Revista Tamasma Cultura

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TAMASMA Revista cultural canaria

8 islas colmadas de cultura

literatura folclore pintura teatro etnografía danza fotografía historia cine música personajes Junio 2020 - Número 2


Índice

Secciones:

Portada: Juani Hernández

Cuadro Acrílico sobre lienzo.

Red de comunicadores:

Entrevista2: Rosario R. Vidal

Tradición y folclore Atlántico hoy

Editorial: Juan Francisco Santana

Autor de la sección: "Letras y colores"

Paletas y pinceles: Juani Hernández Fuente del poetas: Ana Tejera Cantautores: Luis Almeida Fogata de Relatos: Pedro de la Rosa Mundo visual: José Luis García Los fogones de la abuela: Candelaria González González ArteSanos: María Hernández Teatro: 4 elementos Grupos folclóricos: Satautey Colectivos culturales: Suburbalia

Desde lo cotidiano: Isabel Expósito Travesía literaria: Albertine Orleans Palabras del alma: Balbina Rivero Tradiciones: Isabel González Garabateando: Elena Padrón Alfarero de versos: Eduardo García Desde mi alpende: Eusebio Cabrera Enlazando Verdades: Dulce Meneses Las retahílas de seña Candi: Cándida Medina El Rincón de Tehonón: Félix Díaz Memorias con historia: Gloria López Este arte que es moverse: Laura Marrero Tinta de drago: Felicidad Batista Reflexiones: Lali Marcelino Canción para el fin del mundo: Agustín Amaro Guiños de cine: Javier Marrero Piélago: Alexis García Vivencias oníricas: Inma Flores Me queda por decir...: Eduardo Duque El jardín de las Hespérides: Roberto Mendoza

Tamasma Cultura nª 2


Editorial Juan Francisco Santana

Autor de la sección Letras y colores Hablaba con un amigo de lo que acontece cada día y, como no podía ser menos, hablamos de poesía, ¡siempre lo hacemos! Porque esta manera de expresarnos, a ambos, nos apasiona y algo le debí decir, surgido en la conversación, que le llamó la atención y me comentó: “Es muy interesante lo que has dicho sobre la poesía”, a lo que le pregunté, ¿qué cosa?: “Cuando dijiste que hacer poesía es escribir en otra dimensión” – me contestó. Lo expuse convencido porque es así como pienso, pues cuando escribo sobre temas de historia o llevo a cabo algún ensayo biográfico, e incluso cuando escribo novela, el andamiaje, la construcción de las mismas se basa en hechos, bien realizados, cada uno a su manera, por otros seres humanos o bien sobre algo realizado o imaginado por el que escribe, dándosele, posteriormente, el toque personal e identitario. Una biografía anterior, por poner tan sólo un ejemplo, y ya son varias, puede ser referente pero hay que ser novedoso y mostrar, la nueva, de otra manera pues es otro el personaje que se va a presentar en sociedad y no todos podemos hacerlo en vaqueros o en manga de camisa; lo mismo sucede con una novela, que surge de algún hecho previo o de uno nuevo al que se le añaden aspectos antes trabajados por otros seres o simplemente vistos o imaginados, en sus sueños, por el propio autor en el momento que le da rienda suelta a sus alas para que, a su antojo, vuelen y vuelen.


La poesía, en cambio es estar predispuesto a transgredir lo que otros poetas hacen, expresarte de otra manera, utilizando vocablos que otros escritores, en sus habituales discursos, no utilizan, es desnudarte ante los semejantes, haciendo que lo que sientes fluya, desde tus adentros, de manera personal, sin filtros, son construcciones nuevas a base de no sólo información sino que llevan implícitos los sentimientos y las sensaciones, es decir, no se queda meramente en la frase ordinaria pues de ella nada o poco queda ya que se le viste, se le perfuma, se le calza, se le transforma, se cambian el orden de los elementos que la constituyen, se le añaden palabras surgidas desde tu albedrío (neologismos o palabras nuevas surgidas de la mente del que escribe), indagar en el lenguaje y recuperar palabras en desuso o poco utilizadas, si así lo desea el que emprende, libremente, la aventura de la creación poética, pero, sobre todo, hay que dejar volar a nuestro albedrío, debemos ponernos las alas para acompañarle y así todo, desde otra dimensión, se ve de manera muy diferente pues no se trata de unir palabras, sin más, buscando una rima y añadiéndole una medida, el que así lo desee, o, simplemente, compartir versos libres sino que además hay que presentarlos con sentimiento y eso sólo se logra desde una dimensión diferente, desde una unidad, única y personal, cargada de sensibilidad que sale desde lo más hondo y no de la frialdad de la mera construcción; debe surgir de esa dimensión a la que sólo el que es poeta tiene acceso. Escribir poesía es una posibilidad de todos pero pensar poéticamente y expresarlo es algo muy diferente, difícilmente explicable pues desde los pensadores clásicos, de los más alejados en el tiempo, a los filósofos y ensayistas más cercanos temporalmente, hasta ahora no ha habido una definición de poesía en la que todos los poetas y críticos se hayan puesto de acuerdo y eso significa mucho porque es muy posible que, como ente vivo que es, a través de sus creadores, se vaya reformulando con el mismo transcurrir del tiempo y, por lo tanto, sea algo cambiante que se va redefiniendo. No es lo mismo decir que pensar en cómo decirlo; no es lo mismo escribir que revisar y desnudar lo escrito, cambiándole la forma e incorporando elementos que te brinda el riquísimo idioma en el que escribimos y a más novedoso y creativo el resultado es más interesante.


Un verdadero alarde de fantasía, de buen gusto, en el que el vocabulario se cuida y en el que la cultura es partícipe hace que lo que se exprese sea diferente y tenga sentido literario, pues un poema es y debe ser creatividad y búsqueda y no lo primero que te viene a la mente pues eso primero es lo que normalmente se expresa en el día a día y eso, precisamente, no es poesía. De ahí que pudiéramos entrar en un largo diálogo, análisis, ensayo y, muy posiblemente, unos estarían de acuerdo pero otros tantos en desacuerdo; es como el concepto del buen padre o el de la buena madre y ahí, cada padre y cada madre, tendrá sus propios argumentos pero que una vez analizados por los especialistas: docentes, psicólogos, antropólogos, trabajadores sociales… se verá quienes están acertados en esa educación familiar y cuáles no lo están tanto. También depende de los gustos y aquí sí que hay una inmensa variedad: sencillez, barroquismo, complejidad, realismo, surrealismo, musicalidad, academicismo, verso libre… y diversas temáticas: social, amorosa, erótica, histórica… pero lo que sí debemos tener claro que, sea una u otra, la que elijamos para expresarnos debemos diferenciar entre lo que es connotativo, o lenguaje literario, o lo que es denotativo, o lenguaje que utilizamos en el día a día. Julio Verne dijo “Todo lo que una persona pueda imaginar, otros podrán hacerlo realidad”. ¿En quién pensaba Verne? La repuesta está clara. Cuando escribo poesía, y es volver al principio para finalizar con lo que aquí nos ha traído, ‘hacer poesía es escribir en otra dimensión’ cual es la de elevarme por arriba del instante en el que escribo, y muy por arriba del teclado de un ordenador para así situarme en la dimensión que me permite otras miradas, muy diferentes a las mías habituales, de las del hacedor de lo ordinario, para hacerlo desde lo no habitual, desde las alturas que me permiten mis alas, y no podemos olvidar que no todas las aves vuelan a la misma altura por sus lógicas diferencias, eso que se llama personalidad y riqueza intrínseca que son diferentes en todos y cada uno de los seres humanos. Lo cierto es que si a tus alas o, lo que es lo mismo, a tu imaginación no le das la posibilidad de volar, jamás lo harán y por ende no serás capaz de experimentar sensaciones que sólo le son propias a la poesía.

Juan Francisco Santana

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Paletas y pinceles Invitada: Juani Hernández

Pintora

J

uana Rosa Hernández nace en Santa Cruz de Tenerife, y se forma en Artes Aplicadas. Ceramista, Pintura en seda. Comparte su dedicación artística con la docencia. Expone su obra de forma periódica y profesional en Salas de Arte Nacionales e Internacionales. También es ilustradora y aficionada a las Artes Escénicas, así como a la Narrativa y Poesía. Profesora Colaboradora en las Aulas Culturales de Mayores del Parque Viera y Clavijo de Santa Cruz de Tenerife. Ha impartido cursos en IFES. (Instituto de formación y estudios Sociales). Es miembro de la Agrupación de Acuarelistas Canarios. De la asociación cultural canaria de escritores ACTE, de la Asociación Cueva de Unicornios y del grupo Teatral ALMA. En su propia voz nos cuenta:

“Pintar es mortal necesidad de comunicarme desde el silencio, sin respuesta; es navegar en solitario. Es el dar generoso de mi propia alma transparente. ura Lo que pretendo es ser la voz de mis sentimientos. No aprendí la libertad de las aves sino del color, impulso transitable sobre el lienzo, donde mis manos, máxima señal de mi identidad, se entretienen tejiendo el nido de mis sueños y… ...el mensaje que alimenta mi mañana."


Pinceladas de la obra

de Juani Hernández

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Fuente de poetas Invitada del mes

Ana Tejera De su poemario Brújula verde...

Transparencias Hay transparencias en todas las cuencas de los ojos que ocultan las intenciones de otro intento. Y allí, a mitad de un jamás, quedas esperando un rescate apurado, para que tus ojos vuelvan a ser brillantes cazadores de oportunidades. Transparencias en todas las miradas huidizas, días infinitos para los errores que esclavizan. Transparencias heridas, mal cocidas.

El frío El frío quema, pero vuelven las mañanas y no siempre los recuerdos apuñalan, el precipicio casi es mi amigo y al filo de sus curvas mi sombra baila, mientras el viento silba: hay más días…

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cantautores invitado del mes

Luis Almeida Biografía Luís Almeida descubre de manera tardía sus facultades para componer canciones a los 40 años, coincidiendo con su traslado a Tenerife desde su Gran Canaria natal y desde entonces esta, su gran afición, le acompaña siempre. Cantautor callejero a ratos, disfruta en cantar sus temas a pié de calle para los transeúntes que deseen oirle. En Junio de 1991 interviene como telonero en el concierto que Silvio Rodríguez ofrece en la Orotava y posteriormente se integra en grupos literarios donde alterna la canción de autor con la poesía. En 1997 logra presentar algunos de sus temas en la Universidad de las Palmas. En el año 2002 envía una maqueta a la III Edición de Canción de Autor "Cantigas de Mayo” donde queda como segundo suplente de un total de más de 200 participantes. En septiembre de 2007 y Julio de 2008 tiene el honor de compartir con el Premio Canarias de Poesía Don Carlos Pinto Grote dos recitales de poesía y canción de Autor. En Diciembre de 2009 queda 2º clasificado entre los diez finalistas del “VIII Premio ciudad de Melilla Cantautores 2007”, de ámbito estatal. En abril de 2010, finalista en Certamen internacional de canción de autor “Abril para Vivir” que se celebra en Granada. El año 2011 publica su primer CD “Palabras” con la colaboración del Gobierno de Canarias y El Centro de la Cultura Popular En Febrero de 2015 crea con su guitarra la banda sonora del cortometraje “El Paseo” de Carlos Doniz.

Puedes seguir su trabajo en: https://www.facebook.com/luisalmeidacantautor


Entre el 16 de Julio y el 23 de Septiembre de 2018 recorre las ocho islas canarias, filmando en cada una de ellas un video en el que recita un poema escrito para cada una de ellas, posteriormente le da forma impresa editando un opúsculo titulado “Un poema en cada isla”. Asimismo en 2018 edita su segundo CD titulado “Música para Transeúntes” con la colaboración del Gobierno de Canarias y El Centro de la Cultura Popular. En Junio de 2019 concierto en Madrid en el mítico café Libertad 8. En los próximos meses se publicará el poemario VERSOS CRUZADOS POR UNA GUITARRA con poemas del poeta palmero Francisco Viña y textos de canciones de Luis Almeida.

