«OREMOS CON LA IGLESIA»
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Contiene: Laudes, Vísperas, Completas y Comentario a la Palabra de Dios
Año IX - Nro. 100 - Marzo 2014 Director: P. Martino Maccapani, ssp. spediciones@cantv.net publicaciones@sanpablo.org.ve Subdirector: P. Guillermo Pachón, ssp. spediciones@cantv.net publicaciones@sanpablo.org.ve Coordinadora: July Zambrano P. Antonio Danoz, Redentorista, Resumen del Santo del día Telf.: 481.35.40 P. Antonio Danoz, Redentorista Comentario a la Palabra de Dios Portada: Adrián Rodríguez
Equipo de Revisión, Correcciones: J. Zambrano Diagramación: Dora González Pedidos por suscripción: Telfs.: (0212) 962.73.33 - 962.73.87 -963.73.90 Fax 962.73.89 distribuidora@sanpablo.org.ve suscripciones@sanpablo.org.ve Precio unitario Bs.F. 40,00 Administración: Telfs.: (0212) 576.76.62 577.10.24 - Fax 576.93.34 cobranzas@sanpablo.org.ve Rif: J-00063835-7 Depósito legal: pp200502CS1934
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Intenciones Generales y Misionales del Santo Padre para el mes de Marzo 2014 Universal: Derechos de la mujer. Para que todas las culturas respeten los derechos y la dignidad de la mujer. Evangelización: Vocaciones. Para que numerosos jóvenes acojan la invitación del Señor a consagrar sus vidas al anuncio del Evangelio.
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Calendario Litúrgico - Marzo 2014, Ciclo “A” 1 de Marzo - Sábado, Feria o Santa María en sábado - Stgo 5,13-20; Sal 140; Mc 10,13-16. 2 de Marzo - VIII Domingo del Tiempo Ordinario / A - Is 49,14-15; Sal 61; 1Co 4,1-5; Mt 6,24-34. 3 de Marzo - Lunes, Feria, VIII Sem. del Tpo. Ord. - 1Pe 1,3-9; Sal 110; Mc 10,17-27. 4 de Marzo - Martes, Feria o Memoria de San Casimiro - 1Pe 1,10-16; Sal 97; Mc 10,28-31. 5 de Marzo - Miércoles de Ceniza Joel 2,12-18; Sal 50; 2Cor 5,20–6,2; Mt 6,1-6.16-18. 6 de Marzo - Jueves después de Ceniza - Dt 30,15-20; Sal 1; Lc 9,22-25. 7 de Marzo - Viernes después de Ceniza - Is 58,1-9; Sal 50; Mt 9,14-15. 8 de Marzo - Sábado después de Ceniza - Is 58,9-14; Sal 85; Lc 5,27-32. 9 de Marzo - I Domingo de Cuaresma /A - Gén 2,7-9; 3,1-7; Sal 50; Rm 5,1219; Mt 4,1-11. 10 de Marzo - Lunes, Feria, I Semana de Cuaresma - Lev 19,1-2.11-18; Sal 18; Mt 25,31-46. 11 de Marzo - Martes, Feria, I Semana de Cuaresma - Is 55,10-11; Sal 33; Mt 6,7-15. 12 de Marzo - Miércoles, Feria, I Semana de Cuaresma - Jon 3,1-10; Sal 50; Lc 11,29-32. 13 de Marzo - Jueves, Feria, I Semana de Cuaresma - Ester 14,1.3-5.12-14; Sal 137; Mt 7,7-12. 14 de Marzo - Viernes, Feria, I Semana de Cuaresma - Ez 18,21-28; Sal 129; Mt 5,20-26. 15 de Marzo - Sábado, Feria, I Semana de Cuaresma - Dt 26,16-19; Sal 118; Mt 5,43-48. 16 de Marzo - II Domingo de Cuaresma /A - Gén 12,1-4; Sal 32; 2Tim 1,8-10; Mt 17,1-9. 17 de Marzo - Lunes, Feria, II Semana de Cuaresma - Dn 9,4-10; Sal 78; Lc 6,36-38.
18 de Marzo - Martes, Feria, II Semana de Cuaresma - Is 1,10.16-20; Sal 49; Mt 23,1-12. 19 de Marzo - Miércoles, San José, Esposo de la Virgen María, S - 2Sam 7,4-5.12-14.16; Sal 88; Rom 4,13.1618.22; Mt 1,16.18-21.24. 20 de Marzo - Jueves, Feria, II Semana de Cuaresma - Jer 17,5-10; Sal 1; Lc 16,19-31. 21 de Marzo - Viernes, Feria, II Semana de Cuaresma - Gén 37,3-4.1213.17-28; Sal 104; Mt 21,33-43.45-46. 22 de Marzo - Sábado, Feria, II Semana de Cuaresma - Mi 7,14-15.1820; Sal 102; Lc 15,1-3.11-32. 23 de Marzo - III Domingo de Cuaresma /A - Ex 17,3-7; Sal 94; Rm 5,12.5-8; Jn 4,5-42. 24 de Marzo - Lunes, Feria, III Semana de Cuaresma - 2Re 5,1-15; Sal 41 y 42; Lc 4,24-30. 25 de Marzo - Martes, La Anunciación del Señor, S - Is 7,10-14; Sal 39; Heb 10,4-10; Lc 1,26-38. 26 de Marzo - Miércoles, Feria, III Semana de Cuaresma - Dt 4,1.5-9; Sal 147; Mt 5,17-19. 27 de Marzo - Jueves, Feria, III Semana de Cuaresma - Jer 7,23-28; Sal 94; Lc 11,14-23. 28 de Marzo - Viernes, Feria, III Semana de Cuaresma - Os 14,2-10; Sal 80; Mc 12,28-34. 29 de Marzo - Sábado, Feria, III Semana de Cuaresma - Os 6, 1-6; Sal 50; Lc 18,9-14. 30 de Marzo - IV Domingo de Cuaresma /A - 1Sam 16,1.6-7.10-13; Sal 22; Ef 5,8-14; Jn 9,1-41. 31 de Marzo - Lunes, Feria, IV Semana de Cuaresma - Is 65,17-21; Sal 29; Jn 4,43-54.
Textos comunes
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Oración de la Mañana - Laudes Invocación inicial
V Señor, abre mis labios. R Y mi boca proclamará tu alabanza. (En forma opcional se dice luego el salmo 94 (o bien el salmo 23, 99, o el 66)
Antífona (para el salmo invitatorio): Entremos a la presencia del Señor, dándole gracias.
Salmo 94 Venid, aclamemos al Señor,/ demos vítores a la Roca que nos salva;/ entremos a su presencia dándole gracias,/ aclamándolo con cantos.
Gloria al Padre, y al Hijo,/ y al Espíritu Santo./ Como era en el principio, ahora y siempre, /por los siglos de los siglos. Amén. Se repite la antífona
o bien el Salmo 23 Del Señor es la tierra y cuanto la llena,/ el orbe y todos sus habitantes: /él la fundó sobre los mares,/ él la afianzó sobre los ríos. Se repite la antífona
Se repite la antífona
¿Quién puede subir al monte del Señor?/ ¿Quién puede estar en el recinto sacro?
Porque el Señor es un Dios grande,/ soberano de todos los dioses:/ tiene en su mano las simas de la tierra,/ son suyas las cumbres de los montes./ Suyo es el mar, porque él lo hizo,/ la tierra firme que modelaron sus manos.
El hombre de manos inocentes/ y puro corazón,/ que no confía en los ídolos/ ni jura contra el prójimo en falso./ Ése recibirá la bendición del Señor,/ le hará justicia el Dios de salvación.
Se repite la antífona
Se repite la antífona
Venid, postrémonos por tierra,/ bendiciendo al Señor, creador nuestro./ Porque él es nuestro Dios,/ y nosotros su pueblo,/ el rebaño que él guía.
Éste es el grupo que busca al Señor,/ que viene a tu presencia, Dios de Jacob.
Se repite la antífona
Ojalá escuchéis hoy su voz:/ «No endurezcáis el corazón como en Meribá,/ como el día de Masá en el desierto:/ cuando vuestros padres me pusieron a prueba,/ y dudaron de mí, aunque habían visto mis obras. Se repite la antífona
Durante cuarenta años/ aquella generación me repugnó, y dije: «Es un pueblo de corazón extraviado,/ que no reconoce mi camino;/ por eso he jurado en mi cólera/ que no entrarán en mi descanso». Se repite la antífona
Se repite la antífona
Se repite la antífona
¡Portones!, alzad los dinteles,/ levantaos, puertas antiguas:/ va a entrar el Rey de la gloria. Se repite la antífona
¿Quién es ese Rey de la gloria?/ El Señor, héroe valeroso;/ el Señor, héroe de la guerra. Se repite la antífona
¡Portones!, alzad los dinteles,/ levantaos, puertas antiguas:/ va a entrar el Rey de la gloria. Se repite la antífona
¿Quién es ese Rey de la gloria?/ El Señor, Dios de los ejércitos./ Él es el Rey de la gloria. Se repite la antífona
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Textos comunes
o bien el Salmo 66 El Señor tenga piedad y nos bendiga,/ ilumine su rostro sobre nosotros;/ conozca la tierra tus caminos,/ todos los pueblos tu salvación. Se repite la antífona
¡Oh Dios!, que te alaben los pueblos,/ que todos los pueblos te alaben. Se repite la antífona
Que canten de alegría las naciones,/ porque riges el mundo con justicia,/ riges los pueblos con rectitud/ y gobiernas las naciones de la tierra. Se repite la antífona
¡Oh Dios!, que te alaben los pueblos,/ que todos los pueblos te alaben. Se repite la antífona
La tierra ha dado su fruto,/ nos bendice el Señor, nuestro Dios./ Que Dios nos bendiga; que le teman/ hasta los confines del orbe.
o bien el Salmo 99 Aclama al Señor, tierra entera,/ servid al Señor con alegría,/ entrad en su presencia con aclamaciones. Se repite la antífona
Sabed que el Señor es Dios:/ que él nos hizo y somos suyos,/ su pueblo y ovejas de su rebaño. Se repite la antífona
Entrad por sus puertas, con acción de gracias,/ por sus atrios con himnos, /dándole gracias y bendiciendo su nombre:
«El Señor es bueno,/ su misericordia es eterna,/ su fidelidad por todas las edades». Cántico de Zacarías (Lc 1,68-79) (cántico de la mañana) Bendito sea el Señor, Dios de Israel, /porque ha visitado y redimido a su pueblo,/ suscitándonos una fuerza de salvación/ en la casa de David, su siervo,/ según lo había predicho desde antiguo/ por boca de sus santos profetas. Es la salvación que nos libra de nuestros enemigos/ y de la mano de todos los que nos odian;/ ha realizado así la misericordia que tuvo con nuestros padres,/ recordando su santa alianza/ y el juramento que juró a nuestro padre Abraham. Para concedernos que, libres de temor,/ arrancados de la mano de los enemigos,/ le sirvamos con santidad y justicia,/ en su presencia, todos nuestros días. Y a ti, niño, te llamarán profeta del Altísimo,/ porque irás delante del Señor /a preparar sus caminos,/ anunciando a su pueblo la salvación,/ el perdón de sus pecados. Por la entrañable misericordia de nuestro Dios,/ nos visitará el sol que nace de lo alto,/ para iluminar a los que viven en tinieblas/ y en sombras de muerte,/ para guiar nuestros pasos por el camino de la paz.
Oración de la Tarde - Vísperas Invocación inicial
V Dios mío, ven en mi auxilio. R Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. Aleluya. Cántico de la Sma. Virgen María (Lc 1,46-55) (cántico de la tarde) Proclama mi alma la grandeza del Señor,/ se alegra mi espíritu en Dios mi salvador;/ porque ha mirado la humillación de su esclava.
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Textos comunes
Desde ahora me felicitarán todas las generaciones,/ porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí:/ su nombre es santo y su misericordia llega a sus fieles/ de generación en generación. Él hace proezas con su brazo:/ dispersa a los soberbios de corazón, / derriba del trono a los poderosos/ y enaltece a los humildes,/ a los hambrientos los colma de bienes/ y a los ricos los despide vacíos. Auxilia a Israel, su siervo,/ acordándose de su misericordia/ —como lo había prometido a nuestros padres—/ en favor de Abraham y su descendencia por siempre. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo./ Como era en el principio, ahora
y siempre,/ por los siglos de los siglos. Amén.
Conclusión - Laudes y Vísperas Si el que preside es un presbítero o un diácono, bendice con la fórmula siguiente:
El Señor esté con ustedes./ Y con tu espíritu./ La bendición de Dios todopoderoso, Padre, Hijo + y Espíritu Santo, descienda sobre vosotros./ Amén. Si se despide a la asamblea, se añade:
Pueden ir en paz./ Demos gracias a Dios. Si el que preside no es un ministro ordenado, y en la recitación individual, se concluye:
V El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna. R Amén.
Himnos - Domingos- Tiempo Ordinario I Vísperas
Los pueblos que marchan y luchan/ con firme tesón/ aclamen al Dios de la vida./ Cantemos hosanna que viene el Señor. Agiten laureles y olivos,/ es Pascua de Dios,/ mayores y niños repitan:/ «Cantemos hosanna que viene el Señor». Jesús victorioso y presente/ ofrece su don/ a todos los justos del mundo./ Cantemos hosanna que viene el Señor. Resuenen en todo camino/ de paz y de amor/ alegres canciones que digan:/ «Cantemos hosanna que viene el Señor». Que Dios, Padre nuestro amoroso,/ el Hijo y su Don/ a todos protejan y acojan./ Cantemos hosanna que viene el Señor. Amén.
Laudes
Es verdad que las luces del alba/ del día de hoy/ son más puras, radiantes y bellas,/ por gracia de Dios.
Es verdad que yo siento en mi vida,/ muy dentro de mí,/ que la gracia de Dios es mi gracia,/ que no merecí. Es verdad que la gracia del Padre,/ en Cristo Jesús,/ es la gloria del hombre y del mundo/ bañados en luz. Es verdad que la Pascua de Cristo/ es pascua por mí,/ que su muerte y victoria me dieron/ eterno vivir. Viviré en alabanzas al Padre,/ que al Hijo nos dio,/ y que el Santo Paráclito inflame/ nuestra alma en amor. Amén.
II Vísperas Dios de la luz, presencia ardiente/ sin meridiano ni frontera:/ vuelves la noche mediodía,/ ciegas al sol con tu derecha. Como columna de la aurora,/ iba en la noche tu grandeza;/ te vio el desierto, y destellaron/ luz de tu gloria las arenas. Cerró la noche sobre Egipto/ como cilicio de tinieblas;/ para tu pueblo amanecías/ bajo los techos de las tiendas.
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Textos comunes
Eres la luz, pero en tu rayo/ lanzas el día o la tiniebla:/ ciegas los ojos del soberbio,/ curas al pobre su ceguera.
Cristo Jesús, tú que trajiste/ fuego a la entraña de la tierra,/ guarda encendida nuestra lámpara/ hasta la aurora de tu vuelta. Amén.
Himnos - Días de Ferias -Tiempo Ordinario Laudes
Vísperas
Dejado ya el descanso de la noche,/ despierto en la alegría de tu amor,/ concédeme tu luz que me ilumine/ como ilumina el sol.
Libra mis ojos de la muerte;/ dales la luz, que es su destino./ Yo, como el ciego del camino,/ pido un milagro para verte.
No sé lo que será del nuevo día/ que entre luces y sombras viviré,/ pero sé que, si tú vienes conmigo,/ no fallará mi fe.
Haz de esta piedra de mis manos/ una herramienta constructiva,/ cura su fiebre posesiva/ y ábrela al bien de mis hermanos.
Tal vez me esperan horas de desierto/ amargas y sedientas, mas yo sé/ que, si vienes conmigo de camino,/ jamás yo tendré sed. Concédeme vivir esta jornada/ en paz con mis hermanos y mi Dios,/ al sentarnos los dos para la cena,/ párteme el pan, Señor. Recibe, Padre santo, nuestro ruego,/ acoge por tu Hijo la oración/ que fluye del Espíritu en el alma/ que sabe de tu amor. Amén.
Haz que mi pie vaya ligero./ Da de tu pan y de tu vaso/ al que te sigue, paso a paso,/ por lo más duro del sendero. Que yo comprenda, Señor mío,/ al que se queja y retrocede;/ que el corazón no se me quede/ desentendidamente frío. Guarda mi fe del enemigo./ ¡Tantos me dicen que estás muerto!/ Y entre la sombra y el desierto/ dame tu mano y ven conmigo. Amén.
Himnos - Domingos de Cuaresma I Vísperas Insigne defensor de nuestra causa,/ Señor y Salvador de pueblo humano,/ acoge nuestras súplicas humildes,/ perdona nuestras culpas y pecados. El día con sus gozos y sus penas/ pasó dejando huellas en el alma,/ igual que nuestros pies en su camino/ dejaron en el polvo sus pisadas. No dejes de mirarnos en la noche,/ dormida nuestra vida en su regazo;/ vigila el campamento de los hombres,/ camino de tu reino ya cercano. Ahuyenta de tu pueblo la zozobra,/ sé nube luminosa en el desierto,/ sé fuerza
recobrada en el descanso,/ mañana y horizonte siempre abierto. Bendice, Padre Santo, la tarea/ del pueblo caminante en la promesa;/ llegamos a Emaús, tu Hijo amando/ nos parta el pan y el vino en la cena. Amén.
Laudes Oh sol de salvación, oh Jesucristo, / alumbra lo más hondo de las almas, /en tanto que la noche retrocede, /y el día sobre el mundo se levanta. Junto con este favorable tiempo danos ríos de lágrimas copiosas, /para alabar el corazón que, ardiendo /en jubilosa caridad, se inmola.
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Textos comunes
La fuente que hasta ayer manó delitos /ha de manar desde hoy perenne llanto, /si con la vara de la penitencia /el pecho empedernido es castigado.
A tí, que escrutas nuestros corazones/ y que conoces todas sus flaquezas/ nos dirigimos para suplicarte/ la gracia celestial de tu indulgencia.
Ya se avecina el día, el día tuyo, / volverá a florecer el universo; / compartamos su gozo los que fuimos / devueltos por tu mano a tus senderos.
Mucho ha sido, en verdad, lo que pecamos,/ pero estamos, al fin, arrepentidos,/ y te pedimos, por tu excelso nombre,/ que nos cures los males que sufrimos.
Oh Trinidad clemente, que te adoren /tierra y cielo a tus pies arrodillados, /y que nosotros por tu gracia nuevos, / cantemos en tu honor un nuevo canto. Amén.
II Vísperas Oh bondadoso Creador, escucha/ la voz de nuestras súplicas y el llanto/ que, mientras dura el sacrosanto ayuno/ de estos cuarenta días, derramamos.
Haz que, contigo ya reconciliados, podamos dominar a nuestros cuerpos, y, llenos de tu amor y de tu gracia, no pequen más los corazones nuestros. Oh Trinidad Santísima, concédenos, oh simplicísima Unidad, otórganos que los efectos de la penitencia de estos días nos sean provechosos. Amén.
Himnos - Días de Feria de Cuaresma Laudes Cuando vuelto hacia ti de mi pecado/ iba pensando en confesar sincero/ el dolor desgarrado y verdadero/ del delito de haberte abandonado; Cuando pobre volvíme a ti humillado,/ me ofrecí como inmundo pordiosero;/ cuando, temiendo tu mirar severo,/ baje los ojos; me sentí abrazado. Sentí mis labios por tu amor sellados/ y ahogarse entre tus lágrimas divinas/ la triste confesión de mis pecados. Llenóse el alma en luces matutinas,/ y viendo ya mis males perdonados,/ quise para mi frente tus espinas. Amén.
Vísperas
Heme, Señor, a tus divinas plantas,/ baja la frente y de rubor cubierta,/ porque mis culpas son tales y tantas,/ que tengo miedo a tus miradas santas/ y el pecado mío a respirar no acierta. Más ¡ay!, que renunciar la lumbre hermosa/ de esos divinos regalados
ojos/ es condenarme a noche tenebrosa;/ y esa noche es horrible, es espantosa/ para el que gime ante tus pies de hinojos. Dame licencia ya, Padre adorado,/ para mirarte y moderar mi miedo;/ mas no te muestres de esplendor cercado;/ muéstrate, Padre mío, en cruz clavado,/ porque sólo en la cruz mirarte puedo. Amén. Es su voz y su amor el que nos llama/ en la voz del pastor que él ha elegido,/ es su amor infinito el que nos ama/ en la entrega y amor de este otro cristo. Conociendo en la fe su fiel presencia,/ hambrientos de verdad y luz divina,/ sigamos al pastor que es providencia/ de pastos abundantes que son vida. Apacienta, Señor, guarda a tus hijos,/ manda siempre a tu mies trabajadores;/ cada aurora, a la puerta del aprisco,/ nos aguarde el amor de tus pastores. Amén.
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Oración de la Noche - Completas
ORACIÓN DE LA NOCHE - Completas En el espíritu de la reforma del Concilio, la oración de completas es presentada como la oración conclusiva de la jornada del cristiano. Es una oración de recogimiento antes del reposo de la noche (aunque sea después de medianoche). Está impregnada de intimidad y de silencio, propio de la noche. Más que una oración de alabanza, se puede decir que las completas son una súplica de protección y una petición de defensa espiritual contra los peligros de la noche.
INVOCACIÓN INICIAL V Dios mío, ven en mi auxilio. R Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre, y al Hijo y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. EXAMEN DE CONCIENCIA
Es muy de alabar que, después de la invocación inicial, se haga el examen de conciencia, el cual en la celebración comunitaria puede concluirse con un acto penitencial, de la siguiente forma:
Hermanos, habiendo llegado al final de esta jornada que Dios nos ha concedido, reconozcamos sinceramente nuestros pecados. Todos examinan en silencio su conciencia. Terminado el examen se añade una de las siguientes fórmulas penitenciales:
I Yo confieso ante Dios todopoderoso y ante ustedes, hermanos, que he pecado mucho de pensamiento, palabra, obra y omisión: por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa. Por eso ruego a santa María, siempre Virgen, a los ángeles, a los santos y a ustedes, hermanos, que intercedan por mí ante Dios, nuestro Señor. V R V R
II Señor, ten misericordia de nosotros, Porque hemos pecado contra ti. Muéstranos, Señor, tu misericordia. Y danos tu salvación.
III V Tú que has sido enviado a sanar los corazones afligidos. Señor, ten piedad (de nosotros). R Señor, ten piedad (de nosotros). V Tú que has venido a llamar a los pecadores, Cristo, ten piedad (de nosotros). R Cristo, ten piedad (de nosotros). V Tú que estás sentado a la derecha del Padre para interceder por nosotros, Señor, ten piedad (de nosotros). R Señor, ten piedad (de nosotros). Pueden usarse otras invocaciones penitenciales. Si preside la celebración un ministro, él solo dice la absolución siguiente; en caso contrario, la dicen todos:
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Oración de la Noche - Completas
V El Señor todopoderoso tenga misericordia de nosotros, perdone nuestros pecados y nos lleve a la vida eterna. R Amén. HIMNOS A continuación se dice uno de los himnos siguientes:
Tiempo Ordinario Cuando la luz del sol es ya poniente, gracias, Señor,es nuestra melodía; recibe, como ofrenda, amablemente, nuestro dolor, trabajo, y alegría.
Cuando me llegue el tránsito esperado y siga sin retorno por mi senda, como todos los mortales, el sueño de tu rostro será lumbre y tu gloria mi gloria venidera.
Si poco fue el amor en nuestro empeño de darle vida al día que fenece, convierta en realidad lo que fue un sueño tu gran amor que todo lo engrandece.
El silencio sagrado de la noche tu paz y tu venida nos recuerdan, Cristo, luz de los mortales; acepta nuestro sueño necesario como secreto amor que a ti se llega. Amén.
Tu cruz, Señor, redime nuestra suerte de pecadora en justa, e ilumina la senda de la vida y de la muerte del hombre que en la fe lucha y camina. Jesús, Hijo del Padre, cuando avanza la noche oscura sobre nuestro día, concédenos la paz y la esperanza de esperar cada noche tu gran día. Amen. Tiempo Cuaresma: Cuando llegó el instante de tu muerte inclinaste la frente hacia la tierra, como todos los mortales; mas no eras tú el hombre derribado, sino el Hijo que muerto nos contempla.
O bien: Tú, quien he buscado, Señor, en este día, a quien he escuchado, dame el reposo de esta noche. Tú, a quien he cantado, Señor, en este día, a quien he orado, dame el reposo de esta noche. Tú, a quien yo he negado, Señor, en este día, a quien he amado, dame el reposo de esta noche. Amén.
Pueden usarse también, sobre todo en las celebraciones con el pueblo, otros cantos oportunos y debidamente aprobados.
SALMODIA
La salmodia para Completas se encuentra en la página 11, después del Salterio en cuatro semanas. Los domingos y solemnidades, después de las I Vísperas, se dice el salmo 4 y el 133; después de las II Vísperas, se dice el salmo 90. En los días dentro de la octava de Navidad se dicen las Completas del domingo, escogiendo las de después de las I Vísperas o las de después de las II Vísperas, según se prefiera. Los demás días, se dicen los salmos y antífonas señalados para cada día de la semana en el Salterio de Completas. Pueden, sin embargo, sustituirse las Completas de cualquier día por las del domingo, para comodidad, sobre todo, de los que quisieren recitarlas de memoria. En este caso, puede tomarse cualquiera de las dos Completas del domingo, tanto las que se dicen después de las I Vísperas, como las que se dicen después de las II Vísperas.
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Oración de la Noche - Completas
LECTURA BREVE
Se hace luego la lectura breve, que se toma del Salterio de Completas y del mismo día del cual se tomaron los salmos; después se recita el responsorio breve.
RESPONSORIO BREVE V En tus manos, Señor, encomiendo mi espíritu. R En tus manos, Señor, encomiendo mi espíritu. V Tú, el Dios leal, nos librarás. R Te encomiendo mi espíritu. V Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. R En tus manos, Señor, encomiendo mi espíritu. CÁNTICO EVANGÉLICO Antífona: Sálvanos, Señor, despiertos, protégenos mientras dormimos, para que velemos con Cristo y descansemos en paz. Cántico de Simeón Lc 2, 29-32 Ahora, Señor, según tu promesa, puedes dejar a tu siervo irse en paz, porque mis ojos han visto a tu Salvador, a quien has presentado ante todos los pueblos: luz para alumbrar a las naciones y gloria de tu pueblo Israel. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. Antífona: Sálvanos, Señor, despiertos, protégenos mientras dormimos, para que velemos con Cristo y descansemos en paz. Oración La oración conclusiva se toma del Salterio de Completas. Antes de ella se dice Oremos y al final de ella se responde Amén. CONCLUSIÓN Bendición Después de la oración conclusiva se dice la siguiente bendición, incluso cuando el Oficio lo reza una sola persona:
V El Señor todopoderoso nos conceda una noche tranquila y una santa muerte. R Amén. Antífona final de la Santísima Virgen Se termina con una de las antífonas de la Santísima Virgen que se presentan a continuación, o con algún otro canto debidamente aprobado.
Madre del Redentor, virgen fecunda, puerta del cielo siempre abierta, estrella del mar,
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Oración de la Noche - Completas
Ante la admiración de cielo y tierra, engendraste a tu santo Creador, y permaneces siempre virgen.
A ti llamamos los desterrados hijos de Eva, a ti suspiramos, gimiendo y llorando, en este valle de lágrimas.
Recibe el saludo del ángel Gabriel, y ten piedad de nosotros, pecadores. II Salve, Reina de los cielos y Señora de los ángeles; salve raíz, salve puerta, que dio paso a nuestra luz.
¡Oh clemente, oh piadosa, oh dulce Virgen María!
ven a librar al pueblo que tropieza y se quiere levantar.
Alégrate, virgen gloriosa, entre todas la más bella; salve, agraciada doncella, ruega a Cristo por nosotros. III Dios te salve, Reina y Madre de misericordia, vida, dulzura y esperanza nuestra, Dios te salve.
Ea, pues, Señora, abogada nuestra, vuelve a nosotros tus ojos misericordiosos, y después de este destierro muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre.
IV Bajo tu amparo nos acogemos, santa Madre de Dios, no desprecies las oraciones que te dirigimos en nuestras necesidades, antes bien líbranos de todo peligro, oh Virgen gloriosa y bendita.
Completas ORACIÓN PARA ANTES DEL DESCANSO NOCTURNO Para el rezo de Completas pueden usarse los formularios asignados a cada día de la semana en este Salterio de Completas. Si se prefiere, también pueden usarse, en cualquier día, los formularios señalados para después de las I o II Vísperas del domingo, en cuyo caso debe decirse como oración conclusiva la segunda de las dos oraciones que figuran en dichos formularios de domingo.
DOMINGO Y SOLEMNIDADES DESPUÉS DE LAS I VÍSPERAS V Dios mío, ven en mi auxilio. R Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre. Como era. Es muy de alabar que, después de la invocación inicial, se haga el examen de conciencia, el cual en la celebración comunitaria puede concluirse con alguna de las fórmulas del acto penitencial de la misa. El himno se halla indicado en pág. 9
SALMODIA Antífona 1 - Ten piedad de mí, Señor, y escucha mi oración. Salmo 4 Escúchame cuando te invoco. Dios, defensor mío; tú que en el aprieto me diste anchura, ten piedad de mí y escucha mi oración.
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Y vosotros, ¿hasta cuándo ultrajaréis mi honor, amaréis la falsedad y buscaréis el engaño? Sabedlo: el Señor hizo milagros en mi favor, y el Señor me escuchará cuando lo invoque. Temblad y no pequéis, reflexionad en el silencio de vuestro lecho; ofreced sacrificios legítimos y confiad en el Señor. Hay muchos que dicen: «¿Quién nos hará ver la dicha, si la luz de tu rostro ha huido de nosotros?» Pero tú. Señor, has puesto en mi corazón más alegría que si abundara en trigo y en vino. En paz me acuesto y en seguida me duermo, porque tú solo, Señor, me haces vivir tranquilo. Ant. Ten piedad de mí, Señor, y escucha mi oración. Antífona 2 - Durante la noche, bendecid al Señor. Salmo 133 Y ahora bendecid al Señor, los siervos del Señor, los que pasáis la noche en la casa del Señor: Levantad las manos hacia el santuario, y bendecid al Señor. El Señor te bendiga desde Sión: el que hizo cielo y tierra. Ant. Durante la noche, bendecid al Señor. LECTURA BREVE Dt 6, 4-7 Escucha, Israel: El Señor, nuestro Dios, es solamente uno. Amarás al Señor, tu Dios, con todo el corazón, con toda el alma, con todas las fuerzas. Las palabras que hoy te digo quedarán en tu memoria; se las repetirás a tus hijos y hablarás de ellas estando en casa y yendo de camino, acostado y levantado. RESPONSORIO BREVE V En tus manos, Señor, encomiendo mi espíritu. R En tus manos, Señor, encomiendo mi espíritu. V Tú, el Dios leal, nos librarás. R Te encomiendo mi espíritu. V Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. R En tus manos, Señor, encomiendo mi espíritu. CÁNTICO EVANGÉLICO Antífona: Sálvanos, Señor, despiertos, protégenos mientras dormimos, para que velemos con Cristo y descansemos en paz. Cántico de Simeón Lc 2, 29-32 Ahora, Señor, según tu promesa, puedes dejar a tu siervo irse en paz,
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porque mis ojos han visto a tu Salvador, a quien has presentado ante todos los pueblos: luz para alumbrar a las naciones y gloria de tu pueblo Israel. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. Antífona: Sálvanos, Señor, despiertos, protégenos mientras dormimos, para que velemos con Cristo y descansemos en paz. Oración Después de las I Vísperas del domingo: Guárdanos, Señor, durante esta noche y haz que mañana, ya al clarear el nuevo día, la celebración del domingo nos llene con la alegría de la resurrección de tu Hijo. Que vive y reina por los siglos de los siglos. Después de las I Vísperas de las solemnidades que no coinciden en domingo: Visita, Señor, esta habitación: aleja de ella las insidias del enemigo; que tus santos ángeles habiten en ella y nos guarden en paz y que tu bendición permanezca siempre con nosotros. Por Cristo nuestro Señor. CONCLUSIÓN Bendición V El Señor todopoderoso nos conceda una noche tranquila y una santa muerte. R Amén. La antífona final de la Santísima Virgen, pág. 10
DOMINGO Y SOLEMNIDADES DESPUÉS DE LAS II VÍSPERAS V Dios mío, ven en mi auxilio. R Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre. Como era. Es muy de alabar que, después de la invocación inicial, se haga el examen de conciencia, el cual en la celebración comunitaria puede concluirse con alguna de las fórmulas del acto penitencial de la misa. El himno se halla indicado en pág. 9
SALMODIA Antífona: Al amparo del Altísimo no temo el espanto nocturno. Salmo 90 Tú que habitas al amparo del Altísimo, que vives a la sombra del Omnipotente,
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di al Señor: «Refugio mío, alcázar mío. Dios mío, confío en ti.»
Él te librará de la red del cazador, de la peste funesta. Te cubrirá con sus plumas, bajo sus alas te refugiarás: su brazo es escudo y armadura. No temerás el espanto nocturno, ni la flecha que vuela de día, ni la peste que se desliza en las tinieblas, ni la epidemia que devasta a mediodía. Caerán a tu izquierda mil, diez mil a tu derecha; a ti no te alcanzará. Tan sólo abre tus ojos y verás la paga de los malvados, porque hiciste del Señor tu refugio, tomaste al Altísimo por defensa.
No se te acercará la desgracia, ni la plaga llegará hasta tu tienda, porque a sus ángeles ha dado órdenes para que te guarden en tus caminos; te llevarán en sus palmas, para que tu pie no tropiece en la piedra; caminarás sobre áspides y víboras, pisotearás leones y dragones. «Se puso junto a mí: lo libraré; lo protegeré porque conoce mi nombre, me invocará y lo escucharé. Con él estaré en la tribulación, lo defenderé, lo glorificaré; lo saciaré de largos días, y le haré ver mi salvación». Ant. Al amparo del Altísimo no temo el espanto nocturno.
LECTURA BREVE Ap 22, 4-5 Verán el rostro del Señor, y tendrán su nombre en la frente. Y no habrá más noche, y no necesitarán luz de lámpara ni de sol, porque el Señor Dios los alumbrará a ellos, y reinarán por los siglos de los siglos. RESPONSORIO BREVE V En tus manos, Señor, encomiendo mi espíritu. R En tus manos, Señor, encomiendo mi espíritu. V Tú, el Dios leal, nos librarás. R Te encomiendo mi espíritu. V Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. R En tus manos, Señor, encomiendo mi espíritu. CANTICO EVANGÉLICO Antífona: Sálvanos, Señor, despiertos, protégenos mientras dormimos, para que velemos con Cristo y descansemos en paz. Cántico de Simeón Lc 2, 29-32 Ahora, Señor, según tu promesa, puedes dejar a tu siervo irse en paz, porque mis ojos han visto a tu Salvador, a quien has presentado ante todos los pueblos: luz para alumbrar a las naciones y gloria de tu pueblo Israel. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
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Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Antífona: Sálvanos, Señor, despiertos, protégenos mientras dormimos, para que velemos con Cristo y descansemos en paz. Oración Después de las II Vísperas del domingo: Humildemente te pedimos, Señor, que después de haber celebrado en este día los misterios de la resurrección de tu Hijo, sin temor alguno, descansemos en tu paz, y mañana nos levantemos alegres para cantar nuevamente tus alabanzas. Por Cristo nuestro Señor. Después de las II Vísperas de las solemnidades que no coinciden en domingo: Visita, Señor, esta habitación: aleja de ella las insidias del enemigo; que tus santos ángeles habiten en ella y nos guarden en paz y que tu bendición permanezca siempre con nosotros. Por Cristo nuestro Señor. CONCLUSIÓN Bendición V El Señor todopoderoso nos conceda una noche tranquila y una santa muerte. R Amén. La antífona final de la Santísima Virgen, en la pág. 10
LUNES
V Dios mío, ven en mi auxilio. R Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre. Como era. Es muy de alabar que, después de la invocación inicial, se haga el examen de conciencia, el cual en la celebración comunitaria puede concluirse con alguna de las fórmulas del acto penitencial de la misa. El himno se halla indicado en pág. 9
SALMODIA Antífona: Tú, Señor, eres clemente y rico en misericordia. Salmo 85 Inclina tu oído. Señor; escúchame, que soy un pobre desamparado; protege mi vida, que soy un fiel tuyo; salva a tu siervo, que confía en ti. Tú eres mi Dios, piedad de mí, Señor, que a ti te estoy llamando todo el día; alegra el alma de tu siervo, pues levanto mi alma hacia ti; porque tú, Señor, eres bueno y clemente, rico en misericordia con
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los que te invocan. Señor, escucha mi oración, atiende a la voz de mi súplica.
En el día del peligro te llamo, y tú me escuchas. No tienes igual entre los dioses, Señor, ni hay obras como las tuyas. Todos los pueblos vendrán a postrarse en tu presencia, Señor; bendecirán tu nombre: «Grande eres tú, y haces maravillas; tú eres el único Dios.» Enséñame, Señor, tu camino, para que siga tu verdad; mantén mi corazón entero en el temor de tu nombre. Te alabaré de todo corazón, Dios mío; daré gloria a tu nombre por siempre, por tu grande piedad para conmigo,
porque me salvaste, del abismo profundo.
Dios mío, unos soberbios se levantan contra mí, una banda de insolentes atenta contra mi vida, sin tenerte en cuenta a ti. Pero tú, Señor, Dios clemente y misericordioso, lento a la cólera, rico en piedad y leal, mírame, ten compasión de mí. Da fuerza a tu siervo, salva al hijo de tu esclava; dame una señal propicia, que la vean mis adversarios y se avergüencen, porque tú, Señor, me ayudas y consuelas. Ant. Tú, Señor, eres clemente y rico en misericordia.
LECTURA BREVE 1Tes 5, 9-10 Dios nos ha puesto para obtener la salvación por nuestro Señor Jesucristo, que murió por nosotros, para que, velando o durmiendo, vivamos junto con él. RESPONSORIO BREVE V En tus manos, Señor, encomiendo mi espíritu. R En tus manos, Señor, encomiendo mi espíritu. V Tú, el Dios leal, nos librarás. R Te encomiendo mi espíritu. V Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. R En tus manos, Señor, encomiendo mi espíritu. CÁNTICO EVANGÉLICO Antífona: Sálvanos, Señor, despiertos, protégenos mientras dormimos, para que velemos con Cristo y descansemos en paz. Cántico de Simeón Lc 2, 29-32 Ahora, Señor, según tu promesa, puedes dejar a tu siervo irse en paz, porque mis ojos han visto a tu Salvador, a quien has presentado ante todos los pueblos: luz para alumbrar a las naciones y gloria de tu pueblo Israel. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
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Antífona: Sálvanos, Señor, despiertos, protégenos mientras dormimos, para que velemos con Cristo y descansemos en paz. Oración Concede, Señor, a nuestros cuerpos fatigados el descanso necesario, y haz que la simiente del reino que con nuestro trabajo hemos sembrado hoy crezca y germine para la cosecha de la vida eterna. Por Cristo nuestro Señor. CONCLUSIÓN Bendición V El Señor todopoderoso nos conceda una noche tranquila y una santa muerte. R Amén. La antífona final de la Santísima Virgen, en la pág. 10
MARTES V Dios mío, ven en mi auxilio. R Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre. Como era. Es muy de alabar que, después de la invocación inicial, se haga el examen de conciencia, el cual en la celebración comunitaria puede concluirse con alguna de las fórmulas del acto penitencial de la misa. El himno se halla indicado en pág. 9
SALMODIA Antífona: No me escondas tu rostro, ya que confío en ti. Salmo 142, 1-11 Señor, escucha mi oración; tú que eres fiel, atiende a mi súplica; tú que eres justo, escúchame. No llames a juicio a tu siervo, pues ningún hombre vivo es inocente frente a ti. El enemigo me persigue a muerte, empuja mi vida al sepulcro, me confina a las tinieblas como a los muertos ya olvidados. Mi aliento desfallece, mi corazón dentro de mí está yerto. Recuerdo los tiempos antiguos, medito todas tus acciones, considero las obras de tus manos y extiendo mis brazos hacia ti: tengo sed de ti como tierra reseca. Escúchame en seguida, Señor, que me falta el aliento. No me escondas tu rostro, igual que a los que bajan a la fosa.
En la mañana hazme escuchar tu gracia, ya que confío en ti; indícame el camino que he de seguir, pues levanto mi alma a ti. Líbrame del enemigo, Señor, que me refugio en ti. Enséñame a cumplir tu voluntad, ya que tú eres mi Dios. Tu espíritu, que es bueno, me guíe por tierra llana. Por tu nombre, Señor, consérvame vivo; por tu clemencia, sácame de la angustia. Ant.: No me escondas tu rostro, ya que confío en ti.
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LECTURA BREVE 1Pe 5, 8-9 Sed sobrios, estad despiertos: vuestro enemigo, el diablo, como león rugiente, ronda buscando a quien devorar; resistidle, firmes en la fe. RESPONSORIO BREVE V En tus manos, Señor, encomiendo mi espíritu. R En tus manos, Señor, encomiendo mi espíritu. V Tú, el Dios leal, nos librarás. R Te encomiendo mi espíritu. V Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. R En tus manos, Señor, encomiendo mi espíritu. CÁNTICO EVANGÉLICO Antífona: Sálvanos, Señor, despiertos, protégenos mientras dormimos, para que velemos con Cristo y descansemos en paz. Cántico de Simeón Lc 2, 29-32 Ahora, Señor, según tu promesa, puedes dejar a tu siervo irse en paz, porque mis ojos han visto a tu Salvador, a quien has presentado ante todos los pueblos: luz para alumbrar a las naciones y gloria de tu pueblo Israel. Antífona: Sálvanos, Señor, despiertos, protégenos mientras dormimos, para que velemos con Cristo y descansemos en paz. Oración Ilumina, Señor, nuestra noche y concédenos un descanso tranquilo; que mañana nos levantemos en tu nombre y podamos contemplar, con salud y gozo, el clarear del nuevo día. Por Cristo nuestro Señor. CONCLUSIÓN Bendición V El Señor todopoderoso nos conceda una noche tranquila y una santa muerte. R Amén. La antífona final de la Santísima Virgen, en la pág. 10
MIÉRCOLES
V Dios mío, ven en mi auxilio. R Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre. Como era. Es muy de alabar que, después de la invocación inicial, se haga el examen de conciencia, el cual en la celebración comunitaria puede concluirse con alguna de las fórmulas del acto penitencial de la misa. El himno se halla indicado en pág. 9
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SALMODIA Antífona 1 - Sé tú, Señor, la roca de mi refugio, un baluarte donde me salve. Salmo 30, 2-6 A ti, Señor, me acojo: no quede yo nunca defraudado; tú, que eres justo, ponme a salvo, inclina tu oído hacia mí; ven aprisa a librarme, sé la roca de mi refugio, un baluarte donde me salve, tú que eres mi roca y mi baluarte; Antífona 2 - Desde lo hondo a ti grito, Señor. Salmo 129 Desde lo hondo a ti grito, Señor; + Señor, escucha mi voz; estén tus oídos atentos a la voz de mi súplica. Si llevas cuenta de los delitos, Señor, ¿quién podrá resistir? Pero de ti procede el perdón, y así infundes respeto.
por tu nombre dirígeme y guíame: sácame de la red que me han tendido, porque tú eres mi amparo. En tus manos encomiendo mi espíritu: tú, el Dios leal, me librarás. Ant. Sé tú, Señor, la roca de mi refugio, un baluarte donde me salve. Mi alma espera en el Señor, espera en su palabra; mi alma aguarda al Señor, más que el centinela la aurora. Aguarde Israel al Señor, como el centinela la aurora; porque del Señor viene la misericordia, la redención copiosa; y él redimirá a Israel de todos sus delitos. Ant. Desde lo hondo a ti grito, Señor.
LECTURA BREVE Ef 4, 26-27 No lleguéis a pecar; que la puesta del sol no os sorprenda en vuestro enojo. No dejéis lugar al diablo. RESPONSORIO BREVE V En tus manos, Señor, encomiendo mi espíritu. R En tus manos, Señor, encomiendo mi espíritu. V Tú, el Dios leal, nos librarás. R Te encomiendo mi espíritu. V Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. R En tus manos, Señor, encomiendo mi espíritu. CÁNTICO EVANGÉLICO Antífona: Sálvanos, Señor, despiertos, protégenos mientras dormimos, para que velemos con Cristo y descansemos en paz. Cántico de Simeón Lc 2, 29-32 Ahora, Señor, según tu promesa, puedes dejar a tu siervo irse en paz, porque mis ojos han visto a tu Salvador, a quien has presentado ante todos los pueblos:
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luz para alumbrar a las naciones y gloria de tu pueblo Israel. Antífona: Sálvanos, Señor, despiertos, protégenos mientras dormimos, para que velemos con Cristo y descansemos en paz. Oración Señor Jesucristo, tú que eres manso y humilde de corazón ofreces a los que vienen a ti un yugo llevadero y una carga ligera; dígnate, pues, aceptar los deseos y las acciones del día que hemos terminado: que podamos descansar durante la noche para que así, renovado nuestro cuerpo y nuestro espíritu, perseveremos constantes en tu servicio. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. CONCLUSIÓN Bendición V El Señor todopoderoso nos conceda una noche tranquila y una santa muerte. R Amén. La antífona final de la Santísima Virgen, en la pág. 10
JUEVES
V Dios mío, ven en mi auxilio. R Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre. Como era. Es muy de alabar que, después de la invocación inicial, se haga el examen de conciencia, el cual en la celebración comunitaria puede concluirse con alguna de las fórmulas del acto penitencial de la misa. El himno se halla indicado en pág. 9
SALMODIA Antífona 1 - Mi carne descansa serena. Salmo 15 Protégeme, Dios mío, que me refugio en ti; yo digo al Señor: «Tú eres mi bien.» Los dioses y señores de la tierra no me satisfacen. Multiplican las estatuas de dioses extraños; no derramaré sus libaciones con mis manos, ni tomaré sus nombres en mis labios. El Señor es mi heredad y mi copa; mi suerte está en tu mano: me ha tocado un lote hermoso, me encanta mi heredad.
Bendeciré al Señor, que me aconseja, hasta de noche me instruye internamente. Tengo siempre presente al Señor, con él a mi derecha no vacilaré. Por eso se me alegra el corazón, se gozan mis entrañas, y mi carne descansa serena. Porque no me entregarás a la muerte, ni dejarás a tu fiel conocer la corrupción. Me enseñarás el sendero de la vida, me saciarás de gozo en tu presencia, de alegría perpetua a tu derecha. Ant. Mi carne descansa serena.
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LECTURA BREVE 1Tes 5, 23 Que el mismo Dios de la paz os consagre totalmente y que todo vuestro ser, alma y cuerpo, sea custodiado sin reproche hasta la Parusía de nuestro Señor Jesucristo. RESPONSORIO BREVE V En tus manos, Señor, encomiendo mi espíritu. R En tus manos, Señor, encomiendo mi espíritu. V Tú, el Dios leal, nos librarás. R Te encomiendo mi espíritu. V Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. R En tus manos, Señor, encomiendo mi espíritu. CÁNTICO EVANGÉLICO Antífona: Sálvanos, Señor, despiertos, protégenos mientras dormimos, para que velemos con Cristo y descansemos en paz. Cántico de Simeón Lc 2, 29-32 Ahora, Señor, según tu promesa, puedes dejar a tu siervo irse en paz, porque mis ojos han visto a tu Salvador, a quien has presentado ante todos los pueblos: luz para alumbrar a las naciones y gloria de tu pueblo Israel. Antífona: Sálvanos, Señor, despiertos, protégenos mientras dormimos, para que velemos con Cristo y descansemos en paz. Oración Señor, Dios nuestro, concédenos un descanso tranquilo que restaure nuestras fuerzas, desgastadas ahora por el trabajo del día; así, fortalecidos con tu ayuda, te serviremos siempre con todo nuestro cuerpo y nuestro espíritu. Por Cristo nuestro Señor. CONCLUSIÓN Bendición V El Señor todopoderoso nos conceda una noche tranquila y una santa muerte. R Amén. La antífona final de la Santísima Virgen, en la pág. 10
VIERNES V Dios mío, ven en mi auxilio. R Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre. Como era. Es muy de alabar que, después de la invocación inicial, se haga el examen de conciencia, el cual en la celebración comunitaria puede concluirse con alguna de las fórmulas del acto penitencial de la misa. El himno se halla indicado en pág. 9
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SALMODIA Antífona: Señor, Dios mío, de día te pido auxilio, de noche grito en tu presencia. Salmo 87 Señor, Dios mío, de día te pido auxilio, de noche grito en tu presencia; + llegue hasta ti mi súplica, inclina tu oído a mi clamor. Porque mi alma está colmada de desdichas, y mi vida está al borde del abismo; ya me cuentan con los que bajan a la fosa, soy como un inválido. Tengo mi cama entre los muertos, como los caídos que yacen en el sepulcro, de los cuales ya no guardas memoria, porque fueron arrancados de tu mano. Me has colocado en lo hondo de la fosa, en las tinieblas del fondo; tu cólera pesa sobre mí, me echas encima todas tus olas. Has alejado de mí a mis conocidos, me has hecho repugnante para ellos: encerrado, no puedo salir, y los ojos se me nublan de pesar. Todo el día te estoy invocando, tendiendo las manos hacia ti.
¿Harás tú maravillas por los muertos? ¿Se alzarán las sombras para darte gracias?
¿Se anuncia en el sepulcro tu misericordia, o tu fidelidad en el reino de la muerte? ¿Se conocen tus maravillas en la tiniebla o tu justicia en el país del olvido? Pero yo te pido auxilio, por la mañana irá a tu encuentro mi súplica. ¿Por qué, Señor, me rechazas y me escondes tu rostro? Desde niño fui desgraciado y enfermo, me doblo bajo el peso de tus terrores, pasó sobre mí tu incendio, tus espantos me han consumido: me rodean como las aguas todo el día, me envuelven todos a una; alejaste de mí amigos y compañeros: mi compañía son las tinieblas. Ant. Señor, Dios mío, de día te pido auxilio, de noche grito en tu presencia.
LECTURA BREVE Jer 14,9 Tú estás en medio de nosotros, Señor, tu nombre ha sido invocado sobre nosotros: no nos abandones, Señor Dios nuestro. RESPONSORIO BREVE V En tus manos, Señor, encomiendo mi espíritu. R En tus manos, Señor, encomiendo mi espíritu. V Tú, el Dios leal, nos librarás. R Te encomiendo mi espíritu. V Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. R En tus manos, Señor, encomiendo mi espíritu. CÁNTICO EVANGÉLICO Antífona: Sálvanos, Señor, despiertos, protégenos mientras dormimos, para que velemos con Cristo y descansemos en Paz.
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Cántico de Simeón Lc 2, 29-32 Ahora, Señor, según tu promesa, puedes dejar a tu siervo irse en paz, porque mis ojos han visto a tu Salvador, a quien has presentado ante todos los pueblos: luz para alumbrar a las naciones y gloria de tu pueblo Israel. Antífona: Sálvanos, Señor, despiertos, protégenos mientras dormimos, para que velemos con Cristo y descansemos en paz Oración Señor, Dios todopoderoso: ya que con nuestro descanso vamos a imitar a tu Hijo que reposó en el sepulcro, te pedimos que, al levantarnos mañana, lo imitemos también resucitando a una vida nueva. Por Cristo nuestro Señor. CONCLUSIÓN Bendición V El Señor todopoderoso nos conceda una noche tranquila y una santa muerte. R Amén. La antífona final de la Santísima Virgen, en la pág. 10
• Ayuno y Abstinencia (cf. CIC can. 1249 - 1251; CCEO can. 882) • Norma complementaria al Código de Derecho Canónico para Venezuela sobre el ayuno y la abstinencia: “Todos los fieles, cada uno a su modo, están obligados a hacer penitencia” (c. 1.249); para que todos se unan en una práctica común de penitencia, la Conferencia Episcopal de los obispos de Venezuela determina para todo su territorio: - Son tiempo y días de penitencia la Cuaresma y todos los viernes del año. - Se observará el ayuno y la abstinencia el Miércoles de Ceniza y el Viernes Santo, en unión con Cristo Jesús y conmemoración del misterio de su muerte y resurrección. - Se autoriza la sustitución de la abstinencia de carnes y la práctica penitencial correspondiente a los viernes del año, a no ser que coincida con alguna solemnidad (c. 1.251), por cualquier otra práctica que signifique: - mortificación corporal, como la abstención de algún alimento o bebida, de fumar o de alguna diversión lícita; - Actos de piedad o devoción como la asistencia a la Santa Misa, devota lectura de la Sagrada Escritura, recitación del Santo Rosario; - Obras de caridad y asistencia social, como las así llamadas obra de misericordia. • Inicio de la Campaña Compartir
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1 de Marzo - Sábado, Feria, VII Sem. del Tpo. Ord. Oración de la Mañana - Laudes
Invitación: En el discurso del monte Jesús nos ofrece dos propuestas contradictorias. Por una parte, dice: “No hagan el bien para que los vean los hombres”. Por otra parte: “Brille vuestra luz ante los hombres, para que vean vuestras buenas obras” (Mt 5,16). En el primer caso, desaprueba las obras hechas por ostentación. En el segundo, celebra las obras buenas que contribuyen a la gloria del Padre.
Invocación inicial
V Señor, abre mis labios. R Y mi boca proclamará tu alabanza. En forma opcional se dice luego el salmo 94, ver pág. 3, con la antífona siguiente:
Antífona (para el salmo invitatorio): Del Señor es la tierra y cuanto la llena; venid, adorémosle.
Himno
Dejado ya el descanso de la noche,/ despierto en la alegría de tu amor,/ concédeme tu luz que me ilumine/ como ilumina el sol. No sé lo que será del nuevo día/ que entre luces y sombras viviré,/ pero sé que, si tú vienes conmigo,/ no fallará mi fe. Tal vez me esperan horas de desierto/ amargas y sedientas, mas yo sé/ que, si vienes conmigo de camino,/ jamás yo tendré sed. Concédeme vivir esta jornada/ en paz con mis hermanos y mi Dios,/ al sentarnos los dos para la cena,/ párteme el pan, Señor. Recibe, Padre santo, nuestro ruego,/ acoge por tu Hijo la oración/ que fluye del Espíritu en el alma/ que sabe de tu amor. Amén. Antífona 1 - Tú, Señor, estás cerca, y todos tus mandatos son estables.
Salmo 118, 145-152
Te invoco de todo corazón;/ respóndeme, Señor, y guardaré tus leyes;/ a ti grito: sálvame,/ y cumpliré tus decretos;/ me adelanto a la aurora
pidiendo auxilio,/ esperando tus palabras. Mis ojos se adelantan a las vigilias de la noche,/ meditando tu promesa; / escucha mi voz por tu misericordia,/ con tus mandamientos dame vida;/ ya se acercan mis inicuos perseguidores,/ están lejos de tu voluntad. Tú, Señor, estás cerca,/ y todos tus mandatos son estables;/ hace tiempo comprendí que tus preceptos/ los fundaste para siempre. Gloria y antífona 1 Antífona 2 - Mándame tu sabiduría, Señor, para que me asista en mis trabajos.
Cántico
Sab 9, 1-6. 9-11
Dios de los padres y Señor de la misericordia,/ que con tu palabra hiciste todas las cosas/ y en tu sabiduría formaste al hombre,/ para que dominase sobre tus creaturas,/y para que rigiese el mundo con santidad/ y justicia y lo gobernase con rectitud de corazón. Dame la sabiduría asistente de tu trono/ y no me excluyas del número de tus siervos/ porque siervo tuyo soy, hijo de tu sierva,/ hombre débil y de pocos años,/ demasiado pequeño para conocer el juicio y las leyes. Pues aunque uno sea perfecto/ entre los hijos de los hombres,/ sin la sabiduría, que procede de ti,/ será estimado en nada. Contigo está la sabiduría conocedora de tus obras,/ que te asistió cuando
1 de Marzo - Sábado, Feria, VII Sem. del Tpo. Ord.
hacías el mundo,/ y que sabe lo que es grato a tus ojos/ y lo que es recto según tus preceptos. Mándala de tus santos cielos/ y de tu trono de gloria envíala/ para que me asista en mis trabajos/ y venga yo a saber lo que te es grato. Porque ella conoce y entiende todas las cosas,/ y me guiará prudentemente en mis obras,/ y me guardará en su esplendor. Gloria y antífona 2 Antífona 3 - La fidelidad del Señor dura por siempre.
Salmo 116 Alabad al Señor, todas las naciones,/ aclamadlo, todos los pueblos: Firme es su misericordia con nosotros,/ su fidelidad dura por siempre. Gloria y antífona 3
Lectura bíblica
Fil 2, 14-15
Hacedlo todo sin murmuraciones ni discusiones, a fin de que seáis irreprensibles y sencillos, hijos de Dios sin mancha, en medio de esta generación mala y perversa, entre la cual aparecéis como antorchas en el mundo.
Responsorio breve
V. A ti grito, Señor, tú eres mi refugio. R. A ti grito, Señor, tú eres mi refugio. V. Mi heredad en el país de la vida. R. Tú eres mi refugio. V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. R. A ti grito, Señor, tú eres mi refugio.
Cántico de Zacarías, pág. 4
Antífona: Ilumina, Señor, a los que viven en tiniebla y en sombra de muerte.
Preces Invoquemos a Dios por intercesión de María, a quien el Señor colocó por encima de todas las creaturas celestiales
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y terrenas, diciendo: Contempla, Señor, a la Madre de tu Hijo y escúchanos. Padre de misericordia, te damos gracias porque nos has dado a María como madre y ejemplo; * santifícanos por su intercesión. Tú que hiciste que María meditara tus palabras, guardándolas en su corazón, y fuera siempre fidelísima hija tuya, * por su intercesión haz que también nosotros seamos de verdad hijos tuyos y discípulos de tu Hijo. Tú que quisiste que María concibiera por obra del Espíritu Santo, * por intercesión de María otórganos los frutos de este mismo Espíritu. Tú que diste fuerza a María para permanecer junto a la cruz y la llenaste de alegría con la resurrección de tu Hijo, * por intercesión de María confórtanos en la tribula ción y reanima nuestra esperanza. (Se pueden añadir algunas intenciones libres)
Concluyamos nuestras súplicas con la oración que el mismo Cristo nos enseñó: Padre nuestro.
Oración Dios misericordioso, fuente y origen de nuestra salvación, haz que, mientras dure nuestra vida aquí en la tierra, te alabemos constantemente y podamos así participar un día en la alabanza eterna del cielo. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.
Conclusión
V El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna. R Amén.
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2 de Marzo - VIII Domingo del Tiempo Ordinario /A
LA PALABRA SE HACE ORACIÓN
Lectura: Mc 10,13-16 Sigue, Señor, bendiciendo a los niños, acariciando con amor, a todos los que en el mundo tienen corazón de niño: Sencillo, inocente, transparente. Bendice a millones de madres, que carecen de leche y de medios para alimentarlos. Tú invitas a los niños a que se acerquen, para abrazarlos con cariño de amigo; y los hombres nos empeñamos en ponerles obstáculos. Haz que recibamos tu reino con corazón de niños, para ser grandes, muy grandes en tu reino, creando un mundo donde niños y grandes, vivamos por siempre felices. P. Antonio Danoz, redentorista
2 de Marzo - VIII Domingo del Tiempo Ordinario /A Oración de la Tarde - I Vísperas
Invitación: “Si nuestra esperanza no va más allá de esta vida, somos los más miserables de todos los hombres” (1Co 15,19). Nuestra fe de discípulos y nuestra esperanza tienen un pilar fundamental: La resurrección de Jesús. Creer que Dios lo ha resucitado de entre los muertos, nos asegura que la esperanza de resucitar está garantizada. En esta esperanza nos movemos y existimos.
Invocación inicial
V Dios mío, ven en mi auxilio. R Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. Aleluya.
Himno, I Vísperas, pág. 5 Antífona 1 - Desead la paz a Jerusalén. Aleluya.
Salmo 121 ¡Qué alegría cuando me dijeron:/ «Vamos a la casa del Señor»!/ Ya están pisando nuestros pies/ tus umbrales, Jerusalén. Jerusalén está fundada/ como ciudad bien compacta./ Allá suben las tribus,/ las tribus del Señor, según la costumbre de Israel,/ a celebrar el nombre del Señor;/ en ella están los tribunales de justicia/ en el palacio de David. Desead la paz a Jerusalén:/ «Vivan seguros los que te aman,/ haya paz dentro de tus muros,/ seguridad en tus palacios».
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2 de Marzo - VIII Domingo del Tiempo Ordinario /A
Por mis hermanos y compañeros,/ voy a decir: «La paz contigo»./ Por la casa del Señor, nuestro Dios,/ te deseo todo bien. Gloria y antífona 1 Antífona 2 - Desde la aurora hasta la noche mi alma aguarda al Señor.
