Año XLVII - Domingo VIII del Tiempo Ordinario /A - 2 de Marzo de 2014
Remesa II - Nº 14
E
QUE EL DINERO NO NOS GOBIERNE SINO QUE NOS SIRVA
sta frase es del papa Francisco. Pero él la ha sacado del Evangelio. Jesús nos dice: “No pueden servir a Dios y al dinero”. “Busquen el reinado de Dios y su justicia. Y todo lo demás se les dará por añadidura”. Jesús quiere que busquemos el reinado de Dios, un mundo sin homicidios, sin adulterios, sin robos, sin calumnias, sin engaños, sin envidias. Y todo lo demás se nos dará por añadidura. “Ya sabe su Padre del cielo que tienen necesidad de todo eso”. Jesús nos quiere dar confianza. El salmo insiste en esa confianza en Dios. “Sólo en Dios descansa mi alma. Porque de él viene mi salvación. Sólo Él es mi roca y mi salvación, mi alcázar. No vacilaré. Él es mi Fíjense en las aves del cielo: no esperanza. Mi refugio”. siembran, ni cosechan, no guardan Puede haber momentos en los que nos alimentos en graneros, y sin embargo, sintamos solos, abandonados. El pueblo el Padre del cielo, el Padre de ustedes, las alimenta (Mt 6,26) decía: “Me ha abandonado el Señor. Mi dueño me ha olvidado”. El profeta Isaías pone una comparación: “¿Puede una madre olvidarse de su criatura, no conmoverse por el hijo de sus entrañas? Pues aunque ella se olvide, yo no te olvidaré” Yo recuerdo una bodeguita en La Vega, en Caracas, que se llamaba: “Dios tarda, pero no olvida”. Es propio de los niños, que no tienen paciencia, querer las cosas inmediatamente. Es propio de los adultos tener paciencia. Que no quiere decir esperar sin hacer nada. Sino luchar por conseguir lo que se desea, y no abandonar la lucha hasta lograrlo. En estos días en la República Dominicana celebraban a su patrona, la Virgen de Altagracia. Pidámosle a Dios por su intercesión que el dinero no nos gobierne, sino que nos sirva. P. Jean Pierre Wyssembach, S.J. Sólo en Dios he puesto mi confianza (Sal 61)