Foto de Portada: Manifestación del Movimiento de Aspirantes y Excluidos de la Educación Superior frente a Rectoría de la UNAM.
La Universidad, como otras instituciones que se encuentran en la sociedad, corresponde a los intereses de la clase dominante, respondiendo así a momentos históricos; pero también se pueden ubicar como espacios de disputa y de lucha. A lo largo del continente y el mundo, éstas han servido como referentes organizativos, enarbolando movimientos populares que han marcado la historia, priorizando las demandas de la mayoría y proponiendo un nuevo proyecto de Universidad, uno donde se termine la visión de que las y los estudiantes son una mercancía, donde las hijas e hijos del proletariado puedan acceder, porque hoy la inmensa mayoría está fuera de las universidades. ¿Qué Universidad queremos? Es una pregunta clave para las y los universitarios, que sirve para trazar un rumbo y una manera de actuar, a quienes nos hemos de enfrentar, a esos que pretenden privatizar y elitizar estos espacios educativos, alejándonos de las aulas y enviándonos a las filas del desempleo, la explotación, etc. Los siguientes textos pretender dar luces de la Universidad que queremos y por la cual debemos luchar.
El siguiente tema: Represión de Estado contra las resistencias sociales y estudiantiles. Fecha límite de recepción: 15 de agosto.
1.- ¿QUÉ UNIVERSIDAD QUEREMOS? Comité Estudiantil “Fidel Castro Ruz” del Movimiento de Izquierda Revolucionaria.
2.-QUÉ UNIVERSIDAD TENEMOS, QUÉ UNIVERSIDAD QUEREMOS. POR UNA EDUCACIÓN PARA LA EMANCIPACIÓN. Asamblea Estudiantil de la U. de G.
3.-LA UNIVERSIDAD QUE QUEREMOS; TESIS GENERALES PARA PENSAR LA UNIVERSIDAD Movimiento Asambleísta Universitario (MAU).
4-.LA RECUPERACIÓN DEL PROYECTO DE UNIVERSIDAD CRÍTICA: APUNTES SOBRE LA UNIVERSIDAD QUE QUEREMOS. Colectivo Universitario por una Educación Popular (CUEP). .
¿QUÉ UNIVERSIDAD QUEREMOS? Comité Estudiantil “Fidel Castro Ruz” del MIR
Desde sus orígenes, la universidad ha sido un motor en la transformación de la sociedad, siendo un reflejo de esta y obedeciendo a momentos históricos determinados. Al mismo tiempo, ha sido un campo de disputa entre los sectores burgueses y los sectores populares, cada uno con un ideal de universidad contrapuesto. Es así que surge la pregunta ¿Qué universidad queremos?
3
E
universidades se ha acelerado. El concepto de s un hecho que las universidades, “universidad pública” ha sido seriamente históricamente, funcionan como un medio de lastimado con la inserción de la iniciativa privada, la difusión y transmisión ideológica de la cultura cual gana cada vez más lugar en la educación, esto y la ciencia de los sectores dominantes, jugando un con el consentimiento del Estado, que se ha papel determinante en cuanto a la preservación de la dominación hegemónica impuesta y, con ello, la despojado de su responsabilidad de garantizar el preservación del status quo. Como explica Juan derecho a la educación a todas y todos por igual. Antonio Mella, “las universidades están hechas para Así, tenemos un modelo de universidad sostener y ayudar el dominio de la clase que está en tecnocrático-empresarial, donde lo público se el poder [...] Es en las universidades […] donde se convierte en privado, desvaneciéndose la línea forja la cultura de la clase dominante”. Esto no es de divisoria entre ambos, donde la educación como extrañar, después de todo, las universidades derecho se convierte en un privilegio, donde sólo unos pocos, sobre todo surgen justo en un contexto histórico donde los sectores “ l a s u n i ve r s i d a d e s e s t á n a q u e l l o s c o n r e c u r s o s burgueses ascienden al poder. h e c h a s p a r a s o s t e n e r y f i n a n c i e r o s , t i e n e l a Y s i n e m b a r g o , l a s ayudar el dominio de la clase oportunidad de asistir a una institución pública superior, universidades han cumplido que está en el poder [...] Es en donde se les niega este también como un impulso a los las universidades […] donde se derecho a los sectores movimientos sociales revolucionarios, sobre todo en forja la cultura de la clase populares. Prevalecen las altas cuotas, mecanismos de América Latina, donde la dominante” universidad ha sido germen de -Juan Antonio Mella exclusión educativa, como los exámenes de ingreso, y los las luchas por la liberación de las naciones latinoamericanas desde tiempos de la y los planes y programas de estudio están colonización, siendo un espacio donde se forja una diseñados de tal forma en que la formación de las y conciencia contra-hegemónica que los sectores los universitarios vaya orientada a la tecnificación, populares han utilizado contra la burguesía. Así, los a la creación de un ejército industrial de reserva. movimientos independentistas del siglo XIX y los El resultado de este modelo es el proceso de movimientos sociales del siglo XX, tanto aburguesamiento de las y los estudiantes y estudiantiles como obreros y campesinos, han egresados universitarios, haciéndoles creer que tenido en la universidad y en los intelectuales forman parte de una “capa media”, que no es surgidos de ella la fuerza motriz de la revolución. obrero, y por ende, no pertenece a los sectores Como se puede ver, cada uno de los sectores proletarios ni a ninguna clase social. Sin embargo, sociales tiene su propio modelo de universidad no hay que olvidar que, a pesar de no ser asalariado ideal. Como sectores dominantes, la burguesía ha ni trabajador, las y los estudiantes universitarios, logrado imponer su modelo de universidad. De este en su mayoría, tienen su origen precisamente en los modo, por ejemplo, desde que fue instaurado el sectores proletarios, pues es precisamente el modelo económico neoliberal en México, en la pueblo trabajador quienes pagan su educación, década de los setentas y ochentas, el proceso de más allá de las altas cuotas ya señaladas, aunado al privatización y mercantilización de las hecho de que los padres forman también,
