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integral para los Encuentros Regionales de Mujeres, SVET 2022
De esa cuenta, los elementos que se describen a continuación, se plantean tal como fueron expresadas. Relevante fue lo expresado en la idea de la retroalimentación, el que manifestaran el interés por la organización, la retroalimentación respecto en cuanto al conocimientos de las políticas públicas, sociales, de Gobierno y Municipales; Rutas de denuncia, protección social y prevención de la violencia (se asume que es en contra las Mujeres, pero esto puede ser más amplio); formación y capacitación para conocer, exigir, defender e incidir en la prevención de la violencia en contra de las mujeres.
• Poner en práctica los estatutos y dar a conocer a todas las mujeres sobre el fin de estas organizaciones • Seguimiento de procesos • Unificar esfuerzos en la retroalimentación, para que se cumpla los objetivo • Existe cierta discriminación de parte de la sociedad machista hacia la mujer • Enfocar a la política para el cuidado y beneficios para la mujer. • Hablando de protección social, la mujer cuando sufre violencia pone su denuncia y las instituciones ni siquiera le ayudan • Es bueno exigir esa retroalimentación junto a una ampliación sobre los temas • El seguimiento es muy necesario para identificar si es eficaz o no. • Es importante que se realicen auditorias en las comunidades y que se tome en cuenta la opinión de las personas • Es fundamental crear estos espacios para tener incidencias políticas en la sociedad • Es necesaria la retroalimentación ya que el apoyo no es lo suficiente en muchas ocasiones • Tomar en cuenta las ideas de las mujeres para realizar proyectos • Gracias a charlas que ellos ejercen se llevan a cabo diferentes proyectos principalmente ellas aprenden hacer alianzas • Principalmente ellas aprenden hacer alianzas • Es probable, se necesita buscar a la persona idónea de ese circuito. • Casi no hay porque no hay presencia en las comunidades Urbanas. Es importante dar a conocer las entidades que están en el gobierno. • Es importante crear herramientas o instrumentos que puedan monitorear el avance y alcance de las políticas, siendo más viable.
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FORMULARIO 5. REDUCIR LA SEGREGACIÓN OCUPACIONAL Y LAS BRECHAS SOCIALES DE GENERO (Punto #2. Formulario integral para los Encuentros Regionales de Mujeres, SVET 2022)
La segregación ocupacional por género, se plantea como la tendencia a que hombres y mujeres se empleen en diferentes ocupaciones y en diferentes sectores de la economía, separados unos de otros en la estructura ocupacional (Guzmán, 2002; OIT, 2003).
La normalización de tal separación, demuestra la exclusión social que viven las mujeres en el mundo social, porque se les ubican, en términos generales, en un menor status y condiciones de trabajo, notoriamente desfavorables frente a los hombres.
En este sentido, las brechas sociales y de desigualdad basadas en género, se constituyen desde percepción de un mundo masculino. Por supuesto que hay hombres que trabajan en favor del bienestar de las mujeres y en pro de sus derechos humanos. Sin embargo, en Guatemala, estos cambios en los imaginarios sociales, aún no se no se generalizan.
Esta segregación dirige su atención a las denominadas ocupaciones de las mujeres como femeninas y los hombres en las masculinas, orientadas estrictamente con lo que significa ser mujer y hombre, así como su quehacer construido social o culturalmente, delimitando así sus espacios de acción, mismos que corporeizan la asimetría social entre unos y otras (Guzmán, 2002).
De esa cuenta, las necesidades de las mujeres que participaron en los Encuentros Regionales, se plantearon así:
1. Valorar adecuadamente las ocupaciones en las que las mujeres tienen presencia predominante
Responder a esta prioridad, generó dos respuestas concretas:
a. Valorar adecuadamente las ocupaciones en las que las mujeres tienen una presencia predominante, como las relacionas con en el cuidado.
El cuido o cuidado como una labor exclusiva de las mujeres, pone de manifiesto la percepción que se tiene de ella: la procreación y conservación de las reglas morales de la sociedad. Sin embargo, cada vez más se percibe como este imaginario social ha cambiado, a manera de ver y escuchar las voces de mujeres exigiendo mejores condiciones laborales, dignas y justas, respetuosas de sus derechos humanos y gestionadas desde sus realidades y territorios.
b. Niveles retributivos sean acordes a las aptitudes de estas trabajadoras y a la contribución que realizan con su labor al buen funcionamiento de la economía y la sociedad.
Las mujeres se ven entre la espada y la pared cuando se analiza el trabajo que desempeñan fuera y dentro de sus hogares. En lo público y privado.
Históricamente se ha planteado que las mujeres que no tiene un trabajo remunerado fuera de sus hogares o
por algún negocio o emprendimiento, entonces no trabajan. Y se niega e invisibiliza las jornadas de trabajo que tiene en sus hogares1 .