ILAPSO

En su página de Facebook "Luis Almeida y su banda" publica sus canciones y poemas.

“Especie de éxtasis contemplativo, durante el cual se suspenden las sensaciones exteriores, quedando el espíritu en un estado de quietud y arrobamiento”.

A veces, cuando la soledad se vuelve tibia y confortable y la nostalgia se me enreda transformada en calcetín… Cuando los recuerdos se aquietan y duermen sobre mis rodillas, y el macasar corona mi cabellera que día a día se decolora en gris… Acurrucado en el sempiterno abrazo del sillón, -silencioso amigo-, contemplo la madura luz de la tarde que entra con delicadeza a través de la ventana, donde el polvo, al trasluz, en ingrávidas volutas, duda entre bajar o subir… Entonces calla el recuerdo, la curiosidad descansa, huyen las conjeturas sobre el negro porvenir… Solo queda esa indefensa poesía, sin idea, sin verso, sin principio sin fin…


Su historia en imágenes...

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Fogata de relatos Invitado del mes

Pedro de la Rosa

Sombra traspapelada Saco a pasear el perro que no tengo. Vago por las calles sin mi sombra traspapelada. Curioso y un tanto alarmado, como el turista que ha extraviado a su guía. Alzo la mirada perdida en busca de la decoración navideña, aunque esta mañana el almanaque me dio los buenos días en junio. Coincido con el escaparate donde solía encontrar tus magdalenas favoritas; ¿O era yo quien prefería los dulces y tu café en el que los mojaba? Me gustaría recordar ese detalle, aunque sé que compartíamos el desayuno entre bromas. Ya no escucho tus risas. Me concentro mucho, pero pierdo tu voz entre tintineos de vajilla y chapoteo de café. ¿Cómo puedo recordar lo inútil, lo sobrante, y perderte tras el telón de mis párpados gastados? Los abro y descubro que la puerta bloquea la entrada con un cartel que reza: “cerrado por defunción”. ¿Cómo pueden saber que…? No, claro que no. Sacudo la cabeza, no quiero tener ese recuerdo. Volveré cuando haya vuelto. Ahora tenía que irme. Llego hasta el parque y lo recorro por fuera dudando en entrar. Sé que no te voy a encontrar en él pero me decido a atravesarlo, con la ilusión deseando corregir a las invocaciones enfermas. ¿Por qué me dejaste? Solo tú me sabías llevar, no solo por este parque, sino en mis momentos delicados. Controlabas lo que debía tomar, me acompañabas en los días amargos, aunque sobre todo en los felices.


Acelero el paso, no sea que llegue tarde a ningún sitio donde nadie me esté esperando. Pero me fijo en la velocidad de la gente, y me detengo. No quiero ser uno de ellos. Tengo la sensación de que ya lo fui. No observan, no aprecian, no sienten, solo padecen sin saberlo. La vida lo hace por ellos. Los diluye, los absorbe; como hizo conmigo. Claro que me gustaría hablar con ellos. Intercambiar un saludo cordial, o compartir una sonrisa cómplice con los viandantes que esquivan las carreras de los niños que se cruzan. Sería un derrame de mis emociones contenidas que se pararan a preocuparse por mí, que me preguntaran hasta con afecto disfrazado de curiosidad, si podían ayudarme. Y yo les diría que por supuesto, que eso es justo lo que estoy pidiendo, aunque mis murmuraciones sean ininteligibles incluso para mi razón confusa. Ayuda, sí, eso es lo que necesito, aunque sea incapaz de explicar para qué. O al menos, un gesto amistoso, que me escuchen decir que me detuve porque me acordé de que te echaba de menos. Pero yo miro al suelo asustado y me sortean aliviados. No les veo pero sé que incómodos, no dedican más de un segundo en este nómada de la cordura. No se los echo en cara. Si algo bueno tiene este valle de desatinos, es que he perdido los sentimientos de rencor y desprecio. Ellos sufren con la frialdad que no desean y la velocidad que les consume. El desasosiego que soy capar de reconocer que me invade, es el vértigo de mis curvas a oscuras. Prosigo ningún camino. Desorientado, fatigado, como la mente cuando paro; como el cuerpo cuando te busca.

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Invitado del mes

José Luis García Padrón

M U N D O V I S U A L

“Agradezco la oportunidad que me brindan para dar a conocer mis fotografías.” José Luis García Padrón nació en noviembre de 1964, en la ciudad de Pontevedra. Afincado en las Islas Canarias desde los 12 años. En la actualidad es productor de contenidos audiovisuales para distintas productoras y medios de comunicación. Su pasión por la fotografía viene desde la primera vez que llega a sus manos una cara Zenith rusa. Aunque hace un paréntesis en este mundo por muchos años, vuelve a redescubrirla con una cámara digital que no ha dejado de ser su compañera de viaje. Aunque ha experimentado en muchos estilos, temas y tendencias, se identifica mucho con la fotografía de paisaje. Captar momentos en horas mágicas es una de sus debilidades.

Pueden ver más contenido en: Facebook, Jose Luis Garcia Padrón Fan page. padronvideoyfoto www.bregandotv.com Canal de youtube “BREGANDO TV”


Algunas de sus fotos... Bahía feliz

Puerto de Palomberas

Puente Fuente nueva

Faro Sardina

Tenerife

Monterrei

Aldea de San Nicolás

Barcos

Cumbres canarias

Sierra

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Los fogones de la abuela Candelaria González González

INGREDIENTES -Papas -Una lata de carne -Perejil -Dos huevos -Pan rayado -Salsa de tomate

MODO DE HACERLO Papas guisadas, (Pueden servir las que hayan sobrado de la comida anterior). Se escachan con un tenedor o algo similar. Se le agregan la lata de carne, dos yemas (reservando las claras) y el perejil picadito. No precisa sal, ya que la carne es salada. Se mezcla todo y se forman bolitas como en las albóndigas. Se pasan por las claras batidas y el pan rallado. A continuación se van friendo y pasando a una bandeja, en la que tendremos puesto un papel secante para que les absorba la grasa. Cuando se vayan a servir, se les añade la salsa de tomate al gusto.

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Alisios de Verso y Prosa

Rosario López González Pensamiento

A solas con mi pensar hablándole a mi recuerdo, he compuesto para ti algo que surgió muy dentro. Simplemente dibujé una estrella con mis versos, y la he puesto en este marco que define el argumento. Como poder expresar al verte madre ofreciendo, tu receta a todo aquel que la quisiera ir leyendo.

Es miembro del Club de Creación literaria de ACTE «Alisios de Verso y Prosa» desde septiembre de 2018. La receta de la abuela, de este mes, es de su madre Candelaria González González. Al hilo de su publicación, Rosario se ha inspirado y ha compuesto estos versos que comparte con nosotros.

Te ha transportado aquí la tecnología del tiempo, y a mí, me ha emocionado orgullosa de ti me siento. Siempre te quise elogiar y hoy he podido hacerlo, en esta oportunidad que me brinda el momento. Invito yo a los amigos a probar este sustento, y recordar a mi madre gran mujer de otro tiempo. Tamasma Cultura nª 2


arte sanos Invitada del mes

María Hernández María es pintora, artesana, modista, Profesora de Corte y Confección especializada en indumentaria tradicional canaria, argentina e histórica. Ha sido componente de las agrupaciones: Satautey (folclore canario), Nobleza Gaucha y Jacarandá (folclore argentino), Así como de Cadenza (Danzas históricas). Cofundadora de ADHICA (Asociación para la Divulgación de la Historia de Canarias) y de A.C.C.A. (Asociación Cultural Canaria-Argentina) Es miembro del Grupo “De Costa a Costa”. Propietaria de una colección de muñecas de porcelana con vestimenta tradicional canaria a escala confeccionada por ella con múltiples exposiciones en la isla de Gran Canaria (Ingenio- (Festival Internacional de folclore) Las Palmas de GC, Telde , Arucas, Santa Brígida . Hoy les dejaremos aquí una muestra de su trabajo con los trajes tradicionales trabajados a escala para sus muñecas.

Exposición permanente de muñecas con indumentaria tradicional canaria donada al Museo del Muñeco República de los Niños, La Plata, Argentina, y en Los Isleños Heritage & Cultural Society, St Bernard Parish, Louisiana, USA.


Una muestra de su trabajo...

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T E A T R O

Hoy en día existe, cada vez más, mayor conciencia del importante papel del juego en el sano desarrollo de los niños. El juego constituye un elemento básico en la vida de estos, que además de divertido resulta necesario para su desarrollo, y en estas fechas donde nos toca quedarnos en casa, con estas dos propuestas esperamos llegar a toda la familia, son dos espectáculos de variedad en técnicas de manipulación de títeres y en contenido, con mensajes llenos de esperanza e ilusión. El juego es una actividad irremplazable para desarrollar la capacidad de aprendizaje de los niños. Tanto es así, que jugar es un medio de expresión y de maduración en el plano físico, cognitivo, psicológico y social. El teatro de títeres, por sus características, constituye en todo el mundo un vehículo artístico privilegiado, y también una herramienta educativa de gran importancia. Son muchos los docentes y los investigadores que han experimentado, reflexionado y publicado alrededor del teatro con títeres y sus posibilidades en la escuela, y en estos trabajos han resaltado sobre todo la consideración del títere como instrumento efectivo en todas las áreas del currículo y de manera especial en el desarrollo de las habilidades lingüísticas, principalmente las relacionadas con la lengua oral. Además, las últimas investigaciones han descubierto que las redes neuronales del aprendizaje se activan cuando la persona está contenta y tranquila, y por el contrario, el estrés y el miedo bloquean esa red neuronal, impidiendo el aprendizaje.


Por ese motivo el juego proporciona una herramienta fundamental, ya que predispone al niño a aprender en su más amplio sentido. Jugando no solo se pueden aprender contenidos curriculares, si no también otros aspectos como rutinas, habilidades… Por todo ello, la mejor metodología posible que se puede llevar a cabo en el cole, es aquella que se basa en trabajar desde una perspectiva globalizada, práctica, creativa y lúdica, donde el niño aprenda jugando y juega aprendiendo. Una de las actividades que mejor describe esta perspectiva educativa es el teatro de títeres. En estos días en los que tenemos el deber de quedarnos en casa se pueden hacer cuesta arriba, especialmente en el caso de las familias con niños, donde la convivencia puede resultar complicada por momentos, por eso hemos ideado unas secciones de funciones de títeres y talleres de construcción de títeres para toda la familia. De la mano de Alfredo Muzaber actor narrador y titiritero, miembro de Unima Canarias y Asociación Tagoral y Asociación Artística y Cultural Teatro 4 Elementos. Tenerife. España, presentamos: LA FLOR MÁS GRANDE DEL MUNDO y EL GENERALITO (ambas obras han participado en innumerables Festivales de Títeres) La flor más grande del Mundo Teatro de títeres y sombras.