Salmo 129 Desde lo hondo a ti grito, Señor,/ Señor, escucha mi voz;/ estén tus oídos atentos/ a la voz de mi súplica. Si llevas cuenta de los delitos, Señor,/ ¿quién podrá resistir?/ Pero de ti procede el perdón,/ y así infundes respeto. Mi alma espera en el Señor,/ espera en su palabra;/ mi alma aguarda al Señor,/ más que el centinela la aurora. Aguarde Israel al Señor,/ como el centinela la aurora;/ porque del Señor viene la misericordia,/ la redención copiosa;/ y él redimirá a Israel/ de todos sus delitos. Gloria y antífona 2 Antífona 3 - Al nombre de Jesús toda rodilla se doble en el cielo y en la tierra. Aleluya.
Cántico
Fil 2, 6-11
Cristo, a pesar de su condición divina,/ no hizo alarde de su categoría de Dios,/ al contrario, se anonadó a sí mismo,/ y tomó la condición de esclavo,/ pasando por uno de tantos. Y así, actuando como un hombre cualquiera,/ se rebajó hasta someterse incluso a la muerte/ y una muerte de cruz. Por eso Dios lo levantó sobre todo/ y le concedió el «Nombre-sobre-todonombre»;/ de modo que al nombre de Jesús toda rodilla se doble/ en el cielo, en la tierra, en el abismo/ y toda lengua proclame:/ Jesucristo es Señor; para gloria de Dios Padre. Gloria y antífona 3
Lectura breve
2Pe 1, 19‑21
Tenemos confirmada la palabra profética, a la que hacéis bien en prestar atención, como a lámpara que brilla en lugar oscuro, hasta que despunte el día y salga el lucero de la mañana en vuestro corazón. Ante todo habéis de saber que ninguna profecía de la Escritura es de interpretación privada; pues nunca fue proferida alguna por voluntad humana, sino que, llevados del Espíritu Santo, hablaron los hombres de parte de Dios.
Responsorio breve
V De la salida del sol hasta su ocaso, alabado sea el nombre del Señor. R De la salida del sol hasta su ocaso, alabado sea el nombre del Señor. V Su gloria se eleva sobre los cielos. R Alabado sea el nombre del Señor. V Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. R De la salida del sol hasta su ocaso, alabado sea el nombre del Señor.
Cántico de la Sma. Vg. Mª, pág. 4 Antífona: Buscad primero el reino de Dios y su justicia, y todas las demás cosas se os darán por añadidura. Preces Invoquemos a Cristo, alegría de cuantos se refugian en él, y digámosle: Míranos y escúchanos, Señor. Testigo fiel y primogénito de entre los muertos, tú que nos purificaste con tu sangre, * no permitas que olvidemos nunca tus beneficios. Haz que aquellos a quienes elegiste como ministros de tu Evangelio, * sean siempre fieles y celosos dispensadores de los misterios del reino. Rey de la paz, concede abundantemente tu Espíritu a los que gobiernan las naciones, * para que cuiden con interés de los pobres y postergados. Sé ayuda para cuantos son víctimas
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de cualquier segregación por causa de su raza, color, condición social, lengua o religión, * y haz que todos reconozcan su dignidad y respeten sus derechos. (Se pueden añadir algunas intenciones libres)
A los que han muerto en tu amor dales también parte en tu felicidad * con María y con todos tus santos. Porque Jesús ha resucitado, todos somos hijos de Dios; por eso, nos atrevemos a decir: Padre nuestro.
Oración Dirige, Señor, la marcha del mundo, según tu voluntad, por los caminos de la paz, y que tu Iglesia se regocije con la alegría de tu servicio. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.
Conclusión
V El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna. R Amén.
Oración de la Noche - Completas
Invitación: Para el que no cree en Jesús, el futuro se le presenta como una noche, por la que transita sin ver la luz. También los discípulos transitamos por la noche. Con una diferencia: sabemos que al final está Jesús resucitado, que proyecta su luz y nos ilumina el camino. Jesús nos lo asegura: “Quien me siga no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida” (Jn 8,12). (Completas: Textos comunes, ver pág. 8 y propios del Domingo, I Vísperas, pág. 11)
Oración de la Mañana - Laudes
Invitación: Cada mañana de domingo nos remite a los textos evangélicos: El primer día de la semana, muy temprano, cuando todavía estaba oscuro, saltó la noticia: “No está aquí, ha resucitado” (Lc 24,6). Al reunirnos para celebrar la resurrección en este tiempo de oración, se nos hace el mismo anuncio: “Ha resucitado”. Ésta es la noticia que tenemos que celebrar, para poder anunciarla con gozo.
Invocación inicial
V Señor, abre mis labios. R Y mi boca proclamará tu alabanza. En forma opcional se dice luego el salmo 94, ver pág. 3, con la antífona siguiente:
Antífona (para el salmo invitatorio): Pueblo del Señor, rebaño que él guía, bendice a tu Dios. Aleluya.
Himno, Laudes, pág. 5 Antífona 1 - Dad gracias al Señor porque es eterna su misericordia. Aleluya.
Salmo 117 Dad gracias al Señor porque es bueno,/ porque es eterna su misericordia.
Diga la casa de Israel:/ eterna es su misericordia. Diga la casa de Aarón:/ eterna es su misericordia. Digan los fieles del Señor:/ eterna es su misericordia. En el peligro grité al Señor,/ y me escuchó, poniéndome a salvo. El Señor está conmigo: no temo;/ ¿qué podrá hacerme el hombre?/ El Señor está conmigo y me auxilia,/ veré la derrota de mis adversarios. Mejor es refugiarse en el Señor/ que fiarse de los hombres,/ mejor es refugiarse en el Señor/ que confiar en los magnates.
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Todos los pueblos me rodeaban,/ en el nombre del Señor los rechacé; / me rodeaban cerrando el cerco,/ en el nombre del Señor los rechacé;/ me rodeaban como avispas,/ ardiendo como fuego en las zarzas,/ en el nombre del Señor los rechacé. Empujaban y empujaban para derribarme,/ pero el Señor me ayudó;/ el Señor es mi fuerza y mi energía,/ él es mi salvación. Escuchad: hay cantos de victoria/ en las tiendas de los justos:/ «La diestra del Señor es poderosa,/ la diestra del Señor es excelsa,/ la diestra del Señor es poderosa». No he de morir, viviré/ para contar las hazañas del Señor./ Me castigó, me castigó el Señor,/ pero no me entregó a la muerte. Abridme las puertas del triunfo,/ y entraré para dar gracias al Señor. Ésta es la puerta del Señor:/ los vencedores entrarán por ella. Te doy gracias porque me escuchaste/ y fuiste mi salvación. La piedra que desecharon los arquitectos/ es ahora la piedra angular./ Es el Señor quien lo ha hecho,/ ha sido un milagro patente. Éste es el día en que actuó el Señor:/ sea nuestra alegría y nuestro gozo./ Señor, danos la salvación;/ Señor, danos prosperidad. Bendito el que viene en nombre del Señor,/ os bendecimos desde la casa del Señor;/ el Señor es Dios: él nos ilumina. Ordenad una procesión con ramos/ hasta los ángulos del altar. Tú eres mi Dios, te doy gracias;/ Dios mío, yo te ensalzo. Dad gracias al Señor porque es bueno, porque es eterna su misericordia. Gloria y antífona 1
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Antífona 2 - Aleluya. Creaturas todas del Señor, bendecid al Señor. Aleluya.
Cántico
Dn 3, 52-57
Bendito eres, Señor, Dios de nuestros padres:/ a ti gloria y alabanza por los siglos. Bendito tu nombre, santo y glorioso:/ a él gloria y alabanza por los siglos. Bendito eres en el templo de tu santa gloria:/ a ti gloria y alabanza por los siglos. Bendito eres sobre el trono de tu reino:/ a ti gloria y alabanza por los siglos. Bendito eres tú, que sentado sobre querubines/ sondeas los abismos:/ a ti gloria y alabanza por los siglos. Bendito eres en la bóveda del cielo:/ a ti honor y alabanza por los siglos. Creaturas todas del Señor, bendecid al Señor/ ensalzadlo con himnos por los siglos. Gloria y antífona 2 Antífona 3 - Todo ser que alienta, alabe al Señor. Aleluya.
Salmo 150 Alabad al Señor en su templo,/ alabadlo en su augusto firmamento. Alabadlo por sus obras magníficas,/ alabadlo por su inmensa grandeza. Alabadlo tocando trompetas,/ alabadlo con arpas y cítaras, alabadlo con tambores y danzas,/ alabadlo con trompas y flautas, alabadlo con platillos sonoros,/ alabadlo con platillos vibrantes. Todo ser que alienta, alabe al Señor. Gloria y antífona 3
Lectura breve
2Tim 2, 8. 11‑13
Acuérdate de Cristo Jesús, del linaje de David, que vive resucitado de entre los muertos. Verdadera es la sentencia que
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dice: Si hemos muerto con él, viviremos también con él. Si tenemos constancia en el sufrir, reinaremos también con él; si rehusamos reconocerle, también él nos rechazará; si le somos infieles, él permanece fiel; no puede él desmentirse a sí mismo.
Responsorio breve
V Te damos gracias, invocando tu nombre. R Te damos gracias, invocando tu nombre.
¡oh
Dios!,
¡oh
Dios!,
V Pregonando tus maravillas. R Invocando tu nombre. V Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. R Te damos gracias, ¡oh Dios!, invocando tu nombre.
Cántico de Zacarías, pág. 4
Antífona: No podeís servir a Dios y al dinero; Dios es el único Señor.
Preces Dios nos ama y sabe lo que nos hace falta; invoquémosle, pues, diciendo: Te bendecimos y en ti confiamos, Señor. Te alabamos, Dios todopoderoso, Rey del universo, porque a nosotros, injustos y pecadores, nos has llamado
al conocimiento de la verdad; * haz que te sirvamos con santidad y justicia. Vuélvete hacia nosotros, Señor, tú que has querido abrirnos la puerta de tu misericordia, * y haz que nunca nos apartemos del camino que lleva a la vida. Ya que hoy celebramos la resurrección del Hijo de tu amor, * haz que este día transcurra lleno de gozo espiritual. Da, Señor, a tus fieles el espíritu de oración de alabanza, * para que en toda ocasión te demos gracias. (Se pueden añadir algunas intenciones libres)
Movidos ahora todos por el mismo Espíritu que nos da Cristo resucitado acudamos a Dios, de quien somos verdaderos hijos, diciendo: Padre nuestro.
Oración Dirige, Señor, la marcha del mundo, según tu voluntad, por los caminos de la paz, y que tu Iglesia se regocije con la alegría de tu servicio. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.
Conclusión
V El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna. R Amén.
Oración de la Tarde - II Vísperas
Invitación: La noticia de la resurrección sorprendió a los discípulos “llorando y haciendo duelo”. “No lo creyeron”. Somos muchos los discípulos de hoy a quienes cuesta creer a los testigos de la resurrección. Necesitamos releer la gran Noticia; contemplarla, orarla, encontrarnos personalmente con Jesús resucitado en los lugares donde él se manifiesta. Este tiempo de oración es uno de ellos.
Invocación inicial
V Dios mío, ven en mi auxilio. R Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. Aleluya.
Himno, II Vísperas, pág. 5
Antífona 1 - Yo mismo te engendré, entre esplendores sagrados, antes de la aurora. Aleluya.
Salmo 109, 1-5.-7 Oráculo del Señor a mi Señor:/ «Siéntate a mi derecha,/ y haré de tus enemigos/ estrado de tus pies». Desde Sión extenderá el Señor/ el
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poder de tu cetro:/ somete en la batalla a tus enemigos. «Eres príncipe desde el día de tu nacimiento,/ entre esplendores sagrados;/ yo mismo te engendré, como rocío,/ antes de la aurora». El Señor lo ha jurado y no se arrepiente:/ «Tú eres sacerdote eterno/ según el rito de Melquisedec». El Señor a tu derecha, el día de su ira,/ quebrantará a los reyes. En su camino beberá del torrente,/ por eso levantará la cabeza. Gloria y antífona 1 Antífona 2 - Dichosos los que tienen hambre y sed de ser justos, porque ellos serán saciados.
Salmo 111 Dichoso quien teme al Señor/ y ama de corazón sus mandatos./ Su linaje será poderoso en la tierra,/ la descendencia del justo será bendita. En su casa habrá riquezas y abundancia,/ su caridad es constante, sin falta./ En las tinieblas brilla como una luz/ el que es justo, clemente y compasivo. Dichoso el que se apiada y presta,/ y administra rectamente sus asuntos./ El justo jamás vacilará,/ su recuerdo será perpetuo. No temerá las malas noticias,/ su corazón está firme en el Señor./ Su corazón está seguro, sin temor,/ hasta que vea derrotados a sus enemigos. Reparte limosna a los pobres;/ su caridad es constante, sin falta,/ y alzará la frente con dignidad. El malvado, al verlo, se irritará,/ rechinará los dientes hasta consumirse./ La ambición del malvado fracasará. Gloria y antífona 2 Antífona 3 - Alabad al Señor sus siervos todos, pequeños y grandes. Aleluya.
Cántico
31 Ap 19, 1-2. 5-7
Aleluya La Salvación y la gloria y el poder son de nuestro Dios./ (R Aleluya). Porque sus juicios son verdaderos y justos. R Aleluya, (aleluya). Aleluya Alabad al Señor, sus siervos todos./ (R Aleluya). Los que le teméis, pequeños y grandes. R Aleluya, (aleluya). Aleluya Porque reina el Señor, nuestro Dios, dueño de todo./ (R Aleluya). Alegrémonos y gocemos y démosle gracias. R Aleluya, (aleluya). Aleluya Llegó la boda del Cordero./ (R Aleluya). Su esposa se ha embellecido. R Aleluya, (aleluya). Gloria y antífona 3
Lectura breve
Heb 12, 22‑24
Vosotros os habéis acercado al monte de Sión, ciudad del Dios vivo, Jerusalén del cielo, a la asamblea de los innumerables ángeles, a la congregación de los primogénitos inscritos en el cielo, a Dios, juez de todos, a las almas de los justos que han llegado a su destino, al Mediador de la nueva alianza, Jesús, y a la aspersión purificadora de una sangre que habla mejor que la de Abel.
Responsorio breve
V Nuestro Señor es grande y poderoso. R Nuestro Señor es grande y poderoso. V Su sabiduría no tiene medida. R Nuestro Señor es grande y poderoso. V Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. R Nuestro Señor es grande y poderoso.
Cántico de la Sma. Vg. Mª, pág. 4 Antífona: Dios Padre que alimenta a las aves del cielo y hace crecer los lirios del campo, ¿no hará mucho más por vosotros?
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2 de Marzo - Domingo - Oración de la Noche - Completas / La Palabra se hace oración
Preces Alegrándonos en el Señor, de quien vienen todos los dones, digámosle: Escucha, Señor, nuestra oración. Padre y Señor de todos, que enviaste a tu Hijo al mundo para que tu nombre fuese glorificado desde donde sale el sol hasta el ocaso, * fortalece el testimonio de tu Iglesia entre los pueblos. Haz que seamos dóciles a la predicación de los apóstoles, * y sumisos a la fe verdadera. Tú que amas la justicia, * haz justicia a los oprimidos. Libera a los cautivos, abre los ojos al ciego, * endereza a los que ya se doblan, guarda a los peregrinos.
Haz que nuestros hermanos que duermen ya el sueño de la paz, * lleguen, por tu Hijo, a la santa resurrección. Unidos entre nosotros y con Jesucristo, y dispuestos a perdonarnos siempre unos a otros, dirijamos al Padre nuestra súplica confiada: Padre nuestro.
Oración Dirige, Señor, la marcha del mundo, según tu voluntad, por los caminos de la paz, y que tu Iglesia se regocije con la alegría de tu servicio. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.
Conclusión
V El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna. R Amén.
(Se pueden añadir algunas intenciones libres)
Oración de la Noche - Completas
Invitación: “Ahora sé que Dios da la victoria a su Ungido, que le responde desde su santo cielo” (Sal 20,7). Parecía que Dios se había ocultado y había dejado a Jesús a merced de los enemigos. Llegaron a cantar victoria al verlo expirar en lo alto del madero. Pero a las tinieblas siguió la luz, a la muerte violenta siguió el gozo de la vida recuperada, transformada, glorificada. (Completas: Textos comunes, ver pág. 8 y propios del Domingo, II Vísperas, pág. 13)
LA PALABRA SE HACE ORACIÓN
Lectura: Mt 6,24-34 ¡Cómo nos cuesta creer, Señor, en tu palabra: “No pueden servir a Dios y al dinero”!, un Dios que tiene muchos adoradores. Creador y Señor del universo, sabemos que cuidas con amor de los pájaros, para que no les falte el alimento cotidiano, y vistes de belleza a los lirios de los campos. Sabes que necesitamos alimento para subsistir, casas paras habitar, templos para orar, praderas para disfrutar de todo lo creado. Padre lleno de bondad, haz que por encima de todas las cosas, busquemos tu reino y su justicia. P. Antonio Danoz, redentorista
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3 de Marzo - Lunes, Feria, VIII Sem. del Tpo. Ord. Oración de la Mañana - Laudes
Invitación: La oración forma parte de los ejercicios básicos de los discípulos de Jesús. Es una forma viva de mantener la comunión con Dios. Oramos como discípulos, y oramos como familia de Dios en comunidad. Todo el pueblo de Dios ora, cuando un discípulo ora. Y toda la humanidad ha de estar presente, cuando la comunidad se pone en diálogo con el Padre del cielo.
Invocación inicial
V Señor, abre mis labios. R Y mi boca proclamará tu alabanza. En forma opcional se dice luego el salmo 94, ver pág. 3, con la antífona siguiente:
Antífona (para el salmo invitatorio): Demos vítores al Señor, aclamándolo con cantos.
Himno, Feria, Tpo. Ord., pág. 6 Antífona 1 - Por la mañana sácianos de tu misericordia, Señor.
Salmo 89
Señor, tú has sido nuestro refugio/ de generación en generación. Antes que naciesen los montes/ o fuera engendrado el orbe de la tierra,/ desde siempre y por siempre tú eres Dios. Tú reduces el hombre a polvo, diciendo:/ «Retornad, hijos de Adán»./ Mil años en tu presencia/ son un ayer, que pasó;/ una vigilia nocturna. Los siembras año por año,/ como hierba que se renueva:/ que florece y se renueva por la mañana,/ y por la tarde la siegan y se seca. ¡Cómo nos ha consumido tu cólera/ y nos ha trastornado tu indignación!/ Pusiste nuestras culpas ante ti,/ nuestros secretos ante la luz de tu mirada:/ y todos nuestros días pasaron bajo tu cólera,/ y nuestros años se acabaron como un suspiro. Aunque uno viva setenta años,/ y el más robusto hasta ochenta,/ la mayor
parte son fatiga inútil,/ porque pasan aprisa y vuelan. ¿Quién conoce la vehemencia de tu ira,/ quién ha sentido el peso de tu cólera?/ Enséñanos a calcular nuestros años,/ para que adquiramos un corazón sensato. Vuélvete, Señor, ¿hasta cuándo?/ Ten compasión de tus siervos;/ por la mañana sácianos de tu misericordia,/ y toda nuestra vida será alegría y júbilo. Danos alegría, por los días en que nos afligiste,/ por los años en que sufrimos desdichas./ Que tus siervos vean tu acción,/ y sus hijos tu gloria. Baje a nosotros la bondad del Señor/ y haga prósperas las obras de nuestras manos. Gloria y antífona 1 Antífona 2 - Llegue la alabanza del Señor hasta el confín de la tierra.
Cántico
Is 42, 10-16
Cantad al Señor un cántico nuevo,/ llegue su alabanza hasta el confín de la tierra;/ muja el mar y lo que contiene,/ las islas y sus habitantes; alégrese el desierto con sus tiendas,/ los cercados que habita Cadar;/ exulten los habitantes de Petra,/ clamen desde la cumbre de las montañas;/ den gloria al Señor,/ anuncien su alabanza en las islas. El Señor sale como un héroe,/ excita su ardor como un guerrero,/ lanza el alarido,/ mostrándose valiente frente al enemigo.
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3 de Marzo - Lunes, Feria, VIII Sem. del Tpo. Ord.
“Desde antiguo guardé silencio,/ me callaba y aguantaba;/ mas ahora grito como la mujer cuando da a luz,/ jadeo y resuello. Agostaré montes y collados,/ secaré toda su hierba,/ convertiré los ríos en yermo,/ desecaré los estanques;/ conduciré a los ciegos/ por el camino que no conocen,/ los guiaré por senderos que ignoran./ Ante ellos convertiré la tiniebla en luz,/ lo escabroso en llano». Gloria y antífona 2 Antífona 3 - Alabad el nombre del Señor, los que estáis en la casa del Señor.
Salmo 134, 1-12 Alabad el nombre del Señor,/ alabadlo, siervos del Señor,/ que estáis en la casa del Señor,/ en los atrios de la casa de nuestro Dios. Alabad al Señor porque es bueno,/ tañed para su nombre, que es amable./ Porque él se escogió a Jacob,/ a Israel en posesión suya. Yo sé que el Señor es grande,/ nuestro dueño más que todos los dioses./ El Señor todo lo que quiere lo hace:/ en el cielo y en la tierra,/ en los mares y en los océanos. Hace subir las nubes desde el horizonte,/ con los relámpagos desata la lluvia,/ suelta a los vientos de sus silos.
Recordad lo que hizo con Abraham, las pruebas porque hizo pasar a Isaac, lo que aconteció a Jacob. Como les puso a ellos en el crisol para sondear sus corazones, así el Señor nos hiere a nosotros, los que nos acercamos a él, no para castigarnos, sino para amonestarnos.
Responsorio breve
V Aclamad, justos al Señor, que merece la alabanza de los buenos. R Aclamad, justos al Señor, que merece la alabanza de los buenos. V Cantadle un cántico nuevo. R Que merece la alabanza de los buenos. V Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. R Aclamad, justos al Señor, que merece la alabanza de los buenos.
Cántico de Zacarías, pág. 4
Antífona: Bendito sea el Señor, Dios de Israel, porque ha visitado y redimido a su pueblo.
Preces Ya que Cristo escucha y salva a cuantos en él se refugian, acudamos a él diciendo: Escúchanos, Señor.
Él hirió a los primogénitos de Egipto,/ desde los hombres hasta los animales./ Envió signos y prodigios/ —en medio de ti, Egipto—/ contra el Faraón y sus ministros.
Te damos gracias, Señor, por el gran amor con que nos amaste; * continúa mostrándote con nosotros rico en misericordia. Tú que con el Padre sigues actuando siempre en el mundo, * renueva todas las cosas con la fuerza de tu Espíritu.
Hirió de muerte a pueblos numerosos,/ mató a reyes poderosos:/ a Sijón, rey de los amorreos;/ a Hog, rey de Basán,/ y a todos los reyes de Canaán./ Y dio su tierra en heredad,/ en heredad a Israel, su pueblo. Gloria y antífona 3
Ya que nos llamas hoy a tu servicio, * haz que seamos buenos administradores de tu multiforme gracia en favor de nuestros hermanos.
Lectura breve
Jdt 8, 25-27
Recordad que Dios ha querido probarnos como a nuestros padres.
Abre nuestros ojos y los de nuestros hermanos * para que podamos contemplar hoy tus maravillas.
(Se pueden añadir algunas intenciones libres)
Acudamos a Dios Padre, tal como nos enseñó Jesucristo: Padre nuestro.
3 de Marzo - Lunes, Feria, VIII Sem. del Tpo. Ord.
Oración Señor Dios, que encomendaste al hombre la guarda y el cultivo de la tierra, y creaste la luz del sol en su servicio, concédenos hoy que, con tu ayuda, trabajemos sin desfallecer para tu gloria
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y para el bien de nuestro prójimo. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.
Conclusión
V El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna. R Amén.
Oración de la Tarde - Vísperas
Invitación: Muchos son los motivos para dar gracias a Dios al terminar una jornada. El don de la vida que hemos podido disfrutar; la energía para poder realizar nuestros proyectos; los gestos de amistad y benevolencia, que hemos recibido de muchas personas; el bien que hemos podido hacer a los demás. Sobre todo, el amor con que Dios nos ha manifestado en todo momento. ¡Gracias, Padre, porque así te ha parecido bien!
Invocación inicial
V Dios mío, ven en mi auxilio. R Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. Aleluya.
Himno, Feria, Tpo. Ord., pág. 6 Antífona 1 - Dad gracias al Señor, porque es eterna su misericordia.
Salmo 135 I Dad gracias al Señor porque es bueno:/ porque es eterna su misericordia. Dad gracias al Dios de los dioses:/ porque es eterna su misericordia. Dad gracias al Señor de los señores:/ porque es eterna su misericordia. Sólo él hizo grandes maravillas:/ porque es eterna su misericordia.
El sol que gobierna el día:/ porque es eterna su misericordia. La luna que gobierna la noche:/ porque es eterna su misericordia. Gloria y antífona 1 Antífona 1 - Grandes y maravillosas son tus obras, Señor, Dios omnipotente. II Él hirió a Egipto en sus primogénitos:/ porque es eterna su misericordia. Y sacó a Israel de aquel país:/ porque es eterna su misericordia. Con mano poderosa, con brazo extendido:/ porque es eterna su misericordia. Él dividió en dos partes el mar Rojo:/ porque es eterna su misericordia. Y condujo por en medio a Israel:/ porque es eterna su misericordia. Arrojó en el mar Rojo al Faraón:/ porque es eterna su misericordia.
Él hizo sabiamente los cielos:/ porque es eterna su misericordia.
Guió por el desierto a su pueblo:/ porque es eterna su misericordia.
Él afianzó sobre las aguas la tierra:/ porque es eterna su misericordia.
Él hirió a reyes famosos:/ porque es eterna su misericordia.
Él hizo lumbreras gigantes:/ porque es eterna su misericordia.
Dio muerte a reyes poderosos:/ porque es eterna su misericordia.
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3 de Marzo - Lunes, Feria, VIII Sem. del Tpo. Ord.
A Sijón, rey de los amorreos:/ porque es eterna su misericordia. Y a Hog, rey de Basán:/ porque es eterna su misericordia. Les dio su tierra en heredad:/ porque es eterna su misericordia. En heredad a Israel su siervo:/ porque es eterna su misericordia. En nuestra humillación se acordó de nosotros:/ porque es eterna su misericordia. Y nos libró de nuestros opresores:/ porque es eterna su misericordia. Él da alimento a todo viviente:/ porque es eterna su misericordia. Dad gracias al Dios del cielo:/ porque es eterna su misericordia. Gloria y antífona 2 Antífona 3 - Dios proyectó hacer que todas las cosas tuviesen a Cristo por cabeza, cuando llegase el momento culminante.
Cántico
Ef 1, 3-10
Bendito sea Dios,/ Padre de nuestro Señor Jesucristo,/ que nos ha bendecido en la persona de Cristo/ con toda clase de bienes espirituales y celestiales. Él nos eligió en la persona de Cristo,/ antes de crear el mundo,/ para que fuésemos consagrados/ e irreprochables ante él por el amor. Él nos ha destinado en la persona de Cristo,/ por pura iniciativa suya,/ a ser sus hijos,/ para que la gloria de su gracia,/ que tan generosamente nos ha concedido/ en su querido Hijo,/ redunde en alabanza suya. Por este Hijo, por su sangre,/ hemos recibido la redención,/ el perdón de los pecados./ El tesoro de su gracia, sabiduría y prudencia/ ha sido un derroche para con nosotros,/ dándonos a conocer el misterio de su voluntad. Este es el plan/ que había proyectado
realizar por Cristo/ cuando llegase el momento culminante:/ hacer que todas las cosas/ tuviesen a Cristo por cabeza,/ las del cielo y las de la tierra. Gloria y antífona 3
Lectura breve
1Tes 3, 12-13
Que el Señor os haga aumentar y rebosar en amor de unos con otros y con todos, así como os amamos nosotros, para que conservéis vuestros corazones intachables en santidad ante Dios, Padre nuestro, cuando venga nuestro Señor Jesucristo con todos sus santos.
Responsorio breve
V Suba, Señor, a ti mi oración. R Suba, Señor, a ti mi oración. V Como incienso en tu presencia. R A ti mi oración. V Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. R Suba, Señor, a ti mi oración.
Cántico de la Sma. Vg. Mª, pág. 4
Antífona: Proclame grandeza, Dios mío.
mi
alma
tu
Preces Llenos de confianza en el Señor Jesús que no abandona nunca a los que se acogen a él, invoquémosle diciendo: Escúchanos, Señor, Dios nuestro. Señor Jesucristo, tú eres nuestra luz; ilumina a tu Iglesia * para que proclame a todas las naciones el gran misterio de piedad manifestado en tu encarnación. Guarda a los sacerdotes y ministros de la Iglesia, * y haz que con su palabra y su ejemplo edifiquen tu pueblo santo. Tú que, por tu sangre, pacificaste el mundo, * aparta de nosotros el pecado de discordia y el azote de la guerra. Ayuda, Señor, a los que uniste con la gracia del matrimonio * para que su unión sea efectivamente signo del misterio de la Iglesia. (Se pueden añadir algunas intenciones libres)
4 de Marzo - Martes, Feria o Memoria de San Casimiro
Concede, por tu misericordia, a todos los difuntos el perdón de sus faltas, * para que sean contados entre tus elegidos. Unidos a Jesucristo, supliquemos ahora al Padre con la oración de los hijos de Dios: Padre nuestro.
Oración Quédate con nosotros, Señor Jesús, porque el día ya se acaba; sé nuestro
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compañero de camino, levanta nuestros corazones, reanima nuestra esperanza; así, nosotros, junto con nuestros hermanos, podremos reconocerte en las Escrituras y en la fracción del pan. Tú que vives y reinas.
Conclusión
V El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna. R Amén.
Oración de la Noche - Completas
Invitación: “Los ojos del Señor se fijan en los justos, sus oídos escuchan sus clamores” (Sal 34,16). Son muchas las personas que necesitan cariño, y no encuentran unos ojos que las miren con amor. Otras, elevan su grito desde la soledad, desde la indigencia, desde la marginación, y nadie los escucha. En nuestra oración pedimos ojos para mirarlos con cariño; oídos para escuchar su clamor y socorrerlos. (Completas: Textos comunes, ver pág. 8 y propios del Lunes, pág. 15)
LA PALABRA SE HACE ORACIÓN
Lectura: Mc 10,17-27 Lleno de entusiasmo me llego, Señor, a tu presencia. He escuchado tu Palabra de vida, he contemplado tus sanaciones maravillosas. Yo quiero ser tu seguidor y tu discípulo. Los que se apegan a los bienes terrenales, es difícil que puedan seguirte a ti, que no tenías donde reclinar la cabeza. Padre del cielo, tú puedes conceder lo que a los hombres es imposible: Líbrame de esta avaricia posesiva. Yo quiero ser discípulo y seguidor de tu Hijo. P. Antonio Danoz, redentorista
4 de Marzo - Martes, Feria o Memoria de San Casimiro El santo de hoy: San Casimiro(1458-1484) Hijo del rey de Polonia, gobernó durante algún tiempo su país. Renunció al trono de Hungría que se le ofreció. Rechazó el matrimonio con la hija del rey de Alemania, permaneciendo célibe. Se distinguió por su devoción a la eucaristía y a la Virgen María. Murió de tuberculosis cuando contaba veinticinco años.
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4 de Marzo - Martes, Feria o Memoria de San Casimiro
Oración de la Mañana - Laudes
Invitación: Al empezar el día tenemos ante nosotros los dos caminos o las dos puertas. Uno conduce a la vida y a la salvación. Es el camino que hizo Jesús. Poco importa si es ancho o estrecho. Es el que él hizo y no hay otro. No queda otra alternativa válida para un discípulo, que no sea entrar por esa puerta y hacer ese camino.
Invocación inicial
V Señor, abre mis labios. R Y mi boca proclamará tu alabanza. En forma opcional se dice luego el salmo 94, ver pág. 3, con la antífona siguiente:
Antífona (para el salmo invitatorio): Al Señor, al Dios grande, venid, adorémosle.
Himno, Feria, Tpo. Ord., pág. 6 Antífona 1 - Para ti es mi música, Señor; voy a explicar el camino perfecto.
Salmo 100 Voy a cantar la bondad y la justicia,/ para ti es mi música, Señor;/ voy a explicar el camino perfecto:/ ¿Cuándo vendrás a mí? Andaré con rectitud de corazón/ dentro de mi casa;/ no pondré mis ojos/ en intenciones viles. Aborrezco al que obra mal,/ no se juntará conmigo;/ lejos de mí el corazón torcido,/ no aprobaré al malvado. Al que en secreto difama a su prójimo/ lo haré callar;/ ojos engreídos, corazones arrogantes/ no los soportaré. Pongo mis ojos en los que son leales,/ ellos vivirán conmigo;/ el que sigue un camino perfecto,/ ése me servirá. No habitará en mi casa/ quien comete fraudes;/ el que dice mentiras/ no durará en mi presencia. Cada mañana haré callar/ a los hombres malvados,/ para excluir de la ciudad del Señor/ a todos los malhechores. Gloria y antífona 1
Antífona 2 - No nos desampares, Señor, para siempre.
Cántico
Dan 3, 26-27. 29. 34-41
Bendito seas, Señor, Dios de nuestros padres,/ digno de alabanza y glorioso es tu nombre. Porque eres justo en cuanto has hecho con nosotros/ y todas tus obras son verdad,/ y rectos tus caminos,/ y justos todos tus juicios. Hemos pecado y cometido iniquidad/ apartándonos de ti, y en todo hemos delinquido./ Por el honor de tu nombre,/ no nos desampares para siempre,/ no rompas tu alianza,/ no apartes de nosotros tu misericordia. Por Abraham, tu amigo,/ por Isaac, tu siervo,/ por Israel, tu consagrado,/ a quienes prometiste/ multiplicar su descendencia/ como las estrellas del cielo,/ como la arena de las playas marinas. Pero ahora, Señor, somos el más pequeño/ de todos los pueblos;/ hoy estamos humillados por toda la tierra/ a causa de nuestros pecados. En este momento no tenemos príncipes,/ ni profetas, ni jefes;/ ni holocausto, ni sacrificios,/ ni ofrendas, ni incienso;/ ni un sitio donde ofrecerte primicias,/ para alcanzar misericordia. Por eso, acepta nuestro corazón contrito,/ y nuestro espíritu humilde,/ como un holocausto de carneros y toros/ o una multitud de corderos cebados;/ que éste sea hoy nuestro sacrificio,/ y que sea agradable en tu presencia:/ porque los que en ti confían/ no quedan defraudados.
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4 de Marzo - Martes, Feria o Memoria de San Casimiro
Ahora te seguimos de todo corazón,/ te respetamos y buscamos tu rostro. Gloria y antífona 2 Antífona 3 - Te cantaré, Dios mío, un cántico nuevo.
Salmo 143, 1-10 Bendito el Señor, mi Roca,/ que adiestra mis manos para el combate,/ mis dedos para la pelea; mi bienhechor, mi alcázar,/ baluarte donde me pongo a salvo,/ mi escudo y mi refugio,/ que me somete los pueblos. Señor, ¿qué es el hombre para que te fijes en él?/ ¿Qué los hijos de Adán para que pienses en ellos?/ El hombre es igual que un soplo;/ sus días, una sombra que pasa.
V Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. R Escucha mi voz, Señor; espero en tu palabra.
Cántico de Zacarías, pág. 4
Antífona: De la mano de nuestros enemigos, líbranos, Señor.
Preces
Dios nos otorga el gozo de poder alabarlo en este comienzo del día, reavivando con ello nuestra esperanza. Invoquémosle, pues, diciendo: Por el honor de tu nombre, escúchanos, Señor. Dios y Padre de nuestro Salvador Jesucristo, * te damos gracias porque, por mediación de tu Hijo, nos has dado el conocimiento y la inmortalidad.
Señor, inclina tu cielo y desciende,/ toca los montes, y echarán humo,/ fulmina el rayo y dispérsalos,/ dispara tus saetas y desbarátalos.
Danos, Señor, un corazón humilde, * para que vivamos sujetos unos a otros en el temor de Cristo. Infunde tu Espíritu en nosotros, tus siervos, * para que nuestro amor fraterno sea sin fingimiento.
Extiende la mano desde arriba:/ defiéndeme, líbrame de las aguas caudalosas,/ de la mano de los extranjeros,/ cuya boca dice falsedades,/ cuya diestra jura en falso.
Tú que has dispuesto que el hombre dominara el mundo con su esfuerzo, * haz que nuestro trabajo te glorifique y santifique a nuestros hermanos.
Dios mío, te cantaré un cántico nuevo,/ tocaré para ti el arpa de diez cuerdas:/ para ti que das la victoria a los reyes,/ y salvas a David tu siervo. Gloria y antífona 3
Ya que Dios nos muestra siempre su amor de Padre, velando amorosamente por nosotros, nos atrevemos a decir: Padre nuestro.
Lectura bíblica
Aumenta, Señor, nuestra fe, para que esta alabanza que brota de nuestro corazón vaya siempre acompañada de frutos de vida eterna. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.
Is 55, 1
Oíd, sedientos todos, acudid por agua, también los que no tenéis dinero: venid, comprad trigo, comed sin pagar: vino y leche de balde.
Responsorio breve
V Escucha mi voz, Señor; espero en tu palabra. R Escucha mi voz, Señor; espero en tu palabra. V Me adelanto a la aurora pidiendo auxilio. R Espero en tu palabra.
(Se pueden añadir algunas intenciones libres)
Oración
Conclusión
V El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna. R Amén. San Casimiro
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4 de Marzo - Martes, Feria o Memoria de San Casimiro
Oración de la Tarde - Vísperas
Invitación: Sería una actitud equivocada, que la oración cristiana consiste sólo en clamar: “¡Señor, Señor!”. La invocación del Señor forma parte de toda oración. Pero hay que unirla con la voluntad del Padre, que ha de ser la tarea que debemos realizar durante toda la jornada. A la tarde, invocamos al Padre del cielo para darle gracias. Su voluntad se hizo también en la tierra.
Invocación inicial
V Dios mío, ven en mi auxilio. R Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. Aleluya.
Himno, Feria, Tpo. Ord., pág. 6 Antífona 1 - Si me olvido de ti, Jerusalén, que se me paralice la mano derecha.
Salmo 136, 1-6 Junto a los canales de Babilonia/ nos sentamos a llorar con nostalgia de Sión;/ en los sauces de sus orillas/ colgábamos nuestras cítaras. Allí los que nos deportaron/ nos invitaban a cantar;/ nuestros opresores, a divertirlos:/ «Cantadnos un cantar de Sión». ¡Cómo cantar un cántico del Señor/ en tierra extranjera!/ Si me olvido de ti, Jerusalén,/ que se me paralice la mano derecha; que se me pegue la lengua al paladar/ si no me acuerdo de ti,/ si no pongo a Jerusalén/ en la cumbre de mis alegrías. Gloria y antífona 1 Antífona 2 - Te doy gracias, Señor, delante de los ángeles.
Salmo 137 Te doy gracias, Señor, de todo corazón;/ delante de los ángeles tañeré para ti,/ me postraré hacia tu santuario,/ daré gracias a tu nombre; por tu misericordia y tu lealtad,/ porque tu promesa supera a tu fama;/ cuando te
invoqué, me escuchaste,/ acreciste el valor en mi alma. Que te den gracias, Señor, los reyes de la tierra/ al escuchar el oráculo de tu boca;/ canten los caminos del Señor,/ porque la gloria del Señor es grande. El Señor es sublime, se fija en el humilde,/ y de lejos conoce al soberbio. Cuando camino entre peligros,/ me conservas la vida;/ extiendes tu izquierda contra la ira de mi enemigo,/ y tu derecha me salva. El Señor completará sus favores conmigo:/ Señor, tu misericordia es eterna,/ no abandones la obra de tus manos. Gloria y antífona 2 Antífona 3 - Digno es el Cordero degollado de recibir el honor y la gloria.
Cántico
Ap 4, 11; 5, 9-10. 12
Eres digno, Señor Dios nuestro, de recibir la gloria,/ el honor y el poder,/ porque tú has creado el universo;/ porque por tu voluntad lo que no existía fue creado. Eres digno de tomar el libro y abrir sus sellos,/ porque fuiste degollado/ y por tu sangre compraste para Dios/ hombres de toda raza, lengua, pueblo y nación;/ y has hecho de ellos para nuestro Dios/ un reino de sacerdotes/ y reinan sobre la tierra. Digno es el Cordero degollado/ de recibir el poder, la riqueza y la sabiduría,/ la fuerza y el honor, la gloria y la alabanza. Gloria y antífona 3
4 de Marzo - Martes - Oración de la Noche - Completas
Lectura bíblica
Col 3, 16
Que la palabra de Cristo habite entre vosotros en toda su riqueza; enseñaos unos a otros con toda sabiduría; exhortaos mutuamente. Cantad a Dios, dadle gracias de todo corazón, con salmos, himnos y cánticos inspirados.
Responsorio breve
V Me saciarás de gozo en tu presencia, Señor. R Me saciarás de gozo en tu presencia, Señor. V De alegría perpetua a tu derecha. R En tu presencia, Señor. V Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. R Me saciarás de gozo en tu presencia, Señor.
Cántico de la Sma. Vg. Mª, pág. 4 Antífona: Haz, Señor, obras grandes por nosotros, porque tú eres poderoso y tu nombre es santo. Preces Invoquemos a Cristo, que da fuerza y poder a su pueblo, diciendo: Señor, escúchanos. Cristo, fortaleza nuestra, concede a todos tus fieles, a quienes has llamado a la luz de tu verdad, * que tengan siempre fidelidad y constancia.
Oración de la Noche Completas
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Haz, Señor, que los que gobiernan el mundo lo hagan conforme a tu querer, * que sus decisiones vayan encaminadas a la consecución de la paz. Tú que con cinco panes saciaste a la multitud, * enséñanos a socorrer con nuestros bienes a los hambrientos. Que los que tienen en su mano los destinos de los pueblos no cuiden sólo del bienestar de su nación, * sino que piensen también en los otros pueblos. Se pueden añadir algunas intenciones libres.
Cuando vengas en tu día a ser glorificado en los santos, * a nuestros hermanos difuntos la resurrección y la vida feliz. Todos juntos, en familia, repitamos las palabras que nos enseñó Jesús, y oremos al Padre diciendo: Padre nuestro.
Oración Puestos en oración ante ti, Señor, imploramos tu clemencia y te pedimos que nuestras palabras concuerden siempre con los sentimientos de nuestro corazón. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.
Conclusión
V El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna. R Amén.
Invitación: Descansamos tranquilos, si al revisar nuestro día, hemos producido los frutos que Dios esperaba y debías producir. En esta hora, Dios se acerca a nosotros como Jesús a la higuera. Pedimos perdón, si no encuentra más que hojas de buenas palabras, o si los frutos producidos son escasos o de mala calidad. (Completas: Textos comunes, ver pág. 8 y propios del Martes, pág. 17)
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5 de Marzo - Miércoles de Ceniza
LA PALABRA SE HACE ORACIÓN
Lectura: Mc 10,28-31 Lo que el joven cobarde, no hizo, Pedro y sus compañeros lo hicieron: Dejarlo todo por ser tus discípulos. Danos audacia para seguirte por campos pueblos y ciudades, sanando corazones partidos, personas agobiadas por sus pecados, ciegos, ignorantes y sabios, heridos de muerte por no haberte encontrado. Queremos seguirte a dondequiera que vayas, por encima de lo que más amamos. Hasta la cruz, donde entregaste la vida en medio de dos ajusticiados, hasta la Pascua más hermosa, para bañarnos de gloria contigo resucitado.
P. Antonio Danoz, redentorista
5 de Marzo - Miércoles de Ceniza Oración de la Mañana - Laudes
Invitación: En el día de hoy, con la imposición de la ceniza empezamos un camino de conversión y renovación espiritual. El primer modelo de referencia es el gran retiro de cuarenta días que realizó Jesús antes de empezar a anunciar la Buena Noticia. El segundo modelo de referencia es el proceso de conversión que nos dispone a celebrar la muerte y resurrección de Jesús. Esto hace que la Cuaresma sea un itinerario pascual.
Invocación inicial
para ti cantaré y tocaré, gloria mía./ Despertad, cítara y arpa,/ despertaré a la aurora.
En forma opcional se dice luego el salmo 94, ver pág. 3, con la antífona siguiente:
Te daré gracias ante los pueblos, Señor,/ tocaré para ti ante las naciones:/ por tu bondad, que es más grande que los cielos;/ por tu fidelidad, que alcanza a las nubes.
V Señor, abre mis labios. R Y mi boca proclamará tu alabanza.
Antífona (para el salmo invitatorio): A Cristo, el Señor, que por nosotros fue tentado y por nosotros murió, venid, adorémosle.
Himno, Feria de Cuaresma, pág. 7 Antífona 1 - Mi corazón está firme, Dios mío, mi corazón está firme. +
Salmo 107 Dios mío, mi corazón está firme,/ +
Elévate sobre el cielo, Dios mío,/ y llene la tierra tu gloria;/ para que se salven tus predilectos,/ que tu mano salvadora nos responda. Dios habló en su santuario:/ «Triunfante ocuparé Siquén,/ parcelaré el valle de Sucot;
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5 de Marzo - Miércoles de Ceniza
mío es Galaad, mío Manasés,/ Efraím es yelmo de mi cabeza,/ Judá es mi cetro;
alegría que encuentra el marido con su esposa, /la encontrará tu Dios contigo. Gloria y antífona 2
Moab, una jofaina para lavarme,/ sobre Edom echo mi sandalia,/ sobre Filistea canto victoria».
Antífona 3 - Alabaré al Señor mientras viva.
Pero ¿quién me guiará a la plaza fuerte,/ quien me conducirá a Edom,/ si tú, ¡oh Dios!, nos has rechazado/ y no sales ya con nuestras tropas? Auxílianos contra el enemigo,/ que la ayuda del hombre es inútil;/ con Dios haremos proezas,/ Él pisoteará a nuestros enemigos. Gloria y antífona 1 Antífona 2 - El Señor me ha revestido de justicia y santidad.
Cántico
Is 61, 10—62, 5
Desbordo de gozo en el Señor,/ y me alegro con mi Dios:/ porque me ha vestido un traje de gala/ y me ha envuelto en un manto de triunfo,/ como a un novio que se pone la corona,/ o a una novia que se adorna con sus joyas. Como el suelo echa sus brotes,/ como un jardín hace brotar sus semillas,/ así el Señor hará brotar la justicia/ y los himnos, ante todos los pueblos. Por amor de Sión no callaré,/ por amor de Jerusalén no descansaré,/ hasta que despunte la aurora de su justicia/ y su salvación llamee como antorcha. Los pueblos verán tu justicia,/ y los reyes, tu gloria;/ te pondrán un nombre nuevo/ pronunciado por la boca del Señor. Serás corona fúlgida en la mano del Señor/ y diadema real en la palma de tu Dios. Ya no te llamarán «Abandonada»;/ ni a tu tierra, «Devastada»;/ a ti te llamarán «Mi favorita»,/ y a tu tierra, «Desposada»,/ porque el Señor te prefiere a ti,/ y tu tierra tendrá marido. Como un joven se casa con su novia, /así te desposa el que te construyó;/ la
Salmo 145 Alaba, alma mía, al Señor:/ alabaré al Señor mientras viva,/ tañeré para mi Dios mientras exista. No confiéis en los príncipes,/ seres de polvo que no pueden salvar; /exhalan el espíritu y vuelven al polvo,/ ese día perecen sus planes. Dichoso a quien auxilia el Dios de Jacob,/ el que espera en el Señor, su Dios,/ que hizo el cielo y la tierra, el mar y cuanto hay en él; que mantiene su fidelidad perpetuamente,/ que hace justicia a los oprimidos,/ que da pan a los hambrientos. El Señor liberta a los cautivos,/ el Señor abre los ojos al ciego,/ el Señor endereza a los que ya se doblan,/ el Señor ama a los justos, el Señor guarda a los peregrinos;/ sustenta al huérfano y a la viuda/ y trastorna el camino de los malvados. El Señor reina eternamente,/ tu Dios, Sión, de edad en edad. Gloria y antífona 3
Lectura breve
Dt 7, 6. 8-9
El Señor, tu Dios, te eligió para que fueras, entre todos los pueblos de la tierra, el pueblo de su propiedad. Por el amor que os tienen y por mantener el juramento que había hecho a vuestros padres, os sacó de Egipto con mano fuerte y os rescató de la esclavitud, del dominio del Faraón, rey de Egipto. Así conocerás que el Señor, tu Dios, es el Dios verdadero, el Dios fiel que mantiene su alianza y su favor, por mil generaciones, con los que lo aman y guardan sus preceptos.
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5 de Marzo - Miércoles de Ceniza
Responsorio breve
V Él me librará de la red del cazador. R Él me librará de la red del cazador. V Me cubrirá con su plumaje. R Él me librará de la red del cazador. V Gloria al Padre, y al Hijo y al Espíritu Santo. R Él me librará de la red del cazador.
importantes, * sino también en lo pequeño de nuestra vida de cada día. Ayúdanos a privarnos de lo superfluo, * para compartir lo nuestro con los hermanos necesitados. Concédenos llevar en nuestros cuerpos la pasión de tu Hijo, * tú que nos has vivificado en su cuerpo. (Se pueden añadir algunas intenciones libres)
Cántico de Zacarías, pág. 4
Antífona: Cuando ayunéis, no os hagáis los melancólicos como los hipócritas.
Digamos al Padre, unidos a Jesús la oración que él nos enseñó: Padre nuestro.
Preces
Oración
Demos gracias a Dios Padre, que nos concede el don de iniciar hoy el tiempo cuaresmal; roguémosle que, durante estos días de salvación, la acción de su Espíritu purifique nuestros corazones y los llene de su amor, y digámosle: Danos, Señor, tú Espíritu Santo.
Al empezar esta cuaresma, te pedimos, Señor, que nos des un verdadero Espíritu de conversión: así la austeridad de la penitencia de estos días nos servirá de ayuda en nuestra lucha contra el espíritu del mal. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.
Danos vivir de toda palabra * que sale de tu boca.
Conclusión
Haz que practiquemos la caridad no sólo en los acontecimientos
El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna. Amén.
Oración de la Tarde - Vísperas
Invitación: Todo el pueblo de Dios está convocado a un gran retiro de conversión. Jesús es que llama: “Conviértanse y crean en la Buena Noticia” (Mc 1,15). La conversión es una renovación de los compromisos bautismales. En el bautismo se realizó en cada uno el misterio pascual de morir y resucitar con Jesús. Esta realidad que debería resplandecer en nuestra vida, sigue siendo una asignatura pendiente.
Invocación inicial
V Dios mío, ven en mi auxilio. R Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Himno, Feria de Cuaresma, pág. 7 Antífona 1 - Señor, tu saber me sobrepasa.
Salmo 138, 1-18. 23-24
I Señor, tú me sondeas y me conoces;/ me conoces cuando me siento o me levanto,/ de lejos penetras mis pensamientos;/ distingues mi camino y mi descanso,/ todas mis sendas te son familiares. No ha llegado la palabra a mi lengua,/ y ya, Señor, te la sabes toda./ Me envuelves por doquier,/ me cubres con
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5 de Marzo - Miércoles de Ceniza
tu mano./ Tanto saber me sobrepasa,/ es sublime, y no lo abarco.
nos ha hecho capaces de compartir/ la herencia del pueblo santo en la luz.
¿Adónde iré lejos de tu aliento,/ adónde escaparé de tu mirada?/ Si escalo el cielo, allí estás tú;/ si me acuesto en el abismo, allí te encuentro;
Él nos ha sacado del dominio de las tinieblas,/ y nos ha trasladado al reino de su Hijo querido,/ por cuya sangre hemos recibido la redención,/ el perdón de los pecados.
si vuelo hasta el margen de la aurora,/ si emigro hasta el confín del mar,/ allí me alcanzará tu izquierda,/ tu diestra llegará hasta mí. Si digo: «Que al menos la tiniebla me encubra,/ que la luz se haga noche en torno a mí»,/ ni la tiniebla es oscura para ti,/ la noche es clara como el día. Gloria y antífona 1 Antífona 2 - Yo, el Señor, penetro el corazón, sondeo las entrañas, para dar al hombre según su conducta. II Tú has creado mis entrañas,/ me has tejido en el seno materno./ Te doy gracias,/ porque me has formado portentosamente,/ porque son admirables tus obras;/ conocías hasta el fondo de mi alma,/ no desconocías mis huesos. Cuando, en lo oculto, me iba formando,/ y entretejiendo en lo profundo de la tierra,/ tus ojos veían mis acciones,/ se escribían todas en tu libro,/ calculados estaban mis días /antes que llegase el primero. ¡Qué incomparables encuentro tus designios,/ Dios mío, qué inmenso es su conjunto!/ Si me pongo a contarlos, son más que arena;/ si los doy por terminados, aún me quedas tú. Señor, sondéame y conoce mi corazón/ ponme a prueba y conoce mis sentimientos,/ mira si mi camino se desvía,/ guíame por el camino eterno. Gloria y antífona 2 Antífona 3 - Todo fue creado por él y para él.
Cántico
Col 1, 12-20
Damos gracias a Dios Padre,/ que
Él es imagen de Dios invisible,/ primogénito de toda creatura;/ pues por medio de él fueron creadas todas las cosas:/ celestes y terrestres, visibles e invisibles,/ Tronos, Dominaciones, Principados, Potestades;/ todo fue creado por él y para él. Él es anterior a todo, y todo se mantiene en él./ Él es también la cabeza del cuerpo de la Iglesia./ Él es el principio, el primogénito de entre los muertos, / y así es el primero en todo. Porque en él quiso Dios que residiera toda plenitud./ Y por él quiso reconciliar consigo todas las cosas:/ haciendo la paz por la sangre de su cruz/ con todos los seres, así del cielo como de la tierra. Gloria y antífona 3
Lectura breve
Fil 2, 12b-15a
Trabajad por vuestra salvación con respeto y seriedad. Porque es Dios el que obra en vosotros haciendo que queráis y obréis movidos por lo que a él le agrada. Hacedlo todo sin murmuraciones ni discusiones, a fin de que seáis irreprensibles y sencillos, hijos de Dios sin mancha.
Responsorio breve V Yo dije: «Señor, ten misericordia». R Yo dije: «Señor, ten misericordia». V Sáname, porque he pecado contra ti. R Señor, ten misericordia. V Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. R Yo dije: «Señor, ten misericordia».
Cántico de la Sma. Vg. Mª, pág. 4 Antífona: Cuando des limosna, que no sepa tu mano izquierda lo que hace tu derecha.
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5 de Marzo - Miércoles - Oración de la Noche - Completas / La Palabra se hace oración
Preces
Demos gracias a Dios Padre, que estableció en la sangre de Cristo una alianza nueva y eterna con su pueblo y la renueva en el sacramento del altar, y supliquémosle, diciendo: Bendice, Señor, a tu pueblo. Dirige, Señor, el sentir de los pueblos y la mente de sus gobernantes por los caminos de tu voluntad, * para que procuren con empeño el bien común. Aumenta el fervor de aquellos que, habiéndolo dejado todo, siguieron a Cristo, * para que su vida sea luz para los hombres y claro testimonio de la santidad de tu Iglesia. Tú que creaste a todos los hombres a imagen tuya, * haz que sintamos horror de las injusticias y desigualdades entre los hombres. Llama a tu amistad y a tu verdad a los
que viven alejados de ti, * y a nosotros enséñanos cómo podemos ayudarlos. (Se pueden añadir algunas intenciones libres)
Admite a los difuntos en tu gloria, * para que te alaben eternamente. Ya que por Jesucristo somos hijos de Dios, digamos confiados a nuestro Padre: Padre nuestro.
Oración Al empezar esta cuaresma, te pedimos, Señor, que nos des un verdadero Espíritu de conversión: así la austeridad de la penitencia de estos días nos servirá de ayuda en nuestra lucha contra el espíritu del mal. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.
Conclusión
V El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna. R Amén.
Oración de la Noche - Completas
Invitación: El reposo de la noche es un momento propicio para orar. La oración forma parte de los diversos ejercicios que debemos realizar durante la Cuaresma. Oremos con Jesús en la soledad del desierto; pidamos a Dios la fortaleza para resistir a todo intento de separarnos del camino pascual que recorrió Jesús. El tentador está siempre al acecho. No nos dejemos sorprender. (Completas: Textos comunes, ver pág. 8 y propios del Miércoles, pág. 18)
LA PALABRA SE HACE ORACIÓN
Mt 6,1-6.16-18 La tentación nos ronda, Señor, de exhibirnos, como hipócritas pagados de sí mismos, en las plazas, en los banquetes, en los templos; como los más buenos y más justos, como los mejores orantes del momento. Perdónanos nuestra arrogancia, nuestros escasos frutos de justicia. Señor, tú que estás en lo escondido, que ves y escuchas al que se te acerca en secreto, al que menos grita y menos gesticula, al que más y mejor ora encerrado en su silencio, enséñanos a orar, y a hacer caridad como conviene, de modo que nuestra izquierda ignore lo que hace la derecha. P. Antonio Danoz, redentorista
6 de Marzo - Jueves después de Ceniza
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Oración de la Mañana - Laudes
Invitación: La contemplación, reflexión e interiorización de la Palabra de Dios en este tiempo de oración, nos ayuda a poner fundamentos sólidos al edificio de nuestra vida espiritual. Durante el día no faltarán tormentas que lancen sus olas contra él. Solamente se mantendrá firme, si lo hemos cimentado sobre Cristo, que es la verdadera roca sobre la que hemos de construir.
Invocación inicial
V Señor, abre mis labios. R Y mi boca proclamará tu alabanza. En forma opcional se dice luego el salmo 94, ver pág. 3, con la antífona siguiente:
Antífona (para el salmo invitatorio): A Cristo, el Señor, que por nosotros fue tentado y por nosotros murió, venid, adorémosle.
Himno, Feria de Cuaresma, pág. 7 Antífona 1 - En la mañana, Señor, hazme escuchar tu gracia.
Salmo 142, 1-11 Señor, escucha mi oración;/ tú que eres fiel, atiende a mi súplica;/ tú que eres justo, escúchame./ No llames a juicio a tu siervo,/ pues ningún hombre vivo es inocente frente a ti. El enemigo me persigue a muerte,/ empuja mi vida al sepulcro,/ me confina a las tinieblas/ como a los muertos ya olvidados./ Mi aliento desfallece,/ mi corazón dentro de mí está yerto. Recuerdo los tiempos antiguos,/ medito todas tus acciones,/ considero las obras de tus manos/ y extiendo mis brazos hacia ti:/ tengo sed de ti como tierra reseca. Escúchame en seguida, Señor,/ que me falta el aliento./ No me escondas tu rostro,/ igual que a los que bajan a la fosa. En la mañana hazme escuchar tu gracia,/ ya que confío en ti;/ indícame el camino que he de seguir,/ pues levanto
mi alma a ti. Líbrame del enemigo, Señor,/ que me refugio en ti./ Enséñame a cumplir tu voluntad,/ ya que tú eres mi Dios./ Tu espíritu, que es bueno,/ me guíe por tierra llana. Por tu nombre, Señor, consérvame vivo;/ por tu clemencia, sácame de la angustia. Gloria y antífona 1 Antífona 2 - El Señor hará derivar hacia Jerusalén como un río la paz.
Cántico
Is 66, 10-14a
Festejad a Jerusalén, gozad con ella, /todos los que la amáis, /alegraos de su alegría, /los que por ella llevasteis luto; /a su pecho seréis alimentados /y os saciaréis de sus consuelos /y apuraréis las delicias /de sus pechos abundantes. Porque así dice el Señor: /«Yo haré derivar hacia ella /como un río la paz, /como un torrente en crecida, /las riquezas de las naciones. Llevarán en brazos a sus criaturas /y sobre las rodillas las acariciarán; /como a un niño a quien su madre consuela, /así os consolaré yo /y en Jerusalén seréis consolados. Al verlo se alegrará vuestro corazón /y vuestros huesos florecerán como un prado». Gloria y antífona 2 Antífona 3 - Nuestro Dios merece una alabanza armoniosa.
Salmo 146 Alabad al Señor, que la música
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6 de Marzo - Jueves después de Ceniza
es buena; /nuestro Dios merece una alabanza armoniosa.
sí mismo, tome cada día su cruz y sígame».
El Señor reconstruye Jerusalén, / reúne a los deportados de Israel; /él sana los corazones destrozados, /venda sus heridas.
Preces
Cuenta el número de las estrellas, /a cada una la llama por su nombre. / Nuestro Señor es grande y poderoso, / su sabiduría no tiene medida. /El Señor sostiene a los humildes, /humilla hasta el polvo a los malvados. Entonad la acción de gracias al Señor, /tocad la cítara para nuestro Dios, /que cubre el cielo de nubes, /preparando la lluvia para la tierra; que hace brotar hierba en los montes, /para los que sirven al hombre; /que da su alimento al ganado, /y a las crías de cuervo que graznan. No aprecia el vigor de los caballos, / no estima los músculos del hombre: /el Señor aprecia a sus fieles, /que confían en su misericordia. Gloria y antífona 3
Lectura breve 1Re 8, 51a. 52-53a. Nosotros, Señor, somos tu pueblo y tu heredad; que tus ojos estén abiertos a las súplicas de tu siervo y a la súplica de tu pueblo Israel, para escuchar todos sus clamores hacia ti. Porque tú nos separaste para ti como herencia tuya de entre todos los pueblos de la tierra.
