Año XLVI - Domingo XXXIII del Tiempo Ordinario /B - 18 de Noviembre de 2012
SOLO EL SEÑOR SABE LA HORA
Remesa VII - Nº 55
D
ecimos en lenguaje sencillo: El tiempo perfecto es de Dios. Así mismo afirmamos con fe: La salvación viene del Señor. El Hijo del Hombre, muerto y resucitado, se revela con poder y su juicio es definitivo. En medio de guerras y de muertes, la luz de su justicia siembra un rayo de esperanza. Vivimos el tiempo de la prueba. El evangelio predice una gran tribulación: el sol se volverá tiniebla, la luna apagará su luz y las estrellas caerán del cielo. El caos reinará sobre la tierra. Pero hay que apoyarse en la fe, aunque los ho-rizontes de la esperanza se nublen. La salvación viene de Dios. Dios vela por sus hijos. El Dios de la vida no se deja vencer por los dioses de la muerte. En medio de tanta angustia la higuera reverdecerá con hojas de esperanza. El triunfo será de nuestro Dios. Eso sí: no le dejes el trabajo sólo a Dios, porque entonces los terremotos del mal “Por lo que se refiere a ese día y asolarán la tierra. Aunque Dios puede cuando vendrá, no lo sabe nadie, ni ángeles en el cielo, ni el Hijo, sino convertir el polvo en estrellas y conver- lossolamente el Padre” (Mc 13,32). tir las espadas en arados, Él necesita la colaboración de los hombres para la construcción de su reino. El que está sentado a la derecha de Dios, deja en manos de los pueblos la justicia, la paz y el amor. Él enseña el sendero de la vida, pero el hombre tiene que trabajarlo. ¿Cómo vives la salvación de Dios en ti? ¿Tu presencia siembra vida?¿Cómo puedes hacer de tu vida un signo de la justicia de Dios? Solidarízate con el plan de Dios. Vive la salvación y la justicia de Dios en ti. Y aunque sólo el Señor sabe la hora, siembra justicia, paz y amor donde vives, para que a su venida el mundo sea signo del Reino de Dios. Antonio Gracia, pasionista Enséñanos, Señor, el camino de la vida (Sal 15)
Nuestra Misa Monición
del mundo, atiende nuestra súplica; tú que estás sentado a la derecha del Padre, ten piedad de nosotros; porque sólo tú eres Santo, sólo tú Señor, sólo tú Altísimo, Jesucristo, con el Espíritu Santo en la gloria de Dios Padre. Amén.
Domingo XXXIII del Tiempo Ordinario /B Hermanos. Poco a poco vamos llegando al final de Año Litúrgico. La palabra de Dios es una advertencia sobre la venida del Señor. Sabemos que el que vino y compartió su vida con nosotros, murió, resucitó, está sentado a la derecha del Padre y al final de los tiempos se revelará con poder y gloría. Que la Palabra de hoy nos despierte para que, en medio de tanta violencia humana, vivamos como quien presiente la cercanía salvadora.
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Antífona de entrada
Yo tengo designios de paz, no de aflicción, dice el Señor. Me invocarán y yo los escucharé y los libraré de su esclavitud donde quiera que se encuentren (Jer 29,11.12.14).
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Acto Penitencial
S Tú que eres la plenitud de la verdad y de la gracia: Señor, ten piedad. R Señor, ten piedad. S Tú que te has hecho pobre para enriquecernos: Cristo, ten piedad. R Cristo, ten piedad. S Tú que has venido para hacer de nosotros tu pueblo santo: Señor, ten piedad. R Señor, ten piedad.
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Gloria
Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a los hombres que ama el Señor. Por tu inmensa gloria te alabamos, te bendecimos, te adoramos, te glorificamos, te damos gracias, Señor Dios, Rey celestial, Dios Padre todopoderoso. Señor, Hijo único, Jesucristo. Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre; tú que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros; tú que quitas el pecado
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Oración colecta
Concédenos, Señor, tu ayuda para entregarnos fielmente a tu servicio porque sólo en el cumplimiento de tu voluntad podremos encontrar la felicidad verdadera. Por nuestro Señor Jesucristo.
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1ª Lectura (Dn 12,1-3) Lectura del libro del profeta Daniel
En aquel tiempo, se levantará Miguel, el gran príncipe que defiende a tu pueblo. Será aquél un tiempo de angustia, como no lo hubo desde el principio del mundo. Entonces se salvará tu pueblo; todos aquellos que están escritos en el libro. Muchos de los que duermen en el polvo, despertarán: unos para la vida eterna, otros para el eterno castigo. Los guías sabios brillarán como el esplendor del firmamento, y los que enseñan a muchos la justicia, resplandecerán como estrellas por toda la eternidad. Palabra de Dios. A Te alabamos, Señor.