Vinculados a los proyectos de Títeres on-line o en directo ofrecemos dos propuestas pedagógicas para realizar en familia. Taller de construcción de títeres de SOMBRAS para realizar de manera virtual. Taller de construcción de títeres con deshechos TITERES ECOLOGICOS PRÓXIMAMENTE, en JULIO 2020 Tamasma Cultura nª 2


Agrupación folclórica SATAUTEY invitada

Pinceladas de su historia En el año 1998 un grupo de personas se reunieron en el Real Casino de la Villa de Santa Brígida para preparar un baile para la romería de ese año. Después de ese acto sintieron la necesidad de seguir ensayando y aprendiendo bailes. Posteriormente se unió un grupo de música. En el año 2000 se presentan al público con el nombre de A.Folclórica del Real Casino de la Villa de Santa Brígida. La presentación del grupo corrió a cargo de D. Manuel Pérez, decano de la Facultad de Ciencias Jurídicas de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, presentador del programa de TVE “Taifa y candil”, además de ser un reconocido etnógrafo de nuestra isla. A partir de ese año y siempre en el mes de abril organizan el Encuentro Folclórico Villa de Santa Brígida celebrando su aniversario, pero a partir del fallecimiento de un amigo que se dedicaba a bailar y enseñar lo que recordaba de su niñez, empezaron a llamarlo Memorial Juan López. En febrero del año 2004 deciden recuperar el nombre de Agrupación Folclórico Cultural Satautey, ya que muchos de los miembros de esta Agrupación, pertenecieron a la extinta A.F. Satautey desde sus comienzos.


La vestimenta que usan en sus actuaciones son reproducciones de la vestimenta tradicional de los siglos XVIII, XIX y principios del XX. Cuentan con dos vestimentas

diferenciadas: una con faldas tejidas o de seda pertenecientes a los siglos XVIII y XIX y otra de campesina perteneciente a principios del siglo XX.

La Agrupación ha participado en casi todas las fiestas de la Isla de Gran Canaria, tanto

en romerías como en taifas. Asimismo han participado en el programa Tenderete

dedicado a Santa Brígida, en el Auditorio Alfredo Kraus a beneficio de la Asociación de Fibrosis quística, en el Teatro Pérez Galdós a beneficio de Nuevo Futuro, en el XXV

Festival Regional de Folklore de Maspalomas, en el Festival de Folclore de Mancha

Blanca en Lanzarote y han dado el salto a la península a la XVII Muestra de Folclore “Por las Tierras de Cantabria” en Santander. A partir del año 2004 pertenecen a la

Federación de Folclore de Gran Canaria, aunque en su momento fueron uno de los grupos fundadores de dicha Federación. Han participado en Encuentros folclóricos en Zamora y en Palencia.

Han estado en el 1er. Festival Nacional de Valverde de Mérida en Badajoz y participaron en el Festival Folclórico por las Fiestas de la Virgen del Pino, en Teror, representando a

Gran Canaria. Han editado un CD y también tienen grabado de su primera etapa una

cinta de casete. También colaboraron con dos villancicos par un CD que publicó elAyuntamiento de Santa Brígida.

Presidente y Director de baile, Francisco Javier Socorro Rodriguez Director de música, Ramón Ramos Padilla

Ramón Ramos

Paco Socorro


Album de fotos

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Colectivos culturales

suburbalia Suburbalia nació hace cinco años, muchas cosas han cambiado desde sus inicios hasta la fecha, pero sin duda alguna se mantiene su espíritu, nos marcamos unas líneas que son las que nos guiaron y las que nos siguen guiando. Primero que nada creo que es importante aclarar que Suburbalia nace con y por una necesidad, la necesidad de contar y transmitir cosas sin ningún tipo de filtros, la necesidad de compartir textos de una manera directa sin intermediarios entre el escritor y el lector, aclarar que en un principio Suburbalia se proyecta para el ámbito literario, pero en pocos días nos estaban enviando correos con temática de varias disciplinas artísticas, así es como Suburbalia se iba afianzando en uno de sus pilares básicos, la colaboración de cualquier persona con sensibilidad creativa o artística. En esos primeros momentos donde teníamos el logo diseñado – el diente de león – por Alicia Cabral y muchas ganas, nos denominábamos como el suburbio de las letras en pocas semanas por exigencias obvias del guión nos pasamos a denominar como el suburbio de las artes. Cada detalle tiene su pequeña historia, cada detalle que conforma la esencia de Suburbalia, el logo es un diente de león ya que representa uno de los fundamentos claves del proyecto, el diente de león tiene una corona que a su vez son semillas, estas al ser rozadas por el aire o sopladas se esparcen al viento, esos dientes de león al caer al suelo vuelven a renacer como en un ciclo eterno, esta forma y razón de ser que tiene nuestra insignia de nacer o renacer una y otra vez, sintetiza a la perfección con nuestra propia idea y concepción del arte.


Siempre hemos tenido clara la vocación del arte hecho por todos y para todos. Muchos ven a Suburbalia como una revista, tenemos secciones todos los días, también nos ven como un grupo de artistas multidisciplinarios cosa que por otro lado también es cierta, según los papeles somos una asociación, pero lo que realmente somos o pretendemos ser no es más ni menos que un proyecto, con todo lo complejo que esto conlleva, es algo cambiante, que basa sus conceptos en varios aspectos claves, pero que muta, que está en constante movimiento, se reinventa, se adapta, crece y avanza en virtud de todos los componentes y los que trabajan en el proyecto. A las secciones fijas con nuestro equipo de trabajo se suman secciones especiales donde han colaborado multitud de artistas de diferentes disciplinas, entre las secciones especiales hemos contado con la “Firma Invitada” sección donde a modo de entrevistas, varios artistas nos han mostrado tanto su arte como su propia trayectoria, proyectos y pensamientos acerca de su obra, la sección de “Los Relatos de Verano” sección que ha contado con varias firmas de muchos escritores, y hace poco que finalizamos “Cantos de Primavera” donde contamos con multitud de voces poéticas. También desde el principio hemos tenido la sección “El Reto” donde cualquier creativo o artista puede enviarnos su obra “El Reto” que es la sección más antigua liga muy bien con el propósito de nuestro proyecto, desde el equipo proponemos un tema para el mismo y en base a ese tema los “habitantes de Suburbalia” nos envían sus obras o creaciones. Como cité anteriormente el proyecto cuenta con secciones propias del equipo: Los lunes tenemos “El Guiño” es una viñeta de humor que llevan a cabo Joel Gallego y un servidor, Adolfo Nathan Ibáñez-Batista. Joel Gallego es un dibujante excelente con una agilidad mental capaz de sobrellevar las ocurrencias del que suscribe. Los martes contamos con la sección “De Cerca Nadie es Normal” que es de fotografía, cuidada de manera sobresaliente por el fotógrafo Aaron Moreno Borges. Los miércoles tenemos los maravillosos relatos de Pedro González Cánovas con la sección “Lluvia de Piedras”, un escritor en mayúsculas que sublima el noble arte de lo breve con relatos cortos.


Los jueves llega el turno de “La Sombra del Ciprés” que defiende de manera magistral Eduardo García Benítez, un autentico genio del verso, aunque me tire de las orejas ya que su humildad también es prueba inequívoca de su genialidad. Los viernes y los sábados son cosa de Daniel Ramos, un joven poeta con una proyección enorme, que nos deleita con “Celdas” y “Poema Granate”. Los domingos son el día de “El Reto”. Y por último e imprescindibles como todo el equipo mis compañeros en Administración que se encargan de la edición, de las decisiones de cuándo y qué se pública, en definitiva de toda la parte administrativa. Los que más me padecen y me sufren a diario Daniel Delgado y Adela Macías, sin ellos sería imposible poder atender a Suburbalia y los más importante a sus “habitantes” como realmente se merecen. Creo que ya hemos desvelado todos los secretos del Proyecto Suburbalia, aunque creo que se nos olvida lo más importante, bueno aparte del porqué de su nombre que tal vez algún día desvelaremos, pero volviendo al hilo para nosotros lo más importante son ustedes los que ahora mismo han llegado a leernos hasta aquí, los que nos han hecho estar cinco años con todos ustedes, pese a toda dificultad y adversidad...

Nuestro secreto para seguir compartiendo secciones durante todo este tiempo es: APRENDER, APRENDER Y APRENDER.

Síguelos en:

Página web: https://suburbalia.blogspot.com/

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Colaboradores del mes

Conรณcelos en nuestra pรกgina web https://luisachico.wixsite.com/tamasmacultura


Entrevista2

Rosario R. Vidal autora

Hoy con Ana Isabel Robles Santos Nacida en León, se traslada desde muy joven a vivir en Tenerife, donde comienza a cursar sus estudios universitarios de Trabajo Social en la Universidad de La Laguna, en el año 1989.

Su primer poemario TRAVESÍA, recoge en treinta y ocho poemas y cinco haikus un viaje en solitario que la lleva al encuentro consigo misma y con el otro, a través de las experiencias vividas. Vamos a conocer un poco más a Ana Robles.

¿Hubo un día que decidiste ser escritora?

Yo creo que quería ser escritora desde que tenía unos catorce o quince años, aunque siempre fue un deseo, un sueño, más que una decisión.

¿Qué es ser escritora para ti?

Para mi ser escritora es el arte de saber contar de tal manera, que lo que se cuente seduzca furtivamente al lector, lo atrape, por así decirlo y consiga que quiera seguir leyendo más y más.

¿En qué se diferencia ser mujer a la hora de escribir, ser una mujer escritora?

Yo creo que la literatura es universal y por lo tanto no tiene género; tampoco hay temas diferentes sobre los que escribir por ser mujer, por lo que en los temas literarios no veo que existan diferencias. Pero lo que si me gustaría comentar al hilo de esta pregunta, es que tanto la sociedad, como la historia, han diferenciado a la mujer escritora del hombre escritor. Tanto es así, que son muchas las mujeres que a lo largo de la historia han tenido que escribir con pseudónimos masculinos y muchos anónimos, por lo que han sido invisibilizadas y relegadas a un segundo plano, y no sólo en el ámbito literario, también en los distintos ámbitos de la vida. Para las mujeres, ser escritoras no era su lugar asignado en el mundo, su lugar era el hogar y la familia. Y esa es la gran diferencia: que han tenido que luchar mucho más para conseguirlo.


¿Qué sientes al ver tu sueño hecho realidad?

Alcanzar un sueño siempre es motivo de una inmensa alegría; y eso es lo que he sentido y siento, alegría. Pero también siento a veces algo de incredulidad y a la vez un intenso deseo de seguir conquistando ese sueño, que es el de poder contar y transmitir a través de la poesía.

¿Cuál ha sido el empuje final para hacer realidad tu sueño?

Yo creo que el empuje definitivo ha sido la publicación de mi primer poemario “Travesía”, porque aunque yo escribía, como ya dije anteriormente, desde muy joven, mi escritura no iba más allá de mis cuadernos. Hace aproximadamente unos diez años que empecé a publicar, tímidamente, en mi blog “Entre tú y yo”. No obstante, se podría decir que era una especie de mensaje en una botella, porque no le dí a nadie, salvo en contadas excepciones, la dirección del blog, ya que me parecía todo un riesgo, una exposición innecesaria y prefería estar en el anonimato.

¿ Qué es lo que más quisieras destacar de tus publicaciones?

Destacaría que el encuentro con los lectores lo intento conseguir con la cercanía de una poesía intimista con la que, a través de las palabras, pueda construir un pasadizo secreto entre mi corazón y el corazón del lector y la lectora.

¿Encontraste apoyo entre tus compañeros, o consideras que el mundo de la literatura es un mundo de solitarios?

Desde luego que para escribir hay que apartarse del mundanal ruido, por decirlo de alguna manera, y estar en soledad largos periodos de tiempo, y en ese sentido si se puede decir que es un mundo de solitarios. Pero también tengo que decir, que me he sentido acogida por muchos otros “mundos solitarios” de escritores y poetas, que he ido conociendo en este breve periodo de tiempo y que me acompañan en este ilusionante y arduo caminar.

¿Café, infusión, refresco, vino, cerveza, qué tomas mientras estás en pleno proceso creativo? Generalmente suelo tomar agua y en ocasiones té verde, o alguna infusión.

¿ Podrías compartir con nosotros alguna anécdota relacionada con tu libro?