Ya sea, trabajando en la formalidad, informalidad, en lo público o privado, las mujeres tienen menos ventajas que los hombres al momento de ser reconocidas por su labor y contribución al desarrollo local o municipal, que repercute en la remuneración por sus servicios, experiencia y jornadas laborales.
Esto se evidencia, cuando las mujeres comparten conocimientos y experiencias de emprendimiento; protección de la salud de sus familias a partir de conocimientos tradicionales y ancestrales; compartir alimentos y mecanismos para generar ingresos basados en prácticas curativas o protección de cultivos. Esto por mencionar situaciones reales en el interior del país.
Por ello, las mujeres indicaron que sus necesidades son:
• Contar con el apoyo económico para tener un mejor estilo de vida • Que se les de oportunidades reales y pertinentes a sus contextos municipales a más mujeres • Que se respeten sus derechos humanos, principalmente de la Mujer y derechos laborales
Lo anterior, no excluye el que las mujeres requieran conocer sus derechos laborales, se reconozcan sus capacidades por encima de la idea de que por ser mujeres no pueden trabajar y, por consiguiente, se les vede el acceso a puestos importantes en espacios de toma de decisiones políticas, puestos públicos locales y municipales; empleos públicos y privados.
2. Promover la educación, incluida la alfabetización básica de las mujeres adultas
La Educación, como derecho humano, está garantizado a toda persona en el país. Sin embargo, tal garantía no llega a toda su población. Más que adentrarnos a estadísticas, es importante mostrar la voz de las participantes en este asunto particular.
Hay que recordar que la Educación en Guatemala, se encuentra en proceso de reactivación de la educación a todos sus niveles, sufriendo un desfase cualitativo entre la cualidad y calidad educativa, que se vio afectada a raíz de la Pandemia.
Esto se refiere a que la presenciabilidad académica fue sustituida por la virtualidad, situación y condición que hizo retroceder fuertemente el proceso de enseñanza-aprendizaje-análisis-reflexión, puesto que la interacción humana entre el alumno, docente, escuela se separó y con ello, se rompió ese importante tejido social interacción humana, vital para el proceso de desarrollo de la niñez y adolescencia.
Al respecto las mujeres expresaron que, sin educación, las mujeres no tienen acceso a oportunidades para mejorar sus vidas. Esto tiene una causa medular en la historia del país, la conformación y fundación del Estado Nación de Guatemala, sustentado en un sistema racista, discriminador y violento.
1 Dependerá del tipo de familia que se haya constituido en la vida de las mujeres, de acuerdo a ella, será la carga de trabajo que se le imponen; los ingresos que se generen en la familia, situación que generalmente recaen en las mujeres, sean o no cabezas de hogar.
Entre las necesidades expuestas están:
• Se necesitan capacitaciones para las mujeres y adquieran nuevos conocimientos y mejoren en sus emprendimientos • Es necesario contar con la presencia de personal de instituciones descentralizadas en las comunidades para la alfabetización de las mujeres adultas (incluso mujeres jóvenes, niñas y adolescentes si es que no tiene acceso a educación institucional en sus comunidades). • Incluir programas de educación a la comunidad de acuerdo a su contexto situacional.
3. Prestar asesoramiento profesional a las jóvenes y animarlas a estudiar ciencias, tecnología, ingeniería, matemáticas y otras disciplinas
Se mantiene la idea, en el ámbito académico y la influencia de éste en espacios públicos y privados, que el conocimiento académico, profesional y técnico está dirigido, sino únicamente para los hombres, se le facilita el acceso; quienes tienen por excelencia, las oportunidades para desarrollarse y ocupar cargos importantes, principalmente en lo político y económico.
Este imaginario social, que se refuerza sistemáticamente en todas las etapas de su desarrollo, ha relegado a las mujeres a un plano inferior, de tal forma, que se asume que las mujeres se ocupen de las responsabilidades exclusivamente de cuidado no remunerado; y en los casos paradigmáticos, los hombres se vinculen a estas actividades, las asumen como “apoyos en los hogares”, cuando la responsabilidad de los hogares, es corresponsabilidad de ellas y ellos.
Las necesidades concretas que las participantes compartieron fueron:
• Se reconoce que hay mujeres con la capacidad intelectual para aprender, así como la actitud y el deseo para salir adelante; por ello, se necesitan recursos para seguir con sus estudios o para iniciarlos. Esto implica contar con ingresos o tener acceso a ellos a partir de iniciativas que surjan de las comunidades y las mismas mujeres. • La educación es la base para disminuir la brecha social de género, por ello es necesario que se valore educar a las mujeres jóvenes en disciplinas técnicas, científicas, para que salgan adelante, apoyen a sus familias y a sus comunidades. • Buscar alianzas para asesorar profesionalmente a jóvenes y animarlas a alcanzar la educación superior. • Se necesitan espacios para concientizar a las juventudes, los actores públicos locales y comunidad sobre la educación de las mujeres, los beneficios que esto trae para el desarrollo integral de ellas, de las familias y comunidades. Todas las mujeres tienen derecho la educación.
