Memoria Mesa Técnica Vivienda y Hábitat ciclo 2011-2012

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SERVICIO PAÍS Memoria Mesa Técnica Vivienda y Hábitat Profesionales SERVICIO PAÍS Ciclo 2011 ‐2012 22 y 23 de noviembre del 2011


Introducción La Fundación Superación de la Pobreza (FSP) es una institución privada, sin fines de lucro, pluralista, cuya misión es “contribuir a la superación de la pobreza promoviendo mayores grados de integración y equidad social en el país, que aseguren el desarrollo humano sustentable de las personas que hoy viven en situación de pobreza y exclusión social”. El programa SERVICIO PAÍS (SP) es el programa de intervención social de la FSP cuyo propósito es contribuir a que “personas, hogares, comunidades y organizaciones que viven en situación de pobreza y vulnerabilidad social, mejoren su accesibilidad a oportunidades de desarrollo en ámbitos claves del bienestar (trabajo, salud, educación, hábitat, cultura) generando a la vez oportunidades para que jóvenes en pleno desarrollo profesional y voluntarios desarrollen competencias en intervención e investigación en contextos de pobreza, redistribuyendo las capacidades profesionales existentes en el país”. En este contexto, SP Vivienda y Hábitat ciclo 2011‐12 se desarrolla en 13 regiones, 47 comunas urbanas y rurales; con una cobertura estimada de 2.376 beneficiarios directos y de 18.511 indirectos, contando con la participación directa de 121 profesionales y 13 Jefes Territoriales. Las regiones y comunas en que se implementa el programa son:

Arica‐Parinacota: Putre / Tarapacá: Pozo Almonte / Antofagasta: Mejillones, María Elena, Taltal / Atacama: Chañaral, Vallenar, Freirina /Valparaíso: Petorca, San Antonio /Región Metropolitana: Alhué / O’Higgins: Placilla, Chimbarongo, Lolol, La Estrella, Litueche, Marchigüe, Pichilemu, Palmilla, Las Cabras, Quinta de Tilcoco / Maule: Licantén, Hualañé, Sagrada Familia, Vichuquén, Villa Alegre, San Clemente, San Javier, Chanco, Empedrado, Pelluhue, Constitución, Parral, Curepto / Biobío: Alto Biobío, El Carmen, Portezuelo, Quirihue, Tirúa, Tomé, Yumbel , Arauco / Los Lagos: Hualaihué / Aysén: Lago Verde, Aysén /Magallanes: Puerto Natales, Cabo de Hornos. Además se consideran intervenciones que implementan servicios del ámbito en complementariedad con otros ámbitos en la Región de la Araucanía: Lumako, Galvarino, Lonkimay, Collipulli. El propósito del SP Vivienda y Hábitat es que las personas, familias y comunidades en situación de pobreza visibilicen, conecten y activen capacidades y recursos para el desarrollo de un hábitat residencial y comunitario sustentable, que promueva la integración social y la equidad territorial. En ese sentido, las intervenciones apuntan a disminuir las brechas en el hábitat residencial y comunitario, favoreciendo el ejercicio del derecho a la vivienda, a la ciudad y al medioambiente, reconociendo al “habitar” como una de las capacidades fundamentales del ser humano, cuyo despliegue y desarrollo se constituye en un medio para superar la pobreza. Las intervenciones se basan en una visión integral y sistémica de la problemática de vivienda y hábitat; en el reconocimiento y la movilización de los recursos y de las capacidades de las personas, que se constituyen en sujetos activos en los procesos de gestión y producción del

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hábitat; en la promoción de la equidad territorial y en la construcción de espacios de inclusión e integración social, con pertinencia territorial y cultural.

EXPERIENCIA FORMATIVA El programa SERVICIO PAÍS se organiza en ciclos de intervención anual (de diez a trece meses de duración). Cada ciclo se estructura en tres etapas:  Instalación y planificación  Desarrollo de las intervenciones  Cierre y traspaso Cada una de estas etapas contempla una serie de actividades orientadas al desarrollo de las intervenciones y también a la formación de los jóvenes profesionales. En este contexto, las mesas técnicas forman parte del ciclo formativo de los/las profesionales toda vez que constituyen espacios colectivos, de análisis y reflexión, respecto de las bases conceptuales y técnicas que sustentan las intervenciones, asociados fuertemente a la etapa del ciclo en la cual se encuentran, tanto las intervenciones como el profesional. Estas instancias también son un espacio de participación de los/las profesionales SERVICIO PAÍS en el proceso de evaluación y seguimiento del programa en cada uno de sus ámbitos de intervención (Educación, Vivienda y Hábitat, Trabajo, Salud y Cultura) y, por tanto, su reflexión es un valioso aporte a la mejora continua del programa. La segunda mesa técnica del ciclo 2011‐12 se desarrolló a fines del mes de noviembre (22 y 23) y tuvo como eje la reflexión y análisis crítico de los/las profesionales en torno a las temáticas vinculadas a Vivienda y Hábitat, como dimensiones constituyentes de procesos de superación de la pobreza. La mesa técnica se desarrolló en tres momentos: (1) Reconstrucción del marco conceptual a partir de la exposición de un miembro del directorio de la FSP, quien presentó el vínculo entre hábitat, integración social y la equidad territorial, dando énfasis al rol de los/las profesionales SERVICIO PAÍS en esa tarea. (2) Análisis y reflexión en talleres de trabajo cuyos temas fueron definidos previamente y en conjunto por los equipos profesionales y jefe/as territoriales. En cada taller, los/las profesionales presentaron ponencias, debatieron y contaron con la participación e interlocución de expertos externos invitados especialmente para la ocasión. (3) Debate a través de un panel de invitados, integrado por representantes de Gobierno, sector privado, sociedad civil y municipios, quienes expusieron y debatieron en torno a la relación entre hábitat e integración social y equidad territorial. Los siguientes capítulos sistematizan lo abordado en cada una de las actividades de la mesa técnica, consignando el valioso, diverso y arduo trabajo que los/las profesionales han desarrollado a lo largo del año 2011.

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Durante los dos días de trabajo de la Mesa Técnica de Vivienda y Hábitat participaron los/las siguientes 97 profesionales SERVICIO PAÍS: PSP

Región

PSP

Región

Claudia Pereira

Arica‐Parinacota

Dayana Sepúlveda

Maule

Gisela Fuenzalida

Arica‐Parinacota

Carla Uribe

Maule

Nicole Marillán

Tarapacá

Julia Arellano

Maule

Carolina Carreño

Tarapacá

Lorena Sepúlveda

Maule

Massiel Quiñonez

Antofagasta

Mary Carmen Cabezas

Maule

María Elena Melo

Antofagasta

Laura Aranguez

Maule

Cristián Zúñiga

Antofagasta

Yennifer Nuñez

Maule

Fabiola Rivera

Antofagasta

Pablo González

Maule

Makarena Albanez

Antofagasta

Maudy Muñoz

Maule

Cristina Aravena

Atacama

Mario Herrera

Maule

José Pérez

Atacama

Daniela Villarroel

Maule

Matías Carvajal

Atacama

Leslie Flores

Maule

Alejandra Sepúlveda

Atacama

Alejandra Alvarez

Maule

Javiera Provis

Atacama

Francisco Gazzo

Maule

Francisca Fuenzalida

Valparaíso

Paulina Quevedo

Maule

Paloma González

Valparaíso

Marcela Alarcón

Maule

Claudia Herrera

Valparaíso

Esteban Cares

Biobío

Natalia Aliaga

Valparaíso

Oscar Heen

Biobío

Vanessa Cortés

Metropolitana

Mónica Aguayo

Biobío

Berta Holgado

Metropolitana

Paola Cáceres

Biobío

Alejandra Carreño

O’Higgins

Roxana Cofré

Biobío

Constanza Flores

O’Higgins

Roberth Díaz

Biobío

Cristóbal Parada

O’Higgins

Mónica Fritz

Biobío

Cristóbal Silva

O’Higgins

Cristián Godoy

Biobío

Daniela Baeza

O’Higgins

Ximena Hermosilla

Biobío

Francesco Sepúlveda

O’Higgins

Francisca Molina

Biobío

Gonzalo Aránguiz

O’Higgins

Claudio Muñoz

Biobío

Javier Ortiz

O’Higgins

Jose Ortiz

Biobío

Felipe Alfaro

O’Higgins

Pablo Pérez

Biobío

Karen Gaete

O’Higgins

Yessica Rocha

Biobío

Lorena Reyes

O’Higgins

Fabián Sáez

Biobío

Loreto Prudant

O’Higgins

Karina Sepúlveda

Biobío

Constanza Garrido

O’Higgins

Andrea Soza

Biobío

Victoria Cerda

O’Higgins

Andrea Lisellott

Biobío

Mariela Pichun

O’Higgins

Jetzabel Poblete

Araucanía

Marly Placiencia

O’Higgins

Francisco Ugarte

Araucanía

Nadia Henríquez

O’Higgins

Gabriela Adriasola

Araucanía

Marcelo Quispe

O’Higgins

Fernanda Miranda

Araucanía

Paz Galvez

O’Higgins

Pamela Henríquez

Araucanía

Wilson Saldías

O’Higgins

Claudio Farías

Los Lagos

Juan Carlos Catril

Maule

Pamela Mendoza

Los Lagos

Pablo Flores

Maule

Mariajaviera Soto

Aysén

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PSP

Región

PSP

Región

Paulina Aravena

Maule

Adriana Palacios

Aysén

Rocío Valdebenito

Maule

Alejandra Vejáres

Magallanes

July Luna

Maule

Gerda Tapia

Magallanes

Daniela Sepúlveda

Maule

Sebastián Bastías

Magallanes

Joaquín Espinoza

Maule

Cristián Fierro

Magallanes

Georgina Contreras

Maule

Alexis Reyes

Magallanes

Participaron también los siguientes Jefes Territoriales y Directores Regionales: Nombre

