Año XLVIII - Domingo de Pentecostés, S - 8 de Junio de 2014
Remesa IV - Nº 28
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RECIBAN EL ESPÍRITU SANTO. A QUIENES LES PERDONEN…
ara que Moisés no tuviera que llevar él solo la carga del pueblo, Dios apartó una parte del espíritu que poseía y lo pasó a setenta dirigentes que lo ayudaran. El profeta Isaías habla de un descendiente de David sobre el que se posará el Espíritu del Señor, espíritu de sensatez e inteligencia, de valor y de prudencia, de conocimiento y respeto del Señor. El profeta Ezequiel anuncia: les “Entonces aparecieron lenguas de fuego, infundiré mi Espíritu y haré que que se distribuyeron y se posaron sobre caminen según mis preceptos, y ellos” (He 2,3). que cumplan mis mandamientos, poniéndolos en obra. El profeta Joel anuncia: Derramaré mi Espíritu sobre todos, vuestros hijos e hijas profetizarán. También sobre siervos y siervas derramaré mi espíritu aquel día. En la carta a los Gálatas, Pablo nos dice que los frutos del Espíritu son amor, alegría, paz, tolerancia, agrado, generosidad, lealtad, sencillez y dominio de sí. Y en la carta a los Romanos nos recuerda que ese Espíritu nos hace hijos, herederos de Dios, con él los sufrimientos son dolores de parto, da libertad, es la primicia de nuestra salvación, intercede por nosotros ante Dios, es espíritu de familia y de amor. Y en la primera carta a los Corintios dirá que sus frutos son palabras acertadas, sabias, fe, dones para curar, realizar milagros, mensajes inspirados, distinguir inspiraciones, hablar diversas lenguas, traducirlas. San Juan lo presentará como nuestro Defensor, que nos recordará todo lo que Jesús nos había enseñado y nos dará el poder de perdonar los pecados. En Pentecostés recordamos la venida del Espíritu Santo sobre la Iglesia. Que llega a todos, superando la barrera de las lenguas. ¿Cuáles de sus dones experimentamos en nosotros? P. Jean Pierre Wyssenbach, S.J.
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