4. Combatir el acoso y la violencia sexuales que sufren las mujeres de forma persistente
El acoso sexual es una conducta no deseada, de connotación sexual ejercida en el lugar de trabajo, haciendo las personas afectadas se sienta ofendida, humillada y/o intimidada.
Como término, describe un problema antiguo, pero que no había sido pronunciado nunca. La OIT y la CEDAW identifican el acoso sexual como una manifestación de la discriminación de género y como una forma específica de violencias Basadas en Género contra las mujeres.
Por lo tanto, el acoso sexual es una violación de los derechos esenciales de las personas trabajadoras, que constituye un problema de salud, seguridad y una inadmisible situación laboral.
Por gestarse en los lugares de trabajo, es importante que de manera propositiva y respondiendo al respeto de los derechos humanos, laborales y de las mujeres, se deban adoptar leyes específicas, capacitar personal de las instituciones, empresas, organizaciones para sensibilizarles ante estas vulneraciones, generando protocolos y rutas de denuncia, atención y seguimiento a mujeres a quienes se les han violentado estos derechos. Entre las necesidades expresadas en esta prioridad, las respuestas fueron las siguientes:
• Capacitar a las mujeres para que conozcan protocolos o rutas de denuncia, sensibilizando en no tener temor a denunciar ya sea porque fuera en su lugar de trabajo o en su casa. • Crear procesos de sensibilización y formación en los espacios laborales públicos para que los hombres dejen de acosar a las mujeres, sepan que están violentado los derechos de las mujeres y las repercusiones que pueden tener al cometer estas acciones. • Sensibilizar a la población en general y a las mujeres principalmente, para que acudan a las instituciones públicas a poner sus denuncias, sabiendo que esto no incurren gastos • Propiciar estos temas en la educación de las personas desde la temprana edad • Brindar capacitaciones constantes en temas de violencia sexual dirigida a la población en general, incluyendo los distintos sectores en el ámbito municipal. • Acompañamiento, el apoyo de la familia de parte de la institucionalidad municipal en situaciones de violencia sexual o acoso, respetando los protocolos de seguridad y respeto a los derechos de las mujeres, niñez, adolescencia y juventud. • Es indispensable, contar con el acceso a la ayuda profesional para atender situaciones de violencia sexual y acoso.
5. Establecer metas y cuotas para elevar la representación de mujeres en ocupaciones dominadas por hombres, incluso en los puestos de toma de decisiones en el sector público.
Las cuotas de participación “en sentido general han sido definidas como una proporción de cargos o vacantes que deben ser ocupados obligatoriamente por [un grupo determinado]”1 .
Esta definición es válida en la práctica política legislativa en el país, aunque se aplica en cualquier espacio de representación política, privada y pública. Particularmente cuando se habla de la participación de las mujeres en la política partidista, cargos de elección popular o en la institucionalidad pública central y municipal. Al respecto, no se puede hablar de igualdad y equidad, cuando la participación de las mujeres a cargos de poder político, liderazgos está acompañada de situaciones que invisibiliza sus propuestas, acciones y denuncias.
A raíz de lo visto en los Encuentros Regionales, las mujeres expresaron necesidades que deben resolverse para tener los accesos libres para ser dignas representantes y porta voces de las mujeres de sus comunidades.
• Debido a la poca participación en puestos públicos municipales y en COCODES, es necesario capacitar y formar a las mujeres, lideresas, jóvenas, adultas y adultas mayores en temas de igualdad de género, participación ciudadana, desigualdad. • Aun cuando existe participación para las mujeres (que es un aspecto que debe analizarse con detalle y que se aplica a mujeres con perfiles particulares que puedan acceder a estos cargos), no todas cuentan con el respaldo político partidista y económico para optar a dichos espacios políticos. • Se necesitan estrategias formativas de empoderamiento político y ciudadano dirigida las jóvenes mujeres para que se interesen en su participación política a favor de las mujeres, sus comunidades y territorios.
Empoderar a las mujeres, estrictamente para ocupar espacios de decisiones políticas, capturadas y dominadas por hombres, prometen un cambio sustantivo en favor de las mujeres en el país, pues su motivaciones y aspiraciones de vida se amparan en la protección de la vida, la igualdad, la justicia y la solidaridad, aprendidos y asumidos desde su Mundo de la Vida, que les ha enseñado a sobre llevar las incertidumbres y violencias con ahínco y valor.
1 García Prince, Evangelina. Leyes y políticas públicas de igualdad. Experiencias regionales y nacionales. Lecciones aprendidas. Managua. Marzo 2004. Pág. 14. Disponible en: https://catedraunescodh.unam.mx/catedra/SeminarioCETis/Documentos/Doc_basicos/5_ biblioteca_virtual/4_sistema_regional/6.pdf. Consultado 11 de nov. 2022.