Año XLVII - Domingo, Bautismo del Señor, F - 12 de Enero de 2014
Remesa I - Nº7
H
¿ESTAMOS A LA ORDEN?
oy es la fiesta del Bautismo del Señor. Recordamos aquel día en que Jesús se vino de Nazaret al Jordán y se puso en la fila de los pecadores a los que Juan bautizaba. Y nos podemos preguntar: Si Jesús no tenía pecados, ¿No estaba coleado en la cola de los pecadores? Hay dos clases de pecados: Los que nosotros cometemos Al salir del agua, una vez bautizado, se le personalmente y los que come- abrieron los cielos y vio al Espíritu de Dios ten los demás. Entre nosotros que descendía sobre él en forma de paloma hay una violencia familiar (Mt 3,13-17). cada 22 minutos, un asesinato cada 22 minutos, un robo de auto cada 19 minutos, un hurto cada 15 minutos, un delito cada 2 minutos. ¿Podemos decir que no tenemos nada que ver con eso? Jesús se arrepiente de los pecados de los demás. Es el Servidor del Señor que viene a promover el derecho, a implantar sus leyes. A ser luz de las naciones, a abrir los ojos de los ciegos, a sacar a los cautivos de la prisión y de la mazmorra a los que habitan en tinieblas. Tenemos dos versiones de lo que sucedió al salir del agua. Marcos y Lucas hablan de una visión personal de Jesús, a quien la voz le dice: “Tú eres mi hijo querido, mi predilecto”. Fue para él un momento de vocación. Mateo y Juan nos hablan de una visión más amplia. La vio Juan Bautista. Vino una voz del cielo que decía: “Éste es mi hijo, el amado, mi predilecto”. Necesitamos a Dios. Y Dios nos necesita a nosotros. Jesús fue su servidor. ¿Y nosotros? ¿Queremos servir al Señor en su misión de fraternidad universal? ¿Queremos decirle de verdad: “A la orden”?
P. Jean Pierre Wyssembach, S.J. Tema de la Semana de Unidad de los Cristianos: ¿Es que Cristo está dividido? (1Co 1,1-17)