Año XLV - Domingo, Solemnidad de la Natividad de San Juan Bautista - 24 de Junio de 2012
JUAN SERÁ SU NOMBRE
Remesa V - Nº 34
N
adie sabe al nacer el camino de su vida. Sólo Dios, desde nuestro modo de pensar, conoce a cada persona en concreto y lo acompaña en su trayectoria. La gracia que lo consagra desde su concepción es un abrazo del amor creador de Dios. Juan Bautista, cuya Natividad celebramos hoy, es un ser privilegiado desde el primer momento. Fruto de una bendición muy especial sobre Isabel, estéril desde su juventud, Juan aparece sobre el mundo, sobre quien su padre profetiza con solemnidad: “Y a ti niño te llamarán profeta del Altísimo, porque irás delante del Señor a preparar su camino”. Según los entendidos “la circunstancia de su nacimiento y de su ministerio le sitúan en línea con los grandes profetas del Antiguo Testamento. Sobre él confluyen las esperanzas mesiánicas de Israel”. Más adelante, cuando su figura hierática, aparezca junto al Jordán, su palabra será sincera y austera anunciando un bautismo de conversión. Es interesante cómo Dios, en este trenzado de la historia de la salvación, suscita a su debido tiempo, profetas de su reino. Y al deSu nombre será Juan cir profeta, no hablo de locutores de radio, (Lc 1,61). sino de testigos que con la palabra, la vida y la sangre denuncian con riesgo el pecado del mundo y anuncian la buena nueva de la salvación. Y conste que Juan no es historia del pasado. Ni relatos de Galilea, sino revelaciones actuales del Señor en el acontecer de los pueblos. Amigo. ¿Qué piensas de tu vida? ¿La consideras al servicio del reino de Dios? ¿Has pensado en serio que Dios te necesita como profeta de su Reino? ¿A quien tienes miedo? Vive tu vida como una profecía de Dios. Hoy día, como en todos los momentos de la historia, se necesitan profetas que con la palabra y el testimonio hagan presente el amor, la paz, la justicia y la verdad del Señor. Antonio Gracia, pasionista Te doy gracias, Señor, porque me has formado maravillosamente (Sal 138)