Me ilusionó mucho que el día de la presentación de “Travesía”, nada más terminar la misma, cuando llegó el momento de la firma de los libros, el primero que se me acercó fue un desconocido que se presentó y me dijo que estaba muy emocionado y que le gustaría que uno de los poemas del libro formase parte del último tomo de una Antología Lorquiana, que estaba a punto de publicarse. A mí aquello me pareció algo mágico, una señal en ese momento. Dos días más tarde le llamé y unos meses después otro sueño se hizo realidad: ahí estaba mi poema “Homenaje a Lorca” publicado de nuevo en el III Tomo de la Trilogía Lorquiana, rodeado de muchos otros poemas de escritor@s, tanto canarios, como de otros lugares del mundo, tod@s junt@s rindiendo homenaje a este gran poeta universal.

¿Cómo está inspirado tu lugar de trabajo donde sueles escribir?

Escribo por lo general en mi estudio, un lugar cómodo y con mucha luz natural, rodeada de mis libros, mis cuadernos en los que escribo a mano y algunas fotos de los lugares que he visitado y de mi familia. Pero no siempre escribo en este lugar, a veces también escribo en un café acogedor de una ciudad desconocida, en la que me encuentre de paso y que me invite a hacerlo; me resulta también muy inspirador escribir cerca del mar, y en cualquier otro lugar recóndito de la naturaleza.


¿Existe un horario propicio para ponerte a escribir, o cualquier momento del día es especial?

Me gusta escribir con mucha luz, así que prefiero las mañanas para hacerlo, aunque en ocasiones, en mitad de la noche llegan algunas ideas y la inspiración para plasmarlas y me desvelan, porque no pueden esperar. Así que no son pocas las veces que me pongo a escribir también en plena noche.

¿Cuál es la experiencia más bonita que has tenido con algún lector?

Creo que una de las que más me ha emocionado, ha sido cuando una lectora se me acercó y me dijo, casi al oído, que mi poemario le había conmovido mucho y que lo tenía en su mesilla de noche porque quería tenerlo siempre cerca.

¿Recuerdas el primer libro que leíste?

Creo que el primer libro que leí fue “Mujercitas” de Louisa May Alcott.

¿Y lo primero que escribiste? Un poema.

¿Tienes algún proyecto que nos puedas contar?

Hay dos relatos que se van a publicar en dos Antologías diferentes, ambas de la editorial Escritura Entre las Nubes y que pronto verán la luz. También habrá una sorpresa, espero que muy pronto, escrita con varias plumas.

¿Qué consejo darías a alguien que quiere ser escritor?

Que lea mucho, que lea todos los días, que se convierta primero en un excelente lector.

¿Cuál es el escritor que más admiras o te guste leer?

Esta es una pregunta muy difícil, pero siendo sincera tengo que decir que no tengo un escritor o escritora favorita, tengo varias. Sobre todo me gusta leer a mujeres escritoras, ya que para mí constituyen un referente como mujeres y como escritoras; elegir solamente una es una misión arriesgada, así que voy a elegir varias aún a sabiendas de que me voy a dejar a muchas en el tintero: Emily Dickinson, Virginia Woolf, Alejandra Pizarnik, Ida Vitale, Alice Munro, Vivian Gornick, Marta Sanz.

¿Tienes algún proyecto literario que quieras compartir con nosotros?

En la actualidad estoy en el proceso de creación de un nuevo poemario, pero yo soy muy lenta escribiendo poesía, así que no voy a aventurarme a decir ni siquiera una fecha aproximada de publicación.

Gracias Ana Isabel Robles Santos por permitirnos conocerte un poco más a través de Entrevista2, para la revista Tamasma Cultura.

Tamasma Cultura nª 2


Desde lo cotidiano

Isabel Expósito autora

De corazón y alma

Buscando título para mi sección de junio en Tamasma Cultura, me tropecé con un legajo de cartas antiguas que conservo con mimo, porque de vez en cuando me gusta reencontrarme con esos trozos de ayer que no dejan de contarme cosas.

En cuanto las vi, supe de inmediato que el título de junio sería De Corazón y Alma*, un libro que reúne la relación epistolar que Carmen Laforet y Elena Fortún mantuvieron entre 1947 y 1952. Dos escritoras magníficas, entregadas a la defensa de ser y sentir. Cartas entre dos mujeres que nos desvelan el fascinante universo de la verdad: la literatura y la vida dándose la mano sin doblez alguno. Treinta y cinco años de diferencia —en edad— separaban a estas dos mujeres brillantes, unidas por la misma hondura de pensamiento, reflejada en las cartas, conservadas y reunidas en este libro para nuestro deleite. Las cartas: ¡ese animal de papel y tinta ya extinguido!


Ya no escribimos cartas. Avanzamos y las cosas cambian; es un hecho inapelable que no cuestiono, pero sí me permito la nostalgia alguna tarde. Tardes en las que, buscando alguna cosa, me las tropiezo. Entonces, me adueño de un espacio y las releo, siguiendo un ritual que incluye soledad y café (o infusión). Al leerlas, recuerdo episodios vividos, me conecto con la que fui alguna vez y descubro también qué vestigios conservo. Una carta me obliga a pensar en aquella que no tengo; la que escribí y debe estar dormida en alguna caja esperando que alguien la reencuentre (aunque lo más probable es que no exista ya, porque también los que guardamos cartas viejas somos pocos; a punto estamos de extinguirnos con ellas, igualmente). Confieso que hay muchas cartas navegando en mis aguas: cartas largas, cortas, intensas, ligeras, sublimes, alegres, taciturnas. Aquellas que escribí movida por el amor, el dolor, la nostalgia, el deseo. Otras que me escribieron desde el cariño, la obligación, el apremio, la soledad, el recuerdo.

En esas mismas aguas navegan, incluso, aquellas cartas que esperé y que nunca llegaron, pero que permanecen como si el remitente las hubiera escrito. Hay otras, ahogadas en las aguas de la culpa: son las que no tuve el valor de escribir o de enviar. A todas las conservo como fósiles que murmuran historias del pasado, que siempre dejan pendiente algo por decir para la próxima vez que las encuentre. Las cartas siempre han sido material literario, un ardid para contar la vida. Por eso el título de esta semana bien pudo haber sido Cartas a un joven poeta de Rainer Maria Rilke, Cartas Escogidas de William Faulkner, o cualquiera de los tantos libros epistolares con los que está llena la literatura. Desde lo cotidiano, cerraré esta columna con la sólida determinación de coger papel y pluma para escribir una carta que interrogue o que cuente. Tal vez el destinatario sea alguno de ustedes. Estén pendientes. Recuerden que el cartero siempre llama dos veces.

Tamasma Cultura nª 2


Travesía Literaria

Albertine Orleans autora

3 en 1 El Rocío.

(aldea del municipio de lmonte, Provincia de Huelva). Allí se celebra la Romería del Rocío en la que fui espectadora de una fe que me impactó profundamente. LA LUZ. Cómo brilla esa luz loca alrededor del álamo, girando vertiginosa entre trozos de naranjas, y cómo se va libre entre el Rocío, riendo hacia el universo de las vírgenes…

Pastor de islas,

recordando mi niñez en el pago del Ganonal, municipio de Telde, en él está la finca Perdomo, propiedad de la familia desde el siglo XIX. Los versos expresan el amor de mujer, el amor hacia la tierra y sus frutos y hacia mi isla, Gran Canaria. Volver al pasado destino de la Isla. Contar cosas en la tierra, con la sangre de tu belleza, tímido Pastor, niño amado antes. Volver al Barranco del Draguillo, pasar por sus precipicios inseguros temblando mi alma, al igual los acebuches, con la tarde buena hacia los crepúsculos…

Ella y septiembre,

la autora entabla un diálogo en el que septiembre es el pretexto para sentir, elucubrar, preguntar…, con una lírica llena de sensaciones buscando comprender y conocer, los propios misterios El sueño zarpó, ausentándose en esta hora de la madrugada de septiembre, en su presencia, encuentro raíces en una travesía con extintas flores que rompen pesares, contando en un susurro, cuerpos tendidos en su cuerpo. Tamasma Cultura nª 2


Palabras del alma

Balbina Rivero autora

Libre y surrealista Oriente y Occidente son puntos opuestos dentro de una misma dirección y de sentido único. Cada mañana sale el sol y lo hace por el este y se oculta por poniente. ¿Es una perogrullada? Aparentemente sí pero, ¿alguien puede afirmar que es inequívocamente así? Para organizar nuestra existencia damos nombre, apellido, apelativos, apodos, motes o sobrenombres a todo lo que nos rodea, pensamos o soñamos. Así creemos familiarizarnos con las personas, objetos y lugares; con un proyecto que pretendamos realizar, con el título de un libro o con una composición musical y así obramos hasta con el más pequeño de los objetos o seres que sepamos de su existencia. ¿Nos hemos preguntado alguna vez por qué es así y no de otra forma? ¿Cuál es el principio y el final de un círculo? Nuestro planeta es redondo, ¿Dónde empieza Oriente y dónde Occidente? No nos respondamos atendiendo a la geografía que conocemos, y tampoco nos quedemos en el mismo lugar para repetirnos una y otra vez la misma pregunta. ¿Quién denominó cómo tiene que llamarse cada cosa, persona o concepto? A veces todo nos parece de lo más normal y otros asuntos nos resultan caducos, otros cambiantes, provisionales, efímeros y muchas veces nos provocan dudas e inseguridades. Ahora bien, cuando ya los años han dejado huellas y cicatrices en cada individuo, no deberíamos preocuparnos por Oriente u Occidente. ¿Tal vez por los cuatro puntos cardinales? No. Tal vez lo mejor sería preguntarnos por un solo punto (de luz) que nos guíe hacia una madurez física, psíquica y espiritual sin pertenecer ni parecer que pertenecemos a rebaño alguno. Cuestionemos todo cuanto nos rodea y nos digan, cuestionemos hasta nuestra existencia porque, ¿somos reales o soñamos que somos? No nos dejemos embaucar por falsos maestros o apariencias engañosas. Pensemos libremente. Tamasma Cultura nª 2


Tradiciones

Isabel González autora

Juegos tradicionales Juegos Tradicionales son los juegos que desde muchísimo tiempo atrás siguen perdurando, pasando de generación en generación, siendo transmitidos de abuelos a padres y de éstos a sus hijos y así sucesivamente, sufriendo quizás algunos cambios, pero manteniendo su esencia. Los juegos tradicionales no se encuentran escritos en libros especiales, ni cuentan con un autor reconocido se definen como aquellos propios de una región y que se repiten de generación en generación con suma espontaneidad. De igual forma los juegos tradicionales cuentan con determinados aspectos históricos, socio culturales, que nos ayudan no sólo a entender la naturaleza de los mismos con respecto a su contenido, estructura y funcionamiento, sino también nos permiten comprender la propia historia y cultura de nuestros pueblos. Dado que estos juegos se aprenden por transmisión oral, podemos encontrar diferencias en cuanto a su forma de participación, diseño, utilización, o en algún otro aspecto que caracteriza la cultura de cada región, época o el momento en que se ha jugado, la cultura de las personas que lo jugaban, aún en los lugares más remotos. En ocasiones da la impresión de que algunos de estos juegos tienden a desaparecer, sin embargo, en determinadas épocas observamos nuevamente la práctica de los mismos. Los juegos tradicionales son una fuente de transmisión de conocimiento, tradiciones y culturas de otras épocas.