generalmente, parte de los sectores populares. Igualmente, este modelo pretende despolitizar la universidad, restringiendo a las y los estudiantes universitarios a su papel Las y los egresados de las universidades públicas se académico, legitimando así el enfrentan al dilema de si deben ser “peones oficiales orden capitalista, pues la producción académica irá del capital” o bien, ser "intelectuales orgánicos” al orientada al servicio de los servicio de los sectores populares. sectores dominantes, movimientos estudiantiles y las luchas populares, convirtiendo a las y los estudiantes en lo que Néstor donde se reivindicaba el concepto de “universidadKohan llama “peones y oficiales del capital”. La pueblo”. En esta coyuntura que aparece hacia las despolitización en las universidades hará que el décadas de los sesenta y setenta, cuando parecía sector estudiantil adopte una actitud individualista, que los sectores populares y estudiantiles habían una posición a favor de los intereses burgueses y se logrado un cierto nivel alto en cuanto a muestre indiferente y apático hacia las luchas organización y conciencia, las universidades estudiantiles y populares, hacia las injusticias que públicas comenzaban a adoptar un modelo de imperan en la sociedad. universidad popular, crítica, democrática, Frente a todo esto, aparece un modelo de vinculada con la sociedad y con los problemas universidad pública popular. En México, no es raro sociales, desde donde se cuestionaba fuertemente que el modelo de universidad tecnocráticaal Estado y al régimen partidista posrevolucionario. empresarial haya aparecido justo en un momento Bajo este modelo de universidad, se propugna por de crisis orgánica en el que el sistema capitalista una universidad donde todos y todas tengan lugar, comenzaba a deslumbrarse como inviable, un una universidad en la que se establezca la gratuidad momento de gran auge para los movimientos
Década de los setentas: nace la ilusión por la “universidad-pueblo”, opacada por la represión y el viraje hacia el bloque histórico neoliberal.
en la educación, donde toda la comunidad universitaria tenga derecho a voz y voto, una universidad autónoma, desligada del Estado, que sea incluyente y no se menosprecie a las y los hijos del obrero y del campesino, una universidad que garantice el derecho a la educación pública superior, que sea del pueblo y para el pueblo.
De esta manera, el modelo de universidad pública popular apunta a la proletarización de las y los estudiantes universitarios, que se reconozcan como lo que son, parte de los sectores populares. Así, las y los estudiantes se identificarán con el proletariado, con las luchas estudiantiles y populares, politizándose de tal forma que su formación le permita adquirir conciencia de clase, cumpliendo con su papel, como intelectual orgánico, definido en Gramcsi como aquella vanguardia de la “masa social que ejerce funciones organizativas” en todos los sentidos (económico, cultural y político), que surgen del seno subalterno y se encuentran ligados a las masas populares, identificándose como un integrante más en el movimiento contra-hegemónico colectivo, ligado a las necesidades del pueblo y no a las necesidades del mercado. Al responder a las necesidades de los sectores populares y adoptar una posición favorable a estos, se impone la actitud solidaria y colectiva sobre la actitud individualista. Entonces ¿Qué universidad queremos? ¿Cuál debe ser nuestra función social como universitarios y universitarias? Es claro el modelo que impera actualmente. El momento histórico indica que el modelo de universidad tecnocrática-empresarial se ha impuesto en la mayoría de las universidades
públicas del país, la cual, en lugar de resolver las problemáticas de la sociedad, las ha aumentado. Pero el momento histórico también indica que el modelo neoliberal ha entrado en crisis, tal como sucedió en México con el Proceso de Sustitución de Importaciones en las décadas de los cincuentas y sesentas, momento en el cual los movimientos sociales deben retomar la lucha y reconquistar aquellos espacios y derechos ganados en los sesentas y setentas y que, a base de métodos coercitivos, se nos fue arrebatado. Retomar las luchas estudiantiles y volver a reivindicar el modelo de universidad pública popular, científica, democrática, autónoma, incluyente y gratuita. Por supuesto, no basta con dar la lucha estudiantil. Si lo que se pretende es imponer el modelo de universidad pública popular debemos dejar de lado el activismo sin consecuencia revolucionaria, dejar de actuar en momentos de agitación para después volver a la pasividad. Igualmente, como explica José Carlos Mariátegui, “únicamente a través de la colaboración cada día más estrecha con los sindicatos obreros, de la experiencia del combate contra las fuerzas conservadoras y de la crítica concreta de los intereses y principios en que se apoya el orden establecido, podrán alcanzar las vanguardias universitarias una definida orientación ideológica.” En este sentido, la lucha estudiantil debe de ir acompañada de las luchas populares, de las reivindicaciones proletarias y campesinas, de la trasformación de la sociedad en cuanto a su Formación Económico Social. Es así que la praxis revolucionaria debe guiar la lucha, en búsqueda por construir la universidad que queremos.