Cargo

Región

Andrés Olivares

Jefe Territorial

Arica y Parinacota

Mónica Escobar

Jefe Territorial

Tarapacá

Lizza Aravena

Directora Regional

Antofagasta

Hugo Castillo

Jefe Territorial

Antofagasta

María José Salas

Jefe Territorial

Antofagasta

Elena Aros

Jefe Territorial

Atacama

Mariela Pérez

Jefe Territorial

Valparaíso

Guillermo Rivera

Jefe Territorial

Valparaíso

Carlos Silva

Director Regional

Valparaíso

Paz Rengifo

Jefe Territorial

Valparaíso

Héctor Morales

Jefe Territorial

O’Higgins

Diego Pérez

Jefe Territorial

O’Higgins

Doris Gutiérrez

Directora Regional

O’Higgins

Patricio Uribe

Director Regional

Maule

Alex Soto

Jefe Territorial

Maule

Rodrigo Olivares

Jefe Territorial

Maule

Rodrigo Toro

Jefe Territorial

Biobío

Simón Arriagada

Jefe Territorial

Biobío

Jessica Sandoval

Jefe Territorial

Araucanía

Felipe Petit

Director Regional

Araucanía

Ricardo Álvarez

Jefe Territorial

Los Lagos

Ricardo Villalobos

Jefe Territorial

Aysén

Maximiliano Mayan

Jefe Territorial

Magallanes

Carola Tapia

Jefe Territorial

Magallanes

“…cada uno se va mimetizando con los lugares de intervención y va haciendo que ésta sea una experiencia no sólo profesional, sino que —como bien ustedes mismos decían— una experiencia vital. Esa parte de Chile que cada uno de ustedes ha conocido o reconocido ha permitido una experiencia común: acercarse a la visión de nuestro país y de nuestro desarrollo desde los más vulnerables, desde aquellos lugares más remotos. Lugares que tienen no sólo problemas, sino que también recursos que ustedes han conocido y activado a lo largo de este tiempo” Paulina Saball, Directora Nacional programa SERVICIO PAÍS en la apertura de la Mesa Técnica de Vivienda y Hábitat.

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II.Marco conceptual: ¿El hábitat es hoy una dimensión que aporta a la integración social y la equidad territorial en nuestro contexto? Este momento tuvo por objetivo generar una reflexión sobre la definición de pobreza, integración social y equidad territorial, a partir de la cual reconstruir los soportes teóricos sobre los cuales se implementa el programa SERVICIO PAÍS Vivienda y Hábitat. La exposición estuvo a cargo de Juan Carlos Feres, economista y vicepresidente de la Fundación Superación de la Pobreza 1 . A continuación una síntesis de su intervención. LOS/LAS PROFESIONALES EN LA SUPERACIÓN DE LA POBREZA La Fundación tiene por preocupación el desarrollo social y las oportunidades para generar un país capaz de abordar de manera exitosa la situación de los que están más desprotegidos. Esta visión institucional, si bien nace desde la sociedad civil, tiene un nexo importante con las instituciones públicas. Específicamente, se trata de tender puentes entre quienes tienen el poder de generar e implementar las políticas, y quienes son los beneficiados de ellas y que no necesariamente participan en la generación de esos acuerdos. La Fundación entiende esto desde una mirada global de equidad e integración, a partir de la cual asume el desafío de contribuir a que los factores que producen y reproducen situaciones de pobreza vayan en retroceso. Considerando que Chile forma parte del selecto grupo de países desarrollados de la Ocde, lo cual supone ser reconocido por su robusta economía y capacidad para la generación de riqueza, está dentro de su responsabilidad como país y sociedad no tolerar que una parte significativa de la población viva con menos de lo necesario. De la misma manera, es cuestionable que una parte, aún más significativa, tenga los niveles de vulneración de derechos que tiene hoy en día. “La mirada desde la inequidad y desde la integración es, sin duda, una mirada que complementa lo que es el trabajo específico, el trabajo, por decirlo de algún modo, de corte más asistencialista que también puede tener algún tipo de expresión en el ámbito de la superación de la pobreza” (Juan Carlos Feres, Vicepresidente de la FSP). De acuerdo a los objetivos de la Fundación, junto con una reflexión permanente y crítica de las temáticas de pobreza, es necesario desarrollar acciones que cooperen con el Estado en

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Juan Carlos Feres tiene una amplia trayectoria en el estudio de la pobreza y su medición desde la Comisión Económica para América Latina (Cepal), siendo uno de los promotores de alternativas metodológicas para mejorar y potenciar la comprensión del fenómeno en América Latina y el Caribe. Se ha desempeñado hace más de ocho años como parte del directorio de la Fundación Superación de la Pobreza, participando activamente en el desarrollo de propuestas de la institución y colaborando en su representación en diferentes instancias.

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miras de enriquecer el diseño e implementación de las políticas públicas para la superación de la pobreza. El principio de acción de la Fundación es considerar que las políticas públicas no nacen solo de un único organismo. Por el contrario, corresponde la participación de todos los agentes de la sociedad en el proceso de desarrollo y aseguramiento del bienestar de sus miembros. De este modo, el foco está en demostrar que en la práctica se pueden aplicar modos de intervenir sobre la pobreza de manera más participativa, eficiente y eficaz. Para ello, la Fundación se interesa en que la práctica se haga a partir de aquellos/as profesionales jóvenes con enorme potencial y vocación, que en el futuro se harán cargo de tomar las decisiones para el desarrollo del país, ya sea en el ámbito privado o público. En ese sentido, los/las profesionales que representan a la Fundación a nivel territorial son parte esencial del quehacer institucional, puesto que con su trabajo se lleva a la práctica esta visión respecto a la superación de la pobreza. “Es un gusto como siempre tener la oportunidad de conversar con ustedes, con un grupo tan amplio y, a la ve,z tan selecto de compañeros del SERVICIO PAÍS, con los cuales compartimos esta misión tan esencial en hacer un aporte, o intentar hacer un aporte, para tener un mejor Chile, sobre todo un Chile más integrado, un Chile sin pobreza. Desde el directorio de la Fundación siempre es un desafío mantener un contacto y una retroalimentación lo más fluida posible con quienes son nuestro rostro y nuestros brazos en terreno, precisamente los/las profesionales SERVICIO PAÍS” (Juan Carlos Feres, Vicepresidente de la FSP). UN ENFOQUE HOLÍSTICO E INTEGRAL: UNA APROXIMACIÓN A LA DEFINICIÓN DEL FENÓMENO DE LA POBREZA Para comprender la pobreza se debe partir de la premisa de que se trata de una situación que no tan sólo expresa un conjunto de carencias. Este fenómeno se materializa cuando la sociedad está estructurada de manera tal que es capaz de marginar y negar el acceso a la satisfacción de las necesidades básicas a un grupo de personas. Pero, además, le resta poder para mejorar en el futuro sus condiciones de vida, puesto que reproduce los obstáculos en el acceso a las oportunidades. Si bien Chile no se encuentra en una región pobre (el PIB de América Latina triplica al de países del continente africano), sí estamos en una zona con una gran inequidad y desigualdad. Para abordar esto se requiere lograr una distribución más equitativa de tal forma de tener, desde el punto de vista del acceso a las satisfacciones básicas, garantizado un cierto piso para toda la población. Por tanto, en la comprensión de las estrategias de superación de pobreza, el elemento distributivo no puede ser dejado al margen de una mirada que pone como objetivo las problemáticas sociales de la región. “Alguien tiene que estar dispuesto a hacer cosas que no se han hecho antes, o abordarlas desde un ángulo distinto, con riesgo de fracasar, con riesgo a lo mejor de no ser del todo eficiente en el uso de los recursos, pero siempre amparado en una reflexión conducente a construir las mejores prácticas” (Juan Carlos Feres, Vice Presidente de la FSP). Frente a esta situación, el enfoque global de la Fundación se centra en las necesidades, capacidades y derechos. Se habla de necesidades porque existen brechas objetivas, las cuales es de interés cerrarlas para que en el futuro las personas y comunidades no sean afectadas por recaídas en la situación de pobreza. Esto se logra a partir de la activación de las capacidades de

