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COLUMNA
PANORAMA INMOBILIARIO OCTUBRE 2021
DE MÉXICO PARA EL MUNDO Legado. A poco tiempo de haber sido el Día Mundial del Arquitecto quiero recordar, al que probablemente es el arquitecto mexicano que más ha influido en el mundo, Luis Barragán Morfín, único mexicano en ser reconocido con el premio Pritzker, el máximo galardón en arquitectura. RUBÉN ZAMORANO, ARQUITECTO / FOTO: CORTESÍA
S “La función de la arquitectura debe resolver el problema material sin olvidarse de las necesidades espirituales del hombre”. Luis Barragán
u obra arquitectónica ha influido a grandes arquitectos mexicanos y extranjeros tales como Tadao Ando, Tatiana Bilbao o Javier Sordo Madaleno, sin embargo, para muchas otras personas que no están relacionadas en este medio su nombre es desconocido, y considerando que sus obras arquitectónicas son emblemáticas para la arquitectura y la cultura mexicana, tales como las torres de Satélite, casa Gilardi, capilla del convento de las Capuchinas, por mencionar algunas, por ello es importante mencionar y recordar al más grande arquitecto mexicano. Ingeniero Civil de profesión y arquitecto por convicción, nació en Guadalajara, Jalisco, en 1902. Creador de la arquitectura emocional, quien se caracterizó especialmente por el uso de los colores y el impacto de la luz natural en cada proyecto que realizó, logrando una nueva forma de hacer arquitectura, de manera que no solo satisfacía la funcionalidad del espacio, también logró plasmar un sentido espiritual en cada espacio dentro de su obra arquitectónica, y que lo llevó a obtener tan distinguido galardón en 1980. Entre sus obras más destacadas se encuentra su casa-estudio, la cual está considerada dentro de las obras arquitectónicas con mayor trascendencia internacional, como lo ha reconocido la UNESCO en el año 2004, al
incluirla en el Patrimonio Mundial. Esta obra es un claro símbolo de la búsqueda de trascendencia y la introspección que buscaba la serenidad y la belleza de sus paisajes interiores. La casa-estudio se construyó en Tacubaya, aislando todo a través de una sencilla fachada sin grandes trazos o colores, dejándola totalmente desapercibida e integrándola con el barrio de Tacubaya. Al experimentar los primeros pasos dentro de la casa se puede apreciar los juegos de luz que se encuentran dentro de su interior, al adentrarse en su obra se observa la conexión entre interior y exterior, con un gran ventanal que nos muestra la atmósfera de sus patios interiores. Esta obra maestra se encuentra en el antiguo barrio de Tacubaya en la Ciudad de México y se puede visitar, realizando una cita previa. También podemos destacar entre sus obras reconocidas las torres de Satélite, proyecto que serviría como entrada principal para el proyecto de Ciudad Satélite que realizó junto al escultor Mathias Goeritz. Inauguradas en 1958, consta de 5 cuerpos escultóricos, de planta triangular y de diferentes colores y alturas variables, sobre una plancha de concreto. Si bien su obra no fue majestuosa o comercial como lo fue la arquitectura de Ramírez Vázquez, con el estadio Azteca o la basílica de Guadalupe, sin duda alguna es de gran importancia para entender el estilo arquitectónico mexicano del siglo XX.