El hecho de reactivar estos juegos no es un grito de melancolía por un pasado que no vuelve, sino que implica ahondar en las raíces y así comprender mejor el presente. Yo no entendía el porqué las niñas no podíamos jugar al trompo, a los boliches, etc. Eran otras épocas pero eso de jugar las niñas con las niñas y los niños con los niños, no me entraba en la cabeza y yo quería aprender los juegos de ellos. Mi madre me enseñó cuando tenía 6 años a bailar el trompo, ella era increíble con ese artilugio en sus manos. Me decía: «mira y aprende para que también lo bailes». Me costó lo mío, pero, una vez le cogí el truco no dejé de bailarlo nunca y aún hoy por hoy, lo sigo haciendo con su trompo, el que tengo en mi poder como un gran tesoro. Ella le cambiaba la punta redonda por un clavo. El juego consistía en romper el trompo del contrincante. Alguno que otro rompí. Ganaba el que lo podía coger en la mano después de tirarlo al aire. Igualmente jugué a los boliches (bolas en el sur) también me enseñó ella y me juntaba con los niños para jugar a diario en nuestra montaña, creo que era de las pocas niñas que no tenía reparos en jugar a los juegos de varones. También es cierto, que mis padres nunca me lo prohibieron. Los juegos enseñan a compartir , a imaginar, a dialogar, a prepararse para lo que nos espera, aparte del ejercicio físico que se hace. Los niños que no juegan, son tan preocupantes como los niños que no comen y esa infancia de juegos es la raíz de lo que somos. Como diría Cafrune: Lindo haberlo vivido para poderlo contar.

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Garabateando

Elena Padrón autora

JULIA, así con Mayúsculas. (II) Los Garabatos que aquí les ofreceré son pinceladas de historias de vidas. Trazos que me cuentan gente cercana y conocida y algún que otro episodio que oigo de pasada. No exagero ni miento, si acaso disfruto añadiendo un poco de magia y de poesía a los días que cuento, a las historias que oigo, no para cambiarlas. Sólo pretendo enriquecerlas y que sean un bálsamo en una existencia convulsa.

Seguimos con JULIA, así con mayúsculas. Acude a mi llamada de teléfono aunque habla poco. Su conexión con el mundo exterior es escasa y a veces pienso que esa realidad que está fuera de sus paredes la golpea, más que aliviarla. Ella no puede resolver nada de lo que pasa y allí está protegida, acomodada a su espacio, a sus cosas. Contesta con su voz cansada, sus dolores la visitan a diario y se han hecho cómplices en un ir y venir de pequeñas fisuras que van surgiendo. Sé que no está cómoda cuando habla. Su compañera de habitación, Leonor, a menudo agudizaba el oído para destripar lo que logra escuchar y más de una vez suelta frases que había captado en esa conversación ajena. Eso molesta enormemente a Julia. Hablamos poco, la cita del próximo encuentro queda pendiente.


Recordé que el día que la conocí, Julia me habló de Cuba. Visitó esa isla con el hombre que la acompañó y amó durante muchos años. Tuvieron un amor apasionado, desnudo de tapujos y a la luz de un islote maravilloso, que se transformó con los años en esa dulzura que da la constancia, el respeto y el cariño de los que han vivido a plenitud tiempos buenos. Habló de las calles llenas de ruido, de niños y de música. Esa música que la hacía sentir viva y que se metía como culebrilla por sus piernas para hacerla danzar por el malecón en el que paseaban cada tarde, encontrando bicicletas cantarinas que hacían cabriolas al pasar. Pensaba que el calor del caribe daba a los costeños una calidez especial, los días eran más dulces rodeados de mar y cocoteros. Por las noches la música de los saxos, las bachatas acarameladas y algún que otro acordeón, nutrían la tibieza del crepúsculo. Al contarlo, sus ojos se cerraban y yo descubría unos pliegues enamorados, una sonrisa melosa de mujer amada. Me gusta saber que la vida le dio cosas buenas. Que disfrutó de días de calor y de amor. Mezcla sus recuerdos con el presente, reza cada noche y me asegura que vive tranquila allí. Desterrada de una realidad que igual, la superó en algún momento. Quiero pensar que es verdad. Que su cabeza selecciona las cosas que ya no le dañan y que ha dejado enterrado el baúl de las pérdidas que la vida le puso en su camino, en algún momento.

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Alfarero de versos

Eduardo García autor

La poesía siempre se muestra insurgente para salvarnos del naufragio de los días y las horas. La voz armada de las palabras reivindicando el sueño de las letras en el tiempo obtuso de las cosas. Somos en mitad de cada verso aniquilando a ese asesino si...

Esta Vibrante Voz Hoy el día aplasta las horas, para después morir en el deshaucio de las letras.

Somos el resultado de una vida que se arrastra indefensa por las desoladas paredes del poema.

Asistimos al cataclismo de las ideas truncadas, y de la hojarasca rumiando versos.

La palabra exacta buscando un sitio, y un aquí y ahora fluctuantes en el lenguaje de la noche.

La sana costumbre de escribir aquello que pasa. El alma inerte viajando hacia una muerte segura bajo un tiempo que no espera.

Poesía, herida sangrante del anochecer.

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Desde mi alpende

Eusebio Cabrera autor

Del mar me llega tu nombre, de sal y de maresía, ascendiendo hasta la cumbre, envuelto en unas folías.

La muerte debo a la vida y una parranda al destino, antes de que pierda el tino y se acerque mi partida.

Este virus tan maligno nos deja una gran verdad: que las cosas materiales no dan la felicidad.

En un baile de candil, al socaire de una vela, perdí mi paz y mi pena, de tanto pensar en ti.

Unos besos ya me debes y otros me andas fiando, esperando si te atreves, a que te acaben gustando.

Aunque la muerte te aceche descubrimos que al soñar, compartimos el planeta como olas del mismo mar.

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Enlazando Verdades

Dulce Meneses autora

Se nos ha olvidado ser agradecidos. Nuestros antepasados si lo eran. Agradecían cada trozo de pan, cada buena cosecha, cada pedazo de tierra, cada gota de agua, cada amanecer, por ello eran capaces de ser felices ante cualquier adversidad. Si conversas con un mayor te contará su vida llena de trabajo y de trabajo duro. De labrar la tierra, de criar a sus hijos en condiciones en las que nosotros seríamos incapaces. Estaban contentos y están de haberlo hecho. No tenían los coches que tenemos ahora, carecían de las comodidades a las que estamos acostumbrados hoy en día. Sin televisión, sin discos, sin más diversión que reunirse en torno a una hoguera, a una vela o tal vez a un camping gas. Daba igual, lo importante era reunirse, charlar y conversar. Se comprendían, incluso se ayudaban. No tenían ni discoteca, ni salas de baile, pero se reunían en un salón del pueblo y tras una larga jornada de trabajo sacaban sus cuerdas, cantaban, bailaban y lo disfrutaban. No tenían grandes centros comerciales, ni muchas tiendas, aun así, se vestían y calzaban. Se querían y se aceptaban, daba igual que ropa y qué zapatos llevaban. No tenían vitrocerámica, ni termo para calentar el agua, ni en el más duro invierno. Calzaban unas lonas y el más afortunado tenía dos pares, unas para diario y otro para las fiestas de los pueblos. Esas historias están llenas de ternura, de alegría, de verdadera esencia de humanidad. No tenían dinero y salían adelante con el trueque. Caminaban del Sur al Norte y del Norte al Sur, para hacer ese trueque. Caminaban cargados de cumbre a costa y de costa a medianía, para realizarlo, y hoy nosotros, o por lo menos yo, no vamos hasta la esquina sin el coche. Algo de lo que nunca hemos escuchado hablar a un mayor, es de la envidia y apuntan con honestidad: “¿qué nos íbamos a envidiar si todos teníamos lo mismo, o sea casi nada?”.


Recuerdo varias historias, algunas familiares. Mis abuelos paternos tenían tierras y ganado en Guía de Isora, incluso yo nací en esas tierras de huertas de tomate. Por esas pertenencias lograron vivir medianamente bien. Las cabras y su leche le daban la posibilidad de hacer queso. El alimento más abundante de la época era el gofio. Mi tío y mi padre nos contaban, que gofio amasado comían, pero, aunque el queso lo producían en casa, era un alimento muy valioso y utilizado para el trueque, por lo tanto, ni ellos podían comer la cantidad que querían. Me explicaban que les daban un trocito de queso a la hora de la comida. Sólo uno, debían por tanto morder el gofio y oler el queso, morder el gofio y oler el queso. De eso estaban agradecidos, por lo menos habían comido. ¿De qué nos estaremos quejando, de qué no estamos agradecidos? ¿Cuándo se nos olvidó ser agradecidos? Otra historia que me conmovió fue la de una señora que vivía en un pueblito de medianías. Ella tenía gemelas de un añito y estando nuevamente embarazada, su marido emigró para sacarles adelante. Cuando su marido partió, ella parió dos hijos más de ese embarazo. Así que se quedó sola con dos niñas de menos de dos años, además de una niña y un niño recién nacidos. Dos partos, cuatro hijos. Hablo de los finales de los años 30 principios de los 40. La caridad de los vecinos del pueblo y el duro trabajo de esta mujer en el monte, ayudaba a sobrevivir a su familia. Su marido se había olvidado de los cinco que dejó atrás. Me contaba ella, que cada día extendía un pequeño mantel y colocaba en él, el gofio y los trozos de pan que había conseguido durante el día. Allí comían sus cuatro hijos, cuando ellos terminaban, unía las cuatro puntas del paño, lo sacudía para juntar las migas, amasaba a través del paño y la masa que conseguía de las sobras era lo que ella comía. Me lo contaba, ya disfrutando de la compañía de sus nietos, así que había salido adelante. Sin luz, sin agua, sin camas, ni colchones, sin ropa de marca, sin fiestas, sin viajes, sin vajillas de colores, sin dinero ni paro, sin opciones, sin pagas extras, sin derechos, pero vivos. Era una de las personas más alegres, fuertes, simpáticas y agradecidas que he conocido jamás.

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Las retahilas de Candi Cándida Medina autora

La gometa Mi niño, estaba mirando las afotos de mi nieto y se me cae la baba, que fisco gente tan bonito y zalamero que es. Al aguelo y a mí nos tiene abobancados, tal parece que nos melló en la boca. Dan ganas de chascárselo. -Aguela, quiero salir a jugar al camino con los niños a la pelota. -Deso na’ firringallo chico, que se encochinan los vecinos porque les cae la pelota a lo plantado. -Aguuu... ¡Porfissss! -Anda ya, déjame el alma tranquila muchacho, mira, vete que aguelo te enseñe a jugar al boliche o al trompo que se yo, vete más luego. -Aguelo, aguela no me deja salir a jugar. -Gueno mijo, ¿y tú qué quieres? -Jugar con los niños. -Si, gueno deja de jimiquiar y dile a los muchachos que entren padrento. Voy a jacer una gometa y ustedes me van a ver jacerla. -¡Siiii… yupi! Eres el mejor aguelo. -Gueno, dile a tu aguela que ponga una papa a asar, que te dé un cuchillo de punta, unos trapos viejos, un cacho sábana que no sirva o algo así pal´ rabo, y que busque el jilo carreto, un cacho papel y dile que... -¡Ah coño! Quejeso de dile, dile, dile, ¿quién te va a jacer la gometa, tu aguelo o yo?


-¡Ay aguelita! no te engrifes que tú eres la más guena de mil mundos, ¡muak! Ven, que te doy un querimiento. -Anda, anda…, toma, y esta escoba vieja es pa’ que saque las cañas, que seguro me diajacer dil a buscar una caña al cañiso del barranco, y toma este papel de empaquetar, dile que la papa se la llevo ahora que está jirviendo. -¿Cómo tú aguela...? -¡Ay, malaya el alma que te crió, será salpeto el mequetrefe este, tira pal´ patio! -Gueno muchachos, esto está quedando del carajo parriba, dos tirijalas más y listo, a echarle jilo a la gometa, ahora dijle a tu aguela que los lleve al lomo a echarla a volar. -Aguee... -¡Eh! Déjate estar, vaiga y dígale a su aguelo que tengo la leche al fuego y estoy pelando papas pa’ jacer ropita vieja, -Aguelooo, aguela no me quiere llevar, dis que me lleves tú. -Venga, venga deja ya de jimiquiar y vamos a ver si vuela. -Chacho ten cuidado con los chinijos, no se vaigan a ejriscar. -¿Tú crees que yo soy pollaboba? Ni que yo fuera un tolete. -¡Ay, mi madre! Toleta yo que se me esparramó la leche.

