el domingo 28 octubre 2012

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Año XLVI - Domingo XXX del Tiempo Ordinario /B - 28 de Octubre de 2012

OJOS NUEVOS PARA VERTE

Remesa VII - Nº 52

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isculpa la interpretación personal del evangelio. Es la síntesis de un sueño. En el yo de mi sueño, estás tú. Y comienzo diciéndote: La vida es un camino. Por desgracia en mi propia vida yo soy un pobre ciego voluntario, sentado a la orilla de mi corazón. No me veo. No me quiero ver. Me da miedo conocerme. Como no sé con quién o con qué me voy a encontrar dentro de mí, prefiero quedarme a mi lado, pidiendo limosnas de cariño y de amor. De repente escucho un rumor fervoroso. Y pregunto a un desconocido: ¿Quién pasa por ahí? Y él me responde: ¡Es Jesús! Un hombre bueno en palabras y en obras. Cura ciegos, levanta paralíticos, sana leprosos. ¡Cura ciegos!, exclamó y al mismo tiempo me preguntó: Yo veo con los ojos de la cara... Pero ¿hay algún ciego más ciego que el que no se quiere ver? ¿De qué me sirve mirar hacia fuera, si soy un desconocido para mí? Y sin pensarlo, con valor y con toda mi fe alborotada, comienzo a gritar: ¡Jesús, Hijo de David, ten compasión de mí! Jesús le preguntó: “¿Qué quieres De pronto, en lo más profundo de mi os- que haga por ti?” El ciego respondió: cura soledad, escucho una voz que me “Maestro, que yo vea” (Mc 10,51). dice: ¿Qué quieres que haga por ti? Y yo, sin pensarlo dos veces, comienzo a gritar: ¡Señor, que yo vea! Aquel hombre, compadecido de mi tristeza y motivado por mi clamor, me dice: ¡Ve! ¡Tu fe te ha curado! Y de repente, comienzo a verme. Y saltando de gozo, empiezo a gritar el milagro, a bendecir al Dios de la vida, al Señor de la luz. ¿Eres un ciego para ti? ¿Te conoces? Por favor, no decidas ser ciego en tu vida. Pide al Señor ojos nuevos para verte. ¿Hay riqueza más grande para ti que el verdadero conocimiento de ti? Antonio Gracia, pasionista Grandes cosas has hecho por nosotros, Señor (Sal 125)


Nuestra Misa Monición

Domingo XXX del Tiempo Ordinario /B Hermanos. El Dios de la vida recrea la historia de los hombres. El firma alianzas de libertad y de salvación. Ese Dios encarnado en Jesús, se revela en el evangelio como camino, verdad y vida. Y hoy de manera especial, se nos ofrece como aquel que pasa por la vida dando luz a los ciegos. Que su paso entre nosotros hoy, nos ilumine para descubrirlo y celebrarlo en el sacramento de la Eucaristía que vamos a iniciar.

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Antífona de entrada

Alégrese el corazón de los que buscan al Señor. Busquen la ayuda del Señor; busquen continuamente su presencia (Sal 104,3-4).

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Acto Penitencial

S Tú que eres la plenitud de la verdad y de la gracia: Señor, ten piedad. R Señor, ten piedad. S Tú que te has hecho pobre para enriquecernos: Cristo, ten piedad. R Cristo, ten piedad. S Tú que has venido para hacer de nosotros tu pueblo santo: Señor, ten piedad. R Señor, ten piedad.

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Gloria

Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a los hombres que ama el Señor. Por tu inmensa gloria te alabamos, te bendecimos, te adoramos, te glorificamos, te damos gracias, Señor Dios, Rey celestial, Dios Padre todopoderoso. Señor, Hijo único, Jesucristo. Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre; tú que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros; tú que quitas el pecado del mundo, atiende nuestra súplica; tú que estás sentado a la derecha del

Padre, ten piedad de nosotros; porque sólo tú eres Santo, sólo tú Señor, sólo tú Altísimo, Jesucristo, con el Espíritu Santo en la gloria de Dios Padre. Amén.

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Oración colecta

Aumenta, Señor, en nosotros la fe, la esperanza y la caridad para que cumplamos con amor tus mandamientos y podamos conseguir, así, el cielo que nos tienes prometido. Por nuestro Señor Jesucristo.

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1ª Lectura (Jer 31,7-9) Lectura del libro del profeta Jeremías

Esto dice el Señor: “Griten de alegría por Jacob, regocíjense, por el mejor de los pueblos; proclamen, alaben y digan: ‘El Señor ha salvado a su pueblo, al grupo de los sobrevivientes de Israel’. He aquí que yo los hago volver del país del norte y los congrego desde los confines de la tierra. Entre ellos vienen el ciego y el cojo, la mujer encinta y la que acaba de dar a luz. Retorna una gran multitud; vienen llorando, pero yo los consolaré y los guiaré: los llevaré a torrentes de agua por un camino llano en el que no tropezarán. Porque yo soy para Israel un padre y Efraín es mi primogénito”. Palabra de Dios. A Te alabamos, Señor.