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las personas para que por sí mismas puedan manejar su vida y contar con los medios para cubrir sus necesidades básicas, vale decir, alcancen una real inclusión social. En este proceso es de interés que estas personas construyan una situación de estabilidad que les permita hacer frente a cualquier choque externo que las pueda empujar nuevamente a situaciones de pobreza. En esta noción de pobreza, el enfoque de derechos es la garantía que tiene toda persona de tener aseguradas sus condiciones de vida, lo cual debe ser respetado desde el Estado, el mercado y la sociedad civil. “El enfoque de derechos, que es consustancial a la mirada de la Fundación, considera que toda persona, por la sola condición de serlo, tiene un conjunto de derechos que debieran ser respetados. Es más, debieran ser garantizados por el Estado y por la sociedad en su conjunto, pero primariamente garantizados por el Estado” (Juan Carlos Feres, Vicepresidente de la FSP). Ahora, ¿cómo se produce y reproduce el fenómeno? Desde la perspectiva de la Fundación, la pobreza es el producto de una situación de vulnerabilidad, exclusión o débil dotación de capital humano, social, físico y financiero. “Pobreza es algo que no surge por generación espontánea, es algo que hace a la esencia del desenvolvimiento social. Hay una sociedad que adquiere conformaciones tales que es capaz de marginalizar, negar accesos básicos a un grupo de personas y que resta potencialidades para efectos de mejorar en el futuro sus condiciones vida, porque no sólo los limita en el presente, sino que crea condiciones que tienden a reproducir ese atraso, ese rezago, esa falta de capacidades…” (Juan Carlos Feres, Vicepresidente de la FSP). Por ejemplo, el vínculo del déficit en educación, condiciones sanitarias y de morbilidad o de salud en general de la población pobre, son limitantes desde el punto de vista de las chances de vida de la población. Una educación insuficiente, ya sea en cantidad —y sobre todo en calidad— condiciona las opciones de vida futuras, particularmente en temas de inserción laboral mermando, por tanto, la capacidad de generación de ingresos. La inversión inicial para aumentar la dotación de capital (educativo) entre los pobres es la plataforma sobre la cual uno puede cimentar la expectativa de superación de la pobreza en términos más sustentables. “No estamos para auxiliar desde una perspectiva asistencialista la labor del Estado, estamos para contribuir a crear bases que sustenten una efectiva superación de la pobreza, por lo tanto, el tema de los capitales, de la vulnerabilidad, de la exclusión es central” (Juan Carlos Feres, Vicepresidente de la FSP). Considerando esta noción y proceso de producción de pobreza, el desafío para su superación guarda relación con la construcción de una estructura social que permita a las personas enfrentar con mejores resultados eventualidades externas o internas, a través de redes sociales que provean de protección social. Dicho en otras palabras, la pobreza existe porque hay segmentos que no logran una inserción en la sociedad que les garantice condiciones para atender autónomamente sus necesidades más esenciales. En este sentido, la superación de pobreza trata que esas prácticas institucionalizadas de exclusión y de marginación sean disminuidas, desde el punto de vista de la arquitectura social. Para ello se requiere una articulación del aparato público, la sociedad civil y las empresas, mediante la cual se vaya garantizando que nadie va a ser desatendido en sus derechos y, a consecuencia de ello, nadie va a ver diezmadas sus capacidades. De este modo, la mirada es holística, integral y comprensiva con todos y cada uno de los elementos que vamos señalando.

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“Nuestra misión es colaborar para desplazarnos de una situación de pobreza a una de no pobreza. En otros términos, de una insatisfacción de necesidades a una satisfacción de necesidades, de la debilidad de las capacidades a un desarrollo de capacidades y de la vulneración de derechos a una restitución o respeto de los derechos. ¿Cómo?, a través del fortalecimiento de los activos. Mencionábamos estos tres elementos básicos en el ámbito del capital humano, del capital social y capital físico ¿y para qué?, para que eso genere mejores condiciones que amplíe las oportunidades y permita la inclusión y la protección social” (Juan Carlos Feres, Vicepresidente de la FSP). Considerando esta mirada holística e integral, en la superación de la pobreza se debe considerar una interconexión entre los diferentes ámbitos de trabajo, aún cuando existan temas que en apariencia deban atenderse específicamente. Por ejemplo, la preocupación por el hábitat y la vivienda tiene consecuencias positivas en términos de las condiciones para la educación de los miembros de una familia, así como también el desarrollo de las capacidades de comprensión de lectura amplía las oportunidades para mejorar la incorporación al mercado del trabajo. Comprender la especificidad complementaria del sistema de dimensiones del bienestar debe ser el espíritu del trabajo de la Fundación. LA POBREZA EN CHILE: SITUACIÓN DE LA INCIDENCIA DEL FENÓMENO EN LOS ÚLTIMOS AÑOS La tendencia respecto a los niveles de la pobreza e indigencia en Chile es sostenidamente a la baja, desde el punto de vista del ingreso. Esto también se vincula con el desarrollo del bienestar, tanto en el plano del ingreso como en otros aspectos 2 . En Chile, a diferencia de lo que ocurre en Latinoamérica, la pobreza rural es menor a la pobreza urbana, lo cual puede estar enmascarado por la no actualización de la línea de la pobreza. La mitad de las personas en situación de pobreza se concentra en tres regiones: región Metropolitana, Biobío y Araucanía, por lo que no es de extrañarse que exista un sesgo de políticas en ciudades grandes. Ello, sin embargo, lleva a una desatención relativa en otras partes del país y es ahí donde está puesto el foco de la FSP, en aquellos lugares donde no se han desarrollado redes sociales, o bien donde son insuficientes o extremadamente asistencialistas.

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El expositor señala que no existe acuerdo con los números entregados últimamente por el Ministerio de Desarrollo Social (ex Mideplan) y la Cepal. Para el año 2009, con los datos de la Casen, Cepal señala que la pobreza en Chile es de un 11,5 %, mientras que el Ministerio lo valora en un 15,1%. El expositor agrega que existe una diferencia metodológica en el cálculo. Cepal separó la variación de precios de los alimentos, de los no alimentos de la canasta básica familiar. Mideplan, en cambio, aplicó la variación de los alimentos a ambas líneas. Como la variación de los alimentos fue seis veces mayor a la de los no alimentos, se sobreestimó la variación de los precios de estos últimos y aumentó la incidencia de la pobreza.

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“La Fundación concentra su aporte en esos lugares donde al Estado le cuesta más llegar o sencillamente, por razones políticas, no le interesa llegar…” (Juan Carlos Feres, Vicepresidente de la FSP). Si se considera que la brecha de la indigencia puede ser superada con el 0,1% del PIB, aplicando un impuesto del 0,5% al 10% de la población más rico, no se puede tolerar la existencia de pobreza extrema. Esto sólo es para ejemplificar el caso de inequidad, dado que no se trata de que se tomen los recursos y simplemente se repartan entre los indigentes. No interesa, si acaso se quiere ser sustentable en la propuesta, el repartir los recursos de esa manera. Lamentablemente, hoy en día las estrategias están orientadas en ese aspecto. Las políticas sociales están destinadas a impactar el indicador y, por tanto, no van de acuerdo con la visión de la Fundación respecto de la superación de la pobreza. Entregar transferencias monetarias en meses de medición de la Casen no es más que forzar bajos valores, y esas medidas no aseguran que de manera sustentable se disminuya la pobreza en el tiempo. Esto distorsiona un combate exitoso de la superación de la pobreza y no es más que una instrumentalización de las políticas públicas. Chile es uno de los países con una de las peores distribuciones de ingreso en la región y una de las medidas para aplacar esta inequidad es aplicar impuestos a los deciles más ricos, los cuales en ningún caso deberían ser impuestos de gran monto. Sin embargo, en Chile existe una resistencia a la eventual aplicación de impuestos, en la medida en que se entiende que merma el ingreso (o enriquecimiento) y la inversión y, por tanto, tendría incidencia negativa en el crecimiento económico. “En nuestro país, la superación de la pobreza va de la mano con mejorar las condiciones de equidad e integración social, a través de una arquitectura social distinta, que entregue a las personas en pobreza el manejo de herramientas que les permita competir en igualdad. Esa es la orientación de la Fundación en cuanto a la superación de la pobreza” (Juan Carlos Feres, Vicepresidente de la FSP). La superación de pobreza va de la mano de la equidad, de la mejora de las condiciones de vida, de las condiciones de integración social y a través de una arquitectura social distinta, donde los pobres puedan competir en igualdad de condiciones. O, dicho de otro modo, se avance en el fortalecimiento de oportunidades que le permitan desplegar las capacidades para insertarse socialmente. Sólo así es posible garantizar el logro de manera autónoma de un conjunto de satisfacciones y, paralelamente, avanzar en que la sociedad se haga cargo de eliminar todo aquello que puede estar al borde del incumplimiento de sus derechos humanos.

