Año XLVI - Domingo de Pentecostés /A - S - 12 de Junio de 2011
¡VEN, ESPÍRITU SANTO!
Remesa IV Nº 28
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oda fiesta tiene su misterio y su encanto: Navidad, Pascua, Pentecostés. De sobra está que yo te afirme, que hoy es la cumbre Pascual. El tiempo se ha cumplido. Amanece la Nueva creación en el Espíritu. El nuevo Cuerpo de Cristo, la Iglesia, va a nacer por obra y gracia del Espíritu Santo. Haz memoria. En la mañana del domingo de Pentecostés, solemnidad judía, los discípulos de Jesús, ceñidos en oración con María, oran con fe ardiente por la venida del Espíritu Santo. En medio del alborozo de salmos y cantos, se levanta de repente un viento arrollador y un temblor estremece la casa. El fuego de Dios invade el Cenáculo y los Apóstoles se sienten abrasados en las llamas del Espíritu. La promesa de Jesús se ha cumplido. La primicia pascual ha sido entregada a la Iglesia en Pentecostés. Y los apóstoles enardecidos por un fuego divino comienzan a proclamar las maravillas de Dios en diversidad de lenguas. A partir de ahora, el Espíritu Santo invade el cuerpo de la Iglesia; su presencia se con- Después Jesús sopló sobre ellos vierte en alma y corazón de la nueva hu- y les dijo: “Reciban el Espíritu Santo” (Cfr. Jn 20,22) manidad del Señor, en fuente de vida nueva y eterna. Gracias a su dinamismo la Iglesia vive, se revela, da frutos de santidad, anuncia el evangelio, celebra al Señor y ofrece el testimonio del martirio con la sangre y con la vitalidad de su entrega. Él, con sus dones y ministerios y carismas, recrea su vitalidad y vigoriza su testimonio a favor de Jesús el Salvador. ¿Cómo vives la presencia del Espíritu en ti? Hoy es Pentecostés. Día grande. Solemnidad Pascual en el Espíritu. Ora al Señor para que en el cenáculo de tu corazón acontezca la Fiesta de Jerusalén. Antonio Gracia, pasionista Día del Seminario