Reflexiones en la era del Ipod

Page 1

Universidad nacional de Colombia Teoría del objeto

Reflexiones en la era del IPod

Por: Cristhian Serrano Profesor: Cesar Peña 8 de Agosto de 2007


La experiencia sensible y la emoción Los seres humanos poseemos múltiples facetas cada faceta cumple un papel en la sociedad moderna, nos movemos en escenarios, la familia, los amigos, la universidad, la comunidad virtual en internet, el equipo, cada una de estas facetas requiere de nosotros diversos aspectos. Mantener todas estas facetas que en muchos casos se niegan entre si, genera una carga sobre los individuos, la necesidad de responder a todas ellas satisfactoriamente hace que los individuos empiecen a buscar un refugio, refugio de sus temores, refugio de sus responsabilidades, refugio de sus frustraciones. De algún modo la vida con el pasar del tiempo se hace más difícil, más compleja. La materialidad nos rodea, nos abruma; cada uno de nosotros es en sí un gran poseedor de materialidad y aun así nos hace falta muchísima materialidad aun por conseguir, cada día la idea de escapar de la materialidad o de tener mayor control sobre ella, se torna más persistente y es simplemente porque la materialidad se ha convertido en nuestro universo, el tan nombrado “mundo material” Es aquí, donde la materialidad abunda, que lo intangible y las experiencias sensibles se tornan valiosas , porque son para los individuos ese refugio , que nos hace vivir cosas diferentes , cosas que no se pueden explicar con palabras y que tienen su propio lenguaje, que no recordamos haber desarrollado pero que entendemos más claramente que cualquier otro. Se dice que el que busca encuentra y sin duda alguna el ser humano se encuentra en medio de una búsqueda, y es en esa búsqueda que ha encontrado su propia paradoja, ha encontrado su refugio en la materialidad misma de la que escapaba, sus lagrimas derramadas por lo que en la pantalla del cine desde su material asiento observa mientras disfruta de su Coca‐Cola con crispeta. Sus ojos que brillan fascinados mientras observa el cuadernillo con fotos que venía dentro de su DVD edición limitada de Pink Floyd , la sonrisa que se dibuja en su rostro mientras cierra los ojos para aspirar profundo y sentir el olor “a nuevo” que hay en el habitáculo del carro que esta por comprar. Estas experiencias son de un gran valor para el hombre, no solo moderno sino de todos los tiempos, son parte de la vida pero su disminuida aparición ha hecho que se les dé un gran valor y de igual modo que se les busque, con el fin de vincular esa realidad interna de cada uno con la de otras personas y con la de todos los días.


Las experiencias internas nos resultan llamativas porque tenemos la capacidad de guardar parte de ellas en nuestros recuerdos, las parejas se emocionan al escuchar la canción que oían hace años mientras se daban su primer beso, se emocionan porque al escuchar de nuevo esa canción, a el le parece estar sintiendo el aroma del cabello de ella esa noche; se emocionan porque a ella le parece estar sintiendo como su corazón late tan rápido como lo hiciese esa noche. Las experiencias internas nunca se van del todo siempre queda una parte de ellas almacenadas dentro de nosotros, después de todo por eso son internas.

Música y mundos paralelos La música es un elemento que se vincula con el ser humano de un modo muy profundo, la música es un lenguaje paralelo al hablado y al gestual, la música se hace presente en todas la culturas a lo largo y ancho del planeta, del mismo modo en que se hacen presentes otras conductas humanas como el vestir y el cazar. La música no es un lujo humano, es una necesidad del espíritu del individuo, la música nos provee de cosas que no podemos describir con palabras, pero que es seguro que necesitamos; cosas que son como miradas fugaces, que son como un despertar en la mañana mientras sentimos como afuera las aves se posan en las ramas de los arboles, cosas que siempre están ahí en silencio dándole matices a la realidad y haciendo de cada momento una experiencia única.

