¡AVENTURAS DE GUILLE Y MARTA! ¡COSTA RICA!
Carmen Herrera Manuel Muñoz
Aventuras de Guille y Marta
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Aventuras de Guille y Marta
ÍNDICE Prólogo ......................................................................................................................... 1 Capítulo 1 ..................................................................................................................... 5 Capítulo 2 ................................................................................................................... 11 Capítulo 3 ................................................................................................................... 22 Capítulo 4 ................................................................................................................... 27 Capítulo 5 ................................................................................................................... 35 Capítulo 6 ................................................................................................................... 37 Capítulo 7 ................................................................................................................... 43 Capítulo 8 ................................................................................................................... 49 Cultura ........................................................................................................................ 54 Expresiones................................................................................................................. 58 Vocabulario ................................................................................................................ 63
Prólogo En el apartamento de Guillermo El famoso arqueólogo y profesor de la Universidad de NYU Guillermo García se levantó de la cama. Tenía el pelo de punta. Tenía un ojo abierto y otro cerrado. ¡Riiiing! El timbre sonó por tercera vez. Guillermo cruzó la habitación, sonámbulo, en dirección a la puerta. Cuando iba hacia la puerta, tropezó con muchas cosas que había tiradas por el suelo de su apartamento: mapas, enciclopedias, fósiles, fragmentos de cerámica antigua… Guillermo por fin pudo permanecer en pie y alcanzar la puerta. Al abrirla, vio a una chica… muy guapa. ¿Marta? ¿Qué hacía en su apartamento? Estaba confundido. Marta Martínez miró desconcertada a su amigo Guillermo. Notó que Guillermo llevaba la ropa del día anterior y unas zapatillas de dinosaurios. Al principio se puso a reír cuando lo vio así, pero en seguida se empezó a enfadar. Estaba boquiabierta. Marta:
¡No me lo puedo creer! Pero, ¿estabas durmiendo? ¡No me digas eso! Pero… ¿no te acuerdas? ¡Hoy viajamos a Costa Rica! ¡Nuestro avión sale dentro de
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dos horas! Guillermo:
¿Qué? ¿Cuándo? ¿Hoy? Yo… Errrr, ¡Sí claro! ¡No se me olvidó… ! ¡No se me olvidó...! Errr, bueno... disculpa. La verdad es que … se me olvidó completamente.
Marta:
¡Venga! ¡Rápido! ¡Vístete! ¡No vamos a llegar a tiempo!
Guille:
Oh, yo… yo… ¡Perdona, chica. Es que fue una semana muy intensa. Ya sabes, con las clases de arqueología, conferencias, exámenes… Pero, tranquilízate. ¡Estaré listo en cinco minutos! ¡Fue una semana de locura! Estoy destrozado. Guille corrió hacia la ducha mientras que Marta continuaba quejándose. Dos segundos más tarde se empezó a oír el sonido del agua.
Marta:
¡Qué despistado eres, Guille! ¡Qué despistado! Se lo tuve que haber dicho a mi amiga Elena Lanza y no a ti. Ella estaba deseando. ¡Me da muchísima rabia que me hagas esto! ¡En pocas horas salimos para Costa Rica! Marta seguía quejándose mientras que recogía inconscientemente algunas de las cosas que estaban por el suelo.
Marta:
¡Qué rabia me da! ¿Cómo es que no estabas listo? Ya sabes que el viaje a Costa Rica no es por placer. Tengo que escribir el reportaje para el Huffington Post. Como sabes mi jefe me mataría si perdiera este
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vuelo. ¡No es justo!
Guille:
¡Sí, ya! El reportaje sobre el centro de investigación en la isla del Coco y los animales en peligro de extinción. Guille por fin apareció por la puerta secándose el pelo con una toalla y ya vestido. Terminó de prepararse mientras que se afeitaba rápido con su maquinilla. Marta se desconcentró por un segundo y casi olvidó su enfado. ¡Qué atractivo era!
Marta:
Err… ¡vaya, por fin estás despierto! ¡Venga! ¡Date prisa! ¡No soporto llegar tarde a los sitios! ¡Qué rabia me da ir con prisa! En diez minutos Guille estaba en la puerta preparado para salir. Tenía una mochila en el hombro y una maleta de mano cargada de ropa, mapas y objetos de primera necesidad. Marta seguía frustrada y miraba el reloj impacientemente. ¡No lo soportaba! Solo faltaba hora y media para el vuelo.
Guille:
Bien, ya estoy casi listo. ¿Me preparaste mi desayuno? ¿Dónde está mi café con leche? ¿Mis cereales de avena? ¿Mi yogur con frutas?
Marta:
Qué si yo te preparé… ¿Qué? Estás de broma, ¿verdad? Porque,… ¡me va a dar un ataque!
Guille:
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Ja, ja, ja. Por supuesto que es broma. Tranquila, Carmen Herrera, Manuel Muñoz
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mujer. Es una broma, mujer. ¡Vamos corriendo al aeropuerto! ¡No te distraigas! Marta:
Ay, ¿en serio? Pues,… no tiene mucha gracia. Y sabes perfectamente que me frustra que me tomes el pelo así. ¡Qué paciencia tengo a veces contigo, chico!
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Capítulo 1 De camino a la Isla del Coco Marta y Guille llegaron a tiempo al aeropuerto John F. Kennedy y pudieron coger su vuelo a Costa Rica. Después de ir a Puntaneras en autobús y se quedaron una noche allí. Al día siguiente por la tarde comenzaron su viaje a la Isla del Coco. Para ir allí alquilaron un barco privado en el puerto. Marta:
Guille, ¿te dije que vamos a tardar 36 horas para llegar a la Isla del Coco? ¡Mi pobre estómago! ¡Espero no vomitar! Ya sabes que a mi estómago no le gusta mucho eso de viajar,…
Guille:
¿Qué? ¿En serio? Pero, ¡qué largo! ¿no? Bueno, al menos estoy con la chica más guapa del mundo… y bueno, yo también espero que no vomites. Eso sí que no sería divertido. Un viaje largo y una amiga vomitando todo el tiempo puede ser una pesadilla. Marta sonrió cuando le dijo el piropo. Sabía que a su amigo le gusta bromear con ella. ¿O no estaba bromeando? Sí, claro que estaba de broma. Marta se
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acercó a Guille y le cogió el brazo por un segundo mientras las olas del océano golpeaban la embarcación. La gente del barco era profesional y amable. Uno de ellos se llamaba Ricardo, y era el mano derecha del capitán del barco. Ricardo era el mano derecha del capitán, era muy amable y muy hablador. Les entretuvo durante el viaje. Ricardo:
Señor Guillermo y señorita Marta, espero que les guste el viaje. Señorita, sé que usted es una escritora famosa y estoy deseando leer lo que escribe sobre este viaje. Aquí tiene un aperitivo tradicional de Costa Rica. Seguro que le gustan estos plátanos maduros. ¿Quiere una foto conmigo para su artículo? Ricardo no esperó la respuesta de Marta y le pasó en seguida su teléfono a Guille y sonrió para la foto. Aunque le faltaban unos dientes, Ricardo tenía una sonrisa encantadora. Guille les hizo una foto a los dos con el teléfono de Ricardo. La pobre Marta se tocaba el estómago preocupada. ¡Esas olas,…! El barco se movía mucho, … demasiado, …. aunque no demasiado como para perder su apetito. Marta estaba muy delgada, pero siempre tenía hambre.
Marta:
¡Guau! ¡Están deliciosos! ¿Puede traer más? ¡Qué ricos! ¡Qué hambre!
Guille :
Los plátanos maduros son muy dulces y con esta salsa de chocolate están muy ricos. ¡Exquisitos! ¡Están para chuparse los dedos!
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Ricardo:
Están ricos, ¿verdad? Me alegro de que les gusten. Ricardo le pasó su teléfono de nuevo a Guille para otra foto. ¡Click!
Ricardo :
Bueno, bueno,… ¡Háganos otra foto, señor! Sonría, señorita Martínez. Una vez más, Ricardo enseñó con orgullo su sonrisa encantadora a la cámara.
Marta :
Por favor, deme la receta de este plato, Ricardo. Me encantan estos plátanos maduros fritos de Costa Rica. Y es fácil de cocinar, ¿verdad?
Ricardo:
Por supuesto, señorita Marta. Se la escribo luego. Ah, y pruebe esta bebida. Estoy seguro que le va a gustar. La gente de Costa Rica la llaman fresco de frutas. Este es un fresco de papaya para usted señorita Marta, y este otro es un fresco de piña para el señor Guillermo. Ricardo le pasó su teléfono de nuevo a Guille.