Responsorio breve
V Él me librará de la red del cazador. R Él me librará de la red del cazador. V Me cubrirá con su plumaje. R Él me librará de la red del cazador. V Gloria al Padre, al Hijo, y al Espíritu Santo. R Él me librará de la red del cazador.
Cántico de Zacarías, pág. 4
Antífona: «Si alguno quiere venir en pos de mí —dice el Señor —, renúnciese a
Celebremos la bondad de Dios, que por Cristo se reveló como Padre nuestro, y digámosle de todo corazón: Acuérdate, Señor, de que somos hijos tuyos. Concédenos vivir con toda plenitud el misterio de la Iglesia, * a fin de que nosotros y todos los hombres encontremos en ella un sacramento eficaz de salvación. Padre, que amas a todos los hombres, haz que cooperemos al progreso de la comunidad humana * y que todos busquemos tu reino con nuestros esfuerzos. Haz que tengamos hambre y sed de justicia * y acudamos a nuestra fuente, que es Cristo, el cual entregó su vida para que fuéramos saciados. Perdona, Señor, todos nuestros pecados * y dirige nuestra vida por el camino de la sencillez y de la santidad. (Se pueden añadir algunas intenciones libres).
Porque sabemos que somos hijos de Dios, llenos de confianza nos atrevemos a decir: Padre nuestro.
Oración Tu gracia, Señor, inspire nuestras acciones, las sostenga y acompañe, para que todo nuestro trabajo cuaresmal brote de ti, como una fuente, y a ti tienda, como a su fin. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.
Conclusión
V El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna. R Amén.
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6 de Marzo - Jueves después de Ceniza
Oración de la Tarde - Vísperas
Invitación: Jesús nos propone la llamada “regla de oro”: “Todo cuanto quieren que les hagan los hombres, háganselo también ustedes a ellos” (Mt 7,12). Terminamos la jornada dando gracias a Dios por tantas cosas buenas como hemos recibido de los demás. Alabémoslo, por el bien que nosotros mismos hemos hecho en favor de otras personas. Mantengamos esta actitud durante la Cuaresma.
Invocación inicial
V Dios mío, ven en mi auxilio. R Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Himno, Feria de Cuaresma, pág. 7 Antífona 1 - Tú eres, Señor, mi bienhechor, y mi refugio donde me pongo a salvo.
Salmo 143
I
Bendito el Señor, mi Roca,/ que adiestra mis manos para el combate,/ mis dedos para la pelea; mi bienhechor, mi alcázar,/ baluarte donde me pongo a salvo,/ mi escudo y mi refugio,/ que me somete los pueblos. Señor, ¿qué es el hombre para que te fijes en él?/ ¿Qué los hijos de Adán para que pienses en ellos?/ El hombre es igual que un soplo;/ sus días, una sombra que pasa. Señor, inclina tu cielo y desciende,/ toca los montes, y echarán humo,/ fulmina el rayo y dispérsalos,/ dispara tus saetas y desbarátalos. Extiende la mano desde arriba:/ defiéndeme, líbrame de las aguas caudalosas,/ de la mano de los extranjeros,/ cuya boca dice falsedades,/ cuya diestra jura en falso. Gloria y antífona 1 Antífona 2 - Dichoso el pueblo cuyo Dios es el Señor.
II Dios mío, te cantaré un cántico nuevo,/ tocaré para ti el arpa de diez cuerdas:/ para ti que das la victoria a los reyes,/ y salvas a David, tu siervo. Defiéndeme de la espada cruel,/ sálvame de las manos de extranjeros,/ cuya boca dice falsedades,/ cuya diestra jura en falso. Sean nuestros hijos un plantío,/ crecido desde su adolescencia;/ nuestras hijas sean columnas talladas,/ estructura de un templo. Que nuestros silos estén repletos/ de frutos de toda especie;/ que nuestros rebaños a millares/ se multipliquen en las praderas,/ y nuestros bueyes vengan cargados;/ que no haya brechas ni aberturas,/ ni alarma en nuestras plazas. Dichoso el pueblo que esto tiene,/ dichoso el pueblo cuyo Dios es el Señor. Gloria y antífona 2 Antífona 3 - Ahora se estableció la salud y el reinado de nuestro Dios.
Cántico Ap 11, 17-18; 12, 10b-12a Gracias te damos, Señor Dios omnipotente,/ el que eres y el que eras,/ porque has asumido el gran poder/ y comenzaste a reinar. Se encolerizaron las naciones,/ llegó tu cólera,/ y el tiempo de que sean juzgados los muertos,/ y de dar el galardón a tus siervos los profetas,/ y a los santos y a los que temen tu nombre,/ y a los pequeños y a los grandes,/ y de arruinar a los que arruinaron la tierra.
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6 de Marzo - Jueves - Oración de la Noche - Completas
Ahora se estableció la salud y el poderío,/ y el reinado de nuestro Dios,/ y la potestad de su Cristo;/ porque fue precipitado/ el acusador de nuestros hermanos,/ el que los acusaba ante nuestro Dios día y noche. Ellos le vencieron en virtud de la sangre del Cordero/ y por la palabra del testimonio que dieron,/ y no amaron tanto su vida que temieran la muerte./ Por esto, estad alegres, cielos,/ y los que moráis en sus tiendas. Gloria y antífona 3
Lectura breve
Stgo 4, 7-8. 10
Vivid sometidos a Dios. Resistid al diablo y huirá de vosotros. Acercaos a Dios y él se acercará a vosotros. Pecadores, lavaos las manos; purificad vuestros corazones, gente que obráis con doblez. Humillaos en la presencia del Señor y él os ensalzará.
Responsorio breve
V Yo dije: «Señor, ten misericordia.» R Yo dije: «Señor, ten misericordia.» V Sáname, porque he pecado contra ti. R Señor, ten misericordia. V Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. R Yo dije: «Señor, ten misericordia».
Cántico de la Sma. Vg. Mª, pág. 4
Antífona: «Quien pierda su vida por amor a mí la salvará para siempre», dice el Señor.
Preces Celebremos la misericordia de Dios, que nos ilumina con la gracia del Espíritu Santo para que nuestra vida resplandezca con obras de fe y santidad,
y supliquémosle, diciendo: Renueva, Señor, al pueblo redimido por Cristo. Señor, fuente y autor de toda santidad, haz que los obispos, sacerdotes y diáconos, al participar de la mesa eucarística, se unan más plenamente a Cristo, * para que vean renovada la gracia que les fue conferida por la imposición de manos. Impulsa a tus fieles para que, con santidad de vida, participen activamente de la mesa de la palabra y del cuerpo de Cristo * y vivan lo que han recibido por la fe y los sacramentos. Concédenos, Señor, que reconozcamos la dignidad de todo hombre redimido con la sangre de tu Hijo * y que respetemos su libertad y su conciencia. Haz que todos los hombres sepan moderar sus deseos de bienes temporales * y que atiendan a las necesidades de los demás. (Se pueden añadir algunas intenciones libres).
Acuérdate, Señor, de todos los que has llamado hoy a la eternidad * y concédeles el don de la eterna bienaventuranza. Invoquemos a Dios Padre con la oración que nos enseñó Jesús: Padre nuestro.
Oración
Tu gracia, Señor, inspire nuestras acciones, las sostenga y acompañe, para que todo nuestro trabajo cuaresmal brote de ti, como una fuente, y a ti tienda, como a su fin. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.
Conclusión
V El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna. R Amén.
Oración de la Noche - Completas
Invitación: Al repasar ante Dios el día que ha pasado, reconozcamos con humildad los fallos. Es el punto de partida para realizar la conversión sincera que la Cuaresma nos exige. Veamos cuál ha sido nuestra actitud para con los demás. Dios no nos ha nombrado jueces ni fiscales. Nos invita a que retiremos del ojo la viga, para ver con claridad el bien que podemos hacer. (Completas: Textos comunes, ver pág. 8 y propios del Jueves, pág. 20)
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7 de Marzo - Viernes después de Ceniza
LA PALABRA SE HACE ORACIÓN
Lectura: Lc 9, 22-25 Por tercera vez nos recuerdas, Señor, el camino. Es el tuyo; y el de aquel que quiera ser tu discípulo: “Quien quiera seguirme que se niegue a sí mismo, que cargue con la cruz de cada día y me siga”. Enséñanos a perdonar, sin preguntar el nombre y apellido; enséñanos a servir, sin preguntar si es pobre o es rico; enséñanos a sufrir con el que sufre, sin preguntar por el motivo; enséñanos a dar la vida, como tú la diste, aunque sea en una cruz y con testigos. Enséñanos a marchar sobre tus huellas, sin avergonzarnos jamás de ser tus amigos y testigos; y resucitar contigo, de la mano de pobres y mendigos. P. Antonio Danoz, redentorista
7 de Marzo - Viernes después de Ceniza Las santas de hoy: Stas. Perpetua y Felícitas (+ 203) Procedían de una ciudad cercana a Cartago (Norte de África). Las dos mujeres fueron martirizadas con un grupo de catecúmenos. Perpetua era una joven de buena posición que tenía un niño de pecho. Felícitas una joven esclava a punto de dar a luz. Tendrá su hijo estando en prisión. Después fueron degollados en el anfiteatro.
Oración de la Mañana - Laudes
Invitación: Una de las prácticas cuaresmales que nos propone la Iglesia es el ayuno. Lo practicaban los judíos, lo practicó Jesús, y los primeros cristianos lo mantuvieron en sus comunidades. Los discípulos de Jesús no somos masoquistas. Nuestra privación de comer alimentos tiene un objetivo concreto: la Caridad. Nos privamos de un determinado número de alimentos, para que muchos hermanos nuestros puedan alimentarse.
Invocación inicial
V Señor, abre mis labios. R Y mi boca proclamará tu alabanza. En forma opcional se dice luego el salmo 94, ver pág. 3 con su antífona del invitatorio siguiente:
Antífona (para el salmo invitatorio): A Cristo, el Señor, que por nosotros fue tentado y por nosotros murió, venid, adorémosle.
Himno, Feria de Cuaresma, pág. 7 Antífona 1 - Oh Dios, crea en mí un
corazón puro, renuévame por dentro con espíritu firme.
Salmo 50
Misericordia, Dios mío, por tu bondad;/ por tu inmensa compasión borra mi culpa;/ lava del todo mi delito,/ limpia mi pecado. Pues yo reconozco mi culpa,/ tengo siempre presente mi pecado:/ contra ti, contra ti solo pequé,/ cometí la maldad que aborreces. En la sentencia tendrás razón,/ en el
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7 de Marzo - Viernes después de Ceniza
juicio brillará tu rectitud./ Mira, que en la culpa nací,/ pecador me concibió mi madre. Te gusta un corazón sincero,/ y en mi interior me inculcas sabiduría./ Rocíame con el hisopo: quedaré limpio;/ lávame: quedaré más blanco que la nieve. Hazme oír el gozo y la alegría,/ que se alegren los huesos quebrantados./ Aparta de mi pecado tu vista,/ borra en mí toda culpa. ¡Oh Dios!, crea en mí un corazón puro,/ renuévame por dentro con espíritu firme;/ no me arrojes lejos de tu rostro,/ no me quites tu santo espíritu. Devuélveme la alegría de tu salvación,/ afiánzame con espíritu generoso:/ enseñaré a los malvados tus caminos,/ los pecadores volverán a ti. Líbrame de la sangre, ¡oh Dios, /Dios, Salvador mío!, /y cantará mi lengua tu justicia. /Señor, me abrirás los labios, /y mi boca proclamará tu alabanza. Los sacrificios no te satisfacen;/ si te ofreciera un holocausto, no lo querrías./ Mi sacrificio es un espíritu quebrantado:/ un corazón quebrantado y humillado/ tú no lo desprecias. Señor, por tu bondad, favorece a Sión,/ reconstruye las murallas de Jerusalén:/ entonces aceptarás los sacrificios rituales,/ ofrendas y holocaustos,/ sobre tu altar se inmolarán novillos. Gloria y antífona 1 Antífona 2 - Alégrate, Jerusalén, porque en ti serán congregados todos los pueblos.
Cántico
Tob 13, 10-15. 17-19
Anuncien todos los pueblos sus maravillas/ y alábenle sus elegidos en Jerusalén,/ la ciudad del Santo;/ por las obras de tus hijos te azotará,/ pero de nuevo se compadecerá/ de los hijos de los justos. Confiesa dignamente al Señor/ y bendice al rey de los siglos/ para que
de nuevo sea en ti/ edificado su templo con alegría,/para que alegre en ti a los cautivos/y muestre en ti su amor hacia los desdichados/ por todas las generaciones y generaciones. Brillarás cual luz de lámpara/ y todos los confines de la tierra vendrán a ti./ Pueblos numerosos vendrán de lejos/ al nombre del Señor, nuestro Dios,/ trayendo ofrendas en sus manos,/ ofrendas para el rey del cielo. Las generaciones de las generaciones/ exultarán en ti./ Y benditos para siempre todos los que te aman. Alégrate y salta de gozo por los hijos de los justos,/ que serán congregados,/ y al Señor de los justos bendecirán. Dichosos los que te aman;/ en tu paz se alegrarán./ Dichosos cuantos se entristecieron por tus azotes,/ pues en ti se alegrarán/ contemplando toda tu gloria,/ y se regocijarán para siempre. Bendice, alma mía, a Dios, rey grande,/ porque Jerusalén con zafiros y esmeraldas/ será reedificada,/ con piedras preciosas sus muros/ y con oro puro sus torres y sus almenas. Gloria y antífona 2 Antífona 3 - Sión alaba a tu Dios, que envía su mensaje a la tierra.
Salmo 147 Glorifica al Señor, Jerusalén;/ alaba a tu Dios, Sión:/ que ha reforzado los cerrojos de tus puertas/ y ha bendecido a tus hijos dentro de ti;/ ha puesto paz en tus fronteras,/ te sacia con flor de harina. Él envía su mensaje a la tierra,/ y su palabra corre veloz;/ manda la nieve como lana,/ esparce la escarcha como ceniza; hace caer el hielo como migajas/ y con el frío congela las aguas;/ envía una orden, y se derriten;/ sopla su aliento, y corren. Anuncia su palabra a Jacob,/ sus
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7 de Marzo - Viernes después de Ceniza
decretos y mandatos a Israel;/ con ninguna nación obró así,/ ni les dio a conocer sus mandatos. Gloria y antífona 3
Lectura breve
Is 53, 11b-12
Mi siervo justificará a muchos, porque cargó sobre sí los crímenes de ellos. Le daré una multitud como parte y tendrá como despojo una muchedumbre, porque se entregó a sí mismo a la muerte y fue contado entre los malhechores; él tomó sobre sí el pecado de las multitudes e intercedió por los pecadores.
Responsorio breve
V Él me librará de la red del cazador. R Él me librará de la red del cazador. V Me cubrirá con su plumaje. R Él me librará de la red del cazador. V Gloria al Padre, y al Hijo y al Espíritu Santo. R Él me librará de la red del cazador.
Cántico de Zacarías, pág. 4
Antífona: Cuando veas a alguien desnudo, cúbrelo, y no desprecies a tu semejante; entonces brillará tu luz como la aurora, y tu justicia te abrirá camino.
Preces Acudamos a Cristo, nuestro Salvador, que nos redimió con su muerte y
resurrección, y supliquémosle, diciendo: Señor, ten piedad de nosotros. Tú que subiste a Jerusalén para sufrir la pasión y entrar así en la gloria, * conduce a tu Iglesia a la Pascua eterna. Tú que, exaltado en la cruz, quisiste ser atravesado por la lanza del soldado, * sana nuestras heridas. Tú que convertiste el madero de la cruz en árbol de vida, * haz que los renacidos en el bautismo gocen de la abundancia de los frutos de este árbol. Tú que, clavado en la cruz, perdonaste al ladrón arrepentido, * perdónanos también a nosotros, pecadores. (Se pueden añadir algunas intenciones libres.)
Como Cristo nos enseñó, pidamos al Padre que perdone nuestros pecados, diciendo: Padre nuestro.
Oración Te pedimos, Señor, que nos ayudes a continuar animosos estos días de penitencia que acabamos de empezar y que nuestras prácticas externas de penitencia estén siempre acompañadas por la sinceridad de un corazón que desea convertirse. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.
Conclusión
V El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna. R Amén.
Oración de la Tarde - Vísperas
Invitación: La Palabra de Dios nos propone algunas prácticas cuaresmales. Primero, tenemos que hacer una buena elección. Un discípulo no puede elegir como opción otra cosa que no sea la vida de Dios. Escuchemos su voz; adhirámonos a él; no resistamos a los proyectos que Dios tiene para nosotros, que son siempre excelentes. Dios nos brinda durante la Cuaresma la forma de ponerlos en práctica.
Invocación inicial
V Dios mío, ven en mi auxilio. R Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
54 Himno, Feria de Cuaresma, pág. 7 Antífona 1 - Día tras día te bendeciré, Señor, y explicaré tus proezas.
Salmo 144
I Te ensalzaré, Dios mío, mi rey;/ bendeciré tu nombre por siempre jamás. Día tras día te bendeciré/ y alabaré tu nombre por siempre jamás. Grande es el Señor, merece toda alabanza,/ es incalculable su grandeza;/ una generación pondera tus obras a la otra,/ y le cuenta tus hazañas. Alaban ellos la gloria de tu majestad,/ y yo repito tus maravillas;/ encarecen ellos tus temibles proezas/ y yo narro tus grandes acciones;/ difunden la memoria de tu inmensa bondad,/ y aclaman tus victorias. El Señor es clemente y misericordioso,/ lento a la cólera y rico en piedad;/ el Señor es bueno con todos,/ es cariñoso con todas sus creaturas. Que todas tus creaturas te den gracias, Señor,/ que te bendigan tus fieles;/ que proclamen la gloria de tu reinado,/ que hablen de tus hazañas; explicando tus proezas a los hombres,/ la gloria y majestad de tu reinado./ Tu reinado es un reinado perpetuo,/ tu gobierno va de edad en edad. Gloria y antífona 1
Antífona 2 - Los ojos de todos te están aguardando, Señor; tú estás cerca de los que te invocan. II El Señor es fiel a sus palabras,/ bondadoso en todas sus acciones./ El Señor sostiene a los que van a caer,/ endereza a los que ya se doblan. Los ojos de todos te están aguardando,/ tú les das la comida a su tiempo;/ abres tú la mano,/ y sacias de favores a todo viviente.
7 de Marzo - Viernes después de Ceniza
El Señor es justo en todos sus caminos,/ es bondadoso en todas sus acciones;/ cerca está el Señor de los que lo invocan,/ de los que lo invocan sinceramente. Satisface los deseos de sus fieles/ escucha sus gritos, y los salva./ El Señor guarda a los que lo aman,/ pero destruye a los malvados. Pronuncie mi boca la alabanza del Señor,/ todo viviente bendiga su santo nombre/ por siempre jamás. Gloria y antífona 2 Antífona 3 - Justos y verdaderos son tus caminos, ¡oh Rey de los siglos!
Cántico
Ap 15, 3-4
Grandes y maravillosas son tus obras,/ Señor, Dios omnipotente,/ justos y verdaderos tus caminos,/ ¡oh Rey de los siglos! ¿Quién no temerá, Señor,/ y glorificará tu nombre? /Porque tú solo eres santo,/ porque vendrán todas las naciones/ y se postrarán en tu acatamiento,/ porque tus juicios se hicieron manifiestos. Gloria y antífona 3
Lectura breve
Stgo 5, 16. 19-20
Confesaos mutuamente vuestros pecados y rogad unos por otros, para alcanzar vuestra curación, pues la oración ferviente del justo tiene gran eficacia. Hermanos, si alguno de entre vosotros se desvía de la verdad y otro logra convertirlo, sepa que quien convierte a un pecador de su camino equivocado salvará su alma de la muerte y cubrirá la multitud de sus pecados.
Responsorio breve
V Yo dije: «Señor, ten misericordia». R Yo dije: «Señor, ten misericordia». V Sáname, porque he pecado contra ti. R Señor, ten misericordia. V Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. R Yo dije: «Señor, ten misericordia».
7 de Marzo - Viernes - Oración de la Noche - Completas / La Palabra se hace oración
Cántico de la Sma. Vg. Mª, pág. 4 Antífona: Vendrán días en que se les quitará el esposo y entonces los invitados a las bodas ayunarán. Preces Adoremos al Salvador de los hombres, que muriendo destruyó la muerte y resucitado restauró la vida, y digámosle humildemente: Santifica, Señor, al pueblo que redimiste con tu sangre. Redentor nuestro, concédenos que, por la penitencia, nos unamos más plenamente a tu pasión, * para que consigamos la gloria de la resurrección. Concédenos que imitemos a tu Madre, consuelo de los afligidos, * para que podamos consolar a los tristes, mediante el consuelo que nosotros somos por ti consolados. Concede a tus fieles participar en tu pasión por medio de sus sufrimientos, * para que tu salvación se manifieste también en ellos. Tú que te humillaste, haciéndote
Oración de la Noche - Completas
Invitación: Nuestra oración durante la Cuaresma ha de orientarse a llevar a la práctica la Palabra de Dios que cada día nos sirve la liturgia. Durante este tiempo, cada día nos hace una nueva propuesta. Escuchémosla o leámosla; meditémosla; contemplémosla; tratemos de ponerla en práctica, como tarea para avanzar por el camino cuaresmal. (Completas: Textos comunes, ver pág. 8 y propios del Viernes, pág. 21)
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obediente hasta la muerte y una muerte de cruz, * enséñanos a ser obedientes y a tener paciencia. (Se pueden añadir algunas intenciones libres)
Dígnate transfigurar a los difuntos a semejanza de tu cuerpo glorioso * y concédenos a nosotros ser un día partícipes de la gloria de ellos. Ya que por Jesucristo somos hijos de Dios, oremos confiados a nuestro Padre: Padre nuestro.
Oración Te pedimos, Señor, que nos ayudes a continuar animosos estos días de penitencia que acabamos de empezar y que nuestras prácticas externas de penitencia estén siempre acompañadas por la sinceridad de un corazón que desea convertirse. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.
Conclusión
V El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna. R Amén.
LA PALABRA SE HACE ORACIÓN
Lectura: Mt 9,14-15 Tú no hablas, Señor, de ayunos como los discípulos de Juan. Hablas del gozo de ser invitados a una boda, a celebrar la fiesta del amor compartido. Tú, el novio de esta boda, te ausentaste, pero estás ahora con nosotros para siempre, cuando nos reunimos a partir el pan, a beber la copa, en la fiesta nupcial de la eucaristía. Haz de nuestra vida una fiesta de amor, vivida como amigos al calor de tu presencia. Que el banquete de bodas que ha comenzado, no se termine hoy ni mañana; que dure para siempre. P. Antonio Danoz, redentorista
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8 de Marzo - Sábado después de Ceniza
El santo de hoy: S. Juan de Dios (1495-1550) Nace en Montem o Novo (Portugal). Empezó a trabajar como pastor. Fue a España donde se incorporó a la milicia. Vivió en Sevilla y en el norte de África. Se instaló en Granada. Tocado por la gracia cambia de vida. Se propuso crear un hospital donde los enfermos fueran tratados como se merecen. Se le juntaron dos compañeros Antón y Pedro. Llegó a hospedar en el hospital unas trescientas personas. Es el fundador de la Orden Hospitalaria.
Oración de la Mañana - Laudes
Invitación: Hoy nos hace la Palabra de Dios una excelente propuesta relacionada directamente con la práctica del amor. Nos habla de una forma muy concreta de practicar el amor: el compartir. “Comparte tu pan con el hambriento, sacia la necesidad del humillado…Entonces brillará tu luz como la aurora, tus heridas quedarán sanadas” (Is 58,7-8). La generosidad en compartir con el pobre será el signo revelador de nuestra conversión.
Invocación inicial
serán destruidos para siempre./ Tú, en cambio, Señor,/ eres excelso por los siglos.
En forma opcional se dice luego el salmo 94, ver pág. 3 con su antífona del invitatotio siguiente:
Porque tus enemigos, Señor, perecerán,/ los malhechores serán dispersados;/ pero a mí me das la fuerza de un búfalo/ y me unges con aceite nuevo./ Mis ojos no temerán a mis enemigos,/ mis oídos escucharán su derrota.
V Señor, abre mis labios. R Y mi boca proclamará tu alabanza.
Antífona (para el salmo invitatorio): A Cristo, el Señor, que por nosotros fue tentado y por nosotros murió, venid, adorémosle.
Himno, Feria de Cuaresma, pág. 7 Antífona 1 - Es bueno tocar para tu nombre, oh Altísimo, y proclamar por la mañana tu misericordia.
Salmo 91 Es bueno dar gracias al Señor/ y tocar para tu nombre, oh Altísimo,/ proclamar por la mañana tu misericordia/ y de noche tu fidelidad,/ con arpas de diez cuerdas y laúdes/ sobre arpegios de cítaras. Tus acciones, Señor, son mi alegría,/ y mi júbilo, las obras de tus manos./ ¡Qué magníficas son tus obras, Señor,/ qué profundos tus designios!/ El ignorante no los entiende/ ni el necio se da cuenta. Aunque germinen como hierba los malvados/ y florezcan los malhechores,/
El justo crecerá como una palmera /y se alzará como un cedro del Líbano:/ plantado en la casa del Señor,/ crecerá en los atrios de nuestro Dios; en la vejez seguirá dando fruto/ y estará lozano y frondoso,/ para proclamar que el Señor es justo,/ que en mi Roca no existe la maldad. Gloria y antífona 1 Antífona 2 - Os daré un corazón nuevo y os infundiré un espíritu nuevo.
Cántico
Ez 36, 24-28
Os recogeré de entre las naciones, / os reuniré de todos los países, /y os llevaré a vuestra tierra. Derramaré sobre vosotros un agua pura /que os purificará: /de todas vuestras inmundicias e idolatrías /os
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8 de Marzo - Sábado después de Ceniza
he de purificar; /y os daré un corazón nuevo, /y os infundiré un espíritu nuevo; /arrancaré de vuestra carne el corazón de piedra, /y os daré un corazón de carne.
y litigaremos –dice el Señor–. Aunque vuestros pecados sean como la grana, blanquearán como la nieve; aunque sean rojos como escarlata, quedarán blancos como lana».
Os infundiré mi espíritu, /y haré que caminéis según mis preceptos, /y que guardéis y cumpláis mis mandatos.
Responsorio breve
Y habitaréis en la tierra que di a vuestros padres. /Vosotros seréis mi pueblo /y yo seré vuestro Dios. Gloria y antífona 2
V Me cubrirá con su plumaje. R Él me librará de la red del cazador.
Antífona 3 - De la boca de los niños de pecho, Señor, has sacado una alabanza.
Salmo 8 Señor, dueño nuestro,/ ¡qué admirable es tu nombre / en toda la tierra! Ensalzaste tu majestad sobre los cielos./ De la boca de los niños de pecho/ has sacado una alabanza contra tus enemigos,/ para reprimir al adversario y al rebelde. Cuando contemplo el cielo, obra de tus manos;/ la luna y las estrellas que has creado,/ ¿qué es el hombre, para que te acuerdes de él;/ el ser humano, para darle poder? Lo hiciste poco inferior a los ángeles, /lo coronaste de gloria y dignidad,/ le diste el mando sobre las obras de tus manos,/ todo lo sometiste bajo sus pies: rebaños de ovejas y toros,/ y hasta las bestias del campo,/ las aves del cielo, los peces del mar,/ que trazan sendas por las aguas. Señor, dueño nuestro,/ ¡qué admirable es tu nombre/ en toda la tierra! Gloria y antífona 3
Lectura breve
Is 1, 16-18
«Lavaos, purificaos, apartad de mi vista vuestras malas acciones. Cesad de obrar mal, aprended a obrar bien; buscad lo que es justo, haced justicia al oprimido, defended al huérfano, proteged a la viuda. Entonces, venid,
V Él me librará de la red del cazador. R Él me librará de la red del cazador.
V Gloria al Padre, y al Hijo y al Espíritu Santo. R Él me librará de la red del cazador.
Cántico de Zacarías, pág. 4
Antífona: Atesorad tesoros en el cielo, donde no hay polilla ni herrumbre que los corroa.
Preces Demos gracias siempre y en todo lugar a Cristo, nuestro Salvador, y supliquémosle, diciendo: Ayúdanos, Señor, con tu gracia. Concédenos guardar sin mancha nuestros cuerpos, * para que el Espíritu Santo pueda habitar en ellos. Desde el comienzo del día acrecienta en nosotros el amor a nuestros hermanos * y el deseo de cumplir tu voluntad en todas las acciones de esta jornada. Danos hambre del alimento que perdura y da la vida eterna, * y que tú diariamente nos proporcionas. Que interceda por nosotros tu santísima Madre, refugio de peca-dores, * para que obtengamos el perdón de nuestros pecados. (Se pueden añadir algunas intenciones libres)
Pidamos al Padre que nos libre de todo mal, repitiendo la oración que Cristo nos enseñó: Padre nuestro.
Oración Dios todopoderoso y eterno, mira compasivo nuestra debilidad y
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9 de Marzo - I Domingo de Cuaresma/ A
extiende sobre nosotros tu mano para protegernos. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.
Conclusión
V El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna. R Amén.
LA PALABRA SE HACE ORACIÓN
Lectura: Lc 5,27-32 Por si alguno lo ignoraba, Señor Jesús, tú fuiste amigo de recaudadores y prostitutas, de enfermos que no tenían cura. No viniste a sanar a los que gozan de buena salud; a buscar a santos y amigos de Dios. Lo tuyo es sanar a los que ningún doctor sabe ni puede sanar. Enséñanos, Señor Jesús, a no discriminar; a no excluir del grupo de amigos, a los que esta sociedad excluye y condena. Enséñanos a salvar con urgencia, a los que otros dan ya por perdidos. P. Antonio Danoz, redentorista
9 de Marzo - I Domingo de Cuaresma /A Oración de la Tarde - I Vísperas
Invitación: En los primeros tiempos, la Cuaresma empezaba con el primer domingo. Por este motivo, leemos el evangelio que habla de la “cuaresma” de Jesús. De forma casi telegráfica, Mateo escribe: “Jesús, movido por el Espíritu, se retiró al desierto” (Mt 4,1). Allí pasó cuarenta días sometido a la prueba. A los discípulos de Jesús también nos conduce el Espíritu Santo a recorrer el camino cuaresmal. No olvidemos durante el recorrido su presencia.
Invocación inicial
V Dios mío, ven en mi auxilio. R Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Himno, I Vísperas, pág. 6 Antífona 1 - Con espíritu humilde y corazón contrito deseamos aceptos; que éste sea hoy nuestro sacrificio, y que sea agradable en tu presencia, Señor, Dios nuestro.
Salmo 140, 1-9 Señor, te estoy llamando, ven de prisa,/ escucha mi voz cuando te llamo./ Suba mi oración como incienso en tu presencia,/ el alzar de mis manos como ofrenda de la tarde.
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9 de Marzo - I Domingo de Cuaresma/ A
Coloca, Señor, un guardia en mi boca,/ un centinela a la puerta de mis labios;/ no dejes inclinarse mi corazón a la maldad,/ a cometer crímenes y delitos;/ ni que con los hombres malvados/ participe en banquetes.
Antífona 3 - Cristo murió por nuestros pecados, el justo por los injustos, para llevarnos a Dios; muerto en la carne, pero vivificado en el espíritu.
Cántico
Fil 2, 6-11
Que el justo me golpee, que el bueno me reprenda,/ pero que el ungüento del impío no perfume mi cabeza;/ yo opondré mi oración a su malicia.
Cristo, a pesar de su condición divina,/ no hizo alarde de su categoría de Dios,/ al contrario, se anonadó a sí mismo,/ y tomó la condición de esclavo,/ pasando por uno de tantos.
Sus jefes cayeron despeñados,/ aunque escucharon mis palabras amables;/ como una piedra de molino, rota por tierra,/ están esparcidos nuestros huesos a la boca de la tumba.
Y así, actuando como un hombre cualquiera,/ se rebajó hasta someterse incluso a la muerte/ y una muerte de cruz.
Señor, mis ojos están vueltos a ti,/ en ti me refugio, no me dejes indefenso;/ guárdame del lazo que me han tendido,/ de la trampa de los malhechores. Gloria y antífona 1 Antífona 2 - Entonces clamarás al Señor y él te responderá, gritarás y él te dirá: «Aquí estoy».
Salmo 141 A voz en grito clamo al Señor,/ a voz en grito suplico al Señor;/ desahogo ante él mis afanes,/ expongo ante él mi angustia,/ mientras me va faltando el aliento. Pero tú conoces mis senderos,/ y que en el camino por donde avanzo/ me han escondido una trampa. Me vuelvo a la derecha y miro:/ nadie me hace caso;/ no tengo adónde huir,/ nadie mira por mi vida. A ti grito, Señor;/ te digo: «Tú eres mi refugio/ y mi heredad en el país de la vida». Atiende a mis clamores,/ que estoy agotado;/ líbrame de mis perseguidores,/ que son más fuertes que yo. Sácame de la prisión,/ y daré gracias a tu nombre:/ me rodearán los justos/ cuando me devuelvas tu favor. Gloria y antífona 2
Por eso Dios lo levantó sobre todo/ y le concedió el «Nombre-sobre-todo -nombre»;/ de modo que al nombre de Jesús toda rodilla se doble/ en el cielo, en la tierra, en el abismo/ y toda lengua proclame:/ Jesucristo es Señor; para gloria de Dios Padre. Gloria y antífona 3
Lectura breve
2Co 6, 1-4a
Os exhortamos a que deis pruebas de no haber recibido en vano la gracia de Dios, pues dice él en la Escritura: «En el tiempo propicio te escuché, y te ayudé en el día de salvación». Ahora es el tiempo propicio, ahora es el día de salvación. A nadie queremos dar nunca motivo de escándalo, a fin de no hacer caer en descrédito nuestro ministerio, antes al contrario, queremos acreditarnos siempre en todo como verdaderos servidores de Dios.
Responsorio breve
V Escúchanos, Señor y ten piedad, porque hemos pecado contra ti. R Escúchanos, Señor, y ten piedad, porque hemos pecado contra ti. V Cristo, oye los ruegos de los que te suplicamos. R Porque hemos pecado contra ti. V Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. R Escúchanos, Señor, y ten piedad, porque hemos pecado contra ti.
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9 de Marzo - I Domingo de Cuaresma/ A
Cántico de la Sma. Vg. Mª, pág. 4
Antífona: No sólo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios.
Preces
Glorifiquemos a Cristo, el Señor, que ha querido ser nuestro Maestro, nuestro ejemplo es nuestro hermano, y supliquémosle, diciendo: Renueva, Señor, a tu pueblo. Cristo, hecho en todo semejante a nosotros, excepto en el pecado, haz que nos alegremos con los que se alegran y sepamos llorar con los que están tristes, * para que nuestro amor crezca y sea verdadero. Concédenos saciar tu hambre en los hambrientos * y tu sed en los sedientos. Tú que resucitaste a Lázaro de la muerte, * haz que, por la fe y la penitencia, los pecadores vuelvan a la vida cristiana. Haz que todos, según el ejemplo de la Virgen María y de los santos, * sigan
con más diligencia y perfección tus enseñanzas. (Se pueden añadir algunas intenciones libres)
Concédenos, Señor, que nuestros hermanos difuntos sean admitidos a la gloria de la resurrección * y gocen eternamente de tu amor. Pidamos a nuestro Padre que nos dé la fuerza que necesitamos para no caer en la tentación: Padre nuestro.
Oración Te pedimos, Señor todopoderoso, que las celebraciones y las penitencias de esta Cuaresma nos ayuden a progresar en el camino de nuestras Conversión: así conoceremos mejor y viviremos con mayor plenitud las riquezas inagotables del misterio de Cristo. Que vive reina contigo.
Conclusión
V El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna. R Amén.
Oración de la Noche - Completas
Invitación: Los políticos, los comerciantes, empiezan sus actividades por una campaña publicitaria agresiva. Su cara y sus propuestas aparecen insistentemente en los medios de comunicación. Jesús optó por todo lo contrario. Desapareció de la circulación y se fue a un lugar solitario, donde no hablaba con nadie, solo con Dios. Ésta es la propuesta de Jesús durante la Cuaresma: aparezcan nuestras buenas obras y no tanto nuestra cara. (Completas: Textos comunes, ver pág. 8 y propios del Domingo, I Vísperas, pág. 11)
Oración de la Mañana - Laudes
Invitación: En este día se nos invita a centrar la atención en lo que los evangelistas ofrecen como propuesta principal: Jesús sometido a la tentación. Jesús se hizo tan semejante a nuestra condición humana, que pasó también por la experiencia de ser tentado. Tenemos que decir que la propuesta que le hacía el tentador era tentadora: Nada menos que ser el rey dominador de todos los reinos de la tierra. Jesús lo despachó con una respuesta contundente: “Al Señor tu Dios adorarás, y a él solo le darás culto” (Mt 4,10).
Invocación inicial
V Señor, abre mis labios. R Y mi boca proclamará tu alabanza.
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9 de Marzo - I Domingo de Cuaresma/ A En forma opcional se dice luego el salmo 94, ver pág. 3 con su antífona del invitatorio siguiente:
Antífona (para el salmo invitatorio): A Cristo, el Señor, que por nosotros fue tentado y por nosotros murió, venid, adorémosle.
Himno de Laudes, pág. 6 Antífona 1 - Toda mi vida te bendeciré, Señor, y alzaré las manos invocándote.
Salmo 62, 2-9 ¡Oh Dios!, tú eres mi Dios, por ti madrugo;/ mi alma está sedienta de ti;/ mi carne tiene ansia de ti,/ como tierra reseca, agostada, sin agua.
Fuego y calor, bendecid al Señor;/ fríos y heladas, bendecid al Señor. Rocíos y nevadas, bendecid al Señor;/ témpanos y hielos, bendecid al Señor. Escarchas y nieves, bendecid al Señor,/ noche y día, bendecid al Señor. Luz y tinieblas, bendecid al Señor,/ rayos y nubes, bendecid al Señor. Bendiga la tierra al Señor,/ ensálcelo con himnos por los siglos. Montes y cumbres, bendecid al Señor,/ cuanto germina en la tierra, bendiga al Señor.
¡Cómo te contemplaba en el santuario/ viendo tu fuerza y tu gloria!/ Tu gracia vale más que la vida,/ te alabarán mis labios.
Manantiales, bendecid al Señor,/ mares y ríos, bendecid al Señor.
Toda mi vida te bendeciré/ y alzaré las manos invocándote./ Me saciaré de manjares exquisitos,/ y mis labios te alabarán jubilosos.
Fieras y ganados, bendecid al Señor,/ ensalzadlo con himnos por los siglos.
En el lecho me acuerdo de ti/ y velando medito en ti,/ porque fuiste mi auxilio,/ y a la sombra de tus alas canto con júbilo;/ mi alma está unida a ti, y tu diestra me sostiene. Gloria y antífona 1 Antífona 2 - Cantad y exaltad a Dios eternamente.
Cántico
Dn 3, 57-88. 56
Creaturas todas del Señor, bendecid al Señor,/ ensalzadlo con himnos por los siglos. Ángeles del Señor, bendecid Señor;/ cielos, bendecid al Señor.
al
Aguas del espacio, bendecid al Señor;/ ejércitos del Señor, bendecid al Señor.
Cetáceos y peces, bendecid al Señor;/ aves del cielo, bendecid al Señor.
Hijos de los hombres, bendecid al Señor,/ bendiga Israel al Señor. Sacerdotes del Señor, bendecid al Señor;/ siervos del Señor, bendecid al Señor. Almas y espíritus justos, bendecid al Señor;/ santos y humildes de corazón, bendecid al Señor. Ananías, Azarías y Misael, bendecid al Señor,/ ensalzadlo con himnos por los siglos. Bendigamos al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo,/ ensalcémoslo con himnos por los siglos. Bendito el Señor en la bóveda del cielo,/ alabado y glorioso y ensalzado por los siglos. No se dice Gloria al Padre. Antífona 2 Antífona 3 - El Señor ama a su pueblo y adorna con la victoria a los humildes.
Sol y luna, bendecid al Señor;/ astros del cielo, bendecid al Señor.
Salmo 149
Lluvia y rocío, bendecid al Señor;/ vientos todos, bendecid al Señor.
Cantad al Señor un cántico nuevo,/ resuene su alabanza en la asamblea de
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9 de Marzo - I Domingo de Cuaresma/ A
los fieles;/ que se alegre Israel por su Creador,/ los hijos de Sión por su Rey.
digamos: Infúndenos, Señor, un espíritu nuevo.
Alabad su nombre con danzas,/ cantadle con tambores y cítaras;/ porque el Señor ama a su pueblo/ y adorna con la victoria a los humildes.
Cristo, vida nuestra, tú que por el bautismo nos has sepultado místicamente contigo en la muerte, para que contigo también resucitemos, * concédenos andar hoy en vida nueva.
Que los fieles festejen su gloria/ y canten jubilosos en filas:/ con vítores a Dios en la boca/ y espadas de dos filos en las manos: para tomar venganza de los pueblos/ y aplicar el castigo a las naciones,/ sujetando a los reyes con argollas,/ a los nobles con esposas de hierro. Ejecutar la sentencia dictada/ es un honor para todos sus fieles. Gloria y antífona 3
Lectura breve
Ne 8, 9.10
Este día está consagrado al Señor vuestro Dios; no hagáis duelo ni lloréis. No estéis tristes: la alegría del Señor es vuestra fortaleza.
Responsorio breve
V Cristo, Hijo del Dios vivo, ten piedad de nosotros. R Cristo, Hijo del Dios vivo, ten piedad de nosotros. V Tu que fuiste triturado por nuestros crímenes. R Ten piedad de nosotros. V Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. R Cristo, Hijo del Dios vivo, ten piedad de nosotros.
Cántico de Zacarías, pág. 4
Antífona: Fue llevado Jesús por el Espíritu al desierto, para ser tentado por el demonio; y, después de ayunar cuarenta días y cuarenta noches, sintió hambre.
Preces Ahora es el tiempo propicio, ahora es el día de salvación; acudamos, pues, a nuestro Redentor que nos concede estos días de perdón, y, bendiciéndole,
Señor Jesús, tú que pasaste por el mundo haciendo el bien, * haz que también nosotros seamos solícitos del bien de todos los hombres. Ayúdanos, Señor, a trabajar concordes en la edificación de nuestra ciudad terrena, * sin olvidar nunca tu reino eterno. Tú, Señor, que eres médico de los cuerpos y de las almas, * sana las dolencias de nuestro espíritu para que crezcamos cada día en santidad. (Se pueden añadir algunas intenciones libres).
Ya que la fuerza para no caer en la tentación nos viene de Dios, acudamos al Padre, diciendo: Padre nuestro.
Oración Te pedimos, Señor todopoderoso, que las celebraciones y las penitencias de esta Cuaresma nos ayuden a progresar en el camino de nuestras Conversión: así conoceremos mejor y viviremos con mayor plenitud las riquezas inagotables del misterio de Cristo. Que vive reina contigo..
Conclusión
V El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna. R Amén.
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9 de Marzo - I Domingo de Cuaresma/ A
Oración de la Tarde - II Vísperas
Invitación: Al caer de la tarde de este día tenemos que decir: “La tentación está servida”. Cada discípulo nos vemos sometido a diario a la tentación del poder, del tener, y como dice el dicho popular: “Comamos y bebamos que mañana moriremos”. La sabiduría de Dios es muy distinta: “Amemos, compartamos con fe y con amor, que en la mañana de Pascua viviremos y cantaremos con Jesús resucitado.
Invocación inicial
V Dios mío, ven en mi auxilio. R Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Himno, II Vísperas, pág. 7 Antífona 1 - Al Señor, tu Dios, adorarás y a él solo darás culto.
Salmo 109, 1-5. 7
Oráculo del Señor a mi Señor:/ «Siéntate a mi derecha,/ y haré de tus enemigos/ estrado de tus pies». Desde Sión extenderá el Señor/ el poder de tu cetro:/ somete en la batalla a tus enemigos. «Eres príncipe desde el día de tu nacimiento,/ entre esplendores sagrados;/ yo mismo te engendré, como rocío,/ antes de la aurora». El Señor lo ha jurado y no se arrepiente:/ «Tú eres sacerdote eterno/ según el rito de Melquisedec». El Señor a tu derecha, el día de su ira,/ quebrantará a los reyes. En su camino beberá del torrente,/ por eso levantará la cabeza. Gloria y antífona 1
El mar, al verlos, huyó,/ el Jordán se echó atrás;/ los montes saltaron como carneros;/ las colinas, como corderos. ¿Qué te pasa, mar, que huyes,/ y a ti, Jordán, que te echas atrás?/ ¿Y a vosotros, montes, que saltáis como carneros;/ colinas, que saltáis como corderos? En presencia del Señor se estremece la tierra,/ en presencia del Dios de Jacob;/ que transforma las peñas en estanques,/ el pedernal en manantiales de agua. Gloria y antífona 2 Antífona 3 - Ya veis que subimos a Jerusalén y que todas las cosas que fueron escritas acerca del Hijo del hombre van a tener ya su cumplimiento.
Cántico
1Pe 2, 21b-24
Cristo padeció por nosotros, / dejándonos un ejemplo /para que sigamos sus huellas. Él no cometió pecado /ni encontraron engaño en su boca; /cuando le insultaban, /no devolvía el insulto; /en su pasión no profería amenazas; /al contrario, /se ponía en manos del que juzga justamente.
Antífona 2 - Ahora es el tiempo propicio, ahora es el día de salvación.
Cargado con nuestros pecados subió al leño, /para que, muertos al pecado, /vivamos para la justicia. /Sus heridas nos han curado.
Salmo 113 A
Lectura breve
Cuando Israel salió de Egipto,/ los hijos de Jacob de un pueblo balbuciente,/ Judá fue su santuario,/ Israel fue su dominio.
1Co 9, 24-25
Los atletas que corren en el estadio corren todos, pero uno solo consigue el premio. Corred como él, para conseguirlo. Todo atleta se impone
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9 de Marzo - Domingo - Oración de la Noche - Completas
moderación en todas sus cosas. Ellos lo hacen para alcanzar una corona que se marchita; nosotros una que no se ha de marchitar jamás.
Responsorio breve
V Escúchanos, Señor, y ten piedad, porque hemos pecado contra ti. R Escúchanos, Señor, y ten piedad, porque hemos pecado contra ti. V Cristo, oye los ruegos de los que te suplicamos. R Porque hemos pecado contra ti. V Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. R Escúchanos, Señor, y ten piedad, porque hemos pecado contra ti.
Cántico de la Sma. Vg. Mª, pág. 4 Antífona: Vela sobre nosotros, Salvador eterno; sé tú nuestro protector, que no nos sorprenda el tentador astuto. Preces
Demos gloria y alabanza a Dios Padre que, por medio de su Hijo, la Palabra encarnada, nos hace renacer de un germen incorruptible y eterno, y supliquémosle diciendo: Señor, ten piedad de tu pueblo. Escucha, Dios de misericordia, la oración que te presentamos en favor de tu pueblo * y concede a tus fieles desear tu palabra más que el alimento del cuerpo.
Enséñanos a amar de verdad y sin discriminación a nuestros hermanos y a los hombres de todas las razas, * y a trabajar por su bien y por la concordia mutua. Pon tus ojos en los catecúmenos que se preparan para el bautismo * y has de ellos piedras vivas y templo espiritual en tu honor. Tú que por la predicación de Jonás exhortaste a los ninivitas a la penitencia, * haz que tu palabra llame a los pecadores a la conversión. (Se pueden añadir algunas intenciones libres)
Haz que los moribundos esperen confiadamente el encuentro con Cristo, su juez, * y gocen eternamente de tu presencia. Unidos fraternalmente, dirijamos al Padre nuestra oración común: Padre nuestro.
Oración Te pedimos, Señor todopoderoso, que las celebraciones y las penitencias de esta Cuaresma nos ayuden a progresar en el camino de nuestras Conversión: así conoceremos mejor y viviremos con mayor plenitud las riquezas inagotables del misterio de Cristo. Que vive reina contigo.
Conclusión
V El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna. R Amén.
Oración de la Noche - Completas
Invitación: Jesús fue al desierto, como señalan en otros lugares los evangelios, para orar. En esta ocasión no pasó solo una noche en oración, sino cuarenta. Tenemos tiempo para todo, menos para conversar con Dios como el mejor amigo. No podemos reducir el tiempo de desierto de Jesús a la tentación. Ante todo fue un largo ejercicio de encuentro con Dios que duró cuarenta días con sus noches. (Completas: Textos comunes, ver pág. 8 y propios del Domingo, II Vísperas, pág. 13)
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10 de Marzo - Lunes, Feria, I Sem. de Cuaresma
LA PALABRA SE HACE ORACIÓN
Lectura: Mt 4,1-11 Son muchos, Señor, los tentadores, y sus ofertas nos abruman. La tentación de pedir el milagro de multiplicar manjares exquisitos no nos deja. Con tu Palabra nos adviertes: “No sólo de pan vive el hombre”. Luchamos, codo con codo, por conseguir el primer puesto. Tu Palabra nos recuerda: “Solo al Señor tu Dios adorarás”. Desde el amanecer del día, elevamos a ti nuestra plegaria: “No nos dejes caer en tentación”.
P. Antonio Danoz, redentorista
10 de Marzo - Lunes, Feria, I Sem. de Cuaresma Oración de la Mañana - Laudes
Invitación: La propuesta de la Palabra de Dios en este día es extraordinariamente exigente: “Sean santos” (Lv19,2). No se trata de una santidad cualquiera. Se trata de ser santos con la santidad de Dios. La Palabra de Dios hace propuestas para alcanzar esta santidad. Primera: comportarse correctamente con el prójimo sin engañarlo, sin oprimirlo, sin explotarlo quedándose con el salario, no siendo injusto al dictar sentencia. Segunda: no profanar el nombre de Dios.
Invocación inicial
V Señor, abre mis labios. R Y mi boca proclamará tu alabanza. En forma opcional se dice luego el salmo 94, ver pág. 3 con su antífona del invitatorio siguiente:
Antífona (para el salmo invitatorio): A Cristo, el Señor, que por nosotros fue tentado y por nosotros murió, venid, adorémosle.
Himno, Feria de Cuaresma, pág. 7 Antífona 1 - A ti te suplico, Señor; por la mañana escucharás mi voz.
Salmo 5, 2-10. 12-13 Señor, escucha mis palabras,/ atiende a mis gemidos,/ haz caso de mis gritos de auxilio,/ Rey mío y Dios mío. A ti te suplico, Señor;/ por la mañana escucharás mi voz,/ por la mañana te expongo mi causa,/ y me quedo aguardando.
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10 de Marzo - Lunes, Feria, I Sem. de Cuaresma
Tú no eres un Dios que ame la maldad,/ ni el malvado es tu huésped,/ ni el arrogante se mantiene en tu presencia. Detestas a los malhechores,/ destruyes a los mentirosos;/ al hombre sanguinario y traicionero/ lo aborrece el Señor. Pero yo, por tu gran bondad,/ entraré en tu casa,/ me postraré ante tu templo santo/ con toda reverencia. Señor, guíame con tu justicia,/ porque tengo enemigos;/ alláname tu camino. En su boca no hay sinceridad,/ su corazón es perverso;/ su garganta es un sepulcro abierto,/ mientras halagan con la lengua. Que se alegren los que se acogen a ti,/ con júbilo eterno;/ protégelos, para que se llenen de gozo/ los que aman tu nombre. Porque tú, Señor, bendices al justo/ y como un escudo lo rodea tu favor. Gloria y antífona 1 Antífona 2 - Alabamos, Dios nuestro, tu nombre glorioso.
Cántico
1Crón 29, 10-13
Bendito eres, Señor,/ Dios de nuestro padre Israel,/ por los siglos de los siglos. Tuyos son, Señor, la grandeza y el poder,/ la gloria, el esplendor, la majestad,/ porque tuyo es cuanto hay en cielo y tierra,/ tú eres rey y soberano de todo. De ti viene la riqueza y la gloria,/ tú eres señor del universo,/ en tu mano está el poder y la fuerza,/ tú engrandeces y confortas a todos. Por eso, Dios nuestro,/ nosotros te damos gracias,/ alabando tu nombre glorioso. Gloria y antífona 2 Antífona 3 - Postraos ante el Señor en el atrio sagrado.
Salmo 28 Hijos de Dios, aclamad al Señor,/ aclamad la gloria y el poder del Señor,/ aclamad la gloria del nombre del Señor,/ postraos ante el Señor en el atrio sagrado. La voz del Señor sobre las aguas, /el Dios de la gloria hace oír su trueno,/ el Señor sobre las aguas torrenciales. La voz del Señor es potente,/ la voz del Señor es magnífica,/ la voz del Señor descuaja los cedros,/ el Señor descuaja los cedros del Líbano. Hace brincar al Líbano como a un novillo,/ al Sarión como a una cría de búfalo. La voz del Señor lanza llamas de fuego,/ la voz del Señor sacude el desierto/ el Señor sacude el desierto de Cadés. La voz del Señor retuerce los robles,/ el Señor descorteza las selvas./ En su templo un grito unánime: ¡Gloria! El trono del Señor está encima de la tempestad,/ el Señor se sienta como rey eterno./ El Señor da fuerza a su pueblo,/ el Señor bendice a su pueblo con la paz. Gloria y antífona 3
Lectura breve
Ex 19, 4-6a
Vosotros habéis visto cómo os saqué sobre alas de águila y os traje hacia mí; ahora pues, si queréis obedecerme y guardar mi alianza, seréis mi especial propiedad entre todos los pueblos, pues mía es toda la tierra. Seréis para mí un reino de sacerdotes y una nación santa.
Responsorio breve
V Él me librará de la red del cazador. R Él me librará de la red del cazador. V Me cubrirá con su plumaje. R Él me librará de la red del cazador. V Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. R Él me librará de la red del cazador.
10 de Marzo - Lunes, Feria, I Sem. de Cuaresma
Cántico de Zacarías, pág. 4
Antífona: Venid, benditos de mi Padre, a tomar posesión del reino que está preparado para vosotros desde la creación del mundo.
Preces Bendigamos a Jesús, nuestro Salvador, que por su muerte nos ha abierto el camino de salvación y digámosle confiados: Danos caminar por tus senderos, Señor. Señor de misericordia, que en el bautismo nos diste una vida nueva, * te pedimos que nos hagas cada día más conformes a ti. Enséñanos, Señor, a ser hoy alegría para los que sufren * y haz que sepamos servirte en cada uno de los necesitados. Que procuremos, Señor, hacer lo bueno, lo recto y lo verdadero ante ti * y
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que busquemos tu rostro con sinceridad de corazón. Perdona, Señor, las faltas que hemos cometido contra la unidad de tu familia * y haz que tengamos un solo corazón y un solo espíritu. (Se pueden añadir algunas intenciones libres)
Dirijámonos a Dios con la oración que Cristo nos enseñó: Padre nuestro.
Oración Conviértenos a ti, Dios salvador nuestro, y ayúdanos a progresar en el conocimiento de tu palabra, para que así la celebración de esta Cuaresma dé en nosotros fruto abundante. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.
Conclusión
V El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna. R Amén.
Oración de la Tarde - Vísperas
Invitación: Jesús nos sitúa en el último día del mundo, en el cual todas las generaciones se presentarán ante el Hijo del hombre, para rendir cuentas de su gestión. Jesús nos ha dicho que el mandamiento principal es el amor, pues sobre el mandamiento principal se centrará el rendimiento de cuentas. Sobre la vivencia del amor se centrará el juicio. Los que han amado, socorriendo al pobre tienen un lugar seguro al lado de Jesús en la casa del padre. A los demás los despachará con dos palabras: “Aléjense, malditos”.
Invocación inicial
V Dios mío, ven en mi auxilio. R Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Himno, Feria de Cuaresma, pág. 7 Antífona 1 - El Señor se complace en los justos.
Salmo 10
Al Señor me acojo, ¿por qué me decís:/ «Escapa como un pájaro al monte,/ porque los malvados tensan el
arco,/ ajustan las saetas a la cuerda,/ para disparar en la sombra contra los buenos?/ Cuando fallan los cimientos,/ ¿qué podrá hacer el justo?» Pero el Señor está en su templo santo,/ el Señor tiene su trono en el cielo;/ sus ojos están observando,/ sus pupilas examinan a los hombres. El Señor examina a inocentes y culpables,/ y al que ama la violencia, él lo detesta. Hará llover sobre los malvados ascuas y azufre,/ les tocará en suerte un viento huracanado./ Porque el Señor es justo
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10 de Marzo - Lunes, Feria, I Sem. de Cuaresma
y ama la justicia:/ los buenos verán su rostro. Gloria y antífona 1 Antífona 2 - Dichosos los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios.
Salmo 14 Señor, ¿quién puede hospedarse en tu tienda/ y habitar en tu monte santo? El que procede honradamente/ y practica la justicia,/ el que tiene intenciones leales/ y no calumnia con su lengua, el que no hace mal a su prójimo/ ni difama al vecino,/ el que considera despreciable al impío/ y honra a los que temen al Señor, el que no retracta lo que juró/ aun en daño propio,/ el que no presta dinero a usura /ni acepta soborno contra el inocente. El que así obra nunca fallará. Gloria y antífona 2 Antífona 3 - Dios nos ha destinado en la persona de Cristo a ser sus hijos.
Cántico
Ef 1, 3-10
Bendito sea Dios,/ Padre de nuestro Señor Jesucristo, /que nos ha bendecido en la persona de Cristo /con toda clase de bienes espirituales y celestiales. Él nos eligió en la persona de Cristo, /antes de crear el mundo, /para que fuésemos consagrados /e irreprochables ante él por el amor. Él nos ha destinado en la persona de Cristo, /por pura iniciativa suya, /a ser sus hijos, /para que la gloria de su gracia, /que tan generosamente nos ha concedido/ en su querido Hijo, /redunde en alabanza suya. Por este Hijo, por su sangre, /hemos recibido la redención, /el perdón de los pecados. El tesoro de su gracia, sabiduría y prudencia /ha sido un derroche para
con nosotros, /dándonos a conocer el misterio de su voluntad. Este es el plan /que había proyectado realizar por Cristo /cuando llegase el momento culminante: /hacer que todas las cosas tuviesen a Cristo por cabeza, / las del cielo y las de la tierra. Gloria y antífona 3
Lectura breve
Rom 12, 1-2
Os exhorto, por la misericordia de Dios, a presentar vuestros cuerpos como hostia viva, santa, agradable a Dios; éste es vuestro culto razonable. Y no os ajustéis a este mundo, sino transformaos por la renovación de la mente, para que sepáis discernir lo que es la voluntad de Dios, lo bueno, lo que agrada, lo perfecto.
Responsorio breve
V Yo dije: «Señor, ten misericordia». R Yo dije: «Señor, ten misericordia». V Sáname, porque he pecado contra ti. R Señor, ten misericordia. V Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. R Yo dije: «Señor, ten misericordia».
Cántico de Sma. Vg. Mª, pág. 4
Antífona: Lo que hicisteis con uno de estos mis humildes hermanos conmigo lo hicisteis.
Preces Invoquemos al Señor Jesús, que nos ha salvado a nosotros, su pueblo, librándonos de nuestros pecados, y digámosle humildemente: Jesús, Hijo de David, compadécete de nosotros. Te pedimos, Señor Jesús, por tu Iglesia santa, por la que te entregaste para consagrarla con el baño del agua y con la palabra: * purifícala y renuévala por la penitencia. Maestro bueno, haz que los jóvenes descubran el camino que les preparas * y que respondan siempre con generosidad a tus llamadas.
10 de Marzo - Lunes - Oración de la Noche - Completas / La Palabra se hace oración
Tú que te compadeciste de los enfermos que acudían a ti, levanta la esperanza de nuestros enfermos * y haz que imitemos tu gesto generoso y estemos siempre atentos al bien de los que sufren. Haz, Señor, que recordemos siempre nuestra condición de hijos tuyos, recibida en el bautismo, * y que vivamos siempre para ti. (Se pueden añadir algunas intenciones libres)
Da tu paz y el premio eterno a los difuntos * y reúnenos un día con ellos en tu reino.
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Con el gozo de sabernos hijos de Dios, acudamos a nuestro Padre, diciendo: Padre nuestro.
Oración Conviértenos a ti, Dios salvador nuestro, y ayúdanos a progresar en el conocimiento de tu palabra, para que así la celebración de esta Cuaresma dé en nosotros fruto abundante. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.
Conclusión
V El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna. R Amén.