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Salmo responsorial (125)

L Grandes cosas has hecho por nosotros, Señor. R Grandes cosas has hecho por nosotros, Señor. L Cuando el Señor nos hizo volver del cautiverio, creíamos soñar; entonces no cesaba de reír nuestra boca ni se cansaba entonces la lengua de cantar /R L Aun los mismos paganos con asombro decían: “¡Grandes cosas ha hecho por ellos el Señor!” Y estábamos alegres, pues ha hecho grandes cosas por su pueblo el Señor /R L Como cambian los ríos la suerte del desierto, cambia también ahora nuestra suerte, Señor, y entre gritos de júbilo


cosecharán aquellos que siembran con dolor /R L Al ir, iban llorando, cargando la semilla; al regresar, cantando vendrán con sus gavillas IR

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2ª Lectura (Heb 5,1-6)

Lectura de la carta a los hebreos

Hermanos: Todo sumo sacerdote es un hombre escogido entre los hombres y está constituido para intervenir en favor de ellos ante Dios, para ofrecer dones y sacrificios por los pecados. El puede comprender a los ignorantes y extraviados, ya que él mismo está envuelto en debilidades. Por eso, así como debe ofrecer sacrificios por los pecados del pueblo, debe ofrecerlos también por los suyos propios. Nadie puede apropiarse ese honor, sino sólo aquel que es llamado por Dios, como lo fue Aarón. De igual manera, Cristo no se confirió a sí mismo la dignidad de sumo sacerdote; se la otorgó quien le había dicho: Tú eres mi Hijo, yo te he engendrado hoy. O como dice otro pasaje de la Escritura: Tú eres sacerdote eterno, como Melquisedec. Palabra de Dios. A Te alabamos, Señor.

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Aclamación a/d Evangelio

R Aleluya, aleluya. Jesucristo, nuestro salvador, ha vencido a la muerte y ha hecho resplandecer la vida por medio del Evangelio. R Aleluya (2Tim 1,10).

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Lectura del santo Evangelio según san Marcos A. Gloria a ti, Señor

(Mc 10,46-52)

En aquel tiempo, al salir Jesús de Jericó en compañía de sus discípulos y de mucha gente, un ciego, llamado Bartimeo, se hallaba sentado al borde del camino pidiendo limosna. Al oír que el que pasaba era Jesús Nazareno, comenzó

a gritar: “¡Jesús, hijo se David, ten compasión de mí!” Muchos lo reprendían para que se callara, pero él seguía gritando todavía más fuerte: “¡Hijo de David, ten compasión de mí!” Jesús se detuvo entonces y dijo: “Llámenlo” Y llamaron al ciego, diciéndole: “¡Animo! Levántate, porque él te llama”. El ciego tiró su manto; de un salto se puso en pie y se acercó a Jesús. Entonces le dijo Jesús: “¿Qué quieres que haga por ti?” El ciego le contestó: “Maestro, que pueda ver”. Jesús le dijo: “Vete, tu fe te ha salvado”. Al momento recobró la vista y comenzó a seguirlo por el camino. Palabra del Señor. A Gloria a ti, Señor Jesús.

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Profesión de fe

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Oración de los fieles

S En la vida encontramos toda clase de ciegos. Unos, porque están privados de la visión; otros, porque no quieren ver. Oremos, para que Dios sane nuestras cegueras y podamos ayudar a los unos y a los otros a marchar por el buen camino. A Te lo pedimos, Señor. L Toda ceguera es perniciosa: la física y la espiritual. Para que auxiliemos con amor a quienes están privados de la vista, y nos veamos libres de todas nuestras cegueras: Oremos al Señor. A Te lo pedimos, Señor. L Muchos se empeñaban en hacer callar al ciego. Para que aprendamos del Padre del cielo que es misericordioso y compasivo, a practicar la misericordia con todos: Oremos al Señor. A Te lo pedimos, Señor. L Un ciego no puede guiar a otro ciego. Para que iluminados por la Palabra de Dios, podamos servir de guía a los que han extraviado el camino de Jesús, y a aquellos que aún no lo han encontrado: Oremos al Señor. A Te lo pedimos, Señor. L Al reconocer a Jesús, el ciego se incorporó al grupo que lo seguía. Para que iluminados por la fe, conozcamos mejor

