, para que sea gobernado por aquellos mismos pastores que le diste como vicarios de tu Hijo. Por eso, con los ángeles y los arcángeles y con todos los coros celestiales, cantamos sin cesar el himno de tu gloria: A. Santo, Santo, Santo. Prefacio de los Santos II S. En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno, por Cristo nuestro Señor. Porque con la vida de tus santos, enriqueces a tu Iglesia con formas siempre nuevas de admirable santidad, y nos das pruebas indudables de tu amor por nosotros; y también, porque su ejemplo nos impulsa y su intercesión nos ayuda a colaborar en el misterio de la salvación. Por eso, ahora nosotros, llenos de alegría, te aclamamos con los ángeles y santos, diciendo: A. Santo, Santo, Santo… Prefacio de los Santos Mártires S. En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias
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siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno, por Cristo nuestro Señor. Porque la sangre del glorioso mártir san N., derramada como la de Cristo para proclamar su fidelidad a ti, manifiesta tu admirable poder, que convierte la fragilidad en fortaleza y al hombre débil robustece para que sea testigo tuyo. Por eso, como los ángeles te cantan en el cielo, así nosotros en la tierra te aclamamos, diciendo sin cesar: A. Santo, Santo, Santo… Prefacio de Santos Pastores S. En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno, por Cristo nuestro Señor. Porque permites que tu Iglesia se alegre hoy con la festividad de san N., para animarnos con el ejemplo de su vida, instruirnos con su palabra y protegernos con su intercesión. Por eso, con los ángeles y los santos, te cantamos el himno de alabanza, diciendo sin cesar: A Santo, Santo, Santo… Prefacio de Santas Vírgenes y Santos Religiosos S. En verdad es justo y necesario que te alaben, Señor, tus criaturas del cielo y de la tierra. Porque al celebrar a los santos que por amor al Reino de los cielos se consagraron a Cristo, reconocemos tu Providencia admirable, que no cesa de llamar al hombre a la santidad primera, para hacerlo participar ya desde ahora de la vida que gozará en el cielo, por Cristo nuestro Señor. Por eso, con todos los ángeles y santos, te alabamos, proclamando sin cesar: A. Santo, Santo, Santo… Prefacio de los Ángeles S. En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno. Y alabarte, celebrando a tus ángeles y arcángeles, ya que el honor que tributamos a los que te fueron fieles, redunda en tu gloria y proclama tu grandeza; pues, si es digna de admiración la creatura angélica, lo es inmensamente más aquel que la creó. Por Cristo nuestro Señor. Por Él, adoran tu majestad todos los ángeles, y nosotros, a una con ellos, te adoremos llenos de júbilo, diciendo: A. Santo, Santo, Santo… Prefacio Común II S. En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, padre santo, Dios todopoderoso y eterno. Pues por amor creaste al hombre, y, aunque condenado justamente, lo redimiste por tu misericordia. Por Cristo nuestro Señor. Por él, los ángeles
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Ordinario de la Misa / Prefcios / Plegaria Eucarística II
y arcángeles, y todos los coros celestiales celebran tu gloria, unidos en común alegría. Permítenos asociarnos a sus voces, cantando humildemente tu alabanza: A Santo, Santo, Santo… Prefacio de Difuntos II S. En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno, por Cristo nuestro Señor. Quien se dignó morir por todos, para librarnos a todos de la muerte; es más, quiso morir, para que todos tuviéramos la vida eterna. Por eso, unidos a los ángeles, te aclamamos llenos de alegría: A Santo, Santo, Santo… 3.5 PLEGARIA EUCARÍSTICA II S. El Señor esté con ustedes. R. Y con tu espíritu. S. Levantemos el corazón. R. Lo tenemos levantado hacia el Señor. S. Demos gracias al Señor, nuestro Dios. R. Es justo y necesario. S. En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias, Padre santo, siempre y en todo lugar, por Jesucristo, tu Hijo amado. Por él, que es tu Palabra, hiciste todas las cosas; tú nos lo enviaste para que, hecho hombre por obra del Espíritu Santo y nacido de María, la Virgen, fuera nuestro Salvador y Redentor. Él, en cumplimiento de tu voluntad, para destruir la muerte y manifestar la resurrección, extendió sus brazos en la cruz, y así adquirió para ti un pueblo santo. Por eso, con los ángeles y los santos, proclamamos tu gloria, diciendo: A. Santo, Santo, Santo… S. Santo eres en verdad, Señor, fuente de toda santidad; por eso te pedimos que santifiques estos dones con la efusión de tu Espíritu, de manera que sean para nosotros Cuerpo + y Sangre de Jesucristo, nuestro Señor. El cual, cuando iba a ser entregado a su Pasión, voluntariamente aceptada, tomó pan, dándote gracias, lo partió y lo dio a sus discípulos, diciendo: “TOMAD Y COMED TODOS DE ÉL, PORQUE ESTO ES MI CUERPO, QUE SERÁ ENTREGADO POR VOSOTROS”. Del mismo modo, acabada la cena, tomó el cáliz, y, dándote gracias de nuevo, lo pasó a sus discípulos, diciendo: “TOMAD Y BEBED TODOS DE ÉL, PORQUE ÉSTE ES EL CÁLIZ DE MI SANGRE, SANGRE DE LA ALIANZA NUEVA Y ETERNA, QUE SERÁ DERRAMADA POR VOSOTROS Y POR TODOS LOS HOMBRES PARA EL PERDÓN DE LOS PECADOS. HACED ESTO EN CONMEMORACIÓN MÍA”. Luego el celebrante dice una de las siguientes fórmulas
a. S. Éste es el sacramento de nuestra fe.
Ordinario de la Misa / Plegaria Eucarística II
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o bien
S. Éste es el Misterio de la fe. Y el pueblo responde:
Anunciamos tu muerte, proclamamos tu resurrección, ¡Ven, Señor Jesús! o bien
b. S. Aclamen el Misterio de la redención. Y el pueblo responde:
Cada vez que comemos de este pan y bebemos de este cáliz, anunciamos tu muerte, Señor, hasta que vuelvas.
o bien c. S. Cristo se entregó por nosotros. Y el pueblo responde:
Por tu cruz y resurrección nos has salvado, Señor. Así, pues, Padre, al celebrar ahora el memorial de la muerte y resurrección de tu Hijo, te ofrecemos el pan de vida y el cáliz de salvación, y te damos gracias porque nos haces dignos de servirte en tu presencia. Te pedimos humildemente que el Espíritu Santo congregue en la unidad a cuantos participamos del Cuerpo y Sangre de Cristo. Acuérdate, Señor, de tu Iglesia extendida por toda la tierra; En los domingos, cuando no hay otro recuerdo más propio, puede decirse
Acuérdate, Señor, de tu Iglesia extendida por toda la tierra y reunida aquí en el domingo, día en que Cristo ha vencido a la muerte y nos ha hecho partícipes de su vida inmortal; y con el Papa Benedicto XVI, con nuestro Obispo N. y todos los pastores que cuidan de tu pueblo, llévala a su perfección por la caridad. En la misa por los difuntos
Recuerda a tu hijo (hija) N., a quien llamaste (hoy) de este mundo a tu presencia; concédele que, así como ha compartido ya la muerte de Jesucristo, comparta también con él la gloria de la resurrección.
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Ordinario de la Misa / Plegaria Eucarística II / Plegaria Eucarística III
Acuérdate también de nuestros hermanos que durmieron en la esperanza de la resurrección, y de todos los que han muerto en tu misericordia; admítelos a contemplar la luz de tu rostro. Ten misericordia de todos nosotros, y así, con María, la Virgen Madre de Dios, los apóstoles y cuantos vivieron en tu amistad a través de los tiempos, merezcamos, por tu Hijo Jesucristo, compartir la vida eterna y cantar tus alabanzas. Por Cristo, con él y en él, a ti. Dios Padre omnipotente, en la unidad del Espíritu Santo, todo honor y toda gloria por los siglos de los siglos. A. Amén. Después sigue el rito de la comunión, pág. 14
3.6 PLEGARIA EUCARÍSTICA III S. Santo eres en verdad, Padre, y con razón te alaban todas tus criaturas, ya que por Jesucristo, tu Hijo, Señor nuestro, con la fuerza del Espíritu Santo, das vida y santificas todo, y congregas a tu pueblo sin cesar, para que ofrezca en tu honor un sacrificio sin mancha desde donde sale el sol hasta el ocaso. Por eso, Padre, te suplicamos que santifiques por el mismo Espíritu estos dones que hemos separado para ti, de manera que sean Cuerpo y + Sangre de Jesucristo, Hijo tuyo y Señor nuestro, que nos mandó celebrar estos misterios. Porque él mismo, la noche en que iba a ser entregado, tomó pan, y dando gracias te bendijo, lo partió y lo dio a sus discípulos, diciendo: TOMAD Y COMED TODOS DE ÉL, PORQUE ESTO ES MI CUERPO, QUE SERÁ ENTREGADO POR VOSOTROS. Del mismo modo, acabada la cena, tomó el cáliz, y, dando gracias te bendijo, y lo pasó a sus discípulos, diciendo: TOMAD Y BEBED TODOS DE ÉL, PORQUE ÉSTE ES EL CÁLIZ DE MI SANGRE, SANGRE DE LA ALIANZA NUEVA Y ETERNA, QUE SERÁ DERRAMADA POR VOSOTROS Y POR TODOS LOS HOMBRES PARA EL PERDÓN DE LOS PECADOS. HACED ESTO EN CONMEMORACIÓN MÍA. Luego el celebrante dice una de las siguientes fórmulas:
S. Éste es el Sacramento de nuestra fe. Y el pueblo responde:
Anunciamos tu muerte, proclamamos tu resurrección. ¡Ven, Señor Jesús! o bien
Ordinario de la Misa / Plegaria Eucarística III
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S. Aclamen el Misterio de la redención. Y el pueblo responde:
Cada vez que comemos de este pan y bebemos de este cáliz, anunciamos tu muerte, Señor, hasta que vuelvas. o bien S. Cristo se entregó por nosotros. Y el pueblo responde:
Por tu cruz y resurrección nos has salvado, Señor. S. Así, pues, Padre, al celebrar ahora el memorial de la pasión salvadora de tu Hijo, de su admirable resurrección y ascensión al cielo, mientras esperamos su venida gloriosa, te ofrecemos, en esta acción de gracias, el sacrificio vivo y santo. Dirige tu mirada sobre la ofrenda de tu Iglesia, y reconoce en ella la Víctima por cuya inmolación quisiste devolvernos tu amistad, para que, fortalecidos con el Cuerpo y la Sangre de tu Hijo y llenos de su Espíritu Santo, formemos en Cristo un solo cuerpo y un solo espíritu. Que él nos transforme en ofrenda permanente, para que gocemos de tu heredad junto con tus elegidos: con María, la Virgen Madre de Dios, los apóstoles y los mártires (san N.: Santo del día o patrono) y todos los santos, por cuya intercesión confiamos obtener siempre tu ayuda. Te pedimos, Padre, que esta Víctima de reconciliación traiga la paz y la salvación al mundo entero. Confirma en la fe y en la caridad a tu Iglesia, peregrina en la tierra: a tu servidor, el Papa Benedicto XVI, a nuestro Obispo N., al orden episcopal, a los presbíteros y diáconos, y a todo el pueblo redimido por ti. Atiende los deseos y súplicas de esta familia que has congregado en tu presencia. En los domingos, cuando no hay otro recuerdo más propio, puede decirse
Atiende los deseos y súplicas de esta familia que has congregado en tu presencia, en el domingo, día en que Cristo, ha vencido a la muerte y nos ha hecho partícipes de su vida inmortal. Reúne en torno a ti, Padre misericordioso, a todos tus hijos dispersos por el mundo. + A nuestros hermanos difuntos y a cuantos murieron en tu amistad recíbelos en tu reino, donde esperamos gozar todos juntos de la plenitud eterna de tu gloria, por Cristo, Señor nuestro, por quien concedes al mundo todos los bienes.
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Ordinario de la Misa / Plegaria Eucarística III / Rito de Comunión
Cuando esta Plegaria se utiliza en las misas de difuntos, puede decirse
+ Recuerda a tu hijo (hija) N., a quien llamaste (hoy) de este mundo a tu presencia: concédele que, así como ha compartido ya la muerte de Jesucristo, comparta también con él la gloria de la resurrección, cuando Cristo haga resurgir de la tierra a los muertos, y transforme nuestro cuerpo frágil en cuerpo glorioso como el suyo. Y a todos nuestros hermanos difuntos y a cuantos murieron en tu amistad recíbelos en tu reino, donde esperamos gozar todos juntos de la plenitud eterna de tu gloria; allí enjugarás las lágrimas de nuestros ojos, porque, al contemplarte como tú eres, Dios nuestro, seremos para siempre semejantes a ti y cantaremos eternamente tus alabanzas. Junta las manos
Por Cristo, Señor nuestro, por quien concedes al mundo todos los bienes. A. Amén. Por Cristo, con él y en él, a ti, Dios Padre omnipotente, en la unidad del Espíritu Santo, todo honor y toda gloria por los siglos de los siglos. A. Amén. IV. Rito de la Comunión 4.1 ORACIÓN DEL SEÑOR S. Fieles a la recomendación del Salvador y siguiendo su divina enseñanza, nos atrevemos a decir: Todos: Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden. No nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal. S. Líbranos de todos los males, Señor, y concédenos la paz en nuestros días, para que, ayudados por tu misericordia, vivamos siempre libres de pecado y protegidos de toda perturbación, mientras esperamos la gloriosa venida de nuestro Salvador Jesucristo. A. Tuyo es el reino, tuyo el poder y la gloria, por siempre, Señor. 4.2 RITO DE LA PAZ Después el sacerdote con las manos extendidas, dice:
Señor Jesucristo, que dijiste a tus apóstoles: “La paz les dejo, mi paz les doy”, no tengas en cuenta nuestros pecados, sino la fe de tu Iglesia y,
Ordinario de la Misa / Rito de Comunión / Rito de Despedida
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conforme a tu palabra, concédele la paz y la unidad. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. A. Amén. Si el sacerdote lo juzga oportuno, dice:
Dense fraternalmente la paz. Según la costumbre del lugar, se dan la paz
4.3 FRACCIÓN DEL PAN Mientras el sacerdote hace la fracción de la hostia, se canta o se dice
A. Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros. Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros. Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, danos la paz. A continuación el sacerdote, con las manos juntas, dice en secreto
Señor Jesucristo, Hijo de Dios vivo, que por voluntad del Padre, cooperando el Espíritu Santo, diste con tu muerte la vida al mundo, líbrame, por la recepción de tu Cuerpo y de tu Sangre, de todas mis culpas y de todo mal. Concédeme cumplir siempre tus mandamientos y jamás permitas que me separe de ti. 4.4 COMUNIÓN S. Éste es el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo. Dichosos los invitados a la cena del Señor. A. Señor, no soy digno de que entres en mi casa, pero una palabra tuya bastará para sanarme. S. El cuerpo de Cristo me guarde para la vida eterna. A. Amén. 4.5 ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN S. Oremos. El sacerdote dice la oración y al final el pueblo aclama: Amén
V. Rito de Despedida S. El Señor, esté con ustedes. A. Y con tu espíritu. S. La bendición de Dios todopoderoso, Padre, Hijo + y Espíritu Santo, descienda sobre ustedes. A. Amén. 5.1 DESPEDIDA S. Anuncien a todos la alegría del Señor resucitado. Pueden ir en paz. A. Demos gracias a Dios.
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Liturgia del mes de Octubre 2011
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de Octubre - Sábado,
Santa Teresa del Niño Jesús, Virgen, M Color litúrgico: Blanco
Vuélvanse a Dios con renovado empeño Los israelitas irritaron a Dios rindiendo culto a dioses extraños y entristecieron a Jerusalén. La ciudad asume la condición de una madre que crió con alegría a sus hijos e hijas, y tuvo que pasar por el trance doloroso de despedirlos con lágrimas camino del destierro. Con pena exclama: “Que nadie se alegre viendo a esta viuda abandonada de todos” (Ba 4,12). A pesar de todo, Jerusalén no da todo por perdido. Confía en que Dios se acordará de su pueblo. Dirigiéndose a sus hijos, los invita a desandar el camino equivocado que han seguido. Lo mismo que se alejaron de Dios y están padeciendo las consecuencias, deben volver ahora sobre sus pasos, para caminar con renovado empeño a su encuentro. Con gran esperanza, Jerusalén invita a sus hijos a volverse a Dios y a invocarlo. La conversión a Dios del cual se alejaron por su pecado, es el camino a seguir para disfrutar del gozo de la salvación y regresar a su tierra. ¡Dichosos los ojos que ven lo que ustedes ven! El regreso de los discípulos de su misión evangelizadora está presidido por el gozo. En primer lugar, regresan gozosos porque “hasta los demonios se les sometieron”. El dominio del bien sobre el mal es una de las fuentes del gozo cristiano. Este poder es confirmado nuevamente por Jesús: vencerán toda la fuerza del enemigo. Jesús añade una segunda fuente de gozo: La convicción de la salvación definitiva: “Sus nombres están escritos en el cielo” (Lc 10,20). El regreso de los discípulos ofrece la oportunidad para una de las mayores revelaciones del evangelio de Lucas. Los humildes y sencillos vienen al primer plano. A ellos se revelan los misterios ocultados a los sabios. Ésta es la gran revelación: “Nadie conoce quién es el Padre, sino el Hijo y aquél a quien el Hijo decida revelárselo” (Lc 10,22). Y el Padre también ha privilegiado a la gente sencilla, dándoles a conocer quién es el Hijo. Estamos aquí en el corazón de la confesión de la fe y de la vida espiritual de los discípulos. Felipe decía a Jesús: “Revélanos al Padre y esto nos basta” (Jn 14,8). Ahora resulta que tenemos dos reveladores: El Padre nos revela quién es Jesús; y Jesús nos revela quién es el Padre. Con una condición: contarnos entre la gente sencilla. Ellos son los dichosos que ven y escuchan lo que muchos profetas quisieron ver y escuchar. La santa de hoy: Santa Teresa del Niño Jesús (1873-1897) Nace en Alencon (Francia). Era la última de una familia de nueve hermanos. Fue educada en la abadía de las Benedictinas de Lisieux. A los 15 años entra en el Carmelo con la autorización del papa León XIII. Tomó el nombre de Teresa del Niño Jesús y de la Santa Faz. Su vida monástica duró sólo nueve años. Durante los años 1896-1897 escribió “Historia de un alma”,
1 de Octubre - Sábado, Santa Teresa del Niño Jesús
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donde expone el camino de la “Infancia espiritual”. Es canonizada en 1925, siendo proclamada copatrona de Francia junto a santa Juana de Arco. Pío XI la nombró Patrona de las Misiones; y Juan Pablo II la incluyó entre las mujeres declaradas doctoras de la Iglesia, santa Catalina de Siena y santa Teresa de Jesús. P. Antonio Danoz, redentorista
1. Antífona de entrada El Señor fijó su mirada en ella, la instruyó y la cuidó como a la niña de sus ojos. El Señor la condujo, como el águila que despliega sus alas para llevar a sus polluelos (Dt 32,10-12).
2. Oración colecta Dios y Padre nuestro, que tienes abiertas las puertas de tu Reino para los humildes y sencillos de corazón, ayúdanos a llegar a ti, a ejemplo de santa Teresa del Niño Jesús, por el camino de la fidelidad en las cosas pequeñas y el cumplimiento de los deberes diarios. Por nuestro Señor Jesucristo. 3. 1ª Lectura
(Ba 4,5-12.27-29)
Lectura del libro del profeta Baruc “¡Animo!, pueblo mío, tú que llevas el nombre de Israel. Ustedes fueron vendidos a los paganos, pero no para ser destruidos; por haber provocado la ira de Dios fueron entregados a sus enemigos. Provocaron la indignación de su Creador, ofreciendo sacrificios a los ídolos y no a Dios; han olvidado al Dios eterno, que los alimentó, y han entristecido a Jerusalén, que los crió. Cuando Jerusalén vio venir sobre ustedes la ira de Dios, dijo: ‘Escuchen, ciudades vecinas de Sión:
Dios ha mandado sobre mí una gran desgracia: he visto que desterraban a mi pueblo, a mis hijos e hijas, por orden del Eterno. Yo los había criado con júbilo y los he dejado partir con llanto. Que nadie vuelva a alegrarse conmigo, porque soy viuda y estoy abandonada. Por los pecados de mis hijos me encuentro sola, pues se apartaron de la ley de Dios’. Pero tengan ánimo, hijos míos, e invoquen al Señor, porque el que les envió estas desgracias se acordará de ustedes. Así como un día se empeñaron en alejarse de Dios, así vuélvanse ahora a él y búsquenlo con mucho mayor empeño, pues el que les mandó todas estas desgracias les dará también con su salvación la eterna alegría”. Palabra de Dios. A Te alabamos, Señor. 4. Salmo responsorial R El Señor jamás desoye al pobre. L Se alegrarán al ver al Señor los que sufren; quienes buscan a Dios tendrán más ánimo, porque el Señor jamás desoye al pobre ni olvida al que se encuentra encadenado /R L Ciertamente el Señor salvará a Sión, reconstruirá a Judá; la heredarán los hijos de sus siervos, quienes aman a Dios la habitarán /R (Sal 68).
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1 de Octubre - Sábado, Santa Teresa del Niño Jesús
5. Aclamación antes del Evangelio R Aleluya, aleluya. Te doy gracias, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has revelado los misterios del Reino a la gente sencilla. R Aleluya (Mt 11,25). 6. Evangelio (Lc 10,17-24)
Lectura del santo Evangelio según san Lucas A Gloria a ti, Señor En aquel tiempo, los setenta y dos discípulos regresaron llenos de alegría y le dijeron a Jesús: “Señor, hasta los demonios se nos someten en tu nombre”. Él les contestó: “Vi a Satanás caer del cielo como el rayo. A ustedes les he dado poder para aplastar serpientes y escorpiones y para vencer toda la fuerza del enemigo, y nada les podrá hacer daño. Pero no se alegren de que los demonios se les sometan. Alégrense más bien de que sus nombres están escritos en el cielo”. En aquella misma hora, Jesús se llenó de júbilo en el Espíritu Santo y exclamó: “¡Te doy gracias, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has escondido estas cosas a los sabios y a los entendidos, y las has revelado a la gente sencilla! ¡Gracias, Padre, porque así te ha parecido bien! Todo me lo ha entregado mi Padre y nadie conoce quién es el Hijo, sino el Padre; ni quién es el Padre, sino el Hijo y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar”. Volviéndose a sus discípulos, les dijo aparte: “Dichosos los ojos que ven lo que ustedes ven. Porque yo
les digo que muchos profetas y reyes quisieron ver lo que ustedes ven y no lo vieron, y oír lo que ustedes oyen y no lo oyeron”. Palabra del Señor. A Gloria a ti, Señor Jesús. 7. Oración sobre las ofrendas Acepta, Señor, el sacrificio de la alabanza que vamos a ofrecerte en esta festividad de santa Teresa del Niño Jesús, y concédenos que también nuestra vida sea agradable a tus ojos. Por Jesucristo, nuestro Señor. 8. Antífona de la comunión A menos que cambien y se hagan tan sencillos como niños, no entrarán al Reino de los cielos, dice el Señor (Mt 18,3).
9. Oración después de la comunión Señor, que esta sagrada comunión encienda en nosotros aquel amor que inspiró a santa Teresa del Niño Jesús el deseo de ofrecerte su vida por la salvación de todos los hombres. Por Jesucristo, nuestro Señor. Dios te ha hablado y tiene para ti una pregunta: ¿Por qué no estás entre los sencillos a los que Jesús revela sus secretos?
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de Octubre - Domingo,
XXVII del Tiempo Ordinario /A -
Color litúrgico: Blanco - Jornada Mundial del Inmigrante
LA BODA ESTÁ PREPARADA Un canto de amor a la viña Eran muchos los lazos que ligaban al israelita a la viña. Lazos afectivos, que lo ligaban a la tradición familiar. A veces, en la viña reposaban los restos de los antepasados. Lazos económicos: la aspiración del israelita era poseer la propia viña, para gozar de sus frutos. La cuidaba con especial esmero y cariño. Así lo indica el profeta: “Removió la tierra, la limpió de piedras, plantó buenas cepas (Is 5,2). Ésta era la labor de cualquier agricultor. Nada extraño que el profeta eligiera la imagen de la viña. Pero aquí no se trata de una viña cualquiera. Tampoco de cualquier agricultor. “La viña del Señor de los ejércitos es la casa de Israel, son los hombres de Judá” (Is 5,7). El dueño y el agricultor que cuida la viña es el Señor. Lo terrible del caso es que, habiéndose desvivido el propietario por cuidar su viña, al llegar el tiempo de la vendimia no encontró más que agrazones, que nadie podía comer. El desengaño del Señor fue grande. El “… los labradores tomaron a los enviados, canto de amor que Isaías dedica a la viña apalearon a uno, mataron a otro y a otro lo apedrearon (Mt 21,35) así lo revela: “Esperó de ellos derecho, y ahí tienen: asesinatos; esperó justicia, y ahí tienen: lamentos” (Is 5,7). El Señor toma una decisión: abandonar la viña a su suerte. Destruir la valla para que la arrasen y la pisoteen. Sabemos que el Señor ama demasiado a su pueblo, para abandonarlo para siempre. Siempre está dispuesto a volver a empezar; lo cual no significa que se pueda abusar de su amor y de su paciencia. El Señor confió su viña a unos viñadores En la parábola que ofrece Mateo, inspirada en el canto a la viña de Isaías, aparecen unos actores muy concretos, que son los viñadores. El Señor había preparado primorosamente la viña. Los viñadores, si no le han expropiado de entrada la viña, fueron preparando el camino para el asalto final: asesinar al hijo del dueño, para hacerse con la herencia.
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En la parábola, Jesús identifica con toda claridad a los viñadores: son los dirigentes políticos, sociales y religiosos del pueblo de su tiempo. No cita los nombres. Los nombres tiene que colocarlos el pueblo en cada momento histórico y en cada uno en su país. Coloquemos en nuestro país los nombres de quienes se han apoderado de los recursos para vivir como grandes señores, mientras millones de personas carecen de recurso, pasan necesidad de alimentos, de vivienda, etc. Manteniendo viva la denuncia, no tratemos de evadir nuestra responsabilidad personal y comunitaria. Nosotros mismos formamos parte de estos viñadores malvados. Actuamos como ellos en muchas ocasiones; en otras, aplaudimos a quienes actúan como ellos, y nos hacemos responsables de sus atropellos. Al hijo, lo sacaron fuera de la viña y lo mataron Los viñadores establecen una dinámica perversa de actuar. Desde el primer momento descubrieron sus intenciones: tomar la justicia por sus manos para apoderarse de la viña. Sin necesidad de utilizar la fuerza pública, ellos mismos se encargaron de golpear a uno, asesinar a otro y apedrear al tercero. En aquella época aún no disponían de fusiles y tanquetas. Con el segundo grupo de enviados actúan de la misma manera. Con el último enviado la forma de proceder fue más contundente: lo sacaron fuera de la viña y lo mataron. Razón: era el heredero, y así ellos se apropiaban de la finca. A la comunidad primitiva no le fue difícil hacer la lectura correcta de la parábola. Los primeros enviados que fueron asesinados y maltratados fueron los profetas: “¡Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas y apedreas a los enviados!” (Mt 23,37). El hijo que fue sacado de la viña y murió asesinado es Jesús de Nazaret. Fue sacado de Jerusalén y conducido a la colina del Calvario, donde murió ejecutado, clavado en una cruz; suplicio aplicado por los romanos a ladrones y bandidos. Hoy las cosas son demasiado evidentes para ignorar quiénes son los que juzgan injustamente, condenan inocentes, encarcelan y asesinan, pasando por encima de los derechos humanos más elementales. Los discípulos de Jesús no podemos quedar indiferentes, y mucho menos hacernos cómplices. Ocúpense de lo que es verdadero, noble y justo Las recomendaciones que hace Pablo a la comunidad de Filipos, contrastan radicalmente con la actitud de los viñadores de la parábola. Poco antes les había puesto a Jesús como modelo: “Nadie busque su interés, sino el de los demás. Tengan los mismos sentimientos de Cristo Jesús” (Flp 2,4-5). Frente a la actitud violenta de los viñadores, que apaleaban, apedreaban y mataban, Pablo recomienda a la comunidad la paz que tiene su origen en Dios. Es éste un bien que supera todo lo que podemos pensar y ha de ocupar los corazones y los pensamientos. También ha de estar presente en nuestra oración. Frente a la codicia que impulsó a los viñadores a cometer una serie de crímenes, Pablo invita a los discípulos de Filipos a buscar con empeño todo lo que es verdadero, lo noble, lo justo, lo amable. Les remite al ejemplo que les dejó cuando estuvo entre ellos. Ahí encontrarán el camino correcto, para conseguir que reine entre ellos la paz que procede de Dios. P. Antonio Danoz, redentorista
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1. Antífona de entrada Todo depende de tu voluntad, Señor, y nadie puede resistirse a ella. Tú has hecho los cielos y la tierra y las maravillas que contienen. Tú eres el Señor del universo (Est 13,9.10-11). 2. Oración colecta Padre lleno de amor, que nos concedes siempre más de lo que merecemos y deseamos, perdona misericordiosamente nuestras ofensas y otórganos aquellas gracias que no hemos sabido pedirte y tú sabes que necesitamos. Por nuestro Señor Jesucristo. 3. 1ª Lectura (Is 5,1-7)
Le c t ur a del libr o de l profe ta Isaías Voy a cantar, en nombre de mi amado, una canción a su viña. Mi amado tenía una viña en una ladera fértil. Removió la tierra, quitó las piedras y plantó en ella vides selectas; edificó en medio una torre y excavó un lagar. El esperaba que su viña diera buenas uvas, pero la viña dio uvas agrias. Ahora bien, habitantes de Jerusalén y gente de Judá, yo les ruego, sean jueces entre mi viña y yo. ¿Qué más pude hacer por mi viña, que yo no lo hiciera? ¿Por qué cuando yo esperaba que diera uvas buenas, las dio agrias? Ahora voy a darles a conocer lo que haré con mi viña, le quitaré su cerca y será destrozada. Derribaré su tapia y será pisoteada. La convertiré en un erial, nadie la podará ni le quitará los cardos, crecerán en ella los abrojos y las espinas, mandaré a las nubes que no lluevan sobre ella.
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Pues bien, la viña del Señor de los ejércitos es la casa de Israel, y los hombres de Judá son su plantación preferida. El Señor esperaba de ellos que obraran rectamente y ellos, en cambio, cometieron iniquidades; él esperaba justicia y sólo se oyen reclamaciones. Palabra de Dios. A Te alabamos, Señor. 4. Salmo responsorial R La viña del Señor es la casa de Israel. L Señor, tú trajiste de Egipto una vid, arrojaste de aquí a los paganos y la plantaste; ella extendió sus sarmientos hasta el mar y sus brotes llegaban hasta el río /R L Señor, ¿por qué has derribado su cerca, de modo que puedan saquear tu viña los que pasan, pisotearla los animales salvajes, y las bestias del campo destrozarla? /R L Señor, Dios de los ejércitos, vuelve tus ojos, mira tu viña y visítala; protege la cepa plantada por tu mano, el renuevo que tú mismo cultivaste /R L Ya no nos alejaremos de ti; consérvanos la vida y alabaremos tu poder. Restablécenos, Señor, Dios de los ejércitos, míranos con bondad y estaremos a salvo /R (Sal 79). 5. 2ª Lectura (Fil 4,6-9)
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los filipenses Hermanos: No se inquieten por nada; más bien presenten en toda ocasión sus peticiones a Dios en la oración y la súplica, llenos de gratitud. Y que la paz de Dios, que sobrepasa toda inteligencia, custodie sus corazones y sus pensamientos en Cristo Jesús.
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Por lo demás, hermanos, aprecien todo lo que es verdadero y noble, cuanto hay de justo y puro, todo lo que es amable y honroso, todo lo que sea virtud y merezca elogio. Pongan por obra cuanto han aprendido y recibido de mí, todo lo que yo he dicho y me han visto hacer; y el Dios de la paz estará con ustedes. Palabra de Dios. A Te alabamos, Señor. 6. Aclamación antes del Evangelio R Aleluya, aleluya. Yo los he elegido del mundo, dice el Señor, para que vayan y den fruto, y su fruto permanezca. R Aleluya (Jn 15,16). 7. Evangelio (Mt 21,33-43)
Lectura del santo Evangelio según san Mateo A Gloria a ti, Señor En aquel tiempo, Jesús dijo a los sumos sacerdotes y a los ancianos del pueblo esta parábola: “Había una vez un propietario que plantó un viñedo, lo rodeó con una cerca, cavó un lagar en él, construyó una torre para el vigilante y luego lo alquiló a unos viñadores y se fue de viaje. Llegado el tiempo de la vendimia, envió a sus criados para pedir su parte de los frutos a los viñadores; pero éstos se apoderaron de los criados, golpearon a uno, mataron a otro y a otro más lo apedrearon. Envió de nuevo a otros criados, en mayor número que los primeros, y los trataron del mismo modo. Por último, les mandó a su propio hijo, pensando: ‘A mi hijo lo respetarán’. Pero cuando los viñadores lo
vieron, se dijeron unos a otros: ‘Este es el heredero. Vamos a matarlo y nos quedaremos con su herencia’. Le echaron mano, lo sacaron del viñedo y lo mataron. Ahora, díganme: cuando vuelva el dueño del viñedo, ¿qué hará con esos viñadores?” Ellos le respondieron: “Dará muerte terrible a esos desalmados y arrendará el viñedo a otros viñadores, que le entreguen los frutos a su tiempo”. Entonces Jesús les dijo: “¿No han leído nunca en la Escritura: La piedra que desecharon los constructores, es ahora la piedra angular. Esto es obra del Señor y es un prodigio admirable? Por esta razón les digo que les será quitado a ustedes el Reino de Dios y se le dará a un pueblo que produzca sus frutos”. Palabra del Señor. A Gloria a ti, Señor Jesús. 8. Oración de los fieles S Todos somos obreros de la viña del Señor. Oremos, para que se alegre por la responsabilidad con que realizamos nuestro trabajo. A Concédenos, Señor, trabajar con coraje y honestidad. L Dios nos ha confiado su viña para que la trabajemos. Para que nuestra diligencia y nuestro trabajo bien hecho contribuyan a hacer crecer en el mundo el reino de Dios: Oremos al Señor. A Concédenos, Señor, trabajar con coraje y honestidad. L Por los responsables sociales, políticos y económicos del mundo, para que no se crean los amos de los recursos de los países, sino que los administren con justicia y equidad: Oremos al Señor.