“únicamente a través de la colaboración cada día más estrecha con los sindicatos obreros, de la experiencia del combate contra las fuerzas conservadoras y de la crí tica co ncreta de lo s intereses y principios en que se apoya el orden establecido, podrán alcanzar las vanguardias u n i ve r s i t a r i a s u n a d e f i n i d a orientación ideológica.” José Carlos Mariátegui
“La Universidad debe […] pintarse de negro, de mulato, de obrero, de campesino, o quedarse sin puertas, y el pueblo la romperá y él pintará la Universidad con los colores que le parezca.” Ernesto “Che” Guevara
"Si la conciencia universitaria del estudiantado se conforma acríticamente con la sociedad en que vive, deja de ser conciencia activa, deja de tener el atributo que define a la conciencia misma como movimiento y transformación revolucionarios, para convertirse en un espejo inmóvil de la sociedad." José Revueltas
“Sólo transformando radicalmente la enseñanza, la organización y la educación de la juventud, conseguiremos que el resultado de los esfuerzos de la joven generación sea la creación de una sociedad que no se parezca a la antigua” Vladimir . I. Lenin
7
R
eflexionar acerca del modelo universitario que buscamos, nos coloca ante una serie de problemáticas previas a considerar y definir, por ejemplo, respecto a quién o quiénes pueden y/o deben tomar en sus manos dicha reflexión. Con esto queremos decir que no nos corresponde única y exclusivamente al pequeño sector de estudiantes-universitarios organizados la tarea de pensar-hacer una Universidad distinta, pues ésta será resultado de la puesta en marcha por parte del pueblo en su conjunto, y fundamentalmente de las y los trabajadores, para la construcción de una sociedad que supere toda forma de opresión, y en ese proceso construirse (construirnos) como seres emancipados. Como consecuencia de ello, podemos tener tan sólo algunas ideas de lo que queremos para el futuro y, con mayor certeza, sabemos qué es lo que no queremos, qué rechazamos y a qué nos contraponemos en el ejercicio crítico de dar a luz lo diferente. Al mismo tiempo y apropiándonos de las palabras de Lenin, "la enseñanza, la educación y la instrucción [...] deben partir de los materiales que nos ha legado la antigua sociedad", es decir que no partimos de cero, sino de lo que existe y ha existido, de la suma de conocimientos que la humanidad ha desarrollado y que es necesario asimilar y poner al servicio de la lucha contra la explotación y por la liberación de nuestros pueblos.
Un tercer elemento a tomar en cuenta es el carácter de clase que, inevitablemente, ha tenido la universidad y más ampliamente la educación a lo largo de la historia, fungiendo como mecanismo de reproducción ideológica de las formas en que nos relacionamos unos(as) con otros(as), ya que la clase que ostenta el poder político y económico ostenta también el control cultural. La educación es la manifestación institucionalizada del fenómeno de la socialización, y la sociedad capitalista nos forma como individuos para el mercado. Es por ello que la crítica al modelo o al tipo de educación que tenemos es a su vez una crítica a la sociedad dividida en clases y en la que todo es mercancía, y al mismo tiempo, consolidar otra educación requiere ir de la mano de un cambio radical de las bases materiales de la sociedad. A partir de la situación particular de nuestro país donde desde hace por lo menos treinta años convergen y se profundizan los procesos de desmantelamiento, elitismo y privatización de la educación, agudizando las desigualdades sociales y fortaleciendo el proyecto político de la clase en el poder, creemos que hay que desarrollar una amplia reflexión acerca de la necesidad de transformar nuestras universidades y convertirlas en un espacio de y para el pueblo trabajador y oprimido. 1.- La educación pública y la embestida contra los derechos sociales Una de las principales conquistas del proceso revolucionario en México de 1910-1917 fue que el derecho a la educación pública, laica y gratuita quedó plasmado en la Constitución. Posteriormente, fueron creadas las normales rurales como parte de un proyecto que pretendía llevar la educación a todos los rincones del país, integrando actividades culturales, deportivas, educativas, económicas y de organización política, en el marco de la reforma agraria y de la conformación del Estado posrevolucionario, que
también promovió importantes programas de alfabetización en la sociedad. Si bien con esto no queremos decir que el proyecto educativo fuera diseñado y pensado desde y para los sectores oprimidos, sí se enmarcaba en el auge de las luchas obrero-populares que se desarrollaba en el país y que traía consigo una serie de conquistas sociales que se mantendrían e incluso algunas de ellas se ampliarían durante las décadas siguientes. Sin embargo, en los últimos años, la totalidad de las conquistas alcanzadas están siendo cuestionadas y eliminadas por las necesidades de los dueños del dinero en éste y en los demás países, pretendiendo mantener sus altísimas ganancias en medio de una profunda crisis ya no sólo económica, sino política, social e incluso ambiental. Las consecuencias son claras: En nuestro país, más de la mitad de la población vive en pobreza, las
negocio que representa para los ricos convertir nuestros derechos en mercancías, lo que además resulta en un tremendo cambio de paradigma para el propio pueblo al ir normalizando esta situación, al grado de ser completamente común escuchar a las y los jóvenes afirmar que sólo aquello por lo que pagas es bien aprovechado o es sinónimo de “calidad”. 2.- La visión empresarial en nuestras universidades. Precisamente hablar de “calidad educativa” nos remite a profundos cambios en las formas de educar y de concebir la educación a partir de las necesidades “del mercado” (de los dueños de los grandes capitales). No sólo han proliferado las instituciones privadas de educación (el caso de Jalisco es ilustrativo, pues casi el 50% de los estudiantes de la Zona Metropolitana están
