Año XLVI - Domingo XXII del Tiempo Ordinario /A - 28 de Agosto de 2011
Remesa V Nº 39
N
¡AQUÍ ESTOY, SEÑOR!
o son fáciles de entender, ni de aceptar las propuestas de Jesús. Quién es capaz de aceptar, con ilusión, un camino que se anuncia: “Bienaventurados los pobres. Bienaventurados cuando los persigan en mi nombre. El que quiera seguirme que deje padre, madre, pueblo y tierra y véngase conmigo. El que quiera ser mi discípulo que se niegue a sí mismo, que cargue su cruz y me siga”. ¿Pretendía Jesús conseguir votos de multitudes o definir decisiones frente a los valores del Reino? ¿Buscaba aplausos clonados o respuestas comprometidas? ¿Podrá decir alguien hoy que su propuesta seduce, sigue válida, arrastra como un imán, es fuego ardiente en las entrañas? Muchas interrogantes y una sola respuesta. Hoy como ayer, la palabra de Jesús ilumina, seduce, libera y crea una audacia muy cierta y fuerte. Infinidad de testigos lo confiesan hasta con el martirio. Pero hace falta mucha fe, porque el riesgo de la fidelidad es el martirio. Cuando Jesús toma la decisión de ir a Jerusalén y llegar hasta la muerte, sea cual sea la muerte, nadie le impide ya subir. Será El que quiera seguirme, …que visto como loco, blasfemo, endemoniado; cargue con su cruz y me siga (Mt 16,24) pero ahí va. Y a quien se lo quiera impedir lo llamará ‘Satanás’, no importa que sea el mismo Pedro. Pablo afirma: No se ajusten a este mundo, más bien transfórmense por la renovación de la mente”. Dejarse seducir por Dios, es un riesgo, pero al mismo tiempo es una gloria. Todo cristiano está ungido, para ser testigo de Dios en medio del pueblo. ¿A qué te llama el Señor? ¿Qué significa para ti cargar la cruz? ¿Cómo la llevas? Porque tu gracia es la fuerza en mi debilidad, te digo: Aquí estoy, Señor. Antonio Gracia, pasionista Señor, mi alma tiene sed de ti (Sal 62)
Nuestra Misa
ten piedad de nosotros; porque sólo tú eres Santo, sólo tú Señor, sólo tú Altísimo, Jesucristo, con el Espíritu Santo en la gloria de Dios Padre. Amén.
Monición
Domingo XXII del Tiempo Ordinario Hermanos. Hay frases que requieren un clima de fe para poderlas pronunciar; como: “Quien pierde la vida por mí, la encontrará”. Reunidos para celebrar el día del Señor queremos encontrarnos con su palabra viva, dejarnos seducir por ella y ser testigos del Reino hasta las últimas consecuencias. En este Domingo Vigésimo Segundo, tanto Jeremías, como Pablo y sobre todo Jesús nos ofrecen una iluminación maravillosa. Escuchemos.
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Antífona de entrada
Dios mío, ten piedad de mí, pues sin cesar te invoco. Tú eres bueno y clemente y no niegas tu amor al que te invoca (Sal 85,3.5).
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Saludo
El Señor que dirige nuestros corazones para que amemos a Dios, esté con todos ustedes. R Y con tu espíritu.
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Oración colecta
Dios misericordioso, de quien procede todo lo bueno, inflámanos con tu amor y acércanos más a ti a fin de que podamos crecer en tu gracia y perseveremos en ella. Por nuestro Señor Jesucristo.
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1ª Lectura (Jer 20,7-9) Lectura del libro del profeta Jeremías
Me sedujiste, Señor, y me dejé seducir; fuiste más fuerte que yo y me venciste. He sido el hazmerreír de todos; día tras día se burlan de mí. Desde que comencé a hablar, he tenido que anunciar a gritos violencia y destrucción. Por anunciar la palabra del Señor, me he convertido en objeto de oprobio y de burla todo el día. He llegado a decirme: “Ya no me acordaré del Señor ni hablaré más en su nombre”. Pero había en mí como un fuego ardiente, encerrado en mis huesos; yo me esforzaba por contenerlo y no podía. Palabra de Dios. A Te alabamos, Señor.
