Año XLV - Domingo de Pentecostés, S - 27 de Mayo de 2012
Remesa IV - Nº 30
¡P
¡VEN, ESPÍRITU SANTO!
recioso día! ¡Día de Pentecostés! ¡Cumbre de la pascua! Cristo resucitado envía su Espíritu a la Iglesia para que prosiga su obra en la tie rra. Qué interesante recordar que Pentecostés tiene un proceso de revelación largo y profundo. En la creación, el Espíritu es aleteo de vida y armonía; en la Encarnación del Verbo, es misterio de fecundación; en el bautizo de Jesús, es unción y fuerza para la misión; en la última cena, es promesa de Jesús; en el caos del calvario, Cristo lo exhala y comienza una nueva creación; en el primer día de la resurrección es aliento definitivo y silencioso de Cristo resucitado: “Reciban el Espíritu”. Y hoy, fiesta de Pentecostés, se revela su presencia, como viento impetuoso y en multiplicación de lenguas de fuego. En ese temblor sorprendente se confirma la promesa de Jesús. Los apóstoles se sienten impulsados a proclamar las maravillas de Dios. El miedo se convierte en valor y el silencio en palabra. Ahí se define la Iglesia como misión. Ser anuncio es la esencia de su ser en la tierra. Y para ese compromiso, el Espíritu suscita diversidad de dones, de servicios y de funciones. En cada miembro de la comunidad se manifies- Jesús sopló sobre ellos y les dijo: “Reciban al Espíritu Santo” ta su presencia misionera para edificación y (Jn 20,22). crecimiento del cuerpo de Cristo. Desde ahí aprende la Iglesia a caminar según el Espíritu, a ser testigo del amor, de la paz, de la servicialidad de Señor. ¿Cómo vives la presencia del Espíritu? ¿Qué criterios mueven tu vida: los del Espíritu o los de la carne? ¿Qué fruto especial vives como experiencia del Espíritu en ti? Abre el cenáculo de tu corazón y ora con fe: ¡Ven, Espíritu Santo! y hazme testigo del Reino de Dios. Antonio Gracia, pasionista
Día del Seminario, en Venezuela
Nuestra Misa Monición
Domingo de Pentecostés, S Hermanos. Hoy es día de Pentecostés. Hoy alcanza su cumbre definitiva la Pascua del Señor. La obra del Espíritu en la Encarnación del Verbo, se humaniza hoy en la Iglesia, cuerpo de Cristo resucitado. Se cumple la promesa. Con el envío del Espíritu Santo, la Iglesia queda consagrada y fortalecida para el anuncio del Reino del Padre. Hoy la Iglesia rezará una y mil veces: ¡Ven, Espíritu Santo! Que en esta Eucaristía sintamos su presencia divina y transformante.
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Antífona de entrada
El Espíritu del Señor ha llenado toda la tierra; él da unidad a todas las cosas y se hace comprender en todas las lenguas. Aleluya (Sab 1,7).
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Acto Penitencial
S Tú que eres el sumo sacerdote de la nueva Alianza: Señor, ten piedad. R Señor, ten piedad. S Tú que nos edificas como piedras vivas en el templo santo de Dios: Cristo, ten piedad. R Cristo, ten piedad. S Tú que has ascendido a la derecha del Padre para enviarnos el don del Espíritu: Señor, ten piedad. R Señor, ten piedad.
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Gloria Oración colecta
Dios nuestro que por el misterio de Pentecostés santificas a tu Iglesia extendida por todas las naciones, concede al mundo entero los dones del Espíritu Santo y continúa realizando entre los fieles la unidad y el amor de la primitiva Iglesia. Por nuestro Señor Jesucristo.
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1ª Lectura (He 2,1-11) Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles
El día de Pentecostés, todos los discípulos estaban reunidos en un mismo lugar. De repente se oyó un gran ruido que venía del cielo, como cuando sopla un viento fuerte, que resonó por toda la casa donde se encontraban. Entonces aparecieron lenguas de fuego, que se distribuyeron y se posaron sobre ellos; se llenaron todos del Espíritu Santo y empezaron a hablar en otros idiomas, según el Espíritu los inducía a expresarse. En esos días había en Jerusalén judíos devotos, venidos de todas partes del mundo. Al oír el ruido, acudieron en masa y quedaron desconcertados, porque cada uno los oía hablar en su propio idioma. Atónitos y llenos de admiración, preguntaban: “¿No son galileos todos estos que están hablando? ¿Cómo, pues, los oímos hablar en nuestra lengua nativa? Entre nosotros hay medos, partos y elamitas; otros vivimos en Mesopotamia, Judea, Capadocia, en el Ponto y en Asia, en Frigia y en Panfilia, en Egipto o en la zona de Libia que limita con Cirene. Algunos somos visitantes, venidos de Roma, judíos y prosélitos; también hay cretenses y árabes. Y sin embargo, cada quien los oye hablar de las maravillas de Dios en su propia lengua”. Palabra de Dios. A Te alabamos, Señor.