La música desde siempre ha tenido la capacidad de transportarnos, podríamos decir que básicamente esa es su función. Nos sentimos transportados al escuchar una canción, de repente nos sentimos identificados con as palabras que el músico interpreta para nosotros , las ideas de las que el habla ahora son nuestras , los sentimientos que el expresa son ahora transmitidos y mas aun apropiados por nosotros. Es esta filiación ideológica o emocional la que crea las relaciones entre las personas de todos los tiempos y la música.


Los seres humanos siempre hemos buscado nuevos modos de definir a los demás, de definirnos a nosotros mismos. Muchas personas se definen por cosas como su apellido, sus amistades, su capacidad adquisitiva, su nacionalidad .Cada una de estas informaciones transmite a su vez mucha mas información de la que aparentemente se podría pensar. Sin darnos cuenta la música o nuestros gustos musicales sirven para definirnos ante la sociedad, para decirle a esta como vivimos nosotros el amor, el odio; como vivimos una fiesta, una crisis económica. Este tipo de información solo podría contenerse en la música, esta información acerca de nosotros no esta en nuestra ropa o en el barrio en que vivimos, tampoco en nuestras amistades. La música complementa la realidad, la ambienta, la transforma, de repente caminamos diferente por la calle, el modo en que miramos a las personas esta relacionado con eso de lo que la canción habla. El baile de hecho no es mas que una clara manifestación de lo que la música le hace a nuestra conducta, nos movemos al compás de la música en una ciencia casi imposible de explicar pero siempre propicia para sentir, para gritar, para tomar un trago y brindar, para reír y llorar. Y es que para casi todos la música tiene la maravillosa capacidad de guardar nuestros recuerdos, de almacenar una gran parte de nuestras emociones; escuchar esa canción inmediatamente se transforma en una maquina del tiempo hacia esa noche en la puerta de la casa de ella, una puerta hacia un momento de tu vida que ya se fue o esta por irse; los seres humanos vivimos atormentados por estar inmersos en esta realidad donde todo pasa tan rápido y pareciera que no podemos quedarnos con nada. La música nos transporta a un nuevo mundo , un mundo creado con partes de nuestra realidad, partes de nuestro pasado, partes de nuestro presente, partes del mundo que llevamos en la cabeza, de nuestros anhelos, de nuestras frustraciones, de nuestros amores posibles e imposibles. Con la música nunca es tarde , podemos llegar siempre a esa fiesta de graduación y decirles a todos lo que siempre quisimos, podemos dar a vuelta y quedarnos con ella esa noche, podemos pararnos en medio del salón de clase y gritar : teachers ,leave the kids alone!!. Con la música podemos salirnos de la realidad, dejar de ser quienes somos por un segundo y soñar con que vivimos otras vidas, mas emocionantes, mas trágicas, mas exitosas. Soñar que vivimos como vagabundos, con que nos derrumbamos en el escenario al gritar por amor, con que nos erigimos ante el publico con una guitarra mucho mejor que esa que nunca aprendimos a tocar muy bien del todo….ser una versión mejorada de nosotros mismos. La música nos permite juntar sin mayores conflictos la realidad intima y la realidad cotidiana, podríamos decir que debe su existencia misma a esta necesidad humana, a ese caos que vive el hombre al dividirse en múltiples facetas, donde cada una es conciente de las otras y se atormenta de no ser la única. La música es un intento de unificarnos, de encontrarnos con nuestra esencia misma. Esa esencia que sabemos que esta en nuestro interior, muy adentro, escondida, esperando a que la encontremos.


Ciertamente la música no crea nada, su efecto es como el de una ventana que nos permite ver hacia diversos aspectos de nosotros mismos, diversos aspectos de esa suma de partes, de colores, de emociones, de risas y de llantos que somos los seres humanos. Las experiencias internas son potencial izadas por la música, las experiencias son llevadas a un plano mas marcado , no importa si dicho plano es algo mas abstracto , lo importante es como las experiencias se tornan algo tan especifico para nosotros, aunque no lo podamos explicar claramente con palabras . Pedimos una canción en especial cuando estamos en una fiesta, cuándo estamos despechados o cuando nos encontramos con alguien.