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A Concédenos, Señor, trabajar con coraje y honestidad. L Dios quiere que convirtamos la gran viña del mundo en parcela de su reino. Para que hagamos desaparecer de nuestra tierra toda forma de extorsión y de violencia: Oremos al Señor. A Concédenos, Señor, trabajar con coraje y honestidad. L Muchos se ven obligados a emigrar en busca de una vida mejor. Para que las instituciones sociales, políticas y laborales, favorezcan su desarrollo y protejan sus derechos: Oremos al Señor. A Concédenos, Señor, trabajar con coraje y honestidad. (Intenciones libres) S Haznos, Señor, obreros diligentes de tu viña, para superar las injusticias y colaborar a la convivencia pacífica y solidaria entre los pueblos. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.
9. Oración sobre las ofrendas Acepta, Señor, este sacrificio de alabanza que tú mismo instituiste, y realiza en nosotros la obra de santificación que con su muerte nos mereció tu Hijo, que vive y reina por los siglos de los siglos. 10. Antífona de la comunión Bueno es el Señor con los que en él confían, con aquellos que no cesan de buscarlo (Lam 3,25). 11. Oración después de la comunión Que esta comunión, Señor, sacie nuestra hambre y nuestra sed de ti y nos transforme en tu Hijo, Jesucristo, que vive y reina por los siglos de los siglos. Dios te ha hablado y tiene para ti una pregunta: La boda está preparada ¿ya tienes puesto el traje de fiesta?
El personaje de la semana - Beato Bartolo Longo
Bartolo Longo nació en Latiano, ubicada en el tacón de Italia, el 10 de Febrero de 1841. Termina sus estudios de derecho en 1864, a los 23 años. En la Universidad se enreda en la moda anticristiana de la época y se dedica a la política, a las supersticiones y al espiritismo: llegó a ser “medium” de primer rango y sacerdote espiritista. No sobraba tiempo para la oración. Y Dios fue desapareciendo de día en día, pero su conversión, acaecida el día del Sagrado Corazón de Jesús de 1865, le llevó a tomar decisiones radicales: abandonó la vida forense y se dedicó a obras de caridad y al estudio de la religión. En 1872 se radica en Pompeya por motivos profesionales: la condesa De Fusco le confió la administración de sus propiedades. Le impactó profundamente la miseria humana y religiosa de los campesinos. A raíz de una inspiración especial decide dedicarse al catecismo y a la difusión del Santo Rosario. En 1876, bajo sugerencia del Obispo de Nola, inicia la “campaña de un sueldo mensual” para construir un templo en Pompeya. Como resultado surge un hermoso Santuario. Miles de niños abandonados recibieron ayuda, un hogar. Miles de personas se dieron a la oración, gracias a los escritos de Bartolo. Longo contrae matrimonio con la condesa De Fusco, que así se convierte en su colaboradora fiel. El 9 de Febrero de 1924 muere su esposa a los 88 años de edad y él dos años después, el 5 Octubre de 1926. Fue Beatificado por Juan Pablo II el 26 de Octubre de 1980.
Jhoan Becerra, ssp info@sanpablo.org.ve
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3
de Octubre - Lunes,
Feria o Memoria de San Francisco de Borja, Presbítero Color litúrgico: Verde o Blanco
Grité al Señor en el peligro y me atendió Encontramos en Jonás un profeta rebelde que rompe muchos esquemas. Cuando Dios lo llama para denunciar la maldad de Nínive, se rebela y huye pensando liberarse de los designios de Dios. Pero al final, cumplirá lo que Dios le mandaba, después de una peripecia que ha pasado a la historia por su originalidad. Resulta llamativa la forma como Dios libera a Jonás, y el cambio rotundo que se produce en el profeta. De ser un profeta prófugo, se convierte en un portador del mensaje de salvación para la ciudad y los habitantes de Nínive. En forma de salmo presenta el autor la reacción de Jonás al verse en el vientre del pez. A pesar de su rebeldía, desde el “vientre del abismo pidió auxilio y el Señor lo escuchó” (Jon 2,3). Por propia experiencia, Jonás sabe que la salvación viene del Señor. Lo escuchó cuando le flaqueaban las fuerzas. Después de lo sucedido, y de la forma como actuó Dios con él, Jonás cambia de actitud. Está dispuesto a obedecer. Le ofrece a Dios como sacrificio, un grito de acción de gracias. Practica tú también la misericordia Ubiquémonos en el contexto en el que Jesús pronuncia la parábola. Estamos ante un maestro de la ley, que además venía a tenderle un lazo. Jesús le hace recordar lo que él mismo sabía. El evangelista recoge el mandamiento fundamental: Amar a Dios con todo el corazón, y al prójimo lo mismo que a uno mismo. A continuación, Jesús le presenta una parábola en acción, para indicarle quién es el prójimo. Jesús elige dos tipos distintos de personajes. Al lado del hombre herido desfilan primero dos servidores del templo. Al avistarlo de lejos, dan un rodeo. Ellos no se pueden manchar las manos con sangre, para poder realizar su servicio en el templo. Algo tan importante como es el culto en el templo no lo pueden dejar. El segundo personaje es un samaritano. Los judíos consideran a los samaritanos renegados y pecadores. Éste se detiene, se hace cargo de la situación del malherido, pone remedio inmediatamente curando las heridas, y lo lleva después a la posada, que hacía las veces de centro de salud. Tres gestos propios de la verdadera caridad. Primero: hacerse cargo de la situación; segundo: reactivar el corazón, compadeciéndose de la persona necesitada; Tercero: poner manos a la obra, aportando el concurso personal: el samaritano le curó las heridas; cuarto: procurar la solución definitiva en un centro adecuado y con el personal profesional. El santo de hoy: San Francisco de Borja (1510-1572) Nace en Gandía (España). Parte de su vida transcurrió en la corte del emperador Carlos V, llevando una vida ejemplar. Fue Virrey de Cataluña y Duque
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de Gandía. Estuvo casado con Leonor de Castro. De este matrimonio nacieron ocho hijos. Al contemplar el cadáver de la emperatriz, célebre por su belleza, dio un giro total en su vida. Se le atribuye la frase: “No más servir a señor que se me pueda morir”. Entró en la Compañía de Jesús y llegó a ser superior general. Murió en Roma en 1572. P. Antonio Danoz, redentorista
1. Antífona de entrada Que todas tus creaturas te den gracias, Señor; que te bendigan tus santos, que proclamen la gloria de tu Reino y den testimonio de tu poder (Sal 144,10-11).
2. Oración colecta Dios todopoderoso y eterno, que nos has dado una prueba de tu amor al glorificar a tu santo, haz que su intercesión y ejemplo nos impulsen a seguir con fidelidad a tu Hijo, Jesucristo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos. 3. 1ª Lectura
(Jon 1,1–2,1.11)
Lectura del libro del profeta Jonás El Señor le dirigió la palabra a Jonás, hijo de Amitay, y le dijo: “Levántate y vete a Nínive, la gran ciudad, y predica en ella que su maldad ha llegado hasta mí”. Se levantó Jonás para huir a Tarsis, lejos del Señor, y llegó a Jafa, donde encontró un barco que salía para Tarsis; pagó su pasaje y se embarcó para dirigirse a Tarsis, lejos del Señor. Pero el Señor desencadenó un gran viento sobre el mar y provocó una tormenta tan fuerte, que el barco
estaba a punto de naufragar. Los marineros tuvieron miedo y se pusieron a invocar cada uno a su dios. Luego echaron al mar la carga para aligerar la nave. Mientras tanto, Jonás había bajado al fondo del barco, se había acostado y dormía profundamente. El capitán se le acercó y le dijo: “¿Qué haces aquí dormido? Levántate e invoca a tu Dios, a ver si él se compadece de nosotros y no perecemos”. Luego se dijeron unos a otros: “Echemos suertes para ver quién tiene la culpa de esta desgracia”. Echaron suertes y le tocó a Jonás. Entonces le dijeron: “Dinos por qué nos ha sobrevenido esta desgracia, cuál es tu oficio, de dónde vienes, cuál es tu país y de qué pueblo eres”. Él les respondió: “Soy hebreo y adoro al Señor, Dios del cielo, que hizo el mar y la tierra”. Entonces aquellos hombres tuvieron mucho miedo y le dijeron: “¿Por qué has hecho esto?” Pues él acababa de decirles que iba huyendo del Señor. Y como el mar seguía encrespándose, le preguntaron: “¿Qué hemos de hacer contigo para que el mar se calme?” Él les respondió: “Levántenme y arrójenme al mar, y el mar se calmará, pues sé que por mi culpa les ha sobrevenido esta tormenta tan fuerte”. Los hombres se pusieron a remar para alcanzar la costa, pero no pudieron, porque el mar seguía
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encrespándose en torno a ellos. Entonces invocaron al Señor, diciendo: “Señor, no nos hagas morir por culpa de este hombre, ni nos hagas responsables de la muerte de un inocente, ya que es clara tu voluntad”. Entonces levantaron a Jonás y lo arrojaron al mar y el mar calmó su furia. Y aquellos hombres temieron mucho al Señor; le ofrecieron un sacrificio y le hicieron promesas. Dispuso el Señor que una ballena se tragara a Jonás, el cual estuvo en el vientre de la ballena tres días y tres noches. Entonces el Señor le ordenó a la ballena que vomitara a Jonás en tierra firme. Palabra de Dios. A Te alabamos, Señor. 4. Salmo responsorial R En el peligro grité al Señor y me atendió. L En el peligro grité al Señor y me atendió. Desde el vientre del abismo te pedí auxilio y me escuchaste /R L Me habías arrojado al fondo, en alta mar, me rodeaba la corriente, tus torrentes y tus olas me arrollaban /R L Entonces pensé: “Me has arrojado de tu presencia; ¿quién pudiera ver otra vez tu santo templo?” /R L Cuando se me acababan las fuerzas, invoqué al Señor y llegó hasta ti mi oración, hasta tu santo templo /R (Jon 2). 5. Aclamación antes del Evangelio R Aleluya, aleluya. Les doy un mandamiento nuevo, dice el Señor, que se amen los unos a los otros, como yo los he amado. R Aleluya (Jn 13,34).
6. Evangelio (Lc 10,25-37)
Lectura del santo Evangelio según san Lucas A Gloria a ti, Señor En aquel tiempo, se presentó ante Jesús un doctor de la ley para ponerlo a prueba y le preguntó: “Maestro, ¿qué debo hacer para conseguir la vida eterna?” Jesús le dijo: “¿Qué es lo que está escrito en la ley? ¿Qué lees en ella?” El doctor de la ley contestó: “Amarás al Señor tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con todas tus fuerzas y con todo tu ser, y a tu prójimo como a ti mismo”. Jesús le dijo: “Has contestado bien; si haces eso, vivirás”. El doctor de la ley, para justificarse, le preguntó a Jesús: “¿Y quién es mi prójimo?” Jesús le dijo: “Un hombre que bajaba por el camino de Jerusalén a Jericó, cayó en manos de unos ladrones, los cuales lo robaron, lo hirieron y lo dejaron medio muerto. Sucedió que por el mismo camino bajaba un sacerdote, el cual lo vio y pasó de largo. De igual modo, un levita que pasó por ahí, lo vio y siguió adelante. Pero un samaritano que iba de viaje, al verlo, se compadeció de él, se le acercó, ungió sus heridas con aceite y vino y se las vendó; luego lo puso sobre su cabalgadura, lo llevó a un mesón y cuidó de él. Al día siguiente sacó dos denarios, se los dio al dueño del mesón y le dijo: ‘Cuida de él y lo que gastes de más, te lo pagaré a mi regreso’. ¿Cuál de estos tres te parece que se portó como prójimo del hombre que fue asaltado por los ladrones?” El doctor de la ley le respondió: “El que tuvo compasión de él”. Enton-
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ces Jesús le dijo: “Anda y haz tú lo mismo”. Palabra del Señor. A Gloria a ti, Señor Jesús. 7. Oración sobre las ofrendas Acepta, Señor, con bondad, nuestras ofrendas y, por intercesión de san Francisco de Borja que hoy conmemoramos, consérvanos unidos en tu amor para que podamos ofrecerte dignamente este sacrificio de alabanza. Por Jesucristo, nuestro Señor. 8. Antífona de la comunión Los justos se alegran y gozan en la presencia de Dios, llenos de júbilo
9. Oración después de la comunión Dios nuestro, fuente de consolación y de paz, que nos has concedido celebrar la Eucaristía en la fiesta de san Francisco de Borja, haz que el Cuerpo y la Sangre de tu Hijo, que hemos recibido en este sacramento, sean prendas de nuestra salvación eterna. por Jesucristo, nuestro Señor. Dios te ha hablado, y tiene para ti una pregunta: ¿También tú das un rodeo, para no complicarte la vida?
(Sal 67,4).
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de Octubre - Martes,
San Francisco de Asís, Diácono, M Color litúrgico: Blanco
Yo llevo en mi cuerpo las marcas de Cristo Pablo concluye la carta a las comunidades de Galacia “con letras grandes”, para indicar la importancia que concede a lo que sigue, escrito de su puño y letra. Todo el orgullo del apóstol se centra en la cruz de Cristo. En ella pone toda su gloria. La cruz es signo del amor de Jesús y de su entrega suprema por la salvación de la humanidad. Pablo ha dedicado toda su vida a anunciar la Buena Noticia de la salvación que nace de la cruz. Jesús que ha sido clavado en la cruz, ha hecho de Pablo también un crucificado para el mundo. Jesús crucificado es el fundamento de su vida de apóstol y de su predicación. En la situación presente, lo antiguo carece de sentido. Lo que vale es la nueva persona que ha nacido por la fuerza salvadora de la cruz. Pablo se considera “marcado” con los signos que revelan su pertenencia a Jesús. El apóstol se refiere al tatuaje (“estigma”) que llevaban los esclavos, como signo de pertenencia al amo. Los sufrimientos, las enfermedades, las persecuciones que sufrió en su propia carne por Jesús y por la Buena Noticia, son las “marcas” de Jesús, que lo identifican como discípulo fiel del Crucificado. Es un siervo de Jesús, al que los sufrimientos de su Señor se le
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clavaron en la propia carne. Con toda razón puede exclamar: “Estoy crucificado con Cristo”. Escuchar a Jesús es optar por la mejor parte Lucas ha escogido a dos mujeres, para encarnar dos actitudes fundamentales en toda comunidad cristiana: la escucha de la Palabra de Jesús y la disponibilidad para el servicio. La escucha de la Palabra en el discípulo y en la discípula lleva unido el anuncio. La disponibilidad para el servicio, se hace efectivo en la comunidad cristiana en el ejercicio de la caridad y de los diversos programas sociales. A algunos de estos ministerios aún se ponen barreras a las mujeres. Este cuadro que nos ofrece Lucas encierra una bella catequesis en acción, sobre dos elementos básicos de la vida del discípulo de Jesús: La escucha de la Palabra y el servicio fraterno. María encarna la actitud del discípulo que escucha. Sentada a los pies de Jesús, en una escucha amorosa, concentrada, sin perder palabra. Esta escucha es una “cosa necesaria”, y no se puede prescindir de ella. Jesús no descalifica el trabajo de Marta. Su entrega forma parte de la acogida amorosa que dispensa a Jesús. El verbo que usa Lucas significa: “estar absorbido”, “inquieto”. Jesús advierte a Marta: el activismo no puede suplantar la necesaria escucha de la Palabra. Ésta es necesaria para poder prestar un buen servicio. El servicio de las mesas y el servicio de la Palabra, escuchada y anunciada, han de armonizarse en la vida de las personas y en las comunidades. El santo de hoy: San Francisco de Asís (1182-1226) Nace en Asís (Italia) Su nombre era Juan de Bernardone. Pertenecía a una familia acomodada de comerciantes. Estamos en presencia de uno de los personajes más fascinantes del cristianismo. Por su encanto personal y por su radicalidad evangélica. Cuando contaba 24 años toma una decisión sorprendente. Deja la casa paterna para abrazar San Francisco una vida de pobreza radical. Vive entregado a la soledad de Asís y a la penitencia. Con un grupo de compañeros inicia la fundación de la Orden de Hermanos Menores. Colaboró con santa Clara en la fundación de las Clarisas. Del tronco franciscano han surgido diversos Institutos de vida consagrada. En 1224 recibe “los estigmas”, que lo asemejan aún más a Jesús crucificado. Se le considera el iniciador de los “Belenes”. Al año de su muerte es canonizado por aclamación popular. Es uno de los Patronos de Europa. P. Antonio Danoz, redentorista
1. Antífona de entrada Francisco, el hombre de Dios, dejó su casa, abandonó su herencia y se hizo pobre y desvalido; pero el Señor se hizo cargo de él.
2. Oración colecta Dios nuestro, que otorgaste a san Francisco de Asís la gracia de seguir gozosamente a Cristo en una vida de pobreza y humildad, haz que, a
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ejemplo suyo, nuestra preocupación esencial en esta tierra sea la de amar y seguir a tu Hijo, Jesucristo, que vive y reina contigo.
del Señor viene la misericordia y la abundancia de la redención, y él redimirá a su pueblo de todas sus iniquidades /R (Sal 129).
3. 1ª Lectura
5. Aclamación antes del Evangelio R Aleluya, aleluya. Dichosos los que escuchan la palabra de Dios y la ponen en práctica, dice el Señor. R Aleluya (Lc 11,28).
(Gál 6,14-18)
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los gálatas Hermanos: No permita Dios que yo me gloríe en algo que no sea la cruz de nuestro Señor Jesucristo, por el cual el mundo está crucificado para mí y yo para el mundo. Porque en Cristo Jesús de nada vale el estar circuncidado o no, sino el ser una nueva creatura. Para todos los que vivan conforme a esta norma y también para el verdadero Israel, la paz y la misericordia de Dios. De ahora en adelante, que nadie me ponga más obstáculos, porque llevo en mi cuerpo la marca de los sufrimientos que he pasado por Cristo. Hermanos, que la gracia de nuestro Señor Jesucristo esté con ustedes. Amén. Palabra de Dios. A Te alabamos, Señor. 4. Salmo responsorial R Perdónanos, Señor, y viviremos. L Desde el abismo de mis pecados clamo a ti; Señor, escucha mi clamor; que estén atentos tus oídos a mi voz suplicante /R L Si conservaras el recuerdo de las culpas, ¿quién habría, Señor, que se salvara? Pero de ti procede el perdón, por eso con amor te veneramos /R L Como aguarda a la aurora el centinela, aguarda Israel al Señor, porque
6. Evangelio (Lc 10,38-42)
Lectura del santo Evangelio según san Lucas A Gloria a ti, Señor En aquel tiempo, entró Jesús en un poblado, y una mujer, llamada Marta, lo recibió en su casa. Ella tenía una hermana, llamada María, la cual se sentó a los pies de Jesús y se puso a escuchar su palabra. Marta, entre tanto se afanaba en diversos quehaceres, hasta que, acercándose a Jesús, le dijo: “Señor, ¿no te has dado cuenta de que mi hermana me ha dejado sola con todo el quehacer? Dile que me ayude”. El Señor le respondió: “Marta, Marta, muchas cosas te preocupan y te inquietan, siendo así que una sola es necesaria. María escogió la mejor parte y nadie se la quitará”. Palabra del Señor. A Gloria a ti, Señor Jesús. 7. Oración sobre las ofrendas Acepta, Señor, nuestros dones y prepáranos a celebrar el memorial de la pasión de tu Hijo, que tan honda huella dejó en el alma y en el cuerpo de san Francisco. Por Jesucristo, nuestro Señor.
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8. Antífona de la comunión Bienaventurados los pobres de espíritu, porque de ellos es el Reino de los cielos (Mt 5,3).
ejemplo de san Francisco de Asís, procuremos sin cesar el bien de nuestros hermanos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
9. Oración después de la comunión Señor, que esta sagrada comunión nos haga amar profundamente a Cristo y a los hombres para que, a
Dios te ha hablado, y tiene para ti una pregunta: ¿Cómo armonizas la escucha de la Palabra de Dios con tus tareas?
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de Octubre - Miércoles,
Feria, XXVII Semana del Tiempo Ordinario Color litúrgico: Verde
Dios se compadeció de Nínive, a pesar de Jonás Jonás nos sigue sorprendiendo. Había sido enviado por Dios a Nínive, para llamar a los ciudadanos a convertirse de su maldad para no perecer. Obedientes a su llamado, el rey con toda la ciudad, obedeciendo el llamado del profeta manifestaron signos visibles de conversión. Jonás debía alegrarse y alabar a Dios por el éxito de su misión; por la conversión de Nínive y por haber perdonado a sus habitantes. Pero su reacción fue totalmente opuesta: le reprocha a Dios ser compasivo y clemente, paciente y misericordioso. Debería haber cumplido sus amenazas. A Jonás y a todos nosotros, Dios nos da una hermosa lección, sirviéndose de la parábola en acción del sicomoro, de la cual Jonás es protagonista. Ante el enojo de Jonás, Dios nos hace oír su mensaje: Jonás se compadece de una planta de ricino, y no tiene compasión de miles de ciudadanos que habitaban la ciudad de Nínive. El mensaje de Dios es válido también para los hombres y mujeres de hoy; para las instituciones civiles, económicas y políticas de nuestro mundo. ¡Cuántas veces nos rasgamos las vestiduras por cosas tan poco significativas como una planta, aunque debe respetarse, y guardamos silencio ante millones de personas que están al borde de perecer; o consideramos un signo de progreso eliminar a seres humanos por nacer! Cuando oren, digan: “Abbá”, (“Padre”), que estás en el cielo Nos han llegado dos versiones del “padrenuestro”. Una es la de Mateo, ubicada en el discurso sobre el monte. La otra es la de Lucas, ubicada en el relato del camino que Jesús está haciendo hacia Jerusalén. Ambos evangelistas lo incluyen en un marco catequético. Con lo cual, Mateo pone de relieve la importancia que tiene la oración en el mensaje de Jesús; y Lucas nos recuerda, que para hacer el camino con Jesús hasta la Pascua es necesario orar.
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El “padrenuestro” empieza hablando de Dios, para entender mejor la condición humana. Debido al ambiente cultural en que nace, a Dios se lo invoca con el nombre del “padre”. Existen también pasajes bíblicos en los que se habla de Dios como “madre”. Toda paternidad y toda maternidad proceden de Dios. Ambos llevan en sí la semejanza con el Creador. Las peticiones del “padrenuestro”, recogen elementos básicos del mensaje cristiano convertidos en oración: Dios padre que ha de ser honrado y amado; el reino de Dios, que está en el corazón de la predicación de Jesús; la voluntad del Padre como norma fundamental de vida; el alimento de cada día que el discípulo necesita; el perdón, como expresión del amor fraterno; la fidelidad a Dios por encima de todo. El “padrenuestro”, aunque esté desgastado por el uso, sigue siendo la primera de las oraciones cristianas por ser la “oración del Señor”. Según Tertuliano es “el resumen de todo el Evangelio”. La Didajé (s. I-II) ordenaba a los fieles rezarlo tres veces al día. P. Antonio Danoz, redentorista
1. Antífona de entrada Todo depende de tu voluntad, Señor, y nadie puede resistirse a ella. Tú has hecho los cielos y la tierra y las maravillas que contienen. Tú eres el Señor del universo (Est 13,9.10-11). 2. Oración colecta Padre lleno de amor, que nos concedes siempre más de lo que merecemos y deseamos, perdona misericordiosamente nuestras ofensas y otórganos aquellas gracias que no hemos sabido pedirte y tú sabes que necesitamos. Por nuestro Señor Jesucristo 3. 1ª Lectura (Jon 4,1-11)
Lectura del libro del profeta Jonás Jonás se disgustó mucho de que Dios no hubiera castigado a los habitantes de Nínive, e irritado, oró al Señor en estos términos: “Señor, esto es lo que yo me temía cuando estaba en mi tierra, y por eso me di prisa en huir a
Tarsis. Bien sabía yo que tú eres un Dios clemente y compasivo, lleno de paciencia y de misericordia, siempre dispuesto a perdonar. Ahora, Señor, quítame la vida, pues prefiero morir a vivir”. Pero el Señor le respondió: “¿Crees que hay motivo para que te enojes?” Jonás salió de Nínive y acampó al oriente de la ciudad. Allí construyó una enramada y se sentó a su sombra, para ver qué pasaba con Nínive. Entonces, el Señor Dios hizo nacer una hiedra, que creció tan tupida, que le daba sombra y lo resguardaba del ardor del sol. Jonás se puso muy contento por la hiedra. Pero al día siguiente, al amanecer, el Señor envió un gusano, el cual dañó la hiedra, que se secó. Y cuando el sol ya quemaba, el Señor envió un viento caliente y abrasador; el sol le daba a Jonás en la cabeza y lo hacía desfallecer. Entonces Jonás deseó morir y dijo: “Prefiero morir a vivir”. Entonces el Señor le dijo a Jonás: “¿Crees
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que hay motivo para que te enojes así por la hiedra?” Contestó él: “Sí, y tanto, que quisiera morirme”. Le respondió el Señor: “Tú estás triste por una hiedra que no cultivaste con tu trabajo, que nace una noche y perece la otra. Y yo, ¿no voy a tener lástima de Nínive, la gran ciudad, en donde viven más de ciento veinte mil seres humanos que no son responsables y gran cantidad de ganado?” Palabra de Dios. A Te alabamos, Señor. 4. Salmo responsorial R Tú, Señor, eres bueno y clemente. L Ten compasión de mí, pues clamo a ti, Dios mío, todo el día, y ya que a ti, Señor, levanto el alma, llena a este siervo tuyo de alegría /R L Puesto que eres, Señor, bueno y clemente y todo amor con quien tu nombre invoca, escucha mi oración y a mi súplica da respuesta pronta /R L Dios entrañablemente compasivo, todo amor y lealtad, lento a la cólera, ten compasión de mí, pues clamo a ti, Señor, a toda hora /R (Sal 85). 5. Aclamación antes del Evangelio R Aleluya, aleluya. Hemos recibido un espíritu de hijos, que nos hace exclamar: ¡Padre! R Aleluya (Rom 8,15).
6. Evangelio (Lc 11,1-4)
Lectura del santo Evangelio según san Lucas A Gloria a ti, Señor Un día, Jesús estaba orando y cuando terminó, uno de sus discípulos le dijo: “Señor, enséñanos a orar, como Juan enseñó a sus discípulos”. Entonces Jesús les dijo: “Cuando oren, digan; Padre, santificado sea tu nombre, venga tu Reino, danos hoy nuestro pan de cada día y perdona nuestras ofensas, puesto que también nosotros perdonamos a todo aquel que nos ofende, y no nos dejes caer en tentación”. Palabra del Señor. A Gloria a ti, Señor Jesús. 7. Oración sobre las ofrendas Acepta, Señor, este sacrificio de alabanza que tú mismo instituiste, y realiza en nosotros la obra de santificación que con su muerte nos mereció tu Hijo, que vive y reina por los siglos de los siglos. 8. Antífona de la comunión Bueno es el Señor con los que en él confían, con aquellos que no cesan de buscarlo (Lam 3,25). 9. Oración después de la comunión Que esta comunión, Señor, sacie nuestra hambre y nuestra sed de ti y nos transforme en tu Hijo, Jesucristo, que vive y reina por los siglos de los siglos. Dios te ha hablado, y tiene para ti una pregunta: ¿Es el padrenuestro tu oración preferida?
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de Octubre - Jueves,
Feria o Memoria de San Bruno, Presbítero Color litúrgico: Verde o blanco
Los perdonaré como un padre al hijo que le sirve El profeta se hace eco de la reclamación que los insolentes presentan ante Dios, los insolentes al constatar que a los malvados las cosas les van bien. En cambio, los justos tienen que soportar muchas adversidades. La respuesta del profeta no deja lugar a dudas: la suerte del malvado no puede ser en ningún caso mejor que la del justo. Dios estará siempre de parte del justo. Cuando Dios actúe, verán la diferencia que existe en la forma de tratar a los malos y a los buenos; a los que no sirven a Dios y a los que lo sirven. Dios les perdonará, como un padre perdona al hijo que lo sirve. Proyectando su mirada hacia el final de los tiempos, el profeta contempla la suerte de los malvados y de los arrogantes. Serán como paja devorada en un horno de fuego. Por el contrario, alumbrará el sol de la justicia sobre los justos que respetan el nombre del Señor. Los fieles del Señor han de esforzarse por hacer atrayente el camino de la justicia. El Padre da el Espíritu Santo al que se lo pide Lucas continúa la catequesis sobre la oración, con un breve relato tomado de la experiencia. Cuando existe una verdadera amistad, no dudamos en molestar al mejor amigo. Sabemos que responderá de forma positiva, aunque la petición sea intempestiva. Lucas dice, que si no es por amistad, lo hará para que lo deje tranquilo. Tratándose de Dios, que es el mejor amigo, no dudamos que nos responderá porque nos ama de verdad. Jesús nos anima a orar. De forma categórica nos asegura, que si pedimos seremos escuchados; si buscamos, Dios nos saldrá al encuentro; si llamamos, nos abrirá las puertas del corazón de par en par. Jesús acude de nuevo a una realidad muy humana y entrañable: la actitud de un padre con su hijo. Jamás se le ocurrirá darle un pedrusco, una serpiente o un escorpión, si le pide de comer. Si los padres terrenos, que a veces no actúan bien, dan cosas buenas a sus hijos, ¿quién puede imaginar que Dios no dará cosas buenas a quien se las pide? Pero existe un don maravilloso que Dios a nadie negará si se lo pide: el Espíritu Santo. El santo de hoy: San Bruno (1135-1101) Nace en Colonia (Alemania) en el seno de una familia de la nobleza. Después de ser ordenado de presbítero, ejerció como profesor. Ayudó al papa Gregorio VII en la reforma que emprendió. Más tarde se retiró a un lugar solitario llamado
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Chartreuse, que se convirtió en la cuna de la Orden Cisterciense (Cartujos). Fundó varios monasterios. Murió recitando la profesión de fe ante Jesús presente en la eucaristía. P. Antonio Danoz, redentorista
1. Antífona de entrada El Señor es la parte que me ha tocado en herencia; la parte que he recibido es la más hermosa. El mismo Señor es mi recompensa (Sal 15,5-6). 2. Oración colecta Dios nuestro, que quisiste que san Bruno se santificara en una vida de soledad y de oración, concédenos, por sus méritos, santificarnos y servirte en medio de la agitación de este mundo. Por nuestro Señor Jesucristo. 3. 1ª Lectura (Mal 3,13-20)
Lectura del libro del profeta Malaquías “Ustedes me han ofendido con sus palabras, dice el Señor, y todavía preguntan: ‘¿Qué hemos dicho contra ti?’ Han dicho esto: ‘No vale la pena servir a Dios. ¿Qué hemos ganado con guardar sus mandamientos o con hacer penitencia ante el Señor de los ejércitos? Más bien tenemos que felicitar a los soberbios, pues hacen el mal y prosperan, provocan a Dios y escapan sin castigo’”. Entonces, los que temen al Señor hablaron unos con otros. Y el Señor puso atención y escuchó lo que decían y se escribió ante él un libro en el que están registradas las obras y los nombres de los que temen al Señor y lo honran.
“El día que yo actúe, dice el Señor de los ejércitos, ellos serán mi propiedad personal y yo seré indulgente con ellos, como un padre es indulgente con el hijo que lo obedece. Entonces verán la diferencia entre los buenos y los malos, entre los que obedecen a Dios y los que no lo obedecen. Ya viene el día, ardiente como un horno, y todos los soberbios y malvados serán como la paja. El día que viene los consumirá, dice el Señor de los ejércitos, hasta no dejarles ni raíz ni rama. Pero para ustedes, los que temen al Señor, brillará el sol de justicia, que les traerá la salvación en sus rayos”. Palabra de Dios. A Te alabamos, Señor. 4. Salmo responsorial R Dichoso el hombre que confía en el Señor. L Dichoso aquel que no se guía por mundanos criterios, que no anda en malos pasos ni se burla del bueno, que ama la ley de Dios y se goza en cumplir sus mandamientos /R L Es como un árbol plantado junto al río, que da fruto a su tiempo y nunca se marchita. En todo tendrá éxito /R L En cambio los malvados serán como la paja barrida por el viento. Porque el Señor protege el camino del justo y al malo sus caminos acaban por perderlo /R (Sal 1).