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Salmo responsorial (103)
L Envía, Señor, tu Espíritu a renovar la tierra. Aleluya. R Envía, Señor, tu Espíritu a renovar la tierra. Aleluya. L Bendice al Señor, alma mía; Señor y Dios mío, inmensa es tu grandeza. ¡Qué numerosas son tus obras, Señor! La tierra llena está de tus creaturas /R L Si retiras tu aliento, toda creatura muere y vuelve al polvo. Pero envías tu espíritu, que da vida, y renuevas el aspecto de la tierra /R L Que Dios sea glorificado para siempre y se goce en sus creaturas. Ojalá que le agraden mis palabras y yo me alegraré en el Señor/R
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2ª Lectura (1Co 12,3-7.12-13) Lectura de la 1ªcarta del apóstol san Pablo a los corintios
Hermanos: Nadie puede llamar a Jesús “Señor”, si no es bajo la acción del Espíritu Santo. Hay diferentes dones, pero el Espíritu es el mismo.Hay diferentes servicios, pero el Señor es el mismo. Hay diferentes actividades, pero Dios, que hace todo en todos, es el mismo. En cada uno se manifiesta el Espíritu para el bien común. Porque así como el cuerpo es uno y tiene muchos miembros y todos ellos, a pesar de ser muchos, forman un solo cuerpo, así también es Cristo. Porque todos nosotros, seamos judíos o no judíos, esclavos o libres, hemos sido bautizados en un mismo Espíritu para formar un solo cuerpo, y a todos se nos ha dado a beber del mismo Espíritu. Palabra de Dios. A Te alabamos, Señor.
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Secuencia
Ven, Dios Espíritu Santo, y envíanos desde el cielo tu luz, para iluminarnos. Ven ya, padre de los pobres, luz que penetra en las almas, dador de todos los dones. Fuente de todo consuelo, amable huésped del alma, paz en las horas de duelo. Eres pausa en el trabajo; brisa, en un clima de fuego; consuelo, en medio del llanto. Ven, luz santificadora, y entra hasta el fondo del alma de todos los que te adoran. Sin tu inspiración divina los hombres nada podemos y el pecado nos domina. Lava nuestras inmundicias, fecunda nuestros desiertos y cura nuestras heridas. Doblega nuestra soberbia, calienta nuestra frialdad, endereza nuestras sendas. Concede a aquellos que ponen en ti su fe y su confianza tus siete sagrados dones. Danos virtudes y méritos, danos una buena muerte y contigo el gozo eterno.
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Aclamación a/d Evangelio
R Aleluya, aleluya. Ven, Espíritu Santo, llena los corazones de tus fieles y en-
ciende en ellos el fuego de tu amor. R Aleluya.
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Lectura del santo Evangelio según san Juan A. Gloria a ti, Señor
(Jn 20,19-23)
Al anochecer del día de la resurrección, estando cerradas las puertas de la casa donde se hallaban los discípulos, por miedo a los judíos, se presentó Jesús en medio de ellos y les dijo: “La paz esté con ustedes”. Dicho esto, les mostró las manos y el costado. Cuando los discípulos vieron al Señor, se llenaron de alegría. De nuevo les dijo Jesús: “La paz esté con ustedes. Como el Padre me ha enviado, así también los envío yo”. Después de decir esto, sopló sobre ellos y les dijo: “Reciban al Espíritu Santo. A los que les perdonen los pecados, les quedarán perdonados; y a los que no se los perdonen, les quedarán sin perdonar”. Palabra del Señor. A Gloria a ti, Señor Jesús.
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Profesión de fe
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Oración de los fieles
S La venida del Espíritu Santo en Pentecostés impulsó a los discípulos a proclamar la Buena Noticia de Jesús. Oremos, para que Dios siga enviando su Espíritu sobre la Iglesia y sobre el mundo. A Te lo pedimos, Señor. L El Espíritu impulsó a los discípulos a proclamar la Buena Noticia. Para que este mismo Espíritu nos impulse a los discípulos de hoy a proclamar el Evangelio en todo lugar y a toda persona: Oremos al Señor. A Te lo pedimos, Señor. L Los discípulos llevaron el Evangelio hasta el confín del mundo. Para que toda la Iglesia, dirigentes y fieles, haga llegar la Buena Noticia a los hombres y mujeres de todos los pueblos, lenguas y culturas: Oremos al Señor. A Te lo pedimos, Señor.