principales ramas económicas están en manos de empresas extranjeras, hay una contraofensiva de los valores más conservadores y nos encontramos en una de las más graves crisis de derechos humanos que se materializa en los miles de asesinatos, feminicidios, desapariciones forzadas y desplazados. Enfrentamos una sistemática política de despojo: despojo de territorios, de recursos, de derechos, pero incluso de las formas de identidad y comunidad, de la memoria y de la esperanza, despojo que viene acompañado del violento control sobre los cuerpos y las resistencias. Es en ese contexto que la educación se convierte en campo de batalla donde entran en disputa los distintos proyectos que existen en nuestras sociedades, tanto por su función política (ya sea liberadora, ya sea de opresión) como por el jugoso
matriculados en escuelas privadas) mientras la educación pública media superior y superior rechaza a miles y miles de jóvenes cada año, sino que incluso en estas últimas hemos visto la introducción de ideas, prácticas y medidas del sector privado para hacerlas lo más parecido a una empresa, al tiempo que se permite la participación directa del sector privado con ánimo de lucro, dejando a las corporaciones la formación (o capacitación) profesional a partir de sus propios intereses, lo que se expresa no sólo en los costos que ha venido adquiriendo el estudiar en una institución pública, sino también en las modificaciones en los planes de estudio que trastocan las formas y contenidos de la enseñanza, fragmentando los saberes, eliminando determinados contenidos y consolidando una
educación tecnificada, regida a partir de conceptos como productividad, eficiencia o excelencia académica, donde el objetivo ya no es el conocimiento, sino el dominio pragmático de determinadas “competencias” que nos hacen “útiles” en la vida laboral. Este modelo educativo ha sido impuesto al margen de los principales sujetos del proceso educativo, es decir, estudiantes, profesores y comunidad. Para ello, ha hecho suyas las formas más antidemocráticas de control, producto de las cuales se encuentra por supuesto la despolitización, que crea un ambiente aletargado y apático respecto a los problemas sociales de dentro y fuera del ámbito académico. 3.- Manejo indiscriminado de los recursos y antidemocracia La imposición de determinados lineamientos educativos, que como hemos dicho vienen impregnados de la visión empresarial y mercantilista, ha sido posible, entre otras cosas, por las formas de control interno y las estructuras de dominación que en las universidades públicas existen. Esto ha originado grupúsculos enquistados en la dirección de las universidades e incluso con importante participación e influencia en las políticas estatales y regionales, que echan mano del corporativismo sindical y estudiantil, de la corrupción y las redes clientelares, e incluso de la represión, para mantener su botín político y económico. Así, al mismo tiempo que la política federal recorta constantemente los presupuestos destinados a educación, investigación científica y cultura (basta ver los escandalosos recortes del sexenio actual), dentro de las casas de estudio prevalece la opacidad y el manejo turbio de los recursos, dando como resultado, por un lado, una plantilla laboral cada día más precarizada (con altos porcentajes de trabajadores sin base e
Salvador Jara Guerrero (Izq.): de rector de la UMSNH a gobernador del Estado de Michoacán, a Subsecretario de Educación Superior. Un ejemplo de antidemocracia y corrupción en las universidades públicas. incluso subcontratados en algunas áreas) y salarialmente castigada (mientras los altos funcionarios universitarios perciben sueldos por demás onerosos), y por otro, serias deficiencias en cuanto a infraestructura, creación de nuevos planteles, acceso a herramientas de apoyo para el desarrollo de las actividades académicas, programas educativos y promoción de investigaciones. Recuperando una extendida consigna enarbolada por distintos movimientos, sobre todo juveniles, podemos decir que “no falta dinero, sobran ladrones”, y que esto aplica en lo interno de nuestras escuelas, pero también respecto al total del presupuesto público, pues para aquellos que administran el Estado, es más importante pagar (con la riqueza que generan las y los trabajadores) la deuda pública, que garantizar educación a los miles de jóvenes que hay en nuestro país. 4.- Universidad-empresa o Universidad-pueblo. Todo esto tiene que ver con la concepción que
podamos tener de qué es y cómo debe funcionar la educación. Para algunos de nosotros, la educación no puede seguir funcionando como una empresa formadora de mano de obra, y que internamente reproduce las relaciones jerárquicas y de dominación (de clase, de raza, de género) características de una sociedad dividida en opresores y oprimidos. Pensamos que es necesario cuestionar incluso la visión que nos limita a seres unidimensionales, fragmentados y especializados en operaciones totalmente desvinculadas de la complejidad de los procesos. Rechazamos una educación que nos enseña a repetir y no a crear y que, como cualquier otra institución capitalista, reduce todo a su valor de cambio, a su forma mercancía, evidenciando, citando a Marx, cómo la valorización del mundo de las cosas crece en razón directa con la desvalorización del mundo humano.