La caja mágica Al ser la música algo tan intimo y personal para cada individuo, al tener la capacidad de capturar en sus conceptos gran parte de la esencia de las personas se torna como un factor cambiante, que se altera a la par con los individuos. El mercado gobierna hoy día prácticamente todas nuestras relaciones con entes fuera de nosotros mismos, para relacionarnos con dios elegimos entre una diversa oferta de religiones y credos, para elegir nuestras amistades escogemos entre una amplia gama según nuestras preferencias de consumo. Elegir y ser elegido en el mercado depende de una gran variedad de factores, pero sobre todo, de pende de darnos a conocer, de poder comunicarle efectivamente a los demás quien soy y que es lo que quiero. Desafortunadamente no todos tenemos la capacidad ni la disposición para darnos a conocer. Entonces decidimos que necesitamos algo que haga esto por nosotros, recurrimos a múltiples cosas, nos vestimos de un modo particular e intentamos definirnos mediante una imagen visual, una imagen que puede ser interpretada por los demás y posteriormente aprobada o desaprobada. Pero con el pasar del tiempo las relaciones que se tejen en el mercado se hacen más y más complejas y este modo de selección visual se torna obsoleto. La aparición de grupos de individuos que se relacionan por factores cada vez mas distintos a los visuales inmediatos, es determinante para iniciar una búsqueda


de un nuevo modo de definirnos ante los demás, un método que hable no de lo que parecemos sino de lo que somos .El mercado rechaza cada día mas las falsas apariencias, en definitiva, porque las falsas apariencias son equiparables a un producto falso, un modo de estafa, una estafa social. En una sociedad construida con ambiciones, nuestros intereses se tornan bastante interesantes para aquellos que desean conocernos y para aquellos que quieren darse a conocer. El mercado hace posible la aparición de toda clase de nuevos grupos sociales, grupos deportivos, literarios, de estudios, de conversación, virtuales. Todos estos grupos tienen requerimientos que son inherentes a su propia creación. Para los individuos modernos resulta complicado en la mayoría de los casos poder pertenecer a diversos grupos , sin embargo su deseo por conocer personas diferentes a las que se encuentran en su circulo inmediato persiste y eventualmente se desarrollan nuevas estrategias para relacionarse con nuevas personas. La Internet, las fiestas y otros eventos en los que diversas personas se reúnen constituyen unos de los métodos mas conocidos, pero aun así tienen inconvenientes para algunas personas. La música por su parte desde hace tiempo ha constituido un factor de reunión para los individuos, la música por su poder de congregación es utilizada en actos religiosos y políticos. Reúne a los individuos en grandes bailes y hace gritar a miles en un concierto. Cuando la gente es reunida por la música, en ese momento, todos están unidos por sus sentimientos, en ese momento, pueden ser desde 2 hasta 10000 personas en el mismo lugar con emociones similares, todas pensando en un mismo color, todas vibrando al compás del mismo acorde. Es algo instantáneo y único, lo que la música provee a los individuos es una sensación de no estar solos, es una sensación de ser parte de algo, algo que es inexplicable, fuerte y más grande que nosotros mismos. Esta es una sensación de la que los seres humanos cada vez necesitamos mas, en medio de todas las situaciones impuestas en el mercado, es habitual sentirnos agobiados y a veces preocupados de no poder responder a todos los requerimientos que la sociedad y la vida nos imponen. Cuando la música se hizo portátil esta necesidad interior quedo solventada, el walkman fue un tremendo éxito en el mercado, precisamente porque le dio a las personas un medio para acceder a su música en cualquier lugar, podían hacerlo con algunas limitaciones tecnológicas, propias de la época, como lo eran el consumo de energía y la cantidad de audio disponible.