6 de Octubre – Jueves, Feria o Memoria de San Bruno
5. Aclamación antes del Evangelio R Aleluya, aleluya. Abre, Señor, nuestros corazones, para que comprendamos las palabras de tu Hijo. R Aleluya (He 16,14). 6. Evangelio (Lc 11,5-13)
Lectura del santo Evangelio según san Lucas A Gloria a ti, Señor En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: “Supongan que alguno de ustedes tiene un amigo que viene a medianoche a decirle: ‘Préstame, por favor, tres panes, pues un amigo mío ha venido de viaje y no tengo nada que ofrecerle’. Pero él le responde desde dentro: ‘No me molestes. No puedo levantarme a dártelos, porque la puerta ya está cerrada y mis hijos y yo estamos acostados’. Si el otro sigue tocando, yo les aseguro que, aunque no se levante a dárselos por ser su amigo, sin embargo, por su molesta insistencia, sí se levantará y le dará cuanto necesite. Así también les digo a ustedes: Pidan y se les dará, busquen y encontrarán, toquen y se les abrirá. Porque quien pide, recibe; quien busca, encuentra y al que toca, se le abre. ¿Habrá entre ustedes algún padre, que cuando su hijo le pida pan, le dé una piedra? ¿O cuando le pida pescado, le dé una víbora? ¿O cuando le pida huevo, le dé un alacrán? Pues, si ustedes, que son malos, saben dar cosas buenas a sus hijos, ¿cuánto más el Padre celestial les dará el Espíritu Santo a quienes se lo pidan?” Palabra del Señor. A Gloria a ti, Señor Jesús.
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7. Oración sobre las ofrendas Dios misericordioso, que transformaste a san Bruno, para hacer de él un hombre nuevo a imagen de Cristo, renuévanos también a nosotros mediante este sacrificio de reconciliación que vamos a ofrecerte. Por Jesucristo, nuestro Señor. 8. Antífona de la comunión Yo les aseguro, dice el Señor, que los que han dejado todo para seguirme, recibirán cien veces más y alcanzarán la vida eterna (Mt 19,27-29). 9. Oración después de la comunión Dios omnipotente, que por medio de este sacramento nos comunicas la fuerza de tu Espíritu, haz que, a ejemplo de san Bruno, te amemos sobre todas las cosas y vivamos siempre como verdaderos hijos tuyos. Por Jesucristo, nuestro Señor. Dios te ha hablado, y tiene para ti una pregunta: ¿Es el Espíritu Santo el don que más pides a Dios?
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de Octubre - Viernes,
Nuestra Señora del Rosario, M Color litúrgico: Blanco
Convoquen la asamblea, proclamen el ayuno Joel presenta una terrible plaga de langostas, como marco histórico para su anuncio profético. Es como un poderoso ejército que lo arrasa todo. Alcanzará hasta la casa de Dios, poniendo fin a las ofrendas que se presentan en el templo. La plaga de las langostas es interpretada como un castigo de Dios. En la mentalidad de la época nada acaece por casualidad. Lo bueno procede de Dios como una bendición; lo malo llega en forma de castigo. La única forma de aplacar al Señor es la penitencia. No es raro encontrar todavía personas que mantienen esta mentalidad. El profeta llama al pueblo a hacer penitencia. Los primeros en hacerla han de ser los representantes del pueblo ante Dios: los sacerdotes. Como signo de penitencia deben vestir de luto y postrarse ante el altar en esteras. El pueblo le ha fallado a Dios. Ha dejado de ofrecerle ofrendas en el templo. La convocatoria se dirige también a los responsables del pueblo y a la gente del campo. Deben empezar un tiempo de ayuno y reunirse en el templo del Señor para invocarlo. Lo acontecido es un signo de que está cerca “el día del Señor”. Si expulso demonios, es que ha llegado el reino de Dios La escenografía que ofrece Lucas resulta extraña a muchas personas de nuestro tiempo. No lo era así en tiempos de Jesús. Aun hoy no es extraño encontrar grupos instalados en el mundo misterioso de la demonología. Lo que interesa al evangelista es que sus lectores comprendan, que Jesús está revestido del poder de Dios, y es capaz de imponerse al poder de los demonios. En segundo lugar: la expulsión de los demonios es un signo inequívoco de que el reino de Dios está actuando ya en el mundo. Frente al espíritu del mal, representado por el “príncipe de los demonios”, en Jesús actúa el Espíritu Santo, contra el cual nada puede el espíritu maligno. Ante la acusación de que actúa bajo el poder del maligno, Jesús presenta este enfrentamiento con el espíritu del mal como a una guerra. Vencerá el que es más fuerte. En este caso, Jesús es el más fuerte. Ante este Jesús, vencedor del maligno, no se puede adoptar una actitud neutral. Hay que tomar necesariamente partido. O se está con él, y se triunfará del espíritu del mal. O se está en contra suya, y la persona será esclava del maligno. Cuando este dominio se consuma, las cosas le van de mal en peor. La fiesta de hoy: Ntra. Sra. del Rosario La Orden de santo Domingo está en los orígenes del Rosario en la forma que actualmente conocemos. En el Rosario confluyen: la contemplación de los misterios de Cristo, mediante el anuncio de los misterios; la invocación al
7 de Octubre - Viernes, Nuestra Señora del Rosario
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Padre por medio del padrenuestro; y la invocación a la Virgen María. El papa Pío V, que perteneció a la Orden de los Dominicos, extendió esta devoción a toda la Iglesia. El mismo papa instituyó la fiesta del Rosario. La fijó el 7 de octubre, para agradecer a la Virgen María la victoria sobre el imperio otomano en Lepanto. P. Antonio Danoz, redentorista
1. Antífona de entrada Te saludamos, María, la llena de gracia; el Señor está contigo. Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre (Lc 1,28.42). 2. Oración colecta Señor, tú que nos has hecho conocer el misterio gozoso de la Encarnación de tu Hijo, concédenos tu gracia, por intercesión de la santísima Virgen María, para acompañar a Cristo en los misterios dolorosos de su pasión y muerte y poder participar así de su gloriosa resurrección. Por nuestro Señor Jesucristo. 3. 1ª Lectura
(Jl 1,13-15; 2,1-2)
Lectura del libro del profeta Joel Hagan penitencia y lloren, sacerdotes; giman, ministros del altar; vengan, acuéstense en el suelo vestidos de sayal, ministros de mi Dios, porque el templo del Señor se ha quedado sin ofrendas y sacrificios. Promulguen un ayuno, convoquen la asamblea, reúnan a los ancianos y a todos los habitantes del país en el templo del Señor, nuestro Dios, y clamen al Señor: “¡Ay de nosotros en aquel día!” Porque ya está cerca el día del Señor, y llegará como el azote del Dios todopoderoso.
Toquen la trompeta en Sión, den la alarma en mi monte santo; que tiemblen los habitantes del país, porque ya viene, ya está cerca el día del Señor. Es un día de oscuridad y de tinieblas, día de nubes y de tormenta; como la aurora se va extendiendo sobre todos los montes, así se extenderá el poderoso ejército que viene: nunca hubo uno como él ni habrá otro igual a él por muchas generaciones. Palabra de Dios. A Te alabamos, Señor. 4. Salmo responsorial R El Señor juzga al mundo con justicia. L Te doy gracias, Señor, de todo corazón y proclamaré todas tus maravillas; me alegro y me regocijo contigo y toco en tu honor, Altísimo /R L Reprendiste a los pueblos, destruiste al malvado y borraste para siempre su recuerdo. Los pueblos se han hundido en la tumba que hicieron, su pie quedó atrapado en la red que escondieron /R L El Señor reina eternamente, tiene establecido un tribunal para juzgar; juzga al orbe con justicia y rige a las naciones con rectitud /R (Sal 9). 5. Aclamación antes del Evangelio R Aleluya, aleluya. Ya va a ser arrojado el príncipe de este mundo.
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7 de Octubre - Viernes, Nuestra Señora del Rosario
Cuando yo sea levantado de la tierra, atraeré a todos hacia mí, dice el Señor. R Aleluya (Jn 12,31-32). 6. Evangelio (Lc 11,15-26)
Lectura del santo Evangelio según san Lucas A Gloria a ti, Señor En aquel tiempo, cuando Jesús expulsó a un demonio, algunos dijeron: “Este expulsa a los demonios con el poder de Satanás, el príncipe de los demonios”. Otros, para ponerlo a prueba, le pedían una señal milagrosa. Pero Jesús, que conocía sus malas intenciones, les dijo: “Todo reino dividido por luchas internas va a la ruina y se derrumba casa por casa. Si Satanás también está dividido contra sí mismo, ¿cómo mantendrá su reino? Ustedes dicen que yo arrojo a los demonios con el poder de Satanás. Entonces, ¿con el poder de quién los arrojan los hijos de ustedes? Por eso, ellos mismos serán sus jueces. Pero si yo arrojo a los demonios por el poder de Dios, eso significa que ha llegado a ustedes el Reino de Dios. Cuando un hombre fuerte y bien armado guarda su palacio, sus bienes están seguros; pero si otro más fuerte lo asalta y lo vence, entonces le quita las armas en que confiaba y después dispone de sus bienes. El que no está conmigo, está contra mí; y el que no recoge conmigo, desparrama. Cuando el espíritu inmundo sale de un hombre, anda vagando por lugares áridos, en busca de reposo, y al no hallarlo, dice: ‘Volveré a mi casa, de donde salí’. Y al llegar, la
encuentra barrida y arreglada. Entonces va por otros siete espíritus peores que él y vienen a instalarse allí, y así la situación final de aquel hombre resulta peor que la de antes”. Palabra del Señor. A Gloria a ti, Señor Jesús. 7. Oración sobre las ofrendas Que el memorial de los misterios de nuestra redención, transforme, Señor, nuestra vida y nos haga dignos de la salvación eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor. 8. Antífona de la comunión El ángel Gabriel dijo a María: Vas a concebir y a dar a luz un Hijo, a quien pondrás por nombre Jesús (Lc 1,31).
9. Oración después de la comunión Por medio de esta Eucaristía, en la que hemos proclamado la muerte y resurrección de tu Hijo, concédenos, Señor, la gracia de participar con nuestros sufrimientos en la pasión de Cristo, para que podamos participar también de su gloriosa resurrección. Por Jesucristo, nuestro Señor Dios te ha hablado, y tiene para ti una pregunta: ¿Es el Espíritu de Jesús o el espíritu del mal quien manda tu persona?
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de Octubre - Sábado,
Feria o Memoria de Santa María en sábado Color litúrgico: Verde o blanco
El Señor será el refugio para su pueblo El profeta concluye su obra con una proyección hacia el futuro, en la que se abrirá una era de liberación y de paz para el pueblo y no quedará defraudado. Dios “derramará su espíritu sobre todos: sus hijos e hijas profetizarán” (Joel 3,1). En los últimos días Dios instalará un tribunal para realizar el juicio a las naciones. Las reunirá en el valle de Josafat. Los que dispersaron a los hijos de Israel, se repartieron sus tierras y saquearon sus templos, tendrán que rendir cuentas ante Dios, que se pone siempre del lado de los humildes y avasallados. Para describir un juicio de tales proporciones, el profeta acude al género apocalíptico. Habrá trastornos cósmicos, y en la tierra habrá grandes trastornos por haber derramado sangre inocente: llanuras desoladas, regiones que se convertirán en desiertos. Para los que han sufrido la violencia, vejaciones, destierro, el juicio será un acontecimiento gozoso. El profeta lo describe como un nuevo paraíso: colinas que destilarán leche, un torrente de agua brotará en el templo. Dios fijará su morada en medio de su pueblo y ya no se alejará más de él. La mejor de las bienaventuranzas En dos versos se proclaman dos bienaventuranzas. La primera proviene de una mujer que se encuentra entre la multitud. La proclamación va dirigida a Jesús, pero como rebote recae sobre su madre. Jesús es proclamado bienaventurado, pasando por el vientre de María, que ha disfrutado de la bendición de Dios, que la hizo madre de su Hijo. Jesús no infravalora esta bienaventuranza, muy gratificante para cualquier madre. Pero él se sitúa en otro terreno. Desde ahí proclama su bienaventuranza: “¡Dichosos, más bien, los que escuchan la Palabra de Dios y la cumplen!” (Lc 11,28). La proclamación de Jesús contiene dos exigencias. La primera: la escucha. Escuchar significa conocer, ahondar hasta el corazón de la Palabra que se nos anuncia, tratando de hacerla nuestra. Es necesario que se realice una suerte de encarnación de la Palabra de Dios en cada uno. Esta Palabra sembrada en el corazón ha de producir fruto. Jesús no se contenta con el “¡Señor, Señor!”. Hay que hacerla realidad viviente en cada acto. Tiene que producir fruto: el ciento por uno. No puede regresar vacía a aquel que la sembró. P. Antonio Danoz, redentorista
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8 de Octubre - Sábado, Feria o Memoria de Santa María en sábado
1. Antífona de entrada Dichosa tú, Virgen María, que llevaste en tu seño al creador del universo; diste a luz al que te creó, y permaneces virgen para siempre. 2. Oración colecta Fortalece, Dios misericordioso, nuestra debilidad, para que todos los que ahora recordamos con veneración a la santa Madre de Dios, podamos, por su intercesión y ayuda, levantarnos de nuestros pecados. Por nuestro Señor Jesucristo. 3. 1ª Lectura (Jl 4,12-21)
Lectura del libro del profeta Joel “Que se levanten las naciones y acudan al valle de Josafat: allí me sentaré a juzgar a las naciones vecinas. Empuñen las hoces, porque ya la mies está madura; vengan a pisar las uvas, porque ya está lleno el lagar, ya las cubas están rebosantes de sus maldades. Multitudes y multitudes se reúnen en el valle del juicio, porque está cerca el día del Señor. El sol y la luna se oscurecen, las estrellas retiran su resplandor. El Señor ruge desde Sión, desde Jerusalén levanta su voz; tiemblan los cielos y la tierra. Pero el Señor protege a su pueblo, auxilia a los hijos de Israel. Entonces sabrán que yo soy el Señor, su Dios, que habito en Sión, mi monte santo. Jerusalén será santa y ya no pasarán por ella los extranjeros. Aquel día los montes destilarán vino y de las colinas manará leche. Los ríos de Judá irán llenos de agua y brotará un manantial del templo del Señor, que regará el valle de las
Acacias. Egipto se volverá un desierto y Edom una árida estepa, porque oprimieron a los hijos de Judá y derramaron sangre inocente en su país. En cambio, Judá estará habitada para siempre, y Jerusalén, por todos los siglos. Vengaré su sangre, no quedarán impunes los que la derramaron, y yo, el Señor, habitaré en Sión”. Palabra de Dios. A Te alabamos, Señor. 4. Salmo responsorial R Alegrémonos todos con el Señor. L Reina el Señor, alégrese la tierra, cante de regocijo el mundo entero. Tinieblas y nubes rodean el trono del Señor, que se asienta en la justicia y el derecho /R L Los montes se derriten como cera ante el Señor de toda la tierra. Los cielos pregonan su justicia, su inmensa gloria ven todos los pueblos /R L Amanece la luz para el justo y la alegría para los rectos de corazón. Alégrense, justos, con el Señor y bendigan su santo nombre /R (Sal
96).
5. Aclamación antes del Evangelio R Aleluya, aleluya. Dichosos los que escuchan la palabra de Dios y la ponen en práctica, dice el Señor. R Aleluya (Lc 11,28). 6. Evangelio (Lc 11,27-28)
Lectura del santo Evangelio según san Lucas A Gloria a ti, Señor En aquel tiempo, mientras hablaba a la multitud, una mujer del pueblo, gritando, le dijo: “¡Dichosa la mu-
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jer que te llevó en su seno y cuyos pechos te amamantaron!” Pero Jesús le respondió: “Dichosos todavía más los que escuchan la palabra de Dios y la ponen en práctica”. Palabra del Señor. A Gloria a ti, Señor Jesús. 7. Oración sobre las ofrendas Al venerar la memoria de la Madre de tu Hijo, te rogamos, Señor que la ofrenda que te persentamos nos transforme, por tu gracia, en oblación viva y continua. Por Jesucristo, nuestro Señor. 8. Antífona de la comunión Ha hecho en mí maravillas el To-
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dopoderoso, cuyo nombre es santo (Lc 1,49).
9. Oración después de la comunión Ya que participamos de la redención eterna, te pedimos, Señor, que al venerar la memoria de la Madre de tu Hijo, nos gloriemos de la plenitud de tu gracia y sintamos los efectos de tu obra redentora. Por Jesucristo, nuestro Señor. Dios te ha hablado, y tiene para ti una pregunta: ¿Cómo llevas a la práctica la Palabra de Dios, que lees o escuchas?
de Octubre - Domingo
XXVIII del Tiempo Ordinario /A -
L.H.: 4ª Sem. del Salterio - Color litúrgico: Blanco
TODOS ESTÁN INVITADOS AL BANQUETE DEL SEÑOR La propuesta de Dios para un mundo feliz El genio literario del autor de la primera sección del libro de Isaías, nos presenta el proyecto que Dios tiene para el mundo, en forma de himno lleno de optimismo. Ha tomado el banquete como signo de referencia. La descripción que nos hace es espléndida: manjares suculentos, vinos de solera, manjares deliciosos. Parece no faltar nada en el menú de este festín, para hacer felices a sus comensales, que somos todos los hombres y mujeres de ayer, de hoy y del mañana. De la mesa pasamos a las realidades humanas y sociales. Eliminará los nubarrones que se ciernen sobre los pueblos, que les impide desarrollarse en libertad. Aniquilará ese enemigo que nos ronda siempre, en muchas ocasiones por insensatez de los humanos, que es la muerte. Las lágrimas de tristeza, se convertirán en lágrimas de gozo. Dios ha hecho el proyecto. Nos lo ha transmitido por medio del profeta. A nosotros nos ha dejado la iniciativa para hacerlo realidad. Después de muchos siglos, Dios nos pregunta a los humanos: ¿Qué hemos hecho de su proyecto?
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Algo hemos hecho. En algunos campos, mucho. Pero nos resta mucho por hacer, para que todos tengan asiento en el festín, para que las lágrimas de dolor de muchos ojos se sequen, para que dejemos de matar. El reto sigue sobre el tapete. El reino de Dios se parece a un banquete de bodas Isaías nos propuso el proyecto de Dios para el mundo, sirviéndose del banquete. En el evangelio, Jesús nos habla de otro proyecto, que también es de Dios. Nos envió a su Hijo a anunciarlo y a ponerlo en marcha. Se trata del reino de Dios. Para presentarlo, Jesús acude también al banquete. En este caso precisa la clase de banquete: un banquete de bodas. Los autores bíblicos recurren con frecuencia a la bella realidad del amor conyugal y de la boda, para hablar de las relaciones de Dios con el pueblo, y del estilo de vida que propone a la comunidad humana. ‘Amigo, ¿cómo has entrado aquí sin traje El proyecto de reino de Dios que Jesús de fiesta?’ Aquel hombre se quedó callaanuncia tiene un elemento constitutivo y do. Entonces el rey dijo a los criados: ‘Atenlo de pies y manos y arrójenlo fuera, fundamental: el amor en toda su riqueza a las tinieblas’ (Mt 22,12-13). antropológica, social, convivencial y espiritual. Cuando anunció las normas fundamentales del proyecto, Jesús dijo: El precepto más importante de la ley es éste: “Amarás al Señor tu Dios…Amarás al prójimo como a ti mismo” (Mt 22,37-38). El proyecto de Dios que Jesús anuncia y se empeña en hacer realidad es éste: toda la humanidad ha de organizarse de acuerdo con el proyecto del reino de Dios. La primera ley para todos es el amor. La vida de la comunidad humana ha de ser feliz y gozosa como una boda. La convivencia: un banquete nupcial en el que todos comparten por igual, sin excluir a nadie. Los que se autoexcluyen del banquete Identifiquemos desde el principio al rey que prepara la boda, y al hijo. Dios es quien decide celebrar la boda, enviando a su Hijo al mundo. Se desposará con la humanidad haciéndose hombre. La boda del Hijo con la humanidad tiene un momento importante: la encarnación. La parábola presenta un primer grupo de invitados que rechazan la invitación. Para el primero, sus explotaciones agrícolas tienen la prioridad, y se fue a sus campos. Para el segundo, la prioridad son los negocios, y se entrega a promoverlos. Finalmente, otros reaccionaron de forma más radical: maltrataron y asesinaron a los enviados. Ninguno de ellos era digno de sentarse en el banquete. Ellos mismos se autoexcluyeron.
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El segundo grupo no presenta características especiales. Son gente corriente que transita por las calles y por los caminos, sin distinción de clases ni procedencia; buenos y malos. El banquete del reino es de puertas abiertas. Para todos hay lugar. En la mente del autor están presentes dos grupos de personas. Unos piensan que el primer grupo representa al pueblo de Israel. Sus miembros recibieron la invitación de los profetas para incorporarse al reino de Dios. Por causas diversas, los rechazaron, los maltrataron, y a la mayoría los asesinaron. Otros piensan que se trata de los ricos, que ponen sus interiores y negocios sobre el reino de Dios El segundo grupo, para unos, representa a los pueblos paganos. Para otros, representan a los pobres y a la gente humilde. Los enviados a las encrucijadas de los caminos del mundo son los discípulos de Jesús. De los pobres y humildes se llenó la sala de bodas, superando las expectativas. Los aguafiestas del banquete del reino “Aguafiestas”, según el Diccionario de nuestra lengua, es “la persona que perturba cualquier diversión o regocijo”. En el banquete del reino de Dios también se exige el vestido de etiqueta. Quienes no la guardan, perturban la fiesta. Se convierten en extraños y aguafiestas. El traje de etiqueta necesario para entrar en el banquete de bodas del reino, es el estilo de vida que Jesús llevó durante su vida terrena. Actualmente, lo encontramos en los evangelios. El episodio revela que no es suficiente para salvarse con ser llamado al seguimiento de Jesús. Tampoco es suficiente con entrar. Es necesario acomodar la vida y las costumbres a los principios que Dios ha establecido en su reino y producir frutos de salvación. La sentencia final recapitula el mensaje de la parábola. Todos los hombres y mujeres del mundo están invitados a entrar, pero no todos alcanzarán la salvación. Este principio es válido para Israel, para los paganos, para toda persona que escuche el llamado. P. Antonio Danoz, redentorista
1. Antífona de entrada Si conservaras el recuerdo de nuestras faltas, ¿quién habría, Señor, que se salvara? Pero tú, Dios de Israel, eres Dios de perdón (Sal 129,3-4). 2. Oración colecta Te pedimos, Señor, que tu gracia nos inspire y acompañe siempre para que podamos descubrirte en todos y amarte y servirte en cada uno. Por nuestro Señor Jesucristo. 3. 1ª Lectura (Is 25,6-10)
Lectura del libro del profeta Isaías En aquel día, el Señor del universo preparará sobre este monte un festín con platillos suculentos para todos los pueblos; un banquete con vinos exquisitos
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y manjares sustanciosos. Él arrancará en este monte el velo que cubre el rostro de todos los pueblos, el paño que oscurece a todas las naciones. Destruirá la muerte para siempre; el Señor Dios enjugará las lágrimas de todos los rostros y borrará de toda la tierra la afrenta de su pueblo. Así lo ha dicho el Señor. En aquel día se dirá: “Aquí está nuestro Dios, de quien esperábamos que nos salvara. Alegrémonos y gocemos con la salvación que nos trae, porque la mano del Señor reposará en este monte”. Palabra de Dios. A Te alabamos, Señor. 4. Salmo responsorial R Habitaré en la casa del Señor toda la vida. L El Señor es mi pastor, nada me falta; en verdes praderas me hace reposar y hacia fuentes tranquilas me conduce para reparar mis fuerzas /R L Por ser un Dios fiel a sus promesas, me guía por el sendero recto; así, aunque camine por cañadas oscuras nada temo, porque tú estás conmigo. Tu vara y tu cayado me dan seguridad /R L Tú mismo me preparas la mesa, a despecho de mis adversarios; me unges la cabeza con perfume y llenas mi copa hasta los bordes /R
(Sal 22).
5. 2ª Lectura
(Fil 4,12-14.19-20)
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los filipenses Hermanos: Yo sé lo que es vivir en pobreza y también lo que es tener de sobra. Estoy acostumbrado a todo:
lo mismo a comer bien que a pasar hambre; lo mismo a la abundancia que a la escasez. Todo lo puedo unido a aquel que me da fuerza. Sin embargo, han hecho ustedes bien en socorrerme cuando me vi en dificultades. Mi Dios, por su parte, con su infinita riqueza, remediará con esplendidez todas las necesidades de ustedes, por medio de Cristo Jesús. Gloria a Dios, nuestro Padre, por los siglos de los siglos. Amén. Palabra de Dios. A Te alabamos, Señor. 6. Aclamación antes del Evangelio R Aleluya, aleluya. Que el Padre de nuestro Señor Jesucristo ilumine nuestras mentes para que podamos comprender cuál es la esperanza que nos da su llamamiento. R Aleluya (Ef 1,17-18).
7. Evangelio (Mt 22,1-14)
Lectura del santo Evangelio según san Mateo A Gloria a ti, Señor En aquel tiempo, volvió Jesús a hablar en parábolas a los sumos sacerdotes y a los ancianos del pueblo, diciendo: “El Reino de los cielos es semejante a un rey que preparó un banquete de bodas para su hijo. Mandó a sus criados que llamaran a los invitados, pero éstos no quisieron ir. Envió de nuevo a otros criados que les dijeran: ‘Tengo preparado el banquete; he hecho matar mis terneras y los otros animales gordos; todo está listo. Vengan a la boda’. Pero los invitados no hicieron caso.
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Uno se fue a su campo, otro a su negocio y los demás se les echaron encima a los criados, los insultaron y los mataron. Entonces el rey se llenó de cólera y mandó sus tropas, que dieron muerte a aquellos asesinos y prendieron fuego a la ciudad. Luego les dijo a sus criados: ‘La boda está preparada; pero los que habían sido invitados no fueron dignos. Salgan, pues, a los cruces de los caminos y conviden al banquete de bodas a todos los que encuentren’. Los criados salieron a los caminos y reunieron a todos los que encontraron, malos y buenos, y la sala del banquete se llenó de convidados. Cuando el rey entró a saludar a los convidados vio entre ellos a un hombre que no iba vestido con traje de fiesta y le preguntó: ‘Amigo, ¿cómo has entrado aquí sin traje de fiesta?’ Aquel hombre se quedó callado. Entonces el rey dijo a los criados: ‘Atenlo de pies y manos y arrójenlo fuera, a las tinieblas. Allí será el llanto y la desesperación. Porque muchos son los llamados y pocos los escogidos’”. Palabra del Señor. A Gloria a ti, Señor Jesús. 8. Oración de los fieles S Dios dirige a todos el llamado para formar parte de su reino. Oremos, para que nuestra respuesta sea firme y nuestra conducta conforme con su ley. A Concédenos responder, Señor, a tu invitación. L Dios invita permanentemente al banquete de bodas de su Hijo. Para que no pongamos otros intereses por encima de su invitación: Oremos al Señor.
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A Concédenos responder, Señor, a tu invitación. L Existen propuestas económicas, sociales y políticas, contrarias a la ética del reino de Dios. Para que no nos dejemos vencer por sus ofertas seductoras: Oremos al Señor. A Concédenos responder, Señor, a tu invitación. L El amor es la base de toda convivencia feliz. Para que el ambiente de nuestros hogares y de los espacios sociales de convivencia sean una fiesta: Oremos al Señor. A Concédenos responder, Señor, a tu invitación. (Intenciones libres) S Concédenos, Señor, responder a tu invitación, para que nuestra vida y nuestros encuentros sociales y familiares sean felices. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén. 9. Oración sobre las ofrendas Acepta, Señor, nuestras ofrendas y concédenos que esta Eucaristía nos ayude a conseguir la gloria del cielo. Por Jesucristo, nuestro Señor. 10. Antífona de la comunión Los que buscan riquezas, sufren pobreza y hambre; los que buscan al Señor, no carecen de nada (Sal
33,11).
11. Oración después de la comunión Te pedimos, Señor, humildemente, que el Cuerpo y la Sangre de tu Hijo que hemos recibido en alimento, nos comuniquen su misma vida. Por Jesucristo, nuestro Señor.
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10 de Octubre - Lunes, Feria o Memoria de Sto. Tomás de Villanueva
Dios te ha hablado, y tiene para ti una pregunta: ¿Vas a ir al banquete del Señor ó tienes acaso otra fiesta más importante?
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de Octubre - Lunes,
Feria o Memoria de Sto. Tomás de Villanueva, Obispo Color litúrgico: Verde o blanco
Por medio de Jesús, Dios nos llama a ser santos La carta a los Romanos se ha considerado como el testamento de Pablo. En apretada síntesis presenta lo que él llama “su evangelio”: la Buena Noticia que anunciaba en su predicación. Representa una suma de la visión teológica que Pablo tiene de la salvación. Con tres palabras, Pablo revela su propia identidad antes de empezar la carta. En primer lugar: se considera “siervo” de Cristo; en segundo lugar: “llamado” a ser apóstol; en tercer lugar: “elegido” para anunciar la Buena Noticia. Todo discípulo de Jesús ha de sentirse identificado con las tres palabras y con lo que ellas significan. Pablo empieza con una profunda confesión de fe en Jesús. Al enraizarlo en la descendencia de David, está proclamando su encarnación. Se hizo verdaderamente hombre entre los hombres. En segundo lugar, confiesa su condición de Hijo de Dios. En tercer lugar, pone el acento en su resurrección de entre los muertos. Como a Hijo suyo, actuando con el poder de su Espíritu, Dios lo resucitó de entre los muertos. Por la fe en Jesús, que se encarnó, que murió y resucitó por el poder de Dios, todos los pueblos participan de la salvación. Dios que nos amó, nos llamó a ser santos y a formar parte de la gran comunidad de los salvados. Jesús es un signo para la presente generación En el tiempo que lleva con la gente, Jesús constata una realidad. Los que lo siguen andan hambrientos de señales espectaculares. Poco antes, Lucas nos ha informado que algunos “le pedían una señal del cielo para ponerlo a prueba” (Lc 11,16). Nada más espectacular que la misma persona de Jesús, la Buena Noticia del reino que anuncia, las obras que realiza. Pero son incapaces de descubrir este signo, que es el Hijo del hombre. A esos que andan a la caza de milagros, Jesús los califica de “generación malvada”. Y es malvada, porque no sabe reconocer la mano de Dios, que está actuando en el mundo por medio de Jesús. Nuestra generación, como las gentes que denuncia Jesús, se sigue mostrando sorda ante la Buena Noticia de Jesús y el reino que anuncia, y ciega ante las obras que realiza. Ciertamente no se encuentran entre aquellos bienaventurados, “que escuchan la Palabra de Dios y la ponen en práctica” (Lc 11,28).
10 de Octubre - Lunes, Feria o Memoria de Sto. Tomás de Villanueva
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Jesús recurre a dos signos bíblicos, para hacer más clara su denuncia. El primero es el de Jonás. El profeta saliendo del vientre del pez, es signo de Jesús saliendo del sepulcro en el momento de la resurrección. Así lo interpretaron los primeros artistas cristianos en las catacumbas. Pero Jonás es signo además, por la misión realizada. Los ninivitas escucharon su llamado y se convirtieron. A pesar de que Jesús es mayor que Jonás y mayor que el sabio Salomón, los judíos de entonces y la generación actual, no escuchan la Buena Noticia que anuncia y tampoco se convierten. El santo de hoy: Sto. Tomás de Villanueva (1486-1555) Nace en Fuenllana (España). Estudia en la universidad de Alcalá. Entra en la orden de los Agustinos. Fue provincial de la Orden. En 1533 formó parte del primer grupo de Agustinos que llegaron a México. Por voluntad de Carlos V fue nombrado arzobispo de Valencia (España). Se distinguió como predicador y por su entrega al servicio de los pobres. En 1555 murió, después de ordenar todo lo que tenía a los pobres. Sus restos descansan en la catedral de Valencia (España). P. Antonio Danoz, redentorista
1. Antífona de entrada El Señor hizo con él una alianza de paz, lo puso al frente de su pueblo y lo constituyó sacerdote para siempre (Sir 45, 30).
2. Oración colecta Concédenos, Padre todopoderoso, venerar dignamente la memoria de tu santo obispo santo Tomás de Villanueva y sentir que él, que tanto ayudó a sus fieles con la palabra y el ejemplo, también nos ayude a nosotros con su constante intercesión. Por nuestro Señor Jesucristo. 3. 1ª Lectura (Rom 1,1-7)
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los romanos Yo, Pablo, siervo de Cristo Jesús, he sido llamado por Dios para ser apóstol y elegido por él para proclamar su Evangelio. Ese Evangelio,
que, anunciado de antemano por los profetas, en las Sagradas Escrituras, se refiere a su Hijo, Jesucristo, nuestro Señor, que nació, en cuanto a su condición de hombre, del linaje de David, y en cuanto a su condición de espíritu santificador, se manifestó con todo su poder como Hijo de Dios, a partir de su resurrección de entre los muertos. Por medio de Jesucristo, Dios me concedió la gracia del apostolado, a fin de llevar a los pueblos paganos a la aceptación de la fe para gloria de su nombre. Entre ellos, se cuentan también ustedes, llamados a pertenecer a Cristo Jesús. A todos ustedes, los que viven en Roma, a quienes Dios ama y ha llamado a la santidad, les deseo la gracia y la paz de Dios, nuestro Padre, y de Jesucristo, el Señor. Palabra de Dios. A Te alabamos, Señor.
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10 de Octubre - Lunes, Feria o Memoria de Sto. Tomás de Villanueva
4. Salmo responsorial R Cantemos al Señor un canto nuevo. L Cantemos al Señor un canto nuevo, pues ha hecho maravillas. Su diestra y su santo brazo le han dado la victoria /R L El Señor ha dado a conocer su victoria y ha revelado a las naciones su justicia. Una vez más ha demostrado Dios su amor y su lealtad hacia Israel /R L La tierra entera ha contemplado la victoria de nuestro Dios. Que todos los pueblos y naciones aclamen con júbilo al Señor /R (Sal 97). 5. Aclamación antes del Evangelio R Aleluya, aleluya. Hagámosle caso al Señor, que nos dice: “No endurezcan su corazón”. R Aleluya (Sal 94,8).