El Domingo. Día del Señor. Fundado por el Beato Santiago Alberione en 1921 en Italia y en Venezuela se inició su publicación en 1966. Director: P. A. Vagnoni, ssp. - Coordinación: July Zambrano - Corrección: Manolo Martínez - Diagramación: Dora González - Ilustraciones de: Hna. Teresa Castaño - Edita SAN PABLO - Aptdo. 14.034 de Candelaria, Caracas 1011-A -Telfs.: (0212) 573.63.46 - 576.76.62 - 577.10.24.- Fax: (0212) 576.93.34 - Administración y distribución: Telfs.: (0212) 963.68.81 - 963.65.19 - Fax: (0212) 963.68.52 - Correo Electrónico E-Mail: publicaciones@sanpablo.org.ve - Web site: http: //www.sanpablo.org.ve - Para notificar pagos: (0212) 577.10.24 - E-mail: cobranzas@sanpablo.org.ve - Con licencia eclesiástica. Dep. Leg. pp 76-1793


a Jesús, y nos convirtamos en decididos seguidores suyos: Oremos al Señor. A Te lo pedimos, Señor. (Intenciones libres) S Te pedimos, Señor, como el ciego del camino: Hijo de David, ten compasión de los ciegos que no quieren reconocerte, privándose así de ser sanados. Ayúdanos a guiarlos hasta ti. Tú que vives y reinas por los siglos. A Amén.

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Oración sobre las ofrendas

Mira, Señor, con bondad, las ofrendas que te presentamos, a fin de que esta celebración eucarística sea para tu gloria y alabanza. Por Jesucristo, nuestro Señor.

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Plegaria Eucarística

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Oración del Señor

S Fieles a la recomendación del Salvador y siguiendo su divina enseñanza, nos atrevemos a decir: R Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación y líbranos del mal.

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Antífona de comunión

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Oración d/de la comunión

Concédenos, Señor, que este memorial de la muerte y resurrección de tu Hijo nos haga morir de veras al pecado y renacer a una nueva vida. Por Jesucristo, nuestro Señor. Participa en la Santa Misa, todos los días con la televisora TV Familia, de lunes a sábado a las 4 pm y domingos a las 7:30 am y 12 am. En Caracas, canal 69 (señal abierta) y el canal 117 de Directv. Canales 11 y 8 por Inter-CCs y NetUno-CCs.

El personaje de la semana

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Beato José Toniolo

graduado en Derecho en Padua en 1867, se casa con María Schiratti, con quien tiene siete hijos. Su familia es una experiencia rica de ternura y oración, una familia donde la Palabra de Dios está en casa. Comienza a interesarse activamente a la Ópera de los Congresos. El 29 de junio de 1867, nace la Sociedad de la Juventud Católica Italiana, primer núcleo de la Acción Católica Italiana, y después del paréntesis por la toma de Roma del 1870. Siguiendo el rastro de esta Organización, el 29 de diciembre de 1889 en Padua, se constituye la Unión Católica para los estudios sociales, cuyo presidente y fundador es José Toniolo. Toniolo elabora una teoría sociológica, que afirma el predominio de la ética y del espíritu cristiano sobre las duras leyes de la economía. En sus numerosos escritos: el descanso dominical, el límite de las horas de trabajo, la defensa de la pequeña propiedad, la tutela del trabajo de las mujeres y de los jóvenes. Es un defensor de una acción más incisiva de los católicos en campo social. Desde 1894 en adelante, se convierte en uno de los líderes del movimiento de la “democracia cristiana”. Defiende el valor económico-social de la religión, concillando así fe y ciencia. En 1908, publica el Tratado de economía social. Lleva adelante su profesión y su familia con fidelidad a la Iglesia, estimado por los pontífices de su tiempo. Preocupado por la guerra en curso, prepara un estatuto de derecho internacional de la paz que confía al Papa. Muere en el día dedicado a Nuestra Señora del Rosario. Su pensamiento influyó en el Beato Alberione. Fue beatificado el 29 de abril del 2012. Carlos Astorga, ssp. astorga_89@hotmail. com

Liturgia de la Semana - 2ª Sem. del Salterio (Del 29 de Octubre al 4 de Noviembre de 2012)

29 Lunes, Feria, XXX Sem. del Tpo. Ord. Ef 4,32-5,8; Sal 1; Lc 13,10-17. 30 Martes, Feria, XXX Sem. del Tpo. Ord. Ef 5,21-33; Sal 127; Lc 13,18-21. 31 Miércoles, Feria, XXX Sem. del Tpo. Ord. - Ef 6,1-9; Sal144; Lc 13,22-30. 1 Jueves, Solemnidad de Todos los Santos Ap 7,2-4.9-14; Sal 23; 1Jn 3,1-3; Mt 5,1-12. 2 Viernes, Conmemoración de Todos los Fieles Difuntos - Sab 3,1-9; Sal 26; 1Jn 3,14-16; Mt 25,31-46. 3 Sábado, San Martín de Porres, Religioso, M - Fil 1,15.18-26; Sal 41; Lc 14,1.7-11. 4 Domingo XXXI del Tiempo Ordinario /B Dt 6,2-6; Sal 17; Heb 7,23-28; Mc 12,28-34 - L.H. 3ª Semana del Salterio.


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