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Salmo responsorial (15)
L Enséñanos, Señor, el camino de la vida. R Enséñanos, Señor, el camino de la vida. L El Señor es la parte que me ha tocado en herencia: mi vida está en sus manos. Tengo siempre presente al Señor y con él a mi lado, jamás tropezaré /R L Por eso se me alegran el corazón y el alma y mi cuerpo vivirá tranquilo, porque tú no me abandonarás a la muerte ni dejarás que sufra yo la corrupción /R L Enséñame el camino de la vida, sacíame de gozo en tu presencia y de alegría perpetua junto a ti /R
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2ª Lectura (Heb 10,11-14.18)
Lectura de la carta a los hebreos
Hermanos: En la antigua alianza los sacerdotes ofrecían en el templo diariamente y de pie, los mismos sacrificios, que no podían perdonar los pecados. Cristo, en cambio, ofreció un solo sacrificio por los pecados y se sentó para siempre a la derecha de Dios; no le queda sino aguardar a que sus enemigos sean puestos bajo sus pies. Así con una sola ofrenda, hizo perfectos para siempre a los que ha santificado. Porque una vez que los pecados han sido perdonados, ya no hacen falta más ofrendas por ellos. Palabra de Dios. A Te alabamos, Señor.
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Aclamación a/d Evangelio
R Aleluya, aleluya. Velen y oren, para que puedan presentarse sin temor ante el Hijo del hombre. R Aleluya (Lc 21,36).
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Lectura del santo Evangelio según san Marcos A. Gloria a ti, Señor
(Mc 13,24-32)
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: “Cuando lleguen aquellos días, después de la gran tribulación, la luz del sol se apagará, no brillará la luna, caerán del cielo las estrellas y el universo entero se conmoverá. Entonces verán venir al Hijo del hombre sobre las nubes con gran poder y majestad. Y él enviará a sus ángeles a congregar a sus elegidos desde los cuatro puntos cardinales y desde lo más profundo de la tierra a lo más alto del cielo. Entiendan esto con el ejemplo de la higuera. Cuando las ramas se ponen tiernas y brotan las hojas, ustedes saben que el verano está cerca. Así también, cuando vean ustedes que suceden estas cosas, sepan que el fin ya está cerca, ya está a la puerta. En verdad que no pa-
sará esta generación sin que todo esto se cumpla. Podrán dejar de existir el cielo y la tierra, pero mis palabras no dejarán de cumplirse. Nadie conoce el día ni la hora. Ni los ángeles del cielo ni el Hijo; solamente el Padre”. Palabra del Señor. A Gloria a ti, Señor Jesús.
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Profesión de fe
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Oración de los fieles
S Los discípulos de Jesús estamos a la espera de que Jesús resucitado se manifieste al final de los tiempos. Oremos, para mantenernos vigilantes, preparándonos a su venida con amor y con esperanza. A Te lo pedimos, Señor. L La Palabra de Dios nos asegura, que Jesús se manifestará glorioso al terminarse el mundo presente. Para que esperemos con fe y confianza su venida: Oremos al Señor. A Te lo pedimos, Señor. L Mientras el Señor llega, sus discípulos no podemos cruzarnos de brazos. Para que los pueblos, unidos a sus responsables políticos, económicos y sociales se quiten los miedos y vivan con esperanza: Oremos al Señor. A Te lo pedimos, Señor. L Este tiempo de espera de la venida del Señor no es tiempo de ocio, sino de trabajar como buenos operarios del Señor. Para que desarrollemos nuestras capacidades humanas y espirituales en la construcción del reino de Dios en nuestra tierra: Oremos al Señor A Te lo pedimos, Señor. L Con motivo del fin del mundo, muchos siembran la inquietud entre la gente. Para que confiemos en la Palabra de Jesús, y ayudemos a otras personas a vivir este tiempo de gracia y salvación con paz, desoyendo la voz de los profetas de calamidades: Oremos al Señor. A Te lo pedimos, Señor. (Intenciones libres) S Protege, Señor, a todos los que ponen en ti su esperanza, mientras esperamos
El Domingo. Día del Señor. Fundado por el Beato Santiago Alberione en 1921 en Italia y en Venezuela se inició su publicación en 1966. Director: P. A. Vagnoni, ssp. - Coordinación: July Zambrano - Corrección: Manolo Martínez - Diagramación: Dora González - Ilustraciones de: Hna. Teresa Castaño - Edita SAN PABLO - Aptdo. 14.034 de Candelaria, Caracas 1011-A -Telfs.: (0212) 573.63.46 - 576.76.62 - 577.10.24.- Fax: (0212) 576.93.34 - Administración y distribución: Telfs.: (0212) 963.68.81 - 963.65.19 - Fax: (0212) 963.68.52 - Correo Electrónico E-Mail: publicaciones@sanpablo.org.ve - Web site: http: //www.sanpablo.org.ve - Para notificar pagos: (0212) 577.10.24 - E-mail: cobranzas@sanpablo.org.ve - Con licencia eclesiástica. Dep. Leg. pp 76-1793
tu venida gloriosa. Haznos participar de tu gloria junto con todos tus elegidos. Por Jesucristo nuestro Señor. A Amén.