Ricardo:
¡Sáquenos una foto, señor! ¡Sonría, señorita Martínez!
Click! Navegaron por 35 horas, fueron 300 millas a lo largo del mar. Finalmente, después de mucha música de salsa, merengue, cumbia y mexicana (muy popular allí) y después de por supuesto muchas, muchas fotos… por fin llegaron a su destino. Había muchas gaviotas y otras aves marinas que volaban por 7
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encima de ellos. Era un paraíso natural. Ricardo:
Miren, casi llegamos. La isla está allí a lo lejos. Miren. Tiene forma rectangular. ¿Lo ven? Tiene plantas increíbles, animales, ríos, cascadas, valles, acantilados e islotes. ¡Les va a fascinar!
Marta:
¡Estoy deseando llegar! ¿Es verdad que la isla está completamente deshabitada?
Ricardo:
Sí, la isla es un parque natural protegido. No vive nadie, excepto los científicos a los que van a ver, los que tienen el importante centro de investigación y protección de la fauna y flora.
Guille:
¿Vienen por aquí muchos furtivos?
Ricardo:
Desgraciadamente a veces sí, pues aquí hay muchos animales en peligro de extinción. ¡No se olvide de hacer fotos señorita Martínez cuando escriba su artículo!
Guille:
Y… ¿hay gente que viene buscando… algo más?
Ricardo:
Bueno, sí. A veces tienes los locos románticos que vienen con sus estúpidos mapas buscando tesoros escondidos por piratas hace varios siglos. Guille escondió rápido sus mapas y papeles que salían un poco de su mochila.
Marta:
¿En serio? Ja, ja, ja. ¿Te imaginas a esa gente, Guille? Estoy deseando visitar el centro de investigación. Pero antes quiero pasear por la selva y por supuesto ir a bucear un poco en estas aguas! ¡Es tan diferente a
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Nueva York! Tengo muchas ganas de entrevistar a los científicos del centro para mi artículo. Ricardo:
A veces hay algunos grupos pequeños de estudiantes que hacen investigación. Aunque el gobierno es muy estricto y solo les permiten estar aquí a las personas que consiguieron el permiso especial. Así que asegúrense de que no lo pierden.
Marta:
¿Permiso? ¿Qué permiso?
Guille:
¿Qué? ¡Marta! No me digas que después de navegar por 36 horas de viaje no tenemos un permiso. ¡Me voy a morir!
Ricardo:
Podemos volver rapidito y tratar de conseguir uno.
Guillermo:
¿Volver? ¿Navegar por otras 36 horas? Ojalá sea una broma. Es una locura que tengamos que volver otra vez. Marta le dio su teléfono a Ricardo con una sonrisa y le guiñó un ojo al carismático marinero.
Marta:
Ja, ja, ja… ¡Estaba tomándote el pelo, cariño! ¡Tranquilízate! ¡Lo vamos a pasar súper bien en la Isla del Coco!
Guille estaba pálido todavía de la broma, no fue divertida. A veces esta mujer tenía un humor de niña pequeña. Click! Se oyó de nuevo la cámara del teléfono de Ricardo.
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Capítulo 2 En la Isla del Coco El barco llegó finalmente al pequeño puerto de la Bahía Wafer, en la Isla del Coco. Guille y Marta observaron el paisaje sorprendidos. ¡Era un paraíso natural! La isla tenía más de 200 especies de flores. Además de decenas de especies de aves y cientos de especies de insectos. La Isla del Coco era el hogar de corales maravillosos, tiburones y tortugas. La vegetación era muy verde y muy abundante. El agua era muy clara. Había decenas de cascadas con agua que caía al mar. ¡Era un paraíso! ¡La vista era espectacular! Era,… un sueño. Marta:
¡Mira, Guille! ¡Qué paisaje tan precioso! Mira qué pájaros y qué árboles.
Ricardo:
Sí, es un lugar mágico. Por cierto, en el puerto hay varios barcos. Es muy probable que haya varios visitantes hoy en la isla. Creo que un grupo de la universidad de Duke iba a venir estos días.
Marta:
¡Qué bien! Me encantará conocer a más visitantes interesados en la naturaleza. Me muero de ganas de
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hablar con ellos.
Ricardo:
Bien, yo tengo que irme. Espero que disfruten de la experiencia. Mañana podemos bucear antes de irnos. Nosotros nos quedaremos en el barco. Ustedes deciden si quieren volver para dormir aquí o si se quedan en el centro de investigación. Guille y Marta se despidieron de Ricardo y comenzaron a pasear por la isla.
Guille:
Es un lugar fascinante. Parece el escenario de un cuento de aventuras. Por cierto, ¿sabías que existen muchas leyendas sobre tesoros piratas enterrados en la Isla del Coco? Me estuvo diciendo algo de esto Ricardo en el barco.
Marta:
¡Ya,… yo oí algo,...! ¡Pero, no me digas que es por eso por lo que viniste conmigo Guille!
Guille:
¿Yo? ¡Qué va!
Marta:
Estaba de broma. ¡Por supuesto que no es por eso! Yo sé que no viniste por tu trabajo o por tesoros esta vez. Eres un buen amigo y te lo agradezco. Me alegro de que me apoyes ahora a mi con mi artículo. Me lo merezco, … esta vez este viaje es solo por mi. Guille sonrió, pero era obvio que estaba un poco incómodo con la conversación. Los dos pasearon
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con tranquilidad, disfrutando del paisaje. Parecía fácil llegar al centro. Se veía claramente en lo alto del monte, así que siguieron el camino. En un par de horas, iban a estar allí. Pero por ahora no tenían prisa. Marta hacía muchas fotos de animales exóticos, como papagayos y reptiles de colores para su artículo. Guille hablaba y hablaba sobre los piratas, de cómo venían a islas como esta para beber agua potable y para enterrar sus tesoros. Marta hablaba sobre este laboratorio natural y sobre las ideas que tenía para su artículo. Iba a poder aprender mucho sobre la naturaleza aquí. ¡Estaba muy ilusionada! Como de costumbre, los dos charlaban sin parar y disfrutaban mucho de la conversación y la pasión del otro. Marta:
¡Guau! ¡Qué bonito es este puente! ¡Y,… qué original también!
Guille:
¡Es verdad! Una vez leí sobre este puente. ¡Se me había olvidado! Éste es el puente sobre el río Genio. Fue construido por un artista de Costa Rica con los desechos marinos. Creo que el artista se llamaba Pancho o algo así.
Marta:
¡Me encanta! ¡En Nueva York podríamos reciclar más! ¡ Un puente hecho completamente de material reciclado! ¡Guau! Y el diseño está fenomenal, ¿no crees?.
Guille: 13
Estoy de acuerdo contigo. Sí, todo está hecho en el Carmen Herrera, Manuel Muñoz
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puente de desechos del océano. ¡Me fascina! ¿Cruzamos? No te olvides de contar el número de bolas que hay en el puente. Ja, ja, ja ¿Cuántas crees que tiene? Marta:
Yo supongo que hay alrededor de 800.
Guille:
No supongo que haya tantas,.. aunque ahora que lo dices es posible,…
¡Criiing... criiing...!
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Guille:
¿Lo escuchaste? ¡Las bolas se tocan entre sí y hacen ese sonido!
Marta:
Es como el sonido de la naturaleza.
Guille:
¡Me sorprende que suene todo el camino!
Marta:
¿Sabes que este el río que pasa por abajo se llama Genio? Por eso se llama así el puente.
Guille:
¡Ja, ja! ¡No es por eso! ¡Es evidente que lo nombraron así por mi! " Ja, ja, ja. ¡Por yo ser un genio!
Marta:
¡Ja, ja! ¡Eres muy gracioso! ¡Ni es por ti ni tampoco eres un genio!
Guille y Marta lo pasaban siempre muy bien en sus viajes y siempre se reían mucho. Se llevaban muy bien, aunque les gustaba burlarse mucho el uno del otro. Después de cruzar el puente del río Genio, vieron a un grupo de jóvenes que estaban jugando en una cascada. Era una cascada preciosa, una de las muchas que había en la isla del Coco
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Marta:
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¿Les oíste, Guille? Tienen acento americano.
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Guille:
Sí, probablemente sea el grupo de Duke.
Marta:
¡Vamos a nadar! Guille y Marta no llevaban su traje de baño, pero saltaron sin pensarlo dos veces en sus pantalones cortos al estanque de la cascada.
Marta:
Hola, ¿sois americanos?