6. Evangelio (Lc 11,29-32)
Lectura del santo Evangelio según san Lucas A Gloria a ti, Señor En aquel tiempo, la multitud se apiñaba alrededor de Jesús y éste comenzó a decirles: “La gente de este tiempo es una gente perversa. Pide una señal, pero no se le dará otra señal que la de Jonás. Pues así como Jonás fue una señal para los habitantes de Nínive, lo mismo será el Hijo del hombre para la gente de este tiempo. Cuando sean juzgados los hombres de este tiempo, la reina del sur se levantará el día del juicio para condenarlos, porque ella vino desde los últimos rincones de la tierra para
escuchar la sabiduría de Salomón, y aquí hay uno que es más que Salomón. Cuando sea juzgada la gente de este tiempo, los hombres de Nínive se levantarán el día del juicio para condenarla, porque ellos se convirtieron con la predicación de Jonás, y aquí hay uno que es más que Jonás”. Palabra del Señor. A Gloria a ti, Señor Jesús. 7. Oración sobre las ofrendas Que el sacrificio que quita los pecados del mundo y que hoy vamos a ofrecerte en la memoria de santo Tomás de Villanueva, nos aproveche, Señor, para salvarnos. Por Jesucristo, nuestro Señor. 8. Antífona de la comunión Señor, tú lo conoces todo; tú sabes que te amo (Jn 21,17). 9. Oración después de la comunión Señor, que la fuerza de este sacramento produzca en nosotros su fruto, y nos obtenga hoy que celebramos a santo Tomás de Villanueva, tu ayuda en esta vida y el gozo eterno en el cielo. Por Jesucristo, nuestro Señor. Dios te ha hablado, y tiene para ti una pregunta: ¿La escucha de la Palabra de Dios, produce en ti verdadera conversión?
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de Octubre - Martes,
Feria XXVIII Semana del Tiempo Ordinario Color litúrgico: Verde
El Evangelio es fuerza de salvación para el que cree Pablo presenta a la comunidad de Roma con toda claridad la Buena Noticia que anuncia: “es una fuerza divina de salvación para todo el que cree” (Rm 1,16). Lo mismo para los judíos que para los paganos. El apóstol se refiere a la realización práctica y a su contenido, cuyo hecho central es la muerte y resurrección de Jesús. Pablo no se avergüenza de proclamar por todas partes esa Buena Noticia. Tampoco se acompleja ante aquellos que se le oponen. Concretando más el contenido de la Buena Noticia, Pablo la considera una manifestación de la justicia de Dios ordenada a la salvación. Esta justicia emana de Dios mismo que es el “justo” por excelencia. Se trata de la fuerza inmensa del amor de Dios que hace “justos” a quienes se acercan a él por la fe. El justo se hace justo por su comunión con Dios-justo mediante la fe. Esta fe y esta justicia se hacen operativas por el amor. “El justo vivirá por la fe” (Rm 1,17). Se manifiesta que está justificado y que es justo por sus obras de justicia que se hacen visibles en la vida. Los que no conocen a Dios y no le dan la gloria que merece es porque su mente está a oscuras. Dios se nos está revelando a cada instante en sus obras. Basta con abrir los ojos y contemplar la creación. Muchos alardean de sabios y actúan como necios. Cambian la verdad de Dios por la mentira. Limpian la copa; y por dentro están llenos de robos A simple vista, la forma de actuar de Jesús resulta desconcertante. No deja de ser extraño que un fariseo invite a Jesús. Con todo no es el único caso reseñado por Lucas (Lc 7,36). Jesús acepta, y se va a comer a su casa. Estando en casa de un fariseo, se salta la norma de lavarse las manos antes de comer, prescripción legal que los fariseos observan escrupulosamente. A esto se añade otra actuación sorprendente. En lugar de agradecer la invitación, Jesús aprovecha para hacer una larga denuncia de la forma de actuar de los fariseos. Tenemos que pensar que Jesús, que viene a proclamar la Buena Noticia de la salvación para todos, no desaprovecha la oportunidad que le brinda el fariseo. El anuncio toma aquí, como en muchos oráculos proféticos, la forma de denuncia. Jesús pone su misión por encima del ritualismo legal. Sirviéndose de los objetos que tenía delante, hace la primera denuncia. Lo que importa no es el brillo exterior de la vajilla. Lo que importa es el contenido. Lo que ocultan los fariseos en el corazón son robos y malicia. Para Dios nada hay oculto. Hay que poner manos a la obra, y purificar el corazón de toda clase de malicia. La manera práctica de purificar el corazón, consiste en compartir lo que se posee con los necesitados. P. Antonio Danoz, redentorista
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11 de Octubre - Martes, Feria XXVIII Semana del Tiempo Ordinario
1. Antífona de entrada Si conservaras el recuerdo de nuestras faltas, ¿quién habría, Señor, que se salvara? Pero tú, Dios de Israel, eres Dios de perdón (Sal 129,3-4). 2. Oración colecta Te pedimos, Señor, que tu gracia nos inspire y acompañe siempre para que podamos descubrirte en todos y amarte y servirte en cada uno. Por nuestro Señor Jesucristo. 3. 1ª Lectura (Rom 1,16-25)
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los romanos Hermanos: No me avergüenzo de predicar el Evangelio, que es una fuerza de Dios para salvar a todos los que creen, a los judíos primeramente y también a los no judíos. Pues en el Evangelio se nos revela que Dios trabaja con su actividad salvadora en nosotros por medio de la fe, de principio a fin, como dice la Escritura: El justo vivirá por medio de la fe. En efecto, Dios manifiesta desde el cielo su reprobación contra los hombres impíos e injustos, que por la injusticia mantienen cautiva a la verdad. Porque las cosas de Dios que se pueden conocer, las tienen a la vista; Dios mismo se las ha manifestado. Pues las perfecciones invisibles de Dios, como su poder eterno y su divinidad, resultan visibles desde la creación del mundo para quien reflexiona sobre sus obras, de modo que no tienen disculpa. Han conocido a Dios, pero no lo han glorificado como a Dios ni le han dado gracias, antes bien, se han ofuscado
con razonamientos inútiles, y su insensata inteligencia se ha llenado de oscuridad. Pretendían ser sabios, pero se volvieron insensatos, pues cambiaron la gloria de Dios inmortal por imágenes de hombres mortales, de aves, cuadrúpedos y reptiles. Por eso Dios los entregó a los deseos impuros de su corazón, y llegaron a tal inmoralidad, que deshonraron sus cuerpos unos con otros, porque cambiaron al Dios verdadero por dioses falsos y dieron culto y adoraron a la creatura en vez de al creador, el cual merece alabanza por siempre. Amén. Palabra de Dios. A Te alabamos, Señor. 4. Salmo responsorial R Los cielos proclaman la gloria de Dios. L Los cielos proclaman la gloria de Dios y el firmamento anuncia la obra de sus manos. Un día comunica su mensaje al otro día y una noche se lo trasmite a la otra noche /R L Sin que pronuncien una palabra, sin que resuene su voz, a toda la tierra llega su sonido y su mensaje hasta el fin del mundo /R (Sal 18). 5. Aclamación antes del Evangelio R Aleluya, aleluya. La palabra de Dios es viva y eficaz y descubre los pensamientos e intenciones del corazón. R Aleluya (Heb 4,12). 6. Evangelio (Lc 11,37-41)
Lectura del santo Evangelio según san Lucas A Gloria a ti, Señor En aquel tiempo, un fariseo invitó
12 de Octubre - Miércoles, Feria o Memoria de Nuestra. Señora del Pilar
a Jesús a comer. Jesús fue a la casa del fariseo y se sentó a la mesa. El fariseo se extrañó de que Jesús no hubiera cumplido con la ceremonia de lavarse las manos antes de comer. Pero el Señor le dijo: “Ustedes, los fariseos, limpian el exterior del vaso y del plato; en cambio, el interior de ustedes está lleno de robos y maldad. ¡Insensatos! ¿Acaso el que hizo lo exterior no hizo también lo interior? Den más bien limosna de lo que tienen y todo lo de ustedes quedará limpio”. Palabra del Señor. A Gloria a ti, Señor Jesús. 7. Oración sobre las ofrendas Acepta, Señor, nuestras ofrendas y concédenos que esta Eucaristía nos ayude a conseguir la gloria del cielo. Por Jesucristo, nuestro Señor.
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8. Antífona de la comunión Los que buscan riquezas, sufren pobreza y hambre; los que buscan al Señor, no carecen de nada (Sal
33,11).
9. Oración después de la comunión Te pedimos, Señor, humildemente, que el Cuerpo y la Sangre de tu Hijo que hemos recibido en alimento, nos comuniquen su misma vida. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Dos te ha hablado, y tiene para ti una pregunta: ¿Ocultas tu egoísmo e inmundicia tras las apariencias?
de Octubre - Miércoles,
Feria o Memoria de Nuestra Señora del Pilar Día de la evangelización en América Latina
Habrá gloria y honor para el que obre el bien Pablo se había enfrentado con los paganos para afirmar: “Dios los entregó a pasiones vergonzosas” (Rom 1,26). Ahora se dirige a las gentes de su pueblo Israel. Se enfrenta con un judío arrogante, que se erige en juez y se atreve a condenar a los demás. Lo que el apóstol afirma de los judíos, trasladémoslo a los cristianos autosuficientes o los adeptos a otras religiones que adoptan las mismas actitudes. Pablo reprueba la cerrazón de mente, el corazón impenitente, que se atreve a condenar a los demás, despreciando la bondad, la paciencia y el aguante de Dios, lento en castigar y dispuesto siempre para perdonar. Dios está siempre dispuesto para dar la vida eterna al que busca su gloria y persevera haciendo obras buenas, sea judío o pertenezca a cualquier otra etnia o nación. Pero está igualmente dispuesto a hacer justicia y castigar a los que desobedecen a la verdad y practican la injusticia. Nos encontramos ante aquel que se erige en juez y termina siendo juzgado.
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12 de Octubre - Miércoles, Feria o Memoria de Nuestra. Señora del Pilar
Que nadie se engañe. Dios no hace diferencias. Habrá gloria y honor para el que obra el bien, y angustia y tribulación para quien hace el mal. No importa si es judío o pagano. ¡Ay de los que imponen cargas y no ayudan a llevarlas! Jesús adopta el género polémico, para una dura condena de la manera de actuar de los fariseos y maestros de la ley. El lenguaje utilizado por Jesús, para condenar la conducta de fariseos y maestros de la ley, no deja de sorprendernos. Es seguramente el más duro que encontramos en los evangelios. Aquí empieza el ataque directo de Jesús contra algunas prácticas de fariseos y maestros de la ley, en las cuales se revela su perversión y la manipulación que hacen de la ley del Señor. Primera manipulación de la ley: se fijan en el pago meticuloso de los productos con que se paga el impuesto, y descuidan cosas tan importantes como son la justicia y el amor de Dios. La segunda denuncia: Cuidar la propia imagen y las apariencias, ocupando los puestos importantes y buscando el aplauso de la gente. La imagen que ofrecen es la de los sepulcros blanqueados. Se los decora por fuera, para ocultar la podredumbre que guardan por dentro. Lo que guardan son despojos de muerte. A la casta oficial de sabios, doctores y rabinos, Jesús los denuncia por valerse de sus argucias legales, para echar pesadas cargas sobre los hombros de los más débiles, en tanto ellos no arriman ni un dedo para ayudar a llevar la carga. La fiesta de hoy: Ntra. Sra. del Pilar “Pilar” significa “columna”. La noticia más antigua sobre la Virgen del Pilar data del siglo VIII. En el siglo XIII aparece bajo el título de Sta. María del Pilar. Existe una tradición según la cual, la Virgen María durante su vida mortal, hizo una visita al apóstol Santiago y a sus ocho discípulos a orillas del río Ebro. Se le manifestó sobre una columna de mármol. Esta devoción se extendió desde Zaragoza a toda España, y desde allí a América. En su honor se erigió una gran basílica Ntra. Sra. del en Zaragoza. Es considerada como Patrona de España. Pilar P. Antonio Danoz, redentorista
1. Antífona de entrada Celebremos con alegría la fiesta de Ntra. Sra. del Pilar, virgen, porque el Señor del universo la ha colmado de su amor. 2. Oración colecta Tú que colmaste de dones ce-lestiales a Ntra. Sra. del Pilar, concédenos, Señor, imitar su entrega a ti, aquí en la tierra y compartir con
ella tu gloria en el cielo. Por nuestro Señor Jesucristo. 3. 1ª Lectura (Rom 2,1-11)
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los romanos No tienes disculpa tú, quienquiera que seas, que te constituyes en juez de los demás, pues al condenarlos, te condenas a ti mismo, ya que tú haces
12 de Octubre - Miércoles, Feria o Memoria de Nuestra. Señora del Pilar
las mismas cosas que condenas; y ya sabemos que Dios condena justamente a los que hacen tales cosas. Tú, que condenas a los que haces las mismas cosas que haces tú, ¿piensas que vas a escapar del juicio de Dios? ¿Por qué desprecias la bondad inagotable de Dios, su paciencia y su comprensión, y no te das cuenta de que esa misma bondad es la que te impulsa al arrepentimiento? Pues por la dureza de tu corazón empedernido, vas acumulando castigos para el día del castigo, en el que Dios se manifestará como justo juez y pagará a cada uno según sus obras. A los que buscaron la gloria y el honor que no se acaban, y perseveraron en hacer el bien, les dará la vida eterna; en cambio, a los que por egoísmo se rebelaron contra la verdad y cometieron injusticias, les dará un castigo terrible. Todo aquel que haga el mal, el judío primeramente, pero también el no judío, tendrá tribulación y angustia; en cambio, todo aquel que haga el bien, el judío primeramente, pero también el no judío, tendrá gloria, honor y paz, porque en Dios no hay favoritismos. Palabra de Dios. A Te alabamos, Señor. 4. Salmo responsorial R Sólo en Dios he puesto mi confianza. L Sólo en Dios he puesto mi confianza, porque de él vendrá el bien que espero. Él es mi refugio y mi defensa, ya nada me inquietará /R L Sólo Dios es mi esperanza, mi confianza es el Señor: es mi baluarte y firmeza, es mi Dios y salvador /R
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L De Dios viene mi salvación y mi gloria; él es mi roca firme y mi refugio. Confía siempre en él, pueblo mío, y desahoga tu corazón en su presencia, porque sólo en Dios está nuestro refugio /R (Sal 61). 5. Aclamación antes del Evangelio R Aleluya, aleluya. Mis ovejas escuchan mi voz, dice el Señor; yo las conozco y ellas me siguen. R Aleluya (Jn 10,27). 6. Evangelio (Lc 11,42-46)
Lectura del santo Evangelio según san Lucas A Gloria a ti, Señor En aquel tiempo, Jesús dijo: “¡Ay de ustedes, fariseos, porque pagan diezmos hasta de la hierbabuena, de la ruda y de todas las verduras, pero se olvidan de la justicia y del amor de Dios! Esto debían practicar sin descuidar aquello. ¡Ay de ustedes, fariseos, porque les gusta ocupar los lugares de honor en las sinagogas y que les hagan reverencias en las plazas! ¡Ay de ustedes, porque son como esos sepulcros que no se ven, sobre los cuales pasa la gente sin darse cuenta!” Entonces tomó la palabra un doctor de la ley y le dijo: “Maestro, al hablar así, nos insultas también a nosotros”. Entonces Jesús le respondió: “¡Ay de ustedes también, doctores de la ley, porque abruman a la gente con cargas insoportables, pero ustedes no las tocan ni con la punta del dedo!”. Palabra del Señor. A Gloria a ti, Señor Jesús.
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13 de octubre - Jueves, Feria, XXVIII Semana del Tiempo Ordinario
7. Oración sobre las ofrendas Acepta, Señor, los dones que te presentamos y haz que esta Eucaristía nos ayude a superar nuestra inclinación al pecado para que, a ejemplo de Ntra. Sra. del Pilar, virgen, podamos vivir según el Evangelio. Por Jesucristo, nuestro Señor. 8. Antífona de la comunión Las cinco vírgenes prudentes llevaron frascos de aceite con las lámparas. A medianoche se oyó una voz: Ya viene el esposo; salid al encuentro de Cristo, el Señor (Mt
9. Oración después de la comunión Señor, que el Cuerpo y la Sangre de tu Hijo, que hemos recibido, nos ayuden a despegar nuestro corazón de las cosas terrenas para que, a ejemplo de Ntra. Sra. del Pilar, virgen, podamos amarte más cada día. Por Jesucristo, nuestro Señor. Dios te ha hablado, y tiene para ti una pregunta: ¿Qué tienes en tu vida de legalista y fariseo?
25,4.6).
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de octubre - Jueves,
Feria, XXVIII Semana del Tiempo Ordinario Color litúrgico: Verde
Dios salva por la fe en Jesucristo Contemplando la situación en que se encuentra la humanidad, Pablo había llegado a la conclusión: judíos y paganos, con ley o sin ley, están sometidos al yugo del pecado (Rm 3,9). Pero no todo termina ahí. Atestiguada por la ley y los profetas, conocemos la justicia de Dios manifestada en su amor, que salva por medio de la fe en Jesucristo. Pablo entra en el mensaje central de la carta, que es el mensaje principal de toda su predicación: Dios ha realizado la salvación de la humanidad, de judíos y paganos, por la muerte y resurrección de Jesús. Por su entrega hasta la muerte de cruz, lo destinó a ser agente de salvación para cuantos creen en él. La salvación es obra del amor generoso y gratuito de Dios, que por medio de Jesús nos ha liberado del poder del pecado y de todas las esclavitudes. Nos es por méritos propios, ni por observar una ley; ni por unas determinadas obras. Con profunda convicción Pablo proclama: “Nosotros afirmamos que el hombre es justificado por la fe, independientemente de las obras de la ley” (Rom 3,28). A partir de ese momento, todo cambia en la persona. Actuará bajo la fuerza del Espíritu, y sus obras serán hechas según Dios. Les pedirán cuenta de la sangre de los profetas Jesús prosigue su denuncia contra los fariseos y los maestros de la ley. Se
13 de octubre - Jueves, Feria, XXVIII Semana del Tiempo Ordinario
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pasean por las calles presumiendo de justos, y en realidad no son mejores que sus antepasados, que persiguieron y mataron a los profetas. Ellos se declaran ser cómplices y testigos de lo que aquellos hicieron. Los antepasados mataron a los profetas, y los actuales le levantan mausoleos. La violencia ejercida contra los profetas no quedará impune. Dios pedirá cuenta de la sangre de los profetas de ayer y de los profetas de hoy. Pedirá cuenta a las generaciones de ayer y a los asesinos y torturadores de hoy. Sigue habiendo profetas asesinados; personas, instituciones y mafias, que asesinan. Los profetas siempre han resultado incómodos a los poderosos, a los violentos, a los tiranos. Jesús dirige una última denuncia. A los maestros de la ley se les confió la misión de conocerla y darla a conocer al pueblo de Dios. Pero se han convertido en un muro: no entran y no dejan entrar. No facilitan el conocimiento del mensaje de salvación, e impiden que otros lo hagan. Los maestros de la ley somos hoy todos los discípulos de Jesús. A todos se nos ha confiado el anuncio de la Buena Noticia a toda la humanidad. No seamos nosotros con nuestra pereza y con nuestro antitestimonio, quienes cerremos las puertas de la salvación a los hombres y mujeres de hoy. La reacción de fariseos y maestros de la ley no se hizo esperar. Se confabularon para atraparlo en alguna respuesta contraria a la ley y poder acusarlo y condenarlo. P. Antonio Danoz, redentorista
1. Antífona de entrada Si conservaras el recuerdo de nuestras faltas, ¿quién habría, Señor, que se salvara? Pero tú, Dios de Israel, eres Dios de perdón (Sal 129,3-4). 2. Oración colecta Te pedimos, Señor, que tu gracia nos inspire y acompañe siempre para que podamos descubrirte en todos y amarte y servirte en cada uno. Por nuestro Señor Jesucristo. 3. 1ª Lectura (Rom 3,21-30)
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los romanos Hermanos: La actividad salvadora de Dios, atestiguada por la ley y los profetas, se ha manifestado ahora independientemente de la ley. Por medio de la fe en Jesucristo, la ac-
tividad salvadora de Dios llega, sin distinción alguna, a todos los que creen en él. En efecto, como todos pecaron, todos están privados de la presencia salvadora de Dios; pero todos son justificados gratuitamente por su gracia, en virtud de la redención llevada a cabo por medio de Cristo Jesús, al cual Dios expuso públicamente como la víctima que nos consigue el perdón por la ofrenda de su sangre, por medio de la fe. Así nos enseña Dios lo que es su actividad salvadora: perdona los pecados cometidos anteriormente, que soportó con tanta paciencia, y nos da a conocer, en el tiempo actual, que él es el justo que salva a todos los que creen en Cristo Jesús. ¿En dónde quedó, pues, tu derecho a gloriarte? Ha sido eliminado. ¿Por
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13 de octubre - Jueves, Feria, XXVIII Semana del Tiempo Ordinario
cumplir la ley? De ninguna manera, sino por aceptar la fe. Porque sostenemos que el hombre es justificado por la fe y no por hacer lo que prescribe la ley de Moisés. ¿Acaso Dios es Dios sólo de los judíos? ¿No lo es también de los no judíos? Evidentemente que sí, puesto que no hay más que un solo Dios, que justifica por medio de la fe tanto a los judíos como a los no judíos. Palabra de Dios. A Te alabamos, Señor. 4. Salmo responsorial R Perdónanos, Señor, y viviremos. L Desde el abismo de mis pecados clamo a ti; Señor, escucha mi clamor; que estén atentos tus oídos a mi voz suplicante /R L Si conservaras el recuerdo de las culpas, ¿quién habría, Señor, que se salvara? Pero de ti procede el perdón, por eso con amor te veneramos /R L Confío en el Señor, mi alma espera y confía en su palabra; mi alma aguarda al Señor, mucho más que a la aurora el centinela /R (Sal 129). 5. Aclamación antes del Evangelio R Aleluya, aleluya. Yo soy el camino, la verdad y la vida. Nadie va al Padre, si no es por mí, dice el Señor. R Aleluya (Jn 14,6). 6. Evangelio (Lc 11,47-54)
Lectura del santo Evangelio según san Lucas A Gloria a ti, Señor En aquel tiempo, Jesús dijo a los
fariseos y doctores de la ley: “¡Ay de ustedes, que les construyen sepulcros a los profetas que los padres de ustedes asesinaron! Con eso dan a entender que están de acuerdo con lo que sus padres hicieron, pues ellos los mataron y ustedes les construyen el sepulcro. Por eso dijo la sabiduría de Dios: Yo les mandaré profetas y apóstoles, y los matarán y los perseguirán, para que así se le pida cuentas a esta generación de la sangre de todos los profetas que ha sido derramada desde la creación del mundo, desde la sangre de Abel hasta la de Zacarías, que fue asesinado entre el atrio y el altar. Sí, se lo repito: a esta generación se le pedirán cuentas. ¡Ay de ustedes, doctores de la ley, porque han guardado la llave de la puerta del saber! Ustedes no han entrado, y a los que iban a entrar les han cerrado el paso”. Luego que Jesús salió de allí, los escribas y fariseos comenzaron a acosarlo terriblemente con muchas preguntas y a ponerle trampas para ver si podían acusarlo con alguna de sus propias palabras. Palabra del Señor. A Gloria a ti, Señor Jesús. 7. Oración sobre las ofrendas Acepta, Señor, nuestras ofrendas y concédenos que esta Eucaristía nos ayude a conseguir la gloria del cielo. Por Jesucristo, nuestro Señor. 8. Antífona de la comunión Los que buscan riquezas, sufren pobreza y hambre; los que buscan al Señor, no carecen de nada (Sal
33,11).
14 de Octubre - Viernes, Feria o Memoria de San Calixto
9. Oración después de la comunión Te pedimos, Señor, humildemente, que el Cuerpo y la Sangre de tu Hijo que hemos recibido en alimento, nos comuniquen su misma vida. Por Jesucristo, nuestro Señor.
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Dios te ha hablado, y tiene para ti una pregunta: ¿A cuántos cierras la puerta de la salvación por tu mal testimonio?
de Octubre - Viernes,
Feria o Memoria de San Calixto, Papa y Mártir Color litúrgico: Rojo o verde
Dichoso aquel a quien se ha perdonado su pecado Pablo nos ha revelado, que es por la “ley de la fe” en Jesús que murió y resucitó, como la humanidad tiene acceso a la salvación. Como experto rabino, el apóstol echa mano de las Escrituras, y nos presenta a un antepasado, que en toda la Biblia aparece como un ejemplo consumado de fe, para todas las generaciones de creyentes en el Dios de Israel: Abrahán. La tesis de Pablo no deja lugar a dudas: Abrahán no ha sido justificado por méritos propios: por las obras que ha realizado. “Creyó en Dios y eso fue tenido en cuenta para su justificación” (Gén 15,6). Por este motivo no puede estar orgulloso ante Dios. Su justificación fue un don gratuito que le hizo el Señor, al que Abrahán supo responder con su fidelidad. Por la fe en Dios, que nos ha hecho justos por haber creído en Jesús, que entregó su vida y resucitó para salvarnos, hemos sido incorporados a la gran familia de los verdaderos hijos de Abrahán. Gracias a nuestra fe en Dios salvador, y en Jesús nuestro redentor, nos sentimos dichosos, pues el Señor “ha sepultado todos nuestros pecados” (Rom 4,7). No teman. Dios no se olvida de ninguno La dura denuncia de Jesús contra los fariseos y maestros de la ley, concluye con una advertencia a los discípulos: “Cuídense de la levadura de los fariseos, que es la hipocresía” (Lc 12,1). El hipócrita es el que finge ser lo que no es; alardea de dones y virtudes de las cuales carece totalmente. Hecha la advertencia, Jesús orienta su catequesis a los discípulos hacia otro asunto de gran importancia. En un tono familiar entre amigos, invita a los discípulos a no tener miedo a los que sólo los pueden perjudicar en cosas puramente humanas, por importantes que puedan ser. Si a alguien han de temer es a Dios, que es quien puede aplicar el máximo castigo. Pero si a alguien no se ha de temer es precisamente a Dios que ha creado todos los seres. Jesús se lo explica a los discípulos con un hecho muy sencillo, del cual ellos mismos son testigos todos los días. Dios se cuida de seres tan poco valorados como los gorriones, que se compran por unos céntimos.
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14 de Octubre - Viernes, Feria o Memoria de San Calixto
Los seres humanos somos para Dios mucho más importantes que cualquier otra criatura. Lo son aún más aquellos que se confiesan discípulos y seguidores de Jesús. El santo de hoy: S. Calixto (s. II-III) Era un esclavo romano que fue desterrado a la isla de Cerdeña. Liberado por la mediación del papa Víctor, fue ordenado presbítero por el papa Ceferino II. Le encomendó construir el primer cementerio gestionado por la comunidad cristiana en Roma. Se convirtió en la catacumba de los papas. Estaba situado en la Vía Apia. A la muerte de Ceferino II, fue San Calixto elegido para sucederle en la sede romana. Su pontificado duró cinco años (217-222). Treinta años de trabajos forzados le merecieron la gloria de mártir de Cristo. Fue arrojado a un pozo con una soga al cuello en el Trastévere. P. Antonio Danoz, redentorista
1. Antífona de entrada Este santo luchó hasta la muerte por la ley de Dios y no se aterrorizó ante la amenaza de los impíos, pues estaba afianzado sobre roca firme.
3. 1ª Lectura
un regalo, sino como algo que se le debe. En cambio al que no tiene obras, pero cree en aquel que justifica al pecador, su fe le vale la justificación. En este sentido, también David proclama dichoso al hombre a quien Dios tiene por justo, independientemente de las obras: Dichosos aquellos cuyas maldades han sido perdonadas y cuyos pecados han sido sepultados. Dichoso el hombre a quien el Señor no le toma en cuenta su pecado. Palabra de Dios. A Te alabamos, Señor.
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los romanos Hermanos: ¿Qué diremos de Abraham, padre de nuestra raza? Si Abraham hubiera obtenido la justificación por sus obras, tendría de qué estar orgulloso, pero no delante de Dios. En efecto, ¿qué dice la Escritura? Abraham le creyó a Dios y eso le valió la justificación. Al que, gracias a su trabajo, tiene obras, no se le da su paga como
4. Salmo responsorial R Perdona, Señor, nuestros pecados. L Dichoso aquel que ha sido absuelto de su culpa y su pecado. Dichoso aquel en el que Dios no encuentra ni delito ni engaño /R L Ante el Señor reconocí mi culpa, no oculté mi pecado. Te confesé, Señor, mi gran delito y tú me has perdonado /R
2. Oración colecta Señor, atiende benignamente las plegarias de tu pueblo y haz que los méritos del Papa san Calixto, cuyo martirio hoy celebramos, nos alcancen tu ayuda para vivir santamente. Por nuestro Señor Jesucristo. (Rom 4,1-8)
14 de Octubre - Viernes, Feria o Memoria de San Calixto
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L Alégrense con el Señor y regocíjense los justos todos, y todos los hombres de corazón sincero canten de gozo /R (Sal 31).
dos. No teman, pues, porque ustedes valen mucho más que todos los pajarillos”. Palabra del Señor. A Gloria a ti, Señor Jesús.
5. Aclamación antes del Evangelio R Aleluya, aleluya. Muéstrate bondadoso con nosotros, Señor, puesto que en ti hemos confiado. R Aleluya
7. Oración sobre las ofrendas Santifica, Señor, con tu bendición estas ofrendas y enciende en nosotros ese amor a ti, por el que tu santo mártir San Calixto I, fue capaz de soportar todos los tormentos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
(Sal 32,22).
6. Evangelio (Lc 12,1-7)
Lectura del santo Evangelio según san Lucas A Gloria a ti, Señor En aquel tiempo, la multitud rodeaba a Jesús en tan gran número, que se atropellaban unos a otros. Entonces Jesús les dijo a sus discípulos: “Cuídense de la levadura de los fariseos, es decir de la hipocresía. Porque no hay nada oculto que no llegue a descubrirse, ni nada secreto que no llegue a conocerse. Por eso, todo lo que ustedes hayan dicho en la oscuridad, se dirá a plena luz, y lo que hayan dicho en voz baja y en privado, se proclamará desde las azoteas. Yo les digo a ustedes, amigos míos: No teman a aquellos que matan el cuerpo y después ya no pueden hacer nada más. Les voy a decir a quién han de temer: Teman a aquel que, después de darles muerte, los puede arrojar al lugar de castigo. Se lo repito: A él sí tienen que temerlo. ¿No se venden cinco pajarillos por dos monedas? Sin embargo, ni de uno solo de ellos se olvida Dios; y por lo que a ustedes toca, todos los cabellos de su cabeza están conta-
8. Antífona de la comunión Si alguno quiere venir en pos de mí, que se niegue a sí mismo, que tome su cruz y que me siga, dice el Señor (Mt 16,24).
9. Oración después de la comunión Que el sacramento que hemos recibido nos dé, Señor, la misma fortaleza con la que tu santo mártir san Calixto fue fiel en tu servicio y generoso en el sufrimiento. Por Jesucristo, nuestro Señor. Dios te ha hablado, y tiene para ti una pregunta: ¿Cómo valoras el amor y la protección que Dios te manifiesta?
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de Octubre - Sábado,
Santa Teresa de Jesús, Virgen y Doctora de la Iglesia, M Color litúrgico: Blanco
El Espíritu intercede por nosotros con gemidos indescifrables Pablo nos revela que los verdaderos hijos de Dios son aquellos que se dejan conducir por el Espíritu de Dios. El mismo Espíritu que “resucitó a Jesús de la muerte dará vida a nuestros cuerpos mortales” (Rom 8,11). La humanidad entera, sometida al fracaso y a la esclavitud de la corrupción, está a la espera de que revele la gloria de los hijos de Dios. Con esta esperanza hemos sido salvados. Nosotros que hemos recibido las “primicias del Espíritu”, gemimos esperando que se manifieste en su plenitud nuestra condición de hijos de Dios (Rom 8,23). Nuestra esperanza tiene un fundamento sólido. El Espíritu nos atestigua que somos hijos de Dios. Si somos hijos, seremos herederos con el Hijo que murió y resucitó. Compartimos ahora su pasión, y compartiremos también su resurrección y su gloria. Aunque decimos quizá muchas oraciones, lo cierto es que no sabemos orar como conviene. Existe un gran orante que intercede por nosotros ante Dios. Es el Espíritu Santo. Desde lo profundo de nuestro corazón clama: “Abbá”, Padre” (Rom 8,15), que es la oración que ha de brotar de lo más profundo de un hijo de Dios. Unámonos a este grito que nace del Espíritu y nuestra oración será perfecta. Hoy precisamente celebramos la memoria de una gran orante cristiana, que fue Teresa de Jesús. Reconoceré ante Dios a quien me confiese ante los hombres Estas dos sentencias de Jesús recuerdan la imagen de los dos caminos, en este momento en que Jesús avanza camino de Jerusalén. Existe un camino, que es el correcto: Confesar a Jesús ante la sociedad, como Hijo de hombre e Hijo de Dios. El otro camino es el inverso: negarlo ante Dios y ante los hombres. La actitud que tomemos ante Jesús, tendrá la correspondiente actitud por su parte. Jesús confesará como discípulo suyo ante el Padre, a aquel que lo haya confesado a él durante la vida. Por el contrario, Jesús se negará a ponerse de su parte ante Dios, en el caso de quien no haya sido testigo suyo durante la vida. El testimonio de que habla Jesús tiene que ver con una forma de testimonio fuerte: la persecución. Cuando Lucas escribe el evangelio, ya se había producido la ruptura del pueblo judío con los discípulos, y éstos eran objeto de persecución, como el mismo Lucas señala en los Hechos. Jesús establece la norma que han de seguir los discípulos en el caso de verse sometidos a juicio por su causa, ante los jefes y autoridades. No deben preocuparse, el Espíritu Santo será quien asumirá su defensa. Todo se juega aquí y ahora para el discípulo de Jesús. Tiene prohibida la neutralidad. La adhesión personal a Jesús, el testimonio que ha de dar de él ante la humanidad, son decisivos para la salvación.