Con el tiempo la música portátil fue haciéndose cada vez más y más popular, ofrecía a los individuos una oportunidad única de matizar su realidad al instante. Algunos de los problemas que esta tecnología ofrecía se mejoraron con la aparición del discman y el concepto de la música portátil crecía cada vez más y más

El Ipod y la era digital Con el pasar del tiempo la música portátil se había establecido ya como un concepto completamente lógico y casi necesario para la gran mayoría de los individuos en el mercado. Nadie parecía estar preparado para la llegada de Internet y con su aparición, empezaron a mutar paulatinamente todas las relaciones humanas. La inmaterialidad encontró un modo mucho más directo de empezar a circular en el mercado. Así como la realidad cotidiana establecía gran parte de su dominio en lo material, la Internet empezó rápidamente a erigir su reinado sobre casi todo lo que fuese inmaterial. La inmaterialidad que desde siempre había sido tan valorada en la sociedad ahora fluía en la mayoría de los casos gratuita por la Internet, desde las poesías de walt witman hasta la entrada a clubes de algún tipo, pasando por un sin fin de contenidos que iban desde lo educativo hasta lo meramente pornográfico. La música desde luego no fue la excepción y fue uno de esos primeros valores de inmaterialidad que se empezaron a mover por la Internet. A finales de los noventa se dio un paso definitivo; la creación de Napster revoluciono la Internet, como un medio que permitía el rápido y certero intercambio de música entre usuarios de todo el mundo, era la manifestación definitiva de la música como una expresión global de la humanidad. De repente todas las barreras que había impuesto el mercado para la adquisición de música parecían venirse abajo, los países, los gustos musicales y los precios ya no eran un obstáculo para los individuos. Las personas empezaron a hacerse de grandes bancos con miles de canciones que eran almacenadas en formatos de reducido peso, por ese entonces todo tipo de material discográfico podía encontrarse desde una simple PC conectada a Internet. Paso el tiempo y las tecnologías materiales no pudieron seguirle el paso a esta escalada de la inmaterialidad, los individuos seguían escuchando en sus discman y walkman un promedio de 14 canciones mientras en sus pc’s en casa podían acceder a cientos de miles.


Mientras tanto el mercado maquinaba ya una respuesta única para esta necesidad, una respuesta que generaría un impacto equiparable con el de la Internet misma, una respuesta material propiciada por la inmaterialidad misma. A finales de los noventa un icono del mercado se preparaba, para empezar a cambiar la concepción que hasta entonces se tenia de las tecnologías informáticas, que hasta entonces andaban por su propio camino mientras los consumidores ciegamente las seguían. A finales de los noventa Apple lanza al mercado la Imac, una computadora casera que replanteaba la concepción de la tecnología hasta es e entonces. La Imac era una visión contestataria, que criticaba la posición del mercado tecnológico hacia los usuarios. Un mercado que hasta ese entonces proveía a los usuarios de computadoras frías y de software plagado de errores que no se corregían, simplemente por que los usuarios eran los que debían adatarse a la tecnología. La Imac se vendió muy bien y cumplió su principal función, la de traer de vuelta a Apple al mercado y de darle un mensaje claro a la marca, de repente, había surgido un nuevo icono en el mercado, un icono que hablaba de inconformismo, del futuro, de las personas, de la sociedad cambiante, un icono que hablaba de ti y de mi pero sobre todo que hablaba de si mismo y se presentaba en su particular estilo: I Mac. En medio de la era digital Apple empezó a constituir su propia y única estrategia en el mercado, la de ser diferentes, la de no ser como el resto y por eso ser irresistiblemente atractiva. Apple regreso al mercado no como una marca sino como una experiencia, una experiencia que se alimentaba de imágenes de revolución y heroísmo, las imágenes de un futuro que seria construido por personas no por aparatos. Estas cualidades que Apple había adoptado para configurar su experiencia en el mercado le permitieron detectar rápidamente la gran demanda que se había generado en los usuarios de música portátil, y plantearon una respuesta, pero era mas que claro que la Imac les había enseñado que el hardware, que la materialidad ya no era lo que los distinguiría en el mercado. Diesen la respuesta que diesen debía hacerse desde las personas, desde la música, desde la cultura. El ipod mas que un producto creado es sin duda alguna un producto pensado, constituido por detalles y diseñado para destacarse en el mercado; su apariencia maneja un lenguaje único y simple pero a la ves de una gran sofisticación. Para el mercado un ipod es una oportunidad, la oportunidad de almacenar en un dispositivo mucho mas pequeño que un discman o un walkman mas de 100 veces el contenido que alguno de estos pudiese albergar dentro de si; es una oportunidad para acceder a un nuevo universo, ese universo de la música del que ya hemos hablado; si la música es una puerta hacia nosotros mismos, hacia nuestras