El profesor
Sí, soy George,.. aquí “Jorge”. Somos de la
George:
universidad de Duke. Vamos a estar aquí por una semana. Acampamos en la otra parte de la isla ayer, por la otra bahía. Hoy decidimos venir por aquí, por la Bahía Wafer.
Guille:
Hola, ¿qué tal? Ella es Marta Martínez y yo me llamo Guillermo García. Vinimos allí por mi amiga, ella es periodista y tiene que escribir un artículo sobre la fauna y flora de la Isla del Coco y el centro de investigación.
La profesora
Oh, ¡Pienso que esta isla es el mejor lugar del
Elizabeth:
planeta! ¡Seguro que les va a encantar! Si les gusta bucear van a disfrutar mucho. Hace dos años estuve aquí con otro grupo y buceé mucho. ¿Se imaginan? ¿Cientos de tiburones nadando a mi lado?
Marta:
Estoy deseando ponerme a bucear.
Guille:
Yo,.. er,… creo que me quedaré en tierra. ¡Tú eres la deportista!
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El profesor West:
Ja, ja,.. Es obvio que ella es la más valiente de los dos…. Ja, ja, ja. Profesor George y doctora Elizabeth, disculpen. Me voy ya. Vamos a caminar unos estudiantes y yo por este sendero para buscar unas orquídeas maravillosas que me dijeron que hay por aquí. ¡Este lugar es fascinante! ¡Fascinante! Nos vemos más tarde.
George:
Perfecto, ¡tenga cuidado!
Los estudiantes:
¡Adiós señor West! ¡Que disfrute!
Elizabeth:
Nos vemos en menos de una hora, señor West. Seguiremos por el mismo sendero. Guillermo, Marta, me alegro de que se queden con nosotros un rato. Tengo mucho que contarles.
Guille:
Temo que también nos tengamos que ir. Disculpe, pero no vamos a estar aquí por mucho tiempo. Adiós. ¡Fue un placer! Seguramente nos veremos luego. Vamos a explorar un poco por esta parte de la derecha y luego por allí abajo. Caminaron por veinte minutos, y un poco más tarde Guillermo y Marta se encontraron con parte del grupo de Duke que estaba junto a otra de las muchas cataratas. Ya no sonreían.
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Marta:
Hola, ¿están bien?
Estudiante 1:
¡Me alegro de verles! No sé,… es el señor West… No sabemos qué le ha pasado. Tememos que no esté bien.
Guille:
¿Qué?
Estudiante 2:
En ese cruce del sendero, el señor West fue a la izquierda porque quería hacer unas fotos de unos pájaros. Como no volvía, fuimos a buscarlo pero ya no estaba. Entonces vimos a un extraño hombre que se iba rápidamente por esos arbustos. Le llamamos al señor para preguntarle por el profesor y se fue corriendo cuando nos vio. Hace más de veinticinco minutos que le esperamos y el señor West no ha vuelto.
Marta:
¿Piensan que se ha perdido?
Estudiante 3:
No. Pensamos que algo malo le pasó. Quizás lo han secuestrado, o se cayó.
Elizabeth:
Oh, Guillermo, Marta, ¿qué podemos hacer? Temo que West no esté bien.
Marta:
¡Llamen la policía! Aunque seguro que está simplemente perdido. A veces,.. los hombres son un poco despistados,.. y se pueden distraer…. Marta miró a Guille y le sonrió. Estaba claro que le iba a seguir recordando lo de quedarse
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dormido antes de coger el vuelo por mucho tiempo. ¡Esta mujer tenía desgraciadamente una memoria de elefante para este tipo de cosas! Elizabeth:
Imposible. Lo hemos intentado miles de veces. Imposible. Es frustrante que no haya conexión por aquí. ¡Estamos en medio de la selva! Estoy al borde de un ataque de nervios,….
Guille:
No se preocupen. Tengo varios mapas de la isla. Será fácil para Marta y para mí encontrarle. Estoy de acuerdo con Marta. Dudo que esté en peligro o secuestrado. Seguro que está haciéndole fotos a algunos de los miles de pájaros que hay por aquí.
Marta:
No se preocupen. Tranquilícense y quédense aquí por si vuelve el profesor.
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Capítulo 3 En la selva Guille y Marta se introdujeron en la selva y comenzaron a buscar al profesor. El grupo de Duke continuó intentando conseguir conexión telefónica para conectar con la policía. Guille:
Costa Rica es un lugar muy seguro. Hay muy pocos crímenes y nunca hay secuestros. Muchos turistas visitan el país y nunca pasa nada malo. ¡Seguro que se perdió! Seguro que lo encontraremos antes del anochecer.
Marta:
Sí, … o quizás se cayó en algún sitio. Ya sabes,… seguro que miraba al cielo buscando pájaros y no al sendero por donde caminaba. Guille abrió su mochila y se puso a buscar sus mapas. No los encontró. ¡Qué despistado! Se los había dejado en el barco. Pero no se lo iba a decir a Marta pues entonces se iba a reír de él y empezar con su historia de que muy despistado. Así que decidió hacer lo que todo hombre haría en este
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momento,… siguió su intuición y no confesó que no tenía ni idea de dónde estaban. Estaban en medio de la selva y estaba anocheciendo. En ese momento comenzó a llover con fuerza. En dos segundos estaba diluviando. Guille:
¡Qué mala suerte! Aquí en la selva hay mucha vegetación y muchos senderos. ¡Espero que no nos perdamos!
Marta:
¡Menos mal que tienes los mapas!
Guille:
Sí,… err,… ¡menos mal! Y mi intuición, que es lo más importante. Menos mal que tengo buena.. intuición.
Marta:
Ja, ja, ja. Está claro que eres la persona más despistada del mundo. Mira, está diluviando. ¡Ponte el gorro de tu impermeable! ¡Te vas a mojar!
Guille:
Uy, se me había olvidado que tenía un gorro. Me alegro de que estés aquí para cuidarme, mi querida amiga. Para cuando Guillermo se puso el gorro, ya estaba totalmente mojado. En ese momento, Guille y Marta observaron algo raro entre los arbustos.
Marta:
¡Mira, Guille! ¡Es una mano! ¡La mano de un hombre!
Guille:
¡Sí! Hay un hombre tumbado entre los arbustos.
Marta:
¿Cómo puede estar dormido con esta lluvia? ¡Ahhh!
Guille:
¡Muerto! ¡Está muerto! ¡Ahhh!
Marta y
¡Ahhh! ¡Está muerto! ¡Ahhh!
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Guille:
El hombre era un anciano con una mochila llena de aparatos científicos. Tenía una herida en el pecho y otra en el estómago. 24
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Era la herida de un disparo de un rifle. Guille le cogió rápidamente la mano y le tomó el pulso en el cuello para comprobar si el hombre estaba muerto. No había duda. Después miró en sus bolsillos buscando su documentación,… un carné o algún otro tipo de identificación. Marta:
¡Alguien asesinó al pobre profesor de Duke! ¡Le dispararon en el corazón! ¡No puedo mirarle a la cara! ¡Pobre profesor despistado! ¡Qué lástima! ¿Quién lo hizo?
Guille:
Es cierto, alguien asesinó a este hombre. Pero éste no es el profesor de ciencias naturales de Duke,… Marta tenía los ojos cerrados y las manos en la cara, pero poco a poco empezó a tener el valor para mirar entre los dedos al cuerpo sin vida que estaba allí en la tierra mojada por la lluvia.
Marta:
Claro que sí. Mira, es un científico. Lleva material de biología en su mochila y muestras naturales para algún experimento.
Guille:
Sí, parece un científico, pero mira. Encontré su carné en el bolsillo. Se llamaba Álvaro Cortés, era costarriqueño. Y, mira, tenía esta tarjeta de trabajo en uno de sus bolsillos. Era uno de los científicos del centro de investigación de la Isla del Coco.
Marta:
No entiendo nada. ¿Por qué alguien quiso asesinar a este hombre? Y… ¿dónde está el doctor West?
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Guille:
Pfff… Esto es cada vez más complicado. Un desparecido, y un … muerto.
Marta:
Quizás al final sea verdad y el profesor West fue secuestrado. Seguro que vio a los secuestradores y estos lo asesinaron. ¡Y nosotros sin poder llamar por teléfono a la policía! ¡Es frustrante!
De repente, decenas de quetzales de bonitos colores empezaron a volar desde los árboles que estaban cerca a Guille y Marta. Los dos se callaron. Entonces, se oyó un ruido. A pesar de la fuerte lluvia oyeron el ruido de unos pasos que se acercaban rápidamente hacia donde Guille y Marta estaban.
