A MODO DE EDITORIAL Los socios de la Sociedad de Fomento - como todos los argentinos y argentinas - estamos atravesando una situación económica difícil que golpea los bolsillos sin distinción: a los asalariados o jubilados porque los aumentos de los precios de los productos y los servicios son mayores que los aumentos de salarios y jubilaciones, y a los empresarios o comerciantes, por la disminución de sus ventas. La Sociedad de Fomento ha seguido una prudente política en materia de incremento de la cuota social, ajustándola en la mediad en que aumentaron los salarios de convenio del personal de vigilancia (aumento que se traslada automáticamente al costo del servicio que nos factura la empresa contratista) y del personal administrativo, como lo ha venido haciendo en los últimos años. Lamentablemente esto ha provocado algunas bajas de asociados que esperamos recuperar, dado que mantener los servicios entre una menor cantidad de socios obliga a aumentar en mayor medida la cuota social. Por la misma razón, no hemos accedido a disminuir la cuota a aquellos que lo solicitaron como excepción, aunque reconocemos que en algunos casos la decisión fue muy debatida. Respetamos naturalmente la escala de prioridades en el uso del dinero que tiene cada uno, pero no deja de asombrarnos que para algunos vecinos la cuota de la SocFom sea una de las primeras formas de ajustarse a la nueva situación. Tal vez no hayan reparado en que un aumento de la inseguridad en el barrio, más allá
de poner en peligro la vida y los bienes de las personas, provoca una caída en el valor del inmueble, equivalente con seguridad a muchos años de pago de la cuota. También una intrusión, con roturas de puertas o ventanas y sustracción de mobiliario y artefactos domésticos, puede ser medida de la misma forma. El sistema de vigilancia del que hoy disponemos posee una tecnología moderna y eficaz: las alarmas en buen estado de funcionamiento reportan inmediatamente – además, los que optamos por enlace por radio no dependemos del buen funcionamiento de las líneas telefónicas -, los móviles recorren y por sobre todas las cosas acuden ante nuestro llamado, nos apoyan en el momento de entrar o salir, tenemos un botón de pánico con innumerables aplicaciones, tenemos acceso fluido a las máximas autoridades policiales cuando estimamos necesario coordinar alguna acción. En las identificaciones de personas que caminan por el barrio que nuestro servicio de vigilancia realiza junto a la policía, se encuentran de vez en cuando individuos con antecedentes penales o pedidos de captura o en posesión de armas o estupefacientes. Según el caso, estos individuos son detenidos o acompañados hasta que salen del barrio. Estas eventuales presencias nos hacen aconsejar - sobre todo de noche – que se solicite apoyo al momento de entrar o salir de la propiedad. Defendamos esto. No lo perdamos ni permita-
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