15 de Octubre - Sábado, Santa Teresa de Jesús
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La santa de hoy: Sta. Teresa de Jesús (1515-1582) Nace en Ávila (España) en una familia de doce hermanos. De niña quiso irse a “tierra de moros” para padecer el martirio. Con veinte años entra en el monasterio de la Encarnación, que la orden de las Carmelitas tenían en la ciudad. En 1554 se produce un cambio radical en su vida. Empieza una etapa de profunda contemplación y honda experiencia mística. Con la Sta, Teresa de fundación del convento de san José en Ávila inicia la reforma Jesús del Carmelo. Alcanzará a la rama masculina con la colaboración de san Juan de la Cruz. Inició una azarosa labor de fundación de monasterios, que le mereció el título de “Fémina andariega”. Bajo su impulso nacieron 17 monasterios. Está dispuesta a “sufrir mil muertes por salvar un alma”. Su vida y su excepcional obra escrita han tenido una extraordinaria influencia en la espiritualidad cristiana. En 1970 fue declarada Doctora de la Iglesia. P. Antonio Danoz, redentorista
1. Antífona de entrada Como la cierva busca el agua de los ríos, así, cansada mi alma, te busca a ti, Dios mío (Sal 41,2-3). 2. Oración colecta Dios nuestro, que por medio de tu Espíritu impulsaste a santa Teresa de Jesús a renovar en la Iglesia la vida religiosa, concédenos, por su intercesión, un ardiente deseo de renovar nuestra vida cristiana y de servirte con alegría. Por nuestro Señor Jesucristo. 3. 1ª Lectura
(Rom 4,13.16-18)
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los romanos Hermanos: La promesa que Dios hizo a Abraham y a sus descendientes, de que ellos heredarían el mundo, no dependía de la observancia de la ley, sino de la justificación obtenida mediante la fe. En esta forma, por medio de la fe, que es gratuita, queda asegu-rada la promesa para todos sus descen-
dientes, no sólo para aquellos que cumplen la ley, sino también para todos los que tienen la fe de Abraham. Entonces, él es padre de todos nosotros, como dice la Escritura: Te he constituido padre de todos los pueblos. Así pues, Abraham es nuestro padre delante de aquel Dios en quien creyó y que da la vida a los muertos y llama a la existencia a las cosas que todavía no existen. Él, esperando contra toda esperanza, creyó que habría de ser padre de muchos pueblos, conforme a la que Dios le había prometido: Así de numerosa será tu descendencia. Palabra de Dios. A Te alabamos, Señor. 4. Salmo responsorial R El Señor nunca olvida sus promesas. L Descendientes de Abraham, su servidor, estirpe de Jacob, su predilecto, escuchen: el Señor es nuestro Dios y gobiernan la tierra sus decretos /R L Ni aunque transcurran mil gene-
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raciones, se olvidará el Señor de sus promesas, de la alianza pactada con Abraham, del juramento a Isaac, que un día le hiciera /R L Se acordó de la palabra sagrada que había dado a su siervo, Abraham, y sacó a su pueblo con alegría, a sus escogidos con gritos de triunfo /R (Sal 104).
7. Oración sobre las ofrendas Acepta, Señor, los dones que te presentamos y concédenos celebrar esta Eucaristía, con el mismo fervor con que santa Teresa de Jesús se consagró a tu Hijo y al servicio de la Iglesia. Por Jesucristo, nuestro Señor.
5. Aclamación antes del Evangelio R Aleluya, aleluya. El Espíritu de verdad dará testimonio de mí, dice el Señor, y también ustedes serán mis testigos. R Aleluya (Jn 15,26.27). 6. Evangelio (Lc 12,8-12)
Lectura del santo Evangelio según san Lucas A Gloria a ti, Señor En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: “Yo les aseguro que a todo aquel que me reconozca abiertamente ante los hombres, lo reconocerá abiertamente el Hijo del hombre ante los ángeles de Dios; pero a aquel que me niegue ante los hombres, yo lo negaré ante los ángeles de Dios. A todo aquel que diga una palabra contra el Hijo del hombre, se le perdonará; pero a aquel que blasfeme contra el Espíritu Santo, no se le perdonará. Cuando los lleven a las sinagogas y ante los jueces y autoridades, no se preocupen de cómo se van a defender o qué van a decir, porque el Espíritu Santo les enseñará en aquel momento lo que convenga decir”. Palabra del Señor. A Gloria a ti, Señor Jesús.
8. Antífona de la comunión Cantaré tus misericordias, Señor, eternamente y proclamaré tu fidelidad de generación en generación (Sal 88,2).
9. Oración después de la comunión Tú, que nos has alimentado con el Cuerpo y la Sangre de tu Hijo, concédenos, Señor, que, a ejemplo de santa Teresa de Jesús, no nos cansemos nunca de cantar las maravillas de tu amor. Por Jesucristo, nuestro Señor. Dios te ha hablado, y tiene una pregunta para ti: Cuando tienes que dar testimonio de Jesús, ¿cómo reaccionas?
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de Octubre -Domingo
XXIX del Tiempo Ordinario /A -
L.H.: 1ª Sem. del Salterio – Color litúrgico: Verde
DEN AL CÉSAR LO QUE ES DEL CÉSAR Y A DIOS LO QUE ES DE DIOS “Fuera de mí no hay otro dios” Aunque Dios unge a Ciro y le manifiesta su protección, el profeta afirma con insistencia la soberanía de Dios sobre cualquier poder terreno; incluidos los reyes y soberanos de este mundo. En medio de una sociedad en la que proliferan los dioses y divinidades, Dios proclama por medio del profeta: “Yo soy el Señor, y no hay otro; fuera de mí no hay dios” (Is 45,5). En el mundo en que vivimos existen posturas muy variadas respecto de Dios. Hay personas que se declaran ateas, y niegan que Dios exista; Otros, se confiesan indiferentes, y este asunto les trae sin cuidado. También existen diversas formas de confesiones religiosas y de concepciones de Dios. Algunas llevadas hasta el fanatismo. En medio de todo este mundo globalizado, también en lo religioso, los cristianos tenemos que mantener nuestra confesión de fe: “Creo en Dios, Padre todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra” (Credo). Un Dios que no es un enemigo o un rival del ser humano, sino que lo ama como Y Jesús concluyó: “Den, pues, al César César, y a Dios lo que es de Creador, y le ofrece la salvación por me- lo que es delDios” (Mt 22,21). dio de su Hijo Jesucristo. El creyente cristiano no tiene motivos para acomplejarse, tampoco para avergonzarse de creer en Dios y de ser discípulo de Jesús. El mismo Jesús nos dice: “Quien me niegue ante los hombres, yo también lo negaré ante el Padre del cielo” (Mt 10,33). Jesús paga sus tributos como ciudadano En esta sección del evangelio de Mateo, se agudiza el enfrentamiento entre Jesús y sus adversarios, y aparece el género polémico. A Jesús se le plantean cuatro preguntas, la primera de las cuales tiene como centro el pago de los
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tributos que los ciudadanos de Israel tenían que pagar al imperio romano. Este mismo tributo tuvieron que pagarlo también las comunidades cristianas bajo los dominios del imperio. En el fondo, era una cuestión que se hacían los cristianos de las primeras generaciones. A Jesús lo ponen ante una situación difícil y en extremo peligrosa. Si se niega, tiene que enfrentarse con el poder imperial, que exige el pago de impuestos a todos. Si aprueba, se enfrenta con los judíos, que pueden acusarlo de colaboracionista con el poder opresor. Jesús se reconoce ciudadano de este mundo. Le tocó vivir bajo un régimen de opresión como a todos los judíos de su época. Desde esta óptica de ciudadano, Jesús no se niega a pagar. El evangelista recurre a la moneda con la que se pagaba el tributo: el denario. La moneda llevaba impresa la imagen del emperador de Roma. Considerándose ciudadano del mundo, Jesús sentencia: “Den al César lo que es del César” (Mt 22,21). Ciudadanos de la ciudad terrena y del reino de Dios En el planteamiento que le hacen a Jesús los fariseos, aliados con los del partido del poder que eran los herodianos, mezclan “fidelidad al camino de Dios” con las obligaciones ciudadanas. Como si se tratara de alternativas contrapuestas. Parecen sugerir que uno que “sigue el camino de Dios”, debe oponerse al pago de impuestos. La formulación lapidaria de Jesús: “Den al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios” (Mt 22,21), ha sido fuente de interpretaciones y de aplicaciones muy diversas. A la alternativa que se presenta: o Dios o César, el discípulo de Jesús tiene que responder en este caso: Dios y el César; pero cada cual el dominio que le corresponde. Jesús no ha venido a dividir el mundo en dos reinos en plano de igualdad. La primacía de Dios sobre cualquier poder humano queda fuera de toda discusión. Además, pretender sustraer todo lo humano a la acción de Dios y a la Buena Noticia que anuncia Jesús, es una pretensión equivocada. “La mayor gloria de Dios es que el ser humano viva” (S. Ireneo) y que alcance su pleno desarrollo y felicidad. En el centro del mensaje de Jesús está la persona humana, su total liberación de cualquier forma de opresión, incluida la social, la política o la económica. Son demasiados los poderes opresores de la persona que han existido, y que desgraciadamente aún existen en la actualidad. Mantener activa la firmeza de fe y el esfuerzo del amor Pablo recuerda a la comunidad de Tesalónica la primera evangelización. Se distinguió por la fuerza de la palabra y la convicción profunda del apóstol. Pero sobre todo, por la fuerza del Espíritu Santo. En el primer escrito que conocemos de Pablo, que esta carta, el apóstol enumera ya al principio tres de las virtudes fundamentales de todo discípulo: la fe, la esperanza y el amor. La fe ha de ser activa, que se ha de hacer visible en las obras; un amor entrañable, que ha de traducirse en solidaridad; una esperanza, que se mantiene firme y que aguante cualquier adversidad. Pablo traza el perfil del verdadero discípulo de Jesús, que ha de enfrentarse,
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día a día, con las realidades mundanas que le rodean, como ciudadano de este mundo. Siguiendo la enseñanza de Jesús, ha de realizar su labor y asumir sus responsabilidades terrenas, teniendo ante los ojos la Buena Noticia que él anunció. P. Antonio Danoz, redentorista
1. Antífona de entrada Yo te invoco porque tú me respondes, Dios mío; atiéndeme y escucha mis palabras. Cuídame como a la niña de tus ojos y cúbreme bajo la sombra de tus alas (Sal 16,6.8). 2. Oración colecta Dios todopoderoso y eterno, haz que nuestra voluntad sea siempre dócil a la tuya y que te sirvamos con un corazón sincero. Por nuestro Señor Jesucristo. 3. 1ª Lectura (Is 45,1.4-6)
Le c t ur a del libr o de l profe ta Isaías Así habló el Señor a Ciro, su ungido, a quien ha tomado de la mano para someter ante él a las naciones y desbaratar la potencia de los reyes, para abrir ante él los portones y que no quede nada cerrado: “Por amor a Jacob, mi siervo, y a Israel, mi escogido, te llamé por tu nombre y te di un título de honor, aunque tú no me conocieras. Yo soy el Señor y no hay otro; fuera de mí no hay Dios. Te hago poderoso, aunque tú no me conoces, para que todos sepan, de oriente a occidente, que no hay otro Dios fuera de mí. Yo soy el Señor y no hay otro”. Palabra de Dios. A Te alabamos, Señor.
4. Salmo responsorial R Cantemos la grandeza del Señor. L Cantemos al Señor un canto nuevo, que le cante al Señor toda la tierra. Su grandeza anunciemos a los pueblos; de nación en nación sus maravillas /R L Cantemos al Señor, porque él es grande, más digno de alabanza y más tremendo que todos los dioses paganos, que ni existen; ha sido el Señor quien hizo el cielo /R L Alaben al Señor, pueblos del orbe, reconozcan su gloria y su poder y tribútenle honores a su nombre. Ofrézcanle en sus atrios sacrificios /R L Caigamos en su templo de rodillas. Tiemblen ante el Señor los atrevidos. “Reina el Señor”, digamos a los pueblos. Él gobierna a las naciones con justicia /R (Sal 95). 5. 2ª Lectura (1Tes 1,1-5)
Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los tesalonicenses Pablo, Silvano y Timoteo deseamos la gracia y la paz a la comunidad cristiana de los tesalonicenses, congregada por Dios Padre y por Jesucristo, el Señor. En todo momento damos gracias a Dios por ustedes y los tenemos pre-
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sentes en nuestras oraciones. Ante Dios, nuestro Padre, recordamos sin cesar los obras que manifiestan la fe de ustedes, los trabajos fatigosos que ha emprendido su amor y la perseverancia que les da su esperanza en Jesucristo, nuestro Señor. Nunca perdemos de vista, hermanos muy amados de Dios, que él es quien los ha elegido. En efecto, nuestra predicación del Evangelio entre ustedes no se llevó a cabo sólo con palabras, sino también con la fuerza del Espíritu Santo, que produjo en ustedes abundantes frutos. Palabra de Dios. A Te alabamos, Señor. 6. Aclamación antes del Evangelio R Aleluya, aleluya. Iluminen al mundo con la luz del Evangelio reflejada en su vida. R Aleluya (Fil 2,15.16).
7. Evangelio (Mt 22,15-21)
Lectura del santo Evangelio según san Mateo A Gloria a ti, Señor En aquel tiempo, se reunieron los fariseos para ver la manera de hacer caer a Jesús, con preguntas insidiosas, en algo de que pudieran acusarlo. Le enviaron, pues, a algunos de sus secuaces, junto con algunos del partido de Herodes, para que le dijeran: “Maestro, sabemos que eres sincero y enseñas con verdad el camino de Dios, y que nada te arredra, porque no buscas el favor de nadie. Dinos, pues, qué piensas: ¿Es lícito o no pagar el tributo al César?”
Conociendo Jesús la malicia de sus intenciones, les contestó: “Hipócritas, ¿por qué tratan de sorprenderme? Enséñenme la moneda del tributo”. Ellos le presentaron una moneda. Jesús les preguntó: “¿De quién es esta imagen y esta inscripción?” Le respondieron: “Del César”. Y Jesús concluyó: “Den, pues, al César lo que es del César, y a Dios lo que es de Dios”. Palabra del Señor. A Gloria a ti, Señor Jesús. 8. Oración de los fieles S Somos ciudadanos de este mundo. Oremos al Señor, para que los cristianos desarrollemos de forma responsable nuestros deberes ciudadanos. A Haznos, Señor, buenos ciudadanos del mundo y de tu reino. L Jesús enseña con fidelidad el camino de Dios. Para que fieles a su seguimiento, trabajemos para que las instituciones de este mundo se rijan por los principios del Evangelio: Oremos al Señor. A Haznos, Señor, buenos ciudadanos de este mundo y de tu reino. L Las instituciones políticas y económicas han de estar al servicio de los ciudadanos. Para que se haga un reparto justo de los bienes en favor de los más necesitados: Oremos al Señor. A Haznos, Señor, buenos ciudadanos del mundo y de tu reino. L Para que las políticas de impuestos, no recaigan de forma injusta sobre las espaldas de los más débiles y los más pobres: Oremos al Señor. Haznos, Señor, buenos ciudadanos del mundo y de tu reino. (Intenciones libres)
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17 de Octubre - Lunes, San Ignacio de Antioquía
S Concédenos, Señor, justicia en el reparto de las cargas, y generosidad en la distribución de los bienes disponibles. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén. 9. Oración sobre las ofrendas Santifica, Señor, estos dones tuyos que con sincera voluntad te presentamos, y por medio de esta Eucaristía, dígnate purificarnos y renovarnos. Por Jesucristo, nuestro Señor. 10. Antífona de la comunión Los ojos del Señor están puestos en sus hijos, en los que esperan en su misericordia, para librarlos de la
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muerte y reanimarlos en tiempo de hambre (Sal 32,18-19). 11. Oración después de la comunión Que esta celebración eucarística nos comunique, Señor, nuevas fuerzas para cumplir tu voluntad en esta vida y nos confirme en la esperanza de tu Reino. Por Jesucristo, nuestro Señor. Dios te ha hablado y tiene para ti una pregunta: ¿Debes algo a Dios?
de Octubre - Lunes,
San Ignacio de Antioquía, Obispo y Mártir, M Color litúrgico: Rojo
Sigan mi ejemplo y fijen la mirada en los que lo siguen Como informa Lucas, Filipos fue la primera ciudad europea evangelizada por Pablo (Hch 16). La comunidad que surgió allí era cordial y generosa, a la cual el apóstol se sintió siempre estrechamente vinculado. Con gran pena escribe el apóstol a la comunidad: “Muchos, - se lo digo llorando -, son enemigos de la cruz de Cristo” (Fil 3,18). Tienen por dios al vientre, viven apegados a las cosas terrenales y su conducta es vergonzosa. Éste no fue el ejemplo que les dio Pablo cuando les anunció la Buena Noticia. Ahora invita a la comunidad de Filipos a recordar su manera de comportarse, para seguir su ejemplo y el de aquellos que se mantienen fieles a su enseñanza. Frente a aquellos que han adoptado costumbres corrompidas y terrenales, se encuentran los que se mantienen fieles a la Buena Noticia que Pablo les anunció. Ellos son “ciudadanos del cielo”, que viven la gran esperanza de recibir a Jesús resucitado, que “transformará nuestro cuerpo mortal haciéndolo semejante a su cuerpo glorioso” (Fil 3,21). Siguiendo el ejemplo de Pablo, otro gran discípulo de Jesús, Ignacio de Antioquía, escribía a la comunidad de Éfeso: “Nada les es desconocido, si mantienen de un modo perfecto en Jesucristo, la fe y la caridad, que son el principio y el fin de la vida: el principio es la fe, el fin la caridad”.
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17 de Octubre - Lunes, San Ignacio de Antioquía
Lo que importa es ser rico a los ojos de Dios La pregunta de un oyente sobre el reparto de la herencia nos introduce en el tema de la riqueza. Jesús aclara que él no ha venido para dedicarse a asuntos tan triviales. Para esclarecer la cuestión del dinero, Jesús cuenta un historia ejemplarizante de un gran realismo, como le gusta a Lucas. Jesús introduce la parábola con una llamada de atención muy seria respecto a la codicia: “¡Atención! Por más rico que uno sea, la vida no depende de los bienes” (Lc 12,15). Esto es precisamente lo que no entendió el protagonista de la historia que sigue. Después de presentar la situación del hacendado, y reseñar el éxito floreciente de su gestión, a través de un monólogo se nos revela la verdadera identidad del personaje. Sencillamente se trata de un egoísta y de un avaro, que sólo piensa en sí mismo y en disfrutar de la vida. Para él los bienes no tienen otra función. Como recuerda el mismo Lucas: “El hombre bueno saca cosas buenas del tesoro de su buen corazón; el malo saca lo malo de su maldad” (Lc 6,45). Cuando creía tener asegurado un futuro placentero: descanso, comida, bebida, disfrute, un interlocutor lo sorprende con otro monólogo: “¡Necio, esta noche te reclamarán la vida!” (Lc 12,20). El que habla es Dios, el que tiene la llave de la vida y de la muerte. Una pregunta lo vuelve a la realidad: ¿Para quién será lo acumulado? La lección es clara. Hay dos modos de acumular. El uno, es interesado y egoísta. El segundo, tiene en vistas a Dios y su reino, protagonizado por el amor y el altruismo. El santo de hpy: San Ignacio de Antioquía (50-107) Ignacio de Antioquía, el “Teóforo” (“portador de Dios”), como él mismo se autodefine, después de haberse convertido, fue obispo, “el segundo en la sucesión de Pedro en el episcopado de Antioquía” (Eusebio). Condenado a muerte en la persecución de Trajano, fue conducido a Roma y arrojado a las fieras en lugar de los gladiadores. Por el camino escribió siete cartas a diferentes comunidades. A la de Roma escribe: “Trigo soy de San Ignacio Dios, y soy molido por los dientes de las fieras para mostrarme de Antioquía puro ante Cristo”. Pertenece al grupo de los llamados “Padres apostólicos”, generación de escritores que sigue inmediatamente a los autores del nuevo testamento. Tuvo gran influencia en la Iglesia. Eusebio (s. IV) escribe de él: “El hombre más célebre para muchos todavía”. P. Antonio Danoz, redentorista
1. Antífona de entrada Estoy clavado con Cristo en la cruz; ya no soy yo quien vive, sino que Cristo quien vive en mí; vivo en la fe del Hijo de Dios que me amó y se entregó por mí (Gál 2,19-20).
2. Oración colecta Dios eterno y todopoderoso, que has querido glorificar a tu Iglesia con el testimonio de los mártires, concédenos que el glorioso martirio que mereció a san Ignacio una co-
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17 de Octubre - Lunes, San Ignacio de Antioquía
rona inmortal, fortalezca cada vez más nuestra fe. Por nuestro Señor Jesucristo. 3. 1ª Lectura (Rom 4,19-25)
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los romanos Hermanos: La fe de Abraham no se debilitó a pesar de que, a la edad de casi cien años, su cuerpo ya no tenía vigor, y además, Sara, su esposa, no podía tener hijos. Ante la firme promesa de Dios no dudó ni tuvo desconfianza, antes bien su fe se fortaleció y dio con ello gloria a Dios, convencido de que él es poderoso para cumplir lo que promete. Por eso, Dios le acreditó esta fe como justicia. Ahora bien, no sólo por él está escrito que “se le acreditó”, sino también por nosotros, a quienes se nos acreditará, si creemos en aquel que resucitó de entre los muertos, en nuestro Señor Jesucristo, que fue entregado a la muerte por nuestros pecados y resucitó para nuestra justificación. Palabra de Dios. A Te alabamos, Señor. 4. Salmo responsorial R Bendito sea el Señor, Dios de Israel. L El Señor ha hecho surgir en favor nuestro un poderoso salvador en la casa de David, su siervo. Así lo había anunciado desde antiguo, por boca de sus santos profetas /R L Anunció que nos salvaría de nuestros enemigos y de las manos de todos los que nos aborrecen, para mostrar su misericordia a nuestros padres y acordarse de su santa alianza /R
L El Señor juró a nuestro padre Abraham que nos libraría del poder de nuestros enemigos, para que pudiéramos servirlo sin temor, con santidad y justicia, todos los días de nuestra vida /R (Lc 1). 5. Aclamación antes del Evangelio R Aleluya, aleluya. Dichosos los pobres de espíritu, porque de ellos es el Reino de los cielos. R Aleluya (Mt 5,3).
6. Evangelio (Lc 12,13-21)
Lectura del santo Evangelio según san Lucas A Gloria a ti, Señor En aquel tiempo, hallándose Jesús en medio de una multitud, un hombre le dijo: “Maestro, dile a mi hermano que comparta conmigo la herencia”. Pero Jesús le contestó: “Amigo, ¿quién me ha puesto como juez en la distribución de herencias?” Y dirigiéndose a la multitud, dijo: “Eviten toda clase de avaricia, porque la vida del hombre no depende de la abundancia de los bienes que posea”. Después les propuso esta parábola: “Un hombre rico tuvo una gran cosecha y se puso a pensar: ‘¿Qué haré, porque no tengo ya en dónde almacenar la cosecha? Ya sé lo que voy a hacer: derribaré mis graneros y construiré otros más grandes para guardar ahí mi cosecha y todo lo que tengo. Entonces podré decirme: Ya tienes bienes acumulados para muchos años; descansa, come, bebe y date a la buena vida’. Pero Dios le dijo: ‘¡Insensato! Esta misma noche
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18 de Octubre - Martes, San Lucas, Evangelista
vas a morir. ¿Para quién serán todos tus bienes?’ Lo mismo le pasa al que amontona riquezas para sí mismo y no se hace rico de lo que vale ante Dios”. Palabra del Señor. A Gloria a ti, Señor Jesús.
por los dientes de las fieras y transformado así en pan inmaculado.
7. Oración sobre las ofrendas Señor Dios, que después de purificar como trigo de Cristo a san Ignacio de Antioquía, lo aceptaste como pan inmaculado, dígnate aceptar los dones que tu Iglesia te presenta. Por Jesucristo, nuestro Señor. 8. Antífona de la comunión Soy trigo de Cristo, escribió san Ignacio de Antioquía, seré triturado
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9. Oración después de la comunión Que el Cuerpo y la Sangre de Cristo que hemos recibido, Señor, al conmemorar el martirio de san Ignacio, nos dé nuevas fuerzas para que, con las palabras y con las acciones, nos manifestemos auténticos cristianos. Por Jesucristo, nuestro Señor. Dios te ha hablado, y tiene para ti una pregunta: ¿Para quién quieres acumular en la vida?
de Octubre - Martes,
San Lucas, Evangelista, F Color litúrgico: Rojo
Dios me asistió, para proclamar la Buena Noticia Esta carta dirigida al fiel discípulo de Pablo que fue Timoteo, concluye con el testamento del apóstol. Toda su vida entregada por completo a la proclamación de la Buena Noticia de Jesús, está a punto de concluir. Tiene el sentido de un sacrificio litúrgico presentado al Señor. Se despide confiado en que el Señor, que es un juez que valora con justicia la vida de cada cual, le dará la corona merecida. En la despedida, recuerda a varios de sus colaboradores. A unos, con mucho cariño. Es el caso de Lucas. Cuando otros lo habían dejado solo por diversos motivos, él se mantuvo fielmente a su lado. También recuerda la hostilidad manifestada por un oponente suyo, de nombre Alejandro el herrero. Lamenta haberse encontrado solo cuando tuvo que defenderse por primera vez. Aunque le fallaron los hombres, Dios lo asistió para poder llevar a todo el mundo la proclamación de la Buena Noticia. Hasta el último momento, Pablo mantiene viva la que fue la pasión de su vida: la proclamación de la Buena Noticia. Designó a otros setenta y dos y los envió por delante Lucas ofrece dos envíos de los discípulos. En el primero son doce los envia-
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18 de Octubre - Martes, San Lucas, Evangelista
dos. En la narración del envío que ofrece Mateo, Jesús les asigna una misión concreta: “No se dirijan a países paganos…; vayan más bien a las ovejas descarriadas de la casa de Israel” (Mt 10,5-6). En el primer envío, Lucas no señala ningún límite. En este segundo envío, los enviados son setenta y dos. El número es mayor y el campo es mucho más amplio. Así lo indica Jesús: “La cosecha es abundante, pero los trabajadores pocos” (Lc 10,2). Setenta y dos son ciertamente muy pocos, para el campo inmenso que tienen por delante: el mundo entero. En este envío, Lucas no señala los poderes que Jesús otorga a los enviados. En el primero dice: “Los envió a proclamar el reino de Dios. Les dio autoridad sobre los demonios para sanar enfermedades”. Les advierte que la labor no será fácil. Como ovejas indefensas tendrán que enfrentarse a lobos feroces. Los signos de identidad han de ser: la austeridad y la sencillez. El reino de Dios no se anuncia con prepotencia, con signos de poder o de riqueza. Sencilla ha de ser también la estrategia misionera: acercarse a las casas con un saludo de paz. Lucas había aprendido esta experiencia misionera de un gran apóstol y evangelizador, que fue Pablo de Tarso. En varios libros del nuevo testamento, Lucas aparece como compañero del apóstol en su misión evangelizadora itinerante. El santo de hoy: San Lucas evangelista (s. I) Según testimonio de autores muy antiguos, Lucas era natural de Antioquía. Era médico; discípulo de los apóstoles y de Pablo. “Compañero de Pablo consignó en un libro el Evangelio que Pablo predicaba” (S. Ireneo), ya que no conoció al Señor. A principios del siglo III se daba como seguro que Lucas es el autor del tercer evangelio y de los Hechos de los Apóstoles. Algunos creen que murió en Beocia a los 84 años. P. Antonio Danoz, redentorista San Lucas, Evangelista
1. Antífona de entrada Qué hermoso es ver correr sobre los montes al mensajero que anuncia la paz, que trae buenas noticias, que anuncia la salvación (Is 52,7). 2. Oración colecta Señor, tú que elegiste a san Lucas para revelar al mundo, mediante su predicación y su Evangelio, el misterio de tu predilección por los pobres, haz que todos los que hemos recibido de ti la gracia de conocerte, unidos por un profundo espíritu de fraternidad, demos al mundo testi-
monio claro de tu amor. Por nuestro Señor Jesucristo. 3. 1ª Lectura (2Tim 4,9-17)
Lectura de la segunda carta del apóstol san Pablo a Timoteo Querido hermano: Haz lo posible por venir a verme cuanto antes, pues Dimas, prefiriendo las cosas de este mundo, me ha abandonado y ha partido a Tesalónica. Crescencio se fue a Galacia, Tito, a Dalmacia. El único que me acompaña es Lucas. Trae a Marcos contigo, porque me será
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18 de Octubre - Martes, San Lucas, Evangelista
muy útil en mis tareas. A Tíquico lo envié a Efeso. Cuando vengas, tráeme el abrigo que dejé en Tróade, en la casa de Carpo. Tráeme también los libros y especialmente los pergaminos. Alejandro, el herrero, me ha hecho mucho daño. El Señor le dará su merecido. Cuídate de él, pues se ha opuesto tenazmente a nuestra predicación. La primera vez que me defendí ante el tribunal, nadie me ayudó. Todos me abandonaron. Que no se les tome en cuenta. Pero el Señor estuvo a mi lado y me dio fuerzas para que, por mi medio, se proclamara claramente el mensaje de salvación y lo oyeran todos los paganos. Palabra de Dios. A Te alabamos, Señor.
gido del mundo, dice el Señor, para que vayan y den fruto y su fruto permanezca. R Aleluya (Jn 15,16).
4. Salmo responsorial R Señor, que todos tus fieles te bendigan. L Que te alaben, Señor, todas tus obras y que todos tus fieles te bendigan. Que proclamen la gloria de tu reino y den a conocer tus maravillas /R L Que muestren a los hombres tus proezas, el esplendor y la gloria de tu reino. Tu reino, Señor, es para siempre y tu imperio, por todas las generaciones /R L Siempre es justo el Señor en sus designios y están llenas de amor todas sus obras. No está lejos de aquellos que lo buscan; muy cerca está el Señor, de quien lo invoca /R (Sal 144).
5. Aclamación antes del Evangelio R Aleluya, aleluya. Yo les he ele-
6. Evangelio (Lc 10,1-9)
Lectura del santo Evangelio según san Lucas A Gloria a ti, Señor En aquel tiempo, Jesús designó a otros setenta y dos discípulos y los mandó por delante, de dos en dos, a todos los pueblos y lugares a donde pensaba ir, y les dijo: “La cosecha es mucha y los trabajadores pocos. Rueguen, por tanto, al dueño de la mies que envíe trabajadores a sus campos. Pónganse en camino; yo los envío como corderos en medio de lobos. No lleven ni dinero, ni morral, ni sandalias y no se detengan a saludar a nadie por el camino. Cuando entren en una casa digan: ‘Que la paz reine en esta casa’. Y si allí hay gente amante de la paz, el deseo de paz de ustedes se cumplirá; si no, no se cumplirá. Quédense en esa casa. Coman y beban de lo que tengan, porque el trabajador tiene derecho a su salario. No anden de casa en casa. En cualquier ciudad donde entren y los reciban, coman lo que les den. Curen a los enfermos que haya y díganles: ‘Ya se acerca a ustedes el Reino de Dios’”. Palabra del Señor. A Gloria a ti, Señor Jesús. 7. Oración sobre las ofrendas Purifica, Señor, nuestros corazones, a fin de que el sacrificio que vamos a ofrecerte en la festividad de san Lucas evangelista, nos obtenga la salud del espíritu y la salvación eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.
19 de Octubre - Miércoles, Feria o Memoria de San Pablo de la Cruz
8. Prefacio, pág. 8 9. Antífona de la comunión El Señor envió a sus discípulos a anunciar por todas partes la llegada del Reino de Dios (Lc 10,1.9). 10. Oración después de la comunión Que esta sagrada comunión aumente, Señor, en nosotros el amor a
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Cristo y nos haga permanecer fieles al Evangelio, predicado y transmitido por san Lucas. Por Jesucristo, nuestro Señor. Dios te ha hablado, y tiene para ti una pregunta: ¿Cómo vives tú el envío misionero de Jesús?
de Octubre - Miércoles,
Feria o Memoria de San Pablo de la Cruz, Presbítero Color litúrgico: Verde o blanco
Pónganse a disposición de Dios, como resucitados La persona sometida al dominio del pecado ha quedado sepultada en las aguas bautismales. La vieja condición de pecadores ha sido crucificada con Cristo, liberándonos del poder del pecado. Resucitado con Cristo, el cristiano vive ya para Dios. Pero el pecado acecha constantemente y no se puede bajar la guardia. Los bajos instintos acosan de continuo y estimulan la inclinación al pecado que existe en el ser humano. Para superarlos es necesario mantener viva la conciencia de que todo nuestro ser ha sido consagrado al servicio del Señor. Todos los miembros de nuestro cuerpo y toda nuestra persona han de estar a disposición de Dios, para realizar las obras propias de los hijos de Dios. Pablo nos previene, para que no volvamos a las viejas esclavitudes. Todo el que peca, cualquiera que sea la clase de pecado, es un esclavo. Si fuimos antes esclavos, no volvamos a recaer en ninguna forma de esclavitud. Recordemos el ejemplo de Cristo: “Sabemos que Cristo, resucitado de la muerte, ya no vuelve a morir” (Rom 6,9). Esto mismo ha de acontecer en nosotros. Hemos resucitado con Cristo, no permitamos que la muerte, significada por el pecado, domine de nuevo en nosotros. Dichoso el preparado a recibir al Hijo del hombre En dos palabras se puede resumir la enseñanza de Jesús en el trozo que hemos leído. Se pueden reemplazar por otras dos, que concuerdan bien con éstas: lucidez y responsabilidad. Las parábolas están tomadas del ambiente doméstico. La primera, nos recuerda que hay que estar siempre alerta y prevenidos, para que no nos sorprenda el ladrón, cualquiera que sea la hora en que llegue. El Hijo del hombre sabemos que llegará. Ignoramos el día y la hora, por lo cual hay que estar siempre preparados para recibirlo.
