S T A G E
A U R I T Z - B U R G U E T E
“Desafío navarro” Muchas veces se ha hablado que el pirineo navarro es la zona más dura del Pirineo y tuvimos la oportunidad de comprobarlo. 4 etapas de alta montaña, casi 12.000 metros de desnivel acumulado, 470 kilómetros y un escenario natural único, eran argumentos suficientes para sorprender, probar o divertir a cualquier cicloturista. Todas las etapas tenían salida y llegada en Burguete y en el menú “tropezamos” con puertos de renombre como Bagargi, Burdinkurutzeta, Ibañeta o Larrau, y auténticos desconocidos que dejarían hue-
Por Jonb Fotos: A. Epelde
lla como Irei, Lindux, Errozate (vertiente sur) o el temido Beillurti. Además, la estancia en un pueblo de gran encanto como Burguete, en el comienzo del Camino de Santiago desde Roncesvalles, fue garantía de tranquilidad y colaboró de forma determinante para que pudiéramos disfrutar de unas intensas jornadas de ciclismo. En este sentido hay que agradecer el apoyo recibido desde el Ayuntamiento de Burguete, de empresas de la zona como Mitxel Etxenike y del Hotel Loizu, que se convirtió en la base de todas las operaciones.
El caprichoso curveo de los 3 kilometros finales de Errozate desde la Muga 25 coinciden con la zona más dura del puerto.
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ENCERRONAS
ZONAS POR DESCUBRIR
Cada mañana nuestro pelotón iniciaba su etapa arropado por los coches de apoyo en los que se disponía de avituallamiento, material de reparaciones y ropa de abrigo. Sabíamos que más de una sorpresa nos esperaba y aunque hubiésemos estudiado el perfil o analizado con detalle los porcentajes de cada kilómetro de los puertos, siempre topábamos con alguna pequeña encerrona que superaba nuestras previsiones. Ser precavido es un don y la inmensa mayoría de los allí presentes lo fuimos y además, nos alegramos de serlo. Los desarrollos utilizados así lo demuestran, el compact era la nota dominante, pero con unas características muy ensaladeras, ya que el plato de 34 se combinaba con piñones que llegaban hasta el 29,30 e incluso 32. ¿Todo esto para qué? Pues para salir lo más airosos posible de las trampas que escondían muchos de los puertos. Los porcentajes generales eran importantes pero había tramos que por sí solos ya suponían todo un reto. Creo que casi nadie de los allí presentes olvidará, los majestuosos primeros 4 kilómetros de Burdinkurutzeta todos ellos con más del 10% de media; el revirado, caprichoso y pendiente final de Errozate (sur) con rampas que llegaban al 17%; la intensidad de Bagargi, con 3 kilómetros casi al 12%, donde el sol puede causar estragos; la facilidad para coger altura ascendiendo Irei, 4 kilómetros con una media próxima al 12%; la primera rampa de Arnostegui, todavía en las calles de Saint Jean de Pied de Port y que supera el 20%; los dos kilómetros de Honto también en Arnóstegui donde resulta todo un reto adelantar a los peregrinos cargados con sus mochilas y no porque no dejen paso sino porque casi nos superan en velocidad ya que la media por kilómetro se acerca al 15%; la pesadilla, casi de película de miedo, del kilómetro y medio inicial de Beillurti, media de casi el 17%, o los 2 kilómetros centrales de Lindux con sus 13% de media. Todos nos quejamos, todos dijimos que eran una pasada pero todos fuimos a por ellos y nos sentimos felices en el momento que los superamos.
En esta ocasión fueron 4 etapas que nos sirvieron para conocer muchos de los puertos más representativos de la zona, pero lo mejor de todo es que esto, es sólo la punta del iceberg ya que todavía quedan muchos colosos que descubrir. De esto sabe mucho Omar Sánchez Gorriti que fue el responsable de las mediciones de los puertos que escalamos en esta edición y con el que charlamos para preparar y descubrir nuevas “delicatessen” que sin lugar a dudas agradarán a los paladares más exigentes. Además, como dicen que hay que predicar con el ejemplo, no dudo en acercarse para hacer la temida etapa del sábado que contaba con Azpegi, Irei, Arnóstegui (Elursaro), Beillurti y Lapizea en el menú. La calidad es fundamental pero si además va unida a cantidad, los alicientes no paran de crecer.
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Izquierda: Burdinkurutzeta desde Cizé. Derecha: Lindux. Abajo de izquerda a derecha: Paso por Roncesvalles, comienzo de Irei, Burguete. Bagargi, peregrinos en Honto, llegando a Itoiz.