Buscamos, en cambio, que la educación desarrolle el sentido crítico que nos permita darnos cuenta de la realidad en la que nos desenvolvemos y de sus problemas, que brinde herramientas para la auto-emancipación de los sujetos como individuos y como comunidades, por lo tanto, que haga propia una autonomía y autogestión entendida, como escribió Revueltas, como una toma de conciencia de que estudiar y conocer no son ejercicios al margen del tiempo y la sociedad, sino como parte de ella y en relación crítica-autocrítica constante, comprometiéndose con ella. Una educación que construya puentes entre las diversas áreas del conocimiento y, fundamentalmente, que se base en la activa participación de quienes la hacen posible, albergando al conjunto del pueblo trabajador y garantizando mecanismos de verdadera democracia.
“No estudiamos con el propósito de acumular conocimientos estáticos y sin contenido humano. Nuestra causa como estudiantes es la del conocimiento militante; refuta y transforma, revoluciona la realidad social, política, cultural, científica.” José Revueltas, 1968, “Nuestra Bandera”
Es verdad, pues: reprimamos esta fiera condición, esta furia, esta ambición, por si alguna vez soñamos. Y sí haremos, pues estamos en mundo tan singular, que el vivir sólo es soñar; y la experiencia me enseña, que el hombre que vive, sueña lo que es, hasta despertar. Sueña el rey que es rey, y vive con este engaño mandando, disponiendo y gobernando; y este aplauso, que recibe prestado, en el viento escribe y en cenizas le convierte la muerte (¡desdicha fuerte!): ¡que hay quien intente reinar viendo que ha de despertar en el sueño de la muerte! Sueña el rico en su riqueza, que más cuidados le ofrece; sueña el pobre que padece su miseria y su pobreza; sueña el que a medrar empieza, sueña el que afana y pretende, sueña el que agravia y ofende, y en el mundo, en conclusión, aunque ninguno lo entiende. Yo sueño que estoy aquí, de estas prisiones cargado; y soñé que en otro estado más lisonjero me vi. ¿Qué es la vida? Un frenesí. ¿Qué es la vida? Una ilusión, una sombra, una ficción, y el mayor bien es pequeño; que toda la vida es sueño, y los sueños, sueños son. La vida es sueño/P. Calderón De La Barca
LA UNIVERSIDAD QUE QUEREMOS. TESIS GENERALES PARA PENSAR LA UNIVERSIDAD. Movimiento Asambleísta Universitario de la UAN El presente texto es una aportación a la resistencia estudiantil de México y del mundo. La importancia de pensarnos a nosotros mismos y pensar ¿Qué universidad queremos? Es un juego de análisis entre realidad y utopía, una dialéctica para la superación de las contradicciones existentes a p a r t i r d e u n reconocimiento de nuestra inmediatez, y un pensar revolucionario como proyecto educativo.
L
a universidad ha experimentado un proceso continuo de transformación desde las primeras universidades del siglo XII, administradas y organizadas por estudiantes y profesores con la avenencia de la corona o la Iglesia. En América Latina será el modelo jerárquico de la Iglesia católica el que instaurará los primeros espacios educativos. La universidad pública aparece con el modelo de la etapa bonapartista de la revolución francesa y será el modelo que se adoptará con los movimientos independentistas y la corriente liberal. Las revoluciones sociales del siglo XX incorporan la educación como principio base de la constr ucción naciona l y la s universidades experimentan una masificación de corte popular hacia mediados del siglo que conlleva tanto una mayor participación del Estado en financiamiento como un éxodo de los estudiantes pertenecientes a las clases poseedoras y/o de altos ingresos hacia instituciones de educación privada y exclusiva. La avanzada neoliberal de los 70s va a criticar fuertemente el modelo de educación masivo y popular y a proponer la reducción de la participación estatal en la educación superior. En México sigue incrementando el modelo de educación privada orientado a la absorción de demanda mientras que las universidades públicas han entrado en un periodo de crisis dónde el Estado mexicano restringe el fina nciamiento y presiona para una reestructuración de las universidades para insertarse en la economía global y a la par, articular un proyecto educativo nacional de inspiración neoliberal. En ese desarrollo histórico es que el movimiento estudiantil se ha desenvuelto, con retos diversos y una lucha constante. El reto actualmente consiste en pensar al movimiento estudiantil, entender nuestro papel fundamental en este momento y articular nuestras acciones con un proyecto de educación orientado a la emancipación de explotados y oprimidos.