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Oración sobre las ofrendas
Que estos dones traídos a tu altar nos obtengan de ti, Señor y Dios nuestro, la gracia de servirte con amor y la felicidad eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.
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Plegaria Eucarística
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Oración del Señor
S Fieles a la recomendación del Salvador y siguiendo su divina enseñanza, nos atrevemos a decir: R Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación y líbranos del mal.
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Antífona de comunión
Mi felicidad consiste en estar cerca de Dios y en poner sólo en él mis esperanzas (Sal 72,28).
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El personaje de la semana
V
María Encarnación Vicenta Rosal
icenta, nacida en Quetzaltenango, Guatemala, el 26 de octubre de 1820, en un hogar cristiano, creció en un ambiente de fe. Fue bautizada por sus padres como María Vicenta Rosal Vásquez, pero al asumir su vocación religiosa cambió su nombre por el de María Encarnación Rosal del Corazón de Jesús. A los 15 años ingresó en el Beaterío de Belén, en la ciudad de Guatemala. Luego de un tiempo recibe el hábito de manos del último padre Betlemita, Fray José de San Martín, y toma el nombre de María Encarnación del Sagrado Corazón. Su vida y obra logra conservar el carisma del fundador, Beato Pedro de Betancourt. “A la luz de la encarnación, de la Navidad y de la muerte del Redentor”, la Congregación vive el espíritu de reparación de los Dolores del Sagrado Corazón de Jesús. El ansia por la gloria de Dios y la salvación de los hombres la lleva a “servir con solicitud al hermano necesitado” y a dar “impulso a la educación de la niñez y de la juventud en los colegios, escuelas y hogares para niñas pobres” como también a “dedicarse a otras obras de promoción y asistencia social”. La infatigable peregrina, estableció posteriormente la Orden Bethlemita en Ecuador, en Tulcán y Otavalo. La madre María Encarnación falleció el 24 de Agosto de 1886 tras caerse del caballo que la transportaba de Tulcán al Santuario de Las Lajas, en Otavalo. Fue beatificada el 4 de mayo de 1997 por Juan Pablo II. Carlos Astorga, ssp. astorga_89@hotmail.com
Liturgia de la Semana - 1ª Sem. del Salterio Oración d/de la comunión
Señor, que nuestra participación en esta Eucaristía que tu Hijo nos mandó celebrar como memorial suyo, nos una siempre con el vínculo de tu amor. Por Jesucristo, nuestro Señor Participa en la Santa Misa, todos los días con la televisora TV Familia, de lunes a sábado a las 4 pm y domingos a las 7:30 am y 12 am. En Caracas, canal 69 (señal abierta) y el canal 117 de Directv. Canales 11 y 8 por Inter-CCs y NetUno-CCs.
(Del 19 al 25 de Noviembre de 2012)
19 Lunes, Feria, XXXIII Sem. del Tpo. Ord. Ap 1,1-5.6.10-11;2,1-5; Sal 1; Lc 18,35-44. 20 Martes, Feria, XXXIII Sem. del Tpo. Ord. Ap 3.1-6.14-22; Sal 14; Lc 19,1-10. 21 Miércoles, Presentación de la Santísima Virgen María, M - Ap 4,1-11; Sal 150; Lc 19,11-28. 22 Jueves, Santa Cecilia, Virgen y Mártir, M Ap 5,1-10; Sal 149; Lc 19,41-44. 23 Viernes, Feria o Memoria de San Clemente I, Papa y Mártir - Ap 10,8-11; Sal 118; Lc 19,45-48. 24 Sábado, San Andrés Dung y Compañeros, Mártires, M - Ap 11,4-12; Sal 143; Lc 20,27-40. 25 Domingo Solemnidad de Jesucristo, Rey del Universo - Dn 7,13-14; Sal 92; Ap 1,58; Jn 18,33-37 - L.H. 2ª Semana del Salterio - Día del Apostolado Seglar.