Año XLVI - Domingo - Nuestro Señor Jesucristo Rey del Universo, S - 25 de Noviembre de 2012
VENGA A NOSOTROS TU REINO
Remesa VII - Nº 56
E
n la plenitud de los tiempos, el Verbo de Dios se encarna en Jesús. Su presencia revela el evangelio del Reino del Padre. El señorío de Dios en Jesús adquiere su clamor definitivo, en el trono de la cruz. Despojado de categoría divina y de dignidad humana, el maldito de la cruz, levanta el estandarte de reinado de Dios. Pero todo tiene un camino. En la tarea de construir ese Reino, Jesús camina de pueblo en pueblo, trabaja día y noche, sana enfermos, resucita muertos, realiza signos sorprendentes aunque al final del camino, muera como un derrotado total. Pero cosa curiosa: mientras Pilato analiza argumentos de crucifixión, él afirma con rotundidad: ¡”Yo soy Rey! Yo para eso he venido al mundo. Todo el que es de la verdad, escucha mi voz”. Celebrar ¡a solemnidad de hoy, no es celebrar una fiesta de lujo en la Iglesia. Es reconocer en serio a Jesucristo como Rey de la verdad y de la vida, de la gracia y del amor, de la justicia y de la paz. Es volvió a entrar al palacio, llamó aclamarlo liberador de toda esclavitud Pilato a Jesús y le preguntó: “¿Eres tú el y explotación. Por lo tanto, ser discípulo Rey de los judíos?” (Jn 18,33). suyo implica seguir sus pasos, comprometerse con su causa y confesar su reino a toda hora. El reino de Dios padece violencia y sólo los comprometidos lo arrebatan y lo revelan. ¿Vives a Cristo como Rey de tu vida?¿Qué valores del reino vives con más intensidad? ¿Qué haces por la causa de su Reino? Recuerda que el señorío de Dios se revela, con todo su esplendor, en el árbol de la Cruz. Por eso ante el crucificado reza con fe: Venga a nosotros tu reino, Señor. Antonio Gracia, pasionista Día del Apostolado Seglar