Gloria
Gloria a Dios en el cielo y en la tierra paz a los hombres que ama el Señor. Por tu inmensa gloria te alabamos, te bendecimos, te adoramos, te glorificamos, te damos gracias, Señor Dios, Rey celestial, Dios Padre todopoderoso. Señor, Hijo único, Jesucristo. Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre; tú que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros; tú que quitas el pecado del mundo, atiende nuestra súplica; tú que estás sentado a la derecha del Padre,
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Salmo responsorial (62)
L Señor, mi alma tiene sed de ti. R Señor, mi alma tiene sed de ti. L Señor, tú eres mi Dios, a ti te busco; de ti sedienta está mi alma. Señor, todo mi ser te añora como el suelo reseco añora el agua /R L Para admirar tu gloria y tu poder, con este afán te busco en tu santuario. Pues mejor es tu amor que la existencia; siempre, Señor, te alabarán mis labios /R
L Podré así bendecirte mientras viva y levantar en oración mis manos. De lo mejor se saciará mi alma; te alabaré con jubilosos labios /R L Porque fuiste mi auxilio y a tu sombra, Señor, canto con gozo. A ti se adhiere mi alma y tu diestra me da seguro apoyo /R
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2ª Lectura (Rom 12,1-2) Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los romanos
Hermanos: Por la misericordia que Dios les ha manifestado, los exhorto a que se ofrezcan ustedes mismos como una ofrenda viva, santa y agradable a Dios, porque en esto consiste el verdadero culto. No se dejen transformar por los criterios de este mundo, sino dejen que una nueva manera de pensar los transforme internamente, para que sepan distinguir cuál es la voluntad de Dios, es decir, lo que es bueno, lo que le agrada, lo perfecto. Palabra de Dios. A Te alabamos, Señor.
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Aclamación a/d Evangelio
R Aleluya, aleluya. Que el Padre de nuestro Señor Jesucristo ilumine nuestras mentes para que podamos comprender cuál es la esperanza que nos da su llamamiento. R Aleluya (Ef 1,17-18).
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Lectura del santo Evangelio según san Mateo. A. Gloria a ti, Señor
(Mt 16,21-27)
En aquel tiempo, comenzó Jesús a anunciar a sus discípulos que tenía que ir a Jerusalén para padecer allí mucho de parte de los ancianos, de
los sumos sacerdotes y de los escribas; que tenía que ser condenado a muerte y resucitar al tercer día. Pedro se lo llevó aparte y trató de disuadirlo, diciéndole: “No lo permita Dios, Señor. Eso no te puede suceder a ti”. Pero Jesús se volvió a Pedro y le dijo: “¡Apártate de mí, Satanás, y no intentes hacerme tropezar en mi camino, porque tu modo de pensar no es el de Dios, sino el de los hombres!” Luego Jesús dijo a sus discípulos: “El que quiera venir conmigo, que renuncie a sí mismo, que tome su cruz y me siga. Pues el que quiera salvar su vida, la perderá; pero el que pierda su vida por mí, la encontrará. ¿De qué le sirve a uno ganar el mundo entero, si pierde su vida? ¿Y qué podrá dar uno a cambio para recobrarla? Porque el Hijo del hombre ha de venir rodeado de la gloria de su Padre, en compañía de sus ángeles, y entonces le dará a cada uno lo que merecen sus obras”. Palabra del Señor. A Gloria a ti, Señor Jesús.
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Profesión de fe
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Oración de los fieles
S Iluminados por la Palabra y unidos en la fe, oremos al Señor para que el seguimiento de Jesús despierte en la Iglesia una respuesta cada día más firme y consciente. L Para que la Iglesia, en esta hora de Misión Continental, asuma el papel evangelizador con todo el valor que exige el testimonio de la verdad en la justicia. Roguemos al Señor. A Te lo pedimos, Señor. L Para que todas las Conferencias Episcopales de América Latina y El Caribe actualicen el llamado misionero que Dios les hace a la luz de los
El Domingo. Día del Señor. Fundado por el Beato Santiago Alberione en 1921 en Italia y en Venezuela se inició su publicación en 1966. Director: P. A.