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El rincón de Tehonón Félix Díaz autor

Hace algo más de medio siglo, la mayoría de las personas que habitaban en las islas podía disfrutar de un cielo plagado de estrellas. O eso nos parece ahora, porque más que disfrutarlo, temían la oscuridad en los caminos. Oscuridad que traía peligros, reales o imaginarios: apariciones, brujerías, espectros y cosas por el estilo. Pero vino la electricidad, y las calles se iluminaron. Se decía que era bueno para la seguridad de la gente por la noche, y eso es cierto. No solo se iluminaron casas y calles. También aparecieron los anuncios de neón. Y poco a poco el cielo nocturno se fue llenando de luces, pero aquí abajo, no en el cielo. El resultado fue que hoy en día casi nadie mira al cielo, al menos por la noche. No hay mucho que ver, es cierto. A no ser que nos alejemos de las ciudades iluminadas y subamos a las cumbres. En especial las de Tenerife y La Palma. En tal caso podremos hacernos una idea de lo que veían nuestros bisabuelos. Estrellas por doquier, la Vía Láctea. Y, con suerte, estrellas fugaces. Para cualquiera aficionado a la astronomía, ese cielo es una maravilla. Y no solo aficionados: en las cumbres de esas dos islas hay unas instalaciones de observación astronómica que están en la cima (valga la redundancia) de la ciencia del planeta. Pero veamos, ¿por qué el cielo en las cumbres es tan limpio? Y, de paso, ¿debemos esforzarnos por mantenerlo así? Fueron los ingleses los que descubrieron lo maravillosos que eran los cielos canarios para la observación astronómica. Para ello, hemos de remontarnos al siglo XVII, a Isaac Newton. Entre las muchas aportaciones que Newton hizo a la ciencia se encuentran sus trabajos sobre óptica.


Él se interesó por la observación astronómica mediante telescopios, y construyó un modelo que mejoraba los ya existentes (telescopio newtoniano). Además, comprendió que las ciudades no eran el mejor lugar para instalar un observatorio astronómico; no solo por la contaminación, también porque las fuentes de calor y otros fenómenos provocaban alteraciones en la transparencia del aire. De hecho, recomendó instalar los nuevos observatorios en la cima de montañas, y lo más alejados posible de las grandes ciudades. En particular, sugirió el Pico Teide como un buen sitio para instalar telescopios. Aquí lo dejo por el momento. En el próximo número hablaré de Charles Piazzi Smyth, quien decidió comprobarlo con su esposa, Jessica.

Charles Piazzi Smyth

Tamasma Cultura nª 2


Memorias con historia

Gloria López autora

EL BIBLIOBÚS - LA BIBLIOGUAGUA “Recuerdo el sonido característico que cada quince días llenaba las calles del barrio. Por fin había llegado, el bibliobus fiel a su cita estaba aparcando frente a la placita. Cogíamos nuestros pequeños carnets de socios y corriendo bajábamos a su encuentro. Teníamos que ser los primeros en llegar a la cola, ya que los mejores libros eran los que más pronto se llevaban. Mis amigos, los vecinos, nos arremolinábamos a su alrededor intentando mantener el orden en un desorden divertido y jovial. Todavía hoy llegan a mi mente los momentos tan maravillosos que vivimos aquellas tardes, cuando por fin lográbamos coger el libro que deseábamos y con orgullo lo mostrábamos como un trofeo. Pero sobre todo, nunca me podré olvidar de todas las lecturas que descubrí y disfrute gracias al bibliobús”.

El 21 de noviembre de 1977, se inauguró el bibliobús de Santa Cruz de Tenerife (después denominado biblioguagua), adscrito al Sistema Bibliotecario Municipal del Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife con gestión a cargo del Organismo Autónomo de Cultura. Su objetivo era satisfacer el fomento a la lectura, prestar libros y ayudar y orientar al usuario no iniciado en la lectura en los barrios periféricos del municipio desprovistos de bibliotecas estables. El acceso al servicio era libre y gratuito y su desplazamiento a los barrios se realizaba cada 25 o 15 días, dependiendo de la zona, tres días a la semana y dos paradas, cada día de salida, de una hora de duración cada una, en horario de tarde.


Respecto a su funcionamiento, su fondo bibliográfico y hemerográfico se iba renovando periódicamente con el fin de ofrecer a los usuarios una lectura actualizada tanto en los géneros literarios como en los libros de carácter divulgativo relativos a cualquier materia. Pero desde octubre de 2016, dejó de prestar servicio. La causa se debió a que la Concejalía de Recursos Humanos nunca llegó a cubrir la baja del conductor de la Biblioguagua. Es en el año 2017 cuando la corporación municipal intentó una solución momentánea y dispuso de un nuevo servicio denominado “BiblioExprés”, con el que se intentó cubrir la baja momentánea de la Biblioguagua, y que, tras su reincorporación, se tenía previsto que quedara destinado definitivamente a la pedanía de Taganana. En la actualidad, el ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife mantiene aparcada su Biblioguagua, la excusa es que el sistema informático del Tenerife Espacio de las Artes (TEA) no incluye el sistema de préstamos de la Biblioteca Municipal. Esta situación se repite a la hora de sacar los libros en la moderna biblioteca diseñada por los arquitectos suizos Jacques Herzog y Pierre de Meuron. Así lo han confirmado fuentes del Organismo Autónomo de Cultura a Europa Press. Desde Cultura, han explicado que hasta hace poco no se había terminado de pasar los fondos bibliográficos de la antigua sede municipal, en las proximidades de la plaza del El Príncipe, hasta el TEA y que las aplicaciones informáticas del museo contemporáneo no son iguales a las de la Biblioteca Municipal, por lo que han tenido que incluirlos. Lejos de saber cuándo va a operar, el Ayuntamiento aún desconoce cuando podrá volver a funcionar la singular biblioteca. En una sociedad como la nuestra, donde el fomento a la cultura es primordial para las nuevas generaciones y donde el acceso a los libros se hace costoso para muchas familias, se debería de retomar este servicio tan necesario en zonas donde el acceso a las bibliotecas se hace difícil, incluso imposible. Esperemos que para bien de la ciudadanía de Santa Cruz, el sonido de la biblioguagua no tarde mucho en volver a llenar las tardes de la ciudad y sus barrios.

Tamasma Cultura nª 2


Este arte que es moverse

Laura Marrero autora

La metáfora

La etimología de la palabra metáfora nos dice, literalmente: "ir más allá de lo transportado". Aunque bien podríamos decir en este artículo que la metáfora es ir más allá de las palabras. En la danza empleamos, mediante nuestros cuerpos, muchos verbos de acción; las personas que dedicamos nuestra vida a este arte -el del movimiento- entrenamos todos los días para generar, en nosotros mismos, nuevos hábitos corporales que incorporamos en nuestra vida cotidiana. No lo tomamos ésto como algo especial. Sencillamente, nuestra vida gira en torno al cuerpo, al silencio y al acceso a él, a través, sobre todo, de las sensaciones físicas. Lo que a su vez nos lleva a la capacidad de introspección y a la capacidad de exteriorizar físicamente dichas sensaciones. Moverse desde la sensación de calor o de frío, desde un exceso o escasez de gravedad o, por poner otro ejemplo, desde una corriente eléctrica. Volviendo a las acciones que realizamos repetitivamente, algunas de ellas podrían ser: apoyar, caer, soltar, tensar, rodar, girar... Pongamos nuestra atención en el verbo apoyar. Podemos utilizar apoyos más allá de nuestros pies, pues también podemos usar para ello las manos, o la espalda o bien los glúteos, entre otras muchas posibilidades; también diferentes superficies: el suelo, una pared, un banco o una silla, casi cualquier cosa en realidad. Lo interesante de este verbo -apoyar-, entendiéndolo a un a nivel corporal, es que todo el traslado del peso que realizamos para apoyarnos requiere una coordinación


de todo el cuerpo para sentir finalmente el mencionado apoyo en alguna parte de él. Toda la arquitectura ósea y el sistema muscular se organiza para, como si se tratara de un reloj de arena, trasladar cada uno de los granos hacia donde sea necesario para realizar la acción de apoyar. Volviendo al principio, invito a practicar este verbo físicamente, elevándolo de la palabra y el papel; animo a ponerlo en práctica en relación a nuestras inquietudes, preocupaciones e incluso en nuestros momentos de mayor alegría: traslademos todo nuestro peso a nuestros apoyos.

Improvisación con el músico Manyfingers en Keroxen Fotografía de JuanManre

Tamasma Cultura nª 2


Tinta de drago

Felicidad Batista autora

Encuentros inesperados Siempre he mantenido que no buscamos libros, que son ellos los que nos encuentran. Y así ha sucedido en diferentes momento de mi vida. Era la década de los ochenta y, como cada tarde, sintonizaba El ojo crítico de Radio Nacional de España. Recuerdo que hablaron de un título que captó mi atención y, más, lo que comentaron de la escritora, desconocida para mi. Desde ese momento, como quién inicia las pesquisas para encontrar al autor de un crimen, comencé la búsqueda. La escritora había nacido en Wellington, Nueva Zelanda, en 1888. Su primera formación fue en la música, pero debido a una turbulenta relación con su profesor de violonchelo, su familia la envió a Londres donde terminó sus estudios. Cuando regresó a su país austral, no logró readaptarse a aquel círculo que la asfixiaba. Viajó por Inglaterra, Francia, Suiza, Italia y Alemania, donde mantuvo una relación problemática con un intelectual polaco que le descubrió al autor ruso Anton Chejov. Se casó dos veces y mantuvo relaciones sucesivas o en el tiempo con varios amantes de ambos sexos. Llegó a entrar en contacto con el elitista y emblemático grupo de Bloomsbury de Virginia Woolf y compañía. Al principio, la escritora inglesa la detestó pero, poco a poco, conforme fue descubriendo su literatura la respetó y se escribieron cartas con frecuencia. Pronto, esta narradora de las antípodas, enfermó y esa débil salud debida a la tuberculosis la llevó a la muerte cerca de París en 1923. En su corta, tumultuosa y enfermiza vida escribió varios y exitosos libros de cuentos. Relatos que la comparan con Anton Chejov. La atmósfera de sus historias, la narrativa de las emociones, los personajes bien perfilados y lejos de estereotipos o los diálogos trepidantes, la afianzan como referente de este género literario. Breves e intensos como sus relatos y cuentos, fueron los años que vivió.