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Capítulo 4 En la selva Guille y Marta estaban asustados. El shock les impedía huir. Los pasos se acercaban, y, de repente se oyó un ruido pesado contra el suelo. Una voz:
¡Ay, ay, ay! ¡Caramba! ¡Ay, ay!
Marta
¿Oíste eso, Guille? Creo que la persona que se
(en voz baja):
acercaba se cayó y se hizo mucho daño.
Guille:
Sí, y esa voz… Creo que conozco esa voz,… hay mucho ruido con esta lluvia, pero estoy seguro de que oí esa voz antes.
Marta:
Ven, vamos a ver quién es. Es posible que necesite nuestra ayuda.
Voz:
¡Ay, caramba! ¡Está diluviado otra vez! ¡Odio esta selva! ¡Ay, caramba! ¡No soporto estos árboles y piedras! Y estos mosquitos... Arrrgg. En ese momento Marta y Guille se miraron al mismo tiempo.
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Guille y Marta:
¡Ramírez!
Ramírez, el arqueólogo rival de Guille estaba tumbado en el suelo, con las manos en un pie. Se torció el pie al pisar una roca y parecía que se hizo mucho daño. Llevaba una mochila gigantesca, muy pesada, a la espalda. De ella salían mapas, planos, una linterna, una cacerola y un saco de dormir. Ramírez y Guillermo fueron colegas durante una época, pero Ramírez era demasiado egoísta y ambicioso. A Ramírez lo despidieron por hacer cosas muy poco éticas y por ahora la policía lo busca en varios países. Guille:
Pero, Ramírez, ¿qué haces tú en la Isla del Coco?
Ramírez:
¿Guille? ¡Me seguiste! ¿Cómo sabías que yo iba a venir? ¿Qué hiciste? ¿Me pusiste algún micrófono? ¿Un GPS? Pero,… ¿cómo sabías que estaba aquí? Ramírez miraba enfadado a Guillermo, mientras que buscaba como loco dentro de su ropa algún dispositivo de búsqueda.
Guille:
¿Yo? ¿Dices que te seguí a ti? ¿Por qué? ¡Normalmente tú eres quien me sigue a mi!
Ramírez:
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Yo lo sé,… ¡es por lo que me sorprendiste! ¡No Carmen Herrera, Manuel Muñoz
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me lo esperaba para nada! Es por el tesoro. ¿Verdad? Marta:
Pero, Ramírez. ¿De qué hablas? ¿Qué tesoro?
Ramírez:
El tesoro pirata, por supuesto. Pero lo voy a evitar.
Guille:
¡Qué tontería! Esa historia del tesoro del capitán Thompson en el New York Times de hace dos semanas es una tontería. Nadie se lo creé.
Marta:
Exacto. Nosotros no estamos interesados en ningún tesoro pirata. Hemos venido para investigar los animales de la isla. ¡Díselo, Guille! Err,… Un momento,… ¿Cómo sabías lo del artículo y el tesoro? No es una casualidad, ¿verdad? ¿Qué hiciste? ¿Convenciste a mi jefe para que me mandara aquí, Guille? ¿Fue todo esto del artículo una idea tuya para venir aquí a buscar un tesoro?
Guille:
¡Qué tontería! No permitas que este loco te convenza. Er,... tú sabes que vengo aquí solo por los pingüinos y otros animales en extinción,… A mi me interesa mucho y vengo acompañarte y apoyarte como amigo.
Marta:
Pero,.. ¿Qué pingüinos? ¿Pero qué dices? Aquí no hay ningún pingüino,… ¿de verdad que vienes a apoyarme?
Ramírez: 29
¡Silencio! Carmen Herrera, Manuel Muñoz
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En ese momento Ram铆rez sac贸 una pistola y apunt贸 a Guillermo y a Marta.
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Ramírez:
Ja, ja. ¡Piensas que yo me lo creo Marta! ¿Ahora me van a decir que son ecoturistas y que están de vacaciones? ¡Te conozco Guillermo! ¡No me vas a tomar el pelo! Sé que los dos están aquí por el tesoro.
Marta:
Pero... ¡Qué pesado eres Ramírez! Es ridículo que pienses que Guillermo siempre está buscando tesoros como tú. Guille está aquí solo por mi, y por mi trabajo. ¡Díselo Guille!
Guille:
Err... bueno, Ramírez. No vamos a discutir. Ahora tenemos cosas más importantes que hacer…
Ramírez:
¡Claro! ¡Robarme mi tesoro!
Marta:
¡Y otra vez con el tesoro! ¡Te digo que no sabíamos nada del tesoro! Guillermo estaba bastante incómodo por la situación del tesoro y prefería no mirar a esos ojos grandes de Marta. Marta no podía saber el verdadero motivo de su viaje a la isla del Coco. Marta no se lo perdonaría.
Guille:
Escucha, Ramírez. Creemos que secuestraron a un profesor de Duke. Además encontramos hace unos minutos a un biólogo del centro de investigación muerto. Lo asesinaron. Tú no viste u oíste nada, ¿verdad?
Ramírez:
¿Qué? ¡A mí no me importan ni los profesores ni los biólogos! ¡Yo voy a ser multimillonario! Estoy a
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punto de encontrar el legendario tesoro. Ja, ja, ja. Adiós, perdedores. No me hagan perder tiempo. Ciao, bye, au revoir, zài jiàn! Ramírez se levantó y comenzó a alejarse. Era muy patoso, se movía lentamente por el dolor de su pie y tropezaba todo el rato con piedras y arbustos. Paró por un segundo y miró hacia atrás. Estaba furioso y todavía no comprendía muy bien qué hacía su mayor enemigo en la isla. ¡No era posible! Ramírez:
¡Ah! ¡Y no se atrevan a seguirme! Tengo una pistola y la voy a usar contra todo aquel que me impida conseguir mi tesoro. Ramírez desapareció entre los árboles mientras que se caía una y otra vez. Miró para arriba y empezó a dispararle a un grupo de Espíritu Santos que volaban por encima en ese momento. Estos pájaros venían a la Isla del Coco para poner sus nidos, y les gustaba volar sobre los turistas.
Ramírez:
¡Ay, caramba! … grrrr. ¡Odio esta selva! Guille y Marta iban caminando al campamento de los estadounidenses. Tenían la esperanza de ver al profesor allí o poder tener conexión para llamar a la policía. Necesitaba contactar con la policía y decirles que había un científico muerto. Guille y Marta estaban seguros de que el doctor West ya estaba allí con ellos.
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Carmen Herrera, Manuel Muñoz
Aventuras de Guille y Marta
Marta:
¡Guille! ¿Lo oíste? Ramírez tenía una pistola. ¡Él pudo matar al científico! Y es posible que también esté relacionado con el secuestro.
Guille:
Hmm, no lo creo. Ramírez es egoísta, pero dudo que sea un asesino. ¡Aunque le encanta sacar su pistola!
Marta:
No sé, Guille. Estoy confundida. Un secuestro, un asesinato, Ramírez, un tesoro pirata… Son demasiados enigmas al mismo tiempo.
Guille:
Ojalá tengamos un momento para reflexionar y… De repente, Guille y Marta se encontraron con tres hombres desconocidos. Los hombres tenían rifles colgados del hombro. Sorprendidos, al ver a los dos investigadores, los tres hombres levantaron los rifles al mismo tiempo y apuntaron a Guille y Marta.
Marta:
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¡Los asesinos!
Carmen Herrera, Manuel Muñoz
Aventuras de Guille y Marta
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Carmen Herrera, Manuel Mu単oz
Aventuras de Guille y Marta
Capítulo 5 En la selva Guille y Marta levantaron las manos al mismo tiempo. Los hombres los observaron en silencio. Estaban muy nerviosos. Tenían la cara pálida y les temblaba el pulso. Guille:
No se preocupen. No somos policías. Solo somos turistas. Al escuchar estas palabras, los tres hombres parecían menos preocupados. Se relajaron y bajaron las armas. Su actitud cambió totalmente.
Primer
Ja,ja, ja. ¿Ecoturistas? Pues… que disfruten ustedes.
hombre:
Nosotros tenemos prisa. ¡Adiós! Los tres hombres desaparecieron entre los árboles y arbustos en dirección a la costa. Marta y Guille se miraron boquiabiertos.
Marta:
¿Quiénes eran esos, Guille?