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I. Talleres grupales: “Expresiones territoriales de la intervención SERVICIO PAÍS para el mejoramiento del hábitat” Los talleres grupales tuvieron por objetivo constituir espacios colectivos de análisis, debate y reflexión respecto de aprendizajes, problemáticas y hallazgos relevantes en el ámbito de la intervención del hábitat y la vivienda. Se generó, por tanto, un proceso de sistematización y diálogo que permitió dar cuenta de las intervenciones desplegadas a lo largo de Chile y las particularidades del trabajo a nivel territorial en diversas temáticas (reconstrucción post desastre, rescate patrimonial, apoyo a procesos de gestión habitacional, etc.) En este punto resulta pertinente señalar que la labor de SERVICIO PAÍS en Vivienda y Hábitat centra su intervención en comunidades que habitan en territorios vulnerables donde se evidencian brechas respecto del hábitat residencial y comunitario, así como en la distribución de externalidades ambientales negativas y las capacidades de gestión y producción del hábitat a nivel local. En este contexto, se reconoce a las personas, familias y comunidades como sujetos activos y partícipes de los procesos de gestión y producción del hábitat. Como una forma de dar sostenibilidad a las intervenciones, el programa promueve la participación y articulación con los gobiernos locales, la institucionalidad pública vinculada a esta temática y la sociedad civil. Tal como se introdujo, los talleres son un espacio central en el desarrollo de la mesa técnica, en la medida en que permiten poner en discusión las diferentes experiencias de los/as profesionales SERVICIO PAÍS, otorgando una instancia de diálogo sobre temas específicos pero sustantivos en el desarrollo de la intervención. Cada taller estuvo conformado por, aproximadamente, 20 profesionales, conducidos y moderado por dos miembros del equipo técnico de SERVICIO PAÍS. En cada taller se expusieron las ponencias preparadas por los/las profesionales SERVICIO PAÍS para orientar la discusión a lo largo de la jornada. Junto con ello, se contó con la presencia de un experto externo, el cual dio su mirada sobre la temática y comentó las exposiciones de los equipos. Cabe señalar que los expertos y participantes manifestaron la relevancia y gratitud por la instancia, en la medida en que permitió potenciar la vinculación entre lo que hace el programa SERVICIO PAÍS y la FSP y las instancias académicas, gubernamentales, de la sociedad civil, etc. Rescatando el valor de cada intervención y potenciando la formación de redes de trabajo entre los/las profesionales SERVICIO PAÍS. Los seis talleres realizados fueron los siguientes:

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A continuación se presentan una síntesis de cada uno de ellos: Taller n°1: Manifestaciones de pobreza en hábitat, en contextos rurales y urbanos Los principales aspectos del taller, centrados en la discusión en torno a las manifestaciones de pobreza en contextos rurales y urbanos, refieren a (1) instalar la noción de vulnerabilidad territorial, (2) plantear una reflexión sobre la implementación territorial de las políticas públicas y (3) el rol del profesional SERVICIO PAÍS en ese contexto. (1) Se visibilizó una condición territorial caracterizada por la vulnerabilidad y los riesgos, los cuales se traducen en diferentes condiciones de carencia y bajo desarrollo, poniendo importantes dificultades para la intervención a nivel local. Específicamente, se observó que la mayor expresión de vulnerabilidad guarda relación con la existencia de obstáculos para el despliegue de las capacidades instaladas en las comunidades, tanto por la ausencia de procesos de identificación de recursos como por la insuficiencia de instancias para potenciar su desarrollo. (2) Frente a esta situación de diversa vulnerabilidad, los participantes señalan que las políticas públicas llegan de manera tardía e insuficiente a los sectores más aislados. Es decir, se observa que no consideran las particularidades territoriales, porque se implementan de manera estandarizada, sin considerar las dificultades que las comunidades enfrentan o las potencialidades que ellas poseen. Esto genera un círculo vicioso traduciéndose en menores condiciones de eficiencia y eficacia a nivel local. A juicio de los participantes, se observa que la distribución territorial del país ya es una problemática en sí misma. El rasgo distintivo es la constitución de territorios aislados, los cuales corresponden a las zonas de mayor vulnerabilidad. (3) En este escenario el rol del programa SERVICIO PAÍS se debe centrar en fortalecer y valorar las características identitarias locales y comunitarias. Sin embargo, esto debe complementarse

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con desarrollar y potenciar las capacidades. En términos de la visibilización de las capacidades se plantea la necesidad de observar tanto recursos materiales como no materiales. Los activos se mencionaron como capacidades materiales, así como también el patrimonio local, los recursos municipales y los activos locales. Pero también el capital social es un recurso no material que debe potenciarse a lo largo de la intervención. En este contexto, es relevante hacer un reforzamiento de las capacidades en el contexto del territorio para traducir las carencias en potencialidades. Es necesario centrarse no desde las debilidades sino que desde las especificidades, dando un giro hacia las potencialidades para darle valor a ese espacio local. Es decir, fortalecer la institucionalidad local, entendida ésta como los consejos regionales, las juntas de vecinos, los comités de viviendas. Es necesario generar una sinergia de esta institucionalidad para tener representatividad a nivel local, regional y nacional. En estas sinergias se puede potenciar la visibilización de problemáticas del territorio y en ese espacio estaría el rol del profesional SERVICIO PAÍS. Taller n°1: Manifestaciones de pobreza en hábitat, en contextos rurales y urbanos Conducción Coordinador del taller Invitado Externo Mabel Alarcón R. (Unidad Maximiliano Mayan (JT Miguel Santibáñez. Técnica SP) Magallanes) Arquitecto, director Corporación JUNDEP Ponencias María Elena, Región de Antofagasta. PSP Carla Nova Cabo de Hornos, Región de Magallanes. PSP Cristián Fierro, Alexis Reyes. Quirihue, Región de Biobío, PSP Paola Cáceres, Felipe Pérez Objetivo del taller Analizar las manifestaciones de pobreza en hábitat, en contextos rurales y urbanos. Principales ejes de la Noción de pobreza rural, Superación de pobreza, discusión Complementariedad crítica, Innovación, Aceptabilidad/adaptabilidad hacia los territorios y comunidades.

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Taller n°2: Estructura de oportunidades en hábitat residencial y comunitario para la integración y equidad territorial La discusión se centró en tres aspectos (1) el proceso de generación de la estructura de oportunidades a nivel local, (2) las intervenciones de SERVICIO PAÍS como fortalecimiento de la estructura de oportunidades y (3) el rol de los/las profesionales en el proceso de intervención. (1) En primer lugar se planteó la preocupación por la centralización y estandarización de la oferta del sector público, tanto desde el diseño como la implementación. A juicio de los participantes, esto no da cuenta de la diversidad del territorio e incide en los procesos de trabajo que se realiza a nivel territorial. O dicho en otras palabras, la implementación de las intervenciones presenta numerosas dificultades para realizar un acercamiento a la comunidad con los actuales instrumentos de la política pública. De este modo, la centralización tiene un impacto negativo en la generación de puentes de acceso a la estructura de oportunidades que ofrece el Estado, impidiendo el logro de resultados efectivos. Por otra parte, la realidad de los territorios aislados y extremos hace que la oferta privada también sea menor. Esto dificulta el escenario de las intervenciones pues existe una insuficiencia de oportunidades que genera una merma en las expectativas de trabajo de los/las profesionales con las comunidades. Además, pone en evidencia la desigualdad territorial, ya que los/las profesionales manifiestan que la zona centro del país sí tiene acceso a complementar la oferta pública con instancias privadas. Con respecto al rol de los/las profesionales en el territorio se destacó que se tiene que potenciar un rol institucional y una visión integral. Es decir, que si la mirada de la pobreza es un enfoque multidimensional también se debe apuntar a diseñar de esa manera y considerar dichas dimensiones en la implementación del programa en los territorios. A juicio de los participantes, esto fortalece la estructura de oportunidad que, si bien puede ser débil, puede potenciarse con la generación de redes y sinergias en el territorio, de tal forma de abrir más oportunidades. (2) Se planteó que la estructura de oportunidades existente no necesariamente es atingente a las problemáticas que están sucediendo en cada uno de los territorios. En este contexto, la labor del profesional debe estar orientada a visibilizar las problemáticas “reales”, generar conexiones a una oferta determinada y plantear estrategias que permitan encadenar y articular la estructura para resolverla. Es decir, construir un puente que esté al servicio de superar las dificultades locales que se presentan en el territorio y que son puestas de manifiesto por los actores. Se debe potenciar que la comunidad tenga un rol más activo y presente, demandando soluciones a ciertas problemáticas, es decir, “que las ponga sobre la mesa y solicite respuestas a los gobiernos locales”. Para los participantes, si la comunidad no plantea los temas no necesariamente se visibilizan los problemas y, por tanto, no se gestionan a través de las autoridades. Por ejemplo, en casos en que la vivienda y gestión del hábitat no es tema para la comunidad y solo se manifiesta a nivel individual, no existe una demanda real. El proceso de identificación de esas problemáticas locales es un requerimiento inicial de la intervención del profesional SERVICIO PAÍS.

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(3) Por último, se plantea una discusión respecto a rol de los/las profesionales. La preguntas es ¿somos operadores de políticas públicas, o somos agentes gestores de recursos y capacidades? Entre los participantes se señala que hay sensaciones de desagrado cuando sólo se opera y se pierde la esencia del programa. Para los/las profesionales el rol de mediador se debe potenciar y profundizar, poniendo en un segundo lugar la ejecución de políticas públicas. Tener en el horizonte esta perspectiva permite considerar que en los cuatro meses de ciclo que quedan, respecto a la fecha de realización de la mesa técnica, puedan implementarse acciones en esa línea. Este es el principal desafío que debe abordarse y trabajar, siendo el valor de pertenecer al programa SERVICIO PAÍS. Taller n°2: Estructura de oportunidades en hábitat residencial y comunitario para la integración y equidad territorial Conducción FSP Coordinador del taller Invitado Externo M. Ignacia Rojas (Unidad Ricardo Villalobos (JT Aysén) Matías González, Técnica SP) Departamento de Atención a Grupos Vulnerables, Minvu. Ponencias Putre, Región de Arica Parinacota. PSP Gisela Fuenzalida, Claudia Pereira Lago Verde, Región de Aysén, PSP Adriana Palacios, Mariajaviera Soto Villa Alegre, Región del Maule, PSP Daniela Villarroel Objetivo del taller Analizar el rol de la estructura de oportunidades en hábitat residencial y comunitario que promuevan la integración y equidad territorial. Principales ejes de la ‐ Problemas de acceso a la estructura de oportunidades. discusión ‐ Pertinencia y aplicabilidad de políticas públicas en los territorios de intervención de SERVICIO PAÍS. ‐ Centralización de servicios al interior de los territorios v/s posibilidades de implementación en sectores aislados. ‐ Modelos de gestión para iniciativas locales de mejoramiento del hábitat. ‐ Alianzas estratégicas. ‐ Diversificación de fondos para el desarrollo de iniciativas de mejoramiento del hábitat. ‐ Rol SP en la apuesta por la complementariedad critica. ‐ Complementariedad modelo SP con política local: aportes de SERVICIO PAÍS al proceso de reconstrucción en vinculación con la estructura de oportunidades.