Mientras indagaba en las peripecias vitales de esta escritora, buscaba en librerías, ferias y catálogos —por aquel entonces en papel—, por si localizaba el libro que se había convertido en una obsesión. Mi mirada, incansable, auscultaba anaqueles, rastreaba estanterías, recorría centenares de metros de pasillos atestados de volúmenes de toda condición, pero el dichoso y concreto ejemplar seguía desaparecido y, lo que era peor, los libreros tampoco sabían nada de su paradero. Cuando la ahogó la hemorragia que acabó con su vida, ya había publicado En un balneario alemán, Preludio, La Fiesta en el jardín, entre otros. Virginia Woolf que la reconoció como su rival literaria comentó: «estaba celosa de su escritura, la única de la que haya estado celosa jamás. En esta escritura yo veía, tal vez por celos, todos los rasgos de carácter que me desagradaban en ella. Nunca consideré lo suficiente su sufrimiento físico ni cuanto contribuyó a amargarla”. Después de años, ese libro que busqué denodadamente, me encontró una tarde que ya lo había olvidado. Rastreaba relatos de Scott Fitzgerald y allí, menudo y manoseado, apareció en un anaquel. Lo rescaté del estante como una buscadora de oro que, después de dejarse los huesos en el río, ve, de repente, una pepita en su cedazo. Lo abrí. Lejos estaba de saber que dentro contenía una perla. Era un precioso relato que se titulaba Sopla el viento. Y escuché este diálogo: « —¡Eres una estúpida! ¿A quien se le ocurre dejar la ropa tendida con un tiempo así…? Mi mejor mantel de bordado de Tenerife está hecho jirones». Inesperadamente flameó este mantel en sus páginas. Una delicada labor artesanal manufacturada en Canarias muy solicitada en la época y décadas posteriores. Se bordaba en nuestras Islas y se comerciaba en Gran Bretaña y en los países de su influencia. Pasará el tiempo con su mercadería de días, su caravana de meses y sus travesías de años. Pero el libro, ese que deseamos conocer o del que aún ignoramos su existencia, termina siempre por encontrarnos. El título que llamó mi atención fue Felicidad y otros cuentos, publicado en 1920, y la autora Katherine Mansfield.

Tamasma Cultura nª 2


Reflexiones

Lali Marcelino autora

¡¡ÉCHAME A MÍ LA CULPA!! Es una condición humana echar las culpas a los demás, de todo lo malo que nos pasa, nunca de lo bueno. No somos conscientes, que provocamos situaciones que terminan por llevarnos a algún problema o a lo que es peor, situaciones verdaderamente graves. Según estadísticas hay

personas que son propensas a tener accidentes de coche asiduamente, y ¿por qué será? Cada cual es dueño de sus impulsos, de sus sentimientos, de sus errores, de sus valores, de sus limitaciones y de sus verdaderos fallos. Conocemos y sabemos a la perfección cuales son. No nos engañemos y recapacitemos en lo que podemos mejorar. La mala o buena suerte solamente ocurre en los juegos de azar. De resto, nos la curramos. Es increíble la facilidad con que decimos ¡qué mala suerte tuve! A lo mejor si reflexionamos un poquito y ahondamos en nuestro ser interior y siendo honestos, probablemente veremos dónde estuvo el fallo para que esa llamada “mala suerte”, se convierta en una nefasta gestión o actitud ante la vida totalmente equivocada, pero otra vez le echaremos la culpa a algo o a alguien. Es bastante usual que quien se toma la vida de forma negativa o anti-normas en cualquier circunstancia o acontecimiento, no se crea un adicto o adepto a crear “malas suertes”. Ejemplos múltiples se podrían enumerar: amantes de correr riesgos, enfermos que les encanta estarlo, creadores de bulos, ególatras, regodearse en sus propias miserias, crearse limitaciones inalcanzables, vivir en una fantasía continua… En resumen, es meritoria y mezquina la labor que desarrollamos, para que “las culpas” se vuelvan contra otros y la “mala suerte” sea una perpetua alianza para continuar nuestras vidas llenas de clarividencias futuras inalcanzables. Mi reflexión de hoy es que seamos más honestos, empezando por nosotros, porque es imposible serlo con los demás si no pasamos por el filtro del “yo”. Es mi opinión, respetando siempre la de los demás. ¡¡REFLEXIONEMOS JUNTOS!! ¡Sean felices! Tamasma Cultura nª 2


Canciones para el fin del mundo

Agustín Amaro autor

Del poema latino, escrito durante la Edad Media llamado "Salve mundi salutare", Paul Gerhardt escribió un himno en alemán que se conoce como "O Haupt voll Blut und Wunden. J.S. Bach arregló la melodía y usó cinco estrofas del himno en cuatro escenarios diferentes en La Pasión según San Mateo y usó la melodía en diferentes palabras de su "Oratorio de Navidad". Franz Liszt también se apropiaría de ella para su "Vía Crucis". Paul Simón tampoco se resistió a la melodía del alemán para componer su tema más político. Escrita justo después de que Nixon fuera elegido, tiene referencias a la lucha, el cansancio, el trabajo duro, la confusión y la nostalgia. Un himno a la quiebra y a un sueño traicionado, con un puente que trasmite un sueño de muerte con la Estatua de la Libertad navegando hacía al mar y terminando con la afirmación de que "no se puede ser bendecido por siempre" como lamento a un país perdido, para volver a la idea del cansancio y la resignación. “Sí, y muchas veces me he sentido abandonado”, canta Simón. “Y ciertamente utilizado”. Puedes escucharlo hoy en día y es totalmente aplicable a la América de Trump, marcada por líneas cada vez más amplias entre los ricos y todos los demás; luchas por la inmigración y el racismo; amenazas de guerra, la intensificación del extremismo de derecha; la interferencia rusa, denuncias de agresión sexual y de pasividad e ineficacia ante la tragedia de la pandemia. https://www.youtube.com/watch?v=ZCmgKSUXH18

“No conozco un alma que no haya sido golpeada. No tengo un amigo que se sienta cómodo. No conozco un sueño que no haya sido destrozado".

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Guiños de cine

Javier Marrero autor

La promesa La escena podría perfectamente ser la de los tres amigos que terminan la secundaria, momento épico de todas las pelis en las que ya no habrá más Homecoming, ni Prom, ni periódico escolar, ni asistencia familiar a deportes varios ni nada de eso. La vida en las pelis, reflejo de la realidad sobre todo en ciudades pequeñas, gira bastante en torno a la escuela. La primaria, pero sobre todo la secundaria. Cuando esta termina se forma una especie de hueco en la que se abre un gran interrogante relativo al futuro. Es en momentos así cuando los tres amigos de toda la vida se miran a la cara y uno de ellos pregunta: «¿Qué va a ser de nosotros a partir de ahora?» Los tres miran al suelo sin respuesta, hasta que uno de ellos, el más resuelto, dice la mítica frase: «Mientras sigamos en contacto, todo irá bien…» Hasta ahí, normal. Podría pasar en cualquier país del planeta donde haya amigos y secundaria. Pero lo que lo distingue es el final de la frase. –… I promise. Y ya está. Este sería un ejemplo, pero las promesas pueden versar sobre cuestiones tan dispares como el ataque de los orcos a una ciudad llena de niños y ancianos, con cuatro soldados malheridos que se disponen a defender lo indefendible, y el héroe le dice al niño con mugre en el rostro: “no te pasará nada, lo prometo”. O también acerca de una invasión alienígena con armas superpotentísimas que no hay forma de repeler, y la heroína, o el héroe, le dice a la abuelita que todo irá bien, y el consiguiente “I promise”.


Las promesas sobre un futuro incierto son habituales en las pelis, una especie de cliché que obliga al prometiente. Si quince años más tarde uno de los amigos es alcohólico, otro está arruinado y el tercero enfermo, no faltará el recuerdo a ese momento. Si al final ganan los orcos, o los alienígenas, lo mismo. –Prometiste que todo iría bien. Es tan absurdo como habitual. Lo curioso del asunto es que quien realizó la promesa mirará al suelo y le dará la razón. –Es verdad, lo prometí y fallé. En las pelis, una promesa es una hipoteca sin vencimiento. O se cumple o la has fastidiado pero bien. Y a pesar de ello, todo el mundo se empeña en realizar promesas a diestro y siniestro, como una muletilla recurrente, como un acto de fe. No es sólo la declaración abierta de una intención, sino el compromiso de esfuerzo titánico para que dicha promesa se cumpla. Con el tiempo, uno ha aprendido que con frecuencia el espíritu supera a la lógica. Y es en este contexto en el que es posible que decir “lo prometo” sea una buena idea. Es posible que ese compromiso sea el punto que a veces hace falta para lo que a priori parece un disparate adquiera sentido. Es posible que el compromiso sea la asignatura pendiente en una sociedad que se ha vuelto cínica, y que ya no cree en nada. Decir “lo prometo”, al final, es creer en uno mismo. Aunque a veces el objeto de promesa exceda nuestras competencias. Aunque sea irracional. Lo irracional, en ocasiones, puede ser el único escape de la vulgaridad. ¿Será por eso que en las pelis todo termina siempre bien? A lo mejor deberíamos empezar a prometer cosas más a menudo, ¿no les parece?

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Piélago

Alexis A. García autor

La Riqueza de nuestras tradiciones

Recién retomamos cierta consciencia de las cosas y celebramos la Noche de San Juan; noche de magia y brujas, donde los Canarios nos hacemos eco de esas leyendas y sortilegios, en los que por medio del fuego, entremezclamos lo humano y lo pagano de cualquier festividad. Quienes hemos parrandeado y saltado la hogueras, quemando los papeles donde escribíamos lo malo que queríamos dejar atrás y sobre todo, hemos pedido que nos cambie la suerte, la vida y fortuna y se nos llene el alma de cosas buenas y nuevas, entendemos de la importancia de preservar tradiciones tan especiales y mágicas como estas. Noche donde los espíritus se hacen presente, por medio de la magia y el fuego, y en el que el deseo de quemar lo malo y atraer lo bueno, sirve de combustible para hacer arder las hogueras y fogatas, y ver en sus llamas y en los sonidos de la noche y en el agua del mar, lo que nos deparará el futuro. En cada rincón de las islas, tenemos la suerte de celebrar este comienzo del solsticio de verano, coincida o no la fecha, de muchas maneras. Siempre con una hoguera, algo de carne y unas piñas asadas y sardinas, que aderezadas con gofio, amigos, familia y vino, llenan la noche de San Juan de un olor especial que se entremezcla con el humo y nos trasporta a un pasado, en el que aparecen los ritos, lo pagano y humano de una fiesta llena de tradición y magia. Sortilegios y maneras que en cada isla ha tomado una impronta y personalidad propia. Así reza la copla popular:

“Tres duraznos peladitos, bajo la cama has de echar. Los quereres de tu novio, los duraznos te dirán.”

“Plomo al fuego derretido, en la Noche de San Juan. Con la figura que forme, lo que ha de ser, te dirá.”


Don Pedro Cruz, de Agulo, nos recuerda como en este emblemático rincón gomero: “Se engalanaban las casas del pueblo con unos arcos de dulces, frutas y flores, que embellecían ese entrañable pueblo gomero, y que tenía debajo el Bernegal o talla, con el cacharro para beber el agua fresca que daba la sombra”. Un Ramo de San Juan que se ha exportado a otros pueblos de la gomera y que tuvo su inicio y auge en el pueblo de Agulo. Y no nos olvidemos, del cuadro del pintor José Aguiar que se puede admirar en el Cabildo de esta isla, pintado en 1924, y que nos enseña ese hermoso “Arco de San Juan”. Tradiciones que hay que enseñar, preservar y mantener. Y en otro rincón gomero, la Villa de San Sebastián, se veía el amanecer de ese día, con la guitarra y el timple en la mano, “parrandiando”, mientras en la noche previa,habían ardido muñecos de tela y trapos, que se hacían en diferentes partes del pueblo, y se quemaban con los enseres que se habían dedicado a reunir la gente de cada barrio, desde el Calvario al Roque y cómo no, la hoguera que nunca faltaba, que era la de la playa. Y el recuerdo de chiquillos y grandes, guardando las hogueras, para que no desapareciera ninguna madera que fuera a encender más y mejor el resto de las hogueras, y que no se prendiera fuego a ninguna con anticipación, cómo parte del juego del engaño. Recuerdan los mayores de la Villa, como eran aquellos bailes en el Club Social Junonia, que aún pervive en el presente, tras la quema de las hogueras. Cómo la orquestina que ensayaba allí, salía a parrandear después del baile con jovialidad y alegría con el acompañamiento de las mujeres con dulces y chocolate. Era tradicional “parrandiar”, según nos relata Don Manolo Lino, profesor, músico e historiador de la Villa, bajo la dirección del músico y maestro Don Jesús Illada, que llegó cómo represaliado desde la península en los años 50 del pasado siglo, siendo el compositor del Himno a la Virgen de Guadalupe, llegando a la Punta de los Canarios, a ver cómo rompía el día. “Y los chiquillos robábamos piñas de millo, de los campos cercanos, llenado sacos; y en esa noche, en las brasas de la hoguera, las asábamos y nos las comíamos como un manjar de San Juan. Haciendo, a la tarde siguiente, la Tafeña, con un tiesto de barro y arena, sal y millo desgranado, celebrando así con algarabía esa tradición de San Juan”.