Guille:
Seguro que eran cazadores furtivos. ¿Recuerdas lo que nos dijo Ricardo? A veces hay este tipo de cazadores en la isla. La caza es ilegal aquí, pero
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Carmen Herrera, Manuel Muñoz
Aventuras de Guille y Marta
seguro que vienen a atrapar a animales en peligro de extinción. ¡Desgraciadamente en el mercado valen mucho dinero! Marta:
¡Pobres animales! Odio a los cazadores que matan por diversión. ¡Y además, especies en peligro de extinción! ¡Tenemos que avisar a la policía! ¡Este maldito teléfono…! Uff, todo esto se complica cada vez más. ¡Y yo que pensaba que esto era una isla desierta!
Guille:
Sí, parece que todo el mundo vino hoy a la isla.
Marta:
Sí, el grupo de Duke, los cazadores furtivos e incluso Ramírez.
Guille:
Y nosotros dos. Hmm... El secuestrador y asesino seguro que fue uno ellos.
Marta:
¿Pero quién lo hizo?
Guille y Marta llegaron al campamento de los excursionistas. Por las caras de todos sabían que no había noticias del profesor.
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Carmen Herrera, Manuel Muñoz
Aventuras de Guille y Marta
Capítulo 6 Los profesores y los niños no habían podido encontrar señal telefónica para contactar con la policía. Estaban confundidos y muy preocupados. No sabían qué hacer. Guille y Marta les explicaron lo que pasó:
el científico muerto, los cazadores
furtivos… Esto no les ayudó a relajarse para nada, de hecho se pusieron mucho más nerviosos. Guille:
Es una lástima que ninguno de los niños pudiera verle la cara al hombre que estaba por el campamento…
Marta:
¿Recordáis al menos si el hombre llevaba un rifle?
Niño 1:
No. Bueno… Es posible, no lo recuerdo.
Niño 2:
Yo creo que sí llevaba un rifle.
Niño 3:
Yo creo que no.
Niño 4:
Llevaba algo.
Niño 1:
No llevaba nada.
Niño 2:
Llevaba una bomba.
Niño 3:
Llevaba un sombrero.
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Carmen Herrera, Manuel Muñoz
Aventuras de Guille y Marta
Niño 4:
Era calvo.
Niño 1:
¡No era calvo! ¡Tenía el pelo larguísimo!
Niño 3:
Quizás no vi a ningún hombre,…
Niño 2:
Había alguien con él.
Niño 4:
No había nadie con él. Iba solo.
Guille y Marta observaban a los jóvenes con impaciencia. Sus ojos iban de un niño a otro, como en un partido de baloncesto. Niño 2:
Llevaba una mochila muy grande.
Niño 3:
Y tropezaba todo el tiempo. Era muy patoso.
Niño 4:
Sí, tropezaba todo el tiempo.
Niño 1:
Y decía, “Caramba. No soporto la selva”.
Guille y Marta se miraron al mismo tiempo. Guille y Marta:
¡Ramírez!
Guille:
¡Sin duda! Es Ramírez, pero él no puede ser el asesino. Ramírez es idiota, pero no tanto como para decirnos que lleva una pistola si mató a un hombre justo cinco minutos antes. Además, las heridas del muerto no eran de pistola. No pudo hacerlo él.
Marta:
Entonces, si Ramírez no fue… ¿Quién…? ¡Oh! ¡Guille! ¿Y si el secuestrador y el asesino no son la misma persona?
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Carmen Herrera, Manuel Muñoz
Aventuras de Guille y Marta
Guille y Marta se miraron a los ojos y sonrieron. Era una buena teoría. En ese momento se olvidaron de todo. Se olvidaron del muerto, del secuestro, de Ramírez,… por un segundo solo estaban los dos en la selva. No había nadie más,… A Guille le costaba mucho esfuerzo dejar de mirar los preciosos ojos de Marta. Pero finalmente lo consiguió, aclaró su voz y … Guille:
Ejém,.. ejém,… ¡Exacto! ¡Ahora lo entiendo todo! ¡Ya lo comprendo! El asesino es…
George:
¡Miren! ¡Es él! Un hombre apareció entre los arbustos. Llevaba un hermoso tucán en los brazos que estaba herido. Los niños y los profesores gritaron de emoción. Todos corrieron a abrazarle.
Elizabeth:
¡Profesor West! ¡Está vivo! ¡Estábamos buscándole! En ese momento apareció el profesor West detrás de unos arbustos. Estaba completamente mojado por la lluvia, pero parecía estar bien. Llegó solo.
George:
¿Pero dónde estaba, señor West? ¿Escapó usted de los secuestradores?
West:
¿Secuestradores? Estoy confundido. ¿Qué dicen? ¿De qué hablan?
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Carmen Herrera, Manuel Muñoz
Aventuras de Guille y Marta
Elizabeth:
Sí, los niños vieron a un hombre por el campamento.
West:
Yo no he visto a ningún hombre. Pero escuché varios disparos. Corrí para ver qué pasaba. Entonces, me encontré con este pobre tucán herido. Alguien le disparó. Intenté curarle, luego con la lluvia,… confieso que me perdí en esta isla. Además, me puse a ver más orquídeas y pájaros,… el tiempo voló.
George:
¿Quién era entonces el hombre que vieron los niños?
Guille:
Era Ramírez. Un arqueólogo que ha venido en busca de un legendario tesoro escondido.
Joven 1:
¿Todavía hay locos que buscan tesoros?
Marta:
Sí, y el pobre es muy patoso. Seguramente se perdió y dio vueltas por el campamento.
Elizabeth:
Pero ¿por qué se escondía de nosotros?
Guille:
Porque no quiere que nadie le persiga y le quite el tesoro.
Elizabeth:
Oh.
George:
Un momento. Sigo sin entender nada. ¿Qué ocurre con el científico muerto? ¿Quién lo asesinó entonces? El pobre profesor West no comprendía nada. Estaba totalmente confundido. Como pudieron
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Aventuras de Guille y Marta
pasar tantas cosas en tan poco tiempo. Guille:
Fueron los cazadores furtivos. Me parece que lo asesinaron por error. Quizás pensaron que era un animal escondido en los arbustos o un policía. Cuando los vimos tenían mucha prisa por escapar. Estaban muy pálidos y nerviosos. Estoy seguro. Tuvieron que ser ellos.
Marta:
¡Tenemos que ir al centro de investigación y denunciar lo que pasó a la policía! ¡Tenemos que atrapar a esos cazadores!
Guille:
Va a ser difícil sin mis mapas. El centro de investigación está al otro lado de la isla. Los cazadores deben estar ya en su barco, rumbo a la península. Van a escapar. En ese momento, se oyeron unas voces a lo lejos.
Voz:
¡Señor Guille! ¡Señorita Marta!
Marta:
Es Ricardo.
Ricardo:
Oh, por fin les encuentro. Olvidaron sus mapas en el barco. Me di cuenta y decidí regresar para entregárselos. Pensé que los necesitarían.
Guille:
Oh, ¡mis mapas! Mil gracias, amigo Ricardo. Por cierto, ¿tienes una radio en el barco?
Ricardo: 41
Por supuesto. Todos los barcos la tienen. Carmen Herrera, Manuel Muñoz
Aventuras de Guille y Marta
Marta:
Rápido, avise a la policía. ¿Sabe lo que pasó? Se lo voy a contar ahora mismo. No se lo va a creer…
Ricardo escuchó con atención, mientras Marta le contaba todo lo que pasó. Mientras que escuchaba, se hacía muchas fotos con Marta, exagerando las expresiones. Una con cara de sorpresa, otra con cara de miedo, otra foto con cara de misterio… Finalmente,
Guille
y
Marta corrieron
hacia
el
centro de
investigación y Ricardo llamó por radio a la policía.
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Aventuras de Guille y Marta
Capítulo 7 En el centro de investigación Guille y Marta caminaban con curiosidad por el moderno centro de investigación junto a dos investigadores. Mientras, Marta tomaba notas para su artículo. Ya tenía claro lo que iba a escribir, y por supuesto le iba a dedicar una parte importante al pobre científico asesinado. Pensaba centrarse en los animales en peligro de extinción y los cazadores furtivos. Guille:
¿Y qué hacía su compañero, el señor Álvaro Cortez en la selva?
Un investigador:
El pobre Álvaro estaba estudiando las muchas especies de orquídeas que hay aquí. ¿Sabían que hay más de 200 especies? Son espectaculares.
Marta:
Y el pobre tuvo mala suerte,… desgraciadamente se cruzó con los furtivos.
Una investigadora:
Sí, estuvo en el lugar equivocado en el momento equivocado. Le echaremos muchísimo de menos. Era muy buena
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Aventuras de Guille y Marta
persona.