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19 de Octubre - Miércoles, Feria o Memoria de San Pablo de la Cruz
La segunda parábola pone el acento en el servicio. Mientras llega el Hijo del hombre, Dios nos ha confiado una tarea: servir con generosidad y diligencia a los hermanos. Podemos tomar dos actitudes. Primera: poner manos a la obra para realizar un excelente servicio. En este caso, disfrutaremos de una verdadera felicidad cuando venga el Señor. Pero podemos optar por entregarnos a una vida licenciosa, maltratando a los servidores del Señor, privándolos de lo necesario para llevar una vida digna. Conociendo como conocemos la voluntad del Señor, no valdrán las excusas. Seremos corregidos severamente por irresponsables. El santo de hoy: San Pablo de la Cruz (1694-1775) Nace en Ovada (Italia). Su nombre era Pablo Daniel. Por algún tiempo cultivó la vida eremítica. Ordenado presbítero, se dedicó a la predicación. Más tarde reunió un grupo de compañeros con los que inició la fundación de una Congregación religiosa, conocida popularmente como Pasionistas. En su hábito llevan un corazón rematado por una cruz. Como misión específica se dedican a la predicación, poniendo el acento en la pasión del Señor. P. Antonio Danoz, redentorista
1. Antífona de entrada Cuando estuve entre ustedes nunca me precié de otra cosa que de conocer a Jesucristo crucificado (1Cor 2,2).
2. Oración colecta Señor y Dios nuestro, que la intercesión y el ejemplo de san Pablo de la Cruz, que tuvo un amor tan intenso por Cristo crucificado, nos alcancen la gracia de abrazar con valor nuestra cruz de cada día. Por nuestro Señor Jesucristo. 3. 1ª Lectura (Rom 6,12-18)
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los romanos Hermanos: No dejen que el pecado domine su cuerpo mortal y los obligue a seguir sus malas inclinaciones; no pongan sus miembros al servicio del pecado, como instrumentos de maldad. Por el contrario, pónganse al servicio de Dios, puesto que
habiendo estado muertos, él les ha dado la vida; pongan también sus miembros a su servicio, como instrumentos de santidad. El pecado ya no volverá a dominarlos, pues no viven ustedes bajo el régimen de la ley, sino bajo el régimen de la gracia. ¿Podemos entonces pecar, puesto que ya no vivimos bajo el régimen de la ley, sino bajo el régimen de la gracia? De ningún modo. ¿Acaso no saben ustedes que al someterse a alguien para obedecerlo como esclavos, se hacen sus esclavos? Si ustedes son esclavos del pecado, es para su propia muerte; si son esclavos de la obediencia a Dios, es para su santificación. Pero gracias a Dios, ustedes, aunque fueron esclavos del pecado, han obedecido de corazón las normas de la doctrina evangélica que se les han transmitido, y así, una vez libres del pecado, se han hecho esclavos de la santidad. Palabra de Dios. A Te alabamos, Señor.
19 de Octubre - Miércoles, Feria o Memoria de San Pablo de la Cruz
4. Salmo responsorial R El Señor es nuestra ayuda. L Si el Señor no hubiera estado de nuestra parte, que lo diga Israel, si el Señor no hubiera estado de nuestra parte, cuando los hombres nos asaltaron, nos habría devorado vivos el fuego de su cólera /R L Las aguas nos hubieran sepultado, un torrente nos hubiera llegado al cuello, un torrente de aguas encrespadas. Bendito sea el Señor, que no nos hizo presa de sus dientes /R L Nuestra vida se escapó como un pájaro de la trampa de los ca-zadores. La trampa se rompió y nosotros escapamos. La ayuda nos viene del Señor, que hizo el cielo y la tierra /R (Sal 123). 5. Aclamación antes del Evangelio R Aleluya, aleluya. Estén preparados, porque no saben a qué hora va a venir el Hijo del hombre. R Aleluya (Mt 24,42.44).
6. Evangelio (Lc 12,39-48)
Lectura del santo Evangelio según san Lucas A Gloria a ti, Señor En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: “Fíjense en esto: Si un padre de familia supiera a qué hora va a venir el ladrón, estaría vigilando y no dejaría que se le metiera por un boquete en su casa. Pues también ustedes estén preparados, porque a la hora en que menos lo piensen, vendrá el Hijo del hombre. Entonces Pedro le preguntó a Jesús: “¿Dices esta parábola sólo por nosotros o por todos?”
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El Señor le respondió: “Supongan que un administrador, puesto por su amo al frente de la servidumbre con el encargo de repartirles a su tiempo los alimentos, se porta con fidelidad y prudencia. Dichoso ese siervo, si el amo, a su llegada, lo encuentra cumpliendo con su deber. Yo les aseguro que lo pondrá al frente de todo lo que tiene. Pero si ese siervo piensa: ‘Mi amo tardará en llegar’ y empieza a maltratar a los otros siervos y siervas, a comer, a beber y a embriagarse, el día menos pensado y a la hora más inesperada llegará su amo y lo castigará severamente y le hará correr la misma suerte de los desleales. El siervo que conociendo la voluntad de su amo, no haya preparado ni hecho lo que debía, recibirá muchos azotes; pero el que, sin conocerla, haya hecho algo digno de castigo, recibirá pocos. Al que mucho se le da, se le exigirá mucho; y al que mucho se le confía, se le exigirá mucho más. Palabra del Señor. A Gloria a ti, Señor Jesús. 7. Oración sobre las ofrendas Acepta, Señor, los dones que te presentamos en la festividad de san Pablo de la Cruz y haz que pongamos en práctica el amor abnegado que celebramos en esta Eucaristía. Por Jesucristo, nuestro Señor. 8. Antífona de la comunión Nosotros predicamos a Jesucristo crucificado; él es poder y sabiduría de Dios (1Cor 1,23-24). 9. Oración después de la comunión Señor, tú que ayudaste a san Pablo de la Cruz a vivir el misterio de la
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20 de Octubre - Jueves, Feria, XXIX Semana del Tiempo Ordinario
pasión de tu Hijo, concédenos que este sacrificio que hemos celebrado, nos impulse a seguir con fidelidad a Cristo y a trabajar en la Iglesia por la salvación de todos los hombres. Por Jesucristo, nuestro Señor.
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Dios te ha hablado, y tiene para ti una pregunta: ¿Cuál es tu actitud con las personas que te rodean?
de Octubre - Jueves,
Feria, XXIX Semana del Tiempo Ordinario Color litúrgico: Verde
Pónganse con todo su ser al servicio de la justicia Para explicar la situación en la que se encuentra el discípulo que ha muerto al pecado y resucitado en el bautismo, Pablo se sirve de una comparación, muy de actualidad en su tiempo: el señor y el esclavo. El esclavo que ha sido adquirido por el señor ha cambiado de dueño. No puede seguir sirviendo a su antiguo señor. Hasta el momento del bautismo, el bautizado estaba bajo el señorío del pecado y servía a su señor. Pero a partir del bautismo, ha sido liberado. Ha de entrar a servir al Señor y disfrutar de la libertad de los hijos de Dios. Ya no puede seguir sirviendo a su antiguo señor: el pecado. Más bien, se avergüenza de lo que ha hecho. Sus miembros y toda su persona están en adelante consagrados a hacer el bien. Libre de la esclavitud del pecado y “esclavo de Dios”, el bautizado participa de su santidad, que se extiende a todo cuanto realiza. Si la muerte es el precio pagado por el pecado, la vida eterna es el don que Dios nos comunica gratuitamente. Este don hay que activarlo cada día por medio de las obras que proceden del Espíritu. Vine a traer fuego a la tierra, y quiero que arda En la Biblia el fuego aparece con una doble significación. Por una parte es signo de castigo y de purificación, como en el caso de Sodoma y Gomorra (Gén 19,24). En otros casos es signo revelador de la presencia de Dios, como en la zarza ardiendo y en la nube que guía al pueblo por el desierto. En la cultura griega el fuego: destruye, ilumina y calienta. El fuego que Jesús vino a traer a la tierra, sin descartar su relación con el juicio de Dios, es la Buena Noticia del reino que anuncia, el Espíritu que él mismo enviará. Esta Buena Noticia calienta e ilumina. El que está cerca de Jesús está cerca del fuego; quien está lejos de él, está lejos del reino de Dios y de la salvación. La presencia de la Buena Noticia en el mundo ha producido una división. Unos, la han aceptado y se han hecho discípulos de Jesús. Otros, la han rechazado y se han convertido en sus enemigos. La paz que Jesús anunciaba
20 de Octubre - Jueves, Feria, XXIX Semana del Tiempo Ordinario
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se convirtió en enfrentamiento. Esta situación se estaba produciendo en las familias cuando Lucas escribe el evangelio. En algunos casos eran los mismos familiares quienes denunciaban. Del simbolismo del fuego se pasa al del agua. El bautismo se relaciona con el agua y la “copa” con la muerte de Jesús. Jesús anuncia la dura prueba que tiene que superar. Aquí están presentes dos sacramentos relacionados con la celebración de la muerte y resurrección de Jesús: el bautismo y la eucaristía. P. Antonio Danoz, redentorista
1. Antífona de entrada Yo te invoco porque tú me respondes, Dios mío; atiéndeme y escucha mis palabras. Cuídame como a la niña de tus ojos y cúbreme bajo la sombra de tus alas (Sal 16,6.8). 2. Oración colecta Dios todopoderoso y eterno, haz que nuestra voluntad sea siempre dócil a la tuya y que te sirvamos con un corazón sincero. Por nuestro Señor Jesucristo. 3. 1ª Lectura (Rom 6,19-23)
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los romanos Hermanos: Por la dificultad natural que tienen ustedes para entender estas cosas, voy a seguir utilizando una comparación de la vida ordinaria. Así como en otros tiempos pusieron sus miembros al servicio de la impureza y de la maldad, hasta llegar a la degradación, así ahora pónganlos al servicio del bien, a fin de que alcancen su santificación. Cuando ustedes eran esclavos del pecado, no estaban al servicio del bien. ¿Y qué frutos recogieron entonces de aquello que ahora los llena de vergüenza? Ninguno, pues son cosas que conducen a la muerte.
Pero ahora, libres ya del pecado y entregados al servicio de Dios, dan frutos de santidad, que conducen a la vida eterna. En una palabra, el pecado nos paga con la muerte; en cambio, Dios nos da gratuitamente la vida eterna, por medio de Cristo Jesús, Señor nuestro. Palabra de Dios. A Te alabamos, Señor. 4. Salmo responsorial R Dichoso el hombre que confía en el Señor. L Dichoso aquel que no se guía por mundanos criterios, que no anda en malos pasos ni se burla del bueno, que ama la ley de Dios y se goza en cumplir sus mandamientos /R L Es como un árbol plantado junto al río, que da fruto a su tiempo y nunca se marchita. En todo tendrá éxito /R L En cambio los malvados serán como la paja barrida por el viento. Porque el Señor protege el camino del justo y al malo sus caminos acaban por perderlo /R (Sal 1). 5. Aclamación antes del Evangelio R Aleluya, aleluya. Todo lo considero una pérdida y lo tengo por
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21 de Octubre - Viernes, Feria, XXIX Semana del Tiempo Ordinario
basura, para ganar a Cristo y vivir unido a él. R Aleluya (Fil 3,8-9). 6. Evangelio (Lc 12,49-53)
Lectura del santo Evangelio según san Lucas A Gloria a ti, Señor En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: “He venido a traer fuego a la tierra ¡y cuánto desearía que ya estuviera ardiendo! Tengo que recibir un bautismo ¡y cómo me angustio mientras llega! ¿Piensan acaso que he venido a traer paz a la tierra? De ningún modo. No he venido a traer la paz, sino la división. De aquí en adelante, de cinco que haya en una familia, estarán divididos tres contra dos y dos contra tres. Estará dividido el padre contra el hijo, el hijo contra el padre, la madre contra la hija y la hija contra la madre, la suegra contra la nuera y la nuera contra la suegra”. Palabra del Señor. A Gloria a ti, Señor Jesús. 7. Oración sobre las ofrendas Santifica, Señor, estos dones tuyos
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que con sincera voluntad te presentamos, y por medio de esta Eucaristía, dígnate purificarnos y renovarnos. Por Jesucristo, nuestro Señor. 8. Antífona de la comunión Los ojos del Señor están puestos en sus hijos, en los que esperan en su misericordia, para librarlos de la muerte y reanimarlos en tiempo de hambre (Sal 32,18-19). 9. Oración después de la comunión Que esta celebración eucarística nos comunique, Señor, nuevas fuerzas para cumplir tu voluntad en esta vida y nos confirme en la esperanza de tu Reino. Por Jesucristo, nuestro Señor. Dios te ha hablado, y tiene para ti una pregunta: ¿Cómo colaboras tú para construir una familia y una sociedad en paz?
de Octubre - Viernes,
Feria, XXIX Semana del Tiempo Ordinario Color litúrgico: Verde
Obtenemos la victoria por Jesucristo Señor nuestro El ser humano se encuentra en una encrucijada, sujeto a dos fuerzas contrapuestas. Por un lado, siente una fuerza que lo arrastra a hacer el mal. Con una frase casi desesperada, Pablo exclama: “Estoy vendido al pecado” (Rom 7,14). Se siente como forzado a realizar lo que aborrece.
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Por otro lado, el ser humano siente el deseo de hacer el bien, pero se declara impotente, sin fuerzas. La conclusión que saca es ésta: “No hago el bien que quiero, sino que realizo el mal que aborrezco” (Rom 7,19). En lo más íntimo de la persona existe la conciencia de lo que es bueno. Pero con frecuencia la fuerza del mal se vuelve irresistible y terminamos haciendo el mal que nuestra conciencia rechaza. Esta situación casi desesperada que parece sin salida, lleva a Pablo a exclamar: “¡Desdichado de mí!”. A ésta sigue una exclamación liberadora, llena de esperanza y de gozo: “¡Gracias a Dios por Jesucristo Señor nuestro!” (Rom 7,24-25). En él está nuestra liberación y nuestra victoria sobre el mal y sobre el pecado. Sólo puede gritar de esta manera quien ha experimentado el milagro de la salvación de Dios, realizada por Jesucristo. No saben interpretar los signos de Dios La enseñanza de Jesús se convierte en denuncia. Sus oyentes saben leer los fenómenos que acontecen en el cielo y en la tierra, y son incapaces de descubrir los signos de Dios. La acusación de Jesús a las gentes de su generación es fuerte: “¡Insensatos!”. Para aclarar su denuncia, Jesús acude a la sabiduría popular. Todo el mundo sabía que, cuando surgía una nube por oriente, tenían chaparrón seguro. Por otra parte, si sopla viento del sur, viene una ola de calor. La interpelación es evidente: si saben leer los fenómenos de la naturaleza, ¿por qué no descubren la actuación de Dios a través de sus signos? El llamado es dejar de ser hipócritas, y estar atentos a los acontecimientos históricos en los que Dios se manifiesta. Actualmente hablamos de “signos de los tiempos”. En griego existe una palabra para designar el “tiempo” cronológico que transcurre con el correr de las horas. Hay otra que se refiere a la “coyuntura presente”, como una oportunidad. La presencia de Jesús y los signos que realizaba, manifestaban una “oportunidad” de salvación que no se debía desperdiciar. Para eso había que estar atentos y ser inteligentes, no necios. Esto mismo nos está aconteciendo hoy. Dios sigue hablando por los acontecimientos sociales, políticos, económicos…Tenemos que preguntarnos, si nosotros los cristianos pertenecemos al grupo de los sabios que saben descubrir e interpretar estos signos de la presencia de Dios y de sus acciones salvadoras, o si somos del grupo de los ¡necios! P. Antonio Danoz, redentorista
1. Antífona de entrada Yo te invoco porque tú me respondes, Dios mío; atiéndeme y escucha mis palabras. Cuídame como a la niña de tus ojos y cúbreme bajo la sombra de tus alas (Sal 16,6.8). 2. Oración colecta Dios todopoderoso y eterno, haz que nuestra voluntad sea siempre dócil a la tuya y que te sirvamos con un corazón sincero. Por nuestro Señor Jesucristo.
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3. 1ª Lectura (Rom 7,18-25)
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los romanos Hermanos: Bien sé yo que nada bueno hay en mí, es decir, en mi naturaleza humana deteriorada por el pecado. En efecto, yo puedo querer hacer el bien, pero no puedo realizarlo, puesto que no hago el bien que quiero, sino el mal que no quiero; y si hago lo que no quiero, ya no soy yo quien lo hace, sino el pecado, que habita en mí. Descubro, pues, en mí esta realidad: cuando quiero hacer el bien, me encuentro con el mal. Y aunque en lo más íntimo de mi ser me agrada la ley de Dios, percibo en mi cuerpo una tendencia contraria a mi razón, que me esclaviza a la ley del pecado, que está en mi cuerpo. ¡Pobre de mí! ¿Quién me librará de este cuerpo, esclavo de la muerte? ¡La gracia de Dios, por medio de Jesucristo, nuestro Señor! Palabra de Dios. A Te alabamos, Señor. 4. Salmo responsorial R Enséñame, Señor, a gustar tus mandamientos. L Enséñame a gustar y a comprender tus preceptos, pues yo me fío de ellos. Tú, que eres bueno y haces beneficios, instrúyeme en tus leyes /R L Señor, que tu amor me consuele, conforme a las promesas que me has hecho. Muéstrame tu ternura y viviré, porque en tu ley he puesto mi contento /R L Jamás olvidaré tus mandamientos, pues con ellos me diste vida. Soy tuyo, sálvame, pues voy buscando tus leyes /R (Sal 118).
5. Aclamación antes del Evangelio R Aleluya, aleluya. Te doy gracias, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has revelado los misterios del Reino a la gente sencilla. R Aleluya (Mt 11,25). 6. Evangelio (Lc 12,54-59)
Lectura del santo Evangelio según san Lucas A Gloria a ti, Señor En aquel tiempo, Jesús dijo a la multitud: “Cuando ustedes ven que una nube se va levantando por el poniente, enseguida dicen que va a llover, y en efecto, llueve. Cuando el viento sopla del sur, dicen que hará calor, y así sucede. ¡Hipócritas! Si saben interpretar el aspecto que tienen el cielo y la tierra, ¿por qué no interpretan entonces los signos del tiempo presente? ¿Por qué, pues, no juzgan por ustedes mismos lo que les conviene hacer ahora? Cuando vayas con tu adversario a presentarte ante la autoridad, haz todo lo posible por llegar a un acuerdo con él en el camino, para que no te lleve ante el juez, el juez te entregue a la policía, y la policía te meta en la cárcel. Yo te aseguro que no saldrás de ahí hasta que pagues el último centavo”. Palabra del Señor. A Gloria a ti, Señor Jesús. 7. Oración sobre las ofrendas Santifica, Señor, estos dones tuyos que con sincera voluntad te presentamos, y por medio de esta Eucaristía, dígnate purificarnos y renovarnos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
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22 de Octubre - Sábado, Beato Timoteo Giaccardo
8. Antífona de la comunión Los ojos del Señor están puestos en sus hijos, en los que esperan en su misericordia, para librarlos de la muerte y reanimarlos en tiempo de hambre (Sal 32,18-19). 9. Oración después de la comunión Que esta celebración eucarística nos comunique, Señor, nuevas fuerzas
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para cumplir tu voluntad en esta vida y nos confirme en la esperanza de tu Reino. Por Jesucristo, nuestro Señor. Dios te ha hablado, y tiene para ti una pregunta: ¿Sabes hacer lectura cristiana de los acontecimientos que te rodean?
de Octubre - Sábado,
Feria o Memoria del Beato Timoteo Giaccardo Color litúrgico: Verde o blanco
El Espíritu tiende a la vida y a la paz Pablo se hacía esta pregunta: “¿Quién me puede librar de este cuerpo de muerte?” (Rm 7,24). Ahora nos da la respuesta: “La ley del Espíritu que da la vida, por medio de Cristo Jesús, me ha librado de la ley del pecado y de la muerte” (Rom 8,2). La lucha sigue presente en nosotros que hemos nacido del agua y del Espíritu en el bautismo. Por un lado, tenemos que luchar con los bajos instintos que se oponen a Dios, arrastran al pecado, y conducen a la muerte. Por la otra parte, contamos con el Espíritu de Dios. El Espíritu tiende a la vida, y produce en los discípulos un oasis de paz. Los que hemos nacido del Espíritu en el bautismo, hemos de dejarnos guiar en todo momento por el Espíritu. En este asunto Pablo es categórico: “Si alguno no tiene el Espíritu de Cristo no le pertenece” (Rom 8,9). Pero nosotros estamos seguros que el Espíritu de Dios habita en nosotros. Este Espíritu fue el que resucitó a Jesús de la muerte. Él actuará también en nosotros, y dará vida a nuestros cuerpos mortales. Es necesario producir frutos de conversión Jesús hace un llamado a la conversión, teniendo ante los ojos dos acontecimientos violentos. El primero: la crueldad de Pilato que había mandado matar unos galileos, y había cometido el acto sacrílego de mezclar su sangre con la de los sacrificios, que se ofrecían en el templo. Reflexión: Estos galileos no eran más pecadores que los demás. En cuanto a ustedes, si no se arrepienten, acabarán como ellos. Segundo acontecimiento dramático: dieciocho personas que murieron aplastadas por el derrumbamiento de una torre. Reflexión: Estas personas no
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22 de Octubre - Sábado, Beato Timoteo Giaccardo
eran más culpables que los restantes habitantes de Jerusalén. Si no deciden arrepentirse, correrán la misma suerte que ellos. Es necesario producir frutos de conversión. Jesús acude, como en otras ocasiones a la agricultura para hacerse entender de la gente. En el ejemplo de la higuera nos transmite una doble enseñanza. Primera: Es necesario producir frutos de conversión. De qué sirve cultivar un árbol si no da fruto. Segunda enseñanza: Dios es paciente y da siempre una segunda, una tercera, y hasta la enésima oportunidad para convertirse. En nada se parece a nuestra impaciencia, a nuestro nerviosismo, que nos lleva a dar enseguida un ultimátum. El santo de hoy: Beato Timoteo Giaccardo (1896-1948). Nació en Narzole Cúneo (Italia). Ingresó a la Sociedad de San Pablo por convencimiento y admiración a la obra del Beato Santiago Alberione, el Fundador . Fue el primer sacerdote de la Congregación y mangnífico periodista. Cierta vez escribió: “La prensa católica es la idea reina de mi vida”. Fue beatificado por Juan Pablo II en 1979. Beato Timoteo P. Antonio Danoz, redentorista Giaccardo
1. Antífona de entrada Yo te invoco porque tú me respondes, Dios mío; atiéndeme y escucha mis palabras. Cuídame como a la niña de tus ojos y cúbreme bajo la sombra de tus alas (Sal 16,6.8). 2. Oración colecta Oh Dios, que has guiado al Beato Timoteo Giaccardo, sacerdote, en la vida y en el apostolado, con luz de tu Palabra y la fuerza de la Eucaristía, has que por su intercesión, en la Iglesia y en el mundo los instrumentos de la comunicación social sean correctamente utilizados para fomentar el bien y contribuyan válidamente en todas partes a la difusión del Evangelio. Por Jesucristo, nuestro Señor.
3. 1ª Lectura (Rom 8,1-11)
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los romanos Hermanos: Ya no hay condenación que valga contra los que están unidos a Cristo Jesús, porque ellos ya no viven conforme al desorden egoísta del hombre. Pues, si estamos unidos a Cristo Jesús, la ley del Espíritu vivificador nos ha librado del pecado y de la muerte. En efecto, lo que bajo el régimen de la ley de Moisés era imposible por el desorden y egoísmo del hombre, Dios lo ha hecho posible, cuando envió a su propio Hijo, que se hizo hombre y tomó una condición humana semejante a la nuestra, que es pecadora, y para purificarnos de todo pecado, condenó a muerte al pecado en la humanidad de su Hijo. De este modo, la salvación prometida por la ley se realiza cumplidamente en nosotros, puesto que ya no vivimos conforme
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22 de Octubre - Sábado, Beato Timoteo Giaccardo
al desorden y egoísmo humanos, sino conforme al Espíritu. Ciertamente, los hombres que llevan una vida desordenada y egoísta piensan y actúan conforme a ella; pero los que viven de acuerdo con el Espíritu, piensan y actúan conforme a éste. Las aspiraciones desordenadas y egoístas conducen a la muerte; las aspiraciones conformes al Espíritu conducen a la vida y a la paz. El desorden egoísta del hombre es enemigo de Dios: no se somete, ni puede someterse a la voluntad de Dios. Por eso, los que viven en forma desordenada y egoísta no pueden agradar a Dios. Pero ustedes no llevan esa clase de vida, sino una vida conforme al Espíritu, puesto que el Espíritu de Dios habita verdaderamente en ustedes. Quien no tiene el Espíritu de Cristo, no es de Cristo. En cambio, si Cristo vive en ustedes, aunque su cuerpo siga sujeto a la muerte, a causa del pecado, su espíritu vive a causa de la actividad salvadora de Dios. Si el Espíritu del Padre, que resucitó a Jesús de entre los muertos, habita en ustedes, entonces el Padre, que resucitó a Jesús de entre los muertos, también les dará vida a sus cuerpos mortales, por obra de su Espíritu, que habita en ustedes. Palabra de Dios. A Te alabamos, Señor. 4. Salmo responsorial R Haz, Señor, que te busquemos. L Del Señor es la tierra y lo que ella tiene, el orbe todo y los que en él habitan, pues él lo edificó sobre los mares, él fue quien lo asentó sobre los ríos /R
L ¿Quién subirá hasta el monte del Señor? ¿Quién podrá entrar en su recinto santo? El de corazón limpio y manos puras y que no jura en falso /R L Ese obtendrá la bendición de Dios, y Dios, su salvador, le hará justicia. Esta es la clase de hombres que te buscan y vienen ante ti, Dios de Jacob /R (Sal 23). 5. Aclamación antes del Evangelio R Aleluya, aleluya. No quiero la muerte del pecador, sino que se arrepienta y viva, dice el Señor. R Aleluya (Ez 33,11). 6. Evangelio (Lc 13,1-9)
Lectura del santo Evangelio según san Lucas A Gloria a ti, Señor En aquel tiempo, algunos hombres fueron a ver a Jesús y le contaron que Pilato había mandado matar a unos galileos, mientras estaban ofreciendo sus sacrificios. Jesús les hizo este comentario: “¿Piensan ustedes que aquellos galileos, porque les sucedió esto, eran más pecadores que todos los demás galileos? Ciertamente que no; y si ustedes no se convierten, perecerán de manera semejante. Y aquellos dieciocho que murieron aplastados por la torre de Siloé, ¿piensan acaso que eran más culpables que todos los demás habitantes de Jerusalén? Ciertamente que no; y si ustedes no se arrepienten perecerán de manera semejante”. Entonces les dijo esta parábola: “Un hombre tenía una higuera plantada en su viñedo; fue a buscar higos y
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23 de Octubre - Domingo XXX del Tiempo Ordinario /A
no los encontró. Dijo entonces al viñador: ‘Mira, durante tres años seguidos he venido a buscar higos en esta higuera y no los he encontrado. Córtala. ¿Para qué ocupa la tierra inútilmente?’ El viñador le contestó: ‘Señor, déjala todavía este año; voy a aflojar la tierra alrededor y a echarle abono, para ver si da fruto. Si no, el año que viene la cortaré’”. Palabra del Señor. A Gloria a ti, Señor Jesús. 7. Oración sobre las ofrendas Santifica Señor, con tu bendición los dones que te ofrecemos en el recuerdo del Beato Timoteo Giaccardo y transfórmalos para nosotros en sacramento de salvación, para que acercándonos a tu altar seamos liberados de toda culpa y podamos par-
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ticipar al banquete de la vida eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor. 8. Antífona de la comunión Yo estaré con ustedes todos los días, hasta el fin del mundo, dice el Señor (Mt 28,20).
9. Oración después de la comunión Las comunión de tu sacramento nos santifique y nos renueve, Señor, y la intercesión del Beato Timoteo Giaccardo nos ayude a progresar cada día en la dedicación a tu servicio. Por Jesucristo, nuestro Señor. Dios te ha hablado, y tiene para ti una pregunta: ¿Eres igualmente exigente contigo, como lo eres con los demás?
de Octubre - Domingo
XXX del Tiempo Ordinario /A -
L.H.: 2ª Sem. del Salterio. - Color litúrgico: Verde
TODO EL QUE AMA ES HIJO DE DIOS Y CONOCE A DIOS No explotes al huérfano y al forastero El autor nos sitúa en el Sinaí durante la promulgación del código de la alianza. Todas estas normas presuponen el gran mandamiento de la ley: “Amarás al Señor, tu Dios, con todo el corazón, con toda el alma, con todas tus fuerzas” (Dt 6,5). A éste hay que añadir: “Amarás a tu prójimo como a ti mismo” (Lv 19,18). Sobre la práctica del amor al prójimo se centran estas normas del Éxodo. Destacan la misericordia y el amor con que hay que tratar a las personas más débiles de la comunidad. El autor se fija en aquellas clases sociales que eran las más maltratadas, oprimidas y explotadas en su tiempo: los emigrantes, los huérfanos, las viudas y los pobres. Aunque han pasado muchos siglos, y las situaciones sociales, políticas y económicas han cambiado, las injusticias, los malos tratos, la opresión, la explo-
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tación de los débiles siguen presentes en el mundo. Los métodos de explotación, las políticas económicas, sociales y laborales, presentan una apariencia de legalidad, pero de hecho son igualmente inhumanas. Hoy encontramos emigrantes, que sufren marginación y son explotados; personas sin un hogar digno donde vivir; gentes que no pueden hacer una comida al día; enfermos que carecen de los remedios más elementales. La palabra de Dios sigue elevándose como una denuncia: “Si gritan a mí, yo los escucharé, porque yo soy compasivo” (Éx 22,26). Misericordia y compasión es lo que falta a la sociedad actual. El mandamiento del amor permanece siempre Entre los 613 preceptos que proponían los fariseos, 248 positivos y 365 prohibiciones, Jesús reivindica el mandamiento primero fundamental de la ley: Amarás al Señor tu Dios, con la totalidad de respondió: “Amarás al Señor, tu Dios, la persona y con toda su capacidad de Jesús con todo tu corazón, con toda tu alma y con amar. toda tu mente (Mt 22,37). No basta la proclamación solemne de fe: “Escucha, Israel, el Señor, nuestro Dios, es solo uno” (Dt 6,4). Es necesario que la fe encuentre su máxima expresión en el amor. No puede quedar reducida a un simple enunciado intelectual. El precepto de amar a Dios encierra para el judío un ejercicio permanente de obediencia, de piedad y de fidelidad a Dios y a su ley. La prioridad de este precepto en la concepción ética judía es indiscutible. Tiene una connotación antropológica en la cual está comprometida toda la persona; y tiene también una proyección de orden práctico. Se hace visible y perceptible por las obras. No se trata de una concepción mística de huida del mundo. El amor a Dios se vive en el mundo, en contacto con los seres humanos, en las estructuras sociales, económicas, laborales y políticas, donde se desarrolla la vida de la persona. El amor a Dios tiene que estar ahí presente, para que en ellas Dios sea glorificado y los seres humanos dignamente respetados y servidos. El discípulo de Jesús ama a los demás como hermanos En la ética evangélica no se puede separar el amor a Dios del amor al prójimo. Estos dos preceptos que aparecen separados, Jesús los junta al afirmar: “Pero el segundo iguala en importancia al primero” (Mt 22,38). En estos dos preceptos unidos se concentra toda la ley y los profetas. En el precepto “amarás al prójimo”, se comprenden todos los campos de la
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existencia humana. Desde la propia vida hasta los bienes, el trato ante los tribunales, la solidaridad, y todos los derechos que protegen y promueven la dignidad de los seres humanos. Abarca también a todas las personas. El discípulo de Jesús ama a todos aquellos que ama el Padre del cielo. Para él son sus hermanos. Ésta es una de las grandes novedades que aporta la propuesta de Jesús. En la ley antigua, “prójimos” son únicamente las personas que pertenecen al pueblo de Israel. Por excepción, lo eran también los extranjeros que habitaban en territorio israelita. En cuestión de amor, no existe ninguna discriminación posible, por razón de etnia, nacionalidad, clase social, identidad cultural. Tampoco la enemistad, cualquiera que sea su origen, puede establecer un muro entre las personas. Jesús ordena a sus discípulos: “Amen a sus enemigos, oren por los que los persiguen. Así serán hijos del Padre del cielo” (Mt 5,44). El amor a Dios y el amor al ser humano son inseparables Pablo había proclamado el alcance del precepto del amor en la vida del discípulo, en su carta a la comunidad de Roma: “El amor es el cumplimiento pleno de la ley”. “Cualquier otro precepto se resume en éste: “Amarás al prójimo como a ti mismo” (Rom 13,9-10). La carta primera de Juan, insiste de manera especial en la unidad entre el amor a Dios y el amor al prójimo. Quien pretenda amar a Dios, dejando fuera de su amor al ser humano, cualquiera que sea el motivo, no posee en su corazón el verdadero amor cristiano. La primera carta de Juan afirma: “Todo el que ama es hijo de Dios y conoce a Dios. Quien no ama no ha conocido a Dios, ya que Dios es amor”. A continuación afirma: “Si uno dice que ama a Dios mientras odia a su hermano, es un mentiroso; porque si no ama al hermano a quien ve, no puede amar a Dios a quien no ve” (1Jn 4,7-8.20). El amor al ser humano tiene que impulsarnos a hacer partícipes de la salvación a todas las personas. A semejanza de la comunidad de Tesalónica, cada comunidad cristiana ha de esforzarse por hacer llegar la Buena Noticia de la salvación a todo el mundo: por el testimonio de su fe; por la proclamación, de boca en boca, del evangelio de Jesús. P. Antonio Danoz, redentorista
1. Antífona de entrada Alégrese el corazón de los que buscan al Señor. Busquen la ayuda del Señor; busquen continuamente su presencia (Sal 104,3-4).
mientos y podamos conseguir, así, el cielo que nos tienes prometido. Por nuestro Señor Jesucristo.
