U2. Tecnología Educativa y el Nuevo Paradigma Educativo
Tecnología Educativa y el Nuevo Paradigma Educativo
Fundamentos de Tecnología Educativa
Esta Unidad 2, pretende brindar el espacio para realizar un ejercicio de reflexión sobre los retos y desafíos que la incorporación de las nuevas tecnologías ha generado, al establecer cambios en los paradigmas tradicionales de enseñanza. Resulta sencillo poder afirmar que el desarrollo tecnológico ha potenciado la trasmisión de conocimiento, teniendo la posibilidad de acceder desde nuestro lugar de trabajo o desde nuestra misma casa a los últimos conocimientos tanto en el campo científico como educativo, de negocios o de la misma tecnología. Kuhn (1996), identifica que los paradigmas constituyen supuestos compartidos que permiten a una comunidad científica investigar varias líneas de un mismo problema, pero desde una serie de reglas o parámetros comunes. La importancia de realizar un análisis de la forma en la que los paradigmas se adecuan a los cambios del entorno, nos permite entender los procesos de cambio e innovación en cualquier disciplina, incluyendo el tema que nos compete: la silenciosa revolución educativa que está provocando las nuevas tecnologías de la información y comunicación. No hay que olvidar que todo cambio de paradigma implica adecuaciones a la forma en la que realizamos nuestras actividades; en el mismo sentido y de acuerdo con Cruz L. (1997), el manejo de las nuevas tecnologías como parte del nuevo paradigma educativo, requiere especial cuidado por parte de los técnicos y pedagogos que intentan incorporar esos conceptos al complicado trabajo de educar. La tecnología, por su carácter mecánico, debe adecuarse al sistema cultural en el que va a intervenir, porque de lo contrario causaría un efecto contrario y traumático en las comunidades. ¿Dónde surge la inquietud de cambio de paradigma educativo?. Si nos referimos a la influencia de las TIC en el proceso educativo, podemos ubicar una acentuación desde que se comenzó a hablar de la inteligencia artificial con la cual se intentaba definir si las máquinas podían pensar; esta pregunta fué formulada por Alan Turing desde 1930 ¿Pueden las máquinas pensar?, estableciendo el surgimiento de
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nuevas teorías y por su puesto nuevos conceptos de aprendizaje.
Fundamentos de Tecnología Educativa
No hay que olvidar que los medios tecnológicos han servido como apoyo de los procesos educativos, no sólo en la época moderna, sino en épocas anteriores al renacimiento, desde la invención misma del libro, y con la utilización de la tiza y el tablero. Actualmente con la aparición de las computadoras, y el Internet permiten que la educación se vea sujeta a la necesidad de adaptarse a la forma acelerada en la que los procesos y roles educativos están cambiando (Bernal, 1997). Ya para el año de 1998 la UNESCO en su informe mundial sobre la educación, identificaba a los entornos de aprendizaje virtuales como una forma totalmente nueva de tecnología educativa que ofrecen alternativas viables para las instituciones de enseñanza de todo el mundo. La revolución de la ciencia y la tecnología (en particular, las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones) ha transformado profundamente, no sólo el sistema productivo, sino la estructura social y la forma en la que el conocimiento se trasmite, ocasionando una inminente adecuación de las instituciones educativas en todo el mundo, repercutiendo con fuerza en el desarrollo (Albornoz, 2001).
De acuerdo con Avila M. (2000), atribuye el cambio de paradigma a las nuevas formas de aprender, propiciadas por los cambios e innovaciones en términos de los procesos cognitivos del individuo y de nuevos procedimientos, metodologías y modelos para promover el aprendizaje, aprovechando las ventajas de las TIC como recursos y estrategias que están a la mano.
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Fundamentos de Tecnología Educativa
Recientemente Castañeda (2003), señala que las llamadas Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (TIC) son el resultado de las posibilidades creadas por la humanidad en torno a la digitalización de datos, productos, servicios y procesos, y de su transportación a través de diferentes medios, a grandes distancias y en pequeños intervalos de tiempo, de forma confiable, y con relaciones costo-beneficio nunca antes alcanzadas por el hombre. Podríamos entonces coincidir con la postura de Castañeda (2003), al confirmar que la introducción de las TIC en el Proceso de Enseñanza-Aprendizaje como contenido y como medio de enseñanza, como cultura y como recurso social, y como reto a todos sus actores, es una realidad y una necesidad social impuesta por el desarrollo tecnológico de la sociedad, ante las potencialidades de esta tecnología, las relaciones costo/beneficio alcanzadas por ella para muchas esferas de la vida y por la dinámica que le ha impuesto a muchas de estas esferas, sin que se vean con precisión aún muchos de sus límites.
En este siglo en el que nos toco vivir, el éxito se centra en la capacidad que generemos para adaptarnos a los cambios y trasformaciones. Aquello que no evoluciona produce inestabilidad, crisis y está predestinado a desaparecer. Este nuevo entorno crea necesidades específicas en la sociedad que la educación debe cubrir para adaptarse a un entorno en el que la única constante es el cambio. Esta es la realidad de la educación, el cambio de paradigmas es inminente, el reto es establecer la forma en la que la factura que nos cobre ese cambio no implique un desfalco en la calidad de la educación que ofertamos actualmente. La realidad nos obliga a cuestionarnos si efectivamente estamos generando un cambio de paradigmas, o simplemente estamos adoptando el uso de las TIC como una moda que nos ayuda a maquillar los vicios y limitantes de nuestros sistemas tradicionales de enseñanza. El reto esta en las manos de aquellos quienes logren identificar claramente cuales deben ser las adecuaciones que son necesarias realizar para lograr un verdadero cambio de paradigma educativo. Ya que solo así podremos generar la actitud y tomar la responsabilidad de hacer que la educación se convierta en una cultura de formación permanente.