experiencias internas , el ipod es un portal, un vortice que integra y facilita todas estas experiencias internas que la música propicia. El ipod con el tiempo desencadenaría en la sociedad toda una serie de fenómenos socios culturales, el ipod en si es la reivindicación de la materia, es todo un nuevo concepto de tecnología pero también de sociedad. A su llegada el IPoD se integro más que armoniosamente con la música, se torno prácticamente sinónimo de la misma pero mas allá de eso cambio notoriamente el modo en que estábamos acostumbrados a relacionarnos con la música. El ipod tomo nuestra experiencia tradicional y la llevo al siguiente nivel, un nivel con el que solo nos atrevíamos a soñar. Lo que esto genero fue principalmente dos fenómenos culturales a los que denomino “efecto burbuja” y “efecto proyector” cada uno de estos efectos se mezcla con el otro y configura lo que hoy día es la experiencia de usar un ipod y tienen su origen en la potencializacion de las experiencias originadas desde siempre por la música en los individuos. Al constituirse el ipod como un potencializador de la música, es natural que las experiencias propiciadas por esta última resulten también modificadas. Una de ellas, la de la experiencia intima, la de esa inmersión en nuestros pensamientos, en nuestros colores, en nuestros recuerdos, en nuestros sentimientos y anhelos, que por un momento parecieran materializarse en un nuevo universo. Este nuevo universo, que es como una burbuja y que actúa como si lo que llevásemos dentro de repente saliera y nos envolviera mientras caminamos y con nuestros labios que se mueven pero no producen sonido audible para los demás; aunque nosotros escuchamos mas claramente que nada porque en ese momento esa canción es nuestra y encarna nuestras ideas y sentimientos propios. Cuando nos introducimos en esta burbuja, nos introducimos en una realidad mixta, que no es la cotidiana pero tampoco la intima, es una interacción de ambas pero mas que eso es una integración. Mediante la música trascendemos nuestra realidad a través del Ipod, la burbuja nos torna tecnotracendentes. Al ser esta una experiencia nueva nos resulta muy interesante y atractiva, pero mas que todo es lo que como individuos siempre hemos deseado, una realidad modulable, que se ajuste en parte a nuestros requerimientos, del modo mas sencillo posible y el Ipod lo logra muy bien, después de todo que cosa mas fácil que oprimir un botón para cambiar de canción o girar el pulgar para subir el volumen. Cada una de estas acciones hace de la burbuja una nueva experiencia.


Estar en la burbuja y salir de la realidad cotidiana nos provee descanso, nos provee un momento mas intimo en medio del diario vivir para estar en contacto con nosotros mismos y por un instante perdernos en un mar de pensamientos. Y sin embargo al estar en la burbuja no nos vamos del todo porque aunque nos cubre totalmente, es translucida y podemos regresar casi inmediatamente , con tan solo girar de nuevo el pulgar o con quitarnos los audífonos, estaremos de regreso para atender a nuestro llamado en la realidad como individuos en una de nuestras tantas facetas. La burbuja es translucida para poder viajar en ella, para que por ella se filtre una porción de la realidad y es cerrada para albergar allí nuestro espacio intimo y no se evaporen nuestros pensamientos y emociones, en el centro de ella, nosotros; manejándola y llevándola a través del espacio siendo su único protagonista en toda esta experiencia intima. Pero el ipod va mas allá de la burbuja misma, el ipod es un símbolo de esta, un icono. Representa a un viajero , a alguien que al igual que nosotros va inmerso en su propia burbuja , alguien que posiblemente sea como nosotros, alguien que también tenga mil y un pensamientos arremolinados, mil y un fantasías, alguien que como nosotros también podría tener una vida allá afuera . Y como viajeros que somos nos empezamos a sentir solos, es así que quisiéramos entrar a nuevas burbujas, burbujas ajenas; quisiéramos que alguien entrara a nuestra burbuja y así poder compartirla. Porque si una burbuja nos resulta apasionante, dos burbujas serian algo definitivamente único en nuestra experiencia, algo que nos brindaría situaciones, colores, emociones y sueños que jamás podríamos imaginar. Y empezamos a mirar a través de nuestra burbuja, en busca de otras tantas con la que compartir, es aquí donde el Ipod empieza a generar un “efecto proyector”, de este modo nos hacemos visibles a los demás y ellos visibles a nosotros. En nuestra burbuja se proyecta quienes somos, se proyecta mediante música, mediante discos, carpetas y subcarpetas, e‐books y datos que están en nuestro ipod.