La Universidad Autónoma de Nayarit surge en 1969, será testigo del movimiento popular de inspiración socialista que recorría las calles de Tepic y llegaba a los campos nayaritas. Su historia particular, su movimiento estudiantil, su autonomía, su carácter popular, se vinculan directamente a la lucha del sindicalismo universitario que cobraba gran fuerza durante los 70s en México, por una búsqueda de democracia, mejoras laborales y la construcción de una Universidad Nueva, proyecto educativo que pugnaba por una educación crítica, científica y popular. En 1975 el fraude electora l impone como gobernador de Nayarit al Coronel Rogelio Flores Curiel, premiado por ejecutar la represión sobre el movimiento estudiantil en el Halconazo del 10 de junio de 1971. Y en poco tiempo se despliega un golpe de Estado dentro del gobierno universitario que destituye al rector y a las autoridades e impone a Petronilo Díaz Ponce. Se crean dos sindicatos blancos, uno de maestros y otro de trabajadores, para intentar quebrantar al sindicato único y romper las huelgas. El periodo que va de 1977 a 1979 está manchado por la represión y la sangre en nuestra Universidad. Estudiantes desaparecidos, profesores exiliados, incendios en escuelas, balaceras en diversos puntos de la ciudad, y la entrada de trabajadores y estudiantes en contra de la represión. El resultado fueron 3 trabajadores asesinados y muchos heridos.
Las autoridades universitarias impusieron la ley de la violencia. Se quebrantó la resistencia de los traba jadores y estud ia ntes otorgá ndole el reconocimiento institucional y el contrato colectivo a los esquiroles y porros. Se instaló un modelo de gobierno universitario conformado por 3 sectores; académicos, traba jadores ma nua les y administrativos, y estudiantes. Pero este modelo de gobierno implantó el corporativismo de tradición priista en la universidad. Las dirigencias sectoriales se establecieron como estructuras piramidales, autoritarias y paternalistas, se desarrolló una forma
que servía de trampolín político, centro de trabajo bien remunerado sin necesidad de trabajar, y expendio de títulos profesionales. Hoy la universidad se enfrenta a una política neoliberal que se opone a la lógica corpora tivista con que había venido funcionando. La bolsa de los recursos públicos fue vaciada por un proyecto de privatización de la educación y los vicios y corruptelas de las mafias corporativas se ven amenazadas ante la perspectiva de tener que recortar sus gastos. En medio del desgaste del oxidado corporativismo y del salvaje neoliberalismo que pugnan por el control de los
de control negociado a partir de los i ntereses de los dirigentes y en relación a dichos intereses se eligieron rectores, directores y demás acuerdos de la vida universitaria. Se consolidó el corporativismo por medio de las concesiones a los agremiados. Becas, puestos, trá fico de lug a res en la universidad, entre algunas de las muchas prácticas realizadas por los sectores sin mayor criterio que el de la conformidad y la fidelidad a las autoridades. La corrupción se volvió norma dentro de la universidad y lo académico quedó en segundo plano. Se conformó un espacio que ponía por encima los intereses de la clase política universitaria a los intereses rea les de la comunidad, pero fue disfrazado como un estado de bienestar que otorgaba beneficios particulares y que con el tiempo establecería la percepción de la universidad autónoma de Nayarit como un centro de trabajo lucrativo. Pero lo educativo había quedado de lado. El pensamiento crítico fue desinstalado poco a poco. L a s a s pi ra c i o n es d e m o c rá t ica s q u e d a ro n prohibidas. La universidad quedó reducida a una institución
espacios públicos, y de la universidad naya ri ta, se encuentran los trabajadores, los académicos y estudiantes que conforman las bases amplias de la comunidad universitaria, los miles de jóvenes nayaritas que aspiran a construir un futuro en las aulas de la universidad. El pueblo al que nos fue arrebatada la universidad somos las principales víctimas de una disputa en donde la educación sigue s i n f i g u r a r. L o s i n d i ca d o r e s y c o n c e p t o s implementados a par tir de las refor mas de privatización sugieren un modelo de formación de técnicos sin reflexión ni capacidad crítica, sumisos y silenciosos. Sigue sin aparecer la democracia pues ahora la política queda oculta tras el velo de la burocracia administrativa, del papeleo, de la maquila de conocimientos. En la universidad autónoma de Nayarit se precisa plantear una alternativa que represente los intereses de la comunidad, donde la prioridad sea la formación educativa, una vida democrática tanto al interior de las aulas como en la administración y el gobierno de la s escuela s q ue la confor ma n. Profesores comprometidos con la ciencia y la formación de los
La universidad quedó reducida a una institución que servía de trampolín político, centro de trabajo bien remunerado sin necesidad de trabajar, y expendio de títulos profesionales.