ESPECTÁCULO NATURAL Todos sabemos en mayor o menor medida sufrir en los puertos y cada uno tiene sus pequeños trucos para pasar los momentos más críticos. Unos cuentan pedaladas, otros no paran de jurar, algunos no quitan ojo del cuentakilómetros y lo lento que avanza, otros controlan el pulso, la cadencia...yo soy de los que prefiere distraerse observando todo lo que nos rodea, dejándome engullir por el entorno. No avanzo más pero entremezclo sensaciones totalmente contrapuestas: La pendiente me amenaza, el paisaje me libera. La naturaleza desbordante y casi virgen es una de las grandes bazas de toda esta zona y muchos de los parajes que se atraviesan son extraordinarios. Si, si, son de los de ver para creer… Pero como cada cara tiene su cruz, esta belleza natural puede verse empañada y perder esplendor (y además yo me quedo sin mi pequeño truco para seguir ascendiendo) por causas externas. Hablo de la niebla, inquilino habi-
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tual de la mayoría de los montes, que aparece cuando uno menos lo desea poniendo un tupido velo a todo lo que rodea a la carretera. ¡Como no!, algún día nos visito, además acompañada de su colega la “langarra” (una especie de sirimiri muy fino, provocado por la niebla y típico de la zona), y aunque no fueron bienvenidos no se dieron por aludidos e insistieron en compartir partes del día con nosotros.
PROFESIONALES Tuvimos la suerte de que Patxi Vila estuviese durante todo el stage con nosotros. Fue nuestro jefe de ruta y sabía bien a donde venía ya que se trajo un 34 x 25. A su cargo corrieron las diferentes charlas que se llevaron a cabo. Este hombre es un verdadero libro abierto y nos sorprendió no sólo con sus conocimientos sino con la naturalidad y sencillez con la que nos contaba todo. Creo que todos aprendimos algo de nutrición, de biomecánica, de afán de superación y del placer que produce hacer algo que nos gusta. Sus consejos dieron mucho juego y como los adaptaba cada uno a cada situación, mucho más… Además el sábado contamos con la presencia de Imanol Erviti (Caisse d´Epargne), Jon Bru (Euskaltel-Euskadi), Javier Iriarte (Burgos Monumental) y Javier Etxarri (Contenpolis-Murcia) que hicieron la ruta con nosotros y fueron uno más dentro del grupo. Muchas gracias a todos ellos. Cicloturistas, profesionales, charlas, kilómetros de carretera… un cocktail que puede dar mucho juego…
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AMBIENTE Poder disfrutar haciendo lo que nos gusta es un verdadero placer, y vivir unos días centrados en el ciclismo, todo un lujo. Cualquier iniciativa sea marcha, stage, viaje… que se nos pueda presentar, cuenta de entrada con todos los alicientes para ser sugerente, pero la clave del éxito muchas veces está igual de próxima al buen ambiente que a una perfecta organización. Está claro que una buena organización es vital, pero no lo es menos el valor que aportan todos los participantes. En este sentido, en Burguete la aportación de la gente fue vital y contribuyeron decisivamente en que todo saliera bien.
OCIO En un stage la bici es el centro, todo gira en su entorno, pero siempre debe quedar tiempo para más. Allí lo vivimos y la verdad es que el tema dio su juego. Contábamos con un mundialista de mus (en septiembre se juega el cetro mundial en Barcelona) y fue desafiado por todos. Sólo le faltó jugar partidas simultáneas… Ganó y perdió, hubo de todo pero quedó claro que el amigo Manolo domina el tema. Algo parecido pasó con Eneko, quien nos sorprendió al contarnos que competía en una liga de dardos y había estado
en los campeonatos de España. Esta vez no teníamos dardos, ni diana, queda para la próxima ocasión aunque antes tendrá que dar cuenta del marmitako que prometió. La pelota a mano también tuvo su protagonismo y el frontón de Burguete fue testigo de los “barrenes” más bulliciosos de su historia. Algunos como Enrique, Josu, o Javi, demostraron la potencia de su golpe, cosa que no pudimos decir la mayoría a pesar de las manos cebolleras con las que acabamos.
CHIKILICUATRE 4 días dan para mucho pero pasan muy rápido. Los recuerdos serán los que inclinaran finalmente la balanza y cada uno guardará sus propios detalles. Las “quejas” de Antón que sin embargo siempre acababa subiendo todos los puertos, las dotes de líder de Javi dignas de todo un ganador de Tour, los conocimientos de doma de Imanol Erviti controlando a una grupo de caballos nerviosos, las vacas montañeras de Errozate, Jose Luis y sus problemas con la N-135, o el chikilicuatre, nuevo baile que nos lleva de lado a lado de la calzada y que descubrimos la gran mayoría para ascender algunos repechos como Honto, Beillurti o Bagargi.… son recuerdos que van a estar ahí y serán los que acaban convirtiéndose en los principales valedores para repetir cualquier experiencia.