Guille:
Sí, el pobre hombre tuvo mucha mala suerte.
Investigador:
Todo esto es muy triste. A veces hay cazadores furtivos en la isla. Aquí hay muchos animales únicos en el mundo. Los cazadores los quieren como trofeo o a veces los capturan vivos para venderlos.
Marta:
¡Es terrible!
Investigadora:
En 2011, por ejemplo, una nueva especie de cangrejo gigante fue descubierta. Muchos cazadores furtivos vinieron aquí a cazarlos.
Investigador:
A veces encontramos animales heridos por disparos de cazadores, como el tucán que encontró el profesor de Duke, y los curamos aquí. Mire este Quetzal, también nos lo trajeron esta mañana.
Marta:
Y supongo que los curan muy bien y muy rápido a todos. ¡Las instalaciones son extraordinarias! Muy modernas y perfectamente equipadas.
Investigadora:
Sí, tuvimos suerte con el centro. Conseguimos mucho dinero para construirlo. Como ustedes saben, la Isla del Coco es famosa por sus leyendas de tesoros
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Aventuras de Guille y Marta
piratas enterrados… Marta:
Sí, es cierto. Son fantasías muy divertidas.
Investigador:
Divertidas y… ciertas.
Guille:
¿Qué?
Investigadora:
Al menos, una de ellas era cierta. Cuando comenzaron las obras de construcción del centro, encontramos un tesoro de un señor llamado Capitán Thomson. Estaba escondido justo aquí, donde estamos ahora.
Marta:
¿Un tesoro? ¿Aquí? ¡Pobre Guille! Todos sabían del tesoro menos tú. Guille se sintió un poco incómodo y trató de evitar la conversación.
Investigador:
Exacto. Y con todo ese dinero, conseguimos crear este moderno centro que ustedes ven.
Guille:
Me alegro mucho de que encontraran el tesoro. ¡Qué bueno que haya gente que en lugar de llevarse un tesoro lo deje en el lugar al que pertenece! Debe haber mucha gente que viene por aquí siguiendo la leyenda. Hace poco en el periódico había una historia sobre algunos de ellos.
Marta:
Sí, muchos locos, egoístas, ja, ja, ja.
Investigadora:
Es cierto. Hoy, por ejemplo, vino un
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Aventuras de Guille y Marta
hombre buscando el tesoro. Le dije que llegó diez años tarde. Ja, ja, ja. Guille y Marta se rieron. Después, el investigador volvió al trabajo, pero antes les mostró dónde estaba el pequeño restaurante del centro, para que pudieran comer buena comida tica. Hoy servían unas tortillas de maíz con arroz frijoles, maíz verduras y carne. Marta y Guille estaban muertos de hambre y estaban deseando comer algo. El restaurante se llamaba El Tesoro de la Isla de Coco. En una mesa había una persona que está bebiendo un fresco de coco. Guille y Marta conocían muy bien a esta persona que estaba en la barra del bar con una venda en pie. Estaba sentado de espaldas y no les vio llegar.
Guille:
Vaya, vaya, Ramírez. Es verdad que conocías el lugar del tesoro. Es un restaurante precioso. Ja, ja, ja.
Ramírez:
Grrrr. No es divertido. Ramírez gruñó frustrado y terminó de beber con la pajita su fresco de fresa.
Guille:
¡Camarero! ¡Tráigame un fresco de sandía, … o mejor de como el de este señor!
Marta:
Y a mí un … un… queso y chicharrones, por favor. Y para beber un fresco de piña.
Desde el mirador del restaurante El Tesoro de la Isla del Coco se observaba un bello paisaje de verdes árboles, cascadas y muchas
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Aventuras de Guille y Marta
especies de pájaros de muchos colores que volaban sobre este lugar de película. Un paisaje que ningún tesoro pirata podía pagar. Estaba lloviendo,… diluviando otra vez, pero aún así, la vista era espectacular. Sin lugar a duda, era uno de los paisajes más espectaculares del mundo. Era una isla fascinante. Marta:
Guille, no se puede comparar nada con esto, ¿verdad? Es una isla fascinante.
Guille:
Sí, mi querida amiga. Este es el verdadero tesoro. ¡Estas vistas son espectaculares!
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Aventuras de Guille y Marta
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Aventuras de Guille y Marta
Capítulo 8 Por la mañana, en el barco Ricardo:
Señor Guille y la señorita Marta. Siento que esta mañana no podamos bucear, ya que empezó a llover.
Marta:
¡Oh! Vamos a esperar hasta que el cielo se aclare un poco. Tenemos que bucear. ¡Nos vamos en unas horas!
Ricardo:
Esperemos que el tiempo mejore pronto.
Guille:
Entonces, ¿qué podemos hacer ahora?
Ricardo:
Lo primero, desayunar. Hoy tienen gallo pinto, alimento nacional de Costa Rica.
Marta:
¿Qué es este plato, Ricardo? ¿Más dulce? Me encanta.
Ricardo:
No exactamente, señorita. El gallo pinto tiene frijoles negros o rojos y arroz. Se puede combinar con el ajo y el pimiento. Normalmente comemos gallo pinto con huevos o plátanos. Es perfecto para
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Aventuras de Guille y Marta
desayunar. Guille:
¿Por la mañana todo eso? Ja, ja,… Está bien. Vamos a desayunar ahora. Tengo tanta hambre…
Marta:
¡Tiene buena pinta! Tiene que estar riquísimo. Me gusta que haya un buen desayuno por la mañana. Hummmmm.
Guille y Marta se tomaron el gallo pinto en unos segundos. A veces Marta le cortaba a Guille una rodaja de plátano y se la daba inconscientemente. Eran buenos amigos, eran tal para cual. Después de una hora y media de fuerte lluvia, el sol finalmente empezó a brillar. Ricardo ayudó a Guille y Marta a preparar los equipos de buceo y les explicó cómo bucear en la Isla del Coco, porque era un poco diferente a los otros lugares de buceo. Ricardo disfrutaba viéndolos a los dos hablar y se sacaba fotos con ellos al fondo. Ponía cara de actores de telenovela. Ponía cara de pasión, de odio, de miedo, de temor, de celos,… Ricardo hizo casi cincuenta fotos más mientras que comían. Guille:
Ya estamos listos, Ricardo.
Marta:
Sí, no puedo esperar. Va a ser muy divertido.
Ricardo:
Yo seré su guía bajo el agua. Tranquilos y disfruten. ¡Lo que van a ver no lo tienen en Nueva York! Después de contar tres, vamos a saltar al agua. Uno, dos y… ¡tres!
¡Plaf! 50
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Aventuras de Guille y Marta
Guille, Marta y Ricardo por fin estaban buceando bajo el agua de la Isla del Coco. Veían corales y muchas especies marinas mientras once tiburones nadaban por encima de ellos. Un par de mantas pasaron por encima de ellos. Las especies marinas que había por todas partes eran verdaderamente asombrosas. A continuación, Marta se paró a admirar unas estrellas de mar, mientras que unas enormes tortugas verdes de mar nadaban con solemnidad sobre ellos. Ricardo sonreía y tomaba videos con ellos.
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Aventuras de Guille y Marta
Luego, vieron un gran banco de peces gato, pargo, atún y marlín. A pesar de que sólo vieron dos tiburones martillo que nadaron cerca de los pies de Ricardo. Guille y Marta estaban muy contentos, “estaban en una nube”. Ninguno quería irse de allí. La experiencia era inolvidable. En ese momento Ricardo les indicó que ya era hora de volver y les señaló la bombona de oxígeno. Estaba casi vacía.
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Carmen Herrera, Manuel Muñoz
Aventuras de Guille y Marta
Guillermo y Marta se miraron con cara de pánico y se prepararon para subir rápido a la superficie. Justo cuando iban a hacerlo, Ricardo les paró y les hizo señales para que miraran abajo. ¡No era posible! Allí vieron lo que parecía un antiguo barco español, totalmente cubierto de corales. Marta le pidió rápido a Ricardo su cámara para hacer una foto. El tanque de oxígeno estaba casi vacío, pero una foto así sería increíble para su artículo. ¡Era todo un descubrimiento! Pero Ricardo les miró con una sonrisa y le dijo con la mano: “Fotos no, gracias”. Marta sabía que desgraciadamente no iba a poder escribir nada sobre esto. Obviamente era otro de los muchos tesoros de la Isla de Coco y pertenecía a la isla. A nadie más.