2. Oración colecta Aumenta, Señor, en nosotros la fe, la esperanza y la caridad, para que cumplamos con amor tus manda-
Lectura del libro del Éxodo Esto dice el Señor a su pueblo: “No hagas sufrir ni oprimas al extranjero, porque ustedes fueron extranjeros en
3. 1ª Lectura (Éx 22,20-26)
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Egipto. No explotes a las viudas ni a los huérfanos, porque si los explotas y ellos claman a mí, ciertamente oiré yo su clamor; mi ira se encenderá, te mataré a espada, tus mujeres quedarán viudas y tus hijos, huérfanos. Cuando prestes dinero a uno de mi pueblo, al pobre que está contigo, no te portes con él como usurero, cargándole intereses. Si tomas en prenda el manto de tu prójimo, devuélveselo antes de que se ponga el sol, porque no tiene otra cosa con que cubrirse; su manto es su único cobertor y si no se lo devuelves, ¿cómo va a dormir? Cuando él clame a mí, yo lo escucharé, porque soy misericordioso”. Palabra de Dios. A Te alabamos, Señor. 4. Salmo responsorial R Tú, Señor, eres mi refugio. L Yo te amo, Señor, tú eres mi fuerza, el Dios que me protege y me libera /R L Tú eres mi refugio, mi salvación, mi escudo, mi castillo. Cuando invoqué al Señor de mi esperanza, al punto me libró de mi enemigo /R L Bendito seas, Señor, que me proteges; que tú, mi salvador, seas bendecido. Tú concediste al rey grandes victorias y mostraste tu amor a tu elegido /R (Sal 17). 5. 2ª Lectura (1Tes 1,5-10)
Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los tesalonicenses Hermanos: Bien saben cómo hemos actuado entre ustedes para su bien. Ustedes, por su parte, se hicieron
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imitadores nuestros y del Señor, pues en medio de muchas tribulaciones y con la alegría que da el Espíritu Santo, han aceptado la palabra de Dios en tal forma, que han llegado a ser ejemplo para todos los creyentes de Macedonia y Acaya, porque de ustedes partió y se ha difundido la palabra del Señor; y su fe en Dios ha llegado a ser conocida, no sólo en Macedonia y Acaya, sino en todas partes, de tal manera, que nosotros ya no teníamos necesidad de decir nada. Porque ellos mismos cuentan de qué manera tan favorable nos acogieron ustedes y cómo, abandonando los ídolos, se convirtieron al Dios vivo y verdadero para servirlo, esperando que venga desde el cielo su Hijo, Jesús, a quien él resucitó de entre los muertos y es quien nos libra del castigo venidero. Palabra de Dios. A Te alabamos, Señor. 6. Aclamación antes del Evangelio R Aleluya, aleluya. El que me ama cumplirá mi palabra y mi Padre lo amará y haremos en él nuestra morada, dice el Señor. R Aleluya (Jn 14,23).
7. Evangelio (Mt 22,34-40)
Lectura del santo Evangelio según san Mateo A Gloria a ti, Señor En aquel tiempo, habiéndose enterado los fariseos de que Jesús había dejado callados a los saduceos, se acercaron a él. Uno de ellos, que era doctor de la ley, le preguntó para ponerlo a prueba: “Maestro, ¿cuál
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es el mandamiento más grande de la ley?” Jesús le respondió: “Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente. Éste es el más grande y el primero de los mandamientos. Y el segundo es semejante a éste: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. En estos dos mandamientos se fundan toda la ley y los profetas”. Palabra del Señor. A Gloria a ti, Señor Jesús. 8. Oración de los fieles S El amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo. Oremos, para que este don del amor llegue a todas las personas y a todos los pueblos. A Acrecienta, Señor, el amor en nosotros. L Jesús proclama: “Nadie tiene amor más grande que el que da la vida por los que ama”. Para que sacrifiquemos algo de nuestra vida por amor a los demás: Oremos al Señor. A Acrecienta, Señor, el amor en nosotros. L Conflictos de todo tipo son mala noticia cada día. Para que los responsables sociales y políticos, nacionales e internacionales, acudan al amor y a la concordia para solucionarlos: Oremos al Señor. A Acrecienta, Señor, el amor en nosotros. L Pablo escribe: “El amor es el constructor de la unidad”. Para que promovamos el amor en el ámbito familiar, político y social, y así construyamos un mundo más feliz: Oremos al Señor. A Acrecienta, Señor, el amor en nosotros.
L Celebramos el Día Mundial de las Misiones. Para que el amor nos mueva a llevar a todos los habitantes del mundo, la Buena Noticia de la salvación que ofrece Jesús: Oremos al Señor. A Acrecienta, Señor, el amor en nosotros (Intenciones libres) S Derrama, Señor, tu Espíritu sobre los hombres y mujeres del mundo, para que el amor presida las relaciones entre las personas, las familias y los pueblos. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén. 9. Oración sobre las ofrendas Mira, Señor, con bondad, las ofrendas que te presentamos, a fin de que esta celebración eucarística sea para tu gloria y alabanza. Por Jesucristo, nuestro Señor. 10. Antífona de la comunión Cristo nos amó y se entregó a la muerte por nosotros, como ofrenda y víctima agradable a Dios (Ef 5,2). 11. Oración después de la comunión Concédenos, Señor, que este memorial de la muerte y resurrección de tu Hijo nos haga morir de veras al pecado, y renacer a una nueva vida. Por Jesucristo, nuestro Señor. Dios te ha hablado y tiene para ti una pregunta: ¿Eres constructor o destructor de unidad?
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de Octubre - Lunes,
Feria o Memoria de San Antonio María Claret, Obispo Color litúrgico: Verde o blanco
Son hijos de Dios, los que se guían por el Espíritu de Dios Los que hemos nacido del agua y del Espíritu Santo en el bautismo, somos hijos de Dios. Tenemos un testigo digno de fe que nos lo confirma y nos lo da a conocer: El Espíritu Santo. Por este hecho, estamos llamados a poseer la herencia de los hijos. Somos coherederos con Cristo, el Hijo de Dios. Se nos exige una condición fundamental: compartir su pasión. Sólo así podremos compartir su gloria de Hijo muy amado de Dios. Si somos hijos, tenemos que actuar como hijos. De Jesús se dice: “Empujado por el Espíritu, se dejó llevar al desierto”. Impulsado por el Espíritu, regresó a Galilea para empezar su misión (Lc 4,1.14). Ahora Pablo nos recuerda: “Todos los que se dejan llevar por el Espíritu de Dios son hijos de Dios” (Rom 8,14). Nacidos por la acción del Espíritu en el Bautismo, confirmados en el camino de Jesús en la confirmación, tenemos que actuar guiados en todo momento por el Espíritu. El Espíritu es, además, el impulsor de nuestra oración. Del Espíritu de hijos que habita en nosotros surge el grito: “¡Abbá!, Padre”. Él es el iniciador del diálogo de amor de nosotros con Dios, de los hijos con el Padre, que eso es la oración. La gente se alegraba y quedaba maravillada Fiel a su estrategia pastoral, Jesús anuncia la Buena Noticia del reino de Dios, con obras y con palabras. En esta ocasión, empezó por las obras. Se encontraba en la sinagoga para participar en la liturgia del sábado, como hacía de costumbre. Allí se encontró con una mujer, que no podía enderezarse desde hacía dieciocho años. Se creía que era a causa de un mal espíritu. Jesús se compadeció de ella. Le impuso las manos, y al punto se enderezó. En ocasiones, Jesús actúa a través de la palabra. En el caso de esta mujer lo hizo a través del tacto. Sólo con ponerle las manos quedó sanada. El hecho suscitó la controversia entre el jefe de la sinagoga y Jesús a propósito del descanso sabático. Jesús pasa del hecho de la curación a la enseñanza catequética. La reflexión es muy simple. Lo que se puede hacer con unos animales en sábado, como es darles de comer y de beber, no se le puede negar a una “hija de Abrahán”, que estaba “atada” por un mal espíritu. Ante esta forma de actuar, Jesús no duda en llamar “hipócritas” a quienes niegan a una persona, lo que se concede a unos animales. En esta sociedad que consideramos tan progresista, en más de una ocasión actuamos como el jefe de la sinagoga. La gente del pueblo, que es más sencilla entendió perfectamente lo que hizo Jesús: “Se alegraba y se maravillaba de lo que hacía”. El santo de hoy: San Antonio María Claret (1807-1870) Nace en Sallent (España). Es el quinto de once hermanos. Ordenado presbítero, ejerció el ministerio parroquial. Más tarde emprende la labor de
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misionero itinerante, primero en la península, después en las islas Canarias. En 1849 es nombrado obispo de Santiago de Cuba. En 1855, en compañía de María Antonieta París funda las religiosas Claretianas. Isabel II, reina de España, lo elige por su confesor.. Diez años más tarde emprende el camino del exilio hacia Francia. Allí falleció en la ciudad de Prades, después de haber sufrido mucho a causa de las intrigas políticas. Asiste al concilio Vaticano I. P. Antonio Danoz, redentorista
1. Antífona de entrada Cuidaré de mis ovejas, dice el Señor, y les buscaré un pastor que las apaciente, y yo, el Señor, seré su Dios (Ez 34,11.23-24).
2. Oración colecta Dios nuestro, que otorgaste a san Antonio María Claret la fuerza del amor y la paciencia para predicar sin concesiones tu Evangelio, concédenos, por su intercesión, anteponer a todo tus intereses y esforzarnos en ganar a nuestros hermanos para Cristo, que vive y reina contigo. 3. 1ª Lectura (Rom 8,12-17)
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los romanos Hermanos: Nosotros no estamos sujetos al desorden egoísta del hombre, para hacer de ese desorden nuestra regla de conducta. Pues si ustedes viven de ese modo, ciertamente serán destruidos. Por el contrario, si con la ayuda del Espíritu destruyen sus malas acciones, entonces vivirán. Los que se dejan guiar por el Espíritu de Dios, ésos son hijos de Dios. No han recibido ustedes un espíritu de esclavos, que los haga temer de
San Antonio María Claret
nuevo, sino un espíritu de hijos, en virtud del cual podemos llamar Padre a Dios. El mismo Espíritu Santo, a una con nuestro propio espíritu, da testimonio de que somos hijos de Dios. Y si somos hijos, somos también herederos de Dios y coherederos con Cristo, puesto que sufrimos con él para ser glorificados junto con él. Palabra de Dios. A Te alabamos, Señor. 4. Salmo responsorial R Bendito sea el Señor, que nos salva. L Cuando el Señor actúa, sus enemigos se dispersan y huyen ante su faz los que lo odian. Ante el Señor, su Dios, gocen los justos y salten de alegría /R L Porque el Señor, desde su templo santo, a huérfanos y viudas da su auxilio; él fue quien dio a los desvalidos casa, libertad y riqueza a los cautivos /R L Bendito sea el Señor, día tras día, que nos lleve en sus alas y nos salve. Nuestro Dios es un Dios de salvación, porque puede librarnos de la muerte /R (Sal 67).
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5. Aclamación antes del Evangelio R Aleluya, aleluya. Tu palabra, Señor, es la verdad; santifícanos en la verdad. R Aleluya (Jn 17,17). 6. Evangelio (Lc 13,10-17)
Lectura del santo Evangelio según san Lucas A Gloria a ti, Señor Un sábado, estaba Jesús enseñando en una sinagoga. Había ahí una mujer que llevaba dieciocho años enferma por causa de un espíritu malo. Estaba encorvada y no podía enderezarse. Al verla, Jesús la llamó y le dijo: “Mujer, quedas libre de tu enfermedad”. Le impuso las manos, y, al instante, la mujer se enderezó y empezó a alabar a Dios. Pero el jefe de la sinagoga, indignado de que Jesús hubiera hecho una curación en sábado, le dijo a la gente: “Hay seis días de la semana en que se puede trabajar; vengan, pues, durante esos días a que los curen y no el sábado”. Entonces el Señor dijo: ¡Hipócritas! ¿Acaso no desata cada uno de ustedes su buey o su burro del pesebre para llevarlo a abrevar, aunque sea sábado? Y a esta hija de Abraham, a la que Satanás tuvo atada durante dieciocho años, ¿no era bueno desatarla de esa atadura, aun en día de sábado?” Cuando Jesús dijo esto, sus enemigos quedaron en vergüenza; en cambio, la gente se alegraba de todas las maravillas que él hacía. Palabra del Señor. A Gloria a ti, Señor Jesús.
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7. Oración sobre las ofrendas Mira, Señor, con bondad las ofrendas que te presentamos, en la memoria del obispo san Antonio María Claret, para que nos obtengan tu perdón y glorifiquen así tu santo nombre. Por Jesucristo, nuestro Señor. 8. Antífona de la comunión No son ustedes los que me han elegido, dice el Señor, soy yo quien los ha elegido, para que vayan y den fruto y ese fruto perdure (Jn 15,16). 9. Oración después de la comunión Reanimados por este sacramento, te pedimos, Señor que, a ejemplo de san Antonio María Claret, nos esforcemos en dar testimonio de la fe que él tuvo y en llevar a la práctica sus enseñanzas. Por Jesucristo, nuestro Señor. Dios te he hablado, y tiene para ti una pregunta: ¿Has negado a personas derechos que se conceden a los animales?
III Etapa del itinerario de oración cristiana Me Confirmo - Compromiso con mi fe Catequista y Catequizando Se consiguen en la red de Librerías San Pablo del país.
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Feria, XXX Semana del Tiempo Ordinario Color litúrgico: Verde
La humanidad espera la manifestación de los hijos de Dios Pablo contempla dos situaciones distintas para la humanidad, especialmente para los discípulos. El tiempo presente, sometido al sufrimiento; y los tiempos nuevos que esperamos, en los cuales se revelará la gloria de Dios. La visión optimista del apóstol no tiene fronteras. Abarca a toda la humanidad. Esta visión de Pablo se conecta con el sentir de las generaciones actuales, que vinculan el destino de la persona humana al de toda la creación, sean éstos creyentes o no creyentes. Han sido los propios seres humanos quienes están sometiendo al “fracaso” la belleza y la integridad del universo: “La humanidad entera está con dolores de parto” (Rom 8,22). De este dolor y de esta esperanza universal participamos los discípulos de Jesús. Pablo no habla simplemente como ecologista. Él no puede separar al “Dios creador” del “Dios salvador”. La esperanza tiene para él unos horizontes más amplios. Nosotros poseemos las primicias del Espíritu; tenemos la seguridad de que, así como participamos de la pasión y muerte de Jesús, también disfrutaremos de su gloria como resucitados. Ésta es la meta definitiva de la esperanza cristiana. Todavía no la hemos alcanzado, pero tenemos el fundamento necesario para saber que la alcanzaremos. Jesús nos dice: “Padre, quiero que los que me confiaste estén conmigo, donde yo estoy, para que contemplen mi gloria” (Jn 17,24).” El reino de Dios se parece a la levadura que fermenta la masa Lucas ofrece juntas dos parábolas reducidas a la mínima expresión: la semilla de mostaza y el trozo de levadura. Ambas coinciden en dos cosas: las dos pasan desapercibidas por escasa presencia; y las dos manifiestan un gran dinamismo. Era proverbial entre la gente de Palestina la pequeñez de la semilla de mostaza. Jesús volverá a utilizar esta semilla para hablar para indicar que es necesario tener un mínimo de fe (Lc 17,6). Lo importante es el contraste entre lo grande y lo pequeño. Jesús habla del reino de Dios. Aparenta ser insignificante como la semilla de mostaza, pero se convierte en arbusto, que extiende sus ramas por toda la tierra. En la segunda parábola el juego es el mismo. Contrasta lo invisible del poder transformador de la levadura, con los resultados que todo el mundo puede comprobar: un pequeño trozo de levadura fermenta todo la masa. Cada discípulo ha de encarnar en su persona el reino de Dios, convirtiéndose en pequeña semilla que se extiende y se multiplica. Es posible que los resultados sean también modestos. Pero lo importante es crecer y hacerse visible a los ojos del mundo que nos rodea. Lo mismo hemos de decir de la levadura. Era considerada como elemento negativo. La alteración que produce en la masa se consideraba como una co-
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rrupción. Para muchos de los santos padres, la masa es el mundo, y la levadura el Espíritu que actúa por medio del reino de Dios para transformarlo. P. Antonio Danoz, redentorista
1. Antífona de entrada Alégrese el corazón de los que buscan al Señor. Busquen la ayuda del Señor; busquen continuamente su presencia (Sal 104,3-4). 2. Oración colecta Aumenta, Señor, en nosotros la fe, la esperanza y la caridad, para que cumplamos con amor tus mandamientos y podamos conseguir, así, el cielo que nos tienes prometido. Por nuestro Señor Jesucristo. 3. 1ª Lectura (Rom 8,18-25)
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los romanos Hermanos: Considero que los sufrimientos de esta vida no se pueden comparar con la gloria que un día se manifestará en nosotros; porque toda la creación espera, con seguridad e impaciencia, la revelación de esa gloria de los hijos de Dios. La creación está ahora sometida al desorden, no por su querer, sino por voluntad de aquel que la sometió, pero dándole al mismo tiempo esta esperanza: que también ella misma va a ser liberada de la esclavitud de la corrupción, para compartir la gloriosa libertad de los hijos de Dios. Sabemos, en efecto, que la creación entera gime hasta el presente y sufre dolores de parto; y no sólo ella, sino también nosotros, los que poseemos las primicias del Espíritu, gemimos interiormente, anhelando que se rea-
lice plenamente nuestra condición de hijos de Dios, la redención de nuestro cuerpo. Porque ya es nuestra la salvación, pero su plenitud es todavía objeto de esperanza. Esperar lo que ya se posee no es tener esperanza, porque, ¿cómo se puede esperar lo que ya se posee? En cambio, si esperamos algo que todavía no poseemos, tenemos que esperarlo con paciencia. Palabra de Dios. A Te alabamos, Señor. 4. Salmo responsorial R Grandes cosas has hecho por nosotros, Señor. L Cuando el Señor nos hizo volver del cautiverio, creíamos soñar; entonces no cesaba de reír nuestra boca, ni se cansaba entonces la lengua de cantar /R L Aun los mismos paganos con asombro decían: “¡Grandes cosas ha hecho por ellos el Señor!” Y estábamos alegres, pues ha hecho grandes cosas por su pueblo el Señor /R L Como cambian los ríos la suerte del desierto, cambia también ahora nuestra suerte, Señor, y entre gritos de júbilo cosecharán aquellos que siembran con dolor /R L Al ir, iban llorando, cargando la semilla; al regresar, cantando vendrán con sus gavillas /R (Sal 125). 5. Aclamación antes del Evangelio R Aleluya, aleluya. Te doy gracias,
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Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has revelado los misterios del Reino a la gente sencilla. R Aleluya (Mt 11,25). 6. Evangelio (Lc 13,18-21)
Lectura del santo Evangelio según san Lucas A Gloria a ti, Señor En aquel tiempo, Jesús dijo: “¿A qué se parece el Reino de Dios? ¿Con qué podré compararlo? Se parece a la semilla de mostaza que un hombre sembró en su huerta; creció y se convirtió en un arbusto grande y los pájaros anidaron en sus ramas”. Y dijo de nuevo: “¿Con qué podré comparar al reino de Dios? Con la levadura que una mujer mezcla con tres medidas de harina y que hace fermentar toda la masa”. Palabra del Señor. A Gloria a ti, Señor Jesús. 7. Oración sobre las ofrendas Mira, Señor, con bondad, las ofrendas que te presentamos, a fin de que
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esta celebración eucarística sea para tu gloria y alabanza. Por Jesucristo, nuestro Señor. 8. Antífona de la comunión Cristo nos amó y se entregó a la muerte por nosotros, como ofrenda y víctima agradable a Dios (Ef 5,2). 9. Oración después de la comunión Concédenos, Señor, que este memorial de la muerte y resurrección de tu Hijo nos haga morir de veras al pecado, y renacer a una nueva vida. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Dios te ha hablado, y tiene para ti una pregunta: ¿Actúas donde estás, como levadura transformadora del reino de Dios?
de Octubre - Miércoles,
Feria, XXX Semana del Tiempo Ordinario Color litúrgico: Verde
Dios nos destinó a reproducir la imagen de su Hijo El Espíritu Santo goza de especial protagonismo en la vida del discípulo de Jesús. Entre otras cosas, es el origen y el inspirador de la oración. “Nos viene a socorrer en nuestra debilidad, pues no sabemos pedir como conviene” (Rom 8,26). El Espíritu, que sondea los corazones, es el gran promotor y artífice de una obra maravillosa, que Dios ha iniciado en nosotros. Pablo entona un canto al amor de Dios y nos revela uno de los secretos más hermosos. Lo dispone todo a favor de los que ama, con un objetivo muy claro.
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Él escogió de antemano y destinó a muchas personas a “reproducir la imagen de su Hijo”. De este modo él será el “primogénito entre muchos hermanos” (Rom 8,29). Aquí el acento se pone en la iniciativa de Dios. Él es quien hace la elección guiado por su amor. Hoy nos dice: Yo soy quien los he elegido; yo soy quien los he destinado a reproducir la imagen de Jesús en cada uno. El autor principal de esta “nueva encarnación”, es también obra del Espíritu Santo. Ésta es la verdadera tarea espiritual a la que Dios nos llama. El Espíritu está siempre presto para actuar. El éxito dependerá de nuestra colaboración. No le atemos las manos al Espíritu. Gentes de todas partes se sentarán a la mesa del reino No perdamos de vista que Jesús está caminando hacia Jerusalén, donde acontecerá la muerte y la resurrección del Mesías. Nos encontramos con una catequesis itinerante, que hace referencia al recorrido y al final del camino. Se nos habla del número de los que se salvan, de puertas estrechas, de puertas que se cierran, de ignorar a algunos, de extraños que preceden a los que se creen seguros, finalmente de gemidos y rechinar de dientes. Así de golpe, la visión que ofrece Jesús del camino parece poco optimista y sombría. Lo que interesa no es tanto el número, sino la preocupación por estar entre los salvados. Con toda esta descripción, Jesús viene a recordarnos que la entrada en el reino de Dios y la permanencia en él tiene sus exigencias. No es cuestión de idealismos baratos ni de nostalgias de haber enseñado en determinadas calles. Hay una propuesta de felicidad, de vida, de esperanza. Pero también hay un camino a recorrer con sus exigencias. Es precisamente el que está recorriendo Jesús con los discípulos. Gentes de oriente y de occidente se sentarán a la mesa en el reino de Dios, ocupando el lugar de los hijos de Israel, que se creían irremplazables. Éstos tienen que oír las palabras del salmista, que no se citan explícitamente: “Apartaos de mí, todos los que hacéis obras de iniquidad” (Sal 6,9; Lc 13,27). P. Antonio Danoz, redentorista
1. Antífona de entrada Alégrese el corazón de los que buscan al Señor. Busquen la ayuda del Señor; busquen continuamente su presencia (Sal 104,3-4). 2. Oración colecta Aumenta, Señor, en nosotros la fe, la esperanza y la caridad, para que cumplamos con amor tus mandamientos y podamos conseguir, así, el cielo que nos tienes prometido. Por nuestro Señor Jesucristo.
3. 1ª Lectura (Rom 8,26-30)
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los romanos Hermanos: El Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad, porque nosotros no sabemos pedir lo que nos conviene; pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos que no pueden expresarse con palabras. Y Dios, que conoce profundamente los corazones, sabe lo que el Espíritu quiere decir, porque el Espíritu rue-
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ga conforme a la voluntad de Dios, por los que le pertenecen. Ya sabemos que todo contribuye para bien de los que aman a Dios, de aquellos que han sido llamados por él según su designio salvador. En efecto, a quienes conoce de antemano, los predestina para que reproduzcan en sí mismos la imagen de su propio Hijo, a fin de que él sea el primogénito entre muchos hermanos. A quienes predestina, los llama; a quienes llama, los justifica; y a quienes justifica, los glorifica. Palabra de Dios. A Te alabamos, Señor. 4. Salmo responsorial R Confío, Señor, en tu bondad. L Atiende y respóndeme, Señor, Dios mío. Sigue dando luz a mis ojos y líbrame del sueño de la muerte, para que no digan mis adversarios que me han vencido ni se alegren de mi derrota /R L Pues yo confío en tu lealtad, mi corazón se alegra con tu salvación y cantaré al Señor por el bien que me ha hecho /R (Sal 12). 5. Aclamación antes del Evangelio R Aleluya, aleluya. Dios nos ha llamado, por medio del Evangelio, a participar de la gloria de nuestro Señor Jesucristo. R Aleluya (2Tes
do por ciudades y pueblos, mientras se encaminaba a Jerusalén. Alguien le preguntó: “Señor, ¿es verdad que son pocos los que se salvan?” Jesús le respondió: “Esfuércense por entrar por la puerta, que es angosta, pues yo les aseguro que muchos tratarán de entrar y no podrán. Cuando el dueño de la casa se levante de la mesa y cierre la puerta, ustedes se quedarán afuera y se pondrán a tocar la puerta, diciendo: ‘Señor, ábrenos’. Pero él les responderá: ‘No sé quienes son ustedes’. Entonces le dirán con insistencia: ‘Hemos comido y bebido contigo y tú has enseñado en nuestras plazas’. Pero él replicará: ‘Yo les aseguro que no sé quienes son ustedes. Apártense de mí, todos ustedes los que hacen el mal’. Entonces llorarán ustedes y se desesperarán, cuando vean a Abraham, a Isaac, a Jacob y a todos los profetas en el Reino de Dios, y ustedes se vean echados fuera. Vendrán muchos del oriente y del poniente, del norte y del sur, y participarán en el banquete del Reino de Dios. Pues los que ahora son los últimos, serán los primeros; y los que ahora son los primeros, serán los últimos”. Palabra del Señor. A Gloria a ti, Señor Jesús.
6. Evangelio
7. Oración sobre las ofrendas Mira, Señor, con bondad, las ofrendas que te presentamos, a fin de que esta celebración eucarística sea para tu gloria y alabanza. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Lectura del santo Evangelio según san Lucas A Gloria a ti, Señor En aquel tiempo, Jesús iba enseñan-
8. Antífona de la comunión Cristo nos amó y se entregó a la muerte por nosotros, como ofrenda y víctima agradable a Dios (Ef 5,2).
2,14).
(Lc 13,22-30)
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9. Oración después de la comunión Concédenos, Señor, que este memorial de la muerte y resurrección de tu Hijo nos haga morir de veras al pecado, y renacer a una nueva vida. Por Jesucristo, nuestro Señor.
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Dios te ha hablado, y tiene para ti una pregunta: ¿Qué haces para sentarte a la mesa en el reino de Dios?
de octubre - Jueves,
Feria, XXX Semana del Tiempo Ordinario Color litúrgico: Verde
Dios nos regaló todo al darnos a su Hijo Dios ha tomado partido por la humanidad entera, no por un grupo determinado de personas y culturas. El que “Dios esté de nuestra parte”, no quiere decir que esté en contra de los demás. Su amor a la humanidad fue tan generoso que traspasó todas las fronteras, hasta alcanzar lo más inverosímil: “Nos entregó a su propio Hijo” (Rom 8,32). Una vez llegado a este punto, ya nada hay imposible. Si Dios nos ha elegido, nadie nos podrá acusar; si Dios es quien absuelve, nadie se atreverá a condenar. Mucho menos Jesús, que fue proclamado juez de la historia y de los pueblos. Él murió y resucitó para salvar a la humanidad, y ahora intercede por nosotros ante Dios. El amor que Jesús nos ha manifestado muriendo y resucitando para salvarnos, permanece vivo. Ninguna fuerza, por poderosa que sea, nos podrá arrancar de su amor. Pablo enumera posibles adversarios que pueden intentarlo. Él ha tenido que soportar sus embates durante su vida apostólica: persecuciones, hambre, peligros, violencia, riesgos de muerte. La proclamación final del apóstol, con resonancia de himno, es apoteósica: “Ni la muerte ni la vida…, ni la altura ni la hondura, ni criatura alguna podrá separarnos del amor de Dios manifestado en Cristo Jesús Señor nuestro” (Rom 8,38-39). En nuestra vida tiene que resonar cada día esta proclamación, como “un cántico firme” al amor de Dios manifestado en la persona de Jesús. Un día aclamarán: “¡Bendito el que viene en nombre del Señor!” La reacción de Jesús ante la noticia de que Herodes quiere matarlo, fue inmediata. Después de calificar duramente a Herodes, llamándolo “zorro”, declara con firmeza que nadie ni nada podrá apartarlo de su misión. En primer lugar, seguirá, día tras día, cumpliendo con la misión de proclamar la Buena Noticia. Las sanaciones, y la liberación de las personas de los malos espíritus, forman parte de esta proclamación. Seguirá sanado y expulsando demonios.
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27 de octubre - Jueves, Feria, XXX Semana del Tiempo Ordinario
En segundo lugar, él se dirige a Jerusalén, y tiene que seguir su viaje. Nadie podrá impedir seguir su camino, pues como profeta, él ha de correr la suerte de los demás profetas. Tiene que morir en Jerusalén, que asesina a los profetas y apedrea a los enviados de Dios. Con su visita a la ciudad, Jesús le ofrece la oportunidad para convertirse y cambiar la trayectoria del pasado. En lugar de lanzar una severa denuncia, al estilo de muchos de los profetas antiguos, Jesús utiliza una imagen llena de ternura: “He querido reunir a tus hijos, como la gallina reúne a los polluelos bajo las alas” (Lc 13,34). Esta oferta de Jesús resultó fallida: la ciudad no ha querido. Terminará asesinando al primero y más grande de los profetas que Dios le ha enviado. Esta ciudad, un día lo aclamará: “Bendito el que viene en nombre del Señor”. Unos días más tarde, lo juzgará y lo condenará a morir en la cruz. Tres días más tarde, será testigo de su victoria sobre la muerte. Es posible que la historia de Jerusalén sea el reflejo de nuestra propia historia. No cometamos el mismo error. P. Antonio Danoz, redentorista
1. Antífona de entrada Alégrese el corazón de los que buscan al Señor. Busquen la ayuda del Señor; busquen continuamente su presencia (Sal 104,3-4). 2. Oración colecta Aumenta, Señor, en nosotros la fe, la esperanza y la caridad, para que cumplamos con amor tus mandamientos y podamos conseguir, así, el cielo que nos tienes prometido. Por nuestro Señor Jesucristo. 3. 1ª Lectura
(Rom 8,31-35.37-39)
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los romanos Hermanos: Si Dios está a nuestro favor, ¿quién estará en contra nuestra? El que no nos escatimó a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no va a estar dispuesto a dárnoslo todo, junto con su Hijo? ¿Quién acusará a los elegidos de Dios? Si Dios mismo es quien los
perdona, ¿quién será el que los condene? ¿Acaso Jesucristo, que murió, resucitó y está a la derecha de Dios para interceder por nosotros? ¿Qué cosa podrá apartarnos del amor con que nos ama Cristo? ¿Las tribulaciones? ¿Las angustias? ¿La persecución? ¿El hambre? ¿La desnudez? ¿El peligro? ¿La espada? Ciertamente de todo esto salimos más que victoriosos, gracias a aquel que nos ha amado; pues estoy convencido de que ni la muerte ni la vida, ni los ángeles ni los demonios, ni el presente ni el futuro, ni los poderes de este mundo, ni lo alto ni lo bajo, ni creatura alguna podrá apartarnos del amor que nos ha manifestado Dios en Cristo Jesús. Palabra de Dios. A Te alabamos, Señor. 4. Salmo responsorial R Sálvame, Señor, por tu bondad. L Trátame bien, Señor, por ser quien
27 de octubre - Jueves, Feria, XXX Semana del Tiempo Ordinario
eres y por ser grande tu misericordia, porque yo soy un pobre miserable, que lleva el corazón atribulado /R L Ayúdame, Señor, Dios mío, sálvame por tu bondad. Que reconozcan aquí tu mano y que tú, Señor, lo has hecho /R L Mi boca le dará muchas gracias al Señor, lo alabará en medio de la multitud, porque se puso en favor del pobre para salvarle la vida de sus jueces /R (Sal 108). 5. Aclamación antes del Evangelio R Aleluya, aleluya. ¡Bendito el rey que viene en el nombre del Señor! ¡Paz en el cielo y gloria en las alturas! R Aleluya (Lc 19,38;2,14). 6. Evangelio (Lc 13,31-35)
Lectura del santo Evangelio según san Lucas A Gloria a ti, Señor En aquel tiempo, se acercaron a Jesús unos fariseos y le dijeron: “Vete de aquí, porque Herodes quiere matarte”. El les contestó: “Vayan a decirle a ese zorro que seguiré expulsando demonios y haciendo curaciones hoy y mañana, y que al tercer día terminaré mi obra. Sin embargo, hoy, mañana y pasado mañana tengo que seguir mi camino, porque no conviene que un profeta muera fuera de Jerusalén. ¡Jerusalén, Jerusalén, que matas y apedreas a los profetas que Dios te envía! ¡Cuántas veces he querido reunir a tus hijos, como la gallina reúne a sus pollitos bajo las alas, pero tú no has querido! Así pues, la casa de ustedes quedará
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abandonada. Yo les digo que no me volverán a ver hasta el día en que digan: “¡Bendito el que viene en el nombre del Señor!” Palabra del Señor. A Gloria a ti, Señor Jesús. 7. Oración sobre las ofrendas Mira, Señor, con bondad, las ofrendas que te presentamos, a fin de que esta celebración eucarística sea para tu gloria y alabanza. Por Jesucristo, nuestro Señor. 8. Antífona de la comunión Cristo nos amó y se entregó a la muerte por nosotros, como ofrenda y víctima agradable a Dios (Ef 5,2). 9. Oración después de la comunión Concédenos, Señor, que este memorial de la muerte y resurrección de tu Hijo nos haga morir de veras al pecado, y renacer a una nueva vida. Por Jesucristo, nuestro Señor. Dios te ha hablado, y tiene para ti una pregunta: ¿Cuántas veces rechazas al gesto de amor que Dios te ofrece?