Izquierda de arriba a abajo: Burdinkurutzeta, Ibañeta, Errozate, Beillurti. Derecha: Larrau desde Otsagabia. pedalier 91
Izquierda: Herraduras en Irei. Derecha: Beillurti. Abajo de izquierda a derecha: Errozate, Lindux, Elursaro. Errozate, Hotel Loizu, Orgambide.
Nuevas experiencias Hay sitios mágicos, donde uno siente que está en contacto con el mundo, con la tierra… incluso con sus antepasados. Sitios en donde sin saber la razón sonríes, donde todo huele más, todo está más vivo y sabe mejor. Todas esas sensaciones me invaden cada vez que voy al Pirineo Navarro. En un mundo en el que las prisas y el tiempo marcan nuestra vida, la tranquilidad de nuestra cordillera estrella en su zona foral se convierte en un oasis de paz y sosiego. Allí estuvimos durante cuatro días un grupo de gente inicialmente, y de amigos al llegar el cuarto día. La verdad es que es la primera vez que he ido a un stage de ciclismo y confieso que me ha enganchado. Siempre me ha gustado comunicar, contar mis experiencias pensando que tal vez le pueda ayudar a alguien a no meter la pata allí donde la metí yo, pero siempre me he quedado con la sensación de que me hacía falta más tiempo. Además contaba con la mejor aula de enseñanza… la propia bici. Por eso en Burguete encontré el lugar idóneo, 4 días enteros para compartir con amantes del ciclismo, sin prisa, disfrutando de la bici pero también de horas de relax que aprovechábamos para hablar y compartir distintas experiencias. Deportivamente hablando fueron cuatro días exigentes, Burdinkurutzeta, Beillurti, Irei… seguramente son puertos que a poca gente se le hacen conocidos pero os puedo asegurar que no tienen nada que envidiar a puertos con mucho más nombre de Pirineos centrales, Alpes e incluso Dolomitas. Gracias a Dios contábamos con la asistencia de tres coches de apoyo que hacían que la dureza fuera menor al no tener que acarrear nada de material, avituallamiento ni ropa, siendo tratados
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Por Patxi Vila como auténticos profesionales. Las horas de bici se hacían amenas y sin darnos cuenta llegábamos a la quinta hora hablando con uno y con otro compartiendo un poquito de sufrimiento, algún que otro chiste y disfrutando de alguna bajada de ensueño. A nivel personal en Burguete encontré la calma que necesitaba, estoy atravesando una época difícil y el apoyo que encontré en el grupo que estuvimos fue genial, tanto del staff como de los participantes. Congeniamos mucho, hablamos mucho y eso te da otra perspectiva de las cosas, ví que tal vez el contratiempo que estoy viviendo es una pequeñez, que fuera de la burbuja en la que vivía antes la vida es mucho más dura de lo que yo imaginaba. Todo ello, hizo que viera todo con otra perspectiva, que valorara más lo que tengo y menos lo que quiero tener. Volví a ver más claro que nunca los valores de la bicicleta y del ciclismo, sacrificio, esfuerzo, tesón… pero sobre todo, compañerismo, amistad, salud, felicidad, complicidad. Ví que al final el hombre se ha alejado cada vez más de sus orígenes, un animal que era nómada, se movía para cazar y cazaba lo justo para comer, después de largas cacerías descansaba en compañía de sus seres queridos y volvía a empezar el mismo ciclo. El cuerpo humano necesita actividad física, movimiento, necesita “caña”… ¿O no es verdad que todo sabe mejor, huele mejor y la gente es más maja que nunca después, de una caminata de montaña, de un rato corriendo o de un agradable paseo en bici? Si todo ello es en compañía, en un sitio virgen y con una gente genial… simplemente es perfecto. Volver a realizar lo que nunca debimos dejar de hacer: movernos, comer, descansar y si es posible… sonreír.
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CONTRASTES
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Arriba: Verde intenso de las hayas del Irati en la subida a Orgambide. Abajo: El amarillo de los cereales con los Pirineos como testigo pasando Abaurrea Alta.
Arriba: Desaparece la vegetaciĂłn, manda la pradera. Errozate. Abajo: Gris niebla, se pierde el contraste, algo tĂpico en la montaĂąa. Lindux.
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