Oración de la Noche - Completas
Invitación: La oración de esta noche centrémosla sobre el amor. San Juan de la Cruz dice que, al final de la vida nos examinarán sobre el amor. Examinémonos antes de que llegue el día final y veamos cómo andamos de amor a Dios y de amor a los hermanos los hombres y mujeres. ¿Dónde nos colocará el Señor en esta noche? ¿Dónde pretendemos estar colocados? Hacia esa meta ha de orientarse la conversión que tenemos que realizar hoy. (Completas: Textos comunes, ver pág. 8 y propios del Lunes, pág. 15)
LA PALABRA SE HACE ORACIÓN
Lectura: Mt 25,31-46 Para buenos y para malos, Señor resucitado, la hora cero ha llegado. Sentado en tu trono de juez del universo, juzgas a reyes y plebeyos, a analfabetos y doctores. Ayúdanos a preparar el juicio a las naciones, multiplicando vestidos y alimentos, preparando refugio seguro a los sintecho, dando libertad a los oprimidos y a los presos. Queremos escuchar tu última palabra: “Vengan, benditos de mi Padre, a poseer el reino”; por hacer por mí, lo hicieron a los pobres, a los humildes y pequeños. P. Antonio Danoz, redentorista
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11 de Marzo - Martes, Feria, I Sem. de Cuaresma Oración de la Mañana - Laudes
Invitación: Nosotros somos un campo sobre el que Dios hace descender su lluvia. El Señor riega con generosidad, haciéndonos rebosar de bendiciones y de dones. Él no quiere ningún campo sin cosecha abundante ni árbol sin fruto. Al riego abundante que Dios realiza durante la Cuaresma, tenemos que responder con frutos abundantes de conversión. El Señor espera el ciento por uno.
Invocación inicial
¡Portones!, alzad los dinteles,/ levantaos, puertas antiguas:/ va a entrar el Rey de la gloria.
En forma opcional se dice luego el salmo 94, ver pág. 3, con la antífona siguiente:
¿Quién es ese Rey de la gloria?/ El Señor, Dios de los ejércitos./ Él es el Rey de la gloria. Gloria y antífona 1
V Señor, abre mis labios. R Y mi boca proclamará tu alabanza.
Antífona (para el salmo invita torio): A Cristo, el Señor, que por nosotros fue tentado y por nosotros murió, venid, adorémosle.
Himno, Feria de Cuaresma, pág. 7 Antífona 1 - El hombre de manos inocentes y puro corazón subirá al monte del Señor.
Salmo 23 Del Señor es la tierra y cuanto la llena,/ el orbe y todos sus habitantes:/ él la fundó sobre los mares,/ él la afianzó sobre los ríos. ¿Quién puede subir al monte del Señor?/ ¿Quién puede estar en el recinto sacro? El hombre de manos inocentes/ y puro corazón,/ que no confía en los ídolos/ ni jura contra el prójimo en falso/ Ése recibirá la bendición del Señor,/ le hará justicia el Dios de salvación. Éste es el grupo que busca al Señor,/ que viene a tu presencia, Dios de Jacob.
Antífona 2 - Ensalzad con vuestras obras al rey de los siglos.
Cántico
Tob 13, 1-10
Bendito sea Dios, que vive eternamente,/ y cuyo reino dura por los siglos:/ él azota y se compadece,/ hunde hasta el abismo y saca de él,/ y no hay quien escape de su mano. Dadle gracias, israelitas, ante los gentiles,/ porque él nos dispersó entre ellos./ Proclamad allí su grandeza,/ ensalzadlo ante todos los vivientes:/ que él es nuestro Dios y Señor,/ nuestro padre por todos los siglos. Él nos azota por nuestros delitos,/ pero se compadecerá de nuevo,/ y os congregará de entre todas las naciones/ por donde estáis dispersos. Si volvéis a él de todo corazón /y con toda el alma,/ siendo sinceros con él,/ él volverá a vosotros/ y no os ocultará su rostro.
¡Portones!, alzad los dinteles,/ levantaos, puertas antiguas:/ va a entrar el Rey de la gloria.
Veréis lo que hará con vosotros,/ le daréis gracias a boca llena,/ bendeciréis al Señor de la justicia/ y ensalzaréis al rey de los siglos.
¿Quién es ese Rey de la gloria?/ El Señor, héroe valeroso;/ el Señor, héroe de la guerra.
Yo le doy gracias en mi cautiverio,/ anuncio su grandeza y su poder/ a un pueblo pecador.
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11 de Marzo - Martes, Feria, I Sem. de Cuaresma
Convertíos, pecadores,/ obrad rectamente en su presencia:/ quizá os mostrará benevolencia/ y tendrá compasión. Ensalzaré a mi Dios, al rey del cielo,/ y me alegraré de su grandeza./ Anuncien todos los pueblos sus maravillas/ y alábenle sus elegidos en Jerusalén. Gloria y antífona 2 Antífona 3 - El Señor merece la alabanza de los buenos.
Salmo 32 Aclamad, justos, al Señor,/ que merece la alabanza de los buenos. Dad gracias al Señor con la cítara, / tocad en su honor el arpa de diez cuerdas;/ cantadle un cántico nuevo, /acompañando vuestra música con aclamaciones: que la palabra del Señor es sincera,/ y todas sus acciones son leales,/ él ama la justicia y el derecho,/ y su misericordia llena la tierra. La palabra del Señor hizo el cielo;/ el aliento de su boca, sus ejércitos;/ encierra en un odre aguas marinas, / mete en un depósito el océano. Tema al Señor la tierra entera,/ tiemblen ante él los habitantes del orbe:/ porque él lo dijo, y existió;/ él lo mandó, y surgió. El Señor deshace los planes de las naciones,/ frustra los proyectos de los pueblos;/ pero el plan del Señor subsiste por siempre; los proyectos de su corazón, de edad en edad. Dichosa la nación cuyo Dios es el Señor,/ el pueblo que él se escogió como heredad. El Señor mira desde el cielo,/ se fija en todos los hombres;/ desde su morada observa/ a todos los habitantes de la tierra:/ él modeló cada corazón,/ y comprende todas sus acciones. No vence el rey por su gran ejército,/
no escapa el soldado por su mucha fuerza,/ nada valen sus caballos para la victoria,/ ni por su gran ejército se salva. Los ojos del Señor están puestos sus fieles,/ en los que esperan en misericordia,/ para librar sus vidas la muerte/ y reanimarlos en tiempo hambre.
en su de de
Nosotros esperamos en el Señor:/ él es nuestro auxilio y escudo,/ con él se alegra nuestro corazón,/ en su santo nombre confiamos. Que tu misericordia, Señor, venga sobre nosotros,/ como lo esperamos de ti. Gloria y antífona 3
Lectura breve
Jl 2, 12-13
Convertíos a mí de todo corazón con ayuno, con llanto, con luto. Rasgad vuestros corazones y no vuestras vestiduras, y convertíos al Señor, vuestro Dios, porque es compasivo y misericordioso, lento a la cólera y rico en piedad; y se arrepiente de las amenazas.
Responsorio breve
V Él me librará de la red del cazador. R Él me librará de la red del cazador. V Me cubrirá con su plumaje. R Él me librará de la red del cazador. V Gloria al Padre, y al Hijo y al Espíritu Santo. R Él me librará de la red del cazador.
Cántico de Zacarías, pág. 4
Antífona: Señor, enséñanos a orar, como enseñó Juan a sus discípulos.
Preces Bendigamos a Cristo, pan vivo bajado del cielo, y digámosle: Cristo, pan de las almas y salvación de los hombres, fortalece nuestra debilidad. Señor, sacia nuestra hambre en el banquete de tu eucaristía * y danos participar plenamente de los bienes de tu sacrificio pascual.
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11 de Marzo - Martes, Feria, I Sem. de Cuaresma
Concédenos, Maestro bueno, escuchar tu palabra con un corazón noble, * y haz que perseveremos hasta dar fruto. Que con nuestro trabajo, Señor, cooperemos contigo para mejorar el mundo, * para que así, por la acción de tu Iglesia, reine en él la paz. Reconocemos, Señor, que hemos pecado; * perdona nuestras faltas por tu gran misericordia. (Se pueden añadir algunas intenciones libres)
Unidos
fraternalmente,
acudamos
ahora al Padre de todos: Padre nuestro
Oración Señor, mira con amor a tu pueblo, que trata de purificar su espíritu en estos días cuaresmales con la moderación en el uso de las cosas terrenas, y haz que esta sobriedad alimente en él el deseo de poseerte. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.
Conclusión
V El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna. R Amén.
Oración de la Tarde - Vísperas
Invitación: Jesús nos ofrece una catequesis sobre la oración. La oración de los discípulos no ha de consistir en palabrería vana. Eso hacen los paganos que piensan, que con mucho hablar serán mejor escuchados. Los discípulos, además de orar en comunidad con los hermanos, han de orar al Padre en secreto. Y Dios que está en lo secreto dará cumplida respuesta a la oración.
Invocación inicial
V Dios mío, ven en mi auxilio. R Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Himno, Feria de Cuaresma, pág. 7 Antífona 1 - El Señor da la victoria a su Ungido.
Salmo 19
estandartes;/ que el Señor te conceda todo lo que pides. Ahora reconozco que el Señor/ da la victoria a su Ungido,/ que lo ha escuchado desde su santo cielo,/ con los prodigios de su mano victoriosa. Unos confían en sus carros,/ otros en su caballería;/ nosotros invocamos el nombre/ del Señor, Dios nuestro. Ellos cayeron derribados, /nosotros nos mantenemos en pie.
Que te escuche el Señor el día del peligro,/ que te sostenga el nombre del Dios de Jacob;/ que te envíe auxilio desde el santuario,/ que te apoye desde el monte Sión;
Señor, da la victoria al rey /y escúchanos cuando te invocamos. Gloria y antífona 1
que se acuerde de todas tus ofrendas,/ que le agraden tus sacrificios;/ que cumpla el deseo de tu corazón,/ que dé éxito a todos tus planes.
Salmo 20, 2-8. 14
Que podamos celebrar tu victoria/ y en el nombre de nuestro Dios alzar
Antífona 2 - Al son de instrumentos cantaremos tu poder. Señor, el rey se alegra por tu fuerza,/ ¡y cuánto goza con tu victoria!/ Le has concedido el deseo de su corazón,/ no le has negado lo que pedían sus labios.
11 de Marzo - Martes, Feria, I Sem. de Cuaresma
Te adelantaste a bendecirlo con el éxito,/ y has puesto en su cabeza una corona de oro fino./ Te pidió vida, y se la has concedido,/ años que se prolongan sin término. Tu victoria ha engrandecido su fama,/ lo has vestido de honor y majestad,/ le concedes bendiciones incesantes,/ lo colmas de gozo en tu presencia:/ porque el rey confía en el Señor/ y con la gracia del Altísimo no fracasará. Levántate, Señor, con tu fuerza/ y al son de instrumentos cantaremos tu poder. Gloria y antífona 2 Antífona 3 - Has hecho de nosotros, Señor, un reino de sacerdotes para nuestro Dios.
Cántico
Ap 4, 11; 5,9-10. 12
Eres digno, Señor Dios nuestro, de recibir la gloria,/ el honor y el poder,/ porque tú has creado el universo;/ porque por tu voluntad lo que no existía fue creado. Eres digno de tomar el libro y abrir sus sellos,/ porque fuiste degollado/ y por tu sangre compraste para Dios/ hombres de toda raza, lengua, pueblo y nación;/ y has hecho de ellos para nuestro Dios/ un reino de sacerdotes /y reinan sobre la tierra. Digno es el Cordero degollado/ de recibir el poder, la riqueza y la sabiduría,/ la fuerza y el honor, la gloria y la alabanza. Gloria y antífona 3
Lectura breve Stgo 2, 14. 17. 18b Hermanos, ¿qué provecho saca uno con decir: «Yo tengo fe», si no tiene obras? ¿Podrá acaso salvarlo la fe? La fe, si no va acompañada de las obras, está muerta en su soledad. Pruébame tu fe sin obras que yo por mis obras te probaré mi fe.
Responsorio breve V Yo dije: «Señor, ten misericordia».
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R Yo dije: «Señor, ten misericordia». V Sáname, porque he pecado contra ti. R Señor, ten misericordia. V Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. R Yo dije: «Señor, ten misericordia».
Cántico de la Sma. Vg. Mª, pág. 4
Antífona: Tú, cuando vayas a rezar, entra en tu aposento, cierra la puerta y ora a tu Padre.
Preces A Cristo, el Señor, que nos mandó velar y orar a fin de no sucumbir en la tentación, digámosle confiadamente: Señor, escucha y ten piedad. Señor, tú que prometiste estar presente cuando tus discípulos se reúnen en tu nombre para orar, * haz que oremos siempre unidos a ti en el Espíritu Santo, a fin de que tu reino llegue a todos los hombres. Purifica de todo pecado a la Iglesia penitente * y haz que viva siempre en la esperanza y el gozo del Espíritu Santo. Amigo del hombre, haz que estemos siempre atentos, como tú nos mandaste, al bien del prójimo, * para que la luz de tu amor brille a través de nosotros ante todos los hombres. Rey pacífico, haz que tu paz reine en el mundo * y que nosotros trabajemos sin cesar para conseguirla. (Se pueden añadir algunas intenciones libres)
Tú que has muerto para que nosotros tengamos vida, * da la vida eterna a los que han muerto. Terminemos nuestra oración diciendo juntos las palabras del Señor y pidiendo al Padre que nos libre de todo mal: Padre nuestro.
Oración Señor, mira con amor a tu pueblo, que trata de purificar su espíritu en estos días cuaresmales con la moderación
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12 de Marzo - Miércoles, Feria, I Sem. de Cuaresma
en el uso de las cosas terrenas, y haz que esta sobriedad alimente en él el deseo de poseerte. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.
Conclusión
V El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna. R Amén.
Oración de la Noche - Completas
Invitación: Los evangelistas nos han dejado una oración, que las primeras comunidades bautizaron como “oración del Señor”, por considerar que procede del mismo Jesús. Corrientemente la llamaos “Padrenuestro” por sus dos primeras palabras. En el centro de esta oración está Dios, su reino y su voluntad. Y además el mandamiento principal que es el amor. Un signo de identidad del amor es el perdón. Pedimos que venga su reino, que se haga su voluntad y que nos otorgue el perdón. (Completas: Textos comunes, ver pág. 8 y propios del Martes, pág. 17)
LA PALABRA SE HACE ORACIÓN
Lectura: Mt 6,7-15 Padre nuestro, Padre de todos, de los niños y los grandes, de los ricos y mendigos. Tú que estás en los cielos, no te olvides de esta tierra, que nos confiaste cultivar, como bello paraíso. Que se cumpla siempre tu voluntad, porque cuando se hace la nuestra, los pobres se preguntan: ¿Dios está también en esta tierra? Asegúranos, Padre, el pan de cada día, y trabajo para ganarlo con justicia, sin que nadie se acueste sin cenar. Perdónanos, Padre bueno, nuestra falta de amor, de ternura y compasión; y lo mucho que aún nos queda por perdonar. No nos dejes caer en la tentación de olvidar lo mucho que nos amas. P. Antonio Danoz, redentorista
12 de Marzo - Miércoles, Feria, I Sem. de Cuaresma Oración de la Mañana - Laudes
Invitación: Hoy nos encontramos con un profeta rebelde, que es Jonás, y con un Dios infinitamente misericordioso empeñado en salvar a los habitantes de Nínive. Al final, Dios se salió con la suya y Jonás fue a Nínive a llamar a sus ciudadanos a conversión. Los ninivitas escucharon el llamado y se convirtieron. El llamado del profeta se dirige hoy a nosotros. Dios espera que nos convirtamos.
12 de Marzo - Miércoles, Feria, I Sem. de Cuaresma
Invocación inicial
V Señor, abre mis labios. R Y mi boca proclamará tu alabanza. En forma opcional se dice luego el salino 94, ver pág. 3 con su antífona del invitatorio siguiente:
Antífona (para el salmo invitatorio): A Cristo, el Señor, que por nosotros fue tentado y por nosotros murió, venid, adorémosle.
Himno, Feria de Cuaresma, pág. 7 Antífona 1 - Tu luz, Señor, nos hace ver la luz.
Salmo 35 El malvado escucha en su interior/ un oráculo del pecado:/ «No tengo miedo a Dios,/ ni en su presencia»./ Porque se hace la ilusión de que su culpa/ no será descubierta ni aborrecida. Las palabras de su boca son maldad y traición,/ renuncia a ser sensato y a obrar bien;/ acostado medita el crimen,/ se obstina en el mal camino,/ no rechaza la maldad.
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Antífona 2 - Señor, tú eres grande, tu fuerza es invencible.
Cántico
Jdt 16, 2 3. 15-19
¡Alabad a mi Dios con tambores,/ elevad cantos al Señor con cítaras,/ ofrecedle los acordes de un salmo de alabanza,/ ensalzad e invocad su nombre!
Porque el Señor es un Dios quebrantador de guerras,/ su nombre es el Señor. Cantaré a mi Dios un cántico nuevo:/ Señor, tú eres grande y glorioso,/ admirable en tu fuerza, invencible. Que te sirva toda la creación,/ porque tú lo mandaste y existió;/ enviaste tu aliento y la construiste,/ nada puede resistir a tu voz. Sacudirán las olas los cimientos de los montes,/ las peñas en tu presencia se derretirán como cera,/ pero tú serás propicio a tus fieles. Gloria y antífona 2 Antífona 3 - Aclamad a Dios con gritos de júbilo.
Señor, tu misericordia llega al cielo,/ tu fidelidad hasta las nubes,/ tu justicia hasta las altas cordilleras;/ tus sentencias son como el océano inmenso.
Pueblos todos, batid palmas,/ aclamad a Dios con gritos de júbilo;/ porque el Señor es sublime y terrible,/ emperador de toda la tierra.
Tú socorres a hombres y animales;/ ¡qué inapreciable es tu misericordia, oh Dios!;/ los humanos se acogen a la sombra de tus alas;
Él nos somete los pueblos/ y nos sojuzga las naciones;/ él nos escogió por heredad suya:/ gloria de Jacob, su amado.
se nutren de lo sabroso de tu casa,/ les das a beber del torrente de tus delicias,/ porque en ti está la fuente viva/ y tu luz nos hace ver la luz.
Dios asciende entre aclamaciones;/ el Señor, al son de trompetas:/ tocad para Dios, tocad,/ tocad para nuestro Rey, tocad.
Prolonga tu misericordia con los que te reconocen,/ tu justicia con los rectos de corazón;/ que no me pisotee el pie del soberbio,/ que no me eche fuera la mano del malvado.
Porque Dios es el rey del mundo:/ tocad con maestría./ Dios reina sobre las naciones,/ Dios se sienta en su trono sagrado.
Han fracasado los malhechores;/ derribados no se pueden levantar. Gloria y antífona 1
Salmo 46
Los príncipes de los gentiles se reúnen/ con el pueblo del Dios de Abraham;/ porque de Dios son los grandes de la tierra,/ y él es excelso. Gloria y antífona 3
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12 de Marzo - Miércoles, Feria, I Sem. de Cuaresma
Lectura breve
Dt 7, 6. 8-9
El Señor, tu Dios, te eligió para que fueras, entre todos los pueblos de la tierra, el pueblo de su propiedad. Por el amor que os tiene y por mantener el juramento que había hecho a vuestros padres, os sacó de Egipto con mano fuerte y os rescató de la esclavitud, del dominio del Faraón, rey de Egipto. Así conocerás que el Señor, tu Dios, es el Dios verdadero, el Dios fiel que mantiene su alianza y su favor, por mil generaciones, con los que lo aman y guardan sus preceptos.
Responsorio breve
V Él me librará de la red del cazador. R Él me librará de la red del cazador. V Me cubrirá con su plumaje. R Él me librará de la red del cazador. V Gloria al Padre, y al Hijo y al Espíritu Santo. R Él me librará de la red del cazador.
Cántico de Zacarías, pág. 4
Antífona: Esta raza es una raza perversa: pide una señal, pero no se le dará otra señal que la de Jonás.
Preces Bendigamos al Autor de nuestra salvación, que ha querido renovar en sí mismo todas las cosas, y digámosle: Renuévanos, Señor, por tu Espíritu Santo.
Señor, tú que nos has prometido un cielo nuevo y una tierra nueva, renuévanos sin cesar por tu Espíritu Santo, * para que lleguemos a gozar eternamente de ti en la nueva Jerusalén. Que trabajemos, Señor, para que el mundo se impregne de tu Espíritu * y se logre así más eficazmente la justicia, el amor y la paz universal. Enséñanos, Señor, a corregir nuestra pereza y nuestra desidia * y a poner nuestro corazón en los bienes eternos. Líbranos del mal * y presérvanos de la fascinación de la vanidad que oscurece la mente y oculta el bien. (Se pueden añadir algunas intenciones libres)
Digamos al Padre, unidos a Jesús, la oración que él nos enseñó: Padre nuestro.
Oración Señor, mira complacido a tu pueblo, que con fervor desea entregarse a una vida santa, y, ya que con sus privaciones se esfuerza por dominar el cuerpo, que la práctica de las buenas obras transforme su alma. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.
Conclusión
V El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna. R Amén.
Oración de la Tarde - Vísperas
Invitación: Lo contrario le aconteció a Jesús. Invitó a las gentes de su tiempo y la inmensa mayoría hizo oídos sordos. Es posible que algo parecido le suceda con las gentes de nuestro tiempo, incluidos los propios discípulos. Quien nos dirige el llamado a convertirnos es alguien que es “más que Jonás”. No permitamos que predique en vano.
Invocación inicial
V Dios mío, ven en mi auxilio. R Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
12 de Marzo - Miércoles, Feria, I Sem. de Cuaresma
Himno, Feria de Cuaresma, pág. 7 Antífona 1 - El Señor es mi luz y mi salvación, ¿a quién temeré? +
Salmo 26
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mi adversario, /porque se levantan contra mí testigos falsos, /que respiran violencia. Espero gozar de la dicha del Señor / en el país de la vida.
I El Señor es mi luz y mi salvación,/ ¿a quién temeré? /+ El Señor es la defensa de mi vida,/ ¿quién me hará temblar?
Espera en el Señor, sé valiente, /ten ánimo, espera en el Señor. Gloria y antífona 2
Cuando me asaltan los malvados/ para devorar mi carne,/ ellos, enemigos y adversarios,/ tropiezan y caen.
Cántico
Antífona 3 - Él es el primogénito de toda criatura, es el primero en todo.
Col 1, 12-20
Si un ejército acampa contra mí,/ mi corazón no tiembla;/ si me declaran la guerra,/ me siento tranquilo.
Damos gracias a Dios Padre,/ que nos ha hecho capaces de compartir/ la herencia del pueblo santo en la luz.
Una cosa pido al Señor,/ eso buscaré:/ habitar en la casa del Señor/ por los días de mi vida;/ gozar de la dulzura del Señor/ contemplando su templo.
Él nos ha sacado del dominio de las tinieblas,/ y nos ha trasladado al reino de su Hijo querido,/ por cuya sangre hemos recibido la redención,/ el perdón de los pecados.
Él me protegerá en su tienda/ el día del peligro;/ me esconderá en lo escondido de su morada,/ me alzará sobre la roca; y así levantaré la cabeza/ sobre el enemigo que me cerca;/ en su tienda sacrificaré /sacrificios de aclamación:/ cantaré y tocaré para el Señor. Gloria y antífona 1 Antífona 2 - Tu rostro buscaré, Señor, no me escondas tu rostro. II Escúchame, Señor, que te llamo; /ten piedad, respóndeme. Oigo en mi corazón: “Buscad mi rostro”. /Tu rostro buscaré, Señor, /no me escondas tu rostro. No rechaces con ira a tu siervo, /que tú eres mi auxilio; /no me deseches, no me abandones, /Dios de mi salvación. Si mi padre y mi madre me abandonan, /el Señor me recogerá. Señor, enséñame tu camino, /guíame por la senda llana, /porque tengo enemigos. No me entregues a la saña de
Él es imagen de Dios invisible,/ primogénito de toda criatura;/ pues por medio de él fueron creadas todas las cosas:/ celestes y terrestres, visibles e invisibles,/ Tronos, Dominaciones, Principados, Potestades;/ todo fue creado por él y para él. Él es anterior a todo, y todo se mantiene en él./ Él es también la cabeza del cuerpo de la Iglesia./ Él es el principio, el primogénito de entre los muertos,/ y así es el primero en todo. Porque en él quiso Dios que residiera toda plenitud./ Y por él quiso reconciliar consigo todas las cosas:/ haciendo la paz por la sangre de su cruz/ con todos los seres, así del cielo como de la tierra. Gloria y antífona 3
Lectura breve
Fil 2, 12b-15a
Trabajad por vuestra salvación con respeto y seriedad. Porque es Dios el que obra en vosotros haciendo que queráis y obréis movidos por lo que a él le agrada. Hacedlo todo sin murmuraciones ni discusiones, a fin de que seáis irreprensibles y sencillos, hijos de Dios sin mancha.
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12 de Marzo - Miércoles - Oración de la Noche - Completas / La Palabra de Dios se hace oración
Responsorio breve
amor fraternal se interesen por los enfermos * y que en ellos socorran a tu Hijo.
V Sáname, porque he pecado contra ti. R Señor, ten misericordia.
Haz que entren a formar parte de tu Iglesia los que aún no creen en el Evangelio, * y que, con sus buenas obras, la hagan crecer en el amor.
V Yo dije: «Señor, ten misericordia». R Yo dije: «Señor, ten misericordia».
V Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. R Yo dije: «Señor, ten misericordia».
Cántico de la Sma. Vg. Mª, pág. 4
Antífona: Como estuvo Jonás en el vientre del cetáceo tres días y tres noches, así estará el Hijo del hombre tres días y tres noches en el seno de la tierra.
Preces Alabemos a Dios todopoderoso y providente, que conoce todas nuestras necesidades pero quiere ante todo que busquemos su reino; supliquémosle, pues, diciendo: Venga, Señor, tu reino y su justicia. Padre santo, que nos diste a Cristo como pastor de nuestras vidas, ayuda a los pastores y a los pueblos a ellos confiados, para que no falte nunca al rebaño la solicitud de sus pastores * ni falte a los pastores la obediencia de su rebaño. Mueve a los cristianos para que con
A nosotros, pecadores, concédenos, tu perdón * y la reconciliación con tu Iglesia. (Se pueden añadir algunas intenciones libres)
A los que murieron concédeles resucitar a la vida eterna * y morar eternamente contigo. Invoquemos a Dios Padre con la oración que nos enseñó Jesús: Padre nuestro.
Oración Señor, mira complacido a tu pueblo, que con fervor desea entregarse a una vida santa, y, ya que con sus privaciones se esfuerza por dominar el cuerpo, que la práctica de las buenas obras transforme su alma. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.
Conclusión
V El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna. R Amén.
Oración de la Noche - Completas
Invitación: Este tiempo de oración invita a reflexionar. Con frecuencia estamos pendientes de los mensajes de los políticos, de los filósofos, de los artistas, de cualquier charlatán. Y cuando habla Jesús siempre tenemos un pretexto para no escucharlo. Hay tiempo para todo menos para una cosa: escuchar el llamado de Jesús a la conversión y hacerle caso. Muchas veces predica en el desierto. (Completas: Textos comunes, ver pág. 8 y propios del Miércoles, pág. 18)
LA PALABRA SE HACE ORACIÓN
Lectura: Lc 11,29-32 Esta generación perversa, Señor, reclama signos, como espectáculo, no para creer. Tres personajes bíblicos enfilan
13 de Marzo - Jueves, Feria, I Sem. de Cuaresma
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contra nosotros su dedo acusador: Jonás, que recorrió Nínive llamando a conversión; la reina del sur, que vino de lejos a escuchar a Salomón; los ninivitas, que se cubrieron de ceniza, como signo visible de conversión. Haz que acojamos con fe tu palabra, que nos llama con urgencia a convertirnos, porque tú eres el enviado del Padre, el Mesías, el profeta esperado, más grande que Jonás y Salomón. P. Antonio Danoz, redentorista
13 de Marzo - Jueves, Feria, I Sem. de Cuaresma Oración de la Mañana - Laudes
Invitación: Hoy la Palabra de Dios pone ante nosotros la figura de una mujer valiente y audaz. Decidida a arriesgar la vida por la salvación de su pueblo. Esta mujer se llama Ester. Ella tiene la suerte de encontrarse disfrutando en el palacio real. Pero su pueblo está gravemente amenazado de exterminio por las autoridades dominantes. Ante semejante peligro, decide interceder ante el rey para que no se cumpla el edicto. Es una de las grandes mujeres de la historia de Israel.
Invocación inicial
V Señor, abre mis labios. R Y mi boca proclamará tu alabanza. En forma opcional se dice luego el salmo 94, ver pág. 3 con su antífona del invitatorio siguiente:
Antífona (para el salmo invitatorio):
A Cristo, el Señor, que por nosotros fue tentado y por nosotros murió, venid, adorémosle.
Himno, Feria de Cuaresma, pág. 7 Antífona 1 - Despertad, cítara y arpa; despertaré a la aurora.
Salmo 56
Misericordia, Dios mío, misericordia,/ que mi alma se refugia en ti;/ me refugio a la sombra de tus alas/ mientras pasa la calamidad. Invoco al Dios Altísimo,/ al Dios que hace tanto por mí:/ desde el cielo me enviará la salvación,/ confundirá a los
que ansían matarme,/ enviará su gracia y su lealtad. Estoy echado entre leones/ devoradores de hombres:/ sus dientes son lanzas y flechas,/ su lengua es una espada afilada. Elévate sobre el cielo, Dios mío,/ y llene la tierra tu gloria. Han tendido una red a mis pasos/ para que sucumbiera;/ me han cavado delante una fosa,/ pero han caído en ella. Mi corazón está firme, Dios mío,/ mi corazón está firme./ Voy a cantar y a tocar:/ despierta, gloria mía;/ despertad, cítara y arpa;/ despertaré a la aurora. Te daré gracias ante los pueblos,/ Señor; tocaré para ti ante las naciones:/ por tu bondad, que es más grande que los cielos;/ por tu fidelidad, que alcanza a las nubes.
80
13 de Marzo - Jueves, Feria, I Sem. de Cuaresma
Elévate sobre el cielo, Dios mío,/ y llene la tierra tu gloria. Gloria y antífona 1 Antífona 2 - «Mi pueblo se saciará de mis bienes», dice el Señor.
Cántico
Jer 31, 10-14
en la ciudad de nuestro Dios:/ que Dios la ha fundado para siempre. ¡Oh Dios!, meditamos tu misericordia /en medio de tu templo:/ como tu renombre, ¡oh Dios!, tu alabanza/ llega al confín de la tierra;
Escuchad, pueblos, la palabra del Señor,/ anunciadla en las islas remotas:/ «El que dispersó a Israel lo reunirá,/ lo guardará como un pastor a su rebaño;/ porque el Señor redimió a Jacob,/ lo rescató de una mano más fuerte».
tu diestra está llena de justicia,/ el monte Sión se alegra,/ las ciudades de Judá se gozan/ con tus sentencias.
Vendrán con aclamaciones a la altura de Sión,/ afluirán hacia los bienes del Señor:/ hacia el trigo y el vino y el aceite,/ y los rebaños de ovejas y de vacas;/ su alma será como un huerto regado,/ y no volverán a desfallecer.
para poder decirle a la próxima generación:/ «Éste es el Señor, nuestro Dios»./ Él nos guiará por siempre jamás. Gloria y antífona 3
Dad la vuelta en torno a Sión,/ contando sus torreones;/ fijaos en sus baluartes,/ observad sus palacios,
Lectura breve 1Re 8, 51a. 52-53a
Entonces se alegrará la doncella en la danza,/ gozarán los jóvenes y los viejos;/ convertiré su tristeza en gozo,/ los alegraré y aliviaré sus penas;/ alimentaré a los sacerdotes con manjares/ sustanciosos,/ y mi pueblo se saciará de mis bienes. Gloria y antífona 2
Nosotros, Señor, somos tu pueblo y tu heredad; que tus ojos estén abiertos a las súplicas de tu siervo y a la súplica de tu pueblo Israel, para escuchar todos sus clamores hacia ti. Porque tú nos separaste para ti como herencia tuya de entre todos los pueblos de la tierra.
Antífona 3 - Grande es el Señor y muy digno de alabanza en la ciudad de nuestro Dios. +
V Él me librará de la red del cazador. R Él me librará de la red del cazador.
Salmo 47 Grande es el Señor y muy digno de alabanza/ en la ciudad de nuestro Dios,/ + su monte santo, altura hermosa,/ alegría de toda la tierra: el monte Sión, vértice del cielo,/ ciudad del gran rey;/ entre sus palacios,/ Dios descuella como un alcázar. Mirad: los reyes se aliaron/ para atacarla juntos;/ pero, al verla, quedaron aterrados/ y huyeron despavoridos; allí los agarró un temblor/ y dolores como de parto;/ como un viento del desierto,/ que destroza las naves de Tarsis. Lo que habíamos oído lo hemos visto/ en la ciudad del Señor de los ejércitos,/
Responsorio breve
V Me cubrirá con su plumaje. R Él me librará de la red del cazador. V Gloria al Padre, al Hijo, y al Espíritu Santo. R Él me librará de la red del cazador.
Cántico de Zacarías, pág. 4
Antífona: Si vosotros, siendo malos como sois, sabéis dar cosas buenas a vuestros hijos, ¡con cuánta mayor razón las dará vuestro Padre celestial al que se las pida!
Preces Glorifiquemos a Cristo, nuestro Señor, que resplandece como luz del mundo para que siguiéndolo no caminemos en tinieblas, sino que tengamos la luz de la vida, y digámosle: Que tu palabra, Señor, sea luz para nuestros pasos.
13 de Marzo - Jueves, Feria, I Sem. de Cuaresma
Cristo, amigo de los hombres, haz que sepamos progresar hoy en tu imitación, * para que lo que perdimos por culpa del primer Adán lo recuperemos en el segundo. Que tu palabra sea siempre luz en nuestro sendero, * para que, realizando siempre la verdad en el amor, hagamos crecer todas las cosas en ti. Enséñanos, Señor, a trabajar por el bien de todos los hombres, * para que así, por nuestra acción, la Iglesia ilumine a toda la sociedad humana. Que por nuestra sincera conversión crezcamos en tu amistad * y expiemos las faltas cometidas contra tu bondad y tu sabiduría.
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(Se pueden añadir algunas intenciones libres)
Porque sabemos que somos hijos de Dios, llenos de confianza nos atrevemos a decir: Padre nuestro.
Oración Señor, haz que nos inclinemos siempre a pensar con rectitud y a practicar el bien con diligencia y, puesto que no podemos existir sin ti, concédenos vivir siempre según tu voluntad. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.
Conclusión
V El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna. R Amén.
Oración de la Tarde - Vísperas
Invitación: Los discípulos de Jesús no podemos quedar con los brazos cruzados. Tenemos que ser activos y audaces. Jesús nos anima diciendo: “Pidan, busquen, toquen a la puerta”. Todo esto lo hacemos ante la puerta de Dios, que es nuestro Padre. Si nosotros, que no somos buenos, damos buenas cosas a los hijos, ¿Nos dará Dios una piedra si le pedimos pan?
Invocación inicial
V Dios mío, ven en mi auxilio. R Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Himno, Feria de Cuaresma, pág. 7 Antífona 1 - Señor, Dios mío, a ti grité, y tú me sanaste; te daré gracias por siempre.
Salmo 29 Te ensalzaré, Señor, porque me has librado/ y no has dejado que mis enemigos se rían de mí. Señor, Dios mío, a ti grité,/ y tú me sanaste./ Señor, sacaste mi vida del abismo,/ me hiciste revivir cuando bajaba a la fosa.
Tañed para el Señor, fieles suyos,/ dad gracias a su nombre santo;/ su cólera dura un instante;/ su bondad, de por vida;/ al atardecer nos visita el llanto,/ por la mañana, el júbilo. Yo pensaba muy seguro:/ «No vacilaré jamás»./ Tu bondad, Señor, me aseguraba/ el honor y la fuerza;/ pero escondiste tu rostro, /y quedé desconcertado. A ti, Señor, llamé,/ supliqué a mi Dios:/ «¿Qué ganas con mi muerte, con que yo baje a la fosa? ¿Te va a dar gracias el polvo,/ o va a proclamar tu lealtad?/ Escucha, Señor, y ten piedad de mí;/ Señor, socórreme». Cambiaste mi luto en danzas,/ me desataste el sayal y me has vestido de fiesta;/ te cantará mi alma sin callarse./
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13 de Marzo - Jueves, Feria, I Sem. de Cuaresma
Señor, Dios mío, te daré gracias por siempre. Gloria y antífona 1 Antífona 2 - Dichoso el hombre a quien el Señor no le apunta el delito.
Salmo 31
Dichoso el que está absuelto de su culpa, a quien le han sepultado su pecado;/ dichoso el hombre a quien el Señor/ no le apunta el delito. Mientras callé se consumían mis huesos,/ rugiendo todo el día,/ porque día y noche tu mano/ pesaba sobre mí;/ mi savia se me había vuelto/ un fruto seco. Había pecado, lo reconocí,/ no te encubrí mi delito;/ propuse: «Confesaré al Señor mi culpa»,/ y tú perdonaste mi culpa y mi pecado. Por eso, que todo fiel te suplique/ en el momento de la desgracia:/ la crecida de las aguas caudalosas/ no lo alcanzará. Tú eres mi refugio, me libras del peligro,/ me rodeas de cantos de liberación. Te instruiré y te enseñaré el camino que has de seguir,/ fijaré en ti mis ojos. No seáis irracionales como caballos y mulos,/ cuyo brío hay que domar con freno y brida;/ si no, no puedes acercarte. Los malvados sufren muchas penas;/al que confía en el Señor,/ la misericordia lo rodea. Alegraos, justos, y gozad con el Señor,/ aclamadlo los de corazón sincero. Gloria y antífona 2 Antífona 3 - El Señor le dio el poder, el honor y el reino, y todos los pueblos le servirán.
Cántico Ap 11, 17-18; 12, 10b-12a Gracias te damos, Señor Dios omnipotente,/ el que eres y el que eras,/ porque has asumido el gran poder/ y comenzaste a reinar.
Se encolerizaron las naciones,/ llegó tu cólera,/ y el tiempo de que sean juzgados los muertos,/ y de dar el galardón a tus siervos los profetas,/ y a los santos y a los que temen tu nombre,/ y a los pequeños y a los grandes,/ y de arruinar a los que arruinaron la tierra. Ahora se estableció la salud y el poderío,/ y el reinado de nuestro Dios,/ y la potestad de su Cristo;/ porque fue precipitado/ el acusador de nuestros hermanos,/ el que los acusaba ante nuestro Dios día y noche. Ellos le vencieron en virtud de la sangre del Cordero/ y por la palabra del testimonio que dieron,/ y no amaron tanto su vida que temieran la muerte./ Por esto, estad alegres, cielos,/ y los que moráis en sus tiendas. Gloria y antífona 3
Lectura breve
Stgo 4, 7-8. 10
Vivid sometidos a Dios. Resistid al diablo y huirá de vosotros. Acercaos a Dios y él se acercará a vosotros. Pecadores, lavaos las manos; purificad vuestros corazones, gente que obráis con doblez. Humillaos en la presencia del Señor y él os ensalzará.
Responsorio breve
V Yo dije: «Señor, ten misericordia.» R Yo dije: «Señor, ten misericordia.» V Sáname, porque he pecado contra ti. R Señor, ten misericordia. V Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. R Yo dije: «Señor, ten misericordia».
Cántico de la Sma. Vg. Mª, pág. 4
Antífona: Pedid y se os dará; buscad y hallaréis; llamad y se os abrirá.
Preces Oremos a Cristo, el Señor, que nos dio el mandamiento nuevo de amarnos unos a otros, y digámosle: Acrecienta, Señor, la caridad de tu Iglesia. Maestro bueno, enséñanos a amarte
13 de Marzo - Jueves - Oración de la Noche - Completas / La Palabra se hace oración
en nuestros hermanos * y a servirte en cada uno de ellos. Tú que en la cruz pediste al Padre el perdón para tus verdugos, * concédenos amar a nuestros enemigos y orar por los que nos persiguen. Señor, que la participación en el misterio de tu cuerpo y de tu sangre acreciente en nosotros el amor, la fortaleza y la confianza, * y dé vigor a los débiles, consuelo a los tristes y esperanza a los agonizantes. Señor, luz del mundo, que, por el agua, concediste al ciego de nacimiento el poder ver la luz, * ilumina a nuestros catecúmenos por el sacramento del agua y de la palabra. (Se pueden añadir algunas intenciones libres)
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Concede la plenitud de tu amor a los difuntos * y haz que un día nos contemos entre tus elegidos. Con el gozo de sabernos hijos de Dios, acudamos a nuestro Padre, diciendo: Padre nuestro.
Oración Señor, haz que nos inclinemos siempre a pensar con rectitud y a practicar el bien con diligencia y, puesto que no podemos existir sin ti, concédenos vivir siempre según tu voluntad. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.
Conclusión
V El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna. R Amén.
Oración de la Noche - Completas
Invitación: Nos preparamos a la oración, recordando la bella plegaria que Ester dirige al Señor: “Dios de Abrahán, protégeme porque estoy sola y no tengo más defensor que tú, y voy a jugarme la vida…Pon en mis labios palabras acertadas cuando esté en presencia del león y haz que yo le agrade, para que su corazón se vuelva en contra de nuestro enemigo” (Est 14,1ss). Bella oración para momentos de peligro. (Completas: Textos comunes, ver pág. 8 y propios del Jueves, pág. 20)
LA PALABRA SE HACE ORACIÓN
Lectura: Mt 7,7-12 Jesús nos insiste, Padre-madre bueno: Pidan, busquen, llamen sin desfallecer, porque tú tienes siempre el oído y el corazón abiertos. No venimos, Señor, con manos pedigüeñas. Danos tú lo que quieras, porque tú solo sabes, como los papás y las mamás de esta tierra, dar a tus hijos cosas buenas. Nos ofreces una “regla de oro”: “Traten como quieren que los traten. En esto consiste la ley y los profetas”. Mejor, Señor, es aquella otra: Amen a los que nos los aman, perdonen al que no perdona, no nieguen un vaso de agua al que tiene sed. P. Antonio Danoz, redentorista
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14 de Marzo - Viernes, Feria, I Sem. de Cuaresma Oración de la Mañana – Laudes
Invitación: La misericordia del Señor no tiene límites. De ello nadie puede dudar. De ningún modo puede querer la muerte del pecador. Lo que quiere es que se convierta y que viva. Por eso, si una persona, por pecadora que haya sido, se convierte, el Señor la perdona. Pero no pensemos en abusar de su misericordia. Si el justo se aparta del camino de la justicia y hace el mal, por el pecado que hizo y no se arrepintió, “morirá por su maldad”. Es palabra del Señor.
Invocación inicial
V Señor, abre mis labios. R Y mi boca proclamará tu alabanza. En forma opcional se dice luego el salmo 94, ver pág. 4, con la antífona siguiente:
Antífona (para el salmo invitatorio): A Cristo, el Señor, que por nosotros fue tentado y por nosotros murió, venid, adorémosle.
Himno, Feria de Cuaresma, pág. 7 Antífona 1 - Aceptarás los sacrificios, ofrendas y holocaustos, sobre tu altar, Señor.
Salmo 50 Misericordia, Dios mío, por tu bondad;/ por tu inmensa compasión borra mi culpa;/ lava del todo mi delito,/ limpia mi pecado. Pues yo reconozco mi culpa,/ tengo siempre presente mi pecado:/ contra ti, contra ti solo pequé,/ cometí la mal-dad que aborreces. En la sentencia tendrás razón,/ en el juicio brillará tu rectitud./ Mira, que en la culpa nací,/ pecador me concibió mi madre. Te gusta un corazón sincero,/ y en mi interior me inculcas sabiduría./ Rocíame con el hisopo: quedaré limpio;/ lávame: quedaré más blanco que la nieve. Hazme oír el gozo y la alegría,/ que se alegren los huesos quebrantados./ Aparta de mi pecado tu vista,/ borra en mí toda culpa.
¡Oh Dios!, crea en mí un corazón puro,/ renuévame por dentro con espíritu firme;/ no me arrojes lejos de tu rostro/ no me quites tu santo espíritu. Devuélveme la alegría de tu salvación,/ afiánzame con espíritu generoso:/ enseñaré a los malvados tus caminos,/ los pecadores volverán a ti. Líbrame de la sangre, ¡oh Dios,/ Dios, Salvador mío!,/ y cantará mi lengua tu justicia./ Señor, me abrirás los labios,/ y mi boca proclamará tu alabanza. Los sacrificios no te satisfacen;/ si te ofreciera un holocausto, no lo querrías./ Mi sacrificio es un espíritu quebrantado:/ un corazón quebrantado y humillado/ tú no lo desprecias. Señor, por tu bondad, favorece a Sión,/ reconstruye las murallas de Jerusalén:/ entonces aceptarás los sacrificios rituales,/ ofrendas y holocaustos,/ sobre tu altar se inmolarán novillos. Gloria y antífona 1 Antífona 2 - Con el Señor triunfará y se gloriará la estirpe de Israel.
Cántico
Is 45, 15-25
Es verdad: tú eres un Dios escondido,/ el Dios de Israel, el Salvador./ Se avergüenzan y se sonrojan todos por igual,/ se van avergonzados los fabricantes de ídolos;/ mientras el Señor salva a Israel/ con una salvación perpetua, /para que no se avergüencen ni se sonrojen/ nunca jamás. Así dice el Señor, creador del cielo/
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14 de Marzo - Viernes, Feria, I Sem. de Cuaresma
—él es Dios—,/ él modeló la tierra,/ la fabricó y la afianzó;/ no la creó vacía,/ sino que la formó habitable:/ «Yo soy el Señor y no hay otro». No te hablé a escondidas,/ en un país tenebroso,/ no dije a la estirpe de Jacob:/ «Buscadme en el vacío». Yo soy el Señor que pronuncia sentencia/ y declara lo que es justo./ Reuníos, venid, acercaos juntos,/ supervivientes de las naciones./ No discurren los que llevan su ídolo de madera,/ y rezan a un dios que no puede salvar. Declarad, aducid pruebas,/ que deliberen juntos:/ ¿Quién anunció esto desde antiguo,/ quién lo predijo desde entonces?/ ¿No fui yo, el Señor?/ —No hay otro Dios fuera de mí—. Yo soy un Dios justo y salvador,/ y no hay ninguno más. Volveos hacia mí para salvaros,/ confines de la tierra,/ pues yo soy Dios y no hay otro.
dándole gracias nombre:
y
bendiciendo
su
«El Señor es bueno,/ su misericordia es eterna,/ su fidelidad por todas las edades». Gloria y antífona 3
Lectura breve
Is 53, 11b-12
Mi siervo justificará a muchos, porque cargó sobre sí los crímenes de ellos. Le daré una multitud como parte y tendrá como despojo una muchedumbre, porque se entregó a sí mismo a la muerte y fue contado entre los malhechores; él tomó sobre sí el pecado de las multitudes e intercedió por los pecadores.
Responsorio breve V Él me librará de la red del cazador. R Él me librará de la red del cazador. V Me cubrirá con su plumaje. R Él me librará de la red del cazador. V Gloria al Padre, y al Hijo y al Espíritu Santo. R Él me librará de la red del cazador.
Yo juro por mi nombre,/ de mi boca sale una sentencia,/ una palabra irrevocable:/ «Ante mí se doblará toda rodilla,/ por mí jurará toda lengua»,/ dirán: «Sólo el Señor/ tiene la justicia y el poder».
Cántico de Zacarías, pág. 4 Antífona: Si vuestra virtud no es superior a la de los escribas y fariseos, no entraréis en el reino de los cielos.
A él vendrán avergonzados/ los que se enardecían contra él,/ con el Señor triunfará y se gloriará/ la estirpe de Israel. Gloria y antífona 2
Demos gracias a Cristo, el Señor, que al morir en la cruz nos dio la vida, y digámosle con fe: Tú que por nosotros moriste, escúchanos, Señor.
Antífona 3 - Entrad en la presencia del Señor con aclamaciones.
Salmo 99 Aclama al Señor, tierra entera,/ servid al Señor con alegría,/ entrad en su presencia con aclamaciones. Sabed que el Señor es Dios:/ que él nos hizo y somos suyos,/ su pueblo y ovejas de su rebaño. Entrad por sus puertas, con acción de gracias,/ por sus atrios con himnos,/
Preces
Maestro y Salvador nuestro, tú que nos revelaste con tu palabra el designio de Dios y nos renovaste con tu gloriosa pasión, * no permitas que nuestros días transcurran entre vicios y pecados. Que sepamos, Señor, mortificarnos hoy al tomar los manjares del cuerpo, * para ayudar con nuestra abstinencia a los hambrientos y necesitados. Que vivamos santamente este día de penitencia cuaresmal * y lo consagremos a tu servicio mediante obras de misericordia.
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14 de Marzo - Viernes, Feria, I Sem. de Cuaresma
Sana, Señor, nuestras voluntades rebeldes * y llénanos de tu gracia y de tus dones. (Se pueden añadir algunas intenciones libres)
Que el Espíritu que habita en nosotros y nos une en su amor nos ayude a decir: Padre nuestro.
Oración Señor, haz que tu pueblo vaya penetrando debidamente el sentido de la
Cuaresma y se prepare así a las fiestas pascuales, para que la penitencia corporal, propia de este tiempo, sirva para la renovación espiritual de todos tus fieles. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.
Conclusión
V El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna. R Amén
Oración de la Tarde - Vísperas
Invitación: Jesús ha venido a llevar la ley antigua a su plenitud. En la serie de casos que menciona el evangelio de Mateo, Jesús va más allá de lo que manda la ley. No basta con no matar: Hay que evitar todo signo de violencia. En los conflictos la propuesta de Jesús es la reconciliación con el adversario. Un deficiente arreglo siempre será mejor que una guerra abierta con el vecino.
Invocación inicial
V Dios mío, ven en mi auxilio. R Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Himno, Feria de Cuaresma, pág. 7 Antífona 1 - Sáname, Señor, porque he pecado contra ti.
Salmo 40
Dichoso el que cuida del pobre y desvalido;/ en el día aciago lo pondrá a salvo el Señor. El Señor lo guarda y lo conserva en vida,/ para que sea dichoso en la tierra,/ y no lo entrega a la saña de sus enemigos. El Señor lo sostendrá en el lecho del dolor,/ calmará los dolores de su enfermedad. Yo dije: «Señor, ten misericordia,/ sáname, porque he pecado contra ti». Mis enemigos me desean lo peor:/ «A ver si se muere y se acaba su apellido».
El que viene a verme habla con fingimiento,/ disimula su mala intención,/ y cuando sale afuera, la dice. Mis adversarios se reúnen a murmurar contra mí,/ hacen cálculos siniestros:/ «Padece un mal sin remedio,/ se acostó para no levantarse». Incluso mi amigo, de quien yo me fiaba,/ que compartía mi pan,/ es el primero en traicionarme. Pero tú, Señor, apiádate de mí,/ haz que pueda levantarme,/ para que yo les dé su merecido. En esto conozco que me amas:/ en que mi enemigo no triunfa de mí. A mí, en cambio, me conservas la salud,/ me mantienes siempre en tu presencia. Bendito el Señor, Dios de Israel,/ ahora y por siempre. Amén, amén. Gloria y antífona 1 Antífona 2 - El Señor de los ejércitos está con nosotros, nuestro alcázar es el Dios de Jacob.
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14 de Marzo - Viernes, Feria, I Sem. de Cuaresma
Salmo 45
Dios es nuestro refugio y nuestra fuerza,/ poderoso defensor en el peligro. Por eso no tememos aunque tiemble la tierra/ y los montes se desplomen en el mar. Que hiervan y bramen las olas,/ que sacudan a los montes con su furia: El Señor de los ejércitos está con nosotros,/ nuestro alcázar es el Dios de Jacob. El correr de las acequias alegra a la ciudad de Dios,/ el Altísimo consagra su morada. Teniendo a Dios en medio, no vacila;/ Dios la socorre al despuntar la aurora. Los pueblos se amotinan, los reyes se rebelan;/ pero él lanza su trueno y se tambalea la tierra. El Señor de los ejércitos está con nosotros,/ nuestro alcázar es el Dios de Jacob. Venid a ver las obras del Señor,/ las maravillas que hace en la tierra: Pone fin a la guerra hasta el extremo del orbe,/ rompe los arcos, quiebra las lanzas,/ prende fuego a los escudos. «Rendíos, reconoced que yo soy Dios:/ más alto que los pueblos, más alto que la tierra». El Señor de los ejércitos está con nosotros,/ nuestro alcázar es el Dios de Jacob. Gloria y antífona 2 Antífona 3 - Vendrán todas las naciones y se postrarán en tu acatamiento, Señor.
Cántico
Ap 15, 3-4
Grandes y maravillosas son tus obras,/ Señor, Dios omnipotente,/ justos y verdaderos tus caminos,/ ¡oh Rey de los siglos! ¿Quién no temerá, Señor,/ y glorificará tu nombre?/ Porque tú solo eres santo,/
porque vendrán todas las naciones/ y se postrarán en tu acatamiento,/ porque tus juicios se hicieron manifiestos. Gloria y antífona 3
Lectura breve
Stgo 5, 16. 19-20
Confesaos mutuamente vuestros pecados y rogad unos por otros, para alcanzar vuestra curación, pues la oración ferviente del justo tiene gran eficacia. Hermanos, si alguno de entre vosotros se desvía de la verdad y otro logra convertirlo, sepa que quien convierte a un pecador de su camino equivocado salvará su alma de la muerte y cubrirá la multitud de sus pecados.
Responsorio breve
V Yo dije: «Señor, ten misericordia». R Yo dije: «Señor, ten misericordia». V Sáname, porque he pecado contra ti. R Señor, ten misericordia. V Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. R Yo dije: «Señor, ten misericordia».
Cántico de la Sma. Vg. Mª, pág. 4 Antífona: Si al llevar tu ofrenda al altar te acuerdas que un hermano tuyo tiene algo contra ti, deja allí tu ofrenda ante el altar, y ve primero a reconciliarte con tu hermano; vuelve luego y presenta tu ofrenda. Preces Oremos a Jesús, el Señor, que santificó por su propia sangre al pueblo, y digámosle: Compadécete, Señor, de tu pueblo. Redentor nuestro, por tu pasión, concede a tus fieles la fuerza necesaria para mortificar sus cuerpos, ayúdalos en su lucha contra el mal y fortalece su esperanza, * para que se dispongan a celebrar santamente tu resurrección. Haz que los cristianos cumplan con su misión profética anunciando al mundo tu Evangelio * y dando testimonio de él por su fe, esperanza y caridad.
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14 de Marzo - Viernes - Oración de la Noche - Completas / La Palabra se hace oración
Conforta, Señor, a los que están tristes, * y otórganos a nosotros el poder consolar a nuestros hermanos. Haz que tus fieles aprendan a participar en tu pasión con sus propios sufrimientos, * para que sus vidas manifiesten tu salvación a los hombres. (Se pueden añadir algunas intenciones libres)
Tú que eres autor de la vida, acuérdate de los difuntos * y dales parte en tu gloriosa resurrección. Con el gozo de sabernos hijos de Dios, acudamos a nuestro Padre, diciendo: Padre nuestro.
Oración Señor, haz que tu pueblo vaya penetrando debidamente el sentido de la Cuaresma y se prepare así a las fiestas pascuales, para que la penitencia corporal, propia de este tiempo, sirva para la renovación es-piritual de todos tus fieles. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.
Conclusión
V El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna. R Amén.
Oración de la Noche - Completas
Invitación: Jesús es muy exigente tratándose de paz y de concordia. La norma del discípulo es vivir en paz con todo el mundo. Nos advierte: la concordia y la paz son necesarias para presentar la ofrenda al Señor ante el altar. Si falta esa concordia y esa paz, hay que ir primero a reconciliarse con la persona, para poder tomar parte en las celebraciones con la comunidad. Quizá no seamos muy fieles en cumplir esta norma de Jesús. (Completas: Textos comunes, ver pág. 8 y propios del Viernes, pág. 21)
LA PALABRA SE HACE ORACIÓN
Lectura: Mt 5,20-26 Necesitamos que nos repitas, Jesús resucitado, Señor de la vida y triunfador de la muerte: “No matarás”, que no hay cosa más preciosa que la vida. No serás “prepotente”, para juzgar, maldecir y condenar, al humilde, al pobre, al inocente. Reconcílianos, Señor, con el hermano, con el pájaro, con el árbol, con la nieve, para que nos demos el abrazo de paz que nuestra madre tierra necesita. Guárdanos en cuenta aparte los dineros, de cañones y aviones supersónicos, para construir moradas dignas a la gente, y plantar un bosque donde hagan nido las palomas. P. Antonio Danoz, redentorista
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15 de Marzo - Sábado, Feria, I Sem. de Cuaresma Oración de la Mañana - Laudes
Invitación: El llamado a la conversión que hace Jesús constituye el mensaje central del discurso sobre el monte: “Amen a los enemigos; oren por los que los persiguen” (Mt 5,44). Solo actuando así seremos hijos del Padre del cielo, que hace salir el sol sobre buenos y malos. Cuando seguimos esta norma, nos asemejamos en perfección al que es nuestro Padre.
Invocación inicial
V Señor, abre mis labios. R Y mi boca proclamará tu alabanza. En forma opcional se dice luego el salmo 94, ver pág. 3, con la antífona siguiente:
Antífona (para el salmo invitatorio): A Cristo, el Señor, que por nosotros fue tentado y por nosotros murió, venid, adorémosle.
Himno, Feria de Cuaresma, pág. 7 Antífona 1 - Me adelanto a la aurora pidiendo auxilio.
Salmo 118, 145-152 Te invoco de todo corazón;/ respóndeme, Señor, y guardaré tus leyes;/ a ti grito: sálvame,/ y cumpliré tus decretos;/ me adelanto a la aurora pidiendo auxilio,/ esperando tus palabras. Mis ojos se adelantan a las vigilias de la noche,/ meditando tu promesa; / escucha mi voz por tu misericordia,/ con tus mandamientos dame vida;/ ya se acercan mis inicuos perseguidores, / están lejos de tu voluntad.
en el mar./ Mi fuerza y mi poder es el Señor,/ él fue mi salvación. Él es mi Dios: yo lo alabaré;/ el Dios de mis padres: yo lo ensalzaré./ El Señor es un guerrero,/ su nombre es «Yahvé». Los carros del Faraón los lanzó al mar,/ ahogó en el mar Rojo a sus mejores capitanes. Al soplo de tu ira se amontonaron las aguas,/ las corrientes se alzaron como un dique,/ las olas se cuajaron en el mar. Decía el enemigo: «Los perseguiré y alcanzaré,/ repartiré el botín, se saciará mi codicia,/ empuñaré la espada, los agarrará mi mano». Pero sopló tu aliento y los cubrió el mar,/ se hundieron como plomo en las aguas formidables. ¿Quién como tú, Señor, entre los dioses?/ ¿Quién como tú, terrible entre los santos,/ temible por tus proezas, autor de maravillas? Extendiste tu diestra: se los tragó la tierra;/ guiaste con misericordia a tu pueblo rescatado,/ los llevaste con tu poder hasta tu santa morada.
Tú, Señor, estás cerca,/ y todos tus mandatos son estables;/ hace tiempo comprendí que tus preceptos/ los fundaste para siempre. Gloria y antífona 1
Lo introduces y lo plantas en el monte de tu heredad,/ lugar del que hiciste tu trono, Señor;/ santuario, Señor, que fundaron tus manos./ El Señor reina por siempre jamás. Gloria y antífona 2
Antífona 2 - Mi fuerza y mi poder es el Señor, él fue mi salvación.
Antífona 3 - Alabad al Señor todas las naciones. +
Cántico
Salmo 116
Ex 15, 1-4. 8-13. 17-18
Cantaré al Señor, sublime es su victoria,/ caballos y carros ha arrojado
Alabad al Señor, todas las naciones,/ + aclamadlo, todos los pueblos:
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15 de Marzo - Sábado, Feria, I Sem. de Cuaresma
Firme es su misericordia con nosotros,/ su fidelidad dura por siempre. Gloria y antífona 3
Lectura breve
Is 1, 16-18
«Lavaos, purificaos, apartad de mi vista vuestras malas acciones. Cesad de obrar mal, aprended a obrar bien; buscad lo que es justo, haced justicia al oprimido, defended al huérfano, proteged a la viuda. Entonces, venid, y litigaremos –dice el Señor–. Aunque vuestros pecados sean como la grana, blanquearán como la nieve; aunque sean rojos como escarlata, quedarán blancos como lana».
Responsorio breve
V Él me librará de la red del cazador. R Él me librará de la red del cazador. V Me cubrirá con su plumaje. R Él me librará de la red del cazador. V Gloria al Padre, y al Hijo y al Espíritu Santo. R Él me librará de la red del cazador.
Cántico de Zacarías, pág. 4
Antífona: «Amad a vuestros enemigos y rogad por los que os persiguen; así seréis hijos de vuestro Padre celestial», dice el Señor.
Preces Glorifiquemos a Cristo, que para hacer de nosotros creaturas nuevas ha instituido el baño del bautismo y nos alimenta con su palabra y su carne, y supliquémosle, diciendo: Renuévanos
con tu gracia, Señor. Señor Jesús, tú que eres manso y humilde de corazón, danos entrañas de misericordia, bondad y humildad. * y danos comprensión para con todos. Que sepamos ayudar a los necesitados y consolar a los que sufren, * para imitarte a ti, el buen Samaritano. Que María, la Virgen Madre, interceda por las vírgenes que se han consagrado a tu servicio, * para que vivan su virginidad con un grande amor hacia ti, en bien de la Iglesia. Concédenos la abundancia de tu misericordia * y perdona la multitud de nuestros pecados y el castigo que por ellos merecemos. (Se pueden añadir algunas intenciones libres)
Digamos juntos la oración que Cristo nos enseñó y pidamos al Padre que nos libre del mal: Padre nuestro.