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Taller n°3: El proyecto como herramienta de activación de capacidades para el mejoramiento del hábitat Se trabajó en el taller en torno a tres ejes. (1) primero, el proceso de desarrollo del proyecto; luego, (2) la relevancia de la generación de proyectos como desarrollo de diferentes capacidades; por último, (3) el rol de los/las profesionales en el proceso de gestión de proyectos. (1) Se señala que el trabajo con el proyecto se inicia desde la etapa de diseño, la cual va desde la problematización hasta un diagnóstico adecuado. En ese sentido, es una capacidad que una comunidad pueda identificar de forma colectiva cuál es su problema y cuáles son sus necesidades. Para los participantes de los talleres, darse cuenta de ello es un gran logro ya que permite que la comunidad se identifique como parte de una colectividad y además tenga la libertad de plantear, desde las particularidades locales, formas para emprender soluciones para superar estos problemas. El diseño del plan de acción es una segunda capacidad, que se comienza gestar en el inicio de un proyecto. Con esto se quiere señalar que las capacidades no sólo se centran en las etapas de implementación, sino que surgen previamente y —a juicio de los participantes—, es el valor del desarrollo de un proyecto. (2) En segundo lugar se destacó la relevancia de conseguir y gestar los proyectos desde la comunidad, generando compromiso con la iniciativa. En las experiencias expuestas se constató que cuando los proyectos empiezan desde la comunidad no se generan fallas en la participación o en el desarrollo. Las capacidades que se desarrollan a nivel comunitario tienen que ver en la confianza para lograr cosas. De este modo, el rol del profesional es facilitar que las iniciativas emerjan desde la comunidad y para ella, no desde el programa SERVICIO PAÍS. Desde esta perspectiva es relevante el rol de SERVICIO PAÍS como un referente para la comunidad. Asimismo, el proyecto permite ampliar las expectativas y facilita la generación de cambios al interior de la comunidad. No obstante, se plantea que las comunidades y profesionales deben considerar que la implementación se puede demorar más de lo que se espera, de tal forma que la experiencia que queda es valiosa; constituyendo la esencia del programa y siendo un recurso de la comunidad. Los logros de la comunidad se instalan como una capacidad ya que les permite considerar que pueden hacerse cargo de otras problemáticas. Otro aspecto es la importancia de articular esfuerzos respecto a las distintas iniciativas que se implementan. Muchas veces se pierde de vista que lo que hacen los/las profesionales es impulsar un proceso de intervención social que busca generar una transformación de una situación insatisfactoria para la comunidad. En este contexto, se debe considerar que las acciones estén enfocadas al aprovechamiento de las oportunidades que no han sido visibilizadas. Por este motivo, es relevante la articulación de los actores ya que impide que las iniciativas se ejecuten de manera aislada que, probablemente, van a tener poco impacto y ni sinergia con otras iniciativas. (3) Por último, se hizo referencia al rol de los/las profesionales como facilitadores de los procesos de intervención social. En este caso el rol está en tensión, pues se tienen que impulsar iniciativas que promuevan el desarrollo de una comunidad, pero también enfrentar escenarios complejos, en los cuales la respuesta de la comunidad no es la esperada. De este modo, es necesario precisar ¿qué iniciativas se impulsan? y ¿cuáles no? Es decir, muchas veces por sacar adelante los proyectos se suplen algunos espacios que le corresponde a la

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comunidad discutir, lo cual debería ir disminuyendo a medida que se potencia el rol del profesional como mediador. Finalmente, se refuerza la idea de que los proyectos son una herramienta efectiva para la activación de capacidades, pero se requiere tener en cuenta que el rol del profesional es invitar a la comunidad a ser reflexivos y a tomar decisiones. Por este motivo, se debe tener en cuenta que hay proyectos interesantes, pero que pueden no ser pertinentes para ese momento de la comunidad. En ese tipo de situación, la comunidad debe tomar las decisiones que sean necesarias. Taller n°3: El proyecto como herramienta de activación de capacidades para el mejoramiento del hábitat Conducción FSP Coordinador del taller Invitado Externo Diego Pérez (JT O’Higgins) Rodrigo Olivares (JT Maule) Ana Luisa Muñoz, Vicaría Pastoral Social y de los Trabajadores. Ponencias Pichilemu, Región de O’Higgins, PSP Marly Placiencia, Cristóbal Silva Constitución, Región del Maule, PSP Pablo Flores Objetivo del taller Identificar las potencialidades del proyecto como herramienta de activación de capacidades para el mejoramiento del hábitat. Principales ejes de la discusión Metodologías para la formulación y evaluación de proyectos; Modelos de gestión de proyectos; Autogestión de espacios comunitarios; Metodologías de diseño participativo de proyectos.

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Taller n°4: Participación ciudadana y responsabilidad en la producción del hábitat local Se organizó la discusión en torno a tres ejes. En primer lugar, (1) se planteó una noción de participación ciudadana para el contexto del programa; luego, (2) la situación de la participación a nivel local y comunitario; por último, (3) el rol de los/las profesionales en el proceso de desarrollo y fortalecimiento de la participación. (1) Para los integrantes de los talleres, la participación se manifiesta en contextos donde existen diferentes actores sociales con variados intereses quienes están dispuestos a formar parte del proceso de toma de decisiones para potenciar el desarrollo a nivel territorial. En este sentido, la participación se reconoce como una relación dinámica entre el Estado y la sociedad civil, con variables del mercado. En este contexto, la participación debe ser entendida como un proceso y no sólo como un suceso. (2) La participación se produce y expresa de manera diferenciada en los territorios. No obstante, existe la sensación de una tendencia hacia la baja participación en talleres, asambleas o espacios donde se toman decisiones. En este contexto, se habló que la participación podría estar en crisis, la cual se manifiesta de manera diferente entre los territorios u otros movimientos, pero, sin duda, se produce en un cambio de época en términos de la participación. Por estos motivos, es necesario reflexionar qué tipo de participación se busca potenciar, cómo es posible innovar en esta materia y, finalmente, cómo las personas se constituyen en actores de los cambios sociales. Para los participantes, un adecuado proceso de intervención debería tener un tiempo mínimo de tres años para que sea posible observar transformaciones al interior de los territorios. No obstante, se considera necesario evaluar la participación mediante una lógica de proyectos anuales para alcanzar logros efectivos en los procesos de desarrollo local. Para los participantes, en este contexto juega un rol central la generación de prácticas innovadoras. Éstas guardan relación con procesos de desarrollo replicables, que permitan sumar a otros en la participación. De este modo, es necesario superar el sesgo referido a que las actividades tienen una baja participación pues en ellas también se pueden generar procesos de trabajo valiosos. La sostenibilidad de los procesos de desarrollo está dada por los recursos pero, sobre todo, por los actores vinculados. Por este motivo, los espacios de participación formal se deben redefinir y ampliar a otras instancias de participación que han cobrado fuerza al interior de los territorios. (3) El rol de los/las profesionales en el territorio es de promotor de procesos de desarrollo que sean participativos, es decir, son el nexo entre las comunidades y los tomadores de decisiones. En el taller se hizo referencia a las frustraciones de los y las profesionales sobre la relación y participación de la comunidad en algunos procesos que se buscan desarrollar al interior de los territorios. Se concluyó que la participación responde a la construcción de un proceso histórico y que, por lo tanto, las expectativas de los/las profesionales —considerando la misión encomendada, los tiempos de intervención en los territorios, entre otros factores—, deben considerar ello. Finalmente, se vincula la participación con la noción de construcción de ciudadanía y gobernabilidad democrática. Además se señala que la implementación de la intervención va acompañada de la preocupación sobre la generación de redes, potenciando organizaciones, formando líderes, experiencias demostrativas y generando confianza. Estos aspectos resultan

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sustantivos al momento de evaluar el trabajo de los/las profesionales al interior de la intervención. Taller n°4: Participación ciudadana y responsabilidad en la producción del hábitat local Conducción FSP Coordinador del taller Invitado Externo Margarita Fernández, Mariela Pérez (JT Valparaíso) Cristian Riquelme (JT Biobío) académica, Centro de Políticas Públicas y Ciudadanía, Universidad de Los Lagos. Ponencias Chañaral, Región de Atacama. PSP Andrea Poblete, Javiera Provis, Andrea Rojas Tirúa, Región de Bíobío. PSP Karina Sepúlveda, Fabián Sáez Puerto Natales, Región de Magallanes PSP Alejandra Vejares, Sebastián Bastías, Gerda Tapia.

