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Editorial Syndiko núm. 15
from SYNDIKO Núm. 15
La Fiscalía del Estado pide cuatro años y diez meses de cárcel a un hombre por robar un bocadillo. El hombre se practicó cortes con una lata para demostrar a las dependientas que de verdad tenía hambre. Rodrigo Rato, Vicepresidente del Gobierno de Aznar, ministro de Economía y Hacienda, Director Gerente del Fondo Monetario Internacional, Consejero de Telefónica, Presidente de Caja Madrid y de Bankia ha entrado en la cárcel para ¿cumplir? cuatro años de condena por un desfalco [12’5 millones de euros en las tarjetas black] y quiebra de bankia. No nos extrañe que el señor que tuvo que autolesionarse para robar un bocadillo haya sido desahuciado por Bankia de su casa o despedido por un
La justicia, como vemos, no es igual para todos. Tiene clases sociales, y depende de quien seas así te trata. El caso del accidente de FGV donde fallecieron 43 personas en Valencia es paradigmático. Después de 12 años donde la culpa sólo era del conductor, la jueza “por imperativo legal” ahora procesa a ocho ex directivos de FGV.
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Y podemos seguir. Por crear un grupo terrorista, Barrionuevo y Vera fueron condenados a 10 años de cárcel, a los tres meses estaban en la calle indultados y el señor X siguió disfrutando de un sillón en un Consejo de Administración y de su jubilación dorada mientras nos dice que trabajemos hasta los 70 años. Alfon, un joven vallecano detenido en la huelga general del 14 de noviembre de 2012 está en prisión desde el 17 de junio de 2015 por un montaje policial, y nada que decir del bochornoso juicio a los jóvenes de Altsasu donde tratan de confundir una pelea de bar con terrorismo.
Indigna que 43 años después de la muerte del dictador se siga hablando de él, indigna una Iglesia que no pide perdón por los casos de pederastia, al contrario, los oculta, y que mantiene una postura visceral contra la libertad de abortar que tienen las mujeres, y es insoportable que permita y acoja en uno de sus templos a un ser tan vil y despreciable. Es cuestionable esta iglesia subvencionada y con privilegios fiscales anclada en el nacionalcatolicismo predemocrático.
Indigna también que personas como del Gobernador del Banco de España, o empresarios que defraudan, que están cobrando más de 9.000 euros al mes se quejen al pretender subir el salario mínimo a 900€, es decir, diez veces menos de lo que ellos cobran, y todo con el apoyo de PP y Ciudadanos. Es absurdo que haya trabajadores y trabajadoras que les crean.
Al final la banca gana, pierde la ciudadanía, pero sobre todo pierde la credibilidad del Tribunal Supremo y de la Justicia en general. En definitiva, nos quieren imbéciles para que votemos a imbéciles.