Sortilegios y maneras que en cada isla ha tomado rumbos diferentes. Noche de fuego y parrandas, que se ha ido popularizando perdiendo personalidad e identidad propia. Se hacen de manera multitudinaria en playas de todas las islas, dónde se deberían recrear esas tradiciones y rescatar esa magia que impregna la víspera de San Juan. (Foto de hoguera) (foto del mar, en el Socorro, Guimar) ” En el agua del estanque, temprano te has de mirar, si el agua estuviera turbia, un año no vivirás”.

Sin embargo, en algunas zonas de las islas, y pongo cómo ejemplo a seguir, la Punta del Hidalgo, en Tenerife; se ha mantenido su personalidad e idiosincrasia, al celebrar en la víspera de San Juan, el Paseo Romero que termina en la ermita de San Juanito, con la consiguiente parranda que se entremezcla con las hogueras y el olor a humo, costillas, piñas, amigos y familia; y el “fundamental y necesario” baño en el mar como una forma de exorcizar lo malo y atraer lo bueno a nuestras vidas. Una manera clara de rendir homenaje a estas Fiestas, y a otras muchas que se celebran en todo el año, y que con el devenir de los tiempos, perdemos su sentido y razón de ser. Ya las iremos desgranando” cómo el millo de la tafeña”. Y en esta mágica Noche de San Juan, sigo recordando personajes y músicos, que han dedicado su vida a promover el amor a lo nuestro y nuestras Tradiciones. Y ya, en víspera del día de San Pedro y de una nueva hoguera, volveremos a exorcizar con el fuego, la magia de los buenos deseos. Mis gracias, sentidas y eternas Gracias, a todos los que bregan por cuidar, transmitir y honrar nuestra cultura y tradición. Que Dios me los guarde, porque este patrimonio humano, es irremplazable.

Manolo Lino, Baudelia Hdez. y Manolo Torres Pedro Mesa, Sergio Rguez. y Juan Pèrez (In memorian)

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Fotos del propio autor


Vivencias oníricas

Inma Flores autora

El tiempo Dicen que el tiempo pone a cada rey en su trono y a cada payaso en su circo. Han pasado el suficiente tiempo para comprobar, desde la distancia, que la persona a la que amó, la que era el centro de su universo, quedó en simple payaso, un payaso torpe al que le pegan una “jalá” por estar a destiempo en el lugar equivocado. Un payaso que no supo descubrir cuál era el valor auténtico de la vida: las carcajadas llenas de vida, despertar abrazados y convertir los besos en sorbos de café, pasear cogidos de la mano y sorprenderse ante una maravillosa puesta de sol, ver una película abrazados, y por supuesto, hacer planes juntos. De repente, el payaso, decidió que prefería juguetear en otro ojos, sonreír pícaramente a otras bocas, endurecer su orgullo ante otras féminas, y en ese instante se esfumó la felicidad que compartían. Ahora ella mira en la distancia. Fue feliz, muy feliz. Eso lo lleva en su mochila de colores. El dolor sufrido quedó en una cicatriz que le recuerda lo que vale, y por supuesto lo que no está dispuesta a compartir. Él, tras descubrir que quien le cosquilleaba los pies tenía su propio rey, y que sólo alcanzaba a disfrutar del catre de alguien que iba de bufón en bufón, se ha conformado; la quiso olvidar intentando borrar su recuerdo de la faz de la tierra, sobre todo cuando la vio feliz, radiante, junto a otra persona. Dicen que el tiempo borra el dolor, y sólo deja una cicatriz en su lugar para que podamos recordar lo afortunados que somos lejos de quienes no nos aprecian ni valoran, salvo cuando ya nos han perdido. A esos tres años se le suman diecisiete ¡¡Veinte años más para disfrutar esa otra parte de la vida tan importante!! Tamasma Cultura nª 2


Me queda por decir...

Eduardo Duque autor

Libertad Libertad, ¿por qué se grita con tanta fuerza tu nombre? ¿No será porque hoy el hombre aún más de ti necesita? Nadie te da, ni te quita, nadie puede poseerte, porque es tan sublime y fuerte la grandeza de tu acción, que cuando los hombres son libres ni temen la muerte. Un alma libre descuida hasta la ambición del pan. Las almas libres están por encima de la vida. No temen a la embestida del más sangriento opresor, pues ni siquiera el rigor o las armas de un tirano, le quitan a un ser humano su libertad interior.

El hombre que quiere ser libre sabe que es esclavo, pero en cada menoscabo logra su deseo ver; sabe que puede perder la libertad conseguida, y al día a día, en la vida le aparecen los cerrojos como crecen los abrojos cuando el jardín se descuida. Hay libres encarcelados a lo que ni el mismo hierro ni el cemento del encierro logra dejarlos callados. Hay libres asesinados que aun en la cavidad sepulcral, con dignidad gritan en sus calaveras las secuelas verdaderas que tiene la libertad.


Hay libres que para ser libres con el pecho entero, Debieron saber primero lo que era obedecer. No es libre quien puede hacer su deseo sin rubor: Es libre el que con amor su propia libertad lega al bien común y la entrega para una causa mayor. El libre jamás ha estado preso de individualismo. Quien sólo piensa en sí mismo es un ser esclavizado. Se sentirá liberado por expandir su ambición, pero él es sólo un cartón, y hay otro que lleva el juego, porque más allá del ego no existe peor prisión. Hoy el ser humano piensa que el ego es la libertad, la opinión es la verdad, y la expresión es la ofensa; forma una marea inmensa que a otra marea coarta, y al mismo que enarta la esclavitud que le indigna, se esclaviza a la consigna que le impone la pancarta.

Libertad, cuántos millones de veces oigo invocar tu derecho para dar rienda suelta a las pasiones. Cuantos se hacen ilusiones creyendo que suya eres, por ceder a los poderes de sus instintos más bravos, y tan solo son esclavos de sus ansias y placeres. No sólo es la libertad la expresión y el movimiento: Libre es hacer asimiento de la propia dignidad. bendita la sociedad que hoy a ser libre se atreve que aspira, sueña y se debe a una libertad completa, y no a la de la veleta, que al son del viento se mueve.

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El jardín de las Hespérides

Roberto Mendoza autor

Comenzamos nuestra andadura por el Jardín de Las Hespérides, donde se ocultaron las manzanas de oro robadas por Hércules, allí donde Taoro antiguo nombre guanche evoca el brillo del oro de las manzanas, o donde el dragón de algunas leyendas se refleja bajo el árbol Drago tan enraizado en la cultura de las islas y donde su corteza y su savia se confunden con la piel y la sangre de los dragones. En esta primera historia nos adentraremos en la isla de Tenerife, pues Echeyde (El Teide) tendrá una particular aparición en este cuento en el que Guayota (el Diablo) y Achamán (Dios guanche) luchan por dominar el mundo y hacerse con el trofeo de Magec (el Sol). Un cuento en el que me tomo una licencia ya que al situarse el cuento en la isla de Tenerife unos personajes que debieran aparecer son los Guacanchas en lugar de los Tibicenas, siendo estos últimos más conocidos entre las leyendas canarias en favor de los primeros. Puedes escuchar este cuento en:

https://www.ivoox.com/guayota-tibicenas-audios-mp3_rf_48819579_1.html.

Acompañamiento musical realizado por Alexis Alonso.

GUAYOTA EL MALIGNO Y LOS TIBICENAS

El aire andaba espeso, turbio y ardiente…, como en ascuas. Las nubes se arremolinaban tropezando entre ellas y dibujando formas que rápidamente se fundían y confundían con otras formas y contornos en el cielo. También las aguas del mar estaban revueltas, revenidas. Los animales hociqueaban venteando desinquietos, como si se hubiesen afiebrado. Hasta la coruja, que sólo merodea en lo oscuro, voló bajo la luz, mientras, en el lajial, los chirridos del guirre se desvanecían en su propio eco. Aquellos signos presagiaban que Guayota estaba próximo. Supieron que había llegado cuando los perenquenes y las arañas salieron de sus grietas y escondrijos para devorarse a sí mismos enloquecidos.


Apareció Guayota y se apoderó de Magec, El Sol, dejando el cielo a oscuras. Todo fue noche cuando aún era el día. Los guanches rogaron entonces al Dios Achamán que tuviera misericordia, que devolviese al día sus luces, que su poder les librase de todo daño, eso suplicaban fervientemente. Achamán atendió las súplicas y acudió dispuesto a defenderlos. Guayota, con Magec prisionero, se había ocultado en los adentros de Echeyde. Allí fue a buscarle Achamán. Cuando lo halló, el suelo se abrió en truenos, estampidos y temblores que aturdían a las islas más lejanas. Fue el comienzo del combate. Por el cráter de Echeyde, Guayota arrojaba humos, peñascos encendidos, lajas y rocotes, cuajarones de quemaduras. Y también lanzaba lenguas de lava y arroyos de escoria, y azufre, cenizas, recoldos calcinantes con los que intentaba doblegar a Achamán. Aire y cielo se convirtieron en un lamedal hirviente, tan encendido en brasas que causaba espanto. Y prosiguió Guayota vomitando fuegos como una hoguera desmesurada, hasta que Achamán, al fin, logró vencerle. Como castigo a su maldad lo encerró para siempre dentro de Echeyde. Después devolvió a Magec al cielo para que siguiera iluminando la tierra y en seguida el día volvió a ser día, se aquietaron las aguas y las nubes, y regresaron a sus grietas y escondrijos arañas y perenquenes. Guayota, cautivo desde entonces, acecha y amenaza en los volcanes, y para poder observar lo que sucede en el exterior de Echeyde sin ser descubierto mandó a su séquito de Perros oscuros y siniestros, los Tibicenas. Aparecieron sin que ningún rastro los trajese. Sólo el negro espeso de su pelaje los diferenciaba de los otros perros de la isla. También su gran alzada. Pronto buscaron el abrigo de los barrancos, las sombras en lo profundo. Allí fijaron su morada y de allí huyeron los demás animales, asustados, como si entendiesen. Nunca se les ve de día. Ante la luz se refugian en las cuevas o escarban en las rocas para ocultarse. Quienes fueron a su encuentro volvieron como vuelven quienes estuvieron en el infierno: la mirada llena de sangre, enmudecidos para siempre. Los Tibicenas son el sueño del diablo, la apariencia del maligno cuando se muestra y amenaza. Nunca se les ve de día. Son manchas negras que se confunden con la trama negra de la noche. Por sus ojos se delatan. Sus ojos: puntas de fuego y sangre. Y sus colmillos: filos que destellan. Cuando los Tibicenas merodean la noche, sus aullidos llenan el aire y en los barrancos aguarda el daño y la muerte. El fuego rojo de sus ojos incendia lo oscuro, desde los que “Guayota aguarda su momento para volver a resurgir”. https://we.tl/t-ncXxTqWA3w Tamasma Cultura nª 2


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