Oración Padre eterno, convierte hacia ti nuestros corazones, para que, viviendo consagrados a tu servicio, te busquemos siempre a ti, que eres lo único necesario, y practiquemos la caridad en todas nuestras acciones. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.
Conclusión
V El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna. R Amén.
LA PALABRA SE HACE ORACIÓN
Lectura: Mt 5,43-48 Hemos oído, Señor, que se dijo, en griego, en latín, en todos los idiomas de esta tierra: “Ojo por ojo, diente por diente”. Pero tu propuesta rompe nuestros esquemas y proyectos: “Amen a sus enemigos, oren por los que los persiguen”; “pongan la mejilla izquierda, a quien les golpeó en la derecha”. Tú, Señor, has ido por delante,
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16 de Marzo - II Domingo de Cuaresma /A
orando desde el madero por los que te daban muerte. Para cumplir este mandato tan nuevo y exigente, haz que seamos hijos del Padre del cielo, tan buenos como él, y tan perfectos. P. Antonio Danoz, redentorista
16 de Marzo - II Domingo de Cuaresma /A Oración de la Tarde - I Vísperas
Invitación: En la liturgia de este domingo se nos habla del llamado que Dios hace a Abrahán. Lo invita a hacer una larga peregrinación. Como meta le propone la creación de un gran pueblo. Abrahán emprende su peregrinación con la bendición del Señor. Con la bendición del Señor empezamos nosotros la Cuaresma. El camino lo hacemos siguiendo los pasos de Jesús. Mateo nos señala hoy cuál será el final.
Invocación inicial
V Dios mío, ven en mi auxilio. R Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Himno, I Vísperas, pág. 6 Antífona 1 - Jesús tomó consigo a Pedro a Santiago y a su hermano Juan, y los llevó aparte a un alto monte, y se transfiguró en su presencia.
Salmo 118, 105-112 Lámpara es tu palabra para mis pasos,/ luz en mi sendero;/ + lo juro y lo cumpliré:/ guardaré tus justos mandamientos;/ ¡estoy tan afligido!/ Señor, dame vida según tu promesa. Acepta, Señor, los votos que pronuncio,/ enséñame tus mandatos;/ mi vida está siempre en peligro,/ pero no olvido tu voluntad;/ los malvados me tendieron un lazo,/ pero no me desvié de tus decretos. Tus preceptos son mi herencia perpetua,/ la alegría de mi corazón;/ inclino mi corazón a cumplir tus leyes,/ siempre y cabalmente.
Gloria y antífona 1 Antífona 2 - Su rostro se puso brillante como el sol y sus vestidos se volvieron blancos como la luz.
Salmo 15 Protégeme, Dios mío, que me refugio en ti;/ yo digo al Señor: «Tú eres mi bien»/ Los dioses y señores de la tierra/ no me satisfacen. Multiplican las estatuas/ de dioses extraños;/ no derramaré sus libaciones con mis manos,/ ni tomaré sus nombres en mis labios. El Señor es mi heredad y mi copa;/ mi suerte está en tu mano:/ me ha tocado un lote hermoso,/ me encanta mi heredad. Bendeciré al Señor, que me aconseja,/ hasta de noche me instruye internamente./ Tengo siempre presente al Señor,/ con él a mi derecha no vacilaré. Por eso se me alegra el corazón,/ se gozan mis entrañas,/ y mi carne descansa serena./ Porque no me entregarás a la muerte,/ ni dejarás a tu fiel conocer la corrupción. Me enseñarás el sendero de la vida,/
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me saciarás de gozo en tu presencia,/ de alegría perpetua a tu derecha. Gloria y antífona 2 Antífona 3 - Moisés y Elías hablaban de la muerte que Jesús iba a padecer en Jerusalén.
Cántico
Fil 2, 6-11
Cristo, a pesar de su condición divina,/ no hizo alarde de su categoría de Dios,/ al contrario, se anonadó a sí mismo,/ y tomó la condición de esclavo,/ pasando por uno de tantos. Y así, actuando como un hombre cualquiera,/ se rebajó hasta someterse incluso a la muerte/ y una muerte de cruz. Por eso Dios lo levantó sobre todo/ y le concedió el «Nombre-sobre-todonombre»;/ de modo que al nombre de Jesús toda rodilla se doble/ en el cielo, en la tierra, en el abismo/ y toda lengua proclame:/ Jesucristo es Señor; para gloria de Dios Padre. Gloria y antífona 3
Lectura breve
2Co 6, 1-4a
Os exhortamos a que deis pruebas de no haber recibido en vano la gracia de Dios, pues dice él en la Escritura: «En el tiempo propicio te escuché, y te ayudé en el día de salvación». Ahora es el tiempo propicio, ahora es el día de salvación. A nadie queremos dar nunca motivo de escándalo, a fin de no hacer caer en descrédito nuestro ministerio, antes al contrario, queremos acreditarnos siempre en todos como verdaderos servidores de Dios.
Responsorio breve V Escúchanos, Señor y ten piedad, porque hemos pecado contra ti. R Escúchanos, Señor, y ten piedad, porque hemos pecado contra ti. V Cristo, oye los ruegos de los que te suplicamos. R Porque hemos pecado contra ti.
V Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. R Escúchanos, Señor, y ten piedad, porque hemos pecado contra ti.
Cántico de la Sma. Vg. Mª, pág. 4 Antífona: De la nube salió una voz que dijo: «Ése es mi Hijo amado, en quien tengo mis complacencias, escuchadlo». Preces Bendigamos al Señor, solícito y providente para con todos los hombres, e invoquemos, diciendo: Salva, Señor, a los que has redimido. Señor, fuente de todo bien y origen de toda verdad, llena con tus dones a todos los obispos, * y conserva en la doctrina de los apóstoles a los fieles que les han sido confiados. Que aquellos que se nutren con el mismo pan de vida vivan unidos en la caridad, * para que todos seamos uno en el cuerpo de tu Hijo. Que nos despojemos de nuestra vieja condición humana y de sus obras, * y nos renovemos a imagen de Cristo, tu Hijo. Concede a tu pueblo que por la penitencia obtenga el perdón de sus pecados * y tenga parte en los méritos de Jesucristo. (Se pueden añadir algunas intenciones libres)
Haz que nuestros hermanos difuntos puedan alabarte eternamente en el cielo, * y que nosotros esperemos confiadamente unirnos a ellos en tu reino. Pidamos a nuestro Padre, con las palabras que Cristo nos enseñó, que nos dé la fuerza que necesitamos para no caer en la tentación: Padre nuestro.
Oración Señor, Padre santo, que nos has mandado escuchar a tu amado Hijo, aliméntanos con el gozo interior de tu palabra, para que, purificados por
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ella, podamos contemplar tu gloria con mirada limpia en la perfección de tus obras. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.
Conclusión
V El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna. R Amén.
Oración de la Noche – Completas
Invitación: Antes De empezar el descanso oramos con el salmista”: “Alzaré la copa de la salvación invocando el nombre del Señor” (Sal 116,13). El salmo se abre con una confesión de amor: “Amo al Señor porque escucha mi voz suplicante” (Sal 116,1). La Cuaresma es un ejercicio de amor y de confianza. El Señor nos ofrece la salvación como un don de su amor en la persona de su Hijo Jesucristo. Presentamos ahora esta copa para darle gracias. (Completas: Textos comunes, ver pág. 8 y propios del Domingo, I Vísperas, pág. 11)
Oración de la Mañana – Laudes
Invitación: La liturgia pone ante nuestros ojos en esta mañana a Jesús transfigurado. Se nos manifiesta en su estado glorioso, como una anticipación del Cristo resucitado del día de Pascua. Así, luminoso y glorioso, Jesús ha de ser la luminaria que guíe nuestro caminar hacia la Pascua. Él preside nuestra peregrinación cuaresmal, porque él es la meta hacia la que nos dirigimos.
Invocación inicial
V Señor, abre mis labios. R Y mi boca proclamará tu alabanza. En forma opcional se dice luego el salmo 94, ver pág. 3, con la antífona siguiente:
Antífona (para el salmo invitatorio): A Cristo, el Señor, que por nosotros fue tentado y por nosotros murió, venid, adorémosle.
Himno de Laudes, pág. 6 Antífona 1 - La diestra del Señor es poderosa, la diestra del Señor es excelsa.
Salmo 117 Dad gracias al Señor porque es bueno,/ porque es eterna su misericordia. Diga la casa de Israel:/ eterna es su misericordia. Diga la casa de Aarón:/ eterna es su misericordia.
Digan los fieles del Señor:/ eterna es su misericordia. En el peligro grité al Señor,/ y me escuchó, poniéndome a salvo. El Señor está conmigo: no temo;/ ¿qué podrá hacerme el hombre? El Señor está conmigo y me auxilia,/ veré la derrota de mis adversarios. Mejor es refugiarse en el Señor/ que fiarse de los hombres,/ mejor es refugiarse en el Señor/ que confiar en los magnates. Todos los pueblos me rodeaban,/ en el nombre del Señor los rechacé; / me rodeaban cerrando el cerco,/ en el nombre del Señor los rechacé;/ me rodeaban como avispas,/ ardiendo como fuego en las zarzas,/ en el nombre del Señor los rechacé. Empujaban y empujaban para derribarme,/ pero el Señor me ayudó;/ el
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Señor es mi fuerza y mi energía,/ él es mi salvación. Escuchad: hay cantos de victoria/ en las tiendas de los justos:/ «La diestra del Señor es poderosa,/ la diestra del Señor es excelsa,/ la diestra del Señor es poderosa». No he de morir, viviré/ para contar las hazañas del Señor./ Me castigó, me castigó el Señor,/ pero no me entregó a la muerte. Abridme las puertas del triunfo,/ y entraré para dar gracias al Señor. Ésta es la puerta del Señor:/ los vencedores entrarán por ella. Te doy gracias porque me escuchaste/ y fuiste mi salvación. La piedra que desecharon los arquitectos/ es ahora la piedra angular./ Es el Señor quien lo ha hecho,/ ha sido un milagro patente. Éste es el día en que actuó el Señor:/ sea nuestra alegría y nuestro gozo./ Señor, danos la salvación;/ Señor, danos prosperidad. Bendito el que viene en nombre del Señor,/ os bendecimos desde la casa del Señor;/ el Señor es Dios: él nos ilumina. Ordenad una procesión con ramos/ hasta los ángulos del altar.
Bendito eres en el templo de tu santa gloria:/ a ti gloria y alabanza por los siglos. Bendito eres sobre el trono de tu reino:/ a ti gloria y alabanza por los siglos. Bendito eres tú, que sentado sobre querubines/ sondeas los abismos:/ a ti gloria y alabanza por los siglos. Bendito eres en la bóveda del cielo:/ a ti honor y alabanza por los siglos. Creaturas todas del Señor, bendecid al Señor/ ensalzadlo con himnos por los siglos. Gloria y antífona 2 Antífona 3 - Alabad al Señor por sus obras magníficas.
Salmo 150 Alabad al Señor en su templo,/ alabadlo en su augusto firmamento. Alabadlo por sus obras magníficas,/ alabadlo por su inmensa grandeza. Alabadlo tocando trompetas,/ alabadlo con arpas y cítaras, alabadlo con tambores y danzas,/ alabadlo con trompas y flautas, alabadlo con platillos sonoros,/ alabadlo con platillos vibrantes.
Tú eres mi Dios, te doy gracias;/ Dios mío, yo te ensalzo.
Todo ser que alienta, alabe al Señor. Gloria y antífona 3
Dad gracias al Señor porque es bueno, porque es eterna su misericordia. Gloria y antífona 1
Lectura breve
Antífona 2 - Cantemos el himno que cantaban los tres jóvenes en el horno de fuego bendiciendo al Señor.
Cántico
Dn 3, 52-57
Ne 8, 9. 10
Este día está consagrado al Señor vuestro Dios; no hagáis duelo ni lloréis. No estéis tristes: la alegría del Señor es vuestra fortaleza.
Responsorio breve
Bendito eres, Señor, Dios de nuestros padres:/ a ti gloria y alabanza por los siglos.
V Cristo, Hijo del Dios vivo, ten piedad de nosotros. R Cristo, Hijo del Dios vivo, ten piedad de nosotros.
Bendito tu nombre, santo y glorioso:/ a él gloria y alabanza por los siglos.
V Tu que fuiste triturado por nuestros crímenes.
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R Ten piedad de nosotros.
del bautismo a los catecúmenos.
V Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. R Cristo, Hijo del Dios vivo, ten piedad de nosotros.
Concédenos vivir no sólo de pan, * sino de toda palabra que sale de tu boca.
Cántico de Zacarías, pág. 4
Antífona: Por medio del Evangelio, nuestro Salvador Jesucristo destruyó la muerte y sacó a la luz la vida inmortal.
Preces Glorifiquemos a Dios, cuya bondad es infinita, y elevemos a él nuestra oración por medio de Jesucristo, que está siempre vivo para interceder en favor nuestro; digámosle: Enciende, Señor, en nosotros la llama de tu amor. Dios de misericordia, haz que hoy nos entreguemos generosamente a las obras de amor al prójimo, * para que tu misericordia, a través de nosotros, llegue a todos los hombres. Tú que en el arca salvaste a Noé de las aguas del diluvio, * salva por el agua
Haz que, con tu ayuda, venzamos toda disensión * y podamos gozarnos en el don de tu paz y de tu amor. (Se pueden añadir algunas intenciones libres)
Invoquemos a Dios Padre con la oración que nos enseñó: Padre nuestro.
Oración Señor, Padre santo, que nos has mandado escuchar a tu amado Hijo, aliméntanos con el gozo interior de tu palabra, para que, purificados por ella, podamos contemplar tu gloria con mirada limpia en la perfección de tus obras. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.
Conclusión
V El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna. R Amén.
Oración de la Tarde - II Vísperas
Invitación: La tentación de Pedro es muy explicable. Allá en lo alto con Jesús estaba muy bien. Quería que aquello no terminara. Pero resonó la voz del Padre: “Éste es mi Hijo amado; escúchenlo” ( Mc 9,7). Escuchar significa ponerse en camino. Un poco más adelante dirá a los discípulos: “La copa que yo voy a beber también ustedes la beberán” (10,39). Esta copa era su pasión y su muerte.
Invocación inicial
V Dios mío, ven en mi auxilio. R Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Himno, II Vísperas, pág. 7 Antífona 1 - Desde Sión extenderá el Señor el poder de tu cetro, entre esplendores sagrados.
Salmo 109, 1-5.7 Oráculo del Señor a mi Señor:/ «Siéntate a mi derecha,/ y haré de tus enemigos /estrado de tus pies». Desde Sión extenderá el Señor/ el poder de tu cetro:/ somete en la batalla a tus enemigos.
96 «Eres príncipe desde el día de tu nacimiento,/ entre esplendores sagrados;/ yo mismo te engendré, como rocío,/ antes de la aurora». El Señor lo ha jurado y no se arrepiente:/ «Tú eres sacerdote eterno / según el rito de Melquisedec».
16 de Marzo - II Domingo de Cuaresma /A
Los muertos ya no alaban al Señor,/ ni los que bajan al silencio./ Nosotros, sí, bendeciremos al Señor/ ahora y por siempre. Gloria y antífona 2 Antífona 3 - Dios no perdonó a su propio Hijo, sino que lo entregó a la muerte por todos nosotros.
El Señor a tu derecha, el día de su ira,/ quebrantará a los reyes.
Cántico
En su camino beberá del torrente,/ por eso levantará la cabeza. Gloria y antífona 1
Cristo padeció por nosotros,/ dejándonos un ejemplo/ para que sigamos sus huellas.
Antífona 2 - Adoramos a un solo Dios, que hizo el cielo y la tierra.
Él no cometió pecado/ ni encontraron engaño en su boca;/ cuando le insultaban,/ no devolvía el insulto;/ en su pasión no profería amenazas;/ al contrario,/ se ponía en manos del que juzga justamente.
Salmo 113 B
No a nosotros, Señor, no a nosotros,/ sino a tu nombre da la gloria;/ por tu bondad, por tu lealtad./ ¿Por qué han de decir las naciones:/ «Dónde está su Dios»? Nuestro Dios está en el cielo,/ lo que quiere lo hace./ Sus ídolos, en cambio, son plata y oro,/ hechura de manos humanas:/ tienen boca, y no hablan;/ tienen ojos, y no ven;/ tienen orejas, y no oyen;/ tienen nariz, y no huelen; tienen manos, y no tocan;/ tienen pies, y no andan;/ no tiene voz su garganta:/ que sean igual los que los hacen,/ cuantos confían en ellos. Israel confía en el Señor:/ él es su auxilio y su escudo./ La casa de Aarón confía en el Señor:/ él es su auxilio y su escudo./ Los fieles del Señor confían en el Señor:/ él es su auxilio y su escudo. Que el Señor se acuerde de nosotros y nos bendiga,/ bendiga a la casa de Israel,/ bendiga a la casa de Aarón;/ bendiga a los fieles del Señor,/ pequeños y grandes. Que el Señor les acreciente,/ a ustedes y a sus hijos;/ benditos sean del Señor,/ que hizo el cielo y la tierra./ El cielo pertenece al Señor,/ la tierra se la ha dado a los hombres.
1Pe 2, 21b-24
Cargado con nuestros pecados subió al leño,/ para que, muertos al pecado,/ vivamos para la justicia./ Sus heridas nos han curado. Gloria y antífona 3
Lectura breve
1Co 9, 24-25
Los atletas que corren en el estadio corren todos, pero uno solo consigue el premio. Corred como él, para conseguirlo. Todo atleta se impone moderación en todas sus cosas. Ellos lo hacen para alcanzar una corona que se marchita; nosotros una que no se ha de marchitar jamás.
Responsorio breve
V Escúchanos, Señor, y ten piedad, porque hemos pecado contra ti. R Escúchanos, Señor, y ten piedad, porque hemos pecado contra ti. V Cristo, oye los ruegos de los que te suplicamos. R Porque hemos pecado contra ti. V Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. R Escúchanos, Señor, y ten piedad, porque hemos pecado contra ti.
Cántico de la Sma. Vg. Mª, pág. 4
16 de Marzo - Domingo - Oración de la Noche - Completas / La Palabra se hace oración
Antífona: A nadie deis a conocer esta visión hasta que el Hijo del hombre resucite de entre los muertos.
Preces Demos siempre gracias a Cristo, nuestra cabeza y nuestro maestro, que vino a servir y a hacer el bien a todos, y digámosle humilde y confiadamente: Atiende, Señor, a tu Iglesia. Asiste, Señor, a los obispos y presbíteros de la Iglesia y haz que cumplan bien su misión de ser instrumentos tuyos, cabeza y pastor de la Iglesia, * para que por medio de ti conduzcan a todos los hombres al Padre. Que tus ángeles sean compañeros de camino de los que están de viaje, * para que se vean libres de todo peligro de cuerpo y de alma. Enséñanos, Señor, a servir a todos los hombres, * imitándote a ti, que viniste a servir y no a ser servido.
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Haz que en toda comunidad humana reine un espíritu fraternal, * para que, estando tú en medio de ella, sea como una plaza fuerte. (Se pueden añadir algunas intenciones libres)
Sé misericordioso, Señor, con todos los difuntos * y admítelos a contemplar la luz de tu rostro. Unidos fraternalmente, dirijamos al Padre nuestra oración común: Padre nuestro.
Oración Señor, Padre santo, que nos has mandado escuchar a tu amado Hijo, aliméntanos con el gozo interior de tu palabra, para que, purificados por ella, podamos contemplar tu gloria con mirada limpia en la perfección de tus obras. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.
Conclusión
V El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna. R Amén.
Oración de la Noche - Completas
Invitación: Ahondemos en el misterio de la Cuaresma. La salvación de la humanidad es obra del amor del Padre, que entregó a su Hijo por todos nosotros. Su misión es de salvación y no de condenación. Pablo se pregunta: “¿Quién condenará? ¿Será acaso Cristo, que murió, más aún, que resucitó y está a la derecha de Dios, y que intercede por nosotros?” (Rom 8,34). Tenemos un seguro intercesor ante Dios. (Completas: Textos comunes, ver pág. 8 y propios del Domingo, II Vísperas, pág. 13)
LA PALABRA SE HACE ORACIÓN
Lectura: Mt 17,1-9 Desde tu monte santo, Señor transfigurado, ilumina con tu humanidad resplandeciente, nuestra ciudad, nuestros pueblos, nuestros barrios, sumidos entre tinieblas de pobreza, de injusticia y de violencia. Transfigura a tus discípulos en antorchas vivientes de ternura, de amor y de justicia. Haznos compartir nuestros gozos y esperanzas, con los tristes, con los locos, con los santos. Transfigura, Señor Transfigurado,
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17 de Marzo - Lunes, Feria, II Sem. de Cuaresma
a los hijos de la gran familia humana, para que el Padre del cielo contemple en cada uno, tu imagen de “Hijo predilecto y muy amado”. P. Antonio Danoz, redentorista
17 de Marzo - Lunes, Feria, II Sem. de Cuaresma Oración de la Mañana – Laudes
Invitación: En el discurso sobre el monte, Jesús nos propone una magnífica tarea para la Cuaresma: practicar la misericordia. En muchas de las plegarias litúrgicas de este tiempo invocamos al Dios misericordioso. En estos días nos acompaña el salmo 51 que empieza: “Misericordia, Dios mío, por tu bondad”. La misericordia que Dios practica con nosotros, es el modelo de la misericordia que hemos de practicar con los demás. El listón está muy alto.
Invocación inicial
V Señor, abre mis labios. R Y mi boca proclamará tu alabanza. En forma opcional se dice luego el salmo 94, ver pág. 3, con la antífona siguiente:
¿Por qué te acongojas, alma mía,/ por qué te me turbas?/ Espera en Dios, que volverás a alabarlo:/ «Salud de mi rostro, Dios mío».
Antífona (para el salmo invitatorio):
Cuando mi alma se acongoja,/ te recuerdo,/ desde el Jordán y Hermón/ y el Monte Menor.
Himno, Feria de Cuaresma, pág. 7
Una sima grita a otra sima/ con voz de cascadas:/ tus torrentes y tus olas/ me han arrollado.
A Cristo, el Señor, que por nosotros fue tentado y por nosotros murió, venid, adorémosle.
Antífona 1 - ¿Cuándo entraré a ver el rostro de Dios?
Salmo 41 Como busca la cierva/ corrientes de agua,/ así mi alma te busca/ a ti, Dios mío; tiene sed de Dios,/ del Dios vivo:/ ¿cuándo entraré a ver/ el rostro de Dios? Las lágrimas son mi pan/ noche y día,/ mientras todo el día me repiten:/ «¿Dónde está tu Dios?». Recuerdo otros tiempos,/ y mi alma desfallece de tristeza:/ cómo marchaba a la cabeza del grupo,/ hacia la casa de Dios,/ entre cantos de júbilo y alabanza,/ en el bullicio de la fiesta.
De día el Señor/ me hará misericordia,/ de noche cantaré la alabanza/ del Dios de mi vida. Diré a Dios: Roca mía,/ ¿por qué me olvidas?/ ¿Por qué voy andando, sombrío,/ hostigado por mi enemigo? Se me rompen los huesos/ por las burlas del adversario;/ todo el día me preguntan:/ «¿Dónde está tu Dios?» ¿Por qué te acongojas, alma mía,/ por qué te me turbas?/ Espera en Dios, que volverás a alabarlo:/ «Salud de mi rostro, Dios mío». Gloria y antífona 1 Antífona 2 - Muéstranos, Señor, tu gloria y tu compasión.
17 de Marzo - Lunes, Feria, II Sem. de Cuaresma
Cántico
Sir 36, 1-7. 13-16
Sálvanos, Dios del universo,/ infunde tu terror a todas las naciones;/ amenaza con tu mano al pueblo extranjero,/ para que sienta tu poder. Como les mostraste tu santidad al castigarnos,/ muéstranos así tu gloria castigándolos a ellos:/ para que sepan, como nosotros lo sabemos,/ que no hay Dios fuera de ti. Renueva los prodigios, repite los portentos,/ exalta tu mano, robustece tu brazo. Reúne a todas las tribus de Jacob/ y dales su heredad como antiguamente. Ten compasión del pueblo que lleva tu nombre,/ de Israel, a quien nombraste tu primogénito./ Ten compasión de tu ciudad santa,/ de Jerusalén, lugar de tu reposo. Llena a Sión de tu majestad,/ y al templo de tu gloria. Gloria y antífona 2 Antífona 3 - Bendito eres, Señor, en la bóveda del cielo.
Salmo 18 A
El cielo proclama la gloria de Dios,/ el firmamento pregona la obra de sus manos:/ el día al día le pasa el mensaje,/ la noche a la noche se lo murmura. Sin que hablen, sin que pronuncien,/ sin que resuene su voz,/ a toda la tierra alcanza su pregón/ y hasta los límites del orbe su lenguaje. Allí le ha puesto su tienda al sol:/ él sale como el esposo de su alcoba,/ contento como un héroe, a recorrer su camino. Asoma por un extremo del cielo,/ y su órbita llega al otro extremo:/ nada se libra de su calor. Gloria y antífona 3
Lectura breve
Ex 19, 4-6a
Vosotros habéis visto cómo os saqué sobre alas de águila y os traje hacia mí;
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ahora pues, si queréis obedecerme y guardar mi alianza, seréis mi especial propiedad entre todos los pueblos, pues mía es toda la tierra. Seréis para mí un reino de sacerdotes y una nación santa.
Responsorio breve
V Él me librará de la red del cazador. R Él me librará de la red del cazador. V Me cubrirá con su plumaje. R Él me librará de la red del cazador. V Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. R Él me librará de la red del cazador.
Cántico de Zacarías, pág. 4 Antífona: «Sed misericordiosos, como es misericordioso vuestro Padre», dice el Señor. Preces Alabemos a Dios, nuestro Padre, que nos concede ofrecerle el sacrificio de alabanza cuaresmal, y supliquémosle, diciendo: Ilumínanos Señor, con tu Palabra. Dios todopoderoso y compasivo, concédenos el espíritu de oración y de penitencia, * y danos un verdadero deseo de amarte a ti y a nuestros hermanos. Concédenos ser constructores de tu reino, para que todas las cosas tengan a Cristo por cabeza * y abunde la justicia y la paz en toda la tierra. Haz que sepamos descubrir la bondad y hermosura de tu creación, * para que su belleza se haga alabanza en nuestros labios. Perdónanos por haber ignorado la presencia de Cristo en los pobres, los sencillos y los marginados, * y por no haber atendido a tu Hijo en estos hermanos nuestros. (Se pueden añadir algunas intenciones libres)
Impulsados por el Espíritu que nos hace clamar: «¡Padre!», invoquemos a nuestro Dios: Padre nuestro.
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Oración Señor, tú que para nuestro progreso espiritual nos mandas dominar nuestro cuerpo mediante la austeridad, ayúdanos a huir también de todo pecado y a entregarnos, con amor filial,
al cumplimiento de tus mandatos. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.
Conclusión
V El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna. R Amén.
Oración de la Tarde - Vísperas
Invitación: Otra recomendación de Jesús en el discurso sobre el monte es la generosidad. No tengamos miedo en excedernos en la medida. Jesús nos dice: “Con la medida con que midan serán medidos” (Lc 6,38). A la hora de amar y de servir a los hermanos desechemos toda tacañería, si queremos recibir una medida rebosante por parte de Dios. Con todo, seguro que Dios no será tacaño, aunque lo seamos nosotros.
Invocación inicial
V Dios mío, ven en mi auxilio. R Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Himno, Feria de Cuaresma, pág. 7 Antífona 1 - Eres el más bello de los hombres, en tus labios se derrama la gracia.
Salmo 44
I Me brota del corazón un poema bello,/ recito mis versos a un rey;/ mi lengua es ágil pluma de escribano. Eres el más bello de los hombres,/ en tus labios se derrama la gracia,/ el Señor te bendice eternamente. Cíñete al flanco la espada, valiente:/ es tu gala y tu orgullo;/ cabalga victorioso por la verdad y la justicia, /tu diestra te enseñe a realizar proezas./ Tus flechas son agudas, los pueblos se te rinden,/ se acobardan los ene-migos del rey. Tu trono, ¡oh Dios!, permanece para siempre;/ cetro de rectitud es tu cetro
real;/ has amado la justicia y odiado la impiedad:/ por eso el Señor, tu Dios, te ha ungido/ con aceite de júbilo entre todos tus compañeros. A mirra, áloe y acacia huelen tus vestidos,/ desde los palacios de marfiles te deleitan las arpas./ Hijas de reyes salen a tu encuentro,/ de pie a tu derecha está la reina/ enjoyada con oro de Ofir. Gloria y antífona 1 Antífona 2 - Llega el esposo, salid a recibirlo. II Escucha, hija, mira: inclina el oído,/ olvida tu pueblo y la casa paterna:/ prendado está el rey de tu belleza, / póstrate ante él, que él es tu señor./ La ciudad de Tiro viene con regalos,/ los pueblos más ricos buscan tu favor. Ya entra la princesa, bellísima,/ vestida de perlas y brocado;/ la llevan ante el rey, con séquito de vírgenes,/ la siguen sus compañeras:/ las traen entre alegría y algazara,/ van entrando en el palacio real. «A cambio de tus padres tendrás hijos,/ que nombrarás príncipes por toda la tierra».
17 de Marzo - Lunes, Feria, II Sem. de Cuaresma
Quiero hacer memorable tu nombre/ por generaciones y generaciones,/ y los pueblos te alabarán/ por los siglos de los siglos. Gloria y antífona 2 Antífona 3 - Dios proyectó hacer que todas las cosas tuviesen a Cristo por cabeza, cuando llegase el momento culminante.
Cántico
Ef 1, 3-10
Bendito sea Dios,/ Padre de nuestro Señor Jesucristo, /que nos ha bendecido en la persona de Cristo/ con toda clase de bienes espirituales y celestiales. Él nos eligió en la persona de Cristo,/ antes de crear el mundo,/ para que fuésemos consagrados/ e irreprochables ante él por el amor. Él nos ha destinado en la persona de Cristo,/ por pura iniciativa suya,/ a ser sus hijos, /para que la gloria de su gracia,/ que tan generosamente nos ha concedido/ en su querido Hijo,/ redunde en alabanza suya. Por este Hijo, por su sangre,/ hemos recibido la redención,/ el perdón de los pecados./ El tesoro de su gracia, sabiduría y prudencia/ ha sido un derroche para con nosotros,/ dándonos a conocer el misterio de su voluntad. Éste es el plan/ que había proyectado realizar por Cristo /cuando llegase el momento culminante:/ hacer que todas las cosas tuviesen a Cristo/ por cabeza,/ las del cielo y las de la tierra. Gloria y antífona 3
Lectura breve
Rom 12, 1-2
Os exhorto, por la misericordia de Dios, a presentar vuestros cuerpos como hostia viva, santa, agradable a Dios; éste es vuestro culto razonable. Y no os ajustéis a este mundo, sino transformaos por la renovación de la mente, para que sepáis discernir lo que es la voluntad de Dios, lo bueno, lo que agrada, lo perfecto.
Responsorio breve
V Yo dije: «Señor, ten misericordia».
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R Yo dije: «Señor, ten misericordia». V Sáname, porque he pecado contra ti. R Señor, ten misericordia. V Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. R Yo dije: «Señor, ten misericordia».
Cántico de la Sma. Vg. Mª, pág. 4 Antífona: «No juzguéis y no seréis juzgados; con la medida con que midáis se os medirá a vosotros», dice el Señor. Preces Bendigamos a Dios, nuestro Padre, que por la palabra de su Hijo prometió escuchar la oración de los que se reúnen en su nombre, y, confiados en esta promesa, supliquémosle, diciendo: Escucha a tu pueblo, Señor. Señor, tú que en la montaña del Sinaí diste a conocer tu ley por medio de Moisés y la perfeccionaste luego por Cristo, * haz que todos los hombres descubran que tienen esta ley inscrita en el corazón y que la deben guardar para hacer efectiva la alianza que has hecho con ellos. Concede a los superiores fraternal solicitud hacia los que les han sido confiados, * y a los súbditos espíritu de obediente colaboración. Fortalece el espíritu y el corazón de los misioneros * y suscita en todas partes colaboradores de su obra. Que los niños crezcan en gracia y en edad, * y que los jóvenes se abran con sinceridad a tu amor. (Se pueden añadir algunas intenciones libres)
Acuérdate de nuestros hermanos que ya duermen el sueño de la paz * y dales parte en la vida eterna. Digamos a nuestro Padre, juntamente con Jesús, la oración que él enseñó: Padre nuestro.
Oración Señor, tú que para nuestro progreso espiritual nos mandas dominar nues-
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18 de Marzo - Martes, Feria, II Sem. de Cuaresma
tro cuerpo mediante la austeridad, ayúdanos a huir también de todo pecado y a entregarnos, con amor filial, al cumplimiento de tus mandatos. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.
Conclusión
V El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna. R Amén.
Oración de la Noche - Completas
Invitación: En este momento de oración repasemos nuestra vida ante el Señor. Daniel clama ante el Señor: “La vergüenza es nuestra porque hemos pecado contra ti” (Dn 9,8). Hagamos nuestra confesión ante Dios. Es posible que tengamos que avergonzarnos porque hemos obrado el mal. Además de pedir perdón, oremos: “Aunque hemos sido rebeldes, perdónanos, Señor, tú que eres compasivo”. (Completas: Textos comunes, ver pág. 8 y propios del Lunes, pág. 15)
LA PALABRA SE HACE ORACIÓN
Lectura: Lc 6,36-38 “Clemente y compasivo es el Señor, tardo a la cólera y lleno de amor, no nos trata según nuestros pecados, ni nos paga conforme a nuestras culpas. Bueno es el Señor para con todos, y su ternura sobre todas las obras. Como un padre siente ternura por sus hijos, así de tiernos es el Señor con los que lo temen” (Sal 103). Haznos, Señor Jesús, compasivos, como el Padre del cielo es compasivo; y perdonadores generosos como él, que no se cansa nunca de perdonar. P. Antonio Danoz, redentorista
18 de Marzo - Martes, Feria, II Sem. de Cuaresma El santo de hoy: San Cirilo de Jerusalén (315-386) Nace en Jerusalén. Después de ordenado de presbítero, se dedicó a preparar catecúmenos al bautismo. Escribió 24 Catequesis, que lo han hecho célebre. En el año 350 fue nombrado obispo de Jerusalén. De los 38 años de episcopado, pasó 16 en el exilio. Desarrolló una intensa actividad pastoral en Jerusalén. Es doctor de la Iglesia.
Oración de la Mañana - Laudes
Invitación: El Señor nos invita a realizar una conversión sincera. La conversión empieza por abandonar el mal que hemos hecho o que todavía estamos haciendo. Pero esto no es suficiente: hay que ponerse a hacer el bien con voluntad decidida. El profeta indica los signos reveladores de la verdadera conversión: el ejercicio de la caridad y la práctica de la justicia. Señala algunas de las obras: poner en pie al oprimido, defender a los débiles, como son los huérfanos y las viudas.
18 de Marzo - Martes, Feria, II Sem. de Cuaresma
Invocación inicial
V Señor, abre mis labios. R Y mi boca proclamará tu alabanza. En forma opcional se dice luego el salmo 94, ver pág. 3, con la antífona siguiente:
Antífona (para el salmo invitatorio): A Cristo, el Señor, que por nosotros fue tentado y por nosotros murió, venid, adorémosle.
Himno, Feria de Cuaresma, pág. 7 Antífona 1 - Envíame, Señor, tu luz y tu verdad.
Salmo 42 Hazme justicia, ¡oh Dios!, defiende mi causa/ contra gente sin piedad,/ sálvame del hombre traidor y malvado. Tú eres mi Dios y protector,/ ¿por qué me rechazas?/ ¿Por qué voy andando sombrío,/ hostigado por mi enemigo? Envía tu luz y tu verdad:/ que ellas me guíen/ y me conduzcan hasta tu monte santo,/ hasta tu morada. Que yo me acerque al altar de Dios,/ al Dios de mi alegría;/ que te dé gracias al son de la cítara,/ Señor, Dios mío. ¿Por qué te acongojas, alma mía,/ por qué te me turbas?/ Espera en Dios, que volverás a alabarlo:/ «Salud de mi rostro, Dios mío». Gloria y antífona 1 Antífona 2 - Protégenos, Señor, todos los días de nuestra vida.
Cántico
Is 38, 10-14. 17-20
Yo pensé: «En medio de mis días/ tengo que marchar hacia las puertas del abismo;/ me privan del resto de mis años». Yo pensé: «Ya no veré más al Señor/ en la tierra de los vivos,/ ya no miraré a los hombres/ entre los habitantes del mundo. Levantan y enrollan mi vida/ como una tienda de pastores./ Como un tejedor devanaba yo mi vida/ y me cortan la trama».
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Día y noche me estás acabando,/ sollozo hasta el amanecer./ Me quiebras los huesos como un león,/ día y noche me estás acabando. Estoy piando como una golondrina,/ gimo como una paloma./ Mis ojos mirando al cielo se consumen:/ ¡Señor, que me oprimen, sal fiador por mí! Me has curado, me has hecho revivir,/ la amargura se me volvió paz/ cuando detuviste mi alma ante la tumba vacía/ y volviste la espalda a todos mis pecados. El abismo no te da gracias,/ ni la muerte te alaba,/ ni esperan en tu fidelidad/ los que bajan a la fosa. Los vivos, los vivos son quienes te alaban:/ como yo ahora./ El padre enseña a sus hijos tu fidelidad. Sálvame, Señor, y tocaremos nuestras arpas /todos nuestros días en la casa del Señor. Gloria y antífona 2 Antífona 3 - ¡Oh Dios!, tú mereces un himno en Sión. +
Salmo 64 ¡Oh Dios!, tú mereces un himno en Sión,/ + y a ti se te cumplen los votos,/ porque tú escuchas las súplicas. A ti acude todo mortal/ a causa de sus culpas;/ nuestros delitos nos abruman,/ pero tú los perdonas. Dichoso el que tú eliges y acercas/ para que viva en tus atrios:/ que nos saciemos de los bienes de tu casa,/ de los dones sagrados de tu templo. Con portentos de justicia nos respondes,/ Dios, Salvador nuestro;/ tú, esperanza del confín de la tierra/ y del océano remoto; tú que afianzas los montes de tu fuerza,/ ceñido de poder;/ tú que reprimes el estruendo del mar,/ el estruendo de las olas/ y el tumulto de los pueblos.
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Los habitantes del extremo del orbe/ se sobrecogen ante tus signos,/ y a las puertas de la aurora y del ocaso/ las llenas de júbilo. Tú cuidas de la tierra, la riegas/ y la enriqueces sin medida;/ la acequia de Dios va llena de agua,/ preparas los trigales; riegas los surcos, igualas los terrones,/ tu llovizna los deja mullidos,/ bendices sus brotes;/ coronas el año con tus bienes,/ las rodadas de tu carro rezuman abundancia; rezuman los pastos del páramo,/ y las colinas se orlan de alegría;/ las praderas se cubren de rebaños, /y los valles se visten de mieses,/ que aclaman y cantan. Gloria y antífona 3
Lectura breve
Jl 2, 12-13
Convertíos a mí de todo corazón con ayuno, con llanto, con luto. Rasgad vuestros corazones y no vuestras vestiduras, y convertíos al Señor, vuestro Dios, porque es compasivo y misericordioso, lento a la cólera y rico en piedad; y se arrepiente de las amenazas.
Responsorio breve
V Él me librará de la red del cazador. R Él me librará de la red del cazador. V Me cubrirá con su plumaje. R Él me librará de la red del cazador. V Gloria al Padre, y al Hijo y al Espíritu Santo. R Él me librará de la red del cazador.
Cántico de Zacarías, pág. 4
Antífona: Uno solo es vuestro maestro, Cristo el Señor, que está en los cielos.
Preces Demos gracias a Dios, nuestro Padre, que nos dio a su Hijo unigénito, Palabra hecha carne, para que vivamos de ella, e invoquémosle, diciendo: Que la palabra de Cristo habite en nosotros con
toda su riqueza. Concédenos escuchar con más frecuencia tu palabra en este tiempo cuaresmal, * para que en la gran solemnidad que se avecina nos unamos con mayor fervor a Cristo, nuestra Pascua. Que tu Espíritu Santo nos asista, * para que seamos testigos de tu verdad y de tu bondad ante los vacilantes y equivocados. Concédenos vivir más profundamente el misterio de Cristo, * para que podamos dar testimonio de él con más fuerza y claridad. En este tiempo de penitencia, Señor, renueva y purifica a tu Iglesia, * para que se manifieste con más claridad como signo de salvación. (Se pueden añadir algunas intenciones libres)
Porque sabemos que somos hijos de Dios, llenos de confianza nos atrevemos a decir: Padre nuestro.
Oración Señor, vela con amor constante sobre tu Iglesia, edificada en la debilidad humana, y, pues sin ti la naturaleza mortal sucumbe, que tu protección la preserve siempre del mal y la encamine por las sendas de la salvación. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.
Conclusión
V El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna. R Amén.
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18 de Marzo - Martes, Feria, II Sem. de Cuaresma
Oración de la Tarde - Vísperas
Invitación: Son muchos los que se apropian de los títulos de maestros y de dirigentes en la sociedad. No siempre sus doctrinas y sus directrices se inspiran en la Palabra de Dios. Nosotros contamos con el verdadero Maestro que es Jesús. Él es también el mejor guía, que nos conduce a rendir el auténtico culto a Dios nuestro Padre, en espíritu y en verdad.
Invocación inicial
V Dios mío, ven en mi auxilio. R Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Himno, Feria de Cuaresma, pág. 7 Antífona 1 - No podéis servir a Dios y al dinero.
Salmo 48 I Oíd esto, todas las naciones,/ escuchadlo, habitantes del orbe:/ plebeyos y nobles, ricos y pobres; mi boca hablará sabiamente,/ y serán muy sensatas mis reflexiones;/ prestaré oído al proverbio/ y propondré mi problema al son de la cítara. ¿Por qué habré de temer los días aciagos,/ cuando me cerquen y me acechen los malvados,/ que confían en su opulencia/ y se jactan de sus inmensas riquezas,/ si nadie puede salvarse/ ni dar a Dios un rescate? Es tan caro el rescate de la vida,/ que nunca les bastará/ para vivir perpetuamente/ sin bajar a la fosa. Mira: los sabios mueren,/ lo mismo que perecen los ignorantes y necios,/ y legan sus riquezas a extraños. El sepulcro es su morada perpetua/ y su casa de edad en edad,/ aunque hayan dado nombre a países. El hombre no perdura en la opulencia,/ sino que perece como los animales. Gloria y antífona 1
Antífona 2 - «Atesorad tesoros en el cielo», dice el Señor. II Éste es el camino de los confiados,/ el destino de los hombres satisfechos: son un rebaño para el abismo,/ la muerte es su pastor,/ y bajan derechos a la tumba;/ se desvanece su figura/ y el abismo es su casa. Pero a mí, Dios me salva,/ me saca de las garras del abismo/ y me lleva consigo. No te preocupes si se enriquece un hombre/ y aumenta el fasto de su casa:/ cuando muera, no se llevará nada,/ su fasto no bajará con él. Aunque en vida se felicitaba:/ «Ponderan lo bien que lo pasas»,/ irá a reunirse con sus antepasados,/ que no verán nunca la luz. El hombre rico e inconsciente/ es como un animal que perece. Gloria y antífona 2 Antífona 3 - Digno es el Cordero degollado de recibir el honor y la gloria.
Cántico
Ap 4, 11; 5, 9-10. 12
Eres digno, Señor Dios nuestro, de recibir la gloria,/ el honor y el poder/ porque tú has creado el universo;/ porque por tu voluntad lo que no existía fue creado. Eres digno de tomar el libro y abrir sus sellos,/ porque fuiste degollado/ y por tu sangre compraste para Dios/ hombres de toda raza, lengua, pueblo y nación;/ y has hecho de ellos para nuestro Dios/
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18 de Marzo - Martes - Oración de la Noche - Completas
un reino de sacerdotes/ y reinan sobre la tierra.
él, y digámosle: Atrae, Señor, a todos hacia ti.
Digno es el Cordero degollado/ de recibir el poder, la riqueza y la sabiduría,/ la fuerza y el honor, la gloria y la alabanza. Gloria y antífona 3
Señor, que la luz con que resplandece el misterio de la cruz atraiga a todos los hombres, * para que te reconozcan como camino, verdad y vida.
Lectura breve Stgo 2, 14. 17. 18b Hermanos, ¿qué provecho saca uno con decir: «Yo tengo fe», si no tiene obras? ¿Podrá acaso salvarlo la fe? La fe, si no va acompañada de las obras, está muerta en su soledad. Pruébame tu fe sin obras que yo por mis obras te probaré mi fe.
Responsorio breve
V Yo dije: «Señor, ten misericordia». R Yo dije: «Señor, ten misericordia». V Sáname, porque he pecado contra ti. R Señor, ten misericordia. V Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. R Yo dije: «Señor, ten misericordia».
Cántico de la Sma. Vg. Mª, pág. 4
Antífona: Todos vosotros sois hermanos; no deis entre vosotros a nadie el título de padre, porque uno solo es vuestro Padre, el que está en los cielos; ni os proclaméis maestros, porque uno solo es vuestro maestro, el Mesías.
Preces Oremos a Jesús, el Señor, que levantado en la cruz atrae a todos hacia
Da tu agua viva a todos los sedientos de verdad, * para que su sed quede eternamente saciada. Ilumina a los científicos y a los artistas, * para que el progreso sea también camino de salvación. Mueve los corazones de los que se apartaron de ti a causa del pecado o del escándalo, * para que se conviertan a ti y permanezcan en tu amor. (Se pueden añadir algunas intenciones libres)
Admite en tu reino a todos los difuntos, * para que se alegren eternamente con la Virgen María y con todos los santos. Que el Espíritu que habita en nosotros y nos une en su amor nos ayude a decir: Padre nuestro.
Oración Señor, vela con amor constante sobre tu Iglesia, edificada en la debilidad humana, y, pues sin ti la naturaleza mortal sucumbe, que tu protección la preserve siempre del mal y la encamine por las sendas de la salvación. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.
Conclusión
V El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna. R Amén.
Oración de la Noche - Completas
Invitación: En este tiempo de oración al concluir la jornada, revisemos las actitudes que hemos tenido en el día de hoy. ¿Acaso hemos tomado la actitud del fariseo, que busca el aplauso de las gentes, sin preocuparse de la auténtica conversión? Aprendamos la enseñanza de Jesús: tratemos de ocupar los primeros puestos en el cumplimiento de nuestras responsabilidades y en el servicio a los más necesitados. (Completas: Textos comunes, ver pág. 8 y propios del Martes, pág. 17)
19 de Marzo - Miércoles, S. José, Esposo de la Vg. María
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LA PALABRA SE HACE ORACIÓN
Lectura: Mt 23,1-2 Te tenían, Señor, como “hijo del carpintero”, pero tú has venido de Dios como Maestro. Cada día surgen maestros que te hacen competencia: Maestros en las ciencias y las artes, maestros del buen decir y la sospecha. Muchas son sus preguntas, y pocas las respuestas. Maestro de oración, enséñanos a orar, como tú orabas; Maestro del amor, enséñanos a amar entregando la vida, como tú la entregaste en lo alto de un madero; Maestro del perdón, enséñanos a perdonar, como el buen Padre del cielo nos perdona; Maestro de maestros, enséñanos a escuchar tu enseñanza, y a ser diligentes para ponerla en práctica. P. Antonio Danoz, redentorista
19 de Marzo - Miércoles, S. José, Esposo de la Vg. María El santo de hoy: San José, esposo de la Virgen María Los datos que tenemos sobre él nos los ofrecen los “evangelios de la infancia”. Estuvo desposado con María. Según el evangelio de Mateo, él es el primero en conocer el misterio de la encarnación del Verbo en el seno de María. Desde el primer momento compartirá con María la misión de acompañar a Jesús desde su concepción hasta llegar a su adolescencia. El último relato en el que aparece José es en la visita al templo con motivo de la Pascua, cuando Jesús contaba doce años. Pío IX lo nombró Patrono de la Iglesia universal.
Oración de la Tarde - I Vísperas
Invitación: Para el pueblo judío era importante mantener viva la historia de los antepasados. Al presentarnos la genealogía de Jesús, Mateo nos indica que por su encarnación y nacimiento queda vinculado a esta historia, depositaria de las grandes promesas mesiánicas. Esta historia se inserta en la historia de la humanidad, a la cual viene a salvar el niño confiado a los cuidados de José.
Invocación inicial
V Dios mío, ven en mi auxilio. R Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Himno Cante tu gloria célica armonía,/ tú que compartes con la siempre pura/ la misteriosa genealogía/ de la Escritura. Esposo virgen de la Virgen Madre,/ en quien Dios mismo declinó su oficio; / réplica humilde del eterno Padre,/ padre nutricio.
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19 de Marzo - Miércoles, S. José, Esposo de la Vg. María
Último anillo de las profecías,/ ¡oh patriarca de la nueva alianza!,/ entre tus brazos se acunó el Mesías,/ nuestra esperanza.
Dichoso a quien auxilia el Dios de Jacob,/ el que espera en el Señor, su Dios,/ que hizo el cielo y la tierra,/ el mar y cuanto hay en él;
Guarda a la Iglesia de quien fue figura/ la inmaculada y maternal María;/ guárdala intacta, firme y con ternura/ de eucaristía.
que mantiene su fidelidad perpetuamente,/ que hace justicia a los oprimidos,/ que da pan a los hambrientos.
Gloria a Dios Padre que en tu amor descuida,/ gloria a Dios Hijo que te fue confiado,/ gloria al Espíritu que alentó tu vida/ para el Amado. Amén.
El Señor liberta a los cautivos,/ el Señor abre los ojos al ciego,/ el Señor endereza a los que ya se doblan,/ el Señor ama a los justos,
Antífona 1 - Jacob engendró a José, el esposo de María, de la cual nació Jesús, que es el Mesías.
el Señor guarda a los peregrinos;/ sustenta al huérfano y a la viuda/ y trastorna el camino de los malvados.
Salmo 112
El Señor reina eternamente,/ tu Dios, Sión, de edad en edad. Gloria y antífona 2
Alabad, siervos del Señor,/ alabad el nombre del Señor./ Bendito sea el nombre del Señor,/ ahora y por siempre:/ de la salida del sol hasta su ocaso,/ alabado sea el nombre del Señor. El Señor se eleva sobre todos los pueblos,/ su gloria sobre los cielos./ ¿Quién como el Señor Dios nuestro,/ que se eleva en su trono/ y se abaja para mirar/ al cielo y a la tierra? Levanta del polvo al desvalido,/ alza de la basura al pobre,/ para sentarlo con los príncipes,/ los príncipes de su pueblo;/ a la estéril le da un puesto en la casa,/ como madre feliz de hijos. Gloria y antífona 1 Antífona 2 - Fue enviado de parte de Dios el ángel Gabriel a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a una virgen desposada con un hombre llamado José.
Salmo 145 Alaba, alma mía, al Señor:/ alabaré al Señor mientras viva,/ tañeré para mi Dios mientras exista. No confíen en los príncipes,/ seres de polvo que no pueden salvar;/ exhalan el espíritu y vuelven al polvo,/ ese día perecen sus planes.
Antífona 3 - Estando desposada María, madre de Jesús, con José, antes de que empezaran a vivir juntos, se encontró encinta por obra del Espíritu Santo.
Cántico
Ef 1,3-10
Bendito sea Dios,/ Padre de nuestro Señor Jesucristo,/ que nos ha bendecido en la persona de Cristo/ con toda clase de bienes espirituales y celestiales. Él nos eligió en la persona de Cristo,/ antes de crear el mundo,/ para que fuésemos consagrados/ e irreprochables ante él por el amor. Él nos ha destinado en la persona de Cristo,/ por pura iniciativa suya,/ a ser sus hijos, /para que la gloria de su gracia,/ que tan generosamente nos ha concedido/ en su querido Hijo,/ redunde en alabanza suya. Por este Hijo, por su sangre,/ hemos recibido la redención,/ el perdón de los pecados./ El tesoro de su gracia, sabiduría y prudencia /ha si-do un derroche para con nosotros,/ dándonos a conocer el misterio de su voluntad. Éste es el plan/ que había proyectado realizar por Cristo/ cuando llegase el momento culminante:/ hacer que todas
19 de Marzo - Miércoles, S. José, Esposo de la Vg. María
las cosas tuviesen a Cristo /por cabeza,/ las del cielo y las de la tierra. Gloria y antífona 3
Lectura breve
Col 3, 23-24
Lo que ustedes hacen háganlo con toda el alma, como para servir al Señor y no a los hombres: sabiendo bien que recibirán del Señor en recompensa la herencia. Sirvan a Cristo Señor.
Responsorio breve V El justo florecerá como un lirio. R El justo florecerá como un lirio. V Y se alegrará eternamente ante el Señor. R Como un lirio. V Gloria al Padre, al Hijo, y al Espíritu Santo. R El justo florecerá como un lirio.
Cántico de la Sma. Vg. Mª, pág. 4 Antífona: Éste es el administrador fiel y solícito a quien el amo ha puesto al frente de su servidumbre. Preces Acudamos suplicantes a Dios Padre todopoderoso, de quien procede toda la familia del cielo y de la tierra, y digámosle suplicantes: Padre nuestro que estás en los cielos, escúchanos. Padre santo, tú que en la aurora del nuevo testamento revelaste a José el misterio mantenido en silencio desde el origen de los siglos, * ayúdanos a conocer cada vez mejor a tu Hijo, verdadero Dios y verdadero hombre.
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Padre celestial, tú que alimentas las aves del cielo y vistes la hierba del campo, * concede a todos los hombres el pan de cada día para su cuerpo y el alimento de la eucaristía para su espíritu. Creador del universo, tú que entregaste al hombre la obra de tus manos, * haz que los trabajadores puedan disfrutar de manera digna del fruto de su trabajo. Señor, tú que eres la fuente de toda la justicia y deseas que todos seamos justos, * por intercesión de san José, ayúdanos a agradarte en todo. (Se pueden añadir algunas intenciones libres)
Haz, Señor, que los moribundos y los que ya han muerto, * obtengan tu misericordia eterna, por medio de tu Hijo, de María y de san José. Porque somos miembros de la familia de Dios, nos atrevemos a decir: Padre nuestro.
Oración Dios todopoderoso, que, en los albores del nuevo testamento, encomendaste a san José los misterios de nuestra salvación, haz que ahora tu Iglesia, sostenida por la intercesión del esposo de María, lleve a su pleno cumplimiento la obra de la salvación de los hombres. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.
Conclusión
V El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna. R Amén.
Oración de la Noche - Completas
Invitación: Muchos de los grandes acontecimientos de la salvación están relacionados con la noche y con el sueño. Mateo dice: “Un ángel del Señor se le apareció en sueños a José y le dijo: “No temas recibir a María como esposa tuya, pues la criatura que espera es obra del Espíritu Santo” (Mt 1,20). El Señor también nos hace saber a nosotros, que el niño que María dará a luz es el Salvador del mundo. (Completas: Textos comunes, ver pág. 8 y propios de las I Vísperas, Solemnidades, pág. 11)
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19 de Marzo - Miércoles, S. José, Esposo de la Vg. María
Oración de la Mañana - Laudes
Invitación: En la genealogía de Jesús, Mateo establece una línea descendiente que concluye en “José, esposo de María, de la cual nació Jesús llamado Mesías” (Mt 1,16). Él es uno de los depositarios más destacados de la esperanza mesiánica. José cumplió una misión muy importante en la vida de Jesús en los primeros años de su existencia. Así lo atestiguan los “evangelios de la infancia”.
Invocación inicial
V Señor, abre mis labios. R Y mi boca proclamará tu alabanza. En forma opcional se dice luego el salmo 94, ver pág. 3, con la antífona siguiente:
Antífona (para el salmo invitatorio): Adoremos a Cristo, el Señor, en esta solemnidad de san José.
Himno Escuchen qué cosa y cosa/ tan maravillosa, aquesta:/ un padre que no ha engendrado/ a un Hijo, a quien otro engrenda. Un hombre que da alimentos/ al mismo que lo alimenta;/ cría al que lo crió, y al mismo/ sustenta que lo sustenta. Manda a su propio Señor/ y a su Hijo Dios respeta;/ tiene por ama a una esclava,/ y por esposa a una reina. Celos tuvo y confianza,/ seguridad y sospechas,/ riesgos y seguridades,/ necesidad y riquezas. Tuvo, en fin, todas las cosas/ que pueden pensarse buenas;/ y es de María esposo/ y, de Dios, padre en la tierra. Amén. Antífona 1 - Los pastores vinieron presurosos y encontraron a María y a José, y al niño acostado en un pesebre.
Salmo 62, 2-9
gracia vale más que la vida,/ te alabarán mis labios. Toda mi vida te bendeciré/ y alzaré las manos invocándote./ Me saciaré de manjares exquisitos,/ y mis labios te alabarán jubilosos. En el lecho me acuerdo de ti/ y velando medito en ti,/ porque fuiste mi auxilio,/ y a la sombra de tus alas canto con júbilo;/ mi alma está unida a ti, y tu diestra me sostiene. Gloria y antífona 1 Antífona 2 - José y María, la madre de Jesús, estaban maravillados de lo que se decía de él, y Simeón los bendijo.
Cántico
Dn 3, 57-88. 56
Creaturas todas del Señor, bendecid al Señor,/ ensalzadlo con himnos por los siglos. Ángeles del Señor, bendecid Señor;/ cielos, bendecid al Señor.
al
Aguas del espacio, bendecid al Señor;/ ejércitos del Señor, bendecid al Señor. Sol y luna, bendecid al Señor;/ astros del cielo, bendecid al Señor. Lluvia y rocío, bendecid al Señor;/ vientos todos, bendecid al Señor. Fuego y calor, bendecid al Señor;/ fríos y heladas, bendecid al Señor.
¡Oh Dios!, tú eres mi Dios, por ti madrugo;/ mi alma está sedienta de ti;/ mi carne tiene ansia de ti,/ como tierra reseca, agostada, sin agua.
Rocíos y nevadas, bendecid al Señor;/ témpanos y hielos, bendecid al Señor.
¡Cómo te contemplaba en el santuario/ viendo tu fuerza y tu gloria!/ Tu
Luz y tinieblas, bendecid al Señor,/ rayos y nubes, bendecid al Señor.
Escarchas y nieves, bendecid al Señor,/ noche y día, bendecid al Señor.
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19 de Marzo - Miércoles, S. José, Esposo de la Vg. María
Bendiga la tierra al Señor,/ ensálcelo con himnos por los siglos.
Dios en la boca/ y espadas de dos filos en las manos:
Montes y cumbres, bendecid al Señor,/ cuanto germina en la tierra, bendiga al Señor.
para tomar venganza de los pueblos/ y aplicar el castigo a las naciones,/ sujetando a los reyes con argollas,/ a los nobles con esposas de hierro.
Manantiales, bendecid al Señor,/ mares y ríos, bendecid al Señor. Cetáceos y peces, bendecid al Señor;/ aves del cielo, bendecid al Señor. Fieras y ganados, bendecid al Señor,/ ensalzadlo con himnos por los siglos. Hijos de los hombres, bendecid al Señor,/ bendiga Israel al Señor. Sacerdotes del Señor, bendecid al Señor;/ siervos del Señor, bendecid al Señor.
Ejecutar la sentencia dictada/ es un honor para todos sus fieles. Gloria y antífona 3
Lectura breve
2Sam 7, 28-29
Mi Señor, tú eres el Dios verdadero, tus palabras son de fiar, y has hecho esta promesa a tu siervo. Dígnate, pues, bendecir a la casa de tu siervo, para que esté siempre en tu presencia; ya que tú, mi Señor, lo has dicho, sea siempre bendita la casa de tu siervo.
Almas y espíritus justos, bendecid al Señor;/ santos y humildes de corazón, bendecid al Señor.
Responsorio breve
Ananías, Azarías y Misael, bendecid al Señor,/ ensalzadlo con himnos por los siglos.
V Señor de todas sus posesiones. R Administrador de su casa.
Bendigamos al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo,/ ensalcémoslo con himnos por los siglos. Bendito el Señor en la bóveda del cielo,/ alabado y glorioso y ensalzado por los siglos. No se dice Gloria al Padre. Antífona 2 Antífona 3 - Se levantó José y tomó de noche al niño y a su madre, y partió para Egipto, y allí permaneció hasta la muerte de Herodes.
Salmo 149 Cantad al Señor un cántico nuevo,/ resuene su alabanza en la asamblea de los fieles;/ que se alegre Israel por su Creador,/ los hijos de Sión por su Rey. Alabad su nombre con danzas,/ cantadle con tambores y cítaras;/ porque el Señor ama a su pueblo/ y adorna con la victoria a los humildes. Que los fieles festejen su gloria/ y canten jubilosos en filas:/ con vítores a
V Lo nombró administrador de su casa. R Lo nombró administrador de su casa.
V Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. R Lo nombró administrador de su casa.
Cántico de Zacarías, pág. 4
Antífona: José se estableció en una ciudad llamada Nazaret; así se cumplió lo que de Cristo habían anunciado los profetas: que sería llamado Nazareno.
