Año XLVI - Domingo III de Cuaresma /C - 3 de Marzo de 2013
ACÉRCATE A LA LLAMA
Remesa II - Nº 16
L
a cuaresma es tiempo de caminar a pie descalzo, de abrir los ojos a la llama de Dios, de escuchar y de asumir la invitación misionera del Señor. Sólo así se vive una verdadera conversión y se asume en serio el camino de Jesús. Moisés, por ejemplo, se descalza los pies, se acerca al fuego y entra en tierra sagrada, en espacio de revelación. Siente que el Dios de los padres, el “Yo Soy”, lo llama y le revela el dolor de su corazón por la opresión de Israel: “He oído el llanto de mi pueblo y quiero liberarlo”. Moisés escucha en silencio el clamor de Dios y compromete su vida ante su voz. Y en el “aquí estoy” comienza su cuaresma profética de liberación. El Yo Soy del Horeb es ahora el Verbo encarnado. Él es la palabra y el fuego de Dios por los caminos de Galilea. Arrebatado por el Espíritu y encendida la voz proclama el momento de la salvación: “Conviértanse. Está cerca el reino de Dios. Crean la buena noticia. Si no se convierten, todos pereceY esas dieciocho personas que rán de la misma manera”. Está claro el mensaje: La Cuaresma es fueron aplastadas por la Torre de Siloé que se derrumbó. tiempo de romper amarras y de salir en ¿Creen ustedes que eran más busca de Jesús para escuchar su voz. Es culpables que los demás habitiempo de arrancar raíces viejas del yo tantes de Jerusalén? (Lc 13,4) pecador y nacer como árbol nuevo del Señor. Es tiempo de quemar archivos de pecado y de abrirse al evangelio de la salvación. Es verdad que “el Señor es compasivo y misericordioso”, pero no por eso, tenemos derecho a ignorar su clamor. ¿De qué tienes que descalzarte para acercarte al Señor? ¿Qué frutos de conversión te pide el Señor en esta cuaresma? Piensa. Ora. Y decide. Si en esta cuaresma, Dios te habla y enciende su fuego en tu corazón, acércate a la llama, déjate iluminar y convierte tu vida ante su clamor. Antonio Gracia, pasionista El Señor es compasivo y misericordioso (Sal 102)