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de Octubre - Viernes,
Santos Simón y Judas, Apóstoles, F Color litúrgico: Rojo
Edificados sobre los cimientos de los apóstoles Por medio de su muerte en la cruz, Jesús derribó todo muro de separación, enfrentamiento y hostilidad, cualquiera que sea su origen: el nacionalismo, la religión la clase social, étnica o económica. En la nueva comunidad surgida de la fuerza salvadora y liberadora de la muerte y resurrección de Jesús, nadie puede ser considerado como extranjero o como huésped. Todos gozan del derecho de ciudadanía. Todos forman parte de la familia de Dios. El pueblo de la antigua alianza estaba asentado sobre las doce tribus, correspondientes a los doce hijos de Jacob. Siguiendo su modelo, el pueblo de la nueva alianza también se asienta sobre doce bases: los doce discípulos del Cordero. Aunque las bases son doce, la roca sobre la que se levanta el edificio es únicamente una: Jesús de Nazaret. Como piedras vivas, todos los bautizados entramos a formar parte de este nuevo santuario consagrado al Señor. Este santuario formado por personas consagradas por el Espíritu, son morada de Dios perfectamente visible. Eligió a doce y los llamó apóstoles Lucas había reseñado el llamado dirigido por Jesús a dos parejas de hermanos: Andrés y Simón, Santiago y Juan. Ahora presenta la lista completa, compuesta por doce discípulos, a semejanza del pueblo de la primera alianza. En la lista de los doce, aparecen Simón y Judas, distinto del traidor. Lucas concede especial relevancia a la elección de los discípulos. Nos informa que Jesús pasó antes una noche entera en oración. Ellos serán testigos del llamado “discurso de la llanura”, equivalente al discurso de Jesús sobre el monte reseñado por Mateo. Allí encuentran a Jesús en acción: anunciaba la Buena Noticia del reino, sanaba enfermos, liberaba esclavizados por el espíritu del mal. Los elegidos madurarán como discípulos, acompañando a Jesús, siendo testigos de las obras maravillosas que realizaba. En los Hechos, Lucas señala dos condiciones que los acreditan como discípulos: Ser compañeros de Jesús en su peregrinación terrena, y ser testigos de la resurrección de Jesús (He 1,21-22). En el evangelio de Marcos, después de presentar la lista de los doce, se les señala la misión: convivir con Jesús, enviarlos a proclamar la Buena Noticia, con el poder de expulsar los malos espíritus. Aunque nuestro nombre no esté en la lista, todos somos discípulos de Jesús, con la misión de pregonar la Buena Noticia y de realizar obras que revelen su autenticidad. Los santos de hoy: Santos Simón y Judas (s. I) Simón nace en Caná de Galilea. Fue llamado “Celotes”. Algunos creen que perteneció a un movimiento nacionalista. Hay quien lo confunde con el her-
28 de Octubre - Viernes, Santos Simón y Judas, Apóstoles
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mano de Santiago el Menor, el pariente del Señor, que lleva el mismo nombre. Consideran que sucedió a Santiago el Menor como obispo de Jerusalén. Sufrió el martirio en tiempos de Trajano. Judas, apodado Tadeo (magnánimo), se cree que predicó en Palestina y Mesopotamia. Murió mártir. A él se ha atribuido la carta apostólica que lleva su nombre, en la que se presenta como “hermano de Santiago”. Esto se considera actualmente muy poco probable. P. Antonio Danoz, redentorista
1. Antífona de entrada Estos santos varones han sido escogidos por Dios en su infinito amor y han recibido de él la gloria eterna. 2. Oración colecta Dios nuestro, que nos has dado a conocer a tu Hijo por la predicación de los Apóstoles, haz que, por intercesión de los santos Simón y Judas, nosotros amemos cada día más a Cristo y que cada vez mayor número de hombres lo conozcan. Por nuestro Señor Jesucristo. 3. 1ª Lectura (Ef 2,19-22)
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los efesios Hermanos: Ya no son ustedes extranjeros ni advenedizos; son conciudadanos de los santos y pertenecen a la familia de Dios, porque han sido edificados sobre el cimiento de los apóstoles y de los profetas, siendo Cristo Jesús la piedra angular. Sobre Cristo, todo el edificio se va levantando bien estructurado, para formar el templo santo del Señor, y unidos a él también ustedes se van incorporando al edificio, por medio del Espíritu Santo, para ser morada de Dios. Palabra de Dios. A Te alabamos, Señor.
4. Salmo responsorial R El mensaje del Señor resuena en toda la tierra. L Los cielos proclaman la gloria de Dios y el firmamento anuncia la obra de sus manos. Un día comunica su mensaje al otro día y una noche se lo transmite a la otra noche /R L Sin que pronuncien una palabra, sin que resuene su voz, a toda la tierra llega su sonido y su mensaje hasta el fin del mundo /R (Sal 18). 5. Aclamación antes del Evangelio R Aleluya, aleluya. Señor, Dios, eterno, alegres te cantamos, a ti nuestra alabanza. A ti, Señor, te alaba el coro celestial de los apóstoles. R Aleluya. 6. Evangelio (Lc 6,12-19)
Lectura del santo Evangelio según san Lucas A Gloria a ti, Señor Por aquellos días, Jesús se retiró al monte a orar y se pasó la noche en oración con Dios. Cuando se hizo de día, llamó a sus discípulos, eligió a doce de entre ellos y les dio el nombre de apóstoles. Eran Simón, a quien llamó Pedro, y su hermano Andrés; Santiago y Juan; Felipe y Bartolomé; Mateo y Tomás;
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29 de Octubre - Sábado, Feria o Memoria de Santa María en sábado
Santiago, el hijo de Alfeo, y Simón, llamado el Fanático; Judas, el hijo de Santiago, y Judas Iscariote, que fue el traidor. Al bajar del monte con sus discípulos y sus apóstoles, se detuvo en un llano. Allí se encontraba mucha gente, que había venido tanto de Judea y Jerusalén, como de la costa de Tiro y de Sidón. Habían venido a oírlo y a que los curara de sus enfermedades; y los que eran atormentados por espíritus inmundos quedaban curados. Toda la gente procuraba tocarlo, porque salía de él una fuerza que sanaba a todos. Palabra del Señor. A Gloria a ti, Señor Jesús. 7. Oración sobre las ofrendas Acepta, Señor, los dones que te presentamos en la fiesta de tus santos Apóstoles Simón y Judas y reaviva nuestra fe, para que podamos cele-
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brar dignamente tu Eucaristía. Por Jesucristo, nuestro Señor. 8. Antífona de la comunión Si alguno me ama, cumplirá mis mandamientos, dice el Señor; mi Padre lo amará, vendremos a él y haremos en él nuestra morada (Jn 14,23).
9. Oración después de la comunión Tú, que nos has hecho participar del Cuerpo y de la Sangre de tu Hijo, al conmemorar hoy el martirio de los santos Apóstoles Simón y Judas, haz, Señor, que el Espíritu Santo nos guarde siempre en tu amor. Por Jesucristo, nuestro Señor. Dios te ha hablado, y tiene para ti una pregunta: El Señor te ha llamado. ¿Cómo estás respondiendo a su llamado?
de Octubre - Sábado,
Feria o Memoria de Santa María en sábado Color litúrgico: Verde o blanco
Dios no ha rechazado a su pueblo La pregunta que se hace Pablo puede responder a la opinión de cristianos convertidos del paganismo, que opinaban que Dios había rechazado definitivamente a los judíos. La respuesta del apóstol no deja lugar a dudas: “¡De ningún modo!”. Dios no ha rechazado a Israel. Para explicar su afirmación, hace un recorrido por la Biblia, revelando un gran conocimiento de las Escrituras. Al final concluye: si el tropiezo de Israel proporcionó una riqueza a los pueblos paganos, cuánto mayor será su conversión. Pablo nos enseña a recurrir a la Palabra de Dios, para encontrar el sentido a muchos acontecimientos, grandes o pequeños, que a diario acontecen. El apóstol nos enseña a tener una fe inquebrantable en Dios, a fiarnos de él, a saber esperar, sin dar las cosas por perdidas.
29 de Octubre - Sábado, Feria o Memoria de Santa María en sábado
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Pablo no duda en afirmar: “En cuanto a la Buena Noticia ellos son enemigos de Dios…, pero desde el punto de vista de la elección son amados por él” (Rom 11,28). Nunca se puede perder la esperanza. Los tiempos de Dios se nos escapan a los mortales. El que se engríe se verá humillado Cuando se plantea a Jesús la cuestión del descanso sabático, la reacción de Jesús se centró en reivindicar su autoridad sobre el sábado: Él es Señor del sábado. En esta ocasión la enseñanza de Jesús se orientó hacia otra cuestión, provocada por lo que estaba viendo. Invitado por un fariseo, Jesús acepta la invitación de participar en un banquete. Observando que los invitados eligen los mejores puestos, Jesús ofrece una enseñanza muy práctica para la vida en comunidad. Dicha en breves palabras: no te adelantes a ocupar los primeros puestos, si no quieres quedar en vergüenza. Con frecuencia, los acaparadores de los primeros puestos en la vida social y pública, terminan ocupando el último lugar. Los mismos compañeros son quienes ponen a cada uno en su puesto. Jesús nos revela hoy el protocolo que rige en el reino de Dios. Los que se creen los primeros, con derechos sobre los demás, son los que tendrán que ir a ocupar la última plaza. Dios tiene reservado el primer puesto para los humildes, para los sencillos, para los pobres. Jesús nos guarda siempre una sorpresa. Con sus propuestas desconcierta a los engreídos. P. Antonio Danoz, redentorista
1. Antífona de entrada Te aclamamos, santa Madre de Dios, porque has dado a luz al Rey que gobierna cielo y tierra por los siglos de los siglos (Sedulio). 2. Oración colecta Señor, concede a tus hijos gozar siempre de completa salud de alma y cuerpo; y por la intercesión de la gloriosa siempre Virgen María, líbranos de las tristezas de esta vida y concédenos disfrutar de las alegrías eternas. Por nuestro Señor Jesucristo.
3. 1ª Lectura
(Rom 11,1-2.11-12.25-29)
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los romanos Hermanos: Yo les pregunto: ¿Acaso Dios ha rechazado a su pueblo? De ninguna manera. Pues yo también soy israelita, descendiente de Abraham y de la tribu de Benjamín. Dios no ha rechazado a su pueblo, pues él mismo lo eligió. Y vuelvo a preguntarles: ¿Acaso los judíos han tropezado para no volver a levantarse? De ninguna manera, puesto que su caída ha tenido como consecuencia que la salvación llegue a los paganos y esto provoque la emulación de los judíos. Ahora bien, si su caída ha sido riqueza para el mundo y su empobrecimiento
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ha sido riqueza para los paganos, ¿cuánto más lo será la plena aceptación de la fe por parte de todos los judíos? No quiero que ignoren, hermanos, el designio de Dios que se oculta en todo esto, para que no anden presumiendo. La ceguera de una parte del pueblo de Israel, durará hasta que todos los paganos hayan aceptado la fe, y entonces todo el pueblo de Israel se salvará, conforme a lo que dice la Escritura: Vendrá de Sión el libertador, para alejar de Israel toda maldad y establecerá mi alianza con ellos, cuando haya borrado sus pecados. De manera que, por lo que toca al Evangelio, los judíos son enemigos, para el bien de ustedes; pero, por lo que toca a la elección de Dios, son muy amados de él, en atención a los patriarcas, porque Dios no se arrepiente de sus dones ni de su elección. Palabra de Dios. A Te alabamos, Señor. 4. Salmo responsorial R El Señor jamás rechazará a su pueblo. L Señor, dichoso aquel a quien tú educas y enseñas a cumplir tus mandamientos; cuando lleguen las horas de desgracia, no perderá el sosiego /R L Jamás rechazará Dios a su pueblo ni dejará a los suyos sin amparo. Hará justicia al justo y dará un porvenir al hombre honrado /R L Si el Señor no me hubiera ayudado, ya estaría yo habitando en el silencio. Cuando me hallaba al borde del sepulcro, tu amor, Señor, me conservó la vida /R (Sal 93).
5. Aclamación antes del Evangelio R Aleluya, aleluya. Tomen mi yugo sobre ustedes, dice el Señor, y aprendan de mí, que soy manso y humilde de corazón. R Aleluya (Mt 11,29). 6. Evangelio (Lc 14,1.7-11)
Lectura del santo Evangelio según san Lucas A Gloria a ti Señor Un sábado, Jesús fue a comer en casa de uno de los jefes de los fariseos, y éstos estaban espiándolo. Mirando cómo los convidados escogían los primeros lugares, les dijo esta parábola: “Cuando te inviten a un banquete de bodas, no te sientes en el lugar principal, no sea que haya algún otro invitado más importante que tú, y el que los invitó a los dos venga a decirte: ‘Déjale el lugar a éste’, y tengas que ir a ocupar, lleno de vergüenza, el último asiento. Por el contrario, cuando te inviten, ocupa el último lugar, para que, cuando venga el que te invitó, te diga: ‘Amigo, acércate a la cabecera’. Entonces te verás honrado en presencia de todos los convidados. Porque el que se engrandece a sí mismo, será humillado; y el que se humilla, será engrandecido”. Palabra del Señor. A Gloria a ti, Señor Jesús. 7. Oración sobre las ofrendas Padre lleno de bondad, que nos socorra el inmenso amor de tu Hijo unigénito para que, quien al nacer de la Virgen María, no menoscabó la integridad de la Madre, sino que
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la consagró, nos libre de nuestras culpas y haga acepta a ti nuestra oblación. Por Jesucristo, nuestro Señor. 8. Antífona de la comunión Dichosa la Virgen María, que llevó en su seno al Hijo del eterno Padre (Lc 11,27).
9. Oración después de la comunión Señor, al recibir el sacramento celestial en esta festividad (conmemora-
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ción) de la santísima Virgen María, te pedimos que nos concedas celebrar dignamente, a imitación suya, el misterio de nuestra redención. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Dios te ha hablado, y tiene para ti una pregunta ¿En qué lugar te ha colocado el Señor?
de Octubre - Domingo
XXXI del Tiempo Ordinario /A -
L.H.: 3ª Sem. del Salterio - Color litúrgico: Verde
EL MAYOR DE USTEDES, QUE SE HAGA SERVIDOR DE LOS DEMÁS Se apartaron del camino; hicieron tropezar a muchos Algunos profetas, como Amós, centran su interés en denunciar la pobreza en que vivía el pueblo sencillo, a causa de las injusticias y de la explotación que sufren por parte de los poderosos. Malaquías, sin ignorar la pobreza en que vive el pueblo, fija su atención en el culto del templo. Tiene que enfrentarse con un pueblo, que desconfía del amor del Señor, y se despreocupa del culto. El profeta hace responsables de la decadencia del culto, sobre todo a los sacerdotes y los levitas. Con lenguaje amenazador, Malaquías dirige contra ellos sus acusaciones. Primera acusación: el deterioro espiritual. Por su falta de sensibilidad ante Dios, le presentan ofrendas de ínfima calidad. Lo contrario a lo establecido en la ley: “Cuando alguien haga una ofrenda al Señor, su ofrenda será de harina de la mejor calidad” (Lev 2,1). Si se trata de ganado, “será sin defecto” (Lev 3,1). Segunda acusación: Con sus enseñanzas pervirtieron la alianza; apartaron a muchos del camino correcto; a otros los hicieron tropezar; practicaban la discriminación con la gente. Por no haber seguido sus caminos, Dios les dirige por medio del profeta una doble amenaza. Primera: “Maldeciré sus bendiciones” (Mal 2,2). Segunda amenaza: “Los haré despreciables y viles ante todo el pueblo” (Mal 2,9).
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30 de Octubre - Domingo XXXI del Tiempo Ordinario /A
Las denuncias del profeta nos invitan a la reflexión, tanto a los responsables de nuestras comunidades, como a los que formamos parte de ellas. Cumplan lo que dicen; pero no los imiten Para acercarnos al texto de Mateo, es necesario tener en cuenta el “género polémico” en que está escrito, y la época de su redacción. Probablemente refleja el momento en que los discípulos fueron excluidos de la comunidad judía. La descripción de los letrados y fariseos no concuerdan del todo con otras fuentes. Más que ahondar en los defectos de maestros y fariseos que Jesús denuncia, que ciertamente existían, los discípulos tenemos que mirar hacia el interior de nuestras comunidades. La denuncia de Jesús que transmite Mateo, a pesar de lo negativa que parezca, los discípulos tenemos que descubrir lo que contiene de Buena Noticia. Esta realidad la encontramos en los grupos sociales y Que el mayor de entre ustedes sea su servi- religiosos actuales. dor, porque el que se enaltece será humilla- La primera denuncia que hace Jesús es do y el que se humilla será enaltecido válida para todos los tiempos y para (Mt 23,11-12). todo tipo de personas, en especial, para aquellos que ocupan cargos de responsabilidad. Se trata de la incoherencia entre mandar, lo que uno no cumple; y de ordenar hacer, lo uno no hace. Segunda denuncia: Echar cargas pesadas sobre las espaldas de los demás. Para llevarlas, escurren el hombro, dejando caer el peso sobre los otros. Ni mueven un solo dedo para ayudar. Tercera denuncia: El exhibicionismo y la lucha por los primeros puestos. El interés no es por ocuparse de los trabajos más duros. Tampoco por ser primeros en los servicios más difíciles. La lucha es por los lugares honoríficos, por el mejor sillón, por las mejores plazas, por los puestos donde corra el dinero. El mayor entre ustedes que se haga su servidor Jesús nos previene, para que no pretendamos usurpar puestos y dignidades que no nos corresponden. El maestro dirige su enseñanza sobre un tema de la máxima importancia. Hay quienes intentan ocupar el puesto de Dios. Otros, pretenden ocupar el puesto de Mesías. El prepotente está siempre tentado a dominar a todos, como si fuera el dueño del universo. Como informa Lucas: “No temen a Dios ni respetan a los hombres” (Lc 18,4). Jesús nos recuerda: “Existe un solo Padre, el del cielo” (Mt 23,9). Después vienen los que ocupan cargos de responsabilidad en este
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mundo, que han de actuar según el ordenamiento establecido por Dios. Los “mesías” también proliferan en el mundo religioso y en la sociedad civil. Es una tentación de personas autoritarias y de dictadores. Existen en las altas esferas del poder, y también en los grupos religiosos y sociales más sencillos. Jesús se declara como “único Mesías” ante la multitud y ante los discípulos. A él hay que escuchar, seguir e imitar. Para todo el quiera seguirle como Mesías, Jesús le propone una norma básica: “El mayor de ustedes, que se haga servidor de los demás” (Mt 23,11). Jesús es de los que “primero hacen y después dice”. En la cena de despedida, se levantó de la mesa y “se puso a lavar los pies a los discípulos” (Jn 13,5). Después les dijo: “Yo, el Maestro y Señor, les lavé los pies, lávenselos unos a otros” (Jn 13,14). Les tratamos con delicadeza y con cariño En su carta a los discípulos de Tesalónica, Pablo nos propone un estilo de relacionarse con las personas. Es el estilo que quiere que reine en las comunidades que va creando. Él mismo, que es el fundador de la comunidad, que es reconocido como “apóstol de los paganos”, los trató con gran delicadeza: “Como una madre que acaricia a sus hijos” (1 Tes 2,7). Al mismo tiempo que les hacía el mejor de los regalos: el Evangelio de Dios, les entregaba lo que era más suyo: su propia persona. A su persona une sus trabajos y fatigas noche y día, para no ser a nadie gravoso, mientras les anunciaba la Buena Noticia de Dios. Pablo da gracias a Dios, y se muestra agradecido con la comunidad, porque recibieron su palabra, no como palabra de un hombre, sino como Palabra de Dios. P. Antonio Danoz, redentorista
1. Antífona de entrada Señor, no me abandones, no te me alejes, Dios mío. Ven de prisa a socorrerme, Señor, mi salvador (Sal 37,22-23). 2. Oración colecta Dios omnipotente y misericordioso, de cuya mano proviene el don de servirte y de alabarte, ayúdanos a vencer en esta vida cuanto pueda separarnos de ti. Por nuestro Señor Jesucristo. 3. 1ª Lectura
(Mal 1,14–2,2.8-10)
Lectura del libro del profeta Malaquías “Yo soy el rey soberano, dice el Señor de los ejércitos; mi nombre es temible entre las naciones. Ahora les voy a dar a ustedes, sacerdotes, estas advertencias: Si no me escuchan y si no se proponen de corazón dar gloria a mi nombre, yo mandaré contra ustedes la maldición”. Esto dice el Señor de los ejércitos: “Ustedes se han apartado del camino, han hecho tropezar a muchos en la
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ley; han anulado la alianza que hice con la tribu sacerdotal de Leví. Por eso yo los hago despreciables y viles ante todo el pueblo, pues no han seguido mi camino y han aplicado la ley con parcialidad”. ¿Acaso no tenemos todos un mismo Padre? ¿No nos ha creado un mismo Dios? ¿Por qué, pues, nos traicionamos entre hermanos, profanando así la alianza de nuestros padres? Palabra de Dios. A Te alabamos, Señor.
nuestros esfuerzos y fatigas, pues, trabajando de día y de noche, a fin de no ser una carga para nadie, les hemos predicado el Evangelio de Dios. Ahora damos gracias a Dios continuamente, porque al recibir ustedes la palabra que les hemos predicado, la aceptaron, no como palabra humana, sino como lo que realmente es: palabra de Dios, que sigue actuando en ustedes, los creyentes. Palabra de Dios. A Te alabamos, Señor.
4. Salmo responsorial R Señor, consérvame en tu paz. L Señor, mi corazón no es ambicioso ni mis ojos soberbios; grandezas que superen mis alcances no pretendo /R L Estoy, Señor, por lo contrario, tranquilo y en silencio, como niño recién amamantado en los brazos maternos /R L Que igual en el Señor esperen los hijos de Israel, ahora y siempre /R
6. Aclamación antes del Evangelio R Aleluya, aleluya. Su maestro es uno solo, Cristo, y su Padre es uno solo, el del cielo, dice el Señor. R Aleluya (Mt 23,9.10).
(Sal 130).
5. 2ª Lectura
(1Tes 2,7b-9.13)
Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los tesalonicenses Hermanos: Cuando estuvimos entre ustedes, los tratamos con la misma ternura con la que una madre estrecha en su regazo a sus pequeños. Tan grande es nuestro afecto por ustedes, que hubiéramos querido entregarles, no solamente el Evangelio de Dios, sino también nuestra propia vida, porque han llegado a sernos sumamente queridos. Sin duda, hermanos, ustedes se acuerdan de
7. Evangelio (Mt 23,1-12)
Lectura del santo Evangelio según san Mateo A Gloria a ti, Señor En aquel tiempo, Jesús dijo a las multitudes y a sus discípulos: “En la cátedra de Moisés se han sentado los escribas y fariseos. Hagan, pues, todo lo que les digan, pero no imiten sus obras, porque dicen una cosa y hacen otra. Hacen fardos muy pesados y difíciles de llevar y los echan sobre las espaldas de los hombres, pero ellos ni con el dedo los quieren mover. Todo lo hacen para que los vea la gente. Ensanchan las filacterias y las franjas del manto; les agrada ocupar los primeros lugares en los banquetes y los asientos de honor en las sinagogas; les gusta que los saluden en las plazas y que la gente los llame ‘maestros’.
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Ustedes, en cambio, no dejen que los llamen ‘maestros’, porque no tienen más que un Maestro y todos ustedes son hermanos. A ningún hombre sobre la tierra lo llamen ‘padre’, porque el Padre de ustedes es sólo el Padre celestial. No se dejen llamar guías, porque el ‘guía’ de ustedes es solamente Cristo. Que el mayor de entre ustedes sea su servidor, porque el que se enaltece será humillado y el que se humilla será enaltecido”. Palabra del Señor. A Gloria a ti, Señor Jesús. 8. Oración de los fieles S Oremos, para que a la lucha de intereses, se imponga en nuestras comunidades el servicio humilde y sencillo a los demás. A Concédenos, Señor, ser servidores humildes y sencillos. L Tú nos dijiste: “Estoy en medio de ustedes como el que sirve”. Para que el servicio generoso a los más necesitados, sea el signo de identidad de nuestras comunidades: Oremos al Señor. A Concédenos, Señor, ser servidores humildes y sencillos. L Somos testigos de la lucha por el poder, por los honores, por intereses políticos y económicos. Para que el servicio a los ciudadanos prevalezcan sobre las apetencias personales. Oramos al Señor. A Concédenos, Señor, ser servidores humildes y sencillos. L El amor auténtico se hace visible en el servicio generoso. Para que la excelencia de nuestro servicio, revele la calidad incorruptible de nuestro amor: Oremos al Señor.
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A Concédenos, Señor, ser servidores humildes y sencillos. (Intenciones libres) S Junto a la ley del amor proclamaste, Señor, el mandato del servicio. Concédenos amar con generosidad, para ser buenos servidores. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén. 9. Oración sobre las ofrendas Que este sacrificio que vamos a ofrecerte en comunión con toda tu Iglesia, te sea agradable, Señor, y nos obtenga la plenitud de tu misericordia. Por Jesucristo, nuestro Señor. 10. Antífona de la comunión Me has enseñado el sendero de la vida, me saciarás de gozo en tu presencia (Sal 15,11). 11. Oración después de la comunión Continúa, Señor, en nosotros tu obra de salvación por medio de esta Eucaristía para que, cada vez más unidos a Cristo en esta vida, merezcamos vivir con él eternamente. Por Jesucristo, nuestro Señor. Dios te ha hablado y tiene para ti una pregunta: ¿Qué servicio haces en tus hermanos?
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de Octubre - Lunes,
Feria, XXXI Semana del Tiempo Ordinario Color litúrgico: Verde
Los caminos de Dios son incomprensibles para nosotros Pablo se encuentra con dos realidades que le afectan directamente. Por una parte, él, que es “israelita”, contempla a su pueblo, que ha endurecido el corazón y no ha creído en la Buena Noticia anunciada por Jesús. Esto le produce un profundo pesar. Por otra parte, se ha llevado una insospechada sorpresa. Los pueblos paganos, que han sufrido la exclusión por parte de Israel, han abierto el corazón a la Buena Noticia, han creído y avanzan por el camino de la salvación. Es más: él mismo ha sido constituido “apóstol de los paganos”. En vistas de esta realidad, no queda más que rendirse y exclamar: “¡Qué profunda es la riqueza, la sabiduría y la prudencia de Dios” (Rom 11,33). Sus decisiones son insondables, incomprensibles sus caminos. A Pablo le faltan palabras y recurre al profeta Isaías para preguntarse: “¿Quién conoce la mente de Dios? ¿Quién fue su consejero?” (Rom 11,34). El profeta es más concreto: “¿Quién ha medido el Espíritu del Señor? ¿Quién le ha sugerido su proyecto? ¿Con quién se aconsejó?” (Is 40,13-14). Para todas estas preguntas no existe más que una respuesta: “De él, por él, para él existe todo. A él la gloria por los siglos” (Rom 11,36). Cuando prepares un banquete, invita a los pobres Jesús, que recomendaba ocupar el último puesto en los banquetes, empezó haciéndolo él mismo. Cuando ocupó su sitio en el gran banquete de la humanidad, se colocó en el último puesto: “Tomó la condición de esclavo…Se humilló hasta la muerte de Cruz” (Fil 2,7-8). En su catequesis, Jesús recomendó un protocolo inusual al que lo invitaba. Este protocolo es el que quiere que observemos sus discípulos en el banquete del reino. Antes de invitar a familiares y amigos, invitemos a pobres, mancos, cojos y ciegos. Estas personas representan a todos aquellos, que la sociedad del despilfarro y de la opulencia deja fuera del banquete, o los coloca en los últimos puestos, reservando para ellos las sobras. Este protocolo viene a romper las reglas del juego de este mundo egoísta. Lo que constatamos todos los días es lo contrario: los ricos invitan a los ricos, para que éstos, a su vez, los inviten a ellos. Así asistimos a un intercambio de regalos permanente entre los adinerados y los poderosos. No nos dejemos arrastrar por esta dinámica perversa, tan contraria al protocolo que Jesús ha establecido en el reino de Dios. P. Antonio Danoz,. redentorista
31 de Octubre - Lunes, Feria, XXXI Semana del Tiempo Ordinario
1. Antífona de entrada Señor, no me abandones, no te me alejes, Dios mío. Ven de prisa a socorrerme, Señor, mi salvador (Sal 37,22-23).
2. Oración colecta Dios omnipotente y misericordioso, de cuya mano proviene el don de servirte y de alabarte, ayúdanos a vencer en esta vida cuanto pueda separarnos de ti. Por nuestro Señor Jesucristo. 3. 1ª Lectura (Rom 11,30-36)
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los romanos Hermanos: Asís como ustedes antes eran rebeldes contra Dios y ahora ha alcanzado su misericordia con ocasión de la rebeldía de los judíos, en la misma forma, los judíos, que ahora son los rebeldes y que fueron la ocasión de que ustedes alcanzaran la misericordia de Dios, también ellos la alcanzarán. En efecto, Dios ha permitido que todos cayéramos en la rebeldía, para manifestarnos a todos su misericordia. ¡Qué inmensa y rica es la sabiduría y la ciencia de Dios! ¡Qué impenetrables son sus designios e incomprensibles sus caminos! ¿Quién ha conocido jamàs el pensamiento del Señor o ha llegado a ser su consejero? ¿Quién ha podido darle algo primero, para que Dios se lo tenga que pagar? En efecto, todo proviene de Dios, todo ha sido hecho por él y todo está orientado hacia él. A él la gloria por los siglos de los siglos. Amén. Palabra de Dios. A Te alabamos, Señor.
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4. Salmo responsorial R A ti, Señor, elevo mi plegaria. L Mírame, Señor, enfermo y afligido; defiéndeme y ayúdame, Dios mío. En mi cantar exaltaré tu nombre, proclamaré tu gloria, agradecido /R L Se alegrarán al verlo los que sufren; quienes buscan a Dios tendrán más ánimo, porque el Señor jamàs desoye al pobre, ni olvida al que se encuentra encadenado /R L Ciertamente el Señor salvará a Sión, reconstruirá a Judá; la heredarán los hijos de sus siervos, quienes aman a Dios la habitarán /R (Sal 68). 5. Aclamación antes del Evangelio R Aleluya, aleluya. Si se mantienen fieles a mi palabra, dice el Señor, serán verdaderamente discípulos míos y conocerán la verdad R Aleluya (Jn 8,31.32).
7. Evangelio (Lc 14,12-14)
Lectura del santo Evangelio según san Lucas A Gloria a ti Señor En aquel tiempo, Jesús dijo al jefe de los fariseos que lo había invitado a comer: “Cuando des una comida o una cena, no invites a tus amigos, ni a tus hermano, ni a tus parientes, ni a los vecinos ricos; porque puede ser que ellos te inviten a su vez, y con eso quedarías recompensado. Al contrario, cuando des un banquete, invita a los pobres, a los lisiados, a los cojos y a los ciegos; y así serás
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dichoso, porque ellos no tienen con qué pagarte; pero ya se te pagará, cuando resuciten los justos”. Palabra del Señor. A Gloria a ti, Señor Jesús. 7. Oración sobre las ofrendas Que este sacrificio que vamos a ofrecerte en comunión con toda tu Iglesia, te sea agradable, Señor, y nos obtenga la plenitud de tu misericordia. Por Jesucristo, nuestro Señor. 8. Antífona de la comunión Me has enseñado el sendero de la vida, me saciarás de gozo en tu presencia (Sal 15,11).
Florecillas de San Francisco Este libro escrito por un autor desconocido en la segunda mitad del siglo XVI, es una antología de los hechos y milagros de Francisco de Asís y sus compañeros. Francisco de Asís, atrae sobre todo a los jóvenes de hoy, por su vida de sencillez y pobreza evangélica, vivida hasta el extremo. Se consigue en la red de Librerías San Pablo del país.
9. Oración después de la comunión Continúa, Señor, en nosotros tu obra de salvación por medio de esta Eucaristía para que, cada vez más unidos a Cristo en esta vida, merezcamos vivir con él eternamente. Por Jesucristo, nuestro Señor. Dios te ha hablado, y tiene para ti una pregunta: ¿Quiénes son tus invita d o s preferidos?