Preces Acudamos suplicantes al Señor, el único que puede hacernos justos, digámosle suplicantes; Con tu justicia, Señor, danos vida. Tú, Señor, que llamaste a nuestros padres en la fe para que caminasen en tu presencia con un corazón sincero, * haz que también nosotros, siguiendo sus huellas seamos santos ante tus ojos. Tú que elegiste a José, varón justo, para que cuidara de tu Hijo durante su niñez y adolescencia, * haz que
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19 de Marzo - Miércoles, S. José, Esposo de la Vg. María
también nosotros nos consagremos al servicio del cuerpo de Cristo, sirviendo a nuestros hermanos. Tú que entregaste la tierra a los hombres para que la llenaran y la sometieran, * ayúdanos a trabajar con empeño en nuestro mundo, pero teniendo siempre nuestros ojos puestos en tu gloria. No te olvides, Padre del universo, de la obra de tus manos * y haz que todos los hombres, mediante su trabajo honesto, tengan una vida digna. (Se pueden añadir algunas intenciones libres)
Porque somos miembros de la familia
de Dios, nos atrevemos a decir: Padre nuestro.
Oración Dios todopoderoso, que, en los albores del Nuevo Testamento, encomendaste a san José los misterios de nuestra salvación, haz que ahora tu Iglesia, sostenida por la intercesión del esposo de María, lleve a su pleno cumplimiento la obra de la salvación de los hombres. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.
Conclusión
V El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna. R Amén.
Oración de la Tarde - II Vísperas
Invitación: Además de aceptar con gran disponibilidad la voluntad de Dios, José se distingue por tres fidelidades: Fidelidad a Dios, cumpliendo fielmente la misión que le confió, como esposo y en relación con Jesús; fidelidad a María, velando por su honradez y asumiendo su responsabilidad de esposo; fidelidad a Jesús, desde el momento que Dios le confió su custodia.
Invocación inicial
V Dios mío, ven en mi auxilio. R Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Himno ¡Oh qué dichoso este día/ en que José, dulce suerte,/ entre Jesús y María/ rinde tributo a la muerte! Tuvo en la tierra su cielo;/ por un favor nunca visto,/ con la Virgen, su consuelo/ fue vivir sirviendo a Cristo. Ya con suprema leticia/ los justos lo aclamarán,/ lleva la buena noticia/ hasta el seno de Abraham.
no nos falte su favor,/ y piadoso nos alcance/ ver benigno al Redentor. Que en Jesús, José y María,/ gloria de la humanidad,/ resplandezca tu armonía,/ ¡oh indivisa Trinidad! Amén. Antífona 1 - Hallaron a Jesús en el templo, sentado en medio de los doctores, escuchándolos y haciéndoles preguntas.
Salmo 14
Señor, ¿quién puede hospedarse en tu tienda/ y habitar en tu monte santo? El que procede honradamente/ y practica la justicia,/ el que tiene intenciones leales/ y no calumnia con su lengua,
Si fue grande la agonía/ que sufrió en la encarnación,/ será inmensa la alegría/ que tendrá en resurrección.
el que no hace mal a su prójimo/ ni difama al vecino,/ el que considera despreciable al impío/ y honra a los que temen al Señor,
Quiera Dios que en nuestro trance/
el que no retracta lo que juró/ aun en
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19 de Marzo - Miércoles, S. José, Esposo de la Vg. María
daño propio,/ el que no presta dinero a usura/ ni acepta soborno contra el inocente. El que así obra nunca fallará. Gloria y antífona 1 Antífona 2 - Su madre le dijo a Jesús: «Hijo mío, ¿por qué te has portado así con nosotros? Tu padre y yo te buscábamos llenos de angustia».
Salmo 111
Dichoso quien teme al Señor/ y ama de corazón sus mandatos./ Su linaje será poderoso en la tierra,/ la descendencia del justo será bendita. En su casa habrá riquezas y abundancia,/ su caridad es constante, sin falta./ En las tinieblas brilla como una luz/ el que es justo, clemente y compasivo. Dichoso el que se apiada y presta,/ y administra rectamente sus asuntos./ El justo jamás vacilará,/ su recuerdo será perpetuo. No temerá las malas noticias,/ su corazón está firme en el Señor./ Su corazón está seguro, sin temor,/ hasta que vea derrotados a sus enemigos. Reparte limosna a los pobres;/ su caridad es constante, sin falta,/ y alzará la frente con dignidad. El malvado, al verlo, se irritará,/ rechinará los dientes hasta consumirse./ La ambición del malvado fracasará. Gloria y antífona 2 Antífona 3 - Jesús bajó a Nazaret con sus padres, y vivía sumiso a ellos.
Cántico
Ap 15, 3-4
Grandes y maravillosas son tus obras, /Señor, Dios omnipotente, /justos y verdaderos tus caminos, /¡oh Rey de los siglos! ¿Quién no temerá, Señor, /y glorificará tu nombre? /Porque tú solo eres santo, / porque vendrán todas las naciones /y se postrarán en tu acatamiento, /porque tus juicios se hicieron manifiestos. Gloria y antífona 3
Lectura breve
Col 3, 23-24
Lo que hacéis, hacedlo con toda el alma, como para servir al Señor y no a los hombres: sabiendo bien que recibiréis del Señor en recompensa la herencia. Servid a Cristo Señor.
Responsorio breve V El justo florecerá como un lirio. R El justo florecerá como un lirio. V Y se alegrará eternamente ante el Señor. R Como un lirio. V Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. R El justo florecerá como un lirio.
Cántico de la Sma. Vg. Mª, pág. 4 Antífona: Jesús tenía unos treinta años y era considerado hijo de José. Preces Acudamos suplicantes a Dios Padre todopoderoso, de quien procede toda la familia del cielo y de la tierra, y digámosle suplicantes: Padre nuestro que estás en los cielos, escúchanos. Padre santo, tú que en la aurora del nuevo Testamento revelaste a José el misterio mantenido en silencio desde el origen de los siglos, * ayúdanos a conocer cada vez mejor a tu Hijo, verdadero Dios y verdadero hombre. Padre celestial, tú que alimentas las aves del cielo y vistes la hierba del campo, * concede a todos los hombres el pan de cada día para su cuerpo y el alimento de la eucaristía para su espíritu. Creador del universo, tú que entregaste al hombre la obra de tus manos, * haz que los trabajadores puedan disfrutar de manera digna del fruto de su trabajo. Señor, tú que eres la fuente de toda la justicia y deseas que todos seamos justos, * por intercesión de san José, ayúdanos a agradarte en todo.
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20 de Marzo - Jueves, Feria, II Sem. de Cuaresma
(Se pueden añadir algunas intenciones libres)
Haz, Señor, que los moribundos y los que ya han muerto, * obtengan tu misericordia eterna, por medio de tu Hijo, de María y de san José. Porque somos miembros de la familia de Dios, nos atrevemos a decir: Padre nuestro.
Oración Dios todopoderoso, que, en los albores
del Nuevo Testamento, encomendaste a san José los misterios de nuestra salvación, haz que ahora tu Iglesia, sostenida por la intercesión del esposo de María, lleve a su pleno cumplimiento la obra de la salvación de los hombres. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.
Conclusión
V El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna. R Amén.
Oración de la Noche - Completas
Invitación: Mateo presenta a José como “un hombre justo”. El “justo” es la persona que sabe situarse religiosamente ante Dios y vive según sus designios. Ama con pasión sus mandatos. Su generosidad no tiene límites y dura por siempre. Es compasivo y clemente con todos. Todo esto aparece en la forma cómo José cumple la misión que Dios le confió. (Completas: Textos comunes, ver pág. 8 y Solemnidad, pág. 13)
LA PALABRA SE HACE ORACIÓN
Lectura: Mt 1,116.18-21.24 Señor del universo, te hiciste “Dios-con-nosotros” en la persona de tu Hijo Jesús; por la acción del Espíritu se encarnó en el seno de una doncella, humilde, virgen y sencilla, desposada con José, varón justo y bueno, que asumió su misión al lado de tu Hijo. A su lado creció en el taller de Nazaret, en estatura, en sabiduría y en gracia, delante de ti y de los vecinos de su pueblo. Gracias, por hacer que tu Hijo fuera uno de los nuestros; por darle a José por guía y protector en los años de su infancia. P. Antonio Danoz. Redentorista
20 de Marzo - Jueves, Feria, II Sem. de Cuaresma Oración de la Mañana - Laudes
Invitación: El profeta Jeremías presenta una maldición y una bendición, que revelan dos posturas ante Dios. Las personas que ponen la confianza en sí mismas se creen tan seguras de sus fuerzas, que renuncian a buscar apoyo en Dios. Creen que no lo necesitan. En cambio, los que creen y confían en Dios buscan en él su apoyo. Ellos son objeto de una bienaventuranza: Bienaventurado el que confía en el Señor. Será como un árbol que no deja de dar fruto.
20 de Marzo - Jueves, Feria, II Sem. de Cuaresma
Invocación inicial V Señor, abre mis labios. R Y mi boca proclamará tu alabanza. En forma opcional se dice luego el salmo 94, ver pág. 3, con la antífona siguiente:
Antífona (para el salmo invitatorio): A Cristo, el Señor, que por nosotros fue tentado y por nosotros murió, venid, adorémosle.
Himno, Feria de Cuaresma, pág. 7 Antífona 1 - Despierta tu poder, Señor, y ven a salvarnos.
Salmo 79 Pastor de Israel, escucha,/ tú que guías a José como a un rebaño; / tú que te sientas sobre querubines, resplandece/ ante Efraím, Benjamín y Manasés;/ despierta tu poder y ven a salvarnos. ¡Oh Dios!, restáuranos,/ que brille tu rostro y nos salve. Señor Dios de los ejércitos,/ ¿hasta cuándo estarás airado/ mientras tu pueblo te suplica? Le diste a comer llanto,/ a beber lágrimas a tragos;/ nos entregaste a las disputas de nuestros vecinos,/ nuestros enemigos se burlan de nosotros. Dios de los ejércitos, restáuranos,/ que brille tu rostro y nos salve. Sacaste una vid de Egipto,/ expulsaste a los gentiles, y la trasplantaste;/ le preparaste el terreno y echó raíces,/ hasta llenar el país; su sombra cubría las montañas/ y sus pámpanos, los cedros altísimos;/ extendió sus sarmientos hasta el mar,/ y sus brotes hasta el Gran Río. ¿Por qué has derribado su cerca/ para que la saqueen los viandantes,/ la pisoteen los jabalíes/ y se la coman las alimañas? Dios de los ejércitos, vuélvete:/ mira desde el cielo, fíjate,/ ven a visitar tu
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viña,/ la cepa que tu diestra plantó,/ y que tú hiciste vigorosa. La han talado y le han prendido fuego:/ con un bramido hazlos perecer./ Que tu mano proteja a tu escogido,/ al hombre que tú fortaleciste./ No nos alejaremos de ti;/ danos vida, para que invoquemos tu nombre. Señor Dios de los ejércitos, restáuranos,/ que brille tu rostro y nos salve. Gloria y antífona 1 Antífona 2 - Anunciad a toda la tierra que el Señor hizo proezas.
Cántico
Is 12, 1-6
Te doy gracias, Señor,/ porque estabas airado contra mí,/ pero ha cesado tu ira/ y me has consolado. Él es mi Dios y salvador:/ confiaré y no temeré,/ porque mi fuerza y mi poder es el Señor,/ él fue mi salvación./ Y sacaréis aguas con gozo/ de las fuentes de la salvación. Aquel día, diréis:/ Dad gracias al Señor,/ invocad su nombre,/ contad a los pueblos sus hazañas,/ proclamad que su nombre es excelso. Tañed para el Señor, que hizo proezas;/ anunciadlas a toda la tierra; /gritad jubilosos, habitantes de Sión:/ «¡Qué grande es en medio de ti/ el Santo de Israel!» Gloria y antífona 2 Antífona 3 - Aclamad a Dios, nuestra fuerza. +
Salmo 80 Aclamad a Dios, nuestra fuerza;/ + dad vítores al Dios de Jacob: acompañad, tocad los panderos,/ las cítaras templadas y las arpas;/ tocad la trompeta por la luna nueva,/ por la luna llena, que es nuestra fiesta; porque es una ley de Israel,/ un precepto del Dios de Jacob,/ una norma establecida para José/ al salir de Egipto.
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20 de Marzo - Jueves, Feria, II Sem. de Cuaresma
Oigo un lenguaje desconocido:/ «Retiré sus hombros de la carga,/ y sus manos dejaron la espuerta.
Antífona: Hijo mío, acuérdate de que ya recibiste tus bienes en la vida; Lázaro, en cambio, recibió males.
Clamaste en la aflicción, y te libré,/ te respondí oculto entre los truenos,/ te puse a prueba junto a la fuente de Meribá.
Preces
Escucha, pueblo mío, doy testimonio contra ti;/ ¡ojalá me escuchases, Israel! No tendrás un dios extraño,/ no adorarás un dios extranjero; yo soy el Señor Dios tuyo,/ que te saqué del país de Egipto;/ abre tu boca y yo la saciaré. Pero mi pueblo no escuchó mi voz,/ Israel no quiso obedecer:/ los entregué a su corazón obstinado,/ para que anduviesen según sus antojos. ¡Ojalá me escuchase mi pueblo/ y caminase Israel por mi camino!:/ en un momento humillaría a sus enemigos/ y volvería mi mano contra sus adversarios; los que aborrecen al Señor te adularían,/ y su suerte quedaría fijada; /te alimentaría con flor de harina,/ te saciaría con miel silvestre». Gloria y antífona 3
Lectura breve 1Re 8, 51a. 52-53a. Nosotros, Señor, somos tu pueblo y tu heredad; que tus ojos estén abiertos a las súplicas de tu siervo y a la súplica de tu pueblo Israel, para escuchar todos sus clamores hacia ti. Porque tú nos separaste para ti como herencia tuya de entre todos los pueblos de la tierra.
Responsorio breve
V Él me librará de la red del cazador. R Él me librará de la red del cazador. V Me cubrirá con su plumaje. R Él me librará de la red del cazador. V Gloria al Padre, al Hijo, y al Espíritu Santo. R Él me librará de la red del cazador.
Cántico de Zacarías, pág. 4
Celebremos la bondad de Dios, que por Cristo se reveló como Padre nuestro, y digámosle de todo corazón: Acuérdate, Señor, de que somos hijos tuyos. Concédenos vivir con toda plenitud el misterio de la Iglesia, * a fin de que nosotros y todos los hombres encontremos en ella un sacramento eficaz de salvación. Padre, que amas a todos los hombres, haz que cooperemos al progreso de la comunidad humana * y que todos busquemos tu reino con nuestros esfuerzos. Haz que tengamos hambre y sed de justicia * y acudamos a nuestra fuente, que es Cristo, el cual entregó su vida para que fuéramos saciados. Perdona, Señor, todos nuestros pecados * y dirige nuestra vida por el camino de la sencillez y de la santidad. (Se pueden añadir algunas intenciones libres).
Porque sabemos que somos hijos de Dios, llenos de confianza nos atrevemos a decir: Padre nuestro.
Oración Dios nuestro, que amas la inocencia y la devuelves a quienes la han perdido, atrae hacia ti nuestros corazones, para que, inflamados por el fuego de tu Espíritu, permanezcamos firmes en la fe y seamos diligentes para hacer el bien. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.
Conclusión
V El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna. R Amén.
20 de Marzo - Jueves, Feria, II Sem. de Cuaresma
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Oración de la Tarde - Vísperas
Invitación: La parábola del rico ostentoso y el mendigo Lázaro impacta por su realismo. Existen unos cuantos, que banquetean, se emborrachan y malgastan sus bienes. Pero son muchísimos más los hombres y mujeres, pobres, enfermos, olvidados, que claman a la puerta de una sociedad injusta, y no obtienen ni las migajas que dejan caer de sus mesas los amos del dinero.
Invocación inicial
V Dios mío, ven en mi auxilio. R Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Himno, Feria de Cuaresma, pág. 7 Antífona 1 - Te hago luz de las naciones, para que seas mi salvación hasta el fin de la tierra.
Salmo 71 I Dios mío, confía tu juicio al rey,/ tu justicia al hijo de reyes,/ para que rija a tu pueblo con justicia,/ a tus humildes con rectitud. Que los montes traigan paz,/ y los collados justicia;/ que él defienda a los humildes del pueblo,/ socorra a los hijos del pobre/ y quebrante al explotador. Que dure tanto como el sol,/ como la luna, de edad en edad;/ que baje como lluvia sobre el césped,/ como llovizna que empapa la tierra. Que en sus días florezca la justicia/ y la paz hasta que falte la luna. Que domine de mar a mar, del Gran Río al confín de la tierra. Que en su presencia se inclinen sus rivales;/ que sus enemigos muerdan el polvo;/ que los reyes de Tarsis y de las islas/ le paguen tributo. Que los reyes de Saba y de Arabia/ le ofrezcan sus dones;/ que se postren ante él todos los reyes,/ y que todos los pueblos le sirvan. Gloria y antífona 1
Antífona 2 - Socorrerá el Señor a los hijos del pobre; rescatará sus vidas de la violencia. II Él librará al pobre que clamaba,/ al afligido que no tenía protector;/ él se apiadará del pobre y del indigente,/ y salvará la vida de los pobres; él rescatará sus vidas de la violencia,/ su sangre será preciosa a sus ojos. Que viva y que le traigan el oro de Saba;/ él intercederá por el pobre/ y lo bendecirá. Que haya trigo abundante en los campos,/ y ondee en lo alto de los montes,/ den fruto como el Líbano,/ y broten las espigas como hierba del campo. Que su nombre sea eterno,/ y su fama dure como el sol;/ que él sea la bendición de todos los pueblos,/ y lo proclamen dichoso todas las razas de la tierra. Bendito sea el Señor, Dios de Israel,/ el único que hace maravillas; /bendito por siempre su nombre glorioso,/ que su gloria llene la tierra./ ¡Amén, amén! Gloria y antífona 2 Antífona 3 - Ahora se estableció, la salud y el reinado de nuestro Dios.
Cántico Ap 11, 17-18; 12, 10b-12a Gracias te damos, Señor Dios omnipotente,/ el que eres y el que eras,/ porque has asumido el gran poder/ y comenzaste a reinar. Se encolerizaron las naciones,/ llegó tu cólera,/ y el tiempo de que sean juzgados los muertos,/ y de dar el
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20 de Marzo - Jueves, Feria, II Sem. de Cuaresma
galardón a tus siervos los profetas,/ y a los santos y a los que temen tu nombre,/ y a los pequeños y a los grandes,/ y de arruinar a los que arruinaron la tierra. Ahora se estableció la salud y el poderío,/ y el reinado de nuestro Dios,/ y la potestad de su Cristo;/ porque fue precipitado/ el acusador de nuestros hermanos,/ el que los acusaba ante nuestro Dios día y noche. Ellos le vencieron en virtud de la sangre del Cordero/ y por la palabra del testimonio que dieron,/ y no amaron tanto su vida que temieran la muerte./ Por esto, estad alegres, cielos,/ y los que moráis en sus tiendas. Gloria y antífona 3
Lectura breve
Stgo 4, 7-8. 10
Vivid sometidos a Dios. Resistid al diablo y huirá de vosotros. Acercaos a Dios y él se acercará a vosotros. Pecadores, lavaos las manos; purificad vuestros corazones, gente que obráis con doblez. Humillaos en la presencia del Señor y él os ensalzará.
Responsorio breve
V Yo dije: «Señor, ten misericordia.» R Yo dije: «Señor, ten misericordia.» V Sáname, porque he pecado contra ti. R Señor, ten misericordia. V Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. R Yo dije: «Señor, ten misericordia.
Cántico de la Sma. Vg. Mª, pág. 4 Antífona: Aquel rico que negó las migajas de pan a Lázaro pidió luego una gota de agua. Preces Celebremos la misericordia de Dios, que nos ilumina con la gracia del Espíritu Santo para que nuestra vida resplandezca con obras de fe y santidad, y supliquémosle, diciendo: Renueva, Señor, al pueblo redimido por Cristo. Señor, fuente y autor de toda san-
tidad, haz que los obispos, sacerdotes y diáconos, al participar de la mesa eucarística, se unan más plenamente a Cristo, * para que vean renovada la gracia que les fue conferida por la imposición de manos. Impulsa a tus fieles para que, con santidad de vida, participen acti-vamente de la mesa de la palabra y del cuerpo de Cristo * y vivan lo que han recibido por la fe y los sacramentos. Concédenos, Señor, que reconozcamos la dignidad de todo hombre redimido con la sangre de tu Hijo * y que respetemos su libertad y su conciencia. Haz que todos los hombres sepan moderar sus deseos de bienes temporales * y que atiendan a las necesidades de los demás. (Se pueden añadir algunas intenciones libres).
Acuérdate, Señor, de todos los que has llamado hoy a la eternidad * y concédeles el don de la eterna bienaventuranza. Invoquemos a Dios Padre con la oración que nos enseñó Jesús: Padre nuestro.
Oración Dios nuestro, que amas la inocencia y la devuelves a quienes la han perdido, atrae hacia ti nuestros corazones, para que, inflamados por el fuego de tu Espíritu, permanezcamos firmes en la fe y seamos diligentes para hacer el bien. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.
Conclusión
V El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna. R Amén.
21 de Marzo - Viernes, Feria, II Sem. de Cuaresma
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Oración de la Noche - Completas
Invitación: Seguramente hemos visto hoy una escena parecida a la parábola de Lázaro solicitando limosna. Estas personas están golpeando nuestras conciencias. Algo está funcionando mal, cuando existen millones de personas en semejante situación en el mundo. Leamos a Moisés, leamos a los profetas. Pero sobre todo escuchemos a Jesús. No esperemos a que un muerto resucite, para poner remedio a estas situaciones. (Completas: Textos comunes, ver pág. 8 y propios del Jueves, pág. 20)
LA PALABRA SE HACE ORACIÓN
Lectura: Lc 16,19-31 Hemos partido el mundo, Señor, en dos partes desiguales: Gentes que ríen, beben, banquetean, que son los menos; y mendigos, como Lázaro, con llagas en el cuerpo, tendidos a las puertas de ricos y mercaderes. Los pobres no cesan de crecer. Ayúdanos a reducir la distancia entre los miserables, como Lázaro, y el rico insensato; para que todos compartan la misma mesa, coman el mismo pan y beban el mismo vino; y los perros, en lugar de lamer heridas, se coman los huesos de la fiesta. P. Antonio Danoz, redentorista
21 de Marzo - Viernes, Feria, II Sem. de Cuaresma Oración de la Mañana - Laudes
Invitación: La liturgia nos propone hoy la historia de José, que se convierte en un icono de todas las convertidas en objetos mercantiles, que se compran y se venden por intereses inconfesables. Son los mismos hermanos los que venden a su hermano. No es difícil ver como un anticipo de lo que le sucedió a Jesús. Uno de los suyos lo entrega a sus enemigos por unas monedas. Este tráfico con las personas está en plena vigencia en este mundo tan inhumano.
Invocación inicial
V Señor, abre mis labios. R Y mi boca proclamará tu alabanza. En forma opcional se dice luego el salmo 94, ver pág. 3, con la antífona siguiente:
Antífona (para el salmo invitatorio): A Cristo, el Señor, que por nosotros fue tentado y por nosotros murió, venid, adorémosle.
Himno, Feria de Cuaresma, pág. 7 Antífona 1 - Un corazón quebrantado y humillado, tú no lo desprecias, Señor.
Salmo 50 Misericordia, Dios mío, por tu bondad;/ por tu inmensa compasión borra mi culpa;/ lava del todo mi delito,/ limpia mi pecado.
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21 de Marzo - Viernes, Feria, II Sem. de Cuaresma
Pues yo reconozco mi culpa,/ tengo siempre presente mi pecado:/ contra ti, contra ti solo pequé,/ cometí la maldad que aborreces. En la sentencia tendrás razón,/ en el juicio brillará tu rectitud. /Mira, que en la culpa nací,/ pecador me concibió mi madre. Te gusta un corazón sincero,/ y en mi interior me inculcas sabiduría./ Rocíame con el hisopo: quedaré limpio;/ lávame: quedaré más blanco que la nieve. Hazme oír el gozo y la alegría,/ que se alegren los huesos quebrantados./ Aparta de mi pecado tu vista,/ borra en mí toda culpa. ¡Oh Dios!, crea en mí un corazón puro,/ renuévame por dentro con espíritu firme;/ no me arrojes lejos de tu rostro/ no me quites tu santo espíritu. Devuélveme la alegría de tu salvación,/ afiánzame con espíritu generoso:/ enseñaré a los malvados tus caminos,/ los pecadores volverán a ti. Líbrame de la sangre, ¡oh Dios,/ Dios, Salvador mío!, /y cantará mi lengua tu justicia./ Señor, me abrirás los labios,/ y mi boca proclamará tu alabanza. Los sacrificios no te satisfacen;/ si te ofreciera un holocausto, no lo querrías./ Mi sacrificio es un espíritu quebrantado:/ un corazón quebrantado y humillado/ tú no lo desprecias. Señor, por tu bondad, favorece a Sión,/ reconstruye las murallas de Jerusalén:/ entonces aceptarás los sacrificios rituales,/ ofrendas y holocaustos,/ sobre tu altar se inmolarán novillos. Gloria y antífona 1 Antífona 2 - En tu juicio, Señor, acuérdate de la misericordia.
Cántico
Hab 3, 2-4. 13a. 15-19
¡Señor, he oído tu fama,/ me ha impresionado tu obra!/ En medio de los años, realízala;/ en medio de los años,
manifiéstala;/ en el terremoto acuérdate de la misericordia. El Señor viene de Temán;/ el Santo, del monte Farán:/ su resplandor eclipsa el cielo,/ la tierra se llena de su alabanza,/ su brillo es como el día/ su mano destella velando su poder. Sales a salvar a tu pueblo,/ a salvar a tu ungido;/ pisas el mar con tus caballos,/ revolviendo las aguas del océano. Lo escuché y temblaron mis entrañas,/ al oírlo se estremecieron mis labios;/ me entró un escalofrío por los huesos,/ vacilaban mis piernas al andar./ Tranquilo espero el día de la angustia/ que sobreviene al pueblo que nos oprime. Aunque la higuera no echa yemas/ y las viñas no tienen fruto,/ aunque el olivo olvida su aceituna/ y los campos no dan cosechas,/ aunque se acaban las ovejas del redil/ y no quedan vacas en el establo,/ yo exultaré con el Señor,/ me gloriaré en Dios mi salvador. El Señor soberano es mi fuerza,/ él me da piernas de gacela/ y me hace caminar por las alturas. Gloria y antífona 2 Antífona 3 - Glorifica al Señor, Jerusalén. +
Salmo 147 Glorifica al Señor, Jerusalén;/ + alaba a tu Dios, Sión:/ que ha reforzado los cerrojos de tus puertas/ y ha bendecido a tus hijos dentro de ti;/ ha puesto paz en tus fronteras,/ te sacia con flor de harina. Él envía su mensaje a la tierra,/ y su palabra corre veloz;/ manda la nieve como lana,/ esparce la escarcha como ceniza hace caer el hielo como migajas/ y con el frío congela las aguas;/ envía una orden, y se derriten;/ sopla su aliento, y corren. Anuncia su palabra a Jacob,/ sus decretos y mandatos a Israel;/ con
21 de Marzo - Viernes, Feria, II Sem. de Cuaresma
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ninguna nación obró así,/ ni les dio a conocer sus mandatos. Gloria y antífona 3
Tú que subiste a Jerusalén para sufrir la pasión y entrar así en la gloria, * conduce a tu Iglesia a la Pascua eterna.
Lectura breve
Tú que, exaltado en la cruz, quisiste ser atravesado por la lanza del soldado, * sana nuestras heridas.
Is 53, 11b-12
Mi siervo justificará a muchos, porque cargó sobre sí los crímenes de ellos. Le daré una multitud como parte y tendrá como despojo una muchedumbre, porque se entregó a sí mismo a la muerte y fue contado entre los malhechores; él tomó sobre sí el pecado de las multitudes e intercedió por los pecadores.
Responsorio breve
V Él me librará de la red del cazador. R Él me librará de la red del cazador. V Me cubrirá con su plumaje. R Él me librará de la red del cazador. V Gloria al Padre, y al Hijo y al Espíritu Santo. R Él me librará de la red del cazador.
Cántico de Zacarías, pág. 4
Antífona: Dará una muerte afrentosa a esos malvados y arrendará la viña a otros viñadores, que le paguen la renta a su tiempo.
Preces Acudamos a Cristo, nuestro Salvador, que nos redimió con su muerte y resurrección, y supliquémosle, diciendo: Señor, ten piedad de nosotros.
Tú que convertiste el madero de la cruz en árbol de vida, * haz que los renacidos en el bautismo gocen de la abundancia de los frutos de este árbol. Tú que, clavado en la cruz, perdonaste al ladrón arrepentido, * perdónanos también a nosotros, pecadores. (Se pueden añadir algunas intenciones libres.)
Como Cristo nos enseñó, pidamos al Padre que perdone nuestros pecados, diciendo: Padre nuestro.
Oración Concédenos, Dios todopoderoso, que, purificados por la penitencia cuaresmal, lleguemos totalmente convertidos a las próximas fiestas pascuales. Por nuestro Señor Jesucristo.
Conclusión
V El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna. R Amén.
Oración de la Tarde - Vísperas
Invitación: Jesús ha utilizado la viña como lugar de trabajo. A todos nos ha invitado a trabajar en la viña de su Padre. Pero hoy la atención se fija en los viñadores, que no temen maltratar y asesinar con tal de hacerse con la viña. Actúan como una banda de mafiosos, eliminando al propio hijo del dueño. Los fariseos de entonces y los de hoy, hacen bien en pensar que“la parábola habla de ellos”. No nos alistemos nosotros también en las filas de estos injustos y asesinos.
Invocación inicial
V Dios mío, ven en mi auxilio. R Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Himno, Feria de Cuaresma, pág. 7
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21 de Marzo - Viernes, Feria, II Sem. de Cuaresma
Antífona 1 - Arranca, Señor, mi vida de la muerte, mis pies de la caída.
Salmo 114
Amo al Señor, porque escucha/ mi voz suplicante,/ porque inclina su oído hacia mí/ el día que lo invoco. Me envolvían redes de muerte,/ me alcanzaron los lazos del abismo,/ caí en tristeza y angustia./ Invoqué el nombre del Señor:/ «Señor, salva mi vida». El Señor es benigno y justo,/ nuestro Dios es compasivo;/ el Señor guarda a los sencillos:/ estando yo sin fuerzas me salvó. Alma mía, recobra tu calma,/ que el Señor fue bueno contigo:/ arrancó mi vida de la muerte,/ mis ojos de las lágrimas,/ mis pies de la caída. Caminaré en presencia del Señor/ en el país de la vida. Gloria y antífona 1 Antífona 2 - El auxilio me viene del Señor, que hizo el cielo y la tierra.
Salmo 120
Levanto mis ojos a los montes:/ ¿de dónde me vendrá el auxilio?/ El auxilio me viene del Señor,/ que hizo el cielo y la tierra. No permitirá que resbale tu pie,/ tu guardián no duerme;/ no duerme ni reposa/ el guardián de Israel. El Señor te guarda a su sombra,/ está a tu derecha;/ de día el sol no te hará daño,/ ni la luna de noche. El Señor te guarda de todo mal,/ él guarda tu alma;/ el Señor guarda tus entradas y salidas,/ ahora y por siempre. Gloria y antífona 2 Antífona 3 - Justos y verdaderos son tus caminos, ¡oh Rey de los siglos!
Cántico
Ap 15, 3-4
Grandes y maravillosas son tus obras,/ Señor, Dios omnipotente,/ justos y verdaderos tus caminos,/ ¡oh Rey de los siglos!
¿Quién no temerá, Señor,/ y glorificará tu nombre?/ Porque tú solo eres santo,/ porque vendrán todas las naciones/ y se postrarán en tu acatamiento,/ porque tus juicios se hicieron manifiestos. Gloria y antífona 3
Lectura breve
Stgo 5, 16. 19-20
Confesaos mutuamente vuestros pecados y rogad unos por otros, para alcanzar vuestra curación, pues la oración ferviente del justo tiene gran eficacia. Hermanos, si alguno de entre vosotros se desvía de la verdad y otro logra convertirlo, sepa que quien convierte a un pecador de su camino equivocado salvará su alma de la muerte y cubrirá la multitud de sus pecados.
Responsorio breve
V Yo dije: «Señor, ten misericordia». R Yo dije: «Señor, ten misericordia». V Sáname, porque he pecado contra ti. R Señor, ten misericordia. V Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. R Yo dije: «Señor, ten misericordia».
Cántico de la Sma. Vg. Mª, pág. 4 Antífona: Pretendieron apoderarse de Jesús, pero no se atrevieron por miedo a la gente , que lo miraba como a un profeta. Preces Adoremos al Salvador de los hombres, que muriendo destruyó la muerte y resucitado restauró la vida, y digámosle humildemente: Santifica, Señor, al pueblo que redimiste con tu sangre. Redentor nuestro, concédenos que, por la penitencia, nos unamos más plenamente a tu pasión, * para que consigamos la gloria de la resurrección. Concédenos que imitemos a tu Madre, consuelo de los afligidos, * para que podamos consolar a los tristes, mediante el consuelo que nosotros somos por ti consolados.
21 de Marzo - Viernes - Oración de la Noche - Completas / La Palabra se hace oración
Concede a tus fieles participar en tu pasión por medio de sus sufrimientos, * para que tu salvación se manifieste también en ellos. Tú que te humillaste, haciéndote obediente hasta la muerte y una muerte de cruz, * enséñanos a ser obedientes y a tener paciencia. (Se pueden añadir algunas intenciones libres)
Dígnate transfigurar a los difuntos a semejanza de tu cuerpo glorioso * y concédenos a nosotros ser un día partícipes de la gloria de ellos.
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Ya que por Jesucristo somos hijos de Dios, oremos confiados a nuestro Padre: Padre nuestro.
Oración Concédenos, Dios todopoderoso, que, purificados por la penitencia cuaresmal, lleguemos totalmente convertidos a las próximas fiestas pascuales. Por nuestro Señor Jesucristo.
Conclusión
V El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna. R Amén.
Oración de la Noche - Completas
Invitación: Dios quiere edificar su reino de justicia y de amor sobre roca firme. Esta roca es Jesús, que no cambió su ruta, a pesar de que lo buscaban para darle muerte. Dios no puede entregar su reino a gentes que actúa de forma violenta, sin respetar a las personas y sus legítimos derechos. Trabajemos con honestidad en la construcción de una sociedad, que se asemeje al reino de Dios. (Completas: Textos comunes, ver pág. 8 y propios del Viernes, pág. 21)
LA PALABRA SE HACE ORACIÓN
Lectura: Mt 21,33-43 De este gran viñedo que es el mundo, eres, Señor, el viñador mayor. Nos lo has encomendado, para podar y vendimiar, y entregarte el fruto a su tiempo. Como viñadores malvados, sacamos de esta inmensa viña a tu Hijo, y lo colgamos de un madero, para quedarnos con la herencia. Confesamos, Señor, que te hemos fallado; no nos arrebates el reino para dárselo a otros. Haz de nosotros buenos viñadores, que produzcan frutos de calidad a su tiempo. Gracias, por confiarnos la viña; perdón, por haberte fallado. P. Antonio Danoz, redentorista
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22 de Marzo - Sábado, Feria, II Sem. de Cuaresma Oración de la Mañana - Laudes
Invitación: Los maestros de la ley y los fariseos lanzaron esta acusación contra Jesús: “Éste recibe a los pecadores y come con ellos” (Lc 15,2). El gran pecado de Jesús era practicar la misericordia. Jesús acude a la vida familiar para darnos una lección de misericordia. El padre (imagen del Padre celestial), fue misericordioso con el hijo que se equivocó; invita a al hermano mayor a practicar la misericordia con su hermano, que rectificó sus errores. Al final surge una pregunta: ¿Quién practicó verdaderamente la misericordia?
Invocación inicial
aceite nuevo./ Mis ojos no temerán a mis enemigos,/ mis oídos escucharán su derrota.
En forma opcional se dice luego el salmo 94, ver pág. 3, con la antífona siguiente:
El justo crecerá como una palmera /y se alzará como un cedro del Líbano:/ plantado en la casa del Señor,/ crecerá en los atrios de nuestro Dios;
V Señor, abre mis labios. R Y mi boca proclamará tu alabanza. Antífona (para el salmo invitatorio): A Cristo, el Señor, que por nosotros fue tentado y por nosotros murió, venid, adorémosle.
Himno, Feria de Cuaresma, pág. 7 Antífona 1 - Por la mañana proclamamos, Señor, tu misericordia y de noche tu fidelidad.
Salmo 91 Es bueno dar gracias al Señor/ y tocar para tu nombre, oh Altísimo,/ proclamar por la mañana tu misericordia/ y de noche tu fidelidad,/ con arpas de diez cuerdas y laúdes/ sobre arpegios de cítaras. Tus acciones, Señor, son mi alegría,/ y mi júbilo, las obras de tus manos./ ¡Qué magníficas son tus obras, Señor,/ qué profundos tus designios!/ El ignorante no los entiende/ ni el necio se da cuenta.
en la vejez seguirá dando fruto/ y estará lozano y frondoso,/ para proclamar que el Señor es justo,/ que en mi Roca no existe la maldad. Gloria y antífona 1 Antífona 2 - Dad gloria a nuestro Dios.
Cántico
Dt 32, 1-12
Escuchad, cielos, y hablaré; oye, tierra, los dichos de mi boca;/ descienda como lluvia mi doctrina/ destile como rocío mi palabra; /como llovizna sobre la hierba,/ como sereno sobre el césped;/ voy a proclamar el nombre del Señor:/ dad gloria a nuestro Dios. Él es la Roca, sus obras son perfectas,/ sus caminos son justos,/ es un Dios fiel, sin maldad;/ es justo y recto.
Aunque germinen como hierba los malvados/ y florezcan los malhechores,/ serán destruidos para siempre./ Tú, en cambio, Señor,/ eres excelso por los siglos.
Hijos degenerados, se portaron mal con él,/ generación malvada y pervertida./ ¿Así le pagas al Señor,/ pueblo necio e insensato?/ ¿No es él tu padre y tu creador,/ el que te hizo y te constituyó?
Porque tus enemigos, Señor, perecerán,/ los malhechores serán dispersados;/ pero a mí me das la fuerza de un búfalo/ y me unges con
Acuérdate de los días remotos,/ considera las edades pretéritas,/ pregunta a tu padre y te lo contará,/ a tus ancianos y te lo dirán:
22 de Marzo - Sábado, Feria, II Sem. de Cuaresma
Cuando el Altísimo daba a cada pueblo su heredad,/ y distribuía a los hijos de Adán,/ trazando las fronteras de las naciones,/ según el número de los hijos de Dios,/ la porción del Señor fue su pueblo,/ Jacob fue la parte de su heredad.
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de obrar mal, aprended a obrar bien; buscad lo que es justo, haced justicia al oprimido, defended al huérfano, proteged a la viuda. Entonces, venid, y litigaremos –dice el Señor–. Aunque vuestros pecados sean como la grana, blanquearán como la nieve; aunque sean rojos como escarlata, quedarán blancos como lana».
Lo encontró en una tierra desierta,/ en una soledad poblada de aullidos:/ lo rodeó cuidando de él,/ lo guardó como a las niñas de sus ojos.
Responsorio breve
Como el águila incita a su nidada,/ revolando sobre los polluelos,/ así extendió sus alas, los tomó/ y los llevó sobre sus plumas.
V Me cubrirá con su plumaje. R Él me librará de la red del cazador.
V Él me librará de la red del cazador. R Él me librará de la red del cazador.
El Señor solo los condujo, /no hubo dioses extraños con él. Gloria y antífona 2
V Gloria al Padre, y al Hijo y al Espíritu Santo. R Él me librará de la red del cazador.
Antífona 3 - ¡Qué admirable es tu nombre, Señor, en toda la tierra!
Cántico de Zacarías, pág. 4
Salmo 8
Señor, dueño nuestro,/ ¡qué admirable es tu nombre / en toda la tierra! Ensalzaste tu majestad sobre los cielos./ De la boca de los niños de pecho/ has sacado una alabanza contra tus enemigos,/ para reprimir al adversario y al rebelde. Cuando contemplo el cielo, obra de tus manos;/ la luna y las estrellas que has creado,/ ¿qué es el hombre, para que te acuerdes de él;/ el ser humano, para darle poder? Lo hiciste poco inferior a los ángeles, /lo coronaste de gloria y dignidad,/ le diste el mando sobre las obras de tus manos,/ todo lo sometiste bajo sus pies: rebaños de ovejas y toros,/ y hasta las bestias del campo,/ las aves del cielo, los peces del mar,/ que trazan sendas por las aguas. Señor, dueño nuestro,/ ¡qué admirable es tu nombre/ en toda la tierra! Gloria y antífona 3
Lectura breve
Is 1,16-18
«Lavaos, purificaos, apartad de mi vista vuestras malas acciones. Cesad
Antífona: Padre mío, he pecado contra el cielo y contra ti; ya no merezco ser llamado hijo tuyo, trátame como a uno de tus jornaleros.
Preces
Demos gracias siempre y en todo lugar a Cristo, nuestro Salvador, y supliquémosle, diciendo: ayúdanos, Señor, con tu gracia. Concédenos guardar sin mancha nuestros cuerpos, * para que el Espíritu Santo pueda habitar en ellos. Desde el comienzo del día acrecienta en nosotros el amor a nuestros hermanos * y el deseo de cumplir tu voluntad en todas las acciones de esta jornada. Danos hambre del alimento que perdura y da la vida eterna, * y que tú diariamente nos proporcionas. Que interceda por nosotros tu santísima Madre, refugio de pecadores, * para que obtengamos el perdón de nuestros pecados. (Se pueden añadir algunas intenciones libres)
Pidamos al Padre que nos libre de todo mal, repitiendo la oración que Cristo nos enseñó: Padre nuestro.
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23 de Marzo - III Domingo de Cuaresma /A
Oración
que habitas con tus santos. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.
Dios nuestro que por medio de tus admirables sacramentos nos concedes participar, ya desde este mundo, de los bienes celestiales, guíanos tú mismo en el camino de la vida, para que alcancemos un día aquella luz en la
Conclusión
V El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna. R Amén.
LA PALABRA SE HACE ORACIÓN
Lc 15,1-3.11-32 Existen, Señor, ovejas extraviadas, hijos que se han ido, que esperan que salgamos de nuestra cómoda indiferencia; tesoros de tu reino enterrados en alguna parte, que reclaman buscadores impacientes. La misericordia no es apta para corazones cansados, insensibles, aburguesados. Reclama discípulos despiertos, pastores audaces, que saben conjugar los verbos “salir” y “buscar”, y no, “esperar” y “lamentar”; “juzgar” y “condenar”. ¡Cómo celebrar una fiesta, si el tesoro del reino aún no lo hemos hallado, y al que daban por muerto, aún no lo hemos encontrado! Enséñanos, Señor, a tener misericordia, con aquel que se ha equivocado. P. Antonio Danoz, redentorista
23 de Marzo - III Domingo de Cuaresma /A Oración de la Tarde - I Vísperas
Invitación: En su caminar por el desierto, el pueblo sintió sed y no encontraba agua para saciarla. Surge una nueva rebelión contra el Señor y contra Moisés. El Señor manda a Moisés golpear la roca con que había golpeado las agua del Mar Rojo. De la roca brotó agua en abundancia. El Señor también ha hecho de Jesús en fuente de agua viva, que salta hasta la vida eterna.
Invocación inicial
V Dios mío, ven en mi auxilio. R Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Himno, I Vísperas, pág. 6 Antífona 1 - «Convertíos y creed la Buena Noticia», dice el Señor.
Salmo 112
Alabad, siervos del Señor,/ alabad el nombre del Señor./ Bendito sea el nombre
23 de Marzo - III Domingo de Cuaresma /A
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del Señor,/ ahora y por siempre:/ de la salida del sol hasta su ocaso,/ alabado sea el nombre del Señor.
cualquiera,/ se rebajó hasta someterse incluso a la muerte/ y una muerte de cruz.
El Señor se eleva sobre todos los pueblos,/ su gloria sobre los cielos./ ¿Quién como el Señor Dios nuestro,/ que se eleva en su trono/ y se abaja para mirar/ al cielo y a la tierra?
Por eso Dios lo levantó sobre todo/ y le concedió el «Nombre-sobre-todonombre»;/ de modo que al nombre de Jesús toda rodilla se doble/ en el cielo, en la tierra, en el abismo/ y toda lengua proclame:/ Jesucristo es Señor; para gloria de Dios Padre. Gloria y antífona 3
Levanta del polvo al desvalido,/ alza de la basura al pobre,/ para sentarlo con los príncipes,/ los príncipes de su pueblo;/ a la estéril le da un puesto en la casa,/ como madre feliz de hijos. Gloria y antífona 1 Antífona 2 - Te ofreceré un sacrificio de alabanza, invocando tu nombre, Señor.
Salmo 115 Tenía fe, aun cuando dije:/ «¡Qué desgraciado soy!»/ Yo decía en mi apuro:/ «Los hombres son unos mentirosos». ¿Cómo pagaré al Señor/ todo el bien que me ha hecho?/ Alzaré la copa de la salvación,/ invocando su nombre./ Cumpliré al Señor mis votos/ en presencia de todo el pueblo. Vale mucho a los ojos del Señor/ la vida de sus fieles./ Señor, yo soy tu siervo,/ siervo tuyo, hijo de tu esclava: / rompiste mis cadenas. Te ofreceré un sacrificio de alabanza,/ invocando tu nombre, Señor./ Cumpliré al Señor mis votos/ en presencia de todo el pueblo;/ en el atrio de la casa del Señor,/ en medio de ti, Jerusalén. Gloria y antífona 2 Antífona 3 - Nadie me quita la vida, yo mismo la entrego de mi propia voluntad, para volverla a tomar.
Cántico
Fil 2, 6-11
Cristo, a pesar de su condición divina,/ no hizo alarde de su categoría de Dios,/ al contrario, se anonadó a sí mismo,/ y tomó la condición de esclavo,/ pasando por uno de tantos. Y así, actuando como un hombre
Lectura breve
2Co 6, 1-4a
Os exhortamos a que deis pruebas de no haber recibido en vano la gracia de Dios, pues dice él en la Escritura: «En el tiempo propicio te escuché, y te ayudé en el día de salvación». Ahora es el tiempo propicio, ahora es el día de salvación. A nadie queremos dar nunca motivo de escándalo, a fin de no hacer caer en descrédito nuestro ministerio, antes al contrario, queremos acreditarnos siempre en todos como verdaderos servidores de Dios.
Responsorio breve
V Escúchanos, Señor y ten piedad, porque hemos pecado contra ti. R Escúchanos, Señor, y ten piedad, porque hemos pecado contra ti. V Cristo, oye los ruegos de los que te suplicamos. R Porque hemos pecado contra ti. V Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. R Escúchanos, Señor, y ten piedad, porque hemos pecado contra ti.
Cántico de la Sma. Vg. Mª, pág. 4
Antífona: Ya que hemos recibido la justificación por la fe, estamos en paz con Dios, por medio de nuestro Señor Jesucristo.
Preces Glorifiquemos a Cristo, el Señor, que ha querido ser nuestro Maestro, nuestro ejemplo es nuestro hermano, y supliquémosle, diciendo: Renueva, Señor, a tu pueblo.
128
23 de Marzo - III Domingo de Cuaresma /A
Cristo, hecho en todo semejante a nosotros, excepto en el pecado, haz que nos alegremos con los que se alegran y sepamos llorar con los que están tristes, * para que nuestro amor crezca y sea verdadero.
la gloria de la resurrección * y gocen eternamente de tu amor.
Concédenos saciar tu hambre en los hambrientos * y tu sed en los sedientos. Tú que resucitaste a Lázaro de la muerte, * haz que, por la fe y la penitencia, los pecadores vuelvan a la vida cristiana. Haz que todos, según el ejemplo de la Virgen María y de los santos, * sigan con más diligencia y perfección tus enseñanzas. (Se pueden añadir algunas intenciones libres).
Concédenos, Señor, que nuestros hermanos difuntos sean admitidos a
Pidamos a nuestro Padre que nos dé la fuerza que necesitamos para no caer en la tentación: Padre nuestro.
Oración Dios nuestro, fuente de toda bondad y misericordia, que nos otorgas un remedio para nuestros pecados por el ayuno, la oración y la limosna, recibe con agrado la confesión que te hacemos de nuestra debilidad y, ya que nos oprime el peso de nuestras culpas, levántanos con el auxilio de tu misericordia. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.
Conclusión
V El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna. R Amén.
Oración de la Noche - Completas
Invitación: El salmista entona un cántico de alabanza en honor de la ley del Señor. La ley del Señor da sabiduría, alegra el corazón, ilumina la mente para conocer los caminos de Dios. La ley del Señor ha de iluminar nuestro camino cuaresmal para saber rectificar, si nos hemos equivocado. El que cumple la ley del Señor goza de su amistad y de su bendición abundante. (Completas: Textos comunes, ver pág. 8 y propios del Domingo, I Vísperas, pág. 11)
Oración de la Mañana - Laudes
Invitación: En este tercer domingo de Cuaresma, el evangelio de Juan nos sitúa junto al pozo de Jacob. También aquí el agua tiene un gran protagonismo. Inicialmente, se trata del agua natural. La mujer no sospecha que aquel que le pide de beber, es “manantial de vida eterna”. Al final del diálogo, la mujer comprende que Jesús es el Mesías, que tenía que venir al mundo.
Invocación inicial
V Señor, abre mis labios. R Y mi boca proclamará tu alabanza. En forma opcional se dice luego el salmo 94, ver pág. 4 con su antífona del invitatorio siguiente:
Antífona (para el salmo invitatorio): A Cristo, el Señor, que por nosotros fue tentado y por nosotros murió, venid, adorémosle.
Himno de Laudes, pág. 6
23 de Marzo - III Domingo de Cuaresma /A
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Antífona 1 - Tus mandatos, Señor, son fieles y seguros, más que la voz de aguas caudalosas.
Bendiga la tierra al Señor,/ ensálcelo con himnos por los siglos.
Salmo 92 El Señor reina vestido de majestad,/ el Señor, vestido y ceñido de poder:/ así está firme el orbe y no vacila. Tu trono está firme desde siempre,/ y tú eres eterno. Levantan los ríos, Señor,/ levantan los ríos su voz,/ levantan los ríos su fragor; pero más que la voz de aguas caudalosas,/ más potente que el oleaje del mar,/ más potente en el cielo es el Señor. Tus mandatos son fieles y seguros;/ la santidad es el adorno de tu casa,/ Señor, por días sin término. Gloria y antífona 1 Antífona 2 - Manantiales, bendecid al Señor, ensalzadlo con himnos por los siglos.
Cántico
Dn 3, 57-88. 56
Montes y cumbres, bendecid al Señor,/ cuanto germina en la tierra, bendiga al Señor. Manantiales, bendecid al Señor,/ mares y ríos, bendecid al Señor. Cetáceos y peces, bendecid al Señor;/ aves del cielo, bendecid al Señor. Fieras y ganados, bendecid al Señor,/ ensalzadlo con himnos por los siglos. Hijos de los hombres, bendecid al Señor,/ bendiga Israel al Señor. Sacerdotes del Señor, bendecid al Señor;/ siervos del Señor, bendecid al Señor. Almas y espíritus justos, bendecid al Señor;/ santos y humildes de corazón, bendecid al Señor. Ananías, Azarías y Misael, bendecid al Señor,/ ensalzadlo con himnos por los siglos.
Creaturas todas del Señor, bendecid al Señor,/ ensalzadlo con himnos por los siglos.
Bendigamos al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo,/ ensalcémoslo con himnos por los siglos.
Ángeles del Señor, bendecid Señor;/ cielos, bendecid al Señor.
Bendito el Señor en la bóveda del cielo,/ alabado y glorioso y ensalzado por los siglos. No se dice Gloria al Padre. Antífona 2
al
Aguas del espacio, bendecid al Señor;/ ejércitos del Señor, bendecid al Señor.
Antífona 3 - Reyes y pueblos del orbe, alabad al Señor.
Sol y luna, bendecid al Señor;/ astros del cielo, bendecid al Señor.
Salmo 148
Lluvia y rocío, bendecid al Señor;/ vientos todos, bendecid al Señor.
Alabad al Señor en el cielo,/ alabad al Señor en lo alto.
Fuego y calor, bendecid al Señor;/ fríos y heladas, bendecid al Señor.
Alabadlo todos sus ángeles,/ alabadlo todos sus ejércitos.
Rocíos y nevadas, bendecid al Señor;/ témpanos y hielos, bendecid al Señor.
Alabadlo, sol y estrellas lucientes.
Escarchas y nieves, bendecid al Señor,/ noche y día, bendecid al Señor.
Alabadlo, espacios celestes,/ y aguas que cuelgan en el cielo.
Luz y tinieblas, bendecid al Señor,/ rayos y nubes, bendecid al Señor.
Alaben el nombre del Señor,/ porque él lo mandó, y existieron.
luna;/
alabadlo,
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23 de Marzo - III Domingo de Cuaresma /A
Les dio consistencia perpetua/ y una ley que no pasará.
el día de salvación; acudamos, pues, a nuestro Redentor que nos concede estos días de perdón, y, bendiciéndole, digamos: Infúndenos, Señor, un espíritu nuevo.
Alabad al Señor en la tierra,/ cetáceos y abismos del mar. Rayos, granizo, nieve y bruma,/ viento huracanado que cumple sus órdenes. Montes y todas las sierras,/ árboles frutales y cedros. Fieras y animales domésticos,/ reptiles y pájaros que vuelan. Reyes y pueblos del orbe,/ príncipes y jefes del mundo. Los jóvenes y también las doncellas,/ los viejos junto con los niños. Alaben el nombre del Señor,/ el único nombre sublime. Su majestad sobre el cielo y la tierra;/ él acrece el vigor de su pueblo. Alabanza de todos sus fieles,/ de Israel, su pueblo escogido. Gloria y antífona 3
Lectura breve
Ne 8, 9. 10
Este día está consagrado al Señor vuestro Dios; no hagáis duelo ni lloréis. No estéis tristes: la alegría del Señor es vuestra fortaleza.
Responsorio breve
V Cristo, Hijo del Dios vivo, ten piedad de nosotros. R Cristo, Hijo del Dios vivo, ten piedad de nosotros. V Tu que fuiste triturado por nuestros crímenes. R Ten piedad de nosotros. V Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. R Cristo, Hijo del Dios vivo, ten piedad de nosotros.
Cántico de Zacarías, pág. 4
Antífona: Dios es espíritu: adoradlo en espíritu y en verdad.
Preces Ahora es el tiempo propicio, ahora es
Cristo, vida nuestra, tú que por el bautismo nos has sepultado místicamente contigo en la muerte, para que contigo también resucitemos, * concédenos andar hoy en vida nueva. Señor Jesús, tú que pasaste por el mundo haciendo el bien, * haz que también nosotros seamos solícitos del bien de todos los hombres. Ayúdanos, Señor, a trabajar concordes en la edificación de nuestra ciudad terrena, * sin olvidar nunca tu reino eterno. Tú, Señor, que eres médico de los cuerpos y de las almas, * sana las dolencias de nuestro espíritu para que crezcamos cada día en santidad. (Se pueden añadir algunas intenciones libres).
Ya que la fuerza para no caer en la tentación nos viene de Dios, acudamos al Padre, diciendo: Padre nuestro.
Oración Dios nuestro, fuente de toda bondad y misericordia, que nos otorgas un remedio para nuestros pecados por el ayuno, la oración y la limosna, recibe con agrado la confesión que te hacemos de nuestra debilidad y, ya que nos oprime el peso de nuestras culpas, levántanos con el auxilio de tu misericordia. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.
Conclusión
V El Señor nos bendiga, nos guarde todo mal y nos lleve a la vida eterna. R Amén.
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23 de Marzo - III Domingo de Cuaresma /A
Oración de la Tarde - II Vísperas
Invitación: En la carta a la comunidad de Corinto, Pablo habla del Jesús de la Pascua: el Cristo crucificado. Los judíos y los paganos de aquel tiempo no supieron entender el misterio de su muerte. Para unos: una locura; para otros: un escándalo. Para muchos hombres y mujeres de hoy, Jesús sigue siendo un loco. Para los que creemos en él, es “fuerza de Dios”, “sabiduría de Dios”. Por su muerte y resurrección hemos sido salvados.
Invocación inicial
V Dios mío, ven en mi auxilio. R Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Himno, II Vísperas, pág. 7 Antífona 1 - Señor, Dios todopoderoso, líbranos por la gloria de tu nombre y concédenos un espíritu de conversión.
la asamblea./ Grandes son las obras del Señor,/ dignas de estudio para los que las aman. Esplendor y belleza son su obra,/ su generosidad dura por siempre;/ ha hecho maravillas memorables,/ el Señor es piadoso y clemente. Él da alimento a sus fieles,/ recordando siempre su alianza;/ mostró a su pueblo la fuerza de su poder,/ dándoles la heredad de los gentiles.
Oráculo del Señor a mi Señor:/ «Siéntate a mi derecha,/ y haré de tus enemigos/ estrado de tus pies».
Justicia y verdad son las obras de sus manos,/ todos sus preceptos merecen confianza:/ son estables para siempre jamás,/ se han de cumplir con verdad y rectitud.
Desde Sión extenderá el Señor/ el poder de tu cetro:/ somete en la batalla a tus enemigos.
Envió la redención a su pueblo,/ ratificó para siempre su alianza,/ su nombre es sagrado y temible.
Salmo 109, 1-5. 7
«Eres príncipe desde el día de tu nacimiento,/ entre esplendores sagrados;/ yo mismo te engendré, como rocío,/ antes de la aurora». El Señor lo ha jurado y no se arrepiente:/ «Tú eres sacerdote eterno/ según el rito de Melquisedec». El Señor a tu derecha, el día de su ira,/ quebrantará a los reyes. En su camino beberá del torrente,/ por eso levantará la cabeza. Gloria y antífona 1 Antífona 2 - Nos rescataron a precio de la sangre de Cristo, el cordero sin defecto ni mancha.
Salmo 110 Doy gracias al Señor de todo corazón,/ en compañía de los rectos, en
Primicia de la sabiduría es el temor del Señor,/ tienen buen juicio los que lo practican;/ la alabanza del Señor dura por siempre. Gloria y antífona 2 Antífona 3 - Él soportó nuestros sufrimientos y aguantó nuestros dolores.
Cántico
1Pe 2, 21b-24
Cristo padeció por dejándonos un ejemplo/ sigamos sus huellas.
nosotros,/ para que
Él no cometió pecado/ ni encontraron engaño en su boca;/ cuando le insultaban/ no devolvía el insulto;/ en su pasión no profería amenazas;/ al contrario,/ se ponía en manos del que juzga justamente.
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23 de Marzo - Domingo - Oración de la Noche - Completas / La Palabra se hace oración
Cargado con nuestros pecados subió al leño,/ para que, muertos al pecado,/ vivamos para la justicia./ Sus heridas nos han curado/ Se repite la antífona propia. Gloria y antífona 3
Lectura breve
1Co 9, 24-25
Los atletas que corren en el estadio corren todos, pero uno solo consigue el premio. Corred como él, para conseguirlo. Todo atleta se impone moderación en todas sus cosas. Ellos lo hacen para alcanzar una corona que se marchita; nosotros una que no se ha de marchitar jamás.
Responsorio breve
V Escúchanos, Señor, y ten piedad, porque hemos pecado contra ti. R Escúchanos, Señor, y ten piedad, porque hemos pecado contra ti. V Cristo, oye los ruegos de los que te suplicamos. R Porque hemos pecado contra ti. V Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. R Escúchanos, Señor, y ten piedad, porque hemos pecado contra ti.
Cántico de la Sma. Vg. Mª, pág. 4
Antífona: Dice el Señor: ®El que beba del agua que yo le dé no tendrá ya sed jamás».
Preces
Demos gloria y alabanza a Dios Padre que, por medio de su Hijo, la Palabra encarnada, nos hace renacer de un germen incorruptible y eterno, y supliquémosle diciendo: Señor, ten piedad de tu pueblo. Escucha, Dios de misericordia, la
oración que te presentamos en favor de tu pueblo * y concede a tus fieles desear tu palabra más que el alimento del cuerpo. Enséñanos a amar de verdad y sin discriminación a nuestros hermanos y a los hombres de todas las razas, * y a trabajar por su bien y por la concordia mutua. Pon tus ojos en los catecúmenos que se preparan para el bautismo * y has de ellos piedras vivas y templo espiritual en tu honor. Tú que por la predicación de Jonás exhortaste a los ninivitas a la penitencia, * haz que tu palabra llame a los pecadores a la conversión. (Se pueden añadir algunas intenciones libres)
Haz que los moribundos esperen confiadamente el encuentro con Cristo, su juez, * y gocen eternamente de tu presencia. Unidos fraternalmente, dirijamos al Padre nuestra oración común: Padre nuestro.
Oración Dios nuestro, fuente de toda bondad y misericordia, que nos otorgas un remedio para nuestros pecados por el ayuno, la oración y la limosna, recibe con agrado la confesión que te hacemos de nuestra debilidad y, ya que nos oprime el peso de nuestras culpas, levántanos con el auxilio de tu misericordia. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.