Vagnoni, ssp. - Coordinación: July Zambrano - Corrección: Manolo Martínez - Diagramación: Dora González - Obra de: Hna. Teresa Castaño - Edita SAN PABLO - Aptdo. 14.034 de Candelaria, Caracas 1011-A -Telfs.: (0212) 573.63.46 - 576.76.62 - 577.10.24.- Fax: (0212) 576.93.34 - Administración y distribución: Telfs.: (0212) 963.68.81 - 963.65.19 - Fax: (0212) 963.68.52 - Correo Electrónico E-Mail: publicaciones@sanpablo.org.ve - Web site: http: //www.sanpablo.org.ve - Para notificar pagos: (0212) 577.10.24 - E-mail: cobranzas@sanpablo.org.ve - Con licencia eclesiástica. Dep. Leg. pp 76-1793
Documentos de Aparecida. Roguemos al Señor. A Te lo pedimos, Señor. L Para que cuantos nos llamamos cristianos vivamos la responsabilidad de cargar la cruz de cada día y seamos testigos perseverantes de la fe en el Señor. Roguemos al Señor. A Te lo pedimos, Señor. L Para que no ajustemos nuestros criterios a los criterios del mundo, sino que sepamos discernir la voluntad de Dios ahora y aquí y le respondamos con humildad y valor a su llamada. Roguemos al Señor. A Te lo pedimos, Señor. S Acoge, Padre, las plegarias que te hemos dirigido y que tu bendición haga fuerte nuestra decisión de ser testigos del evangelio de tu Hijo Jesús, que vive y reina por los siglos de los siglos. A Amén.
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Oración sobre las ofrendas
Acepta, Señor, los dones que te presentamos y realiza en nosotros, con el poder de tu Espíritu, la obra redentora que se actualiza en esta Eucaristía. Por Jesucristo, nuestro Señor.
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Plegaria Eucarística
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Oración del Señor
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Antífona de comunión
Qué grande es la delicadeza del amor que tienes reservada, Señor, para tus hijos (Sal 30,20).
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Oración d/de la comunión
Te rogamos, Señor, que este sacramento con que nos has alimentado, nos haga crecer en tu amor y nos impulse a servirte en nuestros prójimos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
El personaje de la semana
Beata Teresa Bracco, virgen y mártir ació el 24 de febrero N de 1924 en Santa Giulia (Italia), siendo la sexta hija
del matrimonio entre Ángela y Jacobo Bracco, sencillos campesinos que hacen fructificar con incansable trabajo sus propiedades rurales. El padre es severo pero justo, y la madre dulce y apacible. Por las tardes, el propio Jacobo dirige el rezo del Rosario en familia. El nombre de Teresa le viene en honor de la «pequeña santa» de Lisieux, beatificada en 1923. Mamá y papá fueron para ella ejemplos de fe y fortaleza cristianas. Teresa era una muchacha muy reservada, modesta, dispuesta siempre a ayudar. Teresa pudo completar solamente el cuarto grado de primaria. Luego le tocó aportar al sustento de la familia trabajando como pastorcita. Teresa tenía solamente nueve años cuando conoció la vida de Domingo Savio y quedó fascinada y desde entonces hizo suyo el lema “La muerte antes que el pecado”. Secuestrada en 1944 por un soldado alemán, trató de eludir sus brutales intenciones y al ver que todo esfuerzo era inútil, prefirió renunciar a la vida antes que perder la virtud tan celosamente guardada. La hallaron, con el cuerpo martirizado, el 30 de agosto. Fue beatificada por Juan Pablo II, el 24 de mayo de 1998, en Turín. Andrés Afanador Jr. SSP Afanador786@hotmail.com
Liturgia de la Semana 2ª Sem. del Salterio
(Del 29 al 31 de Agosto y del 1 al 4 Septiembre de 2011)
29 Lunes, Feria, Martirio de San Juan Bautista, M - Jer 1,17-19; Sal 70; Mc 6,17-29. 30 Martes, Santa Rosa de Lima, Virgen, Patrona de América Latina - M - 1Tes 5,16.9-11; Sal 26; Lc 4,31-37. 31 Miércoles, Feria, XXII Sem. del Tpo. Ord. - Col 1,1-8; Sal 51; Lc 4,38-44. 1 Jueves, Feria, XXII Sem. del Tpo. Ord. - Col 1,9-14; Sal 97; Lc 5,1-11. 2 Viernes, Feria, XXII Sem. del Tpo. Ord. - Col 1,15-20; Sal 99; Lc 5,33-39. 3 Sábado, San Gregorio Magno, Papa y Doctor de la Ig. - Col 1,21-23; Sal 53; Lc 6,15. 4 Domingo XXIII del Tiempo Ordinario /A Ez 33,7-9; Sal 94; Rom 13,8-10; Mt 18,1520 - L.H.: 3ª Semana del Salterio.