Objetivo del taller Principales ejes de la discusión

Analizar el rol de la participación ciudadana y responsabilidad en la producción del hábitat local ‐ Escalas de participación: oportunidades y limitaciones para el desarrollo de los territorios. ‐ Espacios públicos y comunitarios autogestionados. ‐ Participación de comunidades en iniciativas de inversión. ‐ Liderazgo comunitario. ‐ Inclusión de la diversidad como factor clave para el logro de proyectos participativos y sostenibles a escala local. ‐ Diseño participativo de vivienda social. ‐ Enfoque de género, oportunidades y limitantes en contextos vulnerables.

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Taller n°5 Gestión ambiental local y desarrollo territorial. Se trabajó sobre (1) los problemas ambientales presentes en las intervenciones que desarrollan los/las profesionales, (2) las estrategias de intervención frente al quehacer medio ambiental, (3) los desafíos para las intervenciones en el territorio, (4) la preocupación sobre la sustentabilidad de la intervención y, por último, (5) orientaciones para la generación de un modelo de evaluación de la gestión. (1) En primer lugar, se identificaron los problemas ambientales más recurrentes al interior de las intervenciones SERVICIO PAÍS. Específicamente, se destacó la preocupación por el manejo de recursos naturales, como es el caso de los recursos hídricos, la contaminación por actividades productivas (empresas), la contaminación por la acción de las comunidades y otros conflictos de interés entre la comunidad, las empresas y las autoridades. Además se hizo mención a las asimetrías de información con carencia por parte de la comunidad y la falta de participación y organización social en torno a temáticas ambientales. (2) Otra esfera de discusión fueron las estrategias de intervención que se están desplegando frente a problemáticas ambientales. Se consideró que la estrategia podría estar orientada el desarrollo de formas de vinculación informal con la comunidad y luego a las instancias de vinculación de manera más institucional. Es decir, empoderamiento y acción ciudadana para poder avanzar y revertir la actitud pasiva para el desarrollo ambiental local, evitando mantener una posición asistencialista hacia las comunidades. Otra estrategia de intervención refiere al desarrollo de capacidades en los municipios, las organizaciones locales y la comunidad. Se indicó que la acción del profesional debería estar atenta al reconocimiento de diferentes actores locales y no sólo aquellos vinculados a la comunidad vecinal / barrial. Es decir, trabajar desde abajo, pero reconociendo a los diferentes sectores y personas que podrían participar de las acciones comunitarias. (3) La tercera esfera de la discusión refiere a aspectos para madurar y potenciar en las intervenciones. Por ejemplo, la necesidad de considerar mecanismos de vinculación y articulación con empresas privadas en el marco de sus estrategias de Responsabilidad Social Empresarial. Esta es una oportunidad a la que se debería acceder una vez que los/las profesionales tengan claridad sobre los roles de los actores en la comunidad. Otro tema es incidir en los programas asociados a la gestión del territorio, en la medida en que los/las profesionales participan en mesas locales y desde ahí se podría incidir a nivel más local. (4) La cuarta esfera de discusión fue la sustentabilidad de las intervenciones. Fue clave poner en la mesa qué se entiende por tal. Se consensuó que, como mínimo, es la capacidad de perdurar en el tiempo de una intervención. Junto con ello, la capacidad de incidir en la calidad de vida de las personas y definir indicadores que permitan medir ello en el futuro. Dada esta definición, la sustentabilidad no recae sólo sobre los/las profesionales, sino también sobre las comunidades, los actores locales, las autoridades y municipios. (5) Por último se plantea la observación de un modelo de gestión ambiental que considere una noción de desarrollo sustentable y un sistema de indicadores para su monitoreo. Acá se abordó el rol del profesional y la recuperación del aporte metodológico de la experiencia y disciplina. Esto es relevante ya que ser profesional implica un trabajo riguroso y responsable, que puede aportar en la definición de indicadores de evaluación, al inicio y durante el proceso, recuperando y valorando tanto la información cualitativa como cuantitativa.

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Taller n°5 Gestión ambiental local y desarrollo territorial

Conducción FSP Verónica Martínez (UTN SP)

Ponencias

Objetivo del taller Principales ejes de la discusión

Coordinador del taller Héctor Morales (JT O’Higgins)

Invitado Externo Alex Godoy, ingeniero ambiental, académico de la Universidad Nacional Andrés Bello, Santiago.

Petorca, Región de Valparaíso, PSP Paloma Gonzalez Alhué, Región Metropolitana. PSP Berta Holgado, Vanessa Cortés Palmilla, Región de O’Higgins PSP Javier Ortiz Analizar el rol de la gestión ambiental local y desarrollo territorial. ‐ Conflictos ambientales y su efecto en la vulnerabilidad de las comunidades. ‐ Capital humano para la adecuada gestión del medioambiente local. ‐ Manejo de recursos ambientales (agua, suelo, aire) a nivel comunitario y organizacional, problemáticas y desafíos. ‐ Factores legales que inciden en la adecuada o inadecuada gestión medioambiental de comunidades vulnerables. ‐ Diferentes escalas de actuación para el mejoramiento del medioambiente local. ‐ La componente tiempo en los procesos de mejoramiento ambiental y la pertinencia territorial. ‐ Manejo de conflictos ambientales al interior de los municipios. ‐ El paso de la reconstrucción al desarrollo, mecanismo, instrumentos, recursos y estructura orgánica intersectorial para el desarrollo de los territorios.

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Taller n°6 Patrimonio e identidad local Se trabajó en el taller en torno a (1) la pertinencia de las intervenciones en el contexto cultural local, (2) la reconstrucción del patrimonio edificado y (3) la experiencia con otros ámbitos del bienestar. (1) En primer lugar se hace referencia al reconocimiento del patrimonio reforzando la necesidad de enfocar el turismo cultural de manera correcta. Específicamente se plantea la necesidad de considerar estrategias como la inclusión de los jóvenes con el fin de fortalecer la cultura y valor local. Es decir, considerar el patrimonio como un recurso que tenga pertinencia local. También se comentó sobre la participación en los temas relacionados con el patrimonio, particularmente sobre los procesos y validación de las decisiones ciudadanas en torno a estos temas. A juicio de los participantes, esto permite la integración social en las políticas públicas y el reconocimiento de la interculturalidad. Se considera necesario que la participación debe ser una invitación para potenciar la vinculación y considerar procesos para (re)encantar a los participantes en las instancias de desarrollo del programa. (2) Se considera que el programa permite que existan espacios en que la comunidad puede compartir sus anhelos y creencias; más allá de ser un elemento técnico, es un aspecto simbólico que permite desarrollar identificación con el trabajo que se está realizando. Esto permite tomar en cuenta a los pueblos originarios e imaginarios culturales en la construcción de los espacios públicos. El profesional tiene una cercanía que, además de ser técnica, facilita la interpretación de los requerimientos de las comunidades. En el taller se instaló la discusión sobre el valor patrimonial entre las personas. Esta es una meta para la intervención. Este cuestionamiento pone en discusión la forma en que los/las profesionales se acercan a las comunidades, sin perder de vista que los pilares son el respeto y reconocimiento de la identidad local. Se reflexiona sobre la pertinencia de la intervención en el contexto local. Específicamente, debe considerar que existen algunas dinámicas “clásicas” que no son adecuadas en determinados contextos. El dinamismo que tiene el territorio y su relación con el patrimonio debe ser reconocido como un capital de la comunidad, siendo un factor que se debe considerar para el despliegue de intervenciones pertinentes. (3) Los servicios públicos y otras instituciones valoran de manera diferente el patrimonio, abarcando desde lo técnico a lo simbólico. Esto genera una dicotomía respecto de las acciones que se pueden desarrollar. Los participantes señalan que valorar el patrimonio tiene que ver con el sentido que las personas le otorgan a su vivienda o entorno y, también, con la valoración del servicio que prestan a la comunidad y sus miembros. En este sentido, se debe plantear una discusión a nivel comunitario sobre qué es patrimonio y cómo se valora. Específicamente, el/la profesional debe partir identificando cómo se produce (o no) esa valoración. De este modo, la valoración patrimonial puede emerger de manera más consistente para los miembros de la comunidad. (4) Los desafíos para el programa refieren a considerar que el patrimonio está constituido por las construcciones, las personas y una realidad cambiante. Estos aspectos deben ser considerados y “aterrizados” en las consideraciones técnicas, recuperando el sentido que le

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otorgan las comunidades locales. Muchas veces las consideraciones teóricas deben ser empalmadas con las situaciones locales. Por estos motivos, los participante esperan que en las intervenciones del programa se busque una comprensión integral del territorio, dialogando con las comunidades, autoridades y, también, entre profesionales. Taller n°6 Patrimonio e identidad local Conducción FSP Coordinador del taller Andrés Olivares (JT Arica‐ Jessica Sandoval Parinacota) Araucanía)

Ponencias

Objetivo del taller Principales ejes de la discusión

Invitado Externo (JT José Paulsen, arquitecto. Ex Jefe de Comunidad y Territorio del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes. Pozo Almonte, Región de Tarapacá, PSP Nicole Mariñán, Carolina Carreño. Chimbarongo, Región de O’Higgins PSP Nadia Henríquez, Marcelo Quispe. Lonkimay, Región de la Araucanía. PSP Fernanda Miranda. Analizar la noción de patrimonio y rol con la identidad local. ‐ Pertinencia de las intervenciones en el contexto cultural local. ‐ Reconstrucción del patrimonio edificado. ‐ Experiencia intercultural y vinculación con otros ámbitos del bienestar.