Cuando vemos la proyección emitida por otra burbuja, lo que vemos es lo que se filtra a través de la nuestra, en un juego de información compartida. Vemos las demás burbujas por que la materialidad mediante la que se manifiesta es llamativa, el ipod con su forma simple y sus audífonos blancos capturan las miradas. El ipod nos presenta de un modo especial, nos presenta como viajeros, en una experiencia musical, viajando a través de nuestras conciencias. Sin duda, el Ipod nos otorga ese titulo en cuanto lo vestimos y hace que como viajeros que somos luzcamos diferente, nos enviste de una imagen, que construimos nosotros mismos pero siempre bajo la premisa de ser únicos e irrepetibles. Este “efecto proyección” existe y prevalece porque cumple su cometido, el de generar relaciones sociales, el encuentro de burbujas. El ipod nos pone en contacto con la experiencia intima de otras personas, nos permite por un instante sentir que vemos el mundo a través de otros ojos, nos permite ver otros colores, colores que creíamos que solo existían dentro de nuestra burbuja, colores que no conocíamos .Podemos apreciar a las personas a través de sus experiencias y hacer de sus experiencias algo nuestro también. Pero del mismo modo deseamos que alguien pueda ver el mundo con nuestros ojos, mostrarles a otros viajeros nuestros colores y por medio de ellos enterarnos que estos colores no solo son nuestros. Queremos que alguien nos mire como si hubiésemos revelado ante ellos un sin fin de tesoros, queremos que oigan esa canción que tanto nos gusta a nosotros y que ellos la tomen para si y la hagan parte de su propia burbuja, por que así, de un modo u otro, nosotros entraremos a formar parte de sus recuerdos, de sus emociones, de su burbuja.

Un nuevo Icono El ipod es creador de un nuevo lenguaje formal, en sus líneas porta gran parte de su concepto; su estética proviene de un refinamiento funcionalista similar al ya impuesto por Die Terrams décadas atrás, pero ahora la ilusión del mundo del mañana se hace mas fuerte en el Ipod. El ipod habla de un futuro mas simple menos complicado, mas natural e intuitivo , un futuro que se hace presente para servirnos , para hacer nuestra vida mas digna, para ayudarnos a alcanzar lo que creímos que solo podíamos soñar.