El Domingo. Día del Señor. Fundado por el Beato Santiago Alberione en 1921 en Italia y en Venezuela se inició su publicación en 1966. Director: P. A. Vagnoni, ssp. - Coordinación: July Zambrano - Corrección: Manolo Martínez - Diagramación: Dora González - Ilustraciones de: Hna. Teresa Castaño - Edita SAN PABLO - Aptdo. 14.034 de Candelaria, Caracas 1011-A -Telfs.: (0212) 573.63.46 - 576.76.62 - 577.10.24.- Fax: (0212) 576.93.34 - Administración y distribución: Telfs.: (0212) 963.68.81 - 963.65.19 - Fax: (0212) 963.68.52 - Correo Electrónico E-Mail: publicaciones@sanpablo.org.ve - Web site: http: //www.sanpablo.org.ve - Para notificar pagos: (0212) 577.10.24 - E-mail: cobranzas@sanpablo.org.ve - Con licencia eclesiástica. Dep. Leg. pp 76-1793
L El Espíritu de Dios penetre el corazón de los dirigentes y de las instituciones del mundo, para que los guíe y los ilumine en todas sus decisiones: Oremos al Señor. A Te lo pedimos, Señor. L Los discípulos daban testimonio con valentía de la resurrección de Jesús. Para que superando los miedos, los seminaristas culminen sus estudios y se entreguen con valentía a dar testimonio de Jesús, que murió y resucitó para salvarnos: Oremos al Señor. A Te lo pedimos, Señor. (INtenciones libres) S Fortalece, Señor, a tu pueblo con los dones de tu Espíritu, para que se anuncie la Buena Noticia de la salvación a toda la creación, y los ciudadanos del mundo unidos celebremos tu gloria. Por nuestro Señor Jesucristo Amén.
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Oración sobre las ofrendas
Señor, que el Espíritu Santo nos haga comprender mejor, según la promesa de tu Hijo, el misterio de este sacrificio y toda la profundidad del Evangelio. Por Jesucristo, nuestro Señor.
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Plegaria Eucarística
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Oración del Señor
S Fieles a la recomendación del Salvador y siguiendo su divina enseñanza, nos atrevemos a decir: R Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación y líbranos del mal.
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Antífona de comunión
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Oración d/de la comunión
Señor, tú que nos concedes participar de la vida divina por medio de tus sacramentos, conserva en nosotros el don de tu amor y la presencia viva del Espíritu Santo, para que esta comunión nos ayude a obtener nuestra salvación eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.
El personaje de la semana
Beato Jacobo Salomoni, Presbítero
H
ijo de una noble familia, nació en Venecia, en 1231. Jacobo, que era muy joven cuando murió su padre, fue educado por su madre. A los diecisiete años, Jacobo, que había sido siempre muy piadoso, distribuyó sus bienes entre los pobres e ingresó en la Orden de Santo Domingo. En contra de su voluntad, tuvo que ejercer el cargo de prior en los conventos. Después se retiró al convento de Forlí, donde llevó una vida de gran austeridad, dedicado a la oración, a la lectura y al cuidado de los enfermos, por quienes tenía especial cariño. Estudiaba continuamente la Biblia y el martirologio, y afirmaba que el ejemplo de los mártires le daba abundante materia de meditación. El beato fraile fue arrebatado en éxtasis en varias ocasiones; poseía, además, el don de profecía y curó milagrosamente a varios paralíticos y otros enfermos. Durante cuatro años sufrió de un cáncer muy doloroso, pero llevó la enfermedad con paciencia y alegría. Se dice que el cáncer desapareció poco antes de su muerte, ocurrida el 31 de mayo de 1314, cuando el beato tenía ochenta y dos años de edad.
Carlos Astorga astorga_89@hotmail.com
Liturgia de la Semana - 4ª Sem. del Salterio
(Del 28 de Mayo al 3 de Junio de 2012)
28 Lunes, Feria, VIII Sem. del Tpo. Ord. - 1Pe 1,3-9; Sal 110; Mc 10,17-27. 29 Martes, Feria, VIII Sem. del Tpo. Ord. - 1Pe 1,10-16; Sal 97; Mc 10,28-31. 30 Miércoles, Feria, VIII Sem. del Tpo. Ord. - 1Pe 1,18-25; Sal 147; Mc 10,32-45. 31 Jueves, Jesucristo, Sumo y Eterno Sacerdote, F - Is 52,13;53,12; Sal 39; Lc 22,14-20. 1 Viernes, San Justino, Mártir, M 1Pe 4,7-13; Sal 95; Mc 11,11-26. 2 Sábado, Feria o Memoria de Santos Marcelino y Pedro Mártires - Jud 17,20-25; Sal 62; Mc 11,27-33. 3 Domingo Santísima Trinidad, S - Dt 4,32-34.39-40; Sal 32; Rom 8,14-17; Mt 28,16-20 - L.H. Propio.