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II. Panel de discusión: “Políticas en vivienda y hábitat ¿promueven la integración social y la equidad territorial?” El panel se llevó a cabo durante la mañana del 23 de noviembre y fue moderado por la directora nacional del programa SERVICIO PAÍS, Paulina Saball. Los participantes fueron personas representativas de la institucionalidad ministerial y municipal, de la sociedad civil expertas y del sector privado, lo cual posibilitó un debate en profundidad y amplitud respecto de las políticas de vivienda y hábitat y su impacto en la integración social y equidad territorial. El panel tuvo tres momentos: primero, la exposición de cada uno de los invitados en torno a la pregunta inicial, posteriormente una ronda de preguntas por parte de los/las profesionales SP y finalmente una segunda intervención de respuesta por parte de los panelistas. A continuación una breve síntesis de las intervenciones de los participantes.

Guillermo Rolando, jefe de División Política Habitacional del Minvu Como introducción da a conocer el contexto en el cual se ejecutan las políticas habitacionales. Establece que actualmente el Ministerio de Vivienda y Urbanismo (Minvu) está implementando ajustes y mejoras en las políticas habitacionales en respuesta a los problemas detectados. Se reconocen los logros de los gobiernos anteriores, poniendo de manifiesto que el aumento de la cobertura habitacional y, por tanto, la superación de ese déficit ha alcanzado un reconocimiento internacional. Así también, señala que se ha mejorado la calidad de las viviendas y las mejoras se han ampliado a familias de clase media, apoyando subsidios de viviendas de valores más elevados. Sin embargo, aún con estas mejoras en coberturas, el principal foco del Minvu no ha dejado de ser los grupos más vulnerables. No obstante lo anterior, el expositor reconoce que se han detectado problemas en los Fondos Solidarios (FS) y señala que existen tres tipos de fondos. El FS1 destinado a los grupos más vulnerables, el FS2 a los grupos medios capaces de pagar viviendas de mayor valor y el FS3 a los grupos rurales. Ha habido casos en que familias que deberían postular a FS2, han solicitado un FS1, con la idea de realizar mejoras en las viviendas en el futuro. Además se han producido algunos problemas de focalización que ponen en evidencia la necesidad de un reforzamiento para un adecuado otorgamiento de estos fondos. Esto además queda en evidencia cuando no existe una adecuada aplicación de la Ficha de Protección Social que trae como consecuencia el perjuicio de los grupos más vulnerables. Esta situación, a juicio del expositor, genera una distorsión del destino de los recursos que debe ser el centro de atención al revisar las problemáticas de los programas de vivienda en Chile. Por otra parte, hay problemas respecto a los subsidios de localización. Si bien hubo programas exitosos, también existieron proyectos que se llevaron a cabo sobre suelos que no eran de buena calidad y eso tiene una repercusión en la integración social. Así también, el sistema permite ciertos vicios como, por ejemplo, la capacidad que puede tener una familia de postular a dos subsidios, con tal de asegurar uno. Ello trae como consecuencia, que llegado el

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momento la familia ocupa un subsidio y no el otro, el cual podría haber sido la oportunidad de cupo para otra familia. En tercer lugar, el expositor señala que la segmentación establecida por el Minvu ha traído como consecuencia que los subsidios han desatendido a los grupos medios emergentes, lo cual se ha podido revertir parcialmente, pero requiere de una atención pormenorizada. Respecto a las distorsiones campo‐ciudad, se concluye que como consecuencia de mejores proyectos habitacionales en la ciudad, muchas veces las familias rurales deciden emigrar a la ciudad en búsqueda a soluciones habitacionales, lo cual trae como desafío para el Minvu atender de manera más eficiente el mundo rural. Esto se traduce en migraciones “forzadas”, las cuales permiten interpelar a la capacidad de responder a estos fenómenos sociales históricos, pero que asumen nuevas complejidades en la actualidad. Para finalizar, el expositor señala que actualmente se debe promover una mayor indagación y detalle en la Ficha de Protección Social de las familias que deseen postular a una vivienda. Muchas veces, la Ficha pasa por alto ciertas urgencias habitacionales como el agua, alcantarillado y el hacinamiento. Si bien se consideran algunos aspectos, en caso de postular a una vivienda se debería ser más proactivo frente a esas urgencias habitacionales. Sólo en la medida en que los instrumentos de identificación de las familias vulnerables tengan una buena aplicación, será posible avanzar en un mejor otorgamiento de las políticas habitacionales y, con ello, de una mayor y mejor cobertura de los beneficios disponibles.

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Ana Sugranyes, arquitecta, secretaria general de la Coalición Internacional del Hábitat (HIC) La expositora da a conocer que la organización a la cual representa forma parte de una red de redes, presente en 120 países del mundo, interconectada con más de 400 organizaciones, que luchan por los derechos al hábitat y la justicia social 3 . Respecto a Chile y las políticas habitacionales y la perspectiva de las personas en situación de pobreza, señala que en el país existe, a diferencia de muchos otros del mundo, una gran cantidad de recursos, que se traduce en una importante capacidad financiera para dar techo a las personas en pobreza. La expositora continuó señalando que Chile ha demostrado a través de sus políticas habitacionales, que éstas se han sostenido en el tiempo, a diferencia de lo que ocurre en otros países. De hecho, de forma continua se ha logrado reducir el déficit habitacional. Así también, con el tiempo se han reducido los asentamientos ilegales (tomas). Sin embargo, establece que el subsidio habitacional no contribuye a superar la pobreza. En el tema del hábitat, el subsidio ha promovido inercia. En este contexto, durante mucho tiempo los movimientos poblacionales se han acallado, aceptando las reglas de cómo hacerse del derecho de la casa propia. Desde la perspectiva del derecho a la vivienda adecuada —los cuales son parte de los derechos económicos, sociales y culturales—, los mayores problemas están en el no reconocimiento de la participación vinculante de los pobladores en la construcción de su hábitat. El acceso a la vivienda se ha mercantilizado. Las grandes extensiones de vivienda Serviu en la periferia de las ciudades carecen de condiciones mínimas para vivir en dignidad. Se cita como ejemplo el caso de decenas de villas en San Bernardo, sin áreas verdes y en donde, como lugar de recreación y esparcimiento, los niños utilizan el prado de un cementerio. A partir de esto, también se debe trabajar en los derechos colectivos y cómo a partir de organizaciones poblacionales se implementa el derecho a la ciudad, que es a fin de cuentas el derecho a la función social de la ciudad. Lamentablemente, la realidad chilena aún no es capaz de soportar o promover proyectos de autogestión, y donde la ayuda mutua puede ir más allá de la sola autoconstrucción, ya que tiene que ver con el diseño integral del hábitat y lo que involucra un empoderamiento cultural, de identidad y de pertenencia al grupo o lugar que se quiera habitar. De la misma manera, a diferencia del resto de Latinoamérica, en Chile aún no se ha podido asimilar la idea de la propiedad colectiva en cooperativas habitacionales. Esto se debe a la realidad habitacional del país donde existe un concepto mercantil de la vivienda. Respecto a la autogestión y su relación con el subsidio habitacional, se sugiere sistema de cogestión entre organizaciones poblacionales y el Serviu. También se sugiere, fuertemente, que la asistencia técnica se debería repensar a partir de las organizaciones sociales y no desde empresas ajenas a los asentamientos, puesto que es muy difícil que se identifiquen con las comunidades, lo cual se puede traducir en una incomprensión de las necesidades de las mismas.

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Para más información, ver el sitio www.hic‐net.org.

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Iván Poduje, arquitecto, Consultora ATISBA Estudios y Proyectos Urbanos El expositor parte su intervención señalando que, desde una perspectiva crítica, es cuestionable decir que en Chile existe una política de hábitat propiamente tal. Si bien se reconoce un aumento evidente en la solución de la vivienda, es necesario realizar una indagación más pormenorizada respecto a la calidad del entorno en que se está construyendo. En ese sentido, a partir de las políticas del Minvu, que a juicio del expositor tienen como principal objetivo “dar techo” en sectores alejados de los centros urbanos, lo que se está promoviendo es la formación de guetos. Y si se entiende que la ciudad es el centro en el cual las personas tienen acceso a las oportunidades, la creación de estos barrios en extremo periféricos se hace más crítica aún pues no cuentan con acceso a una adecuada dotación de servicios y su ubicación permite profundizar los procesos de segmentación. Para el expositor existe una visión en la que ha existido una fuerte permeabilización en las políticas públicas por los objetivos económicos del país y para ello, se deben “cumplir con números”, es decir, en las políticas públicas habitacionales existe la idea de cumplir ciertas metas respecto a “números”, pero no existe una vocación por revisar el detalle de aquellas metas. Se puede cumplir con números de casas construidas y entregadas, pero no hay una voluntad de detenerse a pensar en el diseño del hábitat que se está promoviendo. Según el expositor, existe una alianza que ha resultado muy negativa a este respecto: lo público con algunos sectores privados como la Cámara Chilena de la Construcción. Este proceso ha establecido una coalición de intereses con los gobiernos. Esto porque, por un lado, la construcción de viviendas sociales trae una alta rentabilidad política y, asimismo, una alta rentabilidad económica. Se deja claro eso sí, que no se está sugiriendo algún tipo de ilegalidad, sólo es una convergencia de intereses, que generan un problema mayor en el largo plazo. Específicamente, señala que la construcción de poblaciones y guetos no trae un perjuicio a la rentabilidad política inmediatamente. Los problemas que puedan surgir serán en futuras administraciones y se traspasan a los gobiernos que se sucedan, construyéndose un círculo del cual es muy difícil salir. Los desafíos del Minvu deben empezar por cambiar el foco. Lamentablemente, como expuso anteriormente, el subsidio ha dominado en demasía la forma de actuar del Minvu. El expositor plantea necesario recuperar las viviendas construidas y, por sobre todo, retomar su rol de constructor, por ejemplo, interviniendo fuertemente en la creación de espacios públicos en barrios donde actualmente son escasos o no existen. Así también se deben recuperar los terrenos fiscales para fomentar el dinamismo en la ubicación de las viviendas. Al finalizar, el expositor plantea una pregunta: ¿es posible seguir pensando en un ministerio de subsidios de la demanda, como eje de la política habitacional? Según el expositor, no es posible, puesto que no es sostenible en el tiempo, y no permite potenciar la integración social y equidad en la residencia.