El ipod es un producto que llego para definir, pero sobre todo para ser definido por nosotros, de hecho su aspecto blanco es como un lienzo esperando para ser pintado, su superficie lisa es como un diamante esperando ser tallado, es en si un gran espacio con varias gigas de capacidad esperando para ser llenado con tu personalidad, con tu música, con aquello que te define. Hoy día el Ipod es la punta del iceberg de toda una industria creada a partir de la experiencia de la música; ahora el Ipod es en si una experiencia mucho más compleja que involucra elementos del fashion televisivo, de la cultura urbana y de la misma experimentación musical. Se han gestado diversos medios diseñados para adaptar nuestra realidad cotidiana ala experiencia Ipod, ahora es necesario compartir nuestra música con las personas que comparten el vehiculo con nosotros, es necesario darle un toque mas femenino a tu ipod, es necesario armar una fiesta con tan solo tu Ipod e inclusive quieres ahora meterlo en tu cama y hacerlo parte de tu vida sexual. El Ipod viene para tratar de integrar y de transformar experiencias, ya no solo la experiencia de escuchar música, se ha hecho un símbolo de si mismo; un símbolo que cambia su significado constantemente, que cambia a la par que cambiamos nosotros. La función de reproducir música con la que inicio su acto, es ahora una de tantas posibles escenas. Su color blanco y su forma rectangular lo transforma en una pequeña caja blanca a la que se le puede dar la función que se nos plazca, el significado que se nos plazca, el aspecto que se nos plazca. De cierto modo hoy día el Ipod ha empezado a configurar su dinámica interactiva como una suerte de ficha Lego, ensamblable, personalisable y adaptable. El ipod es ahora el mediador entre infinidad de mundos paralelos , infinidad de realidades, de nichos de mercado , ahora el Ipod es una Puerta giratoria que conecta tantas y diversas cosas como lo hace la Internet, sirve de mediador para diversos aspectos y facetas de la vida de los individuos de hoy. El ipod no llego para crear una burbuja aislante, llego para crear una burbuja que nos permitiera integrarnos, articularnos con nosotros mismos y con los demás, el Ipod es en si una manifestación del poder de la música y del mercado, es una manifestación de las múltiples realidades que se tejen hoy día en nuestro universo y de lo complejas que se empiezan a tornar con el paso de la modernidad las vidas de los seres humanos.


Un ipod tiene la capacidad única de albergar dentro de si, un perfil instantáneo de nosotros mismos, de este modo tener un ipod se configura como toda una estrategia para iniciar conversaciones y conocer nuevas personas. Un ipod no es como cualquier otro reproductor de mp3, el lleva dentro de si toda una experiencia a nivel mundial y el respaldo previo de Apple, un Ipod lleva consigo un mensaje de simplicidad infalible, una simplicidad que es tan grande , que nunca fallara, nunca te fallara y estará siempre con tigo. Hoy día la experiencia Ipod ha servido para crear accesorios e inclusive el nuevo IPhone, ha generado un nuevo modo de concebir productos, de un modo más simple, mas eficaz. Ha impuesto toda una nueva estética basada en la ilusión del futurismo, de un mundo cambiante. La estética del ipod nos pone en contacto con lo delicado, lo inteligente y lo sofisticado. Lo delicado en el sutil acercamiento que debemos hacer con el ipod, tocar suavemente un botón bastara para cambiar la canción; girar suavemente el pulgar es suficiente para subir el volumen. Lo inteligente que se manifiesta en el modo rápido y eficaz en el que podemos acceder a la información y a la música y además busca estar en contacto no con nuestras ordenes, sino con nuestros deseos. Sofisticado en lo prudente de sus formas, lo simple de su aspecto, que es casi arquetípico. Sus bordes cuidadosamente redondeados, sus superficies reflectivas y su respaldo cromado lo dotan de un aspecto único, el Ipod posee un aspecto inconfundible y único, hoy día esto nos permite concluir su eficacia en efectos como el del proyector, sin duda alguna es un objeto concebido para ser visible y al mismo tiempo hacernos visibles. Toda esta experiencia crea una filiación con el ipod en las personas, el Ipod ya no es mas un reproductor de mp3, es una manifestación de mi persona, una suerte de contenedor de mi ser, una cajita con mis lagrimas, mis risas, mis anhelos, mi imagen. Las personas alrededor del mundo empiezan a tener fuertes reacciones frente al Ipod, paginas de Internet en las que las personas se reúnen bajo el tema del ipod, para compartir su experiencia. Comparten sus fotos alrededor del mundo acompañados siempre de un Ipod, acompañados de una versión cibernética de ellos mismos.


Pero por otro lado, ya empiezan a surgir brotes de inconformismo en algunos sectores, ya se empiezan a ver reacciones en algunos sectores del mercado rechazando al Ipod, rechazando su alto precio, rechazando su sobre exposición, rechazando su estética ,rechazando a los viajeros en sus burbujas, rechazando la proyecciones, rechazando ese supuesto “think different”, rechazando audífonos blancos, rechazando todo lo que se relacione con la experiencia Ipod que para algunos ya ha ido lo suficientemente lejos.


Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.