Conclusión
V El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna. R Amén.
Oración de la Noche - Completas
Invitación: La mujer no se quedó disfrutando a solas del manantial de agua viva que ha descubierto. Inmediatamente se dirige al pueblo, para anunciar a los vecinos para hacerlos partícipes de la noticia. A fin de que ellos también descubrieran la fuente, capaz de hacer brotar en cada uno manantial de vida eterna. El encuentro termina en una confesión de fe: “Creemos que éste es realmente el salvador del mundo” (Jn 4,42). Bebamos durante la Cuaresma en esta fuente. (Completas: Textos comunes, ver pág. 8 y propios del Domingo, II Vísperas, pág. 13)
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24 de Marzo - Lunes, Feria, III Sem. de Cuaresma
LA PALABRA SE HACE ORACIÓN
Lectura: Jn 4,5-42 Eres tú, mi Señor, la “fuente de agua viva”, que recorre calles y avenidas, ofreciendo tu agua de verdad, de amor y de justicia. “¡Qué bien sé yo la fuente que mana y corre: aunque es de noche. Aquella eterna fuente está escondida, que bien sé yo do tiene su manida, aunque es de noche. Su origen no lo sé, pues no lo tiene, más sé que todo origen de ella viene, aunque es de noche. Sé que no puede ser cosa tan bella y que cielos y tierra beben de ella, aunque es de noche.
(San Juan de la Cruz)
24 de Marzo - Lunes, Feria, III Sem. de Cuaresma Oración de la Mañana - Laudes
Invitación: La historia de Naamán, el sirio, nos ofrece diversas enseñanzas. Dios no se manifiesta generalmente a través de los grandes de este mundo. Resultó que la persona que podía sanar a Naamán no era el rey de Israel, sino un humilde profeta de nombre Eliseo. Como proclama María en su cántico: “El Señor despliega la fuerza de su brazo, dispersa a los soberbios en sus planes…y eleva a los humildes” (Lc 1,51-52).
Invocación inicial
V Señor, abre mis labios. R Y mi boca proclamará tu alabanza. En forma opcional se dice luego el salmo 94, ver pág. 3, con la antífona siguiente:
Antífona (para el salmo invitatorio): A Cristo, el Señor, que por nosotros fue tentado y por nosotros murió, venid, adorémosle.
Himno, Feria de Cuaresma, pág. 7 Antífona 1 - Dichosos los que viven en tu casa, Señor.
Salmo 83 ¡Qué deseables son tus moradas,/
Señor de los ejércitos!/ Mi alma se consume y anhela/ los atrios del Señor,/ mi corazón y mi carne/ se alegran por el Dios vivo. Hasta el gorrión ha encontrado una casa;/ la golondrina, un nido/ donde colocar sus polluelos:/ tus altares, Señor de los ejércitos,/ Rey mío y Dios mío. Dichosos los que viven en tu casa/ alabándote siempre./ Dichosos los que encuentran en ti su fuerza/ al preparar su peregrinación: cuando atraviesan áridos valles,/ los convierten en oasis,/ como si la lluvia temprana/ los cubriera de bendiciones;/ caminan de altura en altura /hasta ver a Dios en Sión.
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24 de Marzo - Lunes, Feria, III Sem. de Cuaresma
Señor de los ejércitos, escucha mi súplica:/ atiéndeme, Dios de Jacob./ Fíjate, ¡oh Dios!, en nuestro Escudo,/ mira el rostro de tu Ungido. Un solo día en tu casa/ vale más que otros mil,/ y prefiero el umbral de la casa de Dios/ a vivir con los malvados. Porque el Señor es sol y escudo,/ él da la gracia y la gloria,/ el Señor no niega sus bienes/ a los de conducta intachable. ¡Señor de los ejércitos, dichoso el hombre/ que confía en ti! Gloria y antífona 1 Antífona 2 - Vengan, subamos al monte del Señor.
Cántico
Is 2, 2-5
Al final de los días estará firme/ el monte de la casa del Señor,/ en la cima de los montes,/ encumbrado sobre las montañas. Hacia él confluirán los gentiles,/ caminarán pueblos numerosos./ Dirán: «Venid, subamos al monte del Señor,/ a la casa del Dios de Jacob: Él nos instruirá en sus caminos,/ y marcharemos por sus sendas;/ porque de Sión saldrá la ley,/ de Jerusalén la palabra del Señor». Será el árbitro de las naciones,/ el juez de pueblos numerosos. De las espadas forjarán arados,/ de las lanzas, podaderas./ No alzará la espada pueblo contra pueblo,/ no se adiestrarán para la guerra. Casa de Jacob, ven;/ caminemos a la luz del Señor. Gloria y antífona 2
Contad a los pueblos su gloria, /sus maravillas a todas las naciones;/ porque es grande el Señor, y muy digno de alabanza,/ más temible que todos los dioses. Pues los dioses de los gentiles son apariencia,/ mientras que el Señor ha hecho el cielo;/ honor y majestad lo preceden,/ fuerza y esplendor están en su templo. Familias de los pueblos, aclamad al Señor,/ aclamad la gloria y el poder del Señor,/ aclamad la gloria del nombre del Señor,/ entrad en sus atrios trayéndole ofrendas. Postraos ante el Señor en el atrio sagrado,/ tiemble en su presencia la tierra toda;/ decid a los pueblos: «El Señor es rey,/ él afianzó el orbe, y no se moverá;/ él gobierna a los pueblos rectamente». Alégrese el cielo, goce la tierra,/ retumbe el mar y cuanto lo llena;/ vitoreen los campos y cuanto hay en ellos,/ aclamen los árboles del bosque, delante del Señor, que ya llega,/ ya llega a regir la tierra:/ regirá el orbe con justicia/ y los pueblos con fidelidad. Gloria y antífona 3
Lectura breve
Ex 19, 4-6a
Vosotros habéis visto cómo os saqué sobre alas de águila y os traje hacia mí; ahora pues, si queréis obedecerme y guardar mi alianza, seréis mi especial propiedad entre todos los pueblos, pues mía es toda la tierra. Seréis para mí un reino de sacerdotes y una nación santa.
Responsorio breve
Antífona 3 - Cantad al Señor, bendecid su nombre.
V Él me librará de la red del cazador. R Él me librará de la red del cazador.
Salmo 95
V Me cubrirá con su plumaje. R Él me librará de la red del cazador.
Cantad al Señor un cántico nuevo,/ cantad al Señor, toda la tierra;/ cantad al Señor, bendecid su nombre,/ proclamad día tras día su victoria.
V Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. R Él me librará de la red del cazador.
24 de Marzo - Lunes, Feria, III Sem. de Cuaresma
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Cántico de Zacarías, pág. 4
que busquemos tu rostro con sinceridad de corazón.
Preces
Perdona, Señor, las faltas que hemos cometido contra la unidad de tu familia * y haz que tengamos un solo corazón y un solo espíritu.
Antífona: Tened por cierto que ningún profeta es bien recibido en su patria.
Bendigamos a Jesús, nuestro Salvador, que por su muerte nos ha abierto el camino de salvación y digámosle confiados: Danos caminar por tus senderos, Señor. Señor de misericordia, que en el bautismo nos diste una vida nueva, * te pedimos que nos hagas cada día más conformes a ti. Enséñanos, Señor, a ser hoy alegría para los que sufren * y haz que sepamos servirte en cada uno de los necesitados. Que procuremos, Señor, hacer lo bueno, lo recto y lo verdadero ante ti * y
(Se pueden añadir algunas intenciones libres)
Dirijámonos a Dios con la oración que Cristo nos enseñó: Padre nuestro.
Oración Señor, purifica y protege siempre a tu Iglesia con tu constante misericordia y, ya que sin tu auxilio no puede vivir segura, dirígela siempre con tu protección. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo..
Conclusión
V El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna. R Amén.
Oración de la Tarde - I Vísperas de la Anunciación del Señor
Invitación: A Lucas le gusta ubicar los acontecimientos en el lugar y en el tiempo, aportando los elementos importantes de la noticia. Hoy nos dice que la visita del mensajero de Dios acontece seis meses después de la concepción de Juan Bautista. El lugar es Nazaret. La persona a la que se dirige el mensajero es una jovencita llamada María, que está desposada con un varón, de nombre José.
Invocación inicial
V Dios mío, ven en mi auxilio. R Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Himno Hoy es del divino amor/ la encarnación amorosa,/ fineza que es tan costosa/ que a las demás da valor. ¿Qué bien al mundo no ha dado/ la encarnación amorosa,/ si aun la culpa fue dichosa/ por haberla ocasionado? Ni ella sola ser podía/ causa, que, si
se repara,/ para que Dios encarnara/ bastaba sólo María. Aunque de ser encarnado/ pudo ser doble el motivo:/ de todos por compasivo,/ de ella por enamorado. Y así, al bajar este día/ al suelo por varios modos,/ fue por la culpa de todos/ y la gracia de María. Amén. Antífona 1 - Saldrá un renuevo del tronco de José, y de su raíz brotará un vástago; sobre él se posará el Espíritu del Señor.
Salmo 112 Alabad, siervos del Señor,/ alabad el nombre del Señor./ Bendito sea el
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24 de Marzo - Lunes, Feria, III Sem. de Cuaresma
nombre del Señor,/ ahora y por siempre:/ de la salida del sol hasta su ocaso,/ alabado sea el nombre del Señor. El Señor se eleva sobre todos los pueblos,/ su gloria sobre los cielos./ ¿Quién como el Señor Dios nuestro,/ que se eleva en su trono/ y se abaja para mirar/ al cielo y a la tierra? Levanta del polvo al desvalido,/ alza de la basura al pobre,/ para sentarlo con los príncipes,/ los príncipes de su pueblo;/ a la estéril le da un puesto en la casa,/ como madre feliz de hijos. Gloria y antífona 1 Antífona 2 - El Señor Dios le dará el trono de David, su padre, y reinará para siempre.
Salmo 147 Glorifica al Señor, Jerusalén;/ alaba a tu Dios, Sión:/ que ha reforzado los cerrojos de tus puertas/ y ha bendecido a tus hijos dentro de ti;/ ha puesto paz en tus fronteras, /te sacia con flor de harina. Él envía su mensaje a la tierra,/ y su palabra corre veloz;/ manda la nieve como lana,/ esparce la escarcha como ceniza hace caer el hielo como migajas/ y con el frío congela las aguas;/ envía una orden, y se derriten;/ sopla su aliento, y corren. Anuncia su palabra a Jacob,/ sus decretos y mandatos a Israel;/ con ninguna nación obró así,/ ni les dio a conocer sus mandatos. Gloria y antífona 2 Antífona 3 - El que era la Palabra substancial del Padre, engendrado antes del tiempo, hoy se ha anonadado a sí mismo, haciéndose carne por nosotros.
Cántico
Fil 2, 6-11
Cristo, a pesar de su condición divina,/ no hizo alarde de su categoría de Dios,/ al contrario, se anonadó a sí mismo,/ y
tomó la condición de esclavo,/ pasando por uno de tantos. Y así, actuando como un hombre cualquiera,/ se rebajó hasta some-terse incluso a la muerte/ y una muerte de cruz. Por eso Dios lo levantó sobre todo/ y le concedió el «Nombre-sobre-todo -nombre»;/ de modo que al nombre de Jesús toda rodilla se doble/ en el cielo, en la tierra, en el abismo/ y toda lengua proclame:/ Jesucristo es Señor; para gloria de Dios Padre. Gloria y antífona 3
Lectura breve
1Jn 1, 1-3a
Lo que existía desde un principio, lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros ojos, lo que contemplamos y lo que tocaron nuestras manos acerca de la Palabra de vida (porque la vida se ha manifestado, y nosotros hemos visto y testificamos y os anunciamos esta vida eterna, la que estaba con el Padre y se nos ha manifestado): lo que hemos visto y oído os lo anunciamos, a fin de que viváis en comunión con nosotros.
Responsorio breve V Ha brotado un renuevo del tronco de Jesé. R Ha brotado un renuevo del tronco de Jesé. V La Virgen ha dado a luz al Salvador. R Ha salido una estrella de la casa de Jacob. V Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. R Ha brotado un renuevo del tronco de Jesé.
Cántico de la Sma. Vg. Mª, pág. 4 Antífona: El Espíritu Santo descenderá sobre ti, María, y el poder del Altísimo te envolverá como una nube.
Preces Acudamos a Dios Padre, que por medio del ángel anunció hoy a María
25 de Marzo - Martes, Anunciación del Señor, S
su designio de salvarnos, y digámosle confiados: Derrama, Señor, tu gracia sobre nosotros. Tú que elegiste a la Virgen María par madre de tu Hijo, * ten piedad de todos los que esperamos la redención de Jesucristo. Tú que por boca de Gabriel anunciaste a María el gozo y la paz * concede a todo el mundo la alegría de la salvación y el don de una paz verdadera. Tú que por la aceptación de María y por obra del Espíritu Santo hiciste que tu Verbo habitara entre nosotros, * haz que nosotros recibamos siempre a Cristo como lo recibió María. Tú que enalteces a los humildes y a los pobre los colman de bienes * conforta a los que se sienten abatidos, socorre a los necesitados y ayuda a los moribundos.
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(Se pueden añadir algunas intenciones libres)
Tú que eres el único que realizas maravillas y el Dios para quien nada hay imposible, * resucita a los muertos en el último día. Ya que Cristo al hacerse hombre nos ha hermanado a todos, digamos a nuestro Padre común: Padre nuestro.
Oración Señor Dios nuestro, que quisiste que tu Verbo se hiciera hombre en el seno de la Virgen María, concede a quienes proclamamos que nuestro Redentor es realmente Dios y hombre que lleguemos a ser partícipes de su naturaleza divina. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.
Conclusión
V El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna. R Amén.
Oración de la Noche - Completas
Invitación: La primera palabra del mensajero a María es esta: “No temas, María, que gozas del favor de Dios” (Lc 1,30). Ahora que nos adentramos en la noche, no nos dejemos vencer por el temor a las sombras. Se nos anuncia la concepción de aquel, que pocos días después de nacer, fue proclamado: “Luz para iluminar todas las naciones” (Lc 2,32). Disfrutemos de esta “buena noticia”. (Completas: Textos comunes, ver pág. 8 y propios de la Solemnidad, I Vísperas, pág. 11)
25 de Marzo - Martes, Anunciación del Señor, S La fiesta de hoy: Anunciación del Señor El origen de esta fiesta lo encontramos en el relato que nos ofrece Lucas en su evangelio (Lc 1,26-38). Originariamente estuvo ligada al ciclo litúrgico de Navidad. Más tarde se la designó con el título de “Anunciación de María”. Actualmente recobró su carácter cristológico. Al fijar el nacimiento de Jesús el 25 de diciembre, la fiesta se colocó nueve meses antes, el 25 de Marzo. S. Juan de la Cruz resume así el misterio: “Y quedó el Verbo encarnado/ en el vientre de María./ Y el que tenía solo Padre,/ ya también Madre tenía”.
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25 de Marzo - Martes, Anunciación del Señor, S
Oración de la Mañana - Laudes
Invitación: En la presentación que hace Lucas del misterio de la encarnación, se fija en los grandes títulos que las primeras comunidades daban a Jesús: “Hijo de David”, “Hijo del Altísimo”. Al anunciar su nacimiento, añade los títulos de “Salvador”, “Mesías” y “Señor”.Tanto su concepción como su nacimiento ha sido motivo de gozo para todo el pueblo de los salvados y para toda la humanidad. Esta mañana cantamos: “Bendito el Señor, Dios de Israel, que nos ha dado un poderoso Salvador” (Lc 1,68-69).
Invocación inicial
V Señor, abre mis labios. R Y mi boca proclamará tu alabanza. En forma opcional se dice luego el salmo 94, ver pág. 3, con la antífona siguiente:
Antífona (para el salmo invitatorio): Adoremos al que es la Palabra y se ha hecho carne por nosotros.
Himno
Que hoy bajó Dios a la tierra/ es cierto; pero más cierto/ es que, bajando a María,/ bajo Dios a mejor cielo. Conveniencia fue de todos/ este divino misterio,/ pues el hombre, de fortuna,/ y Dios mejoró de asiento. Su sangre le dio María/ a logro, porque a su tiempo/ la que reciben encarnando/ restituya redimiendo. Un arcángel a pedir/ bajó su consentimiento,/ guardándole, en ser rogada,/ de reina sus privilegios. ¡Oh grandeza de María,/ que cuando usa el Padre eterno,/ de dominio con su Hijo,/ use con ella de ruego! A estrecha cárcel reduce/ De su grandeza lo inmenso/ y en breve morada cabe/ quien sólo cabe en sí mismo. Amén. Antífona 1 - Fue enviado el ángel Gabriel a una virgen desposada con un hombre llamado José.
mi carne tiene ansia de ti,/ como tierra reseca, agostada, sin agua. ¡Cómo te contemplaba en el santuario/ viendo tu fuerza y tu gloria!/ Tu gracia vale más que la vida,/ te alabarán mis labios. Toda mi vida te bendeciré/ y alzaré las manos invocándote./ Me saciaré de manjares exquisitos,/ y mis labios te alabarán jubilosos. En el lecho me acuerdo de ti/ y velando medito en ti,/ porque fuiste mi auxilio,/ y a la sombra de tus alas canto con júbilo;/ mi alma está unida a ti, y tu diestra me sostiene. Gloria y antífona 1 Antífona 2 - Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre.
Cántico
Dn 3, 57-88. 56
Creaturas todas del Señor, bendecid al Señor,/ ensalzadlo con himnos por los siglos. Ángeles del Señor, bendecid Señor;/ cielos, bendecid al Señor.
al
Aguas del espacio, bendecid al Señor;/ ejércitos del Señor, bendecid al Señor. Sol y luna, bendecid al Señor;/ astros del cielo, bendecid al Señor.
Salmo 62, 2-9
Lluvia y rocío, bendecid al Señor;/ vientos todos, bendecid al Señor.
¡Oh Dios!, tú eres mi Dios, por ti madrugo;/ mi alma está sedienta de ti;/
Fuego y calor, bendecid al Señor;/ fríos y heladas, bendecid al Señor.
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25 de Marzo - Martes, Anunciación del Señor, S
Rocíos y nevadas, bendecid al Señor;/ témpanos y hielos, bendecid al Señor. Escarchas y nieves, bendecid al Señor,/ noche y día, bendecid al Señor. Luz y tinieblas, bendecid al Señor,/ rayos y nubes, bendecid al Señor. Bendiga la tierra al Señor,/ ensálcelo con himnos por los siglos. Montes y cumbres, bendecid al Señor,/ cuanto germina en la tierra, bendiga al Señor. Manantiales, bendecid al Señor,/ mares y ríos, bendecid al Señor. Cetáceos y peces, bendecid al Señor;/ aves del cielo, bendecid al Señor. Fieras y ganados, bendecid al Señor,/ ensalzadlo con himnos por los siglos. Hijos de los hombres, bendecid al Señor,/ bendiga Israel al Señor. Sacerdotes del Señor, bendecid al Señor;/ siervos del Señor, bendecid al Señor. Almas y espíritus justos, bendecid al Señor;/ santos y humildes de corazón, bendecid al Señor. Ananías, Azarías y Misael, bendecid al Señor,/ ensalzadlo con himnos por los siglos. Bendigamos al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo,/ ensalcémoslo con himnos por los siglos.
Alabad su nombre con danzas,/ cantadle con tambores y cítaras;/ porque el Señor ama a su pueblo/ y adorna con la victoria a los humildes. Que los fieles festejen su gloria/ y canten jubilosos en filas:/ con vítores a Dios en la boca/ y espadas de dos filos en las manos: para tomar venganza de los pueblos/ y aplicar el castigo a las naciones,/ sujetando a los reyes con argollas,/ a los nobles con esposas de hierro. Ejecutar la sentencia dictada/ es un honor para todos sus fieles. Gloria y antífona 3
Lectura breve
Fil 2, 6-7
Cristo, a pesar de su condición divina, no hizo alarde de su categoría de Dios, al contrario, se anonadó a sí mismo, y tomó la condición de esclavo, pasando por uno de tantos.
Responsorio breve
V Alégrate, María, llena de gracia, el Señor está contigo. R Alégrate, María, llena de gracia, el Señor está contigo. V Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre. R El Señor está contigo. V Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. R Alégrate, María, llena de gracia, el Señor está contigo.
Bendito el Señor en la bóveda del cielo,/ alabado y glorioso y ensalzado por los siglos. No se dice Gloria al Padre. Antífona 2
Cántico de Zacarías, pág. 4
Antífona 3 - Con su consentimiento la Virgen concibió y, permaneciendo virgen, dio a luz al Salvador.
Preces
Salmo 149 Cantad al Señor un cántico nuevo,/ resuene su alabanza en la asamblea de los fieles;/ que se alegre Israel por su Creador,/ los hijos de Sión por su Rey.
Antífona: Por el gran amor con que Dios nos amó nos envió a su Hijo en semejanza de carne de pecado.
Al celebrar en este día de la Anunciación los comienzos de la salvación de los hombres, llenos de alegría, oremos, diciendo: Que la santa Madre de Dios interceda por nosotros. Señor, haz que recibamos a nuestro Salvador * con la misma alegría con
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25 de Marzo - Martes, Anunciación del Señor, S
que María recibió alegre el anuncio del ángel.
Según el mandato del Señor, digamos confiadamente: Padre nuestro.
Tú que miraste la humillación de tu esclava, * acuérdate también de nosotros y socórrenos.
Oración
Que sepamos conformarnos siempre a tu voluntad, * como María, la nueva Eva, se sometió siempre a tu palabra. Que santa María socorra a los pobres, levante a los decaídos, consuela a los tristes, * interceda por las vírgenes, por las madres y esposas, y por todas las jóvenes y niñas. (Se pueden añadir algunas intenciones) libres.
Señor Dios nuestro, que quisiste que tu Verbo se hiciera hombre en el seno de la Virgen María, concede a quienes proclamamos que nuestro Redentor es realmente Dios y hombre que lleguemos a ser partícipes de su naturaleza divina. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.
Conclusión
V El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna. R Amén.
Oración de la Tarde - II Vísperas
Invitación: A su proyecto de salvación, Dios ha querido incorporar a una mujer. Su nombre es María. En la presentación que Lucas hace de ella, brilla por su sencillez, por su humildad y por su generosidad.“Dios se ha fijado en la humildad de su sierva”. Sabe que lo verdaderamente digno de ser bendecido es el fruto que lleva en su vientre. Celebremos con María la misericordia del Señor, “que se extiende a sus fieles de generación en generación”.
Invocación inicial
V Dios mío, ven en mi auxilio. R Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Himno, como en las I Vísperas, pág. 138 Antífona 1 - El ángel del Señor anunció a María, y concibió por obra del Espíritu Santo.
Salmo 109, 1-5. 7
Oráculo del Señor a mi Señor:/ «Siéntate a mi derecha,/ y haré de tus enemigos /estrado de tus pies». Desde Sión extenderá el Señor/ el poder de tu cetro:/ somete en la batalla a tus enemigos. «Eres príncipe desde el día de tu nacimiento,/ entre esplendores sagrados;/ yo mismo te engendré, como rocío,/ antes de la aurora». El Señor lo ha jurado y no se arrepiente:/ «Tú eres sacerdote eterno /según el rito de Melquisedec». El Señor a tu derecha, el día de su ira,/ quebrantará a los reyes. En su camino beberá del torrente,/ por eso levantará la cabeza. Gloria y antífona 1
25 de Marzo - Martes, Anunciación del Señor, S
Antífona 2 - No temas, María, porque has encontrado gracia ante Dios. Concebirás en tu seno y darás a luz un hijo, y se llamará Hijo del Altísimo.
Salmo 129 Desde lo hondo a ti grito, Señor,/ Señor, escucha mi voz;/ estén tus oídos atentos /a la voz de mi súplica. Si llevas cuenta de los delitos, Señor,/ ¿quién podrá resistir?/ Pero de ti procede el perdón,/ y así infundes respeto. Mi alma espera en el Señor,/ espera en su palabra;/ mi alma aguarda al Señor,/ más que el centinela la aurora.
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paz por la sangre de su cruz/ con todos los seres, así del cielo como de la tierra. Gloria y antífona 3
Lectura breve
1Jn 1, 1-3a
Lo que existía desde un principio, lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros ojos, lo que contemplamos y lo que tocaron nuestras manos acerca de la Palabra de vida (porque la vida se ha manifestado, y nosotros hemos visto y testificamos y os anunciamos esta vida eterna, la que estaba con el Padre y se nos ha manifestado): lo que hemos visto y oído os lo anunciamos, a fin de que viváis en comunión con nosotros.
Aguarde Israel al Señor,/ como el centinela la aurora;/ porque del Señor viene la misericordia,/ la redención copiosa;/ y él redimirá a Israel /de todos sus delitos. Gloria y antífona 2
Responsorio breve
Antífona 3 - Aquí está la esclava del Señor, hágase en mí según tu palabra.
V Ya al principio estaba con Dios. R Y puso su morada entre nosotros.
Cántico
Damos gracias a Dios Padre,/ que nos ha hecho capaces de compartir/ la herencia del pueblo santo en la luz.
Col 1, 12-20
V Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. R La Palabra se hizo carne, y puso su morada entre nosotros.
Él nos ha sacado del dominio de las tinieblas,/ y nos ha trasladado al reino de su Hijo querido,/ por cuya sangre hemos recibido la redención,/ el perdón de los pecados.
Cántico de la Sma. Vg. Mª, pág. 4 Antífona: El ángel Gabriel saludó a María, diciendo: «Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo, bendita tú entre las mujeres».
Él es imagen de Dios invisible,/ primogénito de toda creatura;/ pues por medio de él fueron creadas todas las cosas:/ celestes y terrestres, visibles e invisibles,/ Tronos, Dominaciones, Principados, Potestades;/ todo fue creado por él y para él.
Preces
Él es anterior a todo, y todo se mantiene en él./ Él es también la cabeza del cuerpo de la Iglesia./ Él es el principio, el primogénito de entre los/muertos, y así es el primero en todo. Porque en él quiso Dios que residiera toda plenitud./ Y por él quiso reconciliar consigo todas las cosas:/ haciendo la
V La Palabra se hizo carne, y puso su morada entre nosotros. R La Palabra se hizo carne, y puso su morada entre nosotros.
Acudamos a Dios Padre, que por medio del ángel anunció hoy a María su designio de salvarnos, y digámosle confiados: Derrama, Señor, tu gracia sobre nosotros. Tú que elegiste a la Virgen María para madre de tu Hijo, * ten piedad de todos los que esperamos la redención de Jesucristo. Tú que por boca de Gabriel anunciaste a María el gozo y la paz, * concede a todo el mundo la alegría de la salvación y el don de una paz verdadera.
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25 de Marzo - Martes, Anunciación del Señor, S
Tú que por la aceptación de María y por obra del Espíritu Santo hiciste que tu Verbo habitara entre nosotros, * haz que nosotros recibamos siempre a Cristo como lo recibió María. Tú que enalteces a los humildes y a los pobres los colmas de bienes, * conforta a los que se sienten abatidos, socorre a los necesitados y ayuda a los moribundos. (Se pueden añadir algunas intenciones libres)
Tú que eres el único que realizas maravillas y el Dios para quien nada hay imposible. * resucita a los muertos en el último día.
Ya que Cristo al hacerse hombre nos ha hermanado a todos, digamos a nuestro Padre común: Padre nuestro.
Oración Señor Dios nuestro, que quisiste que tu Verbo se hiciera hombre en el seno de la Virgen María, concede a quienes proclamamos que nuestro Redentor es realmente Dios y hombre que lleguemos a ser partícipes de su naturaleza divina. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.
Conclusión
V El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna. R Amén.
Oración de la Noche - Completas
Invitación: No sabemos la hora en que María recibió el mensaje. Todos los tiempos son buenos para recibir la Buena Noticia. La soledad de la noche es propicia para escucharla y meditarla. La respuesta de María fue excelente: “Aquí está la sierva del Señor”, dispuesta a responder positivamente al mensaje. Nuestro “sí” ha de ser la conversión a aquel, que nos amó tanto que nos dio a su Hijo como Salvador. (Completas: Textos comunes, ver pág. 8 y propios de la Solemnidad, II Vísperas, pág. 13)
LA PALABRA SE HACE ORACIÓN
Lectura: Lc 1,26-38 Su nombre era María, de ternura transida. La miró con amor el que es Dios de la vida, le dio un nombre nuevo: mujer de “gracia plena”. Elegida entre muchas, doncella humilde, de fe muy recia, de esperanza muy firme, en su vientre de madre, plantó el Verbo su tienda. Pronunció un “sí” en su vida, que retumbó en los cielos, en esta tierra bendita, en corazones buenos. Es “sierva del Señor”, y del Siervo madre. Mamó leche de sus pechos, caminó de su mano, cantó con ella salmos, y se durmió en sus brazos. Visita nuestro mundo huérfano de alegrías. ¡Salve,“llena de gracia”! Danos el fruto bendito de tu vientre. P. Antonio Danoz, redentorista
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26 de Marzo - Miércoles, Feria, III Sem. de Cuaresma Oración de la Mañana - Laudes
Invitación: Ante el Señor confesamos esta mañana, como el pueblo de Israel: “Hemos pecado contra el Señor” (Núm 21,7). Acuden a Moisés para que los libre de las serpientes venenosas. Dios les ofreció como signo de liberación una serpiente de bronce alzada en lo alto de un palo. Este mismo signo lo utilizará san Juan para referirse a la muerte y resurrección de Jesús. Quien lo contemple con fe obtendrá la salvación.
Invocación inicial
Enséñame, Señor, tu camino,/ para que siga tu verdad;/ mantén mi corazón entero /en el temor de tu nombre.
En forma opcional se dice luego el salmo 94, ver pág. 3, con la antífona siguiente:
Te alabaré de todo corazón, Dios mío;/ daré gloria a tu nombre por siempre,/ por tu grande piedad para conmigo,/ porque me salvaste del abismo profundo.
V Señor, abre mis labios. R Y mi boca proclamará tu alabanza. Antífona (para el salmo invitatorio): A Cristo, el Señor, que por nosotros fue tentado y por nosotros murió, venid, adorémosle.
Himno, Feria de Cuaresma, pág. 7 Antífona 1 - Alegra el alma de tu siervo, pues levanto mi alma hacia ti, Señor.
Salmo 85 Inclina tu oído, Señor; escúchame,/ que soy un pobre desamparado;/ protege mi vida, que soy un fiel tuyo;/ salva a tu siervo, que confía en ti. Tú eres mi Dios, piedad de mí, Señor,/ que a ti te estoy llamando todo el día;/ alegra el alma de tu siervo,/ pues levanto mi alma hacia ti; porque tú, Señor, eres bueno y clemente,/ rico en misericordia con los que te invocan./ Señor, escucha mi oración,/ atiende a la voz de mi súplica. En el día del peligro te llamo,/ y tú me escuchas./ No tienes igual entre los dioses, Señor,/ ni hay obras como las tuyas. Todos los pueblos vendrán/ a postrarse en tu presencia, Señor;/ bendecirán tu nombre:/ «Grande eres tú, y haces maravillas;/ tú eres el único Dios».
Dios mío, unos soberbios se levantan contra mí,/ una banda de insolentes atenta contra mi vida,/ sin tenerte en cuenta a ti. Pero tú, Señor, Dios clemente y misericordioso,/ lento a la cólera, rico en piedad y leal,/ mírame, ten compasión de mí. Da fuerza a tu siervo,/ salva al hijo de tu esclava;/ dame una señal propicia,/ que la vean mis adversarios y se avergüencen,/ porque tú, Señor, me ayudas y consuelas. Gloria y antífona 1 Antífona 2 - Dichoso el hombre que procede con justicia y habla con rectitud.
Cántico
Is 33, 13-16
Los lejanos, escuchad lo que he hecho;/ los cercanos, reconoced mi fuerza. Temen en Sión los pecadores,/ y un temblor se apodera de los perversos:/ «¿Quién de nosotros habitará un fuego devorador,/ quién de nosotros habitará una hoguera perpetua?» El que procede con justicia y habla con rectitud/ y rehúsa el lucro de la opresión;/ el que sacude la mano
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26 de Marzo - Miércoles, Feria, III Sem. de Cuaresma
rechazando el soborno/ y tapa su oído a propuestas sanguinarias,/ el que cierra los ojos para no ver la maldad: /ése habitará en lo alto,/ tendrá su alcázar en un picacho rocoso,/ con abasto de pan y provisión de agua. Gloria y antífona 2
R Él me librará de la red del cazador.
Antífona 3 - Aclamad al Rey y Señor.
Cántico de Zacarías, pág. 4
Salmo 97
Cantad al Señor un cántico nuevo,/ porque ha hecho maravillas:/ su diestra le ha dado la victoria,/ su santo brazo. El Señor da a conocer su victoria,/ revela a las naciones su justicia:/ se acordó de su misericordia y su fidelidad/ en favor de la casa de Israel. Los confines de la tierra han contemplado/ la victoria de nuestro Dios./ Aclama al Señor, tierra entera;/ gritad, vitoread, tocad:
V Me cubrirá con su plumaje. R Él me librará de la red del cazador. V Gloria al Padre, y al Hijo y al Espíritu Santo. R Él me librará de la red del cazador. Antífona: «No penséis que he venido a abolir la ley o los profetas; no he venido a abolirlos, sino a darles plenitud», dice el Señor.
Preces Bendigamos al Autor de nuestra salvación, que ha querido renovar en sí mismo todas las cosas, y digámosle: Renuévanos, Señor, por tu Espíritu Santo.
tocad la cítara para el Señor,/ suenen los instrumentos:/ con clarines y al son de trompetas/ aclamad al Rey y Señor.
Señor, tú que nos has prometido un cielo nuevo y una tierra nueva, renuévanos sin cesar por tu Espíritu Santo, * para que lleguemos a gozar eternamente de ti en la nueva Jerusalén.
Retumbe el mar y cuanto contiene,/ la tierra y cuantos la habitan;/ aplaudan los ríos, aclamen los montes/ al Señor, que llega para regir la tierra.
Que trabajemos, Señor, para que el mundo se impregne de tu Espíritu * y se logre así más eficazmente la justicia, el amor y la paz universal.
Regirá el orbe con justicia/ y los pueblos con rectitud. Gloria y antífona 3
Enséñanos, Señor, a corregir nuestra pereza y nuestra desidia * y a poner nuestro corazón en los bienes eternos.
Lectura breve
Líbranos del mal * y presérvanos de la fascinación de la vanidad que oscurece la mente y oculta el bien.
Dt 7, 6. 8-9
El Señor, tu Dios, te eligió para que fueras, entre todos los pueblos de la tierra, el pueblo de su propiedad. Por el amor que os tienen y por mantener el juramento que había hecho a vuestros padres, os sacó de Egipto con mano fuerte y os rescató de la esclavitud, del dominio del Faraón, rey de Egipto. Así conocerás que el Señor, tu Dios, es el Dios verdadero, el Dios fiel que mantiene su alianza y su favor, por mil generaciones, con los que lo aman y guardan sus preceptos.
Responsorio breve
V Él me librará de la red del cazador.
(Se pueden añadir algunas intenciones libres)
Digamos al Padre, unidos a Jesús, la oración que él nos enseñó: Padre nuestro.
Oración Concédenos, Señor, que, purificados por las prácticas cuaresmales y alimentados con tu palabra, nos entreguemos completamente a ti por una santa moderación en el uso de las cosas terrenas y que perseveremos fraternalmente unidos en la oración. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo
26 de Marzo - Miércoles, Feria, III Sem. de Cuaresma
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Conclusión
V El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna. R Amén.
Oración de la Tarde - Vísperas
Invitación: Jesús viene anunciando a los judíos su partida de este mundo, pero ellos no entienden sus palabras. Esta partida será violenta. Jesús habla de dos mundos distintos: el de aquí abajo en el que muchos actúan contra los designios de Dios; algunos traman su muerte. Y el mundo de lo alto donde se encuentra Dios. Cuando Jesús sea elevado a lo más alto, todo el mundo conocerá su gloria y su grandeza.
Invocación inicial
V Dios mío, ven en mi auxilio. R Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Himno, Feria de Cuaresma, pág. 7 Antífona 1 - Los que sembraban con lágrimas cosechan entre cantares.
Salmo 125 Cuando el Señor cambió la suerte de Sión,/ nos parecía soñar:/ la boca se nos llenaba de risas,/ la lengua de cantares. Hasta los gentiles decían:/ «El Señor ha estado grande con ellos»./ El Señor ha estado grande con nosotros,/ y estamos alegres. Que el Señor cambie nuestra suerte/ como los torrentes del Negueb./ Los que sembraban con lágrimas/ cosechan entre cantares. Al ir, iban llorando,/ llevando la semilla;/ al volver, vuelven cantando,/ trayendo sus gavillas. Gloria y antífona 1 Antífona 2 - Que el Señor nos construya la casa y nos guarde la ciudad.
Salmo 126
Si el Señor no construye la casa,/ en vano se cansan los albañiles;/ si el
Señor no guarda la ciudad,/ en vano vigilan los centinelas. Es inútil que madruguéis,/ que veléis hasta muy tarde,/ los que coméis el pan de vuestros sudores:/ ¡Dios lo da a sus amigos mientras duermen! La herencia que da el Señor son los hijos;/ una recompensa es el fruto de las entrañas:/ son saetas en mano de un guerrero/ los hijos de la juventud. Dichoso el hombre que llena/ con ellas su aljaba:/ no quedará derrotado cuando litigue/ con su adversario en la plaza. Gloria y antífona 2 Antífona 3 - Él es el primogénito de toda creatura, es el primero en todo.
Cántico
Col 1, 12-20
Damos gracias a Dios Padre,/ que nos ha hecho capaces de compartir/ la herencia del pueblo santo en la luz. Él nos ha sacado del dominio de las tinieblas,/ y nos ha trasladado al reino de su Hijo querido,/ por cuya sangre hemos recibido la redención,/ el perdón de los pecados. Él es imagen de Dios invisible,/ primogénito de toda criatura;/ pues por medio de él fueron creadas todas las cosas:/ celestes y terrestres, visibles e invisibles,/ Tronos, Dominaciones, Principados, Potestades;/ todo fue creado por él y para él.
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26 de Marzo - Miércoles, Feria, III Sem. de Cuaresma
Él es anterior a todo, y todo se mantiene en él./ Él es también la cabeza del cuerpo de la Iglesia./ Él es el principio, el primogénito de entre los/ muertos, y así es el primero en todo. Porque en él quiso Dios que residiera toda plenitud./ Y por él quiso reconciliar consigo todas las cosas:/ haciendo la paz por la sangre de su cruz/ con todos los seres, así del cielo como de la tierra. Gloria y antífona 3
Lectura breve
Fil 2, 12b-15a
Trabajad por vuestra salvación con respeto y seriedad. Porque es Dios el que obra en vosotros haciendo que queráis y obréis movidos por lo que a él le agrada. Hacedlo todo sin murmuraciones ni discusiones, a fin de que seáis irreprensibles y sencillos, hijos de Dios sin mancha.
Responsorio breve
V Yo dije: «Señor, ten misericordia». R Yo dije: «Señor, ten misericordia». V Sáname, porque he pecado contra ti. R Señor, ten misericordia. V Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. R Yo dije: «Señor, ten misericordia».
Cántico de la Sma. Vg. Mª, pág. 4 Antífona: El que practique y enseñe los preceptos del Señor será grande en el reino de los cielos. Preces Alabemos a Dios todopoderoso y providente, que conoce todas nuestras necesidades, pero quiere ante todo que busquemos su reino; supliquémosle, pues, diciendo: Venga, Señor, tu reino y su justicia. Padre santo, que nos diste a Cristo como pastor de nuestras vidas, ayuda a los pastores y a los pueblos a ellos confiados, para que no falte nunca al rebaño la solicitud de sus pastores * ni falte a los pastores la obediencia de su rebaño.
Mueve a los cristianos para que con amor fraternal se interesen por los enfermos * y que en ellos socorran a tu Hijo. Haz que entren a formar parte de tu Iglesia los que aún no creen en el Evangelio, * y que, con sus buenas obras, la hagan crecer en el amor. A nosotros, pecadores, concédenos tu perdón * y la reconciliación con tu Iglesia. (Se pueden añadir algunas intenciones libres)
A los que murieron concédeles resucitar a la vida eterna * y morar eternamente contigo. Invoquemos a Dios Padre con la oración que nos enseñó Jesús: Padre nuestro.
Oración
Concédenos, Señor, que, purificados por las prácticas cuaresmales y alimentados con tu palabra, nos entreguemos completamente a ti por una santa moderación en el uso de las cosas terrenas y que perseveremos fraternalmente unidos en la oración. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.
Conclusión
V El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna. R Amén.
Oración de la Noche Completas
Invitación: El Señor desde las alturas de su cielo escucha el gemido de los cautivos (Sal 101). Dios que contempló a Jesús en lo alto de la cruz no abandona a aquellos que sufren el odio y la traición; a los que se ven torturados o conducidos a la muerte injustamente. Oramos por las personas, que por mantener su fidelidad al Señor y al servicio de los humildes, son perseguidos o maltratados. (Completas: Textos comunes, ver pág. 8 y propios del Miércoles, 18)
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27 de Marzo - Jueves, Feria, III Sem. de Cuaresma
LA PALABRA SE HACE ORACIÓN
Lectura: Jn 5,17-30 Queremos, Señor, oír la voz del Padre que a los muertos da vida eterna y a los vivos nos hace fuertes, para hacer el camino que nos queda; con jóvenes con sonrisa adolescente, con ancianos sin mirada triste, con los que aman, con los que arriesgan, con los que luchan a cara descubierta. Creemos, Padre, en Jesús, que es la resurrección y la vida, y así venceremos la muerte. Hágase por siempre tu voluntad, más sabia y más segura que la nuestra.
P. Antonio Danoz, redentorista
27 de Marzo - Jueves, Feria, III Sem. de Cuaresma Oración de la Mañana - Laudes
Invitación: La voz de Moisés es como la voz de la conciencia del pueblo de Israel. El pueblo ha sido muchas veces infiel a la alianza con Dios. Recordemos el amor que nos ha manifestado el Señor en nuestra historia personal, larga o corta. No dejemos de agradecérselo todos los días de nuestra vida. Cada detalle de amor que Dios tiene con nosotros, es un llamado a la conversión.
Invocación inicial
V Señor, abre mis labios. R Y mi boca proclamará tu alabanza. En forma opcional se dice luego el salmo 94, ver pág. 3 con su antífona del invitatorio siguiente:
¡Qué pregón tan glorioso para ti,/ ciudad de Dios!/ «Contaré a Egipto y a Babilonia/ entre mis fieles;/ filisteos, tirios y etíopes/ han nacido allí».
Antífona (para el salmo invitatorio):
Se dirá de Sión: «Uno por uno/ todos han nacido en ella;/ el Altísimo en persona la ha fundado».
Himno, Feria de Cuaresma, pág. 7
El Señor escribirá en el registro de los pueblos:/ «Éste ha nacido allí»./ Y cantarán mientras danzan:/ «Todas mis fuentes están en ti». Gloria y antífona 1
A Cristo, el Señor, que por nosotros fue tentado y por nosotros murió, venid, adorémosle.
Antífona 1 - ¡Qué pregón tan glorioso para ti, ciudad de Dios!
Salmo 86 Él la ha cimentado sobre el monte santo;/ y el Señor prefiere las puertas de Sión/ a todas las moradas de Jacob.
Antífona 2 - El Señor llega con poder, y su recompensa lo precede.
Cántico Is 40, 10-17
Mirad, el Señor Dios llega con poder,/
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27 de Marzo - Jueves, Feria, III Sem. de Cuaresma
y su brazo manda./ Mirad, viene con él su salario/ y su recompensa lo precede. Como un pastor que apacienta el rebaño,/ su brazo lo reúne,/ toma en brazos los corderos/ y hace recostar a las madres. ¿Quién ha medido a puñados el mar/ o mensurado a palmos el cielo,/ o a cuartillas el polvo de la tierra? ¿Quién ha pesado en la balanza los montes/ y en la báscula las colinas?/ ¿Quién ha medido el aliento del Señor?/ ¿Quién le ha sugerido su proyecto? ¿Con quién se aconsejó para entenderlo,/ para que le enseñara el camino exacto,/ para que le enseñara el saber/ y le sugiriese el método inteligente? Mirad, las naciones son gotas de un cubo/ y valen lo que el polvillo de balanza./ Mirad, las islas pesan lo que un grano,/ el Líbano no basta para leña,/ sus fieras no bastan para el holocausto.
Moisés y Aarón con sus sacerdotes,/ Samuel con los que invocan su nombre,/ invocaban al Señor, y él respondía./ Dios les hablaba desde la columna de nube;/ oyeron sus mandatos y la ley que les dio. Señor, Dios nuestro, tú les respondías,/ tú eras para ellos un Dios de perdón/ y un Dios vengador de sus maldades. Ensalzad al Señor, Dios nuestro;/ postraos ante su monte santo:/ Santo es el Señor, nuestro Dios. Gloria y antífona 3
Lectura breve 1Re 8, 51a. 52-53a Nosotros, Señor, somos tu pueblo y tu heredad; que tus ojos estén abiertos a las súplicas de tu siervo y a la súplica de tu pueblo Israel, para escuchar todos sus clamores hacia ti. Porque tú nos separaste para ti como herencia tuya de entre todos los pueblos de la tierra.
Responsorio breve
En su presencia, las naciones todas,/ como si no existieran,/ son ante él como nada y vacío. Gloria y antífona 2
V Él me librará de la red del cazador. R Él me librará de la red del cazador.
Antífona 3 - Ensalzad al Señor, Dios nuestro, postraos ante el estrado de sus pies.
V Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. R Él me librará de la red del cazador.
Salmo 98 El Señor reina, tiemblen las naciones;/ sentado sobre querubines, vacile la tierra. El Señor es grande en Sión,/ encumbrado sobre todos los pueblos./ Reconozcan tu nombre, grande y terrible:/ Él es santo.
V Me cubrirá con su plumaje. R Él me librará de la red del cazador.
Cántico de Zacarías, pág. 4
Antífona: «Si yo arrojo los demonios por el poder de Dios es señal de que ha llegado a vosotros el reino de Dios», dice el Señor.
Preces
Reinas con poder y amas la justicia,/ tú has establecido la rectitud;/ tú administras la justicia y el derecho,/ tú actúas en Jacob.
Glorifiquemos a Cristo, nuestro Señor, que resplandece como luz del mundo para que siguiéndolo no caminemos en tinieblas, sino que tengamos la luz de la vida, y digámosle: Que tu palabra. Señor, sea luz para nuestros pasos.
Ensalzad al Señor, Dios nuestro;/ postraos ante el estrado de sus pies:/ Él es santo.
Cristo, amigo de los hombres, haz que sepamos progresar hoy en tu imitación, * para que lo que perdimos por culpa
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27 de Marzo - Jueves, Feria, III Sem. de Cuaresma
del primer Adán lo recuperemos en el segundo. Que tu palabra sea siempre luz en nuestro sendero, * para que, realizando siempre la verdad en el amor, hagamos crecer todas las cosas en ti. Enséñanos, Señor, a trabajar por el bien de todos los hombres, * para que así, por nuestra acción, la Iglesia ilumine a toda la sociedad humana. Que por nuestra sincera conversión crezcamos en tu amistad * y expiemos las faltas cometidas contra tu bondad y tu sabiduría.
(Se pueden añadir algunas intenciones libres)
Porque sabemos que somos hijo¡ confianza nos atrevemos a decir: Padre nuestro.
Oración Te pedimos, Señor, que, cuanto más se aproxima la fiesta de nuestra salvación, con tanta mayor fe nos preparemos a celebrar el misterio pascual. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.
Conclusión
V El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna. R Amén.
Oración de la Tarde - Vísperas
Invitación: Jesús, antes de proponer la ley nueva, urge a que cumplamos la antigua. Es el punto de partida para una buena conversión. Quien la cumple a la perfección y enseña a otros a cumplirla, será contado entre los grandes en el reino de Dios. Abramos el corazón a la novedad que Jesús aporta cuando nos dice: “Han oído lo que se dijo a los antiguos, pero yo les digo”. Cumpliendo sus propuestas seremos hijos del Padre del cielo.
Invocación inicial
V Dios mío, ven en mi auxilio. R Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Himno, Feria de Cuaresma, pág. 7 Antífona 1 - Que tus fieles, Señor te aclamen al entrar en tu morada.
Salmo 131 I
lugar para el Señor,/ una morada para el Fuerte de Jacob». Oímos que estaba en Efrata,/ la encontramos en el Soto de Jaar:/ entremos en su morada,/ postrémonos ante el estrado de sus pies. Levántate, Señor ven a tu mansión,/ ven con el arca de tu poder:/ que tus sacerdotes se vistan de gala,/ que tus fieles te aclamen./ Por amor a tu siervo David,/ no niegues audiencia a tu Ungido. Gloria y antífona 1
Señor, tenle en cuenta a David/ todos sus afanes:/ como juró al Señor/ e hizo voto al Fuerte de Jacob:
Antífona 2 - El Señor ha elegido a Sión, ha deseado vivir en ella.
«No entraré bajo el techo de mi casa,/ no subiré al lecho de mi descanso,/ no daré sueño a mis ojos, /ni reposo a mis párpados,/ hasta que encuentre un
El Señor ha jurado a David/ una promesa que no retractará:/ «A uno de tu linaje/ pondré sobre tu trono.
II
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27 de Marzo - Jueves, Feria, III Sem. de Cuaresma
Si tus hijos guardan mi alianza/ y los mandatos que les enseño,/ también sus hijos, por siempre,/ se sentarán sobre tu trono”.
y huirá de vosotros. Acercaos a Dios y él se acercará a vosotros. Pecadores, lavaos las manos; purificad vuestros corazones, gente que obráis con doblez. Humillaos en la presencia del Señor y él os ensalzará.
Porque el Señor ha elegido a Sión,/ ha deseado vivir en ella:/ «Esta es mi mansión por siempre,/ aquí viviré, porque la deseo.
Responsorio breve
Bendeciré sus provisiones,/ a sus pobres los saciaré de pan;/ vestiré a sus sacerdotes de gala,/ y sus fieles aclamarán con vítores.
V Sáname, porque he pecado contra ti. R Señor, ten misericordia.
Haré germinar el vigor de David,/ enciendo una lámpara para mi Ungido./ A sus enemigos los vestiré de ignominia,/ sobre él brillará mi diadema». Gloria y antífona 2 Antífona 3 - El Señor le dio el poder, el honor y el reino, y todos los pueblos le servirán.
Cántico Ap 11, 17-18; 12, 10b-12a
Gracias te damos, Señor Dios omnipotente,/ el que eres y el que eras,/ porque has asumido el gran poder/ y comenzaste a reinar. Se encolerizaron las naciones,/ llegó tu cólera,/ y el tiempo de que sean juzgados los muertos,/ y de dar el galardón a tus siervos los profetas,/ y a los santos y a los que temen tu nombre,/ y a los pequeños y a los grandes,/ y de arruinar a los que arruinaron la tierra. Ahora se estableció la salud y el poderío,/ y el reinado de nuestro Dios,/ y la potestad de su Cristo;/ porque fue precipitado/ el acusador de nuestros hermanos,/ el que los acusaba ante nuestro Dios día y noche. Ellos le vencieron en virtud de la sangre del Cordero/ y por la palabra del testimonio que dieron,/ y no amaron tanto su vida que temieran la muerte./ Por esto, estad alegres, cielos,/ y los que moráis en sus tiendas. Gloria y antífona 3
Lectura breve
Stgo 4, 7-8. 10
Vivid sometidos a Dios. Resistid al diablo
V Yo dije: «Señor, ten misericordia». R Yo dije: «Señor, ten misericordia».
V Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. R Yo dije: «Señor, ten misericordia».
Cántico de la Sma. Vg. Mª, pág. 4
Antífona: Levantó la voz una mujer en medio de la gente, exclamando: «Dichoso el seno que te llevó y el pecho que te alimentó». Pero Jesús respondió: «Dichosos más bien los que escuchan la palabra de Dios y la conservan».
Preces
Oremos a Cristo, el Señor, que nos dio el mandamiento nuevo de amarnos unos a otros, y digámosle: Acrecienta, Señor, la caridad de tu Iglesia. Maestro bueno, enséñanos a amarte en nuestros hermanos * y a servirte en cada uno de ellos. Tú que en la cruz pediste al Padre el tus verdugos, * concédenos amar a nuestros enemigos y orar por los que nos persiguen. Señor, que la participación en el mis cuerpo y de tu sangre acreciente en nosotros la fortaleza y la confianza, * y dé vigor a los débiles, consuelo a esperanza a los agonizantes. Señor, luz del mundo, que, por el agua concediste al ciego de nacimiento el poder ver la luz, * ilumina a nuestros catecúmenos por el sacramento del agua y de la palabra. (Se pueden añadir algunas intenciones libres.)
Concede la plenitud de tu amor a los difuntos y haz que un día nos contemos entre tus elegidos.
28 de Marzo - Viernes, Feria, III Sem. de Cuaresma
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Con el gozo de sabernos hijos de Dios, nuestro Padre, diciendo: Padre nuestro.
con tanta mayor fe nos preparemos a celebrar el misterio pascual. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.
Oración
Conclusión
Te pedimos, Señor, que, cuanto más se aproxima a la fiesta de nuestra salvación,
V El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna. R Amén.
Oración de la Noche - Completas
Invitación: En este momento de reposo, leamos la Palabra de Dios, como un ejercicio propio de la Cuaresma. Su Palabra ha de ser el alimento de nuestra oración. El primer tiempo de la oración cristiana consiste en escuchar a Dios que nos habla. El segundo, asimilar su Palabra como alimento de vida eterna. El tercero, hacerla realidad visible en la vida. (Completas: Textos comunes, ver pág. 8 y propios del Jueves, 20)
LA PALABRA SE HACE ORACIÓN
Lectura: Jn 5,31-47 El mundo reclama con urgencia testigos. Testigos de que tú, Señor, existes; testigos de que Jesús es el Mesías, que vino habitar entre nosotros. Haznos testigos de esperanza, cuando en algún rincón de esta tierra se escuchan tambores de guerra, y nos asedia la violencia. Yo creo, Señor Jesús, al Padre, que me dice que eres su Hijo; a tu Palabra de profeta que jamás ha mentido; a tus obras que hablan solas, sin necesidad de testigos. ¡Dichosos los que creen y han creído, sin nunca haberte visto! P. Antonio Danoz, redentorista
28 de Marzo - Viernes, Feria, III Sem. de Cuaresma Oración de la Mañana - Laudes
Invitación: Escuchemos esta mañana la denuncia que hace el Señor: “Esta es la gente que no escuchó la voz del Señor, su Dios, ni aceptó la corrección” (Jer 7,28). El Señor sigue alzando su voz durante la Cuaresma llamando a la conversión. Examinemos la respuesta que estamos dando al Señor. Veamos si aceptamos con amor la corrección que nos hace, como Padre que nos ama.
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28 de Marzo - Viernes, Feria, III Sem. de Cuaresma
Invocación inicial
V Señor, abre mis labios. R Y mi boca proclamará tu alabanza. En forma opcional se dice luego el salmo 94, ver pág. 3, con la antífona siguiente:
Antífona (para el salmo invitatorio): A Cristo, el Señor, que por nosotros fue tentado y por nosotros murió, venid, adorémosle.
Himno, Feria de Cuaresma, pág. 7 Antífona 1 - Contra ti, contra ti solo pequé, Señor, ten misericordia de mí.
Salmo 50 Misericordia, Dios mío, por tu bondad;/ por tu inmensa compasión borra mi culpa;/ lava del todo mi delito,/ limpia mi pecado. Pues yo reconozco mi culpa,/ tengo siempre presente mi pecado:/ contra ti, contra ti solo pequé,/ cometí la maldad que aborreces. En la sentencia tendrás razón,/ en el juicio brillará tu rectitud./ Mira, que en la culpa nací,/ pecador me concibió mi madre. Te gusta un corazón sincero,/ y en mi interior me inculcas sabiduría./ Rocíame con el hisopo: quedaré limpio;/ lávame: quedaré más blanco que la nieve./ Hazme oír el gozo y la alegría,/ que se alegren los huesos quebrantados./ Aparta de mi pecado tu vista,/ borra en mí toda culpa. ¡Oh Dios!, crea en mí un corazón puro,/ renuévame por dentro con espíritu firme;/ no me arrojes lejos de tu rostro,/ no me quites tu santo espíritu. Devuélveme la alegría de tu salvación,/ afiánzame con espíritu generoso:/ enseñaré a los malvados tus caminos,/ los pecadores volverán a ti. Líbrame de la sangre, ¡oh Dios,/ Dios, Salvador mío!,/ y cantará mi lengua tu justicia./ Señor, me abrirás los labios,/ y mi boca proclamará tu alabanza.
Los sacrificios no te satisfacen;/ si te ofreciera un holocausto, no lo querrías./ Mi sacrificio es un espíritu quebrantado:/ un corazón quebrantado y humillado/ tú no lo desprecias. Señor, por tu bondad, favorece a Sión,/ reconstruye las murallas de Jerusalén:/ entonces aceptarás los sacrificios rituales,/ ofrendas y holocaustos,/ sobre tu altar se inmolarán novillos. Gloria y antífona 1 Antífona 2 - Reconocemos, Señor, nuestra impiedad; hemos pecado contra ti.
Cántico
Jer 14, 17-21
Mis ojos se deshacen en lágrimas,/ día y noche no cesan:/ por la terrible desgracia de la doncella de mi pueblo,/ una herida de fuertes dolores. Salgo al campo: muertos a espada;/ entro en la ciudad: desfallecidos de hambre;/ tanto el profeta como el sacerdote/ vagan sin sentido por el país. ¿Por qué has rechazado del todo a Judá?/ ¿Tiene asco tú garganta de Sión?/ ¿Por qué nos has herido sin remedio?/ Se espera la paz, y no hay bienestar,/ al tiempo de la cura sucede la turbación. Señor, reconocemos nuestra impiedad,/ la culpa de nuestros padres,/ porque pecamos contra ti. No nos rechaces, por tu nombre,/ no desprestigies tu trono glorioso;/ recuerda y no rompas tu alianza con nosotros. Gloria y antífona 2 Antífona 3 - El Señor es Dios y nosotros somos su pueblo y ovejas de su rebaño.
Salmo 99 Aclama al Señor, tierra entera,/ servid al Señor con alegría,/ entrad en su presencia con aclamaciones. Sabed que el Señor es Dios:/ que él nos hizo y somos suyos,/ su pueblo y
28 de Marzo - Viernes, Feria, III Sem. de Cuaresma
ovejas de su rebaño. Entrad por sus puertas, con acción de gracias,/ por sus atrios con himnos,/ dándole gracias y bendiciendo su nombre:/ «El Señor es bueno,/ su misericordia es eterna, /su fidelidad por todas las edades». Gloria y antífona 3
Lectura breve
Is 53, 11b-12
Mi siervo justificará a muchos, porque cargó sobre sí los crímenes de ellos. Le daré una multitud como parte y tendrá como despojo una muchedumbre, porque se entregó a sí mismo a la muerte y fue contado entre los malhechores; él tomó sobre sí el pecado de las multitudes e intercedió por los pecadores.
Responsorio breve
V Él me librará de la red del cazador. R Él me librará de la red del cazador. V Me cubrirá con su plumaje. R Él me librará de la red del cazador. V Gloria al Padre, y al Hijo y al Espíritu Santo. R Él me librará de la red del cazador.
Cántico de Zacarías, pág. 4
Antífona: Uno de los escribas se acercó a Jesús para preguntarle cuál era el primero de todos los mandamientos. Jesús le respondió: «Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón».
Preces Demos gracias a Cristo, el Señor,
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que al morir en la cruz nos dio la vida, y digámosle con fe: Tú que por nosotros moriste, escúchanos, Señor. Maestro y Salvador nuestro, tú que nos revelaste con tu palabra el designio de Dios y nos renovaste con tu gloriosa pasión, * no permitas que nuestros días transcurran entre vicios y pecados. Que sepamos, Señor, mortificarnos hoy al tomar los manjares del cuerpo, * para ayudar con nuestra abstinencia a los hambrientos y necesitados. Que vivamos santamente este día de penitencia cuaresmal * y lo consagremos a tu servicio mediante obras de misericordia. Sana, Señor, nuestras voluntades rebeldes * y llénanos de tu gracia y de tus dones. (Se pueden añadir alguna intenciones libres)
Que el Espíritu que habita en nosotros y nos une en su amor nos ayude a decir: Padre nuestro.
Oración Infunde, Señor, tu gracia en nuestros corazones, para que sepamos refrenar nuestros excesos mundanos y seguir fielmente las inspiraciones que nos vienen de ti. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.
Conclusión
V El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna. R Amén.
Oración de la Tarde - Vísperas
Invitación: Jesús actuó con decisión y contundencia con los malos espíritus que torturaban a las personas. Su objetivo era liberarlas de todo aquello que las tenía esclavizadas. Los malos espíritus toman formas muy diversas. Todo aquello que humilla, esclaviza, manipula a las personas procede del mal espíritu. Tenemos que actuar con decisión para liberarlas.