Juan López. Ex-rector de la UAN. Ejemplo de corrupción y desvío de r e c u r s o s e n l a s u n i ve r s i d a d e s públicas. Está acusado de peculado y uso indebido de funciones estudiantes. Trabajadores que reconozcan la importancia de la educación y que puedan contr ibuir a l desa rrol lo de la universidad. Estudiantes que se interesen por el carácter emancipatorio de la educación, de los problemas sociales y por su universidad. Espacios de diálogo y construcción de la democracia que involucren a trabajadores, académicos y estudiantes para superar las barreras impuestas desde los sectores. Espacios de expresión cultural y artística diversa. Criterios establecidos para fomentar el apoyo a quienes lo merecen, abrir programas académicos que correspondan a las necesidades populares y que abonen a una perspectiva de largo plazo para Nayarit. Es necesario repensar la universidad, vincularla al pueblo, construir en base planes de conocimiento y no a conveniencia. La universidad Autónoma de Nayarit debe cambiar para formar estudiantes
comprometidos, críticos, capaces de resolver y participar en los grandes retos a los que se enfrenta México en tiempos de la globalización. Las universidades deben articular proyectos educativos a nivel regional, intercambio de profesores, estudiantes, donde se compartan programas, conocimientos, problemas de desarrollo que son comunes y donde se construyan macro universidades. A nivel nacional la educación sigue careciendo de un proyecto que esté pensado desde la historia particular de cada universidad y región, de sus problemáticas y contradicciones, carencias y oportunidades, un proyecto educativo que reconozca l a s t r a d i c i o n es y d i fe re n c i a s co m o p a r te constituyente de un México que se conforma por muchos Méxicos. Nuestros puntos de acuerdo y nuestros retos en común pueden ser la guía sobre la cual se estructura un proyecto de tal magnitud. Un proyecto educativo nacional debe considerar cuáles son las perspectivas de la educación a nivel global, cuál es la influencia de los organismos multilaterales en las agendas educativas, cuáles son los intereses de los gra ndes monopolios en educación, cómo se ha venido comportando la mercantilización, privatización e inserción de la educación en la economía. Reconocer el proyecto de las clases poseedoras nos permitirá entender los puntos cruciales que debemos atender en nuestros países. ¿Cómo articular una educación pensada para el desarrollo nacional a partir de capacidades humanas, en donde haya una compatibilidad entre el interés por la ciencia y lo popular, asimismo que afronte los retos de la inserción laboral en la globalización tecnológica? ¿Cuál será la dinámica de esa educación en el panorama amplio de una revolución? Es claro ante todo ejercicio de pensamiento, que entender una determinada situación, un contexto, el papel activo que debemos jugar, implica reconocer la
orientación de nuestro pensamiento, las ideas detrás y después de nuestro análisis. No podemos pensar en un proyecto educativo ni hablar de futuro para la educación si no reconocemos el carácter capitalista de nuestro momento histórico, de n u es t ra s re la c i o n es s o c i a l es , d e n u es t ra s instituciones. En gran parte las contradicciones que pretendemos resolver son consecuencias del capitalismo y por ello resolverlas implica reconocer el carácter clasista de nuestra sociedad, tomar partido, entender los fundamentos del capitalismo, sus dinámicas primordiales, comprender sus mecanismos de reproducción ideológica, y por tanto nuestras estrategias de emancipación, de abolición de lo establecido.
conforman una comunidad. Entender los retos a los que se enfrenta la educación a futuro, elaborar propuestas, convocar al diálogo y al debate, agitar y defender la pers pectiva de una educa ción revolucionaria. 2.- Las universidades públicas se encuentran actualmente entre la espada neoliberal y la pared corporativista. Las dos perspectivas corresponden a intereses particulares y afectan de igual forma al pueblo. Es por ello que debemos comprender la naturaleza de ambos modelos, sus diferencias y similitudes, para poder combatirlos y plantear una superación critica, científica y popular. 3.- La universidad que queremos pasa por un proceso largo de lucha, de resistencia activa, de
Sostenemos que la “ N o p o d e m o s p e n s a r e n u n c o n s t r u c c i ó n d e l e d u ca c i ó n es p a r te d e proyecto educativo ni hablar de movimiento estudiantil, se ambas. Es una reproducción futuro para la educación si no constituye como un espacio dialéctica de dominación r e c o n o c e m o s e l c a r á c t e r donde se ejerce el diálogo, la ideológica y de resistencia capitalista de nuestro momento democracia, el respeto de emancipatoria. Su carácter histórico, de nuestras relaciones las ideas, se valora la ciencia doble depende del carácter sociales, de nuestras instituciones” y s e c o n f o r m a de la universidad, su constantemente el carácter popular en busca de la emancipación y en defensa de dinámica, su papel en la comunidad, en la región, en los explotados y oprimidos. los planes educativos, en el capitalismo, de sus Estamos entrando a la etapa de un gran debate, actores políticos y comunidades. La capacidad de la de un ejercicio amplio de pensamiento en que educación para el desarrollo de la consciencia y de la debemos revisar puntua lmente cuá l será la superación de nuestras contradicciones depende en estrategia que deberemos seguir para transformar gran medida de nuestra participación activa, de nuestras universidades. Las pocas líneas generales reconocer sus posibilidades y sus límites, y de aquí abordadas apenas son las primeras ideas para pugnar por una educación que fomente la libertad. discutir por dónde empezar. A manera de síntesis podemos proponer: 1.-Se requiere un proyecto educativo, que reconozca la importancia de la política en nuestras escuelas. Que parte de conocer su historia particular, ligada a la historia de la lucha de clases. Pasa por detectar las problemáticas más evidentes de nuestras instituciones, encontrar la raíz de dichas contradicciones y sus diversos actores políticos. Reconocer los i ntereses heterog éneos q ue
Movimiento Asambleísta Universitario Tepic, Nayarit, México Junio 2017
16
17
L
a pregunta no puede contestarse a través de un listado simple que plantee las soluciones concretas de todas las Universidades del país, se trata de tareas militantes complejas. Entonces, ¿qué requerimos?, requerimos plantear las posibles soluciones desde las distintas miradas históricas que se han planteado las Universidades, renovando y reestructurando las propuestas. En primera instancia debemos reconocer que es necesario el acto teórico, fundamento planteado por José Revueltas. Revueltas (1978) señala que hay que entender el acto teórico “…como el encuentro de ese tipo de ideas que, al entrar en contacto con una realidad dada, tienen la virtud de remover —trastonar— sus estratos más profundos”. (p. 151). Dicho acto teórico permitirá que todos los sujetos (aclarando que habrá quienes procuren interrumpir o transgredir) sean partícipes del quehacer histórico. Pero el fin de estos apuntes se trata de plantear ideas que, ante los hechos históricos, nos plantean la Universidad que queremos. 1. ¿Por qué la Universidad crítica? Porque la Universidad crítica nos consolidará como espacio de propuesta, de creación, de debate; porque la Universidad crítica nos mantendrá “vivos”, “despiertos” y creativos cuando se trate de soluciones que día a día, la sociedad demanda. 2. ¿Por qué la Universidad gratuita? Porque la educación, entendida como acto, como proceso, como resultado, no es un ALGO que se oferta como mercancía, se trata del legítimo derecho que se le otorga a cualquier hombre y a cualquier mujer del mundo. 3. ¿Por qué la Universidad emancipadora? La emancipación del hombre, no es un proceso aislado, propio del sujeto. La emancipación del hombre refiere a un proceso colectivo; proceso que, en la Universidad crítica y gratuita se puede
encontrar o (re) descubrir. 4. ¿Por qué la Universidad popular? En la historia de la educación en México se han manifestado distintos proyectos de educación popular, sin embargo, se han disuelto, ocultado bajo los cimientos de construcción popular. La Universidad debe ser popular porque la consigna principal (que defendemos) grita “educación para todos (as)”, la educación disfrazada de popular intenta aparentar ser un fenómeno de inclusión, pero, lo que en verdad intenta, es la falsa idea de la apertura de lugares para el estudio universitario, desconociendo a hombres y mujeres campesinos (as), hijos e hijas de obreros (as), y demás sectores populares. 5. ¿Por qué una Universidad democrática? Porque el diálogo como factor crítico no inhibe la recuperación de ideas revolucionarias para la transformación económica, política y social. Porque allá afuera, con mucha seguridad hay que afirmar que hay viables ideas para la masificación de la población que requiere educación superior, para la insuficiencia de recursos financieros, para la ineficacia de los métodos actuales de enseñanzaaprendizaje. 6. ¿Por qué una Universidad autónoma? La autonomía universitaria ha sido el logro de distintas luchas, ignorarla sería un error histórico, de lo que se trata ahora es de reflexionarla y consolidarla. Las ideas que comentamos, han sido tan solo un esquema básico de la Universidad que unos cuantos queremos, ¿qué es lo que los demás universitarios críticos proponen?, podría resultar una de las próximas tareas militantes por ejercer. La Universidad que queremos es la Universidad que debemos construir, la Universidad que debemos defender, como espacio de lucha, como espacio comunitario para las generaciones que tendrán algo que enfrentar.
18
EN EL PRÓXIMO NÚMERO:
REPRESIÓN DE ESTADO CONTRA LAS RESISTENCIAS SOCIALES Y ESTUDIANTILES