Restaurantes tradicionales.

Coordenadas llenas de sabor donde respetan y subliman las recetas más auténticas y deliciosas de Suiza

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Baslerhof Bettingen en Basilea.

Ubicado en un clorofílico prado de la campiña basiliense, esta casa de campo sintetiza el imaginario gastronómico de su entorno. Su apuesta por modernizar la cocina de mercado y por maridar con los mejores vinos de todo el mundo hace que, por momentos, sus vistas panorámicas no sean las protagonistas. e baslerhof-bettingen.ch

Les Armures en Ginebra.

Cruzar la puerta de este sorprendente restaurante emplazado en un hotel emblemático del centro de la ciudad es trasladarse a los Alpes. Una decoración inspirada en los chalet de montaña y, sobre todo, una carta protagonizada por la fondue y la raclette caracterizan a esta auténtica embajada gastronómica.

e lesarmures.ch

Stadtkeller en Lucerna.

Una velada en este establecimiento da para mucho, desde asistir a un espectáculo de folclore suizo hasta degustar una cocina de mercado sorprendente. Todo ello regado con una cerveza homónima que elaboran en este complejo con el agua procedente del manantial del Monte Pilatus. Más auténtico, imposible. e stadtkeller.ch

Café du Midi en Friburgo.

Fue en 1877 cuando se fundió aquí, por primera vez, el queso de una fondue. Desde entonces, este restaurante ha sido una institución en la ciudad, recibiendo a comensales de todo tipo y alcurnia. Pese a que su decoración fue actualizada hace 30 años, comer aquí es comprobar que las buenas recetas son inmortales.

e lemidi.ch

Raclette Factory en Zúrich.

El nombre de este establecimiento lo dice todo. Aquí no hay trampa ni cartón, solo raclettes que se sirven en un ambiente moderno, distendido y a muy buen precio. La clave de su éxito es el uso de muchos tipos de quesos, desde los más clásicos de los Alpes hasta otros más atrevidos con toques trufados o con aromas a queso azul. e raclette-factory.ch