¿Has escuchado hablar de la «astenia primaveral»?

ella dice aumento de temperaturas, de lo que se necesitas es de más energía e hidratación. Opta por frutas de temporada —la naturaleza jamás se equivoca— y bebe 2.5 litros de agua diarios. descansa.

Practica yoga.

La actividad física te libera el estrés y más aun tratándose de yoga, la actividad perfecta para activar tus músculos y sistema nervioso. Además, con cada estiramiento liberas endorfinas que te hacen estar de mejor humor, relajada(o) y llena(o) de energía.BE YOGA es tu mejor opción, búscalos en el WA 8332181342 o IG @beyogao ve por tu clase muestra a Ave. Hidalgo 5502, piso 2.

Al hacerlo, tu cuerpo se recupera y se reinicia, la memoria mejora y tu sistema inmune se fortalece y ni hablar de la famosa inflamación, que se reduce en gran medida. Tu energía estará vibrante de nuevo.

Medita.

Te ayudará a limpiar tu energía al deshacerte de pensamientos pesimistas y vibraciones energéticas bajas. Meditar resulta una especie de purificación que te brinda una nueva perspectiva ante los desafíos de la vida, te enfoca en el presente (único tiempo en que sucede la vida) y dispara tu creatividad a niveles inimaginables.¿Te animas a meditar y reinventarte?

Se trata de una sintomatología que impacta a todos los seres vivos en este planeta; se manifiesta con la transición del invierno a la primavera, debido al brusco contraste estacional donde aumentan las horas de luz solar y, al mismo tiempo, los ciclos hormonales.

La «astenia primaveral» se experimenta como una combinación de cansancio y decaimiento, tanto en lo físico como en lo mental y emocional; lo que afecta la capacidad de convivir, trabajar, e incluso, de disfrutar.

Lo anterior se debe a que el cuerpo entra en un reajuste obedeciendo al hipotálamo, el sitio del cerebro que regula necesidades fisiológicas [hambre, la sed y temperatura] y que, a su vez, produce neurotransmisores y hormonas “felices” [endorfinas, serotoninas, feniletilamina…]; mismas que dis- minuyen con dicha autorregulación del organismo, causando en las personas: falta de energía, fatiga y/o cansancio; desinterés y/o apatía; alteraciones del sueño o del apetito; desenfoque, desconcentración, pérdida de memoria; tristeza, cambios de ánimo acelerados, irritabilidad; perdida de libido o deseo sexual y malestar general derivado en dolores de cabeza y/o hipotensión arterial. adecua tu alimentación a la nueva estación.

Ante esto se hace inminente una desintoxicación física, que hará que ayude a que el sistema Bazo – Páncreas – Estómago tenga más y mejor energía de lo habitual, e igual de importante, resulta una desintoxicación energética, ¿cómo llevarlas a cabo?

Si bien en otoño-invierno se requiere de más calorías, en primavera-verano con el

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