-- EL FIN-…………………………………
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Carmen Herrera, Manuel Muñoz
Aventuras de Guille y Marta
Cultura Costa Rica se encuentra en Centroamérica. La palabra 'Costa Rica' significa rica (rica) costa (costa) porque cuando los españoles llegaron allí y vieron a muchos nativos con collares de oro pensaron que era un país muy “rico”. Costa Rica fue el primer país en abolir su ejército permanente. El gobierno piensa que la protección y seguridad están garantizadas en Costa Rica. Costa Rica cuenta con 800 kilómetros de costa sobre el Mar Caribe y el Océano Pacífico. Todos estos lugares son hermosos y llamativos. Además de su costa, Costa Rica es también el hogar de numerosas especies de flora y fauna. Es por esto que Costa Rica es conocida como el país más verde de América. Es por lo que Costa Rica tiene una gran reputación como un destino de los turistas y se ha especializado en el turismo ecológico. Costa Rica tiene con un clima cálido durante todo el año. Desde mayo hasta diciembre, los costarricenses disfrutan de una temporada de verde, mientras que el sol brilla más en época seca, de abril a noviembre. Esta condición climática es beneficiosa para los seres vivos y es en parte la razón por la que Costa Rica tiene el 5% de la biodiversidad del mundo. Aftas de color arcilla fue elegido como el ave nacional porque viven cerca de los humanos. Mientras tanto, la flor nacional es la guaria morada que florece de enero a abril. Se cree que trae fortuna y buena suerte, así como evocando la paz, el amor y la esperanza. Árbol de Guanacaste fue declarado como el árbol 54
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Aventuras de Guille y Marta
nacional. Se asocia con la conciencia espiritual que representa el equilibrio universal y sagrada creación. Los costarricenses se llaman a sí mismos Ticos. El idioma que se habla en Costa Rica es el español pero muchos de ellos también hablan Inglés. Los visitantes que llegan a Costa Rica pueden encontrar muchos letreros en lugares turísticos y atracciones escritos en inglés. No obstante, la gente de Costa Rica realmente aprecia mucho cuando los extranjeros tratan de hablar en español. El sistema de transporte en Costa Rica está bien establecido, es cómodo y muy disponible. Esto hace que sea más fácil para las personas
usarlo.
celebraciones
y
Dado
que
festivales
Costa
Rica
mensuales,
los
tiene
numerosas
viajeros
pueden
disfrutar de sus tradiciones únicas. Ese es el mejor momento para probar
la
comida
tradicional
y
hacer
amigos
con
los
costarricenses. Costa Rica cuenta con 26 parques nacionales. Este impresionante número de áreas verdes protegidas ha hecho que Costa Rica sea líder en la preservación del medio ambiente, así como un centro de investigación ecológica y biológica. Uno de los más populares es el parque nacional en la Isla del Coco, una selva tropical.
Sobre la Isla del Coco La Isla del Coco es comúnmente referido como uno de los laboratorios naturales más fascinantes de la Tierra debido a su biodiversidad ya la perfecta conservación de sus hábitats 55
Carmen Herrera, Manuel Muñoz
Aventuras de Guille y Marta
naturales. La Isla del Coco es famosa también por su vida bajo el agua. Los buceadores lo llaman un paraíso escondido. Los tiburones martillo, rayas, delfines, mantas gigantes, atún aleta amarilla y otros animales grandes son habitantes de renombre de la isla. Los buzos tienen que tener un certificado internacional para poder bucear en la Isla del Coco. La isla del Coco tiene tres principales especies endémicas de aves: cuco Isla del Coco, papamoscas Isla del Coco, y pinzón Isla del Coco. Un lagartijo y un gecko son dos especies de lagartos icónicos que viven en la Isla del Coco. La isla cuenta con 235 especies de plantas con flores, de las cuales el 30 % son endémicas. Entre su gran corpus de flora, tres árboles se destacan: Purple Coral Tree, Coconut Palm, y la charca manzana. Con su tierra oceánica, la Isla del Coco cuenta con cuatro bahías y muchos ríos. Más de 200 saltos de agua proporcionan el paisaje montañoso con un atractivo excepcional y magnífico.
Sobre las leyendas de la Isla del Coco La Isla del Coco fue un escondite de piratas popular en los siglos XVII y XIX. Los lugares inexplorados y los frondosos paisajes de la isla se convirtieron en un refugio perfecto para los criminales, así como un lugar ideal para esconder objetos robados. Por consecuencia, existen muchas leyendas sobre fabulosos tesoros piratas enterrados en la isla.
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Carmen Herrera, Manuel Muñoz
Aventuras de Guille y Marta
Realidad o mito, estas fortunas han atraído a alrededor de al menos quinientas expediciones hasta nuestros días. Por otro lado, algunos piensan que el nombre la la isla del Coco es por la cantidad de agua potable que tiene, por todas sus cascadas y ríos). Al igual que un coco, tiene una gran cantidad de agua
dentro,
lo
que
muchos
navegantes
buscaban
desesperadamente.
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Carmen Herrera, Manuel Muñoz
Aventuras de Guille y Marta
Expresiones PARTE 1 Por fin: Estoy confundido: Al abrir la puerta: Se puso a reír: En seguida: ¡No me lo puedo creer!: ¡No me digas eso!: Sale dentro de dos horas: ¿No te acuerdas? : ¡Sí, claro! : Disculpa: La verdad es que; Se me olvidó completamente: ¡Venga!: La verdad es que: Es que: ¡Fue una semana de locura!: Estoy destrozado: ¡Qué despistado eres!: ¡Me da muchísima rabia!: Estoy listo: ¿Cómo es que no estabas listo?: ¡No es justo!: ¡Sí, ya!: Por fin: ¡Venga!: ¡Date prisa!: ¡No soporto llegar tarde a los 58
finally I am confused When he opened the door he started to laugh right away I cannot believe it don’t tell me it leaves in 2 hours don’t you remember? yes, of course! apologies the truth is that I forgot it completely Come on! the truth is that the thing is that It was a crazy week! I am exhausted You are so absent-minded It makes me really angry I am ready How come that you are not ready? It is not fair! Yes, I know! Finally Come on! Hurry up! I cannot stand arriving late to Carmen Herrera, Manuel Muñoz
Aventuras de Guille y Marta
sitios!: Estás de broma, ¿verdad?: ¡Me va a dar un ataque!: Por supuesto que es broma: No te distraigas: ¿En serio? : Me frustra que: ¡Qué paciencia tengo!: ¡Espero no vomitar!: Al menos: Puede ser una pesadilla: Claro que estaba de broma:
places You are joking, right? I am going to have a hear attack! Of course it is a joke don’t get distracted! seriously? Or really? it frustrates me how patient I am I hope that I won’t vomit at least it can be a nightmare of course I was joking
PARTE 2 ¡Están deliciosos!: ¡Qué ricos!: ¡Qué hambre!: ¡Exquisitos!: ¡Están para chuparse los dedos!: Me alegro de que les gusten: De nuevo: Bueno, bueno,… : Una vez más: ¡Sáquenos una foto, señor!: Finalmente: ¡Les va a fascinar!: ¡Estoy deseando llegar!: Desgraciadamente: ¿En serio?: Asegúrense de que no lo pierden: ¡Estaba tomándote el pelo, cariño!: ¡Lo vamos a pasar súper bien!: ¡La vista era espectacular!: 59
they are delicious! how yummy! How hungry! delicious! they are finger licking good! I am glad that you like them again well, well again please, take a photo of us finally you are going to love it! I can’t wait to arrive! unfortunately seriously make sure that you don’t lose it I was pulling your leg, darling! We are going to have so much fun! the view was spectacular! Carmen Herrera, Manuel Muñoz
Aventuras de Guille y Marta
Era,… un sueño: ¡Qué paisaje tan precioso! : Es un lugar mágico: ¡Qué bien!: Me muero de ganas de hablar con ellos: Espero que disfruten de la experiencia: Yo oí algo,...: Ya,… : ¡Qué va!: ¡Por supuesto que no es por eso!: Me lo merezco: ¡Estaba muy ilusionada!: Como de costumbre: ¡Qué bonito!: ¡Qué original!: Los dos charlaban sin parar: El diseño está fenomenal: Estoy de acuerdo contigo: ¡Me fascina!:
It was a dream what a beautiful landscape! it is a magical place! Great I am dying to talk with them I hope that you enjoy the experience I heard something I know,… No way! Of course it is not because of this I deserve it I was very excited! as usual how pretty! how original the two were chatting non stop The design is great! I agree with you I love it! Or I am fascinated by it!