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David Morales, alcalde de Isla de Maipo, presidente de la comisión de vivienda de la Asociación Chilena de Municipalidades Expone su experiencia como presidente de la comisión de vivienda de la Asociación Chilena de Municipalidades, cuyo rol es de coordinación con el Minvu. Si bien la esencia era de coordinación, después del terremoto del 2010 las prioridades han cambiado respecto a la participación de las municipalidades en el proceso de reconstrucción. Respecto a la pregunta del panel, el expositor plantea que no existe integración social con las políticas públicas habitacionales que existen actualmente. Recién desde el gobierno de Bachelet —lo que se ha profundizado en el actual gobierno— se ha considerado la integración social como un eje de las políticas públicas en esta materia. Señala que los municipios no tenían incidencia real en la planificación del territorio, porque sus obligaciones redundaban principalmente sólo en habilitar y autorizar el desarrollo de las obras. Agrega que sólo algunos alcaldes más preocupados, intervenían un poco más allá, buscando medidas que aplacaran las dificultades que podían generar los proyectos en el plano regulador. De acuerdo a lo anterior, se cita el ejemplo de la explosión en la construcción de viviendas sociales en Puente Alto, lo cual hizo aumentar su población considerablemente. Sin embargo, señala que esta explosión en la construcción no fue de la mano con las necesidades de la comuna, así como tampoco con la planificación que se pudo haber tenido de la misma. De esta manera, el expositor pone en evidencia que en el proceso de aplicación urbana no siempre ha existido la preocupación por pensar los efectos en la integración social y desarrollo local, o dicho en otras palabras, no se ha trabajado en asegurar y mejorar las condiciones de vida para la población. Para el expositor es necesario aprovechar de buena manera el subsidio de localización, construyendo en terrenos adecuados, cercanos a zonas urbanas y no en periferias. Además sostiene que es necesario incluir la equidad como un eje que oriente la planificación urbana. Plantea que los gobiernos locales deberían tener más influencia en la edificación de la ciudad. Aquello se vio claramente en los problemas que hubo después del terremoto. Las municipalidades no podían ejercer la reconstrucción de manera libre y, muchas veces, entes externos a la comunidad eran los que decidían sobre la calidad y viabilidad de los proyectos. A su juicio, es sumamente urgente dar las atribuciones necesarias a los municipios respecto al diseño del hábitat de la comunidad a la cual rigen. Pero, además afirma que el gran desafío es recuperar el espíritu de desarrollo urbano que tiene el Minvu, lo cual es la única manera de planificar el territorio.

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Preguntas a los panelistas Al finalizar las exposiciones, los/las profesionales del SERVICIO PAÍS plantearon interrogantes a cada uno de los expositores. Sus inquietudes referían a una falta de vinculación entre el Minvu y otros ministerios, como el del Medio Ambiente, Desarrollo Social, entre otros. La integración de los proyectos habitacionales, la relación con las organizaciones sociales, el colegio de arquitectos y los municipios. Se plantean preocupaciones respecto a la escasa información que existe en materia de política habitacional; la necesidad de inclusión de espacios participativos para la toma de decisiones habitacionales, y la planificación urbana como un ámbito para potenciar la integración social. Se hizo referencia a temas específicos tales como los problemas que existen en comunidades rurales, donde cooperativas han comprado sus terrenos, pero por ciertos tecnicismos no han sido considerados para subsidios habitacionales, quedando con los terrenos vacíos, sin posibilidad de construir. Las respuestas de los expositores apuntaron a señalar que si bien en Chile se ha avanzado en materia de cobertura habitacional, es necesario recuperar el sentido el valor en términos de la integración que tiene esta dimensión de las políticas sociales. Este es un gran desafío en la medida que la construcción de barrios, actualmente, colabora con el proceso de reproducción de la pobreza y desigualdad. Se plantea la necesidad de rescatar la diversidad de cada región a la hora de establecer políticas habitacionales, sobre todo las referidas al subsidio. Se destaca el rol que deben tener los municipios, y que las organizaciones sociales deben recuperarse para avanzar en generar una planificación urbana que responda a las necesidades de las personas.

Exposición de cierre de los panelistas Guillermo Rolando, jefe de la División de Política Habitacional, Minvu Para cerrar, señala que en general existen grandes obstáculos para dar fluidez y rapidez a la implementación de las políticas habitacionales. Agrega que las discusiones parlamentarias, y el trámite en el congreso en general, es uno de los factores que más enlentece cualquier tipo de reforma. Sin embargo, a pesar de esta lentitud en los procesos, se han visto casos exitosos de organizaciones civiles que han propuesto la posibilidad de cooperativas que han funcionado desde el punto de vista de la autogestión. Estas iniciativas se oponen a otro problema que se provoca por el apuro en la entrega de proyectos y eso tiene que ver con la enorme presión que ejercen otras organizaciones. “Muchas veces la presión de las organizaciones sociales incide en que algunos proyectos sean entregados cuando aún no están en óptimas condiciones”, afirmó. Finalmente, reconoce una falta de integración con otros ministerios y organizaciones afines con el desarrollo de los proyectos habitacionales, quienes en su conjunto son responsables del

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diseño del hábitat y por consiguiente, de buscar la integración social a través de estas políticas públicas. Ana Sugranyes, arquitecta, secretaria general de la Coalición Internacional del Hábitat La expositora apunta hacia el modelo de crecimiento como la razón de los problemas detectados en las políticas habitacionales. “El que sea el único modelo que se esté siguiendo debe suponer que en algún momento debemos estar preparados cuando no pueda contener el crecimiento desmedido que se ha tenido en el país”, plantea la expositora. En ese momento, la sociedad tendrá que volver a considerar los valores de la vida en comunidad. Asimismo, la expositora extraña el empoderamiento de la gente respecto al diseño de su hábitat. De esta manera, solicita promover la participación de las personas en la construcción del modelo urbano al cual iban a pertenecer. En Brasil y Uruguay existen casos exitosos de cooperativas de ayudas mutuas. Para ella, el éxito de este tipo de proyectos en Chile requiere de apoyar aún más a los gobiernos municipales y a las organizaciones sociales, aspecto en el que la FSP juega un rol fundamental. Iván Poduje, arquitecto, Consultora ATISBA Estudios y Proyectos Urbanos De acuerdo al expositor, existe un problema que se desprende de la mala planificación urbana, a saber, la creación de nuevas comunas. Ejemplos de esta situación es el caso de Alto Hospicio en Iquique y Padre Las Casas en Temuco, cuya consecuencia es un desborde en la construcción de viviendas sociales, separando una comuna extremadamente pobre e improvisada de otra con más recursos. Los desafíos en la construcción de viviendas son y deben ser interdisciplinarios. Asimismo señala que en la discusión deben participar todos los/las profesionales (trabajadores sociales, sociólogos, arquitectos). Según el panelista, el mayor poder sobre el territorio pasa por resumir a una menor cantidad el número de regiones y municipios, porque de esta manera el peso de las autoridades a cargo sería más importante. Se toma por ejemplo el caso del municipio de Bogotá, donde la autonomía y poder de ejecución de planes sociales es mucho mayor respecto a los municipios del país. David Morales, alcalde de Isla de Maipo, presidente de la comisión de vivienda de la Asociación Chilena de Municipalidades El panelista destaca la aspiración de las municipalidades, en general, de pasar de administradores locales a gobiernos locales, con lineamientos especiales para cada municipio y más atribuciones. “En general, la visión de los municipios respecto a solucionar los problemas habitacionales, pasa por una mayor autonomía y capacidad de incidir en la planificación urbana”, sostiene.

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De acuerdo a esto, se plantea en desacuerdo con la desmunicipalización de la educación. Plantea que si bien no es el tema que corresponde al panel, sí logra ejemplificar la pérdida de autoridad sobre su propia comunidad por parte de los municipios. En este sentido, agrega que no se pueden englobar a todos los municipios de acuerdo al mal funcionamiento de la planificación de algunos. Ejemplifica aquello con el proyecto habitacional llevado a cabo por la comuna de Isla de Maipo cuyas iniciativas, compartidas con una cooperativa, lograron sacar adelante la construcción de viviendas acompañadas por todo un diseño que involucraba definir desde la satisfacción de las necesidades básicas hasta la construcción de parques. Para finalizar, señala que la falta de avance en las políticas habitacionales tiene directa relación con la falta de integración de los municipios con la comunidad y ese es un aspecto necesario de abordar en miras del futuro.

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