Invocación inicial
V Dios mío, ven en mi auxilio. R Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
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28 de Marzo - Viernes, Feria, III Sem. de Cuaresma
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Himno, Feria de Cuaresma, pág. 7 Antífona 1 - El Señor es grande, nuestro dueño más que todos los dioses.
Salmo 134
I Alabad el nombre del Señor,/ alabadlo, siervos del Señor,/ que estáis en la casa del Señor,/ en los atrios de la casa de nuestro Dios. Alabad al Señor porque es bueno,/ tañed para su nombre, que es amable./ Porqué él se escogió a Jacob,/ a Israel en posesión suya. Yo sé que el Señor es grande,/ nuestro dueño más que todos los dioses./ El Señor todo lo que quiere lo hace:/ en el cielo y en la tierra,/ en los mares y en los océanos. Hace subir las nubes desde el horizonte,/ con los relámpagos desata la lluvia,/ suelta a los vientos de sus silos. Él hirió a los primogénitos de Egipto,/ desde los hombres hasta los animales./ Envió signos y prodigios/ —en medio de ti, Egipto—/ contra el Faraón y sus ministros. Hirió de muerte a pueblos numerosos,/ mató a reyes poderosos: /a Sijón, rey de los amorreos;/ a Hog, rey de Basán,/ y a todos los reyes de Canaán. Y dio su tierra en heredad,/ en heredad a Israel, su pueblo. Gloria y antífona 1 Antífona 2 - Casa de Israel, bendecid al Señor; tañed para su nombre, que es amable.
II Señor, tu nombre es eterno;/ Señor, tu recuerdo de edad en edad./ Porque el Señor gobierna a su pueblo/ y se compadece de sus siervos.
Los ídolos de los gentiles son oro y plata,/ hechura de manos humanas: / tienen boca y no hablan,/ tienen ojos y no ven, tienen orejas y no oyen,/ no hay aliento en sus bocas./ Sean lo mismo los que los hacen,/ cuantos confían en ellos. Casa de Israel, bendice al Señor;/ casa de Aarón, bendice al Señor;/ casa de Leví, bendice al Señor;/ fieles del Señor, bendecid al Señor. Bendito en Sión el Señor,/ que ha-bita en Jerusalén. Gloria y antífona 2 Antífona 3 - Vendrán todas las naciones y se postrarán en tu acatamiento, Señor.
Cántico
Ap 15, 3-4
Grandes y maravillosas son tus obras,/ Señor, Dios omnipotente,/ justos y verdaderos tus caminos,/ ¡oh Rey de los siglos! ¿Quién no temerá, Señor,/ y glorificará tu nombre?/ Porque tú solo eres santo,/ porque vendrán todas las naciones/ y se postrarán en tu acatamiento,/ porque tus juicios se hicieron manifiestos. Gloria y antífona 3
Lectura breve
Stgo 5, 16. 19-20
Confesaos mutuamente vuestros pecados y rogad unos por otros, para alcanzar vuestra curación, pues la oración ferviente del justo tiene gran eficacia. Hermanos, si alguno de entre vosotros se desvía de la verdad y otro logra convertirlo, sepa que quien convierte a un pecador de su camino equivocado salvará su alma de la muerte y cubrirá la multitud de sus pecados.
Responsorio breve
V Yo dije: «Señor, ten misericordia». R Yo dije: «Señor, ten misericordia». V Sáname, porque he pecado contra ti. R Señor, ten misericordia.
28 de Marzo - Viernes, Feria, III Sem. de Cuaresma
V Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. R Yo dije: «Señor, ten misericordia».
Cántico de la Sma. Vg. Mª, pág. 4 Antífona: Amar al prójimo como a sí mismo vale más que todos los sacrificios. Preces Oremos a Jesús, el Señor, que santificó por su propia sangre al pueblo, y digámosle: Compadécete, Señor, de tu pueblo. Redentor nuestro, por tu pasión, concede a tus fieles la fuerza necesaria para mortificar sus cuerpos, ayúdalos en su lucha contra el mal y fortalece su esperanza, * para que se dispongan a celebrar santamente tu resurrección. Haz que los cristianos cumplan con su misión profética anunciando al mundo tu Evangelio * y dando testimonio de él por su fe, esperanza y caridad. Conforta, Señor, a los que están tristes, * y otórganos a nosotros el po-
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der consolar a nuestros hermanos. Haz que tus fieles aprendan a participar en tu pasión con sus propios sufrimientos, * para que sus vi-das manifiesten tu salvación a los hombres. (Se pueden añadir algunas intenciones libres)
Tú que eres autor de la vida, acuérdate de los difuntos * y dales parte en tu gloriosa resurrección. Con el gozo de sabernos hijos de Dios, acudamos a nuestro Padre, diciendo: Padre nuestro.
Oración Infunde, Señor, tu gracia en nuestros corazones, para que sepamos refrenar nuestros excesos mundanos y seguir fielmente las inspiraciones que nos vienen de ti. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.
Conclusión
V El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna. R Amén.
Oración de la Noche - Completas
Invitación: Toda persona que está con Jesús se siente segura. Él es más fuerte que todas las fuerzas del mal. Actualmente sigue liberando de malos espíritus “con el dedo de Dios”. Esta expresión bíblica hace referencia al poder de Dios. Jesús, sobre quien descendió el Espíritu Santo, actúa siempre con la gracia y el poder del Espíritu Santo. (Completas: Textos comunes, ver pág. 8 y propios del Viernes, 21)
LA PALABRA SE HACE ORACIÓN
Lectura: Jn 7,1-2.25-50 Eres, Señor Jesús, Camino, que conduce hasta Dios, por veredas interminables y desolados desiertos. Tu camino no es nuestro camino. Es el tuyo camino hacia Dios, los nuestros, terrenales y torcidos. Permítenos andar ligeros sobre tus huellas luminosas, que se mantienen imborrables en el corazón de la noche.
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29 de Marzo - Sábado, Feria, III Sem: de Cuaresma
Aunque te buscaron para matarte, Tu no dejaste de avanzar con paso firme hacia la cruz y hacia la gloria. Busco y busco tu rostro; en Pascua lo veré luminosos. P. Antonio Danoz, redentorista
29 de Marzo - Sábado, Feria, III Sem: de Cuaresma Oración de la Mañana - Laudes
Invitación: Una recomendación de la Iglesia para la Cuaresma es la oración. El evangelio presenta dos tipos de orante: el fariseo y el recaudador de impuestos, considerado por los fariseos como un pecador. Cómo no hay que orar: presentar ante Dios los títulos para cobrar por lo bueno que hemos hecho, despreciando a los otros. Cómo hay que orar: “Dios mío, apiádate de mí, que soy un pecador” (Lc 18,14). El que ora así, terminará la Cuaresma justificado.
Invocación inicial
comprendí que tus preceptos/ los fundaste para siempre. Gloria y antífona 1
En forma opcional se dice luego el salmo 94, ver pág. 3 con su antífona del invitatorio siguiente:
Antífona 2 - Mándame tu sabiduría, Señor, para que me asista en mis trabajos.
V Señor, abre mis labios. R Y mi boca proclamará tu alabanza.
Antífona (para el salmo invitatorio): A Cristo, el Señor, que por nosotros fue tentado y por nosotros murió, venid, adorémosle.
Himno, Feria de Cuaresma, pág. 7 Antífona 1 - Tú, Señor, estás cerca, y todos tus mandatos son estables.
Salmo 118, 145-152 Te invoco de todo corazón;/ respóndeme, Señor, y guardaré tus leyes;/ a ti grito: sálvame,/ y cumpliré tus decretos;/ me adelanto a la aurora pidiendo auxilio,/ esperando tus palabras. Mis ojos se adelantan a las vigilias de la noche,/ meditando tu promesa;/ escucha mi voz por tu misericordia,/ con tus mandamientos dame vida;/ ya se acercan mis inicuos perseguidores,/ están lejos de tu voluntad. Tú, Señor, estás cerca,/ y todos tus mandatos son estables;/ hace tiempo
Cántico
Sab 9, 1-6. 9-11
Dios de los padres y Señor de la misericordia,/ que con tu palabra hiciste todas las cosas,/ y en tu sabiduría formaste al hombre,/ para que dominase sobre tus creaturas,/ y para que rigiese el mundo con santidad/ y justicia y lo gobernase con rectitud de corazón. Dame la sabiduría asistente de tu trono/ y no me excluyas del número de tus siervos,/ porque siervo tuyo soy, hijo de tu sierva,/ hombre débil y de pocos años,/ demasiado pequeño para conocer el juicio y las leyes. Pues aunque uno sea perfecto/ entre los hijos de los hombres,/ sin la sabiduría, que procede de ti,/ será estimado en nada. Contigo está la sabiduría conocedora de tus obras,/ que te asistió cuando hacías el mundo,/ y que sabe lo que es grato a tus ojos/ y lo que es recto según tus preceptos.
29 de Marzo - Sábado, Feria, III Sem: de Cuaresma
Mándala de tus santos cielos/ y de tu trono de gloria envíala/ para que me asista en mis trabajos/ y venga yo a saber lo que te es grato. Porque ella conoce y entiende todas las cosas,/ y me guiará prudentemente en mis obras,/ y me guardará en su esplendor. Gloria y antífona 2 Antífona 3 - La fidelidad del Señor dura por siempre.
Salmo 116 Alabad al Señor, todas las naciones,/ aclamadlo, todos los pueblos: Firme es su misericordia con nosotros,/ su fidelidad dura por siempre. Gloria y antífona 3
Lectura breve
Is 1, 16-18
«Lavaos, purificaos, apartad de mi vista vuestras malas acciones. Cesad de obrar mal, aprended a obrar bien; buscad lo que es justo, haced justicia al oprimido, defended al huérfano, proteged a la viuda. Entonces, venid, y litigaremos –dice el Señor–. Aunque vuestros pecados sean como la grana, blanquearán como la nieve; aunque sean rojos como escarlata, quedarán blancos como lana».
Responsorio breve V Él me librará de la red del cazador. R Él me librará de la red del cazador. V Me cubrirá con su plumaje. R Él me librará de la red del cazador. V Gloria al Padre, y al Hijo y al Espíritu Santo. R Él me librará de la red del cazador.
Cántico de Zacarías, pág. 4
Antífona: El publicano, quedándose a cierta distancia, no se atrevía ni siquiera a levantar los ojos al cielo; y se daba golpes de pecho, mientras decía: ¡«Dios mío, ten compasión de mí, que soy un pecador!»
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Preces
Glorifiquemos a Cristo, que para hacer de nosotros creaturas nuevas ha instituido el baño del bautismo y nos alimenta con su palabra y su carne, y supliquémosle, diciendo: Renuévanos con tu gracia, Señor. Señor Jesús, tú que eres manso y humilde de corazón, danos entrañas de misericordia, bondad y humildad. * y danos comprensión para con todos. Que sepamos ayudar a los necesitados y consolar a los que sufren, * para imitarte a ti, el buen Samaritano. Que María, la Virgen Madre, interceda por las vírgenes que se han consagrado a tu servicio, * para que vivan su virginidad con un grande amor hacia ti, en bien de la Iglesia. Concédenos la abundancia de tu misericordia * y perdona la multitud de nuestros pecados y el castigo que por ellos merecemos. (Se pueden añadir algunas intenciones libres)
Digamos juntos la oración que Cristo nos enseñó y pidamos al Padre que nos libre del mal: Padre nuestro.
Oración Señor, danos la gracia de celebrar esta Cuaresma con alegría y de penetrar a fondo el verdadero sentido del misterio pascual, para que podamos alcanzar plenamente su eficacia. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.
Conclusión
V El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna. R Amén.
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30 de Marzo - IV Domingo de Cuaresma /A
LA PALABRA S HACE ORACIÓN
Lectura: Jn 7,40-53 Canto, Señor, al agua que brota de tu roca, tan limpia, tan casta y transparente, donde el ciervo bebe tranquilo, y yo apago mi sed de amor, de gracia y de verdad. Canto al “agua viva”, que mana de tu costado; al sediento llena de gozo y mi sed sacia para siempre. Haz de mí manantial de vida, de amor y misericordia sin límites, que salte hasta la vida eterna; Que nunca falte un surtidor en el desierto, para quien busca saciar su sed de vida, encuentre en mí el torrente que mana de tu costado abierto. ¡Sáciame de tu agua de vida. Mira que tanta sed ya no aguanto. P. Antonio Danoz, redentorista
30 de Marzo - IV Domingo de Cuaresma /A Oración de la Tarde - I Vísperas
Invitación: La ruta que estamos siguiendo en la Cuaresma es un camino de iluminación. El autor de la exhortación a los Hebreos escribe: “Recuerden los primeros días cuando recién iluminados, sostuvieron el duro combate” (Heb 10,32). El autor se refiere a los bautizados, que han sido iluminados por la luz de Cristo resucitado en el bautismo. Revivamos estos días esta dimensión gozosa de nuestro bautismo.
Invocación inicial
V Dios mío, ven en mi auxilio. R Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Himno, I Vísperas, pág. 6 Antífona 1 - Vamos a la casa del Señor, con alegría.
Salmo 121 ¡Qué alegría cuando me dijeron:/ «Vamos a la casa del Señor»!/ Ya están pisando nuestros pies/ tus umbrales, Jerusalén.
Jerusalén está fundada/ como ciudad bien compacta./ Allá suben las tribus,/ las tribus del Señor, según la costumbre de Israel,/ a celebrar el nombre del Señor;/ en ella están los tribunales de justicia/ en el palacio de David. Desead la paz a Jerusalén:/ «Vivan seguros los que te aman,/ haya paz dentro de tus muros,/ seguridad en tus palacios». Por mis hermanos y compañeros,/ voy a decir: «La paz contigo»./ Por la casa del Señor, nuestro Dios,/ te deseo todo bien. Gloria y antífona 1
30 de Marzo - IV Domingo de Cuaresma /A
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Antífona 2 - Despierta, tú que duermes, surge de entre los muertos; y Cristo con su luz te alumbrará.
ayudé en el día de salvación». Ahora es el tiempo propicio, ahora es el día de salvación. A nadie queremos dar nunca motivo de escándalo, a fin de no hacer caer en descrédito nuestro ministerio, antes al contrario, queremos acreditarnos siempre en todo como verdaderos servidores de Dios.
Salmo 129 Desde lo hondo a ti grito, Señor,/ Señor, escucha mi voz;/ estén tus oídos atentos/ a la voz de mi súplica. Si llevas cuenta de los delitos, Señor,/ ¿quién podrá resistir?/ Pero de ti procede el perdón, /y así infundes respeto. Mi alma espera en el Señor,/ espera en su palabra;/ mi alma aguarda al Señor,/ más que el centinela la aurora. Aguarde Israel al Señor,/ como el centinela la aurora;/ porque del Señor viene la misericordia,/ la redención copiosa;/ y él redimirá a Israel/ de todos sus delitos. Gloria y antífona 2 Antífona 3 - Dios, por el gran amor con que nos amó, aun cuando estábamos muertos por nuestros pecados, nos vivificó con Cristo.
Cántico
Fil 2, 6-11
Cristo, a pesar de su condición divina, /no hizo alarde de su categoría de Dios, /al contrario, se anonadó a sí mismo, /y tomó la condición de esclavo, /pasando por uno de tantos.
Responsorio breve
V Escúchanos, Señor y ten piedad, porque hemos pecado contra ti. R Escúchanos, Señor, y ten piedad, porque hemos pecado contra ti. V Cristo, oye los ruegos de los que te suplicamos. R Porque hemos pecado contra ti. V Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. R Escúchanos, Señor, y ten piedad, porque hemos pecado contra ti.
Cántico de la Sma. Vg. Mª, pág. 4
Antífona: Éramos tinieblas; somos luz en el Señor.
ahora
Preces Bendigamos al Señor, solícito y providente para con todos los hombres, e invoquemos, diciendo: Salva, Señor, a los que has redimido.
Y así, actuando como un hombre cualquiera,/ se rebajó hasta someterse incluso a la muerte/y una muerte de cruz.
Señor, fuente de todo bien y origen de toda verdad, llena con tus dones a todos los obispos, * y conserva en la doctrina de los apóstoles a los fieles que les han sido confiados.
Por eso Dios lo levantó sobre todo/ y le concedió el “Nombre sobre todo nombre”;/ de modo que al nombre de Jesús toda rodilla/ se doble en el cielo, en la tierra, en el abismo/ y toda lengua proclame:/ Jesucristo es Señor, para gloria de Dios Padre. Gloria y antífona 3
Que aquellos que se nutren con el mismo pan de vida vivan unidos en la caridad, * para que todos seamos uno en el cuerpo de tu Hijo. Que nos despojemos de nuestra vieja condición humana y de sus obras, * y nos renovemos a imagen de Cristo, tu Hijo.
Lectura breve
Concede a tu pueblo que por la penitencia obtenga el perdón de sus pecados * y tenga parte en los méritos de Jesucristo.
2Co 6, 1-4a
Os exhortamos a que deis pruebas de no haber recibido en vano la gracia de Dios, pues dice él en la Escritura: «En el tiempo propicio te escuché, y te
(Se pueden añadir algunas intenciones libres)
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30 de Marzo - IV Domingo de Cuaresma /A
Haz que nuestros hermanos difuntos puedan alabarte eternamente en el cielo, * y que nosotros esperemos confiadamente unirnos a ellos en tu reino.
cha carne has reconciliado contigo admirablemente al género humano, haz que el pueblo cristiano se apreste a celebrar las próximas fiestas pascuales con una fe viva y con una entrega generosa. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.
Pidamos a nuestro Padre, con las palabras que Cristo nos enseñó, que nos dé la fuerza que necesitamos para no caer en la tentación: Padre nuestro.
Oración Señor Dios, que por tu Palabra he-
Conclusión
V El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna. R Amén.
Oración de la Noche - Completas
Invitación: En este tiempo de oración, abramos los oídos y el corazón, para escuchar a Dios que nos llama a conversión. No actuemos como el pueblo de Israel. “Desde el principio les envió el Señor avisos por medio de sus mensajeros, porque tenía compasión de su pueblo. Pero ellos se burlaron de los mensajeros de Dios, despreciaron sus palabras” (2 Cró 36,15-16). No cerremos los oídos a la Palabra de Dios, que nos llega por sus mensajeros. (Completas: Textos comunes, ver pág. 8 y propios del Domingo, I Vísperas, 11)
Oración de la Mañana - Laudes
Invitación: La carta a la comunidad de Éfeso revela el gran misterio de amor que nos preparamos a celebrar el día de Pascua. Ante todo, es un misterio de amor: “Dios, rico en misericordia, por el gran amor que nos tiene, estando muertos por nuestros pecados…, con Cristo Jesús nos resucitó y nos sentó en el cielo” (Ef 2,5-6). Ya desde ahora, nuestra vida ha de ser una vida de resucitados.
Invocación inicial
V Señor, abre mis labios. R Y mi boca proclamará tu alabanza. En forma opcional se dice luego el salmo 94, ver pág. 3, con la antífona siguiente:
Antífona (para el salmo invitatorio): A Cristo, el Señor, que por nosotros fue tentado y por nosotros murió, venid, adorémosle. Himno, Laudes, pág. 6 Antífona 1 - Tú eres mi Dios, te doy gracias; Dios mío, yo te ensalzo.
Salmo 117 Dad gracias al Señor porque es bueno,/ porque es eterna su misericordia. Diga la casa de Israel:/ eterna es su misericordia.
30 de Marzo - IV Domingo de Cuaresma /A
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Diga la casa de Aarón:/ eterna es su misericordia.
Éste es el día en que actuó el Señor:/ sea nuestra alegría y nuestro gozo./ Señor, danos la salvación;/ Señor, danos prosperidad.
Digan los fieles del Señor:/ eterna es su misericordia. En el peligro grité al Señor,/ y me escuchó, poniéndome a salvo. El Señor está conmigo: no temo;/ ¿qué podrá hacerme el hombre? El Señor está conmigo y me auxilia,/ veré la derrota de mis adversarios. Mejor es refugiarse en el Señor/ que fiarse de los hombres,/ mejor es refugiarse en el Señor/ que confiar en los magnates. Todos los pueblos me rodeaban,/ en el nombre del Señor los rechacé; / me rodeaban cerrando el cerco,/ en el nombre del Señor los rechacé;/ me rodeaban como avispas,/ ardiendo como fuego en las zarzas,/ en el nombre del Señor los rechacé. Empujaban y empujaban para derribarme,/ pero el Señor me ayudó;/ el Señor es mi fuerza y mi energía,/ él es mi salvación. Escuchad: hay cantos de victoria/ en las tiendas de los justos:/ «La diestra del Señor es poderosa,/ la diestra del Señor es excelsa,/ la diestra del Señor es poderosa». No he de morir, viviré/ para contar las hazañas del Señor./ Me castigó, me castigó el Señor,/ pero no me entregó a la muerte. Abridme las puertas del triunfo,/ y entraré para dar gracias al Señor. Ésta es la puerta del Señor:/ los vencedores entrarán por ella. Te doy gracias porque me escuchaste/ y fuiste mi salvación. La piedra que desecharon los arquitectos/ es ahora la piedra angular./ Es el Señor quien lo ha hecho,/ ha sido un milagro patente.
Bendito el que viene en nombre del Señor,/ os bendecimos desde la casa del Señor;/ el Señor es Dios: él nos ilumina. Ordenad una procesión con ramos/ hasta los ángulos del altar. Tú eres mi Dios, te doy gracias;/ Dios mío, yo te ensalzo. Dad gracias al Señor porque es bueno, porque es eterna su misericordia. Gloria y antífona 1 Antífona 2 - Capaz eres, Señor, de liberarnos de la mano del poderoso; líbranos, Señor, Dios nuestro.
Cántico
Dn 3, 52-57
Bendito eres, Señor, Dios de nuestros padres:/ a ti gloria y alabanza por los siglos. Bendito tu nombre, santo y glorioso:/ a él gloria y alabanza por los siglos. Bendito eres en el templo de tu santa gloria:/ a ti gloria y alabanza por los siglos. Bendito eres sobre el trono de tu reino:/ a ti gloria y alabanza por los siglos. Bendito eres tú, que sentado sobre querubines/ sondeas los abismos:/ a ti gloria y alabanza por los siglos. Bendito eres en la bóveda del cielo:/ a ti honor y alabanza por los siglos. Creaturas todas del Señor, bendecid al Señor/ ensalzadlo con himnos por los siglos. Gloria y antífona 2 Antífona 3 - Alabad al Señor por sus obras magníficas.
Salmo 150 Alabad al Señor en su templo,/ alabadlo en su augusto firmamento.
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30 de Marzo - IV Domingo de Cuaresma /A
Alabadlo por sus obras magníficas,/ alabadlo por su inmensa grandeza.
infinita, y elevemos a él nuestra oración por medio de Jesucristo, que está siempre vivo para interceder en favor nuestro; digámosle: Enciende, Señor, en nosotros la llama de tu amor.
Alabadlo tocando trompetas,/ alabadlo con arpas y cítaras, alabadlo con tambores y danzas,/ alabadlo con trompas y flautas, alabadlo con platillos sonoros,/ alabadlo con platillos vibrantes. Todo ser que alienta, alabe al Señor. Gloria y antífona 3
Lectura breve
Ne 8, 9. 10
Este día está consagrado al Señor vuestro Dios; no hagáis duelo ni lloréis. No estéis tristes: la alegría del Señor es vuestra fortaleza.
Responsorio breve V Cristo, Hijo del Dios vivo, ten piedad de nosotros. R Cristo, Hijo del Dios vivo, ten piedad de nosotros. V Tu que fuiste triturado por nuestros crímenes. R Ten piedad de nosotros.
Dios de misericordia, haz que hoy nos entreguemos generosamente a las obras de amor al prójimo, * para que tu misericordia, a través de nosotros, llegue a todos los hombres. Tú que en el arca salvaste a Noé de las aguas del diluvio, * salva por el agua del bautismo a los catecúmenos. Concédenos vivir no sólo de pan, * sino de toda palabra que sale de tu boca. Haz que, con tu ayuda, venzamos toda disensión * y podamos gozarnos en el don de tu paz y de tu amor. (Se pueden añadir algunas intenciones libres)
Invoquemos a Dios Padre con la oración que nos enseñó: Padre nuestro.
Oración
Cántico de Zacarías, pág. 4
Señor Dios, que por tu Palabra hecha carne has reconciliado contigo admirablemente al género humano, haz que el pueblo cristiano se apreste a celebrar las próximas fiestas pascuales con una fe viva y con una entrega generosa. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.
Preces
V El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna. R Amén.
V Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. R Cristo, Hijo del Dios vivo, ten piedad de nosotros. Antífona: Nadie, a no ser Cristo, el Hijo de Dios, ha dado la vista a un ciego de nacimiento.
Conclusión
Glorifiquemos a Dios, cuya bondad es
Oración de la Tarde - II Vísperas
Invitación: Un símbolo pascual es el de la serpiente que Moisés levantó en el desierto, que es el mundo, Jesús sigue levantado en la cruz, como signo supremo de amor y de entrega por salvar a la humanidad. Y como signo de la nueva persona, llena de la vida de Jesús resucitado, liberada de toda forma de humillación y esclavitud.
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30 de Marzo - IV Domingo de Cuaresma /A
Invocación inicial
V Dios mío, ven en mi auxilio. R Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Himno, II Vísperas, pág. 7 Antífona 1 - Él ha sido constituido por Dios juez de vivos y muertos.
Salmo 109, 1-5. 7
Oráculo del Señor a mi Señor:/ «Siéntate a mi derecha,/ y haré de tus enemigos/ estrado de tus pies». Desde Sión extenderá el Señor/ el poder de tu cetro:/ somete en la batalla a tus enemigos. «Eres príncipe desde el día de tu nacimiento,/ entre esplendores sagrados;/ yo mismo te engendré, como rocío,/ antes de la aurora». El Señor lo ha jurado y no se arrepiente:/ «Tú eres sacerdote eterno/ según el rito de Melquisedec». El Señor a tu derecha, el día de su ira,/ quebrantará a los reyes. En su camino beberá del torrente,/ por eso levantará la cabeza. Gloria y antífona 1 Antífona 2 - Dichoso el que se apiada por amor del Señor: su recuerdo será perpetuo.
Salmo 111
Dichoso quien teme al Señor/ y ama de corazón sus mandatos./ Su linaje será poderoso en la tierra,/ la descendencia del justo será bendita. En su casa habrá riquezas y abundancia,/ su caridad es constante, sin falta./ En las tinieblas brilla como una luz/ el que es justo, clemente y compasivo. Dichoso el que se apiada y presta,/ y administra rectamente sus asuntos./ El justo jamás vacilará,/ su recuerdo será perpetuo.
No temerá las malas noticias,/ su corazón está firme en el Señor./ Su corazón está seguro, sin temor,/ hasta que vea derrotados a sus enemigos. Reparte limosna a los pobres;/ su caridad es constante, sin falta,/ y alzará la frente con dignidad. El malvado, al verlo, se irritará,/ rechinará los dientes hasta consumirse./ La ambición del malvado fracasará. Gloria y antífona 2 Antífona 3 - Lo que Dios había dicho por los profetas, que su Mesías tenía que padecer, lo ha cumplido.
Cántico
1Pe 2, 21b-24
Cristo padeció por nosotros,/ dejándonos un ejemplo/ para que sigamos sus huellas. Él no cometió pecado/ ni encontraron engaño en su boca;/ cuando le insultaban,/ no devolvía el insulto;/ en su pasión no profería amenazas;/ al contrario,/ se ponía en manos del que juzga justamente. Cargado con nuestros pecados subió al leño,/ para que, muertos al pecado,/ vivamos para la justicia./ Sus heridas nos han curado. Gloria y antífona 3
Lectura breve
1Co 9, 24-25
Los atletas que corren en el estadio corren todos, pero uno solo consigue el premio. Corred como él, para conseguirlo. Todo atleta se impone moderación en todas sus cosas. Ellos lo hacen para alcanzar una corona que se marchita; nosotros una que no se ha de marchitar jamás.
Responsorio breve
V Escúchanos, Señor, y ten piedad, porque hemos pecado contra ti. R Escúchanos, Señor, y ten piedad, porque hemos pecado contra ti. V Cristo, oye los ruegos de los que te suplicamos.
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30 de Marzo - Domingo - Oración de la Noche - Completas
R Porque hemos pecado contra ti. V Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. R Escúchanos, Señor, y ten piedad, porque hemos pecado contra ti.
Cántico de la Sma. Vg. Mª, pág. 4 Antífona: He lavado mis ojos en la fuente< Ahora veo, Señor, y creo en ti. Preces Demos siempre gracias a Cristo, nuestra cabeza y nuestro maestro, que vino a servir y a hacer el bien a todos, y digámosle humilde y confiadamente: Atiende, Señor, a tu Iglesia. Asiste, Señor, a los obispos y presbíteros de la Iglesia y haz que cumplan bien su misión de ser instrumentos tuyos, cabeza y pastor de la Iglesia, * para que por medio de ti conduzcan a todos los hombres al Padre. Que tus ángeles sean compañeros de camino de los que están de viaje, * para que se vean libres de todo peligro de cuerpo y de alma. Enséñanos, Señor, a servir a todos los
hombres, * imitándote a ti, que viniste a servir y no a ser servido. Haz que en toda comunidad humana reine un espíritu fraternal, * para que, estando tú en medio de ella, sea como una plaza fuerte. (Se pueden añadir algunas intenciones libres)
Sé misericordioso, Señor, con todos los difuntos * y admítelos a contemplar la luz de tu rostro. Unidos fraternalmente, dirijamos al Padre nuestra oración común: Padre nuestro.
Oración
Señor Dios, que por tu Palabra hecha carne has reconciliado contigo admirablemente al género humano, haz que el pueblo cristiano se apreste a celebrar las próximas fiestas pascuales con una fe viva y con una entrega generosa. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.
Conclusión
V El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna. R Amén.
Oración de la Noche - Completas
Invitación: Concluimos este día del Señor, con un canto de alabanza y de acción de gracias. Tenemos una buena noticia: “Estamos salvados”. Pero no por mérito propio, sino por un don gratuito de Dios; tampoco por las obras, para que nadie se gloríe” (Ef 2,8-9). El testimonio de personas salvadas por la gracia de Dios, es la mejor manera de darle gracias por esta maravilla de su amor. (Completas: Textos comunes, ver pág. 8 y propios del Domingo, II Vísperas, 13)
LA PALABRA SE HACE ORACIÓN
Lectura: Jn 9,1-41 Sáname, Señor, de mis cegueras, tú que eres llama encendida, Lucero de la mañana, Estrella desconocida, en este mundo en tinieblas, que a tientas gira y gira. Alumbra sendas y caminos, al que tropieza y vacila, a los que han perdido el norte, cazados en la mentira, y se golpean contra el muro, por encontrar la salida. Eres Faro de todos los puertos, la Lámpara en la cocina; Fuego en todos los hogares, donde el amor agoniza.
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31 de Marzo - Lunes, IV Sem. de Cuaresma
Por siempre tú eres mi Luz, Alba de todos mis días, Lucero entre dos luces, Fuego en mis noches frías. Estrella, Lucero, Faro, no te apagues por favor, que se me eclipsa la vida. P. Antonio Danoz, redentorista
31 de Marzo - Lunes, IV Sem. de Cuaresma Oración de la Mañana - Laudes
Invitación: El profeta Ezequiel presenta la figura del templo, del que brotan ríos de agua en todas direcciones. Los árboles que se encuentran en los márgenes de esos ríos dan cosechas abundantes. El templo del que manan los torrentes de agua, los ríos caudalosos, los árboles exuberantes de frutos, son el símbolo de la renovación total del pueblo de Dios y de cada persona. Alimentémonos de las fuentes de la gracia, que manan de Jesús resucitado, para dar frutos abundantes, de amor, de justicia y santidad.
Invocación inicial
hierba que se renueva:/ que florece y se renueva por la mañana,/ y por la tarde la siegan y se seca.
En forma opcional se dice luego el salmo 94, ver pág. 3, con la antífona siguiente:
¡Cómo nos ha consumido tu cólera/ y nos ha trastornado tu indignación!/ Pusiste nuestras culpas ante ti,/ nuestros secretos ante la luz de tu mirada:/ y todos nuestros días pasaron bajo tu cólera,/ y nuestros años se acabaron como un suspiro.
V Señor, abre mis labios. R Y mi boca proclamará tu alabanza.
Antífona (para el salmo invitatorio):
A Cristo, el Señor, que por nosotros fue tentado y por nosotros murió, venid, adorémosle.
Himno, Feria de Cuaresma, pág. 7 Antífona 1 - Por la mañana sácianos de tu misericordia, Señor.
Salmo 89 Señor, tú has sido nuestro refugio/ de generación en generación. Antes que naciesen los montes/ o fuera engendrado el orbe de la tierra,/ desde siempre y por siempre tú eres Dios. Tú reduces el hombre a polvo, diciendo:/ «Retornad, hijos de Adán»./ Mil años en tu presencia/ son un ayer, que pasó;/ una vigilia nocturna. Los siembras año por año,/ como
Aunque uno viva setenta años,/ y el más robusto hasta ochenta,/ la mayor parte son fatiga inútil,/ porque pasan aprisa y vuelan. ¿Quién conoce la vehemencia de tu ira,/ quién ha sentido el peso de tu cólera?/ Enséñanos a calcular nuestros años,/ para que adquiramos un corazón sensato. Vuélvete, Señor, ¿hasta cuándo?/ Ten compasión de tus siervos;/ por la mañana sácianos de tu misericordia,/ y toda nuestra vida será alegría y júbilo. Danos alegría, por los días en que nos afligiste,/ por los años en que sufrimos
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31 de Marzo - Lunes, IV Sem. de Cuaresma
desdichas./ Que tus siervos vean tu acción,/ y sus hijos tu gloria. Baje a nosotros la bondad del Señor/ y haga prósperas las obras de nuestras manos. Gloria y antífona 1 Antífona 2 - Llegue la alabanza del Señor hasta el confín de la tierra.
Cántico
Is 42, 10-16
Cantad al Señor un cántico nuevo,/ llegue su alabanza hasta el confín de la tierra;/ muja el mar y lo que contiene,/ las islas y sus habitantes; alégrese el desierto con sus tiendas,/ los cercados que habita Cadar;/ exulten los habitantes de Petra,/ clamen desde la cumbre de las montañas; /den gloria al Señor, / anuncien su alabanza en las islas. El Señor sale como un héroe,/ excita su ardor como un guerrero,/ lanza el alarido,/ mostrándose valiente frente al enemigo. «Desde antiguo guardé silencio,/ me callaba y aguantaba;/ mas ahora grito como la mujer cuando da a luz, / jadeo y resuello. Agostaré montes y collados,/ secaré toda su hierba,/ convertiré los ríos en yermo, /desecaré los estanques; / conduciré a los ciegos/ por el c-mino que no conocen,/ los guiaré por senderos que ignoran./ Ante ellos convertiré la tiniebla en luz,/ lo escabroso en llano». Gloria y antífona 2 Antífona 3 - Alabad el nombre del Señor, los que estáis en la casa del Señor.
Salmo 134, 1-12
Alabad el nombre del Señor,/ alabadlo, siervos del Señor,/ que estáis en la casa del Señor,/ en los atrios de la casa de nuestro Dios. Alabad al Señor porque es bueno,/ tañed para su nombre, que es amable./ Porque él se escogió a Jacob,/ a Israel en posesión suya.
Yo sé que el Señor es grande,/ nuestro dueño más que todos los dioses./ El Señor todo lo que quiere lo hace: /en el cielo y en la tierra,/ en los mares y en los océanos. Hace subir las nubes desde el horizonte,/ con los relámpagos desata la lluvia,/ suelta a los vientos de sus silos. Él hirió a los primogénitos de Egipto,/ desde los hombres hasta los animales./ Envió signos y prodigios/ —en medio de ti, Egipto—/ contra el Faraón y sus ministros. Hirió de muerte a pueblos numerosos,/ mató a reyes poderosos:/ a Sijón, rey de los amorreos;/ a Hog, rey de Basán,/ y a todos los reyes de Canaán./ Y dio su tierra en heredad, /en heredad a Israel, su pueblo. Gloria y antífona 3
Lectura breve
Ex 19, 4-6a
Vosotros habéis visto cómo os saqué sobre alas de águila y os traje hacia mí; ahora pues, si queréis obedecerme y guardar mi alianza, seréis mi especial propiedad entre todos los pueblos, pues mía es toda la tierra. Seréis para mí un reino de sacerdotes y una nación santa.
Responsorio breve
V Él me librará de la red del cazador. R Él me librará de la red del cazador. V Me cubrirá con su plumaje. R Él me librará de la red del cazador. V Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. R Él me librará de la red del cazador.
Cántico de Zacarías, pág. 4
Antífona: Había un funcionario de la corte que tenía un hijo enfermo en Cafarnaúm; y, habiéndose enterado de que Jesús había vuelto a Galilea, le pidió que bajase a curar a su hijo.
Preces Alabemos a Dios, nuestro Padre, que nos concede ofrecerle el sacrificio de
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alabanza cuaresmal, y supliquémosle, diciendo: Ilumínanos, Señor, con tu palabra.
los sencillos y los marginados, * y por no haber atendido a tu Hijo en estos hermanos nuestros.
Dios todopoderoso y compasivo, concédenos el espíritu de oración y de penitencia, * y danos un verdadero deseo de amarte a ti y a nuestros hermanos.
(Se pueden añadir algunas intenciones libres)
Concédenos ser constructores de tu reino, para que todas las cosas tengan a Cristo por cabeza * y abunde la justicia y la paz en toda la tierra. Haz que sepamos descubrir la bondad y hermosura de tu creación, * para que su belleza se haga alabanza en nuestros labios. Perdónanos por haber ignorado la presencia de Cristo en los pobres,
Impulsados por el Espíritu que nos hace clamar: «¡Padre!», invoquemos a nuestro Dios: Padre nuestro.
Oración Dios nuestro, que renuevas el mundo por medio de sacramentos divinos, haz que tu Iglesia progrese por la celebración de estos sacramentos de vida eterna y no permitas que le falten nunca los auxilios necesarios para su vida terrena. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.
Conclusión
V El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna. R Amén.
Oración de la Tarde - Vísperas
Invitación: El evangelio de Juan narra la sanación de un paralítico al lado de una piscina. Jesús pronunció un mensaje salvador: “Levántate y echa a andar” (Jn 5,8). No es una palabra mágica. Se trata de la fuerza sanadora que salía de la persona de Jesús. El paralítico somos hoy nosotros. Acerquémonos a Jesús para escuchar de sus labios:“Levántate y echa a andar”. Nos queda aún camino por recorrer hasta “levantarnos” con él en la mañana de Pascua.
Invocación inicial
V Dios mío, ven en mi auxilio. R Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Himno, Feria de Cuaresma, pág. 7 Antífona 1 - Dad gracias al Señor, porque es eterna su misericordia.
Salmo 135
I Dad gracias al Señor porque es bueno:/ porque es eterna su misericordia. Dad gracias al Dios de los dioses:/ porque es eterna su misericordia.
Dad gracias al Señor de los señores:/ porque es eterna su misericordia. Sólo él hizo grandes maravillas:/ porque es eterna su misericordia. Él hizo sabiamente los cielos:/ porque es eterna su misericordia. Él afianzó sobre las aguas la tierra:/ porque es eterna su misericordia. Él hizo lumbreras gigantes:/ porque es eterna su misericordia. El sol que gobierna el día:/ porque es eterna su misericordia. La luna que gobierna la noche: / porque es eterna su misericordia. Gloria y antífona 1
168 Antífona 2 - Grandes y maravillosas son tus obras, Señor, Dios omnipotente. II Él hirió a Egipto en sus primogénitos: / porque es eterna su misericordia. Y sacó a Israel de aquel país: /porque es eterna su misericordia. Con mano poderosa, con brazo extendido: /porque es eterna su misericordia. Él dividió en dos partes el mar Rojo: / porque es eterna su misericordia. Y condujo por en medio a Israel: / porque es eterna su misericordia. Arrojó en el mar Rojo al Faraón: / porque es eterna su misericordia. Guió por el desierto a su pueblo: / porque es eterna su misericordia. Él hirió a reyes famosos: /porque es eterna su misericordia. Dio muerte a reyes poderosos: / porque es eterna su misericordia. A Sijón, rey de los amorreos: /porque es eterna su misericordia. Y a Hog, rey de Basán: /porque es eterna su misericordia. Les dio su tierra en heredad: /porque es eterna su misericordia. En heredad a Israel su siervo: /porque es eterna su misericordia. En nuestra humillación se acordó de nosotros: /porque es eterna su misericordia. Y nos libró de nuestros opresores: / porque es eterna su misericordia. Él da alimento a todo viviente: /porque es eterna su misericordia. Dad gracias al Dios del cielo: /porque es eterna su misericordia. Gloria y antífona 2 Antífona 3 - Dios proyectó hacer que
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todas las cosas tuviesen a Cristo por cabeza, cuando llegase el momento culminante.
Cántico
Ef 1, 3-10
Bendito sea Dios,/ Padre de nuestro Señor Jesucristo, /que nos ha bendecido en la persona de Cristo/ con toda clase de bienes espirituales y celestiales. Él nos eligió en la persona de Cristo,/ antes de crear el mundo,/ para que fuésemos consagrados/ e irreprochables ante él por el amor. Él nos ha destinado en la persona de Cristo,/ por pura iniciativa suya,/ a ser sus hijos, /para que la gloria de su gracia,/ que tan generosamente nos ha concedido/ en su querido Hijo,/ redunde en alabanza suya. Por este Hijo, por su sangre,/ hemos recibido la redención,/ el perdón de los pecados./ El tesoro de su gracia, sabiduría y prudencia/ ha sido un derroche para con nosotros,/ dándonos a conocer el misterio de su voluntad. Éste es el plan/ que había proyectado realizar por Cristo /cuando llegase el momento culminante:/ hacer que todas las cosas tuviesen a Cristo/ por cabeza,/ las del cielo y las de la tierra. Gloria y antífona 3
Lectura breve
Rom 12, 1-2
Os exhorto, por la misericordia de Dios, a presentar vuestros cuerpos como hostia viva, santa, agradable a Dios; éste es vuestro culto razonable. Y no os ajustéis a este mundo, sino transformaos por la renovación de la mente, para que sepáis discernir lo que es la voluntad de Dios, lo bueno, lo que agrada, lo perfecto.
Responsorio breve
V Yo dije: «Señor, ten misericordia». R Yo dije: «Señor, ten misericordia». V Sáname, porque he pecado contra ti. R Señor, ten misericordia. V Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu
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Santo. R Yo dije: «Señor, ten misericordia».
Cántico de la Sma. Vg. Mª, pág. 4 Antífona: Comprobó el padre que en aquella misma hora le había dicho Jesús: «Tu hijo se encuentra bien»; creyó él y toda su casa. Preces Bendigamos a Dios, nuestro Padre, que por la palabra de su Hijo prometió escuchar la oración de los que se reúnen en su nombre, y, confiados en esta promesa, supliquémosle, diciendo: Escucha a tu pueblo, Señor. Señor, tú que en la montaña del Sinaí disteis conocer tu ley por medio de Moisés y la perfeccionaste luego por Cristo, * haz que todos los hombres descubran que tienen esta ley inscrita en el corazón y que la deben guardar para hacer efectiva la alianza que has hecho con ellos. Concede a los superiores fraternal solicitud hacia los que les han sido confiados, * y a los súbditos espíritu de obediente colaboración.
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Fortalece el espíritu y el corazón de los misioneros * y suscita en todas partes colaboradores de su obra. Que los niños crezcan en gracia y en edad, * y que los jóvenes se abran con sinceridad a tu amor. (Se pueden añadir algunas intenciones libres)
Acuérdate de nuestros hermanos que ya duermen el sueño de la paz * y dales parte en la vida eterna. Digamos a nuestro Padre, juntamente con Jesús, la oración que él nos enseñó: Padre nuestro.
Oración Dios nuestro, que renuevas el mundo por medio de sacramentos divinos, haz que tu Iglesia progrese por la celebración de estos sacramentos de vida eterna y no permitas que le falten nunca los auxilios necesarios para su vida terrena. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.
Conclusión
V El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna. R Amén.
Oración de la Noche - Completas
Invitación: En este tiempo de oración nos encontramos con Jesús en este espacio reservado a la oración. Jesús nos dirige la advertencia que hizo al paralítico: “Mira, estás sanado. No vuelvas a pecar, no te vaya a suceder algo peor” (Jn 5,14). Toda la Cuaresma es un proceso de sanación. Jesús nos sana para que no volvamos a la situación de tullidos, que nos incapacita para seguirlo. (Completas: Textos comunes, ver pág. 8 y propios del Lunes, 15)
LA PALABRA SE HACE ORACIÓN
Lectura: Jn 8,1-11 Los letrados y fariseos, juristas consumados, habían celebrado el juicio. Pronunciaron sentencia contra mujer adúltera, con la ley de Moisés en la mano: “Debe ser lapidada”. Somos, Señor, expertos en crear tribunales de justicia, en elaborar expedientes, en pronunciar sentencias. En nuestros tribunales suena con acento solemne:“Yo te condeno”. Tú, Señor, que eres Juez de jueces, pronuncias la primera sentencia:
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“El que esté sin pecado, que tire la primera piedra”. Usted es su juez. Pronuncia la sentencia. Tú, Señor, que dejaste consignado en tus códigos: “¡Felices los misericordiosos, que alcanzarán misericordia!”, ponen nuestros labios la sentencia verdadera: “Vete en paz y no peques, tampoco yo te condeno”. P. Antonio Danoz, redentorista
CUARESMA La Iglesia, durante el tiempo de cuaresma nos invita a realizar y reflexionar sobre nuestra vida a la luz de la palabra para prepararnos a la Semana Santa. La duración de la Cuaresma está marcada por la simbología del número cuarenta. La Biblia nos narra varios acontecimientos trascendentales en el camino de salvación: Cuarenta días del diluvio, cuarenta años de la marcha del pueblo judío por el desierto, cuarenta días que duraron Moisés y Elías en la montaña, cuarenta días que pasó Jesús en el desierto antes de comenzar su vida pública Cuaresma nos invita a vivir un camino hacia Jesucristo, escuchando la Palabra de Dios, orando, compartiendo con el prójimo y haciendo obras buenas. Por ello, la Cuaresma es el tiempo del perdón y de la reconciliación fraterna. Recordemos cuatro aspectos en los cuales podemos trabajar para que hagamos un camino de conversión y santificación de nuestras vidas: oración, penitencia, ayuno y limosna, cada uno de estos aspectos debe ayudar a nuestro corazón a ser más sensible y abierto a las necesidades de nuestros hermanos y encaminarnos a la verdadera conversión para seguir las huellas de Cristo. Una de las maneras más bellas para prepararnos para la semana santa, es acompañar a Jesús en el camino de la cruz, símbolo de perdón, reconciliación y de victoria de Cristo sobre el pecado y la muerte, recordemos que la cruz es fundamental y paso obligado para llegar a la resurrección. Acompañemos a Cristo paso a paso con el vía crucis con la confianza que también resucitaremos con él.
¿QUÉ ES EL VÍA CRUCIS? Es la meditación de los momentos y sufrimientos vividos por Jesús desde el momento que lo condenaron a muerte, terminando con el gozo y el júbilo de la resurrección. Viacrucis significa “camino de la cruz”. Al rezarlo, recordamos con amor y agradecimiento lo que
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Jesús sufrió para darnos la salvación y el perdón de nuestros pecados. El viacrucis representa el camino con 15 momentos que vivió Jesús durante el camino al Gólgota, que llamamos “estaciones”. Carguemos también con nuestra cruz diaria confiados que Cristo va a nuestro lado fortaleciéndonos y protegiéndonos en cada momento de nuestra vida.
¿CÓMO SE REZA EL VÍA CRUCIS? Oraciones iniciales Por la señal, de la Santa Cruz de nuestros enemigos líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. Acto de Contrición Jesús, mi Señor y Redentor, yo me arrepiento de todos los pecados que he cometido hasta hoy, y me pesa de todo corazón, porque con ellos ofendí a un Dios tan bueno. Propongo firmemente no volver a pecar y confío que por tu infinita misericordia me has de conceder el perdón de mis culpas y me has de llevar a la vida eterna. Amén. Alma de Cristo, santifícame. Cuerpo de Cristo, sálvame. Sangre de Cristo, embriágame. Agua del costado de Cristo, lávame. Pasión de Cristo, confórtame. Oh buen Jesús, óyeme. Dentro de tus llagas, escóndeme. No permitas que me aparte de Ti. Del maligno enemigo, defiéndeme. En la hora de mi muerte, llámame y mándame ir a Ti, para que con tus santos te alabe, por los siglos de los siglos. Amén. 1ª ESTACIÓN: JESÚS SENTENCIADO A MUERTE V. Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos. R. Pues por tu santa cruz redimiste al mundo. Condenado por los mismos que te habían aclamado y seguido por los milagros que hacías. Callas porque el camino de la cruz es nuestra salvación. Nosotros huimos de ser reprochados y de toda crítica, pero cuando vivimos esas realidades nos sobre saltamos y reaccionamos inmediatamente. Dame, Señor, la paciencia y la fortaleza para soportar toda adversidad para poder imitarte, a ti en el Silencio. ¡Ayúdame! Señor, pequé, ten piedad y misericordia de mí. Se reza a continuación un Padrenuestro, Avemaría y Gloria.
Bendita y alabada sea la pasión y muerte de nuestro Señor Jesucristo y los dolores de su santísima Madre, triste y afligida al pie de la cruz. Amén, Jesús.
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2ª ESTACIÓN: JESÚS CARGADO CON LA CRUZ V. Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos. R. Pues por tu santa cruz redimiste al mundo. Que comprenda, Señor, el valor de la cruz, de mis pequeñas cruces de cada día, de mis achaques, de mis dolencias, de mi soledad. Ayúdame a convertir en ofrenda amorosa, en reparación por mi vida y ser solidario con mis hermanos, aceptando mi cruz de cada día. Señor, pequé, ten piedad y misericordia de mí. Se reza a continuación un Padrenuestro, Avemaría y Gloria.
Bendita y alabada sea la pasión y muerte de nuestro Señor Jesucristo y los dolores de su santísima Madre, triste y afligida al pie de la cruz. Amén, Jesús. 3ª ESTACIÓN: JESÚS CAE, POR PRIMERA VEZ, BAJO EL PESO DE LA CRUZ V. Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos. R. Pues por tu santa cruz redimiste al mundo. Tú caes, Señor, para redimirme. Para ayudarme a levantarme en mis caídas diarias, cuando después de haberme propuesto ser fiel, he vuelvo a reincidir en mis defectos cotidianos. ¡Ayúdame a levantarme siempre y a seguir mi camino hacia ti! Señor, pequé, ten piedad y misericordia de mí. Se reza a continuación un Padrenuestro, Avemaría y Gloria.
Bendita y alabada sea la pasión y muerte de nuestro Señor Jesucristo y los dolores de su santísima Madre, triste y afligida al pie de la cruz. Amén, Jesús. 4ª ESTACIÓN: ENCUENTRO CON LA VIRGEN V. Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos. R. Pues por tu santa cruz redimiste al mundo. Haz Señor, que me encuentre al lado de la virgen María en todos los momentos de mi vida. Con ella, apoyándome en su cariño maternal, tengo la seguridad de llegar a ti en el último día de mi existencia. ¡Ayúdame Madre! Señor, pequé, ten piedad y misericordia de mí. Se reza a continuación un Padrenuestro, Avemaría y Gloria.
Bendita y alabada sea la pasión y muerte de nuestro Señor Jesucristo y los dolores de su santísima Madre, triste y afligida al pie de la cruz. Amén, Jesús.
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5ª ESTACIÓN: EL CIRINEO AYUDA AL SEÑOR A LLEVAR LA CRUZ V. Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos. R. Pues por tu santa cruz redimiste al mundo. Cada uno de nosotros tenemos nuestra vocación, hemos venido al mundo para algo concreto, para realizarnos de una manera particular siendo compañeros de camino con todos y sintiéndonos hermanos. ¿Cuál es la mía y cómo la llevo a cabo? Ser Cirineo de los demás, ayudar a todos sin temor y confiado en ti. Señor, pequé, ten piedad y misericordia de mí. Se reza a continuación un Padrenuestro, Avemaría y Gloria.
Bendita y alabada sea la pasión y muerte de nuestro Señor Jesucristo y los dolores de su santísima Madre, triste y afligida al pie de la cruz. Amén, Jesús. 6ª ESTACIÓN: LA VERÓNICA ENJUGA EL ROSTRO DE JESÚS V. Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos. R. Pues por tu santa cruz redimiste al mundo. La Verónica fue una mujer valiente, decidida, que se acercó a ti cuando todos te abandonaron. Yo, Señor, te abandono cuando me dejo llevar por el “qué dirán”, del respeto humano, cuando no me atrevo a defender al prójimo ausente, cuando no me atrevo a replicar una broma que ridiculiza a los que tratan de acercarse a ti. Y en muchas otras ocasiones. Ayúdame a no dejarme llevar por el respeto humano, por el “qué dirán”. Señor, pequé, ten piedad y misericordia de mí. Se reza a continuación un Padrenuestro, Avemaría y Gloria.
Bendita y alabada sea la pasión y muerte de nuestro Señor Jesucristo y los dolores de su santísima Madre, triste y afligida al pie de la cruz. Amén, Jesús. 7ª ESTACIÓN: SEGUNDA CAÍDA EN EL CAMINO DE LA CRUZ V. Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos. R. Pues por tu santa cruz redimiste al mundo. Caes, Señor, por segunda vez. El Vía Crucis nos señala tres caídas en tu caminar hacia el Calvario. Caes delante de todos... ¿Cuándo aprenderé a no temer el quedar mal ante los demás, por un error, por una equivocación? Ayúdame a reconocer mis pecados y a buscar mecanismos que me aparten de todo mal para no ofenderte más. Señor, pequé, ten piedad y misericordia de mí. Se reza a continuación un Padrenuestro, Avemaría y Gloria.
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Bendita y alabada sea la pasión y muerte de nuestro Señor Jesucristo y los dolores de su santísima Madre, triste y afligida al pie de la cruz. Amén, Jesús. 8ª ESTACIÓN: JESÚS CONSUELA A LAS HIJAS DE JERUSALÉN V. Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos. R. Pues por tu santa cruz redimiste al mundo. Tú, consuelas a todos los que sufren y viven angustiados. En el camino te encontramos en muchas personas que necesitan de nuestra solidaridad y mano amiga, pero no prestamos atención. Debería llorar por mi falta de correspondencia y generosidad ante los problemas de mis hermanos Dame profunda gratitud y correspondencia a tu misericordia. Señor, pequé, ten piedad y misericordia de mí. Se reza a continuación un Padrenuestro, Avemaría y Gloria.
Bendita y alabada sea la pasión y muerte de nuestro Señor Jesucristo y los dolores de su santísima Madre, triste y afligida al pie de la cruz. Amén, Jesús. 9ª ESTACIÓN: JESÚS CAE POR TERCERA VEZ V. Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos. R. Pues por tu santa cruz redimiste al mundo. Más cerca del suplicio y de la muerte. Más agotado, más falto de fuerzas. Caes desfallecido, Señor. Yo digo que me pesan los años, que no soy el de antes, que me siento incapaz de seguir tu camino de perfección y desfallezco. Quiero, Señor, imitarte en esta tercera caída y haz que mi desfallecimiento no sean motivo para abandonar mi lucha para ser mejor persona. Señor, pequé, ten piedad y misericordia de mí. Se reza a continuación un Padrenuestro, Avemaría y Gloria.
Bendita y alabada sea la pasión y muerte de nuestro Señor Jesucristo y los dolores de su santísima Madre, triste y afligida al pie de la cruz. Amén, Jesús. 10ª ESTACIÓN: JESÚS DESPOJADO DE SUS VESTIDURAS V. Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos. R. Pues por tu santa cruz redimiste al mundo. Arrancan tus vestiduras, adheridas a ti por la sangre de tus heridas. A infinita distancia de tu dolor, yo he sentido, a veces, cómo algo se arrancaba dolorosamente de mí por la pérdida de mis seres queridos. Que yo sepa ofrecerte el recuerdo de las separaciones que me desgarraron, uniéndome a tu pasión y esforzándome en consolar a los que sufren, huyendo de mi propio egoísmo. Señor, pequé, ten piedad y misericordia de mí. Se reza a continuación un Padrenuestro, Avemaría y Gloria.
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Bendita y alabada sea la pasión y muerte de nuestro Señor Jesucristo y los dolores de su santísima Madre, triste y afligida al pie de la cruz. Amén, Jesús. 11ª ESTACIÓN: JESÚS CLAVADO EN LA CRUZ V. Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos. R. Pues por tu santa cruz redimiste al mundo. Señor, que disminuya mis limitaciones con tu gracia y así pueda ayudar a mis hermanos. Que mis acciones no debiliten tu amor y tu misericordia. No quiero causarte más sufrimiento ni clavarte más a la cruz. Perdón señor y dame tu amor para amar a todos sin esperar recompensa. Señor, pequé, ten piedad y misericordia de mí. Se reza a continuación un Padrenuestro, Avemaría y Gloria.
Bendita y alabada sea la pasión y muerte de nuestro Señor Jesucristo y los dolores de su santísima Madre, triste y afligida al pie de la cruz. Amén, Jesús. 12ª ESTACIÓN: JESÚS MUERE EN LA CRUZ V. Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos. R. Pues por tu santa cruz redimiste al mundo. Te adoro, mi Señor, muerto en la Cruz por Salvarme. Te adoro y beso tus llagas, las heridas de los clavos, la lanzada del costado... ¡Gracias, Señor, gracias! Has muerto por salvarme, deseo y anhelo responder a tu amor con amor, cumplir tu Voluntad, trabajar por mi salvación, ayudado de tu gracia, trabajando con ahínco por la salvación de mis hermanos. Señor, pequé, ten piedad y misericordia de mí. Se reza a continuación un Padrenuestro, Avemaría y Gloria.
Bendita y alabada sea la pasión y muerte de nuestro Señor Jesucristo y los dolores de su santísima Madre, triste y afligida al pie de la cruz. Amén, Jesús. 13ª ESTACIÓN: JESÚS EN BRAZOS DE SU MADRE V. Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos. R. Pues por tu santa cruz redimiste al mundo. Déjame estar a tu lado y en tus brazos Madre, especialmente en los momentos de dolor incomparable; quiero sentir tus manos maternales y tu amor, intercede por mí ante tu Hijo para ser perdonado y sanado de mis dolores. ¡Mírame con compasión, no me dejes, Madre mía! Señor, pequé, ten piedad y misericordia de mí. Se reza a continuación un Padrenuestro, Avemaría y Gloria.
Bendita y alabada sea la pasión y muerte de nuestro Señor Jesucristo y los dolores de su santísima Madre, triste y afligida al pie de la cruz. Amén, Jesús.
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14ª ESTACIÓN: EL CADÁVER DE JESÚS PUESTO EN EL SEPULCRO V. Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos. R. Pues por tu santa cruz redimiste al mundo. Todo ha terminado para los que causaron tu muerte, pero no para nosotros que tenemos esperanza en ti enséñame a ver lo transitorio y pasajero, a la luz de lo que perdura. Y que esa luz ilumine todos mis actos. La oscuridad siempre será vencida por la luz de tu vida señor mío que vives por los siglos Señor, pequé, ten piedad y misericordia de mí. Se reza a continuación un Padrenuestro, Avemaría y Gloria.
Bendita y alabada sea la pasión y muerte de nuestro Señor Jesucristo y los dolores de su santísima Madre, triste y afligida al pie de la cruz. Amén, Jesús. 15ª ESTACIÓN: JESÚS RESUCITA V. Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos. R. Pues por tu santa cruz redimiste al mundo. ¿Por qué buscáis entre los muertos al que está vivo? No está aquí, ha resucitado (Lc 24,5-6). Unas piadosas mujeres fueron al sepulcro de Jesús muy temprano. El anuncio de la resurrección convierte su tristeza en alegría. Jesús está vivo y nosotros vivimos en Él para siempre. La resurrección de Cristo inaugura para la humanidad una renovada primavera de esperanza. Cristo resucita y vence las tinieblas y la muerte. Señor, pequé, ten piedad y misericordia de mí. Se reza a continuación un Padrenuestro, Avemaría y Gloria.
Bendita y alabada sea la pasión y muerte de nuestro Señor Jesucristo y los dolores de su santísima Madre, triste y afligida al pie de la cruz. Amén, Jesús. Jesús, enséñame a mantener siempre la esperanza. ORACIÓN FINAL Te suplico, Señor, que me concedas, por intercesión de tu Madre la Virgen, que cada vez que medite tu Pasión, quede grabado en mí con marca de actualidad constante, lo que Tú has hecho por mí y tus constantes beneficios. Haz, Señor, que me acompañe, durante toda mi vida, un agradecimiento inmenso a tu Bondad. Amén. Virgen Santísima de los Dolores, mírame cargando la cruz de mi sufrimiento; acompáñame como acompañaste a tu Hijo Jesús en el camino del Calvario; eres mi Madre y te necesito. Ayúdame a sufrir con amor y esperanza para que mi dolor sea dolor redentor que en las manos de Dios se convierta en un gran bien para la salvación de las almas. Amén.