PARTE 3 Yo supongo que: Es como: Me sorprende que : Es evidente que: Eres muy gracioso: Lo pasaban siempre muy bien: Sin pensarlo dos veces: Estoy deseando: Voy a ponerme a bucear: ¿Se imaginan?: 60
I suppose that It is like It surprises me that It is evident that you are very funny they always had fun without thinking about it twice I am looking forward to it I am going to start scuba-diving can you imagine? Carmen Herrera, Manuel Muñoz
Aventuras de Guille y Marta
Me alegro de que: Seguramente: ¡Estamos en medio de la selva!: Estoy al borde de un ataque de nervios: Es frustrante: Comenzaron a buscar: ¡Seguro que se perdió!: ¡Qué despistado! : ¡Qué mala suerte!: No tenía ni idea: ¡Qué lástima!: ¡Qué pena!:
I am happy that most likely We are in the middle of the jungle I am about to have a nervous breakdown it is frustrating they started to look for I am sure he got lost how absent minded what bad luck! I had no idea! What a shame! What a pity!
PARTE 4 Está diluviando: Odio la lluvia: ¡Ay, caramba!: ¡No soporto los mosquitos!: Normalmente: ¿De qué hablas?: ¡Qué tontería!: Nadie se lo creé: Hace dos semanas: A mi me interesa mucho: Están de vacaciones: Qué pesado eres: No se atrevan a: Tenemos prisa: Y además: Tenemos que avisar a la Policía: Al menos: 61
it is pouring rain I hate the rain for crying out loud! or wow! (to express surprise) I can’t stand mosquitos usually what are you talking about? how silly! nobody believes it two weeks ago I am very interested in it They are on vacation You are a pain on the neck don’t dare to we are in a hurry and also or and on top of that we have to tell or call the police at least Carmen Herrera, Manuel Muñoz
Aventuras de Guille y Marta
¡Exacto!: ¡Ahora lo entiendo todo!: ¡Ya lo comprendo!: Estoy confundido: ¿De qué hablan?: Sigo sin entender nada: Me di cuenta: No se lo va a creer…: Tuvo mala suerte: Desgraciadamente: Estuvo en el lugar equivocado En el momento equivocado: Le echaremos muchísimo de menos: Era muy buena persona: Sin lugar a duda: Los paisajes más espectaculares del mundo: La vista era spectacular: A continuación: Admirar:
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exactly Now I get it Now I understand it I am confused what are they talking about I am still not understanding anything I realized you are not going to believe it! he was not lucky or he had bad luck unfortunately he was in the wrong place at the wrong time we will miss him he was a good person without a doubt the most spectacular landscape in the world the view was spectacular next to admire
Carmen Herrera, Manuel Muñoz
Aventuras de Guille y Marta
Vocabulario A abrazar: acantilado: acercarse: aclarar: acompañar: ajo: alquilar: animal en peligro de extinción: anochecer: aparato: arbusto: arrecife: artículo: asegurarse: asustado/-a: atrapar: atreverse: atún: avena: avisar:
to hug (el) cliff to get close to lighten to accompany, to go with (el) garlic to rent, to hire (el) endangered species (el) nightfall (el) gadget; “tenía muchos aparatos científicos”: he had many science gadgets (el) bush (el) ref. (el) article to make sure frightened to catch to dare (el) tuna (la) oats to call; “avisa a la policía”: call the police
B bahía: boquiabierto/-a: bola: broma: bromear: 63
(la) bay open-mouthed (la) ball (la) joke to joke Carmen Herrera, Manuel Muñoz
Aventuras de Guille y Marta
bucear:
to dive, to scuba-dive
C cacerola: caerse: callarse: cangrejo: capturar: carismático/-a: carné: cascada: catarata: cazador: cazador furtivo: cerámica: científico/-a: comprender: comprobar: construir: convencer: cruce: cruzarse: cubrir: curar:
(la) pan to fall down to be quiet, to fall silent (el) crab to capture charismatic (el) identity card (la) waterfall (la) waterfall (el) hunter (el) poacher (la) ceramic, china scientist to understand to check to build to convince, to persuade (el) crossing to bump into; “me crucé con tu novio” I bumped into your boyfriend to cover to heal, to cure
D daño: desconcentrarse: desconcertado/-a: descubrimiento: descubrir: desear: desechos: 64
(el) hurt, damage to lose one’s concentration bewildered (el) discovery to discover, to find out to wish, to desire (los) waste; “desechos marinos”: sea waste Carmen Herrera, Manuel Muñoz
Aventuras de Guille y Marta
deshabitado/-a: despistado/-a: diente: diluviar: discutir: disparar: disparo: distraerse: dulce:
uninhabitated absent-minded (el) tooth to pour with rain to argue to shoot (el) shot to get distracted Sweet
E echar de menos: encantador/-a: enfadado/-a: enfado: enterrar: entregar: entretener: entrevistar: escenario: escondido/-a: esperanza: estanque: estómago: estrella de mar: estricto/-a: evitar: exagerar: extraño/-a:
to miss; “echo de menos a mi familia”: I miss my family charming angry (el) annoyance, irritation to bury to deliver, to hand over to entertain to interview (el) scenery hidden (la) hope (el) pond (el) stomach (la) starfish strict to avoid to exagérate stranger
F fósil: frustrado/-a: furtivo: 65
(el) fossil frustrated (el) poacher Carmen Herrera, Manuel Muñoz
Aventuras de Guille y Marta
G genio: golpear: gorro: gruñir: guía: guiñar un ojo:
(el) genius to hit (el) cap to groan (el/la) guide to wink; “le guiñé un ojo a María”: I winked at Maria
H hablador/-a: herida: herido/-a: huir:
talkative (la) wound wounded to flee, to run away
I impermeable: impedir: incómodo/-a: introducirse: investigación: islote:
(el) raincoat to prevent; “impidió una catástrofe”: he prevented a catastrophe uneasy; “se sintió incómodo en su nuevo trabajo”: he felt uneasy in his new job to enter; “se introdujeron en la selva”: they entered the jungle (la) research (el) islet
L leyenda: linterna:
(la) legend (la) flashlight
M maduro/-a: 66
ripe; “plátanos maduros”: ripe bananas Carmen Herrera, Manuel Muñoz
Aventuras de Guille y Marta
maleza: marlin: miedo: mirador: mochila: mojarse: monte: muestra:
(la) weeds (el) marlin, swordfish (el) fear (el) balcony, viewpoint (la) backpack to get wet; “si llueve nos mojaremos”: if it rains we’ll get wet (el) hill (la) sample
O ola: olvidar: orgullo: orquídea:
(la) wave to forget (el) pride (la) orchid
P pajita: pálido/-a: pánico: pantalones cortos: papagayo: pargo: parque natural: patoso/-a: pecho: perder: perderse: permiso: pesadilla: perseguir: piedra: pimiento: piña: 67
(la) straw pale (el) panic (los) shorts (el) parrot (el) snapper (el) nature reserve clumsy (el) breast to lose to get lost (el) permission (la) nightmare to chase (la) stone (el) pepper (la) pineapple Carmen Herrera, Manuel Muñoz
Aventuras de Guille y Marta
placer: preocupado/-a: prisa: puente: puerto: pulso:
Q quedarse: quejarse:
(el) pleasure worried (la) hurry; “tenía prisa” I was in a hurry (el) bridge (el) port, harbour (el) pulse; “tomar el pulso”: to check one’s pulse to stay to complain
R rabia: receta: reciclar: recoger: reflexionar: respuesta:
(la) rage (la) recipe to recycle to pick up to reflect (la) answer
S saco de dormir: saltar: selva: sendero: secuestrador/-a: secuestrar: secuestro: seguir: señal: señalar: siglo: sonámbulo/-a: sonreír: soportar: 68
(el) sleeping bag to jump (la) jungle (el) path, track (el/la) kidnapper to kidnap (el) kidnapping to follow (la) signal to point at (el) century sleep-walker to smile to stand Carmen Herrera, Manuel Muñoz
Aventuras de Guille y Marta
sorbete: superficie:
(el) sherbet (la) surface
T tanque: tiburón: tomar el pelo: torcer: tortuga: traje de baño: tratar: tripulación: trofeo: tropezar: tumbarse:
(el) tank; “tanque de oxígeno”: oxygen tank (el) shark to pull one’s leg to twist, to sprain; “se torció el tobillo”: he twisted his ankle (la) turtle (el) swim suit to try (la) crew (el) trophy trip over, stumble over to lay down
V valiente: valle: vendar: vomitar: voz: vuelo:
69
brave (el) valley to bandage to vomit (la) voice (el) flight
Carmen Herrera, Manuel Muñoz