Fue el día en que el presidente priista Gustavo Díaz Ordaz, dejo clara su incapacidad como representante del pueblo mexicano, pues respondió a sus demandas con asesinatos, desapariciones, persecuciones, torturas y toda clase de violación de los derechos humanos. Su mandato se caracterizó por la dura represión de los movimientos sociales, numerosos hechos fueron documentados incluso antes de su cargo como presidente. Declarado abiertamente anticomunista, su preocupación principal (como en otros gobiernos de América Latina) era frenar cualquier germen de una posible revolución, sobre todo después de 9 años de la victoria de la Revolución Cubana. Aunque sus actos sacudieron al país entero, la participación de los múltiples actores materiales e intelectuales de este despreciable hecho quedaron absueltos de todo castigo. El movimiento, mayoritariamente estudiantil, tenía un pliego petitorio que definitivamente no cuestionaba el poder político, sin embargo, un gobierno ilegítimo y cerrado al diálogo que tenía bajo su control a los medios de comunicación, aunado a la probada hostilidad excesiva en las políticas de estado, desembocó en una sangrienta masacre que sería un parteaguas en la historia de México. Es por ello que a 47 años de este hecho, salimos de nuevo a tomar las calles como una muestra de que no hemos perdonado, no hemos olvidado. Salimos hoy no sólo para recuperar la memoria histórica, sino también para reivindicar un movimiento cuyo desarrollo quedó inconcluso. En el panorama actual, Enrique Peña Nieto dijo ante la ONU el pasado martes 29 de septiembre que los derechos humanos son un tema prioritario para su gobierno.
¿Prioritario como Atenco cuando fue gobernador del Estado de México? ¿Prioritario como Ayotzinapa? ¿Prioritario como Tlatlaya? ¿Prioritario como San Quintín? ¿Prioritario como Ostula? ¿Prioritarios como la cifra en aumento de 27 mil desaparecidos y el tercer lugar mundial de muertos a causa de un sistema de impunidad? En nuestro estado en días pasados reprimieron a estudiantes normalistas, el 24 de septiembre elementos de la Fuerza Ciudadana atacaron con tubos, cadenas, mangueras, gas y “taser” o chicarras a estudiantes del CREN Preescolar de Arteaga que realizaban un volanteo en la caseta de Las Cañas dejando a varios compañeros heridos. Al día siguiente en la carretera MoreliaPátzcuaro policías de la SSP se enfrentaron con estudiantes de la Normal Rural de Tiripetío dejando como resultado 20 lesionados y 5 gravemente heridos. En la UMSNH el asesinato de Gilberto Abundiz de la facultad de Bellas Artes no se ha esclarecido. En la misma universidad dos estudiantes de la facultad de Psicología han recibido llamadas de amenazas por ser partícipes del movimiento que defiende la gratuidad. Recordar esta fecha no sólo nos permite reivindicar a los partícipes del movimiento del 68, sino también tomar las lecciones que nos dejan. Comprender y saber estudiar nuestra realidad de manera crítica nos dará las herramientas para politizar los espacios universitarios y dirigir nuestro descontento hacia la construcción de una organización que defienda nuestros intereses, ante la creciente criminalización de la protesta dicho objetivo se vuelve una necesidad de carácter urgente. “Desgraciados los pueblos donde la juventud no haga temblar al mundo y los estudiantes se mantengan sumisos ante el tirano